Algo tan privado y de uso personal tenemos claro como regla de vida que no se comparte como es el cepillo de dientes. La misma regla debemos utilizar para el manejo de nuestras contraseñas.

Si vas de vacaciones, no estás en la oficina o bien tuviste que salir por un momento, ¿permitirías dejar en manos de un tercero tu identidad digital? Lo que este tercero haga, queda bajo tu responsabilidad.
La contraseña es de uso personal y privado y por ningún motivo debe ser compartida con ninguna persona.

Confianza y Transparencia