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Victor G. del Toro
POR: DAVID VENTURA
Es un honor ser el portavoz de una historia de éxito en Galdisa, queremos reconocer la gran labor de Ana Laura Cruz Reyes; Supervisora de Planta 02.
Quien es un ejemplo de superación y un constante esfuerzo por ser mejor cada día; iniciando como ayudante general en el año 2001 y después de algunos años, se convirtió en Supervisora de Planta 02 en Tenango del Aire.
Hoy podemos compartir con ustedes que no se quedó ahí; si no que decidió seguirse preparando de manera profesional, recibiendo su titulo de Licenciada en Pedagogía. Menciona ella “antes me sentía una hormiguita, que tenía que trabajar duro y hoy soy una hormiguita reina y eso me hace sentir muy feliz.”
Hay que resaltar que estudiar y trabajar en un sacrificio enorme; porque hay que privarse de muchas cosas; pero Laura el día de hoy está recogiendo los frutos de todos esos 4 años de sacrificio y esfuerzo al poderla llamar Licenciada.
Laura nos dice “No solo me supere como persona; sino también, me ha ayudado a desempeñar mucho mejor mis labores, porque gran parte de lo visto en la Universidad lo estoy aplicando en mi lugar de trabajo y eso me satisface y me permite dar buenos resultados”
La preparación profesional claro está que también suma y nos permite ver otra realidad de nuestra labor para con Galdisa.
POR: ALMA VÁSQUEZ
El estrés es la respuesta natural del ser humano ante situaciones de miedo, tensión o peligro, tan comunes en la sociedad moderna. Forma parte de la vida de toda persona, pero si su presencia es excesiva puede ser dañino para la mente y el cuerpo.
Aquí te dejamos 8 puntos rápidos y simples que puedes hacer de inmediato para ayudar a mantener tu nivel de estrés bajo control:
1. Controla tu ira:
Debes estar atento a cuando te sientas molesto o enojado por algo trivial o sin importancia, luego debes prácticar el dejar ir: toma la decisión consciente de no enojarte. No te permitas desperdiciar pensamientos y energías donde no se merecen. El manejo eficaz de la ira es un reductor del estrés probado y verdadero.
2. Respira:
Respira lenta y profundamente. Antes de reaccionar ante el próximo suceso estresante, respire profundamente tres veces y suéltalo lentamente. Si tienes unos minutos, prueba ejercicios de respiración como la meditación o la visualización guiada.
3. Reduce la velocidad:
Siempre que te sientas abrumado por el estrés, práctica hablar más lentamente de lo habitual. Descubrirás que piensas con mayor claridad y reaccionas de manera más razonable ante situaciones estresantes. Las personas estresadas tienden a hablar rápido y sin aliento; al ralentizar tu discurso, también parecerás menos ansioso y más en control de cualquier situación.
4. Completa algo sencillo de hacer:
Pon en marcha una estrategia eficaz de gestión del tiempo.
Elije una cosa simple que hayas estado posponiendo (por ejemplo, devolver una llamada telefónica, programar una cita con el médico, etc.) y hazlo de inmediato.
El solo hecho de ocuparte de una responsabilidad que no te deja avanzar, puede ser energizante y mejorar su actitud.
5. Toma un poco de aire fresco:
Sal al aire libre para un breve descanso. Nuestros abuelos tenían razón sobre el poder curativo del aire fresco. No te dejes disuadir por el mal tiempo o una agenda llena.
Incluso cinco minutos en un balcón o terraza pueden resultar rejuvenecedores.
6. Evite el hambre y la deshidratación:
Bebé mucha agua y come refrigerios pequeños y nutritivos. El hambre y la deshidratación, incluso antes de que te des cuenta, pueden provocar agresividad y exacerbar los sentimientos de ansiedad y estrés.
7. Haz una revisión rápida de la postura:
Mantén la cabeza y los hombros erguidos y evita agacharte o desplomarte. Una mala postura puede provocar tensión muscular, dolor y aumento del estrés.
8. Recarga al final del día:
Planifica algo gratificante para el final de tu día estresante, aunque solo sea un baño relajante o media hora con un buen libro. Deje de lado el trabajo, las tareas del hogar o las preocupaciones familiares por un breve período antes de acostarse y relajate por completo. No gastes este tiempo planificando el horario de mañana o haciendo tareas que no hiciste durante el día.
Recuerda que necesitas tiempo para recargarte y energizarte; estarás mucho mejor preparado para afrontar otro día estresante.