enfoque Rumbo a nuestro Bicentenario 2021
El Perú que queremos Juan José Maertens Mostajo Gerente de RRPP Grupo Digamma
Como si fuera ayer, recuerdo como en 1980 se produjo en nuestro país, el retorno de la democracia y la devolución de los diarios a sus legítimos propietarios. Con entusiasmo sentí que nuestro Perú dejaría atrás el pasado y volvería a enrumbarse hacía un desarrollo sostenido en el tiempo y a lograr la tan ansiada inclusión social. Al mismo tiempo quien diría que en un remoto paraje de nuestra serranía, mas propiamente en Chuschi, provincia de Cangallo – Ayacucho, se daba inicio a una oleada de violencia y terrorismo con la quema de ánforas electorales y el colgamiento de indefensos perros; lo cual era el anuncio del inicio de un enfrentamiento entre peruanos de la misma sangre, que costo durante años la vida de miles de ellos. Sumidos en está escalada de terrorismo y frente a la impotencia y desorientación de las autoridades de aquella época, se unió el hecho de que lo que se consideraba una gran oportunidad para el país, devino en lo que finalmente la historia en los años ochenta calificó como “LA DÉCADA DEFINITIVAMENTE PERDIDA”. Todo ello, mientras nuestro vecino de lares del sur, sentaba las bases para su mejor desarrollo y lograba un cambio de rumbo definitivo que se mantiene hasta nuestros días. A finales de estos aciagos años, más propiamente en 1989 cayó por fin el “MURO DE BERLÍN” y con este se derrumbo un sistema que se quiso imponer al mundo en el entendimiento
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de que el Estado podía tener un rol empresarial y a la vez controlista. Amén de otras barbaridades. Así, en el transcurrir del tiempo llegamos a los años noventa, donde el entonces mandatario con mano muy firme y con la ayuda de las fuerzas del orden y de nuestras rondas campesinas, vencieron al demencial terrorismo que por esos primeros años migraba decididamente del campo a la ciudad de Lima. Se llegó a entender que la Constitución de 1979, en gran parte se había anclado en el pasado, aquél del muro derribado y que se constituía en una de las principales barreras de integración del país a un proceso que en el tiempo lograra el bienestar de todos los peruanos. El nuevo marco de acción que brindaba la constitución de 1993, dio inicio a las privatizaciones de las elefantiásicas e inútiles empresas estatales. Así es como los peruanos nos quedamos boca abiertos cuando una empresa de telefonía extranjera pagó 2002 millones de dólares- en competencia con otras empresas del exterior y de esa manera adquirió una ineficiente empresa de telefonía peruana; de igual manera se lograron casi con paciencia oriental poner los hitos definitivos de la paz con nuestro vecino de lares de norte, la puesta en marcha de programas sociales y se empezó a mirar a una integración comercial, y la presencia del Perú en APEC; la cual años después se hizo realidad.