DAR APOYO Y CONTENCIÓN CUANDO LA LACTANCIA NO VA BIEN

Olga Rosales Saade, LLL, IBCLC

No estamos preparadas para lo duro que pudiera llegar a ser la lactancia en algún momento, y la angustia que puede causar en nuestros corazones. Escuchamos sobre la alegría que traen los bebés, el lazo, su olor, su dulzura – tal vez alguien menciona estar muy cansada o no haberse bañado fácilmente en las primeras semanas. Estamos culturalmente condicionados a preocuparnos más por el parto que por la lactancia.

Algunos tips para apoyar a una madre que está sufriendo con la lactancia :

Mantenerse enfocada en ella: Se consciente de permanecer en el presente con ella, éste es realmente el regalo que le puedes dar. Muchas de nosotras hemos tenido dificultades en la lactancia, y en ocasiones la inclinación es rápidamente ir a nuestra historia y cómo sobrevivimos.

Contar mi historia no ayuda. Está bien reafirmar que tú has sentido algo similar; lo que no está bien es enfocarte en hablar de ti misma. En este momento, lo que necesita es atención solo en Mamá y Bebé.

Escucha activa: Parafrasea lo que la madre dice, al repetir lo que escuchaste, no vas a decirle algo que ella no sabe, y le vas a mostrar que estás escuchándola. Nunca subestimes el poder terapéutico de ser buena escuchando. Si no es lo que está sintiendo, te lo puede aclarar ofreciendo más información:

No temas tocarla: Cuando las lágrimas empiezan a correr, la mamá se puede sentir quebrada, con los sentimientos a flor de piel y estar en público puede empeorar los sentimientos. Si eres otra madre o mujer, puedes tocar su hombro, tomar su mano u ofrecer el confort de un abrazo. A veces, tocar puede dar un apoyo más sólido que las palabras.

No abrumarla con demasiadas explicaciones: evita hacer que el trabajo se vea muy complicado de hacer, o complicarle más a la mamá. Darle opciones sencillas, y poco a poco.

Dejarla decidir cuándo ha terminado: La familia y parientes bienintencionados que se preocupan del bienestar físico y emocional de la mamá pueden tratar de convencerla de que ya hizo un gran esfuerzo y que es suficiente. Mamá es la única que puede juzgar eso. Continúa motivándola Este es su maratón para correr – ella decide el ritmo, la ruta, cuándo descansar, o hasta cuándo detenerse – tú anima desde un lado, no importa en qué parte de la carrera está, no importa cómo te sientas tú sobre su situación.

Acepta su lucha. Acepta sus sentimientos. Ábrete a su realidad y aumentarás su voluntad de aceptar tu ayuda. Cuando llegue a su otro lado (cuál sea su otro lado), será con recuerdos positivos del apoyo y el cuidado que se les brindó a ella y a su bebé. Para realmente ayudar, necesitamos evitar juzgarla y estar dispuestas a aceptar sus sentimientos y su realidad.

"Un día a la vez". "Eres maravillosa y fuerte y esto valdrá la pena" "Sí importa" "Te apoyo y estaré aquí para apoyarte si tú decides seguir intentando o si quieres parar". "Te valoro y te admiro como mamá y como persona, sin importar tu decisión.”