Dónde está mi gorro 24012023

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• ÁNGELA • JONATAN • DAVID • LARA • IRENE • ENRIQUE • IVÁN • ALAITZ • SOFÍA • ELENA • ANDREI • VALENTINA • MANUEL • HÉCTOR • ELISA • SERGIO • CATALINA • AARÓN Este libro ha sido escrito e ilustrado por:

En lo más profundo del bosque, dentro de una casa vieja y grande de colores grises que estaba en lo alto de un árbol, se oía lamentarse a Don Oso, un animal muy grande y fuerte, tenía el pelaje de color marrón y blanco, y siempre llevaba una corbata arcoíris, era amable y juguetón.

-

Estoy muy triste porque he perdido mi gorro, que era muy especial para mí porque concedía deseos mágicos y cambiaba de color cuando quisiera.

Don Oso decidió salir a buscar su gorro por el bosque.

Al llegar al claro del bosque, Don Oso se encontró con una liebre llamada Picso que era naranja y con las orejas rosas, y estaba saltando y corriendo por el campo.

Y le preguntó:

• - ¿Tú has visto mi gorro?

- No, no lo he visto, pero si quieres puedo prestarte mi camiseta rosa y azul que cuando te la pones trae buena suerte.

Más adelante, junto a la cueva, encontró al murciélago Don Piccaso, blanco con lunares negros, que estaba pintando un cuadro.

Y le preguntó: - Eh, tú ¿ has visto mi gorro?

-No, lo siento, a cambio te puedo dejar este pincel, te diré que es muy especial porque cuando pintas dibuja en 3D.

Buscando entre los árboles, se encontró entonces con Doña Mafalda, una yegua rosa y amarilla, que tenía mal carácter, y que estaba saltando en una cama elástica y se rompió la pata.

- ¿Tú has visto mi gorro?

- No, la verdad es que no, pero si quieres te dejo mi top de color azul y rosa, es súper especial porque lo encontré tirado en el suelo y cuando te lo pones te da mala suerte.

Cerca del estanque se encontró a Pipi, un mono multicolor, con orejas minúsculas, que estaba bailando la conga. - Oye mono ¿está por aquí mi gorro? - Pues ni idea de dónde puede estar, pero puedes llevarte estos calzoncillos azules que son geniales, porque dan buena suerte.

Entonces don Oso, vio moverse entre las piedras a Pinchi, un erizo pequeño y de color verde y azul, que estaba jugando con un globo morado.

¡No me pinches! que solo quiero saber si has visto mi gorro.

No, no te preocupes que no quiero hacerte daño, pero ya que no sé dónde está tu gorro, podría dejarte uno de mis pinchos que es muy maravilloso, porque puede lanzar fuego.

Colgando de un árbol estaba Dana, una serpiente amarilla y roja que estaba viendo el bosque mientras jugaba al escondite.

Oye, ¿tú has visto mi gorro desde ahí arriba?

-

No, pero si quieres puedo prestarte mi paraguas que es muy especial para mí, porque cuando lo abres puedes volar.

otra parte del bosque, la tortuga acaba
encontrar
GORRO ! -UAUUUUU qué suerte
tenido,
gorro
Y ni corta ni perezosa, se lo puso.
En
de
algo inesperado: ¡UN
he
¡¡un
para mí!!

Don Oso se encontró entonces con la tortuga, pero estaba tan triste que no se dio ni cuenta de que llevaba puesto su gorro arcoíris perdido, así que nuevamente preguntó:

Oye tortuga ¿tú has visto por ahí un gorro?.

Ella , un poco asustada respondió: No, yo no he visto tu gorro ¿Acaso lo has perdido?.

Yo nunca me pondría un gorro porque me quedan muy grandes y no me dejan ver. Además, ¡no me gustan los gorros!. ¿Era arcoíris y puntiagudo?

Creo que el murciélago lo llevaba puesto.

Llegó la hora de la comida y el bosque se llenó de olores.

y sonidos de cacharros, cuchillos, batidoras... Todos los animales empezaron a preparar sus mejores platos.

Don Oso no podía dejar de pensar en su gorro perdido, se sentía muy mal, ¡NO SE LO PODÍA CREER! estaba tan triste que se desahogó haciendo una sopa.

Sobre la encimera de la cocina tenía preparado todo lo necesario para hacer su sopa: Picó cebolla, echó miel y preparó maíz tostado.

Siguió poco a poco los pasos de la receta de su sopa: primero tostó el maíz, después picó cebolla y la caramelizó y finalmente echó miel pura.

De repente vio una imagen que vino a su mente: ¡¡¡Ya sé dónde está mi gorro!!!

Desde la ventana de su madriguera, la liebre estaba muy atareada organizando todos los ingredientes necesarios para su tarta: fresas, leche, huevos y azúcar avainillado.

- Don Oso ¿quieres probar mi tarta de cumpleaños?

- ¡Muchas gracias, suena bien, pero no puedo quedarme !

El murciélago estaba manos en la masa haciendo su sopa de sangre con todos los ingredientes preparados: sangre, sal, cebolla y aceitunas.

Pasó don Oso corriendo como si no hubiese un mañana y le gritó:

-¿Don oso pruebas mi sopa sangrienta?

- ¡Imposible, debo recuperar mi gorro!

yegua se encontraba muy ocupada preparando todos los ingredientes para su bocata: hierba, polvo mágico, barro y fideos. Vio entonces pasar corriendo a Don Oso y quiso invitarle a probar su plato, así que le gritó: - ¡Oso ven aprobar mi bocadillo silvestre! - ¡No, hoy no, tengo cosas que hacer! ¡Mi gorro me espera !
La

El mono estaba manos en la masa, cocinando todos los ingredientes necesarios para su postre: piedras, café, pelo, gusanos y lechuga.

Cuando pasó a toda prisa don Oso y le dijo:

- Don Oso ven a probar mi postre.

- ¡No, gracias, mono! ¡Creo que sé dónde he visto mi gorro!

En la cocina de piedra, el erizo hervía agua y cortaba todo lo necesario para su tarta: Gusanos, tierra, hierba, papel y flores.

- Oye oso prueba mi plato está recién hecho.

Don Oso pasó a toda mecha, y el erizo pensó en invitarle a probar su plato, así que alzando la voz dijo: - ¡Gracias, pero no, ahora no puedo!

Don oso se fue corriendo.

Cuando Don Oso pasó corriendo a la altura del árbol de la serpiente, ésta estaba preparando su pizza.

La serpiente le dijo a oso: Prueba mi pizza, está hecha con cosas que te gustan: madera, cables, plástico y el toque final, hierbas.

Al ver a Oso, quiso invitarle y estirando su largo cuello le chilló:

- Oso, ¡ven, por favor! Ven a comer mi pizza. ¡Está muy rica!

- ¡Tengo demasiada prisa, he recordado dónde he visto mi gorro!

Después de un gran estruendo, hubo un silencio en el bosque Don Caracol se encontró a Oso con su gorro puesto y le preguntó:

- Oso, ¿has visto a mi amiga la tortuga? no la encuentro por ninguna parte.

Entonces Don Oso, un poco asustado negó diciendo:

- No lo he visto por ninguna parte.

- Además ¿por qué iba yo a hacer desaparecer a una tortuga con un gorro?

- No sé. No te creo.

- No he visto ninguna tortuga, en ninguna parte, ni en mi casa ni en el CRIE, ni DEBAJO de mis patas.

- ¡Y NO ME HAGAS MÁS PREGUNTAS!

Escrito
Editorial milrazon
Este cuento es una adaptación del álbum ilustrado: YO QUIERO MI GORRO
e ilustrado por JON KLASSEN
es
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