Cuán científico es el tratamiento ortodoxo del cáncer? Por Walter Last - Nexus, Volumen 11, Número 4, JunioJulio 2004 La profesión médica presume de la rigurosa investigación científica que respalda su enfoque en el tratamiento del cáncer. Alguien que acabe de recibir un diagnóstico de cáncer, se enfrenta a una enorme presión de nuestro sistema sanitario para que inicie inmediatamente un programa de tratamiento médico científico, que incluye cirugía, quimioterapia y radiación, en varias combinaciones. En pleno estado de miedo y conmoción, muchas personas en esta situación no pueden competir con el abrumador poder de la autoridad médica. ¿Cómo reaccionarían ustedes en esta situación? Quizá para los problemas simples de salud se inclinen hacia las terapias naturales, pero para algo tan serio como el cáncer se pueden sentir más seguros con los métodos verificados y comprobados de la atención médica ortodoxa. Sin embargo, si tiene la oportunidad, siga leyendo antes de tomar su decisión final. Usted podrá apreciar mejor el tratamiento natural del cáncer. En este artículo he reunido algunos pequeños hechos conocidos sobre la ciencia que hay tras el tratamiento ortodoxo del cáncer. En la investigación sobre cáncer, el éxito – expresado en una proporción de supervivencia de cinco años – se establece al comparar otras formas de combinaciones del tratamiento, con los resultados de realizar solamente cirugía. Sin embargo, el índice de éxitos de la cirugía se ha comparado muy pocas veces con los índices de supervivencia de los pacientes que no han recibido ningún tratamiento, y nunca se ha comparado con el de los pacientes que han adoptado terapias naturales. Por tal razón, el tratamiento ortodoxo contra el cáncer es básicamente no científico. En conjunto, el supuesto índice de curación no es superior al que se puede contabilizar por remisiones espontáneas y por el efecto placebo. En apoyo de mi posición, trascribo las siguientes declaraciones y conclusiones clave, extraídas de publicaciones médicas y científicas: "Los estudios parecen mostrar que una intervención precoz es de ayuda, porque las lesiones precancerosas están incluidas en las extirpaciones tempranas que frecuentemente no se convertirían en cancerosas si se dejasen intocadas [el énfasis es del autor]."