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SUMARIO

REVISTA DE ESTUDIANTES DE LENGUAJES Y ESTUDIOS SOCIOCULTURALES UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

errántio # 2 ISSN 004035 OCTUBRE - NOVIEMBRE 2006 Directora Natalia Sánchez Corrales Subdirectora Verónica Molina Consejo Editorial Juana Afanador, Nicolás Aguilar, Natalia Gómez, Diana González, Verónica Molina, Alejandro Moreno Director Creativo Luis Carlos Tovar Diseñador Asociado Daniel Abadía Imágenes Luis Carlos Tovar Colaboradores Vanessa Rosales, Santiago Díaz, Andrés Florez, Carolina Miralles, Sonia Hurtado, Melissa Agudelo, Carlos Hurtado, Angélica Manga, Pablo González, Iván Parra, Tiziana Laudato, Margarita Serje, Andrea Cáceres, Maria Mercedes Gómez, Fritz Schall y departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales Lectores Julia Morales, Alcira Saavedra, Yolanda Rodríguez, Amparo Álvarez, Beatriz Peña, Héctor Peña Impreso en Litho Copias Contáctenos errantismo@yahoo.com Los artículos publicados en esta revista no dan fe del pensamiento o de la opinión del departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales ni a las de la Universidad de Los Andes

1 Investigación: Bogotá No Es Una Sola 4 Tema Central: Bogotá: Una Ciudad Para Educar A Los Ciudadanos 7 Traducción: La Traducción Cultural: Una Necesidad Inminente 11 Debate: Ciudad Y Construcción De Ciudadanía 14 Pedagogía: Estándares En Competencias Ciudadanas: ¿Para Ciudadanos? 18 Cobertura De Eventos: “Inglés En Las Tablas“ 20 Espacio En Construcción: Poema Dibujo

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EDITORIAL En momentos en los que la integración de los estudiantes universitarios al ámbito de lo público es tan mencionada, opciones alternativas a los medios tradicionales de comunicación son llamadas a aparecer. En este contexto de crítica universitaria es donde se gesta Errántio, en ese pequeño intersticio entre la polémica y información, precisamente en ese lugar en el que se construye la otra cara de la vida pública. Errántio, como les decía, nace como una alternativa a los formatos tradicionales y quiere, por principio, promover un trabajo en equipo orientado a alcanzar este fin. Es por esta razón que ha sido formulado como un espacio de acción, como una instancia para el pensamiento crítico y la palabra constructiva, para la mirada elocuente y el comentario sagaz del estudiante. Para este segundo número, esta iniciativa de participación estudiantil convocó a un grupo de

20 personas para emprender la difícil tarea de investigar, debatir, consultar y escribir en equipo. Este proceso de creación colectiva estuvo esta vez dirigido a analizar, desde diversas perspectivas, el tema de la ciudad, sus manifestaciones, sus ritmos y contradicciones; esa ciudad que cada vez puede ser otra y que se manifiesta en cada respiro de vida de sus habitantes. La ciudad como concepto, como lugar en el tiempo y como manifestación cultural, la ciudad en la que habitan los deseos, anhelos, sueños y fantasías de los hombres, la misma que está cargada de discursos y practicas que se entretejen en la cotidianidad para construir el día a día de los individuos, la misma que es llamada hoy a asistir a las líneas de Errántio. Natalia Sánchez Corrales Directora de Errántio

Aclaraciones al primer número de Errántio: Para el primer número contamos también con el apoyo y la colaboración de Andrea Morales, quien asistió la escritura del artículo de la sección de investigación. Entre los lectores que aconsejaron a los columnistas en la corrección de sus artículos no se encontraba Gregory Lobo a pesar de haber sido mencionado en la bandera como lector participante.

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BOGOTÁ NO ES UNA SOLA

Juana Afanador “(…) he aquí que una estrella me conduce, hacia una cima que se llama Bogotá, la ciudad adornada por las nubes... Esa cima, esa ciudad Bogotá.“

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uando se habla de ciudad se piensa en una estructura urbana, edificios, medios de transporte masivos y una gran densidad de población. Sin embargo, la ciudad también se puede entender, y pensar, como construcción discursiva, tal y como lo propone Paola Andrea Cáceres en su proyecto de investigación Bogotá

no es una sola. Cáceres parte de Bogotá como una ciudad con múltiples posibilidades de significados y como algo que se construye por medio de un proceso que, a su vez, crea un imaginario diferente en cada individuo. Propone hacer un estudio del discurso de algunas guías de Bogotá, puesto que es el texto mismo el que construye la ciudad

y nos proporciona una idea de ésta. Las guías propuestas son percibidas como mecanismos de creación de identidades y memorias colectivas que construyen diferentes ciudades, diferentes Bogotá. Las guías desde las que se hace el estudio son, Bogotá turística, Toda Bogotá All y Bogotá para niños. Tres guías en las que cada una propone(n) una ciudad muy diferente para un público especifico. Bogotá turística, ejemplo, quiere mostrar una ciudad con un clima agradable, limpia, y sobretodo con extensos espacios culturales. Además, los lugares que se muestran en esta guía son de alta cultura para extranjeros con medios económicos, que pueden acceder a los espacios a los que la gran mayoría no puede ya que son característicos del estilo de vida de la clase alta. A partir de la descripción que ofrece la investigación de la guía Bogotá Turística, vale la pena resaltar que los espacios de alta cultura, como los llama Cáceres, están asociados con un sector de la población bogotana bastante reducido, en esta guía se ve cómo a partir de

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un discurso que se limita a describir ciertas actividades de la ciudad, se construye un espacio comprimido. Algo así como otra ciudad dentro de la misma. La segunda guía de estudio Toda Bogotá All, a diferencia de la anterior, es más plural e incluyente ya que expone varios lugares de la ciudad, además de estar enfocada no sólo para los turistas extranjeros sino también para los bogotanos. La Bogotá que se construye en esta guía es polifacética, muestra múltiples atracciones en diferentes lugares de la ciudad, hace fuerte referencia a la vida cotidiana y se centra en la ciudad y su relación con los ciudadanos. Asimismo la guía parte de la historia de Bogotá, de lo más tradicional de la ciudad como lo es Monserrate, a lo más contemporáneo como un poema de André Maurois titulado “Bogotá es poesía”. Si se toma distancia de la investigación de Cáceres se puede decir que la guía pasa de la geografía a la literatura sin ninguna consideración,

pero amplía el concepto de ciudad y construye una sola Bogotá que comparte una historia y unos ciudadanos. Sin embargo, en medio de la ciudad que construye esta guía solo se ven los espacios históricos más representativos y deja de lado otros lugares también importantes para los bogotanos. La tercera guía que propone Cáceres es Bogotá para niños, como se puede ver ve en el título está dirigida sólo a la población infantil de Bogotá y se presenta de forma más didáctica que las anteriores guías propuestas. Esta guía invita a los niños a visitar lugares llamativos como el observatorio nacional, la red de bibliotecas públicas, los museos, y propone visitas ecológicas a los cerros, entre otros. A diferencia de las anteriores guías esta está destinada a un público preciso y delimitado, al que pretende acercar a los lugares públicos que ofrece Bogotá para los niños, que son parte activa y fundamental de la sociedad. Así que Bogotá para niños, como lo dice su título, es una

Proyectos de innovación educativa Calle7 # 3-27 Teléfonos: 2802713-3332113 Correo electrónico: cealproyectos@hotmail.com

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guía que edifica una ciudad para los niños desde lo público. Cada una de estas guías construye una Bogotá, la mayoría de los ciudadanos no se sienten identificados con la primera guía que representa una Bogotá en medio de otra ya que es bastante reducida y solo habla de unos pocos espacios. Pero seguramente reconocen a la Bogotá de la segunda guía, que propone una ciudad más amplia que se conoce por medio de los lugares y las calles que transitamos diariamente y que han hecho parte de nuestra historia. A parte esta dirigida a un público mucho más amplio y no solo se limita a ser una guía turística para extranjeros si no que busca crear una relación entre la ciudad y el ciudadano. Asimismo, la tercera guía destinada principalmente para los niños de Bogotá pretende entablar una interacción de los niños con el espacio en el que viven y en el que están creciendo. Finalmente, se puede decir que a partir del estudio de Cáceres, queda claro que existen diferentes formas de construir Bogotá, diferentes identidades y diferentes tipos de ciudadanos. Hay muchas ciudades en una sola y cada una va a ser muy diferente a la otra, lo que también

refleja las desigualdades sociales de una ciudad como Bogotá llena de contrastes. Sin embargo ninguna de las guías muestra las partes deprimidas de la ciudad, que son una gran mayoría, y que hacen parte de la ciudad en la que vivimos, pero que el discurso trata de invisibilizar como se pudo ver por medio de las tres guías presentadas.

Soupault, Philippe, Oda a Bogotá, Antología de poesía surrealista, traducción de Guillermo de Torre, México, Coma, 1981. Voces..., p. 423. Maurois, André, Bogotá es poesía, L’Académie Française, 1947.

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BOGOTÁ: UNA CIUDAD PARA EDUCAR A LOS CIUDADANOS

Natalia Sánchez, Andrés Florez, Santiago Díaz En el marco del plan sectorial “Bogotá una gran escuela”, la Secretaria de Educación Distrital nos propone pensar a Bogotá como una ciudad diseñada para educar a sus ciudadanos. Pero pensar a una ciudad participativa, autónoma y solidaria con sus ciudadanos nos invita a preguntarnos: ¿en qué condiciones debemos concebir esta nueva educación? Y si es la ciudad la que educa ¿es ahora obsoleta la escuela?

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a escuela ha sido, desde su nacimiento, uno de los primeros horizontes sociales, el lugar en que los niños y jóvenes encuentran el mundo en pequeño. Hoy, estas reducciones se han alejado tanto de la realidad al punto que ésta se ha convertido en su dilema fundamental: los niños hoy en día tienen más problemas de aprendizaje por desnutrición

y violencia intrafamiliar, que por dificultades cognitivas congénitas. Parece ser, que las áreas fundamentales del conocimiento no han logrado construir un tejido social suficiente que mantenga la atención de los niños en sus contenidos, que genere alternativas de solución a sus conflictos vitales y que, por ende, ayude en la tarea de formar a nuestras sociedades en los mínimos de convivencia. Éste es el punto de partida desde el cual el plan sectorial de educación, Bogotá: una gran escuela, está cuestionando a la educación tradicional a través de proyectos que buscan, en primera instancia, prestar servicios básicos de alimentación, transporte y subsidios condicionados a los niños, niñas y jóvenes escolarizados en instituciones educativas distritales de la ciudad. Además de la prestación de servicios que garantizarían el rendimiento académico de los niños, la Secretaría de Educación Distrital plantea la necesidad de crear una nueva escuela, una escuela que incluya en su currículo la vida cotidiana de los niños de Bogotá y que, al mismo tiempo, sea capaz de proyectarse fuera de

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sus muros hacia una sociedad sin indiferencia, humana e incluyente. La iniciativa de construir una nueva escuela en tanto política pública de la ciudad es un avance significativo en la puesta en marcha del proyecto, sin embargo, los desafíos que enfrenta una propuesta de esta magnitud van desde su horizonte conceptual hasta la materialización, reproducción y ejecución de su estrategia educativa. Horizonte Conceptual Como afirma el secretario de educación de Bogotá en el discurso de apertura de la cátedra de pedagogía Bogotá: una gran escuela, “Cambiar las rutinas escolares puede ser tan difícil como cambiar la moral de un pueblo”, pues para esto no sólo se necesita cambiar la ciudad en la que vivimos, sino también a los ciudadanos que la habitan. El fenómeno del desplazamiento, la desescolarización, la diversidad étnica, la fragmentación bogotana y las situaciones socioeconómicas de sus habitantes, son sólo algunos de los desafíos con los que tropieza este programa cuando pretende ser formulado. Adicional a esto, la ciudad y la escuela tienen cada una sus propias normas tan arraigadas a su funcionamiento que se resisten a ser pensadas desde nuevos enfoques. Un ejemplo de esto es la legislación sobre áreas fundamentales

de conocimiento, estándares básicos, horarios escolares y material de consulta que tiene el Ministerio de Educación Nacional y que orientan los planes sectoriales de todas las secretarías de educación en Colombia. Esta legislación, junto con el reto de transformar a los ciudadanos en las escuelas de siempre para crear las escuelas del mañana, son los principales desafíos de un programa que más que pensado debe ser orientado a la práctica, para que sea ella la que lo formule. De esta manera es como el componente teórico-conceptual representa, asimismo, un tema de discusión a la hora de evaluar las condiciones de posibilidad del proyecto. Pues si queremos llegar a una formación integral de los ciudadanos en los claustros escolares de siempre, debemos empezar por poner en práctica el principio constitutivo de este plan: la escuela va a la ciudad y la ciudad va a la escuela de una manera tal, que sea desde la práctica desde donde empecemos a generar las estrategias, que efectivamente nos van a llevar a alcanzar los objetivos de este proyecto en tanto política pública de la ciudad: debemos atenernos a la teoría, practicándola. Materialización, Reproducción y Ejecución

“La complejización de la vida social tiene en la ciudad una de las mejores oportunidades para cualificar sustantivamente la enseñanza. En ella se

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encuentra el conocimiento avanzado que la sociedad contemporánea está produciendo y el acumulado que la humanidad nos ha legado, con sus contradicciones y falacias, con sus aciertos y oportunidades.” La ciudad ha sido el escenario escogido por la Secretaría de Educación Distrital para llevar a cabo la materialización de la nueva escuela, no sólo porque es el espacio en el que vivimos y convivimos sino porque además, es el espacio que nos construye como individuos, como sujetos sociales, como familias y como comunidad. Este concepto de ciudad va mucho más allá de la infraestructura de nuestros parques y museos, la ciudad llega a cada uno de nosotros en diversas formas y relaciones con el otro y con todo lo que nos rodea. La propuesta es entonces salir a la ciudad, participar de ella, construirnos como ciudadanos al tiempo que producimos un sentido cada vez más solidario de ciudad. Todo esto para volver a la escuela, para plantearle preguntas y reflexiones, para apropiarlo a nuestra cotidianidad y entonces poder salir de nuevo. En la escuela aprendemos, relacionamos y contextualizamos la ciudad en el marco de los derechos humanos, la perspectiva de género, el respeto de los derechos de la infancia, los programas de desarrollo sostenible para la comunidad, la formación en resolución de conflictos y

conciliación y en general, todo aquello sobre lo cual es tematizable la ciudad pero al mismo tiempo sin la cual, estos temas no tendrían sentido. Mantener el proyecto de la ciudad educadora no es tarea fácil y mucho menos si se plantea exclusivamente como responsabilidad de la Secretaría de Educación Distrital. Es necesario que esta labor, que se proyecta a largo plazo como una alternativa de apoyo para las comunidades vulnerables de la ciudad, sea respaldada por otras instancias estatales, la empresa privada, las ONG, los colegios del sector privado, y en general, todos y cada uno de los ciudadanos de Bogotá. Pero, adicionalmente, necesitamos que no sólo sean términos económicos los que preocupen a los grandes empresarios a la hora de pensar en desarrollos sostenibles para comunidades vulnerables. Necesitamos una transformación que incluya a los ciudadanos como personas y no como rubros, no para evitar los conflictos, no para reducir los colombianos a tópicos conductistas, sino para lograr un acuerdo en valores cívicos que privilegien la convivencia y la disminución de la violencia, el mejoramiento de las condiciones de vida y la satisfacción de las necesidades existenciales y axiológicas de cada los ciudadanos.

Palabras del secretario de educación, Abel Rodríguez Céspedes, en el acto de inauguración de la cátedra de pedagogía Bogotá, una gran escuela 2004. En Educación y Ciudad Nº 6. Bogotá, Diciembre de 2004 Ibíd.

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LA TRADUCCIÓN CULTURAL: UNA NECESIDAD INMINENTE

Diana González, Carolina Miralles Y Sonia Hortúa A medida que la globalización aumenta, se incrementa también la necesidad de encontrar un punto medio entre las diversas culturas que día a día entran en contacto. Es aquí donde la traducción deja su carácter único lingüístico, para volverse agente mediador entre culturas, logrando así crear nuevas y diversas identidades.

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oy nos vemos enfrentados a un fenómeno cultural que afecta la manera en que nos percibimos a nosotros mismos y por ende también la forma en que vemos al otro. Lo que antes representaba un concepto como el de territorio en la construcción de identidad, es ahora retomado por otros aspectos que contribuyen de la misma forma a la construcción de la misma (la identidad). La mediatización acelerada y las inmensas posibilidades de viajar a distintos

lugares en muy poco tiempo, nos presentan la posibilidad, no sólo de crear una identidad a partir de un territorio sino también de generar un intercambio con otro tipo de identidades, otro tipo de culturas, lo que en última instancia tiene consecuencias dentro de la construcción misma de la identidad. Por esta razón, creemos pertinente resaltar el papel de la traducción en este tipo de procesos de construcción, no sólo de conceptos, sino de formas de ver el mundo. El Nuevo Rol Del Extranjero Para explicar este fenómeno, se puede tomar el ejemplo de un extranjero, al cual no le basta ahora con viajar y visitar las ciudades y monumentos famosos, que en cierto modo hacen parte de la construcción de una identidad, sino que le es necesario ir más allá, acercarse y sumergirse en la cotidianidad -entendida como las acciones habituales de sujetos que ocupan un territorio. Para este individuo, no es lo mismo subir a Monserrate, tomar fotos y apreciar la majestuosidad de la ciudad, que sentarse en un café en la Candelaria a observar a la gente (nativos o extranjeros) en su típica vida bogotana, y por qué no, entablar conversación con alguno de ellos.

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El rol del individuo en estas situaciones de cual hace evidente la necesidad del intercambio intercambio o de traducción cultural, en las cuales incluso dentro de un mismo lugar. se ve en la necesidad de asimilar prácticas con La Dinámica De La Hibridación las que no se encuentra familiarizado, va ligado La traducción es tomada en este caso desde a las diferentes maneras en que se pueden tejer una nueva perspectiva política y cultural, que las redes entre estas diversidades y por tanto posibilita la construcción y consolidación de las a la necesidad del ser humano de traducir para sociedades a través del cambio, al exponerlas hacer posible este intercambio. a otras realidades y permitir su La traducción Al entender la traducción en constante renovación. Ésta posibilita puede ser vista este sentido y al tener en cuenta el tráfico cultural al forjar cambios como metáfora la importancia que retoma esta en las estructuras mentales en de la condición perspectiva en nuestros días, su la medida en que el individuo, humana y de su tarea es ahora establecer este tipo traductor de su cultura heterogénea cultura de diálogos entre culturas, en las desde su constitución, pierde parte cuales éstas se ven permeadas de la misma, adquiere partes de por aspectos que sólo ocurren en el constante otras culturas y como resultado, se hibrida una intercambio en el que se evidencian las distintas nueva. formas de ver el mundo. Un claro ejemplo de esta Esta dinámica de procesos culturales y de mezcla cultural es la ciudad de Nueva York, que construcción es estudiada como el fenómeno aunque típicamente Yankee, tiene también una de transculturación, que podría verse como el Chinatown y una Little Italy, y alberga festivales resultado de la traducción cultural. Como afirma de irlandeses, griegos y caribeños, entre otros; lo Octavio Paz, la traducción no sólo suprime

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ciertas diferencias entre las culturas, sino que en este proceso, también muestra sus diferencias más profundas. Este conjunto de diferencias es lo que conforma la originalidad tanto de cada traducción como de cada nueva hibridación, ya que se trata de diferentes interpretaciones, de diferentes formas de asimilar elementos y prácticas propias de una cultura. Pensar La Traducción En La Sociedad Actual La discusión que se puede generar a partir de esta reflexión en cuanto al rol de la traducción en la sociedad actual, en el diálogo continuo y cada vez más intenso entre culturas, gira en torno a la manera en que los estudios de la traducción han tenido que ser replanteados: Traducir no es transcribir, ni tampoco se trata de llegar a manejar correctamente las técnicas propuestas para llevar a cabo este ejercicio como último fin. Los estudios de la traducción van cada vez más ligados a otro tipo de estudios en diferentes campos de las ciencias sociales tales como la antropología, ésta es estudiada ahora más como parte fundamental de la comunicación humana y de la conservación de las culturas en la medida en que posibilita la modificación y adecuación de las convenciones, estructuras e instituciones de una comunidad. De esta manera, la traducción puede ser vista como metáfora de la condición

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humana y de su cultura, debido a su carácter inestable, a su constante desplazamiento, a la negociación y al tránsito por el cual tanto la traducción como la condición humana siempre se verán atravesados. Deconstrucción De Fronteras En el proceso de traducción cultural, las fronteras ya establecidas tienden también a desvanecerse y a conformar unas nuevas. Por ejemplo, lo que se entiende por territorio va a ser redefinido en tanto espacio de tráfico cultural o como lo afirma Pierre Bourdieu, campo de producción cultural, de esta manera la identidad se desdoblará en identidades, que son construidas a partir de procesos y no de algo estático, que hace de un lugar varios lugares y de una cultura una diversidad; lo cual obliga a que ésta sea entendida y vivida, y hace de la tolerancia frente a cambio un proceso de adaptación que se lleva a cabo al traducir y gestionar de esta forma los espacios de intercambio necesarios. En conclusión, las características de nuestra época y la sociedad en la que estamos inmersos, hacen que el papel de la traducción se vuelva inminente. En momentos en que se creía que

su ejercicio era imposible, es justo cuando nos vemos en la necesidad de reformular los estudios teóricos en torno a esta disciplina, para llegar a abrir un espacio de reflexión en el cual se piense la traducción y se aprenda a pensar a través de ella.

VIDAL, BARR, MARTÍN RUANO. África, Anne, M. Rosario. El compromiso babélico: traducir la traducción en nuestros días, en Revista Debats No. 75 Invierno 2001-2002 PAZ, Octavio. Traducción, literatura y literalidad. Tusquets editor, Barcelona. 1971 Bourdieu usa el concepto de “campo” para hacer referencia al espacio social, debido a que afirma que en él se mueven fuerzas y agentes que interactúan constantemente y lo modifican.

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CIUDAD Y CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA

Natalia Gómez, Pablo González

M.Serge

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Abordar el tema de la ciudad implica comprenderla como una construcción basada tanto en la memoria como en la identidad

on el paso del tiempo el significado de ciudad se ha ido desdibujando, dando lugar a una noción que solamente se relaciona con ciertos aspectos físicos del entorno urbano y debido a ello el concepto de ciudad –espacio de lo público y de lo privado, en las relaciones de unos con los otros- se ha despersonalizado. Por tanto, el concepto de ciudad debe ser reafirmado para consolidar los sentimientos de arraigo y pertenencia. Así, la ciudad podrá ser entendida como una construcción del proceso social, como un resultado de decisiones acerca de hechos sociales, dado que es el individuo en su interacción cultural el que posibilita la existencia de la ciudad, de su idiosincrasia y de su identidad.

El interés de este artículo se centra en la búsqueda de un sentido sociocultural a ese espacio llamado ciudad que, aunque lleno de historia no logra comunicarse con el individuo que la habita para identificarse en él. Por ello Errántio decidió entrevistar a la arquitecta doctorada en Antropología Social, Margarita Serje profesora del departamento de antropología de la Universidad de los Andes, especialista en antropología del desarrollo y la globalización y también en antropología urbana. Errántio: ¿Cómo concibe usted la noción de ciudad? Margarita Serje: La ciudad como toda realidad espacial es un proceso social y cultural. La organización espacial –por lo tanto la ciudad- es a la vez presupuesto y expresión de las relaciones sociales. Como ya lo ha señalado Henri Lefebvre, la espacialidad es a la vez medio y resultado de las prácticas sociales, por ello, lo social y lo espacial no pueden ser dicotomizados y comprendidos como realidades diferentes o independientes, cada una con sus propias leyes de formación y transformación. Más que ser un ‘reflejo’ de las

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relaciones sociales, la espacialidad es constitutiva de la vida social: no es sólo que lo espacial se constituye socialmente, también lo social se constituye espacialmente. La ciudad como una realidad física no se puede mirar aislada de sus representaciones, de la manera como la gente la vive y la experimenta, del tipo de imaginación que guía las intervenciones, de la forma en que la gente categoriza, clasifica y habita sus espacios. E: ¿Cree usted que en la sociedad actual hay una redefinición de la ciudad? MS: Así como cada sociedad produce su propia espacialidad, produce un orden urbano y una lógica de ciudad que le es propia. Las características de nuestras ciudades son inseparables de las características de la sociedad en que vivimos. La ciudad y en general la espacialidad, están por lo tanto en un proceso de redefinición constante, pues la vida social es dinámica, es abierta, está sujeta siempre a nuevas interpretaciones, a nuevas visiones y está inmersa en relaciones de poder. La ciudad no puede, por ello, ser considerada como una realidad estática, congelada en el tiempo o como un producto acabado. Como todo proceso social y cultural está en constante movimiento, en constante proceso de “redefinición”. Las preguntas relevantes que cabría hacer aquí son más bien: ¿Con base en cuáles visiones –en cuáles utopías- se está

redefiniendo la ciudad?; ¿Cuáles son los grupos que tienen los recursos de poder para imponer sus visiones y sus expectativas como guía para “redefinir” la ciudad?; ¿En nombre de cuáles intereses y de cuáles intenciones?; ¿Quiénes y cómo están resistiendo esas visiones?; ¿En nombre de qué intereses e intenciones? No hay que olvidar que toda apropiación del espacio es un ejercicio de poder y que en la “redefinición” de la ciudad y del espacio urbano no está en juego sólo la apropiación física de los espacios de la ciudad sino también su apropiación discursiva: ¿quiénes y por qué medios definen cuál es el carácter que deben tener los espacios urbanos, los usos que se les pueden dar, los futuros que pueden tener, quiénes los pueden usar? E: ¿Cómo ha afectado esta redefinición la identidad ciudadana? MS: Las ciudades contemporáneas constituyen realidades complejas. La ciudad ha sido históricamente el espacio de la DIFERENCIA, el lugar de interacción entre grupos diversos, lugar de intercambio de ideas, bienes y servicios diversos. En esa medida podemos hablar más bien de identidades urbanas. En la sociedad moderna, los espacios están cada vez más segregados, cada vez más marcados por categorías de clase, raza y género.

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Otra de las características centrales de la ciudad moderna es el hecho de que sus habitantes han sido alienados, aislados, desposeídos: la ciudad como objeto de reflexión, de intervención y de creación se considera como un problema de expertos, razón por la cual, la ciudad moderna no se concibe ya como una creación colectiva sino por el contrario como el lienzo de intervención demiúrgica de los técnicos. E: ¿Qué papel entra a desempeñar la memoria colectiva en la construcción de ciudad? MS: Depende de la memoria de cuáles grupos estamos hablando. No sé hasta dónde haya una “memoria colectiva” en el sentido en que todos los miembros de una sociedad compartan qué se excluye, qué se incluye, qué se exalta y qué se ignora para constituir una memoria común. Hay siempre una memoria oficial pero ésta está lejos de constituir una memoria colectiva. Este hecho constituye precisamente uno de los ejes importantes de conflicto y de resistencia en el espacio urbano. De acuerdo con la entrevista realizada a la Doctora Serje, se hace evidente cómo la noción de ciudad se cimienta a partir no sólo del espacio

físico al que estamos acostumbrados, sino también gracias a una construcción sociocultural basada en relaciones sociales, las cuales, establecen la interacción entre la ciudad y el hombre que la habita. En este orden de ideas, lo que compartimos y nos hace ciudadanos no es solamente el vínculo establecido con un espacio físico, sino un conjunto de relaciones instauradas a lo largo del tiempo. Es por esto, que la ciudadanía más que un tipo de identidad determinado, se consolida como una forma de identificación basada en el conjunto de las diversas formas de exaltación de una cultura. Así, entender la ciudad como un proceso en construcción constante, que incluye tanto la memoria como la identidad, es la estrategia precisa para concebirla como un espacio cargado de significado y el cual se encuentra en continua lucha contra el proceso de homogeneización que la globalización viene impulsando cada vez con más ímpetu, arrasando así con la identidad individual y por tanto colectiva llevando al anonimato tanto a unos como a otros.

RODRÍGUEZ, Francisco. Memoria, Ciudad y Construcción de Ciudadanía. En Revista Mañongo, No. 25 (2005), pp. 63-78. http://servicio.cid. uc.edu.ve/postgrado/manongo25/25-3.pdf Margarita Serje, arquitecta de la Universidad de los Andes, entre 1992 y 1993 cursó estudios de Geografía Social y Cultural en la University of North Carolina gracias a una beca Fullbright Foundation, en 1998 obtuvo un master en Antropología Social y Etnología en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París y en 2002 recibió allí mismo su doctorado en Antropología Social y Etnología.

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ESTÁNDARES EN COMPETENCIAS CIUDADANAS: ¿PARA CIUDADANOS?

Angélica Manga, Carlos Hurtado, Alejandro Moreno, Verónica Molina Una aproximación a los Estándares en competencias Ciudadanas y a la forma idealizada en la que estos entienden a los individuos, la paz y la construcción de espacios democráticos.

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a escuela tradicionalmente se ha entendido como un espacio donde se adquieren contenidos académicos. A partir de esto, las competencias ciudadanas buscan cambiar esta concepción para entender la escuela como un espacio de construcción de paz. Es en este contexto, en que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) creó la cartilla de Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas. A partir de esta cartilla, se pueden abstraer algunos conceptos de lo que espera el Ministerio del individuo y la construcción de espacios democráticos en aras de la paz. Sin embargo, la

manera en la que se definen estas concepciones parece ignorar lo que sucede día a día en la sociedad colombiana, ampliando continuamente la brecha entre lo que se espera y lo que se vive en la sociedad actual. Es por esta razón que vale la pena preguntarse ¿pueden los estándares en competencias ciudadanas generar cambios en la sociedad colombiana tal como están planteados? Según los Estándares para las Competencias Ciudadanas del MEN, se entiende por competencias ciudadanas los conocimientos y las habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que en conjunto constituyen a un ciudadano capaz de actuar de manera constructiva y participativa en la sociedad. En este sentido, competencia, contrario a lo que generalmente se piensa, no se encuentra ligada a competir, sino a la capacidad de saber y de saber hacer en la actividad ciudadana. A partir de esta descripción de las competencias y de una revisión a la constitución de 1991, las competencias ciudadanas se organizan en tres grupos: convivencia y paz, que se puede

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entender como la consideración de cada todos los ciudadanos son entes activos en la persona como ser humano; participación y toma de decisiones. Esta construcción refleja responsabilidad democrática, como la toma de el desarrollo de acuerdos en los que aquellos decisiones respetando a los individuos, normas involucrados toman parte, se preocupan por y leyes, y pluralidad, identidad y valoración de tener en cuenta las posiciones de los demás y la diferencias; como el reconocimiento y disfrute buscan transformar lo injusto que se encuentra a su alrededor. de la diversidad humana. Pluralidad, identidad y valoración de Convivencia y paz propone a un ciudadano competente que solucione conflictos a favor las diferencias espera que los ciudadanos competentes no sólo eviten de un ambiente sin violencia ni ¿Cómo se puede prácticas de discriminación, maltrato. Dentro de este contexto, paz significa aquello que se quiere llegar a una situación sino que promuevan ejercicios de diálogo en un de respeto y valoración de las lograr, no sólo con la ausencia del entorno donde la diferencias. Cada individuo debe maltrato y la agresión, sino por violencia es usada producir el reconocimiento de medio de las prácticas de respeto para la solución de las múltiples identidades del y equidad. El planteamiento de conflictos? otro y también el reconocimiento esta competencia contempla la de sus propias identidades; de existencia de los conflictos como algo inherente a las relaciones sociales. Lo que esta manera se genera un ambiente en donde se espera, entonces, es que quien desarrolle esta todos son reconocidos por sus similitudes y sus competencia esté en la capacidad de resolver diferencias. Ahora bien, en la ilustración anterior de los tres conflictos que tengan como resultado soluciones ganar-ganar por medio del diálogo, donde todas grupos en los que se dividen las competencias identificamos a un ciudadano competente que las partes salgan beneficiadas. Participación y responsabilidad democrática responde de manera empática y solidaria a las plantea un modelo de construcción de espacios necesidades de los otros; que además es conciente democráticos a partir de la definición de de sus derechos y de los derechos de los que lo democracia de la Constitución de 1991, que rodean, que valora sus opiniones y reconoce el consiste en un ejercicio participativo en donde derecho a expresarlas; y también es conciente y

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De la serie de grabados “Los Caprichos“. Asta su Abuelo. Francisco de Goya.

disfruta de la diversidad humana, así como busca superar la exclusión y la discriminación en todo momento. Sin embargo -y aunque es pertinente destacar las competencias ciudadanas como una alternativa para la construcción de espacios de paz- estas descripciones parecen no tener en cuenta el contexto de la mayoría de los colegios colombianos, en donde los estudiantes se encuentran diariamente sujetos a situaciones de violencia, injusticia producto del desplazamiento forzado, la violencia intrafamiliar, entre otras. Según esto, la forma en que se plantean y se describen las características de los estándares en competencias, presuponen una justicia y un estado idealizado tanto de los sujetos, como de la situación actual en el país. Para tomar un ejemplo, la manera de abordar el diálogo supone que los ciudadanos recurren a éste como primer recurso para solucionar un conflicto, ignorando un estado intermedio entre las situaciones problemáticas y el mecanismo usado como solución. La pregunta es, entonces, ¿cómo se puede llegar a una situación de diálogo en un entorno donde la violencia es uno de los recursos más usados para la solución de conflictos? Finalmente, esta reflexión no es una crítica a la forma como se definen y legitiman las competencias; es un llamado de atención de cómo ellas, las situaciones, los ciudadanos,

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Asta su Abuelo


Tomado de: Goya. Caprichos, desastres, tauromaquia, disparates

la paz y los espacios democráticos se presentan idealmente. En este punto es importante plantearle un reto a la propuesta del Ministerio de Educación ¿Cómo construir estándares en competencias ciudadanas aplicables al contexto escolar del país? Y más aún ¿cómo construir competencias ciudadanas que puedan entender a los individuos colombianos en sus particularidades? Desde nuestra perspectiva, las competencias no deben ser una imposición extrapolada de lo que debería ser un ciudadano competente, sino una transformación de los espacios en donde los ciudadanos se desenvuelven en su vida diaria. Los estándares apuntan a conceptos claros sobre lo que ellos deben y pueden ser pero, en cierta medida, la forma en que se presentan parece ignorar su contexto cotidiano. Una propuesta sería que estos estándares partieran de un ciudadano con una personalidad polifacética, con unas concepciones de paz y unos espacios democráticos que promuevan escenarios en donde los ciudadanos identifiquen y asuman las situaciones de conflicto en las que se encuentran desde una posición crítica.

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¿Si sabrá más el discípulo?

MEN (2004). Estándares básicos de competencias ciudadanas. Formar para la ciudadanía... ¡sí es posible! Lo que necesitamos saber y saber hacer. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional. Disponible en HYPERLINK “http://www.colombiaaprende.edu.co/html/mediateca/1607/ articles-70789_archivo.pdf” http://www.colombiaaprende.edu.co/html/mediateca/1607/articles-70789_archivo.pdf Mejía. A, Preafán.B, Para acercarse al dragón, para amansarlo, es necesario haberlo amansado primero: Una mirada crítica a las competencias ciudadanas, en Revista de Estudios Sociales en Internet. HYPERLINK “http://res.uniandes.edu.co/res_23/dossier2.htm” http://res.uniandes. edu.co/res_23/dossier2.htm Chaux, E., Lleras, J., Velásquez, J., Competencias Ciudadanas: de los estándares al aula, una propuesta de integración a las áreas académicas. Ediciones Uniandes. 2004 Lid destacado


Cobertura de evento: “Inglés en las tablas”

Nicolás Aguilar Y Angélica Manga La necesidad de aprender inglés toma cada vez más fuerza, pero ¿cómo alcanzar este objetivo? La propuesta de “inglés en las tablas” siendo una alternativa pedagógica que destaca el arte como herramienta que puede contribuir al aprendizaje de una segunda lengua, constituye una de las posibles respuestas a dicha pregunta.

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n un mundo como el actual, gobernado por los avances apresurados de la ciencia y la tecnología, los intercambios comerciales y las imposiciones culturales, la necesidad de aprender inglés parece tomar cada vez más fuerza. Sin embargo, dicha necesidad de aprender inglés que se convierte en un objetivo más impuesto que verdaderamente imprescindible, se puede alcanzar a través de diferentes caminos. Muchas son las estrategias

y metodologías de aprendizaje de una lengua extranjera ya institucionalizadas, pero sin duda, existen diversas e ingeniosas propuestas que constituyen alternativas innovadoras para aprender: un ejemplo claro de ello es el festival Inglés en las tablas, impulsado por La corporación mundial Tercer Milenio para el desarrollo humano Corpomundi. Corpomundi es una organización que desde hace ocho años se ha preocupado por la planificación y ejecución de actividades alternativas, encaminadas a socializar en inglés con los niños y jóvenes de Colombia. Con su festival Inglés en las tablas, cuya primera versión se llevó a cabo en el año 2005, se incentivan colegios bilingües, no bilingües y universidades, a realizar una obra teatral actuada, escrita, dirigida y puesta en escena por ellos mismos. Las obras, que no pueden exceder los 30 minutos, se someten a un proceso de eliminación hasta llegar a la gran final, que en esta ocasión, tuvo lugar el cinco de noviembre del presente año en el teatro Jorge Eliécer Gaitán .

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De esta forma, el festival es, claramente, una propuesta pedagógica que invita a los niños y jóvenes a alejarse del salón de clase y de los ejercicios gramaticales convencionales para complementar su proceso de aprendizaje de la lengua extranjera a través de un contexto lúdico, informal y agradable, que estimula la motivación por aprender y contribuye al mejoramiento de la fluidez y de la pronunciación, además de desarrollar las capacidades creativas y expresivas de sus participantes. Igualmente, el festival propone ocho hilos conductores para que los grupos elaboren el guión de sus obras. Temáticas, que a su vez, constituyen los “objetivos de desarrollo del milenio” que la Organización de Naciones Unidas (ONU) y todas las instituciones de desarrollo más importantes a nivel mundial plantearon bajo el nombre “Agenda del milenio”; éstos son: Erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad de los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, y fomentar la alianza mundial para el desarrollo. Es así como Ingles en las tablas, además de ser una propuesta innovadora que destaca el arte como herramienta

metodológica pertinente para el proceso de aprendizaje de una segunda lengua, permite que niños y jóvenes reflexionen sobre duchos objetivos imprescindibles que merecen atención y que no pueden ser temáticas exclusivas de la ONU u otros organismos especializados. En este sentido, el festival demuestra que no es suficiente incentivar el aprendizaje del inglés (a pesar de ser, sin duda, muy necesario actualmente), sino también, muy importante hacer que niños y jóvenes tomen conciencia de la realidad social del país y del mundo, para que dichas reflexiones puedan convertirse en propuestas y posibles soluciones a tantas problemáticas frente a las que, difícilmente, se puede ser ajeno o indiferente. Propuestas como Inglés en las tablas, generan un impacto cultural y educativo que trasciende las aulas y que debería ser la base de muchas otras iniciativas pedagógicas, que busquen la enseñanza a través de caminos innovadores y poco convencionales y que, al mismo tiempo, estimulen la reflexión y la crítica para que los niños y jóvenes de Colombia puedan aportar cada vez más a la construcción de un país y de un mundo, que en el futuro no tenga que estar debatiéndose entre ser o desfallecer.

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Cualquier verbo desplomado en esta planicie sin palabras silencio que musita resonancia, fragor que promete ánimo pero nada, no comienza ningún cántico, ninguna forma acertada que conjugue los aires de la tarde el darle la vuelta a una casa la multitud airosa del pasto la lentitud de esta noche las sospechas temerosas que se arrancan y van dejando un tiempo menos nombrado, una fragorosa constancia donde reluce inexperta la cabalgata incierta reflejo empinado.

Entonces, verdadero el límite consagrado más de carne un beso cautelosa la entraña soltura desde adentro y nada, la palabra no avanza ni arranca ni anima ni desata.

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Nada expresa este silencio amalgamado en un dulce territorio sin verbo. V. Rosales


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