El murguista muerto

Page 30

El murguista muerto

29

Detrás de nosotros había una comparsa de negros y lubolos. Lo notaba por la vibración en los pies y definitivamente me percaté de ella cuando un valiente pelotudo me hizo tropezar. La murga ni notó que el presidente ya no desfilaba. La marabunta de niños, incluso los miedosos, aprovechó para cagar a patadas al cabezudo. El político se lo merecía pero a mí me dolía la espalda, no por los golpes (de los que sólo escuchaba el ruido) sino por la estrepitosa caída. Era una tortuga en un tubo, sin los brazos como apoyo no me podía levantar. Ahora por la ranura ahora veía algunas luces y el cielo; sin estrellas, por culpa del brillo. De repente una cuantas manos me pusieron de pie (yo seguía adentro de mi tubo de caña y cartón) y aparecieron -frente a mi ranura, mi pequeña ventana al universodos ojos negros pintados ridícula y excesivamente de verde, con lentejuelas pegadas alrededor de los párpados, queriendo opacar inútilmente una belleza sin igual. -¿Estás bien? -me dijo sin poder contener la risa. Contesté, pero desde allí adentro no se me oía; un reflejo de obligación me llevó a pensar que se me iba la murga. Y, como si hubiese adivinado mi pensamiento, ella dijo: -Hacia allá -y giró mi presidencial cabeza hacia el lugar indicado. -Gracias... -Me llamo Luna. Bailo aquí en Raíces de Senegal. -Gracias, Luna -dije sin ser escuchado, lleno de amor y admiración. Y la historia me rebotó del pasado, como un paréntesis; carnaval está lleno de esos sucesos que luego parece que nunca sucedieron. Lo había borrado de mi memoria y lo rescaté, años después, parado en 18 de Julio, ya vestido de parodista, mirando la luna sobre la avenida, viviendo mi primer desfile como integrante de un grupo, con mi traje de despedida, apenas maquillado... ¿dónde estaba el grupo de aquella bailarina? ¿cómo me las había arreglado para olvidar esos ojos, esa risa con esos dientes en contraste con su piel negra? Cada bailarina de comparsa que pasaba me hizo recordarla; la imaginaba muy flaca, casi sin formas. -Es tu debut -me palmeó la espalda De la Cruz. -No; ya hice de cabezudo hace un tiempo -aclaré con orgullo. Debe ser casi imposible vivir tres meses más intensos. En cuanto


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.