30 Alicantinos al sevicio de la humanidad

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Muerto Juan de Dios Miró, habitó la casa su hijo mayor Juan por lo que Gabriel se marchó con su mujer e hijas a la avenida del Doctor -hoy Catedrático- Soler número 10, entresuelo, frente al mar. Allí estarían hasta 1910 en que se mudarán a la casa donde había vivido y tenido el estudio hasta que falleciera en 1900, su tío el pintor Lorenzo Casanova, otro entresuelo, éste de la avenida del Doctor Gadea número 25.

Eugeni D’Ors.

Con los sabores agridulces de la vida llegan los homenajes y el reconocimiento por el galardón obtenido. La repercusión del premio en Alicante propició el que la Diputación, que lo adscribió a Secretaria en agosto de 1909, lo nombrara el 12 de octubre del mismo año, Cronista Oficial de la Provincia, con un sueldo de dos mil pesetas anuales, y lo que era mejor, sin horario fijo que cumplir. Pero la crisis económica que se padecía, con una sequía que arruinó el campo e imposibilitó a los pueblos cumplir con sus obligaciones con la Diputación, obligó a ésta el 23 de mayo de 1910 a suprimir la plaza de cronista. Se habían quedado sin empleo y sueldo, Gabriel Miró y los auxiliares que eran, nada menos que el bibliógrafo Manuel Rico García y Francisco Figueras Pacheco. Pero nuestro personaje, ante los oscuros vaticinios del pleno provincial del 26 de enero de ese año, ya había encontrado otro trabajo como segundo del Delegado del Gobierno en la Junta de Obras del Puerto de Alicante, con mil quinientas pesetas al año de sueldo.

Joan Maragall.

Al ser elegido alcalde su amigo y compañero Federico Soto, pasó a desempeñar su secretaría particular a comienzos de 1911 pero aquello sólo duró un año. Sigue lamentándose de su suerte y de carecer de recursos. En carta a Germán Bernácer le dirá "soy pobre, cada día más pobre". El 1 de enero de 1912 volvería a su puesto de cronista provincial al restablecerse la plaza, con sueldo de dos mil pesetas al año. Pero diversas vicisitudes le hacen decidir marcharse a Barcelona en 1914, estableciéndose en el número 339, 3º de la calle Diputación. Había recibido ofertas de trabajo del presidente de la Diputación Enric Prat de la Riba. Comienza su actividad laboral en la contaduría de la Casa Provincial de Caridad, a 150 pesetas al mes. Hay que hacer constar que Miró tenía buenos amigos en la Ciudad Condal como Eugenio D´Ors, Joan Maragall, Joaquín Ruyra y Josep Carner. Este último era director literario de la editorial Eduardo

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