Buenas tardes: Saludo y reconozco la presencia esta noche de: • Nuestro Excelentísimo y Reverendísimo Don José María Yanguas, Obispo de la Diócesis de Cuenca. • Don Jorge Sánchez Albendea, Presidente de Nuestra Junta de Cofradías. • Excelentísimo Alcalde de Cuenca, Don Juan Ávila. • Sr. Don Benjamín Prieto, Presidente de la Diputación Provincial. • Saludo a todas las autoridades eclesiásticas y civiles, aquí presentes. • Junta de Diputación de la Junta de Cofradías, Hermanos mayores, representantes de las distintas Hermandades… Nazarenas, nazarenos, turbos y amigos… Os agradezco, a todos, que hayáis tenido, a bien, venir a escucharme y acompañarme esta noche. Ecce Homo de San Miguel, protagonista en éste tu antiguo Templo, te pide permiso este pregonero, para pronunciar unas breves palabras, que con tanto cariño y respeto he preparado sobre nuestra Semana Santa. Como cada Viernes de Dolores, presides el Pregón anunciador de Nuestra Semana de Pasión, alentando a todas las personas que hacen posible que nuestras hermandades desfilen con todo su esplendor… con su colaboración, trabajo y sentimiento. Sinceramente, creo, sin ninguna duda, que cualquiera de los aquí presentes, hubieran realizado un pregón que no le tendría envidia al mío. Como saben, no soy nadie relevante en la ciudad de Cuenca, tampoco tengo méritos profesionales. Tal vez mi único bagaje es que soy nazareno desde el día que nací y, de lo que hoy os hablo sale de mis vivencias y corazón. Soy nazareno de fila, durante varios años bancero de El Prendimiento de Jesús, he portado a Ntro. Padre Jesús Nazareno de El Salvador, bancero del Jesús del Puente y del Santísimo Cristo de las Misericordias y he tenido el honor de portar en mis hombros a Jesús Nazareno de Sisante. He sido Secretario y Representante de la Hermandad de El Prendimiento. Presidente ejecutivo durante varios años de la Procesión del Silencio. Reconocido igualmente por algún Hermano Mayor del Jesús de las seis como Jefe de las Turbas de Cuenca y soy perteneciente al grupo histórico. 1