Sermones de mayordomía "En dios no hay crisis"

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DIRECTOR Ptr. Juan David García R. Autores: Cortesía del Departamento de Mayordomía de la Unión Colombiana del Sur revisión Carmina Lizeth Torres Flores DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN H. Neftalí Vásquez Pérez IMPRESIÓN Editorial Montemorelos S. A. de C. V. Carretera Nac. Km. 206. Montemorelos, N.L. Impreso en México — Printed in Mexico Todos los derechos reservados.


Iglesia Adventista del Séptimo Día Unión Mexicana del Norte

Carretera Nacional km 205 Camino a Hualahuitas Col. Maranatha 67515 Montemorelos N. L. Mexico.

Junio de 2018

Predicadores de iglesias y congregaciones de la Unión Mexicana del Norte.

Tel (826) 2634625 unionmexicanadelnorte.org

Les saludo en el nombre del Señor Jesucristo deseando estén siendo prosperados en todas las cosas, pero de manera especial que tengan salud, así como prosperan espiritualmente. Pongo en sus manos este extraordinario material para que sea utilizado en la semana del 16 al 23 de junio del presente año. La semana de mayordomía tiene como objetivo principal fortalecer la fidelidad de los miembros de la iglesia en unión de sus familias, y a su vez inspirar a aquellos que aun no han entrado en el plan que Dios ha trazado para el sostenimiento y cumplimiento de la misión de su pueblo en esta tierra. Es mi deseo que a través de la influencia del Espíritu Santo, usted pueda ser un instrumento de bendición para la iglesia de tal manera que como pueblo de Dios entremos en una nueva experiencia de relacionamiento con aquel que lo dio todo a cambio de nuestra fidelidad y entrega sin reservas, recordando que en Dios, no hay crisis. Por una iglesia fiel y generosa,

Ptr. Juan David García Ramírez Director de Mayordomía Unión Mexicana del Norte

“Glorificar a Dios y, bajo la influencia del Espíritu Santo, guiar a cada creyente a una experiencia de relación personal y transformadora con Cristo, que lo capacite como discípulo para compartir el Evangelio Eterno con toda persona”. Secretaría de Gobernación, SGAR / 92 / 93 Expediente SGAR / 11.19 / 01.92 R. F. C. IAS 930629 8HO



CONTENIDO Carta del Director

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1. MAYORDOMÍA LA EMPRESA DE LA VIDA

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2. ¿CUÁNTOS DONES RECIBISTEIS: UNO, DOS, 11 CINCO... ? 3. ADMINISTRANDO EL TIEMPO

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4. BENDICIONES Y PELIGROS DE LA PROSPERIDAD

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5. EL PRINCIPIO DE LA 
RESPONSABILIDAD

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CANTO TEMA: En Dios no hay crisis

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Objetivos de LA SEMANA de mayordomia 30 y fidelidad



SermÓn

MAYORDOMÍA LA EMPRESA DE LA VIDA

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1 Corintios 4:2

INTRODUCCIÓN Es esencial que cada persona entienda su mayordomía en relación con Dios, y los elevados planes que Él tiene para sus hijos. Si no se acepta este concepto, entonces será poco más que una hormiga que va por la vida criando sus pequeñuelos y tratando de almacenar suficiente alimento durante los meses de verano para que le duren hasta el fin del crudo invierno. Limitar la vida a la existencia diaria, desconectada de la divinidad y sin perspectiva de una vida superior, lleva al ser humano a la desesperación y al suicidio.

I. ¿Qué es mayordomía?

La Biblia y la Real Academia de la Lengua Española, define Mayordomía como cargo o empleo, administrar. 1 Corintios 4:2 nos da el contexto de que el mayordomo o administrador es el agente principal del propietario, para administrar sus haciendas o bienes. La mayordomía es el estilo de vida de alguien que acepta el señorío de Cristo y forma una sociedad con Dios, actuando como su agente en el manejo asuntos aquí en la tierra. La mayordomía comienza con el reconocimiento de la soberanía de Dios como Creador, Redentor, sustentador y propietario. UNA FIEL MAYORDOMÍA PARA LA GLORIA DE DIOS “Un mayordomo se identifica con su amo. Los intereses de su amo se convierten en los suyos. Ha aceptado las responsabilidades de un administrador, y debe actuar en lugar del amo, haciendo como él haría. Este cargo tiene dignidad, porque su amo confía en él... Cada cristiano es un administrador de Dios, tiene a su cargo los bienes del Señor” (AFDC. Pág. 222)

II. El hombre no es el dueño, es el mayordomo

La idea de que el hombre es el dueño es totalmente equivocada. Cada 7


En Dios, no hay crisis

persona desde que nace hasta que muere es tan solo un administrador de los bienes de Dios. Puede ser un mayordomo bueno o malo, pero siempre será mayordomo, nunca dueño. Ni aun su vida le pertenece, pues Dios le reclama por derecho de creación y redención. “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:20). Aun los que no profesan ser cristianos son mayordomos de los bienes del Señor, por cuanto a éstos también se les ha confiado tiempo, tesoros, talentos y otros medios de los cuales son responsables ante Dios. “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de si” (Romanos14:12). ¿Por qué hablar de dinero? Considerando su verdadero significado, la mayordomía cristiana se refiere a la relación que existe entre Dios y el hombre. Una relación que fue ordenada desde cuando Dios creó al mundo y le dio dominio al hombre sobre toda cosa creada. ¿Por qué se enfatiza el dinero y las cosas materiales al considerar este tema? ¿Acaso es más importante? Jesús afirmó que no lo son. Él enseñó que no podíamos servir a Dios y a Mamón (Riqueza, posesión). Pero enseñó que podíamos servir a Dios con Mamón. En realidad, la administración del tiempo es más importante que la de los demás talentos. Los asuntos relacionados con el tiempo y el dinero son esenciales en la mayordomía, porque constituye las dos dimensiones más fluidas de la existencia. El manejo de esas dos áreas refleja e influye más rápidamente en la vida espiritual de las personas.

III. El punto focal del egoísmo

Las posesiones materiales y el dinero, se convierten el punto focal de todo egoísmo. Esto posiblemente se debe al hecho de estar tan íntimamente asociado con la satisfacción de los deseos egoístas. El dinero, para la mayoría de la gente representa seguridad, y se convierte en el objeto de la vida de cada persona tan pronto como alcanza madurez para reconocer que el alimento, la ropa y las cosas no son esenciales para la vida. Jesús amonestó a sus seguidores para que no cayeran en este error “porque los gentiles buscan todas estas cosas” (Mateo 6:32). Les enseñó que la seguridad permanente solo se encuentra en el reino de los cielos. El egoísmo es la raíz de todo pecado. La mirada de cada cristiano debe ser dirigida a reconocer que el egoísmo está en contra de los principios cristianos. El cristiano debe reconocer que el dinero y las cosas materiales no tienen valor, a menos que se usen con propósitos espirituales. Debe entender que la seguridad nunca se encuentra en las cosas perecederas de este mundo, no importa lo esencial que parezca en la vida. Todo está sujeto a súbita e inesperada pérdida. La única esperanza de 8


MAYORDOMÍA LA EMPRESA DE LA VIDA

verdadera seguridad está en la simple y pueril confianza y dependencia de Dios. Por lo tanto, la relación que las cosas materiales tienen con el cristianismo debe delinearse claramente. 1 Juan 2: 15- 17.

IV. Volviendo por la senda antigua

El Señor a través del profeta Malaquías llamó a su pueblo a la reforma: “Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros” (3:1). Cuando el pueblo preguntó ¿En qué hemos de volvernos? El Señor se refirió a un punto específico en el cual ellos eran deficientes. Le estaban robando, porque retenían los diezmos y las ofrendas. El Señor les señaló que esto era la raíz enferma que causaba sus problemas, por ser evidencia clara del egoísmo que había en sus corazones. Este egoísmo afectaba toda su vida. Hoy cuando la infidelidad en los diezmos y ofrendas es tan evidente y cuando estamos cerca de la Segunda Venida del Señor, se hace necesario repetir el mismo mensaje que Dios envió antes de la primera venida de Cristo. Una reforma sin egoísmo Hay necesidad de una reforma genuina en nuestra iglesia hoy. El egoísmo en todas sus formas debe ser eliminado. La obra no puede tener éxito sin el poder del Espíritu Santo, y “Dios no puede derramar su Espíritu cuando el egoísmo y la complacencia propia se manifiestan en forma tan notoria” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, Pág. 56).

CONCLUSIÓN Resultados de la Reforma Primero. Dios podrá enviar su Santo Espíritu sin medida; y el evangelio podrá ser predicado en cada rincón de la tierra. Bajo la influencia del Espíritu Santo se abrirán los corazones para recibir la luz. Esto hará que la verdad sea impresionante y convencerá a las almas de la necesidad de un Salvador. Entonces suplirá el poder esencial para la conversación. Segundo. La abnegación permitirá que la iglesia se mueva hacia la unidad, marchando como un ejército abanderado, armada del Espíritu de Dios, impulsada y ayudada por el poder divino. Tercero. La aceptación del principio: “Dios dueño hombre mayordomo” se notará en el abnegado uso del tiempo, los talentos y los medios de llevar el mensaje evangélico. Al ser eliminados del canal los escombros del egoísmo, Dios podrá derramar todos los recursos del cielo en un empuje final que culminará en la erradicación total del pecado. Una vez más reinará la paz en todo el universo de Dios y sus fieles mayordomos de las cosas perecederas de la tierra, serán transportados a la gloria donde serán transformados en mayordomos de las riquezas eternas. Todo el universo espera la unión del esfuerzo humano consagrado con el poder divino. 9


En Dios, no hay crisis

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SermÓn

¿CUÁNTOS DONES RECIBISTEIS: UNO, DOS, CINCO... ?

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Mateo 25: 14-30

INTRODUCCIÓN A. Las Sagradas Escrituras dicen en Mateo 13:34, 35 
(leer), que Jesús usaba parábolas para explicar y hacer 
comprensible las verdades ocultas a los hombres. Una 
de esas grandes verdades es la de los dones que Dios 
da. B. La parábola de los talentos explica la forma como 
Dios da los dones a cada ser humano. Todos, 
seguidores de Cristo o no, tenemos una seria 
responsabilidad en el uso de ellos para la gloria de Dios. 
Ahora ampliaremos algunos conceptos acerca de la 
palabra talento y de sus significado. C. ¿Qué es el Talento? Era una moneda antigua usada 
por los griegos y romanos que para ellos era de 
muchísimo valor. Pesaba 34 kg. Era de plata, que de 
acuerdo a la escala de salarios de este tiempo, equivalía 
a lo que recibía un trabajador corriente por de 20 años 
de trabajo. Por el alto valor de esta unidad monetaria y aplicando 
esta definición a las habilidades damos la siguiente 
definición: “Son los dones espirituales que le dan valor y 
distingue a la persona de las otras en habilidades o 
capacidades especiales”. Cuando se habla de “Talento”, en cierto modo se 
relaciona con la palabra DON. Este significa: Dádiva, 
presente, gracia especial o habilidad para hacer algo.

II. Significado de la Parábola.

La parábola de Mateo 25: 14-30, tiene el propósito de 
enseñar entre otras cosas lo siguiente: Que el Señor desea incrementar sus “bienes”. Llámense bienes a todo lo que hace progresar su 
reino espiritual aquí en la tierra a través de sus hijos. Que el Señor desea probar a sus siervos, (quienes 
están representados por todos los creyentes o 
 discípulos) antes de confiarles mayores 
 responsabilidades. 11


En Dios, no hay crisis

Que los Talentos, representan las capacidades 
especiales otorgadas por el Espíritu Santo, y las habilidades naturales que Dios ha dado a cada 
individuo y han de ser empleados para la gloria de 
Dios. Que la cantidad: uno, dos o cinco, representa la 
voluntad de Dios al dar a las personas los dones, como 
para incentivar su ingenio, y habilidad 
proporcionándoles así la oportunidad de adquirir 
experiencia y desarrollo. Que el hecho de que el hombre de la parábola de 
Lucas 19: 12 que se fue lejos dejando sus bienes al 
cuidado de su mayordomo, implica una 
responsabilidad que no debe ser descuidada. Que cuando viene el Señor a pedir cuentas (Mateo 
25:19); nos ha de recordar que de todos los dones o 
talentos confiados hemos de dar una respuesta a 
Dios. Que las palabras de aprobación del Señor “Bien buen 
siervo y fiel” (Mateo 25:21). No se deben a la ganancia 
obtenida por cada quien, sino a la fidelidad 
demostrada el uso de los talentos recibidos.

III. Clasificación de los Dones concedidos por Dios.

Los dones se clasifican en: dones Naturales, 
Espirituales y de Señales o Milagros. A. Los Dones Naturales: Son aquellos que nacen con la persona y que se 
transforman en vocaciones innatas. Necesitan ser 
cultivadas para que se perfecciones. Estos dones 
pueden existir en la vida del creyente y los no 
creyentes. Generalmente tienen que ver con las artes, 
las letras y las ciencias. Elena G, de White dice lo 
siguiente: “Los dones especiales del Espíritu no son los 
 únicos talentos representados en la parábola. 
Ella incluye todos los dones y talentos ya sean 
originales o adquiridos, naturales o espirituales ... 
Al convertimos en sus discípulos... Él nos 
devuelve esos dones purificados y ennoblecidos, 
a fin de que los empleemos para su gloria, 
bendiciendo a nuestros prójimos. (Palabras de 
Vida del Gran Maestro, Pág. 308) B. Dones Espirituales y de Señales o Milagros Son las capacidades que el Señor da a cada uno sus 
hijos en el momento de la conversión a través del 
Espíritu Santo, para hacer progresar el reino de Dios. 
Estos se suman a las habilidades naturales propias 
de cada persona. Los dones espirituales se dividen en cinco: 1. Dones de AYUDA: Crean un puente sólido de 
relación cristiana entre un miembro y otro. Estos 
son: a) Ayuda; b) Misericordia; c) Exhortación; d) 
Dadivosidad; e) Hospitalidad. 2. Dones de ENSEÑANZA: Tienen la responsabilidad 
de transmitir el conocimiento claro y preciso del 
Señor y del plan de salvación a la próxima 
generación. Esto tiene que ver con la educación 
religiosa en 12


¿CUÁNTOS DONES RECIBISTEIS: UNO, DOS, CINCO... ?

todos los niveles de la iglesia. Estos 
son: a) Enseñanza; b) Conocimiento; c) Sabiduría; 
d) Pastorado. 3. Dones de LlDERAZGO y ADMINISTRACION: Estos dones tratan sobre la conducción y 
supervisión de la iglesia. Están en la línea de 
avanzada de la administración y actividad de la 
iglesia. Crean un ambiente de influencia positiva 
para el progreso de ella. Son: a) Liderazgo, 
liderazgo Servicial; b) Apostolado; c)
Administración; d) Fe. 4. Dones MISIONEROS: Son los que facilitan el 
trabajo de llevar a las personas a los pies de Cristo 
y añadirlas a la iglesia para el crecimiento espiritual 
y numérico de la iglesia; cumpliendo así el mandato 
de Cristo. Dan la razón de la existencia y la vida de 
la iglesia. Estos son: a) Evangelización; b) 
Apostolado; c) Discernimiento; d) Acción 
Misionera; e) Lenguas; f) Interpretación de Lenguas. 5. Dones de SEÑALES Y DE PODER: Mediante 
estos Dios realiza acciones impresionantes que 
llaman la atención de los individuos a la fe cristiana. 
Sin embargo, son poco comunes y necesitan ser 
probados a la luz de la Biblia, ya que Satanás con 
frecuencia los falsifica. A través de ellos Dios 
manifiesta su poder y misericordia en ocasiones 
especiales, cuando El cree conveniente hacerlos. 
Estos son: a) Profecía; b) Milagros; c) Curar; d)
Bienestar Espiritual; e) Martirio; f) Pobreza Voluntaria; g) Celibato. El apóstol Pablo en 1 de Corintios 12, dice que la 
distribución de los dones en la iglesia se asemeja 
a la distribución de los órganos del cuerpo. • El cuerpo humano necesita miembros 
diferentes para cumplir cada función • Los órganos del cuerpo fueron creados para 
ser efectivos, cada uno en su posición. • No alabamos a los órganos internos por su 
apariencia, pero sin ellos la vida sería 
imposible.

IV. Procurad los mejores Dones I Corintios 12:31

A. El mayor de los Dones es el AMOR 1 Corintios 
13:8,13 1. Decimos que es el mayor de todos los dones 
porque debe ser la motivación o el ingrediente 
principal de todo servicio, actividad u ofrenda que 
presentemos ante Dios. 2. Sin la motivación del amor en el corazón humano, 
los dones y su uso se vuelven como el metal que 
resuena o címbalos que retiñe. 1 Corintios 13: 1 B. Los mejores Dones. son aquellos que: 1. Descubrimos: Necesitamos saber cuántos dones 
hemos recibido de Dios, uno, dos, cinco ... , Mateo 
25:15 2. Desarrollamos y ponemos al Servicio de Dios: Los 
talentos aunque sean pocos han de ser usados. 
Este es el primer deber delante de Dios y del 
prójimo. Dios requiere el adiestramiento de estos 
dones. “ ... Señor, cinco talentos me entregaste; aquí 
tienes, he ganado estos cinco talentos sobre ellos” 
Mateo 25:19-23. 13


En Dios, no hay crisis

CONCLUSIÓN El Espíritu de Profecía dice: “Hemos recibido del Señor, 
además de todos los dones mencionados las facultades 
de: El habla; las facultades mentales, la Influencia, el 
tiempo, la salud, la fuerza, el dinero, los impulsos y 
sentimientos bondadosos”. Todos estos sólo serán multiplicados por el uso que 
hagamos de ellos. El que recibió un talento, dejó su talento sin aprovecharlo. 
Recordemos que tenemos toda la ayuda del cielo aun 
para desarrollar un talento. Pronto escucharemos las palabras del Señor. “Bien 
siervo fiel, sobre poco has sido fiel sobre mucho te 
pondré, entra en el gozo de tu Señor. 11 Mateo 25:21 Estimado hermano, tenemos la certeza que usted podrá 
escuchar la voz de Cristo hablándole en forma personal. 
Póngase hoy al servicio del Señor, motivado solo por el 
amor que Dios puso en su corazón.

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SermÓn

ADMINISTRANDO EL TIEMPO

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Eclesiastes 3:1

INTRODUCCIÓN No podemos ser todos iguales o tener las mismas 
habilidades, pero, hay un don de Dios que todos 
recibimos en igual medida: el tiempo “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo 
del cielo tiene su hora”. Eclesiastés 3:1. “Puedo perder batallas, pero nadie me verá jamás 
perder minutos, ni por presunción ni por pereza” 
Napoleón Bonaparte . “El ayer es un cheque cancelado, el mañana es un 
pagaré, pero el hoyes el único dinero que usted 
tiene.” “El tiempo pasado, no existe; no se puede recuperar. El tiempo futuro, tampoco existe; no lo podemos traer 
a nosotros. El tiempo presente, ese tu y yo lo 
tenemos. Hemos de utilizarlo al máximo. “De ninguna otro talento que él nos haya dado 
requerirá más estricta cuenta que de nuestro 
tiempo.” Palabras de Vida del Gran Maestro, Pág. 
240.

I. Principios básicos de administración del tiempo.

El tiempo es un recurso único. Todos nosotros 
disponemos de la misma cantidad de tiempo: no se 
puede guardar o acumular para cuando se necesite, no 
lo podemos ordenar a nuestro antojo, no podemos 
decidir cuándo debe fluir o cuándo debe detenerse. Es, 
además, irrecuperable. Estamos obligados a gastarlo 
a un ritmo de 60 segundos por minuto. Obtendremos mayores beneficios de la gestión de 
nuestro tiempo, como de cualquier otro tipo de gestión, 
si llevamos a cabo un análisis y una planificación previos. 
Para comprender y aplicar los principios de 
administración del tiempo usted debe saber no sólo emplear su tiempo, sino también evaluar qué 
circunstancias “le hacen perder el tiempo” y cuáles son 
las causas de las mismas. Partiendo de esto, usted 
puede aprender a ser más efectivo y eficiente en su 
trabajo, y en sus ratos libres mediante una mejor administración de su tiempo. 15


En Dios, no hay crisis

La administración del tiempo es un proceso personal que 
se debe adaptar a su estilo de vida. Se necesita una 
buena dosis de compromiso para, de ser necesario, 
cambiar hábitos que están muy arraigados en nuestra 
personalidad, pero sólo depende de usted escoger este 
camino y llegar hasta el final. Con mucha facilidad se desperdicia el tiempo: con una 
vida desorganizada, en conversaciones inútiles, frente a 
un televisor, en lecturas sin provecho o sencillamente haciendo pereza en la cama. Los momentos libres son peligrosos si no se
emplean bien: 1. Satanás usó su rebelión para planificar. 2. Eva se apartó de Adán para traer el pecado y la muerte. 3. El origen de los grandes crímenes y de los actos 
inmorales se conciben en los momentos de ocio.

II. El uso provechoso del tiempo.

“Cuando hay abundancia de ociosidad, Satanás trabaja 
con sus tentaciones para arruinar la vida y el carácter. 
Si no se enseña a los jóvenes que realicen trabajo útil, 
sean ricos o pobres, están en peligro; porque Satanás 
encontrará empleo para ellos según sus propias maquinaciones. Los jóvenes que no son protegidos mediante los principios, no consideran el tiempo como 
un tesoro precioso, un legado de Dios, por el cual cada 
ser humano debe rendir cuentas”. (Manuscrito 43, 1900). “Los niños deberían ser educados para emplear su 
tiempo de la mejor manera, para ser útiles a sus padres, 
para tener confianza en sí mismos. No debería 
permitírselas que se consideren superiores como para 
no realizar ninguna clase de trabajo que sea necesario”. 
(Carta 11, 1888). “El valor del tiempo escapa a todo cómputo. El tiempo 
desperdiciado nunca puede recuperarse ... El 
aprovechamiento de los momentos perdidos es un 
tesoro” (Manuscrito 117,1899). Las Escrituras nos exhortan: “Aprovechando bien el 
tiempo, porque los días son malos ... “ Efesios 5: 16

III. Una parte del tiempo pertenece a Dios

En el contexto del tiempo encontramos el ‘’Tiempo santo”. 
Son veinticuatro horas separadas por Dios para Él, y 
que llama: “Mi Santo Día:” Éxodo 20:10 Es el Sábado. 
El séptimo día de la semana. • Este principio nunca cambió - aunque haya sido 
desobedecido, negado y abusado. Dios jamás ha 
anulado este requisito. • Cuando alguien toma ese día para sí, viola ese 
principio eterno. Abusa de quien nos creo, redimió 
y sostiene. • Desafía el Poder de Dios que sostiene todas las 
cosas. • Isaías 58: 13 advierte de no profanarlo usándolo para 
cosas seculares. “Dios nos ha dado el conjunto de los seis días para hacer 
nuestro trabajo y se ha reservado únicamente uno. Este 
debiera ser un día de bendición para nosotros: un día cuando debiéramos poner de lado todos nuestros 
asuntos

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ADMINISTRANDO EL TIEMPO

seculares y centralizar nuestros pensamientos 
en Dios y el cielo”. (Manuscrito 3, 1879). Cuando el sábado comienza debemos ponemos en 
guardia, velar sobre nuestros actos y palabras, no sea 
que robemos a Dios, dedicando a nuestro uso el tiempo 
que pertenece estrictamente al Señor. No debemos 
hacer ni permitir que nuestros hijos hagan trabajo alguno 
para qanarse la vida, ni cosa alguna que podría haberse 
hecho durante los seis días hábiles. El viernes es el día de preparación. Se ha de dedicar 
tiempo a los preparativos necesarios para el sábado, y 
a pensar y conversar acerca de la santidad del sábado 
que está por llegar. Nada de lo que a los ojos del cielo 
es considerado como violación del santo sábado debe 
dejarse para ser dicho o hecho en sábado. Dios 
requiere no sólo que evitemos el trabajo físico en sábado, 
sino que disciplinemos nuestra mente para que se 
espacie en el gran amor de nuestro Padre celestial. Se infringe el cuarto mandamiento en las conversaciones 
de cosas mundanales, livianas o triviales. “El hablar de 
cualquier cosa o de todo lo que acude a la mente, es 
pronunciar nuestras propias palabras. Toda desviación 
de lo recto nos pone en servidumbre y condenación. 
(Joyas de los Testimonios, tomo 1, Pág. 287). Cada día hemos de dedicar una parte del tiempo al culto 
familiar. Esto es como levantar un muro protector de 
fuego alrededor del hogar. Zacarías 2:5. “Si hubiese una genuina religión doméstica, habría más 
poder en la iglesia. Cuando tuviésemos un buen hogar 
religioso, tendremos buenas reuniones religiosas”.

IV. Dedicar tiempo para consagrarnos

Reavivamiento y reforma: “La mayor y más urgente de todas nuestras 
necesidades es de un reavivamiento de la verdadera 
piedad en nuestro medio. Procurarlo debiera ser 
nuestra primera obra.” (Mensajes Selectos, Pág. 141) “Deben realizarse un reavivamiento y una reforma 
bajo la ministración del Espíritu Santo”. (Ídem, Pág. 149.)

V. Debe haber una consagración total:

“Vuestro tiempo, vuestros talentos, vuestros recursos: 
todo debe derramarse hacia el mundo, para salvar a 
los que están perdidos” (Testimonios Selectos, tomo 
V, Pág. 165.) “Cada hora cada minuto es precioso. No tenemos 
tiempo para buscar nuestra propia satisfacción. En todo 
nuestro derredor hay almas que están pereciendo en 
el pecado. Cada día hay algo que hacer para nuestro 
Señor y Maestro. Cada día debemos conducir a las 
almas al Cordero de Dios que quita el pecado del 
mundo.” Joyas de los Testimonios, tomo 3, Pág. 310. 17


En Dios, no hay crisis

CONCLUSIÓN Jesús aprovechó bien el tiempo y cumplió su misión en 
la tierra. En Juan 9:4 se registran las palabras del Señor: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre 
tanto que el día dura ... “ Si comprendiésemos bien el significado del tiempo, 
notaríamos que mucho trabajo existe por hacer, es 
preciso no perder el tiempo. “Sólo quien administra el tiempo está preparado 
para recibir al Salvador”

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SermÓn

BENDICIONES Y PELIGROS DE LA PROSPERIDAD

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Proverbios 30: 8, 9

INTRODUCCIÓN El peligro de la prosperidad consiste en su inherente 
tendencia a disminuir o eliminar la confianza del hombre 
en Dios. “Oh, si tan sólo tuviere medios, no los despilfarraría! 
Daría un ejemplo a los avaros y mezquinos. Les 
mostraría la gran bendición que se recibe al hacer 
el bien” (Joya de los Testimonios, tomo 1, Pág. 244). Esta declaración fue hecha por una mujer que amaba al 
Señor, pero que por su condición de pobreza, sólo podía 
dar pequeñas ofrendas. Ella contemplaba a otros que 
habían prosperado a su alrededor, pero que ayudaban 
muy poco para la causa de Dios. Envidiaba sus riquezas. “Dios dijo el ángel que la había atendido hasta 
entonces: La he probado en la pobreza y la aflicción, 
y ella no se ha separado de mí ni se ha rebelado 
contra mí. Ahora la probaré con la prosperidad. Le 
revelaré un aspecto del corazón humano con el cual 
ella no está familiarizada. Le mostraré que el dinero 
es el enemigo más peligroso que haya encontrado. 
Le revelaré el engaño de las riquezas; le demostraré 
que son una trampa, aun para aquellos que se 
sienten seguros contra el egoísmo” (Idem, Pág. 245). Sigue el informe diciendo: “Cuando tuvo la casa, usted vio que había que hacer 
tantos arreglos para que todo fuese conveniente y 
agradable en derredor, que se olvidó del Señor y de 
sus derechos sobre usted, y se sintió menos 
inclinada a ayudar a la causa de Dios que en los 
días de su pobreza y aflicción” (Idem, Pág. 248).

I. La prosperidad es de origen divino

El deseo de conservarse sano y en prosperidad es de 
origen divino. La intención de Dios para su pueblo, en 
todas las edades, ha sido dar una lección objetiva a todo 
el mundo, basada en estas características. Aquellos con 
quienes entrarán en contacto habrían de preguntar cuál 
es el origen de estas bendiciones. Entonces, se 
acercarían a Dios, el proveedor de todo don bueno y 
perfecto. 19


En Dios, no hay crisis

Pensemos en la posición estratégica en la cual Dios 
colocó a los israelitas. Una tierra que “fluía leche y miel”, 
encrucijada geográfica del mundo comercial y político. Debían ser el testimonio viviente del poder y la gracia 
maravillosa de Dios para todo el mundo. Imaginemos la 
conversación de un viajero oriental con un mesonero 
israelita: (Ocurre en uno de los lugares de hospedaje local): - Hay algo que me llama mucho la atención, (diría el 
viajero). - ¿Qué es? (Pregunta el mesonero israelita). - (Dice el viajero) Bueno, en primer lugar, la gente de esta tierra. En todos mis viajes nunca había visto 
personas tan felices y saludables como aquí; y tampoco 
había conocido frutos tan hermosos y apetitosos como 
los de Israel. Jamás había visto algo como ésto, ni aún 
en la tierra de Gossén, en Egipto. ¿Cómo se lo explica 
usted? - Bueno, ya usted ve, señor, es por causa de nuestro Dios 
quien nos bendice diariamente. (Dice el mesonero 
israelita) - iDioses ... ! (sonreiría el hombre alzando sus manos). Tenemos docenas de ellos, pero ellos nada hacen por 
nosotros ... ¡Nada como esto! - Ese es precisamente el punto, (explicaría el mesonero 
seriamente). Nuestro Dios es el verdadero Dios. El es 
Jehová. El no es como sus dioses. Es un Dios vivo. El 
nos trajo a esta tierra y nos prometió que si 
obedecíamos sus enseñanzas, siempre nos conservaríamos saludables y nuestra tierra sería fértil, 
y nunca nos faltaría nada. [Sabe usted, hasta nos da la 
cantidad exacta de lluvia y en el tiempo preciso! 
¡Exactamente en el tiempo en que la necesitamos! - Por favor, háblame más de Dios. Creo que necesitamos 
tener un Dios así en nuestro país. De esta manera se les dio a los israelitas la oportunidad 
de diseminar la historia de Dios y de su amor en todo el 
mundo, sin salir de casa. Este era el plan de Dios para 
ellos yeso incluía salud y prosperidad. “No comeréis el 
pan con escasez”, les había dicho. (Deuteronomio 8:9) 
y en 3 Juan 2 añade: “Dios desea nuestra prosperidad 
en todas la cosas”. Vencedores del Cielo: Dios tiene en el cielo miles de años disponibles de 
vacaciones y una gran cantidad de bienes raíces en la 
tierra nueva. Los únicos agentes que Él tiene de 
promoción y propaganda es a través de la vida de sus 
seguidores. Ellos son los “vendedores”. Para que tener 
éxito como embajadores del reino eterno de Cristo 
Jesús, y hablar con propiedad de lo deseable que es el 
cielo y la tierra nueva; se ha de mirar, hablar, actuar como 
agente del cielo. Por esta razón, Dios nos hizo criaturas 
suyas, hijos e hijas del Rey. Y quiere hacemos prósperos 
en fe y bienes materiales. Él desea que tengamos lo 
mejor. Pedro comprendió el elevado plan de Dios para 
su pueblo cuando escribió: “Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, 
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que 
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de 20


BENDICIONES Y PELIGROS DE LA PROSPERIDAD

las 
tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).

II. Peligros potenciales de la prosperidad

A. El peligro de la suficiencia propia. El sentimiento 
de suficiencia que conlleva la posesión de riquezas. Este 
es el mayor y más frecuente peligro a que conlleva la prosperidad. A medida que crecen las riquezas, el 
sentimiento de confianza en Dios decrece. La mente 
camal acepta la idea de que toda necesidad, todo deseo, 
se puede adquirir o satisfacer con dinero. Esto es pura 
insensatez. Cuenta la historia de un hombre que hizo su decisión 
por el Señor en una conferencia, este hombre tenía una 
linda familia y ferviente deseo de servir a Cristo además 
de mucho dinero y negocios. Así que cuando él hizo su 
decisión pasó al frente y el pastor comenzó a orar por él 
y dijo: Señor bendice a este hombre que ha hecho su 
decisión y su entrega a ti y él dijo amén. Señor bendícele 
su esposa, sus hijos la familia que ha entregado a ti y él 
dijo amen. Señor bendice sus posesiones y su dinero que también 
los ha entregado a ti, y dice la historia que hubo un 
silencio, no se escuchó el amen, el así sea. Y el pastor 
le preguntó ¿No vas a decir amen? Y el respondió todo 
lo que tengo se lo entrego a Dios, excepto mis bienes y 
posesiones. No existe nada en este mundo que no esté sujeto a 
pérdida. Fuego, inundaciones y guerras, han destruido 
fortunas que fueron acumuladas durante toda la vida. Los 
sueños y la labor de muchos años han desaparecido en 
una noche. Es pura locura poner nuestra confianza y 
nuestra dependencia en las riquezas, o en cualquier cosa 
hecha por el hombre. Sólo un Dios creador puede 
controlar las fuerzas irregulares de la naturaleza, o 
dominar las maquinaciones de los hombres. Sólo Dios 
puede garantizamos la seguridad. Dios implantó el deseo de prosperidad en el hombre con 
propósitos nobles. Juan Wesley enseñaba: “El hombre 
debe ganar todo lo que pueda, y ahorrar todo lo que 
pueda, de manera que pueda dar todo lo que pueda”. 
Dios desea que su pueblo sea próspero para suplir con 
abundantes recursos sus necesidades y para que lleve 
a cabo con eficiencia la obra que nos encomendó. B. El deseo insaciable de atesorar. Este es otro 
peligro de la prosperidad. El casi irresistible impulso de 
atesorar riquezas para hacerle frente a la posible 
necesidad futura. Si bien, se aconseja al cristiano que 
tenga un fondo de emergencia para tiempo de escasez, 
nunca este, debe vivir en un insaciable deseo de 
acumular riquezas. ¡La instrucción fue dada para casos 
de necesidad, no para una catástrofe! Los principios del cielo se basan en un intercambio 
continuo, recibir e impartir. La acumulación detiene la 
corriente del intercambio. “Cuando los cristianos están controlados por los 
principios del cielo, dispensarán con una mano, y 
recibirán con la otra. Esta es la única 21


En Dios, no hay crisis

posición 
racional y saludable que puede ocupar un cristiano 
mientras posea y gane dinero”. (Testimonios, tomo 11, 
Pág. 240). C. El peligro de la gratificación del Yo. Un próspero 
hombre de negocios, que había sido miembro de la 
iglesia en su juventud, se encontraba almorzando con un 
amigo en uno de los elegantes hoteles de una gran 
cuidad. El amigo trató de preguntarle directamente 
acerca de su vida religiosa actual, ya que había llegado al pináculo del éxito según las normas del mundo. A lo 
que el hombre le respondió: “Tengo un Cadillac en el estacionamiento, un Mercedes 
y un Jaguar en el garaje de mi casa. Vivo en una casa 
valorada en muchos miles de dólares, tengo acciones,
bonos y un ingreso garantizado de por vida. ¿Para qué 
necesito a Dios?” El hombre más sabio, y con seguridad el más rico que 
jamás haya existido, escribió: “No me des pobreza ni 
riquezas; mantenme del pan necesario, no sea que me 
sacie, y te niegue y diga, ¿ Quién es Jehová? O que 
siendo pobre, hurte, blasfeme el nombre de mi Dios” 
(Proverbios 30:8-9). “No es la copa vacía la que nos causa dificultades 
para llevarla; es la copa llena hasta el borde la que 
debe equilibrarse cuidadosamente. La aflicción y 
la adversidad pueden causar muchos 
inconvenientes y pueden provocar una gran 
depresión, pero es la prosperidad la que es peligrosa 
para la vida espiritual” (Consejos sobre Mayordomía 
Cristiana, Pág. 154).

III. La prosperidad puede ser una bendición

A pesar de que hay peligros en la prosperidad, existen 
salvaguardias que la pueden convertir en una gran 
bendición. Primero, reconocer que Dios es el dueño de todo. Si 
 reconocemos que somos mayordomos de los bienes de 
Dios; manejaremos sus posesiones como lo haría el 
mismo Dios. Cuando reconocemos esta relación, la gratificación del yo no probará ser una tentación 
abrumadora. “Se le ruega que disfrute de los buenos dones del 
Señor y que los use para su propio bienestar, para 
propósitos caritativos y en buenas obras para 
extender su causa, de manera que podáis atesorar 
riquezas para vosotros mismos en el cielo” 
(Testimonios, Tomo IV Pág. 143). Segundo, vigilar los apetitos y deseos. Un día Josué 
ordenó a los israelitas que hicieran una decisión. 
“Escogeos hoya quien sirváis, si a los dioses a quienes 
sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado 
del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra 
habitáis” (Josué 24:15). Moramos en una tierra donde los dioses de los amorreos 
resplandecen a través de cada terreno en ventas y de 
cada vitrina de las tiendas. Estamos siendo 
bombardeados continuamente por incentivos para 
gratificación del yo. Vivimos en un mundo de artimañas. 
Pero cada uno tiene el poder de elección, y debe elegir. 
No puede haber compromiso. 22


BENDICIONES Y PELIGROS DE LA PROSPERIDAD

«Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está 
en él, porque todo lo que hay en el mundo, los 
deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la 
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino 
del mundo». (1 Juan 2: 15, 16). Tercero, la benevolencia debe ir al paso de la 
prosperidad. Un hombre puede convertirse en un canal 
abierto para Dios, repartiendo mientras recibe. Mientras más tenga la persona, más grande será el canal. Por lo 
tanto, los ilimitados recursos del cielo pueden inundar la 
tierra. “La benevolencia se agranda y se fortalece 
constantemente por medio del ejercicio hasta 
convertirse en un principio que reina en el alma. Es 
muy peligroso para la espiritualidad permitirle al 
egoísmo aun en el más pequeño rincón del corazón” 
(Testimonios, Tomo 111, Pág. 548, 549). La Biblia nos habla de un hombre que poseía enormes 
riquezas; y registra que era “el más grande” de su época. 
 Pero Job sabia cuál era su responsabilidad para con 
Dios. La Biblia dice: “Yo era ojos al ciego, y pies al cojo. A los 
menesterosos era padre, de la causa que no 
entendía me informaba con diligencia” (Job 
29:15,16).

CONCLUSIÓN La prosperidad puede encerrar muchos peligros, pero 
también muchas más bendiciones, si quienes la reciben 
se dejan controlar por el Espíritu Santo. La prosperidad puede emplearse equivocadamente 
para gratificar el yo y olvidamos de Dios. Pero con el 
Espíritu y el sentir de Cristo, la prosperidad puede ser 
usada para bendecir a los menesterosos y medio para 
dar a conocer el Evangelio de Cristo y conducir a muchos 
a los pies del Salvador. Invitación: ¿Desearía usted colocar las bendiciones 
que Dios le ha dado a su servicio? Dios nos ayude a 
dejar de lado los peligros de la prosperidad y que las bendiciones de la misma, ayuden a otros y contribuyan 
al adelanto de la causa de Dios. ¡Que Dios le bendiga!.

23



SermÓn

EL PRINCIPIO DE LA 
RESPONSABILIDAD

5

Lucas 12:48

INTRODUCCIÓN Este texto nos enseña a ser vigilantes, a estar listos para 
la venida del Señor. También establece el principio de la 
responsabilidad sobre las bendiciones recibidas. La 
Biblia enseña que Dios es el dador de todo don perfecto, 
y que pedirá cuenta de las bendiciones dadas a todas 
las personas. Por lo tanto, las bendiciones no deben 
tratarse como perlas colocadas frente a los cerdos, 
despreciadas, maltratadas, pisoteadas o abusadas. No 
debemos considerarlas descuidadamente. No importa 
si es riqueza, educación, juventud, empleo, amigos, hijos, 
creatividad, un o espiritualidad. Las bendiciones se han de administrar con sabiduría, 
porque un día tendremos que rendir cuentas por la forma 
en que la hayamos empleado. El texto no sólo recuerda el peso de la responsabilidad 
por las bendiciones; también enseña acerca de las 
expectativas de Dios con respecto a nuestra 
dadivosidad. Dios es perfectamente justo. Espera que 
demos solo de lo que tengamos. Si es mucho, espera mucho: y si es poco, espera una medida justa de lo 
poco que tengamos. Dios no espera que una persona 
sin trabajo o que dependa de otros, de la misma cantidad 
que una persona cuyos ingresos se escriben con cinco o seis dígitos. Él no espera que un niño que recibe una 
porción de dinero de sus padres, dé la misma cantidad 
que su padre o madre. Pero el niño debe aprender a dar 
de lo que posee. Dios no trata a las personas como las entidades 
recaudadoras de recursos. Cuando se eleva la cuenta 
por consumo de electricidad, se paga lo que la compañía 
demanda. La compañía no toma en cuenta lo que la 
persona posee, ni dice, “Dénos conforme a las bendiciones que ha recibido. Si tiene mucho, pague 
mucho o si tiene poco, entonces haga una pequeña 
donación”. La compañía de dice: “Esto es lo que usted 
consumió, pague. Pague o se le quitará el servicio”. Lo 
mismo ocurre en los supermercados. Usted debe pagar 
por lo que desee sacar. Tanto el rico como el pobre, que 
compra en el mismo supermercado, pagarán el mismo 
precio por cada artículo que quisiera tener. Dios requiere que seamos justos y demos conforme a 
las 25


En Dios, no hay crisis

bendiciones recibidas. “ ... todo aquel a quien se le 
haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que 
mucho se le haya confiado, más se le pedirá”. (Lucas 
12:48). La mayoría comprende y acepta este principio. 
Sin embargo, por justo que sea, se levanta o cae según 
la comprensión de la palabra: MUCHO. Casi todos 
testifican que Dios es bueno todo el tiempo y que Él da 
las bendiciones; pero cuando se llega al tema de la 
responsabilidad de dar, no se cuentan de las bendiciones 
recibidas sino que se empieza a sacar cuentas y a llorar 
por todas las deudas o compromisos pendientes. Se dice: “Es cierto que he recibido bendiciones, pero 
tengo la casa hipotecada, o el alquiler sigue subiendo; tengo los hijos en el colegio o la universidad. He recibido mucho pero debo mantener mi familia. Tengo un ingreso 
fijo, pero no estoy bien de salud y la medicina es cara. El 
costo de la vida sigue en aumento; o, necesito comprarme ropa, reparar el carro. Es cierto que he 
recibido muchas bendiciones, pero cuando veo todo lo 
que tengo que pagar, no me queda mucho. Se que “a quien se le dio mucho, mucho se le reclamará”, pero eso 
no se aplica a mi, eso se aplica a los ricos. Si yo tuviera 
el dinero que ellos tienen, daría mucho, pero cuando veo 
mis obligaciones, no tengo mucho para dar”. Se olvida que el término MUCHO es relativo. Lo que 
parece poco para nosotros parece mucho para otras 
personas. Si no cree, pregúntele a las victimas de 
cualquier huracán, incendio o inundación que hayan 
perdido todo. Pregúnteles a quienes han perdido sus 
casas, tierras, cosechas, pertenencias, etc. Y algunos 
hasta sus seres amados. Nosotros aquí nos quejamos 
por el alto de la vida; pero hay lugares en el mundo donde 
la gente sería feliz si pudiera ir a comprar algo al 
mercado. El problema para nosotros es que lo que 
tenemos está caro, pero hay otros que su problema es 
que ni siquiera tienen a que ponerles precio. Cerca de 
nosotros hay lugares donde nuestra escasez seria 
mirada como abundancia. En Lucas 18: 18-30 se cuenta la historia del joven rico 
que vino a Jesús y le preguntó: “¿Qué debo hacer para 
tener vida eterna?” Se ha criticado a este joven por haber 
permitido que sus riquezas obstaculizaran su camino 
hacia el Reino. Algunos han declarado farisaicamente 
que de haber estado en la posición de este hombre su respuesta habría sido diferente. No sabemos cuánta riqueza tenía, pero si sabemos que este hombre: No tuvo 
un carro, ni siquiera una bicicleta, ni prendió un bombillo 
o escuchó el sonido de un piano o un órgano de tubos. 
Nunca tuvo televisión, ni celular, ni escucho radio, ni tuvo 
una computadora o un fax. Tampoco viajó en avión, ni en tren. No durmió en un colchón con resortes internos, ni 
tuvo acceso a una biblioteca o pudo mejorar su visión 
con un par de lentes. Tampoco vio salir el agua limpia en distintos lugares de su casa, ni usó una lavadora o una 
secadora. Entonces, si él era rico, ¿qué somos nosotros? El Señor 
dice: “ ... a quien se le haya dado mucho, mucho se le 
demandará; y al que mucho se le haya confiado, más 
se le pedirá”. 26


EL PRINCIPIO DE LA 
RESPONSABILIDAD

I. Dadivosidad es un asunto de reconocimiento:

Un niño le pidió dinero a su padre para la ofrenda. El 
padre le dijo que sólo dos monedas de cincuenta pesos, 
y le dijo que no tenía más monedas, lo otro eran billetes gruesos. (De paso padres, ese es el primer error. Se les 
da billetes a los hijos para la heladería o la pizzería, pero 
solo monedas para la ofrenda) Entonces el niño de la historia, le respondió a su padre, “No puedo depositar 
solo cien pesos en el platillo”. El padre le preguntó: “¿Por 
qué no?” El niño respondió, “¿No quieres que el Señor piense que soy un miserable, o si?” Veamos las bendiciones que Dios nos da: Comida que 
a veces se daña en el refrigerador; ropa y zapatos que 
muchas veces ni usamos. ¿Qué piensa el Señor de la ofrenda que depositamos en el platillo de la iglesia? 
Cuando gastamos para vemos bien y oler bien. ¿Qué 
pensará el Señor? Dios da la vida y la salud; Él da la fuerza todos los días. 
Dios muestra su amor incondicional, su cuidado 
incesante y su protección constante. ¿Qué piensa el 
Señor de la ofrenda que depositamos en el platillo de la 
iglesia? Dios nos amó tanto que envió a Jesús para 
salvamos. Nos dio el Consolador, el Espíritu Santo, para 
guiamos en la verdad y capacitamos para la vida. El 
Consolador vino, tal como había sido prometido, el día 
del Pentecostés, con nueva vida y dones para los 
creyentes. Y aún, Jesucristo vive para interceder por 
nosotros desde el Santuario Celestial y regresará para 
recompensar a sus siervos fieles. Celebramos el hecho 
de que la muerte ya no tiene dominio sobre nosotros y 
que nada puede atamos, en Jesucristo tenemos la purificación de nuestros pecados, paz en medio de 
nuestras aflicciones, gozo para nuestra jornada. Cuando 
pensamos en todo esto, ¿Qué piensa el Señor de la 
ofrenda que depositamos en el platillo de la iglesia? 
Escuche otra vez la Palabra del Señor: ‘~ quien se le 
dio mucho, mucho se le reclamará; y al que se le confió 
mucho, más se le pedirá.” Dios ha sido tan bueno con 
nosotros, ¿no nos atrevemos a ser miserables con el 
Señor? Sin embargo, la dadivosidad no es solo un asunto de 
dinero. Existen muchas otras bendiciones que no son 
materiales. Mateo 18:23-35 habla del siervo inclemente 
con su consiervo. Si hemos sido perdonados, debemos 
perdonar a otros. Si Dios ha sido paciente con las 
promesas incumplidas, hechas muy seriamente en 
momentos de dificultad pero que se olvidaron con 
crueldad después de haber sido liberados, entonces se 
ha de ser paciente con las faltas de otros.

II. Dadivosidad es un asunto de perdón:

Dios es perfecto y eso debe producir felicidad. Él es 
santo, es amante y perdonador. Hemos de perdonar 
porque hemos sido perdonados. Dios ha dicho, “Aunque 
vuestros pecados sean rojos como el carmesí, vendrán 
a ser como blanca lana” (Isaías 1: 18). Perdonamos 
porque al orar decimos: “Ten compasión de mi, oh Dios, 
conforme a tu amante bondad; conforme a tu inmensa 
ternura, borra mis transgresiones” (Salmo 51: 1). 
Perdonamos 27


En Dios, no hay crisis

porque Jesús intercedió por nosotros 
cuando dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo 
que hacen” (Lucas 23:34). Perdonamos porque el Señor 
nos ha dado mucho perdón y dice: quien mucho se 
le dio, mucho se le reclamar; y al que se le confió 
mucho, más le será pedido.”

III. Dadivosidad es un asunto de servicio:

Marcos 1:30-31 relata la historia de la sanidad de la 
suegra de Pedro. La Biblia dice que cuando la fiebre la 
dejó, se puso a servirles. No solo dijo gracias, sino que 
se puso a servirles. Si Dios ha hecho algo especial para 
ti; si te ha sanado o liberado de algo, o abierto algún 
camino donde antes no había. Si Dios te ha hecho un 
milagro, si ha dado respuesta a tu petición, si ha traído 
de vuelta a tu casa o a la iglesia a un ser querido que 
estaba descarriado. Si Dios te ha ayudado a 
sobreponerte a un sufrimiento; o tu corazón estaba triste 
por algo y Éllo sanó y te ha permitido volver a vivir y ser 
feliz; entonces no deberías ser mezquino. Deberías estar 
dispuesto a servir donde Él quiere y conforme Él te haya 
bendecido; con una mente llena de gozo y un espíritu 
dispuesto. Hemos de servir a Dios porque siempre es bueno. Si 
hay algo para hacer, no se debe esperar hasta que se 
nos pida; debemos dar un paso al frente y ofrecernos voluntariamente, solo porque Dios es bueno. Si no nos 
reconocen o mencionan nuestros nombres, no hay 
problema. No servimos para recibir un reconocimiento, 
ni para obtener recompensas; servimos porque Dios ha 
sido bueno y sigue siendo bueno todo el tiempo. Y si 
otros nos critican, no permitiremos que eso nos impida 
servir a Dios. En pruebas y aflicciones, en enfermedad y amarguras, a 
través de las dificultades y el dolor; Dios es bueno todo 
el tiempo. Por eso hacemos todo lo que nos pidan para 
el Señor en la iglesia, aun cuando nos critiquen. Nos 
sacrificamos como miembros, nos reunimos tarde en la 
noche para sacar adelante proyectos especiales, 
servimos en la cocina, cuidamos los enfermos, 
dedicamos tiempo a los jóvenes, fortalecemos la fe de 
los desanimados, porque Dios ha sido bueno con 
nosotros y la Palabra de Dios nos dice, “A quien se le 
dio mucho, mucho se le reclamará; y al que se le confió 
mucho, más se le pedirá.”

CONCLUSIÓN Recordemos siempre las muchas bendiciones que Dios 
nos ha dado; porque Él nos ha amado mucho. Recuerde 
que Dios es muy bueno. Cuando estuvimos en pecado, 
Dios nos salvó mucho. Dios ha provisto mucho; Dios ha 
 protegido mucho. Cuando estuvimos vacíos, Dios nos 
 llenó mucho. Cuando estuvimos caídos, Dios nos levantó 
mucho. Cuando estuvimos enfermos Dios nos sanó 
mucho. Cuando estuvimos presos, Dios nos liberó 
mucho; Y ese Dios te dice: “A quien se le dio mucho, mucho se le reclamará; y al que se le confió mucho, más 
se le pedirá.” Leer Salmo 103:1-3. 28


CANTO TEMA

En Dios no hay crisis Letra y música: Ariel Rivera y Brenda González Copyright 2018

Dios es fiel El conoce bien la necesidad Está presente en cada momento En la prueba es nuestro sustento Porque grande es su amor y su bondad Nuestra vida esta en las manos del Salvador El espera que tu le anheles Que seamos mayordomos fieles Que vivamos su palabra, le sirvamos con fervor CORO En Dios no hay, no hay crisis En Dios no hay, no hay temor Seamos fieles al Señor Dios derramará su bendición Un mayordomo fiel a su servicio En Dios no hay, no hay crisis En Dios no hay, no hay temor En las nubes pronto vendrá Y una corona nos dará La corona de la Salvación Que nuestro corazón sea fiel a Dios Nuestra vida esta en las manos del Salvador El espera que tu le anheles Que seamos mayordomos fieles Que vivamos su palabra, le sirvamos con fervor CORO

Nuestra confianza en El Nos dará fuerza y poder Y hasta el final permanecer en pie CORO Sé fiel a Dios 29


Objetivos de LA SEMANA de mayordomia y fidelidad

1. Movilizar a la iglesia hacia la espiritualidad.

2. Trabajar hacia un sรณlido sistema financiero.

3. Mejorar la atenciรณn ministerial a la iglesia.

Por una iglesia fiel y generosa... vamos por mas! 30


NOTAS



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