Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente
Los mejores aliados de los arrecifes
Peces loro, de las familias más importantes
Los peces loro o pericos son de los más conocidos entre los peces herbívoros. Sus dientes están fusionados con la superficie externa de los huesos de su mandíbula, lo que les da un aspecto similar a los picos de las aves del mismo nombre. Esta fuerte dentadura les permite raspar, morder y moler las macroalgas y microalgas que viven en simbiosis con el coral. Cuentan también con otro grupo de dientes en la faringe, especializados en moler, cortar y triturar. Estas características les permiten limpiar y disminuir la cantidad de macroalgas para mantener sanos a los arrecifes coralinos. Según varios estudios, en áreas donde hay grandes cantidades de peces herbívoros, particularmente de peces loro, hay una mayor probabilidad de reclutamiento de corales y formación de arena. ¡Ciertos peces loro pueden producir más de 100kg de arena al año! Existen más de 90 especies de pez loro. La más grande puede llegar a medir hasta 1.3 metros de longitud y la más pequeña, hasta 13 centímetros. En promedio, la mayoría de estos peces mide entre 30 y 50 centímetros de largo.
© Stephen Frink
Varios estudios han demostrado que el papel fundamental que desempeñan los peces herbívoros en la salud y sobrevivencia de los arrecifes de coral consiste en limpiar esos ecosistemas de las macroalgas que compiten con ellos por luz y espacio. La presencia de peces herbívoros evita lo que se conoce como ‘cambio de fase’, que se refiere al reemplazo de coral vivo en los arrecifes por macroalgas. Revertir ese cambio, mencionan expertos, puede ser muy complicado, por lo que la protección de estos peces es crucial para el manejo y conservación de los arrecifes coralinos.
Son importantes también para el proceso de bioerosión, que consiste en el desgaste de esqueletos coralinos y en la limpieza de las áreas necesarias para el reclutamiento, crecimiento y sobrevivencia de corales y algas coralinas. Un proceso importante relacionado con la bioerosión, es la excreción de arena blanca, algo que los peces loro hacen luego de morder y comer pedazos de roca arrecifal mientras se alimentan de las macroalgas y microalgas que lo cubren. Científicos estiman que el 70% de las playas blancas del Caribe y de Hawái han sido formadas con la arena expulsada por los peces loro. Se estima que
allí un pez adulto puede llegar a excretar entre 40kg y 200kg de arena por año7. En general, los peces herbívoros contribuyen a la resiliencia de los arrecifes, es decir, a la capacidad de recuperación de estos ecosistemas ante las amenazas ambientales. El problema del incremento de la cobertura de macroalgas es que cambia la estructura física del arrecife, y este deja de ser un sistema de acreción y empieza a erosionarse, provocando que se pierdan muchos de los servicios ecosistémicos que proveen, dejando de ser un sistema altamente productivo.
Amenazas Cambio climático
El cambio climático es una de las amenazas más serias que enfrentan los arrecifes de coral y los ecosistemas asociados. Entre los principales riesgos que implica está el aumento de la temperatura y del nivel del mar, así como la acidificación de los océanos. Según expertos, la menor presencia de herbívoros en los sistemas arrecifales afecta su resiliencia, reduciendo su capacidad de recuperarse ante fenómenos naturales como los huracanes, que son cada vez más intensos debido al aumento en las emisiones de gases efecto invernadero. Estudios en Bermudas demuestran que los arrecifes sanos y protegidos de la sobrepesca han sobrevivido a cuatro huracanes desde 19848 . En los arrecifes de Belice, cuya población de peces se ha disminuido por la sobrepesca, la cobertura coralina ha sufrido un declive del 49% después de tres huracanes9. Esto evidencia la necesidad de proteger a estos peces.
¿Dónde viven? Los peces herbívoros son muy abundantes en aguas tropicales y subtopricales, y son muy abundantes en la región del IndoPacífico, Océano Atlántico, y Mar Caribe. Su distribución abarca las zonas costeras de Centroamérica, incluyendo al Sistema Arrecifal Mesoamericano, que se extiende por las costas de México, Belice, Guatemala y Honduras, las islas del Caribe, y las costas de Colombia, Venezuela, y Brazil. Se encuentran también en el Océano Pacífico Oriental, específicamente en el Golfo de California en México, en formaciones arrecifales coralinas y rocosas 2 3. En México, y en el caso particular de Cabo Pulmo y región de Cabo del Este, existen áreas de arrecife coralino con una alta cobertura de corales que albergan a grandes poblaciones de peces, corales y algas 4 . También hay peces herbívoros en parte del Pacífico Este Tropical, principalmente en el Corredor Marino, que incluye a las costas de Ecuador, Costa Rica, Colombia y Panamá5 6.
Peces herbívoros y arrecifes de coral: una relación que debemos proteger
Sobrepesca
En la región del Caribe, comunidades pesqueras que dependen de esta actividad para subsistir han sobreexplotado varias especies de peces y pelágicos comerciales. La falta de esas especies los ha llevado a dirigir su captura a los peces loro, cuya población ha disminuido en gran medida. La falta de peces herbívoros, y peces loro, ha resultado en un incremento de la cobertura de macroalgas en varios arrecifes de coral de la región del Caribe, lo que representa una amenaza grave para su supervivencia.
Destrucción y fragmentación del hábitat
Junto con la deforestación de manglares y el dragado de pastizales marinos ha afectado grandemente el ciclo de vida de varias especies de peces loro. Asociada a esta pérdida, la cobertura coralina ha sufrido una reducción drástica en los últimos 20 años. Cabe resaltar que la degradación del hábitat también incrementa la sedimentación y concentración de nutrientes, causando un aumento en la cantidad de macroalgas. Algunos ejemplos incluyen la creciente industria turística y la demanda de infraestructura costera, en donde las malas prácticas destruyen los manglares, los pastizales marinos, los humedales y las dunas costeras8.
Contaminación
©Damedias
©Brian Gratwicke
En varios países del Caribe, particularmente en México, Belice, Guatemala y Honduras, se han registrado altas cantidades de contaminantes químicos debido al incremento de la agricultura y el manejo inadecuado de aguas residuales en zonas costeras. Otras, incluyen el mal manejo de cuencas y el desarrollo costero desorganizado y sin los estudios de impacto ambiental correspondientes. Los altos niveles de contaminación se vincula principalmente con el incremento de enfermedades en los corales y el crecimiento de algas.