proyectado (bala). La identificación de un arma se basa en primer lugar en la coincidencia de las lesiones de clase, comunes, en principio, a todas las armas de la misma marca y modelo, y fundamentalmente en la correspondencia, en forma y ubicación de las microlesiones específicas o individualizantes. BALISTICO: Materiales sintéticos con características de resistencia a los proyectiles de armas de fuego/ En los Misiles, aquellos que en una parte de su trayectoria se comportan como proyectiles respondiendo a los efectos gravitacionales. p.ej los ICBM. BALISTITE: composición química inventada por Alfred Novel en 1888 - utilizada como propelente, composición química: Nitrocelulosa (51.5%), Nitroglicerina (43.0%), Plasticiser (1.0%), Otros (4.5%) BALL: palabra anglosajona que significa En nomenclatura militar este término se refiere al proyectil empleado en las armas de servicio de punta redonda u ojival sólida. BALL AND DUMMY: palabra anglosajona que significa Ejercicio de entrenamiento en donde el tirador se esfuerza controlando todos los factores para disparar un buen tiro. La munición introducida en el cargador o tambor del arma por el entrenador está seleccionada al azar combinando cartuchos cargados con cartuchos sin pólvora. Este entrenamiento ayuda al tirador a superar la reacción anticipada al retroceso evitando que los reflejos perturben la correcta ejecución del disparo. BALL POWDER: palabra anglosajona que significa Pólvora esférica. Nombre registrado para un tipo de pólvora sin humo de doble base desarrollada por Olin Industries (Winchester). Los granos tienen forma esférica o esférica aplanada. BALLESTA: Arma portátil, antigua, compuesta de una caja de madera como la del fusil moderno, con un canal por donde salían flechas y bodoques impulsados por la fuerza elástica de un muelle, que primero fue de hierro forjado y después se hizo de acero, a los extremos del cual iba atada una cuerda que se tensaba con una gafa y se aseguraba en la nuez hasta quedar libre en el momento del disparo y transmitir a los proyectiles la fuerza de dicho muelle propulsor. Nace la Ballesta: Surge por la necesidad, fue la que hizo posible este arma. La guerra exigía un arco más potente, capaz de perforar las cada vez mejores protecciones metálicas de los caballeros. Las soluciones pasaban por el arco compuesto o el arco largo pero las dificultades técnicas de construcción del primero y los diez o quince años necesarios para entrenar a un arquero competente para el segundo, favorecieron la búsqueda de una alternativa. Así, la solución fue la ballesta. Se cree que aparece aproximadamente en el siglo X, en la guerra de asedio en el Norte de Francia y rápidamente se extendió por Europa. Tal vez los normandos ya la empleaban en 1066, asombrando a los bizantinos en 1096 que desconocía por completo este arma. Aunque las evidencias físicas y escritas sugieren que la ballesta se descubrió en China durante el siglo cuarto antes de Cristo, mientras que un tipo de ballesta llamado gastrafetes se inventó de forma independiente en Grecia aproximadamente en el mismo periodo. No fue hasta el siglo diez u once después de Cristo que la ballesta se convirtió en un arma militar de importancia en Europa. La introducción de la ballesta en la Europa medieval se baso en la necesidad de crear algún tipo de mecanismo que les permitiese utilizar el arma de mayor alcance en ese momento (el arco) para lanzar sus proyectiles (flechas) a esa distancia conocida o incluso mayor pero con un menor esfuerzo y destreza. Si pensamos en ello lo que se buscaba sería mantener el arco en su posición de tensado durante el mayor tiempo posible (incluso durante minutos) para apuntar y que ello no conllevase dolorosos resultados en los brazos de quien lo manejaba como en el caso de un arco. Las primeras ballestas medievales eran artefactos muy primitivos. Se tensaban apoyando el arco, de tipo simple, en el suelo y sujetándolo con los pies, al tiempo que con las dos manos se tiraba de la cuerda hasta sujetarla en la muesca de un primitivo disparador en forma de palanca que empujaba la cuerda, liberándola. Ya en la segunda mitad del siglo XII, las ballestas eran lo suficientemente potentes como para que se pudieran tensar con la mano, con lo que se tuvo que introducir el estribo, una pieza sujeta a la cureña en el que se introducía el pie para sujetar el arco. Enseguida aparecieron