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Cultura

C4 Correo del Caroní

Ciudad Guayana domingo 1 de septiembre de 2013

La página cultural del Ciela

Centro de Investigaciones y Estudios en Literatura y Artes de la Universidad Nacional Experimental de Guayana Año 1 - Nº 06 ciela@uneg.edu.ve

El día que conocí a Álvaro Mutis n Roger Vilain

rvil35@gmail.com

Jamás vi a Álvaro Mutis, y ni falta que hace. Los libros sirven entre otras cosas para cerciorarnos de que otro mundo es posible, de que otras realidades existen y te pellizcan la nariz, y la verdad es que si uno abre bien los ojos termina sudoroso, feliz de tanta cosa rara atravesada en el camino. Tengo la idea de que uno puede darle la mano a zutano, o intercambiar sonrisas con fulana, sin que para ello medie el cuerpo a cuerpo o el hecho práctico de tenerlos enfrente. Conocí a Álvaro Mutis una tarde de sol, en mi café predilecto, y fue García Márquez -amigo ya de años con quien aún no me he tropezado en persona pero qué puede importar- quien me lo presentó sonriente. “Yo no vengo a decir un discurso” (Mondadori, 2010), libro del Gabo que está cargado de discursos, y es más, que es todo él un discurso, fue la llave del encuentro que yo con un café, Gabriel con una birra y Mutis con un jugo de Guayaba helado, mantuvimos exactamente el domingo once de marzo a las 2:00 en punto de la tarde. “Es posible ser poeta sin morir en el intento”, leí en la página setenta y seis. Por supuesto, Mutis lo ha sido desde que tiene uso de razón y se las

arregla a cada rato para darle la vuelta cuentro del café que “ahogado de al asunto y sonsacar a otros, a los más tequila, con un amigo muy querido, jóvenes por ejemplo, con la subterrá- toqué a las cuatro de la madrugada en nea intención de que también pien- el apartamento donde Álvaro sobresen en serlo. “Los instiga a la poesía llevada su triste vida de soltero y a la contra la voluntad de sus padres, los orden. Descolgamos un precioso óleo pervierte con libros secretos, los hip- de Botero, de un metro veinte por un notiza con su labia florida y los echa metro, nos lo llevamos sin explicaa andar por el ciones e hicimos mundo”. Es la con él lo que nos buena acción de Se hace amistad con ellos, se lloran dio la gana. Álcada día, pre- las líneas que trazan, apenas se varo no me ha ocuparse por aguantan las risas de sus ocurrencias; dicho nunca una los otros, ganar los personajes logran salir del libro; palabra sobre el adeptos para la asalto, ni movió literatura, pre- sus inventores se vuelven compadres un dedo para satendiendo en- tras un largo transitar de páginas. Los ber del cuadro”. tonces que éste conocemos, sí. Y no habrá nadie que Entonces otra sea un mejor lu- dude de eso. A Álvaro Mutis lo conovez salta el cogar para vivir. cen todos y con él se disfrutó sin lugar nejo de la entreHe dicho que visión, especie a duda de una buena tarde de jugo, conozco a Mude rendija por tis, y es verdad, café y birra, a costa de Botero, un día la que se cuelan y he comentado de esos. ¿Se habló en italiano? años de amistad, asimismo que no de guiños cómlo he visto ni en pintura, lo cual tam- plices, años en que aún sin saber que bién es un acierto. Sin embargo, ya Álvaro Mutis era mi amigo, que nos desde hace décadas andábamos por conocíamos lo suficiente, que venga, la vida de fiesta en fiesta o de esquina hombre, vamos a tomar unas cerveen esquina, compartiendo gracias y a zas en el bar de Eusebio y demás hierpropósito de cierta idea del universo, bas, siempre anduvimos más cerca de del vivir, de lo bueno o de lo malo, lo que hoy pudiera imaginar y ahí esque está presente en ambos desde los taba el tipo, sin que me diera cuenta, tiempos en que nos tratábamos sin y ahí estaba yo, ignorando estar de siquiera imaginarlo. cabo a rabo. Contaba García Márquez en el enConocí a Álvaro Mutis sin perca-

tarme del asunto porque se puede andar hurgando por la vida, claro que se puede, y atravesar el universo, y creer que estás metido en aguas solitarias y entonces, en un parpadear, descubrir que no es así y que ese señor gordo y simpático que de golpe aparece a un lado tuyo es en verdad uña y curruña desde hace una punta de años. “En Roma, en casa de Francesco Rosi, hipnotizó a Fellini, a Mónica Vitti, a Alida Valli, a Alberto Moravia, a la flor y nata del cine y las letras italianas, y los mantuvo en vilo durante horas, contándoles sus historias truculentas del Quindío en un italiano inventado por bi bobi, 2009. Amistad, etc., bo él, y sin una sola palabra de italiano”, y además, “en París, espebre esto o aquello, o quizás ni tanto, rando a que las señoras acabaran de a veces azarosa, y nace en ocasiones comprar, Álvaro se sentó en las gra- antes de que te enteres. Jamás vi a Áldas de una cafetería de moda, torció varo Mutis, y ni falta que hace, pero la cabeza hacia el cielo, puso los ojos Álvaro mutis es mi amigo. en blanco y extendió su trémula mano Digo ahora que ha habido mil cade mendigo. Un caballero impecable fés de por medio, caminatas por la le dijo con la típica acidez francesa: plaza, por alguna avenida de México ‘es un descaro pedir limosna con se- o Colombia, muchas, muchas expemejante suéter de cachemir’. Pero le riencias traídas por los pelos que sólo dio un franco. En menos de quince confirman nuestra pertenencia a un minutos recogió cuarenta”. Creo que perímetro común en cuestiones de la amistad es así, relajada, un ajedrez existir, en menesteres de la hermosa de elementos enlazantes, de percep- condición humana. ciones más o menos compartidas so-

El Comelibros Sobre la lectura Marcel Proust particulares puntos de vista sobre el lugar que deben ocupar los libros en la actividad creadora y el papel indisHoy es un buen día para recomen- cutible que tienen en nuestra vida. dar al escritor francés Marcel Proust, También, nos describe su niñez y releerlo es adentrarse, desde un len- lata cómo la literatura lo acercaba a guaje sencillo, al significado de la un mundo inmaterial, pero importante para él, mundo lectura, la escritura que era posible y la narrativa; este La minuciosidad de Marcel sólo cuando leía autor invita desde construyó una obra que con lenporque, en el intelas primeras páginas a intimar con el rela- titud, igual a la vida, describía el rior de ese espacio to, con las palabras y placer de un ponquecito. En esta abierto por el libro, sus tardes dehasta con el silencio. oportunidad no hablaremos de dicadas a la lectuLeer a Proust es abrir En busca del tiempo perdido, si ra contenían “más la puerta a la dimenno de un pequeño ensayito que acontecimientos sión literaria, sin aledramáticos que jarnos demasiado de habla del arte de leer. todos los ocurrila realidad porque sus dos en una vida entera”. obras parecen hablar de nosotros. El autor también se propone deEn esta oportunidad, les invito a devorar de Proust su ensayo titulado mostrar que la obra literaria es “una Sobre la lectura, allí encontrarán sus especie de instrumento óptico” que

n Ángel Gutiérrez @agape270984

permite al lector “distinguir” aquello que tal vez, sin el libro, no habría observado dentro de sí mismo, por lo que la manera en que los libros entran en comunicación con sus lectores determinará, mediante el ejercicio del pensamiento que la lectura propicia, su búsqueda de la verdad para alumbrar finalmente el conocimiento que se tenga de sí mismo y de su entorno. La vida, la experiencia cotidiana colo-

Realizadores Jatniel Villarroel (Coordinador) Carmen Rodríguez Roger Vilain Carlos Espinoza Fabiola Mendoza Ángel Gutiérrez Diego Rojas Ajmad

ca al ser humano frente a situaciones difíciles de interpretar y en las cuales no siempre es fácil salir ilesos debido a sus complejidades; en semejante situación, la lectura de textos literarios puede adquirir un rol determinante en el reencuentro con uno mismo, enriqueciendo con significados la permanencia en el mundo. Sobre la lectura, escrito en 1905, es un breve ensayo de 76 páginas que va más allá de una simple autobiografía del escritor, se trata de descifrar desde la mirada de la infancia ¿qué hacemos y qué nos pasa mientras nos entregamos a la lectura? Para Proust, “se disfruta siempre un poco de salir de sí mismo, de viajar cuando se lee”. Por todo esto, busque este interesante libro de la mano de la Editorial Libros del Zorzal publicado en 2006. Disfrútenlo.

La variedad reina en la fiesta de la orquídea En su segundo día, la exposición atrae a personas de toda Venezuela, que resaltan su organización y calidad. n Oriana Faoro La XX Exposición Nacional de Orquídeas del Caroní continúa deslumbrando en su segundo día, no sólo a residentes de Ciudad Guayana, sino a personas de todo el territorio nacional, que han viajado este fin de semana a tierras guayanesas para presenciar el espectáculo floral que se lleva a cabo en el sótano tres del Ecomuseo del Caroní, y finaliza hoy. Desde el estacionamiento del lugar se pueden apreciar a los visitantes colocando en los En el evento se maleteros de sus carros varias bolencuentran a la sas, como si estuventa alredevieran haciendo dor de 100 tipos mercado: producto de sus compras de orquídeas, en la exposición, de las 500 la que se pueque se pueden en den adquirir 100 observar en tipos diferentes de los stands, orquídeas, de entre las casi 500 que dedicados a se muestran en los la exhibición stands de exhibidel trabajo de ción, perteneciendelegaciones tes a delegaciones orquideológique vienen de cas de todo el todo el territorio nacional. país.

Carlos Sánchez, representante de Jardín Karuna, del estado Aragua: “La exposición ha estado muy buena. Traemos mucha variedad, tenemos una orquídea que huele a chocolate”.

Corina Fernández, asistente a la exposición, de Upata: “Es la primera vez que vengo a un evento así, pero me pareció hermoso. Me llevo varias orquídeas para empezar a cultivarlas”.

Minelta Borboa, asistente a la exposición, desde Nueva Esparta: “Ha estado muy buena, hay una gran variedad de orquídeas, vas caminando y cada vez te sorprendes más y más”.

Lucas Noriega viene de El Tigre, estado Anzoátegui, y asiste todos los años a la Exposición Nacional de Orquídeas del Caroní. Es amante confeso de estas flores y ha hecho una compra bastante variada y numerosa: “Esta año han traído más variedad, aunque están un poco más caras. La exposición ha estado bastante organizada y bonita, además que el lugar es muy agradable”, opinó Noriega, refiriéndose a las instalaciones del Ecomuseo. “Viendo tanta belleza de las flores, uno anda contento”, compartió Pedro Fernández, aficionado a las orquídeas,

quien viajó con su esposa desde Upata, para “comprar unas que me faltan para completar mi jardín”. Fernández destacó la amplia variedad y los “precios solidarios” en la venta que ofrece la exhibición. Minelta Borboa también opinó que “los precios son accesibles”. Reside en Nueva Esparta, pero viaja todos los años para asistir a la exposición de Caroní. “Hay una gran variedad de colores y tamaños, que te permiten conocer la diversidad de la orquídea. Vas caminando y cada vez te sorprendes más y más”.

Orquídeas especiales

Con sólo dar algunos pasos por la exposición comienzan las sorpresas. “Te voy a mostrar una orquídea que huele a chocolate”, dijo Carlos Sánchez, orquideólogo, representante de Jardín Karuna, proveniente de la localidad Tarajera del Consejo, en el estado Aragua. Efectivamente, este tipo de orquídea, llamada Oncidium Sherry Baby, tiene un olor muy similar al cacao, que emana de sus pequeñas flores y se puede obtener a 350 bolívares. Sánchez resaltó que la exposición “ha estado muy buena este año”, y destacó la Phalaenopsis u orquídea mariposa como la más vendida, “sobre todo porque se da muy bien en interiores”, recomendándola como buena opción para

FOTOS JOSÉ LEAL

Las Vandas, Cattleyas y Phlaenopsis destacan como las más vendidas en la exposición

aquellos que quieren empezar a cultivar orquídeas, e indicó que su precio oscila entre 300 y 450 bolívares. Armando Ventura es representante de la Distribuidora Falerna Orchids, proveniente de Caracas. El negocio comenzó hace 20 años de la mano de su padre, por lo que la orquideología es tradición familiar en este establecimiento. Falerna Orchids tiene seis años consecutivos participando en la Exposición Nacional de Orquídeas del Caroní. En palabras de Ventura, “en las ediciones pasadas nos han visitado hasta 5 mil personas, y esperamos superar la cifra

este año”, aprovechando para resaltar la alta afluencia del público estos dos días. El orquideólogo destacó que la mayoría de ejemplares que se ofrecen de la flor “son híbridos creados en laboratorio o cultivados por nosotros en nuestros viveros”, subrayando las Cattleyas y las Vandas, como las más vendidas. Estas últimas “se dan muy bien en climas cálidos como el de Puerto Ordaz”, dijo Ventura, como una recomendación a la hora de comprar; y mencionó que se pueden adquirir entre 200 y 250 bolívares sin florecer, y florecidas entre 600 y 800 bolívares.


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