COMUNICKANDA: LA PANDEMIA DESDE JAPÓN ¿VACUNACIÓN O TERAPIA COLECTIVA?

HÁBITOS O TRADICIONES: ¿CÓMO SOBREVIVIR EN ESTOS TIEMPOS EN JAPÓN O EN MÉXICO?

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RETOS PARA LA SOCIEDAD JAPONESA ANTE EL COVID: VIVIR DE OTRA FORMA...PERO VIVIR

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MASCARILLAS: SALUD, MODA Y DIVERSIÓN

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LOS OLÍMPICOS: UNA META CADA VEZ MÁS LEJANA

Natsu Ohki

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JAPÓN: SUBSIDIOS Y VIAJES ¿CÓMO RECUPERAR LA ECONOMIA?

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LA OTRA CARA DE ESTA PANDEMIA: DIVERSIÓN Y GANANCIAS

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Rei Koike

Ayane Igarashi

Sakiko Kurino

Wataru Okayama

Ayumi Arata

Elaborado por alumnos de español de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS): Rei Koike, Ayane Igarashi, Sakiko Kurino, Natsu Ohki, Wataru Okayama, Ayumi Arata y Silvia Lidia González (profesora).

¿Podría adaptarse una sociedad como la mexicana a un saludo diferente?

Por: Rei Koike /COMUNICKANDA Algunas investigaciones de servicios financieros internacionales, como Bloomberg, han concluido que la pandemia por el Covid-19 es más fácil de enfrentar en países como Finlandia y Japón. Mientras, por el contrario, los países con peores resultados son México, Argentina, Perú, y otros más de América Latina.

El Ranking de Resiliencia al Covid, elaborado por este servicio financiero y de información, consideró las condiciones económicas, sanitarias y resultados numéricos de 53 países. Es evidente que los resultados en la pandemia no son cuestión solamente de números.

Japón y México tienen aproximadamente el mismo número de habitantes (125 y 130 millones, respectivamente). Incluso, el territorio japonés es casi 5 veces menor al de México, por lo que en este país asiático hay mayor concentración de personas.

Aunque hay factores económicos y sanitarios que cuentan, el comportamiento de los habitantes de estos países, puede marcar una gran diferencia en casos como la crisis de salud que se vive en el mundo. Así, los factores culturales y sociales son importantes.

Los datos de la Secretaría de Salud de México cuentan, en enero de 2021, casi 1.5 millones de personas contagiadas, con más de 130 mil muertes. Mientras, en Japón se contabilizan alrededor de 260 mil contagios y 3 mil 700 fallecidos. Esto quiere decir que hay alrededor de 6 veces menos contagiados en Japón y el número de muertos es 35 veces más pequeño.

Aunque en estos tiempos no hay respuestas seguras sobre las condiciones que ayudan o empeoran la situación del Covid, muchas personas observan, desde afuera, que algunos hábitos en la sociedad japonesa pueden ayudar en esta situación.

LOS ANTECEDENTES ¿Cómo ha sido la situación en Japón ante el coronavirus? En enero se empezaron a conocer casos en Japón. En febrero se trató de aislar a personas contagiadas en el famoso crucero “Diamond Princess”, se cerraron escuelas y se suspendieron grandes reuniones. Para marzo se anunció que se aplazarían los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y en abril se decretó un estado de emergencia a nivel nacional que duró hasta mayo. Todo esto sucedió aun cuando el número de contagios no era tan alto. O por lo menos no había tantos registros, pues según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Japón ha sido uno de los países desarrollados que menos pruebas ha aplicado (apenas 1. 8 pruebas por cada 1000 personas).

Precisamente el otro país de la OCDE con menos pruebas al inicio de la pandemia era México, con apenas 0.2 pruebas por cada 1000 habitantes. Aun cuando se impuso una cuarentena y hubo campañas de distancia social en el país, el número de casos se ha incrementado y el sistema de salud no está suficientemente preparado para esta crisis. La periodista Nelly Toche reseña en Medscape que hay falta de personal médico y altos niveles de agotamiento.

Así, de alguna manera México y Japón han coincidido en algunos aspectos, pero en otros son muy diferentes en el trato de esta crisis de salud.

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Mantener vivas las tradiciones...pero también a las personas.

Las formas de vida japonesa llaman la atención a los extranjeros, y son vistos como la clave para salvar a la población en esta crisis de salud.

HÁBITOS, COSTUMBRES Y DISTANCIA Los hábitos japoneses aparecen una y otra vez como la “gran diferencia”. ¿Podrían adaptarse estos hábitos a un país como México?

En las circunstancias presentes, los hábitos japoneses llaman la atención porque se piensa que en parte han evitado contagios en la población. Algunos puntos son ampliamente conocidos en el mundo: los japoneses ya estaban acostumbrados a usar mascarillas, hay una arraigada costumbre de higiene con los alimentos, los baños y lugares públicos, así como tradición de limpieza en las escuelas. Todo esto ha sido parte de la vida cotidiana del país, desde hace mucho tiempo.

Algunos medios como Daily Shincho señalan que las formas de vida japonesa llaman la atención a los extranjeros, y son vistos como la clave para salvar a la población en esta crisis de salud.

Siendo así ¿se pueden exportar estos hábitos? ¿se podrían adaptar a un país tan similar en algunos aspectos, pero tan diferente, como México?

Dafne Jasso es una estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con experiencia de vida en Japón. En su opinión: “los asiáticos, en general, sí tienen costumbres que evitan la propagación de enfermedades”.

Según sus observaciones: “En primer lugar, no se saludan de beso ni de mano y los japoneses tienden a mantener distancia con otras personas, mientras que los latinos siempre somos muy cercanos y hasta tenemos contacto físico con gente que no conocemos”.

Es conocida la cercanía física, familiar y el ánimo festivo en el mundo latino, y ella cree que esto también puede afectar en la situación actual: “Pienso que un factor importante es que en Japón no son comunes las reuniones con muchas personas, y en México las fiestas familiares y los festejos de Navidad, cumpleaños, Año Nuevo y otras fiestas, siempre se llenan de familia y amigos. Esto ha propiciado la propagación del virus en México”.

Aunque hay tales diferencias, ¿podría haber algunos patrones culturales que se pudieran adaptar a sociedades como la mexicana? “Creo que algunos sí se pueden aplicar a México como el de quitarse los zapatos al entrar a la casa o saludar con reverencia en vez de beso… pero tomar distancia siempre nos ha sido difícil”.

Ella misma observa que ahora hay señales en el piso en lugares públicos de México, que tratan de marcar la distancia y empiezan a funcionar. Sin embargo, a falta de estas señales o de alguna vigilancia, a mucha gente se le olvida separarse de los demás. “Creo que los mexicanos nunca estuvimos acostumbrados a tomar distancia…Yo desde que regresé de Japón trato de no acercarme mucho a la gente o no saludarla de beso, porque me acostumbré allá”.

En el caso contrario, para quien escribe esto, como estudiante japonesa con experiencia de vida en México, también es notable la importancia de tradiciones religiosas, fiestas familiares y eventos históricos y culturales, que marcan a la sociedad mexicana: el Día de la Independencia, los festivales culturales, el Día de los Muertos, la Semana Santa, las peregrinaciones guadalupanas, la Navidad…Sería una pena que se perdieran esas celebraciones o actos especiales. Sin embargo, en estos tiempos críticos, habrá que buscar otras formas de mantener viva, no solamente la tradición, sino a la misma sociedad mexicana.

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Por: Ayane Igarashi / COMUNICKANDA

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l año 2020 fue extraño para todo el mundo. Japón es un país que llama la El año 2020 fue extraño para todo el mundo. Japón es un país que llama la atención porque, a pesar de su cercanía con China, donde se originó el coronavirus, y de tener la mayor población envejecida del planeta, registra uno de los menores índices de contagios y muertes por Covid.

Sin embargo, la sociedad japonesa también enfrenta sus propios retos: la obediencia a ciertas instrucciones, el problema de los suicidios y la pérdida de pasión en los estudios.

El lado positivo de Japón en crisis como la que hemos vivido en el último año se basa en muchos factores como: la voluntad de mucha gente a colaborar con el gobierno y seguir campañas de distanciamiento y limpieza, que incluso se vuelven las frases más populares del año. Es común que oficinas del gobierno y compañías editoriales como Jiyū Kokumin Shinsha publiquen las 30 expresiones más usadas por los japoneses en el año. En el 2020 sobresalen las frases relacionadas con la pandemia. Entre ellas, la más popular se ha vuelto una verdadera “regla de tres” en la vida cotidiana: “san-mitsu”, que equivale a las tres C, propuestas por la Organización Mundial de la Salud, para evitar contagios.

“Quédate en casa”, “usa mascarilla”, “lávate las manos”…las recomendaciones que se ven y se escuchan por todas partes desde el 2020, y que intentan que el mundo viva con más higiene una “nueva normalidad”, se asumieron como una regla de oro en Japón. Las normas higiénicas no sorprenden a una sociedad ya acostumbrada a quitarse los zapatos al entrar al hogar, o a la limpieza en los espacios externos: en las escuelas, en los parques y lugares públicos.

Pero quedarse en casa no era común para una sociedad donde millones de personas abordan los trenes más congestionados del mundo para trasladarse a escuelas, lugares de trabajo o de entretenimiento. Por eso, la “nueva normalidad” también trajo nuevas expresiones y cambios en esta sociedad.

LAS FRASES MÁS POPULARES A partir de la sugerencia de organizaciones de salud en el mundo para evitar lugares cerrados o contactos cercanos, identificados en inglés como “las tres C” (closed, crowded, close-contact), surgió en japonés la popular frase que hemos mencionado “san mitsu” ” ( 三密).

Se refiere a tres palabras que se escriben con el mismo ideograma (密 閉 , mippei, 密 集 , misshū y 密 接, missetsu).

Aunque se podría traducir de diferentes formas, en general se refiere a evitar espacios cerrados, conglomerados o con corta distancia entre las personas. El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar promovió esta frase desde el inicio de la pandemia como una norma social para evitar reuniones en esas circunstancias y tratar de evitar la dispersión del virus.

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La popularidad se unió a la tradición y el mismo ideograma fue elegido como el “kanji del 2020” y dibujado en una obra caligráfica del sumo sacerdote Mori Seihan, en el famoso templo Kiyomizudera de Kioto.

A esta frase se sumó una propuesta por la Gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, al sugerir hábitos más personales (“los 5 ko” o 五つの小) que también podrían ayudar.

Los ideogramas se refieren a 5 pequeñas cosas que la sociedad debería cuidar minuciosamente, en el caso de reuniones: pocas personas, pocas horas, voz baja, platos pequeños e individuales, así como la minuciosa desinfección de manos y ventilación del local.

Con la llegada de la tercera ola de contagios, Tokio registra el mayor número de casos de Covid desde que inició la crisis sanitaria y la gobernadora ha intentado influir en la gente de la metrópoli más poblada del mundo, para tratar de cuidar estos “pequeños” grandes detalles.

RESTAURANTES: MÁS QUE COMIDA Los restaurantes y cafeterías son lugares naturalmente concurridos por trabajadores al salir de sus jornadas, o por estudiantes que se reúnen para hacer tareas o estudiar. Igualmente, los bares (como los llamados “izakaya”), suelen ser lugares de desahogo luego de largas jornadas de empleados y jefes. En estos espacios también cambiaron algunas reglas: ahora se hace termometría a los clientes y se ha incrementado la esterilización. Aun así, la declaración de “estado de emergencia” en todo el país entre abril y mayo afectó notablemente estos espacios. Durante una tercera ola de contagios, al inicio de este 2021 se ha declarado nuevamente la emergencia por un mes, y los restaurantes y bares se ven obligaos a cerrar temprano.

Los restaurantes, que solían ser espacios concurridos en Japón, han sido los negocios más afectados en la pandemia.

Algunos tienen que cerrar temprano o cambiar el volumen de la música para evitar que los clientes se queden a conversar en la mesa.

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Para intentar recuperar sus negocios, cuidando al mismo tiempo la salud de los clientes, los restaurantes han tenido que adaptar nuevas estrategias.

Según Kounosuke Nikura, chef de un restaurante en la zona metropolitana, estos negocios están experimentando la dureza de la realidad ante el Covid. Por lo tanto, entre sus soluciones para despertar el deseo adquisitivo se han basado en fomentar ventas de comida “en línea”, preparar comida para llevar y menú especial.

Otros restaurantes y cafeterías han intentado cambiar el ambiente de sus espacios.

Por un lado, ha habido restaurantes que ponen música en volumen bajo, para que los clientes que lleguen a conversar no tengan que elevar la voz.

Otros, hacen lo contrario: dejan música con volumen alto, para que los clientes se concentren en la música mientras comen y no se queden a conversar.

LA OTRA CARA DE ESTA SOCIEDAD Con estos grandes y pequeños esfuerzos, que se vuelven populares y que involucran a toda la sociedad, Japón ha podido frenar de alguna forma los contagios y muertes por coronavirus. Pero, lamentablemente, quedan problemas por resolver, que se han vuelto más graves en esta crisis. La presión social o conflictos internos en muchas personas llevan a altas tasas de suicidios (especialmente mujeres). Y, en la parte anímica, es sorprendente que, al parecer, muchos jóvenes estén perdiendo motivaciones y sueños para el futuro.

Este país enfrenta desde hace muchos años altas tasas de suicidios (18.5 por cada 100,000 personas, casi el doble del promedio mundial).

Sin embargo, desde 2012 y hasta el inicio de la pandemia, se registraba que el número de casos había empezado a bajar poco a poco.

Lamentablemente, para julio de 2020 la pandemia hizo más grave la situación, y en la última parte del año se dio a conocer en medios internacionales, como CBS News, que en un solo mes se habían registrado más suicidios (2,153) que las muertes por Covid en todo el año.

La mayoría de estos casos corresponden a mujeres.

Comparando con el año anterior, el número de muertes de hombres en estas circunstancias aumentó un 21.3 por ciento, mientras que el porcentaje de mujeres aumentó en 82 por ciento.

A finales del 2020 se informaba que en Japón había más suicidios en un mes, que muertes por Covid durante todo el año.

En la mayoría de los casos, se trata de mujeres que han sentido una gran presión durante la pandemia.

Aunque parece que los jóvenes pierden el ánimo, justo ellos están intentando ayudar en estos tiempos difíciles. ¿Hay alguna relación con el Covid? Según algunos especialistas, probablemente las mujeres han sentido mayor peso de sus responsabilidades durante la pandemia, al mismo tiempo que sufren las presiones económicas y falta de libertad, tanto en casa como en sus trabajos.

LOS SUEÑOS DE LOS JÓVENES Toda la gente tiene sueños que quiere cumplir. ¿Qué pasa con los jóvenes japoneses, que están dejando de soñar?

Según una investigación de la Fundación Nippon realizada en 18 países del mundo, y que se dio a conocer al inicio de 2020, 40 por ciento de los jóvenes no tenía sueños.

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La encuesta internacional incluía preguntas sobre la fortaleza de los jóvenes para cambiar el país o la sociedad, su capacidad para ser activos al hablar de los problemas de su país, la sensación de ser adultos y considerarse miembros responsables de la sociedad. Los resultados en Japón reflejaban que muchos jóvenes japoneses no estaban muy conscientes o interesados en los problemas del país.

Esa energía puede verse aún más reducida en tiempos de pandemia, en que se han cancelado proyectos y se ha visto afectada la economía del mundo. En el caso de estudiantes de idiomas, había grandes expectativas para la realización de intercambios y viajes de estudio, que no se pudieron realizar. Esta incertidumbre ha afectado la pasión en algunos casos, como estudiantes de esta universidad, que han confesado sentirse mal “porque no sabemos cuándo podremos salir de viaje”.

Sin embargo, aunque existen estos casos de desánimo, también hay iniciativas de gente joven que ha abierto líneas telefónicas de ayuda para mujeres que se sientan mal anímicamente.

O grupos en las universidades que tratan de animar a los estudiantes para que no renuncien a sus sueños y consideren el valor de la educación que están obteniendo y que será necesaria en el futuro.

Por: Sakiko Kurino / COMUNICKANDA

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Al inicio del siglo XX, la llamada gripe española en la que se contagió casi el 40 por ciento de la población japonesa, hizo que la costumbre de usar esta protección se extendiera.

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n el año 2020 el mundo entero aprendió a llevar mascarillas.

La gente empezó a verse y sentirse diferente con una costumbre que era prácticamente desconocida fuera de los hospitales o laboratorios.

Sin embargo, en Japón las mascarillas no son nuevas. Mucha gente que visitaba el país se sorprendía del gran número de personas que usaban esta protección. ¿Se usan por obligación, por costumbre o moda? ¿Desde cuándo y por qué es tan común el uso de mascarillas? Las respuestas están en la historia del país, tal vez desde hace siglos, pues hay registros de que desde el periodo Edo (1603-1868) había personas que luchaban contra el mal aliento cubriendo el rostro con algunas plantas. A finales del siglo XIX, se extendió su uso entre trabajadores expuestos a la contaminación, como los mineros.

Al inicio del siglo XX, la llamada gripe española en la que se contagió casi el 40 por ciento de la población japonesa, hizo que la costumbre de usar esta protección se extendiera.

Esto pasó en muchos lugares del mundo, pero en Japón, las mascarillas se quedaron para ser cada vez más comunes.

Diversos estudiosos han aclarado que el uso de mascarilla no se trata de una orden del gobierno, sino de la propia voluntad de los ciudadanos.

Todo el siglo XX se hizo cada vez más notable el uso de este instrumento, que en español tiene diferentes nombres: máscara o mascarilla, cubrebocas, tapabocas, barbijo o nasobuco.

En Japón se conoce con el nombre derivado del inglés “mask”, y desde el inicio del siglo XXI, se consolidó como un objeto común, especialmente en las temporadas del inicio de la primavera, en que aumentan las alergias, por el polen. Los registros industriales dicen que en este país ya se consumían alrededor de 6 millones de mascarillas en los años anteriores al 2020 y la mayoría eran para uso de particulares.

En el 2020, con el inicio de la pandemia, las mascarillas escasearon, pero se ha recuperado la producción y se han sumado materiales, diseños, tamaños. Esto hace aún más variado su uso.

Parece que las dos mascarillas no fueron suficientes para la familia de Sasae San. Además del punto de vista higiénico, los jóvenes se ponen mascarillas para tratar de que sus rostros se vean más pequeños, ya que esto es una señal de belleza en el país. Rina Misawa, estudiante universitaria, comenta que ella también usaba mascarillas desde antes de la pandemia para cubrirse la cara y salir a la calle sin maquillaje.

Aunque es verdad que el uso de cubrebocas es común en esta cultura, el año 2020 trajo una conmoción en la sociedad, pues ahora es obligatorio en cualquier temporada y circunstancia. Muchos usuarios se quejan porque hay que aguantar el calor veraniego espantoso de Tokio con mascarillas, y eso fatiga mucho.

Por supuesto que el miedo a los contagios o la prevención siguen siendo los motivos principales del uso, pero también se sabe que hay quienes se cubren la cara por la presión social. Aunque el común de la gente sigue voluntariamente estas indicaciones, cuando se ven ciudadanos sin cubrebocas, se han llegado a presentar altercados entre la población.

Llevar la mascarilla es una forma de respetar los modales para vivir en paz.

ABENOMASUKU (Abe no mask) Ahora hay muchos tipos de mascarillas y ya se consideran parte de la vestimenta. Uno de los más famosos tipos de mascarilla fue el que usaba el primer ministro Shinzo Abe. Llamaba la atención por su diseño (aparentemente insuficiente y no muy atractivo) pero se volvió un artículo popular porque el gobierno lanzó la campaña de enviar dos máscaras como la del primer ministro a cada hogar, para luchar contra el Covid y paliar la escasez de mascarillas debida a las compras de pánico.

La población empezó a llamar a este original diseño del líder del gobierno, la “Abenomasuku”, un juego de palabras asociado a la “Abenomics”, es decir, la política económica del entonces primer ministro.

La estrategia del gobierno del envío de dos mascarillas a cada hogar despertó grandes críticas.

Muchos japoneses se cuestionaban por qué solamente dos piezas. Además de las quejas por el número parece que el diseño se veía antiguo y poco útil.

Aunque la sociedad japonesa suele ser seria y respetuosa con sus autoridades, la popular pero poco práctica mascarilla originó burlas e incluso memes en las redes sociales. Uno de los más famosos fue una imagen de Sazae San, personaje de una famosa historieta animada, que aparecía compartiendo sus dos pequeñas “Abenomasuku” con 8 miembros de la familia, incluyendo la mascota.

Según un estudio del sitio iCreate (Aikurieito), para fines de mayo solo un 4 por ciento de los japoneses estaba usando la popular (pero impopular) “Abenomasuku”. La mayoría no la usaba porque no les agradaba su diseño, ya que no cubría bien la nariz y boca.

Curiosamente, parece que a algunos estudiantes de preparatoria les dio pena ver cómo la población ignoraba las “Abenomasuku”. Así que empezaron a pintar y pegar “stickers” en estas máscaras y de esta manera, por lo menos ganaron popularidad como una moda juvenil en Instagram. Los amigos decoraban sus cubrebocas del mismo modo, y disfrutaban de participar en los eventos escolares llevándolos y tomando fotos.

A propósito del cubrebocas como un objeto de moda, en noviembre tuvo lugar una entrega de premios: el Best Masknist Award en Tokio. Por primera vez se reconoció la promoción del uso de máscaras “de moda”, al mismo tiempo que se buscaba mantener su uso para evitar más contagios. Por la pasarela de estos premios transitaron los más famosos “influencers” como modelos, actores y deportistas, luciendo máscaras coloridas y vistosas.

Así, Japón mantiene de alguna forma a la población protegida de mayores contagios, al mismo tiempo que se mantiene la moda y la tradición de muchos años en cada mascarilla.

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Por: Natsu Ohki / COMUNICKANDA

E

¿Estarían

dispuestos los atletas y público de otros países a acatar las normas

japonesas de distancia, limpieza, orden y silencio en competencias olímpicas?

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l año 2021 volvieron a iluminarse los aros olímpicos, volvieron las esperanzas y algunos sitios de Tokio volvían a mostrar un conteo optimista que mostraba, en fecha reciente, que faltaban 200 días para el inicio de las Olimpiadas de Tokio (programadas para el 23 de julio). ¿Está el mundo listo para la gran competencia deportiva? La propia sede, Tokio, enfrenta varios problemas: el desconcierto de los deportistas, el altísimo costo que ha tenido organizar y aplazar el evento y el cambio en el ánimo de los japoneses: de un apoyo casi total a los Olímpicos, la opinión pública ha pasado al temor y rechazo.

En diciembre NHK, la empresa de radiodifusión pública de Japón dio a conocer los resultados de un estudio sobre el tema. Un 63 por ciento de las personas respondió que se deberían suspender o posponer más los juegos olímpicos.

Este número ha aumentado un 15 por ciento en comparación con la encuesta de dos meses atrás, en la que 48 por ciento de los encuestados ya sugerían que no había condiciones para la competencia. ¿Por qué hay más personas que están en contra de la realización de los juegos olímpicos? La respuesta se relaciona, evidentemente, con el coronavirus.

Según la investigación del periódico de la editora Toyo Keizai, en Japón el número de contagiados ha ido en aumento.

Aunque durante el 2020 Japón se ha mantenido como uno de los países con menos contagios y muertes por Covid, la población ha visto cómo ha vuelto una tercera ola de contagios. Además, el 25 de diciembre el Ministerio de Salud comunicó la confirmación de una nueva cepa de coronavirus dentro del país. Todo esto llevó a las autoridades a declarar nuevamente “estado de emergencia” en el área metropolitana de Tokio, por lo que la población vuelve a sentir una atmósfera de inseguridad.

Aun así, tanto el Comité Olímpico Internacional como el Gobierno japonés han insistido en el plan de llevar a cabo los juegos, en este año 2021. En septiembre, tras la repentina renuncia del Primer Ministro Shinzo Abe, su sucesor, Yoshihide Suga, ha tratado de ir relajando las medidas para prevenir los contagios por Covid-19, con la intención de reanudar la actividad económica del país.

Y, en medio de estos intentos por recuperar los planes, se ha propuesto que se realicen los Olímpicos, aunque sea sin la presencia de espectadores, para simplificar varios procesos, según informan varios medios de comunicación.

El costo original de los Juegos Olímpicos de Tokio sería de aproximadamente 12,600 millones de dólares, pero posponerlos y ahora tratar de reprogramarlos con medidas especiales contra el Covid, eleva el costo en 1,644 millones de yenes (alrededor de 15,400 millones de dólares). Es decir, que esos 2,800 millones de dólares que se aumentan al costo, tienen que ser asumidos por Japón. ¿Cómo se obtiene el ingreso de los juegos olímpicos en el caso de que no haya espectadores? Desde que se anunció que se posponían los juegos, el especialista en economía de la Universidad de Kansai, Katsuhiro Miyamoto había advertido sobre las grandes pérdidas de Japón.

Además del gasto oficial, miles de proyectos de hoteles, productos y servicios perdieron sus grandes inversiones para el evento en el 2020.

Hay cierta preocupación por el dinero y los ingresos.

Pero también surge la inquietud por los atletas que se espera participen en los juegos olímpicos. ¿Qué piensan los atletas sobre el aplazamiento de los juegos?

Masahiro Yanagida, jugador de voleibol declaró al periódico Asahi: “Cuando supe que se pospondrían los juegos olímpicos, me sorprendió mucho, pero ya me había imaginado la situación. Desde hace siete años he querido demostrar buenos resultados en los juegos olímpicos, entonces haré lo que pueda”.

No solamente los atletas, sino también un gran número de voluntarios se han estado preparando para los juegos olímpicos. La autora de esta nota tuvo una entrevista con personal del Centro de Voluntariado de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda, que ha estado pendiente de esta situación, ya que muchos estudiantes se habían preparado para ser intérpretes voluntarios en varios idiomas.

“Normalmente ayudamos a los estudiantes; entonces cuando escuchamos sobre el aplazamiento de los juegos, nos preocupó el estado mental y anímico de los alumnos voluntarios. Así que llevamos a cabo una reunión destinada a los estudiantes que participarían como voluntarios y les explicamos sobre lo que pudieran hacer en el futuro próximo en relación con sus actividades”. Parte del mensaje que han intentado dar instituciones como esta universidad, está destinado a reanimar a los participantes. “Aun si los juegos olímpicos se llevaran a cabo sin la presencia de espectadores, se necesitarán más voluntarios”.

Así, tanto para el mundo que está pendiente de este importante evento, como para los mismos japoneses, los juegos olímpicos generan gastos, dudas, temores, pero al mismo tiempo se mantiene una esperanza de que el mundo pueda mejorar con las vacunas contra el coronavirus, y que se lleven a cabo las competencias, con la ayuda de mucha gente.

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Por: Wataru Okayama / COMUNICKANDA

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El Gobierno de Japón distribuyó rápida y eficientemente 930 dólares a cada residenteen el país, sin importar su origen.

También se han repartido otros subsidios.

Debido a la pandemia, en Japón hay 793 empresas en quiebra, reportadas hasta el día 11 de diciembre de 2020.

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ebido a la pandemia, el mundo ha recibido un golpe fatal en el ámbito económico. Muchos países preparan varias soluciones, buscando con urgencia la recuperación. En esta situación, el Gobierno japonés ha decidió otorgar algunas compensaciones que sorprenden al mundo: importantes apoyos para viajes, así como la distribución eficiente y generalizada de subsidios económicos.

El 20 de abril de 2020, el Gobierno de Japón decidió otorgar un subsidio 100 mil yenes (alrededor de 930 dólares) a todos los residentes, sin importar su origen. Esto como medida de apoyo ante la emergencia por la pandemia. La cantidad total del subsidio fue más de 12 billones de yenes. Aunque en otros países ha habido algunas medidas del mismo tipo, llama la atención la rapidez y eficiencia de la distribución en este país, y la generalización del apoyo a todos los residentes, sin importar su nacionalidad de origen.

El 53.7 por ciento de los japoneses ha utilizado esos recursos para adquirir los artículos de primera necesidad y esto ocupa el primer lugar del uso; otro sector lo invirtió en pasatiempos, que ocupa 19.5 por ciento, según informaciones de Dai-Ichi Life Group. También, es una sorpresa constatar que sólo un 16.6por ciento de personas los haya ahorrado.

Yuzo Kanno, presidente de una empresa que se ocupa del servicio de atención personal a ancianos, comenta: “Yo he ahorrado esos recursos”. En su caso, él ha tenido acceso a otros tres subsidios del Gobierno de Japón, ya que también se han dado ayudas a empresas y a personas a cargo de negocios como el suyo.

Uno de estos programas se llama “Subsidio duradero estatal”. Para recibirlo, hay que presentar una solicitud y se pueden cobrar hasta 2 millones de yenes.

De esta manera, él pudo recibir estos recursos a finales de mayo.

Por otra parte, le correspondió también el “Subsidio para los cuidados de enfermería”, por un total de 800 mil yenes y el dinero se ha usado para adquirir los instrumentos de conexión a redes (IoT o Internet of Things) y artículos para desinfectar, y para que los empleados puedan trabajar más cómodos y seguros, según comenta el presidente de esta empresa.

Por último, también Kanno ha recibido el “Subsidio de arrendamiento”, por lo que comenta: “Cada negocio cobra un subsidio diferente del Gobierno. Cada negocio puede recibir la cantidad que maneja como renta de cada tienda, multiplicado por 0.8 por seis meses; por supuesto tenemos que solicitarlo y pude cobrar 1 millón de yenes a finales de octubre”.

Todo esto es una muestra de los intentos que ha tenido el mismo Gobierno japonés para mantener activa la economía, a través del apoyo a ciudadanos y negocios, de alguna forma. Como en muchos países, el PIB de Japón ha disminuido como nunca. Desde 2010 hasta 2019, durante casi una década Japón siempre ocupaba el tercer lugar mundo en el rango del PIB. Sin embargo, en este año es posible que Japón descienda de este lugar. Según el último análisis del Banco Mundial, en el año 2020 el PIB de Japón va a descender 6.1 por ciento más que el año 2019. Este número es mucho más alto que el de 2008, según Financial Crisis.

Esto tiene varias razones. La primera es la caída de las ventas. Comparando con el mes abril de 2019 en el 2020, un 84 por ciento de las compañías han informado que las ventas cayeron drásticamente.

Particularmente en el sector de restaurantes, hoteles e instalaciones de recreo. Las empresas con ventas reducidas suman 95 por ciento del total, según informes de Tokyo Shoko Research (TSR).

Hay otros datos sobre la quiebra de las empresas.

Debido a la pandemia, en Japón hay 793 empresas en quiebra, reportadas hasta el día 11 de diciembre de 2020. Por cada provincia, Tokio tiene el mayor número de quiebras, que es 190, seguido por Osaka, que tiene 76 casos. Por cada sector, los restaurantes suman 125 casos del total y los hoteles 70 casos.

Esto ha llevado al gobierno a promover una nueva compensación para tratar de reactivar la economía, especialmente en el sector turístico. Así surgió la campaña “Go To Travel”. La gente ha podido viajar con esta campaña; los gastos de viaje y alojamiento se reducen gracias al subsidio nacional. Estas acciones tratan de evitar que aumenten las quiebras de los negocios.

Todavía no se muestran resultados concretos, pero mucha gente ha usado este programa. El problema es que, paradójicamente, cada vez que aumentan los contagios como en la tercera ola de coronavirus en el país, el mismo gobierno tiene que solicitar a la gente que evite viajar.

Por otro lado, las empresas que se ocupan de manufacturas, los minoristas, ventas por correo y servicios, han aumentado mucho sus beneficios. La razón es que la gente debe adecuarse a los trabajos virtuales, y necesita comprar productos en Internet.

Se sabe que también para Japón fue una gran pérdida que los Juegos Olímpicos del 2020 se hayan pospuesto, pues muchos negocios se vieron afectados.

Aunque las ayudas han sido varias y relativamente rápidas, los negocios se siguen viendo afectados.

Kanno agrega: “Estoy muy contento con las ayudas que el Gobierno nos ha dado, es la verdad. Pero realmente como empresario, yo diría que no es suficiente.

Necesitamos más dinero para administrar nuestros negocios, y el dinero que nos dio solo nos ayuda por un momento, y la pandemia continúa. Quiero decirle al Gobierno que se mueva más rápido. Después de hacer las solicitudes y todas las gestiones necesarias, las respuestas tardan y existe la posibilidad de que durante este tiempo los negocios débiles quiebren. Y el Gobierno no considera esto. Sabemos que los remedios no son perfectos, en algo ayudan, pero los efectos de esta crisis son fatales”.

Así, se puede dimensionar que una economía tan activa como la japonesa, enfrenta también grandes compromisos con sus empresas y con la sociedad en general, pero ningún remedio es eficaz inmediatamente o al 100 por ciento. Muchas respuestas a esta crisis necesitan una gran paciencia por parte de la gente.

“Go to Travel”, una campaña con importantes descuentos para promover el turismo y rescatar a hoteles y negocios de la quiebra.

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Por: Ayumi Arata / COMUNICKANDA

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n plena pandemia, el mundo entero enfrenta dificultades económicas.

Sin embargo, quedarse en casa ante el peligro de contagio por Covid-19, ha generado nuevas formas de vida y la demanda de ciertos servicios. Increíblemente, el 2020 tiene otra cara para empresas que han crecido más que nunca en su historia. En Japon, Netflix y Nintendo tienen mucho que decir sobre esto.

La gente está obligada a estar en casa por la expansión del Covid-19. Por lo tanto, las ventas de los productos que mejoran la calidad de vida en las casas han aumentado con esta pandemia. La demanda ante la política de quedarse en casa (“Stay home”) ha aumentado también. Además, la mayoría de las compañías japonesas han pasado a trabajar a distancia (“Remote-work”) para evitar el contagio.

Por empatía con “Stay home”, particularmente el sector de los restaurantes se ha metido en dificultades.

Según el artículo de Nihon Keizai-shimbun, el 70 por ciento de las grandes empresas de cadenas de restaurantes arrojaron un déficit, desde abril hasta junio en 2020. Muchos restaurantes se han visto obligados a cerrar sus tiendas.

Por el contrario, mucha gente empieza a cocinar y comer en casa durante la pandemia para evitar infectarse con el Covid-19. Por esto, la demanda del servicio de entrega a domicilio como Ubereats y Demaekan ha aumentado considerablemente.

Numerosas tiendas han adoptado un servicio de entrega a domicilio.

En cuanto a “Stay home”, mucha gente ha dedicado tiempo para atender sus aficiones en casa. Por ejemplo, cocinar, jugar con videojuegos, ver películas, anime, etcétera. Por lo tanto, los electrodomésticos, utensilios de cocina como microondas, hornos y sartenes; videojuegos como Nintendo Switch o Play Station 5 (PS5), servicios de distribución por la red (video-streaming service) como Netflix, Amazon Prime, Hulu y Disney Plus, se han popularizado.

Con respecto a “remote-work”, las ventas de computadoras también han crecido mucho. Asimismo, las demandas de altavoces, cámaras y micrófonos han aumentado, ante la necesidad de mejorar el ambiente de “remote-work”. Aunque las computadoras son muy caras, el subsidio (de 100.000 yenes) del gobierno japonés apoyó para compararlas.

Entre los productos de éxito, a Nintendo Switch le ha ido de maravilla. Según el reporte de Nintendo, se han vendido más de 68 millones de consolas Nintendo Switch hasta finales de septiembre. El número de las ventas de programas o software de videojuegos de Nintendo Switch también ha superado los 450 millones.

Del software, “Animal Crossing: New Horizons” se han vendido más de 64 millones en el mundo y entró en el ranking japonés de productos de éxito en 2020, hecho por el periódico Nihon Keizai Shimbun. Con las ventas de dicha consola de videojuego, la compañía Nintendo ha obtenido los mayores beneficios de su historia, desde abril hasta septiembre de 2020.

A pesar de la pandemia, Nintendo ha crecido mucho en el mundo.

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Una joven que suele usar productos de este tipo comenta que compró una consola Nintendo Switch por Internet antes de que se hubiera extendido el Covid-19, y ella la adquirió al precio establecido.

Otra joven estudiante la compró por Internet en agosto, pero el precio fue 4000 yenes por encima del precio fijo. En el primer semestre de este año, conseguir la Nintendo Switch fue difícil y las personas tenían que participar en un sorteo porque la producción de Nintendo Switch no alcanzaba a cubrir la demanda. Incluso, había un problema de reventa con el precio elevado en subastas.

Con Nintendo Switch, la gente puede mantener contacto y jugar con personas de todo el mundo. Este es el motivo por el cual las jóvenes entrevistadas expresan haber comprado Nintendo Switch.

Durante el periodo de la cuarentena, el videojuego “Animal Crossing: New Horizons” ganó mucha popularidad. Este videojuego tiene un formato de simulación en el que se puede pasar la vida en una isla deshabitada, solo con animales y amigos. Uno de los atractivos de este videojuego es su buena calidad de imagen, y que permite disfrutar los paisajes de las cuatro estaciones y participar en diferentes eventos virtuales.

Durante la cuarentena, también los servicios de distribución por la red (video-streaming service) tuvieron buena aceptación. Mucha gente empleó el tiempo en ver películas, dramas y anime. Según un artículo de Nihon Keizai Shimbun, el número de afiliados en Japón a Netflix había superado los 5 millones, para el 7 de septiembre en 2020.

Netflix Japón obtuvo 2 millones de afiliados en sólo un año, por lo que está sufriendo cierta saturación debido al aumento inesperado del número de afiliados. En la medida en que muchas personas empiezan a manifestar desespero y aburrimiento por quedarse en casa, Netflix Japón tienen que apresurar el desarrollo de obras originales, adaptadas a esta plataforma.

Mientras el Covid-19 prolifera en todo el mundo, varias formas de entretenimientos apoyan a muchas personas. Aunque todos tenemos que quedarnos en casa durante mucho tiempo, gracias a estas fuentes de entretenimiento, podemos disfrutar de la vida con las limitaciones del encierro. Además, el desarrollo de la digitalización promovió las relaciones entre personas de todo el mundo sin la necesidad de verse cara a cara. El coronavirus ha cambiado a la sociedad y a la vida en mucho. Sin embargo, la gente tiene la fortaleza para adaptarse a los cambios. Ahora todas las compañías están buscando las maneras para mejorar la vida a causa del Covid19. Y muchas personas se están esforzando para que podamos vencer esta dificultad.

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Elaborado por alumnos de espaĂąol de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS): Rei Koike, Ayane Igarashi, Sakiko Kurino, Natsu Ohki, Wataru Okayama, Ayumi Arata y Silvia Lidia GonzĂĄlez (profesora).