CENTRO HABANA
Tal vez por la exagerada devoción de algunos amigos, tal vez por el sentimiento ambiguo que me producía haber vivido toda la vida en las antípodas de su sistema. Tal vez de puro anarco y contrera. En todo caso fue un viaje de “isla” a isla con los oídos tapados. De la “isla sin mar” a la isla por antonomasia. El resultado fue una experiencia singular, fascinante. En todos mis años de viajero (incluso a esos lugares calificados como “exóticos” por la industria cultural), pocas veces había experimentado “LA diferencia” en sentido tan radical.
69