Revista Conaif 237

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Editorial

Digitalización

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omo sabéis, a finales del año pasado pusimos en marcha un proyecto de transformación digital para las empresas instaladoras y sus asociaciones, gremios y federaciones de asociaciones con el que dimos respuesta a una tendencia que es creciente en el mundo empresarial. La digitalización ha traspasado todo tipo de barreras hasta convertirse en una necesidad de las empresas para hacerlas evolucionar y que sean más competitivas, más aún con la llegada de la pandemia hace ahora un año, que ha acelerado su implantación.

Entre otras ventajas, amplía las oportunidades de negocio, agiliza los procesos, mejora la eficiencia y reduce los costes.

Todo esto de forma general pero es que además en el caso particular nuestro, el de las empresas instaladoras, nos encontramos con clientes altamente digitalizados ya que demandan servicios del mismo cariz y con fabricantes, distribuidores y compañías energéticas inmersas en profundos proyectos de transformación digital de los que van a surgir nuevos productos y servicios, accesibles únicamente a través del entorno digital y disponibles solo para empresas instaladoras que estén digitalizadas. También la Administración en cualquiera de sus niveles avanza en este mismo sentido, hasta tal punto que está dejando de prestar servicios presenciales en su relación con las empresas y obliga a realizar multitud de trámites de manera online.

Por este motivo y por las ventajas generales señaladas anteriormente, nuestras empresas instaladoras deberán seguir más pronto que tarde la misma senda por la que transitan la Administración y la mayoría de los integrantes de la cadena de valor.

manda para conceptos ligados a la transformación digital como el hogar conectado, el Internet de las Cosas o los dispositivos inteligentes, es creciente entre el colectivo.

Pero posiblemente algunos os preguntaréis –y con razón– cómo se puede digitalizar un servicio como el que los instaladores prestamos que solo puede ser presencial. Ciertamente en la mayor parte de los avisos recibidos la presencia in situ del instalador será obligada, pero habrá casos también que podremos atender a distancia si estamos digitalizados, utilizando la tecnología para solucionar incidencias menores de los clientes, tal y como hemos puesto en práctica algunos de nosotros durante la borrasca de principios de año que paralizó amplias zonas de España.

En cualquier caso, el concepto de digitalización va mucho más allá de la forma como prestemos el servicio, si presencial o no. Lo esencial para nuestras empresas instaladoras es que sirva para optimizar los procesos de trabajo mediante la implementación de tecnología, herramientas digitales y recursos tecnológicos, lo que las llevaría a mejorar resultados en aspectos como la atención al cliente y su fidelización, la gestión de los avisos de trabajo y bases de datos o el proceso de facturación y formas de comunicación con el público objetivo, entre otros. Para ello se requiere un cambio de mentalidad en los instaladores. Un cambio que nos lleve a reorientar nuestras empresas con estrategias digitales, adaptándolas a los nuevos tiempos sin dejar que se queden atrás.

El proyecto de digitalización que estamos desarrollando por medio de la Comisión de Nuevas Tecnologías pretende facilitar la tarea. Muchas ya se han puesto manos a la obra pues la de-

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Conaif

nº 237 Marzo Abril 2021


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