La maldición de Salem: Una venganza eterna

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La maldición de Salem: Una venganza eterna

Primera edición: octubre 2022

Escrito e ilustrador por: Víctor Padilla y Laura Zelaya

© Derechos reservados

Impreso en El Salvador

Índice Un pequeño error de cálculo..........................2 Un nuevo aquelarre.......................................42 ¿Sus últimas palabras?.................................24 Una noticia bañada en sangre.......................60 La vieja casa Howe........................................11 La tercera bruja.............................................50 Linaje de brujas.............................................31 Un laaargo viaje a Amulet..............................4 El peso que cargamos en la espalda.............45 Reunión Familiar..........................................28 Intentando conocer Salem............................20 El tiempo se está acabando...........................55 Aceptación.....................................................37

Un pequeño error de cálculo

Martes 8 de septiembre de 2015

¿Quién se toma un descanso a media carrera universitaria? ¡Yo! ¿por qué? porque la mala suerte me persigue, todo por unos tontos papeles; se suponía que tenía hasta el 8 de agosto para entregar los papeles de inscripción, fui a dejarlos ese día (lo sé, no debí ir a última hora) y me dicen que el último día había sido el 5 de agosto ¡el 5! ¿Quién pone un miércoles como último día?, debería ser en fin de semana, no a mitad de esta.

Mis padres estuvieron muy enojados cuando les dije, pero hey, a fin de cuentas les estaba ahorrando un poco dinero y siempre dicen que me extrañan, así que me tendrían con ellos por seis largos meses. Pero… papá se lo tomó muy literal, desde que llegué a casa empezó a organizar activida des familiares, y lo último que lo escuché decir es que quería hacer un viaje, no sé adónde piensa llevarnos, pero ojalá sea divertido.

Ahora que lo pienso, será el primer octubre que estaré libre y que podré celebrar Halloween sin ninguna preocupación o sin tener que ir a alguna de las fiestas de la universidad, adoro disfrazarme, pero no soy fanática de las fiestas; así que esta

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sería la oportunidad perfecta para poder pasarlo en Amulet, el pueblo de mi bisabuela que está junto a Salem ¿qué más podría pedir? Trataré de convencer a papá, lo peor que me puede decir es que no.

Y así doy por iniciado un nuevo diario para la colección, espe ro llenarlo de anécdotas interesantes e incluso con un poco de romance, no me vendría mal.

Domingo 13 de septiembre de 2015

Bueno, casi casi lo logro… Sí iremos a Amulet pero esta remos ahí hasta el 3 de octubre, por lo que no podré pasar Halloween en Salem, pero al menos me dieron permiso de visitarlo un día, así que podré ver algunas de las decoraciones y tomar un tour por las casas embrujadas.

Principalmente quiero conocer la Mansión Ropes, no sólo porque apareció en una de mis películas favoritas, la de Abra cadabra, sino porque tiene la fama de que sus habitaciones se prenden en llamas sin que nadie se encuentre ahí o sino la casa Pickman, conocida como el hogar de fantasmas, porque hay personas que aseguran verlos a través de las ventanas.

¿Es probable que no duerma ese día? Tal vez, pero valdrá la pena, siempre me ha gustado conocer sobre las brujas, es una de las razones por las que me encanta visitar a la bisabuela, ella sabe mucho sobre el tema, imagino que es porque ha vivido cerca de Salem toda su vida, me pregunto si habrá conocido a alguna bruja.

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Un laaargo viaje a Amulet

Domingo 20 de septiembre de 2015

¡Lista para ir con la bisabuela Margaret!, papá quiere que nos vayamos temprano pues es un largo viaje, no veo a la bisabuela desde que me gradúe de la escuela, hace como 3 años, espero me reconozca, he cambiado un poco desde la última vez que nos vimos, qué puedo decir, la universidad era el momento perfecto para un cambio de look, especialmente porque no estarían mis padres vigilándome.

No era un cambio en donde estuviera irreconocible, claro, mi piel blanca estaba intacta a excepción de un pequeño tatuaje de una luna en mi muñeca izquierda, mi ondulado cabello castaño estaba más corto que antes y con un mechón violeta que combinaba con mis poco comunes ojos azul violeta, aho ra usaba lentes (pero ese fue un regalo genético de mi mamá) y ya no tengo los molestos brackets.

Me gusta mucho el estilo que he adoptado en la universidad, aunque mi ropa no está tan a la moda como la de las otras chicas y tampoco me gusta maquillarme… a veces pienso que quizás por eso aun no tengo novio, pero bueno, eso no importa ahorita, debo terminar de preparar mi maleta.

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Hicimos una parada para almorzar, siempre íbamos al mismo restaurante cuando visitábamos a la bisabuela, no es algo que me molestara; es un pequeño negocio al lado de la carrete ra, un buen sitio de paradas para viajes largos, hay buena comida, un ambiente no desagradable y personas amigables. Los carros suelen detenerse a descansar o llenar el tanque en una sucia y vieja gasolinera que se encuentra a la par, no es la mejor pero es la única a kilómetros.

Solía ordenar siempre una hamburguesa con un batido de fresa, hacía tanto que no los probaba que estaba ansiando llegar. No ha pasado tanto tiempo desde que no iba ahí… bueno, 3 años, pero no los he sentido pasar, en mi mente el lugar seguía lleno de vida, pero ahora se veía diferente a como lo recordaba, estaba un poco desgastado por los años, en algunas de sus paredes se había despegado el papel tapiz o se había decolorado por el sol, unos pilares de mármol por la

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entrada estaban gastados por el tiempo, pero aún mantenían su clásica rockola negra, al igual que una fotografía de Elvis autografiada, al menos el marco era nuevo, y sí, el sabor de la comida seguía igual de bien, no hay ni un punto de compa

Ya de regreso en la carretera solo podía ver los árboles pasar, sé que éramos nosotros los que nos movíamos, pero solo podía imaginar que carros, motocicletas y hasta los árboles iban en dirección opuesta ¿de qué están tratando de huir? probablemente de nada, creo era el aburrimiento quien me estaba haciendo ver de manera negativa un viaje largo como este y mi papá lo notó:

- ¿Y qué tal estuvo la comida?. - preguntó papá intentando animarme y sacar plática.

- Bien, sabe igual que la última vez. - respondí sin muchos ánimos, no era mi intención, simplemente estaba aburrida y con un poco de sueño, sin olvidar que este viaje surgió porque me equivoqué de fecha para la universidad y mi mamá aún estaba algo molesta por ello.

Mi relación con ella no es tan mala que digamos, pero es más fría que mi relación con papá, muchas reglas, muchas altas expectativas en mi que no puedo cumplir, siempre es la pri mera en exaltarse y en regañarme cuando algo no sale bien, o mejor dicho, cuando no sale como quiere.

- Sus recetas pasan de generación en generación, es por eso que conservan ese sabor, no hay mejor restaurante que ellos en toda la carretera - dijo mi papá.

- Sí, me trae buenos recuerdos - le respondí intentando son reír un poco - como aquella vez que nos ganamos un postre gratis o aquella otra cuando...

- Que bueno que te haya gustado a pesar que no sueles comerlas en esta época del año. - interrumpió mi mamá de golpe.

- Jenna, por favor ¿podemos no hablar de eso ahora? - susu rró papá como si tratara que yo no escuchara.

- No entiendo porque siempre la defiendes, sabes que pienso que fue algo muy irresponsable de su parte, ya no es una niña, debería estar en su tercer año...

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Bla, bla, bla… Ambos empezaron a discutir entre murmullos como si yo no estuviera ahí, aunque algunas palabras de mamá iban hacia mi, pero no era necesario responder, ella sola lo hacía. Busqué mis audífonos y puse la playlist que había preparado especialmente para el viaje, en ese momento dejé de existir, una vez más terminé viendo por la ventana los árboles pasar mientras lentamente cerraba los ojos hasta quedarme dormida.

Recuerdo la voz de papá hablando suavemente para despertarme y que así pudiera ver la entrada a Salem:

- Despierta, Mia ya casi llegamos - dijo mirándome de reojo de vez en cuando para no quitar la vista de la carretera.

La entrada no era nada sobresaliente, lo primero que veías era un viejo cartel que dice “Bienvenido a Salem” en el cuál habían dibujando un sombrero de bruja y estaba sobre un murillo rojo. Amulet era un pueblo simple, muy aburrido a mi parecer, siempre sentí una vibra fría y tétrica ahí, aunque jamás me molesto del todo, al contrario, había algo que no puedo explicar que me hacía sentir ese lugar acogedor.

Parecía que el tiempo se había olvidado de aquel pueblo, era como una especie de pueblo fantasma, las mismas personas viven ahí desde hace tiempo y están los mismos negocios desde que tengo memoria de las visitas a la bisabuela, jamás he visto un cambio en el pueblo.

Para llegar específicamente hasta Amulet, debíamos pasar por un área llena de árboles y detenernos en medio de la nada para cruzar en un pequeño sendero que te llevaba al pueblo, no había un cartel de bienvenidos, en su lugar estaba una señal con una especie de garabato que nunca lograba entender que era. Luego de pasar la pequeña plaza de Amulet debíamos adentrarnos en otro trayecto de bosque para llegar hasta la casa de la bisabuela.

El cielo nublado se perdía entre las copas de los árboles y nos estaba empezando a rodear una espesa neblina, el viento sonaba entre las hojas casi como susurrando palabras y los pocos animales que se dejaban ver dentro del bosque obser vaban el carro pasar; de entre todos me llamó la atención un pequeño búho blanco con puntas marrones en sus alas, tan blanco que podía llegar a perderse entre la neblina, los otros animales parecían no inmutarse de su presencia, pues este volaba alrededor de ellos pasando de árbol en árbol con sus grandes ojos negros, era como si este nos siguiera y entonces me miró… esa mirada quería decirme algo, yo no pude dejar de mirarlo tratando de entender, se detuvo en un árbol sin quitarme la mirada, estaba tan inmersa en mis pensamientos que no había notado que el carro también se había detenido y que habíamos llegado donde la bisabuela hasta que unas palabras me sacaron de mi transe.

-¡Mía! - dijo mi madre con voz fuerte llamándome la aten ción - ya llegamos, ayúdame a bajar la maletas.

-Perdón, perdón, ahorita - respondí rápidamente bajándome del carro, busqué al búho con la mirada, pero ya no estaba en donde lo había visto por última vez.

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Tomé la mayor cantidad de maletas que podía llevar con mis manos para evitarme algún regaño de mamá y alcé la mirada buscando al búho, no estaba por ningún lado, en eso sentí la mano de papá sobre mi hombro:

- ¿Qué buscas Mía? - me dijo un poco contrariado.

- Ah es que… - dudé si contarle realmente, pero no lo hice - vi un búho muy lindo y ya no está, me hubiera gustado tomarle foto.

- No te preocupes, seguro que volverá, debe vivir en el bosque - me dijo sonriendo - Sí, seguramente - dije sin estar realmente segura si quería volver a ver al búho, su mirada me había causado intranquili dad, incluso estaba me cuestionando si realmente estuvo allí.

Seguí a papá mientras trataba que no se me fuera a caer nin guna maleta, en eso se escuchó el chillido de una vieja puerta de madera que me hizo levantar la mirada rápidamente y verla… habíamos llegado, la gran casa de Madame Margaret, la casa de mi bisabuela estaba frente a nosotros y Emilius, su mayordomo, estaba esperándonos en la puerta.

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La vieja casa Howe

Lunes 21 de septiembre de 2015

Ayer me sentía tan cansada que ya no pude seguir escribien do, pero retomaré desde donde me quedé: la llegada a la Casa Howe, o como prefiere la bisabuela que la llamemos, la casa de Madame Margaret; nunca he entendido muy bien por que no le gusta que mencionen su apellido, pero prefiero no preguntar.

Llegamos a la casa y nos recibió Emilius, él ha sido el mayor domo de mi bisabuela desde que tengo memoria, no estoy segura de la edad que tiene pero pareciera no envejecer porque su cabello negro sigue intacto, aunque esta vez sí me pareció notar su edad en su rostro, se veía un poco cansado, pero nos recibió con su porte sonriente y elegante, siempre usaba un traje negro con una corbata violeta y en su saco tenía un prendedor con una figura parecida al garabato que estaba en la entrada de Amulet, este tenía una pequeña piedra violeta, la cuál ayer que lo saludé podría jurar que se iluminó sutil mente (o solo tenía mucho sueño).

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Pasamos a la sala principal de la casa, es uno de mis lugares favoritos pues es muy amplia y con muebles en excelente es tado, además hay pinturas muy interesantes ahí, todas tienen un toque muy místico. Escuchamos unos pasos por las esca leras, era la bisabuela, a pesar de sus 107 años no necesitaba ayuda para caminar y podía bajar las escaleras sin problema, sin embargo, papá se acercó rápidamente para ayudarle a bajar y ella le dio unas palmaditas en el brazo mientras decía “no, no, no, yo puedo sola”. Cuando estaba en la sala me miró a mí, sonrió con dulzura y se acercó para abrazarme, fue muy raro, casi siempre saluda a papá primero.

- ¡Mía! ¡Mi niña! que gusto verte después de tanto tiempo.se separó un poco de mí y sostuvo mi rostro entre sus manos dulcemente, me apartó el mechón violeta de la cara y conti nuó diciendo - hoy tus ojos brillan más que nunca.

- Gracias abue, también es bueno verte - le respondí devol viéndole el abrazo, no entendía a qué se refería con lo de mis ojos, podría asegurar que mi cansancio era muy notorio para decir que mis ojos brillaban, aunque igual fue lindo, con la bisabuela somos las únicas en la familia con ojos azul violeta.

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Emilius se ofreció a llevar nuestras maletas a las habitaciones respectivas mientras saludábamos a la bisabuela, luego de hablar conmigo saludó a papá y a mamá, nos sentamos para platicar entre todos, papá le estaba contando cómo había estado el viaje y que inicialmente la idea era pasar Halloween con ella y entonces mamá dijo que no consideraba apropiado que este paseo fuera un regalo por mi “irresponsabilidad”, yo no dije nada y solo desvié la mirada al suelo.

- A veces pasan cosas que no comprendemos, pero siempre existe una razón y Mía la encontrará. - dijo la bisabuela son riendo, debo admitir que esas palabras se han quedado dando vueltas en mi cabeza, aunque me tranquilizó escucharlas ¿por qué? no lo sé, supongo que era la vibra positiva que se sentía en su casa.

Cenamos los cuatro juntos en el antiguo comedor de la casa, el lujoso candelabro pendía sobre la mesa, no importaba las veces que había comido ahí siempre me daba miedo que al gún día fuera a caer sobre esta. Mientras comíamos le conté a la bisabuela mis planes durante la estancia allí y ella me

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motivó a que saliera a conocer el pueblo, no como las veces anteriores donde me quedaba la mayor parte de tiempo en la casa:

- Aprovecha esta oportunidad para conocer Amulet, es de las mejores temporadas para estar aquí - me dijo emocionada - y si quieres conocer Salem, Emilius puede llevarte, lo conoce como la palma de su mano pues nació ahí.

Durante la conversación pude notar cierta incomodidad en mamá, no era nada nuevo, a ella nunca le ha gustado mucho venir a pasar acá, dice que le da miedo y que no se siente bienvenida en el lugar, no es por la bisabuela o Emilius, dice que simplemente es la vibra del pueblo, papá lo sabía, pero a él y a mí nos encantaba visitar Amulet. Una vez terminó de cenar, mamá se levantó de la mesa y dijo que necesitaba des cansar, así que se fue a su habitación, posteriormente la bis abuela se excusó y dijo que tenía unos pendientes que quería terminar antes de irse a dormir, solo me quedé en el comedor con papá mientras comíamos el famoso pastel de queso y fresas de la bisabuela y como si fuera algo que hubiera estado conteniendo todo el camino (o toda mi vida) dije:

- ¿Por qué nunca está feliz?

- ¿Quién? - preguntó papá confundido con el bocado de pas tel aún en la boca (él adora ese pastel).

- Mamá - él se río un poco y trató de aclarar que todo que hacía era por mi bien y que ella si era feliz… lo típico.

- Lo sé, pero no entiendo porque nunca disfruta estar acá.

- Creo que Amulet no es para todos.

- ¿Por qué lo dices?

- Tu abuelo tampoco se sentía cómodo acá, nunca supe si se había peleado con abue o qué, pero tan pronto como pudo se fue de aquí, cuando era niño no le gustaba traernos tan seguido pero yo disfrutaba mucho estar en Amulet, tanto como tu.

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Papá me contó que una vez los había escuchado discutir, Mar garet le dijo al abuelo que la dejara ayudarlo o sino moriría joven, él la llamó bruja loca ante aquella petición, papá cree que fue por la tensión del momento y porque en el pueblo el tema de la brujería es muy común.

Cuando falleció el abuelo yo tenía 5 años, no tengo muchos recuerdos de él, pero desde ese momento comenzamos a visitar más seguido a la bisabuela, papá me contó que a pesar que mamá no disfrutaba tanto aquellos paseos, Margaret le había dicho que yo era alguien especial, que porfavor no me separara de ella como hizo el abuelo con él y prometió que no lo haría, por esa razón procurábamos ir cada año…hasta que empecé la universidad.

Se me hizo raro que la bisabuela dijera que soy alguien especial, además de los comentarios que había hecho ayer, pero supongo que solo es el clásico cariño de abuela, luego de hablar con papá me fui a dormir y… aquí estoy, escribiendo, me levanté temprano porque estuve teniendo sueños muy extraños, pero no recuerdo nada… solo la mirada del búho (estoy comenzando a pensar que sí lo soñé cuando lo vi antes), ya casi es la hora del desayuno por suerte.

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hay un espacio destinado para hacer fogatas y alrededor se observa el inmenso bosque, justo empezaba el otoño así que las hojas comenzaban a tornarse amarillas y naranjas, amaba las tardes otoño. Hoy papá ha llevado a dar un paseo a mamá por los alrededores, ya que desde que llegamos casi que no sale de la habitación, así que estoy sola con abue y Emilius.

Habían sido días muy tranquilos, la bisabuela trataba de pa sar tiempo con todos, el lunes casi toda la tarde estuvo char lando con mamá, ayer se quedó con papá y conmigo en la sala mientras yo hacía el dibujo del bosque. Nos puso al día de todo lo que había pasado en el pueblo, aunque no supiéramos de quienes hablaba, nos contó que hace dos años había falle cido una de sus mejores amigas, Elisabeth Proctor o Beth, como ella la llamaba y que desde entonces nada había sido igual, pude notar la tristeza en su rostro cuando lo dijo, debía ser duro, ahora el único que le hacía compañía era Emilius.

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La bisabuela trabajaba haciendo remedios naturales los cuáles vendía en la farmacia de Amulet, ayer en la noche apareció una pequeña botellita en mi mesa de noche, abue o Emilius debieron dejarla ahí antes que yo entrara, tenía una pequeña viñeta que decía la dosis a tomar y la frase “para esos pensamientos que no te dejan dormir”.

Yo le conté a la bisabuela que no había podido dormir muy bien estos días; ayer me desperté en medio de la noche y me pareció escuchar que alguien o algo golpeaba mi ventana, dieron 3 toques y cuando logré levantarme para llegar hasta ahí no había nada, claramente me costó mucho volver a dormir me, me dormía unos minutos y luego despertaba, estuve así hasta que salieron los primeros rayos del sol, y cuando logré conciliar el sueño, llegó mamá para decirme que ya era hora de desayunar.

Lo que sea que ese remedio fuera había funcionado, hoy dor mí de maravilla, al despertarme me crucé con Emilius quien llevaba una caja llena de frascos como el que yo tenía, lo saludé y le agradecí por el remedio en caso que él lo hubiera llevado y me dijo “tu mente debe hacer mucho ruido estos días ¿no?”, asentí sin entender muy bien a qué se refería o cómo lo sabía. Luego del desayuno me preguntó si quería acompañarlo a Amulet a dejar los frascos y a comprar algu nas cosas para la comida de hoy, acepté y lo ayudé a desem polvar una bicicleta que tenían guardada, me dijo que esa era mía de ahora en adelante, que era de mi abuelo, pero que ya nadie la usaba.

Nos fuimos al pueblo y la visita duró menos de lo que espera ba o tal vez fue que nunca había tenido la oportunidad de visi tar Amulet de esa forma, resultó ser un lugar muy acogedor y todas las personas fueron muy amables. Volvimos a la casa, me di una ducha y me quedé disfrutando del almuerzo con la bisabuela y Emilius, le agradecí a la bisabuela por el remedio, sonrió y me dijo:

- Me alegra que te funcionara, pero será temporal, no puedes tomar eso siempre.

- Lo sé, nunca es bueno depender de un medicamento.

- No lo digo por eso mi niña, a veces nuestros sueños nos hablan y no siempre es bueno callarlos - sonreí y asentí, me gustaba como la bisabuela miraba todo desde una forma tan mística, que consideraba posibilidades que otros no… es muy agradable estar con ellos.

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Intentando conocer Salem

Sábado 26 de septiembre de 2015 ¡Hoy voy a Salem!… con papá y mamá, hubiera preferido que Emilius me acompañara porque él conoce mejor el lugar, pero papá quería que pasáramos un tiempo los 3 en familia, así que era mi única opción, llegaríamos justo a tiempo para el tour por las casas, tengo mi celular cargado para tomar fotos y grabar videos por si aparece algo paranormal, también me llevo mi diario por si hay un espacio para dibujar..

DECEPCIÓN TOTAL. No tengo palabras para describir cómo me siento, es como si… ¡nunca pudiera hacer nada! Llegamos a Salem y caminamos un rato por la plaza, tomé algunas fotografías del lugar, la tarde estaba preciosa, el atardecer naranja decorando el cielo y una delicada brisa invadiendo el lugar. Mientras apreciábamos una estatua en honor a la caza de brujas, se acercó un chico (tal vez un poco mayor que yo) que tenía puesto un sombrero de bruja y nos dijo con un tono de voz fingido:

- ¡Bienvenidos a Salem! ¿Les gustaría acompañarnos en nuestro recorrido hacia el más allá?

- ¡Sí! - respondí sin pensarlo.

- No, gracias, estamos algo cortos de tiempo - dijo mamá.

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- ¡Pero mamá! es el tour por las casas - le dije tratando de mantener la compostura - ¿no es cierto? - le pregunté al chico. Así es, nuestra primera parada es la Mansión Ropes - dijo ya con su voz normal.

- Eres muy amable, pero creo que mejor haremos el tour otro día - dijo mamá.

- Está bien, ¡los esperamos! - dijo el chico sonriendo y se fue.

No quise decir nada porque no quería hacer un escándalo frente a él, pero una vez estuvo lo suficientemente lejos exploté.

- ¡Mamá! ¿Por qué? ¡Yo quería ir a ese tour! se los dije desde antes de venir - traté de sonar lo más calmada posible, pero mi enojo era notorio.

- Primero, no me levantes la voz Mía - esas palabras no hicie ron más que empeorar la situación - segundo, no me parece seguro ir a ese tour, ¿qué tal si pasa algo y algún espíritu o maldición te atormenta toda tu vida? - creo que esas eran las palabras más irracionales que había escuchado salir de su boca en toda mi vida, ¿desde cuando cree ella en estas cosas?, además, no es como que fuéramos a entrar a las casas. Esas cosas no pasan, sino ya no harían los tours - respondí. No es no, Mía.

- ¿Quién tiene hambre? - dijo papá tratando de calmar la situación, las dos lo volteamos a ver con cara de “¿en serio? ¿comida?” - dicen que hay una pizzería muy buena por acáambas accedimos a ir y él buscó la dirección en su celular.

Y acá estoy, en la famosa pizzería, tratando de desahogarme mientras traen nuestra orden, al menos la comida huele muy bien y hay un apartado del restaurante con fotografías de las mansiones de Salem, en algunas se pueden ver siluetas de personas en las habitaciones, ¿serán reales? no lo sé, papá dijo que él no logra distinguir nada, pero de alguna forma (muy mínima) compensa el no haber ido al recorrido. Mamá me está mirando con ojos de “ya guarda ese diario”, seguiré después.

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poco, aún sigo molesta con mamá, no entiendo desde cuando cree en todo este tema de hechicería, siempre me ha dicho que son cosas “infantiles”. Pero bueno, hay algo que no me puedo sacar de la cabeza, cuando estábamos caminando de la pizzería hacia el auto, habían unos árboles cerca, antes de su birme unas hojas cayeron sobre mi cabeza, levanté la mirada y lo vi otra vez, el búho, el mismo búho blanco, ¡cómo olvidar esos ojos!, subí al auto un poco confundida y conforme nos alejamos, noté como el búho mantenía su mirada fija en mí, hasta que se perdió entre los árboles. Todo esto es muy raro.

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Lunes 28 de septiembre de 2015

Fui al pueblo con Emilius a dejar más remedios de la bis abuela y lo acompañé a comprar unas cosas para la comida. Me estaba empezando a gustar mucho estar en Amulet, en otoño se sentía bastante acogedor. Ahora bien, pasó algo muy extraño cuando estábamos ahí, salimos de la panadería y en eso alguien chocó contra mi espalda “lo siento” escuché decir, cuando me volteé vi que era una chica más o menos de mi edad, pasó muy rápido así que lo único que recuerdo es que su cabello era negro, liso, largo y tenía algunos rayos color rojo, su forma de vestir era bastante gótica, chaqueta de cuero, botas negras, me pareció una persona interesante, pero apenas se disculpó siguió su camino, estoy segura que ni siquiera escuchó mi respuesta, eso sí, tenía un semblante bastante serio. Ni siquiera sé porqué estoy escribiendo sobre ella, estuve a punto de preguntarle a Emilius si la conoce, pero seguramente no la vió. Hay algo que me causa intriga, no sé cómo explicarlo, pero es una sensación similar a la que me provoca la mirada del búho.

¿Sus últimas palabras?

Viernes 2 de octubre de 2015

Mañana regresamos a casa. No quiero irme de acá, estos días han sido lo máximo, aunque un poco misteriosos debo admitir, pero no me quejo. Por más que traté de convencer a Emilius que me acompañara a Salem y así poder hacer el recorrido por las casas, fue imposible, había estado muy ocupado ayudando a la bisabuela, no sé exactamente en qué trabajaban, pero ella había pasado más de lo normal en el áti co, ahí es donde preparaba sus remedios, aunque nunca me pareció que hubiera tanta demanda en Amulet de estos.

Este día ha pasado más rápido de lo normal, es casi hora de cenar, cada vez me queda menos tiempo en Amulet, luego tendré que esperar las vacaciones de verano para volver, pero no será igual, la bisabuela tenía razón, en esta época el pue blo tiene algo especial.

Hice una pausa para cenar y… no entiendo que acaba de pa sar. Estábamos cenando los cuatro tranquilamente, había un silencio enorme y la bisabuela se veía cansada, yo hice el co mentario “ojalá pudiéramos quedarnos más tiempo”, al cuál mamá me reprochó con la mirada y papá se limitó a sonreír dulcemente. Apenas terminamos de comer, todos se fueron a

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sus habitaciones, yo me quedé en la pequeña mesa de la coci na, acompañando a Emilius mientras lavaba los platos, en eso apareció la bisabuela, traía un viejo álbum de fotos con ella y me preguntó si quería ver las fotografías con ella, yo asentí y sentó a mi lado.

Comenzó a contarme de su vida, sobre su infancia en Salem y como luego al cumplir los 17 tuvo que huir y fue ahí donde su bisabuela y otras mujeres fundaron Amulet, cuando le pregunté porque tuvo que huir, me respondió con un tono muy serio “Por el mal que inunda ese lugar”, de repente pasó la página y me mostró una foto donde se le veía muy feliz junto con otras dos chicas, todas estaban riéndose y usaban vestidos muy elegantes.

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- ¿Quiénes son ellas? - pregunté

- Beth y Joan - me respondió sonriendo con un poco de nostalgia en su mirada - mis mejores amigas, ¡más que eso! Eran como mis hermanas, la vida nos separó, Beth se quedó en Amulet, pero Joan se casó y se mudó a Salem, aunque siempre nos manteníamos en contacto.

Había muchas fotos de las tres juntas, se notaba lo mucho que se querían y lo felices que se la pasaban juntas. Luego apareció una foto de Emilius cuando llegó a la casa y me contó que lo conoció gracias a Joan.

Terminamos de ver el álbum y en eso la bisabuela agarró mi mano dulcemente, yo la miré y noté que tenía los ojos lloro sos, pero antes que pudiera decirle algo me habló ella con un tono muy serio:

- Mia, necesito que sepas que esta casa y todo lo que está en ella, te pertenecerá a tí cuando yo falte y que eres mi única heredera.

- ¿Qué? pero abue… no entiendo ¿por qué me dices esto? - ¿Qué hay de papá? - pregunté apenas asimilando lo que estaba diciendo.

-En su momento lo entenderás, pero esto quería que lo su pieras hoy, es mejor aclarar las cosas en vida mi niña. - No entiendo…

- No hace falta - me interrumpió y luego sacó un pequeño saquito de su bolsillo - y también quiero darte esto, un regalo especial para ti - sacó una pequeña cajita violeta, la cual con tenía un collar con una piedra del mismo color de mis ojos. - te protegerá y te guiará en todo.

A este punto me limité a agradecerle el regalo y abrazarla. Me fui a mi habitación y ella se fue a dormir.

No entiendo que fue todo esto, es como una especie de despe dida, tiene sentido porque mañana nos vamos, pero parecía

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una despedida definitiva como sí… no quiero ni mencionarlo, la bisabuela es una de las personas más importantes para mí y estos días, estar con ella ha sido como una especie de salva vidas para mi… me encanta el collar, lo usaré siempre… se me cierran los ojos del sueño, iré a dormir.

Sábado 3 de octubre de 2015

Ni siquiera tengo la fuerza para escribir esto. Lo de ayer si fue una despedida… la clase de despedida que yo no quería que fuera… la bisabuela murió. No puedo pensar en nada ahorita, sus últimas palabras no dejan de darme vueltas en la cabeza, haré una pausa, necesito estar sola, incluso de mis pensamientos…

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Reunión Familiar

Lunes 5 de octubre de 2015

Ya estoy mejor. Aún sigo impactada por todo, no es algo que podré superar rápido, pero al menos ya tengo ánimos de escribir, siento que lo necesito para desahogarme. Hoy es el entierro de la bisabuela y… no estoy lista para eso, pero trata ré de ordenar mis pensamientos.

El sábado todo fue un caos, se me hace tan irreal aún, nos levantamos y nos arreglamos para irnos, pero teníamos pensado desayunar en la casa de la bisabuela, yo estaba a punto de bajar al comedor cuando papá se asomó a mi habitación, me dijo que necesitaba que bajara a la sala en ese momento, sonaba muy serio, al bajar me dieron la noticia, mientras papá me lo decía se le quebró la voz y en ese momento empe cé a llorar. Nos tomamos un momento para tranquilizarnos un poco y Emilius dijo que debíamos avisar al resto de la familia, papá le dijo que se encargara de eso mientras él hacía el papeleo necesario.

Yo me fui a mi habitación y no salí de ahí hasta la noche. Mamá llegó a acompañarme un par de veces y también para llevarme algo de comer, me dijo que podíamos hablar si yo así lo quería pero único que pude decirle sin llorar fue que

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seguramente la bisabuela lo presentía y que por eso me había regalado el collar, ella solo me abrazó y nos quedamos así un buen rato. En la noche llegó la tía Karen, no la veía desde la navidad pasada, junto con ella llegaron su esposo y mi primo Jake, Jake era solo un par de años mayor que yo, sin embar go, desde que se fue a la universidad lo veía muy poco y ahora que ya se había graduado era casi imposible vernos. Salí a saludarlos pero nadie estaba de humor para hablar, así que regresé a mi habitación y me encontré con Emilius.

- Mía, necesito decirte algo, sé que Margaret te dijo que eres la única heredera de todo y así está escrito en su testamento, tu padre y Karen será lo primero que buscarán mañana, yo tengo el testamento, pero no se los digas, ni tampoco digas que eres la heredera, luego entenderás por qué ¿de acuerdo?me preguntó y yo asentí.

Dicho esto salió de mi cuarto y me quedé tratando de asimilar lo que me acababa de decir, pero apenas me recosté en mi cama me quedé dormida.

Ya el domingo vino el resto de la familia para el velorio, el hermano del abuelo junto con su hijo y mis primos, ellos nunca me habían agradado del todo, de hecho me pareció escuchar a papá decir que solo estaban acá por la herencia, no me sorprendería. Por la mañana fue exclusivo para la familia, las horas más lentas y aburridas de mi vida; luego por la tarde se abrieron las puertas de la casa para que llegaran las personas del pueblo, en ese momento me quedé observando desde la parte de las escaleras, no me sentía de ánimos para estar ahí, varias personas se veían muy tristes, incluso preocupadas por la muerte de la bisabuela. Entre todos los que llegaron me pareció distinguir a la chica de aquel día, la del cabello con rayos rojos, por un momento me entró la curiosidad de qué hacía ella ahí, pero Amulet es un pueblo pequeño, era raro que las personas no se conocieran entre sí.

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Cuando estaba empezando a atardecer decidí salir en bi cicleta por el bosque para callar mis pensamientos, llegué hasta Amulet y noté que el pueblo se veía muy diferente, las personas se veían intranquilas, nadie parecía estar feliz como en las veces anteriores que había ido. Muy confundida decidí volver a la casa, pero en el camino mis pensamientos volvieron a sofocarme y poco a poco las lágrimas comenzaron a escurrirse de mis ojos, me detuve para limpiarlas y en eso levanté la mirada y lo vi, otra vez, el búho, “tú otra vez” dije en un tono muy bajo, me miraba fijamente y en momento que todas mis emociones se estaban apoderando de mí le grité “¡¿QUÉ QUIERES DE MI?! ¿EH? ¿Por qué me sigues a todas partes?” la voz se me estaba quebrando, en eso vi una ramita en el suelo, la tomé y la tiré en dirección al búho con el fin de espantarlo “¡Vete de aquí! ¡Déjame sola!” grité nuevamente y aunque mi puntería es muy mala el búho se esfumó. Cuando llegué a la casa me quedé en el patio trasero un rato tratando de calmarme y luego entré.

Antes de dormirme me pareció escuchar a papá discutien do con la tía Karen y el hermano del abuelo. Hablaban del testamento, este estaba culpando a Emilius que seguramente él lo tenía y que pensaba quedarse con todo, papá lo defendía diciendo que Emilius nunca haría algo así, por el respeto y cariño que le tenía a la bisabuela, la tía Karen insistía en que se buscara por toda la casa, que era imposible que la bisabue la no dejara uno. No sabía cómo iban a tomar que yo fuera la única heredera, pero no debía preocuparme por eso ahora ¿o sí?.

Hoy es el entierro y… no estoy lista, mucho menos para decir unas palabras frente a todos, ¡odio ser tan sensible! creo que he llorado más que nunca estos días. Ayer mientras estaba en el patio trasero Emilius me hizo la broma que si no dejaba de llorar me quedaría sin lágrimas para siempre, no lo negaré, me hizo reír.

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Linaje de brujas

Martes de 6 de octubre de 2015

Aunque no era de la forma que hubiera esperado, nos queda ríamos más tiempo en Amulet, estaríamos lo que fuera nece sario hasta encontrar el testamento, no sé en qué momento Emilius lo revelará, pero mientras tanto solo podía seguir actuando como si no supiera nada. La tía Karen no se queda ría por mucho tiempo, así que la tarde de hoy sería dedicada a buscar por toda la casa el testamento.

Apenas y puedo escribir esto, la tarde no fue para nada como esperaba. Estaba estaba en el cuarto de la bisabuela “bus cando” el testamento, pero realmente solo estaba viendo el viejo álbum de fotos, cuando en eso, escuché el techo crujir y como unos adornos se tambaleaban en las repisas, se cayeron unos libros al suelo pero en eso papá exclamó “¡Todos salgan al jardín!” Me percaté que estaba temblando y escuché como otras cosas caían al suelo, pero lo ignoré y salí al jardín.

El temblor no parecía ser normal, pues este iba en aumento y luego frenó de golpe, como si fuese detenido, aun así fue lo suficientemente fuerte para obligarnos a salir de la casa, una vez estaba todo tranquilo otra vez, cada quien regresó a la búsqueda del testamento, yo entré a la habitación de la

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bisabuela y comencé a recoger las cosas que se habían caído, libros, fotografías, algunas decoraciones, en eso, encontré un libro un poco extraño, era de pasta dura, un poco desgasta do pero considerando que parecía viejo se había conservado bien, no tenía ningún titular en su portada ni siquiera el nombre de la bisabuela.

Traté de hojearlo pero no lograba abrirlo, es como si estuviera pegado, pero había algo entre un grupo de páginas, intenté abrirlo justo ahí y sin darme cuenta me corté en la punta del dedo, una pequeña gota de sangre cayó sobre las páginas, el libro comenzó a brillar y se abrió, un sobre cayó al suelo, lo recogí y me di cuenta que decía “Para Mía”. Por un momento creí que era el testamento, entonces la abrí, pero no, era una carta escrita a mano por la bisabuela para mi.

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“Para mi pequeña niña, sí estás leyendo esta carta significa que ya no estoy contigo, perdón por no te ner el valor de decirte esto de frente, esta noche no te conté todo sobre mi y de nuestra historia familiar. Sé que esto te parecerá irreal y posiblemente me creerás una loca, pero no somos ordinarias como las demás personas, sí, te incluyo porque tu tampoco lo eres, lo supe apenas te cargué de pequeña, lo supe al ver el brillo en tus ojos y al verte crecer, venimos de un largo linaje de brujas, brujas reales Mía; yo pertenecía a un Aquelarre, un grupo de brujas unidas por una misma causa, evitar un caos en el pueblo y el mundo, junto conmigo estaba Beth y Joan, mis amigas que te mostré en las fotografías, aunque comos sabras el tiempo me las arrebató antes de tiempo, yo fui la última bruja del aquelarre en mantener alejada la maldición pero aho ra está en tus manos evitar que el caos destruya todo lo que conoces, sé que es mucho para procesar y que puede que no entiendas mucho de lo que te estoy con tando, pero te pido que leas detenidamente esta carta porque no hay tiempo, busca a las nietas de Beth y Joan, forma un nuevo aquelarre y evita que todo lo que intenté proteger se destruya por el odio y la venganza oculta en Salem, cuentas con Emilius para todo lo que necesites, él siempre estará contigo para apoyar te como yo lo estuve contigo, búscame en tus sueños, buena suerte mi dulce Mía, se que lo lograrás…”

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Después que terminé de leer la carta me temblaban las manos, aún ahorita me cuesta escribir esto, no… no entiendo nada, ¿por qué? Sé que la bisabuela no bromearía con algo así, pero ¿yo? ¿Una bruja? No, simplemente no puede ser. Trataré de dormir… lo malo es que el remedio que me ayuda ba para dormir se acabó y Emilius prometió traerme uno y no ha aparecido. Me acostaré y trataré de dejar de pensar en todo.

Miércoles 7 de octubre de 2015

Pasé la peor noche de todas, tuve una especie de sueño o al menos eso creía, pero lo escribiré porque sé que debe signifi car algo, fue así:

Estaba caminando por Amulet y el pueblo estaba en llamas, yo iba caminando entre varios cadáveres, eran de personas desconocidas hasta que vi a mis padres, en el suelo, estaban muertos también, en ese momento comencé a sentir una intensa preocupación, el corazón me iba a mil, luego escuché que alguien me llamó “¡Mía! ¡Estamos acá!” Mire hacia mi de recha y habían dos chicas, una de ellas era la chica gótica de aquel día, ayudaba a mantenerse de pie a una chica rubia con un pelo casi blanco, ambas estaban mal heridas, no enten día porqué me conocían o quiénes eran, en ese momento el suelo comenzó a temblar y a agrietarse, hasta que del centro del pueblo se abrió una especie de portal del cual salieron criaturas voladoras que emitían chillidos muy molestos. En ese momento me pareció despertarme y ver mi habitación, de repente se abrió la puerta y entró la bisabuela, la vi y se me salieron las lágrimas, “Abue” logré decir, “¡mi niña!” Exclamó ella. La abracé fuerte, yo estaba llorando tanto, no podía hablarle, pero ella puso sus manos en mis hombros y me miró a los ojos:

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- Tranquila Mía - me dijo dulcemente - perdóname por no po der decirte todo esto en vida, tú tienes un don, lo que acabas de ver fue una visión y es lo que podría llegar a pasar, pero puedes evitarlo.

- Pero abue, yo… no soy como tu, no podré lograr algo asídije sollozando - no soy una bruja.

- ¡Claro que lo eres mi niña! Y no dudes en que lo lograrás, empieza por buscar a la bisnieta de Beth, se llama Alice y me parece que la has visto un par de veces, ella te ayudará a entender mejor todo.

-Esto es demasiado…

- Lo sé, pero no estás sola, yo siempre estaré en tus sueños. Y boom, me desperté, temblando y sudando frío, me levanté para ir al baño a lavarme la cara, pero cuando me puse de pie sentí que tenía las piernas dormidas, me costaba moverme y luego, ya no recuerdo nada. Según me contaron me desmayé en el pasillo, Emilius me llevó de regreso a mi habitación y se quedó conmigo hasta que desperté, me hicieron tomar el desayuno en la cama y ahorita ya me siento mejor. Sigo procesando todo, soy una bruja pero ¿qué debo hacer? Buscar a Alice ¿la chica gótica? No sé cómo haré esto, ni siquiera sé cómo hacer un hechizo, no sé nada de hechicería, bueno, algo tiene que salir.

Tengo miedo de dormir y que se repita lo que soñé anoche. Aún sigo asimilando todo, no quiero que se cumpla lo que vi…

Vino Emilius mientras escribía, me dijo que lo acompañara un momento, yo quería decirle que no quería más sorpresas pero no me salieron las palabras y solo lo seguí, me llevó al ático, yo me negué a subir, era el único espacio que era exclusivo de la bisabuela, solo Emilius entraba ahí, él sonrió dul cemente y me dijo “Madame me pidió que te trajera aquí, sé que ya leíste la carta”, sin estar muy segura le dije que estaba bien, subiría al ático. Al entrar me encontré con una especie

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***

de laboratorio, había muchas plantas y remedios que en ese momento me percaté que eran pociones, había algunos libros, “todo está tal cuál ella lo dejó” susurró Emilius, pude notar un poco de tristeza en su voz, caminé alrededor de la habitación, también tenía algunas fotografías de ella con Beth y Joan, pude sentir como poco a poco me daban ganas de llorar, me volteé hacia Emilius y le dije “No puedo… Emilius yo no soy ella”, él se sentó en un viejo sofá que estaba ahí y me invitó a sentarme a su lado.

- Lo sé, no eres Margaret Howe, eres Mía Howe, una bruja inexperta, tal cual lo fue tu bisabuela, es cuestión de tiempo Mía, pero debes aceptarlo o lo que viste en tu visión se cumplirá.

- ¿Cómo sabes lo de la visión?

- Madame me dijo todo lo que podía pasar para que yo es tuviera preparado, no te preocupes, no veo el futuro ni nada así, pero estoy acá para servirte, lo mejor por ahora será que descanses, te daré un remedio para que puedas dormir, pero

Aceptación

Jueves 8 de octubre de 2015

Pasé casi toda la mañana durmiendo, todos han estado muy ocupados últimamente, el hermano del abuelo con su familia se fueron después del entierro, pero siempre están al acecho del testamento, la tía Karen y su esposo con Jake, se fueron hoy por la mañana, al igual que mamá, que tenía que regre sar a su trabajo, así que solo estoy con papá y Emilius a partir de ahora. Todo es más tranquilo. Tomé una ducha, comí algo y ahora iré al bosque a buscar a Alice, espero encontrarla y también saber que puedo decirle, no soy buena hablando con las personas y ella se ve muy cool. ***

¡Encontré a Alice! Pero ha sido el encuentro más loco, todo pasó muy rápido y al principio mis pensamientos me jugaron una mala pasada. Salí por el patio trasero y comencé a cami nar por el bosque, tomé un camino que no conocía pero no me imaginé que me iba a terminar perdiendo (muy bien Mía), mientras caminaba todo esto de ser bruja comenzó a darme vueltas por la cabeza, en la universidad tenemos un club donde hablábamos de todo este tipo de cosas, se morirían si les contara todo esto, y ahí recordé que una vez alguien dijo,

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que la séptima descendiente es una bruja, luego comencé a recordar la visión, a pensar en las palabras de la bisabuela aquella noche hasta que me di cuenta que estaba hiperventi lando, tampoco sabía en qué parte del bosque estaba exacta mente, lo cual no me sirvió para calmarme, y en eso noté que la gema de mi collar empezó a brillar y escuché una conversa ción cerca de mi.

- ¿Te veo mañana? - dijo una voz masculina, en un tono un poco coqueto.

- No lo creo - le respondió una chica.

- Quien te entiende - dijo el chico un poco molesto y pude escuchar como se alejaba, en ese momento me acerqué un poco y me escondí detrás de un árbol.

- Ni siquiera yo me entiendo tonto - escuché que decía la chica mientras se ponía una chaqueta de cuero.

La vi, era ella, era Alice, iba a acercarme cuando escuché crujidos de ramas cerca de mí y un chillido muy extraño, me volteé y vi a una espantosa criatura, grité y comencé a correr, solo podía ver cómo esta se arrastraba por el suelo y se impul saba con sus tres brazos, no sabía hacia donde ir, así que solo corrí hasta que me tropecé con una rama y caí, la criatura se acercó rápidamente a mí, tenía ojos por todas partes y yo juraba que iba a comerme cuando pareció que una fuerza superior lo empujó hacia un lado, Alice se acercó corriendo a la criatura, dibujó con su dedo una especie de glifo en el aire, este comenzó brillar y de repente la criatura se hizo humo, yo quedé sin palabras.

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Alice se acercó a mí y me extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie.

- ¿Estás bien? - me preguntó sin mayor expresividad en su rostro.

- Si… si, eh, gracias - dije mientras me levantaba, todavía nerviosa por todo lo que acababa de pasar.

- ¿No eres de por aquí verdad? - me preguntó con su semblante serio.

- No, estoy de visita por un tiempo y creo… creo que me perdí.

- No te preocupes, te acompaño, ¿dónde vives? - dijo sonriendo un poco.

Le expliqué que con que me acompañara a Amulet estaba bien, que desde ahí sabría cómo llegar a la casa; nos fuimos caminando, le conté la razón de mi visita en esa época del año y fue divertido ver que ella pensaba igual que yo, ¿quién pone la última fecha de inscripción un miércoles?, mientras hablá bamos de cosas sin importancia me pareció ver al búho en un árbol, pero esta vez lo ignoré y seguí caminando. Llegamos a Amulet justo al atardecer y nos detuvimos en la pequeña fuente del pueblo (donde en mi visión había visto salir a las criaturas).

- Bueno, llegamos - dijo Alice

- Gracias … - Estuve a punto de decir su nombre, cuando recordé que se suponía que yo no sabía quién era ella. Lo siento - sonrío un poco - olvidé presentarme, soy Alice, Alice Proctor. - respondió mientras me extendía su mano.

- Gracias Alice, eh, yo soy Mía Howe - dije mientras le daba la mano, pero en ese momento que nuestras palmas se tocaron, noté que Alice tenía un collar igual al mío, pero con una gema roja y ambos estaban brillando.

- Espera… - dijo

- Debo irme, ya es algo tarde - la interrumpí, solté su mano y caminé lo más rápido posible en dirección a la casa.

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Lo sé, no ha sido lo más inteligente que he hecho, pero ella no dio por seguirme ni nada. Fue agradable conocer a Alice, es… muy linda, aunque un poco intimidante con todo su atuendo y maquillaje, que no es para tanto, pero sus ojos delineados de negro, su labial rojo y el ser muy inexpresiva si la hacen

Un nuevo aquelarre

Viernes 9 de octubre de 2015

Hoy vino Alice a la casa, no me imaginé que me buscaría tan rápido, Emilius dijo que lo haría cuando estuviera lista, pero luego entendí que cada día que pasa el tiempo para romper la maldición se acaba, no creí que tuviéramos tan poco, hasta que Alice me lo dijo hoy.

Yo estaba en mi habitación leyendo el libro de hechizos de la bisabuela, estaba escrito con un lenguaje de glifos que me costaba mucho comprender, así que me mantenía entretenida, en eso escuché que alguien llamó a la puerta, pero no le di importancia hasta que apareció Emilius con una sonrisa en su rostro, “tienes visita” dijo, yo lo miré extrañada pero solo se limitó a decirme “cámbiate y baja”. Rápidamente me cambié de ropa, me puse mis zapatos y bajé a la sala, enton ces vi que la visita era Alice, no puedo explicar porqué pero podría jurar que me sonrojé un poco al verla, cuando terminé de bajar las escaleras y estaba a punto de saludarla, ella se acercó y me dijo:

- Mía Howe, hay que formar ese aquelarre - yo me quedé sin palabras, empezando porque papá estaba en la casa y no quería que escuchara, no sabía si él estaba al tanto de todo - ya lo

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sabes ¿no? - me preguntó un poco extrañada.

- Sí, pero… ven, hay un lugar donde podremos hablar tranqui las - le hice señas para que me siguiera y fuimos al ático, aún no lograba asimilar ese lugar como mío pero era como una especie de guarida.

Estando ahí Alice me contó que había hablado con Beth, su bisabuela, por un momento creí que ella tenía visiones igual que yo pero en eso me dijo que no, ella es nigromante, es decir puede ver y comunicarse con los muertos por medio de objetos que eran de su propiedad.

- Cuando nuestros collares se iluminaron supe que eras tu, la líder del nuevo aquelarre, traté de buscarte cuando me enteré que Margaret había muerto pero me dijo mi bisabuela que debía esperar a que me buscaras y así fue.

- Sí bueno… no sé cómo seré la líder si no sé nada de magiasonreí preocupada.

- Margaret no te dijo sobre esto en vida ¿no? - me limité a bajar la cabeza y Alice se acercó un poco, tratando de ani marme, pero sin cambiar su expresión seria - escucha, será difícil, pero de alguna forma lo lograremos, tú practicarás tu magia y mientras tanto buscaremos a la bisnieta de Joan para romper la maldición.

- Sí, digamos que eso de la maldición, ¿qué es exactamente? - pregunté y Alice me miró un poco preocupada, con cierta molestia incluso.

Ahí me explicó todo lo que había pasado, cuando fue la cace ría de brujas, un grupo de ellas con deseo de vengar a sus her manas caídas maldijeron Salem y todos sus alrededores, para que cuando ya no existiera ni un solo aquelarre, el hechizo abriría puertas al más allá dejando salir criaturas que matarían a todo ser vivo que estuviera dentro del área, un grupo de brujas sobrevivió y vivieron ocultas en Salem por mucho tiempo hasta que sus descendientes decidieron fundar Amu let, un pueblo creado para la protección de las futuras brujas,

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el problema es que al estar tan cerca de Salem, aún puede ser afectado por la maldición. También mencionó que la bisabuela había creado una especie de hechizo que retendría la maldición por un tiempo después de su muerte, pero que el momento ideal para formar el aquelarre y romper la maldición era el 31 de octubre, porque ese día la magia se intensificaba y eso sería beneficioso en vista que yo no controlaba nada de hechizos.

Toda esta información me sigue pareciendo irreal, es demasiado para procesar en tan poco tiempo… no sé cómo haré esto, pero ya pensaremos en algo, me preocupa no saber nada sobre la bisnieta de Joan, según dijo la bisabuela, Joan se fue a Salem, pero nada garantiza que su bisnieta viva ahí.

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El peso que cargamos en la espalda

Sábado 10 de octubre de 2015

¡Emilius puede cambiar de forma! No sé si pensaba contár melo en algún momento, pero la forma como me di cuenta no fue la mejor. Para variar, no podía dormir, así que después de estar dando vueltas en mi cama decidí ir al ático en busca del remedio para dormir, vi que la luz estaba encendida, supuse que Emilius estaba ahí, pero no dije nada y subí las escaleras, al entrar vi a una criatura delgada y café, como si estuviera hecha de troncos, hurgando entre unas cajas, inmediatamente grité, la criatura me miró y en eso se transformó en Emilius.

- No no no, Mía, tranquila, soy yo - se acercó rápidamente tratando de calmarme, pero yo estaba en shock - es que, yo cambio de forma, pero sigo siendo yo, Emilius - noté la pre ocupación en su voz, pero yo no podía decir nada hasta que escuché a papá.

- ¡Mía! ¿Estás bien? ¿Qué pasó? - me dijo papá a punto de subir las escaleras del ático.

- Es que había una rata, enorme, pero ya la saqué - dijo Emilius nervioso.

- Sí, eh, sí, estaba horrible - le dije no tan calmada, pero tratando de disimular lo mejor posible - Emilius me estaba ayudando a buscar un remedio para dormir, eso es todo.

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- De acuerdo, descansa cielo - me dijo papá mientras regresa ba a su habitación. - ¡Igual tu pa! - le dije y cerré la puerta del ático.

Emilius me explicó que él era el espíritu familiar de la bis abuela, este tipo de criaturas son una especie de acompañan tes para las brujas, pero que ella le había ayudado, por medio de un hechizo, a que tuviera forma humana y así pudiera ayudarle con más cosas, pero cuando nadie lo veía prefería tomar su forma natural, se disculpó por haberme asustado y me dio el remedio para dormir. Fue algo impactante, por eso apenas me levanté vine a escribir esto.

Estoy taaan cansada, pasé toda la tarde con Alice practicando un hechizo de protección, me dijo que sería fácil, pero no lo fue y me frustré mucho. Yo estaba en el ático recostada en el sofá, literalmente existiendo, cuando me llegó un texto de Alice, “¿Te veo en 15 en el bosque para practicar?”, había olvidado que habíamos intercambiado números de teléfono el día de ayer y que habíamos quedado para practicar. Cuando llegué al bosque Alice ya estaba ahí, sonrío un poco al verme (no es muy expresiva, pero lo intenta) y me explicó el hechizo a practicar, era crear una especie de escudo “Por si acaso una criatura intenta atacarte otra vez” dijo al final de su expli cación. Lo intenté varias veces y no funcionaba, entonces me frustré, me senté en un tronco seco que estaba por ahí y comencé a llorar.

- Esto no va a funcionar, todos moriremos y será culpa mía.

- No… - dijo Alice sentándose a la par mía pero sin acercarse mucho - se logrará, ya lo verás, es tu primer hechizo apenas, no puedes rendirte tan fácil.

- Yo no soy una líder.

- Claro que sí, tienes el poder de la videncia, desde ahí queda claro que tu debes liderar este aquelarre, no es un poder co mún y no todos lo soportan, pero eres una Howe, lo lograrás.

Traté de calmarme un poco, sostuve mi collar y apreté la gema suavemente en la palma de mi mano, recordé las palabras de la bisabuela cuando me dijo que este me serviría como guía y protección, funcionó, me sentía mejor. Levanté la mirada para decirle a Alice que estaba lista para intentarlo otra vez y en eso lo vi, el búho y dije “no, tu otra vez”, Alice me miró extrañada, le señalé al búho pero justo cuando ella se volteó, este salió volando. Le dije que ese búho me había estado observando desde que llegué.

- Si sabes que en un bosque viven animales así. - me dijo.

- Es que me observa, me mira específicamente a mí - Alice frunció el ceño al escuchar.

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- Bueno, creo que será mejor descartar cualquier posibilidad, - ¡Marcus! - apenas mencionó ese nombre, apareció un cuervo que se posó en su hombro - sigue a ese búho - el cuervo pa reció asentir y se fue. Yo no estaba entendiendo nada, hasta que me dijo que ese cuervo era su espíritu familiar, en ese momento mencionó que antes era de Beth, pero que al morir había pasado a ser de ella, ahí comprendí que en mi caso mi espíritu familiar sería Emilius. Antes de retomar la práctica, Alice vio mi tatuaje y me preguntó qué hacía cuanto me lo había hecho, le respondí que hace dos años más o menos y se sorprendió.

- ¿Qué pasa?. - pregunté.

- Es que es un glifo de la luna, representa las visiones ¿dónde lo encontraste?.

- Pues… soñé con él y me encantó tanto la idea que quise hacerme el tatuaje.

- Al parecer tus poderes no estaban dormidos después de todo - me dijo.

Seguimos la práctica hasta que logré hacer el hechizo, no duró mucho tiempo pero ¡funcionó! wow, se sintió tan satis factorio, realmente no tenía esperanza. Marcus volvió, pero no logró encontrar al búho, por lo cuál Alice insistió en que quizás era un búho común y corriente y que yo estaba siendo paranoica. Yo sé que no estoy siendo paranoica, ese búho algo quiere, solo necesito tiempo para averiguarlo, pero por el momento lo más importante es ubicar a la bisnieta de Joan y formar el aquelarre.

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La tercera bruja

Domingo 11 de octubre de 2015

Hoy estuve todo el día reunida con Alice y Emilius en el ático, papá ha estado ocupado en cosas de su trabajo así que no me presta mucha atención, me pregunto qué habrá pasado con el tema del testamento, ya nadie dijo nada pero creo que es me jor así, una presión menos. Por la mañana Alice me dijo que podíamos practicar algunas pociones básicas, y me alegra decir que no salieron tan mal, pero era complicado entender los glifos, por suerte Alice los entiende mejor que yo, tanto así que creamos una poción nueva, no la hemos probado aún, pero tal vez mañana. Mientras practicábamos estuvi mos hablando un poco sobre nosotras, Alice no era tan mala después de todo, me pareció alguien muy agradable, pero a la vez sentía que ella sabía mucho más de brujería, no entendía porqué yo debía ser la líder en todo esto.

Por la tarde se nos unió Emilius y nos preguntó cuál era el plan para encontrar a nuestra tercera integrante. Alice y yo nos miramos rápidamente y fue más que suficiente para que entendiera que no teníamos nada, entonces me miró y dijo:

- Madame me dijo que la mejor opción es que intentes tener una visión y te propongas encontrarla.

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- ¿Pero cómo haré eso? - le dije preocupada.

- Solo debes estar en un lugar tranquilo y concentrarte en qué es lo que quieres encontrar - respondió.

- Emilius yo…

- Hay que intentarlo - me interrumpió Alice.

Me dijeron que si algún lugar de la casa me daba paz, les dije que el ático o sino el patio trasero también podía fun cionar, así que salimos al patio, Alice y Emilius se quedaron poco alejados, no quiero extenderme mencionando todos los intentos fallidos que tuve, así que me pasaré al momento en que decidí regresar al ático y encerrarme yo sola, al estar ahí me senté en el suelo frente a la ventana, mirando el atarde cer, sostuve el collar entre mis manos y dije “muéstrame a la tercera bruja”, no sé cómo logré decirlo con tanta seguridad y en eso comenzó la visión, me veía en Salem, frente a una de las casas del tour, estaba caminando cuando vi a Alice que estaba más adelante hablando con Marcus y en eso desperté, “¿Qué? no no no, ¡dime algo más!”, al escucharme entró Alice y Emilius y me preguntaron qué había pasado, les dije que lo único que había visto es que estábamos en Salem, entonces Emilius dijo que seguramente la bisnieta de Joan vivía ahí, así que lo mejor era empezar a planear el viaje lo antes posible, de igual forma nos sería útil estar ahí, pues el hechizo debía realizarse donde murieron todas la brujas y eso era en un bosque llamado Proctor’s Ledge (otra razón por la que pensé que Alice debía ser la líder), dijo Emilius que podíamos irnos a partir del miércoles y quedarnos aproximadamente una semana, pero qué yo debía avisarle a papá y decir que apro vecharía a hacer el tour que tanto quería y a conocer Salem, en ese momento agradecí que mamá no estuviera ahí, porque hubiera sido un dolor de cabeza conseguir el permiso para ir.

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Lunes 12 de octubre de 2015

Creo que solo dormida logro tener mejores visiones, o no sé si será cuestión de práctica, pero creo que vi a la bisnieta de Joan, solo espero que haya una forma de que pueda conocer la en una situación diferente a la que la vi.

Estábamos en Salem, frente a la mansión Ropes, pero el suelo estaba cubierto de sangre, habían trozos de tentáculos a mi alrededor, estaba buscando a Alice y Emilius pero no los veía por ahí, en ese momento me di cuenta de que yo estaba bañada en sangre, obviamente entré en pánico y comencé a caminar para encontrar un espacio que no estuviera cubierto de sangre pero parecía que me acercaba más al lugar de don de salía, había un trozo más grande que los demás, parecía la cabeza de la criatura, detrás de esta salió una chica, que también estaba bañada en sangre, pero podía distinguir su ca bello rubio casi blanco, parecía usar un vestido color rosado, y el color de sus ojos era carmesí, al verme exclamó “Ay por Dios, ¿estás bien?” pero no lograba escucharla muy bien y en eso desperté.

Claramente me desperté muy agitada, pero aún no amanecía entonces pude distinguir que algo brillaba sobre mi mesa de noche, era la gema del collar “era ella” pensé y luego recordé la visión anterior donde estaba Alice y Amulet estaba des truido, la chica que estaba a su lado tenía el cabello igual a la chica de esta visión, estaba claro, la bisnieta de Joan estaba en Salem. Traté de dormir pero no podía, así que le escribí a Alice “Acabo de tener una visión, la tercera bruja está en Salem”, pero no recibí respuesta inmediatamente así que mientras esperaba a que me respondiera me quedé dormida.

Por la mañana le conté a Emilius, quien pareció alegrarse por la noticia y me dijo que debía hablar con papá para conseguir el permiso para irnos el miércoles. Tanto a Emilius como a Alice les expliqué que no tenía una imagen tan clara de

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cómo se veía la bruja y cuando les conté de mi visión ambos quedaron sin palabras, Emilius solo me dijo “debemos estar preparados” y Alice solo escribió “tal vez pueda evitarse y conocerla antes de eso”. No sé si pueda escribir estos días, pero aunque esto me sigue pareciendo irreal… creo que me está gustando.

El tiempo se está acabando

Jueves 15 de octubre de 2015

Ayer fue una total locura, demasiadas emociones para un mismo día, debo escribirlo todo, eso me servirá para proce sarlo. Bueno… no sé cómo pero logré tener el permiso para el viaje, influyó mucho que Emilius iría con nosotros, y al menos papá me dijo que podía estar el tiempo que quisiera con tal que lo mantuviera informado si todo iba bien, se po dría decir que teníamos todo a nuestro favor, así que empeza mos el viaje a Salem. En el camino Emilius nos comentó que conoce a mucha gente en el pueblo y que hablando con un viejo amigo había conseguido un pequeño apartamento donde podríamos hospedarnos por varios días mientras encontrába mos a la tercera bruja.

Quisiera poder visitar Salem al menos una vez de forma tranquila, porque si no es con mamá negándome todo, es buscando a una bruja que vi en una visión para evitar el fin del mundo. El pueblo ya estaba decorado con temática de ha lloween, las casas, negocios e incluso las personas caminaban por las calles usando accesorios de terror; pude reconocer algunos lugares de mi visión… pero los recordaba dañados, además que era más tarde, recordaba una puesta de sol, así que no estaba completamente segura si eran esos, por lo que

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debíamos esperar, incluso podría no ser que mi visión no se cumpliera ese día, o al menos eso esperaba.

Nos instalamos en el apartamento y mientras nos arreglába mos para salir a buscar a la tercera bruja, dije sin querer en voz alta “es genial lo realista que son algunas decoraciones” a lo que Emilius respondió muy serio:

- No son decoraciones, Mía, son entes de estas tierras o de otro plano que viven aquí.

- ¿Entes que..? - respondí confusa, la verdad no había entendido bien.

- Criaturas mágicas, seres hechos de magia, cohabitan con nosotros en la tierra, ya sabes, hadas, duendes, todas esos seres de fantasía. - me explicó Alice.

- ¡¿SON REALESSS?! - dije sorprendida, olvidando por un momento que yo era una bruja hablando con otra bruja acompañada de un pequeño diablillo disfrazado de persona.

- Sí, pero los humanos normales no pueden verlos, lo raro es que no suelen salir de sus lugares o guaridas mágicas, es raro ver muchos aquí - dijo Alice dirigiéndose con esto último a Emilius.

- En Salem es común verlos de vez en cuando pues es un lugar con mucha carga mágica - comentó Emilius - sin embar go, es cierto que hay más de lo normal, debe ser la maldición, la protección debe estarse debilitando, liberando magia y aunque son inofensivos, no es de sorprenderse que alguna criatura maligna aparezca, como en tu visión - me dijo, yo estaba sin palabras, cada vez tenía más miedo que mi visión se cumpliera - será mejor separarnos para buscar - continúo diciendo - llévense unas cuantas pociones por si acaso, Mía tú eres nuestra brújula, trata de estar atenta de todo - dicho esto Emilius se tomó su forma natural y salió por la ventana junto con Marcus.

Alice y yo fuimos a buscar al centro de Salem, y aunque trata ba de estar pendiente de todo, no podía dejar de pensar en la

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cantidad de sangre que había en mi visión, si eso se cumplía significaba que tal vez mucha gente iba a morir y al no ver a Alice ni a Emilius en ella me preocupaba aún más, Alice lo notó, por lo que me dijo de forma directa:

- Oye, tranquila, deja de preocuparte tanto en lo que viste en la visión, todo saldrá bien.

- ¿Supiste que estaba pensando eso solo al verme? ¿Estás segura que la vidente no eres tu? - le pregunté en tono de bro ma, Alice se rió un poco, era la primera vez que la veía reírse así, nunca había notado lo linda que es su sonrisa - no, es que no es solo eso, bueno, quizás en su gran mayoría, pero… hace días solo era una chica normal que olvidó la fecha de inscrip ción en su universidad y ahora resulta que tengo que salvar al mundo... apenas puedo salvarme de los parciales y de las críticas de mamá. - me volteé hacia Alice y me di cuenta que me estaba escuchando atentamente, entonces continué - y aunque al principio no me gustaba la idea de ser una bruja, ya que hay suficientes rarezas en mi vida para sumar una más, creo que está empezando a gustarme es solo que…no quiero estar atada a aquí, aún hay mucho que quiero hacer.

- Te entiendo, créeme - respondió Alice, ya tenía su semblan te serio de nuevo - la verdad es que yo solo conozco Amulet y algo de Salem, hay mucho que quiero hacer aún, pero ser una bruja no tiene porque atarte acá de por vida, nuestras bisabuelas vivieron sus propias vidas, así lo haremos noso tras aunque estemos condenadas a vernos de vez en cuando. - sonrió un poco - pero ahora tenemos una misión, debemos concentrarnos en ello.

Después de eso pasamos por una dulcería, sé que teníamos que buscar a la tercera pero aún así, tomé el viaje como una pequeña visita al pueblo, “¡Bienvenidos a la dulcería del terror!” decía una chica fuera de la dulcería, sostenía un pe queño letrero y tenía una vestimenta colorida, a decir verdad me resultaba familiar, el color del vestido era parecido al que

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usaba la chica de la visión, pero no podía ver bien su cabello por una corona de golosinas que estaba usando, además usaba lentes, pero pensé “¿será que es ella?” y cuando estaba por decirle a Alice mis sospechas aparecieron rapidamente Emilius junto a Marcus.

- Definitivamente se están filtrando demonios. - dijo Emilius. - Apesta a muerte y azufre en el aire, estos demonios seguro están siendo atraídos por la maldición, en la noche será peor, debemos volver al apartamento e intentar hacer un hechizo de protección.

Justo antes de irnos escuchamos unos gritos y vimos gente corriendo, el suelo empezó a temblar y algunas casas parecían dañarse, ante los ojos de las personas era un simple temblor, pero para nosotros era algo más… una enorme criatura con tentáculos apareció, era realmente intimidante y mucho más aterradora a la que había visto en lo libros que había dejado la bisabuela y a cómo eran las otras criaturas mágicas que es taban en Salem, Emilius cambió a su forma natural, pero esta vez más grande e imponente al igual que Marcus, así mismo Alice se puso en posición de pelea, no había duda, ese era un demonio y estábamos a punto de pelear contra esa cosa.

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Una noticia bañada en sangre

Jueves 15 de octubre de 2015

Intentamos derribar a la criatura con nuestros mejores movi mientos, bueno, Emilus, Marcus y Alice usaban sus mejores ataques, Alice estaba invocando espíritus que sirvieran de re fuerzos, mientras que Emilius se había transformado en una serpiente gigante que comprimió al demonio con la ayuda de Marcus, por otro lado, yo ataqué con los pocos hechizos que sabía y unas cuantas pociones, “lo importante era intentarlo” pensé, pero parecía estar funcionando, al menos el demonio estaba retrocediendo, creí que iba a huir hasta que me per caté que uno de sus tentáculos estaba atrás de mí, se movió tan rápido que no pude esquivarlo y logró sujetarme de las piernas, tirándome al suelo y jalándome hacia él.

Alice y Emilius perseguían al demonio mientras yo intentaba soltarme, atacando e incluso mordiendo, pero mi magia aún era muy débil realmente, ¿qué podía esperar con tan pocos días de entrenamiento? Esto no es uno de esos tontos libros de fantasía; “sabía que iba a arruinarlo todo tarde o tempra no” me grité a mi misma. No estaba lista y todos lo sabíamos, no podía ser ni la mitad de buena como fue la bisabuela, ya habían muerto varias personas con este ataque y aunque ellos pensaran que era a causa de un terremoto, yo sabía que

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no había sido así. No podía pensar bien en ese momento, em pecé a temblar del miedo y cada vez escuchaba la voz de Alice y Emilius, fue en ahí cuando entré en una especie de trance, escuché la voz de la bisabuela, vi mis recuerdos con ella para ser exacta y por último vi la carta y como con su letra decía “buena suerte mi dulce Mía, se que lo lograrás…”, empecé a sentir un rayo de calor que recorría mi cuerpo y cuando abrí los ojos, vi un brillo salir de mi creando una explosión de luz.

No recuerdo qué pasó después, cuando reaccioné en sí, estaba tirada en el suelo y el demonio estaba herido de gravedad cubierto de sangre, el tentáculo con el que me había tomado estaba completamente quemado, distinguí a Alice y Emilius a lo lejos, la explosión les dio tiempo para acercarse. Intenté le vantarme rápido pero sentí como las fuerzas me faltaban, esa explosión me había drenado casi toda mi energía por lo que caí un vez más al suelo, el demonio a pesar de sus heridas empezó a dirigirse hacia mi, pero mucho más enojado, esto ya era personal, pensé “aquí terminó todo” cuando de repente vi al búho blanco volar por arriba de nosotros y noté como el demonio comenzaba a moverse con dificultad, la sangre sobre la que yo estaba parecía estar calentándose, yo no entendía nada, el demonio se detuvo y comenzó a rugir de dolor, pos teriormente la sangre dejó de hervir y empezó a ponerse fría, con las pocas fuerzas me quite parte de la sangre que tenía sobre la ropa, el demonio por otro lado no corrigió la misma suerte, la sangre se volvió dura y atravesando al demonio lado por lado,en eso, la sangre tomó forma líquida una vez más y entró por las heridas de este haciendo que se hinchara hasta estallar.

Una ola de sangre cayó sobre mí tirándome nuevamente al suelo, cuando logré incorporarme vi que todo estaba cubierto de sangre como de los trozos del demonio, tentáculos, tripas, órganos… absolutamente todo, “¡la visión!” pensé, y miré a mi alrededor buscando a Alice y Emilius, pero entonces la vi, detrás de toda esa sangre y trozos de demonio, había una

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chica bañada en sangre, logré distinguir las característica que vi en la visión, el vestido rosa y el cabello rubio, ella sonreía mientras se limpiaba un poco, quitaba los trozos de su cabello rubio empapado en sangre, parecía ser la chica de la dulcería, en eso el búho se posó en su hombro y lo entendí todo, ¡no estaba siendo paranoica! Parece que todo este tiempo ella sabía cómo encontrarnos, pues el búho siempre me estuvo siguiendo desde el comienzo, ella se dio cuenta que estaba ahí y cuando caminó hacia mi de el búho desapareció como niebla.

- ¿Estás bien, estás herida? - me preguntó rápidamente con una voz dulce y amable mientras me miraba con sus enor mes ojos carmesí - es normal perder fuerzas después de un hechizo tan fuerte como el que hiciste, tengo unos dulces en mi bolsillo, deja los busco...

- Me ayudó a ponerme de pie mientras Alice y Emilius al fin me llegaron donde estábamos, parecían preocupados y asombrados a la vez, no se si era por la explosición de luz a lo kamikaze que hice o que una chica bañada en sangre parecía estar más alegre y con más energías que los 3 juntos. Gracias por ayudar a Mía, la salvaste, estaré siempre en deu da contigo - le dijo Emilius de la forma más cordial que pudo considerando que estaba sin aire.

- ¡Tonterías! - dijo la chica - es lo que cualquiera hubiera hecho ¿no?, además ella se defendió bien por sí sola, su ataque daño demasiado al demonio, lo suficiente para que mi magia de sangre lo…. - dejó de hablar de golpe y cambió de tema - ¡ay no!, ¿dónde están mis modales?, pido disculpas, mi nombre es Elisabeth Wardwell, pero pueden decirme Ellie, soy la bisnieta de Joan, las estuve esperando.

- Entonces… ¿Tú eres la tercera? - Le pregunto Alice mien tras la miraba de pies hasta la cabeza, aún no sé si la estaba juzgando o analizando.

- Correcto - dijo Ellie sonriendo - bueno, ya que estamos las tres, y sé que es un mal momento pero debo decirles que la

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maldición no se romperá tan fácil, mi abue la analizó por años y les tengo malas noticias, necesitas un encantamiento muy poderoso para romperla, no solo bastará formar el aquelarre. - ¿Hablas en serio? - preguntó Alice de forma preocupada. Formar el aquelarre sigue siendo crucial, hará que nuestra magia se potencie, pero no bastará para romper la maldición, solo lograremos frenarla.

- ¿Por cuánto tiempo? - le preguntó Alice.

- Esa es una muy buena pregunta, creo que tendremos que averiguarlo, lo sé, cero cool… hay que darnos prisa porque la maldición está venciendo la protección que Madame Marga ret colocó, tenemos aproximadamente 3 días para conseguir todo y formar el aquelarre, o las puertas del infierno se abri rán trayendo consigo no sólo el fin de Salem y Amulet, sino que el de la tierra… pero se puede lograr ¿quieren un dulce?. - terminó diciendo con una sonrisa inocente.

Tanto Emilius como Alice parecían estar muy pero muy preocupados, pensando en que debíamos hacer, pues esto arruinaba todos nuestros planes, debería estar durmiendo pues estos días son cruciales, pero no podía sacarme todo esto de la cabeza, por ahora solo pienso que será como jugar a la ruleta rusa.

Mía Howe, tendrás una oportunidad, no lo arruines.

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