ESTE LIBRO HA SIDO ESCRITO E ILUSTRADO POR…
Mariana Gutiérrez Tomás Fernández Irene Gutiérrez Lucía del Olmo Verónica Celis Manuel Arnouki Alexia Gutiérrez Julia Fernández María Peña Álvaro Fernández
CRIE, Viérnoles 2019.
En los lejanos mares de Los
Relámpagos
había un barco pirata que era de
madera de roble. Era algo alargado, en la proa del barco tenía una sirena disecada. En el palo mayor tenía una bandera con el dibujo de una calavera blanca. En las bodegas estaba la cocinera, que cocinaba grandes manjares para el capitán y su tripulación.
El barco tenía un capitán pirata.
Me llamo Cabeza Flotante y soy tan grande como un elefante. Me gusta desayunar tiburones a la plancha con mayonesa, que me prepara Chicote cuando me visita. A todos les aterrorizaba mi pata, porque era un cuchillo que me había dado el armero, y me lo había afilado él mismo, el armero Cara de las Tinieblas.
Toda la tripulación le tenía miedo. Llegó la timonel. - Mi nombre es Sangre
Verde, porque tengo la cabeza con sangre de
calavera.
- Cambié la pata del capitán por una rueda que rodaba mucho. Con la nueva pata no paraba de rodar. Y todos tenían miedo, porque se podía chocar con ellos y aplastarles,
porque la rueda era muy dura.
Después llegó la pirata cocinera.
- Mi nombre es
Ojo Tuerto.
Me llaman así porque un ojo mira para un lado y el otro para el otro.
- Tuve la idea de cambiar la pata del capitán por una batidora con cuchillas de acero ultrarrápida. Con la nueva pata iba haciendo agujeros por todo el barco. Y todos tenían miedo porque podía hacerles picadillo.
Apareció por allí una pirata.
- Soy la grumete y me llaman Sangre Fría. Soy muy revoltosa y estoy un poco loca.
- Se me ocurrió cambiar la pata por la roomba de mi madre, se la cogí cuando
fui a visitarla. Con la nueva pata daba tantas vueltas que se iba chocando con todas
las cosas y con los grumetes. Y todos tenían miedo porque se iban chocando con el capitán
constantemente.
El siguiente pirata que apareció dijo: - Soy el pirata armero y mi nombre es Barba Negra. Soy tan grande como una avestruz pero tan lento como un cangrejo.
- Rápidamente
cambié la pata por un tenedor.
Con la nueva pata podía pisar a los que le atacaban. Y todos tenían miedo, porque si les pisaba les podía pinchar en la
espinilla o en el pie.
Entonces se presentó la pirata vigía.
- Mi nombre es Celestina y soy tan larga como una sardina. Desayuno todos los días un descafeinado con pescado.
- Cambié la pata del capitán por un catalejo de cangrejo. Con la nueva pata el capitán iba dejando cristalitos por el suelo. Y todos tenían miedo porque se pinchaban con los cristales.
A continuación llegó otra pirata.
- Soy la carpintera del barco y mi nombre es Malas Pulgas. Soy tan pequeña como una sardina.
- Tuve la idea de cambiar la pata por una sierra de acero de mi taller. Con la nueva pata rompía todo y daba mucho miedo. Y todos tenían miedo porque rompía todo y temían que les cortara.
El siguiente pirata que apareció dijo: - Soy el ayudante del capitán. Me llaman Cara Rana y cuando tengo tiempo
libre corro como un lince.
- Se me ocurrió cambiar la pata del capitán por una plancha que fui a comprar
al Llera de mi pueblo. Con la nueva pata el capitán se enfadó demasiado porque casi no podía andar. Y todos tenían miedo porque, si se caía, podía quemar a todos los piratas.
El loro pirata, que lo había visto todo, pensó que era mejor cambiar la pata del capitán por una lancha motora, para que pudieran ir a las islas del alrededor a hacer barbacoas.
El capitán se puso muy contento, y para celebrarlo fueron a una isla a cocinar
hamburguesas, bañarse y tomar el sol. Al final fui yo también, porque tenía hambre y quería broncearme.
Pescamos bocartes, sardinas, un cabracho… y después nos los comimos entre todos.
Este libro es una adaptación del álbum ilustrado “El PIRATA de la PATA de PATA”, escrito por JOSÉ CARLOS ANDRÉS e ilustrado por MYRIAM CAMEROS SIERRA. EDITORIAL NubeOcho.