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¿Perdurará el conciliador cónclave de Morena en Puebla?

Aunque puntualmente se advirtió que la presencia en Puebla, este fin de semana, del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, no fue de carácter político y menos para “marcar línea” a favor de ningún aspirante a la gubernatura o algún otro cargo electoral, es irrefutable que la visita tuvo un hondo significado partidista, en especial para quienes tienen interés de participar en la contienda de 2024.

El llamado Encuentro con legisladores federales, locales y presidentes municipales, de la fracción morenista, había sido previamente justificado por el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina como “un acto de gobierno, para abonar a favor de la gobernabilidad y el progreso de Puebla”.

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El mandatario estatal explicó que como lo había hecho con todas las fuerzas políticas de la entidad, esta vez se reuniría con diversos actores políticos de Morena, con presencia de la dirigencia nacional, “en la que buscamos que se sumen a la responsabilidad de la gobernabilidad y que eso permita generar condiciones favorables para los poblanos”.

Luego pediría hacer política social y velar por el futuro de las siguientes generaciones, anteponiendo los intereses ciudadanos sobre los partidistas y personales, y resaltaría que ante una sociedad muy diversa, “desde las diferencias debemos encontrar un objetivo común: garantizar la gobernabilidad y que le vaya bien a Puebla”.

Aunque es muy posible que esos hayan sido los propósitos, válidos todos en su esencia, lo cierto es que el acto tuvo mayor alcance y permite varias lecturas colaterales que no pueden desdeñarse, especialmente para los aspirantes a llegar a Casa Aguayo.

Entre los aspectos a destacar, es significativo que el encuentro haya concitado por primera vez la presencia del dirigente nacional y del mandatario estatal –lo cual disipa dudas respecto a presuntas diferencias entre ellos–, así como de senadores, legisladores federales y locales, alcaldes y de algunos servidores públicos.

De lo anterior, la señal más visible es que la unidad es el factor fundamental que debe prevalecer entre los morenistas poblanos, con miras a las batallas que se avecinan.

El mensaje es contundente: si marchan cohesionados, difícilmente podrán ser derrotados ante una oposición que aún se sigue mostrando débil, pero que parece dispuesta a capitalizar cualquier fractura.

Así lo refrendó el propio Mario Delgado, al llamar a los militantes a trabajar por la unidad y sin golpearse, por el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Esto es política, cada quien tiene su coranzocito, pero defendamos la unidad. Nuestro perfil favorito no va a ganar destruyendo al de al lado. Fortalezcamos al movimiento y dejemos la decisión en el pueblo para ganar las elecciones 2024”, enfatizó.

En su alocución, Delgado Carrillo hizo evidentes referencias a los dos personajes que se han mostrado más activos en la lucha por la candidatura a gobernador, no siempre por cierto en términos afables.

Sin citarlos por su nombre, es claro que al senador Alejandro Armenta y al diputado federal Ignacio Mier les dijo que para ganar la encuesta que definirá las candidaturas “no es necesario destruir al de al lado, ni tomando café con los políticos, ni teniendo mucho dinero, ni con espectaculares”.

En ese tono (te lo digo Juan, para que lo entiendas Pedro), pidió mantener el legado del presidente López Obrador al preguntar: “¿Qué vamos a hacer con el legado? ¿Lo vamos a dilapidar en peleas personales?”

Más tarde, en sus redes sociales, Delgado Carrillo ratificaría que “nuestro país está viviendo momentos definitivos gracias al gran trabajo de nuestro presidente. El gran desafío para 2024 será lograr la trascendencia de la 4T, por lo que es necesario fortalecer la unidad al interior del movimiento”.

A su manera y conveniencia, también en sus redes sociales ambos contendientes dejaron notar que entendieron el mensaje. Alejandro Armenta dijo que habían cerrado filas en favor de la Cuarta Transformación “que encabeza nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador” y subrayó la importancia de mantener la unidad y el diálogo.

Por su parte, Ignacio Mier puntualizó que la política es sumar, por lo que “salgamos más unidos y conscientes de que la única manera de consolidar la Cuarta Transformación es que nos mantengamos unidos… la unidad de nuestro movimiento está en nuestra inteligencia política. No hay nada más importante que la unidad y la capacidad política para conciliar intereses”.

Y hasta ponderó la apertura del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, para poder dialogar con los distintos actores políticos que forman parte del mismo movimiento. “Yo celebro esta etapa de reconciliación que está viviendo Puebla, hay que celebrarle al gobernador que se está reuniendo con todos los grupos políticos de todos los partidos políticos, en la pluralidad así debe de ser”.

Son pues muchos los mensajes que se derivan del cónclave, y aunque algunos de manera explícita no hayan sido referidos, se destaca particularmente que, les guste o no, el líder político en la entidad es el gobernador Céspedes Peregrina, por cuya iniciativa se celebró el encuentro.

Pese a lo incipiente de su mandato y en un entorno aciago, el mandatario estatal ha sabido maniobrar con habilidad política para mantener la estabilidad y garantizar la gobernabilidad, al tiempo que le ha dado puntual continuidad a los proyectos de gobierno, que había perfilado el extinto gobernador Miguel Barbosa.

En términos políticos y al interior del partido, el mandatario tiene ahora la responsabilidad de mantener los equilibrios para que el proceso interno pueda transitar de manera tersa y sin rompimientos, lo que exige a sobremanera por parte de todos los actores, disciplina y lealtad a los principios de la 4T.

Está claro que bajo esa premisa avalada implícitamente con la presencia de Mario Delgado y con los llamados a la reconciliación y a trabajar con unidad, Morena podría preservar el poder en Puebla.

En ese contexto, este mismo sábado el gobernador presidió la tercera sesión ordinaria del Consejo Estatal de Morena, en la que se perfiló una agenda de trabajo rumbo a los comicios de 2024.

Ahora se da por entendido que no hay cartas marcadas ni favoritos de nadie y que la contienda está abierta, donde hay más de dos aspirantes con amplias posibilidades, entre ellos el secretario de Gobernación estatal, Julio Miguel Huerta Gómez; y los titulares de Salud y Economía, José Antonio Martínez García y Olivia Salomón; incluso la recién agregada Norma Layón, alcaldesa de San Martín Texmelucan.

El cónclave morenista resultó oportuno, porque las aguas parecían desbordarse y el tono del fuego amigo estaba alcanzando niveles preocupantes.

Las señales están decretadas y ahora habrá que seguir con detalle el actuar de los involucrados en los tiempos por venir, para acreditar a cabalidad la supuesta disposición de avanzar en unidad bajo los principios de la 4T.

Ya veremos si pueden perdurar los llamados a la conciliación y a la unidad. Se sabrá entonces qué tan solventes son las convicciones expresadas.

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