Tesis Arquitectura Moderna en Saltillo 1900 -2010

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"¿No has observado al pasearte por esta

ciudad,

edificios son

que

mudos,

otros,

en

que la

entre

componen,

los

otros

fin,

los

los

algunos

hablan más

y

raros,

cantan?”

Eupalinos Paul

o

Valery.

Mario Pani)

Introducción. / Orígenes de la Investigación ¿Por qué realizar esta investigación?

el

Arquitecto.

(Traducción

de

2

Introducción. / “Arquitectura en Saltillo 1900-2015” es una investigación sobre el desarrollo de la historia de la arquitectura de Saltillo. Se presenta desde dos perspectivas fundamentales que marcan la postura y el carácter de este trabajo: el Modernismo y la narrativa.

En la evolución de la arquitectura, El modernismo tuvo dos etapas importantes: la Primera Modernidad (1920-1940) y el Periodo Heroico (1940-1968). Dado que el modernismo se caracterizó por un periodo de rupturas e innovación mediante el rechazo a los paradigmas históricamente establecidos; para la investigación esta época es considerada como la más importante del siglo XX y XXI. Mantenerse desde esta postura u óptica permite una retroalimentación del pasado que da la oportunidad de prevenir, modificar, o por lo menos, entender mejor el curso de la arquitectura hoy en día.

Por otra parte la presente investigación sigue las tendencias más contemporáneas y humanas de la arquitectura, en donde el arquitecto se aparta del protagonismo, otorgando los reflectores a la vida propia que cobran sus obras, la Arquitectura como obra abierta. Este trabajo busca ser leído tanto por arquitectos, como no arquitectos. Intenta ser un trabajo académico, al tiempo que recreativo, refugiándose de esta manera en el segundo eje fundamental de la investigación: la narrativa.

Al narrar permite al autor tomar distancia de la historia para desarrollar paralelamente una crítica. A partir de la narrativa se construye el espacio necesario para alejarse y abordar temas que su tiempo y lo contemporáneo no permiten aun desarrollar una crítica, intentando ser objetivos. Más que un desarrollo histórico demostrativo se expone una interpretación del tema.

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Descripción del Problema. / En 2014 la celebración de la Bienal de Venecia, la 14ª. Exposición Internacional de Arquitectura, se planteó un gran reto a las naciones participantes. El director de esta edición Rem Koolhas, estableció como principio llevar a cabo una bienal dedicada a la investigación sobre la historia de la arquitectura reciente.

Con el título Fundamentals, esta exhibición se desarrolla dentro de tres ejes principales: Elements of Architecture, cuya presentación revela la exploración sobre la universalidad; Monditalia, en la que se entrelaza la participación de las diferentes expresiones culturales: arquitectura, danza, teatro, música y cine; finalmente Absorbing Modernity (1914-2014) propuesta en la que cada país participante encontrara una plataforma para explicar la historia de su arquitectura desde la perspectiva de la modernidad.”

La última exposición Internacional de Arquitectura puso como tema central la arquitectura, no a los arquitectos, como lo fue en ediciones anteriores. Se interpreta un retorno a lo fundamental, a las influencias artísticas que rodean a la arquitectura y al absorbimiento de la modernidad. En correspondencia al último eje, Absorbing Modernity, se busca en la presente investigación recrear el ejercicio que lleve a establecer una plataforma de interpretación de la historia arquitectónica desde la perspectiva moderna.

Sumado a lo anterior, no se pretende demostrar la historia, más bien y en palabras del filósofo francés Micheal Foucault en su libro Historia de la locura en la época clásica: “Lo propio de Saber no es ni ver ni demostrar, sino interpretar”.

El desarrollo de la investigación, se componen en tres grandes bloques: Pre Modernidad, partiendo desde la arquitectura vernácula hasta la culminación de la Revolución Mexicana.

Modernidad, a partir de la Revolución Mexicana hasta la ruptura marcada por los eventos de Tlatelolco en 1968. Por ultimo Posmodernidad, desde la nueva monumentalidad de los años sesenta hasta arquitectura del siglo XXI.

Cada bloque se entrelaza por contextos

internacionales, nacionales y locales; tomando en cuenta las partes más importantes que influyen a la arquitectura, como son los aspectos sociales, geográficos, políticos y culturales.

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Justificación. / Haciendo eco de la propuesta de Rem Koolhas, aceptamos reflexionar sobre el desarrollo de nuestra arquitectura, que particularmente en Saltillo es tan basta como desconocida.

“Para Foucault el propósito de la historia no es descubrir las raíces de nuestra identidad, si no conocerlas para tener las herramientas y comprometerse a que desaparezcan. En un intento por hacer que los paradigmas se desplacen y reinventen, se contempla la historia como un lugar para poder trabajar. Por lo tanto, no se busca la reconstrucción de un pasado, sino los espacios intermedios.” (Canales, 2013: 47) Esta investigación no pretende un retorno en el tiempo, sino un conocimiento de nuestra identidad para que en base a ese conocimiento se generen las nueves rupturas y un ejercicio de innovación fiel a sus raíces.

Objetivos Generales. / El presente trabajo pretende ser un instrumento de cultura, una herramienta de estudio, un espacio de homenaje y al mismo tiempo un material recreativo. Representa un compromiso y una responsabilidad como estudiante, en mi última parada de este camino.

Significa conocer mi identidad y mis raíces antes de comenzar una producción sin conciencia ni sentido, significa pretender una búsqueda por impregnar a una generación contemporánea que tiene sus intereses fuera de su cultura y sacrifican su pasado a costa de un futuro sin valor. Es una respuesta a la carencia cultural, a la falta de conservación en nuestro patrimonio y a la falta de una identidad saltillense.

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Objetivos Específicos. / Esta investigación es un primer acercamiento de la historia de la arquitectura en Saltillo del siglo XX y XXI, entrelaza por primera vez marcos internacionales que llegan y sientan base en la región. Expone los hilos conductores para un acercamiento posterior con mayor profundidad. Deja nombre, deja obras, deja años y reflexiones.

De igual forma, plantea una pregunta abierta respecto a la posible continuidad que quedó inconclusa entre la modernidad y la practica contemporánea, incita a preguntarnos si aún es posible aquella postura que logro crear obras de la escala de Ciudad Universitaria en la capital del país. Es lanzar interrogantes sobre los procesos tanto de concepción como de construcción, los procesos participativos que integraron y combinaron arquitectos consagrados con otros de mediana experiencia y a jóvenes estudiantes, con resultados destacables en procesos y resultados, que pueden compararse con lo que se vive hoy en los proyectos contemporáneos. Esta investigación entrega un trabajo en bruto, interpreta y al mismo tiempo destapa y deja a la vista los hilos conductores de esta historia.

Delimitación. / Este estudio NO es un catálogo de arquitectura, intenta ser una interpretación de la historia desde la perspectiva de la Modernidad.

Se toma esta postura por la relevancia de la época moderna en el periodo de tiempo abarcado en esta investigación. Es una perspectiva que permite trabajar más a detalle las épocas con mayor antigüedad, conforme se aproxima la contemporaneidad se diluyen los detalles, esta falta de detalles se expone en una interpretación más lejana y más amplia para llegar a una interpretación más objetiva. Si bien se cubre un período temporal de poco más de un siglo, se ha puesto particular atención a la introducción del Modernismo en Saltillo.

Por la magnitud e inexplorado del tema se busca dejar una estructura firme cimentada desde la Modernidad arquitectónica, que permita un segundo acercamiento con mayor profundidad y mayor claridad.

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Viabilidad. / En Saltillo, existe una evidente falta de archivos y documentación sobre la arquitectura. En el mejor de los casos el desarrollo de la historia es casi de manera detectivesca, siguiendo pistas y huellas. Esta investigación demanda un conocimiento, y más que eso, entendimiento general de muchos aspectos ajenos a la arquitectura. Esta investigación es un primer acercamiento de un tema prácticamente virgen en la ciudad y se ha recurrido a archivos, bibliotecas y entrevistas con algunos de los actores destacados en esta área.

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Estudio en Escarlata. / 1 Esta investigación aborda la diversidad de corrientes arquitectónicas que han tenido lugar en Saltillo durante el siglo XX y principios del XXI. Partiendo de lo general a lo particular, la investigación lanza marcos teóricos internacionales que fueron aterrizando en su mayoría en la capital del país, y como estos influenciaron en la región norestense de Saltillo. De acuerdo con la idea de historia efectiva del filósofo Michel Foucault, en el conocimiento como la historia no abarca verdades absolutas sino fragmentos, se presenta una lectura de los distintos temas que conforman la producción arquitectónica.2 Con base en este enfoque, se busca una comprensión más allá de las formas construidas, para aproximarse en todo caso a las ideas que las generaron, con un énfasis en la relación de la arquitectura, la teoría, el arte, el diseño y el urbanismo.

El estallamiento de conflictos nacionales aunado a un crecimiento poblacional desmedido dejo poco espacio para la reflexión, al igual que el paso del tiempo ha dañado la permanencia de las obras e imposibilitado siquiera su registro. Pero entre la marcha del desarrollo informal y el hito reconocible esta un trabajo tan amplio como inexplorado.

Esta investigación abarca 110 años de arquitectura saltillense, con un énfasis especial en el periodo de la arquitectura moderna, periodo que impulso el camino arquitectónico actual y periodo en el que surge la primera generación de arquitectos saltillenses. Nace en son de concientización, o tal vez de homenaje a los autores que fabricaron en su época una identidad arquitectónica local, pero sobre todo valorizar obras destacadas, que descienden de un linaje de influencias, casi inimaginables. Por otra parte, surge la necesidad de reconocer a las grandes figuras de la arquitectura en Saltillo, y más allá del reconocimiento, crear de sus nombres temas de estudio, para la nueva generación de arquitectura local.

Desde presidentes que abrieron paso a la cultura, arquitectos nacionales que crearon rupturas para nuevas visiones y la primera generación de grandes arquitectos saltillenses a mitad de siglo XX; marcan un gran camino hacia la identidad de la arquitectura regional.

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Conan, 1887. En referencia a la primera novela de Sherlock Holmes.

Canales, 2013: 31

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La investigación se estructura a partir de una serie de recorridos que se cruzan, empezando por acontecimientos históricos entre marcos internacionales, nacionales y locales, obras y autores, todo en un mismo bloque.

Según la lógica de la historia no como continuidad, sino como espacio heterogéneo, se plantean tres bloques que abarcan desde una pre modernidad, modernidad, y post modernidad. Cada uno de los bloques lleva en un recorrido entre acontecimientos históricos, obras y autores; donde más que analizarlos en caminos aislados se forman los cruces de cada línea para visualizarlas desde un todo, un sistema que funciona en conjunto y que da como resultado arquitectura.

Parecieran mínimas las probabilidades de algunas obras y aun así escogen en el paisaje urbano saltillense su lugar de concepción. Quien hubiera imaginado el impacto de una postal sobre una residencia gótico flamígero y que hoy es un museo, o teatros a principios de siglo XX de tecnología insólita, así como una estructura de concreto armado pionera en el país.

En el desarrollo de esta investigación se aborda cronológicamente la arquitectura de la ciudad, sin embargo aparece la necesidad de seguir un rastro, que en cada obra resulta único.

En mi época como estudiante a través de cinco años, tres universidades y dos países, no hubo una sola visita a alguna obra realizada en los últimos 100 años y nunca aparecieron nombres como Zeferino Domínguez, Alfonso Gómez Lara y Jesús Ochoa Ruesga o mucho menos José María Morales.

Concluyo como menciona la arquitecta Fernanda Canales en “trazar relaciones amplificadas entre arquitectura, historia y ciudad”.

Las pistas que se lanzan en la historia, a través de la arquitectura en Saltillo, parecieran sin duda alguna parte de las mejores novelas de Sherlock Holmes.

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La construcción de la modernidad en México. / La arquitectura entendida como símbolo de modernidad definió la producción en México durante el siglo XX de manera constante y más explícita que en otros países.

Según el poeta Octavio Paz, los mexicanos están “condenados a ser modernos”. Para él, “la modernidad, desde hace cien años es nuestro estilo”. La tarea de representar dicha modernidad, incluso de construirla, se ha depositado en gran medida en manos de la arquitectura. Ese persistente deseo por lo nuevo responde a dos inquietudes: por un lado, a la búsqueda de una nación pendiente de terminar su identidad tras su independencia en 1810 y, por otro lado el enorme crecimiento poblacional y la expansión urbana a partir de la Revolución de 1910.

A decir de Pedro Ramírez Vázquez en 1978, previendo el crecimiento para el año 2000, cuando se estimó que el país duplicaría su número de habitantes, tenía que “construirse otro México, lograr en 23 años otro tanto igual a lo hecho en cuatro siglos”. 3 ¿Cómo habría de edificarse ese México nuevo en solo un par de décadas? ¿Cómo imaginaban ese nuevo país quienes conocían sus raíces muchas veces a través de autores y fotógrafo extranjeros? ¿Cómo debía surgir una nueva sociedad por medio de una arquitectura que fuera tan tradicional como vanguardista?

Modernidad vs Modernismo. / El término “moderno” sin duda se ha convertido en una expresión cotidiana y usada para múltiples referencias, lejos de aclarar algo siempre deja un vacío confuso y escurridizo.

Lo cierto es que modernidad, modernismo, moderno o modernista aunque derivan de una misma palabra sus significados son lejanamente similares. Así mismo, estos términos no significan lo mismo entre historiadores, pensadores, críticos y arquitectos.

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Canales, 2013: 97

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Sencillamente el término “Modernidad” hace referencia al tiempo, a un lapso de años conocido como “Edad Moderna”, periodo histórico que comprende desde la Edad Media, (s. XV) hasta nuestros tiempos.4 El término “Modernismo” es el empleado para esta investigación y a pesar de lo ambiguo de la definición, lo traducimos a ese periodo de tiempo conocido como “Arquitectura Moderna” que más haya de someterla a una fecha de inicio y fin, se entiende como un movimiento de rupturas. Sus semillas se sembraron desde finales del siglo XIX y detonan en una serie de circunstancias globales de maneras paralelas, la 1era. Guerra Mundial (1914-1918), la Revolución Rusa (1917) y la creación de la Bauhaus en Alemania (1919) dejaron marcas en la

arquitectura, historia y ciudad; definitivamente un cambio de

pensamiento.

El modernismo se tradujo como una absoluta negación del pasado; sumado a las carencias posteriores a la guerra, se dieron pistas hacia el camino de las nuevas construcciones, que empezaron a carecer de ornamento, volúmenes duros y replanteamiento de elementos constructivos. Para empezar un nuevo capítulo llamado “Arquitectura Moderna”.

Interrogantes del Siglo XXI. / Y si esta investigación tuviera que empezar por el final…

-¿Con que gran obra arquitectónica saltillense iniciaría?

-¿Cuántas obras se vienen a la mente? ... Tiene que ser broma.

Es verdad, cumplimos el Bicentenario de la Independencia de México, el Centenario de la Revolución Mexicana y seguimos en búsqueda de una identidad arquitectónica, que si bien existe una identidad mexicana.

4

Calduch, 2002.

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- ¿Cuál podríamos decir que es la saltillense?

- No hay que ir más lejos, hoy en día se ha perdido el interés por lograr una identidad en la ciudad y lamentablemente me lanza la siguiente interrogante… ¿Cuál ha sido el compromiso del arquitecto saltillense por lograr una identidad unificadora?

Ok, han existido grandes, muy grandes arquitectos saltillenses, al igual que han llegado grandes figuras a realizar excelentes obras en la ciudad. Sin embargo, nuestra identidad no termina por definirse. Seguimos destruyendo patrimonios históricos sin el más mínimo remordimiento y seguimos construyendo sin el más mínimo sentido de nuestras raíces.

Y sin la más mínima intención de menospreciar el desarrollo arquitectónico en la ciudad, sino más bien sembrar una reflexión sobre el ¿Hacia dónde vamos? Que nos re indique el ¿De dónde venimos? Es que nace esta investigación para responder las interrogantes de la nueva generación de arquitectura saltillense en el siglo XXI, que mira con nostalgia la gran época del modernismo y busca continuar en un camino inconcluso.

Bajo un eje conductor que nos lleve a conocer nuestras raíces y de esa manera responder las necesidades acechantes, es que se desarrolla esta investigación, siempre en el vaivén entre el pasado y presente para formar un futuro.

Comencemos.

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Capítulo 1. / Pre Modernidad.

De la Tradición a la Técnica, Arquitectura Regional e Historicista. (1591-1920)

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Arquitectura Vernácula. / 5 Entendemos como arquitectura vernácula, las construcciones más auténticas que se van desarrollando a partir de las tradiciones regionales, que nacen en cada pueblo como respuesta a su medio natural y sus necesidades de vida.

Para entender la arquitectura es necesario conocer a su gente y su entorno. ¿De dónde venimos? Y ¿Hacia dónde vamos?

Una vez que llegaron los conquistadores y comienza la colonización, hay referencia que las viviendas debieron ser de manera temporal con materiales perecederos. El bohío, es la tipología más antigua de vivienda indígena huachichil; es una casa redonda de planta circular totalmente abierta, fabricada con esteras de fibras y carrizo, propios de la misma vegetación regional. Esta tipología de vivienda permitió albergar a la familia completa y sus actividades en una sola pieza, como se acostumbró por años, inclusive en ocasiones también usada como espacio de trabajo.

Posteriormente, desde el arribo de los tlaxcaltecas al valle de Saltillo en 1591, trabajaron la tierra como nadie; mientras las autoridades recorrían el valle en busca del sitio adecuado para asentarse, los colonos se preparaban fabricando adobe y bajando morillos de las montañas, el destino de dichos morillos seria la construcción de techos planos de tierra, soportados por los muros de adobe, ideales para el confort térmico, así como efectivos contra incendios.

Sobre el siglo XVIII el misionero franciscano fray Agustín de Morfi se convierte en esa voz que hoy permite ilustrar y revivir dicha época; en uno de sus informes menciona: “La villa es grande, de mucha poblazón y con poca regularidad; las casas de adobe y muy mezquinas, que faltándoles aun el sencillo exterior adorno del blanqueo hacen un efecto muy triste en quien las mira. La única que tiene alguna comodidad y apariencia es la de Irazábal, donde paramos.” (Santoscoy Flores, 2013:360) El uso de elementos fundamentales cobran un sentido muy característico a mediados del s.XVIII, el blanqueo que menciona fray Agustín de Morfi, se refiere a la introducción de la cal al interior de la vivienda para tapar el hollín provocado por el fogón y las velas, así como 5

El siguiente capítulo tomo referencias como Tamez, 2003; Villarreal, 2014.

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medida de higiene para alejar insectos e infecciones; siendo la cal durante años el único tinte de color en las construcciones locales.6 Esas primeras construcciones van evolucionando hasta tener lo que es propiamente la arquitectura vernácula, la cual duro por siglos casi hasta nuestros días. Durante todo ese tiempo la construcción implico el aprovechamiento de materiales locales y regionales, mano de obra no especializada y técnicas heredadas por generaciones.

La forma de las primeras edificaciones en el valle saltillense siguieron tres tipos característicos; el primero correspondió a la cubierta plana construida por viguería y terrado; el siguiente ejemplar fue la cubierta a dos aguas, recubiertas por una capa de palma, zacate o tejamanil, tradición vigente en las regiones de la sierra de Arteaga, al oriente de Saltillo y finalmente encontramos las cubiertas inclinadas en una sola dirección, formas bastante recientes y poco comunes.7 En la casa tradicional predominaban cimientos de piedra, muros de adobe, cubiertas planas, normalmente viguería o murillos, tabletas, carrizo aunque en las zonas desérticas se podían encontrar con quiote de maguey, varejón de sotol, camas de gobernadora y hojas de maíz.

En los terrados de las azoteas, así como en zarpeado de los muros se ha encontrado pasta de arcilla con fibras y desechos vegetales, productos de la limpieza del frijol, maíz y lechuguilla. El uso de las cubiertas planas, obedeció a la presencia española y su arquitectura mediterránea, sobre todo por cuestiones defensivas y la necesidad de reducir la combustibilidad de los materiales. 8 9

.

Tamez, 2003.

8 Villarreal, 2014.

9 Imagen: Fonda y Café. Múzquiz, Coahuila, 1897 Fuente: Relatos y Retratos de Saltillo.

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A pesar de la forma, las construcciones usualmente tenían elementos en común, se cimentaban por muros de carga, altos y recios de adobe, piedra o sillar; el uso de piso llamado tepichil, consistía en tierra compactada y abrillantada a lo largo de su uso.

De igual forma, como protección y división de la tierra se colocaban gruesas rejas de mezquite solido; las puertas de las casas eran grandes portones que permitían entrar al amo montado a caballo, de igual forma contaban con una puerta más pequeña para el acceso ordinario.

Ventanas pequeñas con el simple postigo de madera o bien ya con el tiempo, estas típicas ventanas alargadas de piso a cerramiento que parecieran una puerta, agregándole herrerías verticales muy sencillas, distintivas de la región. Inconscientemente o por simple sentido común se mantiene un juego muy estrecho entre puertas y ventanas que resultaría en la composición estética de las fachadas.

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Residencia típica saltillense ubicada en la calle de Hidalgo, fotografía del siglo XIX. Fuente: Relatos y Retratos de Saltillo.

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Del periodo virreinal al siglo XVIII, encontramos en la vieja ruta del Camino Real la antigua hacienda de Santa María. El viejo molino presenta bóvedas de cañón corrido construidas con piedra, al igual que los muros, con gruesos contrafuertes, enmarcando las puertas con piedra sillar. Así mismo, encontramos un silo construido con piedra, de planta rectangular y cubierta de forma piramidal, destinada al almacenaje agrícola.12 Al consolidarse la colonia española la influencia culturar se da con mayor fluidez, transformando el desarrollo de la vivienda, que si bien se comenzó a generar cuartos independientes, esto no cobraría importancia hasta la introducción del patio central que formalizaría espacios, actividades domésticas, control climático y estética.

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Imagen: Hacienda Santa María, Ramos Arizpe.

Villarreal, 2014.

17 13

Desde el acceso hasta el traspatio se

consolidó cada elemento de la vivienda en función y forma, aspectos fundamentales de la vivienda como las puertas que recibían al cabalgante,

ahora

generan

un

espacio

llamado zaguán. El zaguán se precisa en forma de recibidor o hall, abierto y techado, es una liga directa entre la entrada y el patio, que si bien respondió a la condicionante en el acceso del jinete, igual funcionó como conductor de corrientes de aire que se van repartiendo a las piezas alrededor del patio.

El patio central de herencia española y mediterránea, en el mejor de sus casos conto con bellas fuentes, sin embargo ordinariamente solían ser simples chorros de agua con el adorno de vegetación y siembra doméstica, envueltos en colores y frutos, herencia tlaxcalteca. Si bien, el patio central funcionó

como

núcleo

y

distribuidor,

elemento de relación y transición, fue una forma sumamente eficaz sobre el control climático y la calidad del aire que se transforma al entrar en contacto con el agua y la vegetación.

Finalizando este recorrido que mayormente se desarrolló de manera lineal, se llegaría al traspatio, generado como un espacio de servicio y donde finalmente el amo encontraría las caballerizas. La creación de nuevos espacios y la experimentación en la forma arquitectónica nacerían de una forma muy genuina, partiendo desde lo más fundamental de las necesidades humanas; cada elemento arquitectónico seria llevado a su más puro origen, resultando en una funcionalidad espontanea. Cuestiones que al parecer en la arquitectura contemporánea pasa a un segundo plano. ¿De dónde venimos? Y ¿Hacia dónde vamos?

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Tradicional corredor arcado, evidente influencia mediterránea. Hacienda El Perote, Parras De La Fuente.

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Texturas, materiales, formas y geometrĂ­as vernĂĄculas norestenses.

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Siglo XIX. / El siglo XIX se vio impactado en gran parte por la segunda Revolución Industrial (1870-1914) que transformó los modelos económicos e industriales en gran parte del occidente y del mundo. Los infortunios globales sumados a nuevos avances tecnológicos marcarían pistas hacia una arquitectura moderna. Después de la independencia de México, en la primera mitad del siglo XIX; el país se convirtió en un nuevo atractivo para los extranjeros, deseosos de invertir y explorar en mercados económicos, prácticamente vírgenes y bondadosos. La búsqueda por una identidad mexicana se transformó en un experimento atropellado entre los conflictos internos del país y la influencia cultural extranjera. Saltillo por su parte, comenzó a convertirse en una ciudad cosmopolita, la introducción de pequeños cambios sobre las formas arquitectónicas, influenciadas por el intercambio culturar y adaptadas en la región son muestra de esto. Ya desde mediados del siglo XIX, se empezó a observar trabajos destacables de arcos ojivales y elementos neogóticos ajenos a nuestra cultura, acondicionados a las técnicas y materiales tradicionales. Sin embargo, la arquitectura fue limitada por las circunstancias posteriores a la independencia; su expresión fue pobre y austera, hubo de esperar al Porfiriato para activar la producción arquitectónica, iniciando una transición que fue desde lo tradicional hacia la arquitectura de estilo.15 Para la segunda mitad del siglo, el país se sumergió en una etapa de modernizaciones al llegar a la presidencia el Gral. Porfirio Díaz (1876-1911). Fue en este periodo que surgió la introducción del ferrocarril en Saltillo (1883)16, lo cual marco un gran cambio en la ciudad. La arquitectura navegó nuevamente por estilos del pasado, como fueron las corrientes Historicista y los Neo´s (Neobarroco, Neogótico, etc...) expresiones de la Ecole des Beaux Arts, así como Art Noveau. Convirtiéndose las corrientes occidentales en estandartes culturales del periodo porfirista, en un intento desesperado de México por integrarse a una modernidad internacional, pero sobre todo una aceptación internacional, que sacrificaría parcialmente la identidad nacional a acosta de lo necesario. Sin embargo, este camino le permitió al país una constante actualización a la llegada de nuevas tendencias, materiales y sistemas constructivos, que si bien la mayoría eran del viejo continente, existió también gran influencia de nuestro vecino país Norteamericano.

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Tamez, 2003.

Sandra, 2005.

20 17

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Granero en CiĂŠnegas del Carmen. Parras de la Fuente.

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La Ècole des Chicago. / Tanto en Norteamérica como en Europa la industria y los avances tecnológicos estaban preparados para el futuro de la arquitectura. Las respuestas eran claras: el uso del acero, concreto y cristal se habían convertido en una realidad y por si fuera poco la tecnología y el ascensor respaldaron las ingenierías hacia la modernidad. Sin embargo, la arquitectura sencillamente se vio rebasada con los avances tecnológicos.

Es cierto, entro en un pánico escénico y un montón de estilos se hicieron presentes; de manera similar los países Europeos y Estados Unidos cruzaron respuestas en caminos paralelos.

La École des Beaux-Arts en Paris, de cierta manera influenció las corrientes europeas con la arquitectura Historicista y el replanteamiento del pasado con el surgimiento de los Neo´s, Neogótico, Neobarroco, etc. Paralelamente al Historicismo, la arquitectura de hierro y la reciente adaptación del cristal a los edificios, nutrieron el surgimiento del Art Noveau a finales de siglo XIX, creando de esta manera, un festín de corrientes y tendencias que formaron un eclecticismo con miradas en el ayer, reflejado en una arquitectura nostálgica y romántica.

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Imagen: El Grand Palais comenzó a construirse en 1897 para albergar la Exposición Universal de 1900. Destacado por el estilo ecléctico de su arquitectura, denominado estilo Beaux-Arts.

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Mientras tanto en Norteamérica, un catastrófico incendio consumió Chicago en 1887; en pleno crecimiento económico y demográfico gran parte de la ciudad quedo devastada, originando un sinfín de necesidades, la población requería acciones rápidas. Por si fuera poco, los terrenos incrementaron su valor comercial al existir especulaciones y expectativas de lo que podría ser el nuevo Chicago.

Tras la complicada encomienda de reconstruir la ciudad, se exploraron nuevos caminos. La limitante territorial marcaria la primera pista hacia la verticalidad, la cual abre una nueva incógnita estructural, que sería eficazmente resuelta con el uso masivo del acero y paralelamente resulto con la invención del ascensor. 19 20

19 20

Acosta Martínez, 2013.

Imagen: Louis Sullivan. Carson Building, 1899.

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La introducción estructural del acero, manejaría de una nueva forma la apertura y transparencia de los espacios al eliminar en su mayoría los muros de carga; inclusive se manejó una cimentación tipo “Chicago” a base de una losa de concreto corrido estructurada con un emparrillado de viguería metálica, de igual forma las cubiertas y entrepisos se construyeron de vigueta metálica y bovedilla de ladrillo. Las ventanas ya no estarían condicionadas por la posición de las columnas, cualquier elemento ya era susceptible de poner, tirar, subir o bajar, creando un nuevo juego entre los cuerpos y la luz.21 La respuesta era casi obvia. La ingeniería resolvió estructura y verticalidad. Ante esta situación a que se orilló la arquitectura, no quedo otra opción más que envolver los edificios; resultando en una doble materialidad; la estructura (interior) y su envolvente (exterior); recubiertos de piedra y ladrillo, detalles en molduras y herrerías decorativas, creando un eclecticismo único, que en ocasiones carecieron de coherencia y unidad estética. Sin embargo Louis Suillivan en Chicago, dentro del caos presentaría una combinación de estilos con líneas muy claras y limpias, sumado a un replanteamiento en el manejo de la planta arquitectónica y la función de espacios a partir de la estructuración de las columnas, el uso de las ventanas se convirtió en un juego entre la luz y los volúmenes, impregnando a los edificios una ligereza insólita.

Sin duda alguna, Louis Sullivan presenta las primeras pistas hacia la modernidad, sembrando lo que en un futuro Le Corbusier llamaría funcionalismo.

Con todos estos factores se da origen a lo que hoy se conoce como la Escuela de Chicago, que junto las expresiones Historicistas de la École des Beaux-Arts y el Art Noveau, llegan e influencian la arquitectura local, empleando nuevos sistemas constructivos que presentaron en los edificios una ruptura material entre la estructura y la envolvente, así como el nuevo manejo de los espacios. 22

21 22

Guia del Centro Histórico, 2015.

Imagen: Carson Building, Louis Sullivan.

1899.Declarado Monumento Histórico Nacional de los E.U.

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Made in Porfiriato. / A pesar de la influencia cultural que Porfirio Díaz (1876-1911); impregno en el país, la arquitectura tardó en reflejarla. No solo promovió inversiones extranjeras y entrada a los avances tecnológicos, sino incluso importo arquitectos.

Fue hasta la última década del régimen porfirista (1900-1910) y con la importación a finales del siglo XIX del italiano Adamo Boari, solo

por mencionar al consentido, que la

arquitectura tomaría un auge detonante obra tras obra, en el preámbulo de las celebraciones del centenario de la Independencia de México. Sin embargo en el país salía el sol para todos, inclusive también para los norteamericanos De Lemos & Cordes, arquitectos neoyorkinos quienes llegan en 1898 - 1900 a realizar la Casa Boker, en la Cd. De México; siendo el edificio más moderno de su época por su sistema constructivo de columnas y trabes de acero.23 24

23 24

Guia del Centro Histórico, 2015.

Imagen: De Lemos & Cordes. Casa Boker 1900.

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Quien iba a decirlo, México se convirtió en un imán cultural, Díaz no solo promovió la cultura extranjera, sino incluso, ilustró una modernidad internacional, provocó un deseo en los arquitectos extranjeros por ser parte de este desarrollo. Claro, todos querían una rebanada del pastel, sin embargo inconscientemente todo fue más que eso. Influencias de arquitectos de Estados Unidos, Francia, Italia, Inglaterra y Alemania, por mencionar algunos, que si bien llegaron con una mirada en intereses económicos, resulto en una arquitectura basta y bien nutrida. Fue una influencia directa desde las potencias mundiales; y dentro de todo el agasajo y festín mundial, se encontró paralelamente el marco de celebraciones nacionales, forzando un enfoque que si bien fue internacional, también tuvo condicionantes para un fin patriótico. De poco se vislumbró el comienzo de una identidad mexicana.

Algunos dirán suerte, al final el camino tomó su rumbo indicado, -quizás como diría Octavio Paz- , estamos “…condenados a ser modernos.” ¿Será?

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25

Imagen: Adamo Boari, Palacio Postal. 1902 Ciudad de México.

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Saltiyork. / Saltillo se acercaba a la modernidad rápidamente, se convirtió en un nudo de caminos, albergando hasta tres estaciones ferroviarias y una cuarta que ya concluida solamente quedaría en buenas intenciones. Dese 1883 la línea del Ferrocarril Nacional unió la Ciudad de México con Laredo, desde entonces el tren inicio su paso por Saltillo, posteriormente el Ferrocarril Internacional Mexicano unió con Piedras Negras y Torreón, años después se crearía el Ferrocarril Coahuila-Zacatecas.26 La introducción del ferrocarril en Saltillo y la influencia

extranjera

alrededor

del

país

resultaría

en

interesantes

novedades

arquitectónicas. La estructura de transporte y comunicación ferroviaria fue el detonante clave que abrió las puertas en cuestiones tanto culturales, tecnológicas y comerciales.

Gracias a esto, a principios de la década de 1880 en Saltillo se emplea por primera vez, emparrillados con viguetas de acero para cimentaciones, así como el sistema de vigueta metálica y bovedilla en losas y entrepisos, el uso de acero en elementos estructurales, placas de zinc para cubiertas y detalles ornamentales (lambrequín), piedras, canteras y mármoles predominantemente de San Luis Potosí y Durango. 27

26 27

Rodríguez, 2005.

Imagen: Ferrocarril Coahuila y Zacatecas, 1907.

27

Ruptura 1. / Durante las últimas décadas del siglo XIX nos encontramos con pistas que nos hablan acerca de los primeros intentos por ser modernos. Es el caso del ya extinto, Teatro Acuña, ubicado en la manzana sur de donde hoy está su descendiente el Teatro García Carrillo. La construcción del nuevo teatro (5 de Febrero 1882-15 de Mayo 1886) se realizó con madera sobre una excavación previamente hecha para el Teatro Zaragoza, que había sido abandonado. No existe registro de cómo pudo haber sido aquel teatro, solo pequeñas pistas que hablan sobre una cimentación hecha con un emparrilladlo de vigueta metálica de 2” de ancho por 4” de alto y una profundidad de 5 metros. Es posible que este emparrillado haya estado ahogado en cimientos tipo “Chicago”.

En 1898 la Casa Boker en la capital del país alardeaba su insólita tecnología, el Teatro Acuña simplemente contenía la risa, pues 16 años atrás había usado ya su primera cimentación en acero y concreto. Para el año de 1882 en que se empezó la construcción del Teatro Acuña, resulta una verdadera novedad constructiva, casi insólita, no solamente en la región, sino al parecer en todo el país. Lamentablemente la falta de archivo y documentación, tanto del Teatro Zaragoza como del Teatro Acuña, sumado a lo efímero de su existencia, dificultan posicionarlo como referente a nivel nacional.28

28

Imagen: Teatro Acuña, 1886.

28

Sin embargo, como saltillenses es importante saber que lo moderno desde hace siglos es parte del ADN de la ciudad. El teatro debió haber sido majestuoso, o por lo menos su cimentación lo era. A lo mejor por coincidencia o fortuna, la situación geográfica de Saltillo, la existencia de un nudo geográfico y la cercanía de la frontera con Estados Unidos, se convertiría en detonante y mejor aliado de cualquier novedad tecnológica. 29 La producción arquitectónica local de las primeras dos décadas del siglo XX se encaminó en un viaje por así decirlo “estable”, con la presencia constante de arquitectos e ingenieros extranjeros, pilotos fundamentales hacia la modernidad. Personajes como el arquitecto franco-canadiense Henri E.M. Guindon, así como el constructor e ingeniero de la ciudad Theodore Sperry Abbott30, el británico Alfred Giles y efímeramente el ingeniero Federido Wulff, tomaron responsablemente un protagonismo sobre las construcciones de la capital coahuilense.

31 Vista de la llamada Plaza Tlaxcala, fue

tomada el 5 de febrero de 1882, "al sentar la primera piedra del teatro nuevo que se denominaría "de Zaragoza". Finalmente, el teatro se llamó Manuel Acuña, en atención a un decreto del Congreso del Estado. Tuvo una corta vida, como el poeta al que debía el nombre, pues el 14 de agosto de 1902 fué reducido a ceniza por un incendio. Esa noche estaba

anunciada

la

presentación

del

melodrama "EL LOCO DIOS". El baldío que termina

en

la

plaza

de

toros

sirvió

tradicionalmente para instalar la Feria de Saltillo durante la época colonial. La plaza de toros era de adobe; fué demolida a principios del siglo XX para erigir el primer mercado Juárez.

29

Villarreal, 2011.

Theodore S. Abbott, ing. de la ciudad era el equivalente hoy en día, al Director de Obras Públicas de aquella época.

31 Saltillo del Recuerdo, 2011.

30

29

Ruptura 2. / Con el auge económico originado por el Porfiriato en Saltillo, un grupo de empresarios decidieron canalizar sus inversiones en una sociedad financiera llamada “Banco Coahuila”, impulsando el comercio y la industria que se proyectaba prósperamente en aquellos años.

Invariablemente, siguiendo la tendencia de la época, se decide importar al arquitecto Alfred Giles, quien al terminar sus estudios en Londres emigró a Texas en 1875. Es reconocido por su gran trayectoria en San Antonio, Saltillo, Durango, Puebla, Chihuahua y Monterrey, donde estableció su oficina la primera década del siglo XX.

30

Fue ahí mismo, en tierras regiomontanas que desarrollo una impecable carrera, iniciando con el Banco Mercantil y La Reynera en 1901; para posteriormente construir el Arco de Independencia en el marco de las celebraciones patrias de 1910, tan anheladas por Porfirio Díaz.

32

Sin duda, se trata de una producción única, nutrida entre influencias europeas y

americanas, impregnadas inigualablemente en un sello ecléctico y romántico. Si las pistas no me traicionan, aquellos empresarios saltillenses tomaron el riesgo con Alfred Giles, apostando el Hotel & Banco Coahuila como la primera gran obra del arquitecto en México, que bueno después de su impecable obra en Texas y construir la casa del gobernador de Chihuahua, se convertía en una apuesta segura.

Hotel & Banco de Coahuila (1897-1902), de inigualable sobriedad ecléctica, rasgos neo barrocos y expresiones de Bellas Artes, en pleno auge de la arquitectura neoclásica, sin duda fue el edificio más lujoso de Saltillo. Desde la calle de Allende se dio lugar a la entrada del banco y por la parte de Juárez al hotel. El eclecticismo del edificio se llevó de igual forma en su interior, de trazos tan elegantes como funcionales, desde una recepción tallada en madera y acompañada de una herrería art noveau se recibían a los huéspedes en tan majestuoso espacio. Así fue que presentaron las primeras pistas de apertura en su interior, probablemente entrepisos a base de viguetas metálicas y bovedillas de ladrillo. Sin embargo continuaron las técnicas tradicionales, muros de carga de ladrillo, ocultos en una envolvente de cantera potosina. En la década de 1950 el edifico quedo abandonado, y 15 años más tarde los accionistas decidieron derribar la construcción, convirtiéndose en el episodio más lamentable en la arquitectura saltillense.

33

La participación de Alfred Giles

en Saltillo seguiría intermitentemente, en el diseño construcción del Casino de Saltillo. La Revolución Mexicana provocó el regreso a su lugar de residencia en Texas, donde moriría eAn 1920. Inclusive, años atrás, en San Antonio conoció al hijo de Guillermo Purcell, diseñando aun en 1917 el Banco Purcell; posterior a su muerte su legado continúo en la ciudad al concluirse en 1922 el Tempo Metodista El Mesías. Su labor fue más allá de sus obras, su labor fue las pistas que dejo hacia la búsqueda de la modernidad. 34

32

Imagen: Banco Coahuila vista desde el cruce de Allende y Juárez.

Capítulo 2, apartado Saltillo on my mind.

34 Museo de Historia Mexicana, 2003.

33

31 35

El Express de San Antonio, del 31 de mayo de 1914, publicó en una entrevista con el arquitecto, poco después de que éste cerró su despacho en Monterrey, bajo el titulo “ La ciudad sitiada es la más atractiva de México”: “En este momento , el señor Giles esta al pendiente de lo que sucede en Saltillo y sus alrededores porque ha estado comprometido con la construcción y modernizacion de esa ciudad. Opina que pronto caerá bajo las fuerzas de fransisco villa. Hasta antes de esta revolución, la ciudad era un popular lugar de veraneo para los texanos. El hotel de Coahuila due diseñado por Giles con la finalidad de atender adcuadamente a los turistas de verano”. (Museo de Historia Mexicana, 2003: 30.)

35

Imagen Superior: Hotel Coahuila. Vista desde la calle de Morelos en dirección de sur a norte. Imagen Inferior: Visita de Francisco I. Madero Hotel Coahuila, Junio 1910. Vista desde la calle de Juárez dirección orienta a poniente.

32

“A diferencia de los clientes de Giles en Texas, los de México preferían para sus construcciones una expresión más formal y grandiosa. Para ellos, la Alfred Giles Company preparó un inventario de referencias al Renacimiento italiano, retomadas por los franceses en el siglo XVI y conocidas como Clasicismo de las Bellas Artes en el siglo XIX… En México hay un solo ejemplo de la restriccioón ornamental caracteristica de Giles: el Banco-Hotel de Coahuila, construido en Saltillo en 1900... el empleo restringido de ornamento del Hotel Coahuila mencionado en la entrevista se explicaria porque éste daba servicio a los turistas texanos”. (Museo de Historia Mexicana, 2003: 29.)

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36

Imagen: Hotel Coahuila vista desde la calle de Juárez de poniente a oriente, de fondo la torre de catedral.

33

Ruptura 3. / Dentro de las modernidades Porfirianas, llega en 1886 a Torreón, Coahuila, el ingeniero Federico Wulff (1856-1949). Nacido en San Antonio, Texas, de madre española y padre alemán, realiza sus estudios de Arquitecto / Ingeniero Civil, en la Universidad de Hanover, Alemania. Llega a la ciudad lagunera con la encomienda de realizar los primeros trazos urbanos, se le adjudican grandes obras en Torreón y particularmente la Casa del Cerro en donde habitó junto a su familia hasta 1909, para posteriormente establecerse en la capital del país; hoy la casa de la Familia Wulff alberga el Museo Histórico de la Ciudad, en Torreón.

En Saltillo La Ferretería Sieber, fundada por el alemán Clemente Sieber a finales del siglo XIX en el año de 1883, bajo el nombre de Poth & Sieber, data en el negocio comercial más antiguo vigente en la capital coahuilense.

34

Desde 1885 se establece en el lugar donde por años las nuevas generaciones saltillenses lo siguen conociendo. Se podría hablar de condena o coincidencia, sin embargo la intuición dice que este caso simplemente va en la empatía de las raíces de Wulff y Sieber, al ser el único posible edificio del arquitecto/ingeniero en Saltillo. Y si, simplemente es posible, porque las pistas se han desvanecido a lo largo de los años. La Ferretera Sieber conserva un plano firmado por el ingeniero Wulff, aunque sin fechar y al parecer es un anteproyecto con pequeñas modificaciones al edificio posterior.

Sin embargo el actual dueño Alejandro Villarreal Maury por herencia oral sospecha que el anteproyecto se realizó en 1905, culminándose la obra en 1907 y donde todo indica que Wulff fue el arquitecto responsable. De igual forma el dato interesante radica en aquella fotografía del incendio que culminó gran parte de la construcción en 1914 y deja al desnudo la estructura, apreciando la modulación mediante columnas y trabes de acero, entrepisos y cubiertas de vigueta metálica y bovedilla, recubierto de aquel ladrillo cuachota de la región, una construcción totalmente vanguardista en su estructura, e indiscutiblemente obra pionera en Saltillo bajo las influencias norteamericanas de aquella Escuela de Chicago y Louis Sullivan.37 38

37 38

Buriani, 2015.

Imagen: Incendio Ferretera Sieber 1914. Estructura a la vista.

35

Ruptura 4. / La última década del siglo XIX, el arquitecto franco-canadiense Henri E.M. Guindon conforma una sociedad laboral con el arquitecto Alfred Giles, llamada Giles & Guindon, cuando ambos residían en San Antonio, Texas. Y en época de puertas abiertas a los extranjeros, Guindon estableció su oficina en San Luis Potosí con obras destacadas como el Palacio Monumental y el Palacio de Cristal.

El éxito de Henri E.M. Guindon trascendió los límites potosinos, que aún sobreviven edificios, llegando rápidamente a Saltillo para la construcción de la Casa Comercial Dámaso Rodríguez, la más grande e importante de la época.

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39

Imagen: Casa Dámaso Rodríguez. Vista en cruce de Allende y Aldama.

36

40

Edificada en la esquina de la calle de Allende y Aldama, se concibe en dos niveles; compuesta en su fachada por una serie de arcos en cantera café, en su interior se emplea por primera vez el uso de columnas totalmente moduladas, siguiendo sin duda alguna rasgos de la Escuela de Chicago y respondiendo la demanda comercial a la flexibilidad y apertura del espacio; igualmente se estructuró mediante vigueta metálica y bovedilla de ladrillo. En la primera década del siglo XX, el uso del acero se convirtió en una respuesta estructural con mayor recurrencia. A través de los años ha sufrido incendios y remodelaciones, en la parte de la calle de Allende fue intervenida por Alfonso Gómez Lara y más recientemente en la calle de Aldama por el arquitecto Laredo Ramón.41 Henri E.M. Guindon, tomaría un protagonismo en la producción arquitectónica saltillense, detonando en una obra tras otra, con un sello de innovación y versatilidad, su obra es una huella inigualable en a la arquitectura norestense.

40 41

Imagen: Probable publicidad de 1890-1900. información proporcionada por Arq. Héctor Laredo Ramón, 2015.

37

42

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Imagen: Plaza Acuña. De lado izquierdo Casa Dámaso Rodríguez, derecha Teatro García Carrillo, de fondo las torres de catedral. Posiblemente 1910-1920.

38

Ruptura 5. / Otro edificio muy importante por la presencia urbana, es la Casa Purcell por Henri E. M. Guindon (27 de Marzo 1905-1907). ¿Qué les puedo decir?, El Sr. William Purcell Haliman fue de aquellos extranjeros que emprendieron una aventura hacia Saltillo a finales del siglo XIX y aprovecharon magníficamente las bondades de la época. Proveniente de Irlanda y con tan solo 17 años de edad, el Sr. Purcell llegó a ser dueño de la Casa Bancaria Purcell, inversionista en el sector de la minería, cultivo de algodón, industria textil, ganadería, metalurgia y hasta ferrocarriles, convirtiéndose en un empresario referente de la ciudad.

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43

Imagen: Fachada Principal Casa Purcell.

39

La historia de la Casa Purcell echa raíces en los primeros años del siglo XX, cuando el Sr. Guillermo compra dos casas ubicadas en la calle de Zaragoza, las cuales posteriormente se convirtieron en la “Casa Bancaria Purcell”.

Un año más tarde en 1903, la antigua casona (donde ahora se ubica Casa Purcell) quedó en manos de las hermanas O´Sullivan, que como gesto de amistad les heredó la Sra. Francisca Zamora (dueña original) tras su fallecimiento. Claro, que para el Sr. Guillermo al estar casado con Elena O´Sullivan, no sería ningún problema convencer a las ahora nuevas dueñas de venderle aquella propiedad, que pareciera la pieza faltante del rompecabezas de la Familia Purcell-O`Sullivan.

Fue así que en 1905, al terminar de traspasarle la totalidad de la propiedad, Guillermo Purcell comenzó lo que fue su nueva casa. Acudió por supuesto a los servicios del arquitecto Henri E.M. Guindon. Por otra parte, Theodore Abbott al ser el ingeniero de la ciudad, de una u otra manera se involucraba en la mayoría de las construcciones, está en particular solo la superviso, y cabe destacar de igual forma el magnífico trabajo de cantera por el potosino Florindo Rico.

Lo peculiar de esta obra fue la especial influencia del propietario, que en definitiva rompió estéticamente con la arquitectura de la ciudad y más que analizarla, lo interesante sería rastrearla. Al buscar la genealogía de la casa, se llegó al libro “Casa Purcell, Alma por Contagio” donde dentro de muchas otras cosas, narra lo que fue el especial destino de una postal.

El libro nos habla sobre un primer anteproyecto desarrollado por Guindon, una residencia de estilo Inglés Victoriano, una fachada larga y plana, resuelta en una serie de arcos en dos pisos, un trabajo muy rústico de la cantera con bloques almohadillados, rescatando la cumbrera muy similar a la que ahora existe, agregándole solamente, una cubierta inclinada a dos aguas en un volumen que sobresale a lo plano de la fachada. Pero, en ningún momento se insinúa los toques góticos y medievales con lo que resultaría el proyecto ¿Cómo se llegó a eso?

Resulta que por herencia oral Enrique Hernández, el narrador de la anécdota, se encontró una pequeña caja que la nieta de Don Guillermo, Mamie Charlton, le regalo a su madre:

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“La sensación de intuirse un intruso era similar a la de quien escudriña en el baúl de la abuela…esa curiosa excitación de la mirada indiscreta ante la nostalgia ajena, sus secretos en blanco y negro, las cartas, fotografías de un pasado que entonces eran presente y ahora olían a tiempo engañado entre humedad y polvo. Todo está ahí: la vida de los otros.”

(Villarreal, 2014: 48)

Enrique Hernández acomodó todo, clasificando en montones, cartas, fotografías, recibos etc… dentro de todo ese conjunto y recuerdos, sobresale una envoltura de papel de china y algunos listones, que al abrirlos guardaban una postal a punto de caerse a pedazos, con la leyenda MUSÉE DE CLUNY- Cour d´Honneur (cóte Nord). Una cosa llevó a la otra, la postal a un libro y el libro…, el libro que tan pronto al hojearlo, se encontró de nuevo con el mismo edificio, ahora el pie de foto decía Entrée de l´Hotel de Cluny.

Aquella vieja postal hablaba a gritos, entre un golpe de nostalgia inmediatamente llueven las preguntas ¿Por qué tan cuidadosamente envuelta? ¿Era especial para alguien?

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Imagen: Postal Musée de Cluny.

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Sin duda, fue especial para alguien y hoy para muchos más, aquellas imágenes eran el celoso recuerdo que inspiró la concepción de Casa Purcell, podría decirse que el parentesco es inigualable, los arcos ojivales, las cornisas, los detalles, las molduras; este aire medieval y gótico flamígero ahora cobraría sentido.

El Hotel Cluny, ubicado en París, y construido por los monjes benedictinos, es una obra medieval que data del año 1334, a lo largo de los siglos aún conserva su distribución, cuartos, jardines y capillas originales. Desde 1843 alberga la colección de arte medieval y actualmente es el Museo Nacional de la Edad Media. ¿Qué posibilidades había de que estas influencias cayeran a Saltillo?... Y no cualquier influencia. ¿En realidad estamos condenados a ser modernos?

45

Imagen: Detalle Musée de Cluny.

42

La casa en sí, no hay que ser experto para leerla, solo hay que dejarse atrapar por el ambiente lleno de detalles. Empezando desde las líneas del acceso, cada elemento, moldura y detalle coquetean entre sí, cada línea es un laberinto, empieza en la barda, en las ventanas, la chimenea, los arcos, los balcones todos se relacionan y cada uno te lleva a un detalle por descubrir, todo perfectamente calculado y proporcionado, la diversidad es interminable. En su interior continua la misma inspiración, llevan esa magia hasta cada rincón, escondida en pisos, techos, escaleras, puertas, chapas, cerrojos, cristalería, herrería y chimeneas, que guardan detalles únicos, solo para los más curiosos.

Estructuralmente el soporte de la casa funciona mediante arcos y muros de carga acompañados con entrepisos de vigueta metálica y bovedilla, en la actualidad el sótano mantiene parte de la estructura visible. 46

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Imagen Sup: Casa Purcell.

43

La cubierta superior compuesta de madera y recubierta con placas de zinc funcionó como colchón de aire que mantuviera un ambiente agradable entre el ático y las piezas inferiores.

Toda la casa es de ladrillo, ladrillo saltillense, inclusive la fachada es un muro de ladrillo envuelto de cantera café, al interior algunos muros son sencillos o dobles, dependiendo de algunas puertas que se corren entre los muros.

Los muros, en su mayoría exteriores, están trabajados por un método llama “aparejo gótico”, el acomodo obliga a que el muro sea doble, ya que se coloca un ladrillo en el lado largo y otro en lado corto, posteriormente en la siguiente fila se intercala ese orden, rematando con el detalle de las boquillas que se limpiaban con una tarraja dejando un acabado liso y fino, un trabajo en realidad impecable. 47 Y no sé si es nostalgia, pero me llegan preguntas como... ¿Qué paso con aquellos excelentes trabajos? ¿La arquitectura de ladrillo saltillense, en donde ha quedado?

-Quizás simplemente ¿Se extinguieron?

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47 48

Villarreal, 2014. Todo el apartado Ruptura 5. / Imagen: Detalle balcón Musée de Cluny.

44

49

Ruptura 6. / Por fortuna, coincidencia o como dicen algunos románticos poetas por condena, el caso de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila (1906-1908). Fue sin duda un sueño y una visión materializada como pocas, de la mano del Maestro Andrés Osuna Hinojosa, tamaulipeco de nacimiento y saltillense por elección. A finales del siglo XIX, después de que la escuela navegara por diversos edificios improvisados a las actividades educativas de la institución, el maestro Osuna decide dar paso a la materialización de un anhelo que permitiera el desarrollo educativo, no sólo de la ciudad sino, de todo el estado.

49

Imagen: Detalle frontón y capiteles neobarrocos. Al fondo se aprecia la cúpula que corona la Fachada Principal de la BENC.

45

Fue así, que astutamente el maestro inicia una especie de recaudación por medio de membresías mensuales, que serían como un donativo de cada municipio del estado así como iniciativas privadas que se quisieran sumar, aunado a la cooperación de alumnos y maestros serian fundamental. De esta manera se presenta el proyecto ante el gobernador del estado, en ese entonces Miguel Cárdenas, quién se sumaría entusiastamente al proyecto, siendo pieza fundamental de su realización. La nobleza del proyecto enseguida captó la ayuda de muchas iniciativas tanto privadas como públicas.50Evitando que el gobierno federal del Presidente Porfirio Díaz impusiera algún contratista que lucrara con el proyecto, el gobernador optó por escoger al mejor arquitecto en la región y claro, invariablemente la oficina potosina de Henri E.M. Guindon encabezaría la lista, toma las riendas del proyecto, junto a Theodore S. Abbott como constructor y supervisor de obra. Sin duda su experiencia lo convertía en un elemento de suma confianza para cualquiera que quisiera realizar grandes construcciones en la ciudad.

51

50 51

Osuna, 1943.

Imagen: Fachada Principal BENC, destaca su presencia urbana.

46

El diseño del edificio tuvo una fuerte influencia del Prof. Osuna y aquellos primeros normalistas que realizaron su especialización en Bridgewater State College, en Massachusetts, el profesor reiteraba la necesidad de que el edificio fuera estilo neoclásico y rematara con una enorme cúpula, en la parte superior

de la fachada, como su antigua escuela

norteamericana.52

Después

de

diversos

anteproyectos se llega al diseño que materializaba aquellas visiones y sueños normalistas. Proyectando en un inicio un edificio de adobe saltillense, sin embargo pareció mejor opción la presentada por los cantareros durangueses, para recubrir el edificio con cantera, optando el arquitecto finalmente por esta segunda opción. Estructuralmente se observa la presencia de vigueta metálica y bovedilla de ladrillo en entre pisos y en algunos puntos hay columnas metálicas ornamentadas para sostener la estructura.

El hecho de tener un semisótano obliga a tener una escalera majestuosa y gran presencia urbana. Es así que mediante afortunadas influencias y curiosas coincidencias, el rumbo de la arquitectura saltillense toma un camino y más que camino -me gusta llamarle “pasarela de edificios” ya que cada uno se va integrando a la ciudad con un brillo único, siempre en función y respuesta a las necesidades del desarrollo de quienes los habitan, desarrollando como consecuencia una apropiación e identidad puramente saltillense. 53

52 53

Gobierno del Estado de Coahuila, 2010.

Imagen Superior: Detalle Acceso BENC. Imagen Inferior: Bridgewater Satete University.

47

54

54

Imagen: Teatro García Carillo, enfrente Plaza Acuña. De fondo las Torres de Catedra. Según las características de los automóviles, se deduce que es un Volskwagen Sedan de la década de 1940.

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Ruptura 7. / Si se quiere hablar de novedades tecnologías en la arquitectura a principios del siglo XX, indiscutiblemente se tendría que empezar por el Teatro García Carrillo (TGC) (27 Julio 1910 / Henri E. M. Guindon.) que como su antecesor el Teatro Acuña, no se tiene la menor duda que estaban condenados a ser modernos, sin embargo el destino jugo un papel primordial. Alrededor del TGC existen un sinfín de leyendas, rumores y mitos.

Corría el año de 1902 cuando el antiguo edificio del Teatro Acuña ardió en llamas, ubicado en la manzana sur de donde se levantaría el nuevo teatro años más tardes. El Porfiriato se distinguió por ser un periodo de gustos refinados, sinónimos de cultura, acervo artístico y abolengo, que para desgracia de los saltillenses quienes no contaban con ese tipo de espacios.

55Así

fue que el 6 de Marzo de 1906, el próspero empresario Antonio Dávila Ramos firmaría

un convenio con el gobernador del estado Miguel Cárdenas. Dicho contrato le otorgaba los derechos para explotar el nuevo teatro con la responsabilidad de levantar en dos años un edificio de majestuosa elegancia y solidez, demandando la utilización de los mejores materiales y una capacidad para 1200 personas; una modernidad insólita.

55

Fachada Principal Teatro García Carrillo.

49

A cambio, el empresario gozaría del inmueble por 99 años, exento de impuestos, servicios de agua y drenaje. -No sabía en la que se metía. Al empresario se le había cedido la manzana completa hoy compuesta por la calle de Allende, Padre Flores, Abbott y Aldama, otorgando la parte que no fuera utilizada para deseos de Don Antonio. Con el tiempo encima, el Sr. Dávila Ramos encontró su nuevo arquitecto justo a dos cuadras, así es en Casa Purcell se encontraba por concluir dicha obra Henri E. M. Guindon, que sin más preámbulos empezaría con el TGC. Guindon paralelamente trabajaría en el Palacio Monumental de San Luis Potosí, sin embargo nunca había construido un Teatro con aquellas pretensiones. 56 Instalaciones. / •

Escenario con +1400 luces que producían cualquier efecto teatral, luna llena, amaneceres, relámpagos y hasta incendios. / Siemens Echuckertwert México.

•

Cortinas de Asbesto. / Toomey & Volland. / St. Louis Missouri. EU.

•

Instalación Eléctrica empotrada en los muros.

•

Escaleras iluminadas por arbotantes.

•

40 arbotantes y cientos de luces encerradas por cubiertas de cristal.

Construcción. /

•

Viguetas metálicas y columnas para entre pisos. / Bélgica.

•

Muros del mejor ladrillo saltillense.

•

Cantera café. / San Luis Potosí, México.

•

Cimentación a base de piedra y cal.

Decoración. / •

Puertas con finos vidrios emplomados.

•

Plafones y techos con artísticas representaciones.

•

Muros con molduras y altos relieves dorados.

•

Balcón con vista hacia la Plaza Acuña.

•

Pasamanos afelpados.

56

Villarreal, 2008.

50

•

Cúpula presentaba un asombrosa pintura alegórica del triunfo del arte, remontando con el centro de la pieza 130 luces que iluminaban toda la sala / Hnos. Morett.

•

Taquilla trabajada en mármol. / Hnos. Biaggi. / San Luis Potosí, México.

•

Ventilación con sensores de activación.

Se proyectó el edificio justo enfrente de la hoy Plaza Acuña, inmediatamente se alza una estructura metálica a base de viguetas y columnas, un domo majestuoso que realza dignamente su presencia urbana. El Teatro García Carillo recibió a los saltillenses en un espacio insólito rodeado con tecnología de punta, convirtiéndose al paso de los años en símbolo indiscutible de identidad saltillense. 57

57

Imagen: Teatro García Carillo, enfrente Plaza Acuña.

51

Ruptura 8. / Desde una humilde capilla a través de los años, el Santuario de Guadalupe (1911-1952) se ha convertido en la materialización de la fe católica en Saltillo. Creciendo en base de la acumulación y esfuerzos de la ciudad, se ha convertido hoy en día, no solo en un santuario sino uno de los más grandes símbolos de identidad, apropiación y tradición saltillense.

58Fue

hasta 1911 que se formalizan los encargos para la construcción del Santuario de

Guadalupe a los padres Benedictinos. Sin embargo una encomienda tan grande requería de apoyos extraordinarios y la Sra. Trinidad Narro de Mass, fue fundamental en el proceso. Con la meta de sacar adelante el proyecto, acudieron a los servicios del arquitecto Henri E.M. Guindon, quien mostró un compromiso singular. Para agosto de ese mismo año (1911) había terminado diseño y cálculo del edificio. El diseño resaltaría rasgos góticos y gran influencia de la Catedral de León en España, por deseos particulares del Sr. Francisco Narro.59 Al paso de un par de años en 1913, sin dejar rastro alguno el gran arquitecto Henri E. M. Guindon abandona la obra. No era para menos, la situación del país y la complicación de la Revolución Mexicana nos hace pensar en la forzosa decisión que tomo.

La obra se pausaría justo en la elaboración de las bóvedas, propuestas originalmente de cantera. El 13 de Julio de 1913 la “Junta Directiva de las Obras del Santuario de Guadalupe”, replanteo la necesidad de un nuevo arquitecto, con una condicionante en especial.

58 59

Imagen: Santuario de Guadalupe sin torres.

Fuentes Aguirre, Jorge (1998).

52

60“Siguiendo

estos propósitos, tanto el señor Narro como el P. Benedictino celebraron un

contrato con un arquitecto italiano para el cierre de las bóvedas de la nueva iglesia…solo con la modificación de que el cierre de las bóvedas fueran no del material propuesto originalmente, sino de fierro y cemento armado que, según dice el señor Narro Acuña, es el que se esa usando en construcciones de la naturaleza de la presente.

Ese es, en concreto, el resultado de la conferencia que me permitió dar cuanta a esa Junta para su conocimiento y efectos”. Lic. Gabriel Valerio; Comisionado. (Fuentes Aguirre, 1998:30)

60

Imagen: Detalle Santuario de Guadalupe, Torres.

53

61

Fue así que se da la introducción del concreto

armado en Saltillo, lo que pudo terminar de manera catastrófica,

se

convirtió

en

un

paso

hacia

la

modernidad, gracias a las afortunadas visiones del Sr. Enrique Narro Acuña.

No se tiene algún documento

oficial con el nombre del arquitecto, las pistas gracias algunas notas de la Sra. Olivia Garza de Yeo, mencionan el apellido Pelandini, y por otra parte el Sr. Enrique Narro Acuña conservaba ciertos apuntes sobre el diseño de los vitrales del Santuario, haciendo referencia a un artista italiano de la Cd. De México.

Al final las pistas son claras, todo indica que el arquitecto fue Claudio Tranquilino Pellandini, uno de los principales importadores y fabricadores de vitrales en México. Para 1915-1918 Pellandini construyo las bóvedas en concreto armado y años más tarde, en 1920 la colocación de los vitrales. Inesperadamente y así porque si, la modernidad llega sin preguntar a la arquitectura saltillense. 62 ¿Sera suerte o condena?

En 1942, Sotero Bautista Flores llevo a cabo un proyecto en el que reformó el diseño del desplante de las torres del Santuario, ya propuesto por Henry E M Guidon a principios de siglo. Pero fue hasta 1949 que Zeferino Domínguez recibió el encargo de terminar las mencionadas Torres, basándose en la readecuación del proyecto de Bautista Flores.63 61

Imagen: Publicidad Claudio Pellandini.

Canales, 2013: 362.

63 Rodríguez, 2007.

62

54

64

Con las primeras bóvedas vaciadas de concreto armado en Saltillo a inicios de siglo XX, es que finalmente el Santuario de Guadalupe fue terminado en 1952, 41 años y 4 arquitectos después de su proyecto inicial.

64

Imagen: Detalle Interior Santuario de Guadalupe, Bóvedas con nervaduras.

55

La Revolución Mexicana. / La Revolución mexicana, sin duda marca una pauta en el desarrollo arquitectónico de la ciudad y por supuesto del país en general. Durante la década de 1910-1920 se frena casi en su totalidad la producción de nuevos edificios y culmina la trayectoria de Henri E.M. Guindon con el Edificio Dávila Ramos en 1912.

La complicación de los conflictos nacionales a orilla a muchos extranjeros a salir del país, y caso particular fue el de Henri E.M Guindon que después de la cantidad de arquitectura realizada, en 1913 se le pierde totalmente el rastro, quedando borrado de la historia de nuestra ciudad después de esa fecha. De igual forma Alfred Giles regresa a Texas donde pasaría sus últimos días hasta 1920, Federico Wulff quien mayormente su labor fue en Torreón radicaba en la capital del país. Estamos hablando que los personajes que se hicieron cargo de la arquitectura saltillense las primeras décadas del siglo XX, simplemente ya no estaban. Sin embargo la verdad es que su labor y ciclo había terminado, los cimientos estaban sembrados en la ciudad y claro está de más decirlo pero, la arquitectura necesita de guerras o de catástrofes naturales para cambiar y nuestro tiempo había llegado.

65

65

Imagen: Vista desde la calle de Allende dirección de Norte a Sur. De lado derecho Edificio Dávila Ramos.

56

Gran Ruptura 9. / Durante pleno inicio del siglo XX, surge otra fuerte seducción que nos orilla cada vez más a la modernidad. Si bien el concreto armado ya era usado en Europa desde 1870, el Sr. Francisco Hennebrique presentaría en la Exposición de Paris (1900) su patente de concreto armado que permitiría por primera vez una junta monolítica, revolucionando los sistemas constructivos hasta nuestros días. Para 1902 Ángel Ortiz Monasterio abre en México la primera empresa que explotaría esta patente francesa, manteniendo por un tiempo el monopolio en la industria del concreto.

Dentro del caos generado en la revolución mexicana, corremos con suerte. Venustiano Carranza tomó la presidencia en 1917, lo cual implicaría un enfoque especial a la capital coahuilense. Claro que el varón de Cuatro Ciénegas no se olvidaría de su gente. Dentro de algunos gestos, envió a Saltillo una gran cantidad de pinturas que dieron origen a la Pinacoteca del Ateneo Fuente, así como el cuerpo y la estatua de Manuel Acuña y por si fuera poco la Primera Gran Estructura de Concreto en Saltillo.

En 1917 se desarrollaba el trazo de la vía ferroviaria que sería la 4ta estación de ferrocarril en la ciudad, Ferrocarriles Constitucionalistas. En ese mismo año Manuel Ortiz Monasterio Arquitectos desarrolla el primer anteproyecto y se comienza el trazo de lo que hoy se conoce como el Blvd. Valdés Sánchez para que pasara la vía ferroviaria.

Manuel Ortiz Monasterio (1887-1967) descendía de un linaje de constructores, así es su padre era Ángel Ortiz Monasterio quien a principios de siglo tenía la única concesión para el uso de concreto armado. Sin embargo en la mayoría del país hasta 1910 su uso fue muy limitado y en su mayoría empleado para formas ornamentales y pisos, quizás el caso más exitoso fue en 1903 en la Cd. De México el edificio proyectado para albergar la Secretaria de Relaciones Exteriores por Nicolás Mariscal, con registro muy intermitentes en el uso del nuevo material, además del caos en el que se sumergiría el país pareciera que dificultaría el surgimiento del concreto armado.

57

Fue así que en 1917 llega M. O. Monasterio Arquitectos a Saltillo para hacerse a cargo de la Estación Ferrocarriles Constitucionalistas, órdenes del Sr. Presidente Venustiano Carranza.66 El edificio de la Estación, hoy ocupado por el Archivo Municipal de Saltillo responde a una tendencia porfiriana, de un eclecticismo neoclásico, que realmente estaba de salida y muy depurado, con rasgos más limpios y sencillos. La cuestión iría más allá de la estética, como se caracterizó la arquitectura de M. O. Monasterio, con un claro enfoque estructural, la interrogante sería como un edificio de casi 100 años se mantiene de pie y prácticamente intacto, ahí está lo interesante.

El edificio demandaba fuertes requisitos que conlleva una estación de ferrocarriles, el tipo de uso del edificio y las fuertes vibraciones necesitaban una respuesta en particular, concreto armado.

Hasta donde se sabe, el edificio que hoy alberga al Archivo Municipal de Saltillo es la primera estructura empleada en concreto armado de la ciudad, a pesar de que sus muros son de ladrillo y algunos detalles en cantera, las columnas y losas emplearon aquel novedoso sistema de acero y concreto, las posibilidades que te da la estructura en cuestiones espaciales y programáticas, fue más allá de lo imaginado.

La fachada ya no es este enorme bloque recubierto y cargado de ornamento, la modulación de las ventanas regala un toque de ligereza que no se observa en las demás obras locales, el concreto traería consigo apertura a una iluminación natural. El interior se compone de grandes espacios abiertos, grandes claros que a través de los años le han permitido al edificio adaptarse a diferentes actividades.

Años más tarde sería concluida y Álvaro Obregón llegaría a la presidencia, las máquinas del ferrocarril llegaría solamente a repartir las rayas de los trabajadores, en lo que se convirtió el Hospital Ferrocarrilero. La versatilidad de la estructura permitió albergar al Hospital Ferrocarrilero, una Escuela Primaria y en 1984 se convierte en el Archivo Municipal.

66

Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, 2006.

58

La obra de la Estación de Ferrocarriles Constitucionalistas marca una gran ruptura en Saltillo; por fin la arquitectura alcanzo los avances tecnológicos y constructivos, sirvió como muestra de un trabajo de formas simples y soluciones pensadas para el beneficio colectivo marcando el fin de una época y el inicio de una nueva.67

68

67 68

Visita Mapoteca del Archivo Municipal de Saltillo, 2015.

Imagen: M. O. Monasterio Arquitectos, Estación de Ferrocarriles Nacionales. Saltillo, 1920.

59

60

69

69

Imagen: Hospital de los Ferrocarriles Nacionales, Saltillo. Imagen Inferior: Construcciรณn.

61

70

70

Imagen: Hospital de los Ferrocarriles Nacionales.

62

63

La cuenta, por favor. / Los primeros pasos de la arquitectura a comienzos de siglo XX, sin duda alguna se reflejó a partir de los avances tecnológicos y la maduración de la ciudad bajo la influencia extranjera, la búsqueda de una identidad mexicana y la Revolución.

El sobresaliente interés de Porfirio Díaz para conmemorar el primer centenario de la independencia de México en 1910, desató la construcción de grandes palacios municipales, teatros, monumentos e infraestructura que respaldaron el crecimiento del país. La finalización del Porfiriato se vería materializada en el Monumento de la Independencia (1910) creado por Antonio Rivas Mercado en la ciudad de México.

Si bien, en la capital coahuilense la primera década del siglo XX fue sin duda una excelente pasarela de obras arquitectónicas, los siguientes años en cambio serian frenados por el estallamiento de la revolución, afectando a la arquitectura al igual que el comercio y la actividad económica en general. El crecimiento industrial de Saltillo se desarrolló mediante el uso del acero, mientras que la arquitectura se refugió envolviendo edificios con cantera, sillar, mármoles y materiales regionales. El proceso de descubrir las nuevas posibilidades espaciales y programáticas fue lento, arrastrado por la tecnología que pedía a gritos ligereza, amplitud y transparencia.

La influencia extranjera fue un espectáculo, que si bien el roce con la capital y sus rasgos europeos no fue demasiado, si lo fue con Estados Unidos y cabe la pena decirlo, albergamos a grandes arquitectos que emigraron a Saltillo, la arquitectura de la época muestra una feroz versatilidad, al convertirse hoy en día en hitos reconocibles de la ciudad y sus visitantes. Desafortunadamente hubo que esperar la culminación de la Revolución para que esta tierra viera por primera vez un gran constructor saltillense. Si bien, la Revolución fue un freno en la producción arquitectónica, provocó que se fraguara una nueva apreciación, iniciando lo que sería el pensamiento moderno.

Por fin se llegó al entendimiento que una nueva arquitectura requería nuevas formas, en un análisis que la definió como un “arte social” en el cruce entre la arquitectura, su tiempo en la historia y su ubicación geográfica.

64

En caminos paralelos se cruzarían las influencias del extranjero, las teorías modernas y los descubrimientos antropológicos de la época, desatando el interés por monumentalizar lo prehispánico, vaya combinación. La idealización del pasado indígena, aunada al extranjerismo originó proyectos en los cuales se buscó un apoyo tanto en formas y materiales importados como en el arraigo antropológico.

La modernización de la academia a partir de Antonio Rivas Mercado, primer director de la escuela de arquitectura del siglo XX, había iniciado una renovación de la disciplina. Con las redefiniciones sociales, la profesión tomo un sentido comunitario que culminaría con la arquitectura de la revolución. A partir de la constitución de 1917 se reclamó mayor soporte tanto educativo como de acceso a servicios y vivienda para la población más desfavorecida.71

71

Canales, 2013.

65 72.

72

Antonio Rivas Mercado, Monumento de la Independencia. 1910

66

CapĂ­tulo 2. / Modernismo.

Arquitectura Heroica. (1920-1970)

67

Entendiendo y acotando temporalmente la época moderna en México con la culminación de la devastadora revolución mexicana; la cual caduca con fecha y hora exacta, en el brutal episodio del 68, es en esta época. Es en el origen de todo esto, en la década de 1920 que pensamientos modernos comienzan a fundirse en una realidad evidente.

En Saltillo, la influencia moderna nacional fueron en sus inicios pequeños ecos, con producciones arquitectónicas bastantes tímidas y aportaciones muy aisladas y particulares; por lo cual la llegada del modernismo a la ciudad saltillense se torna un poco difusa entre una década de crisis tanto económica como social. Sin embargo, igual que en la capital del país, la mitad del siglo XX se convirtió en una época de auge moderno y que continuaría hasta finales de los sesenta. Así como la llegada fue tímida al igual fue la salida, que si bien en la Ciudad de México fue muy notable y rotundo el cambio en la sociedad después de la matanza de Tlatelolco, en Saltillo se desvaneció lentamente entre el crecimiento industrial y las demandas regionalistas.

Una época de rupturas e innovaciones dentro de la arquitectura, seguida de una precaria producción posterior a la arquitectura moderna, lanzan interrogantes que sugieren un retorno y una introspección sobre el origen de aquellos grandes años. A pesar de esto, pocos hablan como el chileno Cristian Fernández Cox, sobre una arquitectura perteneciente a una modernidad apropiada, entendida como aquella que refleja el espíritu de la época y del lugar, que responde a su gente, a sus retos y a su historia. La modernidad apropiada, daría como resultado una diversidad de modernidades en función de un tiempo y un resultado determinado. 73 Entender en México el movimiento moderno requiere conocer los cambios históricos que permitieron este desarrollo. Al respecto, este capítulo intenta exponer sus orígenes y sus causas.

73

Gaeta, Julio, Springall, Luby, et al (2014).

68

74

74

Diego Rivera. SueĂąo de una Tarde Dominical en la Alameda Central, 1947.

69

Post Revolución Mexicana. / Las inversiones para reconstruir el país tras las luchas armadas revolucionarias se intensificaron, al mismo tiempo que crecía la necesidad de erguir edificios para nuevas dependencias gubernamentales, hospitales y centros educativos. Si en los años previos grandes construcciones habían sido los palacios de gobierno, ahora el protagonismo se concentró en los edificios para los trabajadores y la clase obrera. Se cambió la idea de lujo y sofisticación por obras que transmitieran un mensaje nacionalista y de equidad social. Por medio de la arquitectura, se impulsó la recuperación económica y el propósito de mejorar no solo las condiciones de vida, sino la propia sociedad. A lo largo de los primeros cincuenta años de siglo XX, dos grandes corrientes arquitectónicas recorrieron México en movimiento pendular, que correspondían a los deseos de internacionalización por un lado, y a la búsqueda de unas raíces que definieran la identidad nacional por el otro, oscilando desde el racionalismo Moderno hasta el movimiento vernáculo. Todo esto resulto, en el retorno a raíces prehispánicas, la recuperación de lo tradicional colonial, al mismo tiempo que exploraciones en las artes decorativas y artes sociales. Sin embargo, cada camino y trazo desigual hacia lo moderno se fundiría invariablemente bajo la influencia del suizo Le Corbusier, conocido como el padre de la arquitectura moderna.

70

Aunque Le Corbusier nunca visitó el país, la sombra del cuervo también llegó a México, principios corbusianos que solo estaban en papel alcanzaron la luz en el marco del desarrollo nacional a mediados de siglo XX. El presente capitulo busca exponer el contexto histórico del siglo pasado, que sirva de escenario para ilustrar con mayor claridad la concepción de la arquitectura en México y como esta aterrizó en Saltillo. Como decía Fernando González Gortázar en su enciclopédica historia de la arquitectura mexicana del siglo XX: “Todas

las

grandes

corrientes

universales del siglo XX han tenido aquí sus seguidores, y no se trató de simples transcripciones

sino

desde

sensibilidad

una

adecuándose

interpretaciones

además,

distinta a

las

condiciones climáticas, tecnológicas y económicas de la realidad mexicana. El uso del color, y el tratamiento de los espacios abiertos son ejemplos de ello.”

Y

en

cierta

medida,

estas

características se convirtieron en el estereotipo que ha permitido simplificar la rica vinculación de estilos, tendencias y

obras,

de

la

compleja

historia

moderna en México.75 ¿Cómo seriamos modernos sin dejar de ser mexicanos?

-¿Cómo seriamos modernos sin dejar de ser saltillenses?

76

75 76

Gaeta, et al, 2014.

Imagen: Juan O ‘Gorman. Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, 1932.

71

El mundo en tiempos de Arquitectura. / Los cambios en la arquitectura internacional, principalmente la europea, creaban un nuevo paradigma y abrían nuevas alternativas. La terminación de la Gran Guerra de 1914-1918, el triunfo de la Revolución Rusa (1917) y nuevos aires de democracia en países centro europeos como Alemania, Inglaterra y Austria, entre otros, producían nuevos lenguajes formales, resultando de nuevos programas como la vivienda masiva. Así mismo, en 1919 nace en Alemania la Escuela de la Bauhaus dirigida por Walter Gropius como respuesta a la devastadora Gran Guerra, promoviendo procesos artesanales que suturaran el tejido social desde la arquitectura y el diseño. Se creaban nuevas propuestas teóricas y se confirmaban las nuevas tecnologías, ideando nuevas formas de habitar.

77

77

Walter Gropius. Bauhaus, 1925.

72

Fue el Art Nouveau, el que rompió con la contradicción y dio el primer paso hacia la plasticidad de las líneas constructivas, que derivó a la carga en la ausencia del ornamentalísimo. Por ello, a principios del s. XX se originó una corriente que rechazaba dicho ornamento, y aprovechaba los descubrimientos de la llamada Segunda Revolución Industrial; su objetivo era encontrar un camino intermedio entre la renuncia a la imitación de lo antiguo y a una excesiva tecnificación. Esto dio como resultado una nueva modernidad, racionalismo, funcionalismo o simplemente el movimiento moderno. El exiliado suizo Hannes Mayer, exportó las ideas de la Bauhaus a México tras haber dirigido la escuela entre 1928-1929. A su llegada a la capital del país en 1939 se convirtió en profesor del entonces

recién

formado

Instituto

Politécnico

Nacional,

creado

por

arquitectos

pertenecientes a la generación de O ‘Gorman, autor de la primer obra racionalista en América Latina.78 El impacto del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) fundado en 1928 por Le Corbusier, Sigfrued Giedion, Hannes Meyer y Hans Schmidt, entre otros despertó el interés de la corriente que surgió bajo la lógica de la arquitectura como un arte social.

La arquitectura y teoría de Le Corbusier, quien en 1923 había publicado en Paris su legendario libro Vers une architecture (Hacia una Arquitectura.), modificó la visión de O ‘Gorman quien dijo haberlo leído en 1924 a los 19 años y Luis Barragán que después de su viaje por Francia en 1925 lo dio a conocer en Guadalajara a sus 23 años

de

edad.

Juan

O

‘Gorman

escribió

en

su

autobiografía: Compre y leí el libro varias veces, entonces se me ocurrió que era necesario hacer en México una arquitectura que fuera totalmente funcional, alejada de todo lo académico y desprovista de lo que pudiera ser ortodoxia y sectarismo estético, creando una arquitectura exclusivamente funcional (una ingeniería de edificios).79

78 79

Canales, 2013: 323.

Gaeta, et al, 2014: 23.

73

De manera paralela, las primeras obras vanguardistas de Le Corbusier como el pabellón de L`Espirit Noveau realizado para la Exposición Internacional de Artes Decorativas de Paris en 1925, se desarrolló la corriente art deco, la cual tuvo su despegue en esa misma exhibición de Paris. Era un movimiento ecléctico que aceptaba estructuras de concreto y ornamentos monumentales de muy diversos orígenes: egipcios, fenicios, africanos y de la misma América prehispánica. El art deco se adoptó en México como el estilo perfecto para quienes temían las formas simplistas de la arquitectura funcional y propagaban el uso de motivos nacionalistas. Se convirtió así, en la manera de sintetizar las formas modernas con elementos decorativos y con referencias a la tradición prehispánica y colonial.

Los jóvenes arquitectos como José Villagrán y Juan O ‘Gorman jugaron un papel importante en respuesta a las demandas de nuevos espacios, dejando atrás intentos históricos o búsquedas nacionalistas. Frente a la urgencia de aportar nuevos lenguajes, el gobierno absorbió rápidamente a estos arquitectos, convirtiendo el lenguaje del movimiento moderno, en el lenguaje oficial; de esta manera se daba respuesta a la demanda en lo interno y nos hacía participes de una modernidad internacional.80 81

80 81

Canales, 2013.

Imagen: Le Corbusier. Pabellón L`Esprit Nouveau, 1925.

74

Constitución de 1917. / La Revolución mexicana transformó las estructuras políticas, económicas y sociales, afectando a la arquitectura al igual que a todas las artes; asimismo genero una profunda reorientación en las maneras de ver y pensar: teníamos que crear un país competitivo, nuevas tecnologías, nuevas formas de comunicación, nuevas relaciones geográficas, nuevas estructuras economías, y para ello teníamos que ser modernos.

A partir de la constitución de 1917, se reclamó mayor soporte de acceso a servicios para la población más desfavorecida. Se generaron ambiciosos planes que trajeron como consecuencia la construcción de la infraestructura necesaria en el país: escuelas, hospitales y viviendas. Las primeras respuestas intentaron, además del objetivo funcional, reforzar desde el gobierno el concepto de una identidad nacionalista. El concepto de una identidad nacionalista que se fundirían por una parte sobre el retorno de las raíces mexicanas y paralelamente siguiendo los trazos de los países occidentales, que después de salir de diversos conflictos el mundo exigía nuevas ideologías y nuevas formas de hacer las cosas. Quizás simplemente estábamos condenados a ser modernos.82

Vasconcelismo. / Las nuevas teorías internacionales, difundían en México una constante seducción. Sin embargo, los arquitectos mexicanos estaban inmersos en la búsqueda de una arquitectura que en verdad reflejara un sentido nacional. Los debates sobre el tema habían iniciado en s. XIX, después de que México lograra su independencia, pero adquirieron una nueva relevancia cuando el país emergió de la revolución. Una de las primeras acciones por parte del gobierno para lograr una identidad nacionalista, fue la Constitución de 1917 y paralelamente bajo las acciones particulares de José Vasconcelos Calderón; abogado, político, escritor, educador, funcionario público y filósofo mexicano; personaje fundamental y pilar en la búsqueda por otorgarle al país una identidad propia.

82

Canales, 2013.

75

Al igual que como muchos personajes intelectuales, durante la revolución tuvo que exiliarse en los Estados Unidos, frustrando el desarrollo de ideales que se cosechaban para el progreso de la educación en México.

Los planes de Vasconcelos tuvieron cabida entre el asesinato de Venustiano Carranza como presidente, el itinerario de Adolfo de la Huerta y la llegada de Álvaro Obregón al frente del país en 1920. Dentro su paso fugaz por la presidencia Adolfo de la Huerta abre el camino para Vasconcelos, nombrándolo encargado del Departamento Universitario y de Bellas Artes, papel de suma importancia, ya que solo como una de sus responsabilidades, era la de ser Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su estancia fue tan efímera como reveladora; ya que su nombramiento duro tan solo un año, tiempo suficiente en el que impregno una vocación humanista con la creación del logo y el lema que hasta hoy en día representa una de las mayores casas educativas de Latinoamérica, la UNAM. A partir de ese punto se vislumbró un claro enfoque de una lucha en pro de la educación y la unificación del espíritu, la raza y el territorio.

Los

grandes

motivos

de

la

Constitución de 1917 y el trabajo de Vasconcelos se consolidaría a finales de 1921 al ser nombrado primer Secretario de Educación Pública y la introducción a una enorme corriente Nacionalista. El objetivo era internacionalizar a México

en

las

grandes

transformaciones que siguieron al fin de la primera Guerra Mundial.

83

83

Imagen: Carlos Obregón Santacilia. Pabellón de México Exposición Iberoamericana de Rio de Janeiro, 1922.

76

La fuerte intención de Vasconcelos por impregnar una identidad nacionalista en el país, se reflejó en la arquitectura con la construcción de nuevos edificios de uso público para la difusión de la cultura. Tal es el caso como escuelas públicas de diferentes niveles, bibliotecas y de manera más general, los edificios destinados a albergar el aparato burocrático del sistema educativo. Su labor llego a lo largo y ancho de la nación, en una misión casi evangelizadora, penetrado en las zonas más remotas del país. La ideología nacionalista impulsada por Vasconcelos desde la SEP, abarcó todo el ámbito artístico cultural de México. En la corriente plástica promovió a los muralistas Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Orozco; esta nueva manifestación cultural y política hace que la arquitectura y las artes plásticas retomen la herencia cultural de Mesoamérica, que había estado olvidada por casi cuatrocientos años.84 Comparado con las artes plástica, la arquitectura siguió un ideario diferente, se trazaron caminos desiguales y contradictorios que solo compartían una peculiaridad, crear una identidad nacionalista. Se dividieron grupos de arquitectos que defendían diferentes estilos, sin embargo a pesar de la inclinación de cada uno, existieron quienes se permitieron evolucionar y experimentar en distintas tendencias.

Dos fueron los caminos trazados en la arquitectura: el retorno a raíces prehispánicas y la recuperación de lo tradicional

colonial,

al

mismo

tiempo,

algunos

arquitectos

exploraban estilos como el art deco y el funcionalismo. Sin embargo, cada estilo se fundiría invariablemente bajo la intención nacionalistas que promovió Vasconcelos. 85

84 85

Ramírez 2007.

Imagen: Carlos Obregón Santacilia. Casa Gómez Morín, 1930. Ejemplificación de transición de estilos.

77

Zeferino Domínguez Villarreal y los Estilos de Época. / Fue en este contexto Nacionalista y choques de corrientes, que Saltillo salta al escenario con su primer gran constructor, Zeferino Domínguez Villarreal. Así es, fue el primer constructor, porque para el primer arquitecto saltillense habría que esperar alguna par de décadas más.

Pero tiempo, no nos desilusionemos… fue un GRAN constructor, que inclusive en- las últimas décadas de su carrera, por ahí de 1950, la Secretaria de Educación Pública le exige presentar un examen de Revalidación Profesional. Por favor, a esas alturas Zeferino Domínguez Villarreal había hecho una carrera impecable. La SEP nombro al Arq. Eduardo D. Belden86 como su tutor, quien simplemente se refirió a Zeferino como uno de los pocos hombres en México que habían respetado tanto las normas de construcción.87 Finalmente Zeferino Domínguez Villarreal obtuvo el título de ingeniero, que sin duda alguna, cualquier título o reconocimiento sería insuficiente para una trayectoria espectacular.

Zeferino Domínguez Villarreal nació un 2 de septiembre de 1894, al terminar su formación pre universitaria en el Ateneo Fuente, obtuvo una beca para estudiar música en Canadá. Al término de su viaje, se trasladó a la ciudad de México, para iniciar sus estudios de Ingeniero Topógrafo e Hidrógrafo en la Escuela Nacional de Ingeniería, donde no duraría demasiado tiempo. Su pasión hacia la música era innegable, cambiando la Escuela de Ingeniería por el Conservatorio Nacional. Lamentablemente, las complicaciones que trajo la Revolución Mexicana en la capital del país, lo orillo a regresar a Saltillo en donde comienza su romance por la arquitectura y una formación autodidacta en la ingeniera civil.

La producción arquitectónica de Zeferino Domínguez Villarreal comienza a inicios de la década de 1920 con la aun existente Casa Rodríguez. Al paso del tiempo y con lo esporádico de su trabajo, recurre a la oficina de

Theodore S. Abbot a presentar sus

servicios, con quien iniciaría una relación única, convirtiéndose en heredero intelectual del Ingeniero de la Ciudad, inclusive haciendo juntos los primeros trazos hidráulicos del centro histórico de Saltillo.

86 87

Distinguido Arquitecto regiomontano y Director de la Facultad de Arquitectura por la UANL con más años en el cargo.

Ramírez, 2007.

78

Durante 1923-1929 obtiene un certificado y recomendación de su trabajo por parte de Abbot.

Lo que lo llevo a ser parte de la Secretaria de Obras Públicas del Estado, en el periodo del gobernador Nazario Ortiz Garza (1929-1933), impulsor de la visión de Vasconcelos en Coahuila con la arquitectura de Zeferino Domínguez Villarreal. Para 1927, en la oficina de Abbot, recibió el encargo de hacer la Casa Quintanilla, declarado bien artístico en el 2005 por la oficina del Centro Histórico de Saltillo. Se pudiera decir que a partir de ese punto fue que realmente detonaría la carrera de Zeferino Domínguez Villarreal, en una exitosa pasarela de obras, con una diversidad feroz.

Para esta investigación es de suma importancia la formación e influencia de cada exponente, desde una perspectiva que nos lleve a ver y entender los hilos conductores en cada historia. Sin embargo en este caso se abracara generalmente la producción arquitectónica de este personaje, analizando obras puntuales de su trayectoria; detallada y profundizada por el arquitecto saltillense Jesús Ramírez Rodríguez, en el año 2007 en su publicación “La obra de Zeferino Domínguez Villarreal en el siglo XX”.

La carrera de Domínguez Villarreal seguiría la corriente arquitectónica de México, navegando por diversos estilos a lo largo de la búsqueda por impregnar una identidad nacionalista, al mismo tiempo que una integración moderna. El acierto en la carrera de Zeferino fue mostrar un gran respeto por el contexto arquitectónico existente, al mismo tiempo que nos regalaba pinceladas modernas. Este rasgo único derrocharía éxito obra tras obra, sin importar estilo o año. Culminando inconscientemente con fuertes influencias en la arquitectura local, visibles entre las construcciones más modestas de la región, incluso escuelas rurales en ejidos inimaginables y hasta grandes edificios que hoy arropan y otorgan la identidad saltillense, e inclusive norestense. La búsqueda por impregnar una arquitectura nacionalista y que al mismo tiempo respondiera a una aceptación internacional provoco la diversificación de estilos arquitectónicos. Sin embargo, estilos paralelos que se cruzarían en el… ¿cómo ser moderno sin dejar de ser mexicano?

A continuación se abarcan tres estilos que fueron los que dominaron los discursos de la época, introduciendo a lo largo del texto algunas obras aisladas representativas de cada corriente, algunas en un contexto nacional y otras tantas aterrizadas en la producción local.

79

NEO-COLONIAL. / 88 En la década de 1920 y 1930 el estilo neo colonial fue promovido por la Secretaria de Educación Pública como oficial para la construcción de escuelas. A la vez, se empleó de forma ordinaria en otro tipo de edificios públicos.

El camino preferido por los arquitectos mexicanos que buscaban una arquitectura nacional fue el estilo neocolonial. Es un estilo historicista que se basa en la arquitectura

virreinal

de

México.

Sus

defensores

argumentaban

que

era

incuestionablemente mexicano, porque la arquitectura colonial contenía, aunque fuera de manera implícita , tanto lo indígena como lo español, por lo que se consideraba una arquitectura hibrida, que reflejaba muy bien el carácter mestizo de México, con sus componentes Europeos y nativos. En la arquitectura oficial por lo general se empleó en la mampostería de piedra, con escultura aplicada y decoración utilizando azulejos, el lenguaje utilizado en la arquitectura domestica solía relacionarse con el estilo California Missión, con estucos blancos, teja roja y azulejos de colores. En correspondencia con lo anterior, el volumen se adornó con elementos del lenguaje de la arquitectura colonial en los marcos de las puertas, en las ventanas y en los remates de la azotea. Este lenguaje, como lenguaje formal, adquiría así la nueva función de recordar nuestra identidad. Este modelo sirvió para construir escuelas con plantas funcionalistas en todo el país, aunque con diversos estilos, dependiendo de las características de cada región. Sin embargo, las dificultades que generaban estos proyectos en cuanto a su construcción tradicional, costos y tiempos de ejecución, no respondían a los objetivos del gobierno ni a las necesidades urgentes de la población; era imprescindible buscar procedimientos que, dentro de los límites económicos, respondieran a procesos más simples y a un modelo masivo. Después de 1930, el gobierno prácticamente abandona el uso del estilo neo colonial en favor de diseños funcionalistas, de mayor economía, pero siguió en boga en la arquitectura residencial durante varias décadas.

88

Gaeta, et al, 2014.

80

Una de las obras cumbres del neocolonial de Vasconcelos, la Escuela Benito Juárez, realizada por Carlos Obregón Santacilia, bisnieto de Benito Juárez, había costado más de un millón de pesos y tardado tres años en construirse. Sin embargo, a los pocos años durante el mandato de Narciso Bassols en la Secretaria de Educación Pública, O‘Gorman construyo en seis meses 24 escuelas y reparo 31 con menos de un millos de pesos, albergando más de once mil alumnos.89 Sin embargo, ambos estilos recurrieron al uso masivo del concreto.

Con ese nuevo espíritu, en 1932 Obregón Santacilia orquestó el concurso de la casa obrera minina. Con la propuesta ganadora de Juan Legarreta, se trató de una

arquitectura

pensada

en

función

de

las

necesidades de una nueva sociedad y nuevos tipos de espacio. La falta de adaptación en los edificios neo coloniales a las necesidades de la población, provoco su extinción con los años.

Y mientras algunos abandonaban el barco, Saltillo aún estaba ansioso por abordar con pase en mano. Sin embargo la espera valió la pena, ya que en mar abierto y a todo vapor, un 16 de septiembre de 1931 se inauguró la Escuela Coahuila, pieza única y gran representante

de

la

arquitectura

neo

colonial

saltillense, por supuesto obra de Zeferino Domínguez Villarreal. 90

89

Canales, 2013.

Imagen Superior: Carlos Obregón Santacilia, Escuela Benito Juárez, 1923. Imagen Inferior: Juan Legarreta. Vivienda Obrera Mínima, 1932.

90

81 91

91

Imagen: Zeferino DomĂ­nguez. Detalle Acceso Escuela Coahuila, 1931.

82

Si bien la fachada no presenta riesgo alguno en sus volúmenes, las terminaciones y decoraciones en la forma geométricamente audaces, sin duda si lo haría. Una obra con ciertos rasgos nostálgicos, azulejos acompañados con molduras en remates y ventanas, así como el acceso abocinado, configuraban una composición sumamente historicista Pero tiempo, no se dejen engañar, los remates en los pretiles y la herrería finamente geométrica tenía un grito ahogado en art deco. Constructivamente, los muros en ladrillo y adobe acompañaban ese sentimentalismo, pero sorpresa la modernidad ya era innegable, el uso masivo en la cimentación corrida y losas de concreto rompían hasta al más romántico poeta.

Y para románticos de a de veras, está el interior con una imponente escalera, que remata en el mural de Salvado Tarazona, representando la Libertad, la Esperanza, la Ciencia y la Educación, en símbolo de la ideología de Vasconcelos. La integración plástica en la arquitectura neo colonial y sobre todo educativa, fue una herramienta vital en el sello nacionalista, vínculos totalmente digeribles sin importar el usuario, generaban un sentido de identidad inmediato. La composición de formas y colores en relación al patio central, generan un entendimiento salvaje del vacío, un juego entre la ausencia y lo saturado de su alrededor, único. Experiencia visualmente abrumadora, pero equilibrada; de las primeras integraciones plásticas en la arquitectura loca.

83

Si la fachada y funcionalidad es neo colonial, el patio art deco cargado de simbolismos; quizĂĄ simplemente es un edificio criollo.

92

92

Imagen Anterior: Zeferino DomĂ­nguez, Vista Interior Escuela Coahuila, 1931. Imagen: Vista Fachada Principal.

84

NEO-INDIGENA. / 93 Manuel Amabilis fue el más prolífico de los neo indigenistas en México, tanto en sus escritos como en su obra construida. El pabellón de México para la exposición iberoamericana de Sevilla en 1929, es una de sus obras mejor conocidas y revela la formación académica del arquitecto, con el evidente uso de la simetría y de otros principios de composición clásica, que

combino con

motivos geométricos a fin de navegar por las culturas prehispánicas de México. Amabilis sustentó

de

manera

teórica

su

trabajo,

insistiendo en la relación más honesta entre el lugar y la arquitectura. En particular refería la

simetría

diagonal,

como

un

principio

compositivo para la arquitectura mexicana. 94

93

Gaeta, 2014.

Imagen Superior: Arquitecto Anónimo. Parque Azteca, 1942. Imagen Inferior: Manuel Amabilis. Pabellón de México Exposición Iberoamericana en Sevilla, 1929.

94

85

La mayor parte de las expresiones neo indigenistas se dieron en la península de Yucatán, la casa del pueblo

diseñada

Bacchini,

es

por un

Angel ejemplo

sobresaliente de esta corriente.

Sin embargo, como la arquitectura prehispánica tenia pocos espacios interiores, no era un modelo ideal para la creación de nueva arquitectura y esto limito la difusión del estilo.

Anahuacalli

El museo

(1953),

obra

de

Diego Rivera y Juna O`Gorman, construida colección

para

albergar

de

la

objetos

prehispánicos del muralista es un ejemplo tardío del estilo. 95

95

Imagen Sup: Ángel Bacchini. Casa del Pueblo, 1928. Imagen Inferior: Diego y Ruth Rivera con Juan O’ Gorman, 1957.

86

96

En un principio el estilo ciertamente fue una corriente formal, aunque al parecer con el paso de los años se convirtió en un cierto gusto y capricho exótico; denotativo en derroche de formas singulares. Y bueno, Saltillo no se quedaba atrás. En el año de 1942 el Sr. Idelfonso Luis Blanco Rodríguez realizo en su finca familiar el conocido “Parque Azteca”. En ocasiones el parque simplemente se disfrutaba en familia, en otras tantas, recibía grandes bailes de época. Lo más parecido al Gran Gatsby en Saltillo fue Don Idelfonso. Un derroche de estilo sin igual. La fachada principal seguía con emplazamientos coloniales típicos, alcanzando cada borde del terreno, los materiales al igual eran de uso tradicional, sin embargo los remates en los pretiles nos regalan bellas figuras prehispánicas, combinando en accesos y ventanas con detalles sumamente rectos y volúmenes duros. Al ingresar al patio sin duda genera un viaje instantáneo a viejas ruinas arqueológicas aztecas. Cada elemento simula ángulos y escalonamientos extraídos e inspirados del templo mayor Tenochtitlan. De igual forma la integración plástica seria de un elemento esencial, dando un mensaje nacionalista desde símbolos y diálogos prehispánicos.

96

Autor Anónimo. Parque Azteca, 1942.

87

97

ART-DECO. / El art deco gozo de popularidad en México, en particular durante la década de 1930. Se utilizó principalmente en edificios comerciales y cines, aunque también se empleó en arquitectura residencial, tanto en edificios de departamentos como en casas unifamiliares.

Es una corriente de gran

elegancia donde juegan un gran papel los efectos visuales, los brillos metálicos y la combinación de materiales. Tras la austeridad exigida por la Segunda Guerra Mundial, sus líneas se

simplificaron

y dieron origen al concepto

aerodinámico del Streamline. Los diseños Streamline aparecieron en edificios de oficinas, en agencias de carros, estaciones de servicios y cines.

97

Imagen Sup: Zeferino Domínguez parado a un costado del Ateneo Fuente, 1933. Imagen Inf: Autor Anónimo. Cine Palacio, 1941.

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En Saltillo un ejemplo excepcional es el Cine Palacio98, que desde 1941 se posicionó como hito de la ciudad con un mensaje rotundo y claro hacia una modernidad acechante, y referente del estilo Streamline, en ocasiones difuso entre la corriente art deco. Sin embargo, el Streamline guarda una dinámica con mayor fluidez a través de líneas que toman el protagonismo y fuerza del edificio, una aerodinámica inconfundible. A menudo con la incorporación de motivos prehispánicos, lo cual hacia difusa la frontera entre los estilos art deco y neo indigenista. En la Cd. De México, el vestíbulo del palacio de bellas artes es un claro ejemplo de esta fusión estilística, reflejo la rápida transferencia de estilos europeos a México.

99El

estilo en México tuvo un auge en edificios con un mensaje de gran poder.

Volúmenes tan duros como majestuosos llevados a una escala sobre humana, un juego tan abrumado como lleno de magia que se conducía como nunca antes en un camino de maravillarse en cada paso, entre decoraciones sobrias y tecnología.

Para 1930, el art deco se hizo presente en el norte del país con el antiguo Palacio Federal bajo el mando de la empresa regiomontana FYUSA, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Referente como la primera gran obra de altura en la ciudad.

Un par de años después, en 1932 se cruzaría FYUSA en la arquitectura saltillense, en uno de los hoteles más influyentes del siglo XX en la ciudad, el Hotel Arizpe Sainz.

El cual albergaría grandes celebridades así como espacio de inspiración a grandes artistas, desde “Cantinflas” y Agustín Lara hasta el pintor estadunidense Edward Hopper y su colección de pinturas realizadas desde la azotea del hotel.100

98

Zócalo Saltillo, 2014.

Gaeta, et al, 2014.

100 Imagen Sup: FYUSA. Palacio Federa, 1930. Imagen Inferior: FYUSA. Hotel Arizpe Sainz, 1932.

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89

Si bien, arquitectónicamente hablando es una bella pieza neo colonial, la herencia de la empresa regiomontana a Saltillo fue en aquella fuente que enaltece desde el patio central; uno de los rasgos más exquisitos dentro del art deco saltillense.

Los brotes de tan sublime fuente darían frutos un año después en 1933, confirmándose el art deco saltillense de la mano de Zeferino Domínguez Villarreal con La Escuela de Bachilleres Ateneo Juan Antonio Fuente. Sin duda el semillero educativo más importante en la ciudad, institución que atraería un entorno de escuelas alrededor de ella.

Con una presencia urbana majestuosa, un gran volumen central enmarca el acceso y da la bienvenida de una manera espectacular, desprendiendo a sus costados dos alas escalonadas que forman el cuerpo del edificio. Al término del proyecto, tanto la trayectoria de Zeferino Domínguez Villarreal como el art deco gozaron gran exposición en Saltillo. Si en años pasados los sistemas constructivos como el concreto armado eran una completa innovación, obras como el Ateneo Fuente afianzaron la técnica, convirtiéndolo de uso masivo en las construcciones locales.

101

101

Imagen Sup: FYUSA. Vista Interior Fuente, 1932. Imagen Inferior: Zeferino Domínguez. Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente, 1933.

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Las pistas hacia lo moderno indiscutiblemente tomaban claridad. Las teorías sobre una arquitectura nueva comenzaron asomarse en ciertas publicaciones, congresos, concursos y proyectos. Las expresiones a esta nueva corriente se dieron en caminos desiguales y ante un campo desconocido el proceso de aceptación resulto en ciertos lenguajes únicos de cada región o mejor dicho, regionalismos.

La materialización de la depuración del art deco y el surgimiento de conceptos racionalistas, en el año de 1945 nace la Escuela Constituyentes 1917102, autoría de Zeferino Domínguez Villarreal. Se harían uso de las teorías expuestas desde 1925 por José García Villagrán, que encaminaban hacia una arquitectura de estilo internacional mediante criterios racionalistas. A pesar de ser el primer edificio educativo con rasgos y pinceladas totalmente modernas, guarda detalles art-deco.

Esta es una obra que si le hubieran dado a escoger, elegiría seguir siendo deco, sin embargo la modernidad asechaba ferozmente. Las soluciones constructivas seguían el mismo sentimentalismo que si bien los muros se realizaron de adobe y algunos otros de ladrillo, su cimentación hablaba en un lenguaje moderno entre cimentaciones corridas y aisladas, formando una recia estructura de columnas, trabes y losas en concreto armado.

102

Ramírez, 2007: 47.

91

En el contexto nacional de 1945, la arquitectura moderna pasaba por un momento de gran aceptación como parte de las respuestas a la segunda guerra mundial, en la cual los procesos industrializados y el máximo

aprovechamiento

de

los

espacios

fueron

ejes

fundamentales. Sin duda alguna, teníamos que ser modernos y aunque la Escuela Constituyentes 1917 hubiera elegido otro camino, no queda opción más que aceptar la modernidad. En los tres estilos descritos, entre el neo colonial, neo indígena y art deco, cabe destacar el contraste entre lo exteriores, con elementos tradicionales o

decorativos,

y

los

interiores,

que

incluyen

importantes

innovaciones. La casa con distribución en torno a un patio central cedió lugar a esquemas modernos, de planta compacta. Los edificios de oficinas introdujeron nuevas distribuciones y utilizaron novedosos métodos y técnicas de construcción, además de incluir ascensores y otras instalaciones detrás de sus fachadas.

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103

Imagen: Zeferino Domínguez. Escuela Constituyentes 1917, 1945.

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104

El Cuervo que llego a Saltillo, Mario Pani (1911-1993). / Buena parte de las grandes innovaciones urbanas y arquitectónicas de mitad del siglo XX mexicano provienen de la mano de Mario Pani. La sombra de este arquitecto aparece en el país en los años treinta con un gran proyecto y una, no menos grande, polémica. Y así sería a partir de entonces su florida carrera, colmada de polémicas y grandes proyectos.

Procedente de una acomodada familia vinculada al poder político y diplomático de México y formado en Europa, Mario Pani era un cosmopolita brillante en todos los aspectos y derrochaba la generosidad del que lo ha tenido todo. Su papel como arquitecto le permitió intervenir en todas las escalas, tipologías y temas de la profesión, imaginar la ciudad ideal, proyectar y hacer realidad las Unidades de Habitación corbusianas. 105

104 105

Imagen: José Villagrán García. Instituto de Higiene y Granja Sanitaria de Popotla, 1925.

Arquine, 2013.

93

La ciudad ideal que imagina Pani, es la representación platónica que mezcla el París de Haussmann y la Ville Radieuse de Le Corbusier. Su ciudad se construye siendo los edificios los que la moldean, y es que a Pani le interesaba más la forma que el espacio. Su arquitectura tiene mensajes claros y comunica, haciendo de cada edificio una pieza que conforma un gran mosaico urbano de las utopías del Movimiento Moderno, que Pani haría realidad.

Luchó en todos los campos y apostó a lo grande por soluciones totales, que implican aspectos urbanos, sociales, económicos y políticos. Pani fue el último estratega que se sentó delante del tablero metropolitano para mover las fichas que respondían a un plan. Después de él las lecturas serán fragmentadas, tendiendo a intervenciones autónomas y a episodios urbanos de escala menor.

Para Pani la problemática metropolitana debida al acelerado crecimiento sin planeación, debía intervenirse desde dos acciones precisas: la ciudad desde dentro y la ciudad desde afuera, llevando a la práctica ejemplos de gran magnitud como la Ciudad Universitaria, Tlatelolco o Ciudad Satélite, respectivamente. Sus ideas retomaban los postulados modernos como verdades incuestionables que sólo requerían llevarse a cabo.

Sus edificios de los primeros años enfatizan su condición vertical con el afán de construir un modelo más denso y eficaz de la ciudad; sus multifamiliares harían realidad las unidades de Le Corbusier; y los conjuntos habitacionales materializarían el sueño abstracto de Hilberseimer. Este arquitecto que inventó lo que quería hacer en cada momento de su carrera, llevó a cabo el primer hotel internacional de México, el primer multifamiliar, el primer condominio, la primera super manzana y la primera ciudad satélite. 106

106

Adrià, 2013.

94

Mario Pani, empezó a hacer realidad su sueño urbano a fines de los años cuarenta con el Hotel Plaza, pretendiendo que este fuera el eje que se integrara a la glorieta comercial simulando las propuestas de Le Corbusier para la Ville Radieuse.

Posteriormente

llevó

a

cabo

la

Ciudad

Universitaria, que es la obra colectiva más relevante de mitad de siglo XX. Su importancia radica tanto en la culminación de un proyecto colectivo, en el que participaron más de sesenta arquitectos, como el sueño hecho realidad de los principios

del

Movimiento

Moderno.

Este

ambicioso proyecto asumió la contradicción entre

la

modernidad

idiosincrasia

internacional

mexicana.

Los

y

la

preceptos

corbusianos de planta baja libre, ventana corrida y estructura independiente del plano de fachada, conviven con rampas y escalinatas de corte prehispánico y con materiales del lugar.

La concepción urbana que postulaba Le Corbusier en la Ciudad Radiante hizo eco en Mario Pani para la creación de los primeros centros urbanos, quien comparte el entusiasmo y comprende las virtudes del modelo para densificar la ciudad de México y el impacto formal de dicha transformación. El origen del asunto de la teoría de Le Corbusier se refiere a edificios de gran altura que permitan liberar espacios para dejarlos verdes, con los servicios que requieran en planta baja.

“Por cierto que esta idea no se había realizado nunca, pues en el mismo momento que a mí se me ocurrió hacer el primero, el Multifamiliar Miguel Alemán, Le Corbusier estaba haciendo la Unidad de Habitación de Marsella, que era un edificio de tan solo trescientos departamentos,

pero

se

acabó

después

aproximadamente mil viviendas.” Adrià (2013): 6

de

que

yo

terminara

el

conjunto

de

95

107

107

Imagen Superior: Le Crobusier. Unite d´habitation de Marsella, 1952. Imagen Inferior: Mario Pani. Conjunto Habitacional Nonoalco Tlatelolco, 1964.

96

En 1964, llevó a cabo la Unidad Nonoalco-Tlatelolco. Este macro-conjunto habitacional es la utopía hecha realidad del Movimiento Moderno, el sueño construido que apuntaba Le Corbusier.

La propuesta de Pani ofrecía 1,000 habitantes por hectárea, con 75% de zona verde y todos los servicios integrados en los edificios, invirtiendo la proporción de llenos y vacíos. El conjunto se dividió en tres super manzanas, planeado para 15,000 viviendas, distribuidas

en

edificios

multifamiliares

de

distintas

alturas,

Nonoalco-Tlatelolco

representaba una propuesta de alta densidad, con carácter ejemplar, donde se aplicaron los postulados modernos que Pani supo hacer suyos. 108 El proyecto fue severamente criticado por sus dimensiones, falta de estética y destrucción de los vestigios históricos. Sin embargo, la macroplaza mantiene vivos algunos restos del pasado prehispánico y colonial, incorporándolos a los espacios representativos de la modernidad.

Si este conjunto para 100,000 habitantes llegó a ser el paradigma de la modernidad acrítica de altos bloques lineales, iguales a otros tantos de las periferias metropolitanas del planeta, sería también el parteaguas de la arquitectura mexicana y el principio del declive de la brillante y espectacular carrera profesional de Mario Pani.

Mario Pani fue el publicista y promotor del ideario de Le Corbusier en México. Las soluciones que Pani desarrolló, las circulaciones, la conformación en zig zag del primer multifamiliar que reproducía literalmente el proyecto de la Ciudad Radiante, o el partido urbano de Tlatelolco, van más allá de meras importaciones de un modelo moderno, logro que un “mundo mejor” imaginado a principios del pasado siglo por Le Corbusier, tuviera lugar en México.

108

Adrià, 2013.

97

109

109

Imagen: Mario Pani. Conjunto Habitacional Nonoalco Tlatelolco, 1964.

98

Condenados a ser Modernos. / Fue así, desde la sombra del Cuervo que llega a Saltillo la Arquitectura Moderna.

“La modernidad desde hace cien años es nuestro estilo. Es el estilo universal. Querer ser moderno parece locura: estamos condenados a serlo, ya que el futuro y el pasado nos están vedados.

Pero la modernidad no consiste en resignarse a vivir este ahora fantasma que llamamos siglo XX. La modernidad es una decisión de, un deseo de no ser como los que nos antecedieron y un querer ser el comienzo de otro tiempo. La sabiduría antigua predicaba vivir el instante, un instante único y, sin embargo, idéntico a todos los instantes que lo habían precedido.

La modernidad afirma que el instante es único porque no se parece a los otros: Nada hay nuevo bajo el sol, excepto las creaciones e inventos del hombre; nada es nuevo sobre la tierra, excepto el hombre que cambia cada día. Aquello que distingue al instante de los otros instantes es su carga de futuro desconocido. No repetición sino inauguración, ruptura y no continuidad.” Octavio Paz. “Prólogo” En: Poesía en movimiento, México 1915-1966.

México, Siglo XXI editores, 1966 p.5

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El deseo de una arquitectura moderna en Saltillo se materializaría hasta casi mitad de siglo XX, en 1944 de la mano del Arquitecto Mario Pani con la construcción del Hospital Civil de Saltillo. Espacios abiertos, uso de columnas, ventanas horizontales y el uso de rampas fueron claramente algunos de los puntos dispuestos por Le Crobusier y que ahora la sombra del cuervo llegaría a Saltillo. Así es, la modernidad llego a Saltillo por la puerta grande, Mario Pani edificó lo que hoy se conoce como el Hospital Universitario, una obra que marca una ruptura en la arquitectura saltillense, de formas puramente racionalistas que dieron un nuevo mensaje en la arquitectura local.

Si algo de cerca estuvo Saltillo en el contexto de la arquitectura internacional, sin duda fue con este edifico. Terminado en 1950 y abriendo sus puertas en 1951, cambio indiscutiblemente el rumbo de la arquitectura local. 110 Teóricamente todo el edificio contiene elementos de gran valor moderno, sin embargo una cosa en particular destaca con mayor eco durante los años, el replanteamiento de materiales regionales. Saltillo desde el siglo XVIII ha sido región productora de ladrillo de mucha calidad, y ejemplo de esta es el sin fin de obras edificadas en la ciudad con esta material, su uso y técnica a través de los años se perfecciono.

Si bien en cuestión de función y forma existió una ruptura y avance muy importante, ahora la materia tomaría tintes tradiciones. La historia de la arquitectura simplemente es un juego de vaivén, si antes la estructural pedía formas nuevas, ahora las formas pedirían envolventes tradicionales. Una postura sumamente inteligente e interesante y que responde a la interrogante más importante y sobre todo correcta. ¿Cómo ser modernos sin dejar de ser saltillense?

Ante nuevas propuestas siempre cabe la posibilidad del rechazo y eh ahí el acierto de Pani.

El arquitecto necesitaba crear un vínculo en donde las personas se identificaran con el nuevo edificio, un vínculo que diera vida al edificio a pesar de que fuera algo que nunca habían visto antes, un vínculo de aceptación en la ciudad y ese vínculo fue mediante el ladrillo, envolvió formas nuevas con materiales tradicionales.

110

Recio Dávila, 2008.

100

Técnicamente el acomodo del ladrillo se le llama “aparejo flamenco”, mencionado anteriormente en obras como Casa Purcell, en el que al terminarse el muro queda a la vista uno de los lados largos seguido de un lado corto del ladrillo y así sucesivamente. El arquitecto Pani tomo esta misma técnica haciendo una variación en la configuración cromática. Una variante que pareciera tan insignificante y sencilla llegaría a tener grandes consecuencias en las construcciones locales, el arquitecto Mario Pani uso una combinación de colores, colocando el lado largo en tonalidades claras, propias de la misma arcilla con la que se fabricó el ladrillo y el lado corto lo contrasto en tonos oscuros.

Pareciera tan insignificante cambio, sin embargo ante lo frio y geométrico de los volúmenes, impregno una dinámica y ligereza, así como una solución plástica innovadora, una tendencia que sin duda marco época en la ciudad, siendo el estandarte preferido de las construcciones realizadas por parte del estado, identificando regularmente en obras educativas sin embargo hasta las más pequeñas viviendas de la ciudad se vieron impregnadas de esta variante. El emplazamiento del edificio se configuro a partir de dos bloques en los extremos, donde concentra la mayor parte de la actividad del hospital, bloques duros sin mucho juego, suavizados por dos líneas paralelas de ventanas horizontales. En el centro de estos dos bloques se cruza perpendicularmente un volumen destinado a las circulaciones en rampas y con apertura a los costados, en el exterior entre estacionamientos se genera un ambiente de arboleadas y paisaje natural. En si la configuración completa del edificio pareciera una I, agregándole simplemente en el centro de la fachada frontal un semi círculo que enmarcaría el acceso principal y con la peculiaridad moderna de remeter las columnas, impregnando el efecto de que este elemento suspende en el aire.

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La Herencia de Mario Pani en Saltillo: Alfonso Gómez Lara / Alfonso Gómez Lara nació en la capital del país y aposto por Saltillo. Fue un gran personaje dedicado a las artes, inicio su camino cuando ingreso a la Academia de San Carlos en 1937, con maestros como Pastor Velázquez y Bárcenas. Sin embargo, no fue hasta 1938 que de la mano del maestro Genaro Blacio acaricia la perfección en el óleo, dibujo y perspectiva.

Su andar en la arquitectura fue autodidacta a base de gran trabajo alcanzo una calidad impecable, llego a colaborar en Saltillo con Mario Pani, Zeferino Domínguez y convirtiéndose indiscutiblemente en uno de los autores principales del sector residencial en Saltillo, un paseo por la Colonia Republica ilustra parte de su trabajo en la ciudad.

Su experiencia impulso a la Facultad de Arquitectura y la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Coahuila, siendo parte de los maestros fundadores de dichas instituciones. En 1986 se desempeña como coordinador general de Difusión Cultural de esta casa de estudios.

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El sueño del Hospital Civil de Saltillo se realizó entre años de incertidumbre y una ardua labor de quienes impulsaron aquella visión puesta en el futuro de la ciudad.

La historia sobre el origen del hospital no fue menos enredada que otras y bueno al final esos nudos son parte esencial de cada historia, resulta que alrededor de 1943 - 1944 el proyecto arrancaba labores en la ciudad.

El archivo histórico de Mario Pani está repartido entre la UNAM y mayormente el ITESM campus Monterrey, quienes en fuentes de su Fototeca guardan archivos de proyectos realizados por el arquitecto en la ciudad de Saltillo fechados en el año de 1937111, a pesar de que los proyectos guardan semejanzas muy grandes existen algunas diferencias. Lo lógico sería pensar que es el mismo proyecto solo que se redujo su tamaño, que en realidad es lo más viable.

Lo interesante es que estaríamos hablando de esta obra como la primera oleada de proyectos del arquitecto en México, recordemos que él llega de Francia en 1934 al finalizar sus estudios en Bellas Artes de Paris y comienza su producción en 1935 con el Hotel Reforma en la Cd. de México, diseñado por Obregón Santacilia y heredado a Pani, por así decirlo.

Sin embargo siguen existiendo algunos vacíos… si es que la fecha de 1937 es verdadera, ya que la idea de construir un hospital en Saltillo nació hasta entrada la década de los cuarentas. Resulta que cuando estalla la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) un grupo de industriales y comerciantes saltillenses juntaron 500 mil pesos y se los enviaron al entonces presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1964)

como parte del apoyo de la ciudad al

conflicto militar, el cual de igual forma nos describe como era en aquellos años la población en Saltillo, sumamente patriótica y conservadora, con principios muy arraigados.

El presidente Ávila Camacho rechazo rotundamente la oferta y les contesto que destinaran ese dinero para alguna obra en la ciudad. Entonces, fue que se fundió la visión de hacer el Hospital Civil de Saltillo.

111

Fototeca Tecnológica de Monterrey.

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Entonces recapitulando los hechos, existen proyectos de 1937, pero la idea de hacer un hospital nace alrededor de 1941 y estamos hablando que dicho hospital se inicia alrededor de 1943-1944.

-¿Listos, Preparados? Ahí viene la pregunta del millón y el meollo del asunto… Si no existía la intención de hacer un hospital en 1937 - ¿Para qué y para quien era ese primer proyecto desarrollado por Mario Pani en Saltillo? y ¿Por qué es importante?

Realmente este proyecto formaría parte de la temprana producción del arquitecto y a pesar que la ciudad ha tenido grandes personajes a cargo de las construcciones locales, es hasta este momento que realmente cobraría sentido aquella frase de Octavio Paz “Condenados a ser Modernos” Saltillo aposto por un arquitecto joven no consolidado y que con el paso de los años seria como pocos.

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Señores llego a Saltillo la modernidad por uno de los arquitectos más grandes de la historia.

Y ya que lloramos, suspiramos y vibramos por tan emotivo momento… regresemos a la historia, porque no todo sería flores.

Fue así que en 1946 sin más ni más, aquellos 500 mil pesos se terminaron y quedaría el edifico en obra negra. Sin mencionar nombres la obra quedo abandonada y no existió ningún interés del gobierno por rescatar el edificio, por algunos años el sueño de ser modernos simplemente coqueteaba en la ciudad y aquel sueño quedaba en el olvido.

107

Pasaron los años y el proyecto que había sido una esperanza de modernidad ahora era un sueño abandonado, ante lo lamentable y desilusionador que pudo a ver sido el panorama, el destino volvería a sonreír a la ciudad. Una sonrisa que robaría el destino al gobernador Raúl López Sánchez. Tras una espera de dos años el 6 de junio de 1948 llega a la gubernatura del estado de Coahuila Raúl López Sánchez, recordado por el gran impulso y desarrollo que llevo en materia de infraestructura, su gran amistad con el presidente Miguel Alemán favoreció y facilito la gran labor que se promociono a lo largo del estado, obras que ningún otro gobernador ha realizado.

Un mes después de tomar posesión, el gobernador López Sánchez se dirigió a la Cd. De México para tratar con constructores, en donde llego a una empresa llamada Constructora, S.A. quienes empezaron a trabajar sobre el proyecto del Hospital Civil de Saltillo.

A palabras de Alfonso Gómez Lara… “…Le agradó como manejé sus proyectos. Al mes de que el tomo posesión, me llamaron del despacho de don Carlos Soriano, quien era el dueño de la empresa, y ahí estaba don Raúl solicitando que me viniera a Saltillo. Le explique al señor gobernador que no podía abandonar mis funciones en la Dirección de Ingenieros de la Secretaria de la Defensa Nacional, donde trabajaba también. A los dos días, el secretario de la Defensa me entrego un oficio donde se me obligaba a presentarme, en menos de 48 hrs, a las órdenes del gobernador López Sánchez. Así es como llegue a Saltillo. Contra una orden militar ya no pude hacer nada.”

El gobernador tenía una clara visión de cómo sacar del abandono dicho proyecto y con esa claridad también conocía las personas que requería para tan importante labor.

Que gran sonrisa daría el destino o quizás condena como dirían algunos románticos, es así que entre la herencia de Mario Pani y Raúl López Sánchez que llega Alfonso Gómez Lara a la ciudad de Saltillo, vaya forma de llegar e insistencia del gobernador. Bueno, que les puedo decir cuando uno lo sabe, lo sabe, no hubiera existido arquitecto que desarrollara tan ardua labor como Alfonso Gómez Lara.

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Inmediatamente a esto y al frente de Alfonso Gómez Lara fue que se iniciaron las labores para concluir el hoy llamado Hospital Universitario. A este hospital se le empezaron a incorporar cosas muy interesantes. Entre ellas, se utilizó el ladrillo de Saltillo de una forma totalmente novedosa: los muros encasetonados, es decir, existe una capa de aire intermedia en la construcción de ladrillo para evitar el calor en el interior. Tenía ventanas de doble vidrio, también para evitar el clima extremo. Incluso, se le puso un equipo hidroneumático de una caldera por donde estaba girando el agua, se instaló una planta eléctrica independiente.

El piso de granzón negro, con tiras de metal soldadas para hacer “tierra” por si cae algún instrumento que provoque chispas este no ocasionara una explosión con los gases de la anestesia. Era un hospital sumamente avanzado en su momento y era tremendamente grande y maravilloso. Cubría totalmente las necesidades que la ciudad demandaba.

Durante la administración de López Sánchez, el hospital se terminó, supervisando la obra él personalmente.

Terminar el hospital conllevo un gran reto para Gómez Lara ya que el tiempo era limitado, además no había gente en Saltillo para esa obra, el 90 % de los trabajadores eran traídos de la Cd. De México a un alto costo. Trabajando para Constructora, S.A. como residente en Saltillo, Gómez Lara vio que en tres años era imposible concluir el trabajo al ritmo con el que empezó. Alfonso Gómez Lara hace la petición de ser autónomo en la toma de decisiones para los contratos de los constructores y para las obras; resolviendo todo en Saltillo sin necesidad de pedir autorización a la compañía en México. Ese momento se convierte sumamente importante, cambiando el rumbo de la obra; entre Gómez Lara y López Sánchez se decide la formación y capacitación de saltillenses para realizar los trabajos. Entonces se preparó gente en el Instituto Tecnológico de Saltillo mientras lo construían, ahí se capacitó a la gente instalando y quitando mosaicos, azulejos y enyesando los talleres, en 15 días la gente aprendió.

Fue así que el edificio avanzó y fue concluida la obra el 14 de julio de 1950 inaugurado por el entonces presidente Miguel Alemán, sin embargo entro en operaciones hasta el 20 de noviembre de 1951.

109

Saltillo

espero

exactamente

hasta

mitad de siglo XX para ver por primera vez una obra moderna en la ciudad, que entre esfuerzos de grandes personajes de la entidad, el gobernador Raúl López Sánchez y Mario Pani dejaron un patrimonio moderno más allá de lo arquitectónico,

y que se

mantuvo vivó a través de los años por Alfonso Gómez Lara.

110

Arquitectura Criolla: Herencia de Zeferino Domínguez. / De esta manera se daría el cierre de la primera mitad del siglo XX, entre el recibimiento de grandes arquitectos a la ciudad, la madurez de la trayectoria de Zeferino Domínguez y el eco de influencias que hasta hoy deja su impecable producción arquitectónica en cada rincón de la ciudad.

Don Zeferino Domínguez llegaría a su cúspide, en una década llena de grandes y muy importantes obras, como fueron el Instituto Tecnológico de Saltillo, la Escuela Industrial Femenil de Coahuila (Hoy Secundaria Margarita Maza de Juárez) y Los Silos de Molinos “El Fénix” por mencionar algunas de tantas obras realizadas en la última parte de su trayectoria.

Paralelamente al Hospital General, se dio otra obra igual de importante. En 1943, bajo la voz del gobernado Benecio López Padilla nace la intención de crear la primera Universidad en Coahuila. La encomienda seria confiada a Don Zeferino que para 1944 dio inicio a la construcción de dicha obra. El proyecto continuó con el uso masivo de concreto; sin embargo no presenta grandes rupturas en cuestión de forma y función, lo especial se presenta en una magia peculiar que pocos han descubierto detrás de esa fachada de finos y elegantes trazos renacentistas.

La primera universidad en México data del año 1553, fue desde aquel año que se inaugura la Real y Pontificia Universidad de México, en tiempo del antiguo virreinato de la Nueva España. Resulta que en 1922 al tirar la construcción, José Vasconcelos rescata la figura de piedra que enmarcaba el acceso de dicha universidad y la integra a la fachada de lo que se conoció como el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, hoy en día dicha construcción alberga las oficinas de Bellas Artes en la Cd. de México.

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El gran acceso principal del Instituto Tecnológico de Saltillo, al final de todo cobra un sentido especial, resultando ser la réplica exacta de aquel acceso en la Real y Pontificia Universidad de México. Claro, llevando aquellos antiguos trazos a una escala monumental jamás imaginable. Es así, que se concibe la primera Universidad en Coahuila, con un linaje Real y descendencia directa de la primera universidad de México.

Pero bueno, no nos emocionemos para ver terminada la obra de la Universidad Coahuila tendríamos que esperar la segunda mitad del siglo XX. En esta ocasión, el destino tendría algo especial preparado para cambiar el curso de la arquitectura saltillense. El proyecto desde su inicio en 1943 se vio envuelto en episodios de inestabilidad política y no era para menos, la primera universidad del estado y en la región era deseada por muchas ciudades, y fue así que tan solo a un año de haber dado inicio a los trabajos de obra, el gobernado a cargo Ignacio Cepeda daría un gran receso a la construcción que dejaría en el olvido durante los próximos años.

El ahora Instituto Tecnológico de Saltillo estaba pensado que formara parte de la Universidad del estado, sin embargo fue el gobernado Raúl López Sánchez que le dio autonomía propia al Tecnológico. Para, el gobernador López Sánchez fue de suma importancia concluir la obra, ya que normalmente al entrar un nuevo gobernante se pierde la importancia de lo que hizo el anterior y quedaría nuevamente en el olvido.

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Imagen: Antiguo acceso de la Real y Pontificia Universidad de MĂŠxico.

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Reanudando las labores de obra, se sumaron al equipo de trabajo la Constructora, S.A., Zeferino Domínguez y Alfonso Gómez Lara que se encontraba en la construcción del Hospital General. Con la implementación de la capacitación desarrollada en el hospital, el gobernador López Sánchez aposto por preparar carpinteros saltillenses y para esto no escatimo ni en lo más mínimo, equipó los talleres de carpintería y trajo a un maestro italiano para que se hiciera a cargo; pidió un tráiler con madera de caoba directamente de Yucatán. Llegó el carpintero Luis Ferro y les enseño las técnicas. Todas las puertas del Instituto Tecnológico de Saltillo fueron hechas por saltillenses. Durante la construcción a iniciativa de Constructora, S.A. y de López Sánchez se formaron carpinteros, plomeros, electricistas, mosaiqueros, yesero y azulejeros. Al final solo quedaron cinco maestros de la Cd. De México y el resto fue equipo saltillense. Fue así que el 6 de enero de 1951 abre sus puertas el Instituto Tecnológico de Saltillo, en lo que sería el último año del gobernador Raúl López Sánchez, vaya periodo.

Podrimos decir que de esta manera se cierra un ciclo de madurez en la trayectoria de Zeferino Domínguez y aunque posteriormente tendría algunas obras con tintes modernos su mayor herencia fue el patrimonio edificado en la primera mitad del siglo XX. Pero…

- ¿de qué herencia hablamos exactamente?

Sin darle más vueltas al asunto, empezare a explicar la herencia de Zeferino Domínguez con el ejemplo de la grandiosa obra de la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente, y digo grandiosa porque en lo personal es la pieza más exquisita de arquitectura del siglo XX, repito en lo personal y ahí les va porque. Zeferino Domínguez deja una gran línea y genealogía en su obra, introdujo a Saltillo totalmente en las tendencias de época, si bien la arquitectura Neocolonial la tomo de salida, para la llega del art deco Zeferino estuvo al pie del cañón, con lo último de la arquitectura de aquella época, lo que me lleva a pensar… ¿Cómo le hacía? No existía Sanborns o Librerías Gandhi para ir a comprar libros y revistas, mucho menos internet. A pesar de que Saltillo siempre ha sido un nudo de caminos, dudo de la eficacia en la correspondencia; yo creo que es igual que hoy en día, el que quiere puede y el que busca encuentra.

114

Es uno de los valores mĂĄs grandes que encuentro en Zeferino DomĂ­nguez, fue un

115

personaje dentro de la arquitectura saltillense que quiso y pudo, busco y encontró. Ya que muchas de las obras de Zeferino descienden de linajes inesperados y lugares inimaginables.

Ante lo extraño que pareciera las adaptaciones de Zeferino Domínguez Villarreal a la arquitectura local, existe otro grandísimo valor en ellas.

Encontró, pero sobre tradujo estilos internacionales que formaron un lenguaje único en la región, denominado en palabras del arquitecto Arturo Villarreal Reyes como Art Deco Criollo. El Arq. Villarreal explica y define el art deco criollo como aquella mezcla que se da entre el estilo neo colonial y el art Deco, lo cual resulta en una arquitectura sumamente interesante; con la que hemos vivido rodeados desde entonces.

A ciencia cierta no creo que esta traducción se haya dado intencionalmente, mi interpretación personal me lleva a las raíces de cada persona y la difícil digestión de nuevos estilos. Así es, el art deco llego de manera casi inesperada, imagínense aquellos años, era algo inédito, algo nunca antes visto.

Claro, entonces se traduce el art deco con las raíces e identidades locales, que en aquellos años era la arquitectura neo colonial, es como resulta este lenguaje único y casi inexplicable para muchos, pero para el saltillense fue algo demasiado normal y fue la manera casi por instinto de Zeferino, para introducir nuevas tendencias sin romper los esquemas culturales ya existentes de la ciudad.

En cierta manera dicha etiqueta pareciera echa a la medida y se adapta al paso de la trayectoria de Don Zeferino. En primera instancia, el deco fue el estilo que predomino en la época y trayectoria de Zeferino Domínguez Villarreal, que en un principio lo adapto con toques neo coloniales, desvaneciendo las nuevas tendencias con las viejas, logrando una un sentido de apropiación e identidad, único en la ciudad inclusive un común denominador en la arquitectura norestense. Con los años integro el deco a corrientes racionalistas.

116

Estos choques tan sutiles fueron la clave del éxito y aceptación, del que hoy en día nos referimos con respeto como la arquitectura, pero sobre todo como herencia de Don Zeferino a Saltillo.

La

arquitectura

criolla

comenzó con fue aquella insólita pieza de la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente

y

que

impresionante

dejo de

una

oleada

influencias

e

inspiraciones en la ciudad, y por ahí dicen que también más allá de los límites mexicanos.

Los finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta, fue una época que pareciera en Saltillo como si todos quisieran estrenar la segunda mitad del siglo XX con edificios nuevos, en cierta manera la modernidad se comenzaba a respirar y la arquitectura fue el aire elegido por muchos para recibir los nuevos años venideros. Fue el caso de los siguientes edificios que a la par de la Ateneo Fuente, forman un triángulo de influencias para recibir juntos los años cincuenta.

117 113Uno

forma parte de las instituciones educativas más influyentes en América Latina en su

área, así es hablo de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, U.A.A.A.N.114 que inauguró su edificio principal en compañía del presidente Miguel Alemán (1946-1952) y el Secretario de Agricultura y Ganadería de Coahuila, Nazario Ortiz Garza (1946-1952).

Por otra parte hablo de una empresa saltillense con más de 100 años de existencia que entre 1947 y 1948 realiza el primer “rascacielos” en Saltillo, así es el edificio que alberga hasta hoy la empresa Café Oso115, fue el primer edificio de altura en la ciudad; obra de la constructora regiomontana FYUSA y el Ing. Osuna.116

Vayamos por partes, primero el edificio principal de la U.A.A.A.N., indudablemente guarda aires de la Ateneo Fuente, desde su emplazamiento, el recorrido vehicular por los jardines de acceso hasta la composición volumétrica. Se repite la configuración horizontal y el volumen central que sobresale del cuerpo del edificio; arcos en el centro y rectángulos en los costados, cada vez con más insinuaciones funcionalistas.

113

Imagen: Edificio Principal U.A.A.A.N. UAAAN, 2009.

115 El Heraldo de Saltillo, 2015.

116 información proporcionada por Arq. Héctor Laredo Ramón.

114

118

117

Mágicamente encontramos un aire muy familiar con el edificio del Café Oso. Así es, persiste la influencia del Ateneo Fuente y U.A.A.N. sin duda ya con un lenguaje moderno.

Una fachada compuesta por tres volúmenes escalonados, una materialidad tradicional de ladrillo y concreto, con un toque totalmente moderno como es la transparencia del vitroblock, una transparencia que no solo marca una materialidad, si no igualmente condiciona la forma de este elemento; que históricamente sería un arco, ahora una composición recta a lo largo de la fachada. La condicionante moderna entre materia y forma es indiscutible, el hecho de ser el primer rascacielos de Saltillo continúa con el poder y el nuevo aire de la época.

Entre influencias y despedidas, es que la arquitectura criolla de Don Zeferino se filtra entre las construcciones locales. La modernidad en Saltillo, tuvo que esperar a mitad

117

Imagen: FYUSA. Edificio Café Oso.

119

de siglo pero sin duda su llegada fue notoria y su presencia imponente. El camino ya estaba trazado, solo existía uno y era claro, el de ser modernos.

¿What`d I Say? / 118 Corría el año de 1932 la ciudad de Syracuse, Nueva York y Estados Unidos celebraran la inauguración del Niagara Mohawk Power Building, convirtiéndose en la sede de la empresa de servicios eléctricos más grandes de todo Norte América.

- ¿Se imaginan como tendría que ser un edificio de tal envergadura?

Transportémonos a los años treinta en Estados Unidos, potencia mundial, empresarios neoyorkinos deciden construir un edificio para su empresa de servicios eléctricos y el Art Deco por su puesto en su resplandor. Ese edificio, tenía que ser sin duda una visión del futuro en un mensaje lleno de tecnología, formas y materiales futuristas, y ciertamente ese edificio fue el Niagara Mohawk Power Building autoría de los arquitectos Bley & Lyman.119 El edificio cuenta con una presencia urbana majestuosa, un volumen monumental central enmarca el acceso y da la bienvenida de una manera espectacular, desprendiendo a sus costados dos alas escalonadas que forman el cuerpo del edificio. -¿eso ya lo había leído antes, no? - ¡claro! (Eso SI fue un copy paste del apartado del Ateneo Fuente) -¿What`d i say? algunos podrán decir que es copia120, la verdad es que a pesar de que guardan gran afiliación estilística son muy distintos, así que vámonos por partes.

Primero, las fechas hacen difícil que existiera alguna influencia, el edificio neoyorkino comienza en 1930 y se termina en 1932 y el saltillense en 1932-1933, las redes para la difusión de libros y revistas no creo que tuvieran el alcance de llegar a una provincia mexicana y de así serlo Zeferino Domínguez se mantenía al día como pocos o quizás como ninguno en la ciudad. Sin embargo, esto simplemente es una hipótesis personal y cada quien pudiera tener su propia deducción.

118

¿Qué es lo que tendría que decir?, Nombre del sencillo y álbum de Ray Charles en 1959.

Buffaloah, 2011.

120 Entrevista personal con “Chema” Morales, comenta sobre una influencia de un edificio Ingles en Zeferino, mientras que Ochoa Ruesga confirmaba que la influencia era Norte Americana, no se pudo confirmar el dato exacto, el Niagara Mohawk Power Building, resulta de la búsqueda personal con las pistas existentes.

119

120

Segunda parte, si bien los dos son muy buenos ejemplos de art deco de época, uno mantiene su postura totalmente en la tecnología y el futuro, con trazos sumamente duros, que a estos incorporan una interpretación futurista de la época, con el juego materia-forma entre ladrillo y metal; mientras que el Ateneo Fuente es de trazos más amigables, bloques rígidos pero con la integración de las arcadas en el volumen central suavizan en gran parte la configuración de la fachada y bueno ni que hablar de la materia del edificio, una composición casi monocromática con materiales de la región, muy adaptables con el contexto.

Tercera y última, al final esa pequeña platica con “Chema Morales” me dice que tiene algo de cierto en sus palabras cuando mencionaba la influencia Inglesa. Hablemos del emplazamiento y la relación con el contexto de cada uno, el Niagara Mohawk Building mantiene en plenos años treinta un emplazamiento tipo colonial abordando hasta el límite del terreno, en una presencia inmediata a la vialidad.

121

121

Imagen: Bley & Lyman. el Niagara Mohawk Building , 1932.

121

En cambio y lo que mantiene vivo en todo momento al Ateneo Fuente son sus famosos jardines, un emplazamiento remetido a la vialidad que genera un espacio para el paisajismo y lo que fue en un principio una rotonda para el acceso de los automóviles, por lo cual podría llegar a coincidir en aquellas influencias inglesas. Además de generar grandes jardines, este espacio regala un respiro a la vialidad y con un alto cuidado de la contaminación en el paisaje urbano, manteniendo en todo momento una noble adaptación al contexto (vaya que cuando se construyó el Ateneo Fuente el único contexto era el entronque de la carretera Monterrey-Piedras Negras).

Entre algunas y otras posturas se entrelazan los hilos conductores de la historia sobre el origen de ciertas obras. Esta parte de la investigación simplemente pretende poner las cartas sobre la mesa y más que dar respuestas, es dejar un campo de reflexión en el lector.

Sin embargo, los ecos siguen y la influencia del Ateneo Fuente marcaria la arquitectura en la ciudad e inclusive más allá de las fronteras mexicanas. Después de seguir la investigación sobre la descendencia del Ateneo Fuente, se encontró con un edificio que realmente derrumbaría cualquier argumento, imposible defender que no existe una copia. Ahora sería en el estado de Utah, un edificio con el mismo programa arquitectónico, una preparatoria. El beneficio de la duda con esta obra estaría terminado.

El edificio para la Ogden High School

122

pareciera sin duda alguna el hermano perdido de

la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente, la semejanza es innegable. La metería, los colores, el volumen central se configura con una especie de arcos y los volúmenes laterales con ventanas rectangulares, hasta el contexto en que está emplazado es similar, montañas de fondo, árboles que rodean el edificio, un gran jardín que dirige al acceso; las similitudes son interminables. ¿Ahora quién podrá defendernos?

Pero tiempo, en todos hermanos inclusive gemelos siempre hay uno más grande que otro.

Así es, resulta que Ogden High School123 data del año de 1937 y recordemos que el Ateneo Fuente se terminó en 1933.

122 123

Autoría del Arquitecto Leslie Simmons Hodgson.

D. Cornell, 2011.

122

Que gran alivio y que gran orgullo, el Ateneo Fuente sin duda ha pasado cada una de las pruebas. Su concepción fue un gesto sumamente contemporáneo a su época, su presencia ha sido inspiración para otras y al paso del tiempo se mantiene cada día con más vida, sin duda me llena un sentimiento de orgullo el hablar de esta obra - ¿What`s I Say?... vaya condena.

124

124

Imagen: Leslie Simmons Hodgson. Ogden High School, 1937.

123

125

125

Imagen: Zeferino DomĂ­nguez Villarreal. Ateneo Fuente, 1933.

124

Siguiendo el árbol genealógico de obras saltillenses, dejaremos en paz a Zeferino Domínguez… solo por un momento.

Por qué el edificio que sigue, por más que eh buscado defenderlo nomás no se deja. El siguiente edificio no realizare una crítica, porque como dice Juan Gabriel -Lo que sé que ve no se pregunta. - ¿porque no, mejor analizamos dos caminos iguales que llegaron a destinos diferentes? A continuación se presenta una cronología paralela: 1939 Distrito Wilshire, Los Angeles, California encontramos el May Company Building, una de las tiendas departamentales más elegantes de la ciudad.126 1941 Saltillo, Coahuila encontramos el Cine Palacio, el cine más elegante de la ciudad.

-¿What`d I Say?

126 127

Los Angeles Conservancy, 2016.

Zócalo Saltillo, 2014.

127

125

1994 Julio, May Company Building, es considerado Monumento Histórico-Cultural de los Angeles por la Comisión de Patrimonios Culturales de la ciudad. Catalogado por Los Angeles Conservancy como “el ejemplo más grande de Stream Line Moderno restante en la ciudad” 128 1994 El edificio es adquirido por Los Angeles Country Museum of Art, LACMA (Museo de Arte del Condado de Los Ángeles)129 2012 The Academy llega a un acuerdo millonario con LACMA sobre los próximos 55 años, interviniendo y restaurando el antiguo edificio de May Co. para realizar The Museum of Academy of Motion Picture Arts and Sciences, (En palabras burdas, el muso de la Academia, el museo de los Oscars.) 130 2012 Comienzan la obra para The Museum of Academy of Motion. Diseñadada por el arquitecto ganador del premio Pritzker 1998, Renzo Piano. Se estima terminen la intervención en el año 2017.131 2014 Anuncian la venta del Cine Palacio a empresarios regiomontanos, saltillenses inician movimiento para evitar que tiren el edificio.132 2014 Según entrevista para el periódico Zócalo Saltillo el ex gobernador de Coahuila (19871993), Eliseo Mendoza Berrueto considerò que no era posible salvar el Cine Palacio, pues su valor artístico no es mayor.133 2015 Septiembre, Se respeta fachada original del Cine Palacio y dan inicios a los trabajos de remodelación para convertir el edificio en una zapatería.134

128

Los Angeles Conservancy, 2016.

Idem.

130 The Academy, 2105.

131 Idem.

132 Zócalo Saltillo, 2014.

133 Idem.

134 Idem.

129

126

Es increíble como dos edificios hermanos tendrían un fututo tan distante. Mientras uno es considerado una gran joya arquitectónica, arropado sus pasos en un entorno de lujos y una vida de arte, cobrando valor con los días y aprovechado para una idea de conservación, exposición, elegancia y tecnología. Por otra parte, su hermano gemelo es un simple recuerdo para unos cuantos, sus pasos fueron cansados en un entorno donde el mejor postor se lleva a casa lo que su bolsillo le permita, un entorno donde lo joven y nuevo se premia, lo viejo se desecha y la memoria no existe.

El Cine Palacio es un episodio lamentable en la conservación de patrimonio cultural saltillense, vemos como un edificio totalmente idéntico se convierte en un símbolo de valor mientras que en Saltillo se reduce a un simple lugar comercial, donde realmente no importaría la forma, estilo o color simplemente importa el punto de venta.

-¿Cuál fue la diferencia? – El lugar, la valorización del patrimonio cultural en Saltillo se ha dejado en manos de las instituciones gubernamentales, cuando es obligación y tarea de una ciudad completa.

En cambio Los Ángeles, una ciudad con un movimiento artístico-cultural que se vive y respira a través de cada ciudadano, la conciencia sobre el patrimonio cobra un papel esencial, igual que la edificación de nuevos edificios, la planeación urbana, la tecnología y el medio ambiente así como la escena artística, en conjunto van de la mano en la formación cultural de la sociedad angelina.

Sencillamente, la cultura es un reflejo de la sociedad. -¿What`d I Say?

127 135

135

Imagen: Renzo Piano. Academy Museum of Motion Pictures, 2013.

128

Sigamos en el camino y regresemos con Zeferino Domínguez, ahora el destino

es una celebración de

Revolución

mexicana,

20

la de

Noviembre de 1945 se inaugura el edificio para la Escuela Industrial Femenil de Coahuila.136 Es verdad, ya casi mitad de siglo y la distinción de profesiones entre hombres y mujeres eran abismales, tanto así que esta escuela a idea e iniciativa de Doña Carlota Duarte de López Padilla daba una formación especial a las mujeres saltillenses de la época, con prioridad a las actividades hogareñas dejaban de lado la educación técnica.

El diseño responde a la autoría de Zeferino Domínguez, quien retoma con pinceladas funcionalistas elementos de estilo Streamline y rasgos Art Deco.

136

Ramírez, 2007. :58

129

137

Una bella pieza arquitectónica típica de época saltillense, sin duda. Pero, una pieza perdida con su hermana en Monterrey, Nuevo León. Así es, una herencia más de la constructora regiomontana FYUSA, más no la última. En 1936, el ingeniero Francisco Osuna Treviño fue el autor de la construcción, gran obra representante del Stremline y Art Deco regiomontano, aunque lamentablemente hoy en día se encuentra en abandono. 138 La hoy Margarita Maza de Juárez se configura en un sentido mayormente horizontal, mientras que la Escuela Nuevo León guarda proporciones más compactas y un juego volumétrico armonioso. Sin embargo, cada elemento es muy similar, desde los pretiles escalonados, el acceso y los elementos en semicírculo que lo acompañan, así como la orientación de las ventanas.

137 138

Imagen: FYUSA. Escuela Nuevo León, 1936.

Fermín Téllez, 2011.

130

Personalmente, me parecen más contrastante el juego de las proporciones y ritmo de la escuela regiomontana. Sin embargo algo que siempre, siempre es vigente en la arquitectura de Zeferino Domínguez es la escala con la que se emplaza y adapta el edificio con el contexto urbano, de nuevo deja un respiro entre el acceso y la vialidad creando siempre espacios de bienvenida y relación.

139El

juego del edificio que permite y

provoca

las

diferentes

relaciones

usuarios,

así

entre como

los la

adaptación al contexto; siempre es algo que en lo personal me parece una arquitectura con mayor valor y ese valor está presente en cada obra de Zeferino Domínguez; más allá de la forma o la estética.

Como

mencionaba

antes,

prueba de esto es la vigencia en su arquitectura, como por una parte una pieza

tan

encuentra

bella en

de

streamline

Monterrey

se

totalmente

abandonada y en Saltillo desde su inauguración

se

ha

mantenido

en

función durante décadas. - ¿What`d I Say?

139

Imagen: Zeferino Domínguez Villarreal. Escuela Industrial Femenil, 1945.

131

140

La Llegada. / Fue así, que recibiríamos los años cincuenta, entre una madura trayectoria de Zeferino Domínguez, la sorpresiva llegada de Alfonso Gómez Lara a la ciudad y por fin la preparación de los primeros jóvenes saltillenses estudiando arquitectura. La llegada de la primera generación de arquitectos modernos a la ciudad se da tras su preparación en la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey; de la mano de los grandes personajes de la arquitectura nacional es que fueron preparados y regresaron con una sola misión, consolidar el Saltillo Moderno.

Esta generación se conforma por algunos arquitectos que por destino no nacieron en Saltillo, pero tomaron las raíces como propias, para apostar y desarrollar su trayectoria en la ciudad.

Arquitectos destacados como Alfonso Gómez Lara, José María Morales, Jesús Ochoa Ruega y Héctor Laredo Ramón serian parte de la generación que ayudó a consolidar un Saltillo moderno. Su labor en la ciudad trascendió más allá de la arquitectura, su excelente preparación permitió que a lo largo de sus carreras intervinieran en cuestiones educativas, aportaciones artísticas, puestos administrativos dentro del gobierno, participaciones sociales y altruistas, y claro parte fundamental de la planeación y producción arquitectónica de la ciudad.

140

Diego Rivera. El hombre controlador del Universo, 1934.

132

Por una parte oriundo de la Cd. De México, la labor de Alfonso Gómez Lara con sus primeras obras en la ciudad, fueron más allá de sus responsabilidades como empleado, opto y apostó por comenzar a formar y a capacitar saltillenses para realizar los trabajos de obra.

Así mismo, su trayectoria se distinguió por una impecable inclinación hacia la plástica a través de la acuarela, impulso la escuela de acuarelistas saltillenses, ilustrando cada rincón de la ciudad.

Fue hasta 1952, que por fin Saltillo recibía la 1era. Generación de arquitectos locales. Y bueno, digo locales porque este par de arquitectos fueron nacidos en Ramos Arizpe y San Luis Potosí. Sin embargo, sus vidas desde pequeños se desarrollaron en la capital coahuilense y simpáticamente, por fortuna o por condena, desarrollaron gran parte de su educación y trabajo profesional juntos, estoy hablando claro de José María “Chema” Morales y Jesús Ochoa Ruega. Fueron ellos arquitectos pilares en la modernidad saltillense, un par de amigos entrañables que compartirían su pasión y amistad a través de la arquitectura. Nacidos ambos en 1928 y tras juntos concluir su preparación de bachillerato, ingresaron a la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM en el año de 1947, en la antigua Academia de San Carlos, concluyendo sus estudios como principalmente se menciona en 1952, sin embargo seria en un par de años más que concluirían sus estudios con su título profesional, arquitecturas definidas por el juego de volúmenes que definieron los rasgos principales, influidas en muchos casos por la tradición local y la estética brutalista de los años sesenta. 141 El arquitecto nacido hacia finales de los años treinta, Héctor Laredo Ramón, estudió la carrera de arquitectura en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores, en la ciudad de Monterrey. Terminando sus estudios a finales de la década de los cincuentas, en un momento caracterizado por el rescate de las raíces vernáculas sumado al valor de la plástica, estando próximos al concepto de arquitectura emocional promulgada por Goeritz en 1953.

141

Ramírez, 2003.

133

José Villagrán nacido en 1901, marcó el cierre de la etapa porfirista y el inicio del nuevo movimiento materializado por este grupo. Pedro Ramírez Vázquez simboliza el fin de la generación de Villagrán, definiendo la culminación y el despegue de otra arquitectura, caracterizada por la segunda generación que emergió tras él. Inicio una nueva etapa que se distinguió por el crecimiento de la metrópolis moderna y por el trabajo representativo de la llamada segunda generación de arquitectos mexicanos modernos, que en Saltillo fue la primera.

Este grupo termino sus estudios cuando dominaba una modernidad ya consolidada. Las principales figuras, nacidas entre los años veinte y cuarenta Teodoro González de León, Abraham Zabludovsky, Agustín Hernández, Ricardo Legorreta y Francisco Serrano, destacaron por la creación de una arquitectura monumental, dedicada principalmente a dotaciones culturales o edificios de gobierno de gran escala. Su trabajo más característico se realizó a partir de los Juegos Olímpicos del 68 y gozo del apogeo mediático internacional tras el premio Pritzker otorgado a Barragán en 1980. Los integrantes de este grupo son quienes más construyeron en extranjero durante el siglo XX, fue Legorreta quien se formalizo como el arquitecto mexicano que más proyectos materializo fuera del país durante ese siglo, cuando la arquitectura mexicana comenzó a exportarse. Esta generación llevo el peso del regionalismo y de una arquitectura institucional que quería exhibirse potente y orgullosa, su trabajo se caracterizó por dar continuidad a los valores tradicionales.142

142

Canales, 2013.

134 143

Corvus Saltillensis. / Cuervo Del lat. Corvus y Del Parisino. Le Corbusier.

Saltillense Del Chichimeca, corrompido y castellanizado. Saltillo.

«Cuervo Saltillense» Especie arquitectónica, de arquitecto moderno, en tiempos del modernismo, cuya arquitectura es moderna.

Origen: Arquitecto nacido entre 1920 y 1940.

Formación: De raíces funcionalista y racionalistas.

Maestros: José Villagrán García, Mario Pani, Enrique del Moral, Carlos Lazo y Augusto H. Alvares, Enrique de la Mora, Domingo García Ramos,, José Luis Cuevas, etc.

Influencia: Corbusiana, Whraightiana.

Estado de Preservación: En peligro crítico de extinción.

143

Imagen: José María Morales del Bosque.

135

De esta manera llegamos a la arquitectura moderna de los años cincuenta, con lo que sería el arranque de un camino bien nutrido entre influencias nacionales y teorías extranjeras.

José María “Chema” Morales144, casi al término de su carrera en 1952 recibe una invitación para trabajar en la compañía Casas y Edificios S.A. (CESA) una rama de la empresa ICA, constructora líder en el país desde su fundación en 1947. Se convirtió en socio de la constructora CESA un año después en 1953. Recibió como gratificación una bicicleta para transportarse a las diferentes obras que estaban bajo su supervisión, posteriormente esa bicicleta se convertiría en una camioneta. José María Morales fue un hombre dedicado a su trabajo, y esa dedicación le abriría puertas a lo largo de su trayectoria.

Después de haber iniciado su carrera en la capital del país, regresar a Saltillo no sería una decisión fácil. En 1954 Héctor Gil Alcocer, Director de Obras Públicas, invita a José María como asesor de la dependencia.

Sin duda este sería un parte fundamental en su vida; seguir en la cosmopolita capital del país o apostaría por tierras casi modernamente vírgenes. Fue en esta parte que la influencia de sus maestros cobró un valor enorme.

En su primer año en la Escuela Nacional de Arquitectura tuvo como maestro a José Villagrán García en la materia de Introducción al Estudio de la Arquitectura.

-¿Se imaginan tener a Villagrán como maestro?

Villagrán mencionaba a sus alumnos, sobre todo a los que venían fuera de la Cd. De México, la importancia de que ellos regresaran a sus regiones con la responsabilidad de dar un mensaje moderno adaptado a sus raíces.

– Viniendo de Villagrán seguramente fueron palabras que se quedaron bien grabadas en la memora de Chema Morales. En la entrevista no lo expresó explícitamente, pero sin duda esas palabras tuvieron eco para en 1954 aceptar la propuesta y apostar por Saltillo.

144

Ramírez, 2003.

136

Con el incendio del Mercado Juárez el 14 de Diciembre de 1954, Héctor Gil Alcocer designó su primera encomienda a José María “Chema” Morales que junto con Alcántara y Valenzuela se hicieron a cargo del proyecto. Para el 20 de Noviembre de 1957 se estrenaron lo que fueron las nuevas instalaciones del Mercado Juárez. 145 De raíces totalmente funcionalistas, esta pieza se convirtió en un icono de la modernidad saltillense. Estética, funcional y estructuralmente se dio un mensaje totalmente moderno. Desde su sistema estructural “Flat Slab”146, a base de losas sólidas con capiteles integrados, permitieron grandes claros entre las columnas, los recorridos internos desarrollados por medio de rampas, tomó un eje fundamentalmente funcionalista. Un volumen de líneas sólidas y claras envuelve la parte superior del edificio, que a su vez se configura por medio de elementos verticales, rotados de tal manera que funcionan en el control de la iluminación natural. En la parte inferior con una postura totalmente noble, se optó por remeter las columnas, se le da un respiro al peatón y libera la composición estética de la fachada para impregnar la sensación de que el volumen superior flota sobre el aire, aire con el que Le Corbusier radicalmente realizaría la Villa Savoye en 1292.

El Mercado Juárez forma parte de la primera gran colaboración y paso más significativo dentro de labor de José María Morales en la Secretaria de Obras Públicas.

145 146

El Diario de Coahuila, 2007.

Ramírez, 2003.

137

147

147

Imagen anterior: Morales del Bosque. Mercado Juárez, 1954. Imagen: Vista del Mercado Juárez desde el Edificio Café Oso.

138

Cada cosa descrita en la arquitectura moderna tiene su nombre y no son simples accidentes, sino todo lo contrario son parte de un pensamiento y teoría formal que Le Corbusier difundió en 1926 bajo el título de “5 puntos de la Nueva Arquitectura”148 Punto 1. Construcción sobre columnas o pilotis. Para que la vivienda no se hunda en el suelo, y por el contrario quede suspendida sobre él, de tal forma que el jardín pase por debajo junto con las circulaciones.

Punto 2. Planta Libre. Aprovechando las virtudes del concreto armado, que hacen innecesarios los muros cargadores. De esta forma, se mejora el aprovechamiento funcional, liberando a la planta de condicionantes estructurales Punto 3. Fachada Libre. Las columnas se retrasan respecto a la fachada, liberando a ésta de su función estructural.

Punto 4. Ventanas Horizontales. Por el mismo motivo del punto anterior, también los muros exteriores se liberan, y las ventanas pueden abarcar todo el ancho de la construcción, mejorando la relación con el exterior.

Punto 5. Terraza Jardín o 5ta. Fachada. El edifico regresa el espacio que tomo del suelo, remplazándolo con un jardín en el cielo.

Estos cinco puntos llegaron al mundo de la arquitectura a convertirse casi en leyes para aquellos arquitectos que desarrollaron su trayectoria bajo las influencias modernas de la época, puntos que continúan con vigencia en la arquitectura contemporánea.

148

Stinga, 2013.

139

En 1955 decide iniciar su despacho junto a Jesús Ochoa Ruesga bajo la firma Arquitectos y Constructores S.A. (ARCO).149 Los primeros alcances como firma fueron mayormente en arquitectura residencial, la cual se fundieron en un sello muy distintivo entre los diálogos formales del racionalismo de Le Crobusier y las corrientes orgánicas que favorecieron al paisajismo y al contexto natural, sumado a la utilización de materiales regionales con elementos modernos, influencias totalmente de Frank Lloyd Wright.

El patio central de la casa colonial cede el espacio a una nueva distribución en la residencia moderna. Con un énfasis en el área social, se borran los muros divisorios para generar espacios abiertos, creando una relación directa entre la sala-comedor, la dependencia dentro de estas piezas es vital para el funcionamiento de la nueva vivienda. La reinterpretación de los espacios y la eliminación de los muros divisorios en la arquitectura mexicana moderna, significó el retorno de elementos como la celosía. La composición geométrica de la celosía permitió de cierta manera una configuración estética, al mismo tiempo formó una barrera física sin la necesidad de que esta representara un obstáculo visual; elemento que encajó a la perfección en los nuevos planteamientos arquitectónicos.

De igual forma la tecnología encontró lugar en las nuevas instalaciones y en espacios destinados estrictamente al servicio, se da origen a la lavandería, patio y cuarto de servicio, boiler, tinaco, cisterna, alacena, pantry etc. Las áreas de convivencia familiar tomaron rumbo hacia las salas de televisión y los cuartos de entretenimiento. La vivienda moderna tendría un último integrante, el automóvil, se generó un espacio nuevo el cual rompe totalmente con el pensamiento de la vivienda como se desarrolló desde hace siglos. Todo esto generó un rechazo por los emplazamientos coloniales, liberando los bordes con áreas ajardinadas y cocheras, se creó el emplazamiento moderno, creando una separación entre la vivienda y la banqueta. La nueva sensación de la época fue la reciente capacidad por integrar el espacio exterior al interior de la residencia; la tecnología para al construcción de grandes ventanales evitó la necesidad de escoger entre exterior o interior, ahora se disfruta del paisaje natural desde la cálida chimenea de la sala.

La residencia moderna en Saltillo tomó en su mayoría dos caminos liderados por los personajes más importantes de la época en la ciudad. En un camino se encontró el temple 149

Ramírez, 2003.

140

de José María Morales del Bosque en su formalidad volumétrica y su elegancia en cada línea deja sin duda, una producción arquitectónica finamente distinguida a las demás. Por otra parte Alfonso Gómez Lara dejó brillantes pinceladas en cada una de sus obras, la formación artística de este personaje se refleja en su arquitectura de volúmenes y formas audaces que nunca olvidaron su pureza en la integración de materiales naturales.

La magia que circula hoy en día por las calles de la Colonia Republica, en su mayoría es responsabilidad del agradable dialogo entre las obras de Morales del Bosque y Gómez Lara que se materializan una tras otra.150

150

Imagen: Gómez Lara. Residencia ubicada en las calles de Colima y Torreón.

141

151

151

ImĂĄgenes: Residencias autorĂ­a de Morales del Bosque.

142

A finales de la década de los cincuenta la Alameda de Saltillo recibió obras importantes en el sector residencial. Una de esas casas es la de Jesús Berlanga, autoría de José María Morales en 1958 y que se convirtió en detonante de la arquitectura residencial moderna.

Cada vez se hacen más presentes los juegos en bloques geométricos que resaltan la horizontalidad, sistemas estructurales en columnas, las interacciones entre los usuarios y el edificio así como el contexto natural se convierte en prioridad. Al igual que la vivienda diseñada por Morales del Bosque, el arquitecto tapatío Eduardo Martínez Negrete-Padilla deja escondida entre arboles una obra de arquitectura que solo podría tener lugar en esta bella alameda.

152El

Arq. Martínez Padilla-Negrete representó las primeras generaciones egresadas por el

ITESM campus Monterrey y representó la transición de la arquitectura moderna a mediados de siglo XX en la ciudad regiomontana. Su aportación en la construcción industrial lo trajo a Saltillo a realizar para Don Isidro López lo que fue Cinsa Planta 1. El sector residencial aprovechó dos grandes obras de este arquitecto en las décadas de los cincuentas-sesentas.

152

Imagen: Eduardo Martínez Padilla-Negrete.

143 153

153

Imagen: Gรณmez Lara. Departamentos calle Victoria, 1960.

144

Dejando la arquitectura de vivienda, para 1957 se retoma la idea de que la Universidad de Coahuila tuviese un edificio digno, por lo que el Gobierno del Estado, designa a dos arquitectos de la Ciudad de México, los hermanos Recamier de ascendencia francesa, para elaborar el nuevo diseño del edificio universitario, el proyecto tenía como base el estilo neo clásico. Dicha propuesta no fue aceptada por el Rector Salvador González Lobo. Debido a ello se optó por convocar a un concurso en el cual también participarían las constructoras y arquitectos de la ciudad.

En abril de 1957, se descartan empresas de México y Monterrey para seleccionar la propuesta presentada por José María Morales del Bosque, cuya alternativa incluía una volumetría más contemporánea dentro del manto de la teoría del racionalismo. La ceremonia de colocación de la primera piedra fue el primero de junio de 1957. Este espacio presentaba una novedad por la provocación de relación social entre usuarios, espacio que Le Corbusier ponía en tendencia en todo el mundo occidental, como producto del nuevo estatus de libertad humana. Es importante observar y sentir el significado de este espacio, ya que es uno de los valores arquitectónico intangibles del racionalismo. Este edificio es el único en Saltillo que se ajustó a los principios racionalistas, teniendo recuerdos arquitectónicos de aquella obra emblemática de la Ciudad Universitaria de la UNAM. El mismo Morales del Bosque fue el director general y trabajo en ellos hasta que al Patronato Universitario se le agotaron los recursos económicos, quedando la obra sin terminar por largos años. El avance logrado fue la cimentación, columnas y cimbra para el semisótano.154

154

Ramírez, 2003.

145

155

155

Imagen Superior: Gรณmez Lara. Antigua Casa Laredo, Posiblemente Finales de los 50`s. Imagen Inferior: Gรณmez Lara.

Edificio a un costado de Casa Laredo, Posiblemente finales de los 50`s.

146 156

156

Imagen Superior: Gómez Lara. Sup. Edificio Castilla e Inf. Edificio Lomelí, posiblemente último año de la década de los cincuentas o principios de los sesentas.

147

157

157

Imagen: De lado izquierdo Casa Laredo de GĂłmez Lara. Derecha Casa Joch de Zeferino. Al fondo Teatro GarcĂ­a Carillo de Guindon.

148 158Lo

vivido en los años cincuenta fue el disfrutar de una naciente ciudad industrial, el

deseo esperanzador del progreso, de la novedad científica y tecnológica, de una nueva realidad económica. Son años de gran trascendencia para Coahuila ya que en los mismos se consolidan nuevas industrias en Saltillo. En 1955 comienza en operación lo que se conoció como Cifunsa Planta 1, y un año después se fundó Motocicletas Islo, que sienta un precedente por ser la primera empresa de su ramo en América Latina. Con estas y otras consolidaciones, se formaría en los años sesenta lo que hoy es Grupo Industrial Saltillo, eje de desarrollo vital para consolidar la arquitectura de la época, ya que sus excedentes financieros se reciclaran en la construcción de vivienda y en la industria principalmente. 159 Convirtiéndose en un sector de constante crecimiento en Saltillo, es importante conocer las condiciones de la clase media, que empezaron a mejorar y tuvieron opción de vivienda, ya que los promotores hacen ofertas, que son bien recibidas. No así para las clases populares que seguían habitando en tejabanes y vecindades insalubres, eran los núcleos que conformaban nuestros barrios tradicionales. La construcción de la vivienda residencia toma un auge y aparecen colonias con una infinidad de estilos que tiene como eje la modernidad, algunas de corte conservador. Es así como se comienza a poblar la colonia Republica y el nacimiento de los barrios marginados.160 La década de los años sesenta será el arranque del despegue económico y del desarrollo urbano arquitectónico de la ciudad. Al inicio de 1962 la firma Arquitectos y Constructores S.A. obtiene un contrato para la edificación de la colonia del ISSSTE, adjudicación que se la hizo CESA de la Cd. de México, empresa constructora donde Morales del Bosque inicio su carrera profesional. El conjunto habitacional del ISSTE forma parte del comienzo en la construcción masiva de vivienda en Saltillo, conjunto integrado por 125 viviendas.

158

Imagen: Moto ISLO, Streamline.

GIS, 2011.

160 Ramírez, 2003.

159

149

161

Integración Plástica. / Aunque existieron insinuaciones de integración plástica en algunas escuelas de Zeferino Domínguez, la materialización formal en Saltillo fue después de 14 años del nacimiento de Ciudad Universitaria en la UNAM, el mejor y más excepcional ejemplo de la integración plástica en la arquitectura. La integración plástica agrupo una exitosa colaboración entre constructores y artistas en la concepción de una arquitectura tan moderna como mexicana. Se buscó plasmar aquellas raíces prehispánicas al igual que en las construcciones de culturas precolombinas, como es el caso de Bonampak, Uxmal o Chichen Itza, en las que el arte se integra a la arquitectura y al espacio, en una fusión única. Desde el inicio del proyecto, pintores, muralistas y escultores participan entendiendo el arte y arquitectura como algo único.

161

Imagen: Juan O ‘Gorman. Mural Biblioteca Central, 1950.

150

El uso de materiales mexicanos y la incorporación de elementos prehispánicos ayudaron a fortalecer el discurso nacionalista de sus creadores. Al igual que en la antigüedad se representaron códices gráficamente como mensaje cultural, los murales fueron una clara representación artística por la búsqueda de esta identidad. En Ciudad Universitaria se llevaron a cabo obras monumentales de carácter público con contenido social y político.

Algunos ejemplos sobresalientes de integración plástica dentro del Campus Central son: la Biblioteca Central, cuyos muros están cubiertos por un mural de piedras de colores, obra de Juan O ’Gorman, el mural de Diego Rivera sobre los taludes del Estadio Olímpico, los tres murales de David Alfaro Siqueiros en la Torre de Rectoría. Se buscó fortalecer el discurso emotivo de la arquitectura moderna. Esta convivencia de diversos idiomas plásticos en la arquitectura sigue siendo un ejemplo de tolerancia, de la importancia del diálogo y la concertación de las ideas.162 De esta manera, conforme se fortaleció la administración estatal de Braulio Fernández Aguirre (1963-1969) llego la integración plástica a Saltillo. El claro enfoque por parte del gobierno y la falta de espacios físicos para justicia se materializo en el punto más alto en toda la historia de la arquitectura moderna saltillense, la construcción del Edificio Coahuila en 1964.

162

UNAM, 2009.

151

Para llevar a cabo este proyecto se hizo uso de las instalaciones del edifico de la Universidad de Coahuila, que tenía siete años en abandono. Al ser Morales del Bosque el autor de dicho proyecto, invariablemente la inercia apunto hacia el para retomar lo que ahora sería el Edificio Coahuila. De inmediato se elaboraron los planos ejecutivos de acuerdo a las nuevas necesidades, aplicando la nueva tecnóloga en la construcción y logrando la terminación del edificio con treinta días de anticipación a lo establecido.

163La

magia y genialidad del edificio radica en

la acertada y aproximación más cercana en Saltillo

a

obras

como

las

de

Ciudad

Universitaria de la UNAM, se habla de una indiscutible modernidad, la cual se apropia de las teorías extranjeras tanto como las raíces nacionales. El edificio conquista los puntos más importantes de la arquitectura moderna, sin embargo más allá de lo moderno que pudo ser. El Edificio Coahuila mostraba un bajo relieve donde aparecen los escudos de México y Coahuila, elaborado por Guillermo López “la coyota” utilizando el material Siporex sugerido por Morales del Bosque. A la vez se integraron dos estatuas en la escalinata de acceso; una de Juan Antonio de la Fuente, en honor por ser el fundador del Ateneo y otra del padre del federalismo Miguel Ramos Arizpe con esto se creó el único ejemplo de la integración plástica en Saltillo.164

163 164

Imagen: Estatuas Edificio Coahuila.

Evidencias lo mejor de Coahuila, 2005.

152

165

La construcción estuvo a cargo del personal de Obras Públicas del estado y Morales del Bosque era el director general de la obra. En esta edificación el residente por parte del gobierno fue Sergio Verduzco Rosan. El edificio fue inaugurado en 1965, convirtiéndose en el inmueble de mayor altura en la ciudad.

165

Imagen: Vista desde la estatua de Juan Antonio de la Fuente.

153

Saltillo on my mind. / Hacia finales de la década de los sesenta se vivió en Saltillo uno de los episodios más lamentables en la preservación del patrimonio histórico, con la demolición del Banco y Hotel Coahuila diseñado a principios de siglo por el inglés Alfred Giles. En 1968 los dueños del inmueble decidieron su demolición por las siguientes razones: el edificio había quedado sobre la actual calle de Victoria y de Allende como resultante de los nuevos alineamientos, asimismo ya resultaba inoperante para sus propietarios. Es importante hacer saber que en esos años no existía la dependencia de Centro Histórico de Saltillo, este hecho facilito su demolición. El consejo de Administración del edifico llevo a cabo el concurso de la demolición, el mismo que fue otorgado a la firma Materiales y Económicos, en esta convocatoria participo Morales del Bosque y su propuesta era la siguiente. Todos los elementos de cantera deberían ser censados para su traslado y reconstrucción a un terreno ubicado en el fraccionamiento Jardines de Valle, esta idea avaluado por Jesús de Valle Arizpe. Lamentablemente la propuesta no tuvo el eco en el consejo ni en la sociedad saltillense.166

166

Ramírez, 2003.

154

167

Posteriormente se convocó a la construcción del nuevo edificio, mismo que fue diseñado por el departamento de ingeniería y arquitectura del Banco de Comercio, con sede en la Cd. de México. Los concursantes fueron Javier García Villarreal, Morales del Bosque con su compañía Arquitecto y Constructores así como una firma de la capital del país. La licitación fue otorgada a Morales del Bosque iniciando de inmediato los trabajos de construcción. Sin embargo dicho proyecto a pesar de ser un buen referente moderno se volvió a intervenir en el periodo del gobernado Oscar Flores Tapia, el resultado de aquella intervención es el edificio que hasta hoy en día alberga al Banco Bancomer BBVA.

167

Imagen: Morales del Bosque. Banco de Comercio de Coahuila.

155

La Universidad: Patrimonio de la Modernidad. / Cuando una obra arquitectónica tiene éxito, su eco es incalculable. No me canso de repetirlo, la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente abrió paso tajante a la modernidad y no solo eso, dio lugar a edificios que consolidaron la identidad hacia una arquitectura moderna saltillense. La modernidad encontró en la universidad un aliado único, sin duda el mayor conjunto de arquitectura moderna saltillense la encontramos en el patrimonio edificado por la Universidad.

En 1967 la Escuela de Enfermería “Dr. Santiago Valdés Galindo” de Saltillo estreno instalaciones. Otro ejemplo de una obra detonante tras el éxito de su edificio vecino. La institución había sido fundada en 1943, sin embargo fue al final de los años sesenta que el nuevo inmueble se levantó junto al Hospital Civil, ahora Universitario. Sigue el diseño de los arquitectos saltillenses Mauricio Orellana y Ernesto Vega, con una propuesta que tiende a la horizontalidad abriendo con un portal de doble altura y columnas que marcan el acceso con aire escultórico. En palabras del Arq. Arturo Villarreal las columnas en mucho recuerdan a las pilastras estípites empleadas en el barroco norestense del siglo XVIII. Como detalle curioso, tanto los pasamanos de la escalera como el del corredor repiten, en menor escala, la peculiar forma de las columnas del pórtico. Los materiales se muestra honestamente, concreto y ladrillo de la localidad en un solo color. En un obvio intento de integración plástica, el ladrillo de los muros aparece con un aparejo enguacalado, similar al empleado por el arquitecto Pani en el Hospital Universitario.

156

Simultáneamente en 1967, fue inaugurado el inmueble de la Escuela, ahora Facultad de Ciencias Químicas. La institución había abierto sus puertas en 1946 en el pabellón de Quimia del Ateneo Fuente, hasta 1951 cuando paso a formar parte del Instituto Tecnológica de Coahuila. Seis años después en 1957 se convirtió en una de las escuelas fundadoras de la Universidad. El nuevo edificio, construido por la empresa saltillense Grupo TH dirigido por Javier García Villarreal, refleja el crecimiento experimentado por la institución.

El cuerpo del edificio, se compone de ladrillo y concreto y con cierta ligereza los ventanales enfatizan la horizontalidad del alto inmueble. La fachada principal, un muero recubierto con cantera da estabilidad al diseño, se marca el acceso con un portal arcado de dos niveles y denota la intención de integrarse con el Ateneo, pero con un tratamiento modernista y esbelto para destacar su carácter. 168

168

Imagen: Grupo TH. Facultad Ciencias Químicas, 1967.

157

Posteriormente en 1968, se construyó un edificio para la Facultad de Jurisprudencia, diseño de José María Morales del Bosque. Pero ahora el concepto es distinto. Para no competir con las escuelas vecinas, se emplazó tras de una larga explanada flanqueada por árboles. En su fachada principal

nos

recibe

un

vestíbulo

exterior

sostenido por columnas acabadas en aluminio. Se tiene la sensación de irrumpir en el patio central de aquellas casas antiguas de la región, patio desde

donde

es

posible

diferentes áreas del edificio.

distribuirse

a

las

158

Finalmente en 1969, con un proyecto también del arquitecto José María Morales del Bosque, se entregó el edificio de la Rectoría Universitaria justo al sur del Ateneo Fuente, logrando una gran integración formal con el edificio. El concepto modernista, la torre de tres niveles presenta muros de ladrillo aparente y estructura de concreto que rematan sobre el pretil en figuras geométricas, casi art deco. En su fachada principal, tras subir una escalinata de granito blanco, el portal arcado con doble altura trae a la mente al Ateneo Fuente y la Escuela de Ciencias Químicas. Atrás, el muro se abre en ventanales arcados, varios de los cuales están cubiertos con placas de mármol travertino poblano, jugando con el mármol blanco y gris de los muros. En el interior encontramos un vestíbulo monumental, de doble altura, curiosamente iluminado por la luz solar que se refleja en las placas del mármol jaspeado. El efecto luminoso es un elegante ejemplo modernista. El emplazar el edificio frente a una amplia explana flanqueada por jardines, su volumen y escalinatas frontales le proporcionan u aire de monumentalidad, a lo cual habría que añadir los juegos de colores y texturas de los arteriales constructivos, integrados con el uso masivo del ladrillo.

159

La Academia. / La enseñanza de la arquitectura en Saltillo llego hasta 1966 bajo dos caminos; por una parte fue la respuesta a la consolidación de una ciudad moderna. Sin embargo esa misma consolidación marcaria efímeramente el final de una era, dando lugar al inicio de la posmodernidad. En otro camino la aportación de grandes arquitectos fue fundamental en la concepción de instituciones que difundieran profesionalmente la nueva enseñanza.

Bajo la necesidad de crear nuevas escuelas y dirigido por el Dr. Mariano Narváez, quien es uno de los principales exponentes de promover la educación en el estado nace la creación del Instituto de Estudios Profesionales de Saltillo, A.C. y con esto el primer intento por impartir las nuevas enseñanzas arquitectónicas como parte de la oferta educativa del IEPS. Mariano Narvaez González, Jesús Ocho Riesgo y Benjamins Cantú materializan lo que por años había sido solo un sueño. En 1966 bajo la dirección del Ing. Benjamín Cantú Cavazos la propuesta fue agrupar la Escuela de Ingeniería Civil y Arquitectura.

Finalmente dos años después en 1968 se consolida independientemente la enseñanza arquitectónica con la primera Escuela de Arquitectura bajo el mandato del Arq. Ernesto Vega Arreola (1968-1969).

El 29 de Septiembre de 1972 la Escuela de Arquitectura pasa a formar parte de la Universidad de Coahuila bajo grandes directores como: • • •

Jesús Ochoa Ruesga (1969-1972), Javier Peña Rodríguez (1972-1974) Héctor de Jesús Laredo Ramón (1974-1978) con el que llegarían a las instalaciones de la Unidad Campo Redondo en el verano de 1975.

160

Arquitectos como Jesús Ochoa Ruesga y Héctor Laredo comenzaron la escuela de arquitectura en una misión casi apostólica, convirtiendo cualquier rincón o jardín en el aula perfecta para impartir clases o simples charlas de arquitectura. Sabían que formaban parte de la primera generación de arquitectos y asumían su compromiso con su gente; no solo consolidaron la escuela de arquitectura como una institución, sino que su labor siguió con los años.

Jesús Ochoa Ruesga llegó a la máxima jerarquía de la Universidad convirtiéndose en Rector Interino en el periodo de 1984-1985 impregnando un sello humanista a través de su labor.

Héctor de Jesús Laredo Ramón seguiría en el impulso de la escuela casi hasta la década de los ochentas, donde se asunta su trayectoria tomando un papel protagónico en la arquitectura de la época.

La Dirección de Obras Públicas jugo una importante labor de gestión para obtener la asignación de una fracción de los terrenos de Campo Redondo. Es importante resaltar también la presencia de Ismael Ramos Martínez en este cabildo como gerente del CAPFCE. Asimismo, Morales del Bosque y Ramos Martínez fungieron como jurados del anteproyecto de la Unidad Campo Redondo, que fue diseño por la comunidad de arquitectura de la UAdeC. Mismo que se presentó a Luis Echeverría Álvarez Presidente de México. Posterior a esto la administración estatal y la universidad lograron consolidar el proyecto por medio del CAPFCE.En los años setenta se recuerdan aquellos días difíciles en donde la Universidad decide un camino de autonomía.

De la mano de un grupo de jóvenes la escuela de arquitectura con aquella inolvidable generación del 73” fue parte fundamental en lo que el día 4 de Abril de 1973 “…apareció publicado en el Periódico Oficial como el decreto sobre Autonomía de la Universidad. A las cinco de la tarde de ese día se entrega el edificio de la Rectoría al Secretario General de la Universidad, Lic. Melchor de los Santos.” 169

169

De Stefano, 2003: 47.

161

Para el 18 de febrero de 1983 la Escuela de Arquitectura es elevada al rango de Facultad donde pasó sus días en la Unidad de Campo Redondo, iniciando en el año 2014 en la ahora

Ciudad

Universitaria

Unidad

Arteaga.170 Hoy en día la ciudad cuenta con 6 instituciones que imparten la enseñanza de la arquitectura, Universidad Autónoma del Noroeste,

Universidad

Vizcaya

de

las

Américas, Universidad La Salle, Instituto Tecnológico de Monterrey, Universidad del Valle de México y la Universidad Autónoma de Coahuila. Grandes tiempos y grandes personas

han

Arquitectura,

cruzado

la

revoluciones

Facultad más

de que

evoluciones, le han permitido respirar un nuevo aire a sus estudiantes, un aire en donde cada día lo imposible y los sueños tienen lugar en una realidad que lleva por nombre Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Coahuila, una realidad que en este 2016 cumple su 50 aniversario. 171

170 171

Facultad de Arquitectura Unidad Saltillo, 2010.

Imagen: Generación, 1973.

162

172

172

Imagen Supe: Facultad de Arquitectura Unidad Campo Redondo Saltillo, 2008. Imagen Inf: Facultad de Arquitectura Ciudad Universitaria Unidad Arteaga, 2015.

163

La Cuenta, Por Favor. / Posterior a la Revolución Mexicana se inició el desarrollo de la arquitectura en el país, con un solo programa: ser modernos. Escuelas, hospitales, viviendas y equipamiento fueron construidos por el sector privado. Todos tenían derecho, en este mundo moderno a condiciones de vida más dignas.

El acero y el concreto habían expandido las posibilidades constructivas y de la misma forma, las grandes superficies de cristal permitieron transformar el espacio arquitectónico, así como la relación con el exterior. El paso de los años, había hecho visible los cambios entre el porfiriato y la época posrevolucionaria. No solo se dio una transformación en los elementos decorativos, sino, las ideas sobre los adelantos tecnológicos, la identidad nacional y la agenda de las obras financiadas con recursos públicos. La densificación de la ciudad y la influencia del racionalismo europeo en el ambiente posrevolucionario del gobierno del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) transformaron la arquitectura. La arquitectura apropio un rostro tan moderno como propio; el edificio La Nacional de Manuel Ortiz Monasterio173 marcaría el cierre de la posrevolucion en 1932, siendo el primer rascacielos de México.

La labor de Villagrán como Director de la Escuela Nacional de Arquitectura de 19331395 y como Jefe del Departamento de obras de la SEP hasta 1935, O`Gorman como Director del Departamento de construcciones de la SEP 1932-1935 y Juan Legarreta a cargo de la sección de proyectos del departamento de edificios de la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas en 1932 tuvo un fuerte eco en la arquitectura oficial. En 1937 de igual forma la escuela de construcción fundada en 1932 por O`Gorman se transformaría en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, con la creación del Instituto Politécnico Nacional (IPN). La nueva corriente se cristalizo en el libro de Esther Born, The New Architecture in Mexico, de 1937.174 La publicación de la autora californiana consolido el trabajo de un grupo que rondaba en los 35 años de edad como una fuerza conjunta a favor del progreso social.

173 174

Arquitecto autor del Archivo Municipal de Saltillo en 1917.

Canales, 2013.

164

175

175

Imagen Sup: Ortiz Monasterio. La Nacional, 1932. Imagen Inf: FYUSA. Café Oso, 1948.

El primer rascacielos del país y el primer rascacielos de Saltillo.

165

A partir de 1938 la llegada de extranjeros exiliados se haría recurrente, entre lo que encontramos a Max Cetto y Hans Meyer de Alemania y Félix Candela.

Este periodo culmina con dos suceso relevantes, por

un

lado

la

inauguración

en

1938

del

Monumento de la Revolución de Obregón Santacilia, que definió el fin de una época coronada con la cúpula de la estructura inconclusa del

Palacio

Legislativo

de

Emile

Benard,

encargado por Porfirio Díaz; y por otro lado, la fundación

ese

mismo

año

de

la

revista

Arquitectura/México, la cual marco el ciclo de una nueva dinámica arquitectónica, dirigida por Mario Pani en su regreso a Mexico.

La década de los cuarentas, se iniciaron las labores en un periodo caracterizado por la llamada unidad nacional; como parte de un proyecto político apoyado en los planes edificatorios para dotar al país de los soportes necesarios de infraestructura. La producción se definió con base en una imagen cosmopolita que convivio con el orgullo

nacionalista.

La

misión

de

crear

escuelas y hospitales llevada por parte del estado en todo el país, así como los programas de planificación territorial, significaron la validez para una nueva escala que dio bases para próximos proyectos de la segunda mitad del siglo XX. 176

176

Imagen Sup: Emile Bernard. Proyecto Palacio Legislativo. Imagen Inf: Obregón Santanilla. Monumento de la Revolución, 1932.

166 177

177

Imagen Superior: Max Cetto. Casa Cetto, 1949. Imagen Centro: Hans Meyer. Petterschule, 1926. Imagen Inferior: Félix Candela Izq. Parroquia San Felipe, 1959. Félix Candela Derecha. Almacén del Rio, 1954.

167

Ejemplo de esto en Saltillo fue la Escuela Constituyentes 1917, los edificios de la U.A.A.A.N. y el Tecnológico de Saltillo, así como el desarrollo de escuelas rurales; que se coronó inigualablemente con el Hospital Civil. Todas estas obras materializaron lo que fue casi una utopía arquitectónica en décadas posteriores, como fueron el gran complejo de la Ciudad Deportiva y la Unidad de Campo Redondo que llevaron más allá de lo imaginable las condiciones ideales para generar y provocar una relación social sin precedente.

La labor del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), fundado en 1944, y del proyecto de Planificación de Hospitales en México, iniciado el año anterior posibilitó las obras que después hicieron viable el proyecto de Ciudad Universitaria. El edificio que ejemplificó la transición, en la capital del país fue la sede del IMSS sobre el Paso de Reforma, realizado por Carlos Obregón Santacilia en 1950. La obra representa una mezcla de la arquitectura de corte nacionalista, influencias art deco y el estilo internacional. Mientras tanto, una década después de la mano de Gómez Lara, Saltillo materializó la misma transición una década después con los edificios Castilla y Lomelí.178

178

Canales, 2013.

Imagen: Obregón Santacilia. IMSS, 1950.

168 179

179

GĂłmez Lara, de lado derecho Edificio Castilla, de lado izquierdo LomelĂ­.

169

La combinación resultó un extraño equilibrio a medio camino entre masividad y ligereza, clasismo y modernidad. Tras esta obra, la arquitectura institucional cambió su aspecto masivo y solemne por superficies acristaladas en busca de una modernidad internacional.

En palabras de Enrique Yañez, fue el momento de afirmación del racionalismo, 180 el cual tomó formas distintas según la región, el clima y las costumbres locales.

La labor desarrollada en 1948 por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara con profesores traídos de Europa como Mathias Goeritz, sentó la base de un trabajo plural en el que el urbanismo, la arquitectura, la escultura y el diseño no conocieron distinciones. En un contexto de optimismo y crecimiento exponencial del país que casi se duplicaría en cada próxima década.

Fuera del entorno urbano consolidado en la capital, la arquitectura exploró formas menos rígidas, edificios como el Hospital Universitario en Saltillo de Mario Pani incorporaron materiales y sistemas constructivos locales, así como nuevas formas en armonía con las particularidades climáticas. Así mismo hubo, dos obras emblemáticas de Enrique de la Mora en Monterrey que plantearon una renovación inédita: el primer Campus Universitario en México, diseñado en 1945 para el ITESM y el templo de la Purísima Concepción en 1946, la primera iglesia que renovó el lenguaje de la arquitectura eclesiástica en el país.

Si antes las obras insignias fueron los hospitales y las escuelas, ahora los hoteles y los edificios de oficinas representarían una modernidad cosmopolita.181 La década de los cincuenta se conoce como el periodo de la arquitectura heroica, desarrollada en el momento de mayor auge económico del país. Fue una época caracterizada por la fe en el progreso y la creación de la ciudad cosmopolita, con nuevas torres de oficinas, aeropuertos, grandes conjuntos de vivienda y museos. Saltillo estrenó aquella década con la herencia que la empresa regiomontana FYUSA dejó a lo largo de aquellos años en ciudad, el edificio del Café del Oso y el primer rascacielos en la capital coahuilense.

180 181

Canales, 2013.

Canales, 2013.

170

La estabilidad económica y el crecimiento poblacional del país permitieron hacer realidad las utopías del movimiento moderno. Se llevaron a cabo obras de escalas antes impensables, como Ciudad Universitaria (1952), el Centro Urbano Presidente Alemán (1949) y el conjunto Nonoalco-Tlatelolco (1964) para 100 mil habitantes. En esa época se pensó la vivienda colectiva como eje rector del desarrollo urbano. También empezó a concebirse la ciudad fuera de sus límites geográficos territoriales.

En el contexto nacional entre 1940-1960, la capital casi triplico su población y se preparó para ser un gran centro de cultura y de negocios.182 Se distinguieron edificios con el empleo de prismas perfectos de vidrio y acero, con los que se enfatizó la idea de una modernidad globalizada. La torre Latinoamericana en 1956, fue el edificio más alto de América Latina durante casi dos décadas y el primero en el mundo en construirse en una zona de alto riesgo sísmico. La mayor aventura creativa de Candela corresponde precisamente a la arquitectura de ese periodo. Tan solo en 1955 edifico 40 obras y en muy poco tiempo logro ser quien más superficie de cubiertas laminares de concreto armado construyo en el mundo, con la realización de más de 800 instalaciones industriales.

Las oficinas de Jaysour, realizadas por Augusto Álvarez en 1964 fue el primero ejemplo de muro cortina del país, marcando la pauta de los avances técnico y formales de la época, la obra represento el paradigma de México corporativo, influido por la pureza de Mies van der Rohe, quien tres años antes había concluido el edificio para Bacardi. Ambos proyectos caracterizados por plantas libres, estructuras aparentes,

un protagonismo del

acero y cristal así como una estricta modulación. Estos edificios mencionados fueron los más “internacionales”.

182

La población de la capital paso de tener 1 767 590 hab. En 1940 a 4 870 676 en 1960 estadísticas históricas de México, op. Cit., p.7. ; Canales, 2013.

171 183

183

Augusto H. Ă lvarez. Edificio Jaysour, 1962. Primer ejemplo de muro cortina en MĂŠxico.

172 184

184

Mies Van der Rohe. Oficinas Bacardi, 1961. Único edificio en Latinoamérica del Autor de la frase “Menos es Más”.

173

El racionalismo austero dejó paso a concesiones en un momento en que la arquitectura, en tiempos de bienestar económico, había enfatizado su atractivo visual.

Se marca por un lado la culminación de las obras sociales pensadas en términos de una restructura urbana y, por otro, el inicio de una arquitectura cada vez más atenta a las cualidades perceptivas de los usuarios.

A mediados de los sesenta el desarrollo se enfocó en la infraestructura deportiva, hoteles y espacios recreativos fueron los escaparates para presentar la imagen de un nuevo México. Lo que en décadas pasadas en Saltillo fueron utopías, en esta década tendrían lugar con la construcción del Hotel Camino Real, obra del Arquitecto Eduardo Padilla Martínez-Negrete, personaje que aporto una nueva imagen de elegancia a la ciudad desde su arquitectura residencial e inclusive industrial. Así como el conjunto urbano que se generó para la Cd. Deportiva por Morales del Bosque y en palabras de Pedro Ramírez Vázquez “… como una obra de arquitectura hidráulica en la cual el concepto de comunidad está en las más profundas raíces del estilo y la vida de Morales del Bosque, quien expresa así el contenido de su preocupación por la renovación urbana”.

185

Así como en la década de

los cuarenta se había promovido la construcción de servicios básicos, las consideraciones programáticas y funcionales habían sido los temas protagonista, pero ahora la relevancia del sitio y la percepción del usuario ganaban peso. 186 La riqueza espacial de la arquitectura de Ricardo Legorreta, la pureza volumétrica de las obras de David Muñoz, la osadía formal de Agustín Hernández y el carácter emblemático de los edificios de Teodoro González de León y Zabludosvsky abrieron paso a un lenguaje basado en la economía gestual y material, que exploto al máximo el juego de volúmenes, un juego que retomaba aires prehispánico con una nueva elegancia.

El exitoso proyecto de los Juegos Olímpicos de 1968, bajo la dirección de Ramírez Vázquez como presidente del Comité Olímpico, así como su prototipo del aula-casa rural (1964) para el CAPFCE, que se reprodujo miles de veces en distintas regiones, marcaron la culminación de los proyectos de gran alcance.

185 186

Ramírez, 2003.

Información proporcionada por el Arq. Héctor Laredo Ramón.

174

El acontecimiento deportivo, marcado por la represión del movimiento estudiantil ocurrida en Tlatelolco unas semanas antes de la inauguración, implicó el inicio de las visiones fragmentadas de corto plazo que caracterizaron la arquitectura durante las décadas siguientes.

187

187

Eduardo Padilla Martínez-Negrete. Camino Real, 1964.

175

188

188

Tlatelolco, 1968.

176

189

189

JosĂŠ MarĂ­a Morales del Bosque. Lago de la Ciudad Deportiva, 1970.

177

CapĂ­tulo 3. / Post Modernismo.

Arquitectura Aislada. (1970-2000)

178

190

Nueva Monumentalidad. (1969-1989) / La arquitectura en el contexto nacional de las décadas de 1970 y 1980 estuvo condicionada por tres hechos que alteraron la manera de construir y de pensar las ciudades. El enfrentamiento de Tlatelolco en 1968, las crisis socioeconómicas y los terremotos de 1985 que colapsaron la capital definieron una arquitectura que buscó en la apariencia de estabilidad su mayor confort. Tras el movimiento estudiantil del 68, la Plaza de las Tres Culturas en el conjunto urbano de Tlatelolco proyectado por Pani, fue el escenario que hizo manifiesta la ruptura de visiones uniformes y ejemplificó el final de una arquitectura entendida como “proyecto de nación”.

190

Imagen: Plaza de las Tres Culturas de Fondo Conjunto Nonoalco Tlatelolco.

179

El entusiasmo que había hecho posibles obras como Ciudad Universitaria y el CAPFCE resultaron inalcanzable en las décadas siguientes. Así mismo el impulso por parte del estado, quien realizó en gran medida las principales obras de infraestructura, finalmente culminaría marcando el comienzo de un desarrollo basado en acciones aisladas.

Conforme fue aumentando la demanda de democracia en el país tras el movimiento estudiantil, la arquitectura oficial se tornó dominante. Pasó de ser una herramienta social a ser un símbolo de estabilidad política y económica, transitó de las nuevas posibilidades del cristal, que habían sido explotadas bajo el código del estilo internacional, a tener un carácter solido e introvertido. Si en las décadas previas había existido una fascinación por los nuevos procesos industrializados y la arquitectura modular, en esta época se acentuaron la destreza manual y la fuerza de lo mexicano. Se retomó el valor de lo artesanal y se desecharon las posibilidades industriales de la arquitectura prefabricada. Las cualidades táctiles y el sentido de lo simbólico cobraron valor frente a la eficiencia económica de los edificios, lo producido en serie, lo mecánico y lo acristalado fueron considerados por algunos como una amenaza.

El grupo de la llamada segunda generación de arquitectos modernos nacionales como, González de León, Zabludovsky, Agustín Hernández y Legorreta, trabajaron en la representación de la arquitectura y el rescate de lo simbólico. Con base en referencias regionalistas y del brutalismo europeo, la arquitectura se consolidó como un elemento reconocible que intentó hacer frente al desorden urbano y a los contrastes sociales. Ante el crecimiento poblacional desmedido y la falta de orden, la nueva monumentalidad, las grandes explanadas, los atrios y los pórticos de los edificios públicos buscaron dar orden y sentido a la ciudad dispersa, desatando un interés por lo vernáculo. La pureza encontrada en los edificios de cristal fue puesta en duda y cuestionada por proyectos planteados ya no como sistemas perfectos, sino atractivos. En contraste, la arquitectura publica representativa de las estructuras de poder y confiada en expresar una imagen fuerte, dio pie a volúmenes monumentales.

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En esa época la capital del país pasó de ser una metrópolis a una megalópolis, lo que aumentó la necesidad de crear arquitecturas simbólicas que pudieran aportar un sentido de identidad y orden, mediante la monumentalidad de sus edificios.191 El crecimiento demográfico desmedido que caracterizo la capital del país en décadas anteriores, se detono en la capital coahuilense hasta las décadas de 1970-1990. La población de Saltillo se duplico en cuestión de 20 años y hasta la fecha no ha existido otro detonante tan significativo como el de aquellos años. 192 Bajo el periodo del gobernador Oscar Flores Tapia (1975-1981) se desarrolló una gran fuente de empleo y el despegue económico más importante, no solo en Saltillo, sino en todo el estado; se activó desde la industria y el comercio una mejor calidad de vida para los coahuilenses. Su obra y desarrollo de infraestructura sin duda marca el claro inicio de posmodernidad en la ciudad, materializándose con una inocente labor de intervenciones arquitectónicas neoclásicas, en su mayoría desafortunadas.

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La población de una metrópoli variaría entre 1 y 10 millones de personas. A partir de los 10 millones se utiliza el término megalópolis. Wikipedia, 2016.

192 Saltillo pasó de tener 459, 000 hab. en 1970 a 948, 000 hab. en 1990. INEGI, 2016.

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Agustina Hernรกndez. Colegio Heroico Militar, 1976.

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Juan Sordo Madaleno. Edificio Las Palmas, 1975.

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Pedro Ramírez Vázquez. Congreso de La Unión, 1980.

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Teodoro González de León, Abraham Zabludovsky. Universidad de Pedagogía Nacional, 1982.

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Ricardo Legorreta. Hotel Hacienda Cabo San Lucas, 1972.

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El auge económico en la década de los sesenta convirtió a Saltillo en un próspero escenario para la arquitectura y adquirió el nuevo lenguaje nacional con ciertas obras que impulsaron la época en la ciudad. Lo prehispánico de las formas en obras como el Colegio Militar de Agustín Hernández, el brutalismo que se representó en la Universidad Pedagógica Nacional de Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky, la monumentalidad que impregnó Pedro Ramírez Vázquez en el Congreso de la Unión, la elegancia y osadía de Juan Sordo Madaleno así como la escultórica de Ricardo Legorreta, también tuvieron lugar en la mano de la producción local.

Los edificios públicos minimizaron su verticalidad, optando por fachadas que se extendieron para dar un aspecto de bienvenida. Se buscó proyectar la imagen que los edificios públicos debían establecer un dialogo con la ciudadanía. Sintetizando en una arquitectura que buscó expandir su presencia urbana con grandes pórticos y plazas.

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En Saltillo, una de las intervenciones más acertadas en la década de los setentas se desarrolló bajo el nombre de Enrique Yañez, en una labor que se conoció como “Hospitales de Seguridad Social”; se dotó a lo largo de la república mexicana la infraestructura necesaria de Hospitales. La obra del Hospital General del IMSS No. 2 en Saltillo, formó parte de esta selecta y afortunada misión, materializando la nueva monumentalidad de época en la ciudad. Grandes volúmenes con una inclinación hacía la horizontalidad y un emplazamiento fuera del protagonismo urbano, da un respiro sobre la vialidad para dar lugar a una explanada de acceso, en una búsqueda por la creación de arquitecturas simbólicas que aportaran un sentido de orden e identidad. El tiempo y una perspectiva más amplia confirman hoy en día el éxito de dicha postura.198 199

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Yáñez, 1986.

Imagen: Enrique Yáñez. IMSS No. 2, 1970.

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La revisión del estilo internacional en esa época y el consecuente movimiento de arquitectura posmoderna liberaron las expresiones personales. La importancia de la presencia urbana de las obras, así como de un expresionismo volumétrico, potencializó arquitecturas tan crudas como arriesgadas. Se inició así, un nuevo discurso en torno a las referencias de la arquitectura prehispánica que combinó métodos locales con tendencias como el brutalismo, caracterizado por geometrías angulares repetitivas y por el uso exagerado de concreto aparente. Esa época reflejo una variedad de reinterpretaciones del pasado indígena que la arquitectura racionalista había cancelado. Donato Gutiérrez sentó el nuevo discurso en Saltillo con la obra del antiguo Centro de Convenciones, una arquitectura tan fría como expresiva, mezcla en su composición la nueva monumentalidad mediante una propuesta totalmente brutalista y un depurado aire en el estilo internacional, sin embargo una osadía geométrica de rotundos recuerdos en los volúmenes prehispánicos.200 201

200 201

Información proporcionada por Arq. Marco Gómez Saucedo.

Imagen: Donato Gutiérrez. Centro de Convenciones.

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La obra cumbre que englobó mejor los diálogos de la década fue sin duda el Hotel La Torre, autoría de José María Morales

del

Bosque.

El

edificio

materializó tanto la elegancia del autor como una innegable monumentalidad y formación prehispánica, composiciones nunca antes vistas en la trayectoria de Morales del Bosque. La edificación se convirtió en un punto de referencia en la ciudad; el inmueble es una esbelta torre de catorce pisos y es coronada con dos espacios para el entretenimiento, en el último piso se encuentra ubicado el restaurante y en el nivel anterior un salón de fiestas, ambos en cantiléver ocho metros sobre el perfil de la torre.

El diseño en su conjunto recibió el reconocimiento del gremio y de la sociedad.202

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Ramírez, 2003.

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La inclinación monumentalista que definió a la segunda generación de arquitectos modernos en México, recogió aspectos de la obra de extranjeros como Lousi Kahn y Aldo Rossi, así como de Alvar Aalto y Paul Rudolph.

La exhibición en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York dedicada a la obra de Luis Barragán en 1976, y la recepción del premio Pritzker otorgado en 1980, significaron la consagración de una arquitectura mexicana moderna que se distinguió por los volúmenes sólidos, el gusto por lo vernáculo y un carácter escenográfico. Durante los años ochenta, la arquitectura se caracterizó por su fuerte presencia escultórica y geométrica.

En el contexto de los años ochenta en la ciudad de Saltillo toma protagonismo el nombre de Héctor de Jesús Laredo Ramón, arquitecto saltillense egresado del ITESM campus Monterrey en 1964. Sus primeros pasos en la arquitectura los da en la oficina de Eduardo Martínez Padilla-Negrete en la ciudad regiomontana.

Héctor Laredo retornó a Saltillo en los primeros años de la década de los sesenta, su trayectoria se caracterizó por el enorme impulso en la enseñanza de la arquitectura, llegando de igual forma a la Dirección de Obras Públicas en el año de 1981, logró la articulación de instituciones como el Colegio de Arquitectos y la Cámara de la Industria y la Construcción. En la producción arquitectónica local, fue un fiel represente de su época, con una trayectoria marcada por el constante juego geométrico, la dinámica de las formas y una fuerte presencia escultórica. 203

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Héctor Laredo, 1980.

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En estos años, los profesionales de la arquitectura en Saltillo se encontraban desarticulados por lo que se consolida en 1974 el Colegio de Arquitectos Región Sureste A.C. Entre los Socios Fundadores se encuentran arquitectos como, Héctor de Jesús Laredo Ramón, Félix Madrazo Dávila (Presidente 1985-1987), Marco López Velázquez, Jesús Ochoa Ruesga (Primer Presidente 1974-1982), José de Jesús Alvarado, Ricardo Ruiz (Presidente 1995-1997), Carlos Ramos Mazatan, José María Morales, Manuel Silva, Martha Sánchez García, Javier Peña Rodríguez, José Luis Farías Hernández, German Hernández Torres (Presidente 1982-1985) y Jesús Ramírez Rodríguez.204 Durante la presidencia de José López Portillo (1976-1982), Pedro Ramírez Vázquez dirigió la Secretaria de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP), se intentó promover el acercamiento de la sociedad a los servicios públicos, los cuales habían resultado insuficientes tras el crecimiento poblacional acelerado, aunado a la devaluación del peso respecto al dólar aproximadamente en un 400%, provoco una arquitectura que intento ocultar la incapacidad por parte del estado para cubrir las necesidades del país mediante edificios colosales.205 Los terremotos de septiembre de 1985 que sacudieron la Ciudad de México con consecuencias devastadoras, así como la crisis económica orillaron a la arquitectura a un estado de emergencia en los años posteriores. El derrumbe de obras emblemáticas entre muchas otras, forzaron a la reflexión sobre un replanteamiento de las normas y límites de la profesión. En ese momento, el trabajo de los arquitectos se centró en intentar dar respuestas unificadas y veloces ante las adversidades.

La conciencia social saltillense afloró en una tendencia hacia el consumismo. En medida en que mejoraba el entorno económico y socioeconómico de la población, la arquitectura regional y vernácula tiende a extinguirse. Los componentes básicos de las mismas sufren una transculturización que fue desde los aspectos sociales hasta la arquitectura adoptando modelos cada vez más norteamericanos.

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Colegio de Arquitectos Región Sureste A.C. , 2016.

Canales, 2013.

192

En el año de 1982 la compañía, Arquitectos y Constructores S. A. (ARCO), fue finiquitada legalmente a conveniencia de sus socios. En estos años la industria de la construcción se vio mermada por los fenómenos económicos que estaba viviendo el país. Es así como se clausura uno de los despachos más importantes de la arquitectura y construcción en Saltillo.

A raiz de la separación los socios Morales del Bosque y Javier Peña Rodríguez continuaron ejerciendo de manera aislada, en tanto que Sergio Flores Dávila se desempeñó como Director de Obras Públicas, donde falleció ejerciendo el cargo.

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Calle de Aldama en la década de los 80`S.

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Fin de Siglo. / La década de los noventa definió a partir de tres circunstancias fundamentales: el surgimiento de un nuevo grupo de arquitectos, el uso de nuevas técnicas de representación a partir del dibujo digitalizado y una mayor apertura hacia el extranjero.

El grupo conformado por jóvenes como Alberto Kalach, Enrique Norten, Bernardo Gómez Pimienta, Issac Broid y Agustín Landa, entre otros, que por entonces rondaban los 30 años de edad, se abrió paso frente a la segunda generación de arquitectos modernos representada por Teodoro González de León, Ricardo Legorreta, Pedro Ramírez Vázquez, Abraham Zabludosvky y Agustín Hernández, quienes tenían en esa época entre 60 y 70 años de edad. Las muertes de Juan O`Gorman, Mario Pani, Augusto Álvarez, Luis Barragán y José Villagrán pioneros de la modernidad, ocurridas durante las décadas de 1980 y 1990, dejaron un gran vacío tanto en las aulas y en las publicaciones como en el desarrollo de la ciudad.

Sin embargo, el desgaste de la arquitectura del movimiento moderno y el reconocimiento de la obra de Barragán en el extranjero durante los últimos años, abrió nuevos caminos en un territorio que intentó redefinirse con base en su competitividad a nivel internacional.

Una serie de edificios realizados en los dos primeros años de la década de los noventa marcaron la conclusión de una época caracterizada por volúmenes ciegos y estructuras monumentales.

Sin embargo, el grupo de arquitectos recién graduados hacia 1980 de diversas universidades como la UNAM, Universidad Iberoamericana y la Anahuac; fue el que propuso realmente una redefinición con base en las nuevas dinámicas del fin del milenio, se hicieron aún más evidente la convergencia entre materiales como el cristal y el acero y las preexistencias históricas.

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Los cambios arquitectónicos más significativos de la época aparecieron en un numero de 1993 de la revista francesa L’Architecture d’Aujourd’hui dedicado a México, como ya lo había hecho sobre la arquitectura mexicana en 1955.207 Así se describió el nuevo ambiente: “El romanticismo de las haciendas y la nostalgia del México de Pedro Infante y Agustín Lara ya no son válidos fuera de la industria cinematográfica. Los arquitectos de hoy están experimentando el neo-racionalismo e intentando adaptar los materiales y las técnicas a las necesidades programáticas, tomando en el camino algunas de las ideas desarrolladas en los años veinte. En su intento por revertir la arquitectura hacia una simplicidad de formas y belleza material, han descubierto la lógica develada a través de los siglos” (Canales ,2013:298) El proyecto que mejor sintetizó la arquitectura de fin de siglo fue el del Centro Nacional de las Artes en 1994, obra emblemática del gobierno de Carlos Salinas de Gortari (19881994). Representó el espacio donde el trabajo de ambas generaciones se mezcló. En torno al plan maestro diseñado por Ricardo Legorreta, el desarrollo se conformó por una serie de edificios culturales: - Escuela de Arte Teatral (TEN Arquitectos) - Escuela Nacional de Danza (Luis Vicente Flores) -Escuela Nacional de Artes Plásticas (Ricardo Legorreta) -Conservatorio Nacional de Música (T. González de león y Ernesto Betancourt) -Teatro de las Artes (Alfonso López Baz y Javier Calleja) -Cines (Javier Sordo Madaleno y José de Yturbide) La obra, definida por edificios aislados y desvinculados unos de otros, caracterizado por un trabajo individualista por parte de los arquitectos, estableció un paradigma distinto frente a los proyectos colectivos de mediados del siglo XX. 207

Canales, 2013.

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Javier Sordo Madaleno y José de Yturbide.

Luis Vicente Flores.

Ricardo Legorreta.

Teodoro González de León y Ernesto Betanccourt.

Ricardo Legorreta.

Taller de Enrique Norten.

TEN Arquitectos.

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La aparición del nuevo grupo, volvió la mirada hacia las condiciones contemporáneas universales. En el número dedicado a México de la revista española Arquitectura Viva: México. Entre la herencia y la Vanguardia: un crisol en crisis, publicado en 1995, la crítica Adela García Herrera escribió en su texto titulado “México, formas universales e identidad regional” “En la recién terminada Ciudad de las Artes se han reunido esas dos grandes corrientes que, al conciliar modernidad y tradición, caracterizan la arquitectura mexicana, pero también ha hecho su aparición una tercera línea. Junto a los tozudos hormigones cincelados de Teodoro González de León y los siempre vivos anaranjados de Ricardo Legorreta, los brillos plateados de la cubierta de la Escuela Teatro de Enrique Norte vuelven a plantear el problema de la modernidad y la identidad regional. (…) El lenguaje de esta generación carece de referencias a otro contexto que no sea el del caos abigarrado de las grandes metropolitanas.”208 Las políticas de gobierno que colocaron a México en la contienda global tras la firma de diversos tratados de libre comercio, dieron rienda suelta en la arquitectura al uso de referencias y materiales importados. Repercutiendo en muchos casos en una muestra de diversidad expresiva deudora de las particularidades de los contextos tanto físico como culturales.

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Canales, 2013: 302.

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A través de la revista Arquitectura A, fundada en 1991 por el nuevo grupo de arquitectos, y posteriormente con Arquine, iniciada en 1997, se formuló una nueva cultura arquitectónica que resaltó no solo el relevo generacional, sino también una cercanía con el resto del mundo. Respecto de la arquitectura que emergió y rescataba el dinamismo de la megalópolis mexicana, el crítico español Luis Fernández- Galiano señalo: “Sobre esa superficie tensa y fracturada, Norten y sus compañeros de generación ensayan su proyecto moderno, en las lindes peligrosas de la desmemoria y con el riesgo de oscurecimientos periódicos, pero también con el entusiasmo blindado de la convicción y la energía reformadora del talento”209 El dibujo digitalizado dio nuevos recurso de representación y visualización, a la vez que las importaciones facilitaron nuevas técnicas constructivas y el empleo de diversos materiales. Los procedimientos altamente técnicos y la introducción de materiales sofisticados en contraste con métodos constructivos locales y el peso de la herencia histórica, generaron una arquitectura marcada por sus diferencias. El uso de formas curvas, grandes superficies de cristal y adornos metálicos convivieron con el empleo de piedras locales y volúmenes masivos. De acuerdo con Miquel Adria: “En México, las arquitecturas de los primero años noventa, fruto de la pirotecnia del fin del sexenio, coexistían y competían entre sí como objetos arquitectónicos aislados en medio de un magma urbano conformado por las fuerzas demográficas, las tendencias económicas y la lógica del caos”210 Los espacios de articulación entre los distintos edificios se omitieron, al igual que su vinculación con el resto de la ciudad y el transporte público. Se trató de un desarrollo con base en el uso del automóvil y la exclusión social.

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Canales, 2013: 304.

Canales, 2013: 304.

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A diferencia de los conjuntos colosales para emporios financieros, un par de obras aisladas realizadas a finales de los noventa subrayo el nuevo lenguaje que se consolidaría durante los primero años del nuevo siglo. Las casas GGG y Negro de Kalach, el Hotel Habita de TEN Arquitectos abrieron distintos caminos para una arquitectura cada vez más alejada de las tendencias del posmodernismo y del brutalismo, desinteresada por completo de los estereotipos de una identidad regional.

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Imagen Superior: Alberto Kalach. Casa GGG, 1999. Imagen Inferior: Enrique Norten y Bernardo Gómez Pimienta, Hotel Habitat, 2000.

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Los últimos años del siglo XX se caracterizaron por una gran diversidad arquitectónica y por el crecimiento del ámbito urbano frente al rural.

Dejo de hablarse de una o dos tendencias principales para abarcar un panorama más amplio; asimismo, se diluyo el centralismo de la capital frente a la fuerza de ciudades como Monterrey y Guadalajara. El crítico Humberto Ricalde describió la producción de los años noventa como “una arquitectura de inquietante dinámica, de una inédita modernidad en la que la propia cultura entra

en

colisión

con

el

cumulo

de

información, a veces no digerida, recibida por sus autores” 212

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Imagen: Chimeneas de Zincamex en 1980.

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Mientras tanto, la producción arquitectónica de Saltillo sufre de igual manera la transculturización de las nuevas estructuras comerciales y la importación de nuevos materiales.

En cambio a la capital del país, Saltillo como muchas ciudades cercanas a la frontera norteamericana tienden en dirección hacia el país vecino, la arquitectura así como la sociedad en general, empieza adoptar con mayor fluidez estos modelos norteamericanos en todos los ámbitos, sociales, comerciales, industriales, urbanos, etc. Sin importar condición económica la transculturización se filtra en cada sector.

En muchos de los casos la referencia y la influencia más inmediata a la frontera es la que se adopta. Como lo sigue siendo hoy en día, Texas se convirtió en un catálogo de arquitectura para las obras saltillenses de la década de los noventas.

Cuestión en realidad nada nueva considerando que desde principios de siglo XX se importaban arquitectos, como el ejemplo de Alfred Giles y Henry Guindon residentes de San Antonio Texas.

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La arquitectura de la década de los noventas alcanzó nuevas aires. La Catedral de Saltillo y sus 72 metros de altura esperaron un siglo para ver un edificio de semejante magnitud. A pesar de que en 1961 la industria y las chimeneas de Zincamex alcanzaron los 115 metros de altura, no fue hasta 1992, que en realidad Saltillo vio por los cielos una obra arquitectónica como tal.

En 1992, nace en Saltillo el edificio que hasta hoy en día sigue siendo el más alto en la ciudad. Con tan solo un metro más que las torres de Catedral; Torrelit Saltillo alcanza los 73 metros de altura para convertirse en la obra con mayor medida. Por su altura y magnitud, seguido a este rascacielos esta la Torre Saltillo y el Hotel La Torre con 55 y 51 metros, respectivamente.

A pesar de estar casi a finales de Siglo XX, el edificio Torrelit Saltillo muestra un posmodernismo impresionante, sumado a ser el primer y más grande muro acristalado de tal relevancia en la ciudad. Fuera de la tecnología y el gran reto que conlleva construir un edificio de tal magnitud, no representa un avance o aportación en forma o funcionalidad. La materialidad del edificio simboliza estéticamente su mayor relevancia, a pesar de su altura, el cristal permite adaptarse gentilmente al contexto tanto urbano como natural, una postura 100% aplaudible. Sin embargo, de igual forma se tiene que hablar de la contra parte y los altos costos de mantenimiento que provoca el cristal. Torrelit Saltillo y su corta vida lamentablemente no marcan una ruptura ni dejan una influencia o un camino claro; la extensión territorial en Saltillo hasta hoy en día no representa una condicionante para echar miradas al cielo y apostar por arquitectura vertical. Fue y es una obra aislada en donde al parecer a nadie le interesa formar parte de su versión de “Club de Toby para Rascacielos Saltillenses”.

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Imagen: Ramirez Vazquz. Infoteca, 1999.

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El fin del siglo en Saltillo se ejemplifica en dos grandes obras y lamentablemente de arquitectos no locales. Por una parte el Museo del Desierto, uno de los museos más grandes y bastos del mundo sobre el tema; por otra parte uno de los centros de información más importantes en la ciudad, Infoteca Central Saltillo de la Universidad Autónoma de Coahuila.

El patrimonio edificado de la universidad a finales de siglo XX sigue caracterizándose por sus afortunadas obras, al igual que en ocasiones anteriores en esta no se escatimaría. El sistema de Infotecas Centrales representa un gran esfuerzo de la administración del rector Alejandro Dávila Flores para dotar a la Universidad de infraestructura necesaria para aprovechar los más modernos recursos informáticos. Para este ambicioso proyecto en 19971999 se recurrió al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, así es uno de los más grandes de México.

Empecemos por el interior: la postura de la planta arquitectónica en forma de triángulo, es arriesgada y precisa para el usuario-estudiante, una geometría audaz acompañada de una funcionalidad impecable, la lógica del edificio concentra aulas privadas y cubículos de estudio en los extremos y mantiene los espacios de mayor uso público al centro, cada espacio funciona al servicio del usuario al 100%; de igual forma la escala y la interacción con el exterior es una experiencia muy gratificante al recorrer el edificio, comunica eficazmente el mensaje de quien irrumpe un centro de alta tecnología. Por otra parte, la planta arquitectónica se alza tal cual la forma del triángulo con un juego entre alturas y pretiles, a su vez deja uno de los vértices libres que forman un pórtico para el acceso y bienvenida del edificio.

La forma sigue fielmente el trazo del autor, una monumentalidad más medida en su escala y la geometría más contemporánea, con mayor juego entre volúmenes de altura y desfases, sigue llevando aires prehispánicos.

-A pesar de ser una excelente obra y siendo un personaje de tal trascendencia, en lo personal queda a deber. Les recuerdo algunas de sus obras emblemáticas, el Estadio Azteca, la Basílica de Guadalupe, el Museo de Antropología, inclusive fue el encargado de la logística de las Olimpiadas de México 68, sus obras son referentes de la cultura mexicana.

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Lo exigible es en el aspecto de la materialidad, recubre el edificio con placas prefabricadas de concreto aparente, domos de acrílico y detalles que dejan al desnudo la estructura de acero. Es cierto estéticamente son interesantes.

Mi pregunta es - ¿Qué hizo Pedro Ramírez Vásquez para dar una respuesta regionalista? ¿Dónde está la continuidad para la innovación del uso de materiales regionales?

Donde quedo la innovación que dejó Zeferino en los novedosos sistema de construcción del Ateneo Fuente, Mario Pani con su modernidad y el replanteamiento cromático en el “aparejo flamenco” del ladrillo en el Hospital Universitario, “Chema” Morales y la propuesta de Rectoría en un adaptación contemporánea del art deco con el uso de materiales locales y el curioso mármol travertino que ilumina en su interior como ningún otro lugar en Saltillo.

-¿Dónde quedó la verdadera aportación de Pedro Ramírez Vázquez?

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Imagen: LOGUER. Museo del Desierto, 1999.

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El Museo del Desierto fue parte de una convocatoria a nivel nacional en 1996, la empresa ganadora LOGUER Design, dirigida por el arquitecto Francisco López Guerra se hizo a cargo de la arquitectura. El edificio inmediatamente se convirtió en un hito reconocible y en menos de una década pasó a ser punto de referencia en la ciudad. El camino y el programa marcan fuertemente el proyecto; desde la perspectiva del desierto y lo que esto conlleva, era difícil no dar una respuesta regionalista, parte fundamental del éxito de esta obra.

Acertadamente, el juego volumétrico se impregna en una arquitectura bastante escultórica, que si bien no es monumental el manejo de la escala, acompaña en una experiencia mágicamente abrumadora al usuario.

En Saltillo esta obra es clave, tanto para el desarrollo arquitectónico como urbano del siglo XIX, se convirtió en más que un edificio emblemático. La carga programática creó un vínculo directo con la sociedad, el Museo del Desierto forma parte de un complejo recreativo llamado Parque Las Maravillas, que alberga desde grandes áreas de vegetación con espacios recreativos, hasta un auditorio al aire libre que funge como escenario de un sinfín de celebridades, siendo desde entonces una de las mejores opciones de esparcimiento público en las familias saltillenses.

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Imagen: LOGUER. Museo del Desierto, 1999.

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La respuesta social, la escala y capacidad de diversidad programática justificarían las posturas para el desarrollo de los siguientes años. Es aquí que se materializan los diálogos para la arquitectura del siglo XXI. Cerramos el siglo XX, entre la transculturización, la importación de materiales y pensamientos, hasta propuestas que dirigirán el desarrollo urbano de la ciudad en el siglo XXI.

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Vista desde Parque Las Maravillas.

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Arquitectura del Siglo XXI. / Esta sección aborda la arquitectura de a primera década de siglo XXI. Se busca trabajar a distancia para aportar un panorama general desde el que sea posible estar más atentos a las intenciones y a los procesos que a ciertas etiquetas en particular. La intención es hablar más de las ideas, más de los vínculos que los autores. Este capítulo busca ser un marco, una plataforma desde la cual puedan estudiarse los rasgos principales de la producción reciente como un primer acercamiento para facilitar los diagnósticos o al menos, el rastreo.

No se pretende mostrar un conjunto de obras y autores como si fueran los mejores, tampoco se desea que sean vistoso como la cristalización de su momento, ya que las interpretaciones cambiaran con el tiempo, sino como una base o aproximación que permita hablar de materiales, herramientas de pensamiento, ciudad y, ante todo, de los efectos no de las formas arquitectónicas, sino de las acciones. Escribir en el mismo momento en que suceden las cosas dificulta el análisis, pero da testimonio de cómo fueron percibidas en su época. En consecuencia con un panorama complejo, la arquitectura saltillense del siglo XXI, deja entrever una enorme creatividad, pero también una ausencia de discursos lineales o “escuelas”. Al privilegiar obsesiones privadas sobre necesidades masivas, el tejido urbano se ha distinguido por su dispersión y se ha formado por la suma de pequeñas incisiones particulares. La condición desbordante de la población ha desencadenado respuestas fragmentadas y visiones parciales, el potencial de un territorio donde todo es posible ha llegado a pasar de lo abrumador a lo atractivo.

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El desarrollo arquitectónico del siglo XXI en Saltillo toma una rotunda línea ligada al Estado; el desmedido y constante crecimiento en las principales ciudades del país como son: la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, han abierto un escenario de prevención para las entidades de menor desarrollo.

Ante el posible caos urbano, desde el año 2007 el estado ha visualizado la tendencia en el desarrollo de tres entidades, Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga. Siendo de esta manera Saltillo la población más importante dentro de esta conurbación, al constituirse como el polo de mayor concentración urbana, influyendo en el desarrollo, económico y social de Ramos Arizpe y Arteaga. Ramos Arizpe se constituye actualmente como la localidad de mayor impulso industrial de los últimos 30 años, destacando su participación en la producción de cemento y la rama automotriz, entre otros. Por su parte Arteaga, como cabecera municipal, ha mantenido su carácter administrativo de las localidades rurales dedicadas a las actividades agrícolas, que no obstante su cercanía con Saltillo y Ramos Arizpe, conserva su calidad ambiental.

Como respuesta a esta inclinación, el estado entienden estas tres entidades y las conforma en lo que actualmente es la Zona Metropolitana Saltillo-Ramos Arizpe-Arteaga. Con la organización territorial de esta Zona Metropolitana se da origen de esta manera a la creación de un Nuevo Centro Metropolitano Saltillo.

El Nuevo Centro Metropolitano Saltillo hasta hoy en día alberga: el aparato burocrático de justicia estatal, oficinas de administración municipal, gran número de hospitales, centros educativos, tiendas de auto servicio, parques, museos, un bosque urbano entre otros establecimientos en su mayoría comercial o de administración pública.

La identidad arquitectónica del siglo XXI de Saltillo en mucho depende por lo desarrollado en este Nuevo Centro Metropolitano.

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La ubicación geográfica, las facilidades urbanas y la aceptación social del Parque Las Maravillas y el Museo del Desierto materializan el Nuevo Centro Metropolitano Saltillo en un polígono que se delimita: al norte con el Blvd. Fundadores, al sur irregular y mayormente por el Blvd. Carlos Abedrop Dávila, al poniente casi en su totalidad por el Blvd. Luis Echeverría Álvarez y al oriente principalmente por la Colonia Postal Cerritos.

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Centro de Rehabilitación Infantil Teletón. / Ubicado en el Nuevo Centro Metropolitano Saltillo, fue de los primeros edificios que conformaron esta nuca zona. En el año 2003 y bajo el gobierno de Enrique Martínez y Martínez, llegó a la ciudad el quinto CRIT de la república mexicana. Estos centros

hasta

hoy

en

día

se

distribuyen

anualmente a lo largo del país.

De manera acertada año con año orquestando la misión arquitectónica a nivel nacional se encuentra la oficina de Javier Sordo Madaleno.

El desarrollo a nivel nacional de estos centros representa un reto importante ¿Cómo lograr una afiliación estilística a lo largo del país y que al mismo tiempo responda a las necesidades de cada región?

Sordo Madaleno ha desarrollado de manera casi sistemática cada edificio, con un entendimiento regionalista excepción.

sobresaliente

Saltillo

no

fue

la

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Arquitectura de la Gente. / Hablar de arquitectura del siglo XXI en su mayor parte como ya se mencionó, es hablar de la infraestructura que desarrolló el Estado en Saltillo bajo el nombre de Humberto Moreira Valdez, quien desde su alcaldía en la ciudad 2003-2005, hasta su gobierno estatal en el periodo del 2005-2011 materializó su labor en cuestión de infraestructura en un programa que llamó “Obras de la Gente”.

En acciones aplaudibles mas no siempre afortunadas, la ciudad se sumergió en un periodo de una gran cantidad de construcciones de espacio público, edificios, puentes y carreteras.

El Estado en una voluntad de desarrollo, realmente es que carece de postura, no existe un mensaje claro en sus edificios, ni es sus obras. Si desde años atrás los mensajes del gobierno por impregnar al país de una identidad se habían desvanecido, hoy con las obras que se alcanzan apreciar es claro que se termina por borrar.

Ni que hablar de las formas que a falta de sentido buscan el asombro del usuario a partir de geometrías burdas, ordinarias y agresivas, materiales importados que en su mayoría son imitación de acero, aluminio, mármol o cantera y con la particularidad que responden a un supuesto bajo costo y a un corto tiempo en la mano de obra y que decir de la desilusionante eficacia en la funcionalidad de los edificios, espacios monótonos con un sin fin de divisiones, adecuaciones y laberintos, hacen que ir a un edificio de gobierno sea un purgatorio en vida.

Al igual que acciones decepcionantes hay otras tantas que dejan un buen sabor de boca, en este proceso de desarrollo se realizaron importantes intervenciones de espacio público y recreativo, con la creación dos Biblioparques, un Bosque Urbano y un Parque Ecológico.

Empecemos por el Biblioparque Sur, este tipo de espacios nacieron principalmente por la falta de ellos, así como la delincuencia y ocio que creaba en la juventud de ciertas zonas conflictivas de la ciudad. Hasta el momento ha sido una acción acertada y socialmente ha sido una respuesta afortunada. Sin embargo el edificio principal, es parte del reflejo de lo que es hoy en día el arquitecto en Saltillo.

-¿Qué arquitecto en su sano juicio considera que hacer un edificio en forma de libro abierto es absolutamente la mejor idea del mundo? NINGUNO, bueno uno.

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El arquitecto de hoy en día carece de figura y carácter, pasó de ser aquella referencia que emanaba respeto a ser simplemente un mal necesario para los empresarios o en este caso politicos. El cliente siempre tiene las mejores ideas, en muchas ocasiones sabe perfectamente lo que quiere y si por el fuera el mismo construía sus edificios.

Lamentablemente el arquitecto ha cedido lugar a este tipo de solicitudes absurdas y no ha sabido guiar correctamente las inquietudes que presenta el cliente o por lo menos eso es lo que se alcanza apreciar con obras como la del Biblioparque Sur. El Grupo de Sordo Madaleno en los proyectos del CRIT a lo largo del país toma como proceso de conceptualización la forma icónica de un juguete tradicional mexicano, conceptualización similar a la que se pudiera hacer con un libro. En una de las ocasiones Sordo Madaleno conceptualizó un reguilete de colores, esto no significó que el edificio adoptaría tal forma, se tomó la funcionalidad del juguete y en base a eso se realizó el planteamiento arquitectónico con un cuerpo circular al centro y los espacios adyacentes se distribuyen siguiendo la dinámica radial como la de un reguilete. En fin, socialmente el Biblioparque Sur ha sido una respuesta oportuna, arquitectónicamente una caricatura.

Pasando ahora al Biblioparque Norte, su emplazamiento es espectacular. Decisión 100% acertada en cualquier género de edificio, se tomó un espacio abandonado como los terrenos y chimeneas de Zincamex que tenían décadas en desuso y a su vez con una memoria histórica importante. La intervención consideró un cambio rotundo en la carga programática, dotando de áreas recreativas en conjunto con las existentes y las áreas antiguamente industriales. Este tipo de acciones habla de cierta manera de inclusión, permiten que el edificio envejezca con dignidad, las viejas chimeneas ahora son una especie de faro con gráficas similares a las de un sarape. En realidad resultan muy interesantes los cambios tan drásticos en el programa y la estética del lugar. Esta intervención es una pista clave para la arquitectura contemporánea, son acciones similares a las de Casa Purcell que ahora es un museo o las viejas casonas del centro que hoy en día albergan restaurantes, bares u oficinas. Realmente no importa el programa, el cambio refresca por igual a estos edificios viejos, que al final se filtran perfectamente en al identidad y vida diaria de la ciudad. Estos edificios viejos con intervenciones recientes que han pasado por años la prueba del tiempo, son los que dan una verdadera identidad saltillense hoy en día.

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Por último, el Bosque Urbano y el Parque Ecológico El Chapulín. Sus principales funciones son dos: dotar de áreas recreativas y al mismo tiempo un pulmón a la ciudad. El protagonismo en estos espacios lo toma 100% la área verde y la vegetación, postura que se agradece y se aplaude.

Es importante en este siglo XXI seguir el hilo en las acciones destacadas, el espacio verde de la ciudad ya está consolidado y efectivamente organizado. Sin embargo hay que seguir la línea en acciones de menor escala que vayan entrelazando estos grandes pulmones con pequeñas intervenciones que marquen una cohesión con mayor forma. Promover la movilidad liviana mediante las ciclo vías, parques de bolsillo, energías renovables, mobiliario urbano verde que permita a la vegetación apoderarse de las grandes estructuras de concreto y acero.

En realidad como arquitecto siempre que se recorre un edificio se buscan las fallas o los errores. Sin embargo, no hay mucho que decir sobre estas áreas recreativas que cualquier carencia arquitectónica ha sido eficazmente contrarrestada con las propuestas que presentan socialmente.

Basta con dar un solo paseo por ellas, para descubrir que cualquier día de la semana la sociedad saltillense disfruta al máximo de estas obras, activan por igual el comercio de aquellos que con gentileza desde un dulce buscan ganarse algo de dinero y al mismo tiempo forman parte de una respuesta ambiental; al final la vida que cobran estos espacios es a lo que realmente llamo arquitectura.

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Edificios del Nuevo Centro Metropolitano.

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Imagen Sup: Biblioparque Norte. Imagen Inf: Biblioparque Sur.

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Vista del Bosque Urbano, de fondo IMSS 89.

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No es Cuervo, es Kalach. / Igualmente de los primeros edificios del Nuevo Centro Metropolitano Saltillo, encontramos la Unidad Médica Familiar del IMSS 89. Como siempre el Instituto Mexicano del Seguro Social con intervenciones acertadas a lo largo de cada época, una labor impresionante la que ha realizado esta institución a lo largo de la arquitectura tanto local como en todo el país. A lo largo de la Historia los hospitales saltillenses han albergado a grandes figuras de la arquitectura y este no es la excepción.

Hoy por hoy uno de los mejores arquitectos mexicanos, Alberto Kalach y su Taller de Arquitectura X (TAX) realizan en el año 2004 el proyecto para la Clínica IMSS 89. Sin embargo el edificio entra en funcionamiento hasta el año 2009.

En resumen, este edificio ha pasado desapercibido en Saltillo.

A los casi 10 años de la concepción de esta obra la verdad que ha pasado por alto en su totalidad por arquitectos, constructores y sociedad. A lo que me lleva a pensar…

- ¿Quizás fue la misma apreciación en la época del Hospital Universitario de Mario Pani?

-¿Quizás el Hospital Universitario, se tardó en entender y 50 años después se cayó en cuenta que fue la materialización de la modernidad en Saltillo?

El tiempo es la única respuesta, lo que si es que hay que seguirla de cerca porque Alberto Kalach siempre guarda algo mágico atrás de eso tozudos muros de concreto aparente.

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Esta obra es una fiel representante de su autor, es arquitectura en silencio, es una arquitectura que no busca los reflectores, es un edificio que no va a gritar para que lo mires. Es una arquitectura en servicio, noble, honesta y transparente. Una composición puramente geométrica, dos polígonos rectangulares de concreto aparente, que SI ES CONCRETO APARENTE, no son placa fingiendo ser concreto aparente; habla de una postura honesta y coherente. La estética, la estructura y el programa se engloban desde la principal característica del edificio, las secciones verticales entre concreto y cristal forman un sistema completo, un TODO. A simple vista las secciones tanto de cristal como de concreto están en una proporción casi similar, por lo tanto podemos decir que la mitad del edificio tiene contacto con el exterior mediante las secciones traslucidas; un exterior abundante en vegetación regional. En realidad es asombroso como el edificio se aleja de cualquier protagonismo y deja que tomen valor la funcionalidad espacial, la eficiencia material y una identidad traslucida que se adapta a los cambios del exterior sin importar los años. La trayectoria de Alberto Kalach me atrevo a decir que hasta hoy en día, es la reinterpretación y la ruptura de los paradigmas regionalistas y el cliché de la arquitectura mexicana.

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Imagen: Alberto Kalach. IMSS 89, 2004.

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El último de los Cuervos, Teodoro González de León. /

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Teodoro González de León (1926) es el único mexicano que trabajó en el taller del maestro, Le Corbusier. No sólo es arquitecto, urbanista, pintor y escultor, sino también es un promotor de la arquitectura entendida como fenómeno cultural. La monumentalidad y contundencia de buena parte de su obra pública llegaron a identificarse con el poder, con distintos gobiernos consecutivos, generando una ambivalente reacción de admiración y rechazo entre las generaciones posteriores. Sus bancos, delegaciones, museos y corporativos han contribuido a definir el tejido urbano de buena parte de la República.

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González de León. Auditorio Nacional, 1991.

Adrià, 2013.

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En cierta medida es la evolución de lo conceptual a lo creativo, de la racionalidad al expresionismo. En suma, un proceso por el que había pasado antes el mismo Le Corbusier. Así, la obra de Teodoro González de León surge a partir de un camino evolutivo que cruza entre las enseñanzas del Movimiento Moderno con una lectura personal de las culturas. Su lenguaje ha sido entendido y analizado parcialmente, casi siempre desde la perspectiva del hormigón armado como único material, que en distintas ocasiones el arquitecto justificaría por su maleabilidad, economía y poca sofisticación constructiva, aunque su uso venía precedido por experiencia como residente de obra en la Unité d’Habitation de Marsella. La plasticidad y la abstracción que le han permitido pasar del proyecto a la obra sin solución de continuidad, justificaría por si solo el uso del hormigón armado.

La referencia a Le Corbusier es obligada en González de León. El azar, que le sonrió muchos años después, asoció el desenlace del concurso para la Ciudad Universitaria y su llegada a las puertas del número 35 de la rue de Sèvres. El concurso entre maestros de la Escuela de Arquitectura para la nueva Ciudad Universitaria tuvo un efecto “cenicienta” cuando el respetado José Villagrán alentó al jurado para que viera y tuviera en cuenta el proyecto de unos estudiantes: era la ciudad radiante de Teodoro González de León, Armando Franco y Enrique Molinar. El proyecto quedó en manos de Enrique del Moral y Mario Pani (con quien trabajaba entonces), incorporando a sus propuestas beauxartianas buena parte de las aportaciones de los estudiantes. Este doloroso éxito desencadenó su huida de México con una beca del gobierno francés bajo el brazo. En esos años posbélicos, el taller de Le Corbusier se nutría del entusiasmo de jóvenes arquitectos procedentes de todo el mundo, alentados por la efervescencia del creador de la ciudad ideal. Lo que aprendió, lo trajo de regreso y lo aplicó tan pronto tuvo ocasiones para ir construyendo con la experiencia de años y obras, su propio lenguaje.

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También como el maestro suizo, sus análisis surge desde otra perspectiva, la pintura, y el juego de elementos en su obra plástica y escultórica impregnan un sello de abstracción a su producción arquitectónica.

La arquitectura es una carrera de corredor de fondo. Le Corbusier le decía a Teodoro González de León en 1949: “No existen Mozarts de la arquitectura, no se puede ser precoz”. González de León ha mantenido a lo largo de su prolongada carrera una “resistencia crítica” entre lo “universal” y lo “local”, entre la herencia corbusiana y el legado mexicano. Sus arquitecturas son ensambles, sus textos son manifiestos y cada una de sus obras tiene su propia lógica, siendo cada una un párrafo, un capítulo de una historia, de un modo de hacer y entender la arquitectura.

En el 2009 llega Teodoro González de León a Saltillo con la obra para la Universidad Autónoma de

Coahuila

en

la

Ciudad Universitaria Campus Arteaga. Desde la

contemporaneidad y siguiendo la marca del autor se reinterpreta aquel patrimonio universitario con un aire sumamente depurado, los grandes elementos verticales de concreto prefabricado que utiliza González de León son una memoria de los grandes arcos que caracterizan al Ateneo Fuente, Ciencias Químicas y el Edificio de Rectoría.

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Gonzรกlez de Leรณn. Ciudad Universitaria UAdeC, 2009.

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CapĂ­tulo X. /

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¿Octavio y la feria? / Cuando Octavio Paz hablaba que… “la modernidad desde hace cien años es nuestro estilo. Es el estilo universal. Querer ser moderno parece una locura: estamos condenados a serlo.”

Nunca mencionó ¿Por qué es que estamos condenados a ser modernos?

Recapitulemos los hechos, la llegada de la modernidad y la época moderna fue indiscutiblemente una realidad, se fue moderno, quizás como pocos o como nadie.

Se fue tan moderno como mexicano y pocos países lograron una hibridación cultural tan natural, tan fluida y tan rica como la que fue en México. Sin embargo, la modernidad necesitó el impulso del Estado, hay que reconocer que la columna vertebral de la arquitectura moderna fue el Gobierno. Desde el poder se impulsaron grandes palacios de gobierno, escuelas, hospitales, viviendas, hoteles, estadio, etc.. y todo eso no hubiera sido posible sin un proyecto de nación, sin la misión por impregnar a todo el país de aquella identidad nacionalista y la búsqueda insaciable por una aceptación internacional.

En resumen el estado hizo una sola cosa, unificó y unió los impulsos culturales en un solo camino, por consecuencia ese camino fue basto. Con el impulso de esta unidad se llegó rápidamente a la modernidad. ¿Qué paso cuando fuimos modernos? Se abusó.

Fue tan buena la época moderna que no se supo medir, se empacharon de ser modernos. En México, la modernidad fue tan excesiva que se llegó al malestar.

Todas las teorías modernas que promovieron las interacciones y la unidad social, de pronto se convirtieron en una amenaza para el Estado. En 1968 que la sociedad decidió estar en contra del gobierno, este no pudo hacer nada para controlar a la población; la arquitectura moderna había promovido y dotado excesivamente de espacios para la unidad social. Hay dos puntos de vista, o esa unidad social se aprovechaba para ir en contra del gobierno o el poder aprovecha los núcleos sociales como blancos. Al final, sabemos lo que ocurrió, los núcleos sociales se convirtieron en blancos.

Después de la matanza de 1968 lo obvio fue el rechazo al gobierno, todo lo que representara al poder inmediatamente la sociedad lo desecho y dentro de todo eso se incluyó la cultura promovida desde el estado. Divide y vencerás, el gobierno dividió y venció. El gobierno se deslindó de seguir promoviendo las cuestiones culturales y la sociedad se fragmentó refugiándose en el pasado; significó el comienzo del posmodernismo.

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La arquitectura contemporánea necesita de dos ejes fundamentales: 1.- Unidad.

Las acciones fragmentadas y las voluntades aisladas no significan una respuesta ni un mensaje real del pensamiento social. Se necesita retomar un proyecto de nación y una postura en donde la arquitectura sea un reflejo real de lo que pasa en la sociedad. Se necesita un eje que dirija las acciones tanto de izquierda como de derecha, pero que se siga una coherencia.

2.-Ser Social.

La arquitectura no debe de ser exclusiva a los billetes, la arquitectura debe de ser un derecho por excelencia. Si hablamos que en Latinoamérica del 80 al 90% de desarrollo se genera a través de la autoconstrucción, el resto y por lo tanto la minoría no es un reflejo real de la que sucede en sociedad.

La modernidad no es un estado mental al que se llega al finalizar un recorrido, no lo es. La modernidad, antes que nada, es una actitud, es un posicionamiento de vanguardia, un apetito y una búsqueda insaciable que combate contra un posible estado de quietismo y autosatisfacción. Esta investigación sugiere una modernidad para siempre, lo cual no implica una resignación, si no por el contrario un compromiso y una actitud de autocrítica y reinvención permanente en los actores involucrados en los procesos y resultados.

No estamos condenados a ser modernos si esto significa seguir una postura del estado, el ser moderno es una rebeldía absoluta y un rechazo a los paradigmas.

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NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS. NO ESTAMOS CONDENADOS A SER MODERNOS.

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Olivia Steele.

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