EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 11: SUEÑOS DE ROBOT

¡28 MICROS INSPIRADOS POR UN ALGORITMO INFORMÁTICO! NÚMERO 11 |NOVIEMBRE 2020

M MA AG GA AZ ZI IN NE E

D DE E

F FI IC CC CI IÓ ÓN N

SUEÑOS DE

¿ ESCRIBES RELATOS ?

¿LEES?

¿ JUEGAS ?

¡VISÍTANOS! concursoeltinterodeoro.blogspot.com

soñando Pensar que los robots puedan llegar a escribir una novela es algo que nos llena de inquietud.

Una cosa es que hagan cálculos imposibles, pero otra muy distinta es que lleguen a poder crear una historia de ficción. Es quizás el único límite que en el futuro nos pueda diferenciar a los humanos de nuestras criaturas cibernéticas.

Por que soñar es un tesoro exclusivo de nuestra especie. Si también lo pudieran hacer las máquinas, ¿dónde quedaríamos?

Tranquilos, de momento no son capaces nada más que de recombinar los elementos narrativos que previamente les han introducido. No obstante, ¿quién dice que no podamos aprovecharnos de eso para encontrar inspiración?

En este número tenéis el ejemplo. 28 micros nacidos de un argumento generado automáticamente por el algoritmo de la página Storynator.

Argumentos excéntricos, extraños e inconexos. convertidos en semilla creadora. ¿Os apetece descubrir qué relatos han nacido de ahí?

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IN S PIR A C IÓ N C IBER N ÉTIC A

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U N V IR U S L L A M A D O A M O R

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U N A TR IS TE S ITU A C IÓ N

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EL PR EC IO D E L A F A M A

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TE L O D IJE

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C A PR IC HO D EL A ZA R

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M A TEO 6. 21

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EL PR O F ES O R C HIF L A D O

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por David Rubio por Isabel Caballero por Mirna Gennaro por David Serrano

por Araceli Rodríguez por Estrella Amaranto por Francisco Moroz

ÍN DI CE

por Josep Mª Panadés

EL C ÍR C U L O M Á G IC O por El Baile de Norte

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C O M PO R TA M IEN TO S EX TR A Ñ O S

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L A PER IF ER IA JED I

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EL C O N V ID A D O D E PIED R A

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L A PU JA

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C A TA R S IS

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KA TR IN A

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por Paloma Celada

por Ulises Castellano por Paola Panzieri

por Patxi Hinojosa por Marta Navarro por Berta Font

BO R A , BO R A por Pepe de la Torre

D U L C ES S U EÑ O S

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EL O C A S O D E L A F A M A

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PEL IG R O S A

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G A JES D EL O F IC IO

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C A S O R ES U EL TO

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por Carmen Ferro por Beba Pihen por Yessy Kan

por Idalia Harolina Payano por Puri Otero

TR ES M U JER ES Y U N A . . .

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ES A EX TR A Ñ A N O C HE

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D ES IN TO N IZA D O S

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M A D A M E L A NUB E Y . . .

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D IA R IO D E U N C O N F IN A M IEN TO

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EN TER A S V ER D A D ES A M ED IA S

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por Isan Isan

por Mª José Gómez Fernández por Bruno Aguilar por Juana Medina Atribución de autoría: Todos los relatos incluidos son propiedad de sus respectivos autores.

Diseño portada y portadilla pág. 19: Estrella Amaranto Diseño y maquetación interior: David Rubio Contacto: eltinterodeoro@hotmail.com

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por Mª Pilar Moreno por Macondo

TA TIA N A

por Rosa Berros

IN TER C A M BIO

por Marina Collado

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e d e u p o n o i r o t En tu escri . .. i n é f a c , z i p a l faltar papel, EL BLOG DE ESCRITURA DE

deliriosypalabras.com

¿Llegará el día en que los robots escriban nuestros sueños?

EN 1986 ISAAC ASIMOV PUBLICÓ SUEÑOS DE ROBOT, UNA COLECCIÓN DE CUENTOS EN LOS QUE ESPECULA SOBRE LOS PENSAMIENTOS DE LOS ROBOTS

EN 2086 ¿UN ROBOT PUBLICARÁ SUEÑOS DE HUMANO, UNA COLECCIÓN DE CUENTOS EN LOS QUE ESPECULE SOBRE LA MENTE DE LOS HUMANOS?

DAVID RUBIO a Divinidad, creo que esa es la meta del camino que recorremos como especie.

Nuestro primer paso fue imaginar la existencia de Dios, de ese ser inmortal, omnipresente y omnipotente, capaz de crear el Universo y la vida que contiene. Y de ella, a nosotros.

Creados a su imagen y semejanza, ¿no es lo natural el querer convertirnos en él?

La ciencia, la tecnología, todos estos cachivaches que ya disponemos y todos aquellos que se añadirán nos acercan a esa imagen ideal que

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ponga fin a nuestra fragilidad frente a lo que nos rodea. Ese es un camino difícil y en ocasiones aterrador. Ya fuimos advertidos de ello en ese mito del Génesis, cuando se nos prohibió comer del Árbol de la ciencia y el conocimiento.

Pero aún así aceptamos aquella manzana.

Y en ese camino se encuentra ser capaces de crear seres inteligentes. No me refiero a nuestra capacidad de reproducción, por supuesto. Ello es algo dado de fábrica. Lo que queremos es convertirnos en el ser barbudo que pintó Miguel Ángel en la Creación que corona la bóveda de la Capilla Sixtina y que extiende su dedo hacia nosotros para regalarnos el don que lo comenzó todo: la Razón.

Si no somos capaces de eso, jamás seremos Dios. A día de hoy todavía estamos en proceso, pero el desarrollo de la Inteligencia Artificial es

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imparable. Ya creamos ordenadores con una capacidad de cálculo inalcanzable para el ser humano. Pero eso no los convierte en seres inteligentes, claro. A lo sumo eran potentes calculadoras. Necesitamos algo más para considerarlas criaturas a la altura de nuestra imagen y semejanza. Necesitamos que tengan la capacidad de soñar. ¿Y cómo serían los sueños de un robot?

El ser humano percibe la realidad a través de sus cinco sentidos. Sentidos que evitan que nos volvamos locos seleccionando solo la información que nos resulta útil para poder desenvolvernos por el mundo. ¿Os imagináis cómo sería el poder, por ejemplo, percibir todo el espectro electromagnético de la Luz? ¡La locura que sería percibir desde los rayos Gamma hasta las microondas! Afortunadamente, solo se nos permite apreciar cosas como la belleza de una puesta de Sol o el horror de una guerra. Y de esos sentidos se forjan nuestras ideas y sueños.

Pero los robots llegarán a ser dotados de otra clase de sentidos, de otra forma de percibir la información infinita que nos ofrece la realidad. ¿Cómo se desarrollará esa inteligencia con esa percepción sensorial?

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Sin duda, será fascinante comprobarlo. Y si hablamos de sueños, por supuesto, llegará el día en el que esos robots, nuestras criaturas, sientan la necesidad de plasmarlos en un papel.

Escribir sobre sus emociones, sobre sus deseos, sobre sus miedos… Ni más ni menos que como lo hacemos los seres humanos en la Literatura. ¿Ciencia Ficción? Quizá no tanto.

LOS PRIMEROS ESCRITORES NO HUMANOS

Desde 2014, el periódico japonés Nihon Keizai Shinbun organiza un certamen en homenaje a uno de los más importantes y prolíficos escritores de la ciencia ficción nipona, Hoshi Shinichi.

La curiosidad más llamativa del mismo es que es la única convocatoria literaria de nuestro planeta queadmite a cualquier clase de escritor, sea huhumano, extraterrestre, animal o un robot. Pues bien, en el año 2016 quedó finalista la novela El día que un ordenador escribe una novela.

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Hoshi Shinichi

El título nos parecería imaginativo, de no ser porque su autor fue realmente un ordenador o, siendo más precisos, un programa informático ideado por un grupo de expertos en Inteligencia Artificial de la Universidad de Hakodate.

Según dicen los que la han leído: «El relato flaquea en la construcción del personaje y en la capacidad de transmitir emociones como el humor.

Pero sí ha conseguido una historia limpia, ordenada e interesante.»

Dicha novela no ha sido la única.

En 2007 la revista de Discovery Channel informaba de MEXICA, un programa que escribía sus propios relatos. En 2008 se creó el PC WRITE y con él, la editorial rusa Astral SPb y su editor Alexander Prokopovich escribieron la novela Amor verdadero —muy original no resultó el título, por cierto—. Parece ser que el programa se basó en Anna Karenina, pero ambientándola en la actualidad, en una misteriosa isla y todo ello intentando imitar el estilo de Haruki Murakami.

Pensar que podamos perder la exclusividad de uno de nuestros tesoros, como es la Literatura, sin duda nos genera inquietud y, de entrada,

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THE ROAD EL PRIMER LIBRO ESCRITO POR UNA INTELIGENCIA ARTIFICIAL El escritor Jean Kerouac, en pleno bloqueo creativo, decidió que si la historia no venía a él, él iría a por ella. Así que emprendió un viaje en coche por Estados Unidos para acumular experiencias que pudieran convertirse en una novela. Tuvo éxito y en 1957 publicó En el camino. Sesenta años después, el informático Ross Goodwin lo emuló. Pero en esta ocasión, el humano solo se dedicó a conducir mientras que un ordenador dotado con GPS, cámara, micrófono y un montón de algoritmos mos guardaba toda la información de ese viaje. Luego, el propio programa informático transformaría esa información en una novela.

Se publicó en julio de 2018, llevando por título The Road y esta es su primera frase: «Eran las nueve y diecisiete de la mañana, y la casa era dura...»

cierta animadversión. Pero podemos plantearnos la cuestión de otra manera. ¿Os imagináis que la Inteligencia Artificial nos ayudara en nuestra propia escritura?

los gramatizadores automáticos

¿Cuántas veces habremos deseado disponer de una máquina que con solo apretar un botón nos diera un estupendo relato? Si no habéis sentido ese deseo, ¡enhorabuena! Vuestra imaginación es inagotable. En mi caso, reconozco que he sufrido el llamado bloqueo más de una vez.

Roald Dahl es uno de los más grandes cuentistas de la Literatura, cualquiera de sus relatos es un recital de imaginación, como su aclamado Cordero asado. Pero incluso él tampoco era inmune a ese bloqueo. Y no solo eso, al parecer también sintió el deseo por poseer una máquina de contar. Partiendo de esta idea escribió un estupendo relato El gran gramatizador automático del que os traigo un extracto:

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—¿Quiere usted decir que esas revistas dan dinero así por las buenas a cualquiera por… garrapatear un cuento? ¡Vamos, Knipe! ¡Entonces todos los escritores serían millonarios!

—¡Esa es la cuestión, señor Bohlen! Ahí es donde interviene mi máquina. Y otra cosa, señor. Yo ya lo tengo todo pensado. Las revistas grandes publican unos tres relatos en cada número. Fijémonos en las quince más importantes. Las que pagan más. Algunas son mensuales, pero la mayoría salen todas las semanas. Pues bien, con esto tenemos que se compran unos cuarenta cuentos a la semana, es decir, cuarenta mil dólares. ¡Con nuestra máquina, cuando funcione a pleno rendimiento, coparemos casi todo el mercado!

—¡Está usted loco, muchacho!

—No, señor, lo que estoy diciendo es verdad. ¿No comprende que, solamente con la cantidad que produzcamos, los desbordaremos? Esta máquina puede producir un relato de cinco mil palabras, mecanografiarlo y terminarlo en treinta segundos. ¿Cómo pueden competir con ella los escritores? Dígamelo, señor Bohlen.

Esta estupenda historia de Roald Dahl tiene dos elementos, a priori, fantasiosos: La idea de que la escritura sea hoy un negocio con el que hacerse millonario.

Una máquina capaz de escribir historias, hilar argumentos y concebir personajes sólidos por si sola.

Lo primero, sigue siendo una fantasía, pero lo segundo, es mucho más real.

LOS GENERADORES DE ARGUMENTOS AUTOMÁTICOS

De momento, parece que las máquinas no consiguen más que organizar de una forma nueva la sintaxis, gramática, lenguaje y herramientas narrativas previamente introducidas por los programadores. No obstante, cada vez hay más aplicaciones que, sin darte todavía una novela, sí te pueden ofrecer un chispazo creativo del que partir.

En internet, y de manera gratuita, podemos encontrar muchas páginas que ofrecen esta posibilidad. De hecho, no solo ofrecen ideas, per-

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sonajes o situaciones, sino verdaderos argumentos. Son los generadores automáticos de argumentos. En la próxima entrada os ofreceré un listado bien completo. Para lo que nos interesa, hoy os hablaré del que ofrece la página Storynator.

Su autor del mismo lo llama Plot Generator y con él ha pretendido una herramienta que genere textos cortos en forma de sinopsis. Los resultados son surrealistas, pero de eso se trata: conseguir ideas excéntricas que al intentar darles sentido hagan florecer una historia.

Por ejemplo, fijaos en este argumento que me ha salido en un clic: «Una abogada que no siente curiosidad por nada y un expolítico, que habla muy fuerte, investigarán la muerte de una vidente, sin embargo, un fotógrafo lo cambiará todo, en una historia detallista que habla sobre los prejuicios y las malas decisiones.»

No negareis que aporta unos elementos sugerentes sobre los que construir la trama de una novela negra. Solo haría falta ponerse.

Y eso es lo que hicieron veintiocho autores con el resultado que os invito a disfrutar a continuación.

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MICROS inspirados

AVISO

Los siguientes micros han nacido de argumentos ofrecidos por el Generador automรกtico de la pรกgina Storynator

UN VIRUS LLAMADO ISABEL CABALLERO onocí personalmente al afamado presentador de televisión en el trayecto aéreo de Kenia a Kampala. Ambos viajábamos por motivos profesionales.

—Cartógrafa —respondí a su pregunta—. Me han encargado la elaboración de unos mapas.

Atractivo y famoso, pero aburrido. Como su conversación me pareció insulsa, me sumergí en

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el libro que estaba leyendo.

Nos volvimos a encontrar en el bar del hotel donde nos alojábamos. Me invitó a una copa, la acepté por educación y pensé que, desde que pudiera, me largaba echando leches. La guapa camarera y relaciones públicas nos ofreció un coctel de bienvenida cortesía del hotel.

—Mi nombre es Chayna, significa la dadora de amor. Marchando un V.L. para la feliz pareja — ordenó en perfecto castellano.

—No somos pareja.

—Porque tú no quieres, señorita geógrafa — dijo él.

—Cartógrafa —corregí.

—¿No es lo mismo?

Con el segundo V.L. le pregunté: —¿Así que eres reportero?

—Presentador —corrigió.

—¿No es lo mismo? —respondí sonriendo.

Empezaba a divertirme y pedimos una tercera ronda.

Al cuarto V.L. nos contamos nuestras vidas; al quinto nos besamos como locos; al sexto estábamos tan lanzados que le propusimos un trío a Chayna. Para nuestro asombro, aceptó, y con un último V.L. subimos los tres a mi habitación me-

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tiéndonos manos en el ascensor.

Antes de empezar les advertí que era virgen.

—Y yo gay. ...—¿Y qué carajo haces con nosotras? —pregunté.

—Por probar. ...—Yo, además de negra, soy puta —confesó Chayna—, por noche completa cobro el doble.

Desvirgarte es gratis.

El Virus Love hace milagros.

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ISABEL CABALLERO ALZAPALABRA.BLOGSPOT.COM

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a n r i M o r a n n e G

Disponible en

UNA TRISTE

N Ó I C A U T SI

MIRNA GENNARO uan y Pedro se conocieron en el instituto.

Los había unido una triste situación de bulling. Cada mañana, al llegar al aula, Enrique, el más fornido de la clase, les gastaba alguna broma como ponerles piedras en sus mochilas que no podían cargar con su escasa fuerza o mojarles los pañuelos de tissue cuando tenían sus recurrentes resfriados.

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Cinco años después, Juan y Pedro se encontraron con Enrique en una tintorería y la escena se repitió. El dependiente, al reconocerlos, roció con spray de matar hormigas la ropa que retiraban. ─Tenemos que vengarnos ─dijo Juan, al salir. ─Olvídalo ─respondió Pedro, a quien la práctica del yoga le hacía ser más contemplativo. ─¡No! Los demonios no me dejarán en paz, si no lo hago.

Juan tomó a Pedro de un brazo y lo empujó hacia su motocicleta de repartidor. Luego de conducir un rato, se detuvieron frente a la ferretería.

Compraron soga y un balde. Luego, volvieron hasta la puerta trasera de la tintorería y prepararon una trampa para que un cubo lleno de agua cayera sobre el odioso Enrique en ese día invernal.

Pero quien salió por la puerta fue el tintorero y cayó redondo al sentir el choque helado del agua.

Juan y Pedro corrieron a asistirlo. Llegó la policía y los dos fueron encarcelados por haber ocasionado el desastre.

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Enrique, el único testigo de lo ocurrido, decidió en ese momento ayudarlos a salir de la situación. ─Es que ustedes, muchachos, son el único buen recuerdo de mi adolescencia.

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MIRNA GE NNARO

ISLADELOSVIENTOS.WORDPRESS.COM

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Disponible en

EL PRECIO DE LA

DAVID SERRANO unca tuve demasiado éxito. Era un pianista de segunda que trabaja tocando en la cafetería de uno de los mejores hoteles de la ciudad. Se acercó a mí una noche, como tantas otras mujeres solitarias solían hacer, con una copa de vino en la mano y la provocación pintada en la mirada. Era lo único bueno que tenía aquella mierda de trabajo, muchas de las chicas que pasaban por allí se sentían atraídas

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por el hombre del piano y a mí me encantaba complacerlas. Me susurró que me esperaba en su habitación, la número sesenta y seis que estaba ubicada en la sexta planta.

Poco antes del amanecer, tumbados desnudos sobre la cama, me preguntó por mis sueños y no lo dudé: —Triunfar como pianista. Salir de este maldito hotel y tocar en los mejores teatros del mundo.

—¿Qué estarías dispuesto a dar? —Ni me miraba a la cara. Su cabeza reposaba sobre mi pecho atenta al ritmo de mis latidos mientras su melena roja me cubría parte del torso.

—Lo daría todo. Lo poco que tengo, mi vida, mi alma.

—Vale, tomo nota —respondió entre carcajadas.

Y la olvidé justo en el momento en que mi vida cambio. Un cazatalentos, un contrato y una gira

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que apareció de la nada; o eso creí… Su mirada desde la primera fila me recordaba que la fama tiene un precio.

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DA VI D SE RRANO

Bajo mi embarcadero DSR77.BLOGSPOT.COM

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Existen 32 maneras de contar una historia, pero solo una trama: nada es lo que parece.

jim thompson

TE LO DIJE

ARACELI RODRÍGUEZ

í, me lo dijiste, y tanto. Repetido hasta la saciedad.

—No es tu tipo, mamá. Le huelen las manos a mierda de vaca —me soltaste el primer día en la granja, mientras tratabas de retirar en vano el barro de tus mocasines.

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. —Mejor granjero pobre que ministro infiel —te respondí yo con un guiño—. Además de granjero también es informático.

Lo cierto es que por fin era feliz, después de que tu padre, el ministro de agricultura y pesca de mujeres, me cambiara por aquella rubia oxigenada. Rabiosamente feliz con mi granjero, mis comics y una docena de vacas.

—Es un paleto mamá, no tiene ni facebook, ni twitter ni Instagram —decías mientras exprimías la ubre con guantes y sin éxito. ...Yo, inocente de mí, quise arrancarte de tu jaula dorada en Madrid y traerte al campo, creyendo que ordeñar vacas sería la cura a tu esnobismo. Tonta de mí. Tampoco te culpo por marcharte cuando las cosas se fueron torciendo entre tú y mi granjero. Pero me dolió esa escueta nota anunciándonos que querías ver mundo. Te seguí por facebook, instagram y twitter. Tailandia, India, Camboya, China... siempre fotos de maravillosos paisajes, pero nunca estabas tú.

—Es raro que no cuelgue un solo selfie —le dije una noche, extrañada, a mi granjero informático.

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Pero lo más raro de todo es que las cartas me dicen que al fin has encontrado tu verdadero hogar entre nosotros. Los posos del café, en cambio, muestran las profundas aguas del pozo.

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CAPRICHO DEL

ESTRELLA AMARANTO enía la nariz de un héroe griego, ojos ceniza, labios carnosos y un rostro que denotaba potestad y encanto. Se había ganado el afecto de los selenitas con su don de gentes para atraer la clientela hasta su puesto ambulante.

Atesoraba fotografías de seres anónimos con los que se topaba por casualidad. Encandilado

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por los singulares gestos de la población en circunstancias normales, supo perpetuar con su cámara la esencia de las instantáneas.

Una tarde, cuando acabó de guardar el remanente de la mercadería observó con asombro la figura espigada de otro originario terrestre con una pajarita malva ligeramente ladeada, además de lucir un globo atado en la mano. ¡Qué detalle tan curioso!, pensó sin dejar de parpadear.

—¿Me permite que le haga una foto?

—¡Por supuesto!

—¿Qué tal si le invito a tomar algo?

—De acuerdo.

—Me llamo Julián y soy vendedor ambulante.

—Soy cerrajero y suelen llamarme Rober ¡Encantado de conocerle!

Acomodados sobre taburetes giratorios de cristal, se dejaban llevar por la laxitud del momento hasta que el joven detrás del mostrador les sirvió un par de copas de un extraño néctar de flores fermentado, la bebida espirituosa de moda en los años tres mil después del cataclismo terrestre.

Compartían un pasado inhóspito que les impidió conocer a sus padres biológicos tras el cataclismo. Semejante coincidencia fue el estímulo

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para brindar por su nueva amistad, el resto vino después cuando un repartidor alienígena les entregó una lámina cubierta de inscripciones jeroglíficas que confirmaba que eran hermanos.

: e d s o t a l e r s á m e e L ESTRELLA AMARANTO

SERASERAS.BLOGSPOT.COM

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Disponible en

MATEO

6.21

FRANCISCO MOROZ ateo halitosis era como un Indiana Jones, pero en versión friki, que se pasaba la jornada nocturna haciendo boquetes en búsqueda de riquezas. Casado con su vocación butronera y arrejuntado con una desconocida choni, un personaje con grises argumentos, exceso de rímel y protagonista de oscuras historias como para no dormir. Muy ca-

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paz si supiera leer, de escribir en formato virtual y agurruñar las hojas con los textos fallidos para tirarlas a lo Pau Gasol en cualquier papelera de la calle.

Les unieron dos cosas: ella no sabía decir que no a nadie, costumbre de su oficio, y una nota que él le escribió perdidamente enamorado en un instante coyuntural de pasión desenfrenada.

Copia de un versículo de la biblia que encontró en la mesilla de un motel de carretera en la que ponía: «Donde está tu tesoro está tu corazón». A partir de ese episodio su vida compartida fue una consecución de aventuras trepidantes que no les sacaba de pobres, pero les daba para ir tirando junto a lo que aportaba Cáritas parroquial semanalmente. Vida que cambió abruptamente desde el instante en que un grupo de niños en bicicleta cayó en el agujero que ellos dos cavaban en un solar propiedad del ayuntamiento.

Los malditos críos que de seguro iban de droga hasta las trancas, exageraron el incidente y mintieron como hipócritas redomados al decla-

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rar ante la policía, que vieron como él y su novieta estaban robando el cobre de los cables del alumbrado público.

: e d s o t a l e Lee más r FRANCISCO MOROZ

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EL PROFESOR CHIFLADO

JOSEP Mª PANADÉS Manuel Argüelles sus alumnos le tenían por un chiflado porque los obsequiaba con todo tipo de objetos.

Un día le tocó el turno a Luisa, una estudiante que guardaba un secreto: se ganaba un dinerillo como maquilladora de cadáveres.

El objeto con el que la obsequió fue un pintalabios de color rojo sangre.

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Una noche, Manuel estaba tomando unas copas en un karaoke que solía frecuentar cuando la casualidad hizo que allí estuviera también Luisa. Acabaron compartiendo mesa y charla. Tras unas copas de más, ella le confesó a qué se dedicaba en su tiempo libre. Movido por la curiosidad, él quiso conocer su lugar de trabajo. Los muertos le provocaban un cierto morbo.

A pesar de las reticencias de la joven, acabaron en el local donde ella acudía al salir de clase.

Luisa le mostró su último trabajo, una mujer a la que solo faltaba pintarle los labios. Sin pensárselo dos veces, sacó de su bolso el pintalabios que Manuel le había regalado. Rojo sobre blanco. Acto seguido, ante la sorpresa de la joven, él se lo arrebató para retocar los de ella.

Luego, empujado por un impulso irracional, la besó apasionadamente. Cuando se retiró, vio cómo Luisa lo contemplaba atónita. Los labios de Manuel estaban inexplicablemente contraídos en un rictus de dolor. Los de la finada, en cambio, parecían sonreír.

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Al día siguiente, ambos estaban en el Instituto Anatómico-Forense. Habían caído fulminados por una extraña enfermedad. Nunca se supo la naturaleza ni el origen de la misma.

: e d s o t a l e r s á m e e L JOSEP Mª PANADÉS

Retales de una vida

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En la escritura no existen las malas ideas , solo las ideas poco cocinadas

O L U C R Í C L E O C I G Á M EL BAILE DE NORTE aría comprobó la hora local y nada más desembarcar tomó un taxi para dirigirse directamente al Ministerio. A pesar de su vuelo transatlántico de 13 horas, su cerebro bullía con una actividad inusitada.

Durante su estancia en Montevideo coincidio en su hotel con la tripulación de una compañía aérea. Fue puro magnetismo. Un cruce de mira-

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das, la coincidencia de habitaciones contiguas, sus alucinantes historias de filmaciones del medio natural y su militancia activa en las filas de los antivacunas junto con la irresistible sensualidad que desplegaba aquel piloto hicieron el resto. Después vendrían los besos, las caricias, los dulces momentos en la habitación y aquel tatuaje como recuerdo indeleble.

Nada más llegar se dirigió directamente al despacho del supervisor. ―¿Cómo ha ido todo? ―le preguntó nada más verla, con la inexplicable inquietud que siempre sentía cuando hablaba con su subordinada. ―Todo ha ido bien, Juanma. He encontrado a Lidia, nuestra investigadora desaparecida. Está trabajando en algún lugar de Uruguay que no me autorizó a revelar. Créeme si te digo que se trasladó allí por propia voluntad porque en aquellas latitudes comienza el otoño y podrá seguir investigando ―respondió tras enviar un sutil mensaje telepático que eliminó cualquier rastro de recelo en los pensamientos del supervisor.

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Nada más salir, María sonrió satisfecha. Ahora solo tendría que convencer a Lidia sobre la inutilidad de las vacunas. Mientras tanto retiró la manga de su chaqueta y el tatuaje asomó en el antebrazo y un cúmulo de sensaciones recorrió su cuerpo.

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COMPORTAMIENTOS

EXTRAÑOS

PALOMA CELADA uenos días, ¿ustedes están para el experimento? ―preguntó un hombre con una bata blanca a las dos personas de la sala de espera. ―Oui ―contestó una mujer vestida con una túnica estampada y un turbante morado. ―¿Qué? ―Oui.

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―Dice que sí ―contestó el otro individuo―. Yo también. ―También, ¿qué? ―Que también estoy para el experimento ―dijo echándose a llorar. ―Hombre, no se ponga así. ―Mon ami ―intervino la del turbante―, miga en tu integuiog y vegás cómo el segde luz mogada te invade y te llena de amog. ―Gracias. Muy amable ―dijo el llorón dejando de llorar―. Creo que ya veo la luz. ―¿De qué colog es? ―Azul. ―¡Pas du tout! ¡Esa no es! Debe seg mogada o estagás pegdido. ―¿Entonces no me ha invadido Dios? ―preguntó haciendo pucheros. ―Hala, otra vez a llorar ―intervino el de la bata. ―Doctor, ¿el expeguimento es dologoso? ―No soy médico. ―¿Y pog qué lleva una bata blanca? ―Vengo de trabajar, no pude cambiarme, soy técnico de lavadoras. Yo también participo en el experimento, aunque no sé por qué. No tengo ningún problema como usted, que ni sabe ves-

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tirse ni hablar, o como el llorica este, que ya se ve que no es normal. Pero ¿yo? Ojalá esto acabe pronto, he quedado con mi amorcito ―miró su reloj―, la he dejado con un programa intensivo para que no termine antes de mi llegada; ahora estará con el suavizante, espero pillarla en pleno centrifugado. ¡Cómo nos lo vamos a pasar! ―añadió lascivamente.

: e d s o t a l e r s á m e e L PALOMA CELADA

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LA IMPACIENCIA Y LAS EXPECTATIVAS EXAGERADAS NOS LLEVAN A LA FRUSTRACIÓN; LA FRUSTRACIÓN, AL BLOQUEO; Y EL BLOQUEO A LA HOJA EN BLANCO.

ULISES CASTELLANO esde hacía una semana, solo se respiraba aroma a fiesta en la ciudad. Toda la sociedad había acudido a los festejos fundacionales de la capital, dejando atrás sus pueblos, barrios y calles para aventurarse en días de alegría y diversión. La música no dejaba de sonar, y los fuegos artificiales se adueñaban del cielo en constantes intentos por hacer de un

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aniversario un evento grandioso. Aunque para los jediistas, de ser fieles a sus creencias, aquellos días eran sinónimo de ofrenda. Su trabajo no había hecho más que comenzar. La Fuerza, que representaba todo aquello por lo que vivían, les mandaba a buscar. Su misión era salir de sus hogares, clandestinamente, aprovechando la salida de los habitantes de la periferia al centro de la ciudad, y recoger a los animales que sus dioses les mandaban. Aparentemente, parecerían simples mascotas abandonadas, pero los jediistas sabían que su presencia tenía un significado divino. Según el libro sagrado Jedi, el Jedilia, eran dejados por la Fuerza en la Tierra para que los guiaran a ellos, y a los humanos afiliados a la causa, en el campo de batalla.

Dahlia era una simple ganadera, amante de su trabajo y del Jediismo, que salía en busca de las mascotas Jedi junto con los jediistas de su pueblo. Los perros eran los animales preferidos de La Fuerza y, cuando se topaban con alguno, se lo entregaban a los Jedi, que se hallaban escondidos en las montañas. Ellos los acogían y los enviaban a los confines del espacio, a cual-

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quier batalla en la que se los necesitara, pues ellos eran los únicos que podían salvar el universo. Su sexto sentido era vital en la Galaxia... Sin ellos, la paz no tendría lugar...

: e d s o t a l e Lee más r ULISES CASTELLANO

BOOK TO LAND

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EL CONVIDADO DE PIEDRA

PAOLA PANZIERI na novia intenta liar un porro mientras se asoma al vacío desde la azotea de un rascacielos. Le tiemblan las manos, tiene los ojos llenos de lágrimas y, ahí arriba sopla un viento que pretende llevarse la cola de capilla del blanco vestido.

—¿Está usted bien?, ¿qué ha pasado? —pregunta un tipo fornido y guapete que aparece por la puerta de acceso.

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La novia levanta la ceja derecha y encoge los hombros.

—No te asustes, vengo del banquete.

La mujer parece animarse, le vuelve a mirar y contesta levantando la voz para que el aire no se lleve las palabras.

—Creo que Roberto, con el que te recuerdo que acabo de casarme, me engaña.

El joven sonríe y ladea la cabeza, se hace con las herramientas, lía el porro, lo enciende y haciendo refugio con las manos, se lo entrega.

—Gracias. Abajo en la fiesta un calor asfixiante, y ¡voilá! que Roberto ha querido secarme el sudor de la frente con unas bragas de hilo en lugar de emplear un simple pañuelo —dice la chica y aspira de prisa no sea que el porro se apague.

—¿De encaje malva con perlas azules?

La novia desgrana los ojos.

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El hombre recupera el pitillo y aspira, se asoma al parapeto, menea la cabeza y pisa el vestido con todas sus fuerzas.

—¡Tranquila, querida, son mías! Le traían suerte al chaval y se las llevó de recuerdo el día en que rompimos.

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PAOLA PANZIERI

ÍY DE ALLÍ

DE AQU

PAPAN3.BLOGSPOT.COM

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ESCRIBE UNA HISTORIA CORTA CADA SEMANA. ES IMPOSIBLE ESCRIBIR 52 MALAS HISTORIAS SEGUIDAS.

RAY BRADBURY

LA PUJA

PATXI HINOJOSA e invitó a su última fiesta en casa y, créanme, no tenía pinta de suicida ―dije rompiendo el hielo antes de que el silencio empezara a ser incómodo. ―¿Y qué pinta, según su criterio, tiene un suicida? ―intervino Esteban Espiebergeles, el anfitrión, recolocándose las gafas. ―¿Menos alegre, quizá…? ―respondí, algo molesto.

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―Será mejor que tomemos algo, intuyo una reunión larga ―añadió Esteban. ―Para mí agua, no bebo alcohol.

Pero bien conocido era el pasado adicto de la condesa, evidenciado por las huellas en su nariz, oscura y surcada como las tierras de La Rioja. ―Para mí agua también, a ser posible con gas; yo sí me atrevo con bebidas potentes. ―Reí sin ganas. ―Aguarden un momento, no tardo ―anunció el director mientras desaparecía por el pasillo.

La condesa aprovechó para interrogarme clavando sus ojos en mi sorprendida mirada. ―Yo también fui invitada a aquella fiesta, aunque usted no lo recuerda, ¿verdad? Y no, aquella no era la cara de un suicida, sino la cara del miedo, del pánico. Enseguida comprendí que temía por su vida. Yo sé que fue asesinado, a pesar de lo que digan los medios y la policía.

Entonces, en mi cabeza resonó un clic que pausó mis problemas de memoria. ―En efecto, Madame ―solté de repente―. Ese entrometido no debió pujar en aquella subasta exclusiva, arrebatándome la estatuilla tribal que durante tanto tiempo deseé y busqué.

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Y un segundo clic desdibujó por completo mi expresión, garabateando una sonrisa inquietante. ―¿O fue porque no soportaba su música…?

: e d s o t a l e r s á m e e L PATXI HINOJOSA

. . . . . s . a s s a o s c o c s i s i M M ! s ! a s í a í m m s a s s a o s c o ¡ c ¡ PATXIHINOJOSALUJAN.BLOGSPOT.COM

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Catarsis

MARTA NAVARRO licia le contó su rabia de emigrante sin futuro. Alberto sus nostalgias de viejo solitario. Víctor confesó su miedo a los compañeros de colegio. Luisa a la ira de un hombre abandonado. Dorotea lloró sobre su hombro la traición de mil besos mentirosos.

Ahmed maldijo la bravura de unas olas homicidas. Junto a Pedro descubrió el vértigo de los

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días sin empleo. Con Sonia paseó desilusiones por callejas sin salida. Teresa le asomó al dolor de la pobreza. Mateo habló de alcoholismo y soledades...

Y a todos el cuentacuentos regalaba una sonrisa, escuchaba sus problemas con sosiego, meditaba luego unos segundos en silencio y, al fin, fija la vista en su auditorio, comenzaba: «Érase una vez...». Entonces, por la magia de su oficio, los corazones rotos sanaban, las manos deshacían puños vergonzantes, los náufragos ganaban a las olas la batalla, moría el acoso en las conciencias, besos y caricias consolaban la soledad de los ancianos y todas las historias ganaban su final feliz.

«Si no es feliz, no es el final», repetía el muchacho a quien contuviera un instante sus prisas para atender al relato. Una mirada amable asomaba enseguida al rostro del oyente y un dulce sentimiento calentaba su pecho conforme el cuento corría.

Pero apenas la noche anunciaba su llegada, como en un truco de hechicero, el joven desaparecía. En su escondite, al amparo de las sombras, desataba entonces el nudo de congoja

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que lo ahogaba y su alma lloraba sin consuelo la pesada carga del sufrimiento ajeno.

: e d s o t a l e r s รก m e e L MARTA NAVARRO

CUENTOSVAGABUNDOS.BLOGSPOT.COM

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¿CÓMO SE MEJORA UN ARGUMENTO? MEJORAR O ESPESAR UN ARGUMENTO CONSISTE EN CREARLE COMPLICACIONES AL HÉROE O QUIZÁS A SUS ENEMIGOS. ESTAS COMPLICACIONES TIENEN EFECTO CUANDO COBRAN FORMA DE ACONTECIMIENTOS INESPERADOS. SI EL ESCRITOR ES CAPAZ DE ESPESAR EL ARGUMENTO Y SORPRENDER AL LECTOR, LÓGICAMENTE, LA TRAMA MEJORA.

PATRICIA HIGHSMITH

KATRINA

BERTA FONT apá, hazle una foto. Así me inspiro para mi próximo álbum de rap —dijo Niki como si le pidiera una fotografía cualquiera.

—¡Pero estás loca! ¡Es un cadáver! —exclamó Tom, desconcertado por la insensibilidad de su hija y mordiéndose las uñas de los nervios después de haber matado por primera vez a una persona.

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—No te pongas así, este hombre se lo merecía.

Si su secta religiosa seguía creciendo y ganando poder, sería el fin del progreso feminista y lgtb —le contestó convencida de sus palabras.

Tom, perplejo por lo que escuchaba decir a su hija, afirmó en voz alta: —Si tu madre siguiera aquí, me pregunto qué pensaría de esto...

En realidad, iba a hacerlo solo, pero Niki tenía buenos contactos en la asociación liberal que le había contratado y se unió a su plan para ayudarle. Soy un mal padre se decía a sí mismo, sintiéndose responsable.

—Mamá estuvo años luchando por esta causa y, también, hubiera participado como noso… — decía molesta y con los puños cerrados; cuando, de repente, el suelo empezó a temblar—. ¿Qué está pasando? —preguntó alterada.

—¡Niki, debajo de la mesa! —le ordenó Tom, intentando llegar a ella antes de que el edificio se derrumbara; pero, entonces, todo se volvió oscuro.

Unas horas después...

—Hoy, 28 de agosto de 2005, la ciudad de Nueva Orleans ha vivido uno de los peores

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desastres naturales de la historia… —afirmaba una reportera, mientras los cadáveres flotaban ante la inundación.

: e d s o t a l Lee más re BERTA FONT

LAHABITACIONDEM.BLOGSPOT.COM

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PEPE DE LA TORRE apá, hazle una foto. Así me inspiro para mi próximo álbum de rap —dijo Niki pisando un charco de sangre.

—¡Estás loca! ¡Es un cadáver! —exclamó Tom, desconcertado por la insensibilidad de su hija y nervioso por su primer asesinato.

—¿Qué hacemos? —pregunto a Toni, mi amigo. Él parece absorto con la conversación de nues-

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tros tres secuaces: fútbol en días huracanados.

—¡Calla! —contesta.

De pronto, la puerta de la mansión se abre, sale un coche de gama estratosférica que desaparece como si estuviera huyendo.

—¡Vamos! —alardea Toni—, hasta mañana no volverán.

—¿Seguro? —suelta un compinche.

—Sí. Les escuché mientras pintaba su fachada.

Después me mira.

—Toma. Te toca —saca un papelito arrugado—.

La contraseña para desconectar la alarma.

—¿Cómo? —No conocía esta parte del plan.

—Instalé un cable desde la fachada a la calle.

—¿Para qué?

—Eres funambulista.

—¡Malabarista!

—Pues eso... Te deslizas dentro y... ¡Voilá!

—¿Estás loco?

—Esto era lo que querías, ¿no? —Por detrás nuestros compinches se agrupan cual grupo de matones—. Además, ¿qué crees que harán estos si te niegas?

Asiento resignado, subo al poste y me enfrento al cable. Antes me ganaba la vida así. «Si el botín lo permite me retiro; Bora Bora, ejemplo».

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En la calle aparece de repente un gentío con decenas de policías escoltándolos.

—¡¿Qué queremos?! —grita el que va con un megáfono.

—¡¡¡Que reabran la fábrica!!! —contesta la masa.

—¡¿Cuándo lo queremos?!

—¡¡¡Ahora!!!

Mis secuaces huyen. Yo, sin embargo, pierdo el equilibrio y caigo hacia un futuro sin red... y sin Bora Bora.

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PEPE DE LA TORRE ENTREUNASCUATROESQUINAS.BLOGSPOT.COM

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1. No uses una metáfora, comparación o figura retórica que estés acostumbrado a ver escrita 2. No uses una palabra larga cuando puedas utilizar una corta 3. Si puedes prescindir de una palabra, suprímela 4. No uses la voz pasiva si puedes emplear la activa 5. No uses un extranjerismo o tecnicismo si puedes sustituirlo por un término común 6. Rompe cualquiera de estas normas antes de decir una barbaridad

GEORGE ORWELL

CARMEN FERRO ceptar una oferta de trabajo, como persona de compañía de un excéntrico, no era el mejor plan de mi vida. Aunque el hombre tenga tanto dinero como para doblarme el sueldo, solo por escribirle poesías.

Un señor mayor de difícil carácter, advirtió su sobrino al contratarme. Un hombre triste, sin hijos, que no superó la muerte de su esposa.

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No me engañó. Vive entre la soledad de sus posesiones. Los únicos familiares que le caen bien son los antepasados, retratos enmarcados, colgados como adorno en las paredes de su palacete.

Me inspira ternura y, verso a verso, su mirada recupera el brillo y se le están olvidando algunas manías.

El insoportable es el pianista italiano que contrató para amenizar las tardes. Un pedante, que presume de ser conde, aunque lo único que heredó de su padre fue el título nobiliario de un país republicano. Piensa que hablar cuatro idiomas le da prestancia ante una bibliotecaria de pueblo, que ahora escribe poemas para un viejo excéntrico.

Es peor que el sobrino de mi adorable señor. Y mucho mejor que su amante, un diseñador de páginas web, que puso una cámara oculta en mi cuarto. Un maestro del chantaje.

Conozco la debilidad de los tres, y esta tarde meriendan mi irresistible tiramisú.

—¡Está de muerte! —me felicitan todos.

—Totalmente de acuerdo —contesto alzando la copa— ¡Brindemos por el futuro!

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—¡Vamos a casarnos! —anuncia mi querido y diabético anciano, sin probar ni una miga del manjar italiano.

Informe de la autopsia: Sobredosis.

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CARMEN FERRO

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COMO ESCRITOR NO DEBES JUZGAR. DEBES ENTENDER.

ERNEST HEMINGWAY

E L OCASO DE LA FAMA

BEBA PIHEN ecos Bill se sirvió otro tazón de café; ya iba por el quinto. Y se dispuso a defender a su protegida. El arquitecto Quintapata, inversor de Film, SA, insistía en renovar los términos del contrato de Jennifer. O prescindir de ella para sus películas.

—¡Ah! Ya se ha puesto vieja la Jennifer y usted busca otra artista. ¿Una ternera, tal vez?

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—Oh, no. Jennifer es una artista genial. Es que sus mugidos son demasiado tiernos y bucólicos para el gusto actual.

—¿Qué quiere, entonces? ¿Que ladre?

—Es que busco algo más original y dinámico.

Con esto de la pandemia la gente necesita otras emociones. Hum. Ladre… Ladre… Aquel perrito tan juguetón que correteaba junto a ella. No la alcanzaba porque era muy peticito… Con un buen montaje podríamos mostrar que...

—¡Pecadores! ¡No lo permita el Señor! ¡Un alegato zoofílico!

El Pai intervino desde el altar improvisado en la barra. Y cada una de sus palabras martillaban en la cabeza de Pecos Bill. El coro fiel acentuaba su mensaje desde las mesas, con tazas y cucharillas.

—¿Sabe? Tal vez, el Paí tiene razón. Yo con Dios no me meto.

—Y bueno; convengamos en que Jennifer decae, Bill. Usted es un vaquero experimentado; déjese de lucrar con ella en películas de cowboys y devuélvala al rancho. Déjela tener un ternerito y que se relaje mirando el horizonte detrás del alambrado.

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—Al perrito me lo llevo a mi casa. ¿Puedo? —le rogó una coqueta feligresa.

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BEBA PIHEN

AHORAYODIGO.BLOGSPOT.COM

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PELIGROSA

YESSY KAN yan elevó los ojos y respiró profundo.

Una pérdida momentánea de concentración y había fracasado en la última audición, por la que tanto se había esforzado. Tantos ensayos realizados para demostrar su fortaleza y agilidad como bailarín se habían ido por la borda. Se sentía decepcionado. Todas las presentaciones a las que había asistido fueron rechazadas.

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Se marchó con la decepción a su apartamento.

Cuando cayó la noche se sintió solo y triste.

Así que, sin pensar dos veces encendió el ordenador e inició la sesión en OkCupido. Dio clic en la pestaña Chat. Una vez dentro de la sala, compartió la pantalla con Danya Phunella, una ex oficial integrante de los Navy Seal, que semanas atrás habían dado un match.

No era la típica barbie malibú, pero tenía carisma y era interesante. Sin embargo, ella le había ocultado que padecía de alopecia androgenética y una peligrosa sociopatía.

—¿Estás libre esta noche? Quizás podamos tener una verdadera cita —preguntó Ryan, antes de arrepentirse.

—¿Qué te parece si nos vemos en mi casa a las 9:00 PM? —respondió ella.

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Todo marchó bien durante y después de la cena; hasta que el hechizo de varias botellas de vermut los llevó a la cama y ella se quitó la peluca.

Danya Phunella no aceptó un no por respuesta.

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YESSY KAN

YESSYKAN.BLOGSPOT.COM

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NO ME DIGAS QUE LA LUNA ESTÁ BRILLANDO, MUÉSTRAME EL DESTELLO DEL BRILLO EN UN CRISTAL ROTO.

ANTON CHÉJOV

Gajes del

oficio

I. HAROLINA PAYANO n el autobús, rumbo a la excursión, los mochileros emitían ronquidos espeluznantes, parecían sonidos de bestias que los persiguieran para destornillarles la razón. Al llegar a su destino, en frías horas de la madrugada, uno de los mochileros llevaba una sola intención: acoger a todo animal abandonado que encontrara, sin importarle la opinión de los demás.

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Mientras la mayoría avanzaba con rapidez, él se detenía a buscar entre las piedras algún indicio de vida animal y silbaba fuertemente queriendo enviarles una señal de auxilio, pero a veces se escondían por miedo a perder la vida.

Cansados de tanto caminar, casi todos aprovecharon para dormir una siesta, pero nuestro sensible mochilero, al que entre burlas apodaron «Salvador» al descubrir sus intenciones, seguía en busca de animales a los que sacar de apuro, o simplemente darle de su comida y pedirles excusas por violentar su hábitat.

Se percató de que con solo decir suavemente «¡Ahí estás!», los animales se dejaban ayudar, y con sus malabares le dejaban ver que estaban agradecidos. Cumplido su cometido, también se quedó plácidamente dormido...

Despertó lleno de gozo y con una sonrisa en los labios, pero sus compañeros lo miraron fijamente, advirtiéndole de que algo malo había pasado. Manos criminales habían incendiado el

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bosque y no sabían cómo iban a poder salir de allí, él volvió a reír, esta vez a grandes carcajadas, y les dijo: —No teman, yo los guiaré, los animales que he salvado nos ayudarán a volver sanos y salvo a casa.

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I. HAROLINA PAYANO PARIENDOFELICIDADAUTENTICA.BLOGSPOT.COM

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PURI OTERO LOS AMORES PERDIDOS

Disponible en

PURI OTERO uando era pequeño en el cole todos le daban collejas y prometió que cuando fuese mayor sería boxeador y no paró hasta conseguirlo. Un día estando entrenando conoció a una boxeadora que en sus ratos libres era castradora de cerdos y se enamoraron.

Los dos eran grandes lectores de novelas de intriga, tanto es así que decidieron abrir una agencia de detectives.

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Su primer cliente fue el director de una cadena de televisión que le encargó que investigaran el pasado del guionista de la serie más vista en esos momentos, ya que había fundadas sospechas sobre su pertenencia a una banda de moteros que recorrían la ciudad cometiendo infracciones de tráfico.

Para llevar a cabo la investigación ella compra una moto y se introduce en la banda, pero todos la miran con ojos lujuriosos ya que el traje de motera le queda apretado debido a su excesiva gordura. Gracias a esto entabla amistad con el jefe del grupo y haciendo uso de sus dotes pugilísticas consigue información sobre el pasado del guionista al que todos admiran De regreso en la agencia comenta con su socio que no es oro todo lo que reluce ya que el hombre investigado es un caradura, pues tiene contratado a un negro para que le escriba los argumentos de la serie.

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—¿Tienes pruebas?

—Por supuesto, me lie con el negro y no veas como canta.

—¡Pero cariño!

—Son gajes del oficio, mi amor.

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PURI-DULCINEA.BLOGSPOT.COM

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NO EMPIECES A ESCRIBIR SIN SABER DESDE LA PRIMERA PALABRA ADÓNDE VAS. EN UN CUENTO BIEN LOGRADO, LAS TRES PRIMERAS LÍNEAS TIENEN CASI LA IMPORTANCIA DE LAS TRES ÚLTIMAS.

HORACIO QUIROGA

TRES TRES MUJERES MUJERES Y Y UNA UNA HISTORIA HISTORIA CORTA CORTA

ISAN ISAN ntes de que dieran las siete treinta de la mañana, Michelle llegaba al motel cuando el vigilante de noche terminaba su turno.

Miraba los alojamientos, planificaba tareas y revisaba la indumentaria del personal que llegaría a las ocho. Todos puntuales menos una azafata recién contratada que debía llegar un poco antes para recibir instrucciones específicas.

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—Buenos días, señora directora —saludaba Ivanka en un tono que deshacía a Michelle.

—Buenos días —respondía Michelle ruborizada mientras revisaba las notas de los casilleros y ponía la radio aparentando normalidad.

Ese día el noticiero fue alarmante. Se había detectado una invasión alienígena merodeando la zona. Las autoridades pedían no salir de casa, extremar las precauciones y avisar a la policía.

Se miraron alteradas. Michelle propuso hacer acopio de alimentos y esconderse en el almacén anexo. Ivanka cogió la fiambrera de la que jamás se separaba. Antes de llegar vieron acercarse a una mujer tambaleante, con trazas de rockera y un velo de novia mal encajado.

—¡Estoy desorientada! ¡Necesito alojamiento!

—repetía a gritos con voz bronca.

—¡Ya están aquí! ¡Corre! —gritó Michelle.

Antes de que les diera alcance lograron encerrarse.

Michelle no perdió tiempo. Cogió por la cintura a Ivanka y empezó a manosearla sin miramiento. Sus bocas se juntaron y las lenguas iniciaron un baile alocado. Ivanka abrió la fiambrera con disimulo.

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El espectรกculo fue horrible. Michelle no tuvo ninguna oportunidad. Miles de gusanos saltaron a su cara y rรกpidamente se extendieron por el cuerpo devorรกndolo y dejando en el suelo un traje impoluto.

: e d s o t a l Lee mรกs re

UNACAPADEBARNIZ.BLOGSPOT.COM

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1. El proceso de aprendizaje dura toda la vida 2. No pasa nada si te quedas bloqueado 3. Sé plenamente consciente de las inseguridades y dudas 4. Reduce tus expectativas 5. Escribe más y haz más cosas 6. Y piensa, piensa mucho

ISAAC ASIMOV

Mª JOSÉ GÓMEZ FDEZ. n el aire, en la sombra, espera agazapado para saltar sobre su próximo objetivo. Nadie lo ha visto, pero el vampiro el vampiro sabe que cada vez son más.

Eladio echa la persiana de su tienda-estudio de decoración de interiores. Cansado por el largo día, da gracias a Dios porque el negocio ha sido

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bueno, a pesar de la situación crítica que atraviesa el país. De pronto, una mordida en su cuello. Horas más tarde lo encuentran muerto tendido en el suelo delante de su establecimiento.

Terminado su espacio El Tiempo en el informativo de la noche, Mar sube con prisa a su coche para volver a casa, ansiosa por llegar para verse en el programa que dejó grabando. Sin tiempo a cerrar la puerta, siente un agudo dolor en su cuello, y apenas puede comprobar cómo una boca succiona su sangre. Por la mañana descubren su cuerpo en el asiento del coche, con la puerta entreabierta.

Teresa no habla con ninguno de sus clientes a pesar de tener que atenderlos, pero esa noche es una excepción porque cuando se dispone a maquillar a Mar, ésta abre los ojos y se levanta.

Eladio también. Teresa se quiere morir del susto y la impresión y retrocede hasta un rincón del depósito, aunque ninguno de los muertos se muestra agresivo.

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—¡Estáis muertos! —les dice llena de pánico.

—¡Señor, si no he podido ni despedirme de mi marido! —dice Eladio.

—Hemos sido víctimas de un ataque —añade Mar—, ¡esto tiene que salir en las noticias!

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Mª JOSÉ GÓMEZ FERNÁNDEZ

ENWEBADA.BLOGSPOT.COM

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s o d a z i n o t n i Des

BRUNO AGUILAR Esto no me puede estar pasando! Como aquella vez que derramé el café y…

–¿Es usted idiota?

–¡Oiga! No le consiento...

–¡Deje de quejarse de una maldita vez! Estúpido barrendero.

–«No juzguéis y no seréis juzgados». Lucas 6:37.

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–¿Cómo dice?

–¿Acaso yo la juzgo por sus ropas grisáceas? ¿O por esa forma de moverse tan suya que le da el aspecto de un pulpo fuera del agua? A mí sólo me interesa lo que pueda ocultar en su interior.

–Me va a hacer llorar.

La apertura del portal transdimensional, un enorme vórtice morado que gira ante ellos como el ojo enorme de un hipnotizador, acalla la réplica del hombre, que al instante es absorbido, junto a su pareja, con un audible «pop».

–Por favor, Dr. Laya. Explíqueme por qué, entre tantos candidatos mucho más capacitados, el Consejo ha enviado a una bibliotecaria septuagenaria de maneras desagradables y a un barrendero de talante algo negativo a recuperar la tecnología Silentnight.

–La respuesta, amigo Ricardo, es simple y compleja a la vez.

–¿Y es…?

–Los estudios aseguran que ellos dos son los únicos capaces de estar en sintonía con la realidad paralela que hemos bautizado como Tiempo 4. Si cualquier otro de los ocho mil millones de habitantes de la Tierra cruzara el

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portal, desaparecería nada más asomar la nariz por el lado de allá.

–¿Me está diciendo que el futuro de ambos mundos depende de tan incompatible pareja?

–Me temo que sí.

–¡Dios bendito…!

–Alea iacta est, que dijo Julio César.

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BRUNO AGUI L AR

DE MENSAJEDEARECIBO-RELATOS.BLOGSPOT.COM

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A menos que estés escribiendo algo muy postmodernista — autoconsciente, autoreflexivo y sugestivo— valora la posibilidad de utilizar palabras familiares y sencillas en lugar de altisonantes palabras polisílabas.

JOYCE CAROL OATES

e b u N a L e m Mada y

JUANA MEDINA uchicuchi, la mascota-robot de Madame La Nube, hace días anda inquieto, torpe.

Tropieza con puertas, columnas, árboles, escalones. Pequeños rayos azules salen como cortocircuitos cuando sacude su cabeza nervioso. Madame La Nube le pregunta si se siente mal; él no contesta. Lo reta; se retira resentido.

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Lo obliga a un service completo más frecuente.

Nada sirve.

Adelaide, así se llama en realidad Madame La Nube, está preocupada. Su robot es muy curioso, espía a las chicas del burdel y a los vecinos del pueblo. Es su mejor informante. Por eso, ella accedió a prestarlo a la policía para investigar un crimen sangriento de una niña en el que han encontrado un cuchillo manchado de sangre, pero sin una sola huella digital. Ahora se pregunta si ha hecho bien. Su mascota es muy sensible.

En la vereda, Adelaide sentada en su hamaca contempla un crepúsculo rojo intenso que amenaza mal tiempo. Cuchicuchi llega a su lado y al ver el cielo grita: —¡Sangre del cielo!

—¿Qué sabés vos de la sangre?

—A la chica se le fue toda…

Madame La Nube lo ve temblar mientras el robot pone sus manitos metálicas sobre sus pechos.

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En una especie de sollozo, Cuchicuchi dice: —Yo también quería calor vivo.

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JUANAMEDINAFICCION.BLOGSPOT.COM

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mUY PRONTO DESCUBRIRÁS UNOS

ASOMBROSAMENTE PROXIMAMENTE

DICIEMBRE 2020

n u e d Diario

CONFINAMIENTO

Mª PILAR MORENO l otro lado de la plaza, un castaño de Indias luce vestido de frondosa primavera frente a mi balcón. Sus capullos blancos agrupados como sombrillas cerradas, de un momento a otro, se van a abrir para bailar el Vals de las flores de Tchaikosvsky. Con la flauta dulce, no tienen problemas, porque los trinos afinan de maravilla. Mi cuerpo ya se mueve al compás tres

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por cuatro y la vida me parece más bella.

—¿Qué tal está usted, señor Castaño? —le pregunto.

Y él se expande orgulloso con su envergadura de cuatro pisos.

Hoy le he hablado de mi cactus, la única planta que tengo, la verdad. Me apena porque está tristón y llora en silencio. En lugar de lágrimas se le caen hojas.

—¿Y no tienes a nadie a quién preguntar? Yo no soy experto —me ha contestado muy atento.

—¡¿A quién voy a preguntar?! Mi amiga, la arqueóloga, con sus problemas de alcoholemia ya tiene bastante y la otra, ya sé lo que me va a contar: el último programa que estén echando en la televisión, se los sabe todos. Además, ahora no nos llevamos bien porque no he querido participar con ellas en la búsqueda del libro los Revividos que me parece un horror.

Cuando me he dado la vuelta para entrar en casa, lo veo y me estremezco. Mi cactus, desata-

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do en una furia demoniaca, se extiende por la pared y no para de crecer entregado a un juego peligroso de celos y venganza.

: e d s o t a l e r s á m e e L Mª PILAR MORENO

Retazos de

MPMORENO.BLOGSPOT.COM

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Disponible en

MACONDO orrían aquellos tiempos en los que objetos y humanos se relacionaban de tú a tú sin problemas, independientemente de qué cosa o quién fuera cada uno.

Cuando decidieron que había llegado el momento de ponerse las caras, tras estar más de un año chateando todas las noches, Javier propuso que sería conveniente dedicar una sesión a

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convertir en enteras las verdades a medias que ambos se hubiesen contado. Algo así como una confesión, con el compromiso de absolución por la otra parte. Susana iba a salir por fin de dudas sobre si su profesión de joyero era real o se la había inventado para competir con su indiscreción, puesto que le había dicho que su vida estaba estrechamente vinculada al dinero. Lo que sí consideraría imperdonable sería que le confirmara su sospecha de que le había engañado también en su sexo.

El resultado fue que la mentira de ambos coincidió en haber querido humanizar su condición de objetos. Javier era un coqueto joyero de piel donde guardaba sus joyas personales la acaudalada mujer propietaria de Susana, robusta caja fuerte encargada de custodiar su dinero negro pendiente de blanqueo. Él siempre dentro

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del armario y ella oculta detrás de un cuadro, desconocían lo relacionados que estaban y lo cerca que vivían el uno del otro.

: e d s o t a l Lee más re MACONDO

BITACORADEMACONDO.BLOGSPOT.COM

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El proceso de escritura de una historia es un maravilloso juego de prueba y error, así que: ¡Disfrútalo!

ROSA BERROS atiana es moldava. La pesadilla de los antiguos países soviéticos la arrastró al sueño de la Europa occidental. Ahora, con sus varios idiomas, su licenciatura, sus másteres y sus estudios complementarios de todo tipo, trabaja limpiando casas y tratando de contagiarlas algo del lustre que su preparación académica presagia.

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Su última jefa es una antigua cantante del coro de un cabaret casposo de los años sesenta.

La anciana sigue viviendo de las mensualidades que un antiguo amante, ya muerto, dejó establecido en su testamento que se le pasaran mientras viviera.

Cuando ayer llegó a casa de la corista, esta no estaba. No se extrañó Tatiana. A veces la anciana sale a pasear por el barrio, se sienta en una terraza y se toma una copita de jerez. La preocupación empezó cuando a la hora de marchar, ya dos horas desde que anocheció, la anciana aún no había regresado.

La encontraron por la mañana al abrir el cementerio. Vestida con sus antiguas galas de corista, con una copa y una botella de champán caídas y rotas a su lado, muerta sobre la lápida de su benefactor y antiguo amante. Una sonrisa feliz curvaba hacia arriba sus arrugados y marchitos labios. Según el presentador de la televi-

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sión que dio la noticia, tenía en sus venas suficientes barbitúricos disueltos en champán como para dormir eternamente.

: e d s o t a l e r s á m e e L

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Nuestro peor relato siempre serรก mejor que el relato que no hemos escrito.

INTERCAMBIO

MARINA COLLADO cababa de terminar la última clase de yoga del día y salió corriendo al vestuario a coger el tabaco de su bolso. Sabía que su adicción al tabaco la hacía entrar en contradicción consigo y su filosofía yóguica, pero era humana, no perfecta. Abrió el bolso y lanzó una exclamación de horror ¡se había fumado el último pitillo antes de comenzar la clase! Miró

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la hora y los estancos ya estaban cerrados y no disponía de dinero en efectivo para sacarlo de alguna máquina expendedora. Salió sin mirar y tropezó con un extraño personaje que cayó rodando por el suelo.

Quiso ayudarle a incorporarse y se quedó paralizada, aquel ser no parecía de este mundo, pensó si sería una alucinación nocturna. Su pequeño cuerpo estaba desnudo, sin que se asemejara a ningún cuerpo humano. Ambos se miraron a los ojos fijamente y a Dora le vino a la mente el recuerdo de E.T...

Lo inverosímil era que se comunicaban con el pensamiento y ambos llegaron en cuestión de segundos a sentirse completamente identificados.

Se fueron caminando amigablemente carretera arriba hasta perderse en una planicie donde una nave espacial había aterrizado. Subieron a la nave y emprendieron el vuelo hacia algún punto del Universo.

Sonaban las últimas notas de la música de relajación cuando Dora despertó y se encontró en la sala de yoga...

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En un lejano punto de una galaxia la auténtica Dora sonreía feliz de encontrarse de nuevo en casa. Había olvidado su adicción al tabaco.

: e d s o t a l e r s á m e e L MARINA COLLADO

MARINACOLLADOPRIETO.BLOGSPOT.COM

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ยกParticipa con tu relato!

DICIEMBRE 2020

XXIV EDICIร N

DAPHNE DU MAURIER

concursoeltinterodeoro.blogspot.com

VERBALINA Escritura creativa www.verbalina.com

SI

QUIERES

APRENDE R

A

ESCRIBIR

E D S E D I V L O E NO T

e c i d u j e r P E d D n a O C e O d i P r P N U TOMAR

VERBALINA

EN EL PRÓXIMO NÚMERO...

JIM THOMPSON