Tendencias De esta forma, los investigadores pudieron comprobar que hay personas que tienen cierta predisposición a la felicidad y otros a estar abatidos, más allá de las circunstancias. Pero no todo depende de la genética, ya que el 50% restante dependería de factores externos, tales como las relaciones sociales, la salud, el éxito laboral y la postura que se tiene frente a la vida. Respecto a esto último, el psicólogo y académico de la Universidad de Santiago (USACH), Pablo Vera desarrolló una investigación en la que demostró que las personas optimistas tienen mayores habilidades para solucionar problemas que otros, y ante esta situación obtuvo como conclusión que aquellos que se caracterizan por tener un carácter más positivo, suelen ser más felices, debido a que tienen mejor calidad de vida, menos ansiedad y estrés. La psicóloga María Paz Rodríguez, asegura que concuerda completamente con los resultados de la investigación, y señala que si bien el ser una persona optimista no significa que será completamente feliz, sí ayuda a ver la vida desde una perspectiva mucho más positiva y alegre, evitando en muchas ocasiones los estados de tristeza profundos y las depresiones. Además, aclara que en cualquier período de nuestra vida podemos comenzar a ser más optimistas, ya que al igual que el pesimismo son actitudes que se aprenden con el tiempo. Si desea comenzar a ver la vida de una manera más positiva y comprobar qué tanto cambia su percepción sobre la felicidad, la especialista recomienda seguir las siguientes recomendaciones: 1) Mantener un estilo de vida saludable. A través de una buena alimentación, durmiendo adecuadamente y realizando actividad física. 2) Aprender a ver las cosas negativas desde diferentes puntos de vista. 3) Pensar que lo negativo es una situación pasajera. 4) Permanecer siempre en contacto con personas consideradas cercanas. El apoyo de amigos, familia, grupos deportivos es muy relevante. 5) Incorporar situaciones gratificantes al diario vivir. 6) Tener un hobbie que le permita distraerse de la rutina
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