La realidad viene a recordárnoslo una y otra vez: por buenos que sean los materiales de una instalación, ninguno de ellos es inmune a las averías. Las causas de estas agresiones son muy variadas y, con suma frecuencia, para llegar a identificarlas es necesario que químicos y especialistas en materiales con experiencia y que hayan recibido una formación científica, e ingenieros familiarizados con la fabricación y transformación de los productos y personas que conozcan los entresijos de su montaje, colaboren juntos en una investigación que, en ocasiones, nada tiene que envidiar al desenmascaramiento de una trama detectivesca. Pero, claro, todo eso es algo que lleva mucho tiempo.