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Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano
y tasas de interés
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Ciudad de México, 24 de enero de 2023.- Todavía el año pasado no había dudas en las filas de Morena y en Palacio Nacional sobre la prolongación durante otro sexenio del régimen de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) con el triunfo de la “corcholata” favorita, Claudia Sheinbaum. Pero ahora, ni siquiera hay certeza que alcance la jefa de Gobierno de la CDMX la candidatura presidencial del partido del presidente, mucho menos consideran un hecho ganar la elección presidencial del 2024. Tras la elección federal de 2021, el panorama cambió y, junto con el ocaso y los errores de la administración del presidente López Obrador, se complicó en grado superlativo. Conforme siga la debacle de la actual gestión federal y las confrontaciones en el interior del partido oficial y sus aspirantes las posibilidades de triunfo de la alianza Va por México en los próximos comicios federales aumentan. De ahí la presión al macuspano.
En las últimas 48 horas se ha complicado el quehacer gubernamental. Los escándalos sobre la ministra Yazmín Esquivel, los dos últimos “incidentes” en el Metro a los cuales se une el encarcelamiento durante 72 horas de una ama de casa a quien se le cayó el repuesto requerido para la reparación de su lavadora; el propósito de mantener información muy puntual sobre el juicio de García Luna, cuando, según reportó el INEGI, del 2020 al primer semestre del 2022, murieron 771 mil mexicanos por la mala conducción de la pandemia y, al doctor Muerte no se le hace ninguna referencia judicial sobre su participación en esta auténtica masacre; la urgencia de recobrar la calificación aeroportuaria, la cual llegará dentro de un par de meses, si es que llega con aprobación, unida al relajo con la carga; el caos del transporte público con lo cual se demuestra no es capaz el gobierno, ni el federal, ni los estatales y menos aún los municipales de resolver, por lo tanto ¿qué podemos esperar? A nivel internacional y tal como lo había anunciado no se presentó López Obrador a la Cumbre en Brasil porque Lula no aceptó venir primero a México. O sea.
El sabotaje, culpar a los neoliberales, a los conservadores, a los periodistas, hacerse pasar como diferentes “a los de antes”, ya no satisface a quienes escuchan a diario el mañanero, menos aún cuando se presenta como justificación para tapar la cadena de errores, omisiones, corrupciones, vigentes. Sobre el transporte, este ha sido la piedra del zapato de muchos gobiernos.