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Crecimiento y nutrición
Marcada Por Nuestros Ancestros Y El Entorno
Factores extra alimenticios que determinan una óptima nutrición en las infancias:
Ambiente: el estilo de vida, hasta el cambio climático, es capaz de alterar las decisiones y hábitos de consumo en las infancias.
Social: el ambiente familiar, escolar y el círculo de amigos determinan las decisiones alimenticias de las infancias.
Económico: determina el nivel de acceso a alimentos saludables y nutritivos.
Político: la gobernanza debe proveer los insumos necesarios para que los alimentos sean accesibles y nutritivos para las infancias.
Fuente: Sudip Datta Banik, investigador en nutrición y crecimiento infantil del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Mérida

Si bien los alimentos son la fuente principal de proteínas y vitaminas, los cuales influyen en un buen desarrollo y nutrición infantil, existen otros factores que son determinantes a lo largo de su crecimiento.
Un artículo publicado en la Revista de Educación Nutricional señala que los cambios dramáticos en los estilos de vida y el medio ambiente alteran significativamente los patrones de alimentación de los niños, pues estos están determinados en función del lugar donde crecen.
Por ejemplo, un niño que vive en una capital es más propenso a estar influenciado por la publicidad de comida procesada, pero tiene mayor alcance a una diversidad de alimentos, en compa- ración con un infante que crece en una zona rural con productos limitados, pero de estación.
“El crecimiento y desarrollo infantil es un proceso muy complejo, hablar de proteínas y vitaminas no es suficiente porque hay muchos aspectos ambientales, sociales, económicos y emocionales involucrados”, indica Sudip Datta Banik, investigador en nutrición y crecimiento infantil del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Mérida.
El especialista señala que la nutrición, y por ende, la propensión a absorber correctamente las proteínas y vitaminas de los infantes, está marcada por la carga genética que heredan los niños, particularmente de madre, pues ella le transmite al feto una serie de características que lo hacen más, o menos, sensible a los nutrientes.
De acuerdo con su investigación, un recién nacido obtiene de su madre codificaciones genéticas relacionadas con la nutrición o desnutrición, como propensión a la diabetes u obesidad; sin embargo, a lo largo de su vida está en sus manos -y en el entorno donde crece- generar resistencias y fortalecer su sistema inmunológico.
“Después de su nacimiento, una persona acumula hasta los 20 años, aproximadamente, una serie de características que se guardan en el código genético que le heredará a sus hijos, por eso es importante consumir proteínas y vitaminas de alimentos de calidad desde la niñez”, añade el investigador.
Comer bien para heredar bien
Alimentarse bien y darle una dieta balanceada a las infancias es luchar contra los cientos de años de mal nutrición en México, así lo expresa la directora del CMN, quien indica que “los mexicanos nacemos como con un sello y código de barras”.
“Tenemos una carga genética que hemos heredado de nuestra madre, abuela y de todos aquellos que nos preceden, por eso es importante leer las etiquetas, consumir alimentos frescos, para que quienes vienen después de nosotros tengan mayores oportunidades nutrimentales”, expresa la investigadora.
El consumo adecuado de proteínas y vitaminas le dan a los niños y niñas la energía adecuada, así como los nutrientes necesarios para una vida saludable. Pero estos no solo deben venir con alimentos de calidad, pues, además, un estilo de vida sin estrés, las actividades físicas y recreativas son las que aportan para tener un crecimiento óptimo para los infantes hoy y del mañana.