2019-05-02
Venezuela: ¿Golpe de Estado o farsa que se repite? - cubaencuentro.com
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Venezuela: ¿Golpe de Estado o farsa que se repite? ¿Será que la oposición venezolana no aprendió de su propia historia? Carlos Manuel Estefanía, Estocolmo | 02/05/2019 8:50 am Dicen que la historia se repite, una vez como tragedia otra como comedia. En el caso de la historia reciente de Venezuela, la tragedia y la comedia, se han dado juntas, tomadas de la mano, en dos ocasiones. La primera fue en abril de 2002, cuando un falso golpe de Estado sirvió para liberar a Chávez del linchamiento popular en su madriguera de Miraflores. Eran los tiempos en que el poderoso sindicato de trabajadores de la empresa petrolera PDVSA, todavía no había sido copado por el oficialismo, y aglutinaba masas como no podía hacerlo ningún partido, pero esto es cosa del pasado. Al final de aquel pronunciamiento, el mismo ejercito que secuestró al comandante bolivariano, sería el encargado de traerlo al poder, siempre bajo la orientación del gobierno cubano. En el interín se formó un gobierno provisional que sirvió en realidad como trampa para los que de verdad creyeron que había tenido lugar un verdadero destronamiento, para colmo inconstitucional. Fue entonces que apareció la famosa Acta de Constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional, conocida como “el Carmonazo”, decreto ley redactado el 12 de abril de 2002, el día después del supuesto de golpe de Estado en Venezuela de 2002, que tuvo intenciones de derrocar al presidente venezolano Hugo Chávez. La normativa estableció un gobierno de transición y disolvió los principales aparatos de poder controlados por el chavismo en esos momentos; entre ellos la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo y la Fiscalía General, borrándole el termino de “Bolivariana” a la República y nombrando presidente a Pedro Carmona Estanga, líder de la Patronal Fedecámaras. Su objetivo inmediato era restablecer la Constitución de la República de Venezuela de 1999 como norma fundamental, pero no tuvo tiempo. Como por arte de magia política se dio la reaparición de Chávez en un helicóptero, y recuperó su gobierno sin disparar un tiro, así de belicosos fueron los putchistas de Carmona, a quien los rápidos acontecimiento dejaron solo, y los venezolanos antichavistas se quedaron con el sabor de la miel del cambio en la boca. El fugaz presidente sería encarcelado bajo el cargo de golpista, pero el bueno de Chávez le concedería el arresto domiciliario, tendiéndole así a su enemigo el puente de plata por donde huir. Pedro Carmona, el hombre que presidió Venezuela durante 28 horas terminará pidiendo asilo político en Colombia. Había cumplido su misión, la de hacer quedar mal a la oposición. A nadie en el gobierno le interesaba castigarlo sino usarlo para devolver a la vida el cadáver moral en que ya para ese entonces, Chávez se había transformado. Lo mismo pasa hoy con Nicolás Maduro. Por lo visto se le quiere salvar usando la misma fórmula y nadie se percata. Así ha comenzado la segunda tragicomedia venezolano, también en abril, pero ahora de 2019. Eso sí, parece que la nueva adaptación se extenderá un poco más que la película original. Comienza con la “destacada” actuación (nunca mejor dicho), cuando una cuadrilla de militares, aparentemente disidentes, que se ha acercado a Juan Gerardo Antonio Guaidó Márquez presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, reconocido por más de cincuenta países como presidente encargado de Venezuela, aunque sin el menor poder sobre el aparato del Estado, y por supuesto el ejército o la policía. https://www.cubaencuentro.com/layout/set/simple/internacional/articulos/venezuela-golpe-de-estado-o-farsa-que-se-repite-335189/(relations)/0/(s…
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