Escucho
• Escucho sin interrumpir para entender, no para responder.
• Evito el multitasking mientras alguien se dirige a mí.
• Permito y respeto que haya opiniones diversas a las mías.
• En sesiones virtuales, activo mi cámara para generar cercanía con mi compañero.
Viví la colaboración en tu día a día con esta guía, de 3 acciones simples pero muy poderosas:
Construyo
• Pregunto para profundizar, no para criticar.
• Ofrezco soluciones prácticas, simples y concretas para sumar.
• Comparto mi conocimiento y experiencia de forma generosa y accesible. Somos compañeros, no competencia.

Respondo
• Atiendo los Teams, correos o mensajes, incluso para indicar si te puedo apoyar en breve, o si el tema es con otra persona.
• Respondo siempre como me gustaría que me respondan cuando he necesitado apoyo.
• Cumplo compromisos y plazos acordados. Recuerdo que detrás hay un cliente necesitando de nosotros.