E pasaje de Tabita
Hechos 9 En Jope había una discípula llamada Tabita (o Dorcas en griego), que quiere decir Gacela. Hacía muchas obras buenas y siempre ayudaba a los pobres. 37. Por aquellos días enfermó y murió: después de lavar su cuerpo, lo pusieron en la habitación del piso superior. 38. Como Lida está cerca de Jope, los discípulos, al saber que Pedro estaba allí, mandaron a dos hombres con este recado: «Ven inmediatamente a donde nosotros.» 39. Pedro se fue sin más con ellos. Apenas llegó lo hicieron subir a la habitación del piso superior, donde le presentaron a todas las viudas que estaban llorando y le mostraban las túnicas y mantos que Tabita hacía mientras vivía con ellas. 40. Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró. Luego se volvió al cadáver y dijo: «Tabita, levántate.» 41. Ella abrió los ojos, reconoció a Pedro y se sentó. El le dio la mano y la ayudó a levantarse; luego llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva. 42. Esto se supo en todo Jope y muchos creyeron en el Señor.
Reflexion En verdad que este ha sido un fragmento de texto corto pero con un mensaje profundo, pues al igual que Tabita en el pasaje que a cabo de compartir, Nos muestra que en toda la historia han existido hombres y mujeres de buen corazón, que con sus actos de buena fé, han ayudado a su comunidad e incluso al mundo entero, pero ahora en estos tiempos no es la excepción, en cada hogar existen también estas personas con corazones nobles y espíritus de bondad que están al tanto de su prójimo, dando tanto amor y enseñando a ser compartidos, por que como dice Gabriela Mistral no hay mejor placer, que el placer de servir. Y es ahí donde radica lo que debemos hacer cada uno de nosotros, dar y servir a otros que tengan alguna necesidad, desde el tiempo que podemos prestar para escuchar, hasta la cooperación para edificar las obras que ayude a construirnos como mejores humanos.