Después de la tormenta por Daymelis R. Wing

Page 234

Debí suponer que algo así iba a ocurrir. Estaba subestimando profundamente al loco de Sanders; sin embargo, él ahora está haciendo lo mismo conmigo, pensando que vendría indefensa. ¿Quiere asesinarme? No, por supuesto que no, drogarme sí... ¿Qué pretende hacer drogándome? Sé la respuesta, puede hacer muchas cosas, el hombre está demente, pero yo no pretendo acobardarme con eso. —No te creo —murmuro cautelosamente—. ¿Estás hablando de Theodore Lombardi? Sé que hablas de él, pues estás involucrado con él y con los Agnelli. Sólo quieres hacerme dudar de Trenton. —Él sigue avanzando unos pasos hacia mí, su sonrisa sardónica no desaparece—. ¿Por qué quieres drogarme? —Quiero que te relajes, estás muy tensa, pequeña Ciara —responde, fingiendo inocencia—. ¿De verdad creíste que vendrías a mi casa y luego te dejaría ir así sin más? Eso es improbable, te quedarás aquí, es lo mejor que puedes hacer por tu padre, ¿estás de acuerdo? —¿Quieres que me quede contigo? Él suspira mostrando su frustración. —¡Diablos, sí! ¿En qué idiomas quieres que te lo diga? —Y luego comienza a decirlo en diferentes idiomas, gritando como un desquiciado, y mi miedo aumenta conforme voy observando cómo va acercándose a mí, sigilosamente. —¿Señor Sanders? —Doy dos pasitos hacia atrás, hasta que tengo mi espalda presionada contra la pared. Él está radiante, disfrutando que por fin me ha acorralado. —Dime, Ralph —gruñe, tenso. —Ralph. —Carraspeo, alejando el nudo de mi garganta—. ¿Los Agnelli le ayudaron a incriminar injustamente a mi padre? —¿Para qué quieres saberlo? —Frunce el ceño. Porque quiero que lo admitas y pueda guardar la grabación de tu voz admitiendo todos tus delitos, bastardo.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.