El Sombrero de Ecuador

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El Sombrero de Ecuador Patricio Montaleza

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Lenín Moreno Garcés Presidente Constitucional de la República del Ecuador/ President of the Republic of Ecuador María Fernanda Espinosa Ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana/ Minister of Foreign Affairs and Human Mobility Pablo Salgado J. Asesor Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana/ Advisor to the Ministry of Foreign Affairs and Human Mobility María Fernanda Ayala Directora de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana/ Director of Cultural Affairs to the Ministry of Foreign Affairs and Human Mobility Patricio Montaleza Fotografía e Investigación/ Photography and Research Dirección de Patrimonio Inmaterial / Instituto Nacional de Patrimonio Cultural Patricio Montaleza Textos / Written Tania Abad Traducción / Translation Patricio Montaleza, Jeannine Mendoza SM, Isaac Cajas Diseño Gráfico / Graphic Design Leonardo Caravedo Asistente Manabí / Manabí Assistant Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana Carrión E1-76 y 10 de agosto Quito, Ecuador www.cancilleria.gob.ec Los derechos editoriales para la presente edición, pertenecen al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana Quito, junio de 2017



CONTENIDO Declaratoria Unesco 9 El sombrero de paja toquilla Un emblema de la identidad ecuatoriana María Fernanda Espinosa

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Relatos de viaje 18 Patricio Montaleza El tejido tradicional del sombrero de paja toquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

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Manabí, origen del tejido de la paja toquilla

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Pile, el pueblo de los sombreros finos

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El Austro se une a la producción

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Auge en la exportación de sombreros

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Conocimientos que perduran en el tiempo

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La paja toquilla 130 El arte de tejer sombreros de paja toquilla 8

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El sombrero de paja toquilla Un emblema de la identidad ecuatoriana

¿Cuántas historias traman en cada sombrero de paja toquilla las tejedoras? ¿Cuántos sueños inspiran su paciencia y prolijidad? ¿Cuánto esfuerzo y trabajo están detrás de cada hebra vegetal? El sombrero de paja toquilla es un auténtico tesoro nacional, debido a su delicadeza y elegancia, pero también porque es un símbolo de la tenacidad, el ingenio y el talento de nuestros pueblos; de cada uno de los hombres y mujeres que fabrican estas piezas de fina artesanía. Los ecuatorianos somos como ese sombrero que ha recorrido el mundo entero. Nos brindamos sin prejuicios, solidarios y emprendedores. Y somos dignos de acompañar al más elegante de los aristócratas y al más humilde de los obreros, porque nuestro sentido de la cultura es profundamente democrático y diverso como nuestra misma nacionalidad. El tejido del sombrero de paja toquilla fue declarado, el 5 de diciembre de 2013, “Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad” por la UNESCO, podemos decir, con más razón que antes, que el Ecuador es una tierra generosa, un país lleno de riquezas naturales y culturales únicas en el mundo. Celebrar la pervivencia de esta práctica artesanal y de este bello objeto que nos han heredado nuestros ancestros significa reivindicar el valor intrínseco de nuestro ser como país, plurinacional e intercultural. El sombrero de paja toquilla ha sido signo de elegancia y distinción, pero también lo es del trabajo esforzado e imaginación paciente y laboriosa. El sombrero de paja toquilla es un emblema de nuestra nacionalidad. El Ecuador es como ese sombrero, compuesto de cientos y cientos de hebras de paja. Cada una representa la enorme variedad de comunidades, pueblos y nacionalidades ancestrales que conforman la patria. Estamos orgullosos de que uno de nuestras íconos patrimoniales se reconozca en todo el mundo, no solo por la leyenda viva que son los tejedores de las comunidades de Pile y Barcelona, sino por la belleza y perfección que nos representa detrás de cada prenda. Las manifestaciones creativas y estéticas de nuestro país son incontables, como cada una de los nudos y cruces que forman la delicada tela de los sombreros tejidos en Montecristi y sus alrededores en la provincia de Manabí, y en Cuenca y sus cercanías de Azuay y Cañar. El sombrero de paja toquilla, por circunstancias históricas, ha sido denominado en el resto del mundo como Panamá hat; pero todos sabemos que el origen es el Ecuador. Que el mundo entero sepa que este sombrero, el más hermoso y sofisticado del mundo, es del Ecuador. 12


Sólo la complejidad de la técnica de su fabricación podría equipararse a su belleza. Detrás de cada prenda tejida por las hábiles manos de nuestras y nuestros artesanos se encuentran una serie compleja de saberes culturales, de técnicas y procedimientos de fabricación transmitidos de generación en generación, de los padres a los hijos, de los abuelos a los nietos. El sombrero de paja toquilla también es un símbolo de cómo se ha escrito la historia verdadera de nuestra patria: silenciosamente, como amor infinito y esperanza en el futuro. Al reconocer la importancia del sombrero de paja toquilla también estamos reconociendo el valor de nuestra propia historia como nación desde nuestros orígenes. El Ministerio Coordinador de Patrimonio publicó la primera edición de este libro. Y dada su importancia para la promoción y difusión del sombrero de Ecuador, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, publica ahora una segunda edición, revisada y aumentada, como parte de sus compromisos con la puesta en valor, la salvaguarda y el desarrollo de nuestros patrimonios culturales, materiales e inmateriales. Cada vez que recuperamos y entregamos de nuevo alguno de nuestros patrimonios culturales a los ciudadanos y ciudadanas, los salvamos del olvido y la extinción. Cada sombrero de paja toquilla nos habla de quiénes somos, de cómo entendemos la vida cultural, económica y política. Que la publicación de este libro sea una ocasión más para celebrar la existencia de nuestra cultura diversa y compleja. Somos un pueblo de pueblos, una nación de naciones. Somos un espíritu multitudinario. Y en esta diversidad se encuentra precisamente nuestra fuerza para enfrentarnos al futuro. Que nadie lo olvide: el Ecuador es el mejor país del mundo. En cada una de las manifestaciones de nuestra cultura se encuentra nuestro emblema, como en el caso del sombrero de paja toquilla: estamos en la mitad del mundo, en el corazón de Nuestra América, en el centro de nuestra Patria Grande. Ofrecemos sombra a las cabezas esforzadas, sosiego a las mentes encendidas. Somos el país de la paz, la conciliación y la esperanza. Somos el país de la alegría y el futuro.

María Fernanda Espinosa Ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana 13


The toquilla straw hat an emblem of ecuadorian identity

¿How many stories do the weavers plot in each Toquilla straw hat? How many dreams inspire their patience and detailedness? How much effort and work is behind each vegetable thread? The Toquilla Straw hat is an authentic national treasure, due to its delicacy and elegance but also because it is a symbol of tenacity, ingenuity and talent of our people; of each of the men and women who make these pieces of fine craftsmanship. We Ecuadorians are much like this hat that has travelled the world. We give ourselves without prejudice, we are solidary and entrepreneurs. We are worthy of accompanying the most elegant aristocrat and the humblest worker because our sense of culture is profoundly democratic and diverse as our own nationality. UNESCO, declared the weaving of the Toquilla Straw Hat as “Cultural and Intangible Heritage of Humanity” on December 5, 2012. We can say there is more reason to believe that Ecuador is a generous land, a country full of natural and cultural richness, unique in the whole world. Celebrating the survival of this craftwork and beautiful object we have inherited from our ancestors means claiming the intrinsic value of our being as a plurinational and intercultural country. The Toquilla Straw Hat has not only been a sign of elegance and distinction but also of hard work and patient laborious imagination. The Toquilla Straw Hat is an emblem of our nationality. Ecuador is like this a hat, made up of hundreds and hundreds of straw threads. Each representing the enormous variety of communities, villages and ancestral nationalities that make up our nation. We are proud that one of our heritage icons is recognized by the entire world, not only for the weavers of the Pile and Barcelona communities that are living legends but also for the beauty and perfection that represents us in each hat. The creative and aesthetic manifestations of our country are countless, like each of the knots and crosses that form the delicate fabric of the hats woven in Montecristi and its surroundings in the province of Manabí, and in Cuenca and its outskirts of Azuay and Cañar. The Toquilla straw hat, by historical circumstances, has been named in the rest of the world as the Panama hat; but we all know that the origin is Ecuador. Let the whole world know that this hat, the most beautiful and sophisticated in the world, is from Ecuador. 14


Only the complexity of the technique of manufacture could be matched with its beauty. Behind each woven garment by the skillful hands of our artisans there is a complex series of cultural knowledge, techniques and manufacturing procedures handed down from generation to generation, from parents to children, from grandparents to grandchildren. The straw hat is also a symbol of how the true history of our country has been written: silently, as infinite love and hope for the future. By recognizing the importance of the straw hat we are also recognizing the value of our own history as a nation since our origins. The Coordinating Ministry of Heritage published the first edition of this book. Given its importance for the promotion and dissemination of the hat of Ecuador, the Ministry of Foreign Affairs and Human Mobility, now publishes a second edition, revised and increased, as part of its commitments to the enhancement, safeguarding and development of our material and immaterial cultural assets. Every time we recover and give back some of our cultural heritage to the citizens, we save it from oblivion and extinction. Each straw hat tells us who we are, how we understand cultural, economic and political life. May the publication of this book be another occasion to celebrate the existence of our diverse and complex culture. We are a people of peoples, a nation of nations. We are a multitudinous spirit. And in this diversity is precisely our strength to face the future. Let no one forget: Ecuador is the best country in the world. In each of the manifestations of our culture is our emblem, as in the case of the straw hat: we are in the middle of the world, in the heart of Our America, in the center of our Great Homeland. We offer shade to the hardworking heads, calm the lighted minds. We are the country of peace, conciliation and hope. We are the country of joy and the future.

María Fernanda Espìnosa Minister of Foreign Affairs and Human Mobility 15


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“Te regalo la primera planta que en mi vida yo sembré en la tierra, te regalo el cofrecito que antes de morir me regaló la abuela, te regalo la emoción que sentí al ver nacer a mi primer hermano, la sonrisa de mamá al verme deletrear y mis primeros pasos, mi primer amor de infancia y mis primeros zapatos… …La experiencia de mis viejos y el dolor de mis ancestros, los poderes de sus dioses, sus odios y sus anhelos”. Begner Vásquez Herencia de Timbiqui

A los tejedores de Pile por mantener viva la llama de este arte, a pesar de los pesares. A las tejedoras del austro ecuatoriano. A la memoria de Odalia, mi abuela mágica y terrenal.

Patricio Montaleza 17


Relatos de viaje

Todos tenemos instantes de la vida atesorados en lo más profundo del alma, entre los míos están las historias que nos contaba mi abuela Odalia sobre su familia, la de los ricos comerciantes de sombreros de paja toquilla que viajaban por el mundo. Compartiré dos de ellas por ser necesarias para contar la historia de este nuevo viaje por pueblos y ciudades del Ecuador donde se produce, trabaja y comercia el sombrero de paja toquilla. La primera ocurre a finales del siglo XIX y es sobre un niño llamado Benigno, el predilecto de su padre, al que se lo educaba como el gran hombre que debía llegar a ser. Benigno tenía seis añitos y en medio de sus juegos pisó a un pichón recién nacido, uno de varios que había tenido una de las tantas gallinas que tenían sus padres en la hacienda de Paccha. Triste y asustado como se pone un niño cuando ocurre una desgracia en los juegos, a él le tocó soportar algo peor, su padre le amarró las manos y le dio de azotes en la espalda, Benigno debía aprender a tener cuidado con las cosas y no podía permitirse una irresponsabilidad como la que había cometido. Con los años Benigno se convirtió en un avezado comerciante que pudo viajar a varios países mientras hacía buenos negocios que acrecentaban la fortuna familiar. Nació como un hombre rico, aunque nunca vivió como tal, la manera en la que lo educaron lo convirtió en un hombre austero, casi avaro, para quien el dinero estaba para cuidarlo y no para otra cosa; por eso, quizás, llegó a ser propietario de varias casas en el centro de Cuenca. La otra historia ocurre algunos años después y es la de mi abuela Odalia, la cual tuvo que irse a vivir con sus abuelos, cuando tenía cinco años, ya que resultó que no era hija del marido de su madre. Sus abuelos terminaron siendo sus verdaderos padres. Cuando estos murieron ella quedó bajo el cuidado y protección de sus tíos, el siglo XX aún no llegaba a s u primera mitad y siendo mujer, había poco que le permitieran hacer más que tejer sombreros y esperar –económicamente- lo que sus parientes pudieran y quisieran hacer por ella. Aunque mi abuela no era de esas personas que se quedaban sentadas, empezó a hacer su vida propia a disgusto de sus mantenedores. Solo que cada vez que algo ocurría, a ella le venía a la memoria esa ocasión en la cual estando en la casa de hacienda de sus abuelos, vio dándose vueltas por la cocina a una gallina de color verde, grande, gorda, brillante, que casi no podía caminar de lo grande y pesada que era. Ella corría tras la gallina pero la gallina se alejaba más; hizo dos, tres, cuatro intentos, hasta que la gallina desapareció por algún lado que ella nunca supo. Rosario, la empleada, la encontró sentada en el suelo y al escuchar lo que había ocurrido se puso triste y le lanzó algo más parecido a una sentencia que a una explicación:

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“¡Ay Niña Odalia! lo que tenía que hacer era taparle a la gallina y luego sentarse encima de ella. A usted se le acaba de escapar la fortuna!. Demás está decir que la vida de mi abuela fue siempre dura, pero esa es otra historia. Esas dos historias las enlazo con lo que ocurre con el sombrero de paja toquilla actualmente, tiempos signados por la importancia de las marcas por sobre la materia prima, ese invento perverso que ha hecho que más importante que la creación o el producto sea su distribución y que a los países productores de materia prima y a quienes trabajan la misma, pareciera que la gallina verde dorada de la fortuna se les hubiese escapado no una sino varias veces. El negocio de los sombreros de paja toquilla, que ya lleva más de siglo y medio de beneficios y prosperidad para el Ecuador, ha tenido sus momentos bajos como el ocurrido a mediados del siglo pasado; aunque hoy, goza de una espléndida situación a pesar de lo competitivos que puedan ser los negocios en un mercado global. Por eso este nuevo viaje al interior del país se hizo necesario, para mostrar más de cerca a quienes trabajan la materia prima en los pequeños cerros de Manabí y Santa Elena, donde al amanecer desayunamos café instantáneo, arroz y huevos fritos, antes de lanzarnos a una jornada que se extenderá hasta media tarde cuando se regresa al pueblo con la palma cosechada. Al día siguiente habrá que cocinar la paja verde para convertirla en esas delicadas hebras blanco amarillentas, que en manos de los tejedores de Pile y El Aromo, en Manabí; y las tejedoras del austro: Sigsig, Chordeleg, Gualaceo, Azogues, Paute y Biblián, convertirán la paja toquilla en delicadas obras de arte, donde ninguna será igual que la otra, ya que cada sombrero de paja toquilla se elabora como pieza única. Una vez terminado, el sombrero va a la parte donde se lo revisa, clasifica o descarta y de acuerdo a la calidad que exigen y ofrecen las casas exportadoras, circulará por el mundo, con un nombre extraño para nosotros aunque popular en el mundo entero, como es el “Panama hat”. Mientras reviso fotografías de los viajes realizados, me encuentro con un retrato del General Alfaro, mecenas libertario, gracias a quien el Ecuador se convirtió en una nación laica y progresista. El aroma del café me devuelve hacia la hermosa imagen que el atardecer me permite disfrutar desde mi balcón: El Centro Histórico de Cuenca, el cual en su casi totalidad fue edificado gracias a las ganancias, pero sobre todo a la sapiencia que tuvieron esos negociantes de sombreros, de finales del siglo XIX e inicios del XX, quienes -al parecer- sabían que si asomaba una gallina verde dorada por ahí, lo que había que hacer era taparla y sentarse sobre ella. Patricio Montaleza

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Travel stories

We all have instants in life treasured deeply in the soul, amongst mine are the stories that my grandmother Odalia told us about her family, the rich merchants of straw hats traveling around the world. I will share two of them because they are necessary to tell the story of this new journey through towns and cities in Ecuador where the straw hat is produced, worked and sold. The first story occurs at the end of the nineteenth century and is about a boy named Benigno, daddy’s favorite child, who was educated as the great man he should become. At age six, while playing one of his games Benigno stepped on one of the newborn pigeons the many chickens had on their parent’s farm in Paccha. Sad and scared as a child gets when a mishap occurs in games, he had to endure something worse, his father tied his hands and beat him on the back. Benigno soon learned to be careful with things. He could not afford to be irresponsible like he had been. Over the years Benigno became an experienced merchant who traveled to several countries while doing good business that increased the family’s wealth. He was born a rich man, although he never lived as such for the way in which he was educated turned him into an austere man, almost greedy, for whom money was for keeping and not for anything else. That’s why, perhaps, he became the owner of several houses in the center of Cuenca. The other story happens a few years later, the story of my grandmother Odalia. She had to go live with her grandparents when she was five years old since it turned out that she was not the daughter of her mother’s husband. Her grandparents ended up being her real parents and when they died she was left under the care and protection of her uncles. Not fully into the first half of the twentieth century, as a woman, there was little she was allowed to do other than weave hats and wait -economically- for what her relatives could and wanted to do for her. Although my grandmother was not one of those people who would just sit and wait, she began to make her own life to the displeasure of her providers. Only that every time something happened, she remembered that time when she was in her grandparent’s farm house, and saw a green, big, fat, bright hen turning around in the kitchen. It could hardly walk as big and heavy as it was. She ran after the hen but it moved further away; she made two, three, four attempts, until the hen disappeared somewhere she never knew. Rosario, the housekeeper, found her sitting on the floor and when she heard what had happened, she became sad and said something like a curse rather than an explanation: “Oh, Miss Odalia! All you had to do was cover the hen and then sit on it.”. You just let fortune escape you! Needless to say, my grandmother’s life was always hard, but that’s another story.

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These two stories are linked to what happens with the straw hat today. Times marked by the importance of brands over raw material, that perverse invention that has made distribution more important than the creation or the product, and that the countries producing raw material and those who work it, it would seem that the golden green hen of fortune had escaped them not once but several times. The toquilla straw hat business, which has already enjoyed more than a century and a half of benefits and prosperity for Ecuador, has had its low moments as occurred in the middle of the last century; although today, it enjoys a splendid situation in spite of how competitive businesses can be in a global market. That is why this new trip inside the country became necessary, to show more closely those who work the raw material in the small hills of Manabí and Santa Elena. At dawn I have breakfast with them. We have instant coffee, rice and fried eggs, before stepping out for a day that will last until midafternoon when we return to town with the harvested palm. The next day the green straw will have to be cooked to turn it into those delicate yellowish white strands, which in the hands of the weavers of Pile and El Aromo, in Manabí; and the weavers of the Austro: Sigsig, Chordeleg, Gualaceo, Azogues, Paute and Biblián, the toquilla will be turned into delicate works of art, where none will be the same, since each straw hat is a unique piece. Once the hat is finished, it goes to the part where it is reviewed, classified or discarded and according to the quality demanded and offered by the exporting houses, it will circulate around the world, with a strange name for us although popular in the whole world, as is the “Panama hat”. While looking at photographs of the trips I’ve taken, I find a portrait of General Alfaro, libertarian patron, thanks to whom Ecuador became a secular-progressive nation. The aroma of a coffee brings me back to the beautiful image that the sunset allows me to enjoy from my balcony: The Historic Center of Cuenca, which was almost entirely built thanks to the profits, but especially to the wisdom of those businessmen in the late nineteenth and early twentieth century. They knew that if a golden green hen loomed over there, what you have to do is cover it and sit on it.

Patricio Montaleza

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El tejido tradicional del sombrero de paja toquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

El “Tejido tradicional del sombrero de paja toquilla ecuatoriano” es un nuevo reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad con el que cuenta el Ecuador, título concedido por la Unesco, que el 5 de diciembre de 2012 incluyó a esta manifestación, que se ha mantenido durante siglos, dentro de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento se une a las declaratorias que la Unesco ha concedido al país: Quito, Patrimonio Cultual de la Humanidad (1978); las Islas Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad (1979); el Parque Nacional Sangay, Patrimonio Natural de la Humanidad (1983); Cuenca, Patrimonio Cultural de la Humanidad (1999); y el Patrimonio Oral y las manifestaciones culturales del pueblo Zápara, proclamada obra maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial (2001) e incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2008. El reconocimiento de este patrimonio es un trabajo liderado por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), entidad que elaboró el expediente técnico, documento que fue remitido por el Ministerio Coordinador de Patrimonio ante la Unesco por intermedio de nuestra Cancillería, cumpliéndose uno de los objetivos del Gobierno de la Revolución Ciudadana. La elaboración del expediente contó con la participación activa de los grupos y detentores de las comunidades involucradas de las provincias de Manabí, Azuay, Cañar y Santa Elena tanto en la definición de los diferentes documentos, así como en otras acciones ejecutadas para que el tejido del sombrero de paja toquilla sea reconocido a nivel mundial. Con este reconocimiento, se espera visibilizar el significado y función sociocultural del patrimonio inmaterial que se expresa en un conjunto de conocimientos, prácticas y técnicas tradicionales, superando la visión monumentalista del patrimonio y el enfoque conservacionista de la artesanía como un objeto. Esto implica una acción de reivindicación de las comunidades involucradas y el realce de su autoestima, así como un compromiso de las mismas para continuar con la transmisión de los saberes.

Foto: Carlos Luis López, tejedor de Pile, Manabí.

Foto de la siguiente página: Comuna “El Aromo” también conocida como “La Sierrita”, Manabí.

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The traditional fabric of the Toquilla straw hat, Intangible Cultural Heritage of Humanity

The “Traditional fabric of the Ecuadorian straw hat” is a new recognition of the Cultural Heritage of Humanity, a title granted by Unesco, which on December 5, 2012, included this manifestation held for centuries, within the Representative List of the Intangible Cultural Heritage of Humanity. This recognition is linked to the declarations that Unesco has granted to the country: Quito, World Cultural Heritage Site (1978); the Galapagos Islands, Natural Heritage of Humanity (1979); the National Park Sangay, Natural Heritage of Humanity (1983); Cuenca, World Cultural Heritage Site (1999); and the Oral Heritage and the cultural manifestations of the Zápara people, proclaimed masterpiece of the Oral and Intangible Heritage (2001) and included in the Representative List of the Intangible Heritage of Humanity in 2008. The recognition of this heritage is led by the National Institute of Cultural Heritage (INPC), entity that developed the technical file, a document that was sent by the Coordinating Ministry of Heritage to Unesco through our Foreign Affairs Ministry, fulfilling one of the objectives of the Government of the Revolución Ciudadana. The elaboration of the file had the active participation of groups and holders of the communities involved in the provinces of Manabí, Azuay, Cañar and Santa Elena both in defining different documents, as well as in other actions executed so that the fabric of the Toquilla straw hat is recognized worldwide. With this recognition, the sociocultural meaning and function of the intangible heritage is expected to be visible. This is expressed in a set of traditional knowledge, practices and techniques, surpassing the monumentalism vision of heritage and the conservationist approach of craftsmanship as an object. This implies a vindication of the communities involved and the enhancement of their selfesteem, as well as their commitment to continue with the transmission of knowledge.

Bodegas con sombreros de exportación 29


El sombrero de Ecuador es una obra perfecta que se reconoce por su textura, la finura de la trama, la belleza del tejido y la nitidez del remate.

The Ecuador hat is a perfect craft that is recognized by its texture, the fineness of the weave, the beauty of the fabric and the sharpness of the finish.

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Superfino de Montecristi


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La calidad de un sombrero de paja toquilla se mide según la cantidad de fibras que caben dentro de una pulgada; mientras más sean, más fino será el sombrero. Son considerados como finos los que tienen más de 24 fibras.

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Quito es la capital de la República del Ecuador, fue la primera ciudad del mundo en ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, el 8 de septiembre de 1978. Es la sede de los más importantes organismos internacionales, para Latinoamérica y El Caribe.

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Playa de San Lorenzo, Montecristi, Manabí.


Manabí es la cuna del tejido del sombrero de paja toquilla, donde se elaboran los famosos “Montecristi” reconocidos, a través de los tiempos, como los sombreros más elegantes y finos del mundo.

Manabí is the home of the weaving of the toquilla straw hat, where the famous “Montecristi” ones are made, recognized through the ages as the most elegant and fine hats in the world.

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Manabí, origen del tejido de la paja toquilla

El uso de la “toquilla”, como popularmente se conoce a esta especie de palma, se puede remontar a épocas precolombinas. Varios pueblos del litoral ecuatoriano la emplearon, quedando evidencias de su uso en culturas como Chorrera, Jama Coaque, Bahía, Guangala, Milagro Quevedo y Manteña. El origen del tejido del sombrero de paja toquilla se localiza en la provincia de Manabí. En 1630 el indígena Domingo Chóez conjugó esta materia prima con la forma de los sombreros españoles. La actividad toquillera se consolidó en el siglo XVII, cuando decae la producción de algodón y los europeos empiezan a demandar el sombrero de paja como un sustitutivo más liviano que el de paño. Los tejedores de Montecristi y Jipijapa, se especializaron en la elaboración del sombrero bajo el modelo europeo. Las primeras referencias históricas de talleres formales de tejido del sombrero de paja toquilla las encontramos a finales del siglo XVIII, cuando el monarca español Carlos IV suprimió las tasas para las manufacturas y autorizó en las colonias americanas el establecimiento de talleres y fábricas, entre ellos los de tejido de “tocas y sombreros de paja”. Más tarde, en 1859, la Reina de España mandó que se organice en Aranjuez una compañía de infantería cuyo uniforme diario cuente con un “sombrero Jipijapa”, haciendo relación a los sombreros de toquilla que se tejían en esa localidad: “… en Jipijapa se produce una paja finísima y blanca, con la cual se tejen preciosos sobreros [que] se los vende en tres y cinco escudos y realmente vale, porque soportan el gran sol y las intensas lluvias.”(Descripción de Mario Cicala 1748-1767) El conocimiento del tejido del sombrero de paja toquilla no solo se expandió dentro del país, sino que se irradió fuera de los límites nacionales. Los artesanos manabitas llevaron –junto con la materia prima procedente principalmente de la provincia costera de Santa Elena- la técnica del tejido a Colombia (Nariño), Perú (Moyabamba), Bolivia (Santa Cruz de la Sierra) y a Centro América, donde se proyectó el sombrero como una importante artesanía en México (Yucatán y Campeche), Honduras, Nicaragua y Guatemala.

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Manabí, origin of the toquilla straw hat weaving

The use of “toquilla”, as this species of palm tree is popularly known, dates back to pre-Columbian times. Several villages of the Ecuadorian coast used it, leaving evidence of its use in cultures such as Chorrera, Jama Coaque, Bahia, Guangala, Milagro Quevedo and Manteña. The origin of the straw hat fabric is found in the province of Manabí. In 1630 the indigenous Domingo Chóez combined this raw material with the shape of the Spanish hats. The toquilla straw hat activity was consolidated in the seventeenth century, when the production of cotton decreased and the Europeans began to demand the straw hat as a substitute that was lighter than that of cloth. The weavers of Montecristi and Jipijapa, specialized in the elaboration of the hat under the European model. The first historical references of formal weaving workshops of the toquilla straw hat date to the end of the 18th century, when the Spanish monarch Carlos IV abolished the rates for manufactures and authorized the establishment of workshops and factories in the American colonies, among them the “straw hats and hats”. Later, in 1859, the Queen of Spain ordered that an infantry company be organized in Aranjuez, whose daily uniform had a “Jipijapa hat”, in relation to the hats made of toquilla that were woven in that locality: “... in Jipijapa a very fine and white straw is produced, with which precious jewels are woven [which] are sold in three and five escudos and it is really worth it, because they endure the great sun and the intense rains. “(Description by Mario Cicala 1748-1767) The knowledge of the fabric of the toquilla straw hat not only expanded within the country, but also radiated out of national boundaries. The manabitas artisans took - together with the raw material coming mainly from the coastal province of Santa Elena - the weaving technique to Colombia (Nariño), Peru (Moyabamba), Bolivia (Santa Cruz de la Sierra) and Central America, where the hat was projected as an important craft in Mexico (Yucatán and Campeche), Honduras, Nicaragua and Guatemala.

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Montecristi, antes del terremoto de abril del 2016.




El General Eloy Alfaro,nacido en Montecristi, Manabí, fue el líder de la Revolución Liberal del Ecuador; siendo además, uno de los grandes pioneros del comercio internacional del sombrero de paja toquilla, con cuyas ganancias financió buena parte de las campañas revolucionarias del Ecuador y de otras naciones latinoamericanas. General Eloy Alfaro, born in Montecristi, Manabi, was the leader of the Liberal Revolution of Ecuador; being also one of the great pioneers of international trade of the straw hat. With the profits obtained he financed good part of the revolutionary campaigns of Ecuador and other Latin American nations.


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Montoneros alfaristas en el año 1885. Foto de Julio Bascones.


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Elvira Estrada I, Reina del Montubio, Bahía de Caráquez 1927.


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Instructor y aprendices, Montecristi, Manabí alrededor de 1930. 47


Pile es la cuna de los más talentosos tejedores de sombreros de paja toquilla, en el mundo. Sombreros de calidad única y excepcional que solamente son producidos en esta zona.

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Pile is the birthplace of the most talented straw hat weavers in the world. Hats of unique and exceptional quality that are only produced in this area. 51


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La Comuna de Pile está ubicada en La Ruta del Spondylus, que recorre los paisajes más atractivos de la costa ecuatoriana. Es parte del cantón Montecristi y está ubicada a 18 kms de la ciudad de Manta, sobre un pequeño cerro verde que colinda con el Océano Pacífico. En este sitio están los mejores tejedores de sombreros superfinos del mundo, su trabajo depende de varios factores como, la calidad de la paja, el clima y el sol, que inciden en la elaboración del sombrero. Los habitantes de Pile, a más del tejido de sombreros finos, se dedican a la agricultura y a la pesca. Su población actual es de un poco más de mil habitantes.

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The Pile Commune is located on “La Ruta del Spondylus” (Spondylus Route), which travels through the most attractive landscapes of the Ecuadorian coast. It is part of the Montecristi canton and is located 18 km from the city of Manta, on a small green hill that borders the Pacific Ocean. The best weavers of superfine hats of the world are found on this site, their work depends on several factors such as, the quality of the straw, the weather and the sun, which affect the making of the hat. The inhabitants of Pile, besides the weaving of fine hats, devote themselves to agriculture and fishing. Its current population is a little over a thousand inhabitants.

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Escuela Taller de Pile Con el propósito de continuar la transmisión del conocimiento del tejido de sombreros de paja toquilla, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) creó el centro de formación artesanal Escuela Taller Pile, en el cantón Montecristi, provincia de Manabí. Jóvenes, hombres y mujeres, forman parte del grupo que busca aprender la técnica del tejido o adquirir mayores conocimientos que les permita mejorar la calidad de los tejidos y, sobre todo, que estos conocimientos ancestrales no se pierdan y sigan transmitiéndose de generación en generación. Además, el taller permitirá completar la cadena productiva del sombrero para su venta directa, mejorando así sus ingresos económicos. En la escuela taller, además de las enseñanzas relacionadas al tejido del sombrero de paja toquilla, se imparten asignaturas básicas para reforzar los conocimientos de las personas beneficiadas. Pile es cuna de hábiles artesanos, por esta razón se busca salvaguardar la tradición del tejido de sombreros de paja toquilla.

Fotos de las páginas anteriores: Cartel en la Ruta del Spondylus. Panorámica de Pile, en época invernal.

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Pile school workshop With the purpose of continuing the transmission of the toquilla straw hat knowledge, the National Institute of Cultural Heritage (INPC) created the Pile Workshop School, in Montecristi canton, province of Manabí. Young people, men and women, are part of the group that seeks to learn the weaving technique or acquire greater knowledge that allows them to improve the quality of the fabric and above all, so this ancestral knowledge is not lost and continues to be transmitted from generation to generation. Inaddition,theworkshopwillcompletetheproductivechainofthehatfordirectsale,thusimprovingtheirincome. In the workshop school, in addition to the teachings related to the weaving of the straw hat, basic subjects are taught to reinforce the knowledge of the people who benefit. Pile is the cradle of skilled artisans, for this reason it seeks to safeguard the tradition of toquilla straw hat weaving.

Foto de la siguiente página: Alumnos e instructores de la Escuela Taller de Pile. .

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Simón Abel Espinal es considerado como el mejor tejedor de sombreros finos en el mundo, elabora únicamente dos sombreros por año, lo cual denota la calidad excepcional y el tiempo que invierte en cada una de estas piezas. Estos sombreros llegan a costar miles de dólares en el mercado internacional y son comercializados por el conocido Brent Black, un norteamericano que se enamoró de Pile y sus sombreros.

Simón Abel Espinal is considered to be the best weaver of fine hats in the world. He elaborates only two hats per year, which denotes the exceptional quality and time he invests in each of these pieces. These hats cost thousands of dollars in the international market and are marketed by Brent Black, the well-known American who fell in love with Pile and its hats. 60


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El mayor centro de producción y negocios del sombrero de paja toquilla está ubicado en Cuenca, donde se asientan las grandes casas productoras y exportadoras de sombreros.

The big hat producers and exporters are based in Cuenca, the biggest center of production and business of the toquilla straw hat.

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El Austro se une a la producción

En el siglo XIX, esta actividad atrajo el interés fuera de la región litoral, especialmente en el Austro de la serranía ecuatoriana. Los bajos costos de la materia prima para la elaboración de los sombreros y los altos costos que adquiría el producto elaborado, ocasionaron la rápida difusión del tejido de sombreros en varios poblados rurales, así como dentro de las ciudades de Cuenca y Azogues. Es así que el 17 de mayo de 1844 el Cabildo cuencano ordenó la creación del primer taller para confección de sombreros y la enseñanza del tejido de sombreros de paja toquilla como materia obligada. Uno de los personajes claves para entender la implantación de la industria del sombrero de paja toquilla en la sierra sur es el Corregidos de Azogues, Bartolomé Serrano, quien vio en esta actividad una solución para la dura crisis económica que afectaba a esta región. Así, trajo desde Jipijapa artesanos para que enseñaran el oficio, incluso bajo la amenaza de castigo al considerar el tejido como “ … un arte redentor frente a la falta de trabajo”. Quienes se resistieron a acatar la orden del funcionario fueron encarcelados y obligados a aprender el oficio en prisión con la supervisión de un maestro tejedor. Serrano trajo la materia prima desde Manglar Alto (hoy provincia de Santa Elena), y abasteció a los nuevos artesanos de hormonas y cajones para sahumar y blanquear la paja. Para este período inicial de la actividad toquillera en Azuay y Cañar, las principales zonas de tejido de sombreros de paja toquilla fueron Paute, Gualaceo, Sígsig, Azogues, Biblián, Cañar y Déleg. Este trabajo realizado independientemente por tejedores, dotó del producto semielaborado a los comisionistas de las grandes exportadoras. Desde el siglo XIX la producción toquillera y su exportación alcanzó importantes niveles en las provincias serranas del Azuay y Cañar, incorporándose al mercado exportado mundial. La implicación directa de este fenómeno recayó particularmente sobre la ciudad de Cuenca. Como consecuencia del “boom toquillero”, en esta ciudad se produjeron importantes transformaciones económicas al tiempo que la imagen urbana empezó a consolidarse con una nueva fisonomía, que se alejó de la arquitectura colonia, para acoger la influencia de la arquitectura francesa.

Foto doble página: Amanecer en la Cordillera de los Andes. Joven cuencana con un sombrero de marca Dorfzaun Hat´s.

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Austro joins production

In the 19th century, this activity attracted interest outside the littoral region, especially in the Austro of the Ecuadorian highlands. The low costs of the raw material for the manufacture of the hats and the high costs that the elaborated product acquired, caused the rapid diffusion of the hat fabric in several rural towns, as well as within the cities of Cuenca and Azogues. Thus, on May 17, 1844, the town council of Cuenca ordered the creation of the first workshop for the manufacture of hats and the teaching of weaving toquilla straw hats as a compulsory subject. One of the key characters to understand the establishment of the toquilla straw hat industry in the southern highlands is the Corregidos de Azogues, Bartolomé Serrano, who saw in this activity a solution to the severe economic crisis that affected this region. Thus, from Jipijapa he brought craftsmen to teach the trade, even under the threat of punishment as the fabric was considered “... a redeeming art against the lack of work.” Those who resisted obeying the official’s order were imprisoned and forced to learn the trade in prison under the supervision of a master weaver. Serrano brought the raw material from Manglar Alto (now province of Santa Elena), and supplied the new artisans with hormones and boxes to burn and whiten the straw. For the beginning of this period of activity in Azuay and Cañar, the main weaving areas for straw hats were Paute, Gualaceo, Sígsig, Azogues, Biblián, Cañar and Déleg. This work carried out independently by weavers, endowed the semi-finished product to the commission agents of the big exporters. Since the 19th century, the toquilla straw hat production and its export reached important levels in the mountain provinces of Azuay and Cañar, joining the exported world market. The direct implication of this phenomenon fell particularly on the city of Cuenca. As a consequence of the “toquillero boom “, important economic transformations took place in this city, at the same time that the urban image began to consolidate with a new appearance, that moved away from the colonial architecture, to welcome the influence of French architecture.

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Sombreros cuencanos de la Exportadora Vélez Hats.71


La actriz Catherine French luciendo un modelo clásico de la marca Dorfzaun Hats. 72


La actriz Alejandra Chamorro con un modelo plantador de la marca Serrano Hats. 73


Cada sombrero es una pieza única, a partir de una planta nativa ecuatoriana, proceso en el cual intervienen muchas 74 personas. El actor costarricense Leynar Gómez con un sombrero de la marca Serrano Hats.


Sombrero de paja toquilla tejido a crochet 75 Gaby Vintimilla con un modelo de la marca Dorfzaun Hats


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Las hermosas casas y edificaciones del Centro Histórico de Cuenca fueron levantadas entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, gracias al auge del comercio del sombrero de paja toquilla.

The beautiful houses and buildings of the Historic Center of Cuenca were built between the end of the 19th century and the beginning of the 20th century, thanks to the boom in the straw hat.

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Son miles de mujeres, en su mayoría campesinas de lugares como: Azogues, Chordelég, Gualaceo, Sigsig y Biblián, las que producen la mayor cantidad de sombreros que se exportan desde el Ecuador hacia el mundo. Ellas caminan, viajan, conversan o descansan, llevando consigo el sombrero que tejen, a donde quiera que vayan, como estas mujeres que caminan por “Cruz de Misión”, un templo sagrado de altura, ubicado en el cantón Chordelég.

Thousands of women, mostly peasants from places such as: Azogues, Chordelég, Gualaceo, Sigsig and Biblián, produce the largest number of hats exported from Ecuador to the world. They walk, they travel, they talk or rest, taking with them the hat they weave, wherever they go, like these women who walk by “Cross of Mission”, a temple sacred of height, located in the canton of Chordelég. 81


82 tejedoras del austro se han organizado en cooperativas para obtener mejores ingresos por su trabajo. Las


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Taller comunitario de tejido, en el Economuseo Municipal “Casa del Sombrero” de Cuenca.


El auge exportador de sombreros generó una etapa de bonanza económica sin precedente; hacia 1863 se exportó desde el Puerto de Guayaquil la increíble cifra de 500.000 sombreros anuales; y para 1854 el valor de la exportación del sombrero de paja toquilla superó al del cacao, siendo aquel año, el producto que mayores ingresos dio al Estado ecuatoriano.

The growth in hat exportation generated an unprecedented economic boom. Around 1863, an incredible 500,000 annual hats were exported from the Port of Guayaquil and for 1854 the value of the exports of toquilla straw hat surpassed that of cocoa, being that year the product that gave the Ecuadorian State the highest income. 84


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Auge en la exportación de sombreros

El auge exportador de sombreros generó una etapa de bonanza económica sin precedente; hacia 1863 se exportó desde el Puerto de Guayaquil la increíble cifra de 500.000 sombreros anuales; y para 1854 “el valor de la exportación del sombrero de paja toquilla superó al del cacao, siendo aquel año, el producto que mayores ingresos dio al Estado ecuatoriano” (Guerra Cáceres 1998:76). Momentos clave en los que se dio una notoria alza en la producción toquillera fueron la Exposición Mundial de París (1855), en la que se promocionó el sombrero ecuatoriano de toquilla, y la década de los ochenta del siglo XIX cuando la construcción del Canal de Panamá generó una gran demanda de este producto, basado en la necesidad de sus obreros de protegerse del sol. Al ser el Canal de Panamá una obra majestuosa de ingeniería en el mundo, su construcción incluyó un despliegue informativo que incluía a los obreros usando el sobrero de paja toquilla, además de políticos de renombre como el Presidente Roosevelt de Estados Unidos. Este hecho mediático llevó a la errónea denominación de “Panama Hat”. El apogeo del comercio del sombrero de paja toquilla terminó con la crisis generada por la Segunda Guerra Mundial que dio pie al declive de esta actividad, sin que ello haya implicado la desaparición de los conocimientos y del saber hacer, existiendo hoy un nuevo repunte del tejido tradicional como una de las actividades artesanales más representativas del Ecuador

Rodolf Dorfzaun pionero del comercio internacional del sombrero ecuatoriano, en una foto emblemática de su juventud en Alemania, país de donde huyó en 1939 debido a la guerra. La moto y el sombrero fueron la inspiración para su nueva vida en Ecuador. La foto fue hallada luego de su muerte. 87


La élite de la alta costura europea, personajes de la política, estrellas de cine, aristócratas y herederos de fortunas, fueron seducidos por la belleza y elegancia del sombrero de paja toquilla. En la foto: El brasileño Alberto Santos Dumont “El Padre de la Aviación Mundial” 1906. 88


Hat export boom

The hat export boom generated an unprecedented economic boom; Around 1863, an incredible amount of 500,000 annual hats were exported from the Port of Guayaquil; and for 1854 “the value of the export of the toquilla straw hat surpassed cocoa, being that year, the product that gave the Ecuadorian State the highest income” (Guerra Cáceres 1998: 76). Key moments in which there was a noticeable rise in toquilla straw hat production were the World Exhibition in Paris (1855), where the Ecuadorian hat was promoted, and the decade of the eighties of the 19th century when the construction of the Panama Canal generated a great demand for this product, due to its workers need to protect themselves from the sun. Being the Panama Canal a majestic engineering work in the world, its construction included an informative display that included workers wearing the toquilla straw hat, as well as renowned politicians like President Roosevelt of the United States. This media event led to the erroneous name of the “Panama Hat”. The peak of the toquilla straw hat trade ended with the crisis generated by the Second World War that led to the decline of this activity, without this implying the disappearance of knowledge and know-how, with a new rebound of the fabric today as one of the most representative artisan activities in Ecuador.

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Con el auge de la exportación del sombrero, muchos cuencanos viajaron por el mundo realizando negocios. Los barcos salían cargados de sombreros de pajatoquilla, desde el Puerto de Guayaquil; luego, los comerciantes de sombreros, regresaban cargados de dinero y bienes que adquirían o intercambiaban en los lugares a los que iban. En esta foto de 1925 hecha en la ciudad de México, los cuencanos Benigno y Luis Garzón Rivera.

With the export boom of the hat, many Cuencans traveled the world doing business. The boats loaded with toquilla straw hats left from the Port of Guayaquil; then, hat merchants returned loaded with money and goods that they acquired or exchanged in the places they went to. In this photo: Benigno and Luis Garzón Rivera, taken in the city of Mexico in 1925.

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Personajes de la política mundial como: Winston Churchill, NIkita Kruschev o Theodore Rooselvelt, usando sombreros ecuatorianos que se promocionaban mundialmente como “panamá hats”, a raíz de la Exposición Universal de París, en 1855 y de la construcción del Canal de Panamá, a inicios del siglo XX. Foto página izquierda El sombrero de paja toquilla del Emperador Napoléon Bonaparte. 93


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Museo del Sombrero, Cuenca.

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La exportación de sombreros y de la quinina, permitieron que florezca la “Belle Epoque Cuencana” con una nueva burguesía y una arquitectura afrancesada, en el marco de una ciudad, pequeña y acaudalada, que pretendía ser moderna y empezaba a conocer los autos, los aviones, el agua potable, la luz eléctrica y el cine.

Hat and quinine plant exportation, brought a time known as the “Belle Epoque Cuencana”, with it flourished a new bourgeoisie and a Frenchified architecture, within the framework of a small and wealthy city, that aimed to be modern and began to know cars, planes, drinking water, electricity and movies.

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Si preguntas por Norma Jean Baker, muy pocos sabrán que ese era el nombre real de Marilyn Monroe; pasa lo mismo con el Panama hat, cuyo nombre original era Jipijapa ..... Así pasa con las grandes estrellas.

If you ask for Norma Jean Baker, very few will know that this was the real name of Marilyn Monroe; the same thing happens with the Panama hat, whose original name was Jipijapa ..... This is the case of big stars.

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Abel Ferrara, director y guionista estadounidense.

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Al Pacino, célebre actor y guionista estadounidense, con su sombrero ecuatoriano, en Venecia. 100


Barry Levinson, actor, guionista y director estadounidense de cine y televisión. 101


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La actriz inglesa Rachel Weisz recibiendo un sombrero de marca Montecristi, durante el Festival de Cannes. 103


La actriz colombiana Angélica Blandón, con un elegante sombrero superfino de la Exportadora Homero Ortega Hats. 104


“ El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme”. Moliére

“Great style is born when beauty gets the victory over what is great. “ Moliére

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Sir MichaelCaine, actor británico, con su sombrero de marca Montecristi durante el Festival de Cine de Cannes.

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El actor colombiano Alejandro Aguilar, luciendo un modelo del Museo del Sombrero 107


Durante el Festival de Cine de Cartagena, la actriz costarricense Naty Arias, luciendo una pieza del Museo del Sombrero 108


La cantante Alejandra García “La Toquilla” en Cartagena, Colombia, 109 con un modelo clásico del Museo del Sombrero


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Ángela Arboleda, actriz, escritora y narradora oral ecuatoriana con un modelo plantador de marca Serrano Hats.


111 El actor ecuatoriano Pancho Aguirre con un sombrero de marca Vélez Hats.


“ No te debes preguntar: ¿Por qué te pones un sombrero? . Lo que realmente debes preguntarte es: ¿Por qué no?. John Galliano

“You should not ask yourself: Why do you wear a hat? . What you really have to ask yourself is: Why not? John Galliano

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La cantante ecuatoriana Karla Karona con un sombrero de marca Vélez Hat´s 113


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Héctor Napolitano “El Viejo Napo” con su inseparable sombrero de paja toquilla. 115


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El realizador francés Mathieu Bana filma a Consuelo Jimbo, tejedora de la Exportadora Homero Ortega, para un documental sobre el sombrero de paja toquilla. 117


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Aunque los sombreros finos de Montecristi y Jipijapa causaron sensación y revuelo en la Exposición Mundial de París de 1855, los europeos confundieron lugar de comercialización con lugar de orígen. Y así, el elegante y glamoroso sombrero ecuatoriano, empezó a ser conocido mundialmente como “Panama hat”.

Although the fine hats of Montecristi and Jipijapa caused a sensation and a stir at the World Exhibition in Paris in 1855, Europeans confused the place of commercialization with the place of origin. And so, the elegant and glamorous Ecuadorian hat, began to be known worldwide as the “Panama hat”. 119


Conocimientos que perduran en el tiempo

Los conocimientos vinculados al tejido del sombrero han sido transmitidos de generación en generación hasta la actualidad, lo que hace de esta artesanía un elemento integrador de la familia, la historia y las tradiciones. La actividad se convierte en un elemento identitario de las comunidades. En el caso de Azuay y Cañar, el sombrero forma parte del atuendo tradicional de la chola cuencana, personaje mestizo que tiene sus orígenes en tiempos coloniales. Al interior de estas provincias, las diferentes comunidades se distinguen entre sí, entre otros aspectos, por la forma, tipo de tejido y tamaño de los sombreros de sus habitantes. En Manabí, y otras provincias costeras, el uso del sombrero está vinculado al trabajo agrícola del montubio, como elemento de protección contra la intemperie y de distinción social en contextos festivos. El tejido del sombrero de paja toquilla es considerado un arte, una labor netamente manual que no emplea más herramientas que las manos de los tejedores; y por el tiempo y condiciones que demanda este delicado trabajo. En Manabí, la forma clásica de tejer sombreros se realiza utilizando un “trípode”. En la sierra, el tejido es parte de las actividades cotidianas de las tejedoras, se teje al caminar, al pastorear o mientras las mujeres se reúnen a conversar.

Foto de la página anterior: Modelo europea usando un sombrero de marca Homero Ortega Hats.

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Knowledge that lasts in time

The knowledge linked to the weaving of the hat has been transmitted from generation to generation to the present, which makes this craft an integrating element of the family, history and traditions. The activity becomes an identity element of the communities. In the case of Azuay and Cañar, the hat is part of the traditional attire of the chola cuencana, a mestizo character that has its origins in colonial times. Within these provinces, the different communities are distinguished from each other, among other aspects, by the shape, type of fabric and size of the hats of its inhabitants. In Manabí, and other coastal provinces, the use of the hat is linked to the agricultural work of the montubio, as an element of protection when outdoors and of social distinction in festive contexts. The fabric of the toquilla straw hat is considered an art, a purely manual labor that uses nothing else but the hands of the weavers; and for the time and conditions that this delicate work demands. In Manabí, the classic way to weave hats is done using a “tripod”. In the mountains, weaving is part of the weaver’s daily activities. The hat is woven when walking, when shepherding or while women gather to talk

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123 De las manos de los tejedores de Pile, Manabí, surgen la habilidad y el talento, conservados durante cientos de años en esta región del planeta, en la foto Ana Paula Delgado y Carlos Luis López, ancianos tejedores manabitas.


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El sombrero es parte de los elegantes trajes del calendario ritual azuayo.


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Niñas cuencanas ataviadas como “Mayoralas” para la celebración del “Pase del Niño”, fiesta ritual multitudinaria.


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Chola Cuencana viste con sombrero, zarcillos de plata, macana de hilo y polleras de terciopelo.


127 Alicia Ortega es parte de esas generaciones de cuencanos, que han convertido a esta ciudad en el mercado más importante, a nivel mundial, del comercio de sombreros.


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Los tejedores de sombreros finos trabajan sobre un tripié de madera.


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La técnica del tejido se ha transmitido a través de varias generaciones.


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Montubio de la costa ecuatoriana en su faena 131 diaria.


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La Paja Toquilla

Toquilla straw

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La paja toquilla

La materia prima con la que se elaboran los sombreros es la especie vegetal denominada Carludovica Palmata, una variedad de palma sin tronco, originaria de la región húmeda del litoral ecuatoriano, de hojas anchas en forma de abanico que alcanzan los dos o tres metros de largo. Ampliamente se conoce a esta fibra vegetal como Paja Toquilla, nombre que a su vez proviene de las antiguas “tocas”, que aparecen en figurillas precolombinas correspondientes a ancestrales culturas de la costa ecuatoriana. Las “toquillales”, nombre dado a los sembríos de toquilla, constituyen un punto de máxima atención en la cadena de producción del sombrero, ya que su cuidado requiere de conocimientos y saberes vinculados a la naturaleza, y de técnicas tradicionales de siembra y cultivo. El proceso de preparación de la paja toquilla incluye la cosecha, el desvene (separación de fibras), la cocción (para eliminar clorofila), el secado, el sahumado (en fogones) y el azocado (blanqueado de hebras), para finalmente entregarla a los tejedores o a los intermediarios que se encargarán de distribuir la materia prima para el tejido. Aquí empieza una compleja red de relaciones sociales que unen la sierra sur con el litoral ecuatoriano donde participan diversos actores sociales como: Cultivadores – productores, cosechadores, procesadores de la materia prima, mayoristas y minoristas de la materia prima, pajeras, tejedores y tejedoras, rematadores y terminado del sombrero, mayoristas y minoristas de sombreros, fábricas exportadoras, mercado nacional e internacional.

Foto de la página anterior: “Carludovica Palmata” nombre científico de la paja toquilla, palma que se cultiva en las provincias costeras de Guayas y Santa Elena.

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Toquilla straw

The raw material with which the hats are made is the plant species called Carludovica Palmata, a variety of palm without trunk, native to the humid region of the Ecuadorian coast, with broad fanshaped leaves that reach two or three meters in length . This plant fiber is widely known as Paja Toquilla, a name that in turn comes from the old “tocas”, which appear in pre-Columbian figurines corresponding to ancestral cultures of the Ecuadorian coast. The “toquillales”, name given to the toquilla crops, constitute a point of maximum attention in the production chain of the hat, since their care requires knowledge and wisdom linked to nature, and traditional techniques of sowing and cultivation. The process of preparing toquilla straw includes harvest, desvene (separation of fibers), cooking (to eliminate chlorophyll), drying, smoked (in stoves) and azocado (bleached threads), to finally deliver it to the weavers or the intermediaries who will be in charge of distributing the raw material for weaving. Here is where a complex network of social relationships begins, one that connects the southern highlands with the Ecuadorian coast where various social actors participate, such as: Growers - producers, harvesters, processors of raw materials, wholesalers and retailers of raw materials, clothiers, weavers and weavers, auctioneers and finished hat, hat wholesalers and retailers, export factories, national and international market.

Foto de la siguiente página: Atardecer en la Comuna Ayangue, en la Península de Santa Elena. Foto subsiguiente: Plantación de paja toquilla en las estribaciones de la Cordillera Chongón-Colonche, Península de Santa Elena

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Con 140

la luz del amanecer, los agricultores parten a los pequeños cerros del litoral en donde se cultiva la paja.


Los tallos de la paja toquilla pueden llegar a medir hasta tres metros de alto.141


Las 142 hojas en formación, a las que se les denomina “cogollos”, es la parte de la planta de donde se obtiene la paja.


Se rasga o desvena el cogollo, que debe ser abierto o desapañado para que queden como tallos, 143 separando las pajas finas de las gruesas.


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tongos de paja deben quedar uniformes y lisos antes de pasar al horno, cada tongo tiene entre 110 a 112 tallos.


La paja se cuece en una gran paila de agua que está colocada sobre un horno de leña, este es un proceso 145 completamente natural y artesanal.


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Cocinando la paja toquilla en El Aromo, Manabí

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149 Una vez cocida la paja, se la cuelga sobre cordeles hasta que el sol y el viento le den su característico tono blanco dorado.


El arte de tejer sombreros de paja toquilla

The art of weaving straw hats toquilla

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La Roseta es el núcleo alrededor del cual se teje el sombrero.


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La Copa se trabaja colocando una horma que determina la talla del sombrero, se anuda una soguilla hasta terminar el tejido.


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A continuación se teje la campana. que no es otra cosa que el ala del sombrero.


157 Tras el remate de las fibras del sombrero viene el azocado, que consiste en apretar los remates del sombrero.


El158 lavado sirve para quitar impurezas y suciedades del tejido, solo se usa agua y jabón.


Luego se corta y elimina cualquier traza o pelusa hasta dejar el tejido liso. 159


El maceteado consiste en apalear al sombrero con azufre para mejorar su flexibilidad y aspecto.

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Con una plancha se quitan las arrugas y los residuos de azufre. 161


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En una prensa, por efecto del calor y la presión , el sombrero tomará su forma final.


La calidad del sombrero se garantiza a través de la evaluación del producto entregado por las tejedoras a la planta. 163 Esta tarea la realizan profesionales como Julio Guerra, Jefe de Control de Calidad de la marca Serrano Hats.


164 Turistas

europeos en el Museo del Sombrero


Finalmente, tras un laborioso proceso que empezó en las estribaciones de la cordillera, a orillas del mar. Gracias a la metódica labor de dedicados agricultores manabitas y peninsulares. Y a la transformación que la materia prima tiene en manos de los talentosos tejedores de Pile y de las tejedoras de la zona austral ecuatoriana: El Sombrero de Ecuador está listo para un nuevo viaje por el mundo. Finally, after a labor-intensive process that began on the foothills of the mountain range, on the shores of the sea. Thanks to the methodical work of dedicated Manabitas and peninsular farmers. And to the transformation of the raw material in the hands of the talented weavers of Pile and the weavers of the Ecuadorian southern area: The Ecuador hat is ready for a new trip around the world.

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Terminado de sombreros. Fábrica Serrano Hat´s


CRÉDITOS / CREDITS Fotografía: Patricio Montaleza ARCHIVOS FOTOGRÁFICOS - Fábrica Homero Ortega e Hijos: 10 y 11. - Montecristi antes del terremoto por John Guamán: 40 y 41. - Eloy Alfaro, Museo Remigio Crespo Toral: 42. - Montoneros alfaristas en el año 1885. Foto de Julio Bascones: 44 / Elvira Estrada I, Reina del Montubio, Bahía de Caráquez 1927: 45 / Montecristi, Manabí hacia 1930: 46 y 47: Fondo de Fotografía Patrimonial/ Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. www.patrimoniocultural.gob.ec - Gaby Vintimilla por Patricio Montaleza. Sombrero: Dorfzaun Hats 67 y 75. - Sombreros cuencanos de Vélez Hats por Patricio Montaleza: 70 y 71. - Catherine French por Patricio Montaleza. Sombrero: Dorfzaun Hats 72. - Alejandra Chamorro por Patricio Montaleza. Sombrero: Serrano Hats: 73. - Leynar Gómez por Patricio Montaleza. Sombrero: Serrano Hats: 74. - Rodolf Dorfzaun, Exportadora Kurt Dorfzaun: 86. - Alberto Santos Dumont, Panamá, sombrero de leyenda, Ediciones Librimundi: 88. - Benigno y Luis Garzón, colección particular de la Sra. Carmela Garzón.: 90. - Sombrero de Napoleón, Biblioteca Nacional de Francia: 92. - Secado de sombreros en Museo del Sombrero, Cuenca. 94 - 95. - Sombreros en fábrica Homero Ortega e Hijos. 96 - Abel Ferrara, Al Pacino y Barry Levinson by Annalisa Flori: 99 - 100 y 101. - Rachel Weisz y Michael Caine por ProEcuador: 102,103 y 106. - Angélica Blandón por Patricio Montaleza. Sombrero: Ortega Hats 104 y 105. - Alejandro Aguilar por Patricio Montaleza. Sombrero: Museo del Sombrero 107. - Naty Arias por Patricio Montaleza. Sombrero: Museo del Sombrero 108. - Alejandra García “La Toquilla” por Patricio Montaleza. Sombrero: Dorfzaun hats 109. - Ángela Arboleda por Patricio Montaleza. Producción: Arcadio Arosemena. Sombrero: Serrano Hats 110. - Pancho Aguirre por Patricio Montaleza. Styling: Isabel Borrero. Sombrero: Vélez Hats 111. - Karla Kanora por Patricio Montaleza. Sombrero: Vélez Hats 112 - 113. - Háctor Napolitano por Patricio Montaleza 114 - 115. - Cristina Colle, Styling: Isabel Borrero. Foto: Daniel Queirolo. Sombrero: Homero Ortega Panama Hats. 118. - Un montubio y su sombrero, en su faena diaria, por Arcadio Arosemena: 130 - 131. - Doménica Cobo. Styling: Isabel Borrero. Foto: David Gutierrez Sombrero: Manos del Mundo Galería: 151. - Museo del Sombrero: 164 - 165. . Terminado de sombreros en fábrica Serrano Hats 166-167. -Patricio Montaleza en la Feria Internacional del Libro de Santo. Domingo, República Dominicana por Juan Cabezas, 170. 168


BIBLIOGRAFÍA - BIBLIOGRAPHY - The Image to Come, How Cinema Inspires Photographers; Magnumsteidl/La CinèmathËque Francaise, ParÌs-Francia 2007 - El Rostro Humano, William A. Ewing; Editorial Blume, Barcelona-España 2008 Mainstream, Fréderic Martel; Editions Flammarion; Madrid-España 2010 - Historia de la Belleza, Umberto Eco; Editorial Lumen, Milán-Italia 2004 - El Arte en la Nueva Era; Serge Raynaud de la Ferrière, Editorial Diana, México 1980 - Identidades Desnudas Ecuador 1860 - 1920, Lucía Chiriboga y Silvana Caparrini; ILDIS, ABYA-YALA-TALLER VISUAL, Ecuador 1994 - Patrimonio Cultural, Memoria Local y Ciudadana; Cabrera Santiago; Corporación Editora Nacional UASB, Ecuador 2011 - Los Oligarcas del Cacao, Guerrero Andrés; Editorial El Conejo, Ecuador 1994 - Regionalismo, lengua y contrastes; Vásquez Encalada Oswaldo; Corporación Editora Nacional, Ecuador 2011 - El Proceso Juliano; Jaime Breilh y Fanny Herrera; Corporación Editora Nacional-UASB, Ecuador 2011 - Panamá·, sombrero de leyenda, Martin Buchet y Laziz Hamani, Ediciones Librimundi, Ecuador 2004 - Ecuador “Viva La Fiesta”, Pablo Cuvi, Jorge Dávila, Jorge Martillo, Esteban Michelena, Patricio Montaleza; Dinediciones, Ecuador 2002 - Cuenca de los Andes, Los sombreros de paja toquilla, María Leonor Aguilar; Municipalidad de Cuenca, Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, Ecuador 1998 - Revista de Patrimonio Cultural Inmaterial, INPC, Ecuador octubre-diciembre 2012

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Patricio Montaleza Cuenca 1968 Artista dedicado al mundo de las imágenes, como director y productor cinematográfico. Fue Presidente del Consejo Consultivo de la Televisión Pública del Ecuador (2008-2009). Director del Festival Internacional de Cine de Cuenca “FICC”, desde el año 2002. Fundador del Ecuador Fotofest y del Proyecto “Los Puris, Cultura Audiovisual para Niños” con los cuáles ha sido ganador de varias convocatorias del Ministerio de Cultura del Ecuador. Delegado por Ecuador al Mercado de Industrias Culturales MICSUR, en Bogotá 2016. Estudió Comunicación Social y Biología en la Universidad del Azuay, UDA. Ganador del V Concurso Internacional de Fotografía de la Revista Geomundo (México-1996). Ganador del 1er Premio del Concurso Mujer, Imágenes y Testimonios (Cuenca-1998).

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El autor expresa su gratitud a las personas e instituciones que hicieron posible la realización de este proyecto, especialmente a :

Logotipo

PRIMERA OPCIÓN USO DE LOGOTIPO USO OFICIAL / POSITIVO COLOR

SEGUNDA OPCIÓN POSITIVO: UN SOLO COLOR USOS SECUNDARIOS: IMPRESION B/N

SEGUNDA OPCIÓN SIN MARCO METALIZA MARCA SIN MARCO PARA USOS ESPECIAL DE FORMATO MUY PEQUEÑO

OPCIONES SIN MARCO MARCA SIN MARCO PARA USOS DE FORMATO MUY PEQUEÑO: IMPRESIÓN B/N

Uso del color

Todos los colores son utilizados al 100%. 1.Tinta directa Pantone para impresión offset. Se recomienda uso de UNCOATED TINTA DIRECTA: UNCOATED

Black 100% / Pantone 730 U / Pantone 7499 U 50%

TINTA DIRECTA: COATED

Black 100% / Pantone 730 C / Pantone 7499 C 50%

2.CMYK (Cyan.Magenta.Yellow.Black). Foma de impresión, Digital y Offset 3.RGB (Red.Green.Blue) Video e Internet 4. Tinta metalizada corporativa

TINTA METALIZADA:

Pantone 875 U

COLOR PROCESADO CMYK

Black 100% C0% M35% Y70% K35% C0% M1% Y10% K0%

COLOR PROC

R240 G82 B R188 G190

Pantone 875 C

Tipografía

El logotipo fue elaborado con una base de la tipografía BRANDO GROTESQUE REGULAR (lower ca para el nombre K. DORFZAUN. Pero transformada en su grosor y estructura de algunaas letras.

Brando Grotesque Regular abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz¡!”#$%&/()=’¿?´+*{}[],; La tipografía BLACKSWORD para las frase SINCE 1939. Pero transformada en su grosor y estructura de algunas letras. Hijrnoter ABCDEFGHIJKLMNÑOPQRSTUVWXYZ abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz¡!”#$%&/()=’¿?´+*{}[],;.:

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