en parís, sus diseñadores favoritos eran coco chanel y Jean patou. en lima, sus vestidos los confeccionaba el atelier de mocha Graña: Rose bercis. peruana. Un grupo de señoras de Lima, vestidas de negro, desfiló por la Plaza de Armas golpeando ollas y exigiendo que se expulsara de la Casa de Pizarro a quien llamaban “la concubina”. El padre de Clorinda, Fermín Málaga Santolalla, exministro de Leguía, perdió el saludo de viejos amigos. La familia Málaga, de vieja fortuna proveniente de minas de tungsteno y acostumbrada a un perfil discreto, sufrió mucho. Pero Clorinda afrontó los hechos con estoicismo y elegancia, y además cumpliendo una labor destacada como primera dama. Fue declarada Dama de Gracia Magistral de la Soberana Orden Militar de Malta y recibió la Gran Cruz de la Orden del Sol. La pareja presidencial visitó Francia, donde fue recibida por el general Charles De Gaulle; cenó con la reina Juliana de los Países Bajos; y se entrevistó en Japón con el emperador Hirohito. Estuvieron también en Reino Unido, Suiza, Italia y Alemania. Una mención especial merece la visita a Estados Unidos, que Manuel Prado y su esposa Clorinda realizaron el 19 de setiembre de 1961. Esa noche, John F. Kennedy y su esposa Jackie ofrecieron una cena en honor al presidente del Perú en la Casa Blanca, y para la ocasión, dos cantantes del Metropolitan Opera House entonaron arias de Mozart y Rossini. Clorinda era, por aquel tiempo, considerada entre las damas más elegantes del mundo por el “Daily Herald” de Londres; y aparecía fotografiada constantemente en la edición estadounidense de “Vogue”, en acontecimientos sociales reseñados por esta célebre revista. Su sobrina cuenta que, además de una anfitriona de exquisito gusto, Clorinda era muy sensible ante las necesidades de la población. “Se acercaba a la gente sencilla con apertura y cercanía. Yo creo que el origen de esa empatía estaba en la admiración que sentía por su ama de leche: ‘Mamá Lola’, una negra de Cañete a la que respetaba como si fuera su propia madre”.
Últimos años en Francia El golpe de Estado los sorprendió tan solo diez días antes de que Prado Ugarteche concluyera su segundo mandato. Y tras unas jornadas convulsas, la pareja se refugió en París, la ciudad en la que siempre había sido feliz. Los familiares que visitaban a Clorinda en la Ciudad Luz cuentan que la pareja tenía un Mercedes-Benz y un Rolls-Royce, conducidos por un chofer de Sri Lanka llamado Mainda. Su maitre era un francés llamado Albert. “Mi tía solía
“Uno de los últimos símbolos de la República aRistocRática” Doctor Juan Luis Orrego Penagos, historiador y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú Conocí a Clorinda, por pura casuali-
La señora Málaga, fallecida ya muy
dad, en febrero de 1980, en París,
mayor en Lima, en 1993, fue uno de los
en su elegante departamento de la
últimos símbolos de un país que se forjó
muy céntrica avenida Foch, el mismo
en los años de la República Aristocrática
que compartió con el presidente
y que dejó de existir a partir del golpe
Manuel Prado. Yo tenía 15 años,
militar de 1968. Una mujer hija de su
no sabía de quién se trataba hasta
tiempo, que nació en “cuna de oro” y que
ese momento. Me la presentó una
nunca conoció ningún tipo de carencia;
amiga de mi madre, que era esposa
su entorno familiar y cultural la hizo tener
de un diplomático griego, entonces
una visión señorial –o jerárquica– del
embajador de su país en la capital
mundo, por lo que, durante muchos años,
francesa. Mi impresión fue la de estar
prefirió el exilio europeo a los “desbordes”
ante una mujer distinguida, cosmopolita,
sociales que ya se veían venir en el Perú
no sé si frívola, pero sí una persona que
a partir de los años sesenta, y que ame-
cuajaba muy bien con la vida europea;
nazaban justamente ese “orden” en el
una mujer que, por voluntad propia,
cual ella había sido educada. Reina de
había querido desarraigarse por un
los lujos, de los grandes salones y de lo
tiempo considerable del Perú. En ningún
último de la moda occidental, hoy, una
momento le noté alguna intención de
urbanización del populoso distrito de
regresar, y eso que en 1980 había
Comas lleva su nombre, recordando,
expectativa por nuestro retorno a la
quizá, sus incursiones asistencialistas
democracia, luego de doce años
cuando fue primera dama, hace ya
de polémico gobierno militar.
más de cincuenta años.
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