CapĂtulo VIII - -/ ĂŠ, -* , /", "\ĂŠ ĂŠ 1 AMAZĂ“NICA DEL CUERPO
El lujo de respirar El aire limpio lo es todo, es la esencia de la vida, sabemos que estĂĄ ahĂ sin reflexionar mucho sobre ello. Pues tenemos el aire, aunque quizĂĄs no tan limpio, y lo respiramos continuamente, aunque quizĂĄs no a ÂŤpleno pulmĂłnÂť, y con eso funcionamos. Se puede aguantar algĂşn tiempo sin agua, sin comida, con menor volumen de la sangre, pero sin aire no. Se estima que solo podemos vivir sin respirar unos pocos minutos. Muchas cosas importantes y determinantes en nuestra vida las empezamos a valorar, apreciar y buscar en cuanto las perdemos; lo mismo pasa con las personas que padecen enfermedades crĂłnicas del sistema respiratorio, ellos echan de menos este placer, tan sencillo para muchos, de llenar con fuerza y libertad el pecho con el aire dulce, a pleno pulmĂłn, y despuĂŠs poder correr. SueĂąan con estas sensaciones.
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