

Después de un 2022 histórico, la Fábrica de Futuro de la Fundación San José Obrero arranca el 2023 con una inercia que da vértigo. Al enorme proyecto y desafío de construir la Escuela Fábrica en el predio otorgado por la Municipalidad de Bariloche en el Barrio Omega, con sus 35 talleres de oficios, su planta de construcción de viviendas modulares incluida y la nueva escuela de oficios para adolescentes, se suma la inauguración en el Barrio Vivero del Nodo de Entramados Productivos, que funcionará al lado de “El Umbral, refugio de vida” (un espacio para sanar las heridas individuales y colectivas). Tanto el predio del Barrio Omega como el del Barrio Vivero fueron otorgados por la Municipalidad de Bariloche por decisión del Intendente Gustavo Gennuso, y empujan muy fuerte el trabajo que la Fundación viene haciendo en el alto de Bariloche, que hoy contiene en sus procesos a más de 700 familias de la ciudad.
En estos primeros días de enero pudimos avanzar con Claudio Otano y Paula Bozzo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Bariloche, Sebastián Terrero del Ministerio de Desarrollo Social de Nación y Rocío Zanier del equipo de Oscar Menteguía del Ministerio de Infraestructura de Nación en el inicio del proyecto. El propio Oscar estuvo unos meses atrás visitando la Fábrica de Futuro y nos propuso asumir el desafío de Construir un Nodo en Bariloche.
Pensando en la Fábrica de Viviendas que se viene, pero en todos los talleres de la Fábrica que crecen duro y parejo, inscribimos unos meses atrás (con coordinación de Sebastián Fuentes) la cooperativa “Fábrica de Futuro”. Esa gestión toma especial relevancia ahora por el proyecto en el predio del Barrio Vivero, dando lugar especialmente a
las y los jóvenes de ese sector tan vulnerado de la ciudad, donde se establecerá, además del Refugio de Vida El Umbral, un lugar de producción y venta de alimentos y bienes nacidos desde la economía social.
Oscar Minteguía, director de la Unidad Ejecutora Interjurisdiccional de la Obra Pública, primera experiencia de trabajo asociativo impulsado desde el Ministerio de Obras Públicas, explica que el objetivo en la creación del Programa de Entramados Productivos “es trazar lazos con las organizaciones de la producción y del trabajo autogestivo. El programa coloca infraestructura para apoyar entramados productivos regionales y microregionales y así aumentar y concretar las oportunidades de generación de riqueza y de generación de ingreso y empleo digno para miles de productoras/es y trabajadoras/res autogestivos, en todo el territorio.”
La Fundación San José Obrero coordinará un proceso que arranca sumando al SOYEM y a la Chacra Agroecológica Trypai Antu, y que en el futuro irá sumando actores que desde la economía social sumen trabajo y producción para la gente de los barrios populares de nuestra ciudad. Pero no queda solo ahí. Los distintos nodos a lo largo y ancho del país deberán ir construyendo sinergia en una red de complementariedad: dulces producidos por el Taller de Conservas de la Fábrica de Futuro podrán ser vendidos en el litoral que mandará yerba de su producción para comercializarla en el alto de Bariloche.
“El Futuro se hace a mano y sin permiso, arando el porvenir con viejos bueyes” dice el cantor. Siempre fuimos por ahí. Creemos que no hay futuro sin Educación, Trabajo y Familia para nuestros jóvenes y ese porvenir hay que trabajarlo duro.
El 20 de diciembre del 2022 se realizó otro cierre histórico del ciclo lectivo de la Fábrica de Futuro. El año pasado, cuando hicimos el acto con la entrega de diplomas habíamos pensado “si ya somos casi 200, ¿cómo vamos a hacer el año que viene?”. Efectivamente este año fuimos más de 500 personas que participamos del evento. El clima era de absoluta algarabía, a pesar del cansancio acumulado durante el año de trabajo, todos y todas alzaban orgullosamente la frente por el trabajo realizado y por lo vivido en este 2022 que quedará para la historia. Principalmente por el crecimiento abrumador de la Fábrica de Futuro y quizás un poco también por el mundial. Los más de 30 talleres pasaron al frente junto con sus talleristas/capitanes a contar un poco de lo que fue el año y a recibir los diplomas por haber participado del espacio de capacitación y trabajo. Algunos también recibieron menciones especiales por la presencia, el empuje y el compromiso expresado a lo largo del ciclo lectivo. El orgullo reflejado en las caras de cada uno
de los participantes fue muestra suficiente del maravilloso trabajo realizado durante todos estos meses, pero, sobre todo, fueron signo de esperanza, de que este tren ya se puso en marcha y todos los que quieran pueden subirse.
Luego del acto se realizó un almuerzo comunitario que recibió a muchísimas personas más, es difícil calcular la cantidad de gente que compartió la mesa del Sanjo el 20 de diciembre. Pero creemos que no hay nada más importante para simbolizar la familia que compar-
tir la mesa. A eso apostamos, a vivir en comunidad, con la educación y el trabajo como los ordenadores principales de la vida, y con el objetivo de sostener la familia (en cualquier de sus formatos), porque de eso se trata, de vivir con otros. De buscar el Buen Vivir.
En el sanjo se vivió fuertemente el espíritu mundialista. Exceptuando la final, todos los partidos se vieron en comunidad. Algunos por cábala cambiaban la pantalla de habitación. Otros iban a cargar agua en el minuto justo para no cortar la magia. Nunca más se volvió a ver un partido de Argentina en el comedor, ya que ahí habíamos visto el enfrentamiento contra Arabia Saudita ¡Prohibidísimo acercarse ahí con el proyector durante el mundial!
Uno de los partidos, incluso tuvimos que verlo con un grupo ¡en la Isla Victoria! Nos amuchamos en la casa del guardaparque de la isla, quien generosamente nos cedió el espacio y su computadora para ver el partido, y así acompañar a todo el país en el aliento a nuestra selección. A nosotros nos tocó hacerlo desde una isla patagónica con una señal de internet inestable que más de una vez nos puso los pelos de punta. Otro partido maravilloso que vivi-
mos fue el de cuartos de final contra Países Bajos. Ese día habíamos decidido realizar la Festi-Feria de Futuro en el Centro Cívico, la cual finalizaba con la proyección del encuentro. El nivel de cansancio era extremo cuando nos sentamos bajo el sol a ver el partido más largo de nuestras vidas (probablemente, quizás el único que lo supere sea la final contra Francia). Se sentía como latía el centro de Bariloche y el nivel de tensión fue altísimo durante la definición por penales.
Lo más lindo de todo fue acompañarnos en los nervios, las angustias y, por supuesto, en las alegrías. Para todos fue una verdadera fiesta en familia.
El 9 de diciembre, en el sitio más icónico de la ciudad, se llevó adelante la primera edición de la Festi-Feria de Futuro. Puestos, gastronomía y música en una jornada que se festejó más que los penales atajados por el Dibu.
La mañana se presentó ventosa. La lluvia del día anterior transformaba en charcos las irregularidades del asfalto. En la plaza, el pino de bordes rectos tapa la estatua y, en la cabecera oeste, el imponente escenario que horas antes animó el festejo navideño se desperezaba para otra jornada de imágenes y sonidos.
Puntuales, antes de las ocho, varios integrantes de la Fundación comenzaban a analizar donde poner su puesto. Medían la distancia al cordón, la orientación hacia el lago y la decoración con manteles para cubrir tablones y los caballetes, banderines, guirnaldas y hasta que pelucas, en algunos casos, ponerse para atenderlo.
En medio de los preparativos, un sonido de motores direccionaron
la mirada hacia la calle Independencia y sus pinos navideños. La Sanjoneta primereaba una caravana de otras camionetas y varios autos desbordados de tablones, estructuras de madera, sillas y demás elementos imprescindibles.
Las sonrisas afloraban natural en el saludo. En cada una se notaba la satisfacción de la tarea cumplida, aunque la jornada todavía no comenzara.
Cinco meses atrás, en una mañana un poco más fría, el salón principal quedó sumido en la expectación. Durante el desayuno, Fernando Fernández Herrero y Omar Mastroianni, directivos de la Fábrica de Futuro, confirmaban que la última feria del año se iba a realizar en el Centro Cívico. Que ya estaba todo encaminado, con los
permisos y los apoyos correspondientes y que desde ese momento dependía exclusivamente de todos y todas las y los que forman parte de los talleres, aprovechar tremenda oportunidad para mostrar el talento, su talento, y la capacidad de trabajo con la que cuenta la Fundación San José Obrero, en el lugar más icónico de la ciudad.
Ahora, integrantes del equipo de auxiliares (conformado especialmente para la ocasión por participantes de diferentes talleres) iban descargando de la caja de la Sanjoneta cada una de las cabriadas para armar el patio de comidas. Esas estructuras de madera componen un sistema de construcción reticular. Bien pegado al edificio municipal, el armazón de madera y metal se erigió con la velocidad que anida en lo práctico.
Se colocaron las sillas, las mesas y los diferentes equipos para servir a punto los alimentos. También se instalaron las heladeras llenas de bebidas y condimentos.
Al mismo tiempo sobre Libertad y al pie del escenario, se terminaron de instalar la mayoría de puestos multirubros. Los que encaraban desde el Center a los arcos, entonces, tenían la posibilidad de adquirir desde prendas y elementos textiles, hasta hacerse un corte de pelo si les hiciera falta. Tambien podían elegir diferentes objetos de cerámica, apreciar estampados, tejidos y degustar exquisiteces varias. Lindante al reloj, se ofrecían las delicias de la panadería de la Fundación y todo el talento y la calidad de los elementos de carpintería y herrería. Y más cerca de Mitre se abría paso el color de las flores de huerta, junto a la potencialidad de vida contenida en retoños y plantines. En todos los puestos risas y pecheras blancas, con los logos de la Fábrica de Futuro y la Fundación San José Obrero, que los aunaba, pero sobre todo, los identificaba con orgullo.
Los medios iban tomándole el pulso a la jornada. Titulaban, por ejemplo, “La Cultura de los
Instantáneas de un día inolvidable. El espacio de gastronomía se limitó con cabriadas (arriba, izquierda) Hubo multiplicidad de propuestas: tejidos (arriba, derecha) plantas (izquierda) y hasta cortes de pelo (centro) Durante toda la jornada FM La Voz acompañó a los feriantes con la participación de diferentes conductores (abajo a la derecha)
barrios llegó al Centro Cívico” con términos tan precisos. En esta ciudad “llegar” al Cívico no es fácil. Y mucho menos para ciertos sectores. Por eso el viernes 9 de diciembre del 2022 fue histórico. Porque además de lo que iba a ocurrir más tarde con Messi y la selección contra Países Bajos, fue la primera vez que el trabajo de los barrios se exhibía allí, en el centro, en medio del turismo de un feriado largo. Ya que no solo se exhibieron y comercializaron productos de la Fundación, sino que hubo otras instituciones y emprendedores que se sumaron a la iniciativa.
La mañana lentamente dio paso al mediodía y, con el mismo trajín que se veía en la calle, el escenario despertó a las propuestas del D.A.R. (Del Alto Rock) que arrancó con la fuerza del carnaval. Abrieron los “Herederos de Kazó” con todo el color y el ritmo murguero, luego hubo música y danzas folklóricas con la Agrupación Atahualpa, más tarde fue el turno del Ensamble de Usinas Culturales, seguido por Chela Painefil y Edgardo Lanfré con su particular estilo. Más tarde, los jóvenes cargados de talento de Glicerina y el cierre, bien arriba, con los Viernes Papa, mientras en la pantalla inmensa se proyectaban los últimos instantes
del partido mundialista en donde se despidió Brasil.
Acompañando a los feriantes hasta el último rato antes de la selección, FM La Voz (100.3) la radio de la Fundación, también dijo presente. Los conductores e integrantes de los diferentes programas que componen la extensa grilla fueron presentándose a lo largo de la jornada, haciendo móviles -incluso- con los y las personas que atendían los múltiples puestos, saliendo en vivo durante cinco horas para los oyentes que se enganchaban a la transmisión por aire o por streaming.
Cerca de las 16 el tono borravino de las pecheras fue dando paso al celeste y blanco. De a poco, muchos se acercaron para comenzar a palpitar lo que iba a ser un sufrido triunfo contra Países Bajos. El pitazo inicial del encuentro mundialista dio por terminada la feria, pero no la jornada ideal, ya que a la hora en que todos festejaban el éxito en los penales, en el corazón del barrio Malvinas otro logro se celebraba con la misma intensidad: la primera Festiferia de Futuro había salido “redondita” y eso significaba, para todos los que son parte del SanJo, un logro mucho más importante que el pase a la semifinal en el Mundial de Qatar.
Con la emoción mundialista todavía a flor de piel, el cese de actividades en la Fundación nos permitió realizar una mirada retrospectiva al año que culminó. Entre tantas cosas inolvidables que pasaron, entre tanta cantidad de tareas que se llevaron a cabo, tantos logros y proyectos materializados, elegimos este compilado de hechos que marcaron al 2022 como un gran año para todos, y todas, los y las que concurrimos a la Fundación. Ojalá sirva de motivación para encarar este año con la misma energía de siempre, algo que caracteriza al Sanjo.
El 12 de julio la visita a FITECMA, la Feria de Tecnología en Madera que se realizó en Buenos Aires, constituyó el primer viaje de estudio desde que se fundó la escuela. Maximiliano Alfonzo, Gabriela Ancapán, Liliana Arismendi, Abraham Burgos, Mauro Catalán, José Crnak, Fernando Eduards, Pedro Leiva, Patricio Leuquen Santos, Martín Lorea, Karen Matamala, Hugo Mellao, Facundo Montes, Alejandro Nahuel, Juan Obando, Miriam Rivarola, Etelvina San Martín, Eduardo Soto y Fernando Fernandez Herrero, el director fueron los integrantes de ese grupo que hizo un viaje épico y cargado de anécdo -
tas, como lo refleja la nota principal de la edición de agosto. Una de las vajeras, Gabriela Ancapán, aquella vez nos contó que “la experiencia de la exposición estuvo buenísima por el hecho de ir a compartir algo, como dice Fernando, como familia. Cosas así, que se viven, que están buenísimas, el hecho de poder compartir con compañeros en otro ámbito además del laburo, compartir otras cosas. Despabilarse también del contexto de trabajo. Si bien era para traer ideas de allá para poder implementar en la carpintería, pero también sirvió para despejarse un poco de laburo y volver con energías nuevas”
Entre los hitos que servirán para recordar el 2022 estuvo la posibilidad de conocer y disfrutar de las montañas que conforman el espacio natural que rodea la ciudad. Lamentablemente, para muchos y para muchas de los y las integrantes de nuestra Fundación, disfrutar de algo que tenmos cerca geográficamente siempre se les alejó por diferentes motivos. “Conversando mientras compartíamos unos mates y planeábamos alguna propuesta, nos dimos cuenta que muchos de los vecinos y vecinas del Sanjo, incluso los de mayor edad, no conocían los principales senderos de nuestras montañas ni habían visitado los
característicos sitios turísticos de la ciudad.” Cuenta Matías Fernandez Herrero en la edicion de Julio, argumentando el porqué del lanzamiento del taller “Vamos a la Montaña”. En la misma linea, Victoria Sabatte, del Taller de los Sueños, nos contó en la edición 6 en relacion al esquí con los mas chicos que “siendo barilochenses era un sueño al cual no deberíamos renunciar.” En el 2019 sacamos los primeros 13 Pases Residente. Este año sacaron 26. Las montañas, entonces, fueron una presencia muy importante durante todo el 2022, ya no como un elemento decorativo del paisaje, sino como un lugar para disfrutar.
Arrancamos el 2022 con la inauguración de la Oficina Técnica, un espacio clave en la infraestructura de la Fundación, el punto de contacto donde juntar a representantes de la ciencia y tecnología local con los pibes y pibas del Alto, tal como figura en la tapa del número 2. En septiembre, se cortó la cinta de los espacios de textil y panadería con los que se superaron la cantidad de cien metros cuadrados inaugurados durante el año que terminó. “Son un ejemplo para replicar en otras ciudades” dijo la gobernadora Arabela Carreras, invitada especial a cortar las cintas en cada una de las ocasiones.
Y no solo se inaguraron espacios físicos, sino tambien etéreos. Tal como cuenta Joaquín Collazo en la edición de septiembre: “el 2022 comenzó con la certeza de que tendríamos el financiamiento de la Fundación INVAP y del Estado Nacional, mediante los programas Banco de Herramientas y Puntos de Cultura, para equiparnos con todo lo necesario para armar nuestro estudio de radio.” Se pasaba así de un programa semanal en una radio amiga (¡gracias,FM Gente de Radio!) a programar 21, en una grilla que se extiende a lo largo de 10 horas diarias de lunes a viernes. Eso es FM La Voz, en el 100.3 del dial.
Ayelén Sanders y Cristina Giménez, desde la edición número 2 de la revista, hasta la número 9 (en la que fue tema principal) produjeron y publicaron un informe en siete partes sobre suicidio adolescente, una problemática que nos atraviesa y nos interpela como sociedad. En el momento de publicar la primera parte, sucedían dos cosas: una era que no había mucha información sobre la temática, y la otra era que la provincia de Río Negro no estaba incluída en la Ley Nacional 27.130 (vigente desde 2016) que mejora las condiciones para trabajar en la prevención, atención y posvención del suici-
dio. A partir de ese primer informe, el tema comenzó a circular en varios medios llevando, incluso, a las autoras a un programa de televisión en donde expusieron todo el conocimiento adquirido gracias a las entrevistas realizadas con especialistas. Después de tanto trabajo, la puesta en agenda del tema consiguió que Río Negro se incorpore definitivamente bajo la órbita de la Ley, sesión en donde se votó la moción de forma unánime, tal como cuentan en la edición 7 y brindar herramientas importantes para prevenir situaciones críticas tanto en el hogar como en las institiciones educativas.
A fines de octubre, la Fundación San José Obrero firmó un convenio con la Municipalidad para recibir un terreno en comodato en el corazón del barrio Omega, donde se emplazarán los edificios de la Fábrica de Futuro, rodeado de espacios verdes, una plazoleta en homenaje a las mujeres de los barrios populares y un playón para actividades recreativas. “Nos permitirá construir un edificio acorde al tamaño de lo que estamos teniendo” dijo Fernando Fernández Herrero en la nota principal de la edición de noviembre. “Teníamos en mente el proyecto de la escuela fábrica, que cada seis meses debía-
mos agrandar por la cantidad de personas que fueron viniendo. Nos dimos cuenta que el espacio de dos plantas y los talleres no alcanzaban” La obra principal contempla dos edificios en 6.000 metros cuadrados cubiertos en total. Uno destinado a la planta productiva, será de dos plantas, y el otro para las aulas taller con tres plantas. El directivo indicó que se contempla un conjunto armónico y escalonado para acompañar los desniveles del terreno, y graficó: “la planta de producción es una nave de 12 metros por 50 y al costado estará el edificio de tres pisos con las aulas taller.”
Entre las realizaciones que se concretaron en el 2022, se encuentra la publicación del primer libro de la Fábrica de Futuro. En la contratapa se cuenta como se llevó a cabo: “Surcando la Noche” es un libro escrito de manera colectiva y autogestiva. Fue elaborado por distintos estudiantes-trabajadores de la Fábrica de Futuro, un proyecto de educación popular y de integración laboral de la ciudad de San Carlos de Bariloche. Mediante la realización de talleres de escritura creativa a lo largo del año, los autores fueron practicando y ejercitando la capacidad de expresión escrita para dar nacimiento a esta obra. El proyecto de escritura recientemente denominado “palabródromo” propone desarrollar textos a partir de diversas consignas y juegos pensados para estimular la creatividad y ofrecer una estructura o
marco para la escritura a aquellos que se encuentran con las ganas de sumergirse en el mundo de la creación literaria. Este libro contiene cuentos en su mayoría del género de terror, poesías en diversos formatos y el estilo de poesía japonesa basado en un poema de
17 sílabas denominado “haiku”. A lo largo del libro podrán disfrutar de sumergirse en las profundidades de oscuridad de los relatos para luego arrojar un haz de luz con las poesías y los haikus a toda esa penumbra. Los invitamos a ir surcando la noche junto a nosotros. No tengan miedo, ¡los acompañamos en este viaje.
En estos días de balance no queremos dejar de agradecer a todos aquellos que, de alguna u otra manera, nos han ayudado a mantener el trabajo que venimos realizando con Palabras de Barrio, una de las pocas revistas que se editan con gran esfuerzo en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Gracias por el apoyo a Tienda de Mascotas, a la Cooperativa de Electricidad de Bariloche, al Gobierno de la Provincia de Río Negro, a Huellitas, a Intecnus, a Barinet, a Mi Bus, a Como con la Mano, a La Piccolina, a Bodeguera del Sur, a Los Abrego, a Colectivo de Diseño y a Entretiempo. También queremos agradecer muy especialmente al Centro del Copiado y a Artegraf de Neuquén por todas las corridas sufridas durante el 2022. Esperamos contar con todos ustedes, y muchas manos más, que nos sigan apuntalando durante el 2023. ¡Felicidades!