Diario de un Savonarola 2006

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Moritake Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alejandra Pizarnik , Fernando R. De La Flor , José Luis Morante , Libros , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos , Sergio Gaspar | Posted on sábado, mayo 13, 2006

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Tiendo constantemente a idealizarlo todo y percibo netamente que ahí descansa toda mi debilidad. ¿Cómo podría conseguir hacerme con un específico que me pusiera realidad en los ojos cuando la necesito? Esta jodida debilidad de idealizarlo todo me hace menos libre, aunque quizás más intensamente alegre y más intensamente triste; y si lo que de verdad entiendo como una vida colmada debe basarse en el grado de intensidad, puedo decir que no debo quejarme, porque todo lo siento intensamente. El problema es que caigo con excesiva frecuencia en estados de euforia que me llevan luego a una incómoda sensación de fracaso –justo la sensación que me lleva a la escritura y a la pintura–. ¿Cómo podría controlar estos altibajos sin perderme el desatino creativo? No lo sé. Todo esto me lleva a no entenderme demasiado bien con los demás, a no estar en su onda y, por tanto, a no ser comprendido ni a comprenderlos. Mientras que yo mido con mis ojos un gesto, unos labios, un cuerpo, el estado de la luz sobre las cosas, una forma de andar... los otros los atrapan inconscientemente y no se sienten perturbados... a mí, sin embargo, esas visiones constantes me incendian, me deprimen, me angustian o me llevan a la euforia; de tal forma que mi realidad se hace tan compleja que a veces soy incapaz de procesarla y me paralizo... sobre todo si al lado de mi percepción surge un conflicto tangible al que hay que poner solución; entonces me detengo mientras los otros ponen manos a la obra y noto en sus miradas estupor y hasta desprecio por mi actitud. Y no sé ser de otra manera, porque si lo intento entro en una terrible sombra que me llena de temores que me paralizan mucho más. (13:23 horas) Vamos a ver, ¿no es suficiente que no robe, no mate y no moleste a los demás? ¿Por qué tengo que esforzarme en ser más que eso? No me gusta trabajar sino en lo que me pide el espíritu, pero he de hacerlo sin atinar a entender para qué ni por qué. Sé que tengo valores que podría desarrollar con cierto éxito y que podrían servirles a los demás de alguna forma, pero me empeño –se empeñan– en ocuparme en asuntos absurdos que sólo producen mediocridad y basura, asuntos que me dejan destruido y me van


deshaciendo poco a poco. ¿Esto significa que estoy castigado por algo que los demás han hecho mal o simplemente que no sirvo para vivir? Lo más triste del asunto es que mis hijos llevan el mismo camino, entre otras cosas, porque no tengo la valentía de enseñarles cómo debe ser la vida, de formarles en la capacidad de vivir y no en la capacidad de sufrir poco a poco, despacito, para morir sin haber tenido una vida intensa. Y todo se va sumando para dejarme hecho unos zorros, empastado de tabaco y café, de cocacola y otros artificios. No puedo con esta situación... y no sé cómo salir de ella.

(14:12 horas) Ayer estalló el televisor de mi casa y se produjo un pequeño incendio que me hizo pensar en la precariedad. Si hubiera sucedido sin estar yo en casa, la cosa podría haber acabado en tragedia. Pensar en mis hijos, en estas circunstancias, ha vuelto a traerme el miedo y una inseguridad total sobre mis fines. No sé por qué, también se me vino a la cabeza la figura de Alberto Hernández y una sensación extraña de que compartimos algo inexplicable. No sé lo que es, pero cada día le entiendo mejor –entiendo mejor sus creaciones– y me siento muy unido a su solucionario creativo.... impresiones fugaces, caídas, cimas llenas de vértigo, desgana, pasión por lo que se podría hacer y no se hace... Alberto es un tipo impresionante escondido en sí mismo. Un día lo sabrá el mundo, estoy seguro. Y escribo como esperando una señal, con tensión y con desesperación. Escribo buscando la escritura... y no llega. (17:06 horas) Aún no sé por qué no me atrevo con una novela en serio, pues me siento preparado y noto cómo esa técnica creativa se produce en mí con facilidad en los últimos tiempos –cincunstancia que no sucede con la poesía–.


Sí, siento vértigo a meterme en un proceso que me separe de todo durante un tiempo largo y que me produzca más tensión que sumar a la que ya llevo encima. El trasunto lo tengo muy claro y siento que sólo debo dejar fluir el verbo, y también siento que escribir un relato largo me daría una opción de libertad distinta a la que ahora intento frecuentar. Me apetece crear personajes y jugar a ser un dios menor con ellos.

(18:05 horas) Estoy un poco preocupado con «El gato sólo quería a Harry». Sergio Gaspar me pide un esfuerzo para mover el libro entre gente de letras con posibilidad de realizar una reseña crítica en prensa nacional y José Luis Morante me anima enviándome direcciones de los más nombrados estilitas literarios españoles para que les haga llegar mi nuevo poemario rogándoles lectura y reseña, pero estoy harto de arrastrarme y no sé si lo que realmente me interesa es escribir para vaciarme o escribir para vender libros. Confieso que sólo he hecho una llamada, al colega Fernando Rodríguez de la Flor, intentando colocar el libro... su respuesta ha sido la que me esperaba: «¿Te llevas bien con Luis García Jambrina?, él es quien puede colocar tu libro en ‘El Cultural’ de ‘ABC’»... Y yo no me llevo mal con Jambrina, que es un tipo que siempre me ha caído bien, pero me repatea eso de que para estar en los medios tengas que llevarte bien con unos y con otros. ¡Joder!, yo quiero que mi libro se defienda sólo o que se autodestruya, y si no me sirve de aval la palabra, ¿para qué quiero el currículo y las amistades? Siento que mi libro es bueno, lo siento con sinceridad y con intensidad, y me molesta mucho tener que venderme. Si no llega ahora, que es su tiempo –un tiempo antiliterario lleno de usura–, ya llegará a destiempo junto a algún lamento ajeno. No me importa su vida, pues


yo ya gocé de su creación, pero sí que me importan sus consecuencias paraliterarias, que no quiero que me rocen ni me afecten. (19:24 horas) Creer que estás desesperado hace que te sientas desesperado.

•• RECOMENDACIÓN •• «Diarios» Alejandra Pizarnik Edición de Ana Becciu Ed. Lumen ISBN: 84-264-1394-3 Barcelona, 2003 Recoge uno de los textos más bellos, lúcidos y tristes que yo he leído en mi vida entera de lector. Lo recomiendo encarecidamente como libro de cabecera para abrir y leer por cualquiera de sus páginas en cualquier momento del día o de la noche.

Onitsura Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Balthus , Jean Cocteau , Mis Días De Vino Y Rosas , Nietzsche , Patricia Barber Companion , Tom Wesselmann | Posted on domingo, mayo 14, 2006

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Oigo como embobado el «Let it rain» de Patricia Barber mientras degusto el regalo que generosamente me hizo ayer Alberto Hernández, un libro de Pippa Hurd, titulado «Erotische Kunst», que contiene –en una edición cuidadísima de Prestel– una selección de imágenes eróticas de la historia del arte. En él me reencuentro con el mejor Balthus, ése de las adolescentes sentadas en posiciones absolutamente relajadas y sugerentes; con Tamara de Lempicka y sus desnudos contrastados, precubistas y absoltamente modernistas; con el más explícito Jean Cocteau de trazo firme y seguro o con el Tom Wesselmann que más me llega. El libro es muy similar en contenidos al «Erotica Universalis» que editó hace unos años Taschen y que reposa en los anaqueles de mi biblioteca como uno de los libros más manoseados de mi estudio.

Le agardezco a Alberto el detalle, con la consideración de que ha dado de lleno en el centro de mi gusto –¡gracias, amigo!–, pues no es demasiado conocido que llevo años coleccionando todo tipo de literatura erótica, postales, láminas y


libros de artista.La pena es que mientras recogíamos unos paquetes de catálogos en la imprenta, un vecino le denunció y le pusieron una multa por mal aparcamiento que me tuvo descojonadito de risa toda la tarde, y me explico: mis historias con Alberto siempre están plagadas de una pesada manta de mala fortuna que empezó hace unos años, cuando fuimos juntos a mostar una exposición de su obra al centro cultural Federico García Lorca de Rivas Vaciamadrid –el resumen de aquello puede definirse en que el tríptico de la exposición quedó cagón de la muerte y con erratas, Alberto abolló su furgoneta y la llenó de gasolina cuando debía llenarla de gasoil, una de las mejores obras de la exposición se rompió a causa de una tormenta y, para remate, el ayuntamiento de Rivas no le pagó lo que le había asegurado–.

La siguiente exposición en la que estuve por medio, esta última que hoy se expone en Colonia (Alemania), en el Museum für Angewandte Kunst, mi imprenta se encargó de la realización del catálogo con la mala suerte de que íbamos con el tiempo pegadito a los talones y el gabinete de diseño valenciano que maquetó el catálogo tuvo un grave fallo con las imágenes, lo que retrasó cinco días la tirada. A mayores –un término que me encanta–, la empresa de transportes que debía llevar los catálogos hasta Colonia nos había asegurado que los entregaría en 96 horas y la realidad fue de casi 190 horas para la entrega, lo que hizo que todo el mundo se pusiera muy nervioso... Los catálogos llegaron justo unas horas antes de la inauguración.... y todo se remata con que cuando Alberto viene relajadito a buscar sus catálogos a la imprenta, un sábado por la tarde, sin gente por la calle, sin tráfico... un payasín le denuncia y la poli –que en Béjar no multa casi nunca a nadie– le pone un multazo por estar cargando unas cajas en su coche... para llorar... o para reírse como yo lo hago.


En fin, que terminamos viendo juntos –estaba con nosotros Luisito Hernández– el DVD que se ha realizado para la exposición, que bajo el título «Malen im Feuer/Pintando con fuego» presenta el proceso de creación y la técnica que utiliza Alberto Hernández para realizar sus hermosas cerámicas murales. Francamente me gustó, y me emocionó que ese DVD aunara a la obra de Alberto la música de mi gran hermano Diego Fernández Magdaleno y mi propia palabra... un gustito, de verdad. (12:28 horas) Me gustaría deshacerme de un montón de aspectos de mi carácter que no me gustan, matar un poco a mi yo, como un pequeño suicidio... pero eliminar esos aspectos no supone que crezcan en mí sus contrarios, que son los que necesito... pero si dejo de dudar, de sentir conmiseración por los demás y por mí mismo, si aprendo a decir ese «no» taxativo que tanto echo de menos... ¿seré yo?

(13:31 horas) Me encanta que otros le den su vida a la patria o a Dios


mientras yo descanso, pero quiero precisar que me refiero a los que le dan su vida a la patria o a Dios por convencimiento y por doblada voluntad... ellos me hacen descansar por su errada mirada al mundo... Otra cosa son los los que hierven en su egoísmo y no se sacan de la boca ni a la patria ni a Dios... a esos los temo y son los que me nublan el descanso... Y hay tantos... quieren tener la muerte también, y como bien dijo Borges, «tenerla toda».

•• RECOMENDACIÓN •• «Así habló Zaratustra» Friedrich Wilhelm Nietzsche No está mal la edición de Edimit libros Colección Obras Selectas pero hay muchas ediciones de este título Nietzsche toma la voz de Zaratustra (Zoroastro) para hablar de una nueva moral y de la creación de valores nuevos y distintos. No te comerás ni una sola palabra, seguro, pues todas son deliciosamente importantes


Kawabata Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Orihuela , Aníbal Núñez , De Poesía , Ignacio Sanz , Manuel Ambrosio , Mis Días De Vino Y Rosas , Paolo Tanganelli , Pedro Casariego Córdoba , Santiago G. Valverde | Posted on lunes, mayo 15, 2006

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«Si el tubo catódico tiene vida, aún podemos salvar su televisor», son las palabras del técnico de Loewe que ha venido hasta mi casa para calibrar mi pequeño desastre y joderme la idea de pillar una tele planita de plasma a cuenta del seguro que vengo pagando religiosamente desde hace millones de años luz sin sacarle beneficio alguno. En fin, no soy un hombre de suerte material.

El día, en todo caso, ha venido cargado de proyectos nuevos, de citas, de reencuentros y de posibilidades. S. G. me ha llamado para indicarme que me darán un toque desde «El Cultural» de «E. M.» para pedirme una foto que adjuntar a una reseña de mi nuevo poemario –Dios nos coja confesados–, Antoñito Orihuela me ha confirmado que nos veremos en la feria del libro de Mérida, Santi G. Valverde me ha llamado para llenarme de afecto y caricias auditivas, Manolo –el number one de Morille– me ha invitado a participar en unas joranadas internacionales sobre Literatura en Portugal, Fernandito R. de la Flor me ha avanzado que estaré en el homenaje que la Diputación de Salamanca dispensará a Aníbal Núñez, Ignacio Sanz me ha invitado a realizar una lectura poética en Ávila y Paolo Tanganelli me ha propuesto una selección


seria de poetas españoles para publicar en «Ilfilorosso» –una hermosa revista literaria calabresa– en edición bilingüe... ¿qué más puedo pedir?

(21:56 horas) No sé si la poesía en sí es capaz de justificar mi enfermiza tristeza o si soy un triste por arroparme con la poesía para quitarme el frío que son los demás. El caso es que últimamente busco la escritura como buscando soledad, no intendo arder en ella, sino esconderme en ella. Y siento un raro respeto hacia mí mismo y hacia esta opción que cada día se hace más fuerte en mí. Y no sé si es que los otros se van conformando como un infierno terrible o es que me he empeñado en encontrar un paraíso íntimo y perdido en el que acabar. Y soy capaz de hacer un drama por la forma de mi último poema o bailar a solas y a brincos por un hallazgo pequeñito. cada día soy más consciente de que sólo me importo a mí mismo y de que de ese ensimismamiento debo sacar un jugo delicioso. ¿Para qué escribo? Quizás para desescribirme... o para sobrellevarme. Soy un impotente literario.... y hasta quizás literal, y esa impotencia me encierra , me entierra y no permite que me vacíe.


•• RECOMENDACIÓN •• «LA VIDA PUEDE SER UNA LATA» Pedro Casariego Córdoba Ediciones Ardora Colección: Vanguardia Clásica Madrid, 1994 ISBN: 84-88020-04-X Deliciosos dibujos y magníficos poemas del tristemente desaparecido Pedro Casariego Córdoba, seguido de «Falsearé la leyenda», una recopilación de textos escritos al hilo de sus cuadros por Quico Rivas, César Antonio Molina, Nacho Fernández, José Luis Gallero, José María Parreño, Enrique Vila-Matas, Javier Arnaldo, Luisa Castro, Pedro Sorela, Clara Janés, Mercedes Monmany, Julia Castillo y Martín Casariego. Dieciocho reproducciones en color de cuadros del artista. Introducción de Antón Casariego. Muy recomendable es la edición trilingüe –castellano, francés e inglés– sobre Pedro Casariego que acaba de editar el hermoso sello pucelano Tansonville, con una sobresaliente traducción al francés de la poeta Belén Artuñedo.

Seisensui


Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abraham Gragera , Hijos , Norio [Braulio García Noriega] | Posted on martes, mayo 16, 2006

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Acabo de conocer por una llamada triste de Nieves Salvador que el activista cultural y poeta concreto José Carlos Beltrán ha fallecido en Benicarló. Un sentimiento de tristeza me ha invadido por saber que esa enconada fuerza, toda hecha de ilusión y de afectos, se ha agotado. Para Nieves va mi abrazo de solidaridad y el deseo de que aquella fuerza le sirva para superar el vacío y crecer en él. Somos un no sin prisa, amiga Nieves, pero la nave sigue su errática singladura. (15:48 horas) Vivir de lo que fuiste es muy distinto que vivir por lo que fuiste. En todo caso, me gusta más pensar en vivir por lo que pueda ser, dejar el camino abierto a la sorpresa, al triunfo absurdo o al fracaso. Todo lo que queda por llegar será un don que ha de gastarse con la alegría de lo inexorable y con la estupidez del orgullo por lo conseguido. Malo o bueno, el camino ha de andarse para gastarlo, no para mirar atrás.


(21:25 horas) La tarde, de morirse de buena, con paquete bomba de T. S. Norio (Braulio García Noriega) conteniendo canana literaria y medio musical y regalote de «Memorias de un revolucionario: Piotr Alexéivich Kropotkin» en una edición divina de la muerte de KRK tras y letras. Braulio, tío, me has hecho feliz. A más, a eso de las siete me llama un directivo de Loewe para pedirme disculpas por la avería que ha sufrido mi tele y para indicarme que me la cambian por una nueva último modelo... Todavía quedan empresas con algo de dignidad comercial. ¡Olé tus cojones, Loewe!... y gracias. (22:35 horas) Ver a mi hijo Guillermo entusiasmarse con cada pequeño suceso que le toca, asombrarse de todo y reír con una felicidad que no he conocido en nadie, hace que me sienta relajado y como agotado, una sensación tan parecida al placer físico del amor que es en sí misma amor físico hacia mi hijo. Hoy me contaba que irá a Madrid el próximo viernes de excursión con el colegio... me decía: «...papá, y tengo que llevar mucha agua, que a Madrid se llega en veintidos horas o por ahí, y tres meriendas que no sean de chocolate, papa, porque en Madrid se deshace todo el chocolate, y hay que llevar chándal, papa, que en Madrid es como si fuera gimnasia... y me ha dicho Julia que no lleve mucho dinero, así que no sé si te podré traer algo...». Guillermo es aún la inocencia, la virginidad, el alma limpia... Mis otros hijos son ya otra cosa, están más influenciados por el exterior, más contaminados por el jodido mundo al que los hemos echado... son unos magníficos chicos, con las virtudes y los defectos comunes de su edad... pero se están marchando muy despacito... y eso me entristece y me aporta soledad, una soledad distinta a la que yo siempre he buscado. Por eso los quiero tan intensamente como a algo que sabes que vas a perder... los quiero y debo ir acostumbrándome muy


despacito a vivir sin ellos y para ellos. Lo que vendrá contiene el miedo.

•• RECOMENDACIÓN •• Abraham Gragera PRE-TEXTOS Isbn: 8481917060 Valencia, 2005 Una primera obra poética madura, innovadora y sorprendente. Desde mi punto de vista, Abraham es el mejor poeta de su generación y el que más proyección de futuro presenta. Una realidad hecha de sensibilidad, plasticidad y pensamiento.

Wakaba-shuu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dinah Washington , Mis Días De Vino Y Rosas , Norio [Braulio García Noriega] , Peter Weis | Posted on miércoles, mayo 17, 2006

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Confieso que no me gusta demasiado el fútbol, pero siento pasión por el Barça desde que era chiquitillo. Y vengo de ver la primera parte de la final de la copa de campeones y he decidido pasar, pues me pone muy nervioso que todo esté sujeto al fallo humano... al del árbitro. Sé que no es importante, que al lado de la dimensión que tiene el capitalismo fascista de Bush y sus sicarios, de las últimas declaraciones del «juijueputa» Aznar en el Reino Unido –afirmaba que «Europa debe ser católica y blanca»–, del hambre en el mundo y de todos los desmanes graves y mínimos de cada uno de los políticos de la Tierra.... el fútbol es una mierda miserable... pero yo aún sigo poniéndome nervioso con mi Barça. En fin... buscaré relax en el «Key to the highway» de la brutal Dinah Washington y empezaré la lectura sosegada del «Memorias de un revolucionario: Piotr Alexéivich Kropotkin» que me regaló Norio.

(21:48 horas) Estoy ahora justo donde otros se detendrán más tarde, en un lugar que no sé concretar, pero del que expulso al aire con mi volumen, y me


gustaría que se quedase aquí un rescoldo de mi sombra para sumarse en otro tiempo a la sombra del que aquí se detenga para que sepa sin saberlo que estuve aquí y pensé en la inexistencia, en el ardor, en la muerte y en la vida... y que lo hice sin poder trascender, pero con enconada voluntad de saber e intentar conocerme/reconocerme. [Me resulta imposible leer a Kropotkin en este estado de ansiedad que me ha producido el fútbol y me limito a escribir lo que aflora y a seguir escuchando a Dinah para buscar la tranquilidad que deseo.] Y a veces dudo entre si lo que busco es claridad, hallazgos... o una oscuridad total para cerrar los ojos y decidir olvidar. Esto me sucede porque en la medida en que me llega algún destello, crece en mí una sensación de debilidad que se hace grave si persevero en la luz. Entonces me doy cuenta de que me estoy convirtiendo en un tipo obsesivo y difícil para mí mismo. Está claro que para huir necesito rodearme de cosas entrañables, de mi gente –que es exactamente mi familia– o de mi ansiada soledad tranquila.

En fin, que acabo de decidir que me voy a tirar la noche trabajando en algunos asuntos profesionales que tengo pendientes. Es otra forma de olvidar... hasta que me llegue el sueño. (23:41 horas) Ganó el Barça y he salido un ratito a la calle con mis hijos a celebrarlo. Nos hemos tomado un refresco a la salud del campeón y hemos disfrutado de los culés bejaranos haciendo el ganso en Plaza de España. En fin, que me ha venido una alegría pequeñita y unas ganas enormes de gritar que viva mi Barça.


•• RECOMENDACIÓN •• WEISS, PETER Editorial HIRU Isbn: 8489753261 Hondarribia, 1999 Obra maestra escondida de la narrativa europea del siglo XX. Las esperanzas revolucionarias pueden volver a tu imaginario, colega.

Sotooba Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Tabucchi | Posted on jueves, mayo 18, 2006

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Estoy cambiando de estudio y cada día surge una sorpresa agradable, un encuentro con papeles perdidos y queridos. Entre los documentos que he


movido esta mañana ha aparecido mi cuaderno de campo de Tanzania, un diario que escribí en 1999, durante mi viaje a ese país delicioso, y que en su día titulé «Días de África».

Me he pasado un par de horas repasando sus páginas y recuperando la memoria de aquella felicidad, los detalles olvidados, las risas con Yuma, con John Fabino, la triste conversación con el Dr. C. K. Mvunta, la peligrosa visita a Mto Wa Mbu, las raciones monótonas de wali rosti con carne de cebú viejo, Gorfan, el presidente Abdul Barie, el encuentro con los iraqw, con los tatooga y con los hadzabe; la escuela de Barasani, el gobernador John S. M. Hussingu, los jodidos padres espiritanos del valle de Mangola, el lago Eyasi, los masaai, los baobabs al atardecer, Ngorongoro, los chagga, el reposo en los hoteli, el «castle milk stout» de Juanito, el sabor del pombe, la reunión con los muñequiti, Tasiana cocinando un huevo de avestruz, Longuido, la luna de chesire, Karatu, el monte Meru con sus dos bocas volcánicas.... toda una experiencia que creí perdida y que he recuperado. (19:19 horas) Si lograse vivir –aunque sólo fuera un par de meses– fuera de mi mundo imaginado, de mis fantasías, creo que podría poner un poco de orden en mis cosas terrenas... pero me resulta imposible, pues a cada circunstancia de cruda realidad que me llega sólo sé enfrentarme saliéndome de ella por el lado que para mí resulta más fácil, el de la imaginación desbordada o el del olvido. Sería bonito que desapareciese la realidad sin más, una mañana cualquiera, que desapareciese el idioma que la nombra y que todo sucediese como lo idealizo al despertarme. También estaría de puta madre que la realidad corriera por otros caminos más lógicos, con una posibilidad de futuro que llevase al bienestar del hombre y del resto de las criaturas.


(21:09 horas) Ya relajado, he vuelto a mis «Días africanos» para volver al hoteli de Gorfan, regentado por una mujer etíope bellísima, y tomarme un té caliente y una sambusa picante. Luego, salir al camino ceniciento para buscar la frontera roja de Karatu rodeado de chiquillos gritándome: «¡nzungu, sucari!, ¡nzungu, sucari!», y dejarme caer derrotado al pie del baobab florido que anuncia la salida del poblado –o la entrada–, y mirar cómo abriga la noche mis ojos mientras escucho los tambores que anuncian que empiezan los ancianos a contar sus historias. Luego, un trago de pombe mirando al Riff iluminado por una luna enorme, unos cigarros del país y soñar con la gloria de ser un africaa en todos los sentidos.

•• RECOMENDACIÓN •• «Se está haciendo cada vez más tarde» Antonio Tabucchi


ISBN: 8433969609 Editorial: Anagrama Barcelona, 2002 Magnífica novela epistolar en la que parece que las cartas llegaran anticipadamente o con retraso respecto al propio mensaje que transmiten; como si los destinos de los hombres siguieran sin encontrarse y las personas se extraviaran en el laberinto de sus breves existencias. Como si la vida fuera una película perfecta, pero cuyo montaje resultara totalmente equivocado. El conjunto resulta un extraordinario recorrido por las pasiones humanas.

Takako Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Garrido , Aníbal Núñez , Fernando R. De La Flor , Germán Labrador , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on viernes, mayo 19, 2006

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Como violar a una muchacha virgen o como profanar un santuario ha sido el viaje de esta tarde junto a Antonio Garrido para visitar la casa de Aníbal Núñez. Habíamos quedado con Fernando R. de la Flor y Germán en El Pato rojo, se produjo el encuentro y, tras un café rápido, corrimos hasta la casa del poeta. Nos recibió Julia, su sobrina, que estaba con una amiga y tenía el mandato de la madre de Aníbal de vigilar nuestra visita y de anotar cuidadosamente cada uno de los objetos que nos lleváramos.


Fue entrar en otro mundo penetrar aquella puerta, entrar en los años setenta otra vez, pero en unos años setenta de hambre creativa y delicias turcas, de querer saber y tener que hacerlo de forma semiclandestina... Libros antiguos por todos los rincones, primeras ediciones, fotos deliciosas realizadas por el padre de Aníbal –uno de lo más destacados fotógrafos salmantinos–, esculturas, imágenes de un mundo extraño y tremendamente cercano, paredes y techos negros, muebles ahogados por libros y objetos infinitos.

La habitación de Aníbal aún se conserva como cuando el poeta marchó, con su trenka marrón colgada sobre la puerta, con un maravilloso desorden por mesas y anaqueles y con la cama a medio hacer; sobre ella fui extendiendo carpetas llenas de dibujos y pinturas, de escorzos femeninos y de intentos pop, de aníbales auténticos y de ensayos al más puro estilo Tapies.... La casa de un poeta, de un pintor, de un creador anárquico y sobresaliente... y yo enredando entre sus cosas, mirando el bellísimo cuadro de su madro o enfrentándome a sus ojos en una foto de perfecto corte romántico. Olía a vida, a pasión, a lucha, a rabia, a inquietud, a besos... olía a soledad... Y yo enredando entre sus cosas con ganas de gritar y sonreír, con ganas de llorar a lágrima viva por esa falta indescriptible hecha presencia física en unos gestos antiguos, en una mirada robada al tiempo o en palabras escritas con prisa y desamparo.


Hoy me he sentido muy feliz... y muy triste. Gracias a Fernando y a Angelita, a Germán y a Julia, a Antonio Garrido.

Shiki Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Aníbal Núñez , Festival De Blues , Política | Posted on sábado, mayo 20, 2006

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Me inquieta profundamente estar a solas delante de los dibujos de Aníbal. Los extiendo sobre la mesa de alzado de la imprenta y paseo despacio mirándolos, de la misma forma que se alza un libro a mano. Pasó una y otra vez la vista por los trazos y las manchas que un día hizo Aníbal y siento cómo su presencia invade toda la imprenta, una presencia que es como una pregunta trascendente: «¿Qué haces aquí, Felipe?, ¿para qué pierdes tu tiempo en medrar sobre lo inútil si tienes que crecer en la contemplación y en los sentimientos?»... y me siento diletante, y quiero imitar los trazos y las manchas de Aníbal, y tomo papeles y los derroto con tinta china, con acuarela y con pinturas pastel. Es inquietud y ansia, es ganas de dejarlo todo y abandonarme al trazo y a la palabra sin horarios. Lo que está sucediendo me perturba y me impide trabajar con serenidad en la revista del VII Festival de Blues de Castilla y León, pues cada vez que me pongo al tajo, decido dejarlo en pocos minutos para volver a contemplar la obra de Aníbal. Es sábado, tengo que trabajar duro y me gustaría dedicar el día entero a mirar, dibujar y escribir para mí. No poder hacerlo consigue que me sienta desgraciado.


(23:48 horas) La tarde se me ha ido en diseños blueseros cagones y en una soledad fría que ha terminado afectando a mis riñones –la imprenta es fría en todos los sentidos si estás solo–. En el «antesdecenar» he hablado con mi familia de la política bejarana, y todos pensamos en la misma línea: todo va de mal en peor y parece que tendrá que estallar por algún lado –tiene cojones que para media horita que me pillo de relax tenga que dedicarla a asuntos de mangurrianes–. Yo veo a culpables de muchas cosas y, ojo, están por todos lados y vienen de muchas casas distintas; y que conste que estoy de acuerdo en que no hay que judicializar la política, pero fiscalizarla, sí, constantemente; fiscalizarla en lo económico y fiscalizarla en lo político, porque tan mal actúa el que roba como el que calla, y hay algunos silencios que llevan votos detrás, y son silencios de todos los colores, hasta de los que no tienen representación viva, pero tuvieron votos... en fin, que esto es una mierda pegada a un palo y me da en la naríz que vamos a tardar mucho tiempo en deshacernos de ella. Por lo menos, aunque sólo sea eso, me gustaría que el organismo encargado de la Hacienda Pública hiciera por aquí unas investigaciones a nuestros políticos –a todos–, que les ampara la ley para proteger nuestros bienes comunes. Nada de jueces... inspectores de Hacienda con algo de mala folla es lo que nos hace falta. Me voy al saco, que ya está bien por hoy.

Igarashi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Fernando Beltrán , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on lunes, mayo 22, 2006


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Tensión furiosa y un poco de cansancio es lo que me ha quedado del fin de semana, todo un «güiquend» dedicado a maquetar para el Festival de Blues de Castilla y León... inventando textos, sacándome fotos de artistas de la chistera o de las puñetas de mi polo Lacoste, perpetrando anuncios y colocando y descolocando logos institucionales... como si me hubiera ido a París o como si estuviera desentrañando los entresijos del pelotudo Priorato de Sión.

El relax (?) me lo di el domingo por la noche en el cine. Ángeles y yo fuimos a ver el petardo de «El código Da Vinci». La sesión de las 23 horas es mortal de la muerte si la peli es mala, y ésta lo era hasta el punto de pegar varios cabezazos en pareja. Sinceramente, no entiendo cómo el tipo que escribió esta historia de la nada se está forrando, a no ser que estemos viviendo entre una pandilla de mingaslacias.


Y lo peor es que me jodieron la imagen de mi Amelie, deformando aquel gesto divino en una cosa afranchutada y cutrera. Purita pena negra, de verdad. Y encima yo creo que esto le hace un favorcete a la Iglesia, pues vuelve a atraer al personal con las milongas del misterio y de las preguntas para imbéciles. Juro no volver a perder mi tiempo en estas pachangadas peseteras del espiritualismo de cartón piedra. Y, sí, seguiré pensando en la Iglesia de Dios como un magnífico negocio basado en el dogmatismo de corte fascista y en los tontos de misa con la fe como un caballo. Ellos a lo suyo, que es pedir, engañar, someter y acumular riquezas con avara actitud cristiana... y yo a lo mío, que no sé lo que es. (23:21 horas) Existen las malas personas, me consta, malas personas a todas las horas del día, cuando hablan, cuando comen, cuando duermen... hacen el mal sin sacarle gusto, sólo por afán de venganza contra la vida que se han buscado. Son seres amargos, rasposos, vulgares... y si son mujeres es mucho peor, pues lo femenino les aporta inquina y muy mala cara –y no soy misógino por norma–. En fin, una mierda pinchá en un palo para esa gentuza que te ataca cuando menos lo esperas.


•• RECOMENDACIÓN •• «La amada invencible (80 poemas incurables)» Fernando Beltrán S.B.N.: 84-96476-66-9 Editorial: Krk Año: 2006 Páginas: 184 Formato: 12 x 17 cm. P.V.P. euros: 14.95 Cómpralo en www.paquebote.com Fernando Beltrán (Oviedo, 1956) abre esta singular antología con un epígrafe que inaugura su poética amorosa al modo de una verdadera mitología. Su escritura se propone aquí como una especie de "viaje sin fin / a la mujer poema", figura que con diversas variantes se convertirá en leiv motiv de esta recolección paciente de palabras, para celebrar la presencia femenina como inspiradora y artífice de la pasión amorosa. El autor transita con rigor y agudeza por toda su producción desde 1980 hasta hoy, recolectando aquellos textos que cantan el amor en sus diversas formas; añade unos cuantos inéditos y busca reescribir desde un nuevo orden reflexivo ese precioso material, para entregarnos estos 80 poemas incurables. El resultado es un nuevo libro en la mejor tradición de la lírica amorosa, pero con la temperatura y el tono de una voz de principios de milenio, entre la canción de amanecida y el fragmento minimalista, entre la crónica urbana y la confesión sentimental, entre copas y recortes fotográficos de una ciudad insomne, ebria como el hombre que la habita y poderosamente apasionada. Un gozador impenitente habita en estas páginas; un auténtico "amador" que se declara rendido ante una mujer eternamente ubicua, siempre una y plural, la de mil rostros y figuras: la amada invencible´, como declara el título. La antología está dividida en cinco secciones tituladas "Amor ciego", "Bar adentro", "La pala del amor", "Martes, miércoles, llueves..." y "Punto y amarte", que suman los ochenta poemas prometidos. En ella recopila muchos textos de sus libros editados, junto con otros nuevos e inéditos. (De la introducción de Laura Scarano).

Seisensui


Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio G. Turrión , José Luis Morante , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on martes, mayo 23, 2006

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Encuentro chulo con jóvenes del IES Ramón Olleros propiciado por Antoñito G. Turrión. Se han tirado una semana leyendo mis poemas –pobres chavales/as– y hoy me han comentado sus impresiones y yo les he contado las mías. Este tipo de historias animan a seguir, y más cuando los chicos advierten en voz alta que mi poesía es fácil de leer y de entender. ¡Mil gracias a todos! (15:27 horas) Me apetece escribir sobre lo que no he hecho por descarte o, simplemente, porque la vida se ha retorcido en otros caminos. Escribir de los amores y los odios pendientes, de la brasa que nunca logró encenderme, de las historias truncadas, de los libros que sólo escribí en mi cabeza y de las verdades que no me alcanzaron porque no me dejé o porque sencillamente no estaba para la verdad. Pero, ¿cómo empezar? El camino que piso, por sí solo ya agota todo mi tiempo, ¿cómo meterme en los caminos no hollados y salir ileso? Y para colmo, mi trabajo es cada día más abrasador y se encarga de nublarme la cabeza con historias prosaicas de dinero y especias... Salirme de la esclavitud por conseguir un fin y dejarme llevar por la dispersión de lo que no ha sido yo jamás, y pensar, y escribir, y sentir de otra forma. (21:07 horas) Ser honesto contigo mismo es muy distinto a ser honesto con los demás. Y también las razones de honestidad contienen su distinción y su miseria. No es lo mismo quien por honestidad tributa horario y dedicación a su familia que quien por sentido práctico realiza el mismo cometido y lo nombra como «su honestidad». El primero siente raíz y el segundo acomoda su raíz... Sí, son pensamientos simples y difusos los que me llegan hoy, pero es que estoy absolutamente simple y difuso... y mostrarlo es bueno para verme


dentro de unos días con esa distancia que me pone nitidez, porque, ¿a qué viene esta patochada de la honestidad? No lo sé, sinceramente.

Y me llamó José Luis Morante a media tarde para decirme que su crítica de «El gato sólo quería a Harry» ya había salido en el «Diario de Ávila», y para contarme además que ya estrá en la calle su edición crítica Cátedra de la poesía completa de Joan Margarit, de lo que me alegro sobremanera, por José Luis y por Joan, que son dos poetas de la hostia a los que su tiempo no está tratando como se merecen.

Saigyoo Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Fabio R. De La Flor , Jesús Málaga , Manuel Ambrosio , Nuno Júdice | Posted on miércoles, mayo 24, 2006

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Hoy me ha llegado una buena oportunidad de expresión gracias al colega Manuel Ambrosio Sánchez, que me ha invitado a dar una charla en el curso «Cultura, cooperación y desarrollo» que se celebrará en Guarda (Portugal)


durante los días 3 al 7 de julio dentro del programa de cursos de verano del Centro de Estudios Ibéricos luso. Y he escogido un tema que me llena de ganas de hablar, nada más y nada menos que intervendré bajo el título «Activismo cultural y social en los márgenes institucionales». Espero no defraudar y ser capaz de decir todo lo que debo decir. Andarán por allí Jesús Málaga, Mª Jesús Miján, Fabio Rodríguez y Nuno Júdice, un gran poeta portugués con el que hace tiempo crucé algunas cartas e intercambié materiales. (23:01 horas) Mi discurso constante sobre la nada es pura pose, lo sé, pero me gusta fingir a la vez que creerme que manejo algo infinito con cierta soltura. Y la infinitud es incierta porque sobrepasa al saber, como la nada es incierta porque se concreta sólo en la infinitud... pero me encanta fingir que soy de la nada, que habito en la nada y que voy a la nada... y todo para sentirme presente en mí mismo, para pellizcarme y poder decir : «existo porque soy capaz de jugar con la nada y salir ileso». Y luego andarme en esas milongas de ser porque alguien te nombra o de hacer que las cosas existan porque yo las nombro. Un petulante.... eso es lo que soy, un petulante que encuentra entretenimiento en su absurda petulancia para alimentar un narcisismo inútil. Y no sé si mis mentiras me hacen llegar al punto de poder definirme como un mitómano o sólo me quedo en la triste diletancia de la mitomanía... Sí que tengo la certeza de que mi espíritu es débil y que mi razón no alcanza la mediocridad... Un diletante pseudomitómano mediocre y de espíritu débil... nunca nadie sabrá definirme mejor.

Bashoo Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Malick Y Youssouph , Mi Abuela Antonia , Mis Días De Vino Y Rosas , Pepe Hierro | Posted on jueves, mayo 25, 2006

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Otra vez asuntos económicos para sacarme de quicio, asuntos económicos y telediarios hirientes con declaraciones abiertas del monigote Acebes cargando contra la emigración y apellidándola de delincuente, asuntos económicos y un huracán Zaplana devorando los restos de todos los naufragios, asuntos económicos y no saber qué hacer con Youssouph y Malick (mis «delincuentes» más queridos), asuntos económicos y el retorno de un Jedi que me habla de la esencia de Dios y de su santísima madre (Madre), asuntos económicos y todo un tratado de la utilidad para sentirme por unos minutos la calavera de don René Descartes... Asuntos económicos, asuntos políticos, asuntos morales, asuntos religiosos... mezclándose con los conocidos asuntos fisiológicos que tan amplia zona ocupan en la ciencia escatológica.


Mañana haré un viaje comercial y espero sacar de mí al mejor escritor para vender, la mejor máscara. (15:28 horas) Lo que objetivamente está en el mundo, ¿a quién pertenece?... y lo que lleva calidad de abstracto, ¿cómo puede arbitrarse? Mi niñez fue muy feliz, y sé que ese estado se lo debo a mis padres y a mi abuela Antonia, pero mis padres y mi abuela crecieron unidos a la dificultad y, me consta, su vida junto a mí también estuvo llena de problemas. No sé si ellos fueron felices en su tiempo infantil –me temo que no demasiado, pues sus carencias eran todas–, pero supieron conseguir que yo lo fuera. Ahora me planteo mi felicidad y percibo netamente que hace aguas. Y lo tengo todo, o por lo menos todo que creo que puede tener un hombre –hasta ambición–. ¿No debiera ser feliz aunque sólo fuera en pago a la felicidad que ellos –mis padres y mi abuela– me procuraron? Siento la felicidad como una herencia trabajada que no debiera malgastar, y sin embargo se va difuminando sin que acierte a saber dónde está la vía de escape que produce su pérdida. Y siento que debiera dejarlo todo para trabajar sólo por mi felicidad y por saber dejársela de herencia a mis hijos. Un bien sin medida para una vida bien trabada. Y leo retazos de este diario, entradas de hace unos meses, y me veo farragoso y siento que voy a peor, cuando no al socaire de todo lo malo que me sucede. Ya he concretado que no estoy hecho para convivir con el tipo de gente que está dentro de los percentiles sociales actuales, ya me he definido en una estupidez centrada, ya me he convencido de la inutilidad de mis pensamientos y ya dudo de mi valor en el mundo del trabajo. Hago lo que nunca quise hacer, vivo como jamás quise vivir, he repetido tramos de vida que anteriormente me hicieron sentir desgraciado sin haber aprendido nada... Ahora, ¿cómo me resum0?, ¿hacia dónde voy?, ¿qué debo hacer o deshacer?, ¿me queda tiempo?


(20:06 horas) Enredando entre mis papeles para recolectar material con el que llenar mi nuevo estudio, he recuperado hoy mi ejemplar de «Cuanto sé de mí», de Pepe Hierro, con una deliciosa dedicatoria del maestro en la entrada del libro –un rostro femenino muy griego con una ventana y un florero–. Recuerdo que Pepe lo hizo con su pluma de batalla y luego lo retocó mojando su dedo índice en la copita de chinchón que se estaba bebiendo. La dedicatoria data de 1998, año en el que pasó unos días en Béjar y pude disfrutar de su ingeniosa compañía y del entusiasmado y sentido declamar de sus versos. Y, ya puestos en el azar del encuentro, me he leído el libro de un tirón, pues hacía un par de años que di por desaparecido este volumen y ya había olvidado casi todo su contenido –he de decir que no tengo perdón del Diablo por mi enfermiza memoria y el constante descuido que tengo con mis cosas–. Y me he reencontrado con aquel mágnífico cráneo en el recuerdo, con aquella mirada dura y entrañable hablando de las cosas y el oficio de nombrarlas («no tengo miedo nombraros / ya con vuestros nombres / cosas vivas, transitorias...»), de aquel hablar como se hablan los hombres, «conteniendo las ganas de llorar...», de sus preguntas que hoy son mías («¿qué hago yo aquí?»), de acatar la vida, de aquel dolor que fue en principio... o aquel magnífico tramo de ‘La aventura’ en el que la verdad es también la realidad: «Buscas los días. Te aferras a escenas / que son el reflejo de un sueño en la sombra de un sueño.». Maestro de la nada, Pepe, y del soneto, y del mejor jamón de Guijuelo, y del tabaco, y de la bebida blanca más peleona... Maestro de la nada que dijo para mi mal «malaventurados los que abrimos nuestros corazones». Tengo tu trazo otra vez en un lugar exacto para que seas «nada» de nuevo en los estantes de mi biblioteca. Pepe muerto y vivísimo ahora en mis manos, Pepe el de los jirones


de belleza, el de los fatales jirones de belleza... Te echo de menos, tío –¿o debiera llamarte abuelo?–, enredándome para engañar a tu Lines con el penúltimo (?) cigarrillo del día y el primero de la noche.

Pepe, mientras escribo de ti, o te hablo, o no sé... un mecánico de esa capital del reino donde tú tenías letras, mesita y compañía, está dándome la vara con un ruido infernal para poner al día las máquinas de mi imprenta. Y me gustaría que compartieses ahora ese ruido generador de palabras hermosas e infumables bodrios, que rieses conmigo delante de una copa y que viéramos juntos las estampas antiguas de desnudos que guardo en una caja vieja. Y que me dieras una palabra tuya para que mi mejor offset supiera de una vez lo que es la gloria.

Ransetsu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Agustín Porras , Antonio Piedra , Enrique Badosa , Mamen Somar | Posted on viernes, mayo 26, 2006

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Llegan a mis manos nuevos libros por el arte de magia del correo, y me quiero detener en uno de ellos especialmente, el libro de un solitario de Antequera con las ideas fijas y poco prácticas que yo también tengo algunos días. Agustín Porras se llama el mozo, enconado en la edición de ruina siempre, amante fiel de la literatura buena –no de la literatura práctica– y nombre con apellidos de aquel estupendo proyecto llamado «Poesía, por ejemplo» o del más cercano –y muerto– papel de redenciones «Primera piedra». Agustín Porras, el coleguita al que no veo hace siglos, me ha enviado su libro, su primer libro, después de un millón de años... y me alegro tanto, que le guardo un abrazo fuertote, uno de esos de celebración a lo grande. El libro –«Ojalá» se titula– es de Huerga y Fierro editores y da fino en el tono de un poeta bien entrenado que por fin soñó que se entregaba a la muerte, que perjura silencios y se queja de retórica o que bellamente susurra que «no hay mejor poema que haberos conocido». Merece la pena gastarse unos dólares y beber este acíbar que se vuelve dulce en la garganta. Ah, y me acuso de haber pecado de silencio, pero no sólo con Agustín, sino con todos y cada uno de mis amigos, y que me apetece deciros que no hay penitencia posible para mi falta, pero sí excusas graves –y también pequeñas–, pues hacerse un mundo distinto cuesta una creación y mil olvidos, y yo ando en ello hace ya unos cuantos años.

Y luego un «Ya cada día es más noche», de Enrique Badosa, editado con lujo de recursos ajenos por la Fundación Jorge Guillén que dirige el colega Antonio Piedra. Y todo por «un silencio de libros cerrados» para que yo consiga decir que no está mal el lance, Badosa, nada mal.


(22:09 horas) Anoto a esta hora que acabo de abrir un sobre con un prometedor poemario de Mamen Somar, poeta nueva y perdida –y hasta quizás perdularia– a la que pienso leer con entusiasmo y dedicación. Me cae muy bien esta chica y me encanta la fuerza y el miedo de la gente que empieza. Estudiaré edición.

Kukusai Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Joan Brossa , René Descartes , Turguénev | Posted on sábado, mayo 27, 2006

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Ahora me doy cuenta de que toda la vida he andado buscando una columna vertebral para cada una de mis palabras y, sin embargo, sólo he logrado que se apoyen en una columna de huesos viejos y ajenos que puede desmoronarse en cualquier momento. Joan Brossa y sus «poemes visuals» consiguieron una obra bien cordada. Como última opción podría dedicarme a robarle sus vértebras para hacerlas mías.


(11:07 horas) Cuando Descartes dice en sus «Meditaciones metafísicas» que Dios podría haber previsto que el hombre no se equivocase nunca, está sometiendo a duda su entendimiento y el valor de Dios. Cuando yo pienso en alto que Dios no existe, quiero elevar una certeza del campo de la especulación –donde no debiera haber estado nunca– al de las afirmaciones taxativas. Lo malo es que esta verdad alumbra el fracaso de casi toda la humanidad y, por tanto, resulta tan poco práctica que, como mucho, debe quedarse en verdad individual y privada. Y con esa verdad se hace daño, se hiere... pero es una verdad que quizás sea necesaria como principio revolucionario exacto: partir de la negación de Dios para mover del revés a todo el traje social, dejar con el culo al aire a los creadores de un poder tan maligno como ficticio y volver a ordenar caminos y fronteras. Ahora llega el momento de pensar en cómo sustituir o con qué esa idea espiritual que tañe fuerte y adentro de cada hombre, cómo darle un sentido tan práctico y analgésico como el que emana la idea de Dios y cómo robarle su durísmo componente de poder y sometimiento... Quien sea capaz de ver esto y de darle forma filosófica universal, quien se capaz –aún más allá– de llevarlo al terreno de la práctica social y extenderlo como norma aceptada, tendrá el mejor futuro en sus manos –ojo el mejor futuro de todos, no el propio–. Sí, hay que diluir la idea de Dios y sus consecuentes como primera fase de crecimiento positivo y hacer que los aún creyentes –casi todos– trasladen su idea de que Dios es un ajeno espiritual a que Dios es cada uno de los otros, el grupo humano mismo, los seres vivos y las cosas: humanizar a Dios, animalizarlo y cosificarlo... y luego eliminarlo como la voz antigua para rehacerlo como una voz nueva y tangible, con existencia física y palpable.


La verdad es que cuando me meto en estos temas, siento una alta incapacidad expresiva, pues mis pensamientos fluyen muy bien ordenados, hasta el punto de que lo veo todo con claridad meridiana, pero las palabras apenas saben llegar a mi boca o a mis manos. Será mejor ir dejando retazos, pequeños apuntes indefinidos, notas básicas sobre las que poder ir elaborando mejor toda mi idea al respecto. Lo cierto es que estamos en un momento social terrible, con una masa absolutamente mediatizada, con una clase poderosa y llena de intereses que afectan negativamente al individuo y a sus relaciones con los demás y su entorno, con un reinado de idiotas que no han aprendido aún a conocer las verdaderas prioridades del mundo y de los que lo habitamos. Esclavos del dinero y creadores de unos valores que en sí mismo son terribles contravalores, estos líderes idiotas nos acomodan en el mito y la creencia para tenernos absolutamente doblegados y, eso sí, con caritas de felicidad y postura constante de estatismo. Alimentan en nosotros una ambición constante que nos debilita y nos hace sumisos... Dios y sus sicarios... sicarios de una nada tan poderosa que a ellos les proporciona todo.


(11:56 horas) PENSAMIENTO LOCAL Y PEQUEÑO Sitúense los bejaranos en la Plaza de España, justo donde hace unos meses se ubicaba el conocido «Bar Sol». Justo en la trasera se realizó una dura expropiación argumentando un ensanche de vía para facilitar el acceso y el tráfico hacia/desde dicha plaza. Ya situados, verán que se ha realizado el derribo del antiguo edificio y que se procederá en breve a elevar uno nuevo. PREGUNTAS ¿Se construirá en la misma línea vertical del edificio antiguo y, por tanto, no se llevará a cabo el retranqueo a la línea de la vía trasera para proporcionar un vomitorio generoso a la Plaza de España?, ¿se construirá en altura algún piso más que los marcados por la línea horizontal de edificaciones coolindantes?, ¿terminará algún representante local siendo propietario de alguna vivienda en esa edificación? Ahora, cambien el valor inquisitivo por el asertivo y sientan la diferencia que hay entre preguntar y sufrir el mal de la arbitrariedad.

(14:24 horas) Puede existir algo sin que me pregunte por qué existe, pero entonces no existe para mí más que de una forma superficial, ya que no indago en el conocimiento de su existencia ni pertenezco a su ámbito de existencia. Este planteamiento lo hago desde una base de realidad triste, de tal forma que lo que no me plantea preguntas pierde para mí su calidad de existencia y habita en un plano de desinterés. La tristeza radica en el hombre que admite la existencia de las cosas, los sucesos y los seres y no se para a preguntarse por ellos aunque sean de vital importancia en su curso vital y emocional. Ahí es donde atisbo a ver la animalidad del hombre, en darle valor de simplicidad al suceso por pereza de pensamiento. Esto nos trae a esta


conducta social que padecemos, una conducta inducida por el consumo fácil y la comodidad de tomar criterios preelaborados para ahorrarnos el trasunto reflexivo.

(22:15 horas) En el umbral de su muerte, Iván Serguéievich Turguénev se preguntaba: «¿Qué clase de persona soy? Pueden hacerme la observación de que tan siquiera me pide nadie que lo explique: de acuerdo. Pero me estoy muriendo, por Dios que me muero de verdad y ante la inminencia de la muerte parece del todo justificado el deseo de saber qué clase de pájaro he sido. ... ... he sido un hombre del todo superfluo en este mundo... Es evidente que la naturaleza no contaba con mi aparición, de manera que me trató como a un huésped al que no se ha invitado y al que no se espera...». Francamente lúcida esta calavera que tanto se parece a mí en la cubierta de su «Diario de un hombre superfluo» y que tanto coincide con mi forma de ver el mundo y de verme en el mundo. Siempre como a desmano, desubicado en cada lugar y puesto justo donde otros debieran estar. Sin hacer asonadas ni dar gritos, sin abrigar esperanzas y sin poder mover ni un ápice de lo que me rodea. Siempre me gustó el verbo «evitar» y lo supongo como mío, pues en la práctica, en mi práctica, es un verbo de uso diario en acción –no en vocabulario–: evitar enfrentarme con alguien, evitar una mirada, un encuentro, una conversación, una sonrisa, un acto, una responsabilidad. Sí, soy un hombre superfluo que se dedica a evitar todo cuanto le llega. ¿Y qué clase de persona soy? Aunque no me veo aún en ese finiquito Turguénev, sí puedo decir que me veo fácil, buena gente en general, con ganas de meter el dedo en mil ojos y haciéndolo con mucho tiento y en voz baja, vital a ratos y mortal a


temporadas, aburrido de relación, rojo por tradición, incoherente y poco práctico, iluso, preencoprético y distante con quien me produce temor o indiferencia. Quizás hablaran mejor de mí mis amigos, pero sé que no me conocen como me conozco yo, que no llegarán jamás al fondo de mis máscaras.

Kensai Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hans Kelsen , Mamen Somar , Raúl Vacas , Sentimientos | Posted on domingo, mayo 28, 2006

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Esta mañana la he dedicado a la lectura de «De la esencia y valor de la democracia», de Hans Kelsen, y he de decir que comencé la lectura sin muchas ganas, como con la intención de mirar cuatro páginas y dejarlo, pero me he enganchado de tal forma que he rematado el libro de un hermoso tirón. Y lo primero que quiero decir es que cualquier político que tenga en su cabeza ser un servidor digno y honesto con la sociedad a la que representa, no debiera hurtarse de tener este libro en la cabecera de su cama. Hans Kelsen hace una bella defensa del parlamentarismo democrático por comparación y por razonamiento serio, y analiza con lucidez aspectos tan interesantes como el transfuguismo, la autonomía, el populismo o el el obstruccionismo parlamentario. Propugna, además, una hermosa lógica del principio mayoritario poniéndo en valor la importancia de las minorías como opoción futura de gobierno. Todo lo que cuento puede parecer un peñazo, pero juro que no lo es. Hans


presenta en uno de sus capítulos una reflexión interesantísima sobre la «libertad», en la que analiza brillantemente dos conceptos que acuña con los nombres de «libertad natural» y «libertad social» («legalidad natural» y «legalidad social»), los define, los compara y los enfrenta para dar luz a un concepto que de por sí siempre crea graves problemas de intención y de ejecución. Desde mi punto de vista, la propuesta de Kelsen es muy brillante, sobre todo cuando argumenta que el hombre debe rectificar a la naturaleza legislando, asumiendo, por tanto, que una sociedad inteligente debe sobreponerse al instinto para poner orden en los aspectos más descarnados y propiciar la protección de los que en el medio natural serían objeto ine ludible de selección. El problema, como siempre, es que la teoría funciona, está muy bien engranada, pero al final falla el hombre que la aplica y la masa que lo apoya. De llevar la teoría de Kelsen a sus máximos, estoy seguro de que tendríamos una sociedad francamente mejor, más desarrollada y mucho más imbricada en un futuro positivo para el hombre y para el medio que ocupa... pero lo veo chungo, de verdad.

Cuando acabo con el periquito Kelsen, me leo de un tirón –vaya mañana– el poemario de Mamen Somar («Interior de una sombra») y me sorprende encontrar un tono muy similar al de Belén Artuñedo, una sensación turbadora recorre todos los versos y engancha.


Creo que esta mujer escribe bien, aunque está empezando y se notan ciertos miedos que, seguro, acabarán tornándose en pura poesía. El libro encierra belleza a raudales y una sensibilidad muy destacable, una sensibilidad triste que no ahoga y que invita. Creo que con unos pequeños retoques y salvando algunas erratas de primera toma, el poemario es editable y muy digno, así que me pondré manos a la obra, haré esta tarde una lectura más detenida y hablaré con Mamen para estudiar la edición. Me encanta descubrir poetas, y Mamen me ha resuelto un poquito el vacío de las últimas semanas.

Buena mañana la de hoy, muy buena. Y tengo que agradecérsela en parte a Raúl Vacas, que me consta que ha sido responsable de la formación de esta nueva voz. (19:02 horas) La tarde enterita para Mamen: lecturas varias, vueltas atrás, anotaciones, sorpresas agradables, intentos fallidos, versos para enmarcar, tildes traicioneras –puñeteras tildes–, algún pequeño problema de rima cacofónica, verdad, sentimiento, lubricidad, alguna falta de ritmo interno, rupturas realmente brillantes, demasiado «yo» –Felipe, entiende que es un primer intento–, alguna recurrencia, pasión incontenida... El poemario definitivamente se sostiene y casi tiene unidad. Mi decisión es firme y lo publicaré –no sin antes hacerle a Mamen unas consideraciones para que las valore–. ¡¡¡Habemus ....!!! (20:17 horas) Tengas comuniones, bodas y bautizos que te arruinen la vida y dejen tu cuenta al pairo, y disfrutes de ellas, y te tupas a comidas de lujo mal hechas que te produzcan ardor de estómago; tengas que cumplir hasta que todo te sea devuelto en comuniones, bodas y bautizos... y te mueras gordo y feliz.... arruinado y en gracia de Dios. (22:20 horas) No saber hacer la comida, ni la cama, ni fregar los tristes


cacharros que se quejan en el fregadero; no saber lavarte la ropa ni plancharla, ni barrer el suelo de tu casa, ni poner la mesa... y menos quitarla... siempre necesitando del servicio ajeno para «parecer» y no ser nunca. ¿Lo has pensado bien? Así puedes ser mañana. «Idealizar la realidad es justificarla». Son palabras de Kelsen que subrayé esta mañana y que releo esta noche... y yo diría que realizar los ideales es destruirlos. Cuando las frases se vuelven del revés terminan dando juego.

Wakaba-shuu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Garrido , Hijos , José Luis Morante , Sentimientos | Posted on lunes, mayo 29, 2006

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Hay que anotar hoy que la belleza pasa pronto, pero la ignorancia es una lacra hasta la muerte. Y no sé a qué sumar esta consideración, pero espero que a una sola persona le sirva de algo. Y es que se puede ser bello de forma lúbrica, de forma inocente o por inteligencia. La primera forma, la lúbrica, siempre se pone en valor por la química del otro, por ese azar de feromonas que nos hace creernos folladores eternos o diosas divinas. Es una belleza de minutos, de espasmos y de olvido, y se acaba con una tripilla incipiente, con un mal gesto en la cara o con una convulsiva falta de conversación. La belleza inocente dura algo más, como una niñez, pero termina en justa imbecilidad si se quiere mantener en el tiempo. La belleza inteligente, aún siendo la más peligrosa de las tres, es la más duradera y la que produce más estragos en el otro, pero


también es la que aporta hasta el final sin perder ni un ápice en función de tiempo, es más, ganándolo. El problema está en que las dos primeras bellezas tienen más que ver con la genética que con otra cosa y, por tanto, son bellezas fugaces. La belleza inteligente, no. Puede llegar a ser eterna, pues no depende de lo físico, sino que contiene un alto grado de espiritualidad que puede sobrevivir al cuerpo. La belleza pasa pronto. La ignorancia es una lacra hasta la muerte. (15:38 horas) A veces me pregunto qué es la conciencia, mi conciencia. ¿Cómo se ha formado y a qué estímulos reacciona? Me gustaría saber cómo se ha edificado ese condicionamiento moral en mi cabeza para que funcione como barrera y quién ha sido el responsable de su modelación. ¿Yo soy el creador de la conciencia de mis hijos? ¿Cómo? ¿Por qué? A mis años sólo sé concretar que siento su tensión y que unas veces me hace sentir miserable y otras cobarde. Y no sé si es otro «yo» o un legado moral que se me ha impuesto como un riñón o un hígado. El caso es que mi conciencia me amarga, me entristece, me amedrenta... actúa casi como si fuera una religión, porque siempre me hace triste, nunca me dota de alegría o de entusiasmo por lo que me rodea. Tengo que buscar libros que hablen de la conciencia, pues estoy francamente interesado en buscarle la vueltas y joderla hasta que se queje. Pondré manos a la obra. (20:35 horas) [A media tarde se presentó Antonio Avilés para prestarme un libro que le ha gustado mucho, se trata de «El don prodigioso», de José María Páez Balgañón. Le regalé un ejemplar de mi nuevo libro y le cambié el préstamo por una de mis últimas adquisiciones. Este fin de semana lo dedicaré a la lectura de este prometedor título.] Me preocupa de nuevo mi dispersión y mi inconstancia, pero a la vez me gusta ser como soy. Ser disperso me trae miles de ideas que de otra forma nunca llegarían, y eso me llena de gozo y me eriza. Ser inconstante me hace cambiar de registro, y eso me forma.


Y la verdad es que envidio a tipos como José Luis Morante o Antonio Garrido, empeñados siempre en cerrar cada etapa a la perfección, metódicos, consecuentes con su obra y trabajadores constantes. Me gustaría ser como ellos, pillar una presa entre los dientes y no soltarla hasta haberle sacado todo el jugo. Me preocupan mi dispersión y mi inconstancia, pero también me hacen ser como soy, y la verdad es que no me disgusta del todo. Sí debo decir que esta circunstancia llega a angustiarme algunos días, pero aún llego a rescatar viejas ilusiones y a ponerme manos a la obra a ratitos con viejas novelas, con poemas fallidos, con dibujos rehechos mil veces. (22:01 horas) Llevo una hora trabajando en la ponencia que impartiré en Portugal en Julio y no va mal. Realmente da mucho juego el asunto de contar la relación de la cultura con las administraciones públicas, el mercantilismo cultural, el compadreo de los fondos en extinción y los no gastados, el clientelismo de algunos personajes y grupos del mundillo cultural y social, la terrible enfermedad de la cultura subvencionada y los mil recovecos con los que defraudar dinero público con la connivencia de políticos y funcionarios. Por contra, es una delicia hablar de cómo nacen y crecen los proyectos independientes, cómo se alimentan y retroalimentan y cómo superan la mayoría de las veces a las propuestas institucionales con mucho menos dinero y casi ningún medio. Estos colectivos alternativos e independientes contienen una verdad necesaria que hay que seguir, a pesar de la dificultad que entraña acceder a ellos. Creo que al final saldrá una ponencia aceptable... dura y aceptable.

Tekkan Yosano Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Belén Artuñedo , Juanjo Barral , Luis Alberto De Cuenca , Marino González [La Luna De Mérida] , Mis Días De Vino Y Rosas , Norio [Braulio García Noriega] | Posted on martes, mayo 30, 2006

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En mi vida me he visto en una situación parecida: el ayuntamiento de Mérida me invita a la feria del libro de Mérida el próximo sábado para presentar mi nuevo libro y junto a la invitación veo que salgo en los papeles con César Vidal y Alfonso Ussía... joder, sólo falta Jiménez Losantos. No sé si coincidiremos, pero no me apetece nada rozarme con estos tipos... La mala suerte es que en días posteriores intervienen Javier Reverte, Luis Alberto de Cuenca o Marino «de la Luna». En fin, mala suerte que esta vez me llega de nuevo con la feria de las vanidades. Ajo y agua.

(19:14 horas) A veces, cuando me sucede el amor, intento indagar en sus entresijos, pero no encuentro más que intuición y un profundo sentimiento de estar compartiendo. Y ya amo sin pasión, con una tranquilidad deliciosa que tiene como resultado una leve euforia sostenida muy beneficiosa. A amar también se aprende, aunque no se sepa de qué va la materia, se aprende sintiendo, sólo sintiendo, sin ponerle intención ni ganas. Lo que aún no sé es si se puede desaprender de alguna forma, desprenderse de él y colgarlo como si nada en el perchero. Por otra parte, ser objeto de amor envanece en un sentido muy positivo que generalmente se nota en la cara si se sabe llevar. A mí, cuando me sucede el amor es generalmente fruto de la reciprocidad, llegan juntos el sentimiento de


amor y la recepción del mismo. Debe ser muy triste amar y no ser amado. (20:08 horas) La libertad de los planos mentales resulta perniciosa para mí, pues cuando dejo correr mi imaginación, que es la mitad del día como poco, me aparto de la realidad hasta el punto de que me resulta bastante complicado volver a sujetarme a la norma que marca la realidad. Por eso la libertad que encuentro en mi imaginación es falsa y llega a hacerme sentir extraño, cuando no muy afectado. Extrañado de la realidad por una idea que corre libre y crece libre: un mal rollo para alguien que no puede vivir sólo de la creación, un mal rollo. (21:17 horas) Hay temporadas en las que «disfruto» de un mal humor persistente, y entablo una lucha conmigo mismo para borrarlo o borrarme, porque no me siento yo en esos espacios. Y no entiendo bien mis reacciones, pues debiera ser un tipo más o menos feliz. Me costó mucho tiempo acostumbrar a dormir por las noches cuando me acuciaba un problema, tenía una deuda, era la víspera de algo importante o tenía la sensación de estar escribiendo en un buen tono... pero lo conseguí. Me costó mucho aprender a no llevar los lazos a sus últimas consecuencias, a poner algo de distancia con mis amigos y a decir que no cuando realmente quería decir que no... pero lo conseguí. Sin embargo, llevo toda mi vida intentando pasar por mis crisis de mal humor sin que le afecten a los demás, pero me resulta imposible conseguirlo... y durante esos espacios neblinosos me busco problemas, discuto, invento caos donde hay armonía. Es jodido, de verdad.

(22:05 horas) De pronto me he acordado de Juanjo Barral y de forma muy entrañable. Realmente algunos días echo de menos a ese tipo jovial que sabe animarme hasta la envidia cada vez que estamos juntos. El caso es que llevamos muchos meses de silencio entre ambos y me gustaría volver a tenerle


cerquita, porque sé que nos necesitamos, aunque sólo sea un poquito. Sé por Norio y Belén que ha estado chungo, y me gustaría que me contase todo delante de una copita y unos cigarros, que nos abrazásemos cantando una canción antigua de borrachos o el «Asturies...». Voy a intentar hablar con él para convencerle de que se venga a pasar un fin de semana por estos lares.

Teitoku Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia | Posted on miércoles, mayo 31, 2006

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¿Para qué utilizan la moral los líderes religiosos? Como un verdadero ejército fantasma con el que soguzgar a los grupos creyentes y que estos, a su vez, dlobeguen sin conmiseración a los no creyentes. ¿Y la fe? Pues como fortísima anfeta que llega a hacer ladrar en su vehemencia a quienes la consumen. ¿Y el rito? Como algo atávico con lo que infundir temor. Ayer tuve la fortuna de escuchar una conferencia científica sobre la verdad inventada y la discriminación mental que realiza la moral en la mente humana. Impresionante. Como verdad demostrada se dijo que el mentiroso tiene mucho más éxito en su vida, en su trabajo y en sus relaciones. Todo parte de la creación de una imagen propia que se asume como cierta y luego de colocar esa imagen en la mejor posición social posible. Eso, unido a la discriminación o a la permisividad moral crea verdaderos monstruos capaces de justificar cualquier acción por terrible que sea. Se detuvo el tipo especialmente en las decisiones que conllevan eliminar a unos para salvar a otros, y ponía como ejemplo el de cinco pacientes en trance de muerte por fallos de distinos órganos vitales y se daba como solución matar a un hombre sano para salvar esas cinco vidas con sus órganos (moralmente no parecía viable), pero cuando el planteamient o se realiza en otro escenario, la cosa cambia: un tren a toda velocidad viene hacia un cruce de dos vías, por una de ellas atraviesan cinco personas y no tienen posibilidad de escape, por la otra vía atraviesa una persona en las mismas circunstancias. Tú tienes a mano un mando que decide la ruta que debe tomar el tren, ¿lo desviarías?, ¿a qué vía lo desviarías? (tu decisión en este caso es moralmente viable). Pero, ¿qué diferencia existe entre un presupuesto y el otro? Cinco hombre viven y uno muere o cinco hombres mueren y uno vive.


Shichiban Nikki Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Jesús Caldera Sánchez-Capitán , Juanjo Barral , Nietzsche , Sentimientos | Posted on jueves, junio 01, 2006

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¡Joder con los sentimientos de renuncia! Hay tanto prójimo amparado en ellos, jugando al «por y para los demás», que sería necesaria una operación mediática de desenmascaramiento. Yo dudo de todos, hasta de mí mismo, cuando dicen/digo que hacen/hago cosas desinteresadamente. Sospechemos de estas actitudes y seamos duros frente a ellas. Es fundamental saber el terreno sobre el que se pisa y, sobre todo, que la verdadera intención del hombre como individuo responde siempre a una dura ley natural de supervivencia (las religiones saben demasiado de este tema... y lo utilizan).

(15:55 horas) He visto un documental sobre el proceso de creación de la canción de J. Lennon «Démosle una oportunidad a la paz», y ha sido como volver a mis años setenta, con aquellos sentimientos sociales de utopía y con el alma radical. Recuerdo que por entonces coincidía con un Jesús Caldera ORT, con Mercedes Sosa o Rosa León en las reuniones del Frente Sandinista en Salamanca, que salía con octavillas a la calle a horas tan brujas como para que todo fuera silencio y soledad, que esperaba un mundo mejor y... tan diferenta al que ha llegado. (22:34 horas) Se me olvidó anotar ayer que hablé con Juanjo Barral y le noté


animado de verdad, Hemos quedado en encontrarnos en Béjar en breve, lo que me hace feliz. Espero impaciente al amigo.

El Nietzsche que más me gusta es el que dice que «Los poetas carecen de pudor con respecto a sus vivencias: las explotan», sobre todo cuando él mismo fue un poeta destacado. Y la falta de pudor, el saber desnudarse, es muy benéfico para quien lo practica. Lo jodido es que un número elevadísimo de poetas (?) trabajan mientras dejan colgadas sus vivencias en el perchero, y todo resulta decorativo –cuando no «práctico», que es mucho peor–. La poesía que intento practicar desde que empecé con mi primer verso tiene como principio y fin mi conocimiento, mi anotación, mi desnudo y mi verdad. En ella crezco y me agoto, por mala que sea; en ella me «limito» y con ella quiero decir lo que soy y lo que querría ser... También adoro al Nietzsche de «En última instancia lo que amamos es nuestro deseo, no lo deseado». ¡Qué magnífico hijo de la gran puta!... Te adoro, tío muerto.

•• RECOMENDACIÓN ••


«Poesías» Catulo Editorial: Alianza Año: 2003 Páginas: 232 I.S.B.N.: 84-206-5576-7 [CÓMPRALO EN www.paquebote.com] Contemporáneo de Cicerón, Pompeyo, Catón de Útica, Lucrecio o Salustio, testigo de la confrontación entre optimates y populares y atento observador de la mutación de la civilización urbana, CATULO (ca. 84-ca. 54 a.C.) es la figura dominante de los nuevos poetas de finales de la República, que introdujeron las Exquisitas virtuosidades helenísticas y enarbolaron la bandera calimaquea para reaccionar contra la poesía romana tradicional. Sus POESÍAS traducidas y Comentadas por Antonio Ramírez de Verger, que añade en esta nueva edición unos enriquecedores apéndices? exploran el éxtasis y la degradación del amor, los celos y el odio, la desesperanza y el abandono, dando forma a una obra que, caracterizada por una extraordinaria variedad de ritmos y metros, inicia la larga y brillante tradición de la elegía erótica latina. (Fuente: www.paquebote.com).

Yamato-takeru Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Gómez , Antonio Orihuela , Carl Weathersby , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Marino González [La Luna De Mérida] | Posted on viernes, junio 02, 2006

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Debo ser importante, pues ya hay imbéciles que suplantan mi personalidad en internet para intentar enfrentarme con mis amigos. En fin, los miserables sólo merecen seguir nadando en su mierda. Allá ellos. (21:45 horas) El día ha sido asfixiante en todos los niveles... y algo desolador. Lo peor ha tenido que ver con mi trabajo y con un estudio de diseño absolutamente incompetente, eso sí, cobrará sus buenas pelas de la Junta de C. y L. por realizar un trabajo que yo me había currado y que han dejado para el puto arrastre –serán familiares del algún político castellano.


Y empiezo a relajarme un poquito con mi soledad, la música de Carl Weathersby y los sonetos de W. Shakespeare. Espero que cuando tome tono pueda ponerme un ratito a revisar mi plan para mañana en Mérida, que sobre todo se centrará en volver a ver a mis amigos Antonio Orihuela, Marino González y Antonio Gómez (tres mosqueteros importantes de verdad). También he hablado hoy con Jesús Urceloy y hemos quedado en vernos en Béjar un fin de semana de estos –le espero con los brazos abiertos.

(22:07 horas) La mediocridad, es mi esperanza, a veces alumbra cierto valor y se produce el cambio. Yo espero a que me suceda algún día para poder respirar y destensarme. Esta mañana me levanté más mediocre de lo normal y el día me ha llevado a peor, justamente a pensarme puta mierda, y todo por circunstancias ajenas, por falta de dedicación de los otros y, eso sí, por falta de carácter para gritar todo lo que pienso a cada uno de los que se han cruzado hoy en mi camino. Me dejo por imposible.


Chuangtze Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Morante , Sentimientos | Posted on sábado, junio 03, 2006

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No creer es complicado, y me refiero a no creer por sistema, pues lo que llevaría un camino de facilidad por el camino de la confianza, se retuerce inexorablemente en un viaje de continuos recelos. Yo decido rápido en el asunto de dar crédito o no a cualquier causa o efecto, a cualquier persona o ente abstracto, pues siempre he entendido que en el camino de la duda –esta clase de duda, por supuesto– se pierde mucho más de lo que se gana. Así pues, un gesto, un color, un reflejo de lus, una sensación... me ponen de inmediato en un campo o en el de enfrente. Y, claro, me equivoco con mucha frecuencia, pero en mi equivocación está la senda por la que discurro, la del «yo» subjetivo. Creo o descreo a primera vista, y eso me da velocidad de respuesta y, por tanto, tiempo. También he aprendido a rectificar, y lo hago en la misma clave, con velocidad, sin pensar demasiado en las consecuencias. Y no me disgusta. (11:14 horas) Siento que debo hacer un elogio de la figura de José Luis Morante, pues los últimos acontecimientos sucedidos en la red –la usurpación de mi personalidad por un imbécil para hacerle daño– me han dejado un mal sabor de boca (anoto que puse mis medios para que el asunto se solventara y la web «premiosliterarios.com» ha tenido una buena velocidad de reacción publicando una nota aclaratoria y eliminando los mensajes nefandos. Pues bien, José Luis es una de las mejores personas que conozco, coincidiendo en él altos valores morales, generosidad y una honestidad superlativa. Como amigo, cumple al milímetro los cánones de respeto y entrega, de afecto y riesgo. Como crítico literario, es sereno, muy bien formado y absolutamente ajustado en sus opiniones, teniendo siempre presente en sus escritos consideración de respeto hacia las obras de las que escribe y sus autores y una seriedad casi enfermiza en sus planteamientos. Como poeta, es delicioso mirar su obra con distancia para contemplarla muy bien vertebrada y en constante, pero serena, evolución. Como conversador, es inagotable e interesantísimo. Yo, ante todo su escaparate de virtudes, me quedo con la amistad que me ha


regalado siempre, siendo consciente de que apostar a la buena amistad es mucho más difícil que apostar al buen amor. José Luis Morante es mi mejor amigo por encima de cualquier otra consideración del tipo que se quiera, y sabe demostrarlo cada día con su apoyo, con sus palabras y, sobre todo, con sus silencios. Y yo, Luis Felipe Comendador Sánchez, asumo su voz como la mía, sus hechos como los míos y sus decisiones como las mías... con todas las consecuencias. ¡Con todas las consecuencias! Quien se pone frente a José Luis, se sitúa frente a mí, quien lo insulta, me insulta gravemente y quien lo quiere, me tiene para reforzar el vínculo hasta donde lleguemos.

Shinshisa Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alfonso Ussía , Antonio Gómez , Antonio Orihuela , Carlos Lencero , H. Spencer , Julián Miranda , Marino González [La Luna De Mérida] , Mis Días De Vino Y Rosas , Richard Porton , Rodolfo Franco | Posted on domingo, junio 04, 2006

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Llegué de Mérida algo jodido, para qué negarlo. Purito asunto de falta de respeto y dignidad por parte municipal. La poca sensibilidad política del gobierno emeritense y su afán por lo mediático sobre todas las cosas, tuvo ayer triste ejemplo que sentí en mi persona como una afrenta hecha de ninguneo y luz de gas. Había sido invitado por el ayuntamiento de Mérida para presentar mi nuevo poemario en la Feria del Libro de Mérida, para lo que se me enviaron invitaciones, programas lujosos y un extraño folleto de biografías en el que aperecía con foto y un somero currículo. Acepté en su día sin poner problemas, pues consideraba que haber sido galardonado con el premio de poesía ciudad de Mérida me obligaba a ello –circunstancia que no figuraba en las bases del mismo–. Por pura educación no se me ocurrió preguntar si se me pagaría el


coste de mi viaje y si tendría derecho a comida y cena –si lo hubiera preguntado, habría sabido con certeza que todo correría por mi cuenta. Craso error–.

Hasta ahí, sin demasiados problemas, y a entonar los «mea culpa» que me corresponden. Ya en la Emérita ciudad ardiente, me acerqué con mi hija hasta la feria del libro, donde me encontré –para mi gozo– con Antonio Orihuela, Antonio Gómez, Marino González, Rodolfo Franco y Julián Miranda –a la sazón, premio de novela de la romana villa–. Julián y su compañera me explicaron que había viajado desde Barcelona hacía un par de días sin saber si les pagaría el desplazamiento el consistorio emeritense, que les habían hecho reserva de hotel y que hasta ese justo instante –faltaba una hora para el acto de presentación de nuestros libros– no tenían noticias de nadie vinculado al ayuntamiento, eso sí, conociendo por la prensa que a la misma hora y en el mismo lugar estaba prevista la intervención de Alfonso Ussía por no sé qué historia que le había sucedido con la Casa Real.


Antonio Gómez, siempre preocupado y diligente, llamó de inmediato a la concejalía de cultura para contarles nuestra situación y nos indicó que en unos minutos pasarían a recibirnos por la feria del libro. Y llegó Leni, la técnico de cultura de la concejalía, para explicarnos someramente que el señor Ussía había descabalado todo el programa y que nosotros –Julián Miranda y yo– tendríamos que hacer una presentación muy breve para que el perico mediático de la derecha española se diese su consabido baño de multitudes y justificase así la magra remuneración que había de cobrar –vuelvo a recordar que al que suscribe no le han pagado ni el jodido viaje–. Yo pregunté de inmediato que en qué consistiría mi intervención, a lo que Leni me dijo que me presentaría el concejal de cultura y yo diría unas palabras y leería algún poema de mi nuevo libro. Le dije entonces a Leni que no tenía libros, que en las bases del certamen decía que me entregarían 25 ejemplares y que hasta la fecha sólo contaba con algunos que me entregó Sergio Gaspar por deferencia amistosa y que había repartido entre mis amigos. Su respuesta fue que no sabía nada del tema y que le pidiera los libros al editor –de puta madre–. En el curso de esta conversación, Leni recibió una llamada, que a todas luces era de su concejal, y por la conversación y el tono encendido de Leni entendí que le estaba comunicando que no nos presentaría porque estaba de marcheta con el tal Ussía –debo decir que Leni se enfadó muchísimo y se retiró unos metros para terminar la conversación haciendo gestos que presagiaban que no éramos gratos en aquel lugar y en aquel momento–. Cuando volvió Leni, nos explicó a Miranda y a mí que había convencido al señor concejal para que nos presentase y que fuéramos tan breves como pudiésemos. Y llegó el munícipe trajeado junto al tal Ussía y una nube de periodistas. Inmediatamente nos saludó con una sonrisa política y nos conminó a posar para la prensa con el tal Ussía. Yo remoloneé y salí de espaldas en las primeras tomas, y el concejal trajeado me regañó cariñosamente para que me diera la vuelta, me colocó en un extremo y le dijo a la prensa que empezase a disparar. Luego nos subimos al estrado Julián Miranda, el concejal y yo, y el tipo habló con tanta brevedad que no atinó más que a decir nuestros nombres y a dejarnos frente al público. Inició Miranda –yo creo que sin demasiada fortuna– y el cultureta me agarró fuerte del antebrazo y me dijo: «Tú, sólo un poema, por favor, que éste muchacho se está extendiendo demasiado».


Terminó Miranda, leí tres poemas y me largué de allí sin que nadie me dijera hola o adiós, ni siquiera qué se debe. Me tomé un heladito con mis amiguetes, los de verdad, y pillé carretera junto a mi hija para llegar a Béjar a eso de las 12:30 p.m. El resumen, lo dice hoy la prensa de puta madre, y si no lean lo que dice el «Hoy de Extremadura»: «La tarde de ayer fue intensa para los ganadores de los premios literarios que apoya y financia el Consistorio. Y como un acto más dentro del galardón, ayer tuvieron una cita con los emeritenses y su Feria del Libro para presentar públicamente sus obras ganadoras.

Luis Felipe Comendador presentó 'El gato sólo quería a Harry' que obtuvo el XI premio de poesía 'Ciudad de Mérida'. Comendador nació en Béjar en 1957 y tiene recogida toda su antología personal en una obra titulada 'Vuelta a la Nada'. Entre sus hazañas literarias se encuentra la de haber sido finalista en el año 2003 del Premio Nacional de Poesía. Julián Miranda, ganador del IX premio de novela 'Juan Pablo Forner' presentó de forma original y contando con la participación del público asistente su obra ganadora,'El jugador de las bolas inquietantes'. Miranda es doctor en Pedagogía y su trabajo se ha centrado en la escritura de diversos artículos sobre creatividad, deportes de aventura y el papel de los juegos, los mitos y los cuentos.» ... ¿Mis hazañas literarias?... !!!Pandilla de imbéciles!!!


De lo bueno, porque lo hubo, fue abrazar a mi Orihuela y verle en su peso y con una salud recuperada, besar con fuerza a mi Antonio Gómez y conocer a su encantadora compañera, reírme con Marino y putear un ratito a su vástago con el triunfo de mi Barça –él es un merenguito–, besar a Mar y a la divina Ángela y pillar un montón de libros que enumero: «El individuo contra el Estado» de H Spencer, «Sevillanas» de Irene Sánchez Carrón, «Fandangos» de Carlos Lencero, «Tangos» de Marino González Montero y «Cine y Anarquismo» de Richard Porton. Y el gasto no justificable de 450 kilómetros de coche, 4 helados, 2 bocadillos, 6 cocacolas y un café, sumado a los 25 libros que aún no me ha entregado el ayuntamiento de Mérida. Buen negocio, ¡eh!

Estoy seguro de que el tal Ussía se forró y comió como un señor a costa de los peperos munícipes emeritenses. Cuestión de clases. (13:24 horas) El aumento de medidas de libertad globales por parte de los gobiernos siempre trae como consecuencia un alarmante descenso de la libertad individual, pues para arbitrar las primeras se dictan leyes –que por definición son restrictivas en lo individual– y se suman impuestos que se hurtan a las rentas personales, y por tanto a la libertad individual de gasto de las rentas propias.


Trae muchos peligros intentar legislar para la libertad, y para hacerlo es fundamental contar con poíticos preparados –que no los tenemos– que conozcan a la perfección las claves históricas de los sistemas políticos y la esencia de las ideologías, aquello que Herbert Spencer definió tan lúcidamente en sus conceptos de sociedad de contrato obligatorio (militarista) y sociedad de contrato voluntario (industrial o mercantilista), dos ideas que nos llevan a la división exacta entre conservadurismo y liberalismo, siendo la primera una opoción de sumisión y la segunda una opción de libre colaboración. De ahí se puede partir con cierta lucidez en el trabajo de aportar libertades sociales sin herir las libertades individuales, a la vez que descubrir la falsedad de términos tan peregrinos como «liberalismo conservador» o «neoliberalismo» y los problemas que generan respecto a la individualidad más legítima del ser humano.

Nakane Tori Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio G. Turrión , Jesús Márquez , Luis Pastor , Paolo Tanganelli , Ramón Hernández Garrido | Posted on lunes, junio 05, 2006

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Recibo de manos de Antonio G. Turrión, enviada por Ramón H. Garrido, una edición sobre Unamuno, «Meditaciones evangélicas», editada por Diputación de Salamanca y trabajada por el colega Paolo Tanganelli –que salió de mi olvido hace unas semanas para pedirme una colaboración en una revista calabresa–. Le echo un vistazo rápido al libro y me encuentro con hallazgos interesantes, tan interesantes como una reflexión sobre el hombre que vive para la historia. Se hace Unamuno –el pesado poeta y el lúcido ensayista– una interesante pregunta sobre el valor de la historia para alguien que entra en ella. Se pregunta de qué sirve que pronuncien tu nombre gentes que nunca podrás conocer y da la opción de eternida contra la de historia, indicando que un hombre debe trabajar para la eternidad y no para ser historia... En fin, la triste calavera coronada por la gloria literaria hoy me ha hablado un ratito, pero, sinceramente, no creo que aguante su lectura una hora seguida.

Y que a media tarde me han llamado los colegas de Radio Vallecas –«60 minutos Vallecas»– para hacerme una entrevista mañana de cinco a seis de la tarde junto a Luis Pastor y Jesús Márquez. Me hace ilusión volver a oír la voz


de dos colegas tan interesantes y tan bien puestos en el hilo de la sensibilidad. Lo malo es que Luis le daré la mala noticia de que su biografía va lenta, demasiado lenta para mi ritmo. (22:24 horas) La democracia es un sistema que valora la mediocridad sobre todas las cosas. Mi problema es que soy incapaz de imaginarme otra forma de organización que trate con cierta justicia a algunos colectivos... ¿Qué necesitamos, entonces? Quizás nuevos pensadores que le den vueltas a las formas de organización social y consigan algo tan innovador e inimaginado que valore a los individuos de razón y defienda a los que pellan con sus imposibilidades sin que medie la diferencia. Es harto difícil para la naturaleza humana que esa circunstancia pueda conseguirse. Habrá que comprar esperanza donde la vendan. Y olvidarse de la palabra «todos», porque embrutece y lleva a terribles engaños, para cambiarla por la expresión «cada uno». Vivir es realmente una anecdota si no se dota con valores de construcción individual.

Shintaishi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Luis Pastor , Ricardo Luis Moral | Posted on martes, junio 06, 2006

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Tengo un mal que me producen mis hijos, sobre todo los mayores. Es un mal que va minándome despacio, día a día, un mal del que quizá tenga yo toda la culpa por no haber aprendido nunca lo que es la severidad -–entre otras cosas, porque nunca me ha parecido un valor, sino todo lo contrario–. Yo siempre pensé que ser justo debía ir unido a tener y mostrar confianza, y así lo he


aplicado siempre con ellos –mis hijos–, les he dado cuerda, caminos que hollar... y apenas los he dirigido, pues siempre creí que lo haría por el camino de mis frustraciones. Y he conseguido en ellos señales vivas de fracaso que son también mi propio fracaso. No entiendo cómo tipos intratables, auténticos estúpidos, tienen hijos cabales que van superando con éxito cada uno de los pasos que intentan. Mis hijos, no. Tienen todos mis defectos y han aprendido a magnificarlos hasta exasperarme. No comprenden nada que no sea en su propio beneficio subjetivo, no saben ordenarse y su desorden físico se traduce en una eterna contradicción en su forma de ser, pensar y hacer.

Y todo esto es para mí como una enfermedad terrible a la que no sé atacar de forma alguna. Yo quería hijos libres y probablemente esté creando tristes esclavos de sí mismos, pobres hombres, fracasados en lo más importante, en su capacidad de razón y de autocrítica. Ahora bien, asumiendo mi culpa, que debe ser casi toda, me cisco en todos los planes de enseñanza y en sus putas madres, porque cuando llegan a sus centros de enseñanza se dan de bruces con una pandilla de inútiles que no comprenden más que lo que les indican los absurdos planes de estudios. Niños de 12 años aprendiendo lo que es el trigémino, la octava real, el milagro de los panes y los peces, el nombre de los instrumentos de viento africanos, cómo construir una estructura para un edificio de seis niveles o las aventuras y desventuras de los electrones ante un campo magnético.


En mi tiempo de estudiante no había clases obligatorias de música, la religión era una hora para hacer los deberes, en gimnasia se hacían cuatro flexiones y en dibujo se hacía un retrato de la Virgen del Carmen mientras le mirabas la calva al profesor de turno. Las asignaturas troncales, en las que te enseñaban a escribir, a leer, a practicar con las operaciones matemáticas... ocupaban las horas de más concentración, lo que se resumía en tres asignaturas de auténtico peso y unas cuantas de verdadero descanso. Ahora, ¡Dios santo!, un crío tiene que estudiar ética, moral, dibujo técnico, solfeo avanzado, anatomía y mofología humana –en gimnasia– y la hostia en verso. Y con cada chaval que fracasa, fracasamos todos... y estamos fracasando de cojones.

(22:40 horas) La tarde la eché en aprender a manejar nuestra nueva encuadernadora junto a Ríchar y el técnico de la marca –un rollo infernal–, pero a eso de las las cinco se me arregló el asunto con la llamada de los colegas vallecanos –ya había olvidado que había quedado con ellos para una entrevista junto a Luis Pastor. Fue muy entrañable volver a escuchar al colega, aunque fuera de lejos, y oírle decir que necesitaba un concierto en Béjar para resarcir a los que nos quedamos a dos velas en el 73 –creo que fue ese año–, cuando estaba programado en Béjar un concierto de Luis y de Pablito Guerrero y prohibió la autoridad gubernativa.


Adelanté también el principio de su biografía leyendo parte del primer capítulo que tengo escrito y recibí el cariño del amigo hecho palabras. Buen rollo el vallecano y excelente tipo mi Luisillo.

Theravada Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Juan Manuel Barrado | Posted on jueves, junio 08, 2006

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Recibo un par de hermosos ejemplares de «Poesía experimental» con poemas visuales, caligramas, imágenes de libros objeto y de poemas objeto, todo de Juan Manuel Barrado. La edición está muy cuidad y pertenece a la galería de arte Dasto de Oviedo. Ya me he expresado en momentos diversos sobre este tipo de presentaciones poéticas (?), entendiendo siempre que están más en el camino de las artes plásticas que en el de la poesía. En todo caso, cuando algo está hecho con


gusto estético y contiene el indicio necesario, llega el gozo de la contemplación y se produce la magia del arte y ahí no importan más valoraciones que las del pellizco interior y sus consecuencias. Gracias a Manuel por su generosidad. (23:05 horas) Dedico las primeras horas horas de la noche a pintar y sólo nacen borrones de mi mano. Harto de destruirme, me pongo a buscar el material gráfico que me ha pedido desde Madrid el colega Santiago Prieto Delgado –los últimos números de «El Sornabique» y una colección completa de «Señales de humo»–. Es mejor dedicarse a realizar encargos que a darle vueltas a la propia espesura. Hoy echo de menos a alguien, pero no sé a quién.

Manyooshuu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Política | Posted on jueves, junio 08, 2006

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Los símbolos de victoria son hoy un retrato de Abu Musab Al Zarqaui hecho unos zorros y el mensaje de su hermano terrorista Bush sonriendo mientras se olvida de un plumazo de los muertos de ayer, de los antesdeayer y de los de antes de antesdeayer. Sangre para una «Historia» y una intrahistoria hecha de sangre: Sangre por petróleo, sangre por poder, sangre por contratas, sangre, en fin, para una nada que se resolverá en breve viendo pasar al sanguinario


Bush en una caja de caoba fina con la bandera USA mientras suena el «Barras y estrellas». Otro muerto, no: El muerto necesario.

Y descuiden los «Military US» que visitan mi web cuando nombro al hijo de la gran puta de su jefe, que no seré yo con mis manos quien lo tumbe, que será un oncogén arisco, un virus salvador o una bacteria libertaria... ¿Y de qué le habrán servido entonces su guerras y sus muertos, sus odios y sus pillajes? Abu tiene lo suyo y Georgito lo tendrá, pues serán tan iguales en su nada eterna como en su vida desatada e inmoral. Mira su cara morada, George, e imagina la tuya.

Bin Ueda Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on domingo, junio 11, 2006

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Los gritos públicos son constantes, se mezclan a millones en cada segundo que pasa y me nublan la cabeza hasta el punto de no saber determinar ni de dónde vienen ni lo que proclaman: «Baja el precio del petróleo... compra letras del Tesoro... bebe refresco de cola... tres suicidas en Guantánamo... el fútbol copa la audiencia... las pateras son cayucos... pierde tu vida en Afinsa... Irak ya no es importante... consume precocinados... se anuncian lluvias dispersas... cae la bolsa un tres por ciento... llama nación a tu casa... fuma Chester sin boquilla... los templarios son los padres... pon un río en tu vida... compra hoy y paga siempre... una epidemia no es nada... ... ...». Pero el puchero de los pobres se sigue congelando en invierno y el año se estructura con ese afán religioso de controlar las fiestas –que es controlar el mundo–, y vivir se sigue pagando al contado inexorablemente –un contado de tiempo que nos roban sin pudor–... Y los herrumbrosos ricos –¿de qué?– con sus casas blancas que parecen almacenes por dentro, almacenes llenos de cubiertos de alpaca, de vajillas se Sevres o de Sargadelos, de alfombras persas, de cristos desnudos en actitud sufriente bañados en oro y bien clavados a cruces de caoba o roble... El mundo, que no pertenece al hombre, lo arriendan cuatro y lo pagamos todos mientras a esa furia de listos les damos –además– majestad y esa calidad de «gentiles» que sólo se soporta con asuntos como las facilidades de pago o las garantías de jubilación y depósito. El mundo es una farsa bien aprovechada por esos truhanes que cambian cada día los apellidos del dinero –el invento más manipulable y vil junto al de las fiestas religiosas–... y sus uniformes... sus uniformes... Sotanas, trajes grises, abrigos de franela, alfileres de corbata, gafas de media lente para llevar sus cuentas, alzacuellos... todo almidón para cubrir su grasa quemada y por quemar, para tapar sus subidas de azúcar, su pensamiento antípoda y siniestro. Y nosotros, los más, precisos transeúntes de lo gris, apocados, heridos ya de muerte desde la primera firma, sólo angustiados por el sexo de luego –el que no llega– o por repetir el camino cien millones de veces sin salirnos ni un milímetro de la huella.


¿Qué cuesta dar el cambio, mover el paso un palmo? ¿Por qué no puede ser posible cambiar la «majestad» y hacerla nuestra, voltearles las cuentas y manejar el mundo a un antojo distinto, hacer fiestas paganas cada lunes y trabajar los sábados de guardar y los domingos hasta que salga sangre...? ¿Por qué se hace imposible lo que es la sencillez justa y perfecta? (19:12 horas) No vivimos, nos retorcemos hasta morir, nos arrugamos ante cada paso, temblamos por una brizna de aire o por un jarro de lluvia... y lo cierto es que no tenemos nada que perder, porque todo está absolutamente perdido desde su justo comienzo. Vaya... podríamos buscar intensidad para gastar la poca belleza con la que llegamos... o ebriedad para poder soportarla... Y vivir sin conocer la fe, sin estar tatuados por un dogma, sin saber qué significa la palabra «posteridad»... Eso somos: postergados por la posteridad. ¡Jajajajaja?.... ¡Postergados!... genéticamente postergados.

Otsuji Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Piedra , Claudio Rodríguez , Ramón García Mateos | Posted on lunes, junio 12, 2006

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Recibo a primera hora una delicia del inefable Ramón García Mateos, una edición de Silva editorial que bajo el título «Memoria [amarga] de mí» recoge un tiempo compartido y una mirada viva a un pasar que recuerdo cada día día de tristeza como mi felicidad. Visto el texto de Ramón, siento envidia por no poder editar este diario mío que es también el suyo para poder regalarles a mis amigos ese tiempo compartido de verdadera excitación.

Y como una magia, llega junto a él otro libro de la Fundación Jorge Guillén que dirige el colega Antonio Piedra –gracias a Antonio por hacerme llegar todas sus exquisitas ediciones–, con un trabajo encomiable sobre la figura y la obra de Claudio Rodríguez, «Aventura»,... dos títulos para hacerme volver la mirada y sentirme tan importante como para que se me pongan los pelos de punta.

Izen

Hoy no escribo más, porque no puedo, que tengo que seguir leyendo.

Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Sergio Gaspar | Posted on jueves, junio 15, 2006

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Malos rollos por todos los rincones: Estrategias de empresa, justificación de subvenciones, trabajos a mil por hora... y un paquete de Leni –Mérida– con


carta y libros jugando a la recriminación y a la disculpa. Y me gustaría contarle a Leni mis sensaciones y mis rarezas. Lo haré algún día en privado con detalle. En todo caso, sí dejaré nota de mi primer paso por Mérida para recoger el premio de poesía de esa ciudad –y lo haré porque Leni deja caer en su carta que cuando me trataron bien en Mérida no dejé nota escrita–. Fue una Leni encantadora y cercana la que me recibió aquel día y me llevó de la mano por las estancias municipales y ante los políticos –yo creo que respondí con educación en todo momento y ensalcé el premio y el trabajo de la concejalía de cultura ante la prensa y la televisión local–. Me invitaron a comer –de puta madre, por cierto– y crucé un montón de palabras con su concejal durante la comida, en la que el tema monográfico fue la política local y sus relaciones con la Junta de Extremadura. Y me sentí aceptado y bien acogido. En resumen, un viaje positivo que me dejó una impresión muy grata de la gente de allí. A lo que se ve, todo lo contrario que en mi siguiente viaje para presentar el libro premiado en la Feria del Libro de Mérida –del que ya hablé en una entrada anterior. Para solventar aquello, sólo hubiera bastado una llamada personal del concejal de cultura esa misma noche para explicarme sus problemas –yo habría aceptado las explicaciones sin más comentarios. Hoy me llegan de manos de Leni 25 ejemplares del libro con la nota de que no me corresponden porque en las bases no lo decía –circunstancia que acepto sin pararme a comprobarlo y que solventaré con el pago de los mismos a vuelta de factura–, que se me indicó que si quería alojarme, podría hacerlo con cargo al ayuntamiento –es cierto y yo decliné esa invitación– y que nunca se pagan los desplazamientos de los premiados para la entrega del premio y la presentación del libro –no lo sabía, pero paso por ello sin problemas–. Se acepta por parte de Leni que las cosas no salieron bien porque Ussía destrozó el programa y se me piden disculpas por ello –me las pide Leni, que no tiene de qué disculparse, pues ella fue quien intentó quitarle hierro al asunto desde el primer instante buscando soluciones de urgencia que no llegaron–, y yo a Leni nada más le debo agradecimiento por su trato cercano y su atención. En resumen, que estoy muy satisfecho con la edición de Sergio Gaspar, que me encanta representar a la ciudad de Mérida llevando el título de su galardón literario, que tengo por amiga a Leni –espero que ella lo siga aceptando– y que ya se me ha pasado el mosqueo por aquella luz de gas que se me hizo el día 4 de junio –hay que entender que uno tiene su orgullo y su edad, y estás cosas


joden un puntito–. Ah, y que mantengo mis palabras ya escritas, pues responden a mi estado de ánimo del justo momento en que las escribí. (22:27 horas) Me encanta la falta de pudor de gente simple que se arrodilla ante el Cristo que pasa o te dice de frente que no eres más que un tonto vestido de palabras. La libertad tiene algo de eso, y por ello se hace incómoda y molesta, y por eso tanta gente –casi toda– siente un miedo atroz a la libertad. Yo también.

Ritsumeikan Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Fermín Herrero , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Juanjo Barral , Marcelino García Velasco , Mis Padres , Norio [Braulio García Noriega] , Sentimientos | Posted on sábado, junio 17, 2006

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Mi madre ha estado algo pachucha y el trabajo se ha sumado para poner tensión por dentro. Además, tengo el fin de semana lleno de visitas –vienen Barral, Norio y Urceloy–. A ver cómo salgo vivo de este desorden. Y es que me apetece mucho estar con mis colegas –mucho, mucho–, pero lo cierto es que estoy falto de silencio y nada. (13:06 horas) Me he llevado un alegrón al ver el libro que me ha enviado Fermín Herrero, «Endechas del consuelo», que ha sido el ganador del premio Fray Luis de León de poesía y que está editado en Barrio de Maravillas. Como siempre, Fermín es un poeta sólido, pegado a la tierra, pero esta vez con la hermosa capacidad de decir «...Cómo voy a morir después / de haberte amado al límite, a cielo / abierto, a mar abierto, en esta luz / sin desmayo.». Buena y con una evolución constante la poesía de este tipo. También acuso recibo de otro título de la Fundación Jorge Guillén, «Memoria del mirar», de Marcelino García Velasco, un poeta al que no conozco. He leído tres o cuatro poemas por encima y en principio no me ha llamado demasiado la atención. Volveré al libro esta tarde para leerlo con calma.


(16:24 horas) No sé por qué, pero a veces me llegan sentimientos de conocimiento futuro que terminan siendo presagios, y no sé si esto sucede por mi eterna costumbre de fabular o porque sucesos dispares se ordenan y son capaces de alumbrar un avance. El caso es que hoy siento que algo va a suceder, y no sé dónde, cómo ni cuándo, pero intuyo una energía que se encamina hacia un suceso que me afectará. Hace unos días, sin saber por qué, sentí la urgente necesidad de arañar con mis manos en un corte del terreno por el que pasaba, algo me decía que debía arañar allí, y lo hice sin más. Al primer roce de mis manos con la tierra asomó un hueso antiguo, un hueso largo y seco. Lo retiré y seguí en mi empeño, hasta el punto de encontrar una cabeza de fémur de aspecto humano y varios huesos más. De proto, sin más, senti que debía dejar aquello como estaba, y así lo hice. Hoy he datado el lugar en una cuartilla y he limpiado los huesos para conservarlos. ¿Por qué suceden estas cosas?

Nihonshoki Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Agustín García Calvo , Fernando Beltrán , Giorgio Baffo , Giuseppe-Gioachino Belli , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Juanjo Barral , Luis Felipe Barrio , Mis Días De Vino Y Rosas , Norio [Braulio García Noriega] , Ricardo Luis Moral | Posted on domingo, junio 18, 2006

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Absolutamente grato el encuentro con Juanjo Barral, Norio, Urceloy y Marisol, con birras, tabaco, charla estupenda de puesta al día y recuerdo de los viejos tiempos. También algunos proyectos nuevos. Juanjo sigue siendo la lucidez y el gesto, el guiño con cierta tersura infantil, la risa fresca y constante. Alma siempre y con una extraordinarioa visión de la jugada que viene y de la que acaba de pasar. Ácido y dulce, el paisanín permanece en su clave anglo, con su hermoso bagaje musical, sus relatos absolutamente gestuales, su cosina bable y esa envidiable facultad de ser el centro de todo por imantación. Voy a hacer dos libros suyos y me «presta» un montón.

Norio/Braulio, un esteta de la resistencia, el justo intelectual «como si nada», sorprendiéndome siempre con frases lúcidas traídas a la perfección en cualquier momento. Y que cada vez que nos encontramos me cae mejor. Su sonrisa es siempre serena y cómplice, quizás la mejor sonrisa que conozco. Su


mirada escudriña todo mientras habla o calla y junto a él siempre se aprende. Me ha regalado una edición muy curiosa de Giuseppe-Gioachino Belli, «47 sonetos romanescos», editada por Lucina y traducida sin demasiado acierto por Agustinito García Calvo, alias «pagadodesimismo». Salva el libro la transcripción original de los poemas de Belli –qué distinto este trabajo del que hizo el finado Javier Lentini en su «Hora de poesía» con los sonetos pornográficos de Giorgio Baffo, que recomiendo encarecidamente–. Por mi parte, le hice un pedido de libros para que me los envíe a vuelta de correo, entre los que figura el último libro que ha sacado Fernando Beltrán en KRK.

Urceloy, vitalmente tranquilo, metido en armas dulces con casi todos, pausado con auténtica excelencia y con algo más de peso que la última vez que nos vimos –hay que cuidarse, Urce, que estas cosas terminan pasando factura–. Y me dejó un estupendo disco de Luis Felipe Barrio, al que conocí hace la pila de años en El Escorial durante un seminario de poesía –compartimos mesa durante varios días en el comedor.

Y para postre, las bañistas... Marisol, siempre curiosa y encantadoramente familiar, sabiendo estar a la perfección en cualquier circunstancia y sin molestar ni un punto... su historia es otra y se nota, aunque tengo la sensación


de que le gusta la mezcla de su azúcar con el acíbar literario. Un besote para ella. (16:23 horas) Yo siempre busco «saber», pero acabo quedándome en una prefase de «creer». Intento racionalizarlo todo, pero de pronto emana una dosis brutal de instinto y caigo inexorablemente en la trampa de la creencia. Esto me sucerde fundamentalmente cuando pinto... empiezo indagando en diversas técnicas, noto que no sé dominarlas e inmediatamente arbitro nuevas técnicas con las que creerme capaz de realizar algo medianamente digno... Todo acaba siempre en estrepitosos fracasos plásticos, aunque he de anotar que de ahí surgen algunos hallazgos literarios de interés.

(16:56 horas) Recuerdo ahora que ayer por la noche hablamos un buen rato del chiquito de Aldeanueva del Camino que ha vuelto a escribir en el «ABC». Uno de mis contertulios aseguraba que con que el perico te nombre en cualquiera de sus diarios o críticas ya te ensucia el nombre. Otro de los contertulios le adjudicaba cierto valor en sus críticas de poesía, pero afirmaba taxativamente que era feroz, sobre todo, con otros críticos y antólogos, como si estuviera marcando con orina su territorio... Yo digo más: como poeta es una medianía y como crítico es destructor, faltón e insultante y, además, no sabe pisar la calle.

(18:07 horas) Y cómo no hablar hoy del «Día de la Caridad», el Corpus bejarano. Salí un ratito a la calle –cinco minutos– cuando pasaba la procesión por la imprenta y vi lo de siempre, y cuando digo siempre es siempre. Bullicio, meapilas, trajes nuevos de querer y no poder, autoridades civiles y cuasimilitares, musguitarras sudando a brazo partido y los pesaos madrileños


que no me dejan tomar el café en paz. Un par de notas para la posteridad: Al «santo grial» lo siguen arrastrando una caterva de ricos de siempre –¿por qué será?– y a ver cuándo se decide por orden gubernativa borrar la palabra «caridad» del diccionario para cambiarla por el término «justicia», que no supone nunca humillación del otro. ¡Viva la fiesta!.... la jodida fiesta. (22:38 horas) Acabo de recibir una llamada eufórica de Ricardo para contarme que ha sido el ganador del concurso del jamón en Guijuelo. Se ha metido para el cuerpo en una hora la friolera de 18 platos de jamón y ha batido el record Guiness. Está como una regadera, pero le aprecio, coño. Casi nunca había hablado de Ricardo en mi diario, y hoy tengo una buena excusa para hacerlo, porque al día de hoy es la única persona que es capaz de meterme el miedo en el cuerpo con su decisión extrema y su falta de temor hacia cualquier circunstancia que se presente. Con él he aprendido a ser algo más moderado, a pensar mis decisiones un poco más antes de lanzarme y a pisar con pies de plomo. Es un tipo extraordinario, enorme y muy capaz, y a ello le suma una envidiable falta de pudor y un empecinamiento que yo no imaginaba que existiese en ningún ser humano. Tiene la suerte de cara y yo voy a su lado. Esperemos que nunca se tuerza.

Kawaji Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Inma Luna , José Luis Morante , Reynaldo Lugo | Posted on martes, junio 20, 2006

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Hace tiempo que no aguanto un partido de fútbol entero, pero hoy me había propuesto ver el España/Túnez de un tirón, y no he podido, coño, pues me ponen muy nervioso la incapacidad de nuestros millonarios y los comentarios


de un payaso que ha contratado la «6». En fin, que soy de otro sistema solar y me he venido a escribir un ratillo.

La tarde de hoy ha sido un clásico: visita de las monjitas del cole de mis niños, autoanálisis de mi fracaso como padre, apretón de Reynaldo Lugo con regalo de su libro «Palmeras de sangre» –que prometo leer ya mismo–, instalación de nueva máquina con técnico y comercial dando la coña y conexión directa con Antoñito Orihuela para saberle bien, como a mí me gusta. Por la mañana, carta molona de Morante con reseñas de libros en fotocopia y mail urgente de Herme para una cosita sobre Inma Luna. Día resumido. (22:26 horas) La individualidad, Qué gran concepto para desarrollar desde el punto de vista de la voluntad decidida por crecer intelectualmente.

Daigaku Horiguchi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Baudelaire , Fabio R. De La Flor , Sentimientos | Posted on martes, junio 20, 2006

1 Es curioso cómo entro y salgo en estados de euforia y decaimiento. Hoy me ha visitado Fabio para charlar de un proyecto común y me ha dado la sensación de que he estado poco brillante en mi expresión, no como ayer, que lo tenía todo claro e imaginaba un planteamiento mucho más lúdico y cultural del asunto. No ha sido mi mejor día –lo siento, amigo–, pero el asunto es interesante para desarrollarlo sin complicaciones de tipo prosaico. (22:45 horas) Somos para las hazañas hermosísimas que alguna vez imaginamos, pero tememos su llegada y huimos velozmente hacia la grisura


que nos hace seres estáticos y anodinos. Si cada uno tuviéra un rapsoda que cantara su vida, un servidor por admiración y una mucama entregada a su bienestar, todo sería mucho más fácil... y sigo recopilando imágenes de mujeres para seducir a un magro editor y perpetrar un libro repleto de belleza y postración buscada. Me gustaría que fuera rojo intenso.

«Sans cesse à mes côtés s'agite le Démon; / Il nage autour de moi comme un air impalpable; / Je l'avale et le sens qui brûle mon poumon / Et l'emplit d'un désir éternel et coupable. // Parfois il prend, sachant mon grand amour de l'Art, / La forme de la plus séduisante des femmes, / Et, sous de spécieux prétextes de cafard, / Accoutume ma lèvre à des philtres infâmes. // Il me conduit ainsi, loin du regard de Dieu, / Haletant et brisé de fatigue, au milieu / Des plaines de l'Ennui, profondes et désertes, // Et jette dans mes yeux pleins de confusion / Des vêtements souillés, des blessures ouvertes, / Et l'appareil sanglant de la Destruction!»... La destrucción que un día leí sin saber en qué ardía... sólo ese «deseo eterno y culpable» se me quedó grabado como una condición que buscar o encontrarme... y llegó como llega la edad cada mañana, al desperezarte y comenzar el dolor que aparcaste hace unas horas... «un désir éternel et coupable»... Baudelaire otra vez, como siempre, de tarde en tarde, como siempre, esta noche.

Kitamura Tookoku Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos | Posted on miércoles, junio 21, 2006

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Coger a los hijos por la cintura y echármelos a la espalda, eso quiero... o jugar en el sofá a «las peluchas», como «peluchábamos» hace casi nada... y olvidarme de sus capacidades, de su falta de futuro, de su fracaso casi seguro... Morder sus muslos y sentir sus carcajadas en mi estómago como una regeneración y un grito de «¡¡¡Estamos viviendo!!!». No necesito más que un presente, ni pido más, ni quiero más, ni pretendo más... un presente mimoso y risueño, cándido, apasionado y loco. El futuro no existe y por ello no debiéramos trabajar para él. Que todo suceda y baste; y en el «mientras», un amor a raudales, un quererse como nuca y como nadie, un saberse en el ahora para que el luego no nos pille con todo pendiente. Y es que, sobre todo y sobre todos, soy de mis hijos, pues ellos me hacen y me desacen, son la celda y el paraíso, la paz de espíritu y el terror en su máximo grado. Sí, en ellos crezco porque son caminos que parten de mí y toman otras latitudes poco a poco... y debo sentir que esas conquistas suyas son mías, que sus derrotas son mías... nuestras. Y mientras, con ellos encima, jugando a las cosquillas o al boxeo de salón/ comedor, comiendo fresas con nata y pasteles de crema y chocolate, haciendo tartas de queso o deberes absurdos, riendo y soñando juntos... hoy y quisiera que siempre.

Kinyoo Wakashuu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Sentimientos | Posted on jueves, junio 22, 2006


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En un momento se te puede deshacer la vida sin que ni siquiera hayas percibido un solo signo en el instante anterior. Se pasa de la felicidad gansa a la tristeza desesperada en un «ya» muy duro de llevar. Por eso hay que estar preparado siempre, pero preparado desde el gozo del instante y desde el gasto total de energías en ser presente decidido. Así pues, Felipe, escribe tu último poema (?), abraza, besa, siente... y todo con la máxima intensidad que te permita el cuerpo y soporte el flujo de tu sangre. No sientas derrota donde hay luz ni miedo alguno donde reine la oscuridad. «Hacer» es lo que necesitas, «hacer» hasta que algo exterior diga su «basta» cabrón, ese «basta» que llegará inexorable en cualquier momento. No seas como ese tipo cercano que apenas sabe deducir el dolor si no es por las manos de otros, y a ellos fía sus días y su esperanza mientras permanece en un asombro estatismo que es peor que la nada, no contemporices más, Felipe, con nadie ni con nada. Di lo exacto, lo que te pide el cuerpo, y hazlo con seguridad.

Ryuukoo Kawaji Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on sábado, junio 24, 2006

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Una de las cosas que peor llevo en esta vida es la ingratitud, la historia esa del colega de siempre que te vende su amistad con altibajos y te enreda en sus asuntos en clave de tuya/mía con el componente exclusivo de darte de comer –si y sólo si–. Y tú te vuelcas en un a deshoras –porque es tu colega y, claro...–. El final es siempre de puñalada y reproches, volcando sobre tus hombros un sentimiento cabrón de culpa que se lleva con dificultad... La ingratitud, maldito tesoro que se esconde en la amistad más rijosa... Y como ya no contemporizo, pues que sopeso la amistad en una balanza y en el plato jodido pongo la ingratitud, y no merece la pena. El colega debe seguir siendo el colega, pero a partir de ahora con el asterisco de que los negocios van aparte: para las copas, juntos; para el trabajo, soy empresa... que en la separación de poderes arde mejor la amistad más democrática... sin confundirnos, cada uno a lo suyo y los dos a lo nuestro.

Ragetsu Hagiwara Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Cipriano González , Jesús Caldera Sánchez-Capitán , Premysa | Posted on domingo, junio 25, 2006

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Asamblea general de Premysa con vista general al primer resultado contrastable, que parece correcto a estas alturas en casi todos los campos. De lo mejor, algunas posibilidades potentes de futuro para el crecimiento de la ciudad y de su comarca –posibilidades curradas en su totalidad por el colega Jesús Caldera, para que luego digan los que dicen y se echen flores encima los que debieran ser tumbas; pero de esto habrá noticias que yo aún no debo desvelar, aunque sí poner en tela de esperanza–. La verdad es que la asamblea me pareció un peñazo de cifras y letras, pero en el después, justo en el después, pude cruzar palabras y sonrisas con Fabián, con Manolo Bruno, con Cipriano, con Santiago Nieto, con Eduardo, con Juan, con Antonio Parra, con Antonio Caldera, con Mariano Rodríguez, con un Paco Montero al que cada día aprecio más –qué confundida está la gente con este tipo–... y con un Jesús Caldera en Ministro/Ministro, con la situación controlada y los movimientos exactos.

La comida fue de Mundial de Fútbol, con exquisiteces «La Bejarana» que me dejaron una estupenda impresión y un mejor estómago –enhorabuena de verdad a los restauradores.

Bucchoo Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio López , De Poesía , Nietzsche , Sentimientos | Posted on domingo, junio 25, 2006

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Me hace gracia ese sentimiento utilitarista de algunos poetas jóvenes –y de otros no tan jóvenes– que les lleva a predicar desde un sentimiento de falso anarquismo creativo que la producción artística no debe ceñirse a leyes arbitrarias (léanse, por ejemplo, las normas ortográficas, las de versificación, las distintas técnicas pictóricas o el rigor del pentagrama). Y a eso lo llaman «libertad» con la boca llena. Pero toda armonía necesita un orden previo, incluso cuando lo que se quiere mostrar es el caos. De aquí mi cabreo total cuando leo a algunos engoladitos púberes jugando a inventar las vanguardias y creyéndose que en cada paso dado han logrado un descubrimiento vital para la Humanidad... ¡Infelices!... y hay tantos.... No les vendría mal a estos «munchanchinos» leerse el apartado 188 de «Más allá del bien y del mal», del inefable y cabreado Nietzsche. Una joya.

(12:29 horas) La relación con los demás, siempre, es grosera, por ello es absolutamente necesaria la soledad y el crecimiento individual. Dos hombres que se rozan desde la evolución solitaria hacen mucho menos grosero su roce, o por lo menos muestran una «suciedad» mejor elaborada y más llevadera


como suciedad social. Me gustaría tener la suficiente voluntad como para llegar a elaborar un estudio largo y profundo sobre mi idea de la individualidad como valor supremo del hombre en armonía con la naturaleza y en armonía con lo que se denomina el «hombre social». Destruir esa idea de que la individualidad es un valor conservador y troglodita y que, por contra, supone una fuerza inmensa con la que edificar una nueva sociedad más justa y evolucionada en la que el individuo es el mayor valor para la mejor construcción de su entorno. Mi mal es que nunca fui un tipo de voluntad ni de esfuerzo, así que tendré que ir dejando poco a poco mis pinceladas burdas para que juntas intenten conseguir un retrato nebuloso de lo que pienso.

(18:04 horas) Leo una entrevista última a Antonio López y anoto en mi cabeza algunas de sus respuestas: «...En el arte de nuestra época ... no hay ya fe en los grandes conceptos. Soy de esos pintores que trabaja sencillamente a través de las emociones. No confío en nada más. Las ideas, los conceptos, las aportaciones de los otros vienen después. Pero el sentimiento es lo que te hace singularizar una escena...»... el sentimiento y el aprendizaje que procuraron los «grandes conceptos», pues no somos nada sin el bagaje que nos empuja... «...Hay unos cuantos buenos artistas, y no necesariamente españoles, gente de mucho valor, que ha trabajado, gracias a Dios, fuera de lo normativo. Eso creo que no ha pasado en la literatura, pero en las artes plásticas ha explotado todo de una forma tremenda en la búsqueda de nuevos espacios...» ... Desde luego que en la literatura oficializada no ha pasado, pero sí en la periférica. El problema es que el apoyo de la clase dominante no esta por la labor de empujar a los escritores que se atreven con las fronteras... En todo caso, no es


razón necesaria la de trabajar fuera de lo normativo para crear con potencia... ¿Antonio López trabaja fuera de lo normativo?...

«... Lo que llamamos la pintura de siempre ha convivido con los nuevos lenguajes que se han ido incorporando. Y éstos han intervenido en nuestro trabajo de una forma extraordinaria. Una ciudad pintada por mí es muy distinta a una vista por Pisarro o Canaletto o Hopper. Todos somos personas de nuestra época... Si no es más que el lenguaje. Estamos contando la misma historia desde la profundidad. Mi generación, por ejemplo, está diciendo las cosas desde una dicción más sombría que la de la gente que viene después... Son la España y el mundo de nuestros días...»... ¿fuera de lo normativo o...?... «Ahora mismo, nos movemos en los terrenos de la incertidumbre. En todo: en el amor, en la religión, en la política. ¿Qué ha sido de las ideologías del siglo XX, tan sólidas en su momento: el comunismo, el fascismo...? Nada. Todo se ha venido abajo. Lo que nos queda son conceptos universales que saltan sobre los dogmas. Eso te lleva a la incertidumbre, a la necesidad de inventar tu propia vida y la libertad. Es extraordinario. ¿No queríamos libertad? Pues esto es. Y merece la pena.»... Conceptos universales que saltan sobre los dogmas...

Yorie Kubo

buena frase, Antonio, y merece la pena, claro.

Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Jesús J. De La Gándara | Posted on lunes, junio 26, 2006

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Ya estoy un poco harto de lo que está sucediendo con mis versos y hoy me decido a dejar bien clara la propiedad de los mismos, a la vez que pido a los estudiosos (?) que tengan más cuidado en el uso de sus fuentes. Hay tres foros en los que se me nombra en base a sendos artículos llenos de errores graves que me afectan. Estos foros son «http://www.lacripta.net», «panyverdura.bitacoras.com» y «http://vicenteluismora.bitacoras.com». Copio el texto que se ha editado en el primero (la cripta) y haré cortes en mayúsculas para indicar los errores de atribución de versos. TEXTO QUE APARECE EN «http://www.lacripta.net» (LA COPIA ES TEXTUAL, SIN CORRECCIÓN DE ERRORES ORTOGRÁFICOS NI DE CONTENIDOS –este texto está copiado en su práctica totalidad en las otras dos direcciones de internet–): «Lei el otro dia un estudio de la catedra de Gerontologia de la Universidad de Santiago de Compostela que revela que cada año se suicidan en España mas de 1.000 personas (artistas o no) mayores de 65 años. Segun los autores, Manuel Mayan Santos y Mario Araña Suarez, se trata de una "epidemia silenciosa". El estudio revela que los suicidios gerontologicos han experimentado en España la siguiente evolucion en los ultimos años: 1.210 en 1999, 1.223 en 2000, 1.136 en 2001 y 1.181 en 2002 (ultimo año disponible). Estas cifras arrojan una media de 1.188 muertes por esta causa en estos cuatro años. "Si se produjera una cifra similar de muertes por una epidemia, por ejemplo a causa de la gripe del pollo o por una ola de calor, se crearia una alarma social", advierte Mario Araña Suarez. En esta misma línea, los mismos autores tienen otro estudio sobre el suicidio gerontologico que, basandose en los datos del Centro Nacional de Epidemiologia del periodo 1991-2000, muestra como se eleva la tasa de


mortandad a partir de los 65 años, especialmente en el caso de los varones (el suicido masculino es muy superior al femenino). Asi, mientras que solo 11 de cada 100.000 varones de 55 a 65 años optan por suicidarse, la cifra se eleva hasta 23 para la franja de edad de 65 a 74 años y a 40 para los de entre 75 y 84 años, alcanzando los 65 suicidios por cada 100.000 hombres mayores de 85 años. Los autores preven que en los proximos años la tasa de mayores de 85 años que opten por acabar con sus vidas se eleve a 85 de cada 100.000. Bueno, volviendo un poco al tema, aqui dejo una relacion cronologica de poetas suicidas que he encontrado por ahi junto a las caracteristicas de su suicidio y un texto suyo (estrofa, frase) en el que lo hubiera anticipado o previsto. (Cortesia de L.F. Comendador, E. Gonzalez, E. Tijeras y de los textos de los propios poetas suicidas). Se cree que la primera poetisa, Safo, se suicidó arrojándose al mar, pero no se sabe con seguridad. Muchos otros habrán cometido suicidio, pero no son conocidos o no dejaron obra publicada, o simplemente no hemos podido acceder a sus historias personales, por lo que no han sido incluidos en esta relacion. 1. Thomas Chartterton se envenenó con arsénico en una buhardilla de Londres el 25 de agosto de 1770.

Existir es no estar pero que alguien te nombre... (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor -ISBN: 84-8018-194-X ; 978-84-8018-194-5))


2. Karoline Günderode se clava un cuchillo en el corazón y se lanza al Rhin el 26 de julio de 1806. Derrota a tu naufragio y olvida ya esta nave que ni pecio será con unos años. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 3. Heinrich von Kleist se dispara un tiro en la boca después de disparar sobre su compañera Henriette el 21 de noviembre de 1811, junto al lago Wannsee. Sonríe mientras el arma apunta tus últimas ideas en su pólvora... Y espérame un minuto antes de irte. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 4. El 18 de diciembre, Charlotte Stieglitz (1834), joven sensible cultivadora de las bellas artes, se clavó un puñal en el pecho para no estorbar la creatividad de su esposo, el poeta melancólico Heinrich Stieglitz. Juntos padecimos una pena... Te irá mejor ahora... Nos volveremos a encontrar, más libres... Saluda a todos los que amé... Hasta siempre jamás, tu Charlotte. 5. Thomas Lowel Beddoes, después de haber perdido una pierna en un intento de suicidio previo, muere por ingestión de veneno el 26 de enero de 1849 en Basilea. Y si el tiempo final se demorase Liba este amargo arsénico que te pongo en el vaso. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 6. Gérard de Nerval aparece muerto en la nieve de París el 26 de enero de 1855.


Ahorcarse con el sombrero puesto es burlar a la muerte de dos formas... lo mismo un día de estos le hago un quiebro. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 7. Antero de Quental muere de dos disparos. Su mano apretó el gatillo en Punta Delgada el 11 de septiembre de 1891. ¿Cómo querrá la muerte mi alma si está muerta? ¿No es el alma el botín?... ¡si yo no tengo! (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 8. Guy de Maupassant , el famoso cuentista y novelista francés esta considerado uno de los grandes desequilibrados, de ahí que acabara sus días en un manicomio.El primero de enero de 1892, intentó suicidarse, siendo internado en un manicomio, murió, después de dieciocho meses de agonía, de una parálisis general. 9. José Asunción Silva se dispara un tiro en el pecho sobre el que hizo dibujar un corazón a su médico el 14 de mayo de 1896 en Bogotá. No soy buen tirador usted me entiende. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 10. Ángel Ganivet se lanza dos veces al río Duina; la primera lo sacan del agua. En Riga el 29 de noviembre de 1898. No la horca, el arsénico ni el tiro jamás la bala... nunca el aparejo prefiero un trago amargo e infinito. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 11. Wolf von Kalckreuth se dispara una bala en la sien junto a su cama. En


Cannstadt, el 9 de octubre de 1906. A cambio de la herida de tu sien recibe esta elegía que me pondrá el laurel de tu epitafio. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 12. Periclís Yanópulos monta un caballo a galope hacia el mar, y cuando ya no puede avanzar más se dispara un tiro con su revolver. En las cercanías de Eleusis el 10 de abril de 1910. Es Itaca y no duele. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 13. Peiu Yavórov ingiere veneno y se pega un tiro en la cabeza. En Sofía, el 16 de octubre de 1914. Ya no puedo arder más en esta llama Nada puede volver ¿Qué hacer entonces?. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 14. Georg Trakl se administra una dosis de cocaína que le produce la muerte. En Grdek, el 3 de noviembre de 1914. No he vivido, y lo sé... Tan sólo he muerto. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 15. Mario de Sá Carneiro toma estricnina en París, el 26 de abril de 1916. Pero el cuerpo que posa, el que me mira El que envejece al lado de mis cosas... Ese tipo no es yo, no le conozco. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor)


16. Jack London, escritor y aventurero, puso fin a sus días en su lujoso rancho el 22 de noviembre de 1916, alcoholizado y víctima del "Deliriums Tremens". 17. Arthur Cravan desaparece una noche en la Bahía de México, el año 1919. ...Y un barco con el que hundirte en la bahía de Méjico mientras el mar se pierde en el mar. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 18. Sergei Esenin se ahorca en el hotel Angleterre después de escribir unos versos con su sangre. En Leningrado, el 28 de diciembre de 1925. Otra vez el espejo... ¿Para qué quiero conciencia?. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 19. Paco López Merino se dispara un tiro en la sien en el retrete de un café de la ciudad de La Plata, el 22 de mayo de 1928. Esta hora es perfecta para el último hálito. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 20. Costas Cariotakis, poeta griego, intenta ahogarse en el Mediterráneo, y, al no conseguirlo, se ducha y se arregla para dispararse un tiro en el corazón cuando estaba tumbado debajo de un eucaliptus. En Prévesa el 21 de julio de 1928. Su amante Maria Poliduri, tambien poeta, se suicido en 1930. ¿Cómo será la nada del abismo? ¿Cómo será la muerte? (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 21. Jacques Rigaut funda la "Agencia General del Suicidio", y se dispara un tiro en el corazón, en París, el 5 de noviembre de 1929.


La autodestrucción como acto de fe... Como negocio, en fin, seguro y cierto. Se admiten asociados... O accionistas solventes sin escrúpulos. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 22. Vladimir Maiakovski se dispara un tiro en Moscú el 14 de abril de 1930 dentro de su casa en la calle Lubianski de Moscú. Muero de libertad mientras el mundo es un incendio. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 23. Ramos Sucre muere tras cuarto días de agonía por haber ingerido barbitúricos el día que cumple cuarenta años. En Ginebra el 13 de junio de 1930. ...y esta soledad única, indescifrable y nítida de segundos eternos que reclama descanso, aunque sea final. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 24. Florbela Espança muere por una sobredosis de veronal en Matozinhos, el 8 de diciembre de 1930. Morir no es fácil, no pero es lo más correcto. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 25. Vachel Lindsay ingiere un desinfectante doméstico en Soringfield el 5 de diciembre de 1931. ¿No hay ni siquiera un veneno accesible que llevarme a la boca? (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 26. Hart Crane se arroja al Atlántico desde la cubierta del buque Orizaba en el Golfo de Mexico, el 27 de abril de 1932.


En la borda, el sabor a salitre me llama a ser océano. Valoro la distancia y alzo el vuelo. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 27. Sara Teasdale ingiere una sobredosis de barbitúricos y muere en Nueva York el 29 de enero de 1932. Mis piernas no responden, y no he amado aún... Tan sólo fui palabras en un mundo de gestos. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 28. Raymond Roussel es encontrado muerto en un hotel de Palermo el 14 de julio de 1933. Cerciórese sin miedo de que ya no respiro... Y, luego, entréguele esta carta a mi albacea. Le nombro mi heredero, como ve. Y olvídeme después igual que lo ha hecho el mundo. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 29. René Crevel abre la espita del gas y se deja morir en París el 18 de junio de 1935. ...y esta llave de gas que contiene la muerte en sólo un giro... (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 30. Horacio Quiroga, escritor uruguayo, autor de "Cuentos de la Selva", se suicidó el 19 de febrero de 1937 por ingestión de cianuro poco después de enterarse que sufre de cáncer gástrico. Poco despues de su muerte, su amiga Alfonsina Storni (quien tambien se suicidaria en 1938) le dedico un poema:


Morir como tú, Horacio, en tus cabales, Y así como en tus cuentos, no está mal; Un rayo a tiempo y se acabó la feria? Allá dirán. Más pudre el miedo, Horacio, que la muerte Que a las espaldas va. Bebiste bien, que luego sonreíasââ?¬Â? Allá dirán (Alfonsina Storni) 31. Attila József se tira al tren en las cercanías de Balatonszárszó el 3 de diciembre de 1937. Y no lloréis por mi. Sólo pago mi deuda. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 32. Leopoldo Lugones quema sus libros y muere por ingestión de cicuta en la Isla del Tigre el 18 de febrero de 1938. Purifícate en la llama naranja y hazte ceniza en el rito de Stromboli. ¡Que bien ardes!, amigo. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 33. Alfonsina Storni, enferma de cancer, se interna despacio en las aguas del Atlántico en Mar del Plata el 25 de octubre de 1938. ...mirándome sin vista, recordando desnuda el hecho doloroso que nos muerde. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 34. Antonia Pozzi ingiere una sobredosis de fármacos en su casa de Milán el 3 de diciembre de 1938.


Una mujer en prosa soy ya... Se acabó el rito. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 35. Virginia Woolf, autora de "La Señora Dalloway" y "Orlando", todo un hito en la literatura inglesa de salud frágil y enfermiza, se suicidó rellenándose los bolsillos del vestido con piedras y zabulléndose en un río en Rodemell, el 29 de marzo de 1941. 36. Marina Tsvetaeva se ahorca en Elábuga el 31 de agosto de 1941. En el Este también la soledad lo es todo. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 37. Jorge Cuesta, poeta mejicano, se quitó la vida el 13 de agosto de 1942 en el sanatorio del doctor Lavista, en Tlalpan. Tenía 38 años cuando, aprovechando un descuido de los enfermeros, se colgó con sus propias sábanas de los barrotes de la cama. Había sido internado por un segundo acceso de locura que lo había llevado a acuchillarse los genitales.Recaía de una crisis de paranoia que había superado en el Hospital Mixcoac, dos años antes. Es la vida allí estar, tan fijamente, como la helada altura transparente lo finge a cuanto sube hasta el purpúreo límite que toca, como si fuera un sueño de la roca, la espuma de la nube... 38. Tor Jonsson se ahorca en Oslo el 14 de enero de 1951. ¿Para qué escribir más de todo lo que existe si los ojos conforman siempre un mejor poema? (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor)


39. Dylan Thomas, poeta inglés, vió ensombrecidos sus últimos años por su creciente inquietud y sus relaciones tempestuosas con su esposa Caitlin. Murió en Nueva York el 9 de noviembre de 1953 a causa de su alcoholismo y una sobredosis de medicinas. 40. Malcolm Lowry, novelista y poeta inglés autor de "Bajo el volcán", murió el 26 de junio de 1957 en la villa de Ripe, Sussex del Este, donde estaba viviendo con su esposa, por la ingestión de alcohol y posiblemente una sobredósis de anti-depresivos. 41. Jean Pierre Duprey fue hallado sin vida en su taller de París el 2 de octubre de 1959. Así quise ser yo, así. Y orinarme en los símbolos del mundo. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 42. Ernest Hemingway, después de haber ganado el premio Pulitzer y el premio Nobel de Literatura, se levantó el amanecer del 2 de julio de 1961 mientras su esposa dormia y disparó su escopeta de dos cañones en su boca. 43. Carlos Obregón ingiere una sobredosis de barbitúricos en Madrid, el 1 de enero de 1963. ...se averigua un sonido de sirenas que ya no señalan la herida, no la cantan, porque la muerte es todo. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 44. Sylvia Plath abre la llave del gas y mete la cabeza en el horno. En Londrés el 11 de febrero de 1963, dos meses despues de cumplir los treinta años. Morir es un arte, como todo. Yo lo hago excepcionalmente bien... 45. Tomás González, el día de su vigesimosexto cumpleaños (Diciembre de 1966), tras regalarle a su madre flores y un poema, abrió la ventana y se arrojo al vacío.


Madre, también yo quisiera ser mujer ...para sentir en mi interior la necedad terrible de haber traído al mundo a esta bestia maldita, y perdonarte, madre. 46. Violeta Parra, cantora, compositora, pintora, poeta, hija y hermana de poetas... muere el 5 de febrero de 1967, en Carpa de la Reina, a los cincuenta años. Gracias a la vida que me ha dado tanto... 47. John Kennedy Toole, el 26 de marzo de 1969, tras desaparecer de Nueva Orleans, aparece muerto en el interior de su coche despues de haber conectado un extremo de una manguera de jardin al tubo de escape y el otro extremo en la ventanilla del conductor. El optimismo me da náuseas, es perverso... 48. José M.ª Arguedas se dispara un tiro en Lima el 2 de diciembre de 1969. No convienen los versos que nos muestran las vísceras azuleando al sol. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 49. Paul Celan se arroja a las aguas del Sena a su paso por París el 20 de abril de 1970. No sirve nada ya que no sea morir ahogado en la clepsidra. Quizás el Sena. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 50. John Berryman salta desde un puente a las aguas del Misissippi en Mineapolis el 7 de enero de 1972.


Yo he visto a los hombres caminar fuera de sí no siendo hombres, pero sombras tampoco. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 51. Gabriel Ferrater, poeta catalan nacido en Reus, toma barbitúricos y se ata una bolsa de plástico en la cabeza, en Sant Cugat, el 27 de abril de 1972. Te vas a trompicones amputándome. Te me ajas sin más... y yo mirando. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 52. Alejandra Pizarnik muere por una sobredosis de barbitúricos en Buenos Aires el 25 de septiembre de 1972. Podad mi cuerpo cada primavera y que crezcan con fuerzas renovadas, en su tumba, mis esquejes. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 53. Jon Mirande, la noche de Navidad de 1972, ingiere una sobredosis de barbitúricos en París. Morir matando no puede ser suicidio. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 54. John Berryman se arrojó desde lo alto de un puente de Minneápolis en el año 1972. Este poeta estadounidense consiguió el reconocimiento de la crítica con "Homenaje a la señora Bradstreet". Recibió también el Premio Pulitzer de Poesía por "77 canciones del sueño". 55. Alfonso Costafreda es hallado sin vida en el pasillo de su casa en Ginebra,


el 4 de abril de 1974. Los latidos contados de mi corazón se desbocan buscando el cero. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 56. Jaime Torres Bodet asolado por el cáncer, pone fin a su vida con un disparo. En México, el 13 de mayo de 1974. Un algo celular me crece adentro que me hace pensar más en mi mismo. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 57. Anne Sexton enciende el motor del coche en el garaje y muere por inhalación de anhídrido carbónico. En Weston, el 4 de octubre de 1974. ...y un poco de este anhídrido carbónico que bien dosificado te hace dormir tranquila para no despertar de nuevo al tedio de los días. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 58. Héctor Murena, dramaturgo y novelista, gran conocedor de la realidad argentina a la que criticó con pesimismo, muere rodeado de cajas de vino en el cuarto de baño de su casa de Buenos Aires, el 5 de mayo de 1975. Déjate al aspaviento de sus órbitas abandona tu piel a su mandato. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 59. Jens Bjorneboe anuncia su suicidio en un programa de televisión y muere luego ahorcado en Veierland el 9 de mayo de 1976. Suspenderse un instante y dormir. Dejar de ser el cadáver diario


y ser el muerto. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 60. Luis Hernández se deja atropellar por el metro de Buenos Aires, el 3 de octubre de 1977. Matar a Dios quizás sea el mejor de los suicidios. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 61. Justo Alejo se suscribe a la revista Clarín y se arroja al vacío desde el edificio del Ministerio del Aire en Madrid, el 11 de enero de 1979. Sólo una cosa quiero antes de ver el fín. y es recibir Clarín en mi tumba espartana... (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 62. Alexis Traianós, al igual que hiciera John Kennedy Toole, conecta una manguera desde el tubo de escape al interior de su automóvil y fallece por asfixia. En Capandriti, el 7 de mayo de 1980. Todos los muertos soy yo. Todos. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 63. Enrico Freire, murió en Granada, el 14 de octubre de 1980. Dejó abierto el gas y encendió la vela que siempre usaba para "inspirarse" y escribir su último poema, titulado "explosión". Antes del grito, tardo 44 años, 3 meses y un día en encontrar la salida. 64. Severino Tormes, estrelló su coche contra un árbol camino de Tordesillas, el 15 de noviembre de 1980.


Tengo la sensación de haber vivido absolutamente en vano. ¿De qué me han servido los libros, la música, el amor, la poesía?. Una amarga carcajada contra un árbol y otra eterna en el infierno. 65. Paula Sinos (Baracaldo 1950 - Portugalete 1981). El maquinista del trén dijo "Vi un bulto a lo lejos... creí que era un perro... Frené pero era tarde... jamás olvidaré su rostro...". Siempre puedes pensar que fue el trén el que se arrojó a ti. 66. Fabrice Graveraux se corta las venas delante de sus amigos en Viareggio, el 8 de enero de 1982. En la lente el disparo, en la vena el cuchillo. Es la fiebre. Es París. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor) 67. León Artigas, el 14 de febrero de 1984, se introdujo el cañón de una pistola entre los dientes y disparó. Sucedió en Badajoz. Imploraré tan sólo un destello cegador de lucidez para devolverle a Dios un cadáver de lujo. 68. Beppe Salvia se lanza al vacío desde su casa de Roma, en marzo de 1985. ¿De que sirve perdurar con parámetros de supervivencia, intentando pasar cada día sin saltar al vacío...? Mira los ojos de tu hija y despídete con un beso. (ESTOS VERSOS SON MÍOS - “Paraísos del suicida”. Ed. Tardor)


69. Sándor Márai, escritor húngaro autor de "El último encuentro", prohibió que sus obras se publicaran en su país de nacimiento. Sólo después de su muerte y el cambio de régimen fueron editadas en Hungría. Se quitó la vida en 1989 en su exilio en San Diego, California. 70. José A. Acillona, murió desangrado en el psiquiátrico de Oña, en mayo de 1990, tras rebanarse el cuello con una lata de conservas. Hace mucho tiempo que te espero. Tú eres mi salvador. Tú eres el justiciero que me volará la nuca. ¡Dispara ya, cabrón!. 71. El escritor polaco Jerzy Kosinski, autor de "Desde el jardín" no pudo nunca reconciliarse con la humanidad después de padecer durante su infancia los horrores del nazismo. En 1991, mientras se bañaba, introdujo su cabeza en una bolsa de plástico. 72. Alina Reyes se embarcó para siempre en la nave-bañera de un hotel con las venas cortadas, el 14 de noviembre de 1991, en Madrid. Qué extraño! La luz está apagada y sin embargo juraría que la acabo de encender. Por lo menos, mañana la doncella no tendrá que hacer la cama. 73. José Ignacio Fuentes, murió colgado de su cinturón en la cárcel de Basauri, el 14 de octubre de 1991, dos años después de degollar a su esposa. No tengo más que hacer que fumar hasta la muerte. Yo fumo y sueño. Quién sabe si algún día veré un río o la garra piadosa de una soga. 74. Nicolás Arnero (Segovia, 1950) se ahorcó el 20 de enero de 1991 dejando subrayada una frase en un libro de Pavese: "Basta de palabras. Un gesto. No escribiré más.". Intuyo la cobarde humillación/>


de substraerme al suicidio. 75. Víctor Ramos, falleció desangrado por autocastración en la cárcel de Nanclares de Oca, el 10 de octubre de 1995. De queroseno puro, antes de que florezca la rareza, rociar la realidad. 76. Bohumil Hraba I, escritor checo, autor de "Trenes rigurosamente vigilados", se cayó por la ventana de una habitación del hospital en 1997, mientras daba de comer a las palomas. Dicen que se suicidó. 77. Wenceslao Rodriguez, Madrid 1970, Sevilla 1997, colgado de una viga de la pensión El Guaraní. ...a la luz de un flexo en el desván, introdujo entre sus labios el cañón de una pistola e imaginó el fragor de una sonrisa ante los pies descalzos de la soledad. 78. Marithelma Nostra, Brasil, murió por una sobredosis barbitúricos en un hotel de Madrid en 1999. ¿Sabes?... He observado que hay personas que recurren a un segundo lenguaje para expresar lo que verdaderamente sienten. (...) Estas personas casi nunca saben lo que quieren, casi nunca saben lo que esperan y casi siempre se suicidan. 79. José Agustín Goytisolo, poeta barcelones, se suicidó el 19 de marzo de 1999 arrojándose al vacío desde el balcón de su casa. ...una tristísima ceniza que caía y caía sobre la tierra, y sigue cayendo en mi memoria, en mi pecho, en las hojas del papel en que escribo.


La ciudad de Turín ha sido testigo de la tragica muerte de tres grandes de la literatura: Cesare Pavese, Primo Levi y Emilio Salgari. Salgari, empujado por las penurias económicas y por una serie de desgracias familiares, se suicidó en las alturas del Val de San Martino con una cuchillada en el vientre en 1911. Pavese, se suicidó el 27 de agosto de 1950, en una habitación de hotel después de haber recibido un premio literario por su libro "El bello verano", víctima de repetidas crisis depresivas, ingiriendo doce sobres de somníferos. Sólo pide la muerte urgente y necesaria para dejar de ser la peste de si mismo. Primo Levi, superviviente del campo de concentración nazi de AuschwitzBirkenau, se suicidó el 11 de abril de 1987, arrojándose al vacío por el hueco de la escalera de su casa. Entre los orientales, tambien encontramos algunos ejemplos: Ryunosuke Akutagawa, autor de "En el bosque", dedicó toda su vida al cultivo de la literatura preocupándose con excepcional cuidado de la perfección técnica y estilística en sus textos. Tras varios intentos, acabó con su vida en 1927, a los 35 años por sobredosis de veronal, al que era adicto. Yukio Mishima, tres veces nominado al Nobel de Literatura, el 25 de noviembre de 1970 se infringió públicamente, junto a otros miembros de su congregación, el "Seppuku" (Hara-kiri). Su "maestro" Yasunari Kawabata, el primer Premio Nobel de literatura japonés, también se suicidó el 16 de abril de 1972, deprimido y enfermo. Y por ultimo, bueno, citar algunos autores que han tenido tentativas de suicidio y, afortunadamente, no lllegaron a buen puerto, como Hermann Hesse, Isak Dinesen, Eugene O'Neill o nuestra querida Mary Wollstonecraft.».


A lo que se ve, un patinazo fenomenal de quien no paró en este error que se ha extendido como la pólvora. Mis pesquisas sobre el tema me llevan a indicar que el origen de esta tremenda confusión parte de un artículo del psiquiatra Jesús J. de la Gándara en una revista médica sin fidelizar sus fuentes y, lo que es peor, sin citarme en ningún caso. En fin, ya escribí una vez que «todos los hombres soy yo».... y en eso sigo.

Kikaku Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Joan Margarit , José Luis Morante , Juan Hernández Heras | Posted on martes, junio 27, 2006

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Precioso regalo de José Luis Morante que me llega desde Rivas por mediación de Juanito: La edición en Cátedra de la obra completa de Joan Margarit en edición bilingüe, trabajada por José Luis –me encanta ver a mi amigo en letras de molde en la colección «Letras Hispánicas»–. El libro lleva por título «Arquitecturas de la memoria» y es una pasada poética, como es norma en Margarit. La otra sorpresa es una plaquette del mismo Morante que contiene su trabajo «Pateras» –una bella colección de haikus en clave solidaria– y que tenía unas ganas enormes de sumar a mi biblioteca. La edición está cuidada por Ultramar –ya se le supone el gusto– y es el número dos de su colección «La


Horadada»... «Nunca se pierden / los que emprenden camino / a ningún lado»... Genial mi amigo.

Gyofu Soma Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , José Mª Cumbreño Espada , Malick Y Youssouph | Posted on miércoles, junio 28, 2006

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Definitivamente, se me presenta un largo verano de libros regalados. Esta mañana, a primera hora, se han presentado Youssouph y Malick con un par de paquetes. En uno me llegaba el cartel y el programa del encuentro de poetas en Moguer, en el que estaré presente si no me ocurre nada extraño; y en el otro un verdadero tesoro de mi amigo José María Cumbreño, sus libros. «De los espacios errados», una colección de relatos extraña que me ha recordado en ciertos momentos el tiempo en el que escribí mi «Formol con Havana 7». El caso es que me he enganchado con este libro editado por la Fundación José Manuel Lara y le he dado fin de un hermoso tirón para poder decir que la prosa de José María engancha. También he leído el poemario «Árbol sin sombra», editado por Algaida, en el que he visto a un poeta serio y en el camino. Buena composición, perfecto el fondo y una trabajada musicalidad hacen que apunte a José María en mi lista de poetas a los que seguir la pista, un poeta de jirones montándose en forma de poemas que parecen heridas eternas. Me resulta muy curiosa su técnica de maravillosas estrofas independientes y la fuerza filosófica que contienen. Aún me queda por meterle el diente al otro libro de José María, «Las ciudades de la llanura», otro poemario, editado por la Editora Regional de Extremadura.


Gracias por haberme deparado una mañana completa, amigo José María. (12:09 horas) Un logro fundamental para el bienestar del hombre sería conseguir que todos y cada uno actuásemos por voluntad y no por necesidad, circunstancia difícil –prácticamente imposible– cuando las clases dominantes se empeñan en crear millones de necesidades artificiales. A pesar de la imposibilidad de conseguir ese logro, me parece que sería muy correcto inculcar esta idea en nuestros jóvenes de forma constructiva para que poco a poco y en las siguientes generaciones acabase siendo un concepto claro y común en las cabezas sutiles y en las más primarias. Cómo cambiaría todo si el mundo se construyese porque queremos construirlo y no porque necesitamos construirlo... Pero todo está sujeto al poder de un grupo de herederos de las monarquías y el gran capital que ordenan los procesos sociales llenándolos con una pesada carga de consumo absurdo y arbitrario que esclaviza al hombre de la calle y, lo que es peor, lo empeña hasta mucho más allá de su muerte. (16:15 horas) Cuando un padre tiene hijos para que le sirvan, para que le sostengan, para que le llenen de orgullo por cojones, para ser lo que él pretende que sean, para que articulen un buen soporte contra el miedo de su vejez... cuando un padre tiene hijos para todo eso, no es un padre en términos de humanidad, es un imbécil. Cuando un padre es un cobarde y un inútil que busca ocultar su cobardía y su inutilidad en los hijos, es un auténtico fantoche. Cuando un padre es apariencia e incapacidad y vuelca todas sus responsabilidades en sus hijos, es un auténtico mamonazo. El hombre debe seguir algunas veces las duras normas naturales y sentir la procreación como un acto de permanencia y evolución, no como un remedio a los males propios. Se tienen hijos para que crezcan libres y caminen libres, no para que sean esclavos ni para que tengan que estar eternamente agradecidos por la vida con una suerte de insoportable sumisión. Estamos hechos para la soledad y para la muerte, y probablemente el peor favor que le hemos hecho a nuestros hijos es darles la vida. Si a eso sumamos que existen millones de especímenes humanos con la mente decimonónica, incapaces de aprender en su itinerario vital más que el uso servil de los demás, la fe sobre todas las cosas y el Dios proveerá... ¡pobres hijos! Pero no nos asustemos cuando alguno sale rebelde y grita, todo lo contrario, es fácil que ellos sean los mejores hijos, libres de la sumisión escandalosa e hijos sólo por


voluntad propia. Es tan difícil la vida para los que buscan intensidad, verdad y libertad... Es tan fácil para los que buscan servidumbre...

Izumi Shikibu Nikki Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Ada Salas , Anna Ajmátova , Antonio Colinas , De Poesía , Dolores Corzo , Jenaro Talens , Marceau Vasseur , Miguel Ángel Real , Nietzsche , Pérez Azaústre , Sergiy Zadan | Posted on jueves, junio 29, 2006

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Otra vez el correo cargado de buenas sorpresas: Un trabajo precioso de mi amigo galo Marceau Vasseur, que en compañía de Miguel Ángel Real ha realizado un trabajo en Francés que bajo el título «Poesie espagnole comtemporaine: des Novisimos a la poesie de l’Experience», recoge a una serie curiosa de poetas españoles –entre los que me encuentro– y aporta algo de obra de cada uno en edición bilingüe –gracias, amigo Marceau por el afecto.

Por otro lado, llega nuevo número de «Milenrama», el diez, con


interesantísimas propuestas poéticas de Antonio Colinas –«¿Conocéis el lugar donde van a morir / las arias de Händel? .... Es el lugar donde la luz / llora luz...»–, Anna Ajmátova traducida por Dolores Corzo Moreno, mi Adita Salas –«Han cambiado / las cosas. No hace ruido la noche...»–, Jenaro Talens, Sergiy Zadan o Joaquinito Pérez Azaústre, entre otros. Siempre limpia y cuidada la propuesta «Milenrama», y yo agradecidísimo de ser receptor puntual de su sensibilidad y su poesía. (16:25 horas) Decía Nietzsche que «Por lo que más se nos castiga es por nuestras virtudes», y decía magníficamente. Si tu virtud es decir lo que sientes y lo que piensas, te machacarán por ello; si tu virtud es la humildad de reconocer tus errores, harán herida de los mismos hasta que no puedan crecerle hermosas postillas; si eres vivamente inteligente y tienes reacciones rápidas y brillantes, te harán silencio; si sabes cómo alimentar al mundo, te matarán de hambre; si triunfas únicamente por tus méritos, conseguirán convencer al mundo de que los méritos son de otros... Y en el entretanto, a callar y a aguantar la expesura política (antaño la política era el reflejo vivo de la moral, y ahora se ha convertido en su contrario), a tolerar que quien dice que te premia y trabaja en tu beneficio pueda arrastrarte, a beber el acíbar que contiene el cántaro de los poderosos para intentar «ser» y «estar» –pero nunca dignamente–. Se elogian como nunca los defectos, se solapan los fallos con sonrisas, se da cobertura a la debilidad subsidiándola y poniendo difícil el camino de los tipos preclaros y bien formados, se da la calidad de nobleza a los más grandes tahúres de la Historia, se ensalza al ladrón y al proxeneta, al asesino frío y al genocida... y se hunde al sincero, al que se hace preguntas cada amanecer, al que no pide más que justicia... El mundo es un cadáver infecto sin posibilidad de resurrección ni incluso de muerte sobre la muerte.

Ookuma Kotomichi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Ada Salas , Belén Artuñedo , De Poesía , Juan Hernández Heras | Posted on viernes, junio 30, 2006

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Se me echan encima un montón de salidas y dedico mi tiempo a rematar ponencias, reapasar poemarios y ordenar un poco mi cabeza. El lunes marcho con Juanito hasta Guarda (Portugal) para participar en un curso de verano del Centro de Estudios Ibéricos bajo el tema «Cultura, coperação e desenvolvimento». He preparado una ponencia frugal –es verano– y algo picante en la que intento desnudar un poco el cuerpo de las subvenciones a la vez que cuento nuestra experiencia en los márgenes institucionales. No sé qué tipo de alumnado asistirá y, por tanto, no puedo imaginar las reacciones, porque he sido duro y claro en mis planteamientos y ello puede producir algún roce o algún malestar. Me encanta, por otra parte, volver a viajar con Juanito, él y yo solos, y recuperar el hilo de nuestras cosas durante el viaje. (12:01 horas) Ya son mil intentos de meterme otra vez en una historia larga, pero fallo en la constancia y en la voluntad, debe ser algo genético que no puedo evitar. Sin embargo, tengo la historia en los labios, en las manos, en el centro del estómago, y quiere salir como un relato extenso e interminable... Terminará siendo un poema breve, que me conozco. Sin más, he vuelto a mis poemas del 90, a releerlos con un hambre especial por reconocerme en ellos. He crecido desde entonces, sé que he mejorado, pero también sé que ahora me falta aquella frescura y aquellas enormes ganas de decir que eran una constante diaria. Ahora fuerzo más las situaciones de escritura, y el hábito de trabajar dos horas diarias sobre el papel en blanco hace que todo sea de otra manera, como más buscado –rebuscado–. Mi empeño es decir más y con más intensidad en menos versos, y quizás me


equivoco, pues lo mismo necesito poemas larguísimos que me sanen de las ganas de un relato y que me permitan explayarme en las ideas a mostrar. La poesía no debe ser resumen, nunca, porque resumir es perder el cuerpo de los sentimientos. Mi problema es que no sé medir muy bien dónde está el límite del entendimiento del otro, circunstancia que se mezcla constantemente con una necesidad de quitar todo lo que sobra y adorna. En este aspecto admiro profundamente los trabajos de Ada Salas y de Belén Artuñedo, saben siempre qué es lo radical, lo intenso... y apartan enseguida lo superfluo que sólo sirve de adorno en el poema. Cuando he intentado hacer lo que ellas hacen perfectamente, termino con resultados prosaicos que no me dicen nada.

Kamo no Choomei Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Eta Hoffman , Fernando Beltrán , Hijos , Héctor Canal , Mis Días De Vino Y Rosas , Norio [Braulio García Noriega] | Posted on sábado, julio 01, 2006

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Viaje familiar a Helmántica con objetivos lúdicos y consumistas –lo odio, pero en fin...–. Salí de casa medio mosqueado porque cuando fui a echar gasolina aproveché para recoger en Correos unos libros que le había pedido al amigo Norio. Los abrí hambriento. Aparecieron ante mis ojos «Las aventuras del valeroso soldado Schwejk», de Jaroslav Hasek –un libro al que le tenía unas ganas especiales, pues lo había leído en mis días universitarios gracias a un préstamo de biblioteca y mantengo un vivísimo y grato recuerdo de aquella lectura–; «La amada invencible (80 poemas incurables)», de Fernando Beltrán –del que ya tenía hambre de leer sus nuevas maravillas poéticas– y «La atalaya del primo», de E.T.A. Hoffmann, en edición de Héctor Canal y presentación molona de de «KRK tras 3 letras»... Lo dicho, fue ver los libros y


llegar a casa, donde mis chavales ya la tenían montada con el rollo «díagransuperficie». Bajé la cabeza como humillando y a viajar con esa cosilla de que era el primer día que me jugaba los puntos de mi carnet de conductor.

Accidente en una cuesta de los accesos a Guijuelo y madre acojonadita –«no corras, mi niño... fíjate, pobrecillo... ¿habrá muerto?»–, los niños de «gameboy» y «PSP» y la joven con un «¿qué me compro?» de setenta kilómetros. La primera etapa fue un monográfico «centrocomercialtormes» con comida basura incluida y regalos de vasos Coke y un videojuego por menú infantil... Tejanos y camiseta para Felipe, videojuegos para Guille –por sacar el curso con brillo–, calzoncillos para el cabeza –que suscribe–, cosas para la madre, camisetas molonas para Youssouph y Malick y nada para la joven, que no se decidía...

Y a eso de las tres para la Salamanca histórico/artística... Helados, horchatas, granizadas, café en terraza y acuerdo de hacer dos grupos de trabajo: las mujeres a comprar y los hombres a dar de comer gusanitos a los patos de La Alamedilla –mi estrategia era buena, pues a los críos podría engañarlos para entrar a ver la exposición de la Plaza de San Boal sobre «El retrato español en el Prado».... ¡Mis cojones!–.


Llevé a los críos por la placita de camino a La Alamedilla y sin querer, los metí en la exposición con la trampa de que allí descansaríamos fresquitos unos minutos –el sol era de castigo, es la verdad–, pues nada más ubicarnos en el umbral de ese portón San Boal, Felipe, que acababa de comerse un helado y llevaba las manos pegajosas, se puso a hacerle caricias a una estatua antigua que servía de decoración fija del recinto... A tomar por el culo la exposición de la ida –la de la vuelta, también, pues tenía previsto meterlos en el Banco de España para degustar una exposición sobre el cabaret que se presenta allí en estos días... ¡Mierdaaaaa!...

Al final me harté de darle de comer gusanitos a palomas, gallos extraños, gorriones, gansos, patos y hasta a un jodido cisne negro.... y más helados, y más refrescos, y «cómprame un juguete», y «¿cuándo nos vamos?».... ¡¡¡¡Ya, coño, nos vamos ya!!!! Hasta los mismísimos cojones, pero feliz de haber cumplido mi castigo familiar del mes. «No nos une el amor, sino el espanto / será por eso que te quiero tanto...».

Shingo Ogata


Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Jesús Málaga , Juan Hernández Heras , Manuel Ambrosio , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on martes, julio 04, 2006

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Ya en casa, después del rápido periplo portugués, persiste aún el dolor de riñones con el que partí de Béjar, pero con felicidad por un viaje estupendo con Juanito lleno de buenos ratos. En la ida, como siempre, el olfato de Juanito nos llevó a coincidir en un bar de frontera con la expedición de estudiantes salmantinos encabezada por el bueno de Manuel Ambrosio, a la sazón director del curso de verano al que íbamos a asistir. Café con charla y a continuar viaje hasta Guarda. Ya en Guarda, quedé vivamente impresionado por el crecimiento que ha tenido la ciudad desde mi última visita –puede hacer la friolera de 17 años–. Yo la esperaba en la línea de Béjar y me llevé una grata sorpresa –triste por lo que a Béjar se refiere–. Una brillante recuperación del casco antiguo, apuesta por la modernidad en sus polígonos industriales, mejoras muy bien adaptadas en sus calles, un comercio recoleto y pujante... vamos, que han sabido aprovechar muy bien el empujón europeo, cosa que en Béjar ha sucedido al contrario, con un urbanismo feroz, sin cuidar la imagen del casco antiguo de una forma decidida, con un comercio en franca decadencia y con la infraestructura industrial poco menos que destruida –a ver si aprendemos un poquito de los portugueses–. En la puerta del Ayuntamiento de Guarda me encontré con Jesús Málaga y su esposa. Nos saludamos y nos congratulamos por vernos igual que siempre, con las mismas ganas de hacer y deshacer y con muchos proyectos por delante... Saludos y presentaciones de rigor con la gente de Guarda y de la Universidad de Coimbra y derechos al tema central, el curso de verano organizado por la Universidad de Salamanca y el Centro de Estudios Ibéricos portugués... Acto de apertura del curso, presentaciones y conferencias


con cierto trasunto tedioso –entre otras cosas porque eran en portugués y yo no entendía de la media la mitad–. Pasé el rato en un entresueño hasta que llegó la intervención de Jesús Málaga, que me gustó, entre otras cosas, porque Jesús resulta un magnífico orador. Jesús habló de su proyecto como alcalde de Salamanca –absolutamente brillante–, y me dejó un pensamiento que aún hoy ronda en mi cabeza, que no es otro que al proyectar una ciudad con brillantez, como lo hizo en su día Jesús, no tuvo en cuenta la resta que ello le supondría al resto de la provincia, creando así una capital de provincia muy pujante con un resto del territorio abandonado por el centralismo capitalino. Me hubiera gustado abrir un debate sobre este tema, pero la hora y mi cansancio me indicaron que no debía mover ni un pelo para que el final se precipitase en la comida necesaria. La comida estuvo estupenda –siempre valorando que en esto de las comidas aún le queda mucho por hacer a los amigos portugueses– y la conversación entre platos, muy interesante. Logramos sacar temas de importancia que nos interesaban, como el asunto legal de nuestros negritos, la próxima visita a Morille, nuestras actividades con jóvenes... y de propina, Manuel Ambrosio sacó para nuestro gozo el asunto del centro logístico de Castilla y León. Aparte de esas conversaciones tan importantes para nosotros, la comida dio para conocer un poco mejor a Jesús Málaga y a su esposa –dos cielos– y para sentir su proyecto político e ideológico como un proyecto de vida. Los postres.... de chuparse los dedos.

Sin tiempo para descansar, pues las sesiones comenzaban –¡¡¡por Dios!!!– a las 2,30 p.m., aproveché para darme una ducha rápida en el hotel y unirme luego al sarao sin hacer mucho ruido. Llegué con algo de retraso, como se puede imaginar, y la conferencia de uno de los profesores de la Universidad de Coimbra ya había comenzado –mi lugar en la mesa estaba vacío y me dio algo


de corte. Ruego que me perdonen por ello los organizadores, pero este bejarano necesita por norma hacer sus abluciones después de cada comida–. Esperé a que terminase la intervención del colega y me incorporé a la mesa justo cuando llegó mi turno de palabra. Comencé leyendo mi ponencia, pero enseguida me percaté de que aquello necesitaba cierta actividad –un tipo que se había dormido comenzó a roncar ante las sonrisas de los presentes– y me decidí por guardar los papeles e improvisar con un lenguaje cercano y con varios guiños a la grada. El cambio funcionó y me dio la agradable impresión de que el público agradeció mi decisión. Hablé, creo que divertí y no sé si fui capaz de enseñar algo –lo que puedo afirmar es que no fui tedioso.

Terminada la jornada de tarde, hicimos un par de amigos portugueses y nos tomamos unas cervecitas junto a Manuel Ambrosio. Charleta distendida, algunas llamadas telefónicas y un paseote con Juanito por el casco antiguo de Guarda. Durante el paseo compré algunas antiguedades –todas modernistas– a muy buen precio: un llamador de puertas en bronce con una cabeza adolescente enmarcado en una orla de vegetal, un juego de pluma y secante en plata de los años 20, un catálogo delicioso de fotos de los mismos años que bajo el título de «Camposanto di Genova» presenta en con una conservación sobresaliente una serie de imágenes y textos muy destacables, y un libro de estilo poético de 1884 escrito en portugués... Otras cañas con queso y huevos rebozados, una Coca-cola con hamburguesa y reencuentro con Manuel Ambrosio.


Manuel es un tipo extraordinario, generoso, creativo, lleno de amabilidad. Pasamos con él la tardenoche y cayeron vinos, copas y mucha conversación, lo que nos unió hasta el punto de las risas y la gratitud compartidas. Dormida, amencida, desayuno, despedida del personal y para casa por las carreteras serranas llenas de nuevos ricos que han sabido encontrar bienestar en el remanso natural de la Sierra de Francia (envidia me dan).

Kokinshuu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Hijos , Javier Carretero , Mis Días De Vino Y Rosas , Política | Posted on miércoles, julio 05, 2006

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Mi dolor de riñones se ha convertido definitivamente en una lumbalgia de caballo que me tiene más tieso que un torero, pero apenas siento el dolor, porque mi cabeza se va constantemente a la última imagen que tengo en la cabeza de Javier Carretero, un chico que fue compañero de mi hija en el cole


desde bien chiquitos y que hoy se pelea con la muerte en un hospital de Salamanca por el absurdo de una portería de fútbol que le cayó encima con muy graves consecuencias. Le visualizo enseguida en una obra de teatro escolar haciendo el papel de un alcalde gruñón y divertidísimo, o riendo por la calle con sus amigos... sólo le recuerdo riendo y jugueteando, con una inmensa bondad infantil y una actividad propia de los chicos felices... y con estas cosas vuelvo siempre a la idea de Dios, a la idea del Dios injusto que no existe y que muchos se empecinan en mantener como opción de poder para sojuzgar a los más pobres tipos de la Tierra. Mis mejores deseos para Javier y su familia y la convicción de volverle a ver pronto por las calles de Béjar con su tropa de coleguillas haciéndole guiños a la vida. Suerte, chaval. (16:23 horas) No sentirme bien me hace estar más lúcido de lo normal, y últimamente la lucidez se transforma en temor, pero en un temor sobre las cosas, algo que nunca me ha gustado sentir. Tomo nota y busca un ratito de soledad mientras suenan las máquinas de la imprenta como un signo de patria pequeña y particular... si las máquinas suenan, todo marcha.

(22:28 horas) Como poco, se me ocurriría pedir a los líderes mundiales, esos locos de atar, que trabajasen por hacer las guerras más humanizadas, sólo con heridos de levedad por uñeros –joder, un arma de destrucción masiva que provocase uñeros en toda la tropa enemiga–, por empachos o por rozaduras en codos y rodillas. Como mucho, se podría permitir atacar para producir panadizos en los dedos gordos de los pies o desatados ataques de lujuria – árabes enseñándole el rabo a los jodidos norteamericanos para matarlos de


envidia y mujeres de California, como las nueces, en primera línea a pecho descubierto para mayor éxtasis de las tropas binladinas... ¿Es que los asesores de los reaganes busheros de turno no pueden llegar a esos estupendos niveles

Okanishi

de imaginación? ¡Que los cambien, coño, que los cambien!

Ichuu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Arguedas , Literatura [Vaya Mierda] , Sentimientos , Sergio Gaspar | Posted on jueves, julio 06, 2006

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El precio que se paga siempre por separarse de la norma es el aislamiento y la soledad, y esto sucede en cualquier estadio vital en el que nos centremos. En el mundo de la poesía también sucede, por supuesto. Son aceptados los poetas de la remembraza –porque juegan con el elogio–, los que con más o menos conocimiento hacen una poesía recurrente adornándola con algunas flores de modernidad, los que trabajan al dictado de los críticos poderosos y los que cultivan la amistad de los «capaces» –entiéndase en este término a los grandes editores–. Quien estudia, trabaja y experimenta sin pararse en un prediseño de consumo en su poesía, apenas tiene una tronera por la que asomar su nariz al mundo. Ahora habría que analizar si el aislamiento y la soledad actúan como castigo o son, paradójicamente, un regalo del cielo para los que no quieren pasar por los jodidos aros sociales. Yo estoy convencido de que son un regalo, pero son un regalo cuando caen sobre un espíritu fuerte que es capaz de soportar el silencio y la sensación de inexistencia literaria.


Decir lo que quieres decir y hacerlo como te apetece, como te lo pide el cuerpo, sin tener que someterte a influencias o encajes sociales, sin tener que ser testado por esa censura soterrada y devoradora que encierra el consumismo... El problema surge cuando este tipo de escritor, de poeta, pertenece al gran grupo de los mediocres y se hace un mundo y una soledad para nada, o mejor/peor, un mundo y una soledad para el engreimiento vacuo. No hace mucho me contaba mi amigo Sergio cómo era la estrategia de agencias literarias como la de Carmen Balcells, e incidía en que muchas obras, con una alta calificación de los lectores profesionales de la agencia, no tenían salida porque no pasaban el tamiz de poder ser colocadas con éxito en grandes centros comerciales. La calidad, a lo que se ve, sólo interesa si va unida a las posibilidades comerciales y a las estrategias de mercado.

Y ya no quedan Arguedas para darse fin un viernes cualquiera dejando las


cosas hechas y un orden escrito para los días postreros; no quedan, porque no es tiempo de revoluciones ni de carencias ciertas –ya se encarga el sistema de armarnos espejismos para no verlas– con las que vivir de verdad y morir de convicción. Ser es una posibilidad inexistente o virtual para los hombres sedados en que nos han convertido. Antes se sufría y se escribía, y la escritura era látigo, detonante del estar. Ahora sólo se escribe por vanidad o por euros, por ocio o por snobismo... casi nunca por rabia o por necesidad. Y el escritor es un funcionario editorial con horas de entrada y salida, con fechas de cierre y galeradas, con número de páginas y cuerpos de letra cerrados, con temas recurrentes marcados por su jefe, con estilo de «libro de estilo» y con pagarés firmados a 23 plazos. Comenzar a escribir sólo lo propicia una firma contractual y unos tiempos de entrega –como las fases de las obras administrativas–... Ya no existen el desencanto, la desesperación, el desamor, la miseria del escritor... se ha sustituido todo por los estudios de mercado, el marqueting, la programación, los plazos... una pena, ¿no?

Etsujin Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alvin Toffler , Manuel Moya Escobar , Sentimientos | Posted on sábado, julio 08, 2006

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El que todo termine repitiéndose en la vida me resulta bastante inquietante, entre otras cosas, porque el pasado contiene una dimensión terrible y porque los medios humanos hacen que cualquier repetición sea mucho más perniciosa


por la enorme capacidad de mal que maneja el hombre. Sí, también se repiten las cosas buenas y agardables, pero lo catastrófico anula cualquier sonrisa por amplia que sea. En este asunto resulta sorprendente el desarrollo tecnológico y de conocimientos que ha hecho la humanidad en los últimos ciento cincuenta años: hace poco menos de un siglo apenas se conocía la naturaleza de montones de animales superiores, se creía desde la ciencia en seres míticos como el unicornio, no se había explorado el 80% del continente africano, se conocía algo de la costa de Oceanía y los polos eran asunto de un par de pirados. Si hablamos de armas, las blancas y las de fuego más simples eran el no va más. Sólo la filosofía, el arte y la literatura daban tipos importantes para el desarrollo reflexivo del ser humano, siendo mucho más destacadas estas atenciones que las científicas. Ahora, sin embargo, la ciencia ha tomado el cuchillo por el mango, sobre todo después del descubrimiento asombroso de las ciencias aplicadas. Cualquier artista, escritor o filósofo se queda en nada ante la progresión geométrica de científicos inteligentes asociados a la industria y al consumismo feroz. Aquel «Shock del futuro» que pregonó Alvin Toffler hace unos 25 años es ya una realidad tangible que me llena de temor. Industriales poderosísimos controlan y frenan los avances científicos en aras de su enriquecimiento infinito, privan a sectores del tercer mundo de bienes que debieran ser de la humanidad –cualquier avance del tipo que sea pertenece a la humanidad– para sacar tajada de todo el proceso, de cada paso del proceso. No se elaboran productos definitivos con las más avanzadas tecnologías, sino que se van sumando pequeños avances a los resultados primarios para que sean objeto del consumo feroz y repetido que ellos han diseñado. Este maridaje entre ciencia e industria a veces resulta de lesa humanidad, muchas veces, y quizás habría que trabajar en una revolución que destruyese sus armas de capital y propiciase el acceso normal de todo ser humano a esas tecnologías que nos niegan por pura usura. Esto acabará mal cualquier día. O peor.


(17:59 horas) Tenía una carta en el coche que no había abierto por despiste. Era de Manuel Moya y contenía una carta entrañable –me alegra saber del colega– y una de sus ediciones Tabula Rosa/Rasa divertidísma, una selección de poemas al mejor estilo Catulo firmados por Ásdrulo de Ferdus al cuidado de Buenaventura Fernández. «de Libro Tercero (llamado de los pijos)» se titula esta breve y verde delicia. Lo he pasado de puta madre leyéndolo. Gracias, Manolillo.

SEPPUKU (hara-kiri) Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , José María Aznar , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on martes, julio 11, 2006

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Otro día once que sumar a la mierda mundial. Bombay vuelve a recordarnos que habría que borrar la palabra «Dios» de todos los diccionarios para que


desaparezcan los hombres terribles que lo adoran –léase «Dios» en todas las acepciones imaginadas, incluyendo las del poder, el dinero, el petróleo o la propiedad del resto de recursos naturales–. Es asesino el que inflinge la herida... y el que le apoya, el que le induce, el injusto, el indiferente, el opresor, el ambicioso, el necio, el que no tiene escrúpulos, el mercader indecente, el hambriento de poder, el intolerante, el que guarda silencio, el que esgrime dinero contra otro, el que despilfarra, el deshonesto, el que contemporiza, el que hace caridad, el que se humilla, el que sólo piensa en sí mismo, el que compite por todo, el que se niega a pensar aún siendo el muerto. Por cierto... ¿Hay vascos en la India? Pues eso, mísero Aznar, pues eso.

Kaoru Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abraham Gragera , Antonio Gómez , Fernando R. De La Flor , Ignacio Sanz , Jesús Málaga , Jesús Márquez , Jesús Portal , Juan Hernández Heras , Malick Y Youssouph , Mamen Somar , Mis Días De Vino Y Rosas , Victorino G. [Fotógrafo] | Posted on domingo, julio 16, 2006

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Turismo cultural a todo trapo, reencuentro con colegas entrañables, estómago revuelto, hartura de coche y gasolina, razón para dormir y unos cigarros. El jueves viajé a Segovia gracias a Juanito, pues mi Tacuma anda en trance de muerte por un no sé qué de su árbol de levas. Viaje de los de antes, charlando, imaginando proyectos tan cuerdos como locos, subiéndonos los grados de moral al lugar que se debe.


Segovia es deliciosa, un lujo que me llevo perdiendo desde hace la friolera de 36 años, que es justo el tiempo que hacía que no viajaba allí. Una ciudad de lumbre para respirar y transportarse, bien trazada y bien guardada en general –mejor que la Salamanca del zoquete Lanzarote–, respetando hasta las panzas de las viejas casas sometidas a la cirujía de lo nuevo.

Allí estaba Ignacio Sanz, con su cara de siempre, con su afecto de siempre, con esa voz hermosa y embrujatrice que podría llevar a la mujer más difícil hasta el catre más fiero –qué envidia de voz, Ignacio–. Estaba en su taller de cerámica, entre barros cocidos y sin cocer que se iban convirtiendo en palabras según pasaban los tragos. Ignacio es un tipo de pueblito pequeño y castellano que no encaja de forma alguna entre rotondas y avenidas, yo le siento entre el trigo restaurando la vida con palabras, con olor a cocido recién hecho y paseando entre matas de jara o tomillos salseros, buscando el eco en alguna barranca o bebiendo agua de un manantial perdido... Hablamos de poesía, de la poesía que a él le gusta y de la que a mí me pellizca; de poetas amigos y enemigos de otra cosa que no sea la poesía, de pasado y futuro, de razones y absurdos.

Me llevó hasta la casa museo de Antonio Machado y entre gatos cansados me enseñó cómo llueve, cómo se hace la paz, cómo se da un paseo sin saber de la prisa... Y allí pillé un buen lote de postales antiguas con mujeres leyendo –en la casa/museo hay una jugosa librería de viejo llena de «Ojos de Brujo»–. Y


llovió hasta obligarnos a buscar un refugio donde leer mis versos –el sitio establecido era un raso con árboles que jugaba a ser patio–. Leí y gocé con un grupo de gente pequeño y muy hermoso. Disfruté como un crío en Segovia, con Juanito e Ignacio, como cuando viajé con los padres salesianos en una de mis primeras salidas del hogar protector que tenían mis padres. Juro volver sin prisa.

Y el viernes a Morille, de ensalada PAN bien aliñada, con Fabio, Manuel Ambrosio en alcalde de los de verdad –uno de esos pocos con un proyecto hermoso atravesado en la cabeza y en las vísceras–, con Fernando R. de la Flor, con Antonio Gómez y la hermosa pareja Málaga –este tipo cada vez me cae mejor–, con Juan Luis Calbarro, Victorino y un montón de colegas nuevos y majetes. El viaje lo hice con mi hija, con Abraham Gragera y con Youssouph. Fue hermoso, porque pillé el hilo de la conversación con mi Abraham, un hilo que dejamos desatado hace la friolera de tres años. Y vi a Abraham más maduro – me parecía imposible que un maduro sempiterno como él hubiera podido subir en su escala de madurez–, tan sensible como siempre y con su potencial creativo impecable. Cayeron cañas, palabras, risas... leímos poesía a lo rural –con araña incluida en mi camiseta– y nos animamos a empezar un trabajo común para el que no nos hemos puesto ningún plazo –mal rollo– y hablamos de cómo hay que trazar la vida para esa nada que es ya. Fue delicioso. Y el sábado, tormenta. Vuelta al viaje hasta Morille –esta vez con Malick, con Juanito, Youssouph y Abraham– para un día mejor en todos los sentidos.


Abrió boca Kaoru con su acción artística «Tecnocharro», que había conseguido el premio ARCO en su última edición, una pasada en la que intervino el grupo folcklórico «El Castañar», de Béjar. Sobre una base de música «tecno», el grupo debía bailar con todos los pasos de baile tradicionales en la plaza mayor de Morille. Y así se hizo, hasta el punto de que se fue sumando personal y Youssouph hizo las delicias de los paisanos poniendo la nota étnica en aquella locura nipona –yo también salí a bailar un ratito.... de pena, claro–... Y solucionamos unos cuantos asuntos importantes para cada uno de nosotros. Comimos paella entre risas y en el receso siestero nos acercamos a ver la exposición del colega Jesús Portal. Chula la muestra y perfecto el lugar. Allí me quedé con Jesús y con Victorino y se abrió el cielo... ¡¡¡Llovió a mares!!! Refugiados del agua, charlamos de técnicas pictóricas, de ganas de hacer, de miedos... y tengo que decir que ambos tipos me cayeron de puta madre; la sensibilidad de Jesús y la pasión de Victorino –que nos hizo mil fotos mientras charlábamos– fue lo más especial del día. Luego, cafés, espera a que escampase en el bar de Morille, con sus goteras y todo, un poema para la blanca Sara, risas y viaje de vuelta a casa con despedida hermosa –por fin besé a Mamen Somar, un cielo de niña–. Había que recoger a Jesús Márquez, que llegaba a Béjar en bus para actuar en el camping de El Pinajarro.

Taigui Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Faulkner , Jack Johnson | Posted on lunes, julio 17, 2006


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Hace un calor Faulkner y me pican las canillas cuando pasa la media tarde. El cuerpo pide ducha y el alma miradas desde una sombra dulce, miradas lascivas sin otro fin que el de sentir cómo una estética corre por dentro. En días como éste me encanta escuchar la música de Jack Johnson e imaginarme el protagonista masculino de «La gata sobre el tejado de zinc caliente», con una copa en la mano y un conflicto sin resolver... Sin más, soy consciente de que ya sólo soy para la mirada y que con ella gozo y en ella me sublimo.

Tu Fu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mi Abuela Antonia , Mis Días De Vino Y Rosas , Política | Posted on martes, julio 18, 2006

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«Dieciochodejulio». No me da la puñetera gana de olvidarme de esta fecha, coño, porque sigue siendo el símbolo (ahora en voz baja) de los perversos unidos bajo unas siglas tan poco acertadas como «PP» (Partido Popular). Me gustaría que el partido que giobierna actualmente nuestro país consiguiese una buena desaparición de ETA para poder ver con mis ojos cómo se troncha esa fiambrera atómica que es la unidad de la derecha/ultraderecha española. Ya estoy viendo una guerra a muerte entre católicos radicales, ultraconservadores integristas, frentes diversos de mano tiesa y boina con borleta, caballeritos de Cristo Rey, racistas del pulcro sepulcro y otras lindezas ultrapolíticorreligiosas. Lo adivino en el horizonte como un sol tranquilo como adivino mi sonrisa para ese entonces. No me da la puñetera gana de olvidarme de esta fecha porque no puedo olvidarme de mi abuelo Felipe, ni de mi abuela Antonia, ni de mi madre, ni de tantos olvidados que sufrieron los caprichos guerreros de tantos fascistas asesinos. (21:12 horas) Todo lo fundamental ya estaba aquí cuando llegué, y aquí seguirá cuando me marche. Y no sé si me esperaban como soy o fui pura sorpresa, pero sé que saben que me iré y que algunos se alegran esperando y que al resto le resbala. A mí no me importa, pues sé que fui y soy, y sobrevivo en un seré que no es excitante, pero que me sirve. ¿Qué dejaré?...


(22:19 horas) Ayer, sin querer, escuché que alguien me llamaba «subnormal» sin darse cuenta de que la normalidad hace a los hombres anodinos. En fin, aguantar la normalidad de los demás todos los días hace que me sienta un subnormal infeliz y que en mi percepción de esa subnormalidad sea en el único lugar en el que encuentre un resquicio de luz. Ser normal, como quien me tilda de minusválido psíquico, sería para mí bastante triste. ¡Aire!

Ba Jin Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on miércoles, julio 19, 2006

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Es curioso cómo vamos huyendo de nuestra independencia personal para buascar en los demás los apoyos para lo que consideramos nuestras carencias. Pasamos del hombre individual al colectivo con la estupendísima idea de buscar el beneficio de la fuerza común, y no nos damos cuenta de que en ese viaje hemos de pasar por la dureza de la sumisión al otro, a ese otro que tiene la capacidad de dominarnos precisamente porque le mostramos nuestra debilidad. Toda solución posible contra este mal endémico pasa por trabajar en la autoafirmación y hacerse fuerte en ella. De aquí que me parezca muy interesante faltar de vez en cuando a las leyes que nos resulten absurdas por más que sean aceptadas por el común de la gente o porque estén creadas con parámetros de percentiles sociales.

Guo Moruo Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Julio Llamazares , Magdalena , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on domingo, julio 23, 2006

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Ayer celebramos en familia el cumpleaños de Magdalena con cierto mal rollo de acabamiento. No estuvo la familia de María Adela, aunque ella se acercó unos minutos por la tarde para ver a su madre. Magdalena pasó sobre el día sin enterarse de lo que vale un peine, empecinada en irse de allí y mirando al infinito con esa cara interrogativa que se le ha quedado desde que el alzheimer le ha atacado con dureza. Del día, salvo una conversación con Antonio sobre el valor del receptor en literatura, las risas generales de los niños, la emoción de Nena cuando le cantábamos a su madre el «Cumpleaños feliz», un montón de fotos chulas con vocación de «quizás no haya más». Y el resumen... pues una tristeza alegre por las faltas absurdas y una alegre tristeza por el tranquilo afecto de los que acudimos a celebrar la familia de una forma civil y ética.

(17:03 horas) El acabamiento lento de los padres tiene un no sé qué de jodida madurez que agota, ver cómo se destruye una persona a la que quieres y a la que admiras con aquella lentitud de los bueyes tan Llamazares, y cómo al lado


se van dejando cosas importantes del ahora para no sentirse mal nunca por lo que se dejó de hacer. Cuando se entra en esta dinámica, y se hace de comparsa, lo mejor es amar tranquilamente y esperar a que todo suceda en términos de inexorabilidad, guardarse las miserias en el bolsillo y aguantar los embites absurdos de la candidez junto a los de la mala hostia. Y es difícil en algunos momentos, muy difícil, pero absolutamente necesario para alcanzar cierta dimensión humana en esta cosa injusta y tan difícilmente valorable. Una madre que olvida a sus hijos, a sus hermanos, a sus nietos... que ha desaprendido en cuatro días todo el proceso de los hombres y las cosas, de los nombres y los sentimientos... es un dolor terrible para los que asisten al proceso desde el afecto más íntimo. Y entonces te preguntas por el hijo de puta de Dios, porque en estas circunstancias y en otras tantas, la figura de Dios –para el que lo tenga como existencia máxima– es la de un hijo de la gran puta. Y Magdalena creía en Dios a pies juntillas por educación y, cómo no, por emparejamiento y roce; creía hasta el punto de que lo poco que recuerda en esa cabeza perdida son iconos religiosos a los que se aferra con candidez y dulzura.

Y Dios, ahora, son sus hijas haciendo de madres eternas, faltando de la cama cuando despiertas, dejando vacío su lugar en la mesa mientras comes, derramando lágrimas y echando fuerza ante la profundidad del respeto hacia un recuerdo que ya es sólo carne de absurdo, aguantando la presión de quienes las echamos de menos sin hacer reproches y soportando el duro tirón de un físico que apenas funciona y de una mente que es ya sólo un soplo imperceptible.


Y el único perdón es el que yo pido desde lo más profundo de mis vísceras si es que alguna vez me desquicio y soy inoportuno sumando tensión donde no se necesita. Hago todo lo posible por llevarlo bien, intento comprender y analizar cada decisión y cada hecho que me afecta, muerdo mi lengua cada cinco segundos y apago mi rabia con sonrisas y besos... Hasta que ese Dios tan cabrón quiera, justo hasta que a él, el magnánimo (?), el justo (?), el sabio (?)... le salga de sus divinos cojones sorprendernos con otra de sus mágicas movidas. Sólo sé decir que hoy amo profundamente a Mª Ángeles, quiero mucho a Nena y a Julia y adoro a Magdalena, sobre todo cuando consigo hacerla reír, bailar, cantar o enfadarse por un segundo tornándose en la mujer y saliendo por unos instantes de su cosificación dolorosa. No sé decir más... o no quiero. NOTA del día 22 a las 17:37 horas: ... y quiero un güevo a Carmen y a Francisco, al Guti y a la angelical y sufrida Adela (los olvidos, a veces, toman dimensiones extrañas y literales que no tienen nada que ver con el devenir diarístico rápido y fugaz –o fugitivo–). Y mi expresión no es otra –en este caso– que la que me produjo el rodar de unas lágrimas y las naricillas rojas de Julia y Nena... un sentimiento, en fin, que habitó en un instante.

Shen Congwen Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Diario Africano , Jesús Urceloy [Y Marisol] , José Luis Peña , Juan Hernández Heras , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on martes, julio 25, 2006

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Jesusito Urceloy siempre llega rodeado de gente maja, y esta vez ha vuelto a hacerlo. Ayer me salvaron del rollo currero de los libros de fiestas y ferias para sacarme a tomar unas copas y me divertí hasta que el colega cayó fulminado por el atrevido Morfeo –tiene cojones ponerse a lanzar flechas hacia el cuerpo de Urceloy a eso de las dos de la madrugada. Una faena–. Y mi floja memoria –otra faena– no me permite esta mañana recordar los nombres de sus acompañantes, un joven con vocación de hombre tranquilo y con un prometedor futuro literario y un soltero estupendo con cara de póker y sonrisa blanca en los ojos, una sonrisa llena de buenos augurios que espero se hagan realidad muy pronto. Gracias, colegas, por arreglarme el día... y disculpas por esta memoria que recuerda las mil nemotecnias bachilleras y es incapaz de recordar vuestros nombres, coño. (12:48 horas) Ya dejé escrito hace unas semanas que había encontrado el diario manuscrito de mi viaje africano con Juanito durante el mes de noviembre de 1999. Hoy me pongo como ejercicio obligatorio el pasar los textos a este diario de la manera literal más «sic». Comienzo con la consideración repetida de la literalidad en transcripción y comentando que el diario se escribió fundamentalmente durante el viaje en un todoterreno por caminos difíciles:

«DÍAS AFRICANOS* •1999• Cuaderno de Tanzania Luis Felipe Comendador *[título que figura en cubierta de un cuaderno rústico marca «Miquelrius»] Día 2 de noviembre


El viaje ha sido tedioso, pesadísimo. Sólo ha merecido la pena poder ver la inmensidad del Sahara y el magnífico macizo de Los Alpes. Fue una pena no ver el Nilo, pues lo tapaban las nubes. El trayecto en la KLM se hizo muy incómodo, pues las aproximadamente 8 horas de viaje estuvieron marcadas por la estrechez de los asientos y por una moza –que iba delante de mí– que se puso cómoda y me hundió ne la miseria. La llegada a Arusha fue espectacular, de noche. Bajamos Juan y yo los primeros de avión. En la entrada internacional había unos funcionarios con pocas ganas de hacer nada. Nos hicieron el visado en un papel viejo y nos cobraron 25 dólares por cabeza. A la salida de este recinto nos estaba esperando José Luis Peña, un vasco del MPDL que lleva expatriado un año y medio y que está haciendo una labor realmente magnífica en Tanzania. Con él venían una chica de Ávila, ingeniero agrónomo, y un chico de Segovia que llevaba sólo 4 días en Arusha. Nos tomamos unas coca-colas –que aquí son enormes– y salimos hacia Arusha (desde el aeropuerto hasta la ciudad hay una media hora de camino) encontrándonos con diversos controles de policía –con el fin de conseguir dinero. Ya en Arusha (...) a la que llegamos conducidos por Yuma, un nativo que conduce siempre con la luz larga y que adelanta donde haga falta, que tiene más peligro que Alejo en la Real Academia.

Día 3 de noviembre Arusha: He dormido bien, aunque poco; pero lo mejor es que se me ha pasado bastante la diarrea con la que llegué a Tanzania. Amanecimos a las 6,30 h.; una ducha, las abluciones de rigor y un desayuno fuerte (huevos, mango,


plátanos) y nos vamos a conocer el proyecto de Longuido. Nuestro conductor, Yuma, sortea los infinitos obstáculos de la carretera. Dejamos atrás el monte Meru, que pone marco a Arusha, y nos diri(j)imos hasta el monte Longuido por 80 Km. de carretera asfaltada en los años 60 –sin reparaciones desde esa fecha– y por 30 Km. de una pista de sabana llena de dificultades orográficas. Esta primera salida nos pone de pronto en África. La salida [Mairowa] de Arusha es magnífica, rodeada, como está, la carretera en sus dos flancos por los pequeños puestos de los nativos –todo color y bullicio–. A medida que nos acercamos al monte Longuido, se va poblando la sabana de pu[n]tos de colores vivos cuidando grandes rebaños de cabras y vacas. En el desvío de la carretera hacia el enclave del proyecto MPDL visitamos el pueblo de Longuido, donde pudimos conocer un proyecto de teléfono rural que va tomando cuerpo poco a poco para comunicar a toda la zona. Después tomamos la pista hacia el sitio de Marinowa –lugar en el que el MPDL ha rematado un hermoso proyecto que ha llevado viviendas, sanidad y agua a una concentración importante de Masaai’s. En el camino pudimos ver algunas jirafas, varias gacelas de Grant, varias avestruces y simpáticas ardillas de tierra (hicimos diversas fotografías). Ya en Mairowa, hablamos con el alcalde y en su compañía visitamos las obras acabadas, que constan de una edificación para hospital (ya en uso), dos edificios de 4 viviendas, diez letrinas, diez baños y 4 cocinas a lo que se suman dos poz[os] (uno por edificación). El tiempo discurre ante la mirada absorta (por ambas partes) de varios masaai’s y con la compañía del médico de ete enclave –CLAVERY KIMWERI MUUNTA–, que nos cuenta con detalle los problemas sanitarios de la población y, en su amabilidad, nos muestra su casa actual –que no tiene nada que ver con la vivienda que le ha construido el MPDL–. También visitamos una escuela de cinco aulas y disfrutamos fotografiando a los niños, que se vuelven locos por posar para nuestras cámaras. Para terminar, José Luis Peña hace las últimas labores de recogida de datos y regresamos a Arusha. Comemos unas latas en la pista entre ganado masaai, acompañados de Yuma, nuestro conductor, John Fabino –capataz de las obras del MPDL– y un tipo que trasladamos hasta Arusha. Hay un encuentro curioso entre Juanito y dos masaai’s (un niño y un joven) – recordar historia del regalo del mechero y el bolígrafo que les regaló)–. [Esta historia está contada con detalle, al igual que se hizo con el resto del diario, corrigiendo, pormenorizando y aumentando datos, en un trabajo de 150 páginas que al día de hoy tengo perdido].


Ya en Arusha, Cocacola –describir las bebidas–, cigarro –describir los cigarros–, ducha –describir cuarto de baño–, cena en un chino magnífico –describir la comida y el lugar– y copa en un pub para ingleses, Discobery Pub –describir–. Al llegar a nuestro hotel, intentamos llamar a España. Es imposible. No hay línea en toda la noche. Día 4 de noviembre Durante la noche ha llovido bastante. Me he despertado a las 6 de la mañana y he encontrado Arusha con el cielo cerrado, paradójicamente sólo se veía con nitidez el volcán Meru, al que iluminaba un sol que era incapaz de iluminar a la ciudad. Después de una ducha caliente, me fumo un cigarro en el balcón de mi habitación y disfruto del colorido paso de los críos que se apresuran para ir al colegio. África es bella desde toda su miseris. Los africanos son felices entre toda su miseria. Los niños visten uniformes sorprendentes: (...) jerseys en color azulón –un índigo casi insultante… y faldas o pantalones grises. Es totalmente plástico verlos recorrer las calles con toda la prisa del mundo para dirigirse a sus centros escolares. Me ha emocionado particularmente una imagen bellísima. Una de las niñas que corría apresurada al colegio –podría tener unos 8 años– pisó uno de los charcos que había dejado la lluvia de la noche y se manchó los zapatos –que iban brillantísimos–, se paró en seco, cogió un papel de la calle y se limpió los zapatos con gran empeño. Arusha es jacarandás y caos, color y miseria. En un descampado –un solar con señales de antiguas construcciones– que se encuentra frente al balcón de mi habitación, se reunen varios mendigos a primera hora de la mañana, se lavan con agua de los charcos, se secan con trapos sucísimos, se cambian de harapos y hacen fuego. Luego comparten la comida y ríen con estridencia. A un par de ellos se los ve realmente enfermos. [mancha roja] Es sangre. Tengo hemorragias frecuentes. DESCRIPCIÓN 1 LA CASA DE C. K. MVUNTA –Médico de Mairowa– Dentro del enclave de Mairowa, uno de los mayores status es el de médico o el


de maestro. En el caso de C. K. M. concurren las dos situaciones, pues él es el médico de ese asentamiento masaai y su esposa es la maestra. Tienen dos hijos y hasta que estén entregadas las viviendas MPDL habitan los cuatro de familia en una choza de madera de aproximadamente 4x2 mt. que tienen dividida por una cortina; en una de las «habitaciones» está la cama del matrimonio y en la otra hay una pequeña mesa llena de material desordenado, un anaquel con diversos libros y una cama menor donde duermen los dos niños. Su status se ve en el patio, que cuenta con una brillante bicicleta y un par de gallinas –y un gato blanco–. En una zona del pequeño patio está la cocina, realizada con palos y adobe. Se hace la lumbre sobre el suelo de arena. Otra de las ventajas de la casa a [de] C. K. es que está elevada del suelo por una plataforma de piedras y cemento, lo que la protege de inundaciones en época de lluvias. C. K. está totalmente feliz de poder trasladarse pronto a una casa (MPDL) bien ventilada, con ducha y letrina, con varias ventanas –su casa actual no tiene– y al lado del hospital. ––––––––––– Esta mañana, mientras José Luis ha ido a hacer unos pagos de material, Juan y yo nos hemos dedicado a pasear por la zona turística de Arusha. El monte Meru se muestra impresionante esta mañana, decorado con unas leves nubes algodonosas que lo acarician. El paseo no es fácil, asolados por los chavalillos que quieren vendernos de todo –nosotros decimos que no, porque vamos a dejar las compras par el último día–; hay multitud de puestos de golosinas tradicionales, otros de golosinas occidentales y tabaco, y las mejores tiendas de souvenirs están regentadas por indios y judíos. Una curiosidad es que existen muchos puestos para la limpieza de zapatos –el polvo tanzano es ocre y muy fino, y se mete por todos lados…; el personal se descalza y le dejan unas chanclas mientras les limpian los zapatos con betún por fuera y con un producto que no he podido reconocer por dentro; no son limpiabotas al uso y hay muchos puestos de este tipo. También hay pequeños puestos en los que arreglan relojes y paisanos sentados junto a una máquina de coser «Singer» antigua. Quedamos con José Luis en un café muy europeo del centro, el Café BAMBOO, donde degustamos un excelente café mientras Juan lee la historia de Tanzania y yo tomo estas notas. • Contar la diferencia de ritmo de trabajo de la ONG americana (?) y MPDL – ellos llevan más de un año con la construcción de una edificación y MPDL ha


resuelto en 2 meses. • Contar lo de la niña que tiró la leña en el camino y salió huyendo despavorida ante nuestra presencia. • Se tiran en cualquier sitio que haya sombra (contar la estructura familiar masaai). • Contar lo de los controles policiales de carretera. • Contar lo del negocio del agua. • Contar lo de las risas con la punda y describir al animal y la caída de Juanito y la curación de C. K. • Contar la relación de los blancos con los nativos –historia de Yuma. • Contar la entrada en aduanas. • Contar la comida de Yuma –un musulmán que comió cerdo. • Contar lo de las zapatillas de los masaai’s • Contar tema orejas masaai’s. • Contar lo de los nidos en las acacias de pinchos, lo de las termitas y lo de las hormigas en simbiosis con los arbustos. • Taxis: Daladalas • Empanadas: Sambusa (carne y vegetales). [flecha y letra de difícil legibilidad] Antes de salir para Mangola Chini pasamos un par de horas esperando a José Luis, que fue a buscar su billete para España; durante la espera, Yuma nos enseña un poco de SWAHILI con su media lengua de inglés y un montón de señas. Juan se divierte con el aprendizaje, y como la espera se hace larga, le cantamos algunas canciones a yuma. [asterisco y aparte en otro color de tinta] * Imposible escribir en el coche. • MTO WA MBU - El Río de los Mosquitos • WALI ROSTI - plato que comimos (habas + arroz + carne + salsa) • Karatu: porterías [texto recuadrado] vemos niños masaai en ritual de circuncisión. El viaje hasta Mangola Chini (Mangola de Abajo) consta de tres tramos muy diferenciados, primero se recorren 80 Km. de una carretera bastante bien conservada [nota al margen y encuadrada] –2 masaai nos vende un huevo de avestruz– (es una de las mejores carreteras de Tanzania y equivale a una


comarcal mala española); el segundo tramo, de una tierra roja casi impertinente, nos lleva hasta una joya de la naturaleza, MTO WA MBU (El Río de los Mosquitos), con gran movimiento de personas, mucho colorido, mercados vistosísimos. MTO WA MBU es puerta al parque natural de Manyara, por lo que concita bastante turismo extranjero por la riqueza de fauna y flora que rodean al lago salado Manyara. En «El Río de los Mosquitos» comemos a la africana NEW WANCHI (nuevo paisano), Wali Rosti (arroz con asado), que es un arroz blanco con carne asada, unas habas y una salsa roja. Acompañamos la comida con una botella de jenjibre y con un calor abrasador –el ambiente de MTO WA MBU es ciertamente insano y asfixiante (los africanos nunca se quedan a dormir allí). José Luis ordena a Yuma que vigile bien el coche durante la comida, pues en MTO se producen bastantes robos. Una vez comidos, salimos inmediatamente de camino. Paramos en un puesto para comprar unos deliciosos plátanos rojos y unas papayas, y tomamos la salida de MTO por una cuesta de pura selva llena de babuinos (los intentamos fotografiar). Iniciamos una subida dura y pedregosa alrededor del Manyara. Durante la subida llegamos a ver elefantes en el valle –unos 12. • FOTO CARTEL BAR: «YO TE PUEDO SERVIR, PERO ME DA MIEDO PRESTARTE». Y fotografiamos desde altura (...) los cortes del terreno del Parque Nal. Manyara. Seguimos camino hasta Karatu, donde José Luis hace una parada de trabajo para contratar la elaboración de material deportivo con un herrero. Hasta Karatu todo era tierra roja y finísima, a partir de Karatu, la arenilla se vuelve ocre y gris ceniciento, y se pega a los árboles, a las piedras, a los hombres, a los animales, mostrándonos un espectáculo bello y desolador, casi fantasmal. Llegamos al cruce de Mangola y dejamos a la derecha la carretera del Ngoro– Ngoro. Entonces el camino se llena de dificultad y tardamos tres horas en transitarlo (45 Km.), unas veces por el camino marcado –un auténtico pedregal–, y otras veces campo a través. Por el camino vemos un grupo de cinco jirafas a lo lejos y se nos cruzan varios diki-diki’s, que son gacelas enanas del tamaño de un perrillo. Como huyen deprisa, se nos hace imposible hacerles fotos. También nos encontramos con unos críos de unos 5–6 años que


cuidan rebaños de cabras y que al ver nuestros coches huyen despavoridos con sus enormes machetes en la mano. Al acercarnos al entorno de Mangola nos topamos de frente con la Montaña del Leopardo y empiezan a puntear los baobás (encontramos uno florecido), los árboles salchicha, los árboles candelabro, los árboles botella –un auténtico espectáculo. Llegamos a Mangola con la noche puesta y cenamos queso y chorizo que hemos traído de España. Por la noche nos sentamos a la fresca con unas sodas y la botella de ron que nos regaló Miguel [Alquitara] y charlamos hasta las 2,30 de la madrugada de todo lo divino y lo humano –también llamamos por teléfono a casa– [gracias al teléfono por satélite del MPDL]. De la noche queda el recuerdo de las cucarachas más grandes que he visto en mi vida –viven de lujo en la letrina, hacen su trabajo de zapa y no molestan. La dormida es terrible debido al monzón seco que sopla toda la noche y te hace sudar mucho más de lo imaginable. Nos dimos repelente de insectos, pues la luz de la casa los convocaba. Despertamos a eso de las seis treinta de la mañana, un lavado de cara y de cabeza con el agua escasa de una palangana para tres y desayunamos plátanos rojos y un café con leche. Seguidamente visitamos las obras del MPDL (escuela, casa, letrinas, pozos, duchas), luego buscamos altura para poder divisar el valle en toda su magnitud (hacemos muchas fotos de ese valle fértil). Después viajamos a GORFAN, donde nos reunimos con el presidente de la Tarafa (provincia) ABDUL BARIE, que me parece inteligente, con instinto político y con capacidad de gestión –quedo sorprendido por la impresión que me deja este individuo. Mantenemos una larga conversación muy beneficiosa para las dos partes. Antes habíamos tomado un café en un bar regido por una «mama» de bellos rasgos somalíes y con una sonrisa indescriptible –le hice un par de fotos que le agradaron. Vuelta a Mangola Chini y comida en un hoteli: arroz, verduras, patatas con carne –muy parecidas al calderillo– y soda –tres comidas… 500 pesetas. • En Mangola Chini habita la tribu de los iraqw (agricultores), tatooga (ganaderos nómadas), HADZABE (cazadores recolectores bosquimanos) y varios emigrantes de origen bantú. Descansamos después de comer, nos hace Juanito un café y cargamos en el camión un montón de material para entregar a los participantes en un


seminario sobre deporte. Con todo el material vamos al colegio A de Barasani, donde se encuentra el grupo participante en dicho seminario. Asistimos al discurso de los distintos profesores y Juan termina repartiendo los obsequios a los distintos participantes, que constan de camisetas, balones, redes y todo tipo de equipamiento. Al terminar, descubro que dos de los profesores hablan castellano: Vicente y Charles. Vicente me explica que estudió educación física y deporte en Cuba en el año 81 y pasamos un rato magnífico. Mientras habla Vicente, se acerca Charles y entra en conversación, y descubro que es un auténtico cachondo; me dice que le llame Carlitos y me cuenta que estuvo un mes en Madrid intentando ligar, pero que no le salió corte. Se vienen estos dos profesores con nosotros hasta la casa MPDL (les acompañan otros dos que sólo hablan swahili). Les invitamos a sodas y queso –teníamos las sodas justas– y después de una agradable conversación, quedamos para charlar en un hoteli de Mangola al atardecer. UNA COSTUMBRE AFRICANA En África se suele hacer sólo una comida fuerte a eso de las doce del mediodía, y hasta esa hora se aguanta con un té negro. La comida es a base de arroz, carne, alguna verdura y una salsa. Nunca se bebe durante las comidas y los platos son tan abundantes que yo no logro comerme mucho más de la mitad de su contenido. EL AGUA No hay agua corriente, y hay que desplazarse unos kilómetros para llenar bidones en un manantial. De esos bidones sale el agua para el consumo humano, que ha de filtrarse con un filtro de piedra caliza, pues está llena de bacterias, y con el resto del agua –siempre muy poca– hay que hacer el aseo personal y lavar la ropa. • Tratar el tema de agarrarse de la mano para negociar. ––––– A eso de las 8 de la tarde, ya bien anochecido, Juan y yo –pues José Luis tiene trabajo– nos acercamos a tomar unas cervezas con Vicente y Carlitos, atendiendo a su invitación de la tarde. El hoteli donde hemos quedado resulta


ser un puticlub y cuando llegamos, notamos cierta tensión. Primero por parte de nuestros anfitriones –que eran doce–, que estaban probándonos; y segundo por parte de la clientela del garito, para los que resultábamos un componente altamente extraño en su territorio. Nos sentamos en una terraza al aire libre, y aguantamos la tensión unos 20 minutos. Juan se había sentado al lado de Carlitos y yo lo hice al lado de Vicente. Nos pidieron unas cervezas (que estaban calientes como caldo) y hablaban animadamente entre ellos en swahili (sólo respondían en castellano Carlitos y Vicente a nuestras preguntas). Durante todo este tiempo, y con una rapidez pasmosa, no hacían más que entrar y salir hombres de un cuartucho sin luz. Entraban en silencio y salían a los 2 ó 3 minutos seguidos de una chica muy joven que siempre llevaba en sus manos una palangana. Frente a mí, en una especie de escalón que rodeaba a la terraza, se sentaba el chulo, un negro muy bien formado y vestido como el mejor rapero americano: gafas de sol doradas, gorra de lujo, cazadora tejana... Se apoyaba contra la pared del garito, bajo una ventana. Cada cliente que salía, pagaba a la chica de la barra, y ésta le entregaba el dinero al chulo por la ventana, que lo contaba a la vista de todos y se lo guardaba en un bolsillo de su cazadora. La conversación seguía su curso tenso y baladí hasta que se me ocurrió contarle a Vicente algunos sistemas de organización educativa que podrían ser aplicados en Tanzania. Vicente se animó bastante con este tema de conversación y de vez en cuando me cortaba para traducir mis palabras a sus compañeros, que se iban mostrando cada vez más interesados. Juan, por su parte, también había abierto un frente importante con Carlitos, que comentaba entusiasmado y en voz alta las palabras de Juan. De estos temas específicos de la educación fuimos pasando a otros temas de más interés para nosotros, y dimos el meeting con tanto entusiasmo que llegó un momento en que los clientes que venía(n) a echar su polvo se quedaban alrededor de nuestra mesa (sumando cada vez más gente a la tertulia) y hasta el chulo, desde su posición más alta y dominante, empezó a asentir con las manos y la cabeza, apoyando entusiasmado nuestras palabras. Fue una noche realmente mágica en la que todos salimos con ganas de hacer la revolución necesaria –hasta el chulo del hoteli de putas–. La noche era cerrada y no se veía nada –no había luna–. Carlitos se levantó y dijo en alto: «Vamos a acompañal a los helmanos españoles hasta su casa», y todos se vinieron hasta la casa MPDL hablando a viva voz de todo lo que falta por hacer en el mundo. Vicente reía a carcajadas


mientras me decía: «Dios os bendiga, helmanos, que nos habéis hecho vel la lus». Cuando ya llevábamos un cuarto de hora en casa, se oía el bullicio del grupo a lo lejos dando voces. Creo que todos fuimos muy felices, y por ello brindamos con ron esa noche, antes de acostarnos y después de ver todas las constelaciones con la claridad más inimaginable. El temor se había convertido en júbilo. Juanito y yo le habíamos echado dos cojones al asunto y la habíamos montado –otra vez– en un puticlub del culo del mundo. Todavía hay esperanza. [Nota autógrafa del Gobernador de Karatu] John S.M. Lussingu District Administrative Secretary Karatu District U wish you all the beste and good journey home 6/11/99 [firmado] 6 DE NOVIEMBRE Esta noche he dormido desnudo del calor que hacía. Ya no tengo ese temor a los mosquitos con el que llegué. He dormido realmente bien, me he despertado a eso de las 6,30 con el canto de los gallos –que son muchos– y he tenido dos apretones tremendos –no he podido anegar la letrina–. El desayuno ha sido frugal: un plátano rojo y una taza de café con leche condensada. Luego he salido a hacer mis abluciones con una pequeña palangana: Me lavo la cara, la boca y la cabeza y hacemos unos minutos de charla relajada en el salón de la casa –me siguen dando muchos retortijones–. Después colocamos un poco el almacén y hacemos tiempo para ir a inaugurar la escuela MPDL. Llegan todas las autoridades de la zona y salimos con los coches a tope hacia el lugar donde está situada la escuela. Revisamos la zona acompañados de todas las autoridades y comienza un acto extensísimo en el que hablan todos los representantes de las diversas tribus y venga a echarnos flores (aunque yo no entendí nada de nada) -aquí tendrá que hacer un resumen José Luis, al que aquí los nativos llaman «Peña». Cuando termina el acto, el jefe de los ancianos nos nombra a Juanito y a mí ancianos de la tribu IRAQW, y a José Luis le nombran guerrero. Nos reímos un


montón vestidos con la tela de cuadros y con el bastón. Al terminar nos reunimos con las autoridades más importantes en la casa MPDL. También nos nombran «Hombres Honorables».

Ya en la casa, reunidos alrededor de unas sodas, cambiamos impresiones con el gobernador, con el jefe de la Tarafa y con el pastor luterano. Ellos nos reiteran su agradecimiento y su admiración y nosotros les damos nuestra impresión general sobre Tanzania, les decimos que apenas hay guías sobre este país y les recomendamos que hagan una un esfuerzo desde el gobierno para hacer una guía seria del país con rutas y multitud de detalles. Después de una larga conversación hacemos una despedida formal. Ellos se van –o dicen que se van, porque cuando vamos a comprar sodas José Luis y yo, están todos en el hoteli de putas. • INCISO PARA UN RECUERDO: en «El Río de los Mosquitos» vimos a un negro albino impresionante, iba en bicicleta con todo el cuerpo tapado y con un sombrero de ala muy ancha. Los dientes eran enormes y le daban mucho dramatismo a su cara color canela. Los ojos eran como irreales. Peña y yo nos tomamos un par de sodas en el hoteli mientras nos llenan la bolsa nevera con bebidas y charlamos sobre un proyecto fallido de ISF, sobre los misioneros –auténticos caciques del valle– y sobre los proyectos en Mangola de Médicos del Mundo. En la mesa de al lado un hombre deforme se toma dos vasos de leche agria apenas sin respirar. El dueño del hoteli conserva la leche en una nevera de queroseno. Volvemos a la casa y Juan, que se había echado un ratito, acaba de levantarse. • INCISO POR UN OLVIDO: Cuando se marcharon de casa las autoridades nos preparamos una buena fabada acompañada de lomo, chorizo y paleta de cerdo.


El día es especialmente caluroso y nos quedamos en casa hasta el atardecer bebiendo continuamente con la intención de estar bien hidratados. Cuando el sol empieza a caer, damos un paseo hasta el lago Eyasi, que en este tiempo está muy reducido por la sequía. El espectáculo es magnífico: un palmeral en un llano de costra de sal, ibis que pasan volando con sus sonidos bulliciosos, monos de cola larga huyendo a nuestro paso, varios chacales, conejos... El espectáculo de la puesta de sol es increíble y el paisaje es de auténtico lujo. Pasamos por una zona volcánica y recogemos diversas rocas, unas parecidas a la piedra pómez, muy porosas y poco pesadas, otras de un color negro intenso y de apariencia metálica, otras de un color verde oscuro en las que supongo azufre. Volvemos a casa con la anochecida y nos pasa a toda velocidad el camión de las sodas cargado de gente. Llegamos a casa, nos ponemos cómodos y notamos que el aire huele mucho a humedad. Debe estar lloviendo en las tierras altas del Goron-goro. La humedad que empieza a tomar el ambiente se confirma con la llegada de muchos insectos. Por primera vez oímos el zumbido de los mosquitos, que es igual que el llanto de un bebé. Ya bien entrada la noche nos sentamos a la fresca y José Luis nos cuenta historias de Tanzania. La historia de los Mangati (enemigo feroz), la de los Masaai, la de los Iraqw y la de los desaparecidos Zimba, que eran caníbales que se comían a las demás tribus, llevando a sus presos como ganado (y) sacrificándolos poco a poco. Por la noche nos dormimos entre risas porque desde ahora somos «Yayo Juan» y «Yayo Felipe». Tiene cojones que uno tenga que irse de su tierra para que lo llamen «yayo». [Matamos un alacrán dentro de la casa].

Lu Xun Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Javier [Mi Sobrino] | Posted on domingo, julio 30, 2006

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Fin de semana completo trabajando con mi sobrino Javier en una historia chula con la baraja española como eje central. El proceso que hemos seguido ha consistido en el que yo utilizo en mi trabajo creativo: tormenta de ideas, concreción de un icono sobre el que trabajar, búsqueda de una idea con indicio que sostenga la creación y trabajo de zapa para encontrar los elementos precisos para que todo quede redondo. El resultado, pese a haber trabajado con velocidad, me parece que es brillante y que el chaval va a defenderse muy bien con él. Lo mejor ha sido compartir con Javier un par de días intensos –es la primera vez que esto nos sucede–, verle moverse a su ritmo, oírle pensar y notar con nitidez sus temores, su lento y elaborado proceso mental, su inseguridad y el latido de su silencio casi absoluto. El tipo lleva una tristeza tranquila encima que no es pose, algo muy parecido a una soledad discreta que tiene más que ver con una genética del carácter que con una decisión de individualidad.

Y haber compartido espacio durante tantas horas me ha hecho pensar en lo difícil que lo tienen los tipos como él: sin decisión para comerse el mundo cuando se tienen capacidad e inteligencia para merendárselo. No sé si es


timidez o temor lo que le frena, pero lo cierto es que hay un valor grande que no encuentra forma alguna de provecho. Sólo se me ocurre –y lo escribo– que su mejor salida tendrá que correr por los caminos de la enseñanza, circunstancia que, me temo, le va a acarrear un complicado nudo gordiano en su cabeza, un nudo que le hará sufrir hasta que logre buscarle su lado Houdini... Y me gustaría decirle a voces: «¡Vamos, colega, cómete el mundo, arriesga, pelea, grita, haz tu primera boutade a lo grande y respira el aire fresco de la libertad personal; busca el dolor y el placer justo hasta el vértice del abismo, siente que la vida se convoca cuando se es consciente de que la cuerda se afloja bajo tus pies y has de encontrar el punto de equilibrio...». En fin, que la vida es un desperdicio por culpa, sobre todo, de un sistema que eleva a los audaces –aunque sean imbéciles– y pisa con saña a los templados por el conocimiento y la sensibilidad. Javier es un tipo extraordinario... pero el mundo no está diseñado para los extraordinarios. Quiero a este chaval, coño.

Zhang Kangkang Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on martes, agosto 01, 2006

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Derrotado y cautivo, mi cuerpo hoy no tiene ni un puñetero aliento para escribir.

Bei Dao Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Orihuela , Festival De Blues , Gerardo Manuel Rico González , Malick Y Youssouph , Marcos Díaz , Miguel Ángel Sánchez Paso , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on sábado, agosto 05, 2006

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Mucho que contar de estos días de silencio y salidas nocturnas, como que han venido en visita de ver y no ver Antonio Orihuela con su Mar y su Ángela, derrotaditos de viaje y con ganas de posar sus cuerpos en Salamanca –dejaron botellita de vinillo de naranja moguereño–, que la furgoneta ha quedado herida de muerte en el puerto de Vallejera, que Marcos Díaz ha reseñado de vicio mi visita a Hervás en «La Crónica del Ambroz» –gracias, colega–, que acabé con la pesadilla del libro de fiestas de Guijuelo sin demasiadas heridas, que me cisco en todos los muertos de las encuadernadoras «Horizon» y que estoy de blues, que es como estar de vacaciones chulas.

Y del «estar de blues» me van quedando estampitas que guardar en plastiquitos para verlas con tiempo y con espacio: Un Alberto Hernández chulo haciendo de padre y esposo y amigo nocturno –no se puede ser noctívago con tanta compañía, pero sí feliz– y jugando a una cosa Requena –el abuelo–, pero de mucho mejor rollo y sin peligro alguno de muerte; Miguel, feliz; Juanito,


«ensulugardescansen» de pollo y pimientos, de bacon y queso, de tortilla y buen rollo ejemplar y moderno; Gerardo y Elena, con swing perdulario –sin perder las formas–; Javi Fuentes en clase de tropa –como siempre–, con chaleco grave y portaacreditaciones de subjefe máximo –de aquí para allá luciendo el palmito de profe EDF–; Luisito y Toneti, con culo en barrera toda la corrida; Isi, dios de barra –debiera el supremo hacedor del «Blues/Béjar» hacer un llavero con este perico, un icono fijo bien reconocible–; Malick y Youssouph, haciendo sus danzas tribales de festivos negros; Mi niña y sus «grupis», luciendo el palmito de la edad más gansa –qué envidia–...

Jacinto con Charito y Ríchar –el trío calavera–, la estirpe Rodríguez Antúnez cumpliendo al completo con su rajatabla de «que la muerte me pille bailando», El grupo de «jipis» foráneo de todos los años a su bola eterna de porros y gestos tranquilos –qué envidia de gente–, niñas en perneta, viejos con turbantes y barbas de risa, padres de familia con pase pernocta, solteros de siempre con vaso en la mano, casadas de teta postiza moviendo el trasero, viudas alegres, progres a medida de Yanko y Lacoste –me incluyo, por cierto–, algún fascistilla con disfraz rockero, nuevos ricos chulos de BMW y churri, bejarahuis viejos, antiguos bajistas de grupos perdidos, tres grunges, seis con cuatro «ciegos», el mamao de turno bailando a su bola, la niña de Mahou luciendo su cuerpo –¡qué cuerpo!–, la niña de Justo –ya madre y esposa– vendiendo boletos en la zona noble de los «merchandaisin», Albertito junior de precamarero, Luisito Rodríguez vestido de negro, Javi con sonrisa de pulmones nuevos, la Fus con su novio –va a haber buen arreglo si la cosa sigue: monopolio en muertos–, bancarios orondos vestidos de gente –se les nota un güevo–, vestales Donosti ligando a rockeros, chicas de provincias, políticos, siervos, periodistas –malos y muy buenos–... y música a tope para el esqueleto que me duele ahora porque ya voy viejo Hostia, que se me olvidaba... y Joseeltorero.


Mao Dun Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Antonio Orihuela , Festival De Blues , José Antonio Sánchez Paso , Miguel Ángel Sánchez Paso , Venta Del Bufón | Posted on domingo, agosto 06, 2006

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Acabó el blues y Béjar ha dejado de pronto de ser Chicago para volver a su cosita ibérica de miserias políticas y paro a ciencia cierta, de calles oliendo a alquitrán electoralista y cerdos chillando en el matadero ilegal de Palomares un olor infecto a muerte y a sangre podrida, de especulación urbanística menor (comparada con Marbella) y de pueblo/pueblín con ínfulas y madrileños por las cuatro esquinas. Agosto es perro en Béjar porque lo hacen perro los políticos gobernantes con sus obras a destiempo y los turistas de baratillo con su ocupación masiva y destructora. Pero a mí no me importa, pues persevero en mi soledad y me encierro hasta el olvido –sólo me joden el café y alguna cena prevista que no se puede realizar por «comedor completo». Ayer, sin ir más lejos, con la voluntad de invitar a cenar a Mar y a Antonio Orihuela –que se vinieron desde Helmántica a ver el festival de blues–, tuvimos que conformarnos con unos bocatas de pollo con pimientos, pues no hubo forma humana de encontrar mesa libre. Menos mal que son colegas comprensivos y vieron el percal consumista veraniego y la falta de servicios


que padecemos en nuestra ciudad estrecha y cusaquiana. Lo mejor fue la visita a Candelario, que se resumió por la parada “y fonda) en La Casa de la Sal con el fin de que la conocieran mis colegas. Josetxo Lamis nos trató de lujo, nos enseñó todo con detalle de guía donosti, nos invitó a unas cervecitas de lujo en su patio/corral/terraza y me regalo una pintura suya de una vista de uno de los puentes de San Sebastián en colores inquietantes que presumen un pasado duro del pintor en aquella tierra Uría y Concha. Un cielo de tipo.

Y con los bocatas nos llegó un golpe de heavy inesperado de la mano de Tea, un grupo desubicado en el festival en lo que a mis gustos se refiere. Pero llegó Big Joe Turner para dejarlo todo en su sitio con ese blues Tenessee que a mí me llega –me encantó el concierto del gordito con sombrero, sí–. Del Scot Henderson pasé, no sé si por agotamiento o porque me resutó un blues duro y muy poco adecuado para mi estado de ánimo final. Me vino bien el despiste, porque me dediqué a observar al gentío, que a ratos se hacía gleba; hasta llegué a fijarme en un motero gilipollas que estaba mamao como un perro y que se enzarzó con Juanito –los imbéciles tienen problemas para procesar con quién se meten– e hizo un amago de tirar la barra de los bocatas (sus colegas moteros subsumieron la violencia en grupo HD y se lo llevaron de allí a dar la barrila a su puta madre). Y fuera de este incidente, Paco Novelty con su eternamente bella Marina, un colega sevillano –el hijo de Mila, una antigua amiga de mi madre– al que abracé con ganas, la pareja Hernández sin niñas y dando ejemplo de lo que es la hermosura tranquila, Luisito con su sonrisa mística que encierra no sé qué siempre, Miguel feliz y agotado, José Antonio Sánchez Paso en una soledad demasiado política, algunas pollardas desubicadas con zapatitos de tacón y gafas Gucci... y los enfermos de siempre,


enfermos de soledad, de alcohol, de timidez, de vergüenza, de dinero, de pose... pero pagan entrada, que es lo que realmente importa para poder cerrar las cuentas con cierta holgura.

La sensación general a toro pasado es que hay un montón de pasaítos de rosca que están acelerando hasta el límite del peligro, que aún quedan tipos interesantes –aunque pocos–, que el blues clásico me gusta de verdad y que los experimentos es mejor que se hagan en La Florida, que esta cita bluesera sigue siendo aire fresco para mis pulmones cansados de humo y que animo a Miguelón a seguir tan loco de atar como lo ha estado hasta ahora. (17:15 horas) Café con Albertito Hernández en La Venta del Bufón con intercambio de cromos (yo puse libros y él puso todas las fotos del festival en 3 CD’s). Béjar empieza a recuperar el tono cutre de siempre y yo vuelvo a mi encierro.

Tongxiang Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Marciano | Posted on lunes, agosto 07, 2006

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Me llegó esta mañana «La Aldaba» del amigo Marciano y me encuentro – después de varios años sin colaborar en prensa– con que el artículo que le envié sobre el festival de blues aparece sin los guiones que llevaba el original, por lo que algunas ideas se descontextualizan y otras no se entienden, lo que me indica que el tema de colaborar en prensa es igual en todos los tiempos. Lo dejé, entre otras razones, fundamentalmente por eso. Y ahora no sé qué hacer, me había animado a lanzarme de nuevo a ese ruedo de palabras, pero esto me va a hacer pensármelo dos veces. En todo caso, estoy muy agradecido a Marciano por el espacio prestado y por el ofrecimiento generoso de las páginas del periódico que dirige. (23:01 horas) Ya voy comprendiendo que soy un virtuoso de lo inacabado y me voy a instalar definitivamente en esa casa común habitada por tantos tipos raros. Lo haré dándome una fiesta a mí mismo y comiéndome un helado de nata con chocolate para engañar al calor.

Chuang Hsin-cheng Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , René Descartes , Vidal Peña | Posted on martes, agosto 08, 2006

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A la vez que hago efectivo el pago de mi nuevo coche –no contaba yo ahora con este gasto, pero mi Takuma suena a ventilador viejo–, me comunican del taller que la furgoneta de mi empresa ha gripado su motor y debe ir camino del desgüace... ¡Estoy en puta vena!, pero, en fin, la vida es para vivirla y el dinero para gastarlo –¿o era al revés?–. No le daré muchas más vueltas, estrenaré mi coche y disfrutaré de él lo que pueda. (22:16 horas) Esta noche he vuelto a leer un poquito después de unas semanas sin poder hacerlo por causa del trabajo y del blues. He retomado la «Meditaciones metafíscas» de don René Descartes en una edición de Vidal Peña-KRK, ese servicio inteligente a la omnipòtencia de un Dios perdulario – qué inocentes y bellas diatribas– o la inseguridad sobre el pensamiento y la existencia... en fin, esas cositas con las que yo disfruto tanto enredando y enredándome.

Mi lectura la cortó una llamada de mi hijo Felipe para contarme llorando de rabia las diferencias con su hermana, y yo me cisco en todo lo que se mueve, pues he intentado siempre enseñar a mis hijos el valor del diálogo y la ventaja de la palabra sobre la agresión, y me consta que en su vida social fuera de casa lo practican con buenos resultados, pero en casa se vuelven monstruos


intratables... Y yo no sé cómo solucionar esta jodida distorsión que nos afecta a todos los que convivimos en ese espacio cerrado: la cría, una cría de dieciocho años, anda aún autoafirmándose –manda güevos– y está jodida por su fracaso escolar –un fracaso del que es la única y exclusiva culpable– y las consecuencias que ello le trae (charletas, falta de pelas, inseguridad de futuro, pérdida de colegas que se van a la universidad...), y todo aliñado con un desorden físico y mental en el que no sé poner ni una puta coma... Todo se traduce en posturas defensivas absurdas y en una violencia verbal (especialmente hacia su madre y su hermano) que a veces me saca de mis casillas y me lleva a su puñetero terreno... al final, la moza se transforma en pura ingratitud hacia los que la sostenemos y es incapaz de procesar lo que debe poner en la balanza para que todo se haga estabilidad y calma. Lo que más me duele es que la moza reúne valores importantes y se está jodiendo la vida ella sola, entrando en una espiral que no sé cuánto tiempo podre aguantar como padre –¡qué jodido es ser padre de una eterna adolescente!

El mozo, mi Felipe, está en el justo tono de su edad, con las hormonas hirviendo y con una interminable fase escatológica que agota. A todo eso –que ya parece bastante– se suma un puntito de hiperactividad que cabrea... Con esa mochilita de lujos choca de frente con su hermana y los choques son violentos de cojones... Y él es generoso, todo corazón, listo como los ratones coloraos y tan claro como el agua cristalina... Una bomba. Y Ángeles, Guillermo y yo padecemos su guerra de guerrillas al punto de la locura, sin saber cómo poner solución a lo que tiene todos los apellidos de un fracaso que me tomo como personal, mi fracaso como padre. Y me dan unas


ganas enormes de mandarlo todo a tomar por el culo... pero no puedo, porque son mis hijos, son mi responsabilidad, son mi miedo eterno... y el amor que les tengo me lacera hasta dar golpes a las paredes en solitario y hasta morderme la lengua para no decirles con dureza todo lo que me pide el cuerpo. El amor es cabrón a veces... y los hijos también... porque nos destruyen, nos pisan, nos degradan, nos vejan, nos dejan sin aire y sin esperanza. Mi felicidad son mis hijos, sí... y también mi desgracia.

Zhang Chengzhi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Política | Posted on viernes, agosto 11, 2006

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Vivo en Tontobéjar Ville, coño. Con la gongorina cruzada de ganar las enésimas elecciones, el grupo que desgobierna en mi puto pueblo de mierda se ha puesto a cambiar las cosas de lugar para crear esa sensación tan chula de apariencia que te da algo que vender a los ciudadanos estúpidos, y no se les ha ocurrido otra cosa que pringar las calles de asfalto en puro julio –cuando viene la gente de fuera a pasar unos días de asueto– borrando todas las señalizaciones de tráfico y, para más inri, cambiar la doble dirección en las dos arterias principales de mi ciudad (por ínfulas de sus habitantes) de mierda. Pues bien, los accesos a la Plaza Mayor, que antes eran directos por una vía franca –la calle Colón–, ahora son todo un laberinto que ni los habitantes del lugar sabemos desentrañar. Si partimos de la Plaza de España, tenemos tres


soluciones de llegada a la plaza de la Piedad y a la Plaza Mayor (centro histórico): 1ª. Meternos por Puerta de Ávila (prepeatonal) y subir hacia San Juan a contracorriente, pues su vía natural está abierta de cabo a rabo por obras – lleva un par de meses así–, torcer hacia el mercado de abastos –ya que la calle que llevaría de la forma más directa, tiene obras en viviendas con acumulación de escombros hasta media vía– y sortear los ocho vehículos estacionados sobre el acerado del mercado con sus consiguientes choques de espejos. De allí, por la estrechísima calle del Teatro Cervantes –que han estrechado más por un vallado infecto que avisa de nuevas obras municipales–, desembocamos en San Gil –donde han colocado unos «deliciosos» obstáculos en forma de enormes maceteros de hierro fundido salteados con unos pirindolos de estética «Aceros de Llodio» [¿haceros de Llodio?]. Y de ahí a la jodida plaza de La Piedad con tres megaobras, dos grúas y unos tipos que siempre te miran con ojitos de carnero degollao para explicarte que ellos están trabajando y no puedes detenerte allí (tú no trabajas nunca, claro). La opción que te queda es rodear la placita y bajar por la Calle Mayor hasta la Plaza Mayor... pero siempre hay un camión de tipos que «están trabajando» que impide ese acceso. Solución: como en Tontobéjar Ville han decidido cambiar el doble sentido de las calles, para poder llegar a la Plaza Mayor tienes que bajarte por Colón hasta Olivillas y subir por Padre Roca –toda la vuelta a la ciudad por fuera–. Para más inri, lo han pintado todo de azul porque deben tener un conchaveo agarragüevos con los zonazules de turno. Un lujo. 2ª. Ir por Ronda de Navarra (este recorrido es especial para camiones) con el peligro de encontrarte un autobús o un camión grande en la salida de las Salesianas en sentido contrario a la dirección única –esto sucede porque no tienen otra opción dada la estrechez de las callejuelas de salida–... paso, coño, paso...


El caso es que estoy que ardo de rabia y cabreo, porque para entregar hoy un par de trabajos de mi empresa a nuestros clientes he tenido que dar dos vueltas completas al circuito más gilipollas jamás imaginado, un recorrido que me ha costado 48 minutos que le he robado a mi trabajo, y eso sin contar el gasto extra de gasolina –que debiera pagar de su bolsillo el iluminado gobernante al que se le ha ocurrido este caos preelectoral. Una ciudad que quiere cambiar, periquito gobernante, debe ser sometida antes a un proyecto global serio y cabal en el que se estudien los perjuicios y los beneficios que irán a parar a la cabeza de turco del ciudadano. No se puede cambiar el decorado sin contar con un fondo urbanístico en el que reine la lógica y la razón... y si se cambian las señales de dirección, habrá que quitar las antiguas para que el sufridor no se confunda, coño, que después de un prohibido hay un ceda el paso, o un peligro por el ancho de vía, o un paso preferente a la dirección de entrada a vía. Como putas cabras están estos tipos, y me han cabreado tanto, que me parece que este año lo voy a dedicar a hacer una colección pública de imágenes de todos sus desmanes urbanísticos y circulatorios, no sé, un blog abierto a quienes quieran publicar fotos diarias de lo que está sucediendo. Ya veré.

Y todo con el dinero ajeno, como lo del cambio de matadero por orden judicial. En justicia, si el político se equivoca por cabezón, debiera poner el valor de los daños de su magro bolsillo. Que estoy hasta los güevos como ciudadano, como conductor, como contribuyente, como empresario que ha apostado –arriesgando– por esta ciudad para hacerla crecer un poquito más y como indio cabreao. Para gobernar debieran exigir el graduado escolar como poco y pasar un dictado sin faltas de ortografía. En resumen, que me gustaría saber quién me pagará las horas perdidas en las vías públicas, el gasto insano de aparcar en zona azul fuera del ámbito de trabajo –necesito el coche para transportar material–, la gasolina desperdiciada en las vueltas París/Dakar para llegar de un punto del centro a otro punto que está a 250 metros... y ... ¿cómo coños llegarán los camiones a descargar en mi empresa –y las aledañas– si son incapaces de entrar por el


nudo con espejo de la calle de Las Armas? La hostia, de verdad, la hostia.

Camilo Sun Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Morante , Magdalena , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on sábado, agosto 12, 2006

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Hoy echo mucho de menos a José Luis Morante y si no supiera que está en la costa con el ombligo puesto al sol, me atrevería a llamarle para obligarle a venirse a Béjar un fin de semana. Y le echo de menos porque el contacto con la muerte lenta me pide amigos de verdad con los que charlar de largo de cuestiones que sólo se plantean en estas circunstancias vitales que hoy me tocan. Magdalena es ya sólo un objeto con la única capacidad de producir ternura y con la potencia de armar la de San Quintín entre los que la rodeamos. Su peso distorsiona en extremo y nos lleva a conocer si los lazos son firmes o hacen agua, saca lo peor de nosotros mismo y también lo mejor... y agota, agota hasta la desesperación y la derrota. Verla mirando a la nada es muy triste y muy duro, y pensarla en aquel constante ajetreo que era su norma de madre eterna me hace meditar en lo absurdo de la vida de entrega y en la hipocresía que se ha hecho dueña de nuestro mundo pequeño. Cuando ella estaba viva (vivaz) era la solución de todos nosotros, el lugar común al que acudir para una comida a destiempo, para dejar colocados a los


críos, para arreglar los bajos de los pantalones o para cuidarnos si enfermaba cualquiera de nosotros. Su vida fue de una esclavitud primaria, siempre rendida al peso de una mirada o de un gesto, sin disfrutar de otra cosa que no fueran sus hijas y sus nietos, y enredada siempre en un concepto de matriarca sin mando en plaza con todo por hacer. Una vida triste si se mira por el lado egoísta de cada uno de nosotros, y una vida colmada si se toma la jodida lente de «la familia es todo». Su final es injusto por donde se mire.

(17:32 horas) Estoy pintando de nuevo, como una fiebre, como una necesidad de dar salida a la mierda acumulada. En tres días he rematado tres cuadros – advierto que nunca he sabido empezar un cuadro sin ponerle la hora de cierre en la misma jornada. Me he metido en tamaños aproximados de 100 x 70, que es el soporte que tengo en mi imprenta. Uno lo he hecho sobre la madera de un «palé» y los otros dos sobre cartón gris. Esta vez me he obsesionado con la caligrafía, escribiendo textos en mayúsculas y jugando luego a tapar algunos ojos de las letras para conseguir unas imágenes de sombras y luces muy extrañas que realmente dicen algo de mi estado actual. Pintar me calma y me hace digerir los malos rollos con mucho mejor resultado que la escritura. Mi problema es que no domino técnica alguna y mi mano corre libre sin saber ajustarse con fidelidad a lo que tengo en mi cabeza, por lo que el resultado no sale de lo naïff. El caso es que cuando miro los cuadros terminados me siento muy bien, los quiero en su total imperfección y los miro constantemente como quien mira su enfermedad desde afuera. Me gustaría saber pintar de verdad, tener claros los conceptos de volumen y forma, y poder así conseguir resultados más cercanos a lo que me sucede, aunque lo mismo serían más fallidos y menos laudánicos. (22:19 horas) Cuando llegaba de la piscina con la familia y los suegros, me he encontrado en mi portal con Juan, un vecino del bloque del al lado que anda, como yo, en los asuntos comunitarios. Me ha contado que el ayuntamiento ha


ocupado parte de la vía privada de nuestra mancomunidad para poner tres aparcamientos de zona azul y ha colocado los contenedores usuales dentro de nuestro vial –esos contenedores estaban antes donde ahora han puesto la zona azul–. Explicaré que el señor alcalde es vecino de esa finca y ha ordenado dicha ocupación –lo que le faltaba al colega, tirar las colillas en la cocina de su casa–. No sé por qué me da que este hombre no va a acabar bien entre los vecinos, aunque me han dicho que ya tiene casa rural pacense para cuando pierda las próximas elecciones y así evitarse desagradables encuentros en el ascensor... Y sigo preguntándome qué tendrá hablado con Dorna para hacer estas ampliaciones tan chusqueras. Esta entrada la hago porque me da la gana y, además, porque me la han pedido varios vecinos.

Zang Kejia Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Mis Días De Vino Y Rosas , Mis Padres | Posted on domingo, agosto 13, 2006

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Las constantes ausencias de casa por atender a los padres –cada día más largas y en las horas que más apetece estar todos juntos– van minando poco a poco nuestro estado de ánimo y están creando distorsiones que probablemente tengamos que pagar con los años –me refiero a los hijos–. Yo creo que estamos aún en tiempo de pillar la razón y acomodar la vida –nuestra vida– con cierta lógica que no nos lleve al aborrecimiento. No sé cómo poner solución, aunque percibo que no debo ser yo quien intervenga en este asunto, pero se acerca el final del verano y todo puede


complicarse hasta las lágrimas con la vuelta al trabajo y con los críos otra vez en el colegio y con todos los horarios cambiados. Mi solución –la que veo más viable– pasa por contratar a alguien y cambiar tiempo personal y tranquilidad por dinero, pero no sé si esta posibilidad convocaría la volutad de todos... En todo caso creo que es tiempo de hablar con calma para preparar el invierno, y hablar en términos prácticos y no de a ver quién ama más –malentendiendo el amor por tiempo sacrificado sin lógica–. La logística de una familia con enfermo requiere planteamientos especiales que pasan por buscar la armonía y un solucionario viable para cada casa que no lleve a que los hijos se asilvestren y las parejas se malogren, que no se dé pie a que unos digan que ponen más que otros sin saber cómo funciona cada casa y que se creen problemas graves para solucionar otros que tendrían arreglo fácilmente.

(19:14 horas) No sé si morir duele, y esa es la única circunstancia que me preocupa de la muerte –bueno, también «la falta» referida a mis hijos y a mi esposa–, y me gustaría saber con certeza que mi muerte no me va a producir dolor físico para seguir en el pensamiento que tengo de la desaparición como algo natural que no debe ser tratado desde parámetros de temor, sino todo lo contrario, con gozo por lo acabado y con satisfacción por haber intentado aprovechar el tiempo con antojo personal y con intensidad positiva. La muerte no me da miedo, ningún miedo. El miedo lo dejo para el dolor y los hijos. Y morir es descanso casi siempre, para el que se va y para los que se quedan.Ahora voy a irme a casa y me tumbaré en mi sofá con Guillermo a ver dibujos animados en la tele, le utilizaré de mantita –todos mis hijos han sido mi mantita de sofa durante una época de sus vidas– y sentiré con profundidad cómo los quiero a él y a sus hermanos... quizás me tome una cerveza y me quede en calzoncillos toda la tarde que resta, a la mejor manera del realismo italiano, sudando y queriendo, gritando y pillando el sueño un par de minutos de vez en cuando.


Gao Xingjian Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alfred Hitchcock , David Torres , Mis Días De Vino Y Rosas , Mª Ángeles García , Pepe Servando | Posted on lunes, agosto 14, 2006

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Después de un montón de días llenos de trabajo y tensión, hoy hago puente y me siento como vacío. Al salir de casa me he dado una vuelta tranquila por Béjar para ver cómo actúa el nuevo plan circulatorio municipal y sólo me salen quejas que indican una tremenda falta de previsión y de diseño por parte de los munícipes. Lo peor es que han puesto en marcha su jodido experimento cuando más movimiento de personas y automóviles hay en la ciudad estrechísima, sin pensar en ningún momento en que las molestias que le procuran al autóctono y al foráneo son de cabreo absoluto. Sólo se me ocurre que ante la previsión de una debacle electoral en la ciudad, el alcalde y su equipo están entonando un dramático canto de cisne que, para más inri, además de molesto, dejará las arcas vacías a los que vengan.

(11:07 horas) Veo en internet que David Torres se acuerda de mí en un artículo sobre la mano izquierda de la empresa Yanko para despedir a sus curritos que ha publicado «El Mundo». «Agradecido... y emocionado...» le envío un saludo al colega de la vega, al que prometo regalarle una edición antigua del diccionario VOX escolar cuando crucemos las miradas. Zenk.


(13:11 horas) Mañana celebraré con mi mujer y con mis hijos la friolera de 24 años de matrimonio, unos años magníficos, llenos de intensidad y de libertad, con tristezas y alegrías, pero siempre en una piña tranquila. Y tengo claro que toda la armonía que he disfrutado durante estos años proviene de mi Mª Ángeles, tanquila y clara, sabiendo siempre dejarme espacio en el crecer individualmente y sonriendo ante cada una de mis boutades. Si de algo tengo por lo que felicitarme en la vida, es por haber encontrado los lazos con una mujer que desde el silencio sabe respetar la libertad sin gestos altisonantes. ¡Gracias por todo tu tiempo compartido conmigo, reina! (22:34 horas) Hoy, cuando subía a Palomares a recoger a mi familia, me he encontrado con mi amigo Pepe Servando, su mujer y sus hijos. Encantadores. El día está colmado cuando se recupera una amistad de las buenas, de las de juventud, y se aprecia que todo va bien.

La tarde la he pasado pintando un homenaje a Alfred Hitchcock y he disfrutado


como un enano manchándome de tinta china y viendo nacer lo que tenía en la cabezota metido como una espina. No me ha quedado mal del todo, coño.

Wang Anshi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on martes, agosto 15, 2006

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La capacidad de imaginar es lo que nos hace distintos, que no superiores, y de ella nos llega la suposición o el adelanto mental de los diversos desenlaces, que nos sirve de puta madre para valorar el paso siguiente que hemos de dar. Todo perfecto, pero el problema se nos plantea cuando, olvidado el instinto, caemos en la duda que no nos permite determinar con velocidad. Mientras el animal procesa en clave de instinto y resuelve generalmente en función de parámetros físicos y químicos, el hombre itroduce una variable que da lentitud al proceso por valorar opciones de tiempo que a veces no son muy determinantes para un éxito mantenido... pero sí para un estrepitoso fracaso. Yo, en todo caso, prefiero imaginar, aunque con ello alcance consecuencias de insatisfacción en lo tangible. La ventaja del hombre es que en el imaginario personal puede armarse un mundo ficticio que actúe como láudano del mundo real, consiguiendo en el proceso cierta armonía que nunca podría llegar por una serie encadenada de fracasos. El problema llega cuando el imaginario se torna negativo, cuando el proceso


mental exterior a la realidad se empeña en poner nubarrones que hacen que todo camine hacia la frustración. Es fundamental, por tanto, implicarse en conformar un proceso mental sano, educar tu cabeza en planteamientos de tono optimista y trabajar la euforia como método de apoyo a la vivencia para banalizarla y poder así conseguir un alto procentaje de estados de ánimo positivos. Ante un suceso inexorable se puede responder de formas diversas sin que exista posibilidad de variación en sus resultados reales, pero sí que se puede intervenir en las respuestas anímicas. Si se toma el camino de la desesperación, la derrota, el hundimiento... multiplicaremos el suceso de forma negativa en nuestro entorno y nos resultará muy dificultoso superarlo y entrar en el camino de la recuperación. Sin embargo, si aceptamos el hecho en su dimensión real y tomamos una actitud positiva/paliativa, el poder de recuperación se torna de enorme potencia y puede llegar a extenderse de forma exponencial entre quienes nos rodean. Este valor es el que se le debe exigir a un líder –da igual el medio y el entorno que lidere–, pues este tipo de reacciones de ánimo consiguen un sentimiento común que lleva a la recuperación urgente del optimismo y, por tanto, a reencontrarse con la normalidad en un breve plazo de tiempo. Enfrentarse al temor con ironía termina bajando el nivel del miedo y, por tanto, haciendo de él un enemigo menor y susceptible de ser derrotado.

Luo Guanzhong Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on miércoles, agosto 16, 2006

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Las borrascas de verano son como esas jóvenes lúbricas que te insultan directamente a la edad mientras caminan frente al asombro de tus ojos... me hacen sentir vivo con su aviso fresquísimo y llaman a las ganas como una fiebre, a las ganas de todo, de todo. Hoy ha llegado por fin mi borrasca de verano, y a eso de las siete me he ido a la calle a mojarme, en chanclas y camiseta, por todo el centro... y empapado he vuelto a sentir aquella sensación de los dicisiete años, cuando en las tormentas arropaba a la chica que me gustaba bajo mi gabardina. Estoy vivo, coño.

Mu Shiying Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in André De Dienes , Belén Artuñedo , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Violeta Parra | Posted on jueves, agosto 17, 2006

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Ya tengo mi Korando y me encanta... Por fin un auto que sustituye estéticamente a mi fallecido Jeep y en el que me siento un minicapitalista de izquierdas venido a más, el hombre Lacoste que siempre he sido a pesar de que mi cabeza me dictase otra cosa –los prepijos seremos siempre prepijos, es así de triste. Del día, salvo el asombro que me ha causado el que mi colega Jacinto me contase que en el albergue de Llanoalto está alojado un grupo de más de 100 chavales de la OJE... ¡La OJE!... ¿No es mundial de la muerte? Si yo creí que


esas siglas habían sido enterrradas con El General, pero parece que la cosa sigue y que han adoptado la bandera constitucional española en sustitución de aquellos yugos y aquellas flechas... Es un flash que me ha dejado ciego. Y también que me han llamado Urceloy y Belén Artuñedo para sacarme una sonrisa fresca, que no todo ha sido perplejidad anonadante. Para celebrarlo, me he repatingado en mi sillón a disfrutar una horita larga del libro molón «Marilyn. © André de Dienes», de la Taschen, otra pasada de estos alemanes locos que editan como los ángeles [con músiquita de Violeta Parra... «Tonada por ponderación»]. Besos.

Dai Sijie Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Nietzsche , Sentimientos | Posted on viernes, agosto 18, 2006

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Hay cierta urgencia en las vacaciones que elimina su presupuesto de descanso y lo transforma en una alteración nerviosa insufrible para los demás y llena de distorsión para quien las disfruta (?). Digo esto porque cada verano, cada puente, cada día festivo... me toca aguantar a los engendros vacacionales que lo ocupan todo con prisa y descabalan las vidas normales y ordenadas de los que no queremos disfrutarlas nunca –las vacaciones– si no es en clave de sosiego y calma. Béjar es particularmente complicada en este tema, pues cualquier día que se preste para joder a los demás es punto de mira de una enorme cantidad de pijoapartes que te chamuscan la hora del café, que hacen interminables las colas de supermercado, que no dejan un puto aparcamiento a los tipos de diario o que te mandan a casa sin comer el día de tu aniversario, aunque hayas hecho reserva de mesa. A mí me joden especialmente los madrileños, generalmente asilvestrados en los días de vino y rosas, maleducados como ninguno y llenos de ínfulas y añagazas con las que joder al paisanín primario que sólo quiere armonía y buen rollito.


(16:16 horas) Me asombra cómo Nietzsche invoca a los «valores eternos», como si hubiera algo eterno y, a más, con categoría de «valor» –F. N. lo hace contra la democracia–. Si su historia va por el campo de la moral –que va–, no hay nada más fuera de la moralidad que la invocación de una esfera superior y exclusiva, una conciencia de clase, como base de descalificación taxativa de los movimientos espirituales. Si ha de ensalzarse un «valor» en la historia de la humanidad, ése ha de ser el de integración de cada uno de los individuos en una voluntad de igualdad, aunque ello lleve a una sociedad mediocre –destino, por otra parte, insoslayable, dado que el común de los humanos mortales somos materia recesiva y, por tanto, el rasero deberá ir siempre por lo bajo–. Sí, F. N., sólo reconociendo que nuestro percentil raya la estupidez y que no podemos guiarnos por una Ley Natural de corte fascista que elimina a los que no están en el plano evolutivo correcto, lograremos un camino común en el que crecer sin esas jodidas ínfulas de los «valores eternos» y estupideces parecidas que siempre aparecen en las sucias bocas de los que toman para sí la calificación de «nobleza» o «superioridad». Sólo entendiendo que somos unidad vital y que el verdadero valor está en dotar de garantías a nuestras células más débiles, llegaremos a conformar un cuerpo armónico con el que avanzar –más despacio, claro–, pero avanzar todos a la vez... Ahí radica el valor de la democracia –sistema, por otra parte, lleno de incoherencias y fallos galácticos–, pero uno de los pocos que da «valor», respuesta y voz a los que nunca la tendrían en otros planteamientos sistemáticos sociales. ¿Qué ganamos con ello?: Sobre todo dignidad y calidad moral –no moralina. Y


mejoras en la ponderación de la «diferencia», avances en la igualdad y dignidad para todos. ¿Qué perdemos?: Grandes avances científicos en pequeños márgenes temporales y una evolución mucho más elaborada del pensamiento y sus ramas múltiples... ¿Y qué? ¿Qué implica esa pérdida cualitativa?: Nada que no sea tiempo, y ese tiempo nunca se podría considerar como perdido, pues haría que los avances del tipo que fueran se asumieran con tranquilidad sin crear choques tecnológicos entre generaciones.

Zhao Jingshen Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alquitara , De Poesía , Edmond Jabes , Hilario Camacho , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Luis Alberto De Cuenca , Mis Días De Vino Y Rosas , Valente | Posted on sábado, agosto 19, 2006

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Ayer, a última hora, vinieron a visitarme Mari Sol, Urceloy y su hija Julia – encantadores, como siempre–, como los Reyes Magos, cargados con un delicioso queso de Cabrales y con una botellota de tequila reposado «Mayorazgo» que Mari Sol me ha traído de su periplo mejicano... también traían un recorte de prensa graciosísismo en el que mi libro «El gato sólo quería a Harry» figuraba como el cuarto más vendido en el apartado de poesía durante el mes de agosto –ja, ja, ja....–, nada menos que por delante de Edmond Jabes, Valente y el colega de Cuenca... Para partirse el culo o para darse cuenta de que uno tiene colegas por ahí que le cuelan de mentirijilla en


estas listas. Salimos de marcheta corta –estábamos todos derrotaditos– y pillamos cama a la primera excusa. Me acordé un montón de mi Morante –cómo le echo de menos últimamente.

(11:30 horas) Murió Hilario Camacho y en mi casa hay otro vacío pequeñito en el que aguardarle. Su recuerdo permanece vivo en mi discoteca breve y en mi álbum de fotos, en aquellas canciones de los años setenta que emborrachaban de sensibilidad, en su imagen –ya algo rechonchete– poniéndose ciego a helado en el privado de La Alquitara, en sus visitas a mi local de Colón y en las charletas encantadoramente interminables y bejaranas –le gustaba Béjar hasta el punto de que venía a cantar un par de noches y se quedaba veinte días... teníamos que echarle–, en los constantes correos electrónicos –había días de ocho y diez correos seguidos–... Me quedó pendiente escribirle la letra para una canción que le prometí hace nueve meses y que por desidia y curro no llegué a enviarle nunca a pesar de su insistencia. Hoy le veo enredando entre los libros de mi biblioteca con esa curiosidad que tenía para todo, riendo como un chavalillo y contándome sus aventuras musicales, su declive temporal y la lucha por salir otra vez adelante en lo que él más amaba, que era la música. Hilario ha dejado un trabajo original, sensible y dignísimo; un trabajo que habrá de ser reconocido con la pátina del tiempo por otras generaciones menos enredadas en el consumismo feroz y en la música enlatada. Su mensaje vive y vivirá mientras los que supimos recibirlo tengamos un hálito de aire en los pulmones. Hasta pronto, colega. Hasta pronto.


Mencio Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Morante , Lara Cantizani , Luis Pastor , Miguel D'ors , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on domingo, agosto 20, 2006

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Me llamó José Luis Morante y lo agradecí un montón, pues andaba con muchas ganas de volver a conectar con mi amigo del alma -yo le había llamado varias veces a su casa, pero andaba de vacaciones y fue imposible el contacto–. Le percibí con ganas, con muchas ganas, pero con el jodido peso de un montón de «demás» a cuestas. hablamos de la vida –de nuestras vidas–, del comienzo del curso, de la responsabilidad del enseñante y de cómo una decisión en los cursos menores puede truncar la vida de un chaval o cambiarla en un giro de 180 grados, de la cuesta familiar que son los hijos y los padres, del tiempo que nos queda, de los «amigos» que sólo resultan ser conocidos accidentales con un puñal en la mano, de buscar un día para vernos y charlar. También me recordó a Lara Cantizani, del que no sé nada desde hace un montón de tiempo a pesar de que tengo un libro de su colección listo para entrar en máquinas desde hace meses sin recibir el visto bueno –es un libro de Miguel D’Ors, un diario de corte literario, «Virutas de taller», que ya va por la enésima corrección–. No sé qué sucede en Lucena, sólo sé que hay un silencio largo y extraño del que no me dejan preocuparme mis continuos quehaceres y problemas –espero que el tiempo me traiga noticias como suele hacerlo siempre. También me contó José Luis que anda en una antología de los textos poéticos


de Luis Pastor –lo que me trajo a la memoria que llevo inacabando su biografía desde hace dos años, ¡perdón, perdón!– y que cuenta conmigo siempre y para todo –circunstancia que hago recíproca.

(17:06 horas) A veces los conocidos que te llaman «amigo» se tornan en fantasmas y se transforman en un cero a la izquierda de la izquierda. No sólo no existen, sino que te perturban con jodidas energías negativas que tú no has buscado y que ellos se montan por noticias de ti que ni siquiera se aproximan a lo que eres ni al lugar que ocupas. Se apagan igual que crecieron y quieren llevarte consigo en su fracaso o en su miseria. No miden, porque no lo saben, cuál es tu escala de valores ni entienden que no son necesarios, y menos con su carga de ricino. No entenderán jamás que intento hacerme un mundo autogestinado que alimente mi hambre y mi libido –ya casi estoy en él–, que mi energía llega tan sólo de mismo y ya ha aprendido a retroalimentarse hasta el punto de no necesitarme más que a mí y a quien yo decida en cada paso que me invento. Sólo son necesarios si yo los estipulo como tales. Sé sus tristes miserias, pero no me interesan; sé bien de sus valores y los anoto en su cuenta sin pensarlo; sé cómo funcionan sus dobleces y las paso por alto... No me afectan sus cuitas ni sus odios, nunca les pedí nada que no fuera alegría y buenos rollos... No saben que no existen si no me hacen reír o pensar un ratito. Les jode mi locura, que logre lo que quiero cuando quiero, que hable en justa plata o cuente la lujuria de mi farsa, que es la suya, sin más. Les duele en los riñones que no le dé importancia a lo que hacen, porque yo lo hago igual, mejor y peor, pero sin ínfulas. Les duele que me integre unos minutos y logre lo que a ellos les cuesta lametones de culos importantes... y al rato me descuelgue y


cuente la saliva, el sorbo, el lametazo... No entenderán jamás que estamos en un juego que no tiene importancia y el valor es el roce, la risa, el tierno abrazo... no el galardón del asco, no el mísero clarín puesto en un nombre, no el ser más ni el ser menos. Si vienen, los abrazo; si se van, los despido; si no quieren volver, me olvido lentamente; si me envidian, sonrío; si triunfan, yo me alegro y sigo en mi charada. ¿Qué importa no ser algo, si estás donde decides? Yo disfruto. Ellos tiemblan.

Wang Shifu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Magdalena , Mis Días De Vino Y Rosas , Mis Padres | Posted on lunes, agosto 21, 2006

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Otra vez la madre puesta a secar al sol de agosto en una habitación de hospital, esta vez al lado de casa, que ya es suerte. Me voy haciendo mayor y el indicador lo llevan los padres en la mirada, en sus despistes, en sus enconos, en sus enfermedades, en sus rarezas... Me voy haciendo mayor sin madurar y con una pesada sensación de «lo que se me viene encima» que aún no sé procesar con otro aliño que no sea vinagre. Mi problema es que no me entiendo con los demás, que no comprenden que uno busque su rodar sin hacer sangre, pero rodando. Claro, cada uno ve sólo sus problemas y ordena el calendario como le place, y todo sin pensar en que


los demás posiblemente tengamos otro ritmo y otros solucionarios. El caso es que entre los «ojos que no ven, corazón que no siente» y el «muertita en vida» hay términos intermedios que dejan vivir a todo el mundo sin tener que hacer aspavientos de amor u odio, y sin hacer sangre de lo que debe ser amor y elaboración de un buen recuerdo. Oye, y nada de culto a la edad, y nada de entrega hasta la muerte, que no somos legionarios... Yo, por lo menos, no quiero eso para mí. A mí, si no muero de síncope o suicidio, me gustaría soledad tranquila sin distorsionar a mi gente, apartarme del mundo en un lugar discreto y económico donde no me faltase tabaco, papel y pluma –y libertad de expresión, claro–, y que mis hijos me viniesen a ver sólo cuando realmente les apeteciera, un par de minutos, un beso y una sonrisa. Que a los hijos los traemos con o sin voluntad y son nuestra carga obligatoria, pero los padres somos imposición. Es duro lo que digo, lo sé, y lo digo porque yo amo a mis padres con una fuerza viva que jamás me permitiría dejarlos a su suerte, pero odio el conflicto familiar y la falta de claridad cuando hay que tomar determinaciones que pondrán peso en la vida de cada uno. Y sí, hay cosas que se arreglan con dinero, y ese money será el mejor gastado de nuestras vidas si es capaz de darnos pausa, de aportar armonía y de prestarnos tiempo personal y familiar. Yo, que en este justo momento estoy creciendo, haciendo el nido sólido para los míos, apostando a doble o nada para dejar campo abierto desde el que lanzar a mis críos, que ando sin tiempo y sin pausa... necesito que las dos horas cortas de hogar sean intensas, querer a mi mujer con un amor maduro y no ver ni una sombra de tristeza en sus ojos que no hayamos buscado... necesito percibir cómo se van mis hijos un poquito cada día, estar detrás de ellos sin que lo sepan, apoyarlos cuando lo necesiten y no dejarlos solos cuando llega la hora de estar juntos –esa hora que se extingue deprisa–. Odiaría a mis padres, a mis hermanos, a cualquier cercano que me hurtase este tiempo cuando existen soluciones reales y absolutamente positivas que nos pondrían en bandeja una vida colmada para todos. Cuando mi mujer llora y no soy yo quien ha llamado a sus lágrimas, cuando ella cae agotada y se siente una mierda, cuando otros toman por ella las decisiones importantes que le afectan –y por tanto me afectan– y se hunde y no sabe salir... me dan ganas de ser el mal y hacerlo, de convertirme en Maldoror para ver en cada una de sus lágrimas un puñal que se clava en los


corazones de quienes le hacen daño queriendo o sin quererlo. Yo quiero ser dueño de mi felicidad y gestionarla. Aunque me cueste la ruina.

Xu Fancheng Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Agrupación Socialista Bejarana , José Manuel [Caja Duero] , Juanito Caldera , Muntanyola , Política , Ramón Hernández Garrido | Posted on viernes, agosto 25, 2006

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Cansado otra vez y con un catarro traído y pillado por ir a escuchar al colega Juanito Caldera –se lo pienso pegar a todo el mundo, coño–. Mocarrera, astenia, ganas de nada, dolor nebuloso de casi todo el cuerpo... Y encima con visita, que llega Esther Muntanyola y tendré que hacer los paripeses correspondientes... Menos mal que es buena gente y me entenderá si caigo derrotado. ¡Bah!

(19:20 horas) Ayer tuve la oportunidad de despedirme, aunque muy de pasada, de Ramón, me apetecía. Andábamos ambos por El Castañar para escuchar al mentado Juanito y cruzamos unas palabras de despedida y buena suerte durante un ratito. Me gusta que la salida de Ramón haya sido digna, pues le ha tocado vivir momentos políticos muy duros junto a un tiempo desolador que seguro le ha modificado su forma de hacer y de pensar. Yo espero que su periplo luso le haga tomar distancia y ver el mundo con ojos anchos, fuera ya de la estrechez enconada que hay que soportar en esta tierra.


Su salida, por otra parte, abre un camino esperanzador ante las próximas elecciones municipales, dejándonos un sabroso olor a cambio que apetece tanto como el olor de las primeras lluvias de septiembre. Sólo hace falta que el PSOE bejarano esté vivo y no cometa errores en su elección de alcaldable. A mí me gustaría que no sólo se pensase en populismo a la hora de escoger, ni que marcase para nada el absurdo de la cuota femenina. Béjar necesita ahora a un gestor asentado, reflexivo, cultivado y con los pies en la tierra –joder, qué difícil lo pongo–. Hay muchas posibilidades de crecimiento positivo, pero también se van a dejar muchas trampas puestas en el camino. Cierto es que hay pocos nombres a los que darles vueltas, pocos mimbres, y que entrar a este toro debe ser casi como para ganar el Príncipe de Asturias, pero no importa, porque por pequeño que sea el cambio, estaremos mejor de lo que estamos ahora. También es tiempo de empezar a elaborar un proyecto serio y realista, sin promesas, pero con solidez, y crear un equipo que sea capaz de asumir riesgos y a la vez controlar a quien lo dirija para que no desbarre nunca. Yo ya sé lo que no voy a votar, pero aún tengo dudas de cómo y por qué votaré. (22:06 horas) Mi trancazo se agrava hasta taponarme la nariz al completo y obligarme a respirar por la boca. Siento unas ganas enormes de encerrarme a escribir poemas. Creo que nunca he mencionado en mi diario a José Manuel, el director de la oficina de Caja Duero donde suelo hacer mis transacciones y saldar mis pellas –a la vez que dejarlas–. Un tipo extraordinario con 12 ó 13 valores que me gustan mucho y que no voy a definir. Da gusto invitarle a un café, charlar con él de cualquier cosa e incluso pedirle crédito –debiera formar la banca a todos sus bancarios como a José Manuel–. En todo caso, un tipo que sumar a otros vecinos flotantes de la Plaza Mayor... que están consiguiendo entre todos y poco a poco que se vaya configurando un espacio habitable en el que cada día me apetece más vivir.

Tie Ning Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Baudelaire , José Luis Morante , Malick Y Youssouph , Muntanyola , Sentimientos | Posted on sábado, agosto 26, 2006

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Anoche llegarón Esther Muntanyola y una colega suya cordobesa. Nos encontramos en El Castañar y tomamos unas copillas mientras nos poníamos al día de cómo nos ha ido en este tiempo de distancia. Encontré a Esther muy delgada, sumamente feliz –ya es fucionaria y con destino donde ella quería– y con la misma mirada dulcísima del primer día que coincidimos hace ya unos seis años en Rivas Vaciamadrid por esas cosas de mi Morante. Me regaló un cuadro muy Sicilia de homenaje a Baudelaire y quedamos para vernos hoy y visitar Béjar con charleta chula. Echo de menos otra vez a mi Morante, pues cada amigo que viene a verme tiene siempre palabras para él y todas buenas. Es un tipo que convoca y contiene la mejor generosidad. ¡Ven pronto, colega! (12:03 horas) Los hermosos vecindos pasean por las calles con la mirada baja. No esperan nada, pero sostienen una belleza inigualable que produce destellos. Cuando los veo caminar hacia una plaza, quisiera ser como ellos, conocer con exactitud lo que no es mío y hacerme una dimensión de nada en la que flotar al pairo de las cosas. Tomar la decisión de no tomarla es un modo de vida que presiento.

(12:18 horas) Nuestros africanitos sufren ciertos problemas de adaptación últimamente, y quizás sea culpa del entorno que les hemos creado lo que les


está sucediendo. Les hemos dado protección, casa, comida, ropa y les hemos enseñado la mejor cara de Occidente sin pararnos a pensar en el choque que ese mostradorcito de primer mundo les podría suponer. Su idea de España/ Europa se ha asentado ya como el paraíso seguro en sus cabezas y no han sentido la tensión de tener que buscar su comida para mañana... Tenemos que poner solución como sea. Y será difícil. No se dan cuenta de su precariedad y es nuestra obligación –muy dura, por cierto– procurarles esa experiencia para que pongan de nuevo los pies en el suelo... por su dignidad y por su mejor futuro. Ya veremos.

Bai Juyi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on lunes, agosto 28, 2006

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Me gustaría creer en el mundo como creo en la palabra, pero resulta bastante difícil dejarse caer sobre un mar de hombres y esperar a que su reacción sea igual que la de un verso aceptable. Muchas veces me pregunto por qué apenas salgo, por qué rehúyo comunicarme y me aíslo, si soy un tipo jovial, de conversación fácil y animada... El caso es que cuando estoy con los demás noto a flor de piel mi superficialidad y no me gusta esa sensación, sobre todo si, como ocurre con muchísima frecuencia, percibo netamente que estoy rozándome otras superficialidades. En fin, que cada día me gusta más lo intenso y lo sincero, pero quitándole a estos términos todo su contenido rosa y flou... y es difícil encontrar estos valores en las relaciones diarias en las que todo se arbitra como teatro en el que parecer lo que se quisiera ser y ni siquiera dejar un resquicio a lo que se es. (13:01 horas) No llega la poesía, aunque tengo ganas de usarla, y he vuelto a pintar mujeres con trazos rotos y manchas de tinta. Me encanta encontra en las manchas la línea de un rostro y marcarla con velocidad para conseguir resultados rápidos e incontenidos.


Wang Yi-Ch'eng Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on jueves, agosto 31, 2006

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Apuros de final de mes con una asesinato local, un aniversario de muerte, mingadas festivas, sensación de out–verano, vuelta ciclista, caos de tráfico y máquinas en pie de guerra. Estas son las fechas que peor llevo del calendario junto con las navideñas... todo es un fragor lleno de acabamiento que trae consigo unas enormes ganas de comerse el mundo molestando al otro. Mierda.

Bai Pu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Ana Muñoz De La Peña , Antonio Calzado , Cat Stevens , Hilario Camacho , José Antonio Sánchez Paso , Juanito Caldera , Luis Cabrera [Fotografo] , Manolo Gómez Santos , Ramón Hernández Garrido | Posted on sábado, septiembre 02, 2006

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Escribo por mandato de Marciano una suerte de canto laudatorio para Juanito Caldera. «Juanito Caldera Sánchez -Capitán se me presentó en la imprenta un par de días antes de su “vueltaalruedodelosbolosentrecoleguitas” con un par de cedés en los que se podía leer en letra rotulada: “Los Tarantinos”. Me decía lo que ya


había dicho mil veces en los treinta días anteriores: “No encuentro la foto, Felipe; no la encuentro, coño” –andaba buscando una foto vieja del finado mendigo comarcal “Sebastián el de las medallas”–. Luego del consabido “nolaencuentrocoño”, me recordó por enésima vez el lugar, día y hora del concierto... “Que allí estaré Juanito, como un reloj, como un reloj”. Y allí estuve, en el siempre incomparable marco de El Castañar con su plaza torera y Guinness, con su fresquito bejarano de agosto –”Béjar, oasis de Castilla...”– y con un público vip donde los haya... Un Ramón Hernández ya nombrado asesor de Ministerio de Trabajo en la embajada de España en Portugal, Ana Muñoz de la Peña como alta representación institucional juntera –de incógnito–, Ricardo Luis haciendo gala de su campeonato mundial y también Guinness de manduca jamonera, algunos pijos familiares, la madre de un ministro –a la sazón también madre del cantante–, varios amigos y cercanos, y el laureado poeta local que suscribe –se echaron de menos la presencia política de Don Jesús Caldera y la física de José Antonio Sánchez Paso, al que se puso por esas nubes tan ausentes en estos días estivales. El escenario de “La Cabaña” de El Castañar era el mejor para el bolo de nuestro Juanito, que fue acompañado por Manolo Gómez Santos a la guitarra rítmica –su colega conciertero de siempre, de ese siempre que duró hasta que Manolo tuvo que marchar de Béjar– y por Tino a la armónica. Y llegó de pronto una magia Cat Stevens –o Mingo Jerry– con cierta mixtura de Cánovas, Rodrígo y Guzmán... y sonaron piezas del tristemente finado Hilario Camacho, cositas de Antonio Flores, remembranzas de José Antonio Sánchez Paso y un tema nuevo de Juanito Caldera, que no dejó su voz ronca ni para decir gracias –una voz que siempre me ha recordado a la de Patxi Andión. Oye, y todo aliñado con una entrañable proyección de imágenes propiciada por José, por Antonio y por el recordado fotógrafo bejarano Luis Cabrera, que nos dejó la única nota sepia de aquel “Sebastián el de las medallas”. El caso es que disfrutamos entre música y copas, y también con los cuidados constantes de la compañera de Juanito, atenta siempre a que la brisa nocturna y castañara no cambiase de página el libreto del artista o que la madre –en primera fila– avisase de cuando en vez a los técnicos para que le dieran más valor al sonido del micro de su retoño. Una noche nostálgica y deliciosa para recuperar a un colega con muchas ganas de hacer música y de mostrarla, y un final apoteósico con “El Compadre”, poeta de aldaba y risas, el entrañable Antonio Calzado Arias.


Lástima de ausencia la del ministro, coño.». Y se lo envié a Marciano con un artículito de opinión reivindicando para el mí el uso de la bandera española, manda güevos.

«ROJA REIVINDICACIÓN DE LO GUALDA Hace unos meses definí en un aforismo mi consideración hacia las enseñas patrias y grupales. Decía: “Vistas las banderillas, que me aparten las banderas”, pero hoy hago como que me desdigo y juego a esa cosa tan bonita de las contradicciones que ese Dios que no existe puso en la genética hispana. Yo… uno, impar y rojo… reivindico la enseña patria como lúgubre vestido para mi postrero traje de madera, como encíclica para mi tonsura de incrédulo, como bastión para mi muñeca reivindicativa y ultrasur de los mundiales deportivos, como paño de lágrimas negras, como insignia molona con la que adornar mi palestina, como norte de mi desnortamiento, como pañal o cojín o adorno de ganchillo para mi tele nueva… Y que no me confundan los nostálgicos “blue” cuando me vean con ella pintada en la frente o en el sonajero de mi teléfono portátil, que no griten al cielo mis anarcoamigos, ni que me censuren los que entre sus pelas encuentran a veces hoces y martillos… ¡Amo a mi bandera!… y quiero quitarle la peste de antaño con esos zurullos tan OJE, con esas miserias tan de requeté que hacían del rojo una sangre fascista y del gualda un sol de camisa nueva. ¡Amo a mi bandera!… sin gallina, sin corona, sin sables, sin barras -y no digo estrellas. Amo a mi bandera porque me mosquea que catorce ricos, un cura y diez viejas la sigan usando para sus legiones como santo y seña de aquella charada de “milico e mierda” -mi abuela decía que eran el infierno… Sabía mi abuela-. Me


compraré una para rebozársela por calles y plazas… y que rujan fuerte -como hacen las fieras-: “¡¡¡Un rojo vestido de España¡¡¡ Esta patria nuestra ya no es lo que era”. Quiero que me vean junto a mi bandera cuando diga en alto que esto es una mierda, cuando por mi abuelo recuerde a mi abuela, cuando me pasee los días de fiesta por el centro mismo de la plaza vieja. Quiero que me vean junto a mi bandera cuando diga firme que aquí hay corruptelas de peine y ladrillo, que aquí hay una guerra soterrada y triste entre ratas vivas y entre ratas muertas… Roja, gualda y roja… y pisada tanto por los comemierdas que llevan a gala lucirla sobre la pechera. Alcaldes, ediles, ministros, rameras, funcionarios, trepas… sabed desde ahora que esa quinta enmienda tan americana está en mi bandera, que perdió el morado en tiempos de penas y hoy me pide a gritos que yo la defienda. Perdonen los ripios que esta prosa encierra… pero es que la pañosa lleva un no sé qué hortera que hasta las palabras juegan a rimarse… y hasta se me ordenan. ¡¡¡Dios!!! (¿). ¡¡¡Patria!!! (¿). ¡¡¡Bandera!!! ($). Bye.»

Ma Zhiyuan Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Política , Sentimientos | Posted on sábado, septiembre 02, 2006

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La mediocridad anida en la astucia siempre, pero los astutos salen adelante porque se mueven muy bien por los caminos del dinero, ese contravalor que nos hace pensar en que quien lo busca con fuerza es capaz de hacer cualquier cosa por conseguirlo. Y una «cualidad/calidad» del astuto, si así puede


llamarse, es su insolidaridad como camino hacia sus metas. Mientras que el término «solidaridad» anuncia siempre una unidad de fondo en la que todas las partes se ajustan y se apoyan, equilibrándose; la insolidaridad tiende fundamentalmente a una división de la que extraer resultados particulares sin medir lo que supone de privación al otro. Vivimos, pues, en una sociedad de mediocres astutos, en palabra llanas: en una sociedad de hijos de puta que no dudan en someter a sacrificio y penuria a sus iguales sólo por/para llegar a sus metas... y de este absurdo nacen los partidos y los partidarios, los intereses y los interesados, los ricos y los pobres, las desigualdades y las injusticias. La insolidaridad es, pues, uno de los mayores males del mundo... hasta tal punto, que los astutos se han venido a apropiar de la palabra «solidaridad» para utilizarla en su propio beneficio... EEUU es solidario con Israel, con el gobierno títere del crudo iraquí, con la antiderechos humanos Arabia Saudí, con... con... con... y así, descendiendo del plano de los estados hasta el de los individuos que se solidarizan para desgravar en su declaración de hacienda, para obtener un puesto de trabajo a dedo o incluso para tener la conciencia tranquila cuando miran el telediario. Pero para poner en marcha la solidaridad en su mejor acepción, es preciso primero que ésta se produzca en base a la desigualdad, y por tanto, procurar que los desiguales se tornen solidarios con el fin de conseguir la calidad de iguales –ojo, solidarios todos, no sólo de forma unívoca; es decir: yo te ayudo y tú colaboras para que crezcamos juntos hasta la igualdad–. Y en ese larguísimo y utópico camino estamos, en que el poderoso desigual muestre su deseo solidario y lo practique –jodida está la cosa– y que el desigual oprimido se preste a recibir aportando. Es difícil entrar en la valoración de la aportación del que no tiene, pero hay que intentarlo con fe en el camino a seguir; como es difícil conseguir que el poderoso ceda y acepte abrirse a tomar lo que el débil pueda aportarle – generalmente su aportación será de visión natural del mundo y las cosas, así como de simplificación real de los sistemas humanos para que se equilibren las fuerzas.

Mu Zimei Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alquitara , Elsa , Hijos , Miguel Ángel Sánchez Paso , Ángel Pasos | Posted on domingo, septiembre 03, 2006


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Ayer me explicaba mi amigo Ángel Pasos que «nunca pasa nada» y que sólo debemos esperar a que la naturaleza cumpla sus ciclos y ponga las cosas en su justo lugar. Y tiene razón el colega hasta donde no me afecta, porque en mi humana calidad soy enormemente propenso a ganas y desganas, prisas y pausas, amores y odios, cansancios y holganzas... y ese «no pasa nada» me gusta mucho, pero no me sirve a veces para sentirme medianamente bien. ¡Coño!, y digo yo que la vida también es para los altibajos, para los valles y las cimas... sentirse mal para poder sentirse bien, o para crear, o para morirse. No pasa nada cuando a mí no me pasa nada, ése es mi pensamiento al respecto. Que se caiga el mundo, que exploten las bombas en otros cuerpos, que el hambre toque en la puerta de al lado... así no pasa nada, amigo Ángel, mientras yo lo vea todo suceder y no forme parte del espectáculo.

(17:26 horas) Sigue sin aparecer Mª del Carmen Hernández, la hija de Marino, que desapereció ya hace una semana. Anoto esto porque el asunto ha dado de sí en un aspecto trágico que dice muy poco del periodismo provincial y de la gente en su disfraz de gentío. Todo se ha movido en el trasunto del comentario de barra y en las especulaciones locas de un imaginario colectivo que hace daño como mil cuchillos clavados. Somos lo que somos, una pandilla de


inconscientes, y nos dejamos llevar por cualquier regato que fluya. A día de hoy, Mª del Carmen no está entre nosotros, hay un detenido y se está examinando un vehículo... nada más. Todo lo que se escriba o se diga será para clavar dolor en los allegados. Guardemos respetuoso silencio, coño.

(22:40 horas) Después de repasar ciencias con Felipe, salimos juntos con Guillermo a pasear por el mercado medieval. Fue un paseo tranquilo como hacía un montón de tiempo que no habíamos logrado. Compramos una flautita de caña, una rana de madera y un diábolo. Jugamos un ratito con los juegos medievales, vimos una pantomima con un preso puesto en el cepo y volvimos a pasear hasta la zona de las casetas para tomarnos unos refrescos en la caseta de La Alquitara y celebrar así el nacimiento de Elsa, la hija de Miguel. Luego unos churros para una cenita tranquila con la madre y a repasar ciencias de nuevo con Felipe –una tarde familiar a tope y sin abuelos.

Mian Mian Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Enrique García Trinidad , Fernando Sánchez Dragó , Jesús Urceloy [Y Marisol] | Posted on lunes, septiembre 04, 2006

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Me escribe el bueno de Jesusote Urceloy para decirme que irá el martes a grabar con Sánchez Dragó y que recomendará mi libro «El gato sólo quería a Harry» al final de su plática. Gracias al colega, y muchas, porque uno, que va mayor en estos días, ya viene necesitando algún cariñito que le ponga aceite a la falleba literaria. Urce siempre se ha portado muy bien conmigo y yo tomo nota de su generosidad con el afán de devolverla a la menor. Junto a esta pequeña noticia, me llega otra de Enrique Gracia Trinidad con invitación incluida para hacer una lectura de poesía en la Biblioteca Nacional... Empieza a moverse ya el otoño literario... a ver qué nos depara. (23:12 horas) Estalló la noticia presentida, el cuerpo de la hija de Marino ha sido hallado cerca de Puerto de Béjar y un no sé qué de padre vuelve a atemorizarme porque presiento cerca el aliento lascivo y terrible del fauno, porque nunca pensé en un asesinato de estas características aquí al lado, justo en el paraíso. Me siento triste e intento reconocerme en Marino, un hombre de la izquierda local de siempre al que le envío mi más alta consideración y mi más profundo sentimiento. La vida es azarosa y Dios sigue sin existir.

Wang Guowei Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Belén Artuñedo , Hijos , José Luis Morante , Luis Pastor , Ramón Hernández Garrido | Posted on martes, septiembre 05, 2006

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Día de contacto breve y telefónico con algunos amigos: a primera hora me llamó Belén Artuñedo para indicarme que había recibido el material del Centro Cultural Chino y para sonreír por las imágenes de lectoras que le había adjuntado con el paquete oficial –echo yo de menos la sonrisa fresca y deliciosa de esta niña, que hace ya un porrón de tiempo que no nos vemos–. Otra de las llamadas fue de Ramón Hernández Garrido desde Lisboa para pedirme el teléfono de Luis Pastor y para confirmar lo que yo imaginaba, que está muy feliz y ha sido aceptado de maravilla en esa ciudad –lo celebro con sinceridad–. Y por fin mi Morante, al que atraqué para lo del teléfono de Luis, pues yo era incapaz de encontrarlo en mi directorio –charlamos de la visita pendiente, la que me debe después de todas las que yo le debo–. Todo esto me ha hecho llevar mejor este día terrible de calor sofocante en el que me siento minusválido.

(23:15 horas) Esta tarde, después del curro, me he dedicado a hacer fotos a


mis hijos, a mi sobrinilla Julia y a las mujeres de la casa, unas fotos postpiscineras que me han relajado, porque buscaba la paz de esos rostros tan míos como mi propia piel. Estaban todos relajados y me he hecho con una colección de unas ochenta imágenes con magia. Y sumado al placer estético, corría por mi sonrisa una cosita Felipón, pues mi retoño mediano ha aprobado las asignaturas que le quedaron en junio y pasa limpio de curso –terror me daba que esto no sucediera–. El chaval se ha portado al final y habrá que tomarse unos helados con croquetas de queso para celebrarlo. Ya por la noche me he dedicado a leer un ratito –una hora aproximadamente– el «Teselas» de Belencita con esa cosa de recuperarla en versos. Delicioso otra vez ese poemario... triste, rabioso, lúbrico, bello, con una soledad como una herida que me llega especialmente en estos momentos. ¡¡¡Gracias nena!!!

Liu E Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Jesús Caldera Sánchez-Capitán , Jesús Urceloy [Y Marisol] , José Luis Puerto , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on miércoles, septiembre 06, 2006

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A primera hora recibí una llamada de Jesús Caldera para explicarme la ausencia en el concierto que ofreció su hermano Juanito la semana pasada en El Castañar, y todo porque en mi artículo sobre el tema para «La Aldaba» hacía notar al final la ausencia del Ministro y hermano. En todo caso, y fuera de la justificación –que no tenía por qué haberse molestado en hacerla, pues ya conocía sus circunstancias por Juanito– charlamos un ratito de cayucos,


senegaleses, injusticias e incomprensión. Tiene el colega un tema difícil para el que necesita el apoyo que nunca le va a dar la fachenda, ellos, que son los que los explotan cuando llegan a nuestra tierra, los que se benefician de su trabajo a fuerza de sueldos miserables y jornadas de curro interminables e insufribles... La política es una mierda, sobre todo cuando enfrente tienes a la bestia queriendo vestirse de cordero y clavando sus jodidos caninos en las espaldas de los hombres justos. Afirmo aquí, sin pudor, que la labor del Ministerio de Trabajo en esta legislatura es absolutamente brillante, habiendo aportado avances sociales impensables en la época de guarida aznara. El problema radica en que cuando tienes la voluntad y el poder de cambiar las sociedad a mejor, el ciudadano demanda con más fuerza ante la ventana abierta a las mejoras. Mi abrazo para el colega y toda la fuerza del mundo para salir adelante con el empeño de avance positivo en la sociedad española. El tiempo enmarcará la labor de unos y otros, y yo sé que Jesús tendrá marco repujado. (15:54 horas) Ando reñido con los artificios de la palabra, casi hasta medio desertar de trabajar con ella, y me llega una hermosa carta de Mª Sol Huerta Niembro acompañada de dos antiguas postales familiares de lectoras. Sus palabras y las imágenes son de un afecto que guardaré en mi almacén de tesoritos... Y vuelvo a la palabra, coño. (17:21 horas) Yo soy el sí y el no, la cruz en la que clavar al otro y el que deja sin contenido la creación de cualquier dios inventado. En mi mano están todas las soluciones a los problemas del mundo, los éxitos y los fracasos, las miserias y los días de gloria. Yo sé cómo se derrota la imbecilidad y cómo se hacen los líderes, cómo se roba el dinero y cómo se quitan las vidas. Sé armar el caos y desarmar la armonía, sé hacer reír y consigo el llanto con un chasquido de mis dedos, reconozco sin dudar al miserable, al justo y al hombre lleno de dobleces. Si sonrío, el mundo me sonríe; si grito, el mundo tiembla... Pero prefiero quedarme en mi soledad sin mostrar mi poder mientras me sujeto el vientre, que tiembla de las carcajadas que me produce el mundo. (19:25 horas) Me gustaría poder mirar con todos los ojos, saber de todos los sentimientos y percibir los valores y los contravalores... eso para poder pasar con tranquilidad, sin prisa, al estadio de la filosofía, y así poder enredarme en lo que debe ser con seguridad. ¡Ah!, la seguridad: El mejor valor de un buen


filósofo; la seguridad en el proceso y la seguridad en el resultado. Todo político tendría que haber pasado «cum laude» una vida de filósofo verdadero antes de meterse a la cosa del ordeno y mando.

(23:01 horas) Acabo de llegar de escuchar el pregón de las fiestas de Béjar, a cargo este año del bueno de José Luis Puerto. No ha tenido el amigo mucha suerte, pues el público andaba en la cosa de meterle una pitada al alcalde y eso ha deslucido su discurso. Tengo que agradecerle, en todo caso, que se haya acordado de mí en mi casa, invitado por un ayuntamiento para el que no existo. Muchas gracias, José Luis, pues es en estas circunstancias donde se nota el afecto. Y a ver si para otra ocasión tienes la suerte de un público que no está en otra historia.

Zhang Ziping Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio López , George Trakl , Hijos , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Leibniz , Mis Días De Vino Y Rosas , Política , Ramón Gómez De La Serna | Posted on jueves, septiembre 07, 2006

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Me he levantado tarde porque anoche salí con Felipe a las casetas fiesteras para que disfrutara un ratillo con sus colegas. Además, la noche ha sido de perros, con teléfonos sonando y el sueño de Murano hecho añicos. En fin, días de vino y castaños indios aguantando el tipo de padre, el de hijo y el de insoportable levedad. Y a media mañana –con medio despertar– me llama Urceloy para ponerme al día un poquito de la literatura de plástico que se cuece en los estudios telemadriles –y lo hace con porra y garita–. Es un cachondo el tío. (13:17 horas) La excelencia es vista como una virtud casi extinguida en este tiempo, y el personal se queja por ello, sobre todo el personal reflexivo e inteligente; pero la excelencia requiere un alto nivel de trabajo y concentración en un solo camino, circunstancia que me parece, además de sacrificada, de un bajo nivel de vitalidad humanista. Yo, que admiro la excelencia, la determinación y el encono racional, prefiero sin lugar a dudas una vida llena de pinceladas, una actividad como la de Ramoncito Gómez de la Serna, apuntando siempre ideas para que las desarrollen los excelentes. Es por eso que no me gustan demasiado los poetas que elaboran y reelaboran o los pintores como Antonio López, enfangado siempre en lo excelente y perdiéndose la vida y el arcoíris creativo en un monotema que crece hacia la perfección. Y es que la perfección no tiene que ver nada con el hombre, un ser que en un altísimo porcentaje depende del azar y de lo reflejo. Yo no quiero ser nunca excelente... quiero ser humano, profundamente humano. (16:33 horas) Hoy he visto por la tele a los perros populares después de sus vacaciones. Volvían de sus paraísos artificiales –hasta quizás de su nieve (?)– a morder otra vez con rabia. Las americanas de verano, las corbatas con sus nudos rechonchos como mortíferos nudos de garganta, el moreno casi lúgubre


en sus caras fofas, la sonrisa denticlor de diez sobre par, la polla fláccida –que toda la fuerza se les va por la boca–... y sus «dimita...», sus «por España», sus «una y grande». Me dan asco esos miserables, me dan mucho asco... Y lo peor es que respondo a sus capotes con mi asco cuando debiera dejarlos para siempre en el jodido olvido. (17:03 horas) Ya huele a sanmartín por estos lares y algo se está moviendo lentamente en el «vuelve a amanecer». Va a ser un lujo nubio econtrarme por la calle a algunos tipos de paisano y decirles buenos días con una sonrisa abierta, sin dobleces. No habrá rencor, pues el daño se lo han hecho a sí mismos y su derrota pondrá vergüenza en la mirada que hoy aún permanece altiva. Vivir para ver y esperar para sonreír es la mejor apuesta.

(17:38 horas) ¡Jo!, qué tarde llevo. Toda entera raneando sin hacer nada práctico. Sólo un amago de plástica a base de trapos sucios, tinta china y grafías... un puto desastre para quitarme el calor bestial que tengo. Hoy no sirvo para nada, ni para arreglar la jodida línea ADSL, que lleva muerta un par de días sin dejarme navegar. Arranco a leer y lo dejo.... pongo música y la quito... empiezo un poema y lo borro... Quizás necesite un puntito Trakl de rameras pariendo niños muertos o de odios abrasando corazones... o lo mismo que llame Albertito Hernández para tomarnos juntos un cafetín a medio silencio... o quizás meterme en una cosa «Protogaea» a lo Leibniz y armar una taxonomía nueva de caimanes urbanos y de rosas de Chester, de genéticas pizza y de tontocomputers... Lo mismo necesito salir a la calle y mirar con ojos de taxónomo a los albañiles del edificio de enfrente o a la rijosa vecina de la esquina. Seres para la reproducción, eso es lo que somos; bichos salidos con el pene en


ristre hasta que cae por su peso mirando a hembras de morcillones en los sobacos y en la cintura del pantalón, máquinas de follar en dique seco babeando como dragones de comodo mientras imaginamos unas nalgas que se nos vienen a las manos o unos pechos que nos arrodillen. Seres para la carne sin pase de otra evolución que no sea la de sumar hembras cubiertas. Nuestro gran problema es que sobrepasamos los percentiles reproductivos antes de la mitad de nuestra vida, y eso duele, porque no ser un efectivo reproductor no tiene caso, y lo sabemos, y eso nos hace infelices de atar, viejos verdes de cuarenta tacos babeando hasta el final y siendo sólo deseo morboso y mirada sucia.

Xu Ke Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Gerardo Manuel Rico González , Hijos , Magdalena , Manuel Torrico , Mis Días De Vino Y Rosas , Política | Posted on viernes, septiembre 08, 2006

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Es el día de la fiesta mayor de Béjar y me levanto con un dolor de cabeza enorme –la tengo grande, que todo hay que decirlo–. Anoché llegué tarde con mis chavales, me tomé un par de copas con Gerardo y tuve que aguantar a una jodida piara de mamaos que no saben que la fiesta es otra cosa. Además, mi hija nos revolucionó a las cinco de la madrugada porque la llamó su periquito y salió pitando a verle, dejándonos despiertos a su madre y a mí con caritas de corderos degollaos... si a eso le sumamos que la esposa tuvo que salir temprano a atender a la abuela y que se encontró panorama... queda todo centrado, ¿no? ¡¡¡Jodidas fiestas!!! Y ahora a aguantar a los meapilas de patrona y moco, a los cagones que han puesto toda su historia en conseguir el cielo, a los cristianos mostrencos y a los doblemoralinos. El día va a ser de traca.


(12:26 horas) NOTAS A UNA CRÓNICA LOCAL Pillo con retraso «El Adelanto» en el que Manuel Torrico publica una crónica (?) de la apertura de las fiestas bejaranas y de nuevo, igual que hace unos años – no se aprende a escribir, que el colega no maneja los tiempos verbales, no, ni a cronicar–, compruebo que no refleja la realidad, circunstancia que debe ser siempre objetiva. En fin, que con su pan se lo coma el mozo y que le aproveche en prebendas y programas de radio. Lo que sí me permito es recomendarle al mundo que no compre «El Adelanto» mientras escriban en él cronistas (?) que deforman la verdad, ocultando y silenciado datos con fines espurios. Yo estuve con mi familia en el arranque festivo y no fui a pitar a nadie, no, que asistí porque el pregonero, José Luis Puerto, es un buen amigo al que aprecio un montón y le debía mi presencia. Y porque estuve presente, contaré lo que vi, que difiere bastante de lo escrito para la gloria por M.T.: 1. La llegada de las peñas a la Plaza Mayor se produjo ya entre pitidos y un ruido infernal entre el que se podían escuchar claramente voces contra el alcalde de Béjar y dos o tres consignas grupales contra su política festiva. 2. El arranque del concejal de cultura ante el micrófono encendió la primera mecha de protestas comunes y los pitidos hacían inaudible su presentación –he de decir que Luis Francisco tuvo tablas en todo momento y no se arrugó ante lo que se le venía encima, logrando un silencio unánime cuando solicitó el respeto por la mujer asesinada recientemente y un aplauso cerrado cuando terminó el minuto de silencio propuesto por él. 3. Terminado el minuto de silencio, regresó la pitada con más ímpetu, acompañada de consignas contra el alcalde. En este momento pude ver que ya no eran sólo las peñas las que pitaban, sino que muchas personas asistentes


se empezaron a unir a la protesta. 4. En el justo momento en que comenzó el pregón, cesaron las protestas y los pitidos, y sólo la circunstancia de que el pregón fue extenso, hizo que el personal comenzase a murmurar, a charlar y a moverse inquieto, pero nunca a pitar al pregonero (sí que recuerdo algunos silbios aislados que fueron acallados inmediatamente por los muchachos de las peñas pidiendo respeto hacia el pregonero). Esto es importante, pues el periódico afirma que se pitó al pregonero, dejando la sensación falsa de que fue a él a quien se dirigió la pitada... y nada más lejano a la realidad. 5. Acabado el pregón, se reanudó la pitada, y justo cuando el alcalde tocó el micrófono para decir un acojonadito «felices fiestas», las peñas asistentes le dieron la espalda mientras le pitaban de forma estruendosa. El alcalde desapareció rápido en las estancias municipales y el público se pasó un cuarto de hora gritando «no hay huevos» y otras frases recriminatorias hacia el alcalde que no reproduzco porque no las recuerdo con exactitud. En resumen, la noticia dada por M. T. no recoge de forma objetiva lo sucedido, haciendo daño a la figura del pregonero, pues carga sobre sus hombros una pitada que en absoluto iba contra él, ocultando en titulares y en el resto del artículo lo que en prensa decente hubiera sido la noticia principal y apoyando – como tantas otras veces– al poderoso con su deformación informativa. Sigo pensando que no se debe leer prensa mientras en ella escriban tipos que sólo trabajan en la idea de modificar la opinión pública con el maquillaje y la falsedad vistiendo sus crónicas. Luis Francisco Martín lo hizo muy bien desde mi punto de vista. Aguantó el tipo y estuvo en su lugar hasta el final. Alejo Riñones se escondió y no supo estar a la altura de las circunstancias en ningún momento, dejando al pairo a su invitado y cargando el peso de las protestas sobre los hombros de su concejal. Manuel Torrico no escribió la verdad (no sé si sus colegas de otros medios lo hicieron, pues no he podido acceder a sus crónicas).


(22:34 horas) Después de una opípara comida familiar con mis padres y con mi hermana –qué bien cocina mi madre, coño–, me hice una tarde Palomares, con Mada bailando un ratito y haciéndome gracias como hacía mucho tiempo, charlando con Antonio como se puede charlar pocas veces –que el personal ya nunca habla de cosas serias y trascendentes–, disfrutando de mis hijos, riendo con mi Ángeles, parlucheando con Julia y Nena y quedándome descalzo junto a un charco de tormenta para intentar recordar cómo llega el otoño. Luego, cena frugal, lavado de cabeza de Guillito y a respirar un poco el principio de la noche, una noche de jacas toledanas cantando tralarilos lúbricos y enseñando pechera hasta el ombligo. Quizás caiga un roncito viejo con limón y cola... o quizás cama molona, que me hace falta.

Qian Zhongshu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Paco Montero , Sentimientos | Posted on sábado, septiembre 09, 2006

0 A veces es bueno hacer un pequeño examen de conciencia, algo así como un chequeo interior con el que poner el centro en su sitio si se ha desplazado, pero también un examen de la conciencia de los demás, sobre todo de los que no dan la cara cuando acusan.


Ayer me increpaba «sin acritud», en los «coment» de este blog, un periquito anónimo (vamos a llamarle «J») intentando ponerme en el terreno de los esclavos o de los que deben pleitesía o de los que se cobran caridad doblando el espinazo. Ponía en mayúsculas la palabra «AMO» para referirse a un colega rico y molón que tengo, y todo para indicarme que no había criticado el nuevo edificio de la Plaza de la Piedad en el que «he comprado» los bajos para instalar «mi empresa» en Béjar –es decir, compro y pago, y además invierto en mi ciudad como empresario, manteniendo unos cuantos puestos de trabajo a pesar de las duras condiciones de trabajo que existen en la zona, y los mantengo en clave social y digna (quien tenga dudas, que hable con mis trabajadores). Del edificio, pues puedo decir que hubiera sido mucho más molón si no hubiera puesto pegas la concejalía de urbanismo bejarana para aceptar la propuesta de mi colega [AMO (?)], que se resumía en no banquear los volúmenes, subir hasta la altura del piso aledaño y ceder en medida y retranqueo lo ganado en altura, circunstancia que hubiera dado un poco más de ancho a las calles de Las Armas y Mayor (esta última lo necesitaba como el comer) y que hubiera dejado el edificio en un volumen lógico y más integrado. Vista esta obligación, pues sólo puedo decir que el edificio respeta la estética de la zona, utilizando materiales constructivos que no entran en discordancia con los edificios anejos... granito, teja vieja, artesonado de madera, galerías de hierro imitando a las tradicionales de la ciudad y puertas exteriores de madera rústica en la línea de las que marcó la construcción de la casa noble restaurada enfrente.


Puede gustarme más o menos, sí, pero lo cierto es que no conozco a otro constructor en Béjar que invierta con estos materiales y con las calidades que pueden verse con sólo elevar la vista. Lo mismo es mejor construir con ladrillo visto en las márgenes olorosas del Cuerpo de Hombre para poder echarle gasolina a tu BMW o a tu Audi con el ahorro en fachadas, interiores y cubierta.

Siempre preferí a los arquitectos mediocres que a los tiralíneas con ínfulas, a los amigos con gusto que a los enemigos con mala baba, a los progres con ganas de hacer que a los pijos sin patrimonio, a los que dan la cara que a los que la esconden. Y tengo muchos defectos, demasiados, pero ninguno que tenga que ver con rendir pleitesía y mamar pollas. Si me dan afecto y amistad, me entrego; si me invocan a la bilis, la vomito deprisa y procuro que caiga en el vestido nuevo de alguien. El AMO, como tú le llamas en relación conmigo, amigo «J», ni me ha pedido y ni me ha dado, somos colegas y nos echamos manos cuando se necesita – simbiosis, entiendes–. Y lo que tengo me lo he currado a pulso día a día, sintiéndome tan libre como me ha dado la real gana. En fin, muchacho, que no necesito AMOS, porque hasta el día de hoy soy muy capaz de gestionar mi vida corriendo los riesgos que me pide el cuerpo y diciendo lo que me sale del capullo. Si no te gusta lo que digo, escribo o hago, pues te puedes rascar tu


anónimo cuerpo entero hasta que se te pase el prurito. Y eso, «J», sin acritud, sin ninguna acritud, coño, faltaría más.

Eileen Chang Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Muntanyola , Sentimientos | Posted on sábado, septiembre 09, 2006

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Acabo de recibir un correo de Esther Muntanyola con una imagen de su visita a Béjar, una foto entrañable que guardar junto al cuadro que me regaló. Es un cielote. (17:48 horas) ¡Ah!, obtener hábitos por repetición para intentar ser lo que se quiere ser, eso quisiera que entendieran mis hijos sin que yo tuviera que volcarme en inducirlos a ello. Somos animales y sólo aprendemos por el juego natural de acierto/error y por la repetición constante de modos que nos llevan a evolucionar de una forma u otra. Esto sucede con cualquier ser vivo, incluso con las plantas, y no hay diferencia en el resultado si se lleva a cabo todo el proceso con cierto control. El problema humano radica fundamentalmente en la alta capacidad de ensoñación y en la aplcación errónea de la imaginación a los sucesos tangibles... nos vamos por las ramas sin medir cuál es el camino más corto para llegar a la meta y sin realizar una localización de futuro acorde a nuestros fines.

Lin Shu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Política , Sentimientos | Posted on domingo, septiembre 10, 2006


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Debiera existir un tiempo natural para la muerte o quizás debiéramos buscarlo cuando aún el cuerpo y la mente aseguran autogestión. A pesar de la dureza que encierra, el mandato natural actúa siempre con una lógica aplastante que está muy por encima de los pensamientos filosóficos y de los avances científicos. El hombre acaba y es un grave error mantenerlo por milongas artificiales en una calidad de detritus latente que distorsiona. Y digo esto con la consciencia de que en un corto plazo de tiempo me ha de llegar la hora de la decisión, el final del ciclo natural. Quizás mi planteamiento sea egoísta, pero no quiero que mis hijos tengan en mí una rémora que les impida colmar sus vidas con la libertad o las cadenas que ellos mismos decidan ponerse o quitarse. Como padre, tengo una responsabilidad irrenunciable sobre mis hijos, debo encauzar su camino humanístico mientras su biología termine de tomar las riendas de su libertad. Como hijo, sólo tengo una impronta moral que me obliga, y está en mi decisión modelarla, seguirla o descartarla, procurando siempre huir de los marbetes tradicionales y de los roles marcados. Mi apuesta debe ser que mis hijos crezcan libres y sólo me utilicen como apoyo hasta que yo decida, nada más; que mis padres vayan a su ritmo y que no me procuren disturbios, ni yo a ellos. Que vuelvo a repetir lo que ya he escrito muchas veces: los padres son responsables de sus hijos, pero los hijos no deben asumir las cargas de sus padres si no es por condicionamientos de afecto, cariño o compasión, y siempre en libertad, por supuesto. Bajo este planteamiento, un padre siempre es «culpable» de las consecuencias finales o transitorias que resulten en sus hijos, pero esa culpabilidad nunca puede llevarse a la proposición contraria, de ninguna manera, de ninguna. La ley natural es taxativa en esto: el individuo que no sirve se elimina. Y yo me


pregunto: ¿Qué hay de Dios en este hecho contrastado? ¿No es ese Dios que no existe el que ordena el mundo y la naturaleza? ¿La moral es herramienta de construcción social o es arma de destrucción de la especie con su influencia negativa en la evolución genética del grupo?... Háblenme los filósofos de esto, por favor, explíquenme los teólogos a ese Dios contradictorio que por un lado arbitra la norma de la selección natural y por otro nos dota de una moral destructora de su norma. Viene todo esto a que me siento profundamente decepcionado de mi hija, que en su explosión de autoafirmación nos maltrata sin pudor (a su madre y a mí) y no cumple ni una de las espectativas educativas que me había planteado con ella... y a la jodida vejez ajena que pone constante disturbio en mi vida, y en la de mis hijos, que están más a su suerte que nunca por esa jodida moral decimonónica del respeto a los padres que no nos permite decirles a la cara cómo debe funcionar el mundo para que no existan estas distorsiones. Es curioso cómo quienes nos educaron, quienes nos quisieron inculcar una moral cristiana –que en ella siguen a machamartillo con sus historias de misas que lo arreglan todo (?)– sean ahora los que ponen la chispa de desastre familiar con ojitos tristes y sin dar su brazo a torcer. Y sigue sin pasar nada, nada.

(16:12 horas) Si yo fuera presidente me convertiría de inmediato en un imbécil y nombraría un gabinete para pulir la caricatura de mí mismo. Luego, sin prisa, haría una lista de los problemas del pueblo con el fin de tenerlos bien anotados y encargaría a un ministerio que mantuviese viva esa lista para que el personal fuera consciente de que mi gobierno manejaba esa información. Los discursos empezaría escribiéndolos yo mismo para crear estilo, y con el tiempo se


formaría un gabinete para tal labor. Me dejaría comprar por empresarios y por presidentes de otros países y tomaría medidas para asegurarme un futuro como asesor blindado de un tipo de gran fortuna. A mi esposa, la presidente consorte, no sé, la metería en un ayuntamiento de cierto calado y declararía alguna guerra para que el populacho no pensase en las cosas de casa... Si yo fuera presidente, joder, me haría rico enseguida, que nunca se sabe cuándo acaban estas cosas ni cómo. Y a la oposición la metería en la cárcel para que engordara su curriculum. Sobre todo, si yo fuera presidente, me convertiría en un imbécil de inmediato.

Ban Gu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Paco Ortega | Posted on martes, septiembre 12, 2006

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Vuelta al curro normal, al de todos los días, con visita inesperada de Vanesa, la delegada argentina ( de Argentina y de «argentum») de Paquito Ortega para asuntos de trabajo. Nos tomamos una caña en Cubino y charlamos por encima de proyectos y otros estados de la materia. La vi guapísima, delicada y flou. Un cielo de niña. Marchó a intentar cobrarle a Luisfran la factura fiestera de sus representados y quedamos en vernos por la capital del reino con mediación de poesía y cañas. No lo olvido, Vanesa.

Xin Qiji Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Muntanyola , Premysa | Posted on miércoles, septiembre 13, 2006

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Vengo de un organismo semipúblico y me he quedado anonadado de ver trabajando en él a un tipo que no me cuadra –carne de pesebre, a pesar de que el periquito en cuestión siempre ha criticado esta circunstancia a voces allá por donde pisase–. No pasaría nada si fuera otra persona, pero siendo tan «Vox» y tan quien es, me da que se le van a estar revolviendo la tripas hasta el último retorcimiento por tener que tragarse esa piedra de molino... A estas


alturas haciendo valer militancia de bar, Dios santo... Lo que fuimos y en lo que terminamos. Y después, nada, entre sonrisa cabrona y cigarro matón me dedico a darle caña a mi curro, que se me anda acumulando en los últimos días, mientras aguanto el temporal de pagos y el aluvión de incorrecciones que me abrasa. Coño, y al cambio de horarios, que ya mi casa funciona de normal y la bolinga de verano ha tocado a su fin con esa cosa de comer antes, mover a los críos y tal.

(20:14 horas) A media tarde recibí llamada de Esther, que andaba con Lourdes por Segovia comiendo tostón. Unos cielos las dos. Luego, a lidiar con tipos que le saben dar siempre las vueltas precisas a las cosas para salir ganando. Este país sigue siendo el reino de los pícaros y de los empeñados en vivir sin dar un palo al agua... también es un país de rejones, de quijotes de falsetes, de listos torpísimos y de caracartones. Tienes que andar todo el día alerta para que no te la metan doblada, coño; y eso cansa, por lo menos a mí me cansa mucho. (22:21 horas) Espera, aprende a esperar, y triunfarás siempre, aunque sea perdiendo.

Chow Ching Lie Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia | Posted on jueves, septiembre 14, 2006

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Hay un planteamiento lógico de la existencia humana que siempre me ha interesado, el de dejarse llevar por lo inexorable. Me ha interesado y creo en él a pies juntillas: un hombre no puede decidir su futuro si no es dentro de la inexorabilidad de las cosas que lo rodean. Es, pues, el mejor método a seguir el de la adaptación constante a esa lógina que está por encima de las decisiones y nadar a favor de corriente intentando aprovechar las distintas oportunidades que se presenten. Y, sí, también ser hedonista, buscar el placer por el placer ante la lógica de triste trazado y seguro final. Convencer de esto al común de los mortales no es difícil –siempre que no crean en un Dios salvador–, pues el planteamiento raya los límites de la razón más primaria, pero de ahí a que lo practiquen, es ya otra cosa... pero para qué entrar en el terreno de las utopías.

Sima Qian Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Magdalena | Posted on sábado, septiembre 16, 2006

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Mientras se nos viene adivinando otra guerra santa con desafortunados cruzados benedictos e integristas islámicos –prefiero a Los Morancos, y mira que son los tíos de lo más desagradable–, los sociatas gabachos han pillado a una periquita de buen ver que probablemente se lleve el gato al agua ante los guapetones intelectuales de derechas y los neofascistas lepenes (estos sociatas sí que saben)... Lo mismo para el año que viene se da la piña un Airbus contra la basílica de San Pedro y tenemos que revisar al periquito Nostradamus con atención y darle la razón a los visionarios proufo y a los codigodavinceros... y me jodería. El caso es que la milonga mundial está cada vez más chunga –y peor que se va a poner– y en los gobiernos galácticos –inclúyanse los de carácter religioso– ha caído una caterva de disminuidos integrales de agárrate... Y mientras, olvidándonos del clima y sus catarros –que ya verás–. Va a ser mejor empezar a excavar en el suelo de mi cueva y profundizar bien para hacerme el bunker deseado, que de esta pandilla de hijos de putas poderosos se puede esperar cualquier cosa y ya.


(13:29 horas) Hoy concelebramos el cumpleaños de Ángel con comida familiar enredada en un murmullo de enésima última cena y no me apetece nada de nada no poder quitarme los zapatos y los pantalones durante la manduca. El caso es que cada día llevo peor este tipo de reuniones en las que flota la enfermedad como una espada de Damocles chunga y en las que los silencios dan unos gritos atronadores que ensordecen. Me llevaré mi diario gráfico de otoño para hacerme transparente y que no se note mi presencia y, sobre todo, para entretener mi mano y dejar mi boca cerrada hasta llegar a meta. Es la hostia.

Cao Xueqin Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio G. Turrión , De Poesía , Dios Es La Hostia , Ignacio Ellacuría , José Luis Morante , Mis Días De Vino Y Rosas , Montale | Posted on domingo, septiembre 17, 2006

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Habrá que acercarse a Toledo a comprar una espada y ponerle nombre para estar preparados cuando llegue la próxima cruzada benedicta –yo, por mi parte, haré una cruzadita nihilista, algo así como todos contra todos–. Ayer, mientras comíamos, Antonio me comentó que el colega Bene tiene razón por esta vez en sus palabras, aunque sólo le faltó decir un «y nosotros también» para dejarlo todo en su sitio; y yo estoy totalmente de acuerdo con Antonio, pues tanto el islamismo como el catolicismo están asentados en el temor y la sangre, y ninguno puede reprochar al otro nada que tenga que ver con estos conceptos... Sí, pueden discutir sobre quién ha matado más en el curso de la historia –yo creo que los católicos se llevan la palma–, pero nada más. También, ayer, asistí a una entrevista realizada con muy buen criterio en La 2 de TVE a un jesuita fundador de la teología de la liberación, Jon Sobrino, y me gustaron algunas de las cosas que dijo. Puso el hombrito énfasis en que mientras el Vaticano ensalzaba los valores de caridad elevando a los altares a Teresa de Calcuta, era absolutamente reticente a reconocer los valores de justicia en mártires como Ignacio Ellacuría, asesinado por defenderlos –incluso los recrimina–. También estuvo fino cuando espetó que el marxismo tiene las mismas bases y los mismos fines que el cristianismo y que las dos propuesta de organización social y sus fines pueden convivir perefectamente, sin roce alguno, imbricadas para una evolución positiva. Yo escuchaba boquiabierto y encantado al sacerdote reclamando que había que trabajar por la justicia, que los países ricos deben ayudar a los paísese pobres para equilibrar la balanza y que deben hacerlo en claves de humanismo, sin reclamar beneficios a sus dádivas ni modular a su antojo las costumbres y la forma de vida de esas gentes. Estaba encantado porque he razonado muchas


horas y he escrito metros de palabras sobre ese tema y en esa misma clave. Lo único que me jodió un poquito fue la excusa evangélica que el tipo utilizaba de vez en cuando para apoyar sus argumentos. Si hubiera dicho lo que dijo olvidándose de pronunciar el nombre de Jesús, todo hubiera estado mucho mejor centrado. En todo caso, me gusta encontrar de vez en cuando testimonios como este, porque me aportan un poquito de esperanza. Espero que en el otro bando, en el islámico, también existan tipos con esa misma mirada. Fiaré en ello y esperaré a que lleguen a tomar las zonas de clase de sus sectas para que puedan «imponer» ese mensaje a los locos fieles que no piensan.

(12:49 horas) Leo a Eugenio Montale en una edición magnífica de Fabio Morábito y me asombro, me asombro y me duelo de no saber llegar ni a un 10% de su magia... ni a un 5%... Y digo esto haciendo un descanso en la página 722, donde posa un poema que lleva por título «Big bang o altro», ni peor ni mejor que los ya leídos, simplemente genial: «Mi pare strano che l’universo / sia nato da un’esplosione, / mi pare strano che si tratti invence / del formicolìo di una stagnazione. // Ancora più incredibile che sia uscito / dalla bacchetta magica / di un dio che abbia caratteri / spaventosamente antropomorfici. // Ma come si può pensare che tale macchinazione / sia posta a carico di chi sarà vivente, / ladro e assassino fin che vi vuole ma / sempre innocente?» (me parece extraño que el universo / haya surgido de una explosión, / como me extraña que se trate en cambio / del hormigueo nacido de un estancamiento. // Más increíble que sea fruto / de la varita mágica / de un dios con caracteres / monstruosamente atropomórficos. // ¿Cómo se puede


creer que tal maquinación / se endilgue a quien será viviente, / ratero y asesino todo lo que quieran / pero inocente al fin y al cabo?). Decir como Montale, un tipo enfermizo e introvertido que sintió en toda su vida que no servía para nada... ¡Qué gozo leerlo!, qué envidia.

(17:49 horas) Tengo esta tarde una sensación de gente sola que se cruza conmigo, y me vienen a la cabeza unos versos de José Luis Morante que son exactamente mi sensación de ahora. Los busco en su «Largo recocorrido» y los leo lentamente para encontrar de nuevo ese ritmo endiablado que el colega refugia sus poemas, la encabalgada música y el sentido común que nos aúna: «Murmullos incesantes depositan / triviales comentarios sobre un móvil. / Las pupilas disimulan tediosas, / leyendo fraudulentas biografías. / Lerdas sombras ocupan las aceras. / Se hace tarde y soplan vientos fríos. / Una lejana risa se repliega / en la circunferencia del cansancio; / mientras, evoca un viaje parecido / y asiente circunspecta a los mensajes / reiterados con música de fondo. / Camufla un cigarrillo el desconcierto / de quienes no adquirieron el billete. / La expresión triste de los rezagados / atenaza el adiós del que se queda. / Y sin embargo ocurre lo de siempre / en el amplio vestíbulo en penumbra. / Antiguas convenciones se repiten / con sobria precisión de cirujano, / como si un domador sin repertorio / descubriera por vocación intacta / la urdimbre rutinaria y misteriosa / de los trenes de largo recorrido / que parten azarosos al encuentro / de míticos destinos en las vías.». José Luis trabaja siempre en un tono especial que yo comparto, jugándoselo todo a doble o doble, pues la nada ya está para gozarla o sufrirla, para ser de ella o para estar en ella. Confieso que con cierta frecuencia acudo a sus poemas para buscar en ellos sensaciones comunes, rabia o láudano... y todo en la solidez poética que aseguran sus versos siempre. En ellos estoy siempre,


porque nuestras vivencias son comunes, porque somos del mismo tiempo, el mismo espacio y la misma sensibilidad... Cuando no sé acotar un poema, José Luis me da las claves para hacerlo... aunque él no lo sabe. Y reescribo por enésima vez el poema que da comienzo a mi nuevo poemario terminado, que se titulará «Hammarcord». Este poema de inicio llevará por título «Amanece en Rimini» y la última versión es como sigue: «De las uñas mordidas o de lo que amé / cuando los días no sabían acabar / porque eran luz y ocaso y a la inversa, // me quedó como un batir de párpados, / un pestañeo sepia o blanco y negro / que me hace y deshace, / que me rima hacia adentro / en justa consonante. // El mar que no vi entonces / era una piel ajena / llamando a lo interior como una química, / ahora paz / antes guerras mínimas tan grandes, / tan sin derrota, / tan despiadadamente dulces. // Yo y vosotros / no fuimos, / apenas somos / todo y nada. // Sábanas blancas frías / para un calor común / tan compartido / como el pan o los golpes, // como el pan / o / los golpes.». Es una voz común y ajena a la vez que me grita por dentro y no sé concretarla con las palabras justas.

Anchee Min Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía | Posted on lunes, septiembre 18, 2006

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Me he dado cuenta hace unos días que la poesía me ha llevado al estudio de diversas materias con tensión y con más ganas que nunca, y lo ha hecho hasta el punto de que el estudio diario y anárquico puede a la poesía, de tal manera


que ya ni me permite atacar un poema. También he caído en la cuenta de que la poesía me ha hecho repudiar la prosa y hace años que me cuesta un enorme trabajo acabar de leer una novela. Mis apetencias corren por los caminos de la filosofía y por los de la ciencia, y siempre jugando a buscar sus nexos de unión y las zancadillas que una le pone a la otra. También es cierto que los poemas propios que me han dejado más satisfecho hasta el día de hoy son los que parten de conceptos recién estudiados y razonados. Y soy feliz de saber esto hoy.

Juhani Aho Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Carlos Obregón , De Poesía , Marino González [La Luna De Mérida] , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on miércoles, septiembre 20, 2006

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Esta tarde, mientras trabajaba en mi estudio en el absurdo de una revista publicitaria, pensaba en cómo atraparía mejor esta sensación de tedio y de vida perdida que sobreviene mientras me dedico al estúpido arte de sobrevivir. Quizás en un poema, me dije, un poema que actúe como solucionario y como espejo del drama pequeño, un poema que consiga que mi inutilidad se torne útil. De ello he tomado conciencia, y ahora me amparo –me conformo, mejor dicho– para otorgarle un valor positivo a lo que no lo tiene. Debo engañarme cada día y decirme con convicción que actúo como poeta en cada segundo de prosaísmo que se suma al siguiente... ¿Y me perdonará la poesía que la tome y la practique como justificación o como mentira piadosa?, ¿se hará patente en mi letra el impás en el que me encuentro? Ahora no me llama la poesía, no me busca... soy yo quien la persige como un náufrago o como un amante sin su


par. A veces la sentí apremiante, noté su ardor y hasta llegué a odiarla por sus insistencia... Hoy la encuentro indispensable y huida. Debo reconocer que he andado enredando en mis primeros cuadernos de poemas y que tal aventura me ha resultado muy negativa, pues he visto con nitidez que he nadado siempre en un monotema y he terminado ahogándome en él. Siempre el mismo poema, siempre, siempre... (22:31 horas) Quizás necesite buscar un nuevo punto de arranque desde el que buscar, dar por finalizado un ciclo, morir un poco... y que vuelva a fluir la candidez para encontrar las ganas y esa sensibilidad renovada que me haga regresar al poema. Y recuerdo de pronto que ayer me llamó el colega Marino (de «La Luna de Mérida») para pedirme un monólogo sobre Areúsa con el fin de ser representado entre chavales de institutos y para hablarme del poeta suicida Carlos Obregón, por el que mostraba gran interés. Al primer toque no recordé, pero cuando miré mi archivo de poetas suicidas, caí enseguida en la cuenta de que a Carlos le había dedicado un poema en «Paraísos del suicida» y que guardo algo de información sobre su vida y su obra. Voy a llamar ahora a Marino para explicárselo y le enviaré un mail con la información que tengo sobre Carlos.

Outi Alanne Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía | Posted on jueves, septiembre 21, 2006

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La lógica arbitra casi todos mis actos, y por eso mismo la lógica aparece en mis


poemas, pero siempre con un componente de sorpresa –que no es ilógico jamás, por cierto, aunque parezca inimaginable–. El problema fundamental que encuentro con demasiada frecuencia es que el instrumento de tortura que es la lengua –vamos a llamarlo mejor «el idioma»– llena de irregularidades el objeto de palabras que conformo. Por ello a veces parezco tan estúpido en mi poesía, porque el idioma no me es propicio para generar las figuras lógicas de mi cabeza, de mi realidad y de mis ensoñaciones. Pudiera decir que vivo la poesía con intensidad, que alumbro el poema con satisfacción personal y que lo estropeo en el acto físico de la palabra. Por ello siempre pienso que he de formarme como filósofo, que he de esforzarme en conocer los artificios del hombre y los artefactos de su cabeza social y científica. Conocer el idioma es poder desentrañar un buen porcentaje de los jeroglíficos que sólo están claros en la nebulosa del pensamiento, y acotarlos, apresarlos con saña para luego lanzarlos a los oídos y a los ojos de los otros. ¿De qué me sirve el sentimiento –de los sentidos, coño– si sólo se queda en el plano de las sensaciones y no sabe llegar a mostrarse con perfecto detalle sobre una mano o sobre una mesa? Describir sin contar con el conocimiento previo de un «objeto» o de una «vivencia» que sirvan como señal inconfudible y relacionable es fracasar siempre, pues el hombre, de natural, no sabe aprehender si no ha tenido antes materiales que le lleven a relacionar y a no confundir. Busco y no sé dónde buscar... pero busco, joder, busco cada puñetero minuto del día.

Elmer Diktonius Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Pedro J. Ramírez | Posted on viernes, septiembre 22, 2006

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Ya no tolero la ingenuidad –de un adulto– de ninguna manera en el esquema de nadie, pues ella lleva con herida a que a uno lo sojuzguen y lo sometan. De ella se valen los políticos predadores, los «listos», los arbitrarios y los que carecen de escrúpulos. La ingenuidad es culpable en gran manera de la opresión de los pueblos y de las constantes barbaridades que nos pasan por encima, por dentro y por debajo cada uno de los días de nuestra vida. Un pueblo con un alto índice de ciudadanos ingenuos está abocado a la


dictadura y a la masacre. También me jode mucho ese marbete que se les pone a los jóvenes de que son ingenuos... ¡¡No!!, la juventud no es ingenua por naturaleza... es ingrata, contiene un mundo hermosamente abstracto y enreda en una gasa mojada de inexperiencia, pero no es ingenua. Ellos contienen la potencia de generar cambios en los modelos sociales y personales, y lo que llamamos ingenuidad, casi siempre es dejadez y sentido de extrañamiento... y de un joven no se abusa igual que de un ingenuo. Los jóvenes son presa de una violencia personal constante que les hace ser diferentes, no indiferentes, como se nos indica en los pomposos estudios de la mierda mediática que nos envenena.

(22:56 horas) Asisto estos días asombrado al espectáculo soez de la prensa ultraconservadora y títere de una extrema derecha que me eriza el vello. ¿Cómo un país democrático y teóricamente avanzado puede permitir que minen sus estructuras tipos deparavados y profundamente inmorales como Pedro J. Ramírez o el repugnante vocero de la Conferencia Episcopal en su cadena de radio COPE –escribir su nombre ya me produce náusea–?, ¿Cómo una religión que mantiene concordato con el Estado español, apañándose sus buenos euros sin currárselos como los demás ciudadanos, puede tener la desvergüenza de mantener a la inmoralidad hecha carne como la voz de su santa y caritativa garganta? En toda mi vida, y ya voy para los cincuenta –lo que quiere decir que he vivido el tardofranquismo con sus lindezas Girón de Velasco, con sus fragadas, con sus muertos a balazos y con CEDADE y los Guerrilleros de Cristo Rey amenazando con sus puños de acero en la mismita plaza de Salamanca...– no había escuchado tantas barbaridades juntas y tan seguidas, ni había visto una


maniobra tan baja para producir una involución. Confío en que los ciudadanos españoles no se dejen llevar por esa inmoralidad infinita y terminen –terminemos– poniendo a esos ofidios de la infamia donde les corresponde, en el justo cieno.

Rabbe Arnfinn Enckell Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on sábado, septiembre 23, 2006

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Generalmente, los que me rodean se burlan de las cosas que yo considero importantes, precisamente porque para ellos no lo son y, por tanto, ven en mi mundo algo inútil y absurdo. De ello he aprendido que la opinión de los demás me importa un pepino, sobre todo si esos demás demuestran una jodida incapacidad para hacerse preguntas que no sean de índole deportivo, de sexo o de baja economía. Es por ello que debemos escoger entre quienes nos rodean a una o dos almas sensibles –si es que existen– y cerrar nuestro mundo relacional en ellas. En todo caso, y no sé por qué, mi esperanza quiere un momento de gran tensión social para que crezca el número de personas que se hagan preguntas importantes... y vendrá, claro que vendrá, vendrá de manos de los ambiciosos que no dudan en derramar sangre por riquezas, vendrá por los iluminados de oración y fe ciega, vendrá por los harapientos que llegan buscando lo que es suyo... y algunos pensarán sólo cuando vean peligrar su parcelita de miseria.


Aatos Erkko Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia , Magdalena , Pavese , Sentimientos | Posted on domingo, septiembre 24, 2006

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Sin adaptarme aún a los rigores del curso escolar, estoy contento porque mis chicos parece que han empezado con ganas –aunque esto no es como empieza...–. Sigo (seguimos) sufriendo la enfermedad de Mada y el encono de Ángel contra lo que sería la mejor solución para todos: contratar a una persona para atender de forma constante a Mada en casa. No entiende el colega que está descabalando nuestras familias, y esto afecta a la educación de los hijos y a las relaciones de pareja. ¿No le iluminará su Dios de una puñetera vez para que acepte cambiar el sacrificio constante de todos por un pequeño sacrificio económico –también de todos– que nos haga llevar el asunto con más dulzura y menos tensiones? En fin, que seguiremos comiéndonos este marrón por el camino difícil, el de ganarnos el puñetero cielo por el sacrificio inútil y diario. ¡Bah! (16:56 horas) Odio el melodrama cuando se trata de la vida, esa actitud tan común (y tan católica) de ver el mundo sin la mirada práctica de la lógica. Todo se novela y se fabula, cada suceso tiene una banda sonora y un tempo absolutamente teatral; y en esa mirada pequeña, siempre también un punto egoísta disfrazado de conciencia limpia. Los que abundan en estas formas –que son muchos–, jamás han sentido el sufrimiento sicológico de una vida practicable, sus motivos son espurios sin saberlo –o sabiéndolo– y su fin es pasar sin que les roce el daño, volcándolo al instante en los hombros y en las cabezas de otros, mientras hacen aspavientos e incluso derraman lágrimas. Ojo, y nunca puedes herirlos, porque son gente «buena», ordenada y cumplidora de leyes humanas y divinas... no tienen temor a la muerte de los


demás y fían la suya a un Dios magnánimo al que han servido siempre con humillación... ven de maravilla que su caridad pacata se transforme por arte de magia en la sumisión de otros... nunca han sentido el placer porque es pecado... ni dejan que sus cercanos piensen en sentirlo y practicarlo. Son tipos de otro mundo que siempre han vivido y vivirán bien, pero sin saber lo que es la vida. Su conveniencia es el camino fácil y su pasión es pensar que los demás debieran ser como ellos para el que el mundo fuera perfecto... perfecta y jodidamente melodramático. Lo que hacen por los demás, lo hacen exactamente por sí mismos. Vamos de puta madre.

(22:04 horas) Para qué pensar en acabar todos y cada uno de los asuntos en los que nos metemos. No es bueno acabar, porque en el acabamiento hay cierta historia de triunfo que no es conveniente para mantenerse lúcido. Lo mejor es amar lo que haces con intensidad para conseguir que jamás termine. Acabar hace a tu mente cómoda y consigue que pienses de ti tan en positivo, que termines siendo incapaz de retomar la vida en clave de búsqueda. Además, siempre te queda esa «buena conciencia» de la que decía Pavese que «no es otra cosa que la expresión del deseo que todos tenemos: ser nosotros; sentirnos cómodos siéndolo.». Y la comodidad es muerte en cierta forma.

Paavo Haavikko Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on lunes, septiembre 25, 2006

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Cómo me gusta el desinterés, llegar a todo desde él y salir de todo con él, porque en el desinterés se disfruta de lo que nos rodea, de lo que nos contiene y de lo que nos ata sin buscar una finalidad. Ahí es donde radica el valor del desinterés, en que no conlleva esa carga de rigor y voluntad con la que se acomenten las acciones o cosas con vocación de finalizarlas. El mundo sucede, sucede el hombre, deviene inexorable la naturaleza y hay cosas que permanecen y otras que mutan... y yo mirando con desinterés, chupando el néctar de lo que me resulta superior y desdeñando lo que me parece inferior, sin otorgarle importancia ni al paso ni a lo que promete no perecer. Todo sigue y seguirá cuando yo no lo mire... o nada existe ni aún posando mi mirada sobre ello. ¿A qué, entonces, hacer un esfuerzo que no sea de placer por las cosas y los seres? Sólo en gozarlo todo con desinterés veo un buen proyecto de vida.. de vida satisfactoria que se enreda en un bucle de lo inacabado.

Martti Haavio Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Maián Barcena , Mike Escárzaga , Mª Teresa Martín , Sentimientos | Posted on martes, septiembre 26, 2006

0 La precaución. Siempre sujetando nuestra debilidad con asuntos inútiles con los que protegernos. Tiempo perdido en una autodefensa que probablemente no nos servirá para nada. Qué ingenuidad la de las precauciones tomadas con un apriorismo tan extenso que sea capaz de hurtarnos al placer. ¿No será mejor correr a tumba abierta y luego, cuando el suceso llega –sea de


placer o dolor, que no importa–, buscarle un significado, crearse, recrearse o autodestruirse. La precaución nos quita tiempo de vida mientras pensamos en vivir dentro de unos márgenes de seguridad que no nos permitirán vivir.

(22:23 horas) Hoy me han regalado un extraño libro de poemas de Marián Bárcena (a la que no conozco de nada) en edición bilingüe castellano/inglés, «Nociones del imperio/Notions of empire» con unas bellísimas acuarelas de María Teresa Martín y traducción de Mike Escárzaga. Lo más sobresaliente es el lujo de la edición de «Reino del aire» para un volumen que no tiene pinta de venderse más que como objeto. Y yo no entiendo nada, ni la edición lujosísima, ni los poemas y su excusa, ni el arrojo traductor, ni las cuádrigas rampantes, ni una cosita Instituto Cervantes que lo acompaña a todo. Otros bautizos conocí en los que sobró casi toda la comida. No sé.

Anna-Leena Härkönen Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abuelo Felipe , Educación Y Enseñanza , Hijos | Posted on miércoles, septiembre 27, 2006

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No sé educar y sólo acumulo fracaso tras fracaso en esta tarea que me hace vaso vacío. «Educar», ¡qué mierda!... Y de mis fracasos constantes, una pregunta igualmente constante: ¿Para qué, educar para qué? Fracaso en el «cómo» y no sé el «para qué»... Magnífica situación en la que me encuentro y me ahogo. (21:42 horas) Yo siempre he dado mano abierta a mi instinto, lo exploro a diario, lo ayudo y me empeño en conocerlo. Y sé que al afirmar esto entro en contradicción con toda mi defensa de los valores reflexivos, pero no me importa. Intento llegar cada día a moverme en una mezcla de instinto y reflexión que me hace ser una especie de oxímoron con zapatos, pero siento en mi interior que necesito buscar un equilibrio entre estos contrarios, obligarlos a convivir en mí y conmigo. Ser consciente de esta lucha me proporciona placer, y tal placer me lleva muchas veces a correr pequeños riesgos que me animan (de “ánima”). Me encanta vivir en la contradicción –pero ser consciente de ello. (22:23 horas) Llegar a conocer lo que otros ya saben quizás sea perder el tiempo si nos quedamos ahí, en la coincidencia de conocimientos. Hay que buscar el error o el más allá en lo que se aprende. Ahí es donde vibra la música de la vida. Oye, y que hace unos minutos me pasan un avisito de que me ande con cuidado y no me meta con «personas importantes» de la ciudad. ¡Coño!, no sabía yo que en la ciudad hubiera personas importantes o, mejor dicho, los tipos con los que supuestamente me he metido en este diario durante los últimos meses –son pocos y cobardes– nunca me parecieron importantes. Hay que ver cómo está el pueblo, mecachis, que haces la pequeña crónica particular de una «verdad vivida» para aclarar ciertas «decoraciones mediáticas interesadas» y empiezan a aullar los perritos falderos como si fueran lobos.


Pues bien, voy a recordar que me suelo crecer ante la adversidad, y más ante los avisos aviesos... también recordaré que no tengo ganas desde hace mucho tiempo... también diré que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio... En fin, que ahora va a resultar que convivimos con una miserable pandilla de matones –de cartón piedra–. Que ya murió el General hace unos años, coño – sus sicarios asesinaron a mi abuelo Felipe... ésos sí eran sicarios y no estos patéticos avisadores anónimos–, y que amenazar es de mala educación. En fin, que seguiré en este «mira cómo tiemblo» viendo pasar las sombras marengo de los tristes de espíritu. «Personas importantes»... Hay que joderse.

Tove Jansson Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on jueves, septiembre 28, 2006

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El efecto de la libertad es siempre doloroso, y por ello califico a la libertad dentro del capítulo de tragedias, y con nota alta. Y es que la libertad en sí no puede contemplarse sin sus efectos y sin las carencias que nos llevan a buscarla. Quizás en la soledad del pensamiento pueda llegarse a encontrar algo parecido a una libertad feliz, aunque me parece harto difícil. Lo correcto sería definir en cada ser humano, desde bien pequeñito, el concepto de libertad y el de utopía, enseñarle que la soledad es imprescindible para acercarse a la idea de libertad y que el otro –sólamente un único otro–


supone ya la impracticabilidad del concepto. Si la libertad llega por lucha personal, acotarás tu territorio libre para que no sea agredido –¿es eso libertad?–, si llega por el trabajo de otros, te sentirás atado a su idea de libertad y eso mismo te robará la tuya; si llega por azar, sinceramente, eso no es libertad, porque no la apreciarás como tal. La libertad sólo se aprecia en su patente carencia o en la dificultad del camino que nos lleve hacia ella. Y es curioso que en ese proceso nuca existe.

Matti Yrjänä Joensuu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Charles Bukowski , Jesús Caldera Sánchez-Capitán , Juan Hernández Heras , Mª Ángeles García , Sentimientos | Posted on viernes, septiembre 29, 2006

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Hoy, mi mujer y mi hijucha me han regalado «Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta», de Charles Bukowski, un libro que tenía muchas ganas de leer desde hace tiempo, que pedí varias veces a mi librero y que nunca conseguí que me lo trajese. Mañana le daré entrada y fin. Por otro lado, ando reflexionando sobre la obtención del Premio a la Libertad que mañana nos será otorgado de manos del Ministro Jesús Caldera. No hay duda de que es un bonito empujón que nos llena de responsabilidad y de ganas renovadas, sobre todo un magnífico empujón para Juan, sobre cuyas espaldas siempre ha pesado la responsabilidad de nuestra actividad social y


solidaria. Espero que mañana sea el día que marque el principio de nuevos proyectos y de mayores riesgos.

Dejo aquí mi abrazo de hermano al compañero de fatigas Juan Hernández, el Juanito de siempre, a la vez que le aseguro que es uno de los tipos más importantes de mi vida –y de la de muchas otras personas–. Eres grande, hermano, el más grande. Gracias por existir y estar siempre a mi lado. (22:51 horas) Es inevitable sufrir en el transcurso vital, pero si ese sufrimiento no lleva consigo una carga de conocimiento, resultará absolutamente inútil, lo que lo multiplicará y terminará por hacerlo mucho más arduo. Sufrir es saberse vivo, y tal circunstancia –tal conocimiento– terminará siendo gozosa si se sabe procesar. Lo más práctico es ser consciente de cómo vibra el dolor –sea físico o psíquico– y arañarle cada esquina para saber superarlo y aprender de él.

Veikko Antero Koskenniemi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Agrupación Socialista Bejarana , De Poesía , Jesús Caldera Sánchez-Capitán , Jesús Márquez , Malick Y Youssouph , Mpdl , Ramón Hernández Garrido | Posted on sábado, septiembre 30, 2006

0 A la poesía se debe llegar sabiendo que no va a ser un fin en sí misma, y que sublimarse en ella sin otro interés que el de gozo por el conocimiento que propicia es su mejor valor. Nunca poesía para herir, para encantar, para derrotar, para conquistar... y menos para vender. Siempre poesía para el conocimiento, para la serenidad, para el gozo del sentimiento vivido. No para la autosatisfacción, nunca, sino para el autoanálisis. En fin, que la poesía nunca debe ser «respuesta»... debe ser «pregunta».


(21:07 horas) Emotivo y entrañable el acto de entrega del Premio Libertad. He sentido el cariño de mucha gente y he visto a todos nuestros muchachos felices por este reconocimiento al trabajo desinteresado de todos durante un montón de años. Confieso que se me puso un nudo en la garganta en el justo momento en que Jesús Márquez interpretó mis poemas y no se me fue ni en la intervención deliciosa de Ramón Hernández, ni en la entrega del galardón, ni en las palabras finales de Jesús Caldera. Miraba a mi colega Juan y se me saltaban unas lagrimillas de emoción, pues han sido muchos años juntos luchando por un proyecto loco y maravilloso, y este reconocimiento nos da energía para seguir haciendo locuras.

Allí estaban Youssouph y Malik, Susana y Lolina, Javi y las niñas de Mario, algunos chavalillos del nuevo MPDL, Blanca y Mariángeles, la hermana de Juan y su moza, su padre –orgullosísimos–, Miguel y Berta con su cuquina chica, Juan Martín Tiedra con señora y sobrinillos, mi familia entera... y el espíritu solidario de Sonia y el Pepe... todos mezclados con calderas, rabadanes, meleros, málagas... y con la gente hermosa de la Agrupación Socialista Bejarana... ¡Mil gracias a todos! Y unas gracias especiales para Ramón, José Manuel y Antonio Gutiérrez (el tiempo nos une siempre, amigos).


Kimmo Lehtonen Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Ramón Hernández Garrido , Sentimientos | Posted on domingo, octubre 01, 2006

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Algo descolocado, con flojera de espalda y bastante menos lúcido de lo normal, anoto el día como una resta más, ubicándome en el medio para buscar equilibrio o cobijo. Hoy no estoy a la altura de los hombres y de las cosas. Y de esta resaca me llega el otoño adentro, como siempre, con su asunto xantófila, sus grises destramados y menos voluntad de ánimo que en otras estaciones. Ayer fue un día de gozo por ver a mis amigos felices y abrazados, y hoy retornan las dudas y me pillan sin fuerza. ¿De qué sirve que nombren junto a tus actos el valor si no lo tienes? ¿Para qué hacer tonsura en lo que siempre fueron balbuceos e inseguridades? El mundo sigue su curso y le sobra mi mirada o no la quiere... En fin, que el mar vuelve al mar y las rosas ya marchitas mantienen sus espinas como fieras. No hay esperanza ni seres para ella.

(12:55 horas) Si nos sacan del entorno social cercano, siempre somos más amables, y quizás hasta puedo afirmar que así es como somos, mucho más amables de lo que se sugiere por el contacto constante y diario. De ahí la necesidad de poner distancia, de buscar soledad y de intentar aislarse en un medio tono para que se nos vayan desdoblando las dobleces sociales. También es muy cierto que sólo se ama a quien se puede odiar, por lo que la intensidad relacional del hombre debe guardarse para casos muy concretos. Es decir, no debemos entregarnos a un grupo, sino a personas concretas y muy bien seleccionadas. Y es que quien no ama, encuentra paz en su vida y


armonía en sus relaciones... Pero, ¿estamos dispuestos a no amar nunca? Tengo claro, por tanto, que poner distancia es fundamental para gozar de tranquilidad y buenas sensaciones con los demás, pues «amar» implica que exista un contrario con el que comparar el afecto. Prefiero hablar de «aprecio» que de «amor» y de «desprecio» que de «odio». Todo se hace así más tolerable.

(18:46 horas) Alguna vez suena una voz a la espalda del tiempo y veo cómo se inició el incendio de lo político en mi estómago. Fue Ramón Hernández quien me animó y me llevó de la mano, quien me cargó de una ilusión que con el tiempo me haría madurar a base de satisfacción y daño. Y yo se lo agradezco porque me ayudó a crecer y a dudar, porque aprendí a ver la vida con ojos algo más prácticos y a la vez a otorgar a cada cosa una importancia relativa. Ayer estuve un buen rato con Ramón y le vi feliz, fuera ya del ambiente enrarecido de esta ciudad que devora implacablemente a sus mejores valores. Sonreía entre fados y vi cómo la distancia –vuelvo al tema– nos trae las caras amables, las de verdad, las que debieramos conservar siempre en nuestra memoria. Del tipo que medio voló hay que recordar ahora sus valores: tenacidad, capacidad ingente de trabajo, generosidad a raudales e ideales sólidos. Me alegro de su suerte y sé que a otros les jode. (21:51 horas) Sentirse parte de una historia viva, a veces te trae la honestidad como un pañuelo limpio... no como algo perteneciente a tu personalidad, pues uno no es honesto si no encuentra razones para serlo, sino como defensa ante el futuro. Yo soy honesto sin un componente moral previo, pero siempre con un componente circunstancial que me lleva a pensar en mañana. Eso cuando soy honesto, claro. Y soy deshonesto siempre con un componente moral bien localizado y, también siempre, buscando epatar con mi actitud


deshonestamente bien medida. En fin, que somos teatro en lo bueno y en lo malo, y todo por ser como el aceite en el agua, para flotar y poder tomar otra bocanada de aire.

Simo Puupponen Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on lunes, octubre 02, 2006

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Cuando has odiado a alguien hasta desear su desaparición y, de pronto, lo tienes a tu merced, lo mejor es detenerte a pensar en tu potencia y llevarla despacio por el camino de la indiferencia, de tal forma que no merezca la pena el esfuerzo de levantar tu mano. La indiferencia es el mejor caparazón para aguantar al tiempo, y si la sumas con un pasar inadvertido, es ya el no va más de los novamases. Mimetizarse con todo es también una buena forma de vivir, siempre que en el interior de tu mimetismo sepas medir dónde estás y hasta dónde puedes llegar. Entonces el peligro serás tú... y ellos no lo sabrán.

Arto Paasilinna Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on martes, octubre 03, 2006

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A veces pienso en una catarsis personal y definitiva, acabar de una vez con todo y con todos... pero siempre termino viendo que la tragedia de los demás es mucho mayor que la mía. No, la autodestrucción no me sirve porque no me satisface, y, además, aún soporto mi soledad con alegría, es más, gozo en ella y crezco a su sombra. Sí, también soy muy consciente del peligro que acecha tras estos pensamientos, y no consiste en asuntos morales ni en temores, pues morir ahora me parece poco práctico. Ya que no hay salida posible, vamos a ver qué pasa... sólo por curiosidad.


Henrik Gabriel Porthan Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio Piedra , Charles Fourier , Félix Hangelini , José Mª Cumbreño Espada , Mis Días De Vino Y Rosas , Tomás Moro | Posted on miércoles, octubre 04, 2006

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Día de libros. Anoto y agradezco envío de José María Cumbreño Espada –gozo sus poemas siempre, porque son asesados y rematan– de «Cuatro poetas en un tobogán», editado por la Asociación Cultural Littera; «La devastación. La imaginación de la bestia», de Félix Hangelini, editado y enviado por la Fundación Jorge Guillén (gracias, colega Antonio Piedra); y dos joyas que tenía pedidas y que me han llegado hoy: «Elogio de la poligamia» de Charles Fourier y «Utopía. El Estado perfecto», de Tomás Moro. Ya tengo lectura para unos días y, quién sabe, quizás hasta preguntas sin respuesta. (22:05 horas) Sentir pasión por alguien o por algo es deliciosamente doloroso. Siempre el final muestra un intenso dolor que ya se presentía en el camino... pero apasionarse es magnífico, y más cuando el objeto de tu pasión no sabe de ella y, por tanto, no puede humillarte con un gesto o con la desposesión. Que algo no te sea indiferente es vivir en ello. [Cómo me contradigo de un día para otro, pero tengo vitalidad de pensamiento, y eso es lo que realmente me importa. Amar, sentir, estar solo,


hacerse preguntas, sentir una pasión irrefrenable... Vivir, al fin y al cabo, en la contradicción continua y no ser diletante]. Ahora siento que hay que luchar por una desintegración total de la sociedad, pues no hay forma mejor de conseguir que vuelva a afirmarse la individualidad con fuerza para ser capaz de estructurar un mundo distinto –y hablar de «distinto» ya es hablar de «mejor»–. Un magnífico ejemplo lo tenemos en el Renacimiento, que fue encendido por una desintegración de las estructuras sociales, y de aquel viento creció un pensamiento crítico capaz de cambiar el mundo con la puesta en valor del individuo sobre el grupo, lo que llevó a un desarrollo inimaginable del arte y de la ciencia y a romper con unidades tan perniciosas como la del mundo cristiano de la época. Hay que dividir a la fiera para que empiece a desaparecer. A peor no vamos a ir.

Ilkka Remes Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Arte , Jesús Urceloy [Y Marisol] | Posted on jueves, octubre 05, 2006

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[No hubo suerte para el colega Urceloy, y bien que lo siento. Los «Nacionales», amigo, siempre requirieron contar con cierto destino en lo universal, y nosotros no lo tenemos. Otra vez será –o no será–... pero, ¿qué importa?] Las argucias del arte trabajado en soledad son un mundo especial y delicioso. En él reinas sobre todas las cosas, reinventando las leyes de la física y dándole la vuelta al jersey del mundo. Todo es arbitrariedad y pueden ubicarse en la misma proposición el revés y su contrario sin herirse, copulando con un desinterés que, en resumen, resulta lo más interesante. No hay objeto ni sujeto, pero todo es susceptible de objetivarse y subjetivarse; el orden se descompone y no busca otro orden, porque no hay lógica posible. El artista es el amante y el objeto de su amor, pero también el enemigo mayor y el más pequeño... La dificultad llega cuando intentas «narrar» lo que sucede, pero eso no es importante, porque el arte estuvo en tu cabeza y no tiene necesidad alguna de llegar a tus manos.


Pentti Saarikoski Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Joan Margarit , José Luis Morante , Mar Gómez , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on viernes, octubre 06, 2006

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[Comienza la temporada de achaques con un ataque ciático en toda regla. Sólo puedo sostenerme doblado o totalmente estirado, y cambiar de posición requiere un enorme gasto de energía. Mi solución es permanecer sentado delante de mi computadora hasta que la urgencia me lleve al cambio de posición. Lo cierto es que este tipo de malestar lo llevo con bastante buen rollo, pues me deja libre la cabeza y me sostiene en una de las posiciones que más me agradan: la de sentado.] Existen dos formas de plantearse la vida: buscando hasta el límite e intentando llegar a los seres y a las cosas aunque nos parezcan inaccesibles, o dejando que todo lo que suceda pase azarosamente por nosotros o no lo haga. En ambos planteamientos –por búsqueda o por azar– podemos llegar a una vida colmada, pero en el primero pende sobre nuestras cabezas el fracaso, mientras que en el segundo planteamiento a lo peor que se puede llegar es a tener una vida anodina. Decidir que se quieren correr riesgos es el punto de inflexión entre vivir con intensidad o vivir circunstancialmente. ¿Cuál de las dos opciones es la más práctica? Yo creo que la segunda... pero también es la más triste. (22:01 horas) Acabo de leer una mail de Mar Gómez, una poeta a la que he olvidado sin querer y a la que pido disculpas. Me escribe desde Lisboa y me propone volver al activismo cultural en edición bilingüe, y me parece estupendo por ella y por el momento en que me encuentro. Le he contestado que me apetece y le he dado unas pistas para comenzar a currar... A ver si hay suerte y salimos con el empeño, Mar, y nos quitamos ambos la espinita que nos molesta [un besote].


Y después del mail, llamo a mi José Luis Morante para felicitarle por la presentación en Madrid de «Arquitecturas de la memoria», la antología de poemas de Joan Margarit editada por José Luis y puesta en papel por Cátedra. Le he notado feliz y relajado, y esa circunstancia me ha puesto a mí también muy feliz. Tenemos que hacer algo importante pronto y juntos. ¡¡¡José Luis!!!... ¡¡¡Pronto y juntos!!!

Frans Eemil Sillanpää Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Dios Es La Hostia | Posted on sábado, octubre 07, 2006

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Llevar la codicia a misa es muy común entre los adinerados, pues en su temor a perder también quieren tener a Dios en sus cuentas de resultados... ya sabes, uno de esos «paraelporsi» que siempre vienen bien en casos de enfermedad y premuerte. Sí, los ricos también lloran, también enferman y también mueren... Eso sí, de


otra forma, eh... porque lo saben hacer sojuzgando, oprimiendo, vejando y dejando herencia. No sé a qué viene esta mañana tal inquina contra los ricos, cuando lo que yo quería era analizar y contraponer los conceptos «codicia» y «ambición»... Y, pensando un rato, me parecen sólo palabras, lo que me lleva de nuevo a pensar que la corrupción está en el idioma y que resulta harto difícil sobreponerse a ese imponderable. Visto el perro y vista la rabia, lo que debo hacer es conocer el alcance de cada una de las palabras que pronuncio y jugar con ellas y en ellas para transfigurarme en maldito, en dios menor, en imbécil, en hombre respetable, en rufián... en rico incluso. Manejar el idioma y utilizarlo con sabiduría es en sí mismo un poder mayor que el de poseer dinero, parcelas o acciones de bolsa en franca subida; porque con el buen manejo de tal herramienta serás capaz de seducir, someter, humillar, convencer, avergonzar, destruir, conquistar, ser objeto de amor, modificar la opinión... No está mal la materia y el balance de resultados que puedes conseguir con ella. En fin, acumulemos palabras en vez de monedas y lancémoslas con intención buscando lo que nos plazca. (16:40 horas) Un síntoma de que entró en la vejez es que cada día necesito menos al mundo que está fuera de mis límites físicos. Normalmente me basta con recrear un lugar, una situación en mi cabeza para quedarme satisfecho y seguir adelante con mi encierro. En esta situación la espera se hace agradable y el tiempo se dilata casi hasta el infinito. Apenas necesito exteriorizar mi estado y, sin embargo, cada día soy más capaz de imbuirme en vivencias enriquecedoras que no necesitan más que la evocación mental del otro. Es quizás todo este tiempo el más íntimo que recuerdo, y no hay ni un sólo resquicio de sentimiento de cárcel o de cueva, sino todo lo contrario, pues siento la libertad más cerca y más abierta.


(18:31 horas) En creación es fundamental ser mucho mejor que lo que creas, de tal forma que tu propuesta física sea el error de lo pensado. Un hombre al que su obra le supera en humanidad no es digno de esa obra, porque con ella miente. Esta tarde me animaba Alberto Hernández, después del café, diciéndome que le habían llegado mis palabras sobre el arte de hace unos días. Yo sonreí agradeciéndoselo. Y es que cada día hay más tipos engolados jugando a ser artistas que se escudan en sus enjendros plásticos o literarios para ponerse en valor. La dignidad de tu obra empieza cuando consigues ser digno de ella, y nunca al contrario, jamás. Eso de que no importa quién lo hizo, pero sí lo que hizo, es un error terrible que trae consecuencias nefastas para el juego del arte. Yo creo que Alberto está en un momento dulce y debe empeñarse en parecer lo que ya es, un destacado creador, sobresaliente en sus propuestas y humildemente normal en su vida. Lo tiene todo –que es nada– para estar donde están otros que no lo han trabajado ni lo han sentido como él. Que la vida no debe ser un cantar de gesta, que para eso están los hombres postreros... la vida debe ser una búsqueda sin límite y sin nómina fija, con sinceridad, con autocrítica, con valor verdadero. (22:44 horas) Un poema hay que «cometerlo» como se comete un atentado suicida, con fe ciega y sin medir las consecuencias propias, pero valorando siempre las consecuencias ajenas. O algo así.


Lauri Soininen Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Charles Bukowski , De Poesía , Dios Es La Hostia , Joan Margarit , Pavese | Posted on domingo, octubre 08, 2006

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Cada semana, sin falta no justificada, me da un arrebato dominical y matutino y me zampo dos programitas seguidos de la tele que están entregados a la religión. El primero es una ensalada judía con estética años 50 y el segundo es el famosísimo «Pueblo de Dios» –estética 36– con una tal María Ángeles que presenta muy castamente. Hoy, los judíos han estado más comedidos de lo normal, celebrando una fiesta de rememoración de viajes de antepasados por tierras difíciles –estos tipos siempre atraviesan desiertos, se dejan barba y trencitas y, luego, se ponen a celebrarlo– (felices fiestas, muchachos).

El chascarrillo descojonante llegó con la programación católica, cuando la casta María Ángeles entrevistó a un tipo vestido de negro y con alzacuellos que daba nota de un congreso mundial de televisiones católicas. El cuervo dedicó unos minutos a enumerar los pecados mortales de las nuevas tecnologías y todos los peligros que contienen contra la moral cristiana. Cuando se vació de tanto pecado –una vecina mía diría de forma más castiza: «¡¡¡Echa tu veneno!!!»–, se arrancó con que los medios de comunicación audiovisuales son fundamentales para llevar la palabra de Dios a todos los rincones del mundo, con lo que –a pesar de mis tiernas legañas producidas por el sueño recien


acabado– enseguida até cabos y deduje que las palabras sórdidas del involucionista Jiménez Losantos son palabra de Dios.

Ya era hora de que públicamente los cuervos reconocieran de qué jaez es su baba divina, por lo que me santigüé y, sin más, aporreé el mando a distancia para que me llevara a ver caer a otro dios en las pistas niponas: Shumy jodió su motor por acelerar más de la cuenta, poniéndole así un pequeño clavo más a su cruz. Lo mismo es un aviso del que debiera dar nota mañana don Losantos en la COPE a la vez que agradece a los cuervos que le nimben la voz por la tele. Palabra de Dios. (19:42 horas) [CHARLES BUKOWSKI: Yo era joven cuando mi héroe era joven, la única diferencia es que él se hizo famoso enseguida... ... luego se fue a Malibú y se sentó en la playa a mirar las olas que rompían en la orilla como embustes, como embustes, como embustes...] Todo llega a encadenarse siempre, de forma fortuita, si, pero todo llega a encadenarse. Y es una ironía ver cómo el fracasado –el realmente fracasado, porque para llegar a lucir su Jaguar ha tenido que mamar mil pollas arrugadas– sonríe desde su poltrona sin saber más que el truco absurdo de crecer en falso, y sonríe porque su farsa funcionó y funciona cada día... Yo era joven cuando el fracasado también era joven, y le vi temblar de ira por conocer su propia incompetencia, y le vi tomar el camino torcido, subirse al carro del integrismo católico para medrar y llegar hasta una cima de asco bruñida de dinero... ....luego se fue al interior y se sentó en una playa inexistente a mirar las olas que rompían en la orilla como embustes, como embustes, como


embustes... [JOAN MARGARIT: cuesta entender la vida, no la muerte. La muerte nunca encierra enigma alguno.] Vivir en legítima defensa es a veces lo que no se nos ocurre para vivir, porque existen los demás y nos agreden con su sola presencia muchas veces, y te sientes extraño, fuera de lo que estimas que debiera ser la vida, y te acostumbras a sufrirlos y no haces otra cosa que dejar pasar todo por encima o por debajo. Y la única riqueza que te queda en los bolsillos es recordar un tiempo que quizás ni existió o imaginarlo. [CESARE PAVESE: La tremendad verdad es ésta: sufrir no sirve para nada.] Y se me caen las religiones, las patrias, las revoluciones, los dentistas, los partos, el trabajo, el matrimonio, las guerras, los masajes tailandeses, los mártires, las prisiones, el hambre, la faja y los sostenes de blondas. Es mejor indignarse y volver la cabeza antes que sufrir.

Etty Hillesum Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio G. Turrión , Fernando Savater , Malick Y Youssouph , Mis Días De Vino Y Rosas , Orhan Pamuk , Ricardo Moreno Castilo , Sdlm [Universidad De Salamanca] | Posted on jueves, octubre 12, 2006

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Tres días de silencio preparando una presentación para el grupo de investigación SDLM de la Universidad de Salamanca, y todo ha girado alrededor de la diarística entendida como estética de vida sin otro fin que el


gozo personal y el placer hedonista del que suscribe. Ya veremos en qué acaba el asunto. Yo, por mi parte, estoy satisfecho del trabajo que he realizado y espero poder ponerlo en valor a su tiempo. Terminado –o medio terminado, que yo no sé acabar nada–, le paso una copia a Antonio Gutiérrez y él me corresponde prestándome un arrebato fresquito, el «Panfleto antipedagógico» de Ricardo Moreno Castillo, prologado por F. Savater y editado en la colección «Leqtor discrepancias» –ya he comenzado su lectura y me encanta, coño, me encanta.

Como opción de reposo, me doy un paseote con el fin de hacer algunas fotos para los calendarios 2007, y eso me sirve para respirar hondo por la incipiente otoñada de la Fuente del Lobo. 76 imágenes para estudiar son el resultado de mi relax. Entre medias, me dio por fotografiar la ropa tendida que veía en los balcones bejaranos –es todo un ejercicio de conocimiento de la gente ver cómo cuelga su ropa y analizarlo... las bragas siempre por la cintura elástica, las camisas por los jarapales, los sostenes por los tirantes, los jerseys por los bajos y del revés, las zapatillas por la lengüeta, los pantalones por la cintura, las sábanas dobladas al medio... así funciona el percentil, y todo lo que se sale de estos parámetros da que pensar.


[RICARDO MORENO CASTILLO: ... la libertad y la igualdad son cada una frontera de la otra. Casi cualquier avance de una de ellas lo hace a costa del retroceso de la otra.] Es jodido que dos conceptos tan ilusionantes, tan de crecimiento, sean resta el uno del otro. El problema es que mientras que la libertad parte y desemboca sólo del/en el individuo, la igualdad requiere siempre al grupo y le hace protagonista. Está chunga la cosa, sí, Ricardo. (17:05 horas) Me entero de que le han otorgado el Nobel a Orhan Pamuk a la vez que me entero de su existencia, y me parece bien que un turco antisistema sea galardonado con tan alto reconocimiento «político». A mí me abre la mirada, porque ahora voy a leer algo de este tipo –ya opinaré entonces. (19:14 horas) Ha venido a visitarme Malik, que ya hacía tiempo que no pasaba por aquí, y le he encontrado feliz, aunque jodidamente encebollado en su ramadán. Hemos estado charlando sobre las grandes posibilidades que tiene de irse a trabajar como traductor voluntario de inmigrantes en Plasencia, y le encuentro muy ilusionado con esa posibilidad. Vamos a tratar de conseguirlo en las mejores condiciones.

Hubrecht Duijker Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Cipriano González , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Jung , Manuel Moya Escobar , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on viernes, octubre 13, 2006

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Hago balance positivo porque hoy me duele terriblemente la cabeza, justo desde que desperté, y ni las aspirinas –ya van tres– me atenúan el latido cabrón en mi sien izquierda.


Hasta el día de hoy he dado lo que he sabido dar... sonrisas animosas, algún poema con ganas de decir o de gritar, mentiras amables buscando armonía, silencios cómplices... Me ha gustado siempre compartir lo que he poseído y regalar lo que entendía que podría ser más felicidad en otros que en mí. He compartido penas y las he escuchado aunque no me tocasen, he intentado recibir y despedir, acoger y atender a todos mis invitados como mejor he sabido... He rectificado cuando sentí que el error era mío y he pedido disculpas por ello siempre, he intentado ser justo con todos los que me rodeaban y sé que por ello he conseguido enemigos menores y odios absurdos... También he intentado decir la verdad en los asuntos importantes, y siempre lo he hecho de forma pública y sin dobleces –por ello me han acusado a veces de ser contradictorio, cuando no de otras cosas peores que no caben en mi boca–, he sido contradictorio siempre y nunca me he arrepentido de ello. Sin embargo, siento cierto sabor a fracaso en mi boca, y es una sensación triste, porque me lleva a entender que lo que fui no ha servido para nada, y lo que seré está más cerca de la derrota que de la vida. No he sido bueno, pero tampoco malo... En fin, que busco soledad y quizás muerte donde otros buscarían compañía y descanso. Me duele jodidamente la cabeza y siento que estoy un poco más vivo que ayer, pero más triste.

[CARL GUSTAV JUNG: Incluso una vida feliz comporta cierta oscuridad y la palabra feliz perdería su sentido si no se viera compensada con cierta tristeza.] El jodido baile de los contrarios que deben jugar a equilibrarse para ofrecer armonía. ¿Por qué no somos capaces de idear un absoluto que funcione en lo experiencial? Ser simplemente feliz y dormitar toda una vida con una sonrisa


floja.. hasta morir con ella puesta... Claro, no sería natural sentir gozo si no existe la sensación de fracaso para darle valor. Vaya.

(23:19 horas) Anoto mail entrañable de Manuel Moya –qué ganas tengo de recuperar a este tipo maravilloso y olvidarme un poco de mi proyecto empresarial–, y llamada a Mari Sol para preguntar por el compañero Cipriano González –¡fuerza, compañero... y tantas ganas de vivir como tú sabes tener!

Mihail Lermontov Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Garcilaso , Laika Fatien , Lightnin'hopkins , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on sábado, octubre 14, 2006

0 Hacer como referencia para la propia vida, para suponer que se ocupa un lugar en el mundo –no necesario, pero sí contingente (?)–... Hacer para parecer y terminar siendo la justa lágrima. Nos empeñamos en llenar la vida de cosas y de artificios para autoconvencernos de que la estamos viviendo con cierto provecho, y apenas aprendemos a aceptar el dolor como se acepta el triunfo y la alegría. Debe ser cuestión de educación –ésa que se imparte en las escuelas– el que nos olvidemos casi genéticamente de nuestra fragilidad como habitantes de un mundo inexorable que pasa de nosotros y pasa por nosotros como le da la


gana. Y el artificio con el que pretendemos engañar al mundo es al final la causa principal de nuestro fracaso como grupo. Mientras, centramos nuestra total atención en la cosa social olvidándonos del medio y olvidándonos también del pensamiento... Sí, sé que mis palabras hoy son grandilocuentes, que me disperso en temas a los que no atino a acertar ni en su periferia, pero es que hoy estoy así, errático, disperso, sin saber qué hacer ni qué pensar por una confusión endémica de mi cabeza.

Y escucho mil veces el «Trow it Away» de Laika Fatien mientras me embobo mirando la carátula de su disco, «Look at me now», para sentirme como un tema mediocre de jazz, improvisado sin demasiada clase –no es el caso de los temas de Laika–. Y con el saxo vuelo hasta otro tiempo, un tiempo sólo imaginado en el que todo está por descubrir y por hacer... si yo encontrara un mundo así... «Pensando que el camino iba derecho, / vine a parar en tanta desventura, / que imaginar no puedo, aun con locura, / algo de que esté un rato satisfecho.» [Garcilaso]. Yo tampoco/también.


Por cierto, ahora que he tocado el tema de la música, debo agradecer a mi colega Antúnez el descubrimiento del blues de Lightnin’ Hopkins, del que guardo como un tesoro una grabación de su disco «Crossroads» que, entre otras delicias, contiene el tema «Santa Fe blues», una auténtica maravilla de blues limpio.

Andrzej Kuśniewicz Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Amable García , De Poesía , Dios Es La Hostia , Javier Riobó , Juan Luis Montero , Manuel De La Cuesta Peix , Recuerdos , Ángel Martín Bueno | Posted on domingo, octubre 15, 2006

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Leo en la prensa del día que el arzobispado pucelano debe devolver una herencia –de Carmen y Mª Luisa Gómez del Peral– de veinticuatro millones de euros a sus herederos legales y que, al día de hoy, pasados tres años desde que pilló las pelas, ya se ha gastado la mitad. Llevada la cifra a pesetas, arroja el resultado de 14.400 kilitos de los de antes, por lo que los curas se han fundido en tres años la friolera de 7.200 millones de pelas. Me gustaría saber cómo, dónde y cuándo... porque entre las argucias legales aducidas por la secta está la de que la voluntad del propietario real del dinero –el que lo generó y acumuló en su día–, el finado José María de la Cuesta Maura, le indicaba en carta a su esposa que deseaba que todo el caudal fuera a parar a manos de los más necesitados. Lo bonito ahora sería que el señor arzobispo de Pucela hiciera demostración documental de que esos 7.200 kilos han ido a parar a manos de verdaderos necesitados... y yo creo que lo tiene chungo el colega con sus crucifijos de oro y sus etecés de inversiones de dinero negro –véanse los oscuros trasuntos del dinero de la iglesia pucelana en los últimos años– y otros dales que te pego. Se lo quedarán todo al final... y si no, el tiempo... (12:27 horas) Al releer mi entrada del día, el apellido «de la Cuesta» me trae el vivo recuerdo de un amigo de infancia y juventud al que he perdido la pista desde hace años, Manuel de la Cuesta Peix, el más brillante de todos mis antiguos amigos, voluntarioso, inteligente, capaz, deportista excepcional y buen poeta. De Manolo he sabido muy poco desde el triste fallecimiento de Juanito Montero –alguien me dijo que andaba de profe por las islas y que se había dejado una copiosa barba negra... y ahora acabo de verle en una lista oficial (vía Google) como catedrático de Física y Química. Me encantaría volver a verle para ponernos al día de los azares de nuestras vidas. Y con Manolo viene el recuerdo entrañabilísimo de Amable García –al que mis últimas noticias ubican en Málaga de Catedrático de Matemáticas con la especialidad en álgebra y siempre con una guitarra clásica en las manos–... y Javier Riobó, al que sé asentado en Valladolid y trabajando en asuntos de diseño gráfico... y Javier Bernal, al que veo con más frecuencia durante los periodos vacacionales... y Ángel Martín Bueno, del que he oído que ocupa un importante puesto en la Delegación del Gobierno en Valladolid... Mejor dejarlo reposar y que el recuerdo quede en recuerdo. (18:42 horas) He dedicado la tarde a repasar los poemas de «Hammarcord


[l’uomo invaso]» –es la primera vez en mi vida que repaso tanto mis poemas, que ya van por la sexta corrección– y cada palabra es una bomba de neutrones que me cae sobre la cabeza. Corregir, para mí, siempre implica destruir la frescura del poema y enfrascarme en la terrible sensación de estar retocando a un muerto. Me joden los «que», las «y», el uso de subordinadas, la búsqueda de adjetivos que me resulten más atinados... y al final sólo hago destrozos y vuelvo a dejar cada poema como estaba. Me equivoco... corrigiendo me equivocaré siempre... soy un tipo de primer toque y no debo enfrascarme en tantas zarandajas. Me tomaré una café de la máquina de la imprenta y pasaré página.

Ienăchiţă Văcărescu Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Mpdl , Sentimientos | Posted on miércoles, octubre 18, 2006

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Recibo mail MPDL de mal rollito y me da en la nariz que se alumbra un final que nos puede llevar a un bonito principio, pero no adelantaré asuntos que no deben adelantarse aún. Hago referencia a esta circunstancia porque me hace mucha gracia la forma que tenemos los humanos de llevar a nuestro carro de razón cualquier circunstancia que venga de un enfrentamiento de opiniones sobre hechos sucedidos de los que una parte sólo conoce de oídas mientras que la otra parte los ha padecido. Tomar decisiones sin haber pisado la calle y basándose sólo en los informes de tipos con el culo plano, es muy de esta sociedad absurda que se hace más caso de los informes que de las realidades.


No he entendido nunca ese inflarse de pecho sin haber conocido el peso sobre las espaldas... En fin, que lo mismo el mundo debe ser así, aunque yo no lo pueda comprender. Y tampoco comprendo cómo algunos proyectos de implicación social y grupal terminan elevando el ego particular de una persona para adueñarse de los resultados que son fruto del trabajo de todos. Es también muy humano eso de echarse mieles... pero hay que calibrar el daño que se hace cuando no se saben medir las palabras. (15:44 horas) Esa mirada pasó sin querer, sucedió, la olvidé al instante... y ahora vuelve con nitidez a concretarse en la soledad. No sé quién era y nunca había reparado en ese rostro –y menos en esa mirada–, pero ahora vive conmigo, se presenta constantemente en mi cabeza como una pregunta... Me sucede tantas veces esto... recordar un gesto de alguien que simplemente pasó a mi lado y cruzamos la mirada sin saber por qué ni para qué, sin conocer lo que andaba procesando el pensamiento en nuestras cabezas... quizás sea en ese territorio donde viven las historias intensas, quizás sea allí.

Imre Kertész Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abraham Gragera , Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Antonio Orihuela , Belén Artuñedo , Diego Fdez. Magdaleno , Hijos , Jesús Urceloy [Y Marisol] , José Luis Morante | Posted on viernes, octubre 20, 2006

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Suceda lo que suceda, amo a mis hijos sobre todas las cosas... y a mi mujerona. Y lo digo porque en mi milonga contradictoria estoy a muerte contra


la comulgada idea de familia –«familia»–. A la mierda eso de aguantarse, mentirse, herirse poco a poco y dañarse hasta la destrucción por mantener esas formas de estar tan mingueras. Y a todo esto le sumo que no me gusta el sistema educativo, que odio a los políticos agresivos y agresores, que la sociedad no me da más que hostias en los ojos y en la cabeza y que cada día paso más de los caballos de la mayoría del personal –cercano o lejano–. Y por ello, con ello y desde ello, suceda lo que suceda, seguiré amando intensamente a mis hijos, a mi mujerona, a mi amigo Morante, a Belencita, a Urceloy, a Orihuela, a Dieguete F. Magdaleno, a los Antoñitos, a Abraham, a Albertote...

Elisaveta Bagriana Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Belén Artuñedo , De Poesía | Posted on viernes, octubre 20, 2006

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Hace unas semanas que mi amiga Belén Artuñedo me envió su último poemario inédito, y lo he silenciado hasta hoy en mi diario porque quería estar seguro de todo lo que me estaba removiendo adentro. Antes he de explicar que la poesía que mejor me llega es la que escriben las personas que conozco y a las que aprecio de verdad, aunque también debo decir que si no me gustan las composiciones, puedo ser bastante duro –no es más que otra señal de buena amistad... nunca otra cosa. El caso es que he leído el poemario de Belén media docena de veces y me he sorprendido a mí mismo volviendo a encontrar a Belencita en una voz que


probablemente no sea enteramente la suya –cuando digo esto, me refiero a que por primera vez leo a una Belén que en algunos versos no habla de sí misma–. Pero al sentirla jugando en esa voz impostada, la noto mucho más madura y, sin duda alguna, tan poeta como siempre. El verso de Belén quiere ser ahora duro, pero termina siendo ahogado; es decir, la poetisa no puede evitar volver a su tono aunque pretenda con todas sus fuerzas evitarlo. El poemario es francamente potente en su contenido y, cómo no, extremadamente sensible y con gran altura en su forma y en el alto significado que contine cada una de las palabras que Belén conjuga con vocación de que pasen de simples vocablos a palabras/poema.. y lo consigue, siempre lo consigue. «Si pudiera saber adónde voy cuando duermo En qué extraña invalidez permanezco erguida Pero descanso Donde peso sólo mis párpados Y la respiración vacía los recuentos Donde tengo una edad antigua Que no debe cargar con mi defensa Donde mi extremada diligencia Se olvida de cerrar, de encerrarme Donde mi columna vertebral Deja al sueño su severidad Si pudiera conocer ese lugar Tan milagrosamente lejos de mí La amenaza dejaría de tomarme» Francamente bellísimo. Gracias, amiga, por dejarme ser de los primeros siempre en conocer tus cosas.


Filippo Tommaso Marinetti Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alejandra Pizarnik , De Poesía , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on sábado, octubre 21, 2006

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Lo circunstancial acaba siendo siempre el fundamental argumento para un cambio profundo en mi personalidad. Lo tengo claro. Cualquier cosa o persona que me llega sin querer y sin buscarla, termina llevándome a planteamientos personales de cambio de dirección que, mirándolos con distancia, producen auténticos zig-zag en mi camino. Por ello he de ser cauto siempre, pero también receptivo, y debo aprender cada día más a sopesar el valor de lo circunstancial que me llega y las consecuencias de futuro que pueda acarrearme.

(12:30 horas) Hoy es sábado y estoy dedicado de lleno a salvar un trabajo editorial para mi amigo Urceloy, una colección de plaquettes de los alumnos de su taller de poesía. Con un retraso patente, ordeno todo el material –ya tirado en máquinas– y dejo preparado todo para empezar a darle el remate el lunes por la mañana. El caso es que me ha sucedido como en otras muchas ocasiones, que lo que en la cabeza funciona con facilidad, en la práctica toma tintes caóticos y se llena de dificultades. En esta edición podría haber resuelto en tiempo perfectamente sólo con haber realizado una suerte de antología en libro único, lo que conllevaría la realización de una sola cubierta y una maquetación de corrido... con el resultado de que mi Urce ya tendría hace unos meses su trabajo entregado...


Pero mi propuesta –aceptada por él con alegría– me ha llevado a realizar 16 cubiertas distintas y a tratar a cada autor con los parámetros de una edición independiente, por lo que lo que iba a ser un solo volumen, se ha convertido en una colección de 16 títulos más un envase que los contenga. Aunque ya voy viéndole la luz al asunto, estoy jodido, porque mi retraso puede afectar al devenir profesional de mi colega... así que tiraré el fin de semana a tope para ver si puedo solucionar en el curso de la semana que viene. Lo siento por Jesús y le pediré mil disculpas cuando lo tenga junto a unas cervezotas, porque en esta edición ha mandado mi carácter y, cómo no, he salido derrotado, como casi siempre. ¡¡¡¡Joder!!!! (22:45 horas) Vencido como una palmera huracana estoy ahora. Toda la mañana y parte de la tarde poniendo orden en el trabajo Urce, y para remate, a eso de la 6,30 h. p.m., me he metido una reunión con José María Hernández Díaz, Juan y Santi (estos dos últimos de Premysa) con el tema central de Nicomedes Martín Mateos. Sí, me merecía este sábado de pasión –con perdón de mis contertulios– porque ando algo dejado en todo lo que no percibo como sólo mío. Lo mejor es que llego de cenar y me encuentro el afecto de Jesús en el mail – gracias por tu amistad y tu comprensión, hermano– junto a una poética deliciosa que ha escrito para no sé qué medio. Comulgamos valores y sensaciones... y eso ya es mucho en estos tiempos perdularios.

Y a descansar... a descansar leyendo a Alejandra para pillar gasofa... «Cualquier intento de explicación es inútil. No sé hablar. No puedo hablar. He dicho que la lluvia me da miedo. Arbitrariedad. Yo me doy miedo. Mi vida es demasiado grande e importante para que yo –alguien como yo– la lleve. [16 de


julio, lunes. 1962]»... Y yo tampoco... a mí también... yo también... mi vida también, Alejandra, triste Alejandra, calavera Alejandra... pero no muerta... jamás muerta.

Euphrase Kezilahabi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Giuseppe-Gioachino Belli , Paco Montero | Posted on domingo, octubre 22, 2006

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Debo pensar en lo que no tengo, en lo que no siento, en lo que no me pertenece... y considerarlo como materia poetizable para enredar todas las pistas que ya he dado sobre mí. El hombre que se muestra es vulnerable, y yo me muestro demasiado y bastante desnudo. No es lo mejor, lo sé, pero es más práctico. (12:03 horas) No, no soy un héroe, pero tengo pasiones profundas que a veces me podrían llevar a serlo, porque los héroes se modelan con la contradicción y las pasiones –yo padezco de los dos males–... Sólo falta el componente exterior, convocar la pasión hacia mí, y eso es complicado. Ser antihéroe requiere también de los mismos compuestos. En fin... me consuelo con el pensamiento redentor de que los héroes deben dejar cadáveres a su alrededor para serlo, y a mí me da miedo la sangre... hasta pensarla.

... También a veces me gustaría ser Giuseppe-Gioachino Belli y enredarme en sonetos romanescos de burdeles y papas, de curas y truhanas, de relajos y


pollas jugando a metimientos, de políticos sátiros que acaban amolando en las canteras su prisa por lo enhiesto... Y enredo un rato en el asunto Belli ensayando medida, rima y ritmo: SONETO A UNA SARDINA QUE QUISO SER PEJESPADA [Apócrifa epístola moral a Fabio] Aquel necio fulano con argolla que un día se pasó del mar al cielo perdió sus mil embites con la polla bailando en un florón de caramelo. De verse ganador, vióse en canguelo; de neto vencedor, en gilipollas: de bravo follador, en un abuelo sin casa donde hacer su triste olla. No tientes a la suerte, amigo Fabio, y mírate en la cara de ese orate que fue y no es nada ya por perdulario. Piensa bien cuando alumbres un dislate, que un minuto de gozo con tu polla negara los laureles a tu molla. ••• Es malo de atar, pero divertido. Debo confesar que, desde hace un montón de años, entreno mi ritmo con sonetos malos que apenas enseño a mis amigos, pero que me dan risas muy particulares y cierto nivel de juego.


(16:35 horas) Acabo de visitar la obra de Paco Montero, justo la que se está rematando en el edificio de mi imprenta. La cafetería es realmente gustosita – ya está casi rematada– y los apartamentos son como para quedarse a vivir en ellos. De paso he aprovechado para fotografiar la otoñada bejarana –con una lluvia copiosísima– desde la galería alta del edificio. ¡Qué envidia!, poder ocupar esas estancias para escribir emborrachándose de otoño. (17:01 horas) Hace unos meses, cuando andaba diseñando mi escondrijo imprentero, pensaba que una vez instalado en este cubículo, con mi nueva computadora Mac y con el ambiente recreando exactamente el que yo imaginaba, iba a escribir de otra manera... y me equivoqué... sigo escribiendo igual, a tirones, a golpes de vida y a fuerza de tedio. Cómo te equivocas siempre, Felipe. Y ahora, encima, tengo mi biblioteca partida en tres –mi casa, Colón [26] y la imprenta–, lo que me produce bastante angustia cuando tengo que tirar de mi recuerdo de lecturas. Nada de lo que llegue será mejor ni peor... será simplemente otra cosa.

Aboul-Qacem Echebbi Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abraham Gragera , Antonio G. Turrión , Juan Carlos Valera , Ops / El Roto / Andrés Rábago | Posted on martes, octubre 24, 2006

1 Comienza la mañana de buenas maneras, con paquete de la pucelana Fundación Jorge Guillén conteniendo un sabroso volumen de Roberto Ruiz, «Ironías», filósofo emigrante por azares guerracivilinos a tierras americanas – me apetece un montón meterme en su lectura–... Y una sorpresota que viaja desde Jaén, la revista «Paraíso», en la que me complace encontrar en créditos


al bueno de Juan Manuel Molina Damiani –tengo ganas de volver a contactar con este tipo especial y valiosísimo–, a Antonio Chicharro, al que conocí en la presentación de mi libro «Sesión continua» y me pareció hombre de fiar... y encontrarme con las ilustraciones deliciosas de mi Abraham Gragera... !Bien por los de Jaén!... Y, de remate, el bellísimo catálogo «Exposição das edições de biblofilia [Menú] cuadernos de poesía» enviado y dedicado por el mismísimo hermano conquense Juan Carlos Valera, una de las mentes más lúcidas, originales y atrevidas de nuestro tiempo. Me alegro de que mi Juan Carlitos favorito se pasee ufano por las calles de Coimbra o corra las «roads» lusas con su deportivo descapotable y su pañuelo de seda al viento. Cómo quiero yo a este ángel libidinoso y perdulario.

(22:45 horas) Emocionado, porque no es para menos, llego a mi estudio después de recibir una larga llamada de Antonio Gutiérrez para decirme que se ha pasado la tarde riendo a mandíbula batiente con su relectura de mis antiguos «Angelitos negros», una edición de cuentos espasmódicos que realicé en 1997 junto a unos deliciosos dibujos de OPS. Gracias, amigo, por darme ánimos en este tiempo torcido. Besos.

Hồ Xuân Hương Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Belén Artuñedo , Eduardo Fraile , Educación Y Enseñanza , Hijos , Mis Días De Vino Y Rosas , Pedro Casariego Córdoba , Sentimientos | Posted on miércoles, octubre 25, 2006

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Noticias de Belén acompañadas de «La risa de Dios», una deliciosa edición de Eduardo Fraile sobre la obra de Pedro Casariego Córdoba con vuelco al galo de Belencita... Para no perdérselo. Y el día, de perros en lo meteorológico y de gatos en las tripas, con ganas de chillar hasta hartarme o de arañarme la cara. No funciono bien y apenas me entiendo con mis amigos –y es que no me entiendo a mí mismo–. Por tanto, vuelta al encierro, a no hablar, a no comunicarme, a fumar Chester como un imbécil y a deteriorarme en la incapacidad poética que ya es algo endémico en mi cabeza y en mis manos. Todo es confusión a la hora de buscar a las jodidas palabras que se esconden y percibo el mundo cercano lleno de una hostilidad incómoda... me siento amenazado por algo que no sé definir, pero que me ataca con saña. La solución es no hacer nada, dejarme pasar y soñar con esa soledad a la que siempre he nombrado como felicidad, soledad en un lugar alto, verde, casí sin gente, con lluvia constante y con mis libros y mi computadora en perfecto estado de revista. Sé que nunca lo lograré, pero me gusta soñarlo, soñarme en ese espacio ficticio en el que sólo soy yo y lo demás no importa. Me duele que no me entiendan las personas a las que quiero, pero quizás por eso las quiero, porque no me entienden ni podrán hacerlo nunca. (22:29 horas) Quiero a rabiar a mi hija Mª Ángeles, que es exactamente igual que yo, por su voluntad de salir adelante y superar la derrota con ánimo y sonrisas. Reconozco que me ha dado las mayores desilusiones –desilusiones parciales y, si lo miro bien, pequeñas–, pero me encanta cómo aprende cada día a remontar y cómo busca principios donde se alumbran los finales. Es una buena chica, inteligente, rebelde y poco a poco se le van aclarando las ideas.


Me siento muy orgulloso de ser su padre y le agradezco profundamente la sensibilidad que me ofrece como hija... y todo a pesar de los malos ratos vividos juntos o por separado.

Y a otra cosa... La enseñanza, coño, la enseñanza. Acabo de dejar a mi Felipe colgado –a trancas y barrancas, él es mucho de eso– del libro de Tecnología... Hace un par de horas andábamos leyendo juntos la materia de la que se examinará mañana, que ocupa los metales, la metalurgia con su siderurgia, las aleaciones, los altos hornos, las herramientas para hierros y aceros, la ductilidad y la maleabilidad... eso hoy... Y ayer, los movimientos migratorios, la mortalidad y la natalidad, la morbilidad y el crecimiento demográfico... !!!La polla!!!... Si yo lo único que quiero es que sepa pensar, que valore de forma autocrítica cada uno de sus actos, que aprenda lo que es la libertad, la justicia y la tolerancia... ¿a qué tanto tornillo verraquero, tanto formón y tanta viga en «H»?, ¿A qué tanta mingada para ingenieros o sociólogos?... si mi chaval no atina aún a poner bien las tildes o a diferenciar entre «haber» y «a ver»... ¿Es bruto?... No, es un pobre desgraciado al que le ha caído encima un sistema educativo infame y sin fines humanistas... sólo conocimientos... conocimientos absurdos que nunca llegarán a formarle como persona. Es todo una puta mierda.

Jurij Brězan Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on jueves, octubre 26, 2006

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De pronto, hoy, como traída por los vientos ábregos, ha llegado una lluvia de realidad que me ha dejado inundado y vulnerable. Sin quererlo, he notado todas mis responsablididades como un cáncer a punto de entrar en metástasis: Tres hijos hacia la nada, una casa con miles de gastos, siete nóminas que pagar cada uno de los meses del año con sus seguridades sociales, siete u ocho créditos que ocuparían tres vidas de pagos, un porrón de gastos generales de orden empresarial, inversiones en maquinaria... los padres y los suegros... la muerte hacia adelante con El Sornabique... las palabras que ya no saben llegar... «Hay que ser valiente, atrevido, audaz... no hay que tener miedo», me dice una voz adentro, pero la jodida realidad me dobla el espinazo cada tres minutos. Triunfar es una mierda traída por el sistema social en el que estamos inmersos, una mierda inmunda que viene acompañada de prisa, estrés, dolor de espalda, falta de sueño, competencia y constante sensación de fracaso y de falta de oxígeno. Si me metí en el negocio de las artes gráficas, fue porque realmente me gustaba –el gusto tiene mucho que ver con los sueños y con el fracaso– y porque quería hacer un intento decisivo de montar algo con lo que poder asegurar el futuro de mis hijos. El jodido resultado es que dedico mi tiempo a la pura mediocridad, realizando trabajos absolutamente prosaicos y teniendo que pasar cada día por mil aros de mal gusto a cambio del dinero con el que pagar mis deudas. Y es un callejón sin salida en el que me voy enredando hacia la infelicidad y, lo peor, es que me doy perfecta cuenta de ello. El dinero –súmese también la religión, por favor– es el puto mal del mundo, y


de él parte esa filosofía de que el cliente siempre tiene razón, una razón vulgar que hace de lo mediocre la opción más brillante. Y en las artes gráficas – inclúyasé el diseño gráfico en el mismo saco– es donde más se sufre la vejación del cliente –del dinero–, pues constantemente te ves obligado a crear imágenes bien pensadas que son escupidas con argumentos tan peregrinos como «cambia el negro por naranja... pon una tipografía inglesa... a la mujer de la foto le quitas diez kilos, le pones una camisa de lunares y los ojos azules... ¡Qué feo, coño!...» y un sin fin de comentarios y obligaciones de cambio sobre tu idea primigenia que la llevan a parecer una prostituta vieja y arrugada. No hay respeto al trabajo creativo ni a las propuestas que se ciñen a una normativa lógica y establecida, no se da valor a la idea –y nunca se paga si no es a regañadientes–... y luego todo se utiliza para ganar más dinero de mierda. Si no fuera por mis hijos, le daba hoy mismo un giro de 360 grados a mi vida y me dedicaba a mofarme de todos esos tipos de flor en el culo y mierda en el cerebro... pero seguiré en esto hasta que estalle o me acabe, eso sí, intentando mantener mis dos o tres horas nocturnas de libertad personal y mi callado criterio sobre cada uno de los pericos que me abrasan a diario... seguiré tirando de la ironía y de la acidez en lo que pueda... hasta donde pueda.

Odysseus Elytis Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Cipriano González , De Poesía , Hölderlin , Jesús Urceloy [Y Marisol] , Maite Iglesias , Manuel Álvarez Bravo , Mis Días De Vino Y Rosas , Mª Ángeles García , Política , Sentimientos , Óscar Rivadeneyra | Posted on sábado, octubre 28, 2006

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Me hubiera gustado ser como Falstaff –o como Oldcastle, que es justo lo mismo–, un gracioso caballero bebedor, gordo hasta estallar y juerguista hasta la muerte. Ser como Falstaff para recibir a mis amigos como se debe, con cenas Pantagruel y perfidias Maldoror... Ayer pasaron por Béjar Tony y Miguelón... y sólo pude tomar un triste café con ellos... ¡Joder!, después de tantos años sin vernos y de tantos buenos años pasados juntos... un triste café de mierda. Por eso también le dije ayer a Maite –que me propuso visita– que espere hasta que le haga señales que propicien un encuentro más vivo. Es jodido querer recibir y no poder hacerlo. (10:24 horas) Había previsto visita de Urce y Marisol, pero todo se ha torcido por azares tristemente humanos, y lo siento, porque su presencia fugaz suponía un poquito de oxígeno para mí. Tenía preparada la edición de los talleres de poesía de Madrid con la misteriosa intención de escrutar en sus caras el resultado de mi curro... Otra vez será, amigos, que no pasa nada. (11:49 horas) La mujer es la magia y la pesadilla, el lazo buscado y la posesión destructora. Yo confieso que estoy absolutamente subyugado por lo femenino, pero también extremadamente atemorizado. En fin, a mis amigos Urceloy y Maite les cuento que con una mujer se puede pisar la gloria o se puede caer de por vida en un terrible infierno, y que por ello hay que andar con pies de plomo, pues la química del deseo quita razón y lógica, y la electroquímica del odio sólo funciona para destruir. Lo mejor, a nuestras edades, es buscar el paralelo a cualquier situación que sugiera conflicto, es decir, mantener la tensión del cruce con la convicción de que nuestras líneas nunca podrán encontrarse. Ahí es donde las relaciones


vibran mejor, en saberse sin estar... en eliminar la jodida química que nos hace actuar sin el componente volitivo.

Yo, que en el fondo soy un tipo con suerte, tengo una compañera que sabe ser complemento y dejarme espacio, mi Mª Ángeles, y de ella he aprendido que se suma a partir de la tolerancia y la confianza ciega, amando sin perturbar, teniéndose sin pararse a mensurar la calidad o la cantidad del amor, simplemente dejándolo fluir en común y por separado. Y para que esto suceda, nunca hay que pedirle pruebas al amor, ni hacerle preguntas, ni buscar en él respuestas... y también quitarle el posesivo a cada una de las cosas que se van sumando al vínculo –sé que es pura contradición lo que digo si lo enfrentamos al concepto aceptado y genérico de «amor»– y saber siempre que lo que nos une nos separa, que lo que nos apetece nos quita libertad, que lo que nos embruja nos esclaviza. Una mujer tranquila, sin temor a la pérdida, sin avaricia afectiva, sin otra pasión que dejar respirar para poder respirar... es la mejor imagen que se me ocurre del amor y para el amor. Y para el odio... olvido y tiempo.


(13:13 horas) Ayer, enredando en mi biblioteca, encontré mi ejemplar de «Hyperion», y sólo de ver bajo el título el nombre de Hölderlin, recordé algunos pasajes que hace años me llegaron y me dispuse a buscarlos entre el texto. Tenía subrayados, anotaciones, frases inconclusas escritas a bolígrafo en los márgenes, respuestas lacónicas a la narrativa lírica de Hölderlin. Releí con velocidad, parándome en algunas páginas y pasando otras de largo... y me iba llegando la magia de aquella lectura con anotaciones... De allí nació un tiempo literario personal en el que trabajé sobre la imposibilidad de ser, sobre las desilusiones y la posibilidad de superarlas, sobre la evocación de un tiempo feliz y la valoración de sus tristes resultados. Percibí con nitidez cómo me marcó aquella lectura y cómo me peso la imagen de Diotima, llevándola a la presencia física y poética de Mª Ángeles y construyendo un buen montón de poemas en esa clave y en ese latido Hyperion. Y el desencanto, que tantos versos me ha dado y me ha quitado, resumido en el dolor de un Hölderlin que fue Hyperion y que terminó siendo yo mismo: «Oh, tú, Naturaleza, con tus dioses; he acabado de soñar el sueño de las cosas humanas y declaro que sólo tú vives, y aquello que los hombres sin paz han conquistado por la fuerza y han escogido, se disuelve como las perlas de cera al calor de la llama». (16:43 horas) Vengo del café y la conversación allí ha corrido sobre el futuro del colega Cipriano González. Todos mis contertulios –y yo mismo– piensan – pienso– que es la opción más fiable del PSOE en Béjar para acometer una salvadora llegada al ayuntamiento. Si tal circunstancia se diera –que yo apuesto mi mano derecha en ello–, habrá que darle una salida a la dirección de la Fundación Premysa, y en este punto me gusta imaginarme activo, pues ese vacío contiene una bonita impronta de proyectos en los que meterse hasta las cejas y poner en ellos fervor ideológico personal. Sería una bonita salida a este impás de mediocridad en el que ando sumido últimamente, y ahora tengo ganas de moverme. Sí, sé que lo llevo muy crudo como para que alguien piense en mí, pues siempre he sido un tipo incómodo, y también sé que habrá sus dificultades para ajustar con la persona indicada para tal labor. En todo caso, dejo anotado hoy en mi diario –que nunca fue políticamente correcto– que me apetecería un montón poder trabajar en una serie de proyectos que


siento pendientes de realizar, y veo en el probable vacío que se acerca una oportunidad preciosa. A ver cómo se desarrolla todo.

(17:15 horas) Hay una foto deliciosa de Manuel Álvarez Bravo, realizada en 1931, que lleva por título «El ensueño», en la que me detengo con mucha frecuencia cuando paso las páginas del catálogo donde aparece. El gesto bellísimo de la muchaha apoyada en la barandilla, la posición de sus manos y el extraño apoyo de su cuerpo me llevó un día a escribir un poema que lleva por título «Una mujer se peina y llueve», uno de los pocos retratos poéticos que he hecho en mi vida, que tiene la curiosidad personal de que cada vez que vuelvo a él me llega un sentimiento concreto que tiene mucho que ver con el amor. Ese poema lo conservo siempre cerca y lo leo asombrado de que alguna vez fuese capaz de juntar las palabras con tal sentimiento estético. Miro la foto y me deshago. Leo el poema y me pongo triste. (18:50 horas) El mejor amor es el imposible, porque siempre mantiene el deseo latente... y el mejor poema es también el imposible, porque sólo es capaz de ser vivido en el sentimiento intimo. Amar la imposibilidad del poema y poetizar el amor como imposibilidad... Una buena forma de no ser para sentirse vivo. Qué jodidamente bonito es el término «imposibilidad»... Hace ya seis o siete años que escribí el poema «No hay posibilidad para los hombres penúltimos», y ahora recuerdo que durante aquellos días mi cabeza era todo un tratado de la imposibilidad.


(22:43 horas) Leo en «i-bejar.com» un artículo de Óscar Rivadeneyra –«Razones y sinrazones de una crisis»– en él me hace una cita ciega para esbozar un retrato de la busguesía bejarana que me resulta muy atinado. Está de puta madre eso de «Son menos mundanas sus crisis, menos numéricas y pragmáticas. Porque el oficio constante de burgués tiene prioridades que la razón de la clase media no entiende, y que van mucho más allá de la perduración de las grandes osamentas del textil en el tiempo, primero, y en el espacio, después. La crisis introspectiva de la élite tradicional bejarana (a menudo oculta detrás del Lacoste y de la Vigilia del Castañar) lleva años dirimiéndose entre el fingimiento de la ostentación o el disimulo de la ruina; no acosada por más horizonte que el de la usurpación de sus privilegios y sus bulas por la insolencia agnóstica de los "nuevos ricos".». Está fetén, chiquillo; lo que sumado al calificativo de «poeta barbudo» que me dedica –y que me gusta un güevo, porque me trae a la memoria cierta cosa Bahía Cochinos que me hace sonreír– es para enviarle un ¡Felicidades!. Lo dicho.

Herme G. Donis Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , De Poesía , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on domingo, octubre 29, 2006

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Hoy ando como Gorgias, coño, o peor, porque para el difunto periquito no existian el «ser» ni el «no ser»; sólo admitía la palabra como existencia bella o poderosa... Y para mí, hoy, ni la palabra parece tener existencia. Gorgias Comendador de los cojones... metido ya diez días en un poema y sin saber salir... dándole vueltas a un concepto que está claro en la cabeza, pero que se niega a aflorar en la mano para ser poetizado. Las horas bajas son así... lentas, tediosas, fracasadas... y cuando se enfrentan a los pequeños momentos de lucidez, parecen la postal de un enorme muro o de una selva inexcrutable. Lo curioso es que me entreno en sonetos y funciono, estoy ágil, vivaz, ocurrente; aparecen los vocablos con facilidad, las rimas nacen y la medida es una marcha militar que no requiere más que el tiempo de escribir sus trazos...


pero el poema que busco, el necesario para estos días, se niega a salir, está enquistado en la cabeza como un forúnculo enorme y doloroso. Y ya llevo escritos varios folios de texto con la intención de centrar mi idea y para buscar pistas que me lleven al poema, pero no funciona... no funciono... y el reto sólo está ya en que aparezca preclaro el verso final, el que resume y ciega, el agota y deja puesto el indicio como un lazo que es trampa y decorado. Seguiré en la pelea todo el día, pues esta vez he decidido no desertar, que es lo que hago siempre que esto me sucede.

(12:35 horas) Ando desconcertado con el cambio de hora –mi estómago también– y dedico un buen rato a releer y a remirar el catálogo de la última exposición de Alberto Hernández –«Malen im feuer/Pintando con fuego»–, y caigo de pronto en la cuenta de que mi colega no pone título a casi ninguna de sus obras –en este catálogo sólo figuran tres obras tituladas: «Pi a tu derecha», «Peces» y «Somier» (este última título en dos casos)–... Y me pregunto la razón de esa parquedad tituladora. Puede ser que de esa manera no se predisponga al observador a caminar por una sola senda interpretativa, lo que le aporta un gran apoyo al alto valor de indicio que aporta cada obra... pero también puede ser un temor del artista a no saber definir el sentimiento que proyecta el cuadro o a cerrarlo de forma arbitraria en un concepto verbal. El caso es que he dedicado un buen rato a poner posibles títulos a las obras de ese catálogo y, paradojas de la vida, he dado de pronto con el verso final que me faltaba para cerrar mi poema pesadilla... «...un clamor de metales se hace sombra en las manos.»... y es perfecto para ese poema que habla de guerra interior y de incapacidad para mover un ápice de la organización del mundo, que habla de rabia y de incapacidad, de mirada absorta y de no poder hacer


otra cosa que pasar y pensar. Otra vez he encontrado en la obra de Alberto una salida, exactamente en la obra que se presenta en la página 64 del catálogo, un cuadro de 120x120 adamerado con cinco pares de manos abiertas perfiladas con humo y salteadas con cuatro manchas metálicas en las que gritan unas cruces de cobre. Gracias, colega.

José Luis Morante Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Jorge Wagensberg , Literatura [Vaya Mierda] | Posted on lunes, octubre 30, 2006

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Cuando Jorge Wagensberg escribió que «La noche es el eclipse más frecuente», sus zapatos bailaban fuera de sus pies y probablemente no hacía frío. No hay como los pensamientos bien trabados en aforismos o en breves reflexiones, igual que no hay genio que se demore en lo complejo –porque resultaría absurdo– y pase toda su vida en escrutar la simplicidad y aprender de la sencillez. Una novela –la que se le ocurra a quien lea estas palabras, cualquiera– siempre es una mierdecilla si se compara con un pensamiento lúcido. ¿A qué enredarse en perder el tiempo en una historia, si la historia nace sola en la cabeza a partir de una reflexión brillante?... Todo es culpa del dinero, del jodido dinero y de quienes lo mueven y lo multiplican. Ellos hacen millonario a


un novelista mediocre y cierran los ojos ante la genialidad encerrada en siete palabras.

Abraham Gragera Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Mis Días De Vino Y Rosas , Nicanor Parra | Posted on martes, octubre 31, 2006

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Echo de menos aquellos «artefactos» que en los años setenta hacía Nicanor Parra y que yo descubrí por los noventa. Recuerdo que cuando los conocí empecé a jugar mucho en esa línea y realicé montones de dibujos y textos breves que se fueron perdiendo en cajones, en cambios de local o simplemente en bolsillos de pantalones puestos a lavar. Hoy me da lástima esa pérdida y me gustaría haberlos conservado todos como cromos de una colección de chispas personales... pero el afán de guardar me ha llegado tarde y el recuerdo está nublado. (22:42 horas) Acaba de empatar mi Barça y no pasa nada, porque el fútbol es una mierda mediática de tipos inmorales hundidos en dinero. Lo jodido es que me acuerdo ahora de un tipo del Madrid que hace un par de semanas estaba en el bar donde mí hijo Felipe y yo habíamos ido a ver tranquilamente el Barça/Madrid. El perico era soez, insolente y desagradable hasta a la vista. Sus comentarios durante el encuentro –que el resto de personas disfrutábamos relajadamente– eran insultos, exabruptos y constantes sandeces que llegaron a irritarnos a todos los que allí estábamos. Lo peor del fútbol, además de la inmoralidad de los que lo manejan, de los que


viven de él y de los que lo practican a cambio de millones... es esa caterva de zulús con caras simiescas que matarían a su madre si fuera del equipo contrario. Mi hijo se fue de allí con ganas de llorar y rojo de rabia.. y todo por aquel hijo de la gran puta que no sabe ni sabrá nunca lo que es disfrutar de un espectáculo plástico de una forma civilizada.

Antonio Gómez Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Arte , Educación Y Enseñanza , Hijos , Mis Días De Vino Y Rosas , Premysa , Recuerdos , Sentimientos | Posted on miércoles, noviembre 01, 2006

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Día festivo sin salsa, soso de atar, aunque bonito como descanso para el curro calendariero. Lo salvó un poco una actividad de la Fundación Premysa a la que asistí con mis dos chavalotes, un partido de basket sobre ruedas protagonizado por el equipo Fundosa, de la Fundación ONCE, que tiene en su palmarés gran cantidad de éxitos nacionales e internacionales. Me llamó mucho la atención uno de sus bases, Jorge Iglesias, un tipo vivo, nervioso y muy mediático que me pareció el alma del equipo –le hice una foto junto a mi hijo Felipe–. Es impresionante ver cómo dominan la silla y la bola al mismo tiempo, sus estrategias de defensa –son duras– y sus armadas jugadas de ataque... y sobre todo la alegría, el buen rollo y las ganas de todos los integrantes del grupo, gente amable y dura a la vez, con la sonrisa siempre en la boca y con un afán de superación que para mí lo quisiera yo.


Muy bien por Premysa en esta actividad, que va un poco por el camino que ya anoté en una densa reflexión de hace un montón de meses, hay que tener presencia social en el ámbito de actuación con propuestas tan lúdicas y apasionantes como la de hoy, que la gente empiece a hacer suyo el nombre de la fundación y a masticarlo con la amabilidad que le suman este tipo de actos – sólo falta que esto sea más y más frecuente–. Y una pequeña pega –que para quienes empiezan en estas cosas no es nada–, y es el protocolo que ha de cumplirse en estos actos para vender mejor la imagen del proyecto.

Desde mi punto de vista, no debe ser el gerente el que actúe de presentador, que la gerencia siempre es para estar en tribuna atendiendo a invitados y sirviendo imagen junto al presidente y las distintas autoridades. Y otro detalle: creo que ya es fundamental que Premysa tenga su imagen en distintos soportes dignos y unitarios (placas, figuras en peana, insignias y todo tipo de «vending») para ofrecerla a sus invitados y a sus visitantes en vez de un extraño Quijote metálico metido en cestita de castaño... Y es que vender imagen es tan importante como llevar a cabo buenos proyectos. Por si me leen los colegas premysos, a los que aprecio de verdad, creo que ya es tiempo de pensar en darle un buen formato a su protocolo y ponerlo en práctica cada vez que se presente la ocasión. También faltaron unas breves palabras del presidente centrando la actividad de la fundación para que alguno se enterase de lo que va... Se notará en el resultado, lo juro.


Y me repito porque me apetece, y lo escribo con mayúsculas porque la actividad se lo merece de verdad: ¡¡¡OLÉ LOS COJONES DE LA FUNDACIÓN PREMYSA!!! Mis hijos llegaron a casa entusiasmados y con la admiración hacia los jugadores grabada en sus frentes.

Felipe, que se atrevió a participar en el concurso de tiros desde una silla de ruedas (quedó segundo... y por poco se lleva el balón firmado por todos los jugadores del Fundosa) no hacía más que comentarnos durante la comida que era muy difícil manejar el balón sin ayudarse del cuerpo... «y luego mover la silla de ruedas y el balón a la vez, papá, eso si que debe de ser chungo...». Lo dicho, enhorabuena.

(17:21 horas) tomé café con Alberto Hernández y el colega mostró curiosidad por los títulos que hace unos días le puse a las obras de su catálogo «Malen im feuer / Pintando con fuego». Como sé que lee estas páginas con frecuencia,


paso a enumerar el rol de fracasos que se me ocurrió (por lo menos me sirvió para pasar la tarde y acabar mi poema de castigo): Pág. 11: Las banderas son el metal de sus mástiles. Pág. 13: Arquitextura orgánica para un vino joven. Pág. 14: No es remanso la paz de los nublados. Pág. 21: El rey ha muerto y Arlequín viste de luto. Pág. 25: No hay bosque inquieto cuando las ramas son ceniza. Pág. 27: La herida geométrica también sabe a dolor. Pág. 29: Tratado de mineralogía orgánica (salazón en pareja). Pág. 31: No basta una espiral si buscas cruces. Pág. 32: El vacío se llena con vacíos menores. Pág. 35: El Grito [Homenaje a Munch] Pág. 37: El humus fertiliza los colores... los contiene. Pág. 38: Bon apetit [madrigal marino] Pág. 40/1: Tratado de urbanismo Pág. 40/2: Tánatos no duerme nunca. Pág. 40/3: Dios mira raro. Pág. 40/4: Paralelo contrastado imposible. Pág. 41/1: Runas abisales presagian la muerte. Pág. 41/2: Las hijas blancas miran con estupor su mundo. Pág. 41/3: Los clavos de Cristo se oxidan sin remedio. Pág. 41/4: Las hijas blancas en el mar de noche. Pág. 43/1: Busca su vertical el muerto. Pág. 43/2: La memoria es sólo la sombra de los túmulos. Pág. 44: Odio el Quijote. Pág. 45: Desnudo de Melibea. Pág. 47: Noche que encierras cada amanecida [resurrección y muerte] Pág. 49: Paspartout para un haiku. Pág. 53: Busca el muerto su vertical y encuentra sombra. Pág. 54: Libro abierto. Pág. 56: La magnitud cromática del humus. Pág. 59: Paspartout de invierno. Pág. 60: Caleidoscopio adamerado de una esfera. Pág. 61: Las huellas dactilares del dedo que fue dedo. Pág. 62/1: La corbata de Caín. Pág. 62/2: La corbata de Abel.


Pág. 63: La tragedia y sus ángulos más críticos. Pág. 64: Un clamor de metales se hace sombra en las manos. Pág. 67: Al escribir se tacha la vida. Pág. 68: Noche en el centro del día. Pág. 69: Cuatro relojes sin horas posibles. Pág. 73: Sábana Santa. Pág. 75: Paspartout para nada. Pág. 77: Minarete a la izquierda [Guerra santa] Pág. 82: Aurora se peina tras los visillos a las tres de la tarde. Pág. 85: Hija blanca leyendo sentada. Pág. 86: A mis hijos les crecen espinas [pubertad] Pág. 89: Placa Petri con cultivo de una idea abstracta. Pág. 90/1: Escena de caza. Pág. 90/2: Cosecha de 2006 [buena en cenizas] Pág. 90/3: Paisaje textil [naturaleza muerta] Pág. 90/4: El horizonte es rojo y hace señales líricas. Pág. 93: Comida de familia con la muerte mirando. Pág. 94: El peine planetario de Aurora mira la noche tras un árbol. Pág. 95: Cuarto de baño con pendientes, pasadores y el peine de Aurora.

El juego puede ser chulo si lo descontextualizas todo, si juegas a imaginarte cómo serán las obras a partir de los títulos mediocres con los que las he nombrado. En todo caso, el mejor hallazgo para mi gusto es el de las hijas blancas y el del peine de Aurora. Cuando el Diablo no tiene nada que hacer... (21:20 horas) ¿Por qué razón hay palabras oficiales en los idiomas y otras que


no lo son?... si todas se pronuncián, se mastican, definen sentimientos, situaciones, animales o cosas; si todas encierran un concepto que sirve para la comunicación... No entiendo en qué se basan para que un término de argot no entre en los reales diccionarios académicos –sí entiendo, por supuesto, que hay norma establecida, coño, pero no entiendo esa norma–, y cómo se adjudican valores contrarios y contradictorios a términos preclaros y se permite que los comunicadores de masas los usen a diario de forma equivocada sin que les multen gravemente o los suspendan de empleo y sueldo. La educación lleva mal paso por dentro y por fuera... hasta la Lengua –como asignatura– renombra cada año sus conceptos y confunde a las mentes necesarias para extenderla... lo que antes eran adjetivos, pasaron a llamarse algo así como determinantes... y veo en el libro de Lengua de mi hijo que vuelven a ser adjetivos este año... no podrían sancionar también gravemente a esa jodida caterva de filólogos que asesinan a nuestros muchachos desde los libros de texto –con los que hacen negocios magros–. ¿Dónde quedaron los clásicos conceptos de «nombre», «adjetivo», «verbo», «preposición» o «artículo»? ¿Por qué los «sintagmas», los «complementos» y tanta pollología vinagrera? Limpien, fijen y den esplendor, camuñas de culos planos, y dejen de confundir tanto, que nuestros chavales ya tienen bastante con tener que chapar Educación Física (antes Gimnasia) –el trigémino y sus adláteres–, Música (antes no había) –los instrumentos africanos, la zarzuela y su puta madre–, Tecnología (antes Trabajos Manuales) –los altos hornos, la escofina y la sierra de inglete–, Sociales (antes Geografía e Historia) –los movimientos demográficos, la morbilidad y el IVA–, Plástica (antes Dibujo) –la estética de Munch, la evolución de Miró y sus iconos o dibujar la apotegma en una circunferencia previo estudio matemático–, Francés, Inglés, Religión –que ahora ya se imparte en las horas de mejor rendimiento–... No nos compliquen la vida ni el futuro, coño, que antes teníamos dos asignaturas troncales con muchas horas –Lengua y Matemáticas–, tres materias medias –Física y Química, Latín y Geografía e Historia– y unas cuantas marías a las que sólo había que asistir a clase para salir con el cinco fijo. No nos jodan, coño, de verdad, hombre... que de los de antaño salieron abogados, químicos, matemáticos, directores de banca, profesores eméritos, ingenieros... y también pasteleros, carpinteros, churreros... de todo, coño, de todo... y aquí estamos, habitando el mundo –que él ya se encarga de moverse solo–... Como mínimo


sería bueno que argumentaran un sistema educativo que aportase a nuestros hijos confianza y no tanto jodido fracaso.

Karmelo Iribarren Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on jueves, noviembre 02, 2006

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La magnitud de la improbablilidad es la que me arroja siempre cierto grado de esperanza, porque lo improbable acaba sucediendo con asombrosa frecuencia: Improbable era la evolución desde lo unicelular hasta lo humano, y sucedió, como improbables son cada uno de los sucesos diarios que afectan a animales, plantas y cosas. No se espera el suceso –pues hay mil posibilidades de mucha mayor probabilidad–, pero lo improbable llega y produce sus giros, cambia destinos, enturbia futuros o los despeja... y en eso fío, porque la vida ya me ha demostrado varias veces que el control no sirve, como no sirve el camino perfectamente trazado. Damos bandazos en unos parámetros que nos resultan inexorables y el cedazo de la fortuna hace su juego, unos pasan a ser la justa mena social y el resto sobrevive en la escoria y la alimenta. El hombre es una anécdota que ríe o llora sin poder dominar el gesto de su boca. Un buen remedio para ir pasando el trago hasta que llegue el día en que lo improbable suceda, es reírte a mandíbula batiente de los demás justo cuando despiertas con el día y partirte el culo de ti mismo en el exacto instante en que el cansancio te vence por la noche. Otra solución implica siempre más sufrimiento del necesario, y no estamos como para ir derrochando esa clase de


energía. (21:04 horas) Hay ciertas personas con las que hay que utilizar siempre el tono categórico –que es el de los predicadores– para que caigan sin problemas en tus redes. Normalmente son los tipos más mediocres, los que cuando te ven lleno de dudas venidas de la razón se elevan sobre ti para machacarte. Yo confieso que cada día utilizo más este tono impostado en mi voz, pero suelo mezclarlo con ironía y acidez. (22:13 horas) Asentarse en una idea y dormir... eso es lo que más me molesta del hombre, ojo, pero de cualquier hombre... Mis amigos de izquierda adaptados a su idea de la izquierda como mojados conservadores, mis amigos poetas chorreando en su rol de palabreros egregios de la nada, mis amigos profesores imbuidos del «no» que es tener la vida arreglada en un margen de nómina cercano a los dosmil o tresmil euros, mis amigas templando su halitosis feminista y disfrutando en problemas de nada como musas, mis musas con su insana costumbre de olvidarme por otros hombres... Todos/as muertos de complacencia, todos ataditos a sus convenciones –las convicciones son otra cosa–. Ser distinto también resulta convencional cuando te empeñas en ello sobre todas las cosas. Quisiera despertar mañana y hablarle a cada uno de ellos a la cara y con franqueza: decirle al amigo de izquierda que hay una estética de la resistencia que le es opaca, decirle al amigo poeta que sus versos son mucho menos que una gota sumada al mar, decirle al amigo profesor que hay una ética que está por encima de las palabras y habita por debajo de la piel, decirle a cada una de mis amigas que en su sexo aún hay jugos que no han sido libados, decirle a mis musas que hago el amor de tarde en tarde y ya no pienso en ellas... y decirme a mí mismo que también soy convencional en mi cobardía, que soy un cero a la izquierda de todo lo que me rodea, que no doy ni un uno por ciento de lo que podría dar, que no sé ni ser fugitivo, que estoy adormecido, blando, muerto, completamente imbécil.

Máximo Hernández Fernández Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Arte , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on viernes, noviembre 03, 2006

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Envejecer es un proceso inexorable de humillación: humillación de lo potencial, humillación del pensamiento, humillación de la idea de libertad, humillación del cuerpo, humillación de la especie... La naturaleza también nos humilla cuando nos oxida, y lo hace, rebajando la atención y la tensión de cada uno de nuestros órganos, tanto de los receptores como de los fenectores. Un anciano, por tanto, es un tipo que ha sobrepasado los percentiles de vida, por lo que se ve castigado en un humillante y lento proceso de apagamiento que agota e invalida. El hombre, con sus afanes científicos, no es capaz de arbitrar medidas asociadas contra el envejecimiento que lo dignifiquen, de tal forma que mientras se avanza en el retraso de la muerte, no se producen apenas avances en el humillante proceso de degradación, lo que conforma sociedades con un índice cada vez mayor de personas no válidas para el disfrute de la vida ni para el progreso en un espacio natural. El fracaso se patentiza en la gran legión de enfermos de tiempo y desgaste, personas que no son capaces de mantenerse si no es con la ayuda social o familiar, personas que ya no habitan su cuerpo – puros vegetales– o cuerpos que no son capaces de mantener la lucidez de sus mentes. Alguien está cometiendo un grave error no dejando que la naturaleza actúe con sus leyes, un error que se ha de pagar cuando alguien decida acercar la ley natural a la norma moral... Y, mientras, continúa la humillación desolando a millones de individuos y sojuzgando a millones de familias en la obligación de cuidar a sus ancianos a cambio de vida. Yo no quiero llegar a esos extremos jamás. Prefiero morir de lo que venga o de lo que yo decida, no quiero sentir la humillación de que mis hijos me limpien


las heces, de sentirlos hundidos y fracasados por mi culpa... No quiero vivir si no puedo hacerlo por mi cuenta, no quiero.

(22:06 horas) Caigo de pronto en la cuenta de que el icono más repetido en la obra de Alberto Hernández son las cruces –ni las espirales, que son muchas, ni los peces, ni los últimos árboles secos (¿viñedos... plátanos podados... acacias torturadas?) aparecen en sus cuadros tantas veces como las cruces–. Cruces como sombras, cruces como grafías, cruces conformándose en sus eternas presentaciones adameradas, cruces clavadas en la sombra, echando raíces, cruces de luz, cruces de humo, cruces en aspa, cruces invertidas... ¿Por qué estas cruces?... ¿Por qué no había yo dado con este icono en las constantes visitas que hago a la obra del amigo? Por curiosidad he pillado algunos de los catálogos de Alberto que tengo a mano y me encuentro en el titulado «Secando la luz», editado por la Diputación de Lugo, una obra de 2002 de 85x80 cm. –que también aparece en «Pintando con fuego»– realizada sobre el atercipelado tono naranja clásico de Alberto y conteniendo una cruz amarilla en la parte superior izquierda y una suma de tres cruuces blancas horizontales jugando a deshacerse. En el mismo catálogo aparecen otras 5 cruces adameradas de gran formato. En el catálogo «Polípticos» aparecen tres grandes cruces adameradas y en el catálogo «Cercos 05» aparecen también las presentaciones adameradas con cruces, en siete obras exactamente. En el caso de los cuadros adamerados podría entenderse que las cruces vienen marcadas por la simetrías de las teselas... pero en los dípticos o en los cuadros de una sola pieza, ¿por qué aparecen con tanta frecuencia?. Y lo mejor, ¿por qué me hago yo estas preguntas?... Más cuando sé que Alberto es un heterodoxo y que su juego plástico bulle en terrenos que están más cercanos a


lo instintivo que a lo racional. ¿Por qué tengo la necesidad de interpretación de una obra que ya acepto como monumental y, cómo no, indescriptible?

Lo cierto es que me he empeñado en ir dejando la huella del artista Alberto Hernández porque siento como una suerte única poder compartir con frecuencia su mundo sensible, poder disfrutar de su obra en mi trabajo y en mi casa, poder horadar en alguno de los resquicios de su mundo cuando tomamos café. Sí, yo sé que es grande porque trabaja para esa nada que es la eternidad, porque lucha en una vibración del arte que tiene mucho nuevo que decir y muchas bases que sentar y asentar, porque es un autentico pionero y sabe arriesgar en la realidad experimental dando pasos de gigante en cada una de sus nuevas propuestas. Sé que Alberto será hito, referencia y referente –ya lo es–, y sé también que el tiempo habrá de escogerle entre los hombres buenos y valiosos. Yo sigo mirando su obra cada día con estupor y verdadera admiración, sin poder creerme que voy siendo un pequeño testigo de su suceso vital y artístico, y ello me hace feliz y me llena de orgullo.

Luis Alberto de Cuenca Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio López , Jonathan Swift , Luis García Montero , Mis Días De Vino Y Rosas , Política , Raymond Chandler , Sentimientos | Posted on sábado, noviembre 04, 2006

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Mis pensamientos, mis actos y mis sentimientos crean el tiempo en el que suceden, y jamás al contrario. Está claro, por tanto, que el tiempo –mi tiempo– lo creo y lo destruyo continuamente, constantemente... y no es él quien me marca su paso, sino que soy yo quien lo va anotando y tachando. Por tanto, el tiempo ni se gasta ni se usa... sólo se crea. Esta nueva percepción de potencialidad me hace más fuerte, me empeña más en hacer, en crear, en pensar, en sentir. Si vives intensamente, está claro que vives más tiempo, porque el volumen de tiempo creado es mayor que el que emana del hombre anodino, y por tanto el tiempo vivido es también mayor. No es cuestión de años, meses o días... es cuestión de tensión e intensidad, de tal forma que alguien con treinta años cumplidos puede haber vivido mucho más tiempo que otro ser con cien años contados. [Trabajar más en esta idea].

(12:55 horas) Entre la bella aforística de Jonathan Swift, hay un apartado dedicado a la religión que no tiene desperdicio alguno. Dice el colega en su aforismo número 67 que «Somos lo bastante religiosos para odiar, pero no lo suficiente para amarnos los unos a los otros.»... Y vuelvo a mi convencimiento de que en la idea breve y bien trabada está la mejor filosofía, la mejor creación y el mejor arte... Y comienzo la lectura de «Poesía (1980-2005)» de Luis García Montero para intentar reconciliarme con esa palabra que un día fue luz para mí y que con el tiempo recaló en palabrería. Me apetece salvar al García Montero que me tocó con sus «Flores del Frío», con los «Poemas para Tristia» o con «Diario cómplice», sólo eso... que a lo mejor es demasiado. (19:54 horas) La conducta de las personas que dirigen el mundo globalizado es infame, pues juegan a excluir y a incluir a su antojo en ese paraíso del conocimiento que han creado. Ahora el pobre es más pobre, el rico es más rico y el olvidado mucho más olvidado... pobreza global y olvido global... nunca


riqueza global. Claro, que estoy hablando de conceptos virtuales, y me afirmo: ¡¡¡Pobreza global!!!

(22:51 horas) «Es horrible morir así de fea...» escribió Raymond Chandler y me gusta la porposición como título, como principio y como fin de un libro... Llegar bella a la muerte es un asunto interesante sobre el que dar vueltas y vueltas... Es horrible morir así de fea... es horrible morir... así de fea... es horrible... morir... así... es horrible... morir. Y es que la muerte no quiere presas agotadas, quiere muñecas rotas, bocas húmedas y calientes, ojos grandes, cabellos bien peinados, cuerpos para celebrar con ellos el rito más necrófilo, ardor, guiños, tersura... la muerte quiere ángeles caídos, rosas frescas cortadas de su tallo... para darles el beso último y dejarles el gesto más sereno que nadie ha imaginado... Puede ser delicioso prepararse mil días para una muerte bella y para ser bellos en la muerte... un fin en sí mismo de la estética... un hedonismo militante hasta el final... un arte tan concreto como una naturaleza muerta o un cuadro tediosísimo de Antonio López.

Roger Wolfe Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Hijos , José Luis Morante , Luis García Montero , Maite Iglesias , Nicanor Parra , Sentimientos , Welles | Posted on domingo, noviembre 05, 2006

1 Una constante del hombre es trabajar para aminorar sus incertidumbres – quizás sería mejor decir «su incertidumbre»–; no quedarse perplejo y no tener


dudas parece el no va más de la seguridad y, por tanto, es muy sugerente pensar que cuando se aminora la incertidumbre se alcanza felicidad... pero la falta de incertidumbre lleva a la quietud, y de la quietud llegan los males propios y ajenos al intentar mantenerla y protegerla. Prefiero buscar la felicidad en la incertidumbre y en la inquietud, en las preguntas y en los temores, aunque sé que nunca llegaré a ella, pero percibo que ése es el camino más atinado. LISTA DE LA COMPRA PARA INTENTAR SER INQUIETO • No me haré viejo. • Desharé siempre cualquier estado que me lleve a la armonía. • Practicaré la desobediencia civil, la religiosa y la militar. • Viajaré todo lo necesario. • Buscaré constantemente cambios en mi vida. • Intentaré comprender todo lo simple. • Alimentaré mi curiosidad a diario. • No me enamoraré de personas. • Aprenderé cualquier ritmo para saber romperlo mejor. • Intentaré que nada me sea necesario ni suficiente. • Buscaré la belleza en el desorden. • No faltaré a las leyes de la naturaleza [es absurdo]. • Sólo me sentiré obligado con mis hijos. • Propiciaré la confusión entre quienes me rodean [es un magnífico principio de soledad]. • Tan sólo reconoceré mi mediocridad ante quien me merezca respeto. • Crearé y destruiré mi tiempo como me venga en gana. • Seré el dios de mí mismo. • Tendré siempre en cuenta que es mejor intuir que comprender [la intuición abre puertas y la comprensión las cierra]. • Daré la calidad de real a todo lo que me permita salir de mi agujero. • Crearé para conocerme y reconocerme. • Buscaré lo improbable para crecer o ser eliminado. • Moriré solo. • Intentaré morir por sorpresa.


(14:06 horas) Recibo jugosa llamada de José Luis Morante y percibo que andamos en el mismo tono de siempre y que caminamos a la par, tanto en los momentos de vacío creativo como en la mirada hacia el mundo. Tengo muchas ganas de verle para charlar largo y tendido del mundillo mierdoso de la literatura y, cómo no, de levantar nuevos proyectos en común que me pongan ganas y algo de esperanza. (16:30 horas) Ya estoy dándole final a la antología de Luis García Montero y debo apuntar dos cosas: que su primera época me gusta mucho más que la de los últimos tres o cuatro años y que le noto imbuido de un aura que no le pertenece, vamos que se ha hecho un poeta del dinero que no ha sabido marcar diferencias entre su poesía y sus ahorros... y eso se nota siempre para mal. Mala suerte la del poeta con suerte... mala muerte la del poeta con suerte. Después de leer el libro sólo se me ocurre preguntar: ¿De qué vas, Luis? Eras bueno y ahora eres rico. ¿Por qué lo has jodido todo? Es una falta de inteligencia no saber llevar estos dos aspectos –el creativo y el económico– por caminos paralelos. (16:48 horas) Te preguntarán verdades tautológicas, subíndices de anhídridos, el valor de una curva a partir de dos datos, la historia de Plutarco, el arte en Capadocia...


Te preguntarán los flujos migratorios desde el sur a tu tierra, la estética de Tápies, el sintagma verbal y la función sináptica del sistema nervioso... Querrán que tengas base de moral y de historia, que entiendas cómo crecen las plantas en los campos, que sepas operar con una o dos incógnitas o que sientas el mundo tal como lo hacen ellos. No tendrás más opciones que rendirte a sus normas o ser un desclasado feliz –entre otras cosas–, pero ten muy presente que si no te doblegas debes ser fuerte y uno, sensible y destructivo. Ellos querrán que sepas lo que les hace fuertes. Yo estaré satisfecho con un «insuficiente». [dando esperanza a un hijo fuera de los percentiles educativos actuales]


(22:14 horas) Noche para ofrecerme a la loca pensando en su somier, en su despertador antiguo, en las sábanas de su cama estirada. Noche para ser el amor en soledad, la risa cáustica y sardónica de Welles. Noche para cruzar mis piernas frente a la computadora en blanco y negro, y escribir como un insecto con los ojos compuestos y las alas quemadas. Noche para el teléfono portátil – para apagarlo, claro–, para el verso antipoético de Nicanor Parra –«estos hijos de puta no me dieron tiempo ni para ponerme el abrigo sin decir agua va me sacaron a empellones uno me dio un culatazo en el tórax otro degenerado me escupió pero yo no perdí la paciencia... me llevaron a una calle desmantelada cerca de la estación de ferrocarril en un furgón de los radiopatrullas y me dijeron ahora puedes largarte... yo sabía perfectamente lo que eso quería decir... ¡asesino! ...debiera haberles gritado pero morí grtando Viva Stalin»–. Noche para el vicio que no se perdona, para perpetrar un poema, para saber a ciencia cierta quién es el sicario, quién el humillado, quién el adúltero, quién el pobre, quién el corrupto... La corrupción... el peor de los estados del hombre... el corrupto es peor que el asesino, que el violador, que el vulgar ladrón... y en esta noche andan los corruptos salpicando su baba por las calles de camino a sus casas, con los bolsillos llenos de un dinero miserable y hacia la peor soledad, la soledad sin escrúpulos. Noche para la ebriedad que haga olvidar tanto asco. Soy blanco y negro para no ser gris, blanco de las miradas más hostiles y negro de los que toman mis versos como suyos. Estoy vacío como una botella que embriagó y no queda ni una gota de palabras en las vísceras. Blanco y negro y vacío. Bonita noche con niebla al fondo para confundir a las alimañas y


a las víctimas. Noche de otoño. Fúmame (jajajajaja).

Claudio Rodríguez Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Celan , De Poesía , Ludwig Boltzman , Paolo Conte | Posted on lunes, noviembre 06, 2006

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Cuando Ludwig Boltzmann criticaba el machismo como concepto contrapuesto al equilibrio, aún no sabía el error que supone extraer el pensamiento matemático de su estado de convención entre tipos que marcan constantes y variables con la precisión que pueden soportar unos pies de barro; no podía ponderar el valor desequilibrante de, por ejemplo, el impacto del sonido de un «Azzurro» interpretado por Paolo Conte, el poema «Muerte en fuga» de Paul Celan –«Leche negra de la madrugada, la bebemos de tarde, / la bebemos al mediodía, de mañana la bebemos, / de noche la bebemos y bebemos; / abrimos una tumba en el aire –ahí no se yace / incómodo. // Un hombre habita la casa, juega con las serpientes, / escribe, escribe, mientras oscurece Alemania, / tu pelo dorado, Margarita, / lo escribe y sale de casa y fulguran las estrellas, silba / a sus judíos, hace abrir una tumba en la tierra, / nos manda: "tocad ya para el baile". // Leche negra de la madrugada, te bebemos de noche, / te bebemos de mañana y al mediodía te bebemos, / de tarde bebemos y bebemos. // Un hombre habita la casa y juega con las serpientes; escribe, / escribe, mientras oscurece Alemania, / tu pelo dorado, Margarita, /


tu pelo ceniciento, Sulamita... abrimos una tumba en el aire / –ahí no se yace incómodo–. Grita: / cavad más hondo en la tierra los unos y los otros, cantad y tocad; / empuña el arma en la cintura, la blande, tiene ojos / azules... cavad más hondo con palas y seguid / tocando para el baile. / Leche negra de la madrugada, te bebemos de noche, / te bebemos al mediodía y de mañana te bebemos, / de tarde bebemos y bebemos. // Un hombre habita la casa... tu pelo dorado, Margarita, / tu pelo ceniciento, Sulamita, juega con las serpientes. Grita: / tocad mejor la muerte, la muerte es un maestro de Alemania. Grita: / tocad más sombríos los violines y subiréis al aire en humo, / tendréis una tumba en las nubes / –ahí no se yace incómodo–. // Leche negra de la madrugada, te bebemos de noche, / te bebemos al mediodía... la muerte es un maestro de Alemania... / te bebemos de tarde y de mañana te bebemos, / y bebemos la muerte, que es un maestro de Alemania... / tiene un ojo azul, te acierta con bala de plomo, / te acierta justo... / un hombre habita la casa... tu pelo dorado, Margarita... / azuza a sus perros contra nosotros, nos da / una tumba en el aire, / juega con las serpientes y sueña con la muerte, / es un maestro de Alemania... / tu pelo dorado, Margarita, / tu pelo ceniciento, Sulamita.»– o el indicio de un cuadro blanco de Alberto Hernández... Y aún así desarrolló la magnífica idea de que el equilibrio del mundo es una constante en su totalidad... ¿Valoraba Boltzmann el peso creativo, la emoción o el indicio?, ¿los incluía como factores de equilibrio o de desequilibrio?... Una jodida constante para un equilibrio de locos de atar.

Amalia Bautista Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Bertrand Russell , De Poesía , Giusepe Peano | Posted on martes, noviembre 07, 2006

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Acceder al trompeteo de la poesía sin medir la lógica de las proposiciones realizadas con palabras, sin conocer la urdimbre del metro y sin haber catado la geometría del ritmo es tan absurdo como hacer tortilla sin huevo, sin aceite y sin sal. Quien no es capaz de pararse a hacer un análisis detenido de la matemática que arde en un poema antes, durante y después de perpetrarlo, es que no necesita el poema ni merece, incluso, que la poesía se asome a su boca


como simple vocablo. Conocer la naturaleza del poema, entender el concepto de poesía y redefinirlo también es indispensable.

Quizás el mejor poema sea una ecuación matemática que resuma, dé luz y aporte indicio para una ecuación posterior, pues «lo mejor de la matemática es que permite definir términos que no son conceptos, mientras que en filosofía sólo se alcanza hasta la definición de los conceptos...» [esta aserción fantástica procede de Giuseppe Peano, según nota de Bertrand Russell –capítulo II. La lógica simbólica. Apartado d. Lógica simbólica de Peano, de su «Principios de la Matemática–]. De ahí que cada día huya más del poema, que lo tema, que lo respete y que lo visite a hurtadillas.

Antonio Gamoneda Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Fernando R. De La Flor , Gamoneda , Hijos , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on viernes, noviembre 10, 2006

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Recibo hoy un bonito regalo de noviembre, pues Antonio Gamoneda me envía su nuevo libro, «Sílabas negras», editado por la Universidad de Salamanca como saldo en letras del XV Premio Reina Sofía que le fue otorgado al poeta y amigo; y me agrada más porque la edición está a cargo de su hija Amelia y de Fernando R. de la Flor. Recuerdo ahora al poeta en Cambrils, achacoso y locuaz, intentando un cigarrillo a escondidas... o en la Sierra de los Pedroches cordobesa, ambos sentados en el recibidor de un hotel mediocre... o en Béjar, conociendo de primera voz una salsa para carne que hace mi madre a la que en casa llamamos «hijoputa» –no sé si Antonio llegó alguna vez a probar la receta–. En fin, que leeré sus negras lágrimas con lentitud arcana, en silencio –sin música– y buscando concentración... porque yo aún tampoco sé que soy unas manos. Gracias, Antonio.

(22:24 horas) Los días de otoño que sienten nostalgia del verano me deprimen profundamente. Suelo despertar con la idea clavada en la frente de un paisaje xantofílico con media niebla jugando al escondite de los castaños, los robles y los álamos... incluso en el entresueño huelo la humedad de una noche eterna


de lluvia. Cuando abro la ventana de mi habitación y me doy de narices con un sol hiriente, casi insultante, se me cae el mundo... Despierto a Guillermo –ya estamos él y yo solos en casa a las ocho y media– y lo llevo a mi cama para que vea diez minutos la tele mientras me ducho y me aderezo –eso le sirve para conectarse poco a poco con el mundo–... me visto y luego procedo a vestirle a él entre cosquillitas y risotadas –más dosis de conexión positiva con el mundo–... Desayunamos nuestro tazoncito de leche con Nestquick, arropado por unas galletinas o unas magdalenas, y de ahí al rito de los pises, la lavada de dientes a la par y el peinado repeinado con agua corriente y colonia –mi niño se ducha siempre antes de acostarse, porque si no la prisa de la amanecida nos sacaría los nervios a los dos–. Luego, el rito de las gafas, ponerse los zapatos, revisar la mochila para el cole, embuzarnos en abrigos, cazadoras o trenkas... y armar un zipizape de carreras para ver quién llega primero al ascensor, quién abre la puerta del portal o quién toca vencedor el capó del coche. Y de esas carreras breves pasamos a la más importante del día: llegar a la puerta del cole antes que Daniel y su madre o que Juan y su padre, adelantar al furgón de reparto de pan o poder detenernos justo en nuestro lugar de parada favorito –al lado de la barandilla que protege la puerta del cole–. Y dejo allí a mi compañerito diciendo adiós con la mano y tirándole besos mientras le veo enredarse en conversación con algún coleguilla que espera en la puerta... Y de allí a la tristeza del día de otoño soleado, con la chaqueta y el alma sobrándome, camino al curro –más tedioso y desolador que el puñetero día de sol– para ser un cero a la izquierda de la nada. Mi hijo me salva, por lo menos. ¡Gracias, chaval!

Manuel Lara Cantizani Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Gamoneda , Josep Mª Rodríguez , Laforgue , Lara Cantizani , Luis García Montero , Magdalena , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on sábado, noviembre 11, 2006

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A primera hora llamo al colega Manuel Lara Cantizani para felicitarle por el galardón que ha recibido con su poemario «Piel del invernadero de nieve» en el XXXIII Concurso de Poesía Ciudad de Burgos. El tipo estaba absolutamente feliz y nos reímos los dos de encontrarnos por fin en la misma colección editorial (DVD ediciones). Espero que lo disfrute. Curiosamente, me llama Morante –siempre atento– para darme noticia del premio de Lara, y al rato lo hace vía Internet Josep María Rodríguez, con el que hacía mucho tiempo que no cruzaba palabras. Ambos llenos de cariño, lo que me da energía para un ratito.

(12:25 horas) Leo bastante últimamente –eso es síntoma de que no me llega la escritura–, y no sé si lo hago para buscar, para aprender o para ayudar a pasar el tiempo. Lo que sí sé es que no disfruto con mis lecturas, que las fuerzo en exceso y no sé dejarme llevar por ellas. A veces me creo en estados de ánimos que no corresponden a mi realidad, pero por creerme en ellos se hacen reales. Ahí es donde influyen mis lecturas... leo a Gamoneda y me quedo hundido, leo a García Montero y no pasa nada, leo a Laforgue y me entusiasmo, leo a Nicanor Parra y sonrío... (22:15 horas) Yo creo que la literatura ya no me interesa, porque ya no accedo a ella con el entusiasmo con el que solía hacerlo en 1998, por ejemplo. Quizás este asunto me esté avisando de que algo anda acabándose por dentro, y lo mismo me pasa con ciertos aspectos de la vida que antes consideraba de vital importancia... el cultivo de la amistad, la valoración del paisaje de mi tierra, el disfrutar de la calle y del bar... Algo se está agotando y presiento que me irá dejando desolado esa jodida falta de ilusión por las cosas que antes significaban pura pasión. Hace un rato, mientras Magdalena cenaba, le di dos golpecitos en la frente y pregunté: «¿Quién anda ahí?». Ella me miró fíjamente con los ojos vacíos que


ya son costumbre para todos los que la queremos, se detuvo un momento y me espetó: «Pantalones, pantalones». Todo un poema que podría haber abierto la temporada del realismo sucio español con éxito. ¡Puta mierda! (22:56 horas) ¿Cuál es el interés de este diario? ¿Para qué llevo escribiéndolo desde el 96? ¿Qué he logrado de tantas horas anotadas? No lo sé. Empecé con la intención de dejar palabras en las que irme reencontrando, en las que reconocerme... y ahora no sé hacia dónde camino ni por qué tengo estas enormes ganas de acabar. No quería anotar el suceso que ahora contaré, pero, después de pensarlo mucho, creo que debo hacerlo para poder verme en él con distancia: Hace unos días destruí toda mi colección de mujeres leyendo y finiquité el blog que tantas horas de búsqueda me había supuesto (tan sólo dejé vivas un par de postales que me regaló Marisol Huerta, a las que he cogido un cariño especial). Después de la destrucción me sentí muy mal, con unas enormes ganas de llorar, pero necesitaba romper algo muy querido para intentar alumbrar una salida nueva. Se me caía el alma de ver cómo desaparecían ante mis ojos postales antiguas, láminas de arte, affiches de cine, viejos programitas de mano, cartones publicitarios y otros objetos que mostraban hermosísimas mujeres en pose de lectura... pensaba en el tiempo dedicado a su búsqueda por librerías de viejo de Madrid, Sevilla, Valencia, Segovia, Salamanca... con la ilusión puesta en lograr algo que emanara belleza. Y no ha cambiado nada desde entonces... bueno, sí, que estoy mucho más triste, pero nada se ha activado adentro que me encienda para volver a pillar ilusión loca. ¡¡¡Mierda!!!

Ángel García López Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alejandra Pizarnik , Balthus , Celan , Hijos , Joyce , Mis Días De Vino Y Rosas , Pavese , Rilke , Sentimientos , Zenobia Camprubí | Posted on domingo, noviembre 12, 2006

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Sentir piedad es la forma más hermosa de venganza que conozco, pues colma a quien la «asesta» y salva a quien la recibe. Que no sirve la tierra quemada para conquistar si se compara con una sonrisa piadosa que contenga la sabiduría de la derrota que le otorgas al vencido.

(13:24 horas) Sigue mi Felipe cerril y preadolescente, jodiéndome cada día los minutos de sonrisas que reservé hace tiempo. Está convirtiendo esos minutos de recuperación diaria en los minutos basura que marcan la inflexión entre mi felicidad y mi desastre. Ya no le sirvo como modelo, está claro, ya no me quiere como modelo de nada y todo su afán es chocar conmigo, contra mí. Y yo no sé encotrarle modelos en los que crecer; a su edad los modelos se buscan por uno mismo y se gestionan en clave de gozo y comodidad, no de esfuerzo. Sí, sé que me he equivocado en su educación, pero también sé que me hubiera equivocado con cualquier otro proyecto educativo distinto. Ahora tengo claro que él marcará su camino y yo sólo podré hacer funciones de refugio y de intendencia, y que con esas razones tendré que saber negociar bien para que no me devore. Cuando llego a casa por la noche, entro a su habitación y le beso en la mejilla mientras duerme, y le digo despacito todo lo que le quiero –algo que no podría entender si estuviera despierto–. Le tapo con el edredón y percibo que un hijo preadolescente dormido es un gozo del que hay que abusar para no caer derrotado. Con el tiempo será un buen tipo –ya lo es– y quizás vuelva a mí como antes, pero hecho a sí mismo –mal o bien, que no lo sé ni lo puedo controlar– y volveremos a hacer cosas juntos porque él así lo decidirá.


(17:16 horas) Dos mujeres merendando juntas como en el relato «Arcilla» de «Dubliness», dos mujeres comprando pastelillos, dos mujeres hablando en un café, dos mujeres anarquistas paseando por la Rambla en el 36, dos mujeres odiándose... siempre dan buenos resultados literarios dos mujeres... o no. Balthus, el hijo de Rilke, pintó a Thérèse con las piernas desnudas y cruzadas, mirando justo detrás de mí, relajada, impúdicamente sentada para la soledad, con sus manos posadas de forma magistral... Y en «Los días dorados», otra Thérèse mirándose al espejo, dejada a su alegre suerte, tendida, desarreglada y bellísima... La genética almacena y desenvuelve, regala y castiga... Y no es azar; es una vieja maleta que se lleva sin saber su calidad de tesoro o de infierno, y se abre un día, y uno se viste con la ropa que contiene, y crea o destruye... o simplemente se ve tan mediocre como sus antepasados y se queda igual, justo donde estaba cuando abrió el bulto genético. Balthus, Rilke, Joyce... con su cosita Ulyses de imaginarse el padre párroco que en su púlpito acumula el poder... Pavese, Celan, Pizarnik, Zenobia... con sus misterios únicos y eternos... Yo, solitario y tendido como las calles que se estrenan cada mañana, pisadas tantas veces, sinuosas, sin conocer la misión de las sombras que las transitan. Dos mujeres merendando juntas... Un hombre solo que espera... Las calles preparadas para el desfile de sombras, acumulando pasos perdidos... La genética eclipsándose en unos y amaneciendo en otros... El Norte indefinido que se hace Sur justo a la vuelta... Dios no existe... Dios no puede existir... Dios no debe existir. (18:44 horas) Debería reírme de cualquier cosa que me afecte y que no dependa exclusivamente de mí; así caminaré más tranquilo, sin intentar ser


parte del solucionario hasta que mi única postura sea la de la decisión. Me ahorraré pérdidas enormes de tiempo en pensamientos absurdos y en planteamientos indecidibles, y así podré decdicar más tiempo a mi podre particularidad, a mi fugaz individualidad y a mi pereza creativa. Somos demasiado de los demás, y todo por voluntad propia, por exacto metichismo, por ese jodido pensamiento que se sustenta en que unidos somos más fuertes –claro, siempre que compartamos sólo los beneficios, no te jode–. Las cadenas de soledad ya son suficientes... como para meterse en los millares de cadenas de cada uno de nuestros conocidos.

Emilio Carrere Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on lunes, noviembre 13, 2006

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Es curioso cómo los estados de ánimo van marcando el camino de la posibilidad, de tal forma que todo el mundo tenga en cualquier momento un motivo para matarse y otro para no hacerlo en ninguna circunstancia. Y son los estados de ánimo los que vencen las dificultades o las hacen insalvables, los que propician el éxito o los que lo niegan de forma neta. Todo es posible partiendo del cero... y también todo puede resultar imposible... de ahí que tenga una gran importancia la actitud que tomemos ante cualquier circunstancia de la vida... y que conste que no hablo de estados de optimismo o pesimismo, sino de disposición individual hacia consecuciones de índole positiva o negativa, porque también lo negativo hay que trabajárselo, y a veces duramente. En todo caso, sí que es importante que a los estados de ánimo se sume la razón para moderar la carga intuitiva con la que generalmete determinamos nuestros movimientos, y eso siempre entraña dificultad y, sobre todo, aprendizaje. En una persona fundamentalmente intuitiva es necesario que concurra la razón para que no sea la arbitrariedad la que domine en sus actos. No sé.


Josep María Rodríguez Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on miércoles, noviembre 15, 2006

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Es tan fácil conformarse... y resulta tan difícil querer crecer... ¿Qué nos conviene? La soledad de la ciudad es dramática... Reniega y vente al mundo, busca piel si la precisas, caricias si no las presientes, besos si tu boca se ha vaciado, amor si entrenas odio, gozo si hay humedad buscando los muslos, lágrimas si tus pañuelos permanecen bien planchados en los cajones... Busca en tu soledad el camino de perfección que son las manos... y mírate en los espejos el desnudo que has hecho de tu vida –míratelo con detalle, tocándote con curiosidad, como un descubrimiento–... Lee a Gogol, a Gorski, a Valéry, a Samain, a Turguenev, a Th Gauthier... busca en librerías de viejo antiguos textos de Kawaji, Gyofu Soma o Rofuu Miki... escóndete en un cine de barrio a ver reposiciones de Maciste o de aquellos ojos Loren mirados por un Fabrizio en camiseta de tirantes... píllate en dvd «2046» de Wong Kar-Wai y encuéntrate en los ojos de Maggie Cheung o en el ardor de Tony Leung... escucha como si fueras yo el «Living in road» de Lhasa de Sela y siente cómo la seda te rodea para hacerte dormir en su tensión...


La soledad de la ciudad es bellamente dramática, y en ella son los muertos los que caminan y rezan, los que alzán las calles antes del mediodía, los que cierran las puertas si atardece... La sombra es de los hermosos vencidos... de nosotros... la sombra siempre será nuestra, y por eso la sembramos cada tarde mirando con nuestros ojos a la tierra.

Enrique Baltanás Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Gamoneda , Luis Alberto De Cuenca , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on jueves, noviembre 16, 2006

0 Quizás el toque de la vida esté en la búsqueda de la dificultad por la dificultad. Así somos y así actuamos. Pasamos de largo de los caminos rectos y nos enredamos en trochas que nos hacen caminar en círculos. Sí, nos empeñamos en la dificultad. Cuando algo se acaba y somos consciente de ello, no nos damos por vencidos, no comenzamos a sembrar otras huellas en terrenos vírgenes, no; rememoramos, buscamos la solución del bucle y revolvemos en un pasado que sólo tendrá la capacidad de hacernos daño. Si todo es muy simple: algo termina y se acabó... y a continuar muriendo hacia adelante. ¿Por qué sucede esto?, ¿qué mecanismo nos lleva a ser tan redundantes?... La búsqueda absurda de la dificultad y el empecinamiento moral son los dos casos


humanos que más me disgustan y por los que me pregunto con más frecuencia. Y en el fondo, lo más desquiciante en el itinerario vital es conseguir con éxito todas las metas marcadas, ya que quien lo consigue siente el fracaso desde el componente positivo, sin encontrar razones que lo apoyen, siendo tal fracaso neto y de golpe seco, un fracaso sin posibles culpables en los que apoyarse para salir. Morir de éxito, creo que así lo llaman esos tipos de letras y números... Lo mejor es tener una vida promediada y trabajar en ella con soluciones simples en las que el porcentaje de errores sea adecuado y nunca nulo.

(22:33 horas) He recibido un libro delicioso desde el Ateneo de Sevilla con tarjeta cordial de su presidente, Enrique Barrero González. El volumen lleva por título «Homenaje a la Fiesta del Soneto celebrada en el Ateneo de Sevilla en 1912», una recopilación de éxitos de colegas tan queridos como Luis Alberto de Cuenca, Enrique Baltanás, Antoñito Carvajal –al que ya voy echando de menos–, Gamoneda, Pura López Cortés, María Rosal Nadales, José Antonio Sáez... Un divertimento extraordinario para un tiempo sin rima y sin ritmo... que se agradece. Y a pesar de que el día ha sido de calendarios –son los peores días de un impresor–, he recordado a mis coleguitas de siempre y de nunca mientras pegaba faldillas y he pensado vivamente en los que acumulan problema sobre problema... lo he hecho con fuerza, como creyendo que en mi pensamiento anidase alguna solución entre tonta y exotérica. Va por ellos este día, con fervor.


David González Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio G. Turrión , Eduardo Arroyo , Joyce , Magdalena , Mis Padres , Política , Ángel Calvo Meirama | Posted on viernes, noviembre 17, 2006

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A veces tengo suerte. Hace la friolera de un par de años que no pillaba un periódico de Salamanca con ganas de leerlo y hoy lo he hecho. Era «El Adelanto» de hace un par de días, y me he encontrado en él un magnífico artículo de Antonio Gutiérrez Turrión hablando de Ángel Calvo Meirama. Clavado y lúcido, perfecto, Antonio. Mi más cordial enhorabuena por ello y unas gracias personales y grandotas por recuperar a Ángel, quizás el mejor alcalde y el más formado que nunca ha tenido la ciudad de Béjar. Entre mis títulos mejores guardo con especial cariño el haber trabajado junto a él en una legislatura en la que ocupé las concejalías de Deportes y de Urbanismo y Obras. Aprendí mucho de Ángel, de sus hermosas luces y de sus pequeñas y nítidas sombras. Pocos han sabido medir al día de hoy los grandes proyectos que aquel equipo que él dirigía sacó adelante y lo que suponen y supondrán para el futuro de nuestra hermosa ciudad. Pocos, también, pueden comprender el alto valor de un tipo importante para la comunidad y la injusticia que hasta hoy se ha venido perpetrando con su figura... Pero el tiempo pone y quita razones. –––––– Vuelvo a sentir el latido acelerado del corazón, y es como una enfermedad. Cuando esto me sucede no encuentro sosiego, no sé detenerme ni seguir, me agoto y comienzo cuadros, me agoto y hago asomar poemas, me agoto y escribo en mi diario y hago collages rápidos y recorto imágenes de revistas viejas y remiro mis antiguas postales... y siento miedo, un terrible miedo a no saber salir de este estado. Luego todo pasa, que tengo la experiencia de otras ocasiones, y todo se templa y vuelvo a poder tomar distancia. Entre el trote he retomado el «Ulises» de Joyce, y me sucede lo de siempre, comienzo por el último corte de lectura y a las dos páginas leídas me dan ganas de escribir mi «Ulises» personal. Recuerdo que lo empecé en una vieja edición de bolsillo y ahora lo continúo en una deliciosa edición ilustrada por Eduardo Arroyo que me despista constantemente de la lectura. Y me dan ganas de contar las miserias particulares de mi pueblo, esas miserias que


todos conocemos y callamos. (22:25 horas) Mañana es el cumpleaños de mi padre y no sé a cuántos años asciende su existencia, sólo sé que está lúcido y en forma, que tenemos mucho en común y que le quiero.... y que le sigo viendo como mi mejor protector... y que estoy orgulloso de él más que de lo pueda estar él de mí... y que no necesito demostrarle nada porque es mi padre y caminamos juntos hasta donde nos lleve la vida. ¡¡¡Felicidades, colega!!!

(23:11 horas) Los viernes son de Magdalena, pues siempre la visito con la tranquilidad del trabajo acabado y con un relax especial que me hace verla de otra forma. Hoy estaba sin su dentadura postiza y atendía con sonrisas a todas mis canciones y mis bailes –suelo cantarle bien fuerte y bailar delante de sus ojos, porque me mira fijamente y empieza a seguir el ritmo que le marco–. Estaba dulcísima y daba la sensación de que sus ojos estaban algo más vivos, como si hoy habitara su cabeza un hálito de vida interior. De pronto, sin saber por qué, me entristecí al verla reír sin pudor y sin sus dientes –nunca hubiera permitido que la mirase en esas circunstancias cuando la razón estaba en su cabeza–. Vuelvo a decir que la vejez es humillación, humillación para quien la lleva y tristeza para quien la recibe. Adoro a Magdalena y me siento muy mal de encontrarla en ese estado angélico y semivegetal. ¿Hacia dónde va? ¿Qué razón tiene su estancia? ¿Por qué le suceden estas cosas a las dulces almas primarias que sacrificaron su tiempo al completo por nada de nada?


Raúl Vacas Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Maite Iglesias , Mis Días De Vino Y Rosas , Mis Padres , Sentimientos | Posted on sábado, noviembre 18, 2006

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El otoño está siendo insultantemente bello este año en Béjar. Los tonos de la xantófila se mezclan con el verde oscuro y con los ocres de los árboles sin hojas y el conjunto me produce sensaciones que sólo sé sentir en este tiempo y bajo esta gama cromática... y si le sumamos la humedad, ya es todo pura lujuria. Tal circunstancia me pide escritura, pero soy una mierda y no me llega ni una palabra. Sólo sobrevivo en mis ejercicios de mantenimiento: sonetos malos para entrenar el ritmo, este diario que ya se ha hecho necesidad y algunos aforismos que llegan más del apretones al ingenio que de vómito creativo. La verdad es que ya me anda preocupando este silencio largo, este enorme paréntesis sin poder explicarme en pura incontinencia. Otras veces he sufrido este mal, pero con tanta extensión ni con tanta ansiedad.

(17:15 horas) Comida familiar hecha de risas para celebrar el cumpleaños de mi padre, con los niños radiantes como nunca, con mi hermana feliz en escapadita urgente desde Sevilla, con mi madre pletórica y risueña y con mi


padre hermosamente abuelo... pero jovencito de atar. He disfrutado mucho y he realizado un porrón de fotos para mi cuadernito de recuerdos impropios. Me encanta ver a mi gente nítida y feliz. Es un buen presagio. (18:34 horas) Alguien que seguro que me aprecia y conoce mis debilidades me ha enviado el «Tangolibre» de Yo-Yo Ma a mi correo electrónico en un enlace a You

Tu b e

–«http://www.youtube.com/watch?

v=uJC2bOmAEn8&mode=related&search=»–... y ya voy por la sexta audición embelesada. Erizado, siento la derrota del verdadero placer en el estómago, se me doblan las rodillas y me concilio por un ratito con mi mejor forma de estar.

Es la hostia este tango, con su cosa decadente, con su tristeza tibia, con su lánguida desgana, con su hermosa sensación de encuentro/desencuentro // espera/desesperación. Es como un continuo encabalgamiento de melancólico placer, un tango para tipos como yo, que estoy empezando a terminarlo todo con cada lumbre del día y ya no siento más esperanza que la que me traiga un recuerdo hermoso... ¡Ah!, la memoria y sus usos... soy hedonista hasta para lo triste. Gracias, «Alguien», muchas, muchas gracias.


(22:23 horas) El mejor legado que me han dejado mis padres es la palabra, y es por encima de todo el legado que yo quisiera dejar a mis hijos: Palabras para hacerse comprender, para explicarse, para buscar respuestas, para defenderse y atacar, para dar rienda suelta a su poso imaginativo, para exhibirse con ellas y para callarlas. Palabras que contengan el método de hacerles vivir por encima de todo y de todos. Esta noche, cuando salía de mi casa para venir hasta el estudio, vi a una pareja de jóvenes besándose bajo la lluvia. Pasé junto a ellos con cierta envidia por ser capaces de convocar al amor en la lluvia, y recordé de pronto la primera escena cinematográfica de amor que me impacto vivamente: fue en Salamanca, en mis primeros días de estudiante, justo en el cine Taramona. Ponían «Delicias turcas»: Olga y Eric haciendo el amor tirados sobre la calle y bajo la lluvia... fue una visión intensísima que aún me llega nítida a los ojos. Y todo ello con una magnífica sensación/intención de acabamiento. Tengo que buscar esa película para volverla a ver... o no, que quizás se pierda la magia de mi recuerdo inventado.

Javier Lostalé Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on domingo, noviembre 19, 2006

1 Todo el día encerrado con la escritura, con la tinta china, con los pinceles y con la música... ¡Hay esperanza! Empecé a escribir a primera hora de la mañana y


el chorro duró justo hasta la hora de comer... y era tan fácil... que he rematado cuatro poemas que andaban en el dique seco pidiendo árnica.

Por la tarde, después de un cafetín con charleta, me agarré a la tinta china y he andado engolfado en un dibujo unas cuantas horas, ilusionado como hacía meses con una imagen deliciosa, hasta que llegó Richar de Zamora con mi nueva guitarra y, hala, a darle a las cuerdas y a buscar los sonidos que ya tenía medio olvidados... hasta me marqué un «Fuego en el agua» molón y castizo, eso después de recuperar el ritmo de «Sublime ilusión» y de apuntar un poquito las canciones que andaba currándome en el verano de un par de poemas que escribí para ser cantados. El aparato es extraordinario, ayuda y tapa defectos. Acabo de dejarla hace unos minutos apoyada en la pared después de intentar –gozando y haciendo gallitos– el «Just like a woman» de Boby D. Qué buen rollito.

Ángel Crespo Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abuelo Felipe , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on lunes, noviembre 20, 2006

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Hoy hace la hostia de años que la vida le dio finiquito al General, y, por fin, me olvidé de salir de casa con mi pajarita roja en el cuello –como he venido haciendo cada año desde que finó el asesino–. Sí que he tenido un recuerdo para mi abuelo Felipe, para sus tres rosas de sangre en el pecho, para la terrible soledad que dejó en casa, para mi abuela Antonia y para mi madre. Todo pasa, hasta las pajaritas de alegre luto. Y me da la sensación de que me voy reconciliando un poquito con el pasado en la medida en que entro en conflicto con el presente. Olvidé mi pajarita, abuelo, pero nunca se irá de mi cabeza tu recuerdo inventado hecho de un par de antiguas fotografías, tu chaleco de asesinado –que guarda mi madre como un tesoro en su armario– y todas las historias sobre ti que me contaron abuela y mamá. Soy para intentar serte, abuelo.

Jaime Gil de Biedma Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abraham Gragera , Fabio R. De La Flor , Gamoneda , Germán Labrador , Jesús Portal , Raúl Vacas , Victorino G. [Fotógrafo] | Posted on jueves, noviembre 23, 2006

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(imagen del colega Victorino G.... gracias, hermano). Calidez y buen rollito es lo que he encontrado en mis dos actividades salmantinas, la presentación del libro de Mamen Somar y la conferencia entre comillas para el equipo de investigación de la Universidad de Salamanca que coordinan Germán Labrador y Fabio R. de la Flor... Buen rollo de verdad y un ratito delicioso con Abraham Gragera –mi niño maestro–, con el impecable Raúl Vacas, con el espíritu más perdulario y hermoso de Fernando R. de la Flor, con Victorino –la imagen viva del entusiasmo y la rabia–, con Jesús Portal y sus gloriosos espacios vacíos, con Amelia Gamoneda y consorte –unos cielos–, con Germán y Fabio –potentes siempre en la expersión y delicadísimos en las formas–... y tantos otros colegas que me hacen importante por su mirada y su afecto... Os quiero a todos, coño... os quiero.

Sharat Chandra Chattopadhyay Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on domingo, noviembre 26, 2006

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¡¡¡Joder!!!... Trasegar con este minidiluvio y esta puñetera ventolera cien paquetes, como un repartidor o un digno butanero de los de «no hay polvo»... y luego aguantar la mediocridad iridiscente de los ampulosos nuevos ricos con sus violaciones pueblerinas a mis diseños gráficos... y luego mudar la color con el recadito plus encima del teclado... y después sentirme individuo... individuo de mierda.

Nasir al-Din Nasir Hunzai Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Pablo Guerrero , Política , Raúl Vacas | Posted on domingo, noviembre 26, 2006

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Ya va siendo necesaria una revolución en condiciones, una de aquellas con Bastilla o con Potemkin, una revolución de carritos de bebé rodando por escaleras, de sangre encharcándose y mezclando la miseria de los nuevos ricos con el triunfo de los viejos pobres –los ricos de siempre ya se ocuparán de irse a sus castillos de invierno a verlas pasar–. ¡¡¡Una revolución, coño!!!, sí, una que se cepille de un plumazo a los especuladores, una que no permita la presunción si hay pelas y la condena si no las hay, una que deje en camiseta de tirantes al gilipollas de corbata y traje de fina alpaca, en camiseta de tirantes y en calzoncillos blancos, una que se carge de un plumazo la cocina de diseño y las mingadas currucucú de todos los minimalistas mundiales... una jodida revolución con su estética de aquí se acabron los coches distintos y los ojos pagados para mirar y los oídos tapados para todo... una revolución sin colonia y sin jabón, sin cremas y sin aloe vera... una de agua clara y fría, un agua que despierte y despeje, que encienda motores sin más. ¡Ay!... aquella «Canción ritual que habla de España» del Pablo Guerrero que llenó mis días encendidos e incendiarios... «Tu cabeza está llena de bicicletas blancas, tu corazón un tren desbocado y oscuro. Por tus venas galopan caballos alarmados. Amas el sol y el riesgo, el fuego y el futuro. Islas hay en el tiempo donde vivir querrías y pueblos donde son las tareas comunes: En la escuela se aprende a manejar cometas y a vivir, que es lo mismo lo mío que lo tuyo. Y sales a la calle y la ciudad te niega, y dos y dos son cuatro y mañana hace frío y hay una chimenea debajo de tu cama y alguien dictando normas dentro de tu bolsillo. Y en la pared escribes tu granada de sueños, tu estallido de nuevos horizontes auroras. Y tu imaginación contra la gris costumbre pide: ¡la vida es nuestra!, ¡¡¡paraíso ahora!!!». Sí, coño, ¡¡¡PARAÍSO AHORAAAAAA!!!


(17:58 horas) Después del pasote currero del fin de semana –currando para «que me lo agradezcan»–, cabreado como un cura salesiano y sintiendo con rabia varios intentos de humillación profesional y personal de un par de pericos... cerré el garito a cal y canto y me leí a Raúl Vacas: «Al fondo a la derecha», una colección de sus artículos en «Tribuna Universitaria» que no me han llegado en el mejor momento –lo siento, colega– y su «Consumir preferentemente», con chulas ilustraciones de Pep Monserrat y una poesía ocurrente que me ha hecho sonreír y hasta pensar un ratito. Gracias al colega por aguantar mi cabreo con sus prosa, su versos y su tranquilo paso. Prometo un mejor día de relectura, que lo merece.

Tariq Ali Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Jacques Tati , Mis Días De Vino Y Rosas , Sentimientos | Posted on lunes, noviembre 27, 2006

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Hay un rastro de cosas por hacer que me perturba: Lo hijos, un espacio donde arder y dispararse a la sien sin saber acertar un solo tiro. El trabajo,


endiablada virtud de hombres que odio a rabiar y fuente absurda de desesperación y tiempo perdido. La poesía, ese cuchillo tan mellado últimamente. El amor, con sus breves traiciones y sus tontos regresos... Ayer asistí como sin querer a la inauguración de un local en el que pululaba el «gran Béjar» con sonrisa de plástico... arquitectos, contables, secretarias, bancarios, ingenieros, políticos, vendedores de vinos... Un mosaico perfecto para un pequeño film del mejor Jacques Tati: los personajes justos para ser decorado, el decorado exacto para ser personaje, la luz de lunch, el azar rebuscado de miradas jugando a no encontrarse. Saludé con mi mano derecha al alcalde en su visita al excusado, jugué a no dejar paso a una chica de moda, bebí como los ricos en orinal de vidrio un vino de ancha añada, probé delicias breves poniendo caras raras, abracé a un par de amigos, rogué postproducción en mi intento Premysa, regalé risas netas y complices miradas, hice algún chascarrillo con fondo de consorte, fumé de gorra y todo... Hay un rastro de cosas ya hechas que me perturba, y no atino a acotarlo en palabras o en números... no sé si este mes será el último que cobre, el último que viva, el último que ame, el último que fume con justa elevación un Chester sin boquilla... no me importa. El caso es que he aseado mi rostro, lo he pulido con la rapizadora de barbas endiabladas y se me ha quedado cierta cara de niño cabreado por la falta de un montón de caprichos. Soy mayor y me siento en esta circunstancia algo más solitario. La gente me da risa. Me muero por no verlos.

Monique Ilboudo Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Maite Iglesias | Posted on martes, noviembre 28, 2006

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Me gusta que las musas sean dispersas y tengan vida propia, que sufran y que gocen, que adopten sin quererlo una pose entre humana y vegetal –pues disfruto al regarlas con frecuencia o sacarlas al oreo de la madrugada–. No han de haber hecho nada especial para ser musas, pero deben sentirse como tales cuando lanzo mis dardos, es decir, conocer su hermosa calidad de musas y saber con certeza que son objeto poetizable y creativo. Para ellas guardo mis mejores metáforas, los arrebatos líricos, los deseos más últimos y un claro sentimiento de que sean felices. Si en mi mano hay materia con la que construirles una casa en la playa o un castillo de arena, pueden estar seguras de parcela y entorno... sus problemas son míos, su tristeza me amarga, su dolor causa heridas profundas en mi cuerpo y su risa contagia una risa extranjera en mi boca de plástico. Las quiero como son, nunca como quisieran ser, y voy creando un mundo donde vivir con ellas. Aunque soy polígamo de soledad, en mi serrallo paralelo canta la favorita cada día un canto de sirena que me atrae como a un náufrago. Sin mis musas soy nada... con ellas soy la nada... y hurgo en la diferencia.

Marco Terencio Varrón Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Dios Es La Hostia | Posted on miércoles, noviembre 29, 2006

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Es la hostia. Durante la cena, con referencia a un colegio en el que han decidido no hacer el festival de Navidad con los críos, he escuchado decir al portavoz de la Conferencia Episcopal –poniendo una carita de imbécil que no sé describir bien– la frase: «¿Negar la Navidad...? [sonrisa estúpida]». ¿Qué pasa, que no se puede negar la Navidad?... Desde luego que no en el sentido más comercial y capitalista del asunto... quizás tampoco desde el absurdo de la jodida tradición... y aún tampoco en lo referente al marqueting del cristianismo milongo... pero sí que se puede negar desde la óptica profesional de unos profes que cobran por enseñar materias y conductas sociales y no por hacerle el caldo gordo a la más retrógrada y sangrante de las sectas conocidas... se puede negar por convicción agnóstica, por asco, por tristeza, por las jodidas diferencias que fomenta y produce, por la mierda que la sostiene y por la auténtica falsedad de su base –habrá que leerse las covenciones de los diversos concilios de Constatinopla y el de Trento para empezar a entender algo de esta matemática tan exotérica y faltona... promulgación de fechas claves en la supuesta vida de Jesús buscando unirlas con provecho a las fiestas y tradiciones paganas con el fin de ir ganando el acercamiento de los fieles... Y ya puestos, además de negar la jodida Navidad en voz alta, baja y sin ella, también voy a negar a Dios –si es que puede negarse lo que no existe– y a todo lo que huela a él –claro, que no puedo negar a los que sibilinamente lo inventaron, a los que mansamente creen en él -Él– a pies juntillas ni a los que con vista de lince lo reinventan cada día. Ojo, que respeto al hombre creyente, pero nunca a la masa creyente –me importa un pito el tipo de dios con el que se decida trabajar esta ecuación–, y


por ese respeto a su afirmación de Dios, pido igual respeto a mi negación del mismo. En todo caso, sí, rechoncho y blanquito amigo «portavoz», se puede negar la Navidad con la misma tranquilidad que se niega al unicornio, a la vida en Raticulín o a la suerte de una moneda que cae en la Fontana de Trevi. Feliz diciembre, ínclito padre Martínez Camino.

Allen Ginsberg Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Ginsberg | Posted on jueves, noviembre 30, 2006

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Día de absurdas marcas superadas: entre Ríchar y yo nos hemos cepillado el mateado de doce enormes lunas de templado cristal con un vinilo de puta madre. El saldo, un dolor de riñones espectacular y una sensación hermosísima de obrero radical y pirindolo. (22:28 horas) «He visto a los mejores cerebros de mi generación...»... caer como aves con las alas rotas entre los juncos, ébrios por el dinero y locos por un ascenso en su miserable trabajo o destruidos por una mujer o por un hombre... Ah!, Ginsberg, las nuevas jodidas drogas los hacen aparecer humillados, vencidos hasta en su máscara, líquidos por dentro... y no los he visto aún morir y ya están muertos... Sería mejor verlos destruirse en alcohol y anfetaminas que encontrarlos así, esclavos de una producción que no


pertenece a su mundo. Ellos también «atravesaron las universidades con radiantes ojos tranquilos», «se acurrucaban en ropa interior en habitaciones sin afeitar» o «hablaban sin interrupción durante setenta horas»... pero se dieron al infierno de sobrevivir sin acertar a convocar un final digno, se vistieron al modo de la época y encontraron todos los justos gestos de lo falso. Los veo a diario, Ginsberg, y recuerdo que eran los mejores cerebros de mi generación. Y yo intentando atender a mi musa. ¡¡¡Mierda de aullido!!!

Truman Capote Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Mis Días De Vino Y Rosas , Roger Wolfe | Posted on viernes, diciembre 01, 2006

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Escribió el mejor Roger Wolfe que «Tienes derecho a decir todo lo que te esté permitido decir», luego se hizo más oscuro, más deudor de su tiempo de calle, más derrotado en todo. Pero me seguía gustando. Más tarde se vino a hacer bastante parecido a mí, y ya no era un maldito, sino que se había convertido en un maldito poeta... y se hizo el triste que es hasta el día de hoy, un triste tan como yo que parece que ya no le queda oxígeno posible. Y me alegro de haberle publicado sus «Poemas desde un quinto sin ascensor», y que no merezcan reseña alguna en su bibliografía, porque fue un capricho mío con respuesta descatalogada. Quiero especialmente a este tipo, a lo que fue y a lo que es, a lo que era y a lo


que ha venido a ser. Otros –casi todos– son bastante peores. Sí, tengo derecho a decir todo lo que me está permitido decir, pero además siento el irrefrenable deber de decir todo lo que no me está permitido decir. (21:44 horas) ¿Para qué tener problemas que te compliquen la vida cuando empiezas a rozar el medio siglo?, ¿para qué callarse todo... o decirlo? Ya nada importa, pues he entendido que todo está sujeto un decurso en el que apenas soy capaz de intervenir. Dejarse llevar y esperar la sorpresa que te depare el día sin hacer gestos altisonantes, comprender mejor que el idioma interviene de forma definitiva en tu forma de ser imbécil –lo anoté hace tiempo en uno de mis aforismos– y no consolarse con nada, porque el consuelo es asunto de mediocres hombres tranquilos... Y ser un tipo dinámico tampoco sirve para mucho, aunque es preferible sumar cierto gesto de dinamismo a lo más simple que te plantees para engañar a las vísceras.

Corso Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in De Poesía , Mis Días De Vino Y Rosas | Posted on sábado, diciembre 02, 2006

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Hablo con mis amigos y todos andan enfrascados en nuevas ediciones, revistas, poemas... se agrupan y se desagrupan para formar otros grupos... y me hablan de los editores como del último partido de su equipo de fútbol... que si Chus Visor me dijo, que si he hablado con Sergio Gaspar, que si Munárriz me ha prometido... ¡¡¡Mierda!!! Sé que todo es mentira, hasta la misma mentira lo es, y que son unos desgraciados mendigando papel para sus poemas, que todo es absolutamente falso, y me río por dentro porque yo estoy fuera de juego –de su juego– desde


hace un par de años. ¿Valgo para algo? Pues sí, valgo para ir enterrándome con tranquilidad y sin demasiada prisa.. ¿Y la poesía?, pues varada a la espera de que suba la marea. (23:00 horas) La mujer que dibujaba corazones en su ventana no buscaba pájaros ni puentes... buscaba un cuerpo en el que quedarse a vivir sin darse cuenta. (23:04 horas) Es cansado tener que seguir en esta historia si suena en mi cabeza el «Baby, let me followyou do...» cada vez que me siento indecente, si recuerdo el magnífico final del poema «Corona» de Paul Celan... «Es hora de que la piedra se apreste a florecer, / de que al desasosiego le lata un corazón. Es hora de que sea hora.»... cada vez que siento cómo una tranquila tristeza toma mi cuerpo, si se me aparece el nítido rostro de alguna mujer fantástica cuando miro mi desnudo en el espejo, «O que é, o que é», si imagino la pequeña república de mi abuelo mientras sangraba cuando busco seguridad, si dibujo tu cuerpo desnudo cuando caigo en la cuenta de que no lo he visto jamás... Llueve afuera y tarareo «Gli impermeabili» junto a Paolo Conte sin inmutarme, sin sobreactuar... porque también llueve adentro y no tiene pinta de escampar en unos meses. En fin.

Lawrence Ferlinghetti Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Magdalena , Mis Días De Vino Y Rosas , Mª Ángeles García | Posted on domingo, diciembre 03, 2006

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Se acerca mi cumpleaños y ya ando enredado en ese sentimiento repetido del mal de edad. Visualizo las nuevas cifras y me acojono. Me miro al espejo y me acojono aún más. El disfraz no sirve, pues aparecen los cuarenta y nueve tacos encendiendo unas canas que quieren esconderse entre una melena que se me hace ridícula para mi edad, la barba se nieva más que la jodida Sierra de Béjar –o de Candelario, que es la misma– y el descenso se señala en las cicatrices que marcan toda la piel y que ya no desaparecerán sino con la putrefacción. ¿He sabido crecer?... No lo sé, aunque para mi bien he mantenido siempre un espacio aparte en el que desenvolverme fuera de los rigores del cuerpo. En lo físico, este año lo he saldado con una pérdida ostensible de peso que no sé a qué se debe, pues no he puesto nada de mi parte en tal circunstancia; no he visitado ni una vez a mi médico de la Seguridad Social, he pasado una gripe severa, dos o tres catarros, varios ataques de cistitis y una lumbalgia cabrona que me producía una risa floja de dolor. En el curro, he asumido más riesgos este año que en toda mi vida, pero no me preocupa en absoluto, pues ya he comprendido que el dinero es una mierda de uso y que el que venga detrás que pelle con lo que haya. Nueva local de imprenta, nuevas máquinas, nuevo refugio para escribir y pintar... y cierta angustia por dejar a mis hijos algo tangible que les ponga un poquito de solución de futuro. En lo creativo, fatal. No he podido darle fin a la biografía de Luis Pastor, tengo mi eterna novela a medias y le he dado fin a mi poemario «Esa intensa luz que no se ve», el poemario en el que más tiempo he puesto de todos los que he escrito hasta la fecha. También he seguido alimentando mi mundo savonarolia, que es el que me ha salvado un poco del naufragio total. Los sentimientos, bien... muy bien... inmejorables. El amor tranquilo ya se ha asentado y me encanta la vida en pareja que tengo –Mª Ángeles tiene mucha culpa de ello y se lo debo a muerte–. No me quejo de mi vida sentimental. La familia, chunga. Magdalena a su bola, Ángel complicándolo todo y las hermanas de Ángeles sin entender cómo se debe armar un universo viable de familia con enfermo –habrá que aguantarse o joderse, que es lo mismo–. Mis padres francamente bien, aunque con la cosita de mi madre siempre pendiente de un hilo extraño. Y los hijos... ¡Ay!, los hijos. Mariángeles, preciosa, poniendo en orden su vida e intentando entender el camino –a ver si este año me da más y mejores


gastos–; Felipe sigue siendo la revolución, una hermosa revolución que me cabrea unas veces y otras me entusiasma, pero que siempre me muestra un cariño que necesito como el oxígeno. Guillermo... divino, absolutamente divino, el hijo que desearía cualquiera... Ayer me contaba Mª Ángeles que el crío le dijo muy en secreto: «Hay que comprarle a papá un abrigo para su cumpleaños, que me ha dicho que hay uno que le gusta mucho.». Mª Ángeles me lo contó para que le explicase qué tipo de abrigo era, y yo quedé sorprendido, pues no me gustan los abrigos y no recordaba haberle dicho tal cosa a Guillermo... hasta que caí en la cuenta... Cuando el niño sale del cole y le recojo, siempre le pido que me cuente lo que ha hecho en clase, si se lo ha pasado bien... esas cosas de padres e hijos. El caso es que cuando Guille acaba de contarme su jornada escolar yo le beso muy fuerte y digo en alto: «Éste es el que va a comprarme a mí el abrigo de visón con su primer sueldo». Ja, ja, ja... Guillermo procesó esa frase tan repetida y se ha empeñado en que tenga el abrigo de visón antes de su primer sueldo. Así es mi Guille, un cielote para el que no tengo palabras, un amor entero.

George Orwell Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Igualdad , Juanjo Barral , La Contradicción , Moral , Política , Rousseau | Posted on lunes, diciembre 04, 2006

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Recuerdo hoy el fabuloso discurso sobre la desigualdad de Rousseau, y lo recuerdo porque cada día se me hace más presente, consciente y ominosa esa sinrazón si la pongo en valor junto a mi propia vida y experiencia. Hablaba el hijo del relojero –era suizo el periquito– de dos tipos de desigualdades, la natural y la moral. A la primera, la natural, la dotaba de cierto carácter de inexorabilidad, pues viene dada por ese azar inexcrutable de la genética, conformándose así desigualdades de edad, de sexo, de capacidad reflexiva, de fuerza corporal... y a la segunda, la desigualdad moral, la llenaba de otro azar más humano, el de la convención entre los hombres... así se pueden valorar desigualdades entre ricos y pobres, poderosos y vasallos, amos y esclavos, jefes y obreros... Y esa/ esta desigualdad moral pronunciada por Pousseau es la que me interesa vivamente, en sí misma, en su conformación y en sus consecuencias. Quizás el hijo del relojero alumbraba con esto un bravo sentimiento socialista que le adelantaba peligrosamente a su tiempo, sobre todo cuando ponía en valor si las capacidades de cada uno de los lados de la balanza estaban en sintonía con el poder asestado y con el poder recibido (sufrido). Al día de hoy, aún, nada se ha aclarado, aunque sí se puede afirmar que el tema de la desigualdad sale más a debate, lo que propicia que se alumbren luchas puntuales y destinadas al fracaso –probablemente estas luchas sean propiciadas por el poder capitalista en base a esa teoría de que un pequeño fuego controlado evita siempre uno mayor–, pues cada día somos más desiguales gracias a la alimentación y retroalimentación de un sistema capitalista que se ha enquistado con una fuerza brutal y que cada día persevera en asegurarse más y más años como soporte medular del mundo humano. El proceso es absolutamente sencillo, pues consiste en que las masas con potencialidad de rebelión tengan justamente cubiertas sus necesidades más accesorias como para no levantar la voz y dejarse alienar hasta adormecerse en un mar de pequeñas y absurdas posesiones que crean una espiral de vacío llamada consumo y tan bien diseñada que obliga a entrar en ella hasta al más rebelde, llevándole a utilizar dichos bienes en su lucha y, por lo tanto, entrando en una constante y destructora contradicción. (21:18 horas) La contradicción es un espacio de belleza si se es consciente de la carga de humanidad que contiene. Lo peor es que la mayoría de las veces


no aceptamos ante los demás nuestras contras contradicciones y acaban devorándonos y ahogándonos en un mar de absurdas mentiras. Sí, yo soy contradictorio, profundamente contradictorio –lo he repetido una y mil veces–, pero me regodeo en mis contradicciones y las grito al aire: Siempre he apostado por una sociedad de iguales y me alimento de la diferencia, consumo marcas, bebo mejunjes americanos y procuro tener lo último de lo último en nuevas tecnologías... Juré por mi abuelo Felipe que haría la revolución y me he quedado en pequeño empresario comido por las deudas... Grito «nada» y busco más y más y más... Reniego de las religiones y llevo a mis críos a un colegio católico... En fin, un mierda perfecto para conformar un mediocre personaje de Graham Green, un tipo acomodado con pinta de rupturista, un don nadie con ínfulas de poeta que sonríe mientras piensa «que os den por el culo». Y va a ser cuestión de no pensar directa y definitivamente o de decir todo lo que pienso... empezar por gritar que la monarquía es un insulto para la salud y las buenas costumbres de los ciudadanos, seguir por el infierno espiritual que ha hecho carne en las distintas opciones religiosas y acabar por el hijo de la gran puta que pega a una mujer que vive muy cerquita de mi curro y que cuando pasa a mi lado me saluda educadamente. Todo está mal en lo grande y en lo pequeño, todo es miseria en cada mundo personal y esto es como el último Spoon River, a pesar de que los vivos aún no saben dónde les está esperando la tumba. Corre la nieve por las narices más insospechadas, católicas y pudientes –también por otras medio recién nacidas y sin pelas– y lo hace por los garitos del centro como si nada y como si todo... se roba a paladas en la construcción, en la educación, en la función pública y en la puta calle –sí, aquí cerca también, al lado de casa–; se viola, se maltrata y se agrede –de lo femenino a lo masculino y viceversa, que da igual la dirección– a dos metros de mí y de ti –chitón...–; se prostituye a la mujer de casa y a la que vino de fuera sin pelas, y tipos con los que a veces cruzo una caña o una mirada son clientes fijos; se humilla al de enfrente dos veces por segundo, y sucede en mi mismo portal... Se odia a muerte al que aparca junto a tu coche nuevo mientras en un baño alicatado en beige un tipo «íntegro» se mata a pajas mirando el coño abierto que se le ofrece en una vieja y roñosa revista porno... Así vamos de puta madre, o mejor, como escribió mi amigo Juanjo Barral: «Todo ba vien»


Maite Iglesias Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Maite Iglesias | Posted on martes, diciembre 05, 2006

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Recibo emocionado mi primer regalo de cumpleaños. Mi coleguilla Maite, la divina chelista intranquila que ya me descubrió a la Du Pré, que me arregló una semana con el «Swinging Bach» o con las hermosas sorpresas Maitana, me ha hecho llegar un tesoro de los de verdad junto a una antigua edición Grijalbo de «La isla de las tres sirenas», de Irving Wallace –prometo leerlo con mis gafas viejas–. El tesoro es hermoso de abrir... [me falta la música de fondo en este punto, que debe ser algún tramo Yann Tiersen... por ejemplo «Si tu n’etais pas là»]... una caja de lata con un pañuelo de gasa rojo perfumado, cuentas y conchas, anillos, iconos, recortes, postales, planos, papel de fumar, monedas, chismes... que en conjunto conforman algo mágico, delicado y delicioso. Abrir la caja me ha llevado a un mundo especial y paralelo del que no quisiera salir nunca... ¡¡¡Qué bonito, Maite!!! Pongo a cero mi marcador y entro en deuda. (21:15 horas) Mi Barça va ganando por dos goles a cero al Werder Bremen y me autoimpongo el castigo de no verlo para no caer en esos estados de euforia que me hacen dar saltos –ando aún a la greña con mi jodida lumbalgia. Se tarda en aprender cuál es nuestro lugar en el mundo –la mayoría muere sin haberlo averiguado–, y eso es fundamental para desaparecer bien, para irse de aquí con una sensación de cadáver exquisito. Yo estoy en ello, y no sé si me queda grande el traje o si ha mermado tanto que ya nunca podré embutirme en él.


Varias cosas me interesan en este sentido y en ellas y con ellas enredo a diario. La primera es la verdad, conocerla, procesarla, tratarla, indagarla... y debo confesar que la verdad es dura por cualquier lado que se la mire. Trabajando en parámetros de verdad, mi lugar en el mundo es una mentira amable para con los demás y jodidamente dolorosa para mí mismo. Sé lo que sucede a mi alrededor, cómo son los que me rozan y cómo soy yo, en qué tonos vibran y en qué sinrazones me sujeto. En todo caso, aún me falta alcanzar el descaro de la verdad. Otro punto en el que trabajo constantemente para encontrar mi sitio es en la razón, intentando con ella llegar a comprender el proceso que me tiene y me mantiene anclado a una cosa social que no va para nada con mi planteamiento del mundo, conformando poco a poco un ideario balbuceante que quiere acabar siendo algo así como un manual del mundo practicable para Felipe. Y, por fin, la justicia, esa nada que debiera ser obligatoriamente genética en vez de legítima. Desde este parámetro es quizás desde el que mejor puedo ubicarme en el mundo. En todo caso, es tan difícil.

Carmen Martín Gaite Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Béjar Información , Hijos | Posted on miércoles, diciembre 06, 2006

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Llegó el jodido frío atacándome fuerte a los bajos. Otra vez la cistitis crónica vuelve a traerme una incomodidad de la que ya me había olvidado.


Mi hija se ha ido a pasar el puente en Salamanca con las amigos y confieso que me cuesta un poco procesar esta circunstancia –cosas de ser padre–. Sé a lo que va y confío en ella, pero me queda un no sé qué protector que me hace permanecer constantemente alerta y pendiente de sus llamadas. Imagino que esto se irá diluyendo con el tiempo, como todo. En el fondo no quiero que se vaya nunca de casa. Para pasar mejor el agobio, me he puesto a maquetar este diario con el fin de sacar unas copias de todo el material que conservo. Me falta la segunda etapa, que la perdí en un estallido del sistema informático, y la primera, que está publicada en «Béjar Información» y habría que hacer el trabajo de picarla – para tal empresa ando ahora sin ganas–. Me apetece imprimir un ejemplar para cada uno de mis hijos y encuadernarlos con el fin de que si un día quieren saber algo de este minga lacia, puedan hurgar en estas páginas y verme de otra forma.

Blanca Varela Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alicia Mariño , Belén Artuñedo , Libertad , Luis Alberto De Cuenca | Posted on viernes, diciembre 08, 2006

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Después de no saber nada de Belén durante un montón de tiempo, hoy me llega un paquetito suyo con un precioso regalo de cumple, un disco de Malicorn, «Marie», que me sabe a gloria bendita. Es estupendo que los amigos estén siempre, aunque sea en silencio, y Belén es una amiga a la que no querría perder nunca. Gracias por ser y por estar siempre. Un beso. (22:42 horas) También es imposible ser libre en los mundos imaginarios, en los caminos pararlelos y en la suposición de la vida de los demás. Y es jodido darse cuenta de ello, sobre todo cuando has apostado toda la fortuna a esa baza. Yo aviso a los caminantes para que no se lleven desilusiones: Colegas,


nunca podréis ser libres, en nada. Ajo y agua.

También hoy me han llegado noticias por terceros de Luis Alberto de Cuenca y de Alicia Mariño. Me cuentan que están fabulosos y que siguen en su tono. Yo me alegro mucho a la vez que cierro los ojos fuerte, fuerte para que se convoquen los astros y propicien un temprano y gozoso encuentro, pues son unos colegas a los que quiero de verdad y a los que defiendo en cualquier circunstancia, y sobre todo de la mala idea que tienen sobre ellos algunos chavalines del mundillo literario en pañales. Luis Alberto es un poeta de una vez, clásico y moderno, intelectual y cercano, divertidamente ocurrente y profundamente lírico... Y Alicia, ay, Alicia... la mujer perfecta de poeta en carretera. Os quiero, colegas, os quiero de verdad. A ver si hay suerte y nos vemos pronto.

Federico Garcia Lorca Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mis Padres | Posted on viernes, diciembre 08, 2006

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Otro año más. Ya. Pasó. Nos invitaron a comer mis padres en su casa y fuimos los cinco con hambre y ganas de estar juntos. Paella de mamá –que es una pasada–, Chuletillas de cordero, salmón, flanes caseros y tarta de chocolate blanco. Me encantó la reunión y que me llamara mi hermana durante la comida. Mientras se retiraban los platos de la mesa me preguntó mi padre delante de mi madre: «¿Hijo, cómo la ves?». Yo le contesté que guapa de morirse. Y mi padre: «Es que yo se lo digo y se ríe de mí, no me deja decirle esas cosas y se anda quejando todo el día de que está mayor... que se compare con esas amigas que tiene, que se compare...». Y mi madre: «Calla ya, que estás tonto. Si no hay más que verme...». Me encanta verlos así, discutiendo entre sonrisas por amor. Y es que papá las ha pasado putas con la enfermedad de mamá. Emocionalmente lo ha llevado mucho peor él que ella, pues se ha visto solo en situaciones realmente jodidas, y su carácter y su sensibilidad sufren enormemente con estas cosas. Y ahora que la ve rebosante de alegría, con la salud recuperada, se vuelve todo mohínes y tiene constantes detalles con ella –mi padre, que nunca fue un hombre de detalles–, y yo creo que mamá está entre perpleja y feliz, y juega con él entre el gusto y el disgusto... En fin, encantadores, unos cielos, hermosos de verdad.

John Keats Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Morante , Lara Cantizani , Miguel D'ors | Posted on lunes, diciembre 11, 2006

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Llamada de Morante con promesa de visita en las fechas navideñas – ¡¡¡Albricias!!!– y con el comentario de que Miguel d’Ors anda molesto conmigo porque no ha salido su libro «Virutas de taller», que era una edición de la colección «4 Estaciones» dirigida por Lara Cantizani y perteneciente al ayuntamiento de Lucena. Por dejar aclarado el asunto, apunto en estas páginas mi visión de la jugada: 1. Se me encarga como impresor –por llamada directa de Lara– la edición de ese libro hace aproximadamente un año y medio, circunstancia que le comunico a Antonio Garrido con el fin de que atienda a la maquetación hasta arte final del mismo –yo apenas estoy en el asunto, pues mis labores en la imprenta son otras. 2. El libro se maqueta a partir de un original enviado directamente por Miguel d’Ors a Lara en un documento word que no resulta compatible con el sistema operativo de Mac, que es el que utilizamos en la imprenta, perdiéndose en el tratamiento tipográfico realizado por el autor todas las cursivas y algunos signos específicos. Se anota que no se nos envía prueba de papel, por lo que nos resulta imposible cotejar con un original. 3. Se le envían primeras pruebas a Lara comentándole la incidencia y Lara se las pasa a Miguel. Ya en esa fecha Lara me comenta que probablemente no haya fondos a corto plazo para ese libro, a lo que yo le respondo que no hay problema, que me puedo adaptar a sus condiciones, que realizamos la tirada de edición y ya se arbitrará la forma de pago como sea. 4. Se reciben primeras correcciones de Miguel con comentarios algo fuera de tono al margen de algunas páginas –sí comentamos en la imprenta al leer sus


notas que el tipo es un maleducado–, sugiriendo que Antonio le ha cambiado con intención palabras de su texto original y adjuntando unos dibujos en línea para sumar a la maqueta, lo que trastoca el trabajo ya realizado y hay que comenzar de nuevo. 5. Se envían varias pruebas más con correcciones y cambios indicados por Miguel, recibiendo siempre sus nuevas correcciones con palabras contra el maquetador –quizás suponía que era yo y que mi voluntad andaba por los caminos de que su libro saliera mal, pero repito que no he tocado jamás la maqueta, pues era un trabajo de Antonio Garrido. 6. Después de un montón de meses con el trabajo realizado y con un montón de pruebas enviadas al autor, recibo una llamada de Lara para indicarme que se retira el título de edición por razones que debe explicar él, que yo no las conozco. A partir de esta situación nueva, sólo puedo decir que el perjuicio fundamental lo sufre mi empresa, que no puede realizar un trabajo en el que ya se han echado un montón de horas, y todo sin haber hecho más que lo que se nos indicaba por el cliente –dejo claro que no mezclo mi trabajo con mis aficiones, con mis filias y con mis fobias. Y ahora me cuenta José Luis que Miguel está cabreadísimo conmigo(?) y que me pone a parir por una carta que le remite –a mí nunca me ha escrito ni me ha llamado Miguel con referencia a este asunto–, cargando sobre mis hombros el que no salga su libro en «4 Estaciones». Yo, sinceramente, a Miguel le he respetado siempre como poeta y como crítico, es más, he llegado a sentir admiración por él. Su ideario político me la trae floja y su forma de ver la vida y vivirla, pues también. Lo que sí me preocupa es que me utilice como culpable absurdo de un asunto en el que no tengo nada que ver. Su problema será, en todo caso, con el ayuntamiento de Lucena y con Lara Cantizani, editor y director de la colección en la que iba a salir su texto editado. Mi relación en este asunto ha sido directa con Lara, y también cordial, como siempre y como corresponde a dos personas que se consideran atadas por la amistad. Los problemas entre autor y editor deben resolverlos entre ellos de forma amistosa o en los tribunales, y los problemas entre la imprenta y el editor deben seguir el mismo cauce –en este caso han bastado unas palabras para


saldarlo todo con un «no pasa nada, colega». Así las cosas, sólo me queda decirle a Miguel que me olvide, que me borre de sus listas y que haga que sus amigos literarios también me borren, coño, que yo voy por libre y a mi bola... y que se deje de alucinaciones, de fantasmas y de monstruos/menstruos, que yo estoy en mi empresa para trabajar y ganar dinero con mi trabajo y no para aguantar payasadas absurdas de tipos con fijaciones extrañas. ¡Ah!, y prometo comprar el jodido libro cuando lo edite alguien, aunque sea para no leerlo. (22:09 horas) Llevo tres semanas con internet jodido y me siento tecnológicamente herido de gravedad, como ahogándome en un silencio muy distinto al que estoy acostumbrado. Tal circunstancia me ha hecho perder la comunicación con mis colegas y la conexión con las cosas que suceden en el mundo. Lo bueno es que este silencio me ha dejado tiempo de escritura y de lectura, por lo que, si no dura mucho la avería, podré decir que no ha estado mal.

No me funciona internet, coño Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Morante , Juan López Carrillo , Premysa , Segundo Santos | Posted on domingo, diciembre 17, 2006

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Entrada telegráfica para aprovechar que internet se abre por fin en estos últimos días y para dejar anotadas algunas cosillas que no quisiera olvidar. Recibo libro del colega Juan López–Carrillo –«Los muertos no van al cine»– justo cuando conozco la noticia de que Ramón García Mateos se ha alzado con el premio de poesía Ciudad de Salamanca, lo que me sirve de enorme satisfacción y viene a indicarme que la nave va –enhorabuena, hermano. Asamblea general de Premysa con cambio en la dirección –mis mejores deseos para la salud y el futuro del amigo Cipriano y para el camino que le queda a Manolo Bruno– (Ya realizaré con más calma mi resumen asambleario). Catarro de familia y mil gilipolleces que solventar por un no sé qué de que lo tonto es importante. Llamada chula de José Luis Morante. Poemario en capilla, esta vez en Cuenca, en la casa editorial del genial Segundo Santos.


Mil mensajes por responder y unos cuantos por leer. Mi correo anda lleno de anuncios de Viagra.... ¡¡¡Voto a bríos!!! ... Llega la Navidad y es todo puta mierda. Bah.

Yo, en vez de sentidos tengo direcciones. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Diego Fdez. Magdaleno , Malick Y Youssouph , Recuerdos , Sentimientos | Posted on domingo, diciembre 24, 2006

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La parada técnica de la red de redes le ha traído también silencio a este diario, aunque a mí no me ha traído descanso –ya se sabe, Navidad es un tiempo de consumistas y en las empresas hay que trabajar más–. Le he dado fin a la edición personal de cinco ejemplares de este diario –desde 2002 hasta nuestros días– y me ha dado tiempo a leer algunas cosillas que tenía pendientes. Cabe destarcar de este tiempo de silencio que la administración autonómica y su azar sanitario están como una puta cabra, y lo digo en base a que Malick ha recibido hace un par de semanas una notificación del Sacyl por vía de urgencia en la que se le reclaman cinco millones ochocientasmil pesetas [5.800.000 pts.] por la atención hospitalaria que se le prestó para curarle de su enfermedad (hay que explicar que Malick llegó a Béjar por un programa de


dispersión de inmigrantes sin papeles arbitrado por el gobierno español, y que dentro del protocolo de dicho programa se incluía la realización de un reconocimiento médico para determinar el estado de cada uno de los inmigrantes. Malick llegó con hepatitis B y con tuberculosis en un estado avanzado, por lo que el médico de urgencias determinó su ingreso en régimen de aislamiento, dado que su enfermedad era contagiosa). La carta indica que si en el plazo de quince días no se abona la cantidad requerida, se tramitará expediente administrativo. ¿No es la hostia? El coleguita llega desde Gambia porque en ese país no tiene dónde caerse muerto, el Estado español le declara “sin papeles” y lo deja al pairo [ser un “sin papeles” significa que no puedes trabajar y que no te mereces ni la tierra que pisas porque “no existes”... le curamos, porque somos un país avanzado y solidario, y viene la Junta de Castilla y León y le pasa factura “leonina” y se la envía a «su» dirección postal con «su» nombre y apellidos... ¿Pero no quedamos en que Malick no existe a todos los efectos?, ¿o es que no existe para poder trabajar, como él está deseando, y sí para tener que pagar unos servcios que él no ha demandado, sino que se los hemos dado nostros por la vena de la ayuda humanitaria y se le ha ingresado en un hospital contra su voluntad [él quería irse a Barcelona con el resto de sus compañeros de viaje]? No entiendo nada, de verdad. Y en el entrecabreo recibo el nuevo poemario de mi Diego F. Magdaleno, «Libro del miedo», al que vuelvo a llamar “cabronazo” por escribir tan deliciosamente como lo hace, y encima me dedica su poema XIII, una pasada: «El dolor de los otros / se amontona en tu puerta. / Ordenas / el amor por colores, / y tus palabras crecen / en los huecos del tiempo, / sin preguntar / por la luz olvidada / que no deja de herirte.». Para matarle y para comérselo a besos a la vez. Gracias, tío. Y de regalo de Navidad molón y curioso, la felicitación oficial del colega Jesús Mágala, desde la Subdelegación del Gobierno en Salamanca, con un aforismo de mi «Aráñame» que ya me ha traído diversas llamadas y algún que otro pedido de mi librito frasero. Gracias, Jesús, muchas gracias. También dejo acuse de recibo de una carpeta curiosísisma de la Escuela de Arte de Mérida con un trabajo a medias entre mi queridísimo Antonio Gómez y el fotógrafo Ceferino López. Esta vez mi Antonio vuelve a lo versal en una historia que titula «Agua, pan y cama»... «Nuestro presente // una consecuencia / de sueños ajenos.». Y se queda tan fresco en la sentencia. Tengo suerte, una suerte enorme de amigos sensibles que buscan y


encuentran a veces, que son gloria porque pisan la calle y saben dejar un rastro sobresaliente por el que pisar con indicio. Antonio es un tipo especial y yo me siento orgulloso de tener su afecto en mi cuenta corriente, y me avergüenzo un poquito de no haber respondido aún a su petición tranquila de colaboración en el proyecto «Robos y hurtos. Archivo de confesiones», pues ya he perdido dos de sus fichas (una de ellas, que me entregó en Morille, ya realizada) y ahora recibo la tercera junta a su carpeta creativa. Me voy a poner ahora mismo a currar en ella para enviársela rápido, que estoy en falta. (12:33 horas) Quisiera olvidarme de esta parte del año, que todo el jodido consumo pasara en un segundo y me encontrase en la misma situación que antes de ayer, en un pueblo vacío y habitable, con su paisaje semirroto en lo urbanístico, pero manteniendo aún esa cosita de soledad y espacio entre personas que tanto me gusta. En fin, será imposible, aunque el calendario se ha encargado este año de ponérselo difícil a los foráneos haciendo coincidir los festivos con el fin de semana. Y quisiera olvidarme también de los ingratos, de los clientelistas, de los negociantes, de los necios y de los borrachos de temporada... pero tendré que soportarlos. En fin... (13:05 horas) A veces lucho con un rostro que se me ha quedado prendido en la memoria con alfileres, sin más datos que un par de gestos y cierta sensación de agrado. Me paro e intento indagar en esas líneas nítidas que no son nada ni nadie y me desespero por no poder llegar a concretar más sobre esa imagen nítida. Rebusco... y en mi cabeza encuentro millones de gestos sin nombre, sin historia clínica cerebral, gestos que me han dicho algo o me lo han querido decir, rostros que me han agradado o desagradado sin saber por qué. Y no entiendo nada, no domino el proceso, no sé los trámites ni los protocolos que utiliza mi cabeza. Y luego me aburro, me aburro mansamente.

Dios resta al hombre... y lo divide Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Magdalena , Mis Padres | Posted on lunes, diciembre 25, 2006

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La cena de Nochebuena fue triste porque la casa de Magdalena y Ángel es ya triste desde la luz cenital como agotada hasta el color de las paredes y la pátina repasada de los cuadros. Cenaron con nosotros Youssouph y Malick y entre el caldo con queso y las gambas al ajillo pusimos a Dios como un trapo en el fondo sur de esa angustiosa sala-comedor, y entre los champiñones al ajo y la macedonia de cabreo turriónico nos toreamos al Sacyl y a su puta madre, y con los mazapanes y las guindas al marrasquino pusimos despedida y cierre a una nada que ya lo era aún antes de empezar a asomar. Por un momento pensé en levantar la liebre de los truenos, pero acabé sintiendo conmiseración por los invitados y guardé un silencio lleno de palabras sin sentido. La Nochebuena es para los cristianos viejos y para los críos ilusos, y yo ya voy mayor y he hecho voto de castigo contra los poderes de Dios en la Tierra y aledaños, así como contra esa corrida de acólitos con los ojos mirando constantemente al cielo. (17:32 horas) La comida de Navidad fue en casa de mis padres y opípara, aunque apenas probé casí nada, pues la mala hostia me quita el hambre y durante estos días acumulo demasiada. Lo siento, mamá, pues todo tenía una pinta sobresaliente y sé que te pasaste horas en la cocina intentando el banquete que no quise darme. Te quiero.

Ya soy yo, pero aún no me he enterado. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Jesús Zomeño , Mis Días De Vino Y Rosas , Paco Montero , Santiago Nieto | Posted on sábado, diciembre 30, 2006

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Conseguí salir de la vorágine a eso de las cuatro y media de la madrugada (habíamos librado cena de empresa en el campo de batalla más Cubino y la cosa se demoró hasta media hora después de que unos sicarietes con capucha ahorcaran a Sadam y a algunos de sus familiares y se olvidaran de poner a orear también a Bush y sus triperos). Me aburrí, claro, como siempre que salgo, y además comí más de la cuenta y bebí bastante más de lo que me permite mi lucidez. De la noche piporra me quedaron los flashes de ese observador peliagudo en el que me he convertido con la jodida edad. Veamos: • Loco cojo, al que ya daba por muerto, aireando su libertad invigilada entre un «dame un cigarro» y un «hijoputa que eres un hijoputa y te voy a rajar». • Pijos viejos P. de T. a gran reserva la tirada, mamaos como perrillos gordos de mirada maricona y con sus hembras reproductoras hablando fino y devorando perrunillas gartis como con hambruna (me gustaría verlas follar por un agujerito... deben dar suelta a sus mil perversiones para luego ir a misa y confesarse con las piernas apretadas). [Nota: el ofico de camarero/a es jodidamente cabrón... queda lo de poner veneno en las copas]. • Santi con su gente de tranqui... Cada día me cae mejor este tipo, de verdad, aunque entre juanes y sanjuanes me lo están dejando hecho un triste... otro más, que ya somos legión. • Lo lúbrico se me vino de pronto a la mirada: Vestales entraditas en años buscando el roce con contoneos y ojitos de entrepierna a puro goteo... coño, que dejan a un hombre y ya están necesitando refregarse en otro como auténticas máquinas de humedad y humores (las prefiero a las pijas viejas, claro, coño, claro). Dan pavor... y vergüenza ajena. • Y ron y tabaco y un canuto mal liado y ron y ron y ron y ron. • Y el remate: pijos otra vez, ahora verdes y perfumados/as, oliendo a derecho


navarro o a económicas Deusto, con sus nenas de misa y deseo para frustrarse –monas hasta la muerte / de la muerte–, auténtico teatro infantil a las cuatro de la madrugada con el único fin flotando de conseguir un roce de pecho virgen y casto con el que manchar la cama. Un perico al que creía normal –de verlo a diario en horas lectivas– me mandó a la cama haciendo una suerte de kunfú etílico que me hizo sentir pena y ridículo. Lo dejé morir tranquilo mientras Sadam expiraba. Vomité a las 5:45 a.m. y me quedé dormido como un angelito. Una pena. (11:13 horas) ¿Por qué hay que demostrar siempre la verdad mientras que la mentira se acepta clara en el imaginario de la gente? Viene esta pregunta hecha y lanzada al aire con el fin de abrir una serie de consideraciones sobre la actividad en Béjar de las distintas sociedades encabezadas por Francisco Montero Moral –Paco Montero–, al que cuento entre mis amigos y con el que a veces tengo refriegas, coincidencias, divergencias, cabreos y risas. Y me jode un punto esa milonga agresiva que está creciendo contra su persona y sus cosas, favorecida por unos cuantos tipos sin reaños para poner sus nombres debajo de las palabras que acusan (a los que firman, mis mayores respetos en la coincidencia o en la discrepancia). En todo caso, por amistad y por cabreo quiero incluir estas palabras en mi diario no sin antes indicar que Paco es Paco y yo soy yo, cada uno en su individualidad y le pese a quien le pese. Veamos pues: 1. Francisco Montero llega a Béjar en 2002 con un impresionante y brillante bagaje como abogado urbanista, gestor y promotor de obras, y lo hace apostando como inversor por el proyecto de la estación de esquí “Sierra de Béjar La Covatilla”, convirtiendo lo que llevaba casi todos los billetes del «fracaso» en una esperanza para la ciudad y su comarca, arrimando buenas cantidades económicas personales cuando la gestora acometía dificultades crediticias y de activo y mejorando a buen paso cada una de las dotaciones de ese espacio deportivo y de ocio (cada uno es muy libre de pensar sobre La Covatilla lo que mejor le perezca desde puntos ecológicos, económicos, turísticos y su puta madre, pero nadie puede negar que este proyecto partió del ayuntamiento de Béjar apoyado por una amplia mayoría de bejaranos y Paco salvó con su aportación económica lo que hoy es una realidad con futuro que emplea de forma directa a unas 90 personas).


2. En una de las reuniones de la gestora (Gecobesa), un miembro de la junta directiva propuso la compra por dicha sociedad de la finca “La Condesa” con el fin de construir en ella un camping que diera nuevas posibilidades al turismo en la zona, propuesta que cayó en saco roto, pero que Francisco Montero guardó con cuidado en su cartera de futuro. En un breve plazo, Francisco Montero vio con claridad una opción de futuro y de negocio muy interesante y con muchos visos de realidad para nuestra comarca. Encargó un preproyecto y con él sondeó las diversas posibilidades de realización del mismo. Vista la posibilidad que se abría ante sus ojos, comenzó un completo trabajo de consultas a todos los agentes económicos, políticos y sociales de la ciudad y su entorno –que llega hasta nuestros días–, decidiendo que su proyecto era posible y que iba a realizarlo con claridad y con todas los argumentos legales precisos –norma que siempre ha sido parte indispensable de su marca por lo que yo conozco y de lo que he sido testigo hasta la fecha–. Dio a conocer su proyecto en exposición pública, lo presentó a partidos, agrupaciones vecinales, empresarios y entidades financieras con el afán de recoger sugerencias, estudiarlas y adaptar el proyecto definitivo a las necesidades propias y a las ajenas. El proyecto fue tomando forma y se fue adaptando a cada una de las consideraciones que marcaban las instituciones, hasta el punto de ser aprobado en su día con todos los parabienes por la Junta de Castilla y León, encontrándose a esta fecha en su primera fase de construcción. Huelga decir que la compra de parcelas se hizo con el conocimiento de causa de los vendedores a precios bastante superiores a los establecidos por el mercado. 3. Paralelamente a este proyecto, Francisco Montero crea junto a Juan José Hontiveros (Pepe Hontiveros para los amigos) la sociedad Valdepalacios, S.L. con el fin de dotar a la comarca y a la ciudad de nuevos servicios hosteleros a la vez que realizar construcciones para viviendas de calidad en el centro de Béjar (para hacer negocio, por supuesto, claro, coño... igual que el tendero de la esquina o el aparejador de al lado). Dicha empresa ya ha rematado y abierto al día de hoy una cafetería restaurante en la Plaza de la Piedad –Piel de Toro– con nueve puestos fijos de trabajo, ha construido y apoyado la financiación de la nueva ubicación de una imprenta (la mía... y nadie piense mal, que yo pago cada una de mis deudas y si no lo hago me embargará Caja Duero, y a mucha


honra) y está a punto de terminar un grupo de apartamentos de lujo en el mismo edificio, una construcción realizada en materiales de primera calidad y adaptada perfectamente al entorno en el que se ubica –Esta construcción reta la comparación cualitativa con cualquiera otra realizada en Béjar durante los últimos 100 años–. En la misma tónica, se han realizado unos apartamentos en Bohoyo y se está rematando un hotel de cinco estrellas en la misma población; se está remodelando un hotel en El Barco de Ávila –conformarán la ya denominada “Cadena Real” con los establecimientos Real de Bohoyo, Real de Barco y Real de Béjar–, y se acometerá en breve la construcción de viviendas de Rincón de Olivillas, en la que se construirá con las mejores calidades y diseños–. Este proyecto se ha presentado a las diversas instituciones y se adapta a la legalidad requerida según las opiniones de los técnicos institucionales –la culpa será de ellos si se equivocan, no del colega Paco–, pues es norma de Francisco Montero cumplir la ley sin consideraciones de economía o de adaptaciones normativas (hagan la prueba quienes quieran o puedan y comprobarán que Paco mandará adaptar siempre sus proyectos a la norma). 4. Paralelamente a su actividad como empresario, Francisco Montero toma parte activa en diversos foros ciudadanos, en fundaciones como Premysa y en diversos proyectos culturales y sociales del entorno, tanto en calidad de socio económico como de mecenas. 5. Al amor de su actividad empresarial ya se han creado en la zona más de 100 empleos directos en los apartados de construcción y servicios, manteniendo unas nóminas sobre el nivel general de la ciudad –compárense los sueldos de sus empleados en hostelería con los del resto de nuestro ámbito territorial–, y mantiene una alta proporción de puestos de trabajo indirectos en diversos campos en los que realiza subcontratas con empresas de la zona o requiere los servicios de otras, dándose la circunstancia de que es uno de los más importantes clientes de empresas bejaranas y de la comarca en las especialidades más dispares –materiales de construcción, piedra, madera, arquitectura, gestión, artes gráficas, electricidad… y un largo etc.–. Y hay que tener en cuenta que al amor de su impulso, y por sinergia, están surgiendo nuevas pequeñas empresas en distintos campos. 6. El resumen es que desde que la mano empresaria de Francisco Montero ha acariciado nuestra ciudad, un montón de personas han encontrado trabajo estable, un buen número de empresas han visto incrementadas sus cuentas de


resultados y se han consolidado nuevas propuestas empresariales en la ciudad. A ello hay que sumar un nuevo estilo de hacer las cosas basado en la calidad – no se entra en este punto a valorar el subjetivismo estético del que mira, pero se afirma taxativamente que nunca se ha trabajado en Béjar con materiales de tan alta calidad. Y todo se ha realizado con claridad meridiana, intentando convocar voluntades y cumpliendo la ley rigurosamente. Se puede afirmar, por tanto, que la entrada en Béjar de las empresas de Francisco Montero ha traído posibilidades de riqueza, un optimismo de valor real y unas perspectivas de futuro muy importantes e interesantes. También está claro que en cualquier actividad del calado de la que se está comentando tendrán que existir descontentos y personas con recelos, pero a ellos es a los que Francisco Montero busca “siempre” para conversar, para escuchar sus dudas y propuestas y para buscar, desde planteamientos de razón y siempre con criterios de legalidad, puntos intermedios de acuerdo a los que adaptarse para no crear tensiones. ¿Qué es lo que está mal? [Nota de libros recibidos: «Las últimas palabras del soldado Crombez» de Laberinto del Viento, un precioso proyecto minimalista del colega Jesús Zomeño. «Fotografía, humor y Andalucía» de la Asociación Itimad. «Palabras de amor» de la colección Rumayquiya en su número 3. El nº 1 de la revista «Aldaba» de Itimad (estos tres últimos títulos vienen del colega sevillano Agustín Pérez González) y «Subhuti (fragmentos de una vida)» de Jesús Aller en una magnífica edición de Llibros del pexe].

Amar con exclusividad supone odiar tanto... Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Magdalena , Política | Posted on lunes, enero 01, 2007

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La ciudad como un barrio de ínfulas extrañas escupía la pobreza de sus luces a los cuatro paseantes altivos de las tres de la madrugada. Yo ya dormía un sueño de justos ojos cerrados y Magdalena aprendía los gestos de lo autótrofo. Algo le decía que no, que una mujer no sabe destilar la luz para hacerla alimento... pero ella insistió en su nada... insiste. Cuando el sueño es un estado más lúcido que la vigilia, es que la muerte acecha, y no importa, no importa nada, porque la muerte es descanso... ¿Y la pose del observador? [quedarse quieto y mirar o sentir vergüenza propia y ajena o no saber atinar la idea... sólo teatro, siempre teatro]. La parafernalia de los seres pseudoautótrofos deja lívido al que mira sin querer aprender: pañales, baberos, medicinas, luz triste y olor añejo... Sobreponerse a su sombra es la lucha exacta, y el campo de batalla es una cabeza intratable donde se pelea el orden. Y la pregunta: ¿A qué ser para nada? No hay rabia, no hay pudor, no hay norte que marque tu posición en la casa... el reino de lo reflejo marca la supervivencia... todo por tiempo absurdo para eliminar el tiempo ajeno, el tiempo práctico, el tiempo decorativo. Amar es una duda impertinente. Y así empecé el año, pensando dormido en ese otro sueño sin imágenes, el sueño de un cuerpo ajado y una mente destruida que ya perdió el latido. La vejez es un látigo que lacera hondo y vengo decidiendo en estos días que no quiero ser viejo, y me entra una rabia muy parecida a la culpa y lloro. Sí, comienzo el año llorando por Magdalena, y al hacerlo lo hago por mí, por sus hijas y por mis hijos. No tengo ganas de fiesta, pero sin embargo encuentro en mí una profunda necesidad de huida y de ruptura, ¿no es este (éste) un grave y contradictorio sentimiento de fiesta? Por suerte para los míos soy cobarde, un cobarde que aguantará lo que le echen y sólo atinará a decir mil palabras fuera de tono (siempre con cierto y absurdo control). ¿Por qué no sé ser sincero en lo


importante? Magdalena me destruye y Ángel me entierra. El año promete. (17:40 horas) La mesa con mantel de cuadritos vichy (vichí) era un naufragio a las cuatro y una mesa de juegos a las cuatro y media. Magdalena posaba para la «postreridad» con su muñeca antigua hecha unos zorros y con la mirada vidriosa [fueron 19 tomas dramáticas alumbradas por la luz mortecina de las dos lámparas de araña del comedor]. Su boca ha tomado un arco inverso que sugiere tristeza a veces y a veces desazón. En una de las tomas arqueó una ceja brevemente, como con curiosidad. ¿Qué querría preguntarme? Ángel, mientras, remataba la escena con una cabezada que me trajo un no sé qué Sarajevo. Ha sido todo invierno/infierno este años más [o menos]. Sólo los críos ponían voces como banda sonora, y también algunas risas, ajenos por edad a la tragedia. Yo pensaba en Mangola, en las fuentes del Nilo, en el Pekín más Jólibud, en Natashja, en el sexo caliente de una noche sin causa y en huir simplemente. Escapé para escuchar a Nina Simone en «Play me the blues» como esos tambores lejanos que anunciaban una muerte trágica... pum pum pum pum pum... Mírame a los ojos y comprende cómo siento la incapacidad y cómo hierve la duda. El nublado empieza a llegar con la caída lenta de la luz. Béjar es un vacío menor que es parte del gran vacío. No viajaré ya más... o no quiero.

(18:07 horas) En lo político más abyecto, dejar en palabras que Alcaraz y sus mesnadas me parecen deleznables en su malformación del espíritu nazional (hacen sangre de la sangre derramada y se bañan en ella), que los asesinos de ETA son unos hijos de la gran puta y unos fascistas redivivos, que el PP se retrata perfectamente en Lanzamierdas y sus mediocres pisaverdes, que el


mundo está mal porque los políticos que nos representan son por norma lo peorcito en capacidad y lo mejorcito en mala baba. Quieren gobernar, usar el poder, abusarlo y abusarnos... que se lo metan por sus jodidos culos junto a todas las banderas [incluida la abertzal y la de las JONS]. A este paso vamos a tener que volver a salir a la calle con el pecho descubierto a beber ricino o a recibir sus balas, que tan ignominioso es el asesino como el que vive y bebe de la sangre de las víctimas. (22:07 horas) Pasan los días y la sensación de pérdida se hace inabarcable. Mientras la gente de la calle celebra el tiempo con sus uvas y sus felices fiestas, yo pierdo mi tiempo en un nada que hacer que me exaspera. No he cumplido los plazos que me autoimpuse a principios de diciembre, apenas he leído y no he sido capaz de escribir ni una sola línea digna.

YA PUEDES DESCARGARTE EL CALENDARIO DE UN SAVONAROLA PARA 2007 Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Descargas , Recuerdos | Posted on lunes, enero 01, 2007

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SÓLO TIENES QUE ENTRAR EN LA DIRECCIÓN INDICADA Y DESCARGARTE EL PDF. Espero que te guste. http://www.lfediciones.com/comendador/descargas.asp

Miro al fondo de mi vida y veo que no ha pasado nada Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Pavese , Recuerdos | Posted on martes, enero 02, 2007


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¿Recuerdas el mundo que queríamos? No ha pasado nada desde entonces, sólo que han muerto hombres y los nombres de las guerras y de sus generales han cambiado. Queríamos un mundo libre y socialista, con la banca socializada, con la igualdad por montera; un mundo tan utópico como nuestra visión del amor. Nos encantaba engañarnos a nosotros mismos mientras paseábamos entre los plátanos del parque o mientras tomábamos refrescos entre risas y proyectos. ¿Recuerdas que hacíamos trabajos sobre el origen de la vida basados en los textos de un tal Oparín, que diseccionábamos ratones y hacíamos experimentos con permanganato y con perborato sódico? A mí se me ha quedado clavado el recuerdo de mi paraguas negro y los largos paseos dominicales por una Calle Mayor llena de charcos y de chicas que me gustaban. Ahora todo el mundo dice que no pasa nada, que estamos mejor, que todo va bien... pero a mí me falta la utopía, las ganas de creer en que se puede propiciar un cambio de aquellos que eran parte de nuestras constantes conversaciones. No pasa nada. No ha pasado nada desde entonces. Ahora me pregunto qué debo hacer y sólo encuentro valor en detenerme en lo pequeño, en gozarlo hasta donde me dejen mis sentidos. Perder la esperanza es duro, pero me quedan mis hijos. Ellos me llevan siempre a considerar mi derrota y a levantar la voz en las comidas para cagarme en Dios y en todas sus mesnadas, para ofrecerles un meeting radical e incendiario que les pueda servir para, por lo menos, guardar una llama en sus corazones. (17:24 horas) Escribió Pavese en su diario que «todo lo que no podemos hacer


solos disminuye nuestra libertad», y yo lo sumo a mi colección de razones hacia la individualidad. Lo malo de la relación entre personas es que siempre se produce en clave de posesión, en mayor o menor medida, lo que conlleva cierto mal rollo en cuanto a la realidad comparada con las espectativas. No me pidas que comparta contigo lo que mi soledad nunca aceptaría y no me pidas tampoco que sea tenaz y persista siempre en la idea que tienes sobre mí. Igual que en la vida social hay que dejarse abducir por las rutinas prediseñadas con el fin constante de la integración y de «merecerse» el estar acomodado en los percentiles de la «normalidad» [subnormalidad], debemos también crear unas rutinas que nos refuercen en lo individual y nos ayuden a mantener criterios propios con empecinamiento. Yo hace unos cuantos años que me impuse varias horas diarias de soledad en las que ser, pensar y actuar de forma absolutamente individual. Lo he conseguido de forma relativa, en una especie de camino paralelo en el que me afirmo en mi «yo» sin ese jodido «vosotros» que tanto daño me hace.

Me encantan los finales regados de principios Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , De Poesía | Posted on jueves, enero 04, 2007

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Es curioso cómo la voluntad poética lleva siempre a buscar una existencia en lo trágico que se traduce por lo común en la insistencia en caminos que no responden a la realidad pacata en la que sobrevivimos. Al poeta le gustaría ser intenso en todo y, a la vez, ordenar su vida en monotemas: este año el amor, el año que viene el sufrimiento existencial, el siguiente la duda... y así gozar la itensidad de un sentimiento, de una forma de ser o estar... pero la vida no es así, la vida es caos y tono bajo como constante de paso. Es por ello que me encanta sentirme poeta, verme poeta; y es por ello también que escribo con más o menos suerte.


Pasar desapercibido a veces es un grave error Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Muntanyola , Paco Ortega , Santiago Sevilla | Posted on jueves, enero 04, 2007

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Día intenso de verdad desde primera hora: Hablo con Paco Ortega después de un largo tiempo de silencio [«Cómo me alegro de escucharte, tío... El mercado de la música está jodido por culpa de... no lo cuentes, por favor... Pronto saldrá a la calle el disco de Jesús Márquez... Tenemos que hacer algo juntos, colega, que me apetece un güevo... Estoy rematando el disco de Ángel González, chulo, chulo... Ya tengo mi primera cosecha de vinito, te mandaré... Te quiero, tío, de verdad... Nos vemos pronto], hablo con Esther Muntanyola [Jo, qué bonito... ¿Tienes un libro sobre lectoras que salió hace unos meses?, te lo envío ya... Me acuerdo mucho de ti... Me han sacado en una antología, también te la mando... Un besote... Muaaaac], recibo a 29 negritos menores que están en acogida en Trujillo y los hemos traído a Béjar para que jueguen un partido con los juveniles del Béjar Industrial. Me llenan la imprenta y el alma entre risas y una vitalidad envidiable [Pasa... defiende... tira... coñooooo...]. Perdieron 11-1 y no pasó nada. Me hubiera gustado quedármelos a todos en casa. Como cierre un encuentro frugal con Santiago Sevilla [meses sin vernos]. Me contó que tenía referencias de mí por un colega de su hijo que reside en los maristas helmánticos y yo no caigo en quién puede ser el chaval.


No sé parecer lo que no puedes ver en mí Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in 5ª Etapa Savonarola , Florián Recio , Gonzalo Hidalgo Bayal , José Mª Cumbreño Espada , José Ángel Cilleruelo , Liborio Barrera , Malén Álvarez , Paco Ortega , Rafael Pérez Estrada | Posted on viernes, enero 05, 2007

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Me llega delicioso paquete del colega José María Cumbreño Espada junto a una carta llena de afecto. [Anoto el recibí de «El coleccionista», de mi recordado Rafael Pérez Estrada y en edición de José Ángel Cilleruelo; «El ancho olvido» de Malén Álvarez, «Muertes impares» de Florián Recio, «Antología sumergida» de Javier Rodríguez Marcos, «La princesa y la muerte» de Gonzalo Hidalgo Bayal y «Entrevistas literarias» de Liborio Barrera]. Mil gracias, José María. (12:05 horas) Cualquier amago de profesionalizar el arte, el sentimiento o la literatura me parece abyecto, sobre todo si dicho ánimo es apriorístico: «voy a escribir, pintar, sentir para vender...». Otra cosa es el después creativo, que ya pertenece a otras manos y a otros ojos. Aún en ese punto, en el de las postcreación, siempre me joden ciertas maneras mercantilistas y clientelistas que son capaces de destruir la luz creativa con su niebla de intereses.


Viene esto a que recuerdo hoy vivamente a Rafael Pérez Estrada –otra vez, que su recuerdo late en círculos en mi cabeza; y ésta gracias a José María–. Él, que fue la generosidad hecha carne, que siempre supo acercarse a cualquier alma sensible con una sonrisa, dando sin pedir; que escribió como los ángeles vencidos sin medir la condecoración o el fracaso, que supo ser brillantemente discreto y, sobre todo, amigo eterno de sus amigos... Ahora, en este tiempo marcado por su falta, es seleccionado, antologado, escogido y puesto a secar por tipos que saben hacer dinero de lo que él conseguía llevar al terreno de los sueños, de las alucinaciones y de la sorpresa. El mago en el mercado exhibiendo sus vísceras a los ojos compuestos de todos los insectos necrófagos. Vuelvo a recordar que llamé hace un par de años a su albacea y le dejé mensajes sin obtener respuesta alguna. No me importa su silencio, pues cada día disfruto de todos los dibujos que me hizo el amigo y cualquier día, sin contar con nadie, los daré a la luz en una edición limitada para mis amigos y los suyos. Y los albaceas que albaceen, antologuen, reúnan, seleccionen a su antojo, a su puto y goloso antojo. (12:23 horas) Sé que en mi caso es imposible, pero me gustaría desentenderme de lo material para que mi individualidad aprenda a crecer mejor. El problema fundamental de obtener tal desentendimiento radica fundamentalmente en que a tal circunstancia irá siempre unida una grave dosis de egocentrismo y de iracundia propiciada por cada una de las intromisiones del otro en mi decurso vital de soledad... Otra opción viable puede ser la del desinterés, trabajar el desinterés como opción de escape a la dictadura de los


demás. En fin, elucubraciones de un discapacitado para asuntos de individualidad y desprendimiento. (18:39 horas) Me he dado cuenta de pronto que estoy en el bando de la eufonía, me gusta el ritmo machacón, la música en la palabra, los vocablos blandos y redondos, la rima que sorprende (nunca la buscada). Me fascina la palabra «muslos» y me enloquece la palabra «vértice». También me encanta crear palabras sin sentido, pero con sonido y sensación de blandura: «algábala», «dolamela», «voralanda», «dusmilebla»... y enredo con ellas creando una tranquila melopea que llega a hacerse física. A veces también juego a un ritmo hecho de números, los pronuncio en alto dándoles distintas entonaciones y cadencias... es divertido y ayuda al ritmo de mi mala poesía.

El resumen de mi vida ocuparía más de mil años de ecritura. ¿A que no es lógico? Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio G. Turrión , Cipriano González , Magdalena , Mis Días De Vino Y Rosas , Premysa , Ramón Hernández Garrido | Posted on sábado, enero 06, 2007

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Día de Reyes con patatas rebozadas de mi madre [una delicia] y reparto de regalos al moderno uso del «amigo invisible» en la casa gris [me tocó caja de carboncillos y sanguinas] con Mada hecha un guiñapito y un juego de miradas múltiples con cierto rollo de que algo se está rompiendo. Vi y besé a Sara –mi Sara chuli– y a Nacho, a Pablo, a Miguel Ángel y Mercedes, a Claudia y a


Julia... y a mis cuñadas [incluyo con afectote en este capítulo a Antonio G. Turrión]. Las faltas resumen que se van cayendo poco a poco los palos del sombrajo [para lo que, sin querer, Ángel sumó banda sonora Otelo o similar]. Y a mí me van dando ya un poco por el culo los Reyes Magos si no es para festejar a mis hijos y a mi santa esposa y reina mora [agotada, delgada, decaída, derrotada y vendida a hacer y servir comidas y a protagonizar constantes cambios de muda... como el resto de sus hermanas presentes y ausentes]. Y Ángel sin enterarse de lo que vale un peine, sin percatarse de que se va corrompiendo todo, de que el personal se está agotando, de que las familias están medio jodidas o jodidas enteras porque no acepta la solución fácil y simple de delegar/descansar con contrata... mientras que le encanta verse rodeado de ese sacrificio filial [¿acaso luz de santidad?] que pone abandono en los nietos, con fracasos múltiples incluidos, y en el resto del personal de tropa. Y con Otelo de banda sonora... para bailar, coño... y tocar palmas. Yo intento mantener fuertes mis lazos, pero me va costando un huevo y parte del otro, intentando aparcarme en un «no pasa nada» cuando Geles no está para comer ni para vivir/convivir –casi siempre– y los críos andan a su bola. Es todo una puta, destructora e insoportable mierda. Y siempre pienso en lo mismo: Si esa casa estuviera padeciendo la enfermedad al revés, otro gallo cantaría, que Magdalena siempre tuvo dos cojones para sacarlo todo adelante sin perturbar. Lo que jode la educación machista, ¿verdad? ¡Joder!, vaya resumen de día de Reyes que me ha salido... de Reyes reales, contantes y sangrantes. La pena es que no me dejan decir esto en alto en el foro preciso y necesario. Mierda de respeto absurdo. (19:07 horas) Anoto que vi de pasada y saludé a Ramón Hernández Garrido y a Pilar [estupendos, relajados, sonrientes... me alegro un montón], que me descojoné de risa siguiendo a Malick y a Youssoup disfrazados de cristianos viejos en la cabalgata de Reyes, que dos personas me dijeron en la calle que Cipri va para alcalde y que va a salir (?) [lo que sabe la gente], que una de esas personas también me dijo que para junio un tipo sorprendente presidirá Premysa [mira que saben, coño, y yo sin enterarme... le dije que se asegurara antes de soplarlo a los cuatro vientos, pero me dejó acojonadito], y el mismo tipo me contó algunas cosas de rollo interno que me dejaron preocupado [y yo


sin enterarme otra vez, por lo que anoto tales comentarios con pelos y señales en el privado de este diario para que no se me olvide, que lo que anda en el rumor es jodidamente venenoso y hay que medirlo con precaución]. Y que murió de forma terrible la novia de un colega y me han entrado escalofríos. La vida es una putada. Fuerza.

savonarolia 4 [una cabalgata extraña]

A final de mes siempre caigo en la cuenta de que mi vida pertenece al banco que me da credito Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abdalá , David Torres , Educación Y Enseñanza , Felipe Benítez Reyes , Hijos , Malick Y Youssouph | Posted on domingo, enero 07, 2007

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Vuelvo a la realidad desde el desastre navideño con la noticia de que Felipe Benítez Reyes (Felipe Bonitos Rollos para la peña literaria) se ha llevado el premio «Nadal» con la misma facilidad con la que se llevó el magro «Hucha de Oro», el «Nacional de Poesía», el «Nacional de la Crítica», el «Ateneo de Sevilla» o el «Loewe». Vamos, que volvemos a la normalidad del fango, al engaño a los esclavos de la letra y al negocio editorial. Claro, que don Felipe Bonitos vive de esto... Lo malo es que junto a él se presentaron otros trescientos y pico autores que también querrían vivir de esto y han visto por enésima vez que la realidad se la meriendan los popes aún antes de que suceda (no escribáis para competir, coño, que estáis tontos). Con su pan se lo coma... y que sepa devolver bien los favores, que aún le quedan por pillar el «Reina Sofía», el «Príncipe de Asturias», el «Nacional de Literatura» y el «Cervantes». Me gustaría saber qué piensa ahora mi colega David Torres. ¡¡¡País!!! (11:34 horas) Enseñar debiera estar prohibido a la mayoría de los que practican esa profesión y no saben que lo que realmente debe inculcarse a los alumnos es el proceso y las técnicas con los que se puede acceder al conocimiento. No es lo mismo conseguir un alumno con disposición y curiosidad que un pequeño y monstruoso archivo de datos para la nada. Los enseñantes cojean de tal visión de la enseñaza y fracasan por ello. Sí, fracasan, porque cada alumno que no progresa en sus aptitudes de curiosidad, crítica y duda, es un fracaso para quien le forma y, sobre todo, para la futura sociedad que deberá aguantarle, alimentarle y destruirle. Los padres somos grandes culpables de los fracasos de nuestros hijos, claro


que sí, por supuesto... y los enseñantes nefastos (que son miles) son los que suman la puntilla en esos materiales maleables que son los chicos. Yo no quiero que mis hijos sepan a pies juntillas los nombres de los reyes godos, las herramientas necesarias para fabricar tornillos o las mediciones correctas para hallar el valor de una apotegma... lo que quiero, lo que necesito, coño, es que comprendan que hay una historia en la que hurgar, un material con el que construir y un proceso con el que lograr aciertos sin tener que demorarse en errores. Quiero que los formen en la curiosidad, en el deseo de averiguar, en la manera de acceder de forma autónoma a las soluciones de los problemas que se les planteen. Ellos, nuestros hijos, están fracasando... y con ellos fracasamos todos (ojo, y cuando digo que nuestros hijos están fracasando, también me refiero a los brillantemente integrados en el sistema... ellos son los que sentirán el fracaso pasado mañana y con más fuerza, con más dolor, con más desesperación).

(22:47 horas) Por la tarde/noche vinieron a visitarme Malick, Youssouph y Abdalá con el fin de ver las fotografías que les hice durante la última semana. Reímos, les saqué algunas copias y al final me mostraron su preocupación por el estado de sus cosas. Yo volví a tranquilizarles con la historia [real] de que su situación es mil veces mejor que la de la amplia mayoría de sus compañeros de viaje y de ganas. Ellos sólo tienen que esperar a que les llegue esa cosa tan curiosa del «arraigo» [dos años demostrados de estancia en España] para poder empezar a tramitar sus papeles. Les repetí por enésima vez que aquí están de puta madre, que tiene todas sus necesidades cubiertas por arriba y que ya han hecho un magnífico círculo de simpatía y amistad que les ayudará a sobrellevar su espera. Volví también a mi perorata sobre la tipología de personas con las que no deben mantener trato, de cómo deben moverse, a qué horas no deben salir de casa y cómo deben comportarse con la gente con la que se rozan a diario. La


verdad es que me da la sensación de que aprenden rápido, pero luego el tiempo me va demostrando lo contrario [hace tan sólo una semana que Malick fue detenido por la Guardia Civil mientras paseaba por la carretera general dirección Béjar/Salamanca, y la cosa fue sería, que ya empezaron los trámites en extranjería para devolverlo a Gambia y me tocó mover Roma con Santiago para poder sacarle de ese jodido atolladero]. No sé cómo vamos a salir de esta, y ya son tres los africanos que han puesto sus esperanzas en Juanito y en mí.

Nunca se me caen los anillos... porque no llevo. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Béjar En Madrid , David Torres , Fernando Sánchez Dragó , José Luis Rodríguez Antúnez , José Manuel [Caja Duero] , Pedro Cubino , Pedro J. Ramírez , Ricardo Luis Moral | Posted on martes, enero 09, 2007

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Me encanta que mi David Torres esté vivo y veloz, con más cintura que su púgil literario, pero con el mismo encaje. Sí me jode que meta en el mismo saco a la marasma fascista y a los colegas sociatas, pero me rasco y ya está, porque reconozco puntito de razón en la crítica. Un beso para el tipo duro [sé que a los tipos duros les joden los besos de ositos como yo... ja, ja, ja...] y mi perseverancia de que le den bien por el culo a «El Mundo» y al cacho carne baboso que lo dirige [PJR]. Ojo, pero eso no quita la simpatía, el afecto y la afición que le tengo yo a mi vicenadalino de letra clara y de palabras lúcidas [sobre todo en los programas Dragó telemadriles con noble hierático]. Queda en pie ese encuentro bejarano con ron añejo y patatas bravas. Besos otra vez,


tío. (18:05 horas) A las cuatro y media llegué a la sobremesa del cocido Hontiveros [me había invitado el hombre y pasé, que no me gusta nada comer fuera de casa]; allí estaban José Luis Rodríguez Antúnez [este tipo está creciendo bien, con la sonrisa puesta y con un magnífico don del guiño irónico. Me encanta charlar con él], José Manuel [el mejor fichaje Caja Duero de los últimos dos siglos], Richar [campeón en todo lo que se haga a lo grande y por el centro], Pepe [ajustando con fortuna el chiste a la ocasión] y Pedro Cubino [sencillamente brillante]. Fue un buen ratito en el que había que estar vivísimo para pillar todos y cada uno de los dobles y triples sentidos que corrieron por aquella mesa. El mejor, sin duda, Pedrito, que, cómo bien dice de sí mismo, es un hombre de letras puras [yo diría que un pureta de la palabra justamente ácida]. Cada vez que coincidimos me sorprende con nuevas letanías que nadan en una originalidad sin precedentes conocidos por el que suscribe... Hasta el punto de que durante la charla me enteré de que tiene una serie de artículos publicados en «Béjar en Madrid» en los que tengo que bucear.

El hombre es una estafa de la materia. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Anna Ajmátova , Educación Y Enseñanza , Hijos , Mila [Profesora De Francés] | Posted on miércoles, enero 10, 2007

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Anna Ajmátova temía a los disfraces porque creía que una sombra hueca y sin nombre se vestía con ellos [“Cuento de Petesburgo”]. Yo también temo a esas vestiduras que son capaces de cambiarte hasta conformarte en una sombra hueca y sin nombre... y por tanto le temo al mundo, al mundo del hombre, al


mundo entero del hombre, pues todo, absolutamente todo está tocado por el disfraz, con una maldad sutil que ya reina de forma inexorable. Sin embargo, hay días especiales en los que todo parece más luminoso y asoma un poquito de esperanza, días en los que llega mi hija ilusionada gracias a las clases que le imparte Mila, su profe de Francés. Esos días parece que se caen algunas máscaras para mostrar una sonrisa especial que se te queda posada en los ojos y no puede olvidarse. Hoy quiero dejar escritas unas gracias enormes a Mila por saber llenar de ilusión a una joven que busca el norte sin querer y sin poder hacerlo. Gracias por cambiar la hora lectiva de Francés por una hora de entusiasmo y ganas de vivir. Gracias por educar a mi hija como yo quiero que sea educada, por acompañarla en el camino sin ponerle trampas ridículas. Yo también temo a los disfraces, especialmente a los de adustos profesores con síndrome curricular y fe ciega en los percentiles y en la acumulación absurda de conocimientos. Mil gracias, Mila, mil gracias.

Cuando sonrío parece que lloro. No sé engañar a mi máscara Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Joan Margarit , José Luis Morante , Manuel Ambrosio , Marina Tsvetáieva , Premysa , Santiago Nieto , Sentimientos | Posted on jueves, enero 11, 2007

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Ya se anda trabajando en una nueva publicación periódica y gratuita para la zona de Béjar, y no niego que me come la curiosidad por conocer sus principios y sus fines. Nos llega de la zona de Madrid. Esperemos a ver qué sucede para sumarla a alguno de los roles ya establecidos o para nombrar alguno nuevo. Que sea para bien [toco madera y Dios nos coja confesados].


Ayer me llamó el colega Manuel Ambrosio [Manolo es alcalde de Morille] para contarme su cabreo con la gerencia de Premysa. El año pasado se partió el pecho buscando y consiguiendo todos los medios para hacer posible el taller de cantería de la fundación, poniendo su nombre como garantía a las personas y empresas que participaron en el proyecto y hoy, sin más, sin que nadie le informase oficialmente, se entera de que el grupo de canteros formados en ese taller se van a ir a restaurar la muralla de Monleón, cuando él trabajo e invirtió en este proyecto con el fin [lógico] de que Morille se viera beneficiado en el futuro con proyectos de restauración de su casco y entorno [Monleón no lo hizo]. H a y q u e d e c i r q u e M a n u e l e s u n a l c a l d e d i s t i n t o, p r e o c u p a d o fundamentalmente por la recuperación racional del casco y el entorno de Morille, en el que ya ha realizado proyectos culturales y de restauración sobresalientes [ejemplos magníficos son los encuentros PAN de poesía rural o el cementerio de arte], y la circunstancia mentada le hace dar un paso atrás en su proyecto mientras ve que su inversión y su trabajo de gestión han sido en vano. Quizás la gerencia de Premysa debiera ser más dialogante, más abierta a la colaboración y más cuidadosa con las formas y los fondos [conozco algunas quejas al respecto], y tengo muy claro que no se deben cerrar caminos ni generar tensiones cuando no es necesario, y más cuando se está trabajando para convocar voluntades con afán de crecimiento social, patrimonial y cultural. Y que me encantaría, como Patrono de Honor [me encocora el término porque me da la risa floja], que reinase el buen rollo y se cuidasen las formas hasta la


exquisitez, porque creo en el proyecto global de Premysa y en el indicio y las hermosas posibilidades que se alumbran. Que se entienda por la gerencia que cada persona que se acerca a la fundación para colaborar o trabajar lo hace con voluntad positiva y no para pillarse cabreos inútiles. Siempre se trabaja mucho mejor con sonrisas, y mejor si se sabe delegar con inteligencia [que no caigan en saco roto estas últimas palabras, porfa]. Coño, y que se procure solucionar ya lo de Morille, tanto desde parámetros de justicia como de gratitud, que no se puede dejar tirados a los tipos que apuestan fuerte y decididamente por un proyecto. También se me ocurre –y esto ya es una coña con cuadruple intención– que la Junta de Castilla y León le meta mano a la mimosa muralla de Monleón, que para eso se llevaron el gato al agua en aquella población como se lo llevaron [véanse las notas de prensa al caso en cualquier histórico de noticias]. A mí, como miembro honorario de mi nada personal, me jode un punto... y más si es fastidiando al colega Manolo y a su Morille ejemplar. (12:22 horas) «Perderlo todo de un golpe, / de un tajo limpio. //... // Mansiones vaciándose, las honro / como a una madre anciana. / Porque vaciarse –madre– es acción: / lo vacío no se puede vaciar. // ... // Nunca pierde quien rompe / y huye al alba. Yo en la noche / me he cosido a ti / toda una vida sin bastas.». Marina Tsvetáieva daba con harta frecuencia en el centro/cetro de la nada. Vaciar la vida para no perderla, usarla hasta agotarla, gastarla hasta la ruina. Porque morir con la vida a medias es un tremendo fracaso. Me lo dicen los ojos tristísimos de mi amigo Santiago Nieto sólo con mirarlos. Morir sin haberse vaciado es un fracaso, morir sin haber dicho a voces lo que te piden las vísceras es un fracaso, vivir sin pensar en el vacío para la muerte es un fracaso. (16:22 horas) [Recordando un poema de Joan Margarit] «Podría ser contable o profesor», pero ya hace unos años que decidí correr por mi cuenta e intenté aprender a tocar el saxo... y no, no soy de esfuerzos mantenidos, por lo que sólo aguanté un par de lecciones de solfeo y lo mandé todo al garete... En fin, que podría haber sido un lucido bancario o un representante de comercio para surtir a esas tienditas de venta al detall con olor rancio «Punto Blanco» y «Dusen», pero decidí apuntarme a la lista de los hermosos vencidos igual que te apuntas a lista de «VISA» o a la Cámara de Comercio, pagando una pequeña cuota anual por los servicios de pena, cansancio, asco y existencialismo.


Joan Margarit es arquitecto y yo soy arquitexto, aunque ambos nadamos la palabra con distinta suerte y con distinto sueldo. «Podría ser contable o profesor», motorista de «Telepizza», gigoló de barrio, castrado funcionario, cura párroco o vendedor ambulante de paraguas... y aún podría serlo. (17:18 horas) He cerrado con José Luis Morante la edición de su diario y sé que será mi proyecto del año, un proyecto en el que intentaré poner de mi parte todo lo mejor. Volver a tener palabras de mi amigo con las que jugar me hace sentirme muy feliz. (18:27 horas) A veces me desespera saber que algún sentimiento que descubro ya existía antes, como me jode un montón escribir un poema y encontrarme en alguna lectura con ese poema escrito por otro autor antes que yo y mejor. El valor que siempre le doy a un descubrimiento es el de la perdurabilidad, y por eso fracaso, porque siempre el descubrimineto se extingue en otros modificándose, aunque sea levemente, lo que le hurta esa dosis personal de permanencia con el que yo intento insuflarlo. También, a veces, vibro en el tono contrario –repito por enésima vez que soy un tipo contradictorio– y lanzo a voz en grito arengas contra la permanencia de cualquier sentimiento, pensamiento o cosa, abogando con iracundia por cierta suerte de carpe diem que en el fondo no responde a mi narcisismo. En el fondo me voy entreteniendo, que ya es bastante.

Dios toma el café con sacarina. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Artigas , Barceló , Chillida , Cumella , Gaudí , José Manuel [Caja Duero] , Juan M. De Marañón , Manolo Chinato , Miró , Paco Montero , Picasso , Zuloaga | Posted on viernes, enero 12, 2007

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Empiezo la mañana con intensidad tomando un café con Juan M. de Marañón preocupado con el tema Morille. Charlamos un ratillo y llegamos a la conclusión de que hay que dar paso al diálogo, por lo que llamo a Manolo Ambrosio y quedo con él para tener una reunión en Béjar el próximo lunes. El tema acaba con la llegada de Paco Montero y de José Manuel [Caja Duero], el primero acelerado con sus cosas empresarias y el segundo, como siempre, poniendo calma, sosiego y sonrisas. Qué importante es el diálogo mirándose a los ojos, viendo volar las manos de tu interlocutor y sabiendo sacar sonrisas de donde habitaba el mal rollo. El problema general es que el gentío no sabe mezclar la seriedad con la chanza relajadora y se engolfa en hacer causas vitales/mortales donde sólo cabe buscar soluciones y encuentros como final expreso y moló. Después de todo, los problemas siempre provienen del carácter de tu interlocutor, y las soluciones también. Es decir, los problemas somos y los creamos las personas, por lo que el mejor solucionario pasa por trabajarse a la persona que crea el problema y no al problema mismo. Y todo por historias absurdas que tienen que ver con el honor, la vergüenza, el pudor, el sentimiento de inferioridad/ superioridad y otros sentimientos personales que casi nunca tienen que ver con el meollo de la gestión/problema y que, sin embargo, hacen inviables las soluciones. A mí me suelen dar ataques de risa con estas seriedades problemáticas, y muchas veces de esas risas crecen las soluciones.


(15:40 horas) He tomado café con Manolo Chinato, que estaba celebrando la concesión de un crédito para comprarse un coche de segunda mano. Es un tipo racial, estupendo, un joven eterno y un sobresaliente rapsoda de lo suyo. He quedado en bajar hasta su bar de Puerto de Béjar a tomar unas copas con él. (16:25 horas) Me pasa el colega Juanito un recorte de prensa sobre la exposición «La cerámica española y su integración en el arte», que está abierta al público en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias de la ciudad de Valencia. En dicho recorte se hace homenaje de admiración al colega Alberto Hernández, que partricipa en dicha exposición junto a artistas tan destacados como Picasso, Gaudi, Barceló, Zuloaga, Artigas, Cumella, Miró o Chillida [esta exposición permanecerá abierta al público hasta el día 4 de febrero de 2007]. También se da nota de la compra de dos obras de Albertito por el Ministerio de Cultura, por lo que me siento absolutamente feliz [pido en este punto a cualquiera que lea estas líneas y tenga acceso a conseguir un catálogo de dicha exposición, que lo haga en mi nombre y me lo envíe a gastos debidos a mi dirección de Calle Las Armas, 12 • 37700 Béjar (Salamanca), pues mantengo abierto archivo sobre el artista con el fin de realizar un estudio más profundo sobre su obra que el que ya publiqué hace unos años, «La luz en las manos». Gracias].


Vista la nota de prensa, vuelvo a recordar al amigo y pienso en el café que nos tomamos juntos hace una semana y en la conversación breve que mantuvimos sobre las posibilidades de futuro para un artista contemporáneo. Yo creo que su apuesta debe centrarse en buscar el salto a Estados Unidos y a Japón. La verdad es que no sé cómo puede conseguirse saltar hasta allí si no es con dinero y con la apuesta fuerte de un lobby, pero habría que intentarlo de alguna forma, pues la obra de Alberto crecería allí en prestigio y se pondría en valor, dándole al colega la ración de justicia que se merecen él y su obra (eso por no hablar de su trabajo de investigación e innovación en el arte cerámico y de su arriesgada apuesta por llevar a la cerámica mural a una altura cualitativa que hasta la fecha nadie ha alcanzado, la de equipararla como técnica artística en iguales condiciones que la pintura o la escultura). Todo llegará, hermano, estoy seguro.

Rompo los libros que leo para que no contaminen a otros. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abraham Gragera , Agrupación Socialista Bejarana , Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Aníbal Núñez , Cipriano González , Eugenio Montejo , José Watanabe , Política , Ramón Hernández Garrido | Posted on sábado, enero 13, 2007

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Mientras espero con ansia la llegada de Abraham Gragera –me llamó el lunes para decirme que vendría a pasar el sábado conmigo– siento cómo empieza a caminar de forma inexorable toda la movida de las elecciones municipales. Es muy probable que a esta hora ya haya sido nombrado Cipriano González Secretario General de la Agrupación Socialista Bejarana y, por tanto, candidato a optar a la alcaldía de Béjar. Sé a ciencia cierta que ya se están velando armas, que es como decir que ya hay movimientos subterráneos para llevarse cada uno de los gatos a las aguas limpias o cenagosas, según cuadre. Puede ser divertido pasar estos meses escuchando los «yo hice» y los «yo haré», anotando los argumentos que pongan la cara de bondad a la maldad o a la simple ineficacia, haciendo un rol de «la culpa es de otros... de ellos» y enfangando a gente que no quiere ni tiene ganas de rozarse con los malos rollos políticos de pueblo. Ya puestos en faena, pues que a mí me gustaría que saliese un grupo de gobierno con ideas muy claras sobre cómo desarrollar nuestra ciudad en los campos más diversos, con un proyecto realizable racional y de plazos justos, sin populismo, con buen rollo y abierto a la comunicación constante con los ciudadanos, sin inquina hacia el que pierda –es más, procurando integrarle en las labores de gobierno... a pesar de las malas experiencias que esa actitud trajo en legislaturas pasadas–. Me apetece un gobierno municipal que democratice el ayuntamiento para que vuelva a ser la casa de todos y para el uso de todos. Sinceramente, no sé cómo puede lograrse lo que mis deseos gritan, pero sé que si hay voluntad positiva se podrá avanzar. Y de la prensa... me encantará cómo humillan y callan o cómo humillan y ladran. Si fuera por ellos ganaría el PP por diecisiete a cero [incluso para los que están por llegar]. (19:10 horas) Ya se fue Abraham para Helmántica, pero se dejó en el camino – para mi suerte– «Banderas detrás de la niebla» de José Watanabe y «Fábula del escriba» de Eugenio Montejo, además de diez bellísimos dibujos de flores


realizados con café soluble. El colega estuvo entrañable, delicioso –porque lo es– y sonriente. Me encanta verle ilusionado con sacar adelante un sueldo al mes, pero sin pensar más que en vivir como él quiere, que es como yo también quisiera vivir. Sigue en la poesía como una niebla que es a la vez luz y percibo que tiene las ideas tan claras que es fácil que no necesite escribirlas ni llevarlas a la palabra poética, porque con tenerlas claras basta.

A los postres de nuestra comida «Piel de toro» llegó Ramón Hernández Garrido para tomar café con nosotros y para intentar ser el catalizador de algún encuentro intercultural con Portugal –yo le agradezco la buena voluntad y procuraré estar a la altura de lo que me proponga–. Nos contó que está feliz en Lisboa y que lo que más le agrada es que la familia se ha integrado rápidamente en aquel ambiente –yo creo que lo tenían fácil–. También charlamos de la política del pueblo, de las ganas de ganar que hay en la Agrupación Socialista y del ambiente positivo que se respira al respecto entre los bejaranos. Ramón es otra persona ahora, y se percibe netamente su felicidad y el buen rollo que le fataba en Béjar. Haremos algo juntos y será bueno, lo presiento. (23:17 horas) «¿Me dejará la muerte / gritar / como ahora?»... dice el «Orgasmo» de Watanabe y yo veo los dedos de Abraham indicándome la página... «Está tan cerca de lo tuyo, Felipe...» –me dice Abraham bajito mientras me invita a leer–... «esta poesía te ayudará a escribir, amigo, estoy seguro.». Y mis aforismos son como sus dibujos, los que me ha regalado, unos dibujos muy parecidos a los bocetos de aguadas que hace tiempo me confió Alberto Hernández y que conservo como un tesoro, unos bocetos que miro y remiro hasta agotarme... Estamos en lo mismo... vibramos en la misma finísima cuerda que anda siempre a punto de romper por puro estiramiento... y eso es bueno, porque nos une y nos hace voz y trazo en la misma perversión y en el mismo sueño: flores espirales que sentencian a seguir viviendo, a seguir latiendo como individualidades con algo trágico y con algo luminoso, con una interpretación mínima del mundo con la que poder sobrevivir hasta mañana. ¡Zas! Mañana puede ser el día de la muerte y no debe importarnos, porque


estamos haciendo uso de la vida en cada palabra y en cada gesto, estamos haciendo un uso decente de la vida, tan decente como inútil. Alberto y Abraham tienen la misma tristeza alegre en la mirada, la misma consideración al silencio, el mismo ardor que no les deja reposar y sin embargo les hace parecer tranquilos. Eso me falta a mí, pero no pasa nada, no me importa, porque también en el contrapunto está el camino. Son tan parecidos a Aníbal Núñez en la mirada a los espejos que me espanta como un Norte al que debo llegar tarde o temprano. Cuando apague la voz... ¿habrá silencio?

Me miro en el espejo y veo a otro. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Manuel Moya Escobar , Política , Sentimientos | Posted on domingo, enero 14, 2007

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Leo, no sin admiración perpleja, que la ciudad de Béjar se sitúa con el número 346 en el listado de ciudades con mayor capacidad de autofinanciación de nuestro país [estudio realizado por la Universidad de Málaga sobre 7.500 ciudades de España]. Luego pienso: ¿Eso qué supone? Pues que se ha perdido la propiedad de servicios públicos deficitarios, cediéndola a la empresa privada y ganando con ello en tesorería. Habría que ver si eso es bueno para el ciudadano en lo que le afecta en calidad de servicio y aportación económica propia. Tengo claro, por ejemplo, que el agua ha subido por los cielos en Béjar [carga pública sobre los hombros del ciudadano para el beneficio de la


empresa privada y, cómo no, para abundar en esa autofinanciación] y me gustaría conocer con detalle el funcionamiento de cada una de las privatizaciones realizadas por el gobierno municipal... Vamos, que la pregunta del millón sería: ¿Estamos mejor los ciudadanos con la situación de autofinanciación creada en la ciudad? No tengo ni puta idea, pero estaría bien que alguien nos hiciera este análisis con datos.

(12:01 horas) Existe una hermosa tragedia que tiene que ver con la duda y la certeza, con la verdad de la duda y con el error de la certeza. El hombre que ama intensamente debe ser campo trillado a una duda que duele, y el hombre que ama con certeza se equivoca decididamente en esa dirección. Sucede lo mismo con la creación, la misma tragedia de error y dolor. Y no tiene que apartarse el gozo de taL circunstancia, y por ello es una tragedia hermosa, ¿verdad, amigo Alberto? –hablo hoy contigo y para ti porque necesito un interlocutor atento en mi soledad; perdona que te use, amigo–. No saber que lo que se crea con intensidad y desasosiego es exactamente descubrimiento o magia [duda, siempre duda] o asertar firmemente que lo es [certeza/error] hasta caer en la cuenta de todas las carencias que contiene, que contenemos... y luego hundirse. Sí, una hermosa tragedia, Alberto, en la que crecemos y vamos anotando cada arruga de vejez en nuestros rostros. De ese celo, que es la duda, nos acaba siempre amaneciendo el paso siguiente, un paso exacto al anterior que nos lleva a avanzar tímidamente... pero a avanzar. De aquella seguridad, que es la certeza, nos llega la niebla gris que nos hace perder el norte y, acaso, dar pasos atrás o caer a un precipicio sin vuelta. En todo caso, Alberto, debemos preguntarnos qué ganamos y qué perdemos,


qué dejamos en el camino y qué nos llevamos puesto sobre los hombros en este viaje desde la nada hacia la nada. Quizás lo importante sea el camino y no los pasos ni quien los perpetra, dejar la trocha limpia para el siguiente que quiera pasar por ella o detenerse. Respiro y me pregunto cómo he de amar lo que soy, Alberto, cómo he de darme/mostrarme al mundo si aún me siento inocente y, por tanto, absolutamente vulnerable. No te pido respuestas, amigo, tan solo hablo suponiéndote ahí porque necesito el muro que recoja esta voz que no sabe hacia dónde caer ni cómo hacerlo, y tú eres hoy el muro perfecto –lo has sido siempre– sobre el que lamentarse sin más por no saber crecer con la máscara puesta todo el día. Quiero dudar, amigo, y me llegan certezas... Lo llevo chungo. (13:40 horas) Recibo mail Escobar de mi Manolito Moya asilvestrado como un dondiego de noche entre los castaños finiseculares de la Sierra de Aracena. Escribe como una máquina porque es lo que quiere y desea y le gusta y le apetece y basta. Y yo le envidio por esta tartamudez literaria que ya se ha hecho endémica en mi mano y porque respira hondo y claro, mientras el aire que a mí me llega es superficial y lleno de un humo raro que me pone un puntito parilítico de desatar. Va a sacar más islas en Pre-textos mi Manolo y eso me gusta, porque las islas Moya son un cielo en el agua por el que nadar sin siquiera haber aprendido los mecanismos de flotación. Suerte, hermano, y mucho tiempo igual al ya pasado. (16:57 horas) ¿Por qué lo que ahora conozco no pudo estar en mí cuando tenía diecisiete años? Me habría convertido en autista apagando algunas zonas de mi cerebro de forma irremediable. Ah!, saber decidir qué neuronas son las indicadas cuando el cerebro arde y se pelea contra sí, y dar un golpe de estado haciendo morir todo lo te lleve a la banalidad, una revolución en condiciones para llegar al coito de la idea y quedarse ahí, sin más, disfrutando ese orgasmo en la cabeza. Saber que sufrir no es de recibo si no está el conocimiento como fin, que es absurdo apretar el cuerpo y el espíritu al abrazo del dolor sin consecuencias brillantes. ¿Qué conclusión puedo sacar? ¡¡¡Hedonismo!!!, vulgar y gozoso hedonismo como norma y norte, pasar de la ictericia diaria y ridícula que te pone amarillo de bilis. Ante el problema pequeño basta un «todo pasará», y lo mismo ante el grande. Sonrisas consecuentes e incluso carcajadas contra el que vive en esos nudos ridículos del interés. Mofa.


Dios no sabría ser Subdelegado del Gobierno en Salamanca. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Cubino [Padre De Pedro] , Jesús Málaga , José Luis Rodríguez Antúnez , María Del Castañar , Pepe Hontiveros | Posted on martes, enero 16, 2007

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Me arregló el día por todo lo alto el colega Jesús Málaga [te quiero a rabiar, tío], un tipo absolutamente humano y merecedor de todos los elogios que puedan salir por mi boca. «Sacúdete el temor porque el humanismo es cosa de hombres» [va por ti este aforismo. Va por ti, amigo].

Y el resto del día lo pasé sonriente, faltón de puro simpático, tomado por una ironía de corte optimista que me ha arreglado hasta el dolor de riñones. Durante el café le dije a Cubino padre en voz alta que era de derechas en un juego verbal de alta prosapia [sé que en el fondo le jode que se lo digan y yo me regodeo en la suerte] y me salió un Hontiveros desde el envés de una


columna pieltorera [andaba el jodío comiendo –otra vez– a mesa puesta]... «Oí gritar un ‘eres de derechas´ y dije: ‘aquí está Felipe’... te deben estar picando los oídos, porque estábamos hablando de ti... ven, que te voy a presentar a un amigo...», y me presentó a un directivo de Dragados y Construcciones de barba cuidada y swing saxero. El tipo... amable y formal. Y en la misma mesa, el otro comilón [«comelón», que dicen por ahí con extraño criterio], el arquitectual Rodríguez Antúnez, latiguito de medioconcejales mihuras y hermoso vencido a ratos o triunfador indiscutible a desratos... «¿Conoces a María del Castañar?... Vive en Madrid y lee a diario tu diario... sí, coño, es de Béjar, con rizos muy rizados de siempre, hermana de... ¡coño, Felipe, que tienes que saber quién es!... era amiga de... su hermana... verás, ¿conoces al socio de Comadrán?... pues es primo suyo... Anda, escríbele algo, que le hará ilusión»... Y el jodido Yllera con el piloto en rojo, y una mancha en el lado del mantel de Pepe –te tiembla la mano, Pepito, que vas mayor– y mi café enfriándose a pasos Kelvin... Y yo que le digo al arqui que le voy a escribir a la colega un polvo virtual para que se entretenga... y que se ríe el tío, coño. Pues no. María del Castañar, hermosa, que te quiero sin caer aún en quién eres, que hay que querer a gente que pierde la hermosura de su tiempo en leer a un minguilla como el que viste mis camisas y mis mudas blancas... que te invito a una birrita cuando pases por el pueblo para que sigas en el tono [me encanta comprar a mis pocos lectores] y que tienes todo mi afecto, que no es poco, pues no en vano la Virgen que lleva tu nombre y yo mismo somos los únicos patronos de honor de este jodido y precioso pueblo estrecho y cusaco. !Ah¡, y que a este paso vamos a ver los dos al tipo Antúnez en una cura kilera de tanto meterse menuses toreros en vena y tartitas de queso dragadas y deconstruidas. Un beso gordo, reina... gordo y beso, ¿vale?... Muaaaaac. Nos vemos.

Mi banco me ha puesto en su menú de primer plato. Prometo atragantarle. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Francés De Zúñiga , José Luis Morante , José Luis Rodríguez Antúnez , José Manuel [Caja Duero] , Mila [Profesora De Francés] , Tomás H. Castilla | Posted on miércoles, enero 17, 2007


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Cuando las ricas puertas de los palacios modernos dan en romperse, una metáfora está a punto de nacer. Y pasa, claro que pasa... Hoy mismo ha caído una de esas puertas para que vuelva a entrar el relente en las estancias de las máscaras y se corra el peligro de que vuelen y dejen al pairo las caras reales de los mimos, esos hombres blancos que son sólo expresión y acaban dando valor de rey al bufón bejarano por antonomasia, don Francés de Zúñiga, Francesillo. Sí, se ensancha la ciudad estrecha ante una puerta rota, y el mundo se ve de otra manera porque todo vuelve a parecer posible. Yo, por si acaso, me acerqué hasta el notario con el carnet en la boca para que diera fe de una nueva condena... condenado a vivir para pagar por los siglos de los siglos en que el aire penetre en mis pulmones. Firmar la aceptación de un crédito es firmar una sentencia de vida. ¡Ay! Lo que más me subleva es esa perversión bancaria que acogota a los tipos con yo con intereses crasos y porcentajes leoninos... mientras soba el cálido lomo del rico y le hace cucamonas perfumadas con vinillo de la Ribera del Duero y los finos langostinos de las marismas sorianas [si no los hay, se pintan]... En fin... para el rico un jodido 3%, y para el pobre de mierda, del 5’7% en adelante y con todo tipo de cláusulas amenazantes y precondenatorias [si no pagas... te quito la casa, el coche, la empresa, el trabajo, el poco dinero que tengas, el sueño, la mujer... ¡hijos de la gran puta!...]. Y aún así me cae bien José Manuel, coño, me cae de puta madre a pesar de su curro prostibulario y matarife, que lo siento y percibo como un azar en su vida, un azar para tener estómago. Bien, ya eché la mierda... y tan feliz. Y la puerta rota, como una boca mellada o un vomitorio de la prisa, una puerta que voy a terminar pagando yo con mi trabajo, por Adán, mientras otros se la van a merendar con delicias puturrú.


Ser empresario es una mierda para partirse el culo [si es de risa, mejor], una bobada que te llena de ínfulas ñoñas de ordeno y mando, de pago y debo, de despido y contrato. No merece la pena preocuparse ni un ápice, pues la nave va o no va, y lo hace siempre a su puta bola, por pulsiones extrañas e incontrolables. (21:52 horas) Y de la autopuntilla con ayuda cajaduera a un encuentro difuso y fugaz con Tomás H. Castilla, a un beso encantado a Mila, a unas risas Antúnez, a un pasar sin pensar por unas horas. Y Morante que me llama ilusionado con el casi remate de su diario para editar [yo estoy más feliz que él por hacerlo posible, por posibilitar esa llama que nunca va a apagarse], y Segundo Santos que me dice que ya está la prueba de mi nuevo libro, «Esa intensa luz que no se ve» y que la recibiré en un par de días [jo, qué suerte tengo... qué suerte], y Albertito dándole calor al «uso» [gracias, hermano]. (23:01 horas) Alberto, dice Pavese que «sufrir y gozar es ceder a la pasión», arrogarse a la parte inferior del hombre, mientras que la serenidad pertenece a la parte superior... ¿pero no se llega a la serenidad indefectiblemente desde la experiencia del sufrimiento o el gozo? ¿Qué quiere decir esto?, ¿que debemos crecer desde las pasiones hasta alcanzar el estado superior? ¿Y en la serenidad, en ese justo estado superior, se puede crear o quizás no es necesaria la creación cuando has alcanzado tal estado? Yo, sin dudarlo, prefiero agostarme/agotarme en las pasiones, porque entiendo que en ellas está el pulso vital, como lo está en el desorden, en el caos personal... porque en ellas late el camino que agota y enciende, y en el estadio superior reina la calma, el estatismo, la tranquilidad. Prefiero, sin dudarlo un solo segundo, las cimas y los valles, las caídas en picado y las elevaciones como un «coup» de corazón, eso que sientes en las vísceras y es tan parecido al vértigo. Cuando estoy muy cansado, Alberto, deseo una serenidad eterna, pero luego se pasa y vuelvo a meter el dedo en los enchufes para sentir... Lo que sí estoy aprendiendo es que hay una serenidad que tiene que ver con las pasiones y que pertenece a ellas, es una serenidad física –no mental– que hace que el latido esté en las manos para ser escritura o gesto... y que deja en el rostro una mueca dulce, como de paz; una mueca que he visto en ti muchas veces y que intento encontrarla para quedarme en ella. Últimamente busco esa mueca en la gente, y lo hago con sed... pero no la encuentro.


Ser padre es labor de los hermosos vencidos. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abuelo Felipe | Posted on jueves, enero 18, 2007

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¿Cómo sería mi abuelo Felipe si no le hubiera tocado la rosa de sangre en el 36?, ¿qué pensaría de mí? A veces me pregunto si mi abuelo alguna vez llegó a imaginarme mientras tomaba un chato de vino en la taberna de siempre o quizás mientras esperaba el trágico final que nos dejó huérfanos y encendidos de una ira que se mantiene aún en los ojos. ¿Qué diría mi abuelo de la nueva fiera fascista que se autodenomina «democrática»? Me encantaría enseñarle mi negocio, prestarle mis libros, beber con él entre risas, entregarle a mis hijos para que viera que todo perdura a pesar de que somos nada.

Ojo, que no somos tan tontos como ustedes creen ni ustedes son tan listos como se ven. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Mariano Rajoy , Marino González [La Luna De Mérida] , Noticias | Posted on viernes, enero 19, 2007


0 Salió el nuevo periódico de Béjar hecho en Madrid por una empresa llamada La Luna / El Iceberg, y desde el primer número queda claro el asunto, con dos cojones, protagonista masculino de derechas y futuro aproximado de edición hasta finales de mayo. Sólo me jode, ante tanta obviedad, que no haya ni una firma en los salmos que publica. Mis preguntas: ¿Quién paga esto?, pues la publicidad ha sido gratis –me consta– y el papel se ha regalado por todos los buzones de la ciudad... Y... ¿qué pretende conseguir –o ya ha conseguido– además de que la derecha gane las elecciones en Béjar? –que esta tirada electoral la llevan algo chunga los colegas peperos–. Las respuestas las sé desde tres fuentes fiables, pero prefiero que el personal imagine y se desborde, porque el asunto va a traer cola y ya se sabe que hasta el rabo todo es toro. Sólo me extraña que no escriba el esbirro Losantos... claro, que esta es una plaza chica y aquí sólo se hacen corridas charras. (15:48 horas) Cuando llegué al café de las tres, todo el periquiteo de barra hablaba de la nueva publicación sosa, pelma y monocolor. Uno dijo que Rajoy lo debe ver muy chungo en Béjar para pagar a unos escudillas de letra chica por hacer propaganda azul, otro se leyó los anuncios y dijo: «lo bueno de esto es que ya sabemos de qué va la gente y en los sitios donde no hay que volver a pisar», el de más allá sonrió y soltó un taco sobre la madre política de no sé quién... Después de unos minutos de calma, entró un albañilito bien currao, se pidió una copa de coñac, pilló sin querer la publicación sin firmas y dijo: «Niño, en la barra no se deja el papel pa limpiarse el culo, que no le da estilo a la casa». Yo pensé que o somos cuatro confundidos y todos tomamos café al mismo tiempo o la papelina preelectoral pepera está mal tirada pensando en que el ciudadano es gilipollas. En fin, que nos partimos el culo de risa de pensar en el que paga esto, y encima sin dejar pelas en Béjar, que ya viene hecho de los madriles/telemadriles. Con su pan se lo coman. [Noticia de« HOY», el Periódico de Extremadura 'De la luna libros' promueve entre los institutos los textos de La Celestina JUAN SORIANO/MÉRIDA


La editorial emeritense De la luna libros promueve entre los institutos de la región uno de los hitos de la literatura española, La Celestina, a través de su última publicación. La firma presentó anoche el número 18 de su revista 'La luna de Mérida', dedicada al mundo del teatro. En esta ocasión, se ha elegido como tema a tratar la obra de Fernando de Rojas, tal como se hizo en las ediciones precedentes con el Quijote y el Lazarillo de Tormes. El último número de 'La luna de Mérida' se compone de siete textos, de otros tantos autores, cada uno de los cuales ha escogido un personaje de La Celestina y lo ha traído a nuestro tiempo con un lenguaje más actual. Miguel Murillo, Luis Felipe Comendador, Pilar Galán, Luis Miguel González Cruz, Jesús Manchón, Francisco Rodríguez Criado y Marino González firman las obras. Representaciones Además de la venta de la revista, estos textos están escritos para ser representados. De la luna libros puso en marcha hace siete años esta iniciativa, que les ha llevado por institutos de la región, ayuntamientos y casas de Extremadura de todo el país. En el caso de los centros de Secundaria, gracias a un convenio con la Consejería de Educación, se envía la documentación junto con un cuaderno de trabajo para que los alumnos preparen la materia. A continuación, la editorial visita el centro con unos actores para poner en escena los textos. El pasado año se hicieron 40 representaciones del Lazarillo en institutos de la región.].

¿Por qué no están los que se han ido? Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Antonio G. Turrión , José Luis Majada , Sentimientos | Posted on sábado, enero 20, 2007

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Los hados meteorológicos que cierran los telediarios llevan diciendo toda la semana que nevará en España, que hará un frío de zurrasparse y que temblaremos bajo la bufanda, pero yo sigo notando una primavera fresquita que me hace salir en chaquetina de punto a la calle, sin más, y eso que voy mayor y friolero... Y tengo ganas de nieve, coño, que lo que más me gusta de mi tierra son las estaciones bien marcadas y los cambios que traen también variaciones estupendas de humor y de ganas de hacer. Esperando el frío leo a Antonio G. Turrión en «bejar.biz». Hace el colega un elogio de José Luis Majada, el cura que me llevó a la poesía con su «Duérmaste, madre...» y que me dejó KO con ciertos días de su diario inédito. Yo debo sumar a lo dicho por Antonio que J. L. Majada fue difícil en el trato, hosco y distante, y lo digo porque a la vez que su roce me dejó una notable sensación de altura intelectual, también sentí siempre una distancia inabarcable que me llevaba a sentimientos contradictorios hacia el hombre que era capaz de escribir y decir con tanta brillantez, y que a la vez construía un muro lleno de dificultad hacia el otro. Y es que a mí me cuesta mucho separar al pensador/creador de la persona que pisa la calle, sobre todo si esa persona fue mi profesor durante un par de años e incluso hicimos charla a veces y nos cruzamos algunas cartas. Algún día daré a conocer –aún es demasiado pronto para hacerlo– el contenido de una carta que Majada dirigió al ayuntamiento de Béjar cuando yo tenía representación en él como Teniente de Alcalde. Obviando al hombre y sus rarezas, firmo y firmaré cualquier apoyo para que la obra de José Luis sea conocida y reconocida como se merece. (18:33 horas) Buscamos constantemente la comodidad del pensamiento, Alberto, y eso conforma nuestra conciencia y modela el uso moral de nuestras ideas. Vamos, que uno no es malo para sí siempre que actúe conforme a su costumbre y a su comodidad –la maldad social reside en sentir tranquilidad mientras incomodas al otro, y entonces eres malo para los demás, pero no


para ti mismo... y eso es otra cosa–. En ese acomodo, amigo, perdemos el vértigo que contiene el azar creativo, que no hay peor creador que el que se acomoda a una forma de hacer y sentir para vivir instalado en ella hasta el final. A veces pienso que debiéramos saltarnos una norma diaria para pillar bien la costumbre y que no se instale el tedio en nuestras cabezas, que no se difuminen las ganas de pelear por una idea, una forma o unas palabras bien armadas. Sé que siempre andas indagando en qué hacer –yo también–, pero a ello debiera ir siempre unido el pensar en por qué hacerlo y para qué hacerlo... siempre con un componente irracional, claro, porque en caso contrario armarías a tu alrededor un muro de comodidad de tales dimensiones que la razón no estaría dispuesta a saltarlo. No sé si a ti te sucede, Alberto, pero a mí hay muchas veces –cada vez con más frecuencia– en las que la mano niega lo que la cabeza ordena, y se entabla una lucha entre la comodidad física y le necesidad creativa, una lucha que no sé librar con garantía de éxito y que me deja sumido en un estado de abulia mortífero y desolador. En ese estado sólo encuentro salida buscando el «desequilibrio» que rompa mi costumbre y me lleve a hacer algo distinto en lo que buscar ganas... de ahí que pinte, que haga fotografía, collages o manche papeles con cierta ansia de que el azar me alumbre una salida. Es todo una lucha por la expresión, una jodida lucha por una expresión que quizás no sirva para nada. ¿Y por qué quiero expresarme de forma individual?, yo, que ya me expreso a diario en mis hijos, en mis amigos, en mis enemigos y en los que me ningunean o me elogian... ¿Por qué necesitamos expresarnos de forma individual y ponemos en ello tanta energía?, ¿por satisfacción/autosatisfacción quizás?, ¿por buscarle cierta ganancia a la vida, cierto interés que no nos deje sensación de vacío en la fea vejez?, ¿para estar ocupados y así salvarnos del tedio? Yo creo que nuestro problema radica en que no sabemos vivir solamente, queremos vivir y algo más; y no sé si ese «algo más» tiene que ver con cierto e inevitable narcisismo íntimo, con una desmedida ambición por permanecer o por una jodida vocación genética por la intranquilidad. Con lo fácil que sería sobrevivir como hombres primarios, sin querer meterle mano a las ideas complejas, ni querer saber a qué huele el descubrimiento o el fracaso, sin estar enterrados por la fiebre del conocimiento de nuestra propia capacidad. Lo mío creo que se va llamando hastío por la comodidad y, cómo no, también hastío por la incomodidad.


Amigo, ya no sé llegar a parte alguna ni con el pensamiento. ¿Será la edad? (22:41 horas) Hace poco un amigo se quejaba encendido de que una compañera de curro le había faltado al respeto, y desde entonces yo me pregunto qué es susceptible de ser respetado en un hombre, sobre todo en un hombre que viste sus máscaras como una religión y ya las tiene asumidas como intrínsecas en su personalidad y en su mundo individual. ¿Qué se puede respetar hoy en un hombre?, ¿su colonía carísima, su traje de marca, su empleo de funcionario o de clase de tropa en banca...? Todo eso no es digno de respeto, es más bien digno de mofa y de escarnio. Cualquier hombre que se somete al dictado de una norma cerrada por dinero no es un hombre respetable, como el que no se la juega por sus amigos o no se tira al mar para rescatar a un hijo o a cualquiera que esté en trance de muerte. Quien pide respeto adolece de humildad. Pobre.

Colecciono muertes ajenas. Busco muertos... pago a plazos. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , César Yuste , Jesús López Santamaría , José Luis Puerto , Lola González Canalejo , Mi Abuela Antonia , Pavese | Posted on domingo, enero 21, 2007

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Llega a primera hora Lola González Canalejo con las correcciones de la revista «Estudios bejaranos» y me regala un par de libros a los que me apetecía meterles el diente: «Celebración del mundo, celebración del tiempo», del colega José Luis Puerto, y «Las cinco abejas. Béjar en el siglo XX» de Jesús López Santamaría. Mil gracias, Lola.


Como descanso, me tomo un cafetín con leche en PdeT y me veo en papel prensa gracias a mi César Yuste, que da noticia en «El Adelanto» de la próxima edición de mi libro «Esa intensa luz que no se ve» en la deliciosa editorial del colega Segundo Santos. ¡Carne de papel!, Alberto, eso somos, carne de papel. (13:44 horas) Quizás el asunto esté en el equilibrio, Alberto, en buscarlo, encontrarlo y quedarse a vivir en él, pero, ¿qué es el equilibrio y cómo se sabe que uno está en él? Mi abuela siempre decía que los hombres se visten por los pies para hacerme entender que hay que ser perseverante y enconado en las propias decisiones para poder llevarlas hasta sus últimas consecuencias. El problema surge cuando para perseverar en una idea, en un proyecto, en una obra... tienes que desequilibrar todo tu estado de tranquilidad y entrar en un campo de desasosiego y dudas. Si persigues el equilibrio, te detienes en la búsqueda y dejas tu proyecto de vida a medias, en una mera declaración de intenciones; pero si perseveras hasta el final, encuentras malestar y acabas siendo sacado a empujones de ese percentil humano en el que la vida es relajada y gozosa en medio tono. Querer brillar puede llevarte a la oscuridad total, y quedarte en lo gris es perderte en una penumbra que nunca puede saciar ni dar respuesta. ¿Qué debemos hacer, Alberto? (16:24 horas) De cometerlo, he llegado a la conclusión de que me gusta el error, me gusta porque habla de imperfección y de posibilidad de superación, porque sabe dejar en difuminado los límites, porque deja turno de contestación y de réplica. No hay nada que más encienda y anime que descubrir el propio error y trabajar en ponerle soluciones buscándole las vueltas. Lo perfecto es cosa de dioses, y esas criaturas perversas son sólo fruto de la cabeza necesitada de los hombres. Vivamos pues en el error, amigo Alberto, y él nos propiciará caminos nuevos en los que perdernos con esa lujuria que abre selvas. No hay que temer al error... a lo que hay que temer es a la perfección.


(19:22 horas) Llego de ver «Pérez, el ratoncito de tus sueños» con los críos y me ha parecido una pequeña estafa. Acostumbrado a ver pelis para críos desde hace la friolera de 18 años, creo que ésta es la que menos se sostiene en el desarrollo de la historia. Con bastantes menos medios he visto películas muy superiores a la mentada. Piensan que los chavales son tontos y se equivocan de medio a medio. Mis hijos han salido comentando los graves errores que presenta la historia y la floja sobreactuación de los personajes reales. En fin... como es para niños.

(19:40 horas) «Nunca le falta a nadie una buena razón para matarse» [Pavese, 23 de marzo de 1938]. Lo mismo sucede con la urgencia de vivir, pues tampoco le falta nunca a nadie una buena razón para seguir viviendo. Todo radica en el estado de ánimo, en la que la voluntad decidida se apoye en uno de los dos lados de la balanza. A veces morir es lo fácil, pero otras veces la decisión de desaparecer es muy difícil de tomar. No puedo imaginarme en la cabeza de un torturado en Irak, en Colombia o en Guantánamo; no puedo imaginarme en el cuerpo de una mujer violada ni en el de una madre con su hijo muerto en los brazos... son vidas al límite, proyectadas hacia la muerte. En ellas debe ser fácil morir. ¿Y el hombre normal de una sociedad pacífica, con su vida medio resuelta, con un trabajo, con un amor caliente que llevarse a las piernas, con mil bienes de consumo en su mano, con la tranquilidad a la puerte de casa...?, ¿cómo puede ese hombre llegar a la voluntad de muerte? Esta situación plantea que hay un estado de la conciencia en el que el sufrimiento mental/sentimental puede equipararse al sufrimiento físico sin que éste exista... Matarse por amor, por fracaso, incluso por desgana, por falta de emociones y altibajos en la vida.


Pavese tomó esa decisión durante el año 1950, harto quizás de buscar la trascendencia, el amor o una esperanza en algo o en alguien. Hizo el gesto de la muerte y con él se bañó de una eternidad que acabará algún día, porque la eternidad también se acaba.

El hambre tiene don de gentes. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Morante , José Luna Borge , Manuel Moya Escobar , Paulina Cervero , Víctor Botas | Posted on lunes, enero 22, 2007

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Abro boca de lunes con un nuevo libro de mi amigo del alma Manuel Moya, esta vez de relatos cortos, que bajo el título «La sombra del caimán y otros relatos» me lleva a aquel otro tesoro que el de Fuenteheridos intituló «Regreso al tigre» y que me dejó tocado con un relato hiperbreve de una niña dormida y un tigre. Voy a devorar esta sombra de saurio al amor de los fríos que llegan para pillar algo de calor en la frente.


Y un par de horas después, aparece el cartero con paquete de mi Paulina Cervero: carta entrañable para un encuentro que quiero cercano y el volumen «Víctor Botas y la poesía de su generación [nuevas miradas críticas]» editado por la Fundación Universidad de Oviedo y Llibros del Pexe. Otro bocado para comulgar y descomulgarse, con trabajos sobre Víctor, el gran poeta Víctor Botas, de tipos tan entrañables como mi José Luis Morante o mi José Luna Borge y de pericos tan extrañados como el chiquito de Aldeanueva del Camino que escribía en el ABC. Gracias a superpaulina voy a volver a Víctor Botas como maestro de poetas, como genio en variaciones del clasicismo y como norte de la más fina ironía literaria europea del siglo XX. No empezó mal el día, no.

(21:17 horas) Pasé el día entero maquetando el nuevo libro de José Luis Morante, su diario desde 2002, que bajo el título «Reencuentros» aparecerá durante el mes de febrero en mi colección «La viuda alegre». Cuando terminé de maquetar comencé la lectura del texto de mi amigo –ya tengo la buena


costumbre de no leer mientras trabajo, no como antes– y ya me he comido más de la mitad del texto, pues lo he hecho con hambre. El diario es muy literario y tiene algo que me gusta mucho, pues fundamentalmente juega con el enigma, un enigma creado al eliminar el nombre de muchos protagonistas, dejando el suceso vital que les rozó con José Luis a modo de juego con el lector. Ese juego no implica que haya que conocer al autor y a su personaje, no, pues José Luis lo ha trabajado con verdadero conocimiento de causa, lo que hace que sentimientos puntuales y personalizables se universalicen conformando un material literario de mucho interés. El diario es entrecortado, jugando a una guerra de guerrillas en la que la munición, en muchas ocasiones, alcanza gran altura poética, consiguiendo crear un libro dentro del libro lleno de aforísmos bellísimos e inteligentes – creación dentro del acto notarial, una magnífica mezcla con la que matar sin hacer sangre. Nunca me decepciona el colega, nunca.

¿Me quiero o me inquiero? Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in | Posted on martes, enero 23, 2007

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Primero me pregunto: ¿Qué podría hacer? Cualquier cosa, Felipe, que eres un tipo despierto –aunque ya algo mayor–. Tú puedes hacer lo que te venga en gana, al igual que los demás hombres... diseñar aviones, pintar, cantar, tocar el piano, robar, jugar al póker, hacer un tren o una manta eléctrica... Después llega otra pregunta: ¿Qué me apetece hacer? Y eso lo tengo bien claro, quiero decir en mi vida todo lo que necesito decir... y como postre... pues tener tiempo tranquilo en soledad, ver crecer a mis hijos con ganas – suyas y mías–, tocar blues, pintar como veo los cuadros en mi cabeza, amar sin prisa... Y otra pregunta: ¿Qué debo hacer? Ja, ja, ja... lo que no está escrito, Felipe, lo que no está escrito. Debes aguantar a aunténticos hijos de la gran puta a diario, reírles las gracias y pillar sus asquerosos «donativos» para sobrevivir; perder el tiempo –tan valioso para ti– con historias prosaicas, luchar por el pan de a setenta céntimos la tirada para que tus hijos unten en la yema del huevo frito y vayan creciendo con más o menos suerte; escribir a tientas para no


herir las sensibilidades de quienes pueden quitarte piedras en el camino o las ganas de vivir; sobrevivir para soltarle la guita mensual a la rata CD para que sus ejecutivos/ejecutantes sigan lamiendo sus corbatas de usura... y respirar fresquito de vez en cuando porque ya casi todos tienen asumido que soy la loca mientras sonríen cuando les llamo cabrones o hijos de una puta bizca. Y por fin: ¿Para qué te haces preguntas, Felipe? ¡¡¡Imbécil!!!

La memoria es un espejo de pizarra donde adivinar tu sombra. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Marino González [La Luna De Mérida] | Posted on miércoles, enero 24, 2007

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Sentimientos encontrados. La política hace un mal uso del hombre, pues propicia en él valores de apariencia y de máscara que se tornan de mayor importancia que los valores de humanismo, como la solidaridad y la justicia. ¿Acaso es más importante parecer un humanista con una doblez mezquina de interés personal o de partido que serlo en la contrariedad y bajo cualquier consecuencia? ¿Habrá alguna vez un mundo sin fronteras físicas? … Un hombre es más importante que la opinión de una multitud. ¿Estamos de acuerdo? (22:43 horas) Fallar o hallar. Al fin y al cabo es sonido [ruido] que se encierra en el acto vital como signo de que el paso está echado en busca de una huella. Encuentro y yerro a la vez y siempre y viceversa y no importa y sigo... Y me llamó Marino González para contarme que su «Luna» se va de Mérida a recorrer tablaos celestinos y bachilleres. Es un tipo que siempre me hace sonreír.


Los periódicos son armas negras... de papel. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Rodríguez Antúnez , María Del Castañar , Paco Montero | Posted on jueves, enero 25, 2007

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Día Montero a lo bestia, con el colega pletórico llevando ufano su plan director aprobado [¡¡¡APROBADO!!!] con todos los parabienes legales... ¿para callar bocas? No, coño, para hacer... Y sombra para los inventores (?) de hoteles de cinco estrellas en La Covatilla y no sé qué otras mingadas más dadas a lo alucinógeno que a lo paria de la Tierra. Por cierto, hablando de Montero –hoy casi monográfico–, anoto en este notario de las horas la afirmación taxativa con conocimiento de causa de que el colega no tiene nada que ver con el nuevo periódico de corte pepero. Pista nueva que doy para los despistados, que ya son muchos: ¿En los ayuntamientos derechaires –más o menos importantes– con la sombra de perder elecciones, han surgido papeles del mismo tono y quizás la misma empresa? Pues nada, a investigar... yo qué sé, llamando a familiares o a colegas de esos lares con espada de Damocles sociata sobres sus coronillas tonsuradas. A ver si esto va a ser algo más grande y no sabemos ver los árboles por cegarnos con la visión del frondoso bosque... Oye, y los partido políticos pueden hacer con su guita lo que quieran –siempre que esa guita les llegue de legal y lo que hagan no vaya de ilegal–. En fin, marrones de las épocas de votos... yo qué sé... que les den bien por el culo. Y saludo discreto y cariñoso para Mª del Castañar, mi casi única lectora virtual, pues siempre sale en las conversaciones Antúnez –hoy también– [nena, a mí también me da vergüenza ponerte en estas letras... pero en el fondo me gusta]. Un besote.

El necio vale aún menos que su necedad. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Antonio Sáinz , José Luis Perales , Manuel Bruno , Mª Sol Perales , Santiago Sevilla | Posted on viernes, enero 26, 2007


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Me ataca el frío y la realidad se patentiza en mi entrepierna. La edad la va marcando el estrechamiento de banda de temperaturas aceptables, pero no pasa nada, me encierro, me abrigo y espero a que pase el temporal escribiendo madrigales. Y del encierro emergen pensamientos enredados: La astucia como herramienta de la emergencia personal [saca lo positivo del desastre y utilízalo para crecer, sobre todo si eres capaz de ver que el desastre iguala a los que lo padecen], las preferencias como forma de creer en el mundo que no se controla [si no sé de alguien querido durante mucho tiempo, prefiero imaginar cómo está que buscarlo y tener noticias ciertas]. (22:09) Por la tarde me llamó Mª Sol Perales desde la capital del reino para decirme que tiene libro infantil rematado y que quiere edición. Yo, encantado de recuperar la voz de la mejor hermana de cantante que conozco [Mª Sol es hermana de José Luis Perales] y con ganas de editar ese libro que seguro será molón; y así, de paso, lo mismo encontramos un ratito para vernos y reír. Y luego charleta con Manolo Bruno, que me sìgue cayendo igual de bien que siempre por su cercanía, su afecto y su accesibilidad. Es un tipo para tratar de largo y aprender... no sé por qué, pero en algunas cosas me recuerda mucho a Luis Alberto de Cuenca... todo un señor [dos señores]. Y después vi a mi amigo Santiago Sevilla con su cosa empresaria y una seriedad que me preocupa, pues yo le recuerdo siempre sonriendo... Habrá que procurar algún encuentro en su agenda llena de responsabilidades mortíferas para contarle un par de chascarrillos que le hagan sonreír. Y mail de José Antonio Sáinz... Más libros, más libros, más libros. Jo.


El fracaso es la pereza de los lúcidos. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Magdalena | Posted on sábado, enero 27, 2007

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Amigo Alberto, a veces me levanto con prevención porque en ese estado de lucidez de la mañana, cuando los ojos apenas pueden despegarse de los párpados, presiento que algo va a cambiar en mi costumbre, en mi normal trasunto diario. Y no es que no quiera cambios, Alberto, que los quiero y grandes, pero tengo cierto temor a que las cosas no se desarrollen en el justo entramado que he edificado con el paso tedioso de los años. La tranquilidad es campo abonado para la cobardía y el temor. Y yo juego a querer tranquilidad y a romperla, pero me gusta que esa ruptura sea controlada por mí, que no me vengan los cambios dados. Lo peor de todo esto es que ya no somos niños y la rabia sólo puede llevarnos al ardor de estómago; no como antes, Alberto, cuando cerrábamos los puños y salíamos adelante con sonrisas, porque la juventud te permite cambiar sin más, ya que ella es estación de cambios. Ahora sé lo que me gustaría ser y lo que me gustaría hacer, lo sé con seguridad; pero esa seguridad también convive con la imposibilidad tangible de ser y hacer lo que quiero. (22:30 horas) Esta tarde la he dedicado a escribir poemas con el nexo común de Magdalena. Ya tengo un libro en marcha que quizás se titule «La candidez de los seres autótrofos». En él quiero dejar los pensamientos de estos últimos años como observador de un proceso de degradación y desaparición, y tengo la decidida intención de ser duro conmigo mismo y con los demás buscando una crudeza poética que hasta el día de hoy no he sabido trabar. Quiero hablar


de la necesidad vana y de la importante, de la animalidad práctica del hombre y también de la animalidad soez, de la humillación del cuerpo y de la mente como peor final, de la pérdida de los valores primarios y de su recuperación con la enfermedad, de la tristeza y del miedo. Magdalena es un vegetal neto que aún genera fluidos en su eterno estado de letargo y responde sólo a estímulos claros, y lo hace con la lentitud de una brasa que no acierta a extinguirse. Me dice: «Ya no besa a nadie» [a mí me besa con levedad, despacito]... me dice: «Ya no te conoce»... me dice: «Ya no come sola»... me dice: «Apenas se ha movido hoy»... me dice: «No me conoce ni a mí»... Déjala que deslice una sonrisa leve, ríe con ella, juega y vive... pero no te lamentes, nunca te lamentes, coño... o pregúntale a Dios de qué va esta feria mientras le das mil gracias.

Rozar la derrota ya es haber vencido. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Jean Piaget , Mª Carmen Rodríguez Sánchez | Posted on domingo, enero 28, 2007

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Hoy he salido tremprano a desayunar con mis hijos varones [la moza llegó a eso de las seis de la madrugada y sólo atinó a decirme en una extraña melopea somnífera: «tráeme algo rico, papá»]. Pillamos unos colacaos con bollería y reímos juntos un ratillo hasta que Felipe, en el que ya hierve una cabrona adolescencia, me montó su número diario de enfados sin razón. Quería que le diera cinco euros para comprarse no sé qué, y yo le oferté la mitad con la sana intención de negociar, pero se lo tomó mal y puso unos


morritos que aún deben durarle. Si será cabezón, que no pilló los dos euros cincuenta que yo le daba y que volvieron a mi bolsillo. La pubertad preadolescente es poco práctica. Guillermo estaba radiante de felicidad con su desayuno puesto entre pseudoesquiadores de tirilla y nada. Me encanta desayunar con mis mozos.

(11:34 horas) Enredando en mi biblioteca me doy de bruces con una edición de Jean Piaget [«Lógica y psicología»] que me sirvió de apoyo durante el tiempo en el que intenté el estudio de la psicología en la Universidad de Salamanca animado por mi prima Mª Carmen, que inició esa carrerar y podía facilitarme los apuntes mientras yo llevaba mi negocio en Béjar. Pasando las hojas del libro me encuentro con algunas notas manuscritas de aquel tiempo en las que me hago preguntas y saco algunas conclusiones. Hay una que copio porque me ha llamado la atención sobre las demás. Dice: «Si la lógica da un lenguaje bien construido y la psicología necesita claridad en la expresión de sus estudios sobre la operatividad de la mente, entonces deben complementarse la lógica y la psicología»... El resultado de aquellos dos años en los que estuve matriculado en la disciplina de Psicología fue que lo apuntado en la nota no se cumplía ni de lejos, dejándome la idea clara de que esta materia es un invento fraudulento contra el hombre y muchas veces harto dañino, ya que se ampara en percentiles, medias y modas para esteblecer los comportamientos «normales» del ser humano. Tal abuso estadístico tiene graves consecuencias si es llevado a términos generales, pues supone la exclusión de los individuos que no cumplen con los percentiles definidos y no siguen los caminos marcados, de tal forma que cualquier paso dado fuera del camino supone una perversión de la normalidad que desde la psicología se


castiga con la injusta dureza de las «premisas consumadas»... Quien no sigue al dedillo la campana de Gauss de la normalidad que los psicólogos han diseñado en base a sus estudios estadísticos es un ser no válido para conformar el entramado social. No en vano, estos peligrosos «profesionales» tienen ya un enorme poder en la escuela y en el acceso al trabajo [no hablemos de su hambre por solucionar problemas escolares, de pareja o de comportamiento], determinando con descaro quién es válido y quién no en base a presupuestos absurdos que tienen mucho que ver con la comunión molinera [coño, sí, con eso de comulgar con ruedas de molino]. Su trampa está en la interpretación del catálogo lógico de las diversas conductas suponiéndoles unas consecuencias que hasta el día de hoy no tienen trabazón alguna. Dice Piaget que «el álgebra de la lógica puede ayudar al psicólogo proporcionándole un método preciso para especificar las estructuras que emergen en el análisis de los mecanismos operatorios de la mente» y que «desde el punto de vista psicológico, las operaciones son acciones interiorizables, reversibles y coordinadas en sistemas caracterizadas por leyes que se aplican al sistema como un todo. Son acciones, puesto que se llevan a cabo sobre objetos antes de ser realizadas sobre símbolos. Son interiorizables, puesto que se pueden ejecutar mentalmente sin perder su carácter original de acciones. Son reversibles, a diferencia de las simples acciones, que son irreversibles...». Todo esto en una cabeza como la de Jean Piaget, en una mente lógica y bien formada en ese trasunto de acuerdo/convención entre hombres que hemos dado en llamar Matemática, puede tener consecuencias positivas que nunca pasarán de la barrera especulativa, porque... ¿Cómo puede someterse un ser tangible con latido y carne, con células y órganos funcionando por su cuenta, con esa electricidad biológica de la sinapsis, a un trasunto de acuerdo humano en el que las cosas son como son porque estamos de acuerdo en que así sean y no porque realmente tengamos la certeza de que son como son? [siento complicar con palabras lo que en mi cabeza es clarividencia]. Pero si estos postulados que se sostienen en unos eternos pies de barro se le dan como herramienta de uso y abuso a seres anodinos, sin la proyección mental suficiente para entender los límites de esos usos, ¿a dónde puenden llevarnos con sus absurdas decisiones sobre la validez o la invalidez mental de las personas? [Conozco psicólogos a porrillo y –hablando en su lengua estadística– puedo afirmar que no son capaces de ordenar sus vidas mientras


viven y se alimentan de intentar poner orden en las de los demás]. ¿Cómo podemos hacer que paguen sus errores y sus fracasos profesionales, cuando estos errores y fracasos afectan seriamente a vidas tangibles?, ¿cómo se puede permitir que se tomen decisiones importantes con/contra individuos biológicos en base a supuestos matemáticos y a normas que se vienen cumpliendo sólo de forma porcentual, sin medir el posible valor escondido del que es diferente en su proceso mental? Entresaco otro párrafo escrito por Piaget: «Por una parte la psicología no tiene nada de normativo, no investiga cómo se debe pensar, sino simplemente de qué manera se piensa. Por otra parte, se ha dado cuenta pronto de que la inteligencia procede según mecanismos mucho más variados que los que recogen los tratados de Lógica...». Mi postura es que tal materia debiera quedarse en el campo de la experimentación y el estudio hasta que tome el cuerpo justo [si es que llega a tomarlo alguna vez] para poder afirmar con cierto nivel de éxito que está en camino de «verdad» y que, mientras tanto, no abrume al hombre con su parafernalia especulativa para tomar decisiones con efecto real y, muchas veces, equivocado. Sí, lo sé, se me ha ido la olla, pero al ver ese librito rojo y negro he recuperado todas las razones por las que dejé hace ya un montón de años el estudio de la Psicología y lo cambié por la vida simple y llana. Ojo, y no me iba nada mal, que sacaba buenas notas sin asistir a clase y puedo afirmar que hice algunos trabajos brillantes al respecto por aquellos días. El resumen, visto desde esta distancia, es que aquellos estudios me sirvieron para denostar una pretendidad ciencia oficial, igual que mis estudios de Biología durante seis años me llevaron a una percepción del mundo y del hombre tan interesante, que hasta el día de hoy puedo afirmar que son base sólida de cualquier desarrollo mental que me proponga. Sé que no sé nada, pero percibo que he conseguido cierto nivel de criterio personal que guardo como un tesoro y con el que me defiendo mal o bien cada día de cada semana de cada año que pasa. No hay conocimientos acumulados –no me interesan–, hay percepciones críticas de todo lo que me rodea, y eso para mí ya es un punto importante, haber logrado conseguir un lúdico inacabable que va llenando mi tiempo de preguntas a la vez que va esbozando respuestas. Es poco, pero menos es nada.


El equilibrio es una fantasía del desasosiego. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Antonio G. Turrión , Béjar Información , César Yuste , Hijos , Jesús López Santamaría | Posted on lunes, enero 29, 2007

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Ya he leído el libro «Las cinco abejas. Béjar en el siglo XX», de Jesús López Santamaría, y debo decir que de toda la literatura histórica que hay sobre la ciudad tratando el mentado siglo, éste quizás sea el trabajo más aceptable si obviamos el tratamiento a la última decena del siglo. Una cosa me ha molestado –mejor decir que me ha jodido–, y es que no se ha tenido en cuenta como fuente a mi «Béjar Información» para datar esos años, mientras que se extraen datos del monocolorista «Plaza Mayor» para apoyar esas fechas –mala visión de la jugada por parte del autor al no enfrentar datos. «Béjar Información» fue un semanario plural, una tribuna libre y una mirada distinta y veraz –si es que la veracidad existe– de todo el tiempo que cubrió con sus noticias y sus opiniones. Dio voz a un montón de silenciados de cualquier color político y clase social, mostró opiniones crudas y muchas veces encontradas, habló de una historia de Béjar distinta y muy distante de la percibida como oficial, propuso proyectos que llegaron a realizarse –mal, como no podía ser de otra manera– y otros que se quedaron esperando a la mirada de algún estudioso postrero. También creó polémicas impensables en otros medios y destapó asuntos sucios y limpios con documentación y justificaciones. Su muerte fue descanso para los que lo alimentábamos con nuestro trabajo diario y con nuestro dinero [dejo aquí un cariñoso y admirado recuerdo a César Yuste Prieto], pero también vacío, un vacío que no sé si han


llegado a sentirlo más de dos personas de esta ciudad. En su agonía nos abrió los ojos para que viéramos netamente quiénes nos sobaban la espalda mientras nos clavaban puñales... y cambió nuestras vidas y bastantes de nuestras costumbres... incluso aclaró con nitidez cuál era nuestro verdadero círculo de amigos y enemigos. A pesar de ser yo la persona que lo sostuvo hasta el final, no sin grandes sacrificios personales, y sólo apoyado por el bueno de César, no me sonroja decir bien alto que fue un buen semanario, distinto, imaginativo, divertido y libre... como tampoco me sonrojo si digo que nunca se le ha reconocido en su hermoso valor ni como documento fedatario de un tiempo ni como fuente de apoyo para determinarlo [excepcionalmente lo ha hecho alguna vez Antonio Gutiérrez Turrión. Gracias por ello]. Me consuela tener la certeza de que el tiempo pondrá a «Béjar Información» donde se merece y que algún día dará luz sobre esta etapa oscura de Béjar a algún estudioso con ganas y con sentido común. A veces echo de menos esas páginas en blanco que había que llenar como fuera antes de irse a dormir... y se llenaban con dos cojones. Y durante seis años y medio sin faltar una sola semana.

(21:27 horas) Vengo de aprender con Guillermo unas frases para la clase de mañana, pues van a representar un cuento en el que cada niño tiene tres o cuatro frases. Me encanta mi Guillermo cuando hace esfuerzos mentales. Es blanco como la misma nieve y se pone de un precioso color rosado mientras se le encienden las orejillas y repite: «Quédate con tu ciudad, que yo me quedo con mi campo», o mejor: «queeeedateee con tu ciudaaaaad, que yoooo me queeeedo con mi caaaaampo». Le beso fuerte mientras sigue con su perorata


repetitiva. De pronto, sin saber por qué, me dice: «Papá... esto no es importante, ¿verdad?». Y yo le digo que efectivamente no es importante, que lo verdaderamente importante es que estemos juntos poniéndonos rosaditos y con las orejas rojotas. Entonces me da un beso y me prueba... «papá, ¿vemos juntos unos dibujinos?». Vale, le contesto, pero dime por última vez eso de la ciudad. Y me lo dice deprisa mientras pilla el mando de la tele. Felipe es otra cosa ya, medio andando por su cuenta y con la espada de Damocles de un tiempo que no está hecho para adolescentes bailando sobre su cabeza. Hoy le han echado de clase por enredar con un colega... y yo le quiero más cada día y temo más por su futuro. No sé.

Siempre me equivoco como me apetece. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in A. Gadea , Paco Montero | Posted on martes, enero 30, 2007

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No sé con qué intención –aunque la imagino– un tal señor Gadea define como «(casi) hagiográfico» un entresacado de este diario en el que hablo del colega Paco Montero... ni me importa demasiado, la verdad sea dicha. A su amor –al de ese entresacado– sí que me apetece indicar que con ese texto tenía muy claro que apoyaba a un amigo que lo necesitaba en ese momento –no voy a ocultar que Paco anda de capa caída a causa de ataques y comentarios generalmente anónimos que ponen una jodida sombra de duda sobre su persona en los últimos meses y anda valorando la posibilidad de mandar sus proyectos bejaranos a la mierda–. Y no quiero ir más allá porque no me apetece. Francisco Montero es mi amigo –«mi amigo»– y me tiene para lo que precise, para animarle, para discutirle, para reprenderle, para defenderle y para apoyarle... e incluso para hacerle una completa hagiografía, claro, cómo no, faltaría más, que yo siempre he hecho hagiografía de mis mejores amigos. Cuando otros miran y vocean lo malo y sólo lo malo (o lo que ellos consideran malo, que en estos asuntos nunca hay verdades absolutas), es una estupenda salida el contar todo lo bueno de un colega (o lo que algunos consideramos bueno, que en estos asuntos –itero– nunca hay verdades absolutas) para que el ojo lector saque sus conclusiones por contraste. El resumen es un corto y cierro con saludo de ánimo a Paquito.


El señor Gadea continuará... supongo. Que se divierta. [Anoto que no incluiré en esta página comentario alguno del color, sabor u olor que sea... no me apetece].

Con estos mimbres vamos a perder el tiempo. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in A. Gadea , Abuelo Felipe , Paco Montero | Posted on miércoles, enero 31, 2007

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Casi hagiografo, coño... me ha hecho gracia. Zumba el pastel y alguno no acaba de entender que somos a medias, siempre a medias; que nada es blanco entero o negro puro, que lo bueno se subsume en lo malo y viceversa, que en el empecinamiento está tanto el error como en la flaccidez de ánimo. Llevo ya unos años pisando la frontera del «todo me toca los cojones» y ya me he acostumbrado a vivir en ella, un pasito aquí y otro allá. ¡Ay!, la vida... con el hombre ocupando el centro en un «siempre» hasta que se acabe, haciendo causa de lo que no tiene sentido porque simplemente no existe... Mi abuelo murio de eso; bueno, lo mataron por eso. En fin... Qué bonito debe ser trabajar de funcionario de lo que sea. Y también debe ser muy bonito conocer exactamente el origen de la culpa, la propia y la ajena. A mí me contaron de chico –y lo creí– que el hombre es «hombre» porque se supo dotar de una organización sujeta a ciertas normas que deben ser norte a pesar de que no resulten cómodas. Y desde este punto de vista siempre me ha jodido un punto detenerme en lo anecdótico, de tal forma que no entiendo que se cargen los misiles contra el que cumple una norma mal trabada y se deje sonreír y respirar al que la dictó y la mantiene. ¿Quién coño es el culpable? Y no hablo de moral, que es un abstracto lábil y demasiado personalizable; hablo de lo escrito para ser cumplido. Hay que minar al sistema y a quien lo dicta, y no al que vive en él y se adapta con inteligencia –que a veces es el que mejor sabe minarlo–. Algunos se morirán sin entener nada, y lo harán felices de haber tenido sólo pequeñas inquinas y tontas disputas. Lo que más me duele es que quiero a esta tierra, la mía, la que me vio nacer y


recoge a todos mis muertos, la que mantiene a mis hijos –tengo tres propios y dos ajenos [de color negro]–... y la veo siempre nadada en una genética común de desánimo destructivo –y esto viene desde mucho antes de que el duque se trajinara a algunas de nuestras ancestras–. Debe ser una maldición finisecular o una especie de «andancio» nativo y eterno. Y si Béjar no da hombres capaces de sacarla adelante –que no los da ni a tiros–, habrá que dejarse querer por alguno de fuera que sepa poner nuestra miseria en apartados y empezar a darles salida. Oye, y como muestra un botón, que hace un par de semanas me enteré de que la herencia del bueno de Girbal se la van a merendar los juzgados y sus hienas porque tres instituciones bejaranas no se ponen de acuerdo en cómo biengastar esos fondos –pocos–. Si no somos capaces de gestionar un pequeño regalo de alguien que tuvo que irse de aquí para triunfar, cómo vamos a sacar adelante lo complejísimo de este pueblo.... Eso sí, vengan palabras altisonantes, que en eso somos Giness... «Esto se cae... Esto se hunde... Esto no se puede hacer... Algo habrá hecho mal para estar donde está...»... A la puta mierda con todos, a la puta mierda... porque en el entretanto se van jodiendo el tejido industrial, el turístico, el social y el económico. Prefiero mil veces a un malvado con ideas positivas y capacidad de crear sinergia que a un bendito funcionario de buenas intenciones experto en poner pegas puntuales sin dar soluciones viables, que eso ha sido Béjar siempre, un puñetero paraíso de funcionarios de buenas intenciones expertos en el «ni como, ni dejo comer». ¡A la mierda! Antes los respetaba e incluso los admiraba, coño. Ahora me producen picores. Y luego esa otra coña de «Empresarios Ejemplares Bejaranos» con capacidad de salvar la patria. Si aquí ya no pasamos de un par de viejos trapeides y algún concesionario de automóviles... ¿Empresarios?... ¡¡¡Tenderos!!!, coño, tenderos y representantes de comercio... vaya tejido industrial y vaya mimbres. [Hoy he recibido cinco mensajes telefónicos anónimos y agresivos en los que se me insulta y amenaza por defender a Francisco Montero. Vamos bien. Anoto aquí el agradecimiento al señor Gadea por poner su nombre junto al mío, aunque sea para tener opiniones encontradas, que de bien nacidos es ser agradecidos, y uno siempre ha respetado al que va con su nombre por delante].


La verdad siempre resulta triste. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Sentimientos | Posted on jueves, febrero 01, 2007

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Quizás el nivel de aislamiento dé la medida de la vejez particular, y no sea el tiempo en su decurso el que tome tal decisión. Uno envejece socialmente –lo social lleva a lo físico– en la medida en que va siendo aislado, no tenido en cuenta para la toma de decisiones. Cuando alcanzamos la madurez (?) solemos ser centro de la mirada de nuestro núcleo cercano, ya sea social, familiar o profesional, buscando siempre la dirección a seguir. Ahí ocupamos la cumbre y marcamos el camino –mal o bien, que eso casi nunca se sabe–. El hijo se refugia en la seguridad del padre, el aprendiz en la del obrero experto y el político imberbe en la del político avezado y curtido en mil batallas. Entonces eres de alguna forma imprescindible... Después, cuando el hijo crece, el aprendiz aprende y el imberbe político se curte, empieza a llegar poco a poco el aislamiento, que se va notando por esa sonrisa amable que se posa en la cara de la gente, una sonrisa que alumbra su seguridad e indica taxativamente tu prescindibilidad. Ya en la vejez particular, hay que tomar ciertas medidas para no limitarse a sobrevivir o a sobremorir. Comete grave error quien busca razones y modos con los que volver a hacerse necesario. El momento es crítico y lleno de belleza si se sabe gozar, pues en ese punto de no retorno es justo donde puede empezar a reinar la palabra dicha como verdad necesaria. Saber que uno puede empezar de nuevo a nombrar las cosas y a adjetivar a los hombres y sus hechos como le salga de los mismísimos cojones. Morir habiendo dicho exactamente todo lo que querías decir es una de las mejores ventajas que trae el aislamiento de la vejez. Lo malo es que los viejos terminan siendo miedosos en su mayoría y no se atreven a retar con palabras a ese más allá que sólo es vana esperanza.

Me da la sensación de que la delicadeza es autodestructiva.


Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Manuel García Blázquez [Pintor] | Posted on viernes, febrero 02, 2007

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Una inminente exposición en Madrid del colega Manuel García Blázquez me lo ha traído de pronto como caído de ese otro tiempo salesiano [expone en la galería Zúccaro, de la calle Hermosilla, desde el día 19 de febrero hasta el 10 de marzo]. Mi trabajo de impresor ha hecho la magia, pues ha tenido el detalle de encargarme el folleto para esa muestra. Mi reencuentro ha sido fugaz, lo justo para realizar su encargo mientras yo le daba seguridad en el resultado y Manolo dejaba asomar su tranquila timidez y su pausa de corte romántico. Hoy le acerqué el resultado de mi trabajo hasta su casa de El Castañar, una delicia de lugar que transporta a otro tiempo y a otra sensibilidad que me gustan [recordé entonces que hace tiempo envidiaba su gesto de llevar un botón antiquísimo sobre la solapa]. La visita fue breve porque Manuel es muy amable, pero emana distancia. Al llegar a mi estudio examiné las láminas de sus cuadros con tranquilidad y me sugirieron poemas de Pessoa y canciones de Caetano Veloso, eso y cierta sensación de paz decadente que me encanta. Sé que va a vender, porque su obra está bien trabada y domina la técnica con verdadera maestría. Tengo que acercarme a Manuel para que me enseñe sus trabajos de cerca, que me apetece de verdad. Suerte, hermano.

La razón a veces sobra. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Edward Burne-Jones , Filosofando , Francis Ponge , Miguel Casado , Pavese , Sobre El Proceso Creativo | Posted on sábado, febrero 03, 2007

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Si algo envidio de ti, amigo Alberto, es la magnífica gestión que haces de tu instinto cuando el azar tiene tanto que ver en los resultados. Instinto y azar que sabes favorecer siempre con la reflexión precisa. Yo siento que ahí hay algo alquímico para lo que hay que estar dotado y formado. Y luego el dominio del tiempo, el saber escoger el grado exacto de calor en un segundo, el lanzarse a la obra candente como un suicida para intervenir en ella con un juego enervante de triunfo o desastre. Sí, Alberto, ya sé que el instinto es una mecánica incierta de la mente, un gesto de hormonas que apenas responde a pensamientos previos y elaborados, quizás hasta una suerte... pero su valor reside en que te dota de una calidad animal de la que el hombre ha desertado y te acerca a un orden bioquímico que para el hombre es caos. En el instinto es tu naturaleza química la que busca salidas posibles y viables, y en él eres profundamente idividual, porque el latido es tuyo y para ti, dado que el otro es una química distinta y distante. Con el instinto juegas en unos límites a los que la razón nunca sabría llegar, y en esos límites es donde se roza el descubrimiento y la innovación. La razón siempre lleva a instalarse en la media y escalar desde ella hasta lo original, lo que predice caminos difíciles en los que, para brillar, debes jugar a desestructurar, a deshacer, a desmadejar... para poder ir descubriendo caminos nuevos y alternativos. Desde la razón siempre tendrás que valorar al otro y estimar su reacción y las consecuencias que ella te depare, encontrando con harta frecuencia barreras insalvables que no proceden de ti. El instinto no se viste con esas reglas ni con esos obstáculos, pues sólo mide los aspectos de gozo individual como acicate y los de dolor como prevención. Como ves, Alberto, la mejor forma de saltarse al otro es no pensar en él y


dejarse llevar por la intiución particular, por el latido, por la prisa de hacer y deshacer... de esta forma se precipita el proceso de acierto/error y se gana un tiempo precioso en el que el aprendizaje es rápido y sabe ofrecer resultados. Yo, amigo, cada día fío más a mi instinto, aunque luego pongo la razón como apéndice postrero, lo que me ayuda a interpretar mis gestos y, por qué no, a dotarlos de literatura y máscara; es decir, a adaptarlos al mundo «normal» de los hombres para intentar sumarlos a esa «media» en la que está instalada la razón. Y soy más feliz, y me siento más vivo.

(17:00 horas) Rematar la lectura de la obra de Francis Ponge me ha resultado arduo y trabajoso. He accedido a él desde una edición bilingüe de Miguel Casado [«La soñadora materia»], y debo decir que estoy agotado de color y de naturaleza... a la vez que decepcionado por una poesía que no soy capaz de entender, de la que dicen los «entendidos» que es creadora de espacios... Y tanto, coño. Y ya vuelvo a estar harto de la literatura de la dificultad, del decir escondiendo, de la tensión sin resolución posible. Ahora necesito palabras claras y conceptos concretos que se me muestren diáfanos y no me enreden en un apretar que ni quiero ni busco. El mal de la Literatura es el rodeo churrigueresco y el jodido retruécano. La poesía de Francis Ponge no me ha gustado nada... Seguro que es mi culpa. (18:25 horas) En un pasaje inteligentísimo de «El oficio de vivir», Pavese argumenta que «la única y exclusiva razón de la moralidad individual es que un día morimos y no se sabe lo que viene después». Tan vivo como siempre, el magnífico poeta y altísimo pensador lleva esto al terreno de la política para indicar lo que sigue: «La razón por la que en política se permite cualquier porquería y el criterio es astuto/necio, y no bueno/malo, parece ésta: el cuerpo político no muere y, en consecuencia, no responde ante ningún dios». QuÉ bonita forma de llamar inmorales a los políticos. Se arman unas proposiciones al gusto, se silogismean y se escupen verdades sin paliativos bien armadas en la lógica.


Políticos inmorales para destruir lo que les hace permanecer y para permanecer por lo que destruyen. Viene esto a que ando mirando las noticias sobre la manifestación convocada hoy en Madrid por el Foro de Ermua y veo con claridad la manipulación política de un Partido Popular que utiliza a las víctimas de ETA con fines espurios y partidistas. Ellos son el centro, la cabeza y el culo de una protesta que sólo existe para dar pábulo al terror y llevarse la carnaza en votos de mierda con los que jugar al ordeno y mando, con los que hacernos ser un país beligerante con el gobierno asesino norteamericano y con los que inflarse a ganar dineros con prebendas constructoras en un camino despejado de «rojos». El PP hace de la INMORALIDAD muy buena caja mientras logra que a los ciudadanos de paisano nos dé verdadero asco la política. Yo no puedo hacer nada más que llamarlos a voces ¡¡¡INMORALES!!! mientras siento cómo el miedo me hace temblar ante estas nuevas falanges, más fascistas aún que el carnicero Caudillo, y más frías. Me jode decir lo que voy a decir, pero estoy seguro de que se frotarían las manos si ETA volviese a matar. Quizás es lo que buscan. ¿Qué poesía me gusta? Siempre la que va acompañada de descubrimiento, la que me obliga a escribir, la que rompe algo adentro... ¿Qué poesía no me gusta? La decorativa, la que busca dificultad para expresar sentimientos vivos y sencillos, la del alarde, la que se abstiene del sentimiento y se queda en la estética del decir... Siempre espero que mañana sea el día de acabar con este diario para volver a escribir de verdad, pero mañana siempre es mañana y este diario es lo único tangible que tengo en las manos en los últimos tiempos. Mi escritura es un fin en sí mismo.


(22:17 horas) Hay un retrato femenino inacabado de Edward Burne-Jones, que lleva por título «Hope», en el que me detengo con frecuencia cuando miro un libro de arte que guardo en mi biblioteca sobre el pintor [tengo marcada la página con un separador antiguo para volver a él cada vez que puedo]. Expresa mi ideal de belleza de una forma inimaginada: pelo rizado y rojo, recogido sobre las orejas, perfecta simetría en el rostro, nariz pequeña, ojos entre tristes y agresivos mirando a otro lugar distinto a mis ojos y con un arco de cejas inigualable, labios carnosos sugiriendo amargura mezclada con algo dulce, mentón redondeando una cara cuadrada, un cuello de vasija delicada, de corza, largo, interminable, llamando al beso... y una mano apuntada aguantando una pieza de fruta.

El hecho de que el cuadro no fuera acabado por Burne–Jones le aporta un halo de misterio que lo hace mucho más interesante. Me quedo siempre absorto ante esa visión de belleza tangible, ante la pregunta


del pensamiento de la modelo, ante esa tristeza que se patentiza en uno de los cuadros más bellos que conozco.

Cada hombre es un mundo por hacer que se va deshaciendo. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , De Poesía , Filosofando , Sobre El Proceso Creativo | Posted on domingo, febrero 04, 2007

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¿Cómo he llegado a ser profundamente ateo y gozosamente existencial? Sinceramente, negar la existencia de un dios es fácil y, además, los hombres de dios te ponen el camino diáfano. Otra cosa es demostrar y demostrarse que no hay un ente anterior y creador y, a la vez, posterior y destructor. ¿Cómo demostrar lo que no existe si no hay parámetros a los que atarse? En este caso sólo se puede argumentar en la demostración la idea que el hombre se ha hecho del concepto «dios», y desde ese punto también es relativamente fácil llegar a la conclusión deseada, la que se quiera, por supuesto, que es cuestión de retórica y no de «verdad». Ser ateo, en todo caso, es mucho más difícil que ser creyente, mucho más peligroso y mucho más incómodo. Mi ateísmo niega la existencia de un dios y se preocupa de forma individual por los negativos efectos de esa creencia en las personas de mi alrededor que, por ella, pueden inducir variables en mi existencia que no quiero. Es decir, dios no existe, pero su idea y su creencia en él son capaces de afectarme y de


modificar mi entorno. Así pues, estoy en la lucha de no creer y en la de protegerme del creyente que toma su creencia como verdad tangible y la extrapola al medio con fuerza real llegando incluso a ser agresivo hacia el no creyente. Además de ateo, me encasillo sin reservas en una suerte de gozo existencial [parecen términos contradictorios, pero aseguro que no lo son, pues puede gozarse del pesimismo existencial precisamente porque desde la seguridad de ser «un hombre lanzado al porvenir» todo se hace más intenso, cobrando cada acto un valor que no pueden degustar los que esperan «otra más alta vida», pues se goza lo que se agota sabiendo que no volverá y se goza lo que se comienza sabiendo de antemano que tendrá un final preciso]. En mi existencialismo lucho por la individualidad como raíz y norte, una individualidad que después del hallazgo se extienda a lo social para «compartir» sin el apellido de «propiedad»: Yo creo –de crear– en lo individual y echo al mundo lo creado con libertad de uso [no me parece que esta idea se pueda dar de cara con los conceptos socialistas o comunistas... sí que los tergiversa en su esencia, pero comparte sus fines y hace que se llegue a ellos con más brillantez y mejores posibilidades de éxito]. Por tanto, tengo claro que soy un hombre único, con existencia individual y con un definido principio y un seguro final; que estoy en un proyecto de vida que me trabajo a diario y que igual que tomo lo que considero positivo de otras individualidades, entrego sin preguntas lo que haya nacido y crecido en mí y pueda ser utilizado por otros, ya que considero que cualquier descubrimiento humano pasa a ser universal – por pequeño o vano que sea– y entra a formar parte de la genética de las generaciones posteriores sin esa mediación de corte capitalista que se llama «propiedad intelectual» y que no es más que intentar sacar un provecho material de lo que pertenece al humano como especie en evolución [en este punto es un ejemplo claro el asqueroso negocio que hacen las multinacionales farmacéuticas dejando morir a millones de hombres mientras tienen las fórmulas para la curación de sus males metidas en cajas fuertes esperando a que multipliquen sus ganancias]. Ésa es la justa inmoralidad del imperante sistema capitalista. En mi individualidad, igual que tomo del otro, doy y comparto. Y el gozo llega de ambas direcciones del camino... igual que llegan la soledad, el temor, la sensación de acabamiento o la tristeza. ... También procuro ser hedonista cuando se tercia.


(17:21 horas) Ando engolfado, Alberto, en explicar lo combativo de mi poesía para dejarlo escrito y que no se hagan interpretaciones ajenas a mi intención, como más de una vez ya han hecho algunos críticos, hasta el punto de no reconocerme ni en los trazos de mi obra como base de sus argumentos peregrinos, ni en lo que terminan afirmando sin conocimiento alguno de causa. Afirmo mi interés decidido por lo confesional enmarcado en una expresión simple y clara; lo confesional como hilo conductor de una experiencia personal de vida que deje un latido de mi mundo prosaico unido al devenir de una sociedad que me ha colocado justo donde estoy: Desde mi tacto directo intento mostrar el decorado de un sistema que corresponde a mi tiempo, un decorado en el que cada día y cada noche represento mi papel y que considero que debe ser esbozado poéticamente y éticamente como percepción directa e individual de un tipo que pisa la calle en estos días. Por ello apenas toco temas que me sobrepasan o se salen de mi círculo vital [excepto los relativos a los sentimientos más profundos], pero intento hacer un juego de alta dificultad, que no es otro que dejar indicios de lo universal desde lo absolutamente personal. Por eso desnudo mi vida, me desnudo, porque me considero un tipo mediocre que responde perfectamente a los percentiles aceptados en este tiempo, y al mostrarme desnudo pretendo desnudar también al hombre de mi tiempo. Así, para hablar del hombre de mi tiempo y de sus miserias, hablo de mí mismo y lo hago en primera persona, pero siempre con la intención de que ese «yo» sea siempre un enorme «nosotros». Con lo antedicho afirmo mi decisión constante de aportar en mi obra una importante intención política que no sé qué dimensión tiene, pero que me parece preclara cuando los poemas se leen con distancia y se sabe ver en el individuo que los protagoniza todo un grupo social que hoy late y respira. También es poesía de combate, también, porque desde el existencialismo que la hace nacer siempre se dan claves para la rebelión contra todo y contra


todos, incluso contra uno mismo. Y no es una poesía de combate hecha al modo de los poetas de guerra, con la voz altisonante y una clara arenga cada tres versos, es una poesía de combate diario y callado, pero con la clara misión de hacer sangre y herida en órganos tan sensibles como la moral, la humillación, la solidaridad, la justicia y la aceptación de una vida anodina. Para mi poesía siempre busco música, una música que sale del heptasílabo y del octosílabo [en los que me entreno casi a diario junto a la itálica forma del soneto, en el que me siento como pez en el agua a pesar de que apenas decida publicar algunos pocos de cuando en vez], e incluso fuerzo a veces esa música y la patentizo con rupturas estéticas de rima interna que resultan tan imperfectas como el tiempo en que vivimos, de tal forma que algunas veces busco el poema malo como expresión de un tiempo malo, de tal manera que hasta la forma sea combativa y rebelde: El poema es espejo del tiempo en que se escribe... hasta espejo formal. Sé, amigo Alberto, que al hacer esto corro riesgos, pero lo hago con conocimiento de causa y pensando siempre en que la forma también es indicativa y vindicativa del contenido del poema. Alguien podrá decir: «Este petulante escribe con la intención de permanecer»... y no se equivocará, porque en mi narcisismo estoy decidido a que alguien alguna vez se sirva de mis palabras para explicarse este tiempo de otra forma, y esa es una razón esencial en mi escritura, ésa y la de curarme en salud echando toda la mierda de la cabeza en pequeños o grandes vómitos.

Envejecer es esperar cada día un poco menos. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Isabel Huete , José Luis Morante , Lara Cantizani , Luis Alberto De Cuenca , Marcela Lieblich , Ramón Hernández Garrido , Santos Jiménez | Posted on lunes, febrero 05, 2007

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Llamada de José Luis Morante con el proyecto de acercarnos a los encuentros de Punta Umbría en Abril [¡¡¡Guay!!!], respuesta hermosa de Ramón H. Garrido [mil gracias, colega], invitación chuli de Isabelita Huete para verla en el Ateneo de Madrid y cierre de la exposición que coordina Marcela Lieblich para el CESIC [«Ciencia y Literatura» en el Espacio Sins Entido, que está en la calle Válgame Dios, nº 6, justo al ladito de Chueca], en la que participo cono autor junto a colegas como Luis Alberto de Cuenca, Santos Jiménez o Lara Cantizani. El resto del día, para olvidar. La felicidad se acerca más a quien es eficaz en lo suyo, pero también al que busca el vacío quitándole importancia a lo que no sea imprescindible para sobrevivir [en el fondo, este tipo también es eficaz en lo suyo]. Yo ahora me siento feliz despreciando al que considero que merece desprecio y queriendo con intensidad al que considero digno de aprecio. También soy feliz, profundamente, cuando intento pintar o cuando me enredo en un poema, aunque sea un poema doloroso o una pintura trágica. No soy feliz cuando pienso en el futuro de mis hijos o cuando veo a los perros del PP dividiendo otra vez a la gente con la que comparto espacio y risas. Pero ser feliz no es un fin que busque con vehemencia, pues me encanta dejarme llevar y que los segundos de felicidad lleguen por sorpresa. Y ya voy poniéndome viejo, y por eso estoy solo o un poco más solo cada día... No puedo decir que no espero nada, porque mentiría. Espero mucho de mí y nada de los demás, que es justo lo contrario de lo que esperaba hace diez o quince años. Hoy me quiero más que antes y he reducido sensiblemente el número de personas a las que quiero de verdad.


El hombre libre es un hombre solo. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Filosofando | Posted on martes, febrero 06, 2007

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Sólo me cabe la «posibilidad», pues estoy vivo en la medida en que encuentro abiertos sus caminos para hacerme [no para deshacerme], porque morir es estar hecho. Y vivo con intensidad porque soy consciente de que puedo elegir, es decir, porque me siento libre de poder elegir. ¿Cómo puede imaginarse un hombre que no sea proyecto hasta la muerte misma, un hombre sin posibilidad de elección? A mí me resulta imposible imaginarlo. Hasta el hombre privado de todo puede escoger entre reír o gritar, entre morir o sobrevivir... Hasta el hombre condenado a muerte tiene su mente para valorar posibilidades y escoger entre ellas. Y es de ahí de donde emana la libertad, que no es otra cosa que saber que cuentas con una baraja de posibilidades y puedes elegir entre ellas. Claro, esta valoración de la libertad no concuerda, si la miras bien, con ese ideal grandilocuente con el que todos gritamos la palabra «libertad». No existe así, no. Y luchar por lo que no puede existir es darse de narices con un muro indestructible. La verdadera libertad está en lo pequeño, en la opción de la posibilidad y en cada una de las decisiones individuales que tomamos sobre ella. Ser libre es estar en el camino, sólo eso.

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Lo peor es que uno existe aunque no quiera. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in | Posted on miércoles, febrero 07, 2007

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Me llamó Juanjo Barral algo preocupado por mi silencio [le tranquilicé enseguida]. El hombre no sabe que ando huido de todo y de todos desde hace unos meses, que no me apetece comunicarme con nadie porque no quiero trasladar el mal rollo que llevo encima a mis buenos colegas. Seguro que lo entiende, como seguro que lo entederán también Jesús Urceloy, Marisol, Maite Iglesias, Morante y todos y cada uno de mis amigochos. Cuando tengo mal rollo particular me escondo, eso es todo.

savonarolia 3 [máscaras]

Las aves son pensamientos sin vuelta. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos , Mª Ángeles García , Ricardo Luis Moral | Posted on jueves, febrero 08, 2007

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No fui dado nunca a los signos ni a las premoniciones. Advierto y sigo. Hoy cumple ocho años mi niño Guillermo, ocho años que hace ahora de la noche bellísima y terrible en que su madre lo puso en el mundo. Guillermo se deslizó aquel día entre las piernas de su madre mientras paseábamos por los pasillos del pabellón de Ginecología/Obstetricia del Hospital Clínico de Salamanca obligados por la comadrona de turno para propiciar el parto. Guillermo cayó de pronto y sólo mis manos y las de Mª Ángeles evitaron que su cabecita se golpeara con el suelo. Todo fue mágico y trágico, pues mientras su madre se desangraba en una sala de partos que semejaba la escena de una película gore, yo me quedé una hora a solas con mi niño desnudo alumbrado por una lámpara azul que le daba calor y envuelto aún en el sebo amarillo que traía de abrigo. Nos miramos los dos durante una hora eterna. Él ajustándose a los rigores del mundo y yo temeroso por la vida de su madre.

Hoy salí a las seis de la madrugada camino de Mérida para realizar un trabajo urgente que nos había requerido un cliente. No sabía cuántos días podría faltar de casa, pues no tenía valoración temporal para realizar ese curro, pero contaba con un mínimo de dos días. Iba a perderme por primera vez en mi vida el cumpleaños de Guillermo, y eso me jodía un punto [a él también, que echó unas lagrimillas cuando se enteró de mi viaje urgente]. Lo tomé con


resignación, pues no andan las cosas para ir dejando trabajos sin hacer, y me fui con Ricardo hasta la capital extremeña. Ya allí, se empezó a producir la bella coincidencia de la que quiero dejar palabras.

Cuando llevábamos aproximadamente una hora de trabajo, nuestro cliente cambió sus planes de forma sorpresiva, indicándonos que el trabajo que debíamos realizar se dividía por tres [había contratado con nosotros el mateado de veintisiete grandes lunas y lo redujo a sólo nueve, eso sin detraer un euro del presupuesto que nos había aceptado, pues entendió que era su voluntad y no debíamos padecerla nosotros (¡)] Todo se ponía de perlas para mí y para Guillermo. Sonreí desde ese instante y aún sigo con la sonrisa puesta. Trabajamos con eficacia y a la una de la tarde ya estábamos camino de Béjar. Reí, fumé, llamé a mi Guillermo para darle la noticia de mi pronta llegada y conseguí que el camino se me hiciera más corto que nunca.

Al llegar a las estribaciones de Hervás, justo subiendo hacia Puerto de Béjar, aproveché que la lluvia había parado para abrir la ventana de la furgoneta y juguetear con mi mano a cortar el aire –íbamos muy cargados y la velocidad no pasaba de 80 km/h. De pronto sentí un golpe punzante en mi mano y la


metí rápidamente para mirarla. Tenía una pequeña mancha de sangre en ella, pero no era mía. Ricardo vio perfectamente cómo un pajarillo chocaba con mi mano y caía inerte al asfalto. No fue un signo, que nunca creí en ellos, pero la muerte se convocó de nuevo en mi memoria como hacía ocho años, la muerte y la vida en un mismo sentimiento, la alegría y el temor... Ya en casa, besé muy fuerte a Guillermo y le saqué de compras para que escogiera el regalo que más le apeteciera. Se decidió por un par de juegos para la PS. Se los compré mientras sentía que la muerte del pajarillo por el azar de mi mano era un trágico tributo a no sé qué.

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Una escalera a veces es más que un hombre. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Edmund Husserl , Ricardo Luis Moral | Posted on viernes, febrero 09, 2007

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No estoy hecho para subir escaleras; nunca participé de esa genética del riesgo y ahora me llega un jodido «a la vejez, viruelas». Hoy salí a hacer un trabajo de calle con Ricardo para el que tenía que subir a siete metros de altura con el fin de hacer una rotulación y me resultó imposible. Sentí pánico a esa altura pobre y miserable mientras él, Ricardo, hacía todo tipo de monerías en la


cúspide de la puta escalera de tres tramos que se cimbreaba como su puta madre. Dejé el trabajo y me escondí en la imprenta, pero Ricardo no lo entendió [no lo entiende]. Cada uno está trazado en una genética que le marca profundamente y los usos de ella no pertenecen al mundo de la pericia, sino al de la posibilidad o la imposiblidad. A mí me resulta imposible subir a siete metros de altura en una escalera, y me gustaría hacerle entender a Ricardo que lo que para él nada en la facilidad, para mí es un jodido abismo. Supongo que si le propusiera asuntos para los que yo sí estoy genéticamente dotado y él no, entendería perfectamente mi pavor... Pero no merece la pena hacer el gesto de la explicación cuando quizás el problema radique en que no se está en el plano [genético] de recibirla. Yo me asombro ante su pericia y, por supuesto, la temo... temo verle usar la facilidad en el riesgo y sé que no nací para titiritero, o sí, pero de la palabra. Quizás la armonía entre personas radique en saber entender las dificultades del otro y no forzar las situaciones... porque sería jodido que cada uno machacara a los demás abusando de las propias pericias. Y que conste que a este tipo le aprecio un montón, pero no sé si es que yo no sé llevarle o él no sabe recibirme. Prometo trabajarme con interés este asunto para que vuelva el nivel a su lugar, el de descanso. Sé mis límites físicos y psíquicos y no quiero traspasarlos. Sólo eso.

(22:25 horas) He leído a trompicones, pero apasionadamente, los cuatro volúmenes de «Investigaciones lógicas», de Edmund Husserl, en los que se desarrolla toda la teoría de la reducción fenomenológica para llegar a la esencia. Y es de una complejidad simple [no entran los dos términos en


contradicción porque no me da la gana] el llegar a la conclusión de la «epokhé» [guardo lo conocido –mejor lo ya sabido– entre paréntesis mentales y me quedo con la esencia]. El problema surge cuando un tipo como yo intenta poner en práctica lo que «el palabro» enuncia... No sé hacerlo, no sé poner entre paréntesis lo que ya sé para intentar llegar a la esencia... y me quedo frustrado. Entiendo el proceso, comprendo la teoría de la reducción fenomenológica, pero no sé utilizarla ni aún llegando a un grave estado de extreñimiento de tanto darle vueltas. ¡Bah! Admito que admiro a Husserl, pero siento que necesito filósofos que hagan fáciles mis procesos interpretativos. Me fumo un cigarro y pienso.

savonarolia 2 [el gesto es la mejor palabra]

El círculo se cierra sólo si tú lo decides. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Baudelaire , De Poesía , Javier [Mi Sobrino] , Javier Tapia , Jean Moréas , Mariano Cela , Vicente Manso , Ángel Martín Bueno | Posted on sábado, febrero 10, 2007

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Mañana chuli con regalón de mi sobrino Javier [el jodío me ha traído una máscara veneciana de la Venecia misma. Regalo carnavalero para imaginar. Gracias, tío]. La tarde, perdularia por azar: Café con Alberto tranquilo y segundo café con el


mismo Alberto y con la salada suma de Vicente Manso y Mariano Cela [cuántos años sin echar un parlaíllo con esta gente]. Hablamos de los hijos, de la vida y del pasado [el barrio, las pandillas de Los Praos, el rascacielos y la plaza; de Javi Tapia y Angelito Bueno, del jodido perro Jano (encarnación fallecida del Diablo) y de otros asuntos tan baladiseros como entrañables. Pasé un buen ratillo.

savonarolia 1 [ortotipografía]

(23:28 horas) Cuando el pocholo Baudelaire andaba a la greña simbolista metiéndole misterio a lo suyo, no sabía que un tal Moréas iba a definirlo como «Ennemie de l'enseignement, la déclamation, la fausse sensibilité, la description objective» en una suerte de manifiesto grandilocuente que poco tenía que ver con la justa realidad y tendía a separar a las gentes de pluma o/y pincel en apartados estanco que nos traen a un mondongo día de hoy en el que nadie sabe dónde está, de dónde viene o hacia dónde camina con sus pasos pictóricos o literarios. Sí, bien, de acuerdo... eran tipos interesantes [todos, coño, todos... los simbolistas, los materialistas y sus consiguientes putas madres... todos]... y el pocholo Baudelaire se quedó como pasmado, con una cara de zangolotino que se nos ha quedado puesta para siempre a los que, después de leerlos y disfrutarlos con la vista, nos ha dado por andarnos la vida con estos remilgos creativos. El arte y la literatura son eso: arte y literatura, sin más pollas en vinagre, sin más milongas estatutarias que sólo sirven para hacerle la minga un lío a los que estudian y subirles las crasas nóminas a los que enseñan. Voy a tener que hacer un «manifiesto» por la universalidad de lo individual en las artes y las letras, que cada uno es cada uno y seis son media docena.


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Soy independientemente de que tú quieras ser. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Agrupación Socialista Bejarana , Cipriano González , Filosofando , Thomas Hobbes | Posted on domingo, febrero 11, 2007

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La idea del individualismo que alumbró Hobbes ponía a la sociedad en un lugar que me gusta: «La sociedad es simplemente un instrumento que nos ayuda a proteger ciertos derechos y a producir algunos bienes en mayor cantidad». Sé


que la proposición peca de simplista y, por tanto, admitiría millones de argumentos en contra, pero me gusta a rabiar. El individuo como responsable íntegro de su moral y su ética, generador de derechos y usos, y generador de una secuencia de libertad [o hacia la libertad] que muy bien podría entroncar con la idea de «hombre» como posibilidad única y lanzado a la vida. Hombre para escojer y decidir, para avanzar o retroceder... y nunca «hombre» en función de lo social, sino en función de lo individual. Desde esta persepectiva –bastante más trabada, por supuesto– deben desaparecer los valores preestablecidos y fijados por el pasado social y ser enunciados de nuevo con la magnífica capacidad de ser susceptibles de los cambios –por razón demostrada– que les apliquen los individuos. Es decir, llegar a definiciones flexibles en cualquiera de los valores que se tomen, tales como, por ejemplo, la moral, la política, la ley... consiguiendo eliminar la rigidez conservadora que lleva inexorablemente al anquilosamiento de lo social por la justa parálisis del individuo sometido a ella. No servirían entonces las absurdas decisiones basadas en los percentiles, en las medias y las modas, con lo que se caerían de raíz bastantes «paraciencias» –léase la psicología, por ejemplo– y se daría vía libre a la conformación de nuevos parámetros en cualquier estadio del conocimiento humano y de la interrelación entre individuos [tú y yo, individuos afectados por un problema, somos capaces de arbitrar las normas a las que queremos someternos sin considerar el acuerdo genérico social... y lo hacemos libremente sabiendo que no perjudicamos a otros individuos que desean regirse por esa norma... y lo hacemos sin temor porque el individuo está por encima de la sociedad siempre que no interfiera de forma negativa en otra individualidad]. Joder, sé que me pongo pesadito, pero necesito argumentos que vayan poniéndole luz a este viaje. (18:24 horas) Ahora que los políticos que se duermen en las cortes parece ser que van a poder dormir en casa, se confirma la elección de la Agrupación Socialista Bejarana de su alcaldable, el colega Cipriano González. Sólo nos queda saber con quién irá en este viaje, si formará equipo sólido o tendrá que ceñirse a la bicha personalista por falta de mercadería humana con ganas de joderse la vida en política. Creo que la elección es la correcta, pues Cipriano tiene un tirón muy interesante entre la gente, pero también es muy importante saber escoger el segundo en la sombra, un segundo que sepa poner solidez a la alta


representación que Cipriano seguro hará como futurible alcalde de Béjar. Los palos del sombrajo son pocos para esta tirada, pero no importa, porque habrá masa detrás. Lo fundamental es que se prepare un programa sólido, de futuro, sin mirada electoralista, que se tome con seriedad el planeamiento de ciudad y se lleve a cabo con sensatez y buen juicio. Les deseo suerte... una hermosa suerte de izquierdas, que ya se viene necesitando.

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Grave tarea la de desexistir. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Hijos | Posted on lunes, febrero 12, 2007

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Hoy, a la hora de la comida, me dice mi Guillermo [comenos los dos solos todos los días de diario y somos compañeritos]: «Papa, ¿de dónde salen los raviolis estos que nos comemos?» [él llama raviolis a los tortellini]. Y yo le digo que se hacen con trigo, con harina de trigo... « y el trigo, papá... ¿quién lo


inventó?»... y yo dudo y le respondo que no lo inventó nadie, que lo siembran los agricultores... «No mientas, papá... el trigo lo inventó Dios, que me lo han dicho en el cole». Y yo me cabreo porque no sé explicarle de una forma infantil quién cojones inventó el trigo, ni decirle que yo no creo en Dios aunque aguante a sus mesnadas... «Jo, papá, Dios debe ser más poderoso que Dark Weider y que el emperador de los Toa juntos, ¿verdad?». Comí en silencio los puñeteros tortellini y el niño no dejaba de mirarme esperando asentimiento a su pregunta. Al rato, sin más, le espeté: «Dios no existe, Guillermo». Se quedó estupefacto, pensó, tomó un par de bocados de su plato y me dijo: «Entonces... ¿tú tampoco existes, papá?»... Y le puse los dibujinos japoneses para que no me jodiera el día... Los miró con atención y en silencio hasta que terminó el episodio, y justo en el tiempo de publicidad me miró de nuevo muy pensativo y farfulló: «Yo de mayor tampoco voy a existir, como tú y Dios». Y lo escrito es tan veraz como mi jodido dolor de riñones. ¡Manda güevos!

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Eres por lo que buscas... no por lo que encuentras. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in | Posted on martes, febrero 13, 2007

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A veces la vida sorprende con castigos que no son consecuencia más que de un raro azar, pero por norma uno acaba padeciendo siempre por lo que se ha buscado. La mayoría de las veces se acaba sufriendo por haber querido ser lo que no se puede ser o por haber aparentado ser lo que no se es. Estos sufrimientos pueden ser pequeños si se quedan en lo íntimo y, como mucho, tocan el orgullo cercano. Otra cosa es cuando se defiende la causa del error a voz en grito y se suma necedad a lo que en principio fue equivocación... El mal, entonces, no está en el error cometido, sino en el empecinamiento en mantenerse en él, y de ahí se llega a la arbitrariedad, y de ahí se llega a la destrucción por el otro, y de ahí se llega a la autodestrucción. Vivimos tiempos de globos en el aire, con líderes ridículos en lo grande y en lo pequeño, en el salón y en la calle... gente sin formación humanística que domina por el engaño y alcanza las pequeñas y las grandes salas de mandos de esta sociedad loca. No hay remedio, no, ningún remedio... quizás sólo esperar a ver pasar sus cadáveres y hacerlo sin sonrisas [esperar y verlos pasar, ambas cosas], incluso con lástima, porque en el fondo todos, digo todos, pudieron ser buenas personas, pero escogieron mal. Son tiempos de cueva y café a solas, de pensar y apenas decir. Son tiempos extraños en los que los lúcidos se mueren en una esquina –cuánta gente de mi generación muerta ya en vida y en la misma muerte– y los ávidos aprovechan los restos de las víctimas en un festín que huele y sabe a carroña. Todo esto me pone triste, muy triste.


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Lava tus trapos sucios en una plaza llena y notarás cómo se vacía. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in | Posted on miércoles, febrero 14, 2007

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La historia contemporánea de mi pueblito estrecho cada día se parece más a una película de romanos, pero de romanos de la Roma decadente y de serie B, coño. Y siendo asunto de largo serio, viene haciendo sonreír a todo hijo de vecino que mire con cierta distancia y sin involucrarse [qué término... «involucrarse»]. Corren ya por las calles anónimos de un sospechoso izquierdismo verdezuelo [éstos pegados en paredes y pisados por el suelo], y otros repartidos por repartidor a domicilio con cierto olor a derecha consuetudinaria y distinta de esa otra vieja derecha de ricos... y aún de esa otra esperpéntica de obreros de derechas con mando en plaza. Corren papeles gratuitos a «fondo perdido» y metidos por cojones a fuerza de mancillar los buzones particulares y comunitarios [éstos, todos del mismito jaez y con olor a subvención CE y a apoyo PP]... la derecha es de papeles hoy [que para eso maneja la pasta] y la


izquierda de virtualidad mediática internetera y de tarifa plana... Todo un batiburrillo de medios [de medio pelo] liderados por tipos que [casi siempre] antes fueron de otra idea y se cabrearon porque no les hacían caso o porque no les hicieron ricos... Lo casi peor es que los que ponen letra a toda esta piara de panfletos no escriben ni «patrás», pues unos no asistieron a clase el día en que se explicaba cómo colocar las comas [o ponen miles o se las comen todas], otros se pasaron por el forro de sus cojones la semana de los tiempos verbales, otros tuvieron graves padecimientos de anginas y vegetaciones cuando lo de las tildes... en fin, que a la morralla de contenidos hay que sumar el horror de las malas formas sintácticas, ortográficas y expresivas. Hay que romper una lanza [pequeña, eso sí] por los panfletos de corte rojete, pues parece que en ellos la gente se expresa con más corrección, aunque no con menos inquina. En fin... que me hartan ya los papeles sucios y me jode un punto el porrón de árboles sacrificados en tan mentecata labor [rompo otra lanza por los rojetes, que han cambiado el papel por lo cíber]. Y todo por y para una mala peli de romanos en la que ni el cartón piedra sabe estar en su sitio. ¿Y la realidad pacata?... El Béjar de diario, el prosaico, es de desanimarse o, como diría un familiar cercano y querido, para mear y no echar gota: el urbanismo a su puta bola bolera y rocambolera, la conciencia social... sólo si me dan algo, el gobierno munícipe en un quedamos pa merendar [y algunas veces las meriendas son de negros], la oposición de espera... que ya nos toca, las representaciones de comerciantes y fabricantes con corbata nueva y gorra de chocho a lo chusquero, los de Madrí empeñados en no dejarnos tomar el café tranquilo los findes... y cada uno a su puta bola en ese jodido «yo soy el mejor... si yo fuera el alcalde... habría que matarlos... ay, si me dejaran...». Y todo se resume en pequeños odios y en inquinas personales, en tevasaenterarcabróndemierda [de boquilla siempre], cuando la miserable realidad es que hay un porcentaje de salidos extraordinario mirando los culos de las camareras de PdeT [un abrazote para esas niñas tiernas y preciosas] que se morirían por ponerle los cuernos a sus prójimas si la ocasión pintase calva y monda... pero no pueden porque no saben... y los que lo intentan van a lo «vox populi» de cabeza y de culo. Bonita y de novela sería la historia pequeña de este pueblo para un mal «Los gozos y las sombras»: mucho sexo, bastantes malos/malos y un par de desafortunados pillados en pelota sin haber podido llegar al clin que te hace


temblar y poner cara de imbécil. Un pueblo complejo con personajes simples [sustantivícese el «simples», porfa]. Un pueblo como tantos otros, con sus curas, sus coimas, sus damas de hoyo seco, sus prohombres de nada, sus yonquis, sus guripas, sus políticos tuertos, sus funcionarios de itinerancia diaria, sus bancarios cagones, sus locos sin remedio, sus meapilas, sus castas, sus nobles sin un duro, sus nuevos ricos analfabetos, sus periodistas ebrios, sus músicos faltones, sus taberneros viejos, sus emigrantes ricos y sus paisanos muertos. Un pueblo, amigos, un puto y triste pueblo.

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Escribe lo justo para nombrar lo injusto. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in | Posted on jueves, febrero 15, 2007

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Veo en to-béjar que se me «copiaypega», y me parece bien, como me parece bien también que se diga, se denuncie, se comente... Mejor, me parece muy bien. No me parece mal que la gente escriba incorrectamente si soy capaz de entender, que la lengua está hecha para entenderse, y si cumple esa función, pues miel sobre hojuelas. No iba de eso el asunto, no... o sí, porque si un periodista no escribe con corrección... es un mal profesional [oye, y a todos se nos deslizan un montón de erratas; a mí el primero... no se habla aquí de erratas, sino de iteración constante del mismo fallo], y si además mezcla la información con la opinión y va de objetivo... pues bastante peor... Mucho peor, coño.


La movida viene porque, por un lado, los gratuitos deforman al lector ya no sólo ideológicamente, sino que le hacen tomar por correctas las expresiones más peregrinas y, por tanto, convertirlas en norma de uso para mayor podredumbre del idioma [esto sí me jode]... y por otro lado me cansa ver la misma denuncia repetida y «petida» de mil formas ortográficas distintas. ¿No sería mejor hacer una lista cibernética de denuncias bien expresadas [claras y concisas] a las que se puedan sumar adjetivos por parte de los participantes sin tener que hacer remakes de «Las mil y una noches» en versión gore? Ejemplo: DENUNCIA UNO: • Fulano es un ladrón porque roba. A. BIENES ROBADOS [ESCUETO FORO ABIERTO] • Sacacorchos [Bar la Rima] [posted by Choluka] • Jabón de manos [Hotel Ritz de Somosaguas] [posted by Mingote] • Un piso de 120 metros cuadrados [Las Rozas] [posted by Colilla] B. ADJETIVE AL PAISANO [ESCUETO FORO ABIERTO] • Pisaverde [posted by Laloli] • Cacho carne [posted by Tolete] • Mamón [posted by Coconut] ... Así nos quitamos las comas, los usos incorrectos de tiempos verbales, bastantes tildes y un montón de malos rollos venidos de la errónea comprensión de los textos largos y elaborados. Y no había intención de herir a casi nadie, aunque sí de medio matar a alguno. Besos, colegas.


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Errar mientras das lecciones es un jodido marco para tu retrato. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Cipriano González , Jesús Málaga , Ramón Hernández Garrido | Posted on sábado, febrero 17, 2007

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Volver a la estética de la resistencia como quien vuelve cada mañana al trabajo, como quien recoge su cosecha desolado por el granizo o como aquél que ya no le ve sentido a la norma. Resistir también es vivir, pero sobre todo es sobrevivir. La guerra sabe mucho de esto... o lo hace saber, pues muestra la importancia de la propia vida sobre la de todo lo demás. En ella, en la guerra, la justicia es otra, la moral es otra y las necesidades se resumen en otras [muy pocas]. De eso debieran saber un poquito tipos tan fríos y suciamente interesados como Bush o José María Aznar [debieran saberlo en sus piernas, en sus brazos, en el arco de sus cejas y en cada una de sus jodidas vísceras]. El resistente tiene la opción de la muerte sobre la estupidez de una vida sin posibilidades de tono positivo. Sobre la propia muerte y sobre la muerte ajena.


Al resistente no le importa lo circunstancial, pues ve lo práctico en los límites y vive en ellos. Mi ventaja es que sé vivir la resistencia sólo en clave de estética, y me gusta. (16:20 horas) Eliminado el contenido de esta entrada en la red, que no quiero historias tontas, que voy mayor. Y gracias al moderador de «to-bejar» por su invitación. El problema es que copian mis contenidos y los debaten fuera de esta página [yo doy mi cara y muchos de los que debaten no dan la suya... por eso paso de foros desde hace mucho tiempo]. Suerte a todos... y sinceras.

De Retratos impe...

(17:40 horas) Asistí a la presentación de Cipriano González como candidato por el PSOE a la alcaldía de Béjar. La sensación fue extraordinaria y se respiraba victoria. Me gustó el tono comedido del candidato y me encantó abrazar fuerte a Jesús Málaga y saludar a Ramón Hernández Garrido. Esta vez parece que sí...


De Tontopoemas ©...

Mido las desventajas del yo plural. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] | Posted on domingo, febrero 18, 2007

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Vivimos entusiasmados por la singularidad, vamos, que nos encanta diferenciarnos de nuestros cercanos y que esa diferencia se haga notoria como señal inequívoca de autoafirmación. Es por esta circunstancia que nos jode un punto que los tipos de al lado tengan inciativas similares a las nuestras [que pueden ser hasta la forma de vestir, andar o gesticular]. Es por esta razón que el idividuo tiende a buscar complementarios para que no haya perturbaciones


de relación ni roces que lleven a la ruptura. Y es que la singularidad se toma como marchamo con posibilidad de encanto, pues la actitud singular no admite comparación y, por tanto, puede ser medida en términos de asombro [para mal o para bien, que no importa]. Analizando hechos que conozco relativos a la circunstancia relatada, debo decir que es magnífico el poder literario que de ellos emana. Pienso ahora en la enconada competencia entre los curas poetas que conozco, no se toleran, no se tragan, no se soprotan [en lo poético, por supuesto, que en otros campos no quiero entrar o no sabría entrar]... pero se leen unos a otros con lupa para intentar destrozarse, analizan con fiereza los versos del otro y tiran por tierra cada una de las palabras que los conforman. Sin embargo, sólo dos circunstancias genéricas de singularidad los enfrentan: que son «curas» y que son «poetas», y aún en esas singularidades son cada uno de ellos más singulares, pues son curas distintos de raíz y de rama, y son poetas distintos de forma, base y contenido. Quizás el gozo individual resida en el proceso de esa lucha por ser el más original cura poeta, por ser el más singular. En esa lucha se dan golpes a ciegas y se corre el peligro de traspasar una frontera que puede llevar de la digna gloria al vergonzoso patetismo. Sin embargo, yo, como espectador de esa lucha de circo romano, no soy capaz de escoger a un vencedor y sólo acabo quedándome con lo entrañable: Hombres peleando a muerte por un absurdo de universalidad imposible por pacata.


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(17:12 horas) Amigo Alberto, es curioso cómo los valores estéticos pueblan la vida del hombre, pues todo se adjetiva o se podría adjetivar... y no sólo eso, sino que junto a esos valores estéticos se abrazan los juicios de valor. De esos valores estéticos, y de los juicios de valor que sobre ellos se hacen, van naciendo lo modelos útiles [cuando digo «útiles» me refiero a los que prestan un servicio tangible al hombre], no siendo nunca estos valores un fin en sí mismos, pero sirviendo como modelos sobre los que elaborar los fines que nos llevan a la dimensión de lo práctico. ¿Es, pues, útil un poema, un cuadro, una escultura? Sí, si le sirve al hombre como referente estético para conformar un modelo de proporciones prácticas. Y, ¿cómo sabemos cuándo una obra de carácter plástico o literario reúne las cualidades estéticas suficientes como para erigirse en modelo, en canon? Aquí entramos en un campo lleno de dificultad en el que es muy complicado separar la novedad estética o la singularidad de una propuesta artística de lo que supone redundancia en algo ya descubierto. ¿Mejorar el sentido estético de una propuesta artística o literaria se puede considerar como una nueva proposición estética? No lo sé. A mí a veces me parece que sí, y cuando digo esto pienso en Picasso o en Eduardo Arroyo, dos artistas capaces de involucrarse en propuestas ajenas y darles varias vueltas de tuerca. Si esto sucede, ¿se incurre en plagio, copia o emulación? Tampoco lo sé. Yo, Alberto, quisiera saber con certeza si el arte consiste sólo en la capacidad de innovar y de proponer ideas originales o si la consideración de trabajar en la evolución de una idea ya definida y practicada pisa también el sublime camino de lo artístico. Sería, pongamos por caso, como si el hombre que ideó la rueda ya hubiese cortado el camino al que se le ocurrió ponerle un neumático. El primero abrió el camino estético [el artista], y el segundo lo llevó a sus consecuencias prácticas [el técnico]. Así, ¿si yo le pongo neumáticos a un poema de Catulo o tú le das tono y contraste a un cuadro de Munch... somos ambos artistas o técnicos? Es todo un batiburrillo en el que habría que poner orden, definir si hay técnicos estéticos y si trabajar sobre una idea ya elaborada por otro y mejorarla sólo en su aspecto de valor estético [no en el práctico] puede denominarse como «camino de arte».


Quizás todo esto no tenga demasiada importancia, pero a mí me produce una extraña curiosidad que, de saciarla, me haría conocer el fin por el que trabajo con la palabra, algo que me apetece mucho saber. La pena de todo esto es que la posibilidad es objetiva y necesita caminos tangibles que poder descartar. Nosotros, amigo, por suerte o por desgracia, nos hemos quedado a vivir en un azar tan amplio que apenas nos permite elaborar preguntas, pero que nos niega cada una de las respuestas. Sigamos así, primarios, brutos, pero nunca grises.

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El peor veneno es el que se pronuncia. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Abdalá , Malick Y Youssouph | Posted on martes, febrero 20, 2007

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Me llega el triste comentario de que un político local ha declarado en su fiebre preelectoral algo parecido a lo que sigue: «El señor Caldera nos prometió el oro y el moro... el oro no lo hemos visto, pero al moro nos lo encontramos todos los días por la calle...». Si tan desafortunado comentario es cierto, permítanme que entre en estado de cólera y le diga al paridor de tal exabrupto


que se merece, como mínimo, el más jodido de los destierros. Me toca los cojones que estos tipos se destrocen con memeces, con interpretaciones y manipulaciones absurdas de datos tan maleables como la población, el paro o el «yo lo hice antes que tú»... me resbala que utilicen rencillas familiares para esgrimir un apellido como arma blanca y absurda con el fin rechoncho de machacar al contrario... me la refanfinfla que se pongan afónicos de vomitar odios pequeños y particulares... Lo que no tolero es el ramalazo de corte fascista/racista que lleva a ironizar sobre «seres humanos» que en unos casos lo están pasando fatal y en otros casos son un jugoso alimento para peces y otras criaturas marinas. No se pueden utilizar desde una política pretendidamente democrática sarcasmos de tan alta crueldad y de tanta bajeza moral.

Cuando escribo estas palabras acabo de dejar a mi amigo Youssouph preocupado por la pérdida de su pasaporte y animado por el cobijo que le hemos sabido dar un buen puñado de bejaranos a los que el tal político va a pedir el voto con sus majaderías. Y junto a Youssouph están Malick [recién salido de un duro trago de la mezcla en su cuerpo delgado de la hepatitis B y la tuberculosis] y Abdalá [con papeles, trabajando más horas de las permitidas por ley y aguantando la explotación y la intimidación de los que nunca vamos a ser «moros»]. Ellos son un bravo ejemplo de tenacidad y de lucha por la vida, un ejemplo que les hace merecedores de nuestro respeto... y colaboran con la sociedad española como muchos de nosotros no lo haremos nunca, y lo hacen desde el voluntariado en programas de formación de nuestros chavales en valores. Claro que vemos a los «moros» por la calle, claro... exactamente el día de Reyes tuvimos la oportunidad de verlos tirando caramelos a nuestros críos y saludando al mundo con una sonrisa amplia y limpísima: eran Baltasar y su paje, Malick y Youssouph, dos tipos venidos hasta aquí en patera para intentar


buscar un futuro para su gente africana... Hablando tres idiomas y cinco dialectos, Youssouph colabora con varias instituciones españolas en labores solidarias de traducción para las que no se encuentran políglotas hispanos... Ojalá veamos más «moros» como ellos por nuestras calles para que a algunos les crezca un orzuelo en cada ojo. A ver si empezamos a cuidar las expresiones, sobre todo las de corte racista, y respetar al ciudadano al que se va a pedir el voto ofreciéndole propuestas reflexivas y proyectos positivos y realizables. Insultar al contrario es ya signo de cierta mala baba, pero atacar al contrario insultando y vejando a personas ajenas a esa lid, a personas que apenas pueden defenderse, es absolutamente inmoral. Que no tengan que emigrar un día los hijos del político nefasto como probablemente tuvieron que hacerlo sus ancestros. No se lo deseo a pesar de que se lo merece.

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Cuenta tus días por palabras y tus palabras terminarán siendo los días de otros. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in José Luis Morante , Juanjo Barral | Posted on jueves, febrero 22, 2007

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Visto con lógica, el tiempo es para comérselo. Comerse con gula el tiempo de los hijos, deglutir despacio el tiempo de los padres, tapear con el tiempo de los colegas y vomitar el tiempo de los enemigos. También tomarse el tiempo de soledad como un café a las tres o una copa tranquilo antes de que el sueño se ponga a la mesa. Hoy he leído por cuarta vez [con afán corrector, claro, que estoy a punto de meter en máquinas ese ahijado nuevo] el «Navajo Brigde» de Juanjo Barral y me gusta a rabiar. El tipo es de prosa fácil y alcanza un alto y novedoso nivel metafórico en su jerga by road. Estoy seguro que este pequeño diario de viaje va a encantar por el tono y por la velocidad, por su cosita single y por mostrar una hermosa forma de pasear la vida. Barral es un monstruo de minorías étnicas que se pierden los tontolculos, los boboloscojones y los cándidos literarios, vamos, los zorolos de culo pegado a una silla. Estoy muy feliz con poder ser el mago de esta edición, y ya no digo si la juntamos a la casi editada de José Luis Morante [«Reencuentros»]. Mes de diarios chulos que darán guerra, aunque sea de guerrillas.

La amistad de verdad es como un regreso. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Gustavo Flaubert , Hijos , Jeanette Winterson , Jhon Carey , José Luis Morante , Mis Padres | Posted on sábado, febrero 24, 2007

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Amanecí tan nublado como el día, y demasiado temprano para ser sábado con el agravante de haberme pasado el viernes al raso rotulando un camión [llovía]. Quizás el gusanito de esperar esta mañana a Morante, que viene a verme después de un ni se sabe, me haya robado del siempre esperado sueño sabatino. Salí temprano de casa con el ardor guerrero de encender el primer cigarro, fiando en que PdeT tuviera abiertas sus puertas para hacer el acopio del tabaco necesario. ¡No!, el jodido PdeT estaba cerrado y el mono nicotinero empezó a hacer mella en forma de ansiedad. Solución urgente: pillé una colilla larga de anoche para hacer tiempo o para engañar al tiempo, que es y no es lo mismo. Salí a fumarme mi colillita a la puerta de la imprenta y miré mi coche con


admiración: «¡Qué carro, Felipe, qué carro, el que querías...». Le di una vuelta mientras le echaba el humo y me percaté de que algún hijo de puta le había rayado el morro con inquina. Cosas de Béjar y cosas de todos los sitios. No me importa demasiado, que es un objeto... pero el tipo cagón que lo hizo es un hijo de la gran puta. Jo, a estas alturas preocupándome por los objetos y sin un jodido cigarro entero que echarme a los pulmones. Que le den a todo por el culo. Bajé despacito, respirando hondo, hasta la Plaza Mayor y me detuve a mirar la megalomanía municipal representada en un espacio frío y desolador... todo granito, esa piedra de nuevos ricos que semipulida toma el tinte de hortera y pretenciosa. No me gusta el cambio que han hecho en mi plaza, no me gusta que estropeen el viejo encanto de la ciudad en busca de votos... pero me da lo mismo, que la plaza es como mi coche y también le han hecho unos cuantos arañazos que quizás se puedan quitar con cien años y varios cambios de gobierno. Allí pensé en mi hijo Felipe, cada día más rebelde de mí y más fiel a sí mismo, creciendo como en una carrera de obstáculos que se pone él a sí mismo y que le ponen algunos de los profesores que no atinan a aguantarle [a pesar de que yo sí les aguanto a ellos]. Él se construye a la contra y el mundo da pasitos pequeños en aras de su destrucción [también pequeña]. Algún día diré con pelos y señales todo lo que pienso de cómo se trabaja en este tiempo con el más delicado de los materiales humanos, y cobrando, que es lo peor. (16:19 horas) Acabo de despedirme de José Luis y me parece que se ha ido encantado con su nuevo libro en la maleta. El colega ha estado en el tono de siempre, entrañable, amigo de verdad, vaciándose en todo... me ha dejado un libro muy curioso de Jhon Carey, «¿Para qué sirve el arte?», al que pienso meter mano ya mismo, y una preciosa edición de «Los hermanos Karamazov» realizada por Aguilar en 1959... también me ha dejado feliz de verle activo y vital, con ganas todavía de seguir en esta batalla sorda que es la literatura de la vida. Tengo que volverle a dar gracias al azar por haberme procurado su amistad y su confianza. (17:08 horas) Amigo Alberto, mi madre, siempre con la economía justita, como la de Jeanette Winterson, nunca compró objetos, compraba símbolos... horrorosos artefactos que colocaba por la casa con sumo cuidado buscando los


mejores lugares para ello... un cuadro enorme con un paisaje y dos ciervos que ocupaba media pared del salón, un reloj con pretensiones de bronce bañado en un dorado brillante que representaba una suerte de diosa subida a un carro, un voluminoso jarrón chino, un portarretratos repujado y vestido de pan de oro en el que encerró una foto de los cuatro de familia, un soporte palillero de madera con seis tenedorcitos de colores vivísimos... Mi madre mostraba/muestra todo eso en su casa robándole el valor de materia de producción de masas y encerrándolo en cierta calidad de símbolo que es impronta de un arte que está aún por entender para los tipos «cultos» y «sensibles». Yo, además de reírme con ello, que lo hago y no lo niego, muestro un profundo respeto a esa suerte de santuario que representa el amor al arte en uno de sus escalones más vivos y límpios, el de la pobreza que busca una estética en la que sentirse cómodo y singular... humano sobre todas las cosas. Todos esos objetos componen mi memoria estética y, por qué no, mi raíz crítica. En ellos me reconozco y por ellos calibro el valor de todo lo que me rodea. Algún día, que será tarde, haré acopio de esos objetos para montarme un santuario absolutamente mío, un santuario en el que sahumaré con amor vivo el recuerdo precioso de mi madre, el de su estética de vida y el de su enorme calidad humana. Se llega al arte también [o solamente] desde la casa antigua donde crecimos juntos, Alberto.


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(22:40 horas) Cuando Gustavo Flaubert aseveró que «la igualdad es sinónimo de esclavitud», quizás pensara en una igualdad por abajo [la igualdad más fácil], una igualdad engañosa definida en sus términos más estrictos. Sí, esa igualdad sería una jodida esclavitud. No medía Gustavo que hay otra igualdad superior que, además de no hacer esclavos, propicia los valores humanos y tiende a acabar rindiendo a los poderosos. Es una igualdad peligrosa, pues lleva a los enfrentamientos más crueles de los que se resisten a perder sus espacios de poder regalado por genética o por simple y dura herencia material. Esta forma de igualdad es utópica, por supuesto, y se basa en procurar a cada uno de los seres humanos las mismas oportunidades que al resto, los mismos puntos de partida y las mismas coberturas finales. Y de esa igualdad nace con naturalidad la «diferencia», una circunstancia que a pesar de parecer contradictoria si hablamos de igualdad, es perfectamente complementaria [y profundamente necesaria] con una buena praxis.


Un vértigo sin abismo nunca es un buen vértigo. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Baumgarten , Jhon Dewey , Kant | Posted on domingo, febrero 25, 2007

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Kant, que era un cachondo con patas, odiaba la música porque hubo de vivir y escribir durante muchos años bajo los molestos cánticos de los presos que habitaban, por obligación, una carcel aneja a su casa prusiana. Tal circunstancia le llevó a instalar la música dentro de un apartado al que calificó como de entretenimiento y falta de urbanidad. ¡¡¡Kant!!!, Alberto, el tipo que desarrolló la idea de «estética» que está vigente hasta nuestros días, esa idea pronunciada por Baumgarten a mediados del siglo dieciocho y tan finamente puesta en papel en la «Crítica del juicio» kantiana. ¡Hostia!... decir que la música no es arte porque me molesta [y luego argumentar el asunto con esa dialéctica filosófica tan brillante del perico] es como para quemar todos sus libros... pero no, Alberto, que el arte está en el juego de convencer al otro de lo que tiene calidad estética... toda una guerra librándose a diario entre hombres que pelean, fundamentalmente, por singularizarse como élite de pensamiento para obtener poder [absurdo poder que acaba convirtiéndose en dólares... ya no es tan absurdo, ¿verdad?]. En qué nos movemos, entonces, cuando pintamos o escribimos; qué buscamos con ello y hasta dónde pretendemos llegar... No lo sé, hermano, no lo sé. El caso es que hay cierta necesidad interior que crece y obliga a manifestarse con el trazo o la escritura, una necesidad que, en principio, no tiene nada que ver con el narcisismo o con la idea de enriquecimiento económico [quizás sí tenga algo que ver con otro tipo de enriquecimiento más cercano a la bioquímica que al dinero]. Vamos, que es muy distinta la impronta que lleva al acto creativo que la que lo procesa, lo socializa y le busca valor exterior. Somos mientras creamos y dejamos de ser cuando decidimos mostrar lo creado. (18:37 horas) Alberto, lee lo que acabo de pillar en un texto de John Dewey, uno de los más reputados teóricos norteamericanos sobre estética: «Cuando la estructura del objeto es tal que su fuerza interactúa felizmente (pero no con demasiada facilidad) con las energías que surgen de la experiencia misma; cuando sus afinidades y antagonismos mutuos colaboran para producir una


sustancia que se desarrolla acumulativa y certeramente (pero no con demasiada regularidad) hacia la plenitud de los impulsos y las tensiones, entonces, sin lugar a dudas, estamos ante una obra de arte». ¿Qué te parece, amigo?, ¿el señor Dewey sabía de lo que hablaba?. ¿Cómo se puede definir desde tal reputación con esos paréntesis de «(pero no con demasiada facilidad)» y «(pero no con demasiada regularidad)»? El tipo viene a decirnos que el arte está en cierta dificultad de la creación y en no abusar de esa vena creativa. ¿Es que el que descubre una hermosa vena del arte y la explota con facilidad y con frecuencia no merece el apellido de artista? No entiendo nada. ¿Era fácil y repetitivo Picasso? Yo creo que sí... y ¿era artista?... yo creo que también Y como al tal Picasso te puedo citar poetas, narradores, músicos, pintores... Jo, no demasiado facil y no con demasiada regularidad... vamos bien.

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El gozo de la claridad existe, y la habilidad del que lo propicia puede considerarse como la más alta. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] | Posted on lunes, febrero 26, 2007

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No estaría mal, Albertito, poder hacer un trabajo de democratización de las propuestas creativas en campos tan engolfados en el elitismo como las artes plásticas o la literatura, conseguir que las artes se acerquen al hombre y no que el hombre deba elevarse hasta ellas. Sí, sé que se me puede responder con aquello de que el hombre debe hacer un trabajo que consista en, por lo menos, poner algo de su parte, pero no debe ser ése el problema del creador... El creador debe ceñirse a su impronta y al empuje de su necesidad, pero no encerrando sus propuestas en cajitas de dificultad [una suerte de complicadas matriuskas], pues cualquier propuesta ideada siempre tiene un camino fácil y otro que puede ser extremadamente complicado. ¿Cómo sabremos lo que debe hacerse? Desde mi punto de vista, lo más fácil es acudir a los lugares que convocan a la gente y analizar por qué lo hacen y cómo lo hacen. El cine, por ejemplo, o la televisión son medios que llegan a las masas desde la imagen [no vamos a hablar ahora si es de calidad o no, aunque está muy claro que en ambos medios se puede trabajar muy bien o fatal]. Las masas acuden y se recrean en estos medios porque «entretienen», «perturban», «inquietan»... y lo hacen desde una facilidad que no implica temor o falta de capacidad previa en la valoración del espectador. Esa facilidad es la que tenemos que buscar en nuestras presentaciones creativas, una facilidad que tiene buena muestra en la primera literatura oral o en el arte de las cavernas: decimos lo que queremos decir y lo que necesitamos decir para que «se entienda». Redefinir las ideas de belleza, turbación, violencia, vacío, amor, mal... buscando sus valores más accesibles para que ellos sean identidad radical de nuestras presentaciones, dotándolas así de claridad y huyendo de la enrevesada sofisticación que sólo supone ornato. Lo sofisticado generalmente es decorativo, y este calificativo es uno de los que más daño producen en lo pretendidamente artístico o literario.


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(22:24 horas) Como lanzar un dado al aire y detenerste a pensar en lo que realmente quieres guardar de ese suceso... guardar su empuje hacia arriba, cuando el dado contiene aún tu ímpetu, el espíritu con el que lo impeliste... guardar el justo momento en que tu fuerza muere y el dado queda detenido un instante, como flotando... guardar su caída, el alma que es atraída por una fuerza inexplicable... guardar el número que aparece en su plano superior al detenerse sobre el suelo. ¿Cuál de estos sucesos es más real?, ¿cuál es más trágico?, ¿de cuál de ellos puedes obtener más grado de satisfacción? El dado es real, tangible... su elevación es mensurable... su caída predecible... el número mostrado responde a cierta física... Así es la vida y las diversas interpretaciones que de ella hacemos los hombres... como un dado, como un pequeño dado lanzado al aire. ¿Y la poesía? La poesía nace cuando imaginamos ese dado de niebla, de humo o de agua e intentamos darle una existencia viva... ¿Y el arte? Es detener el dado en todas sus posiciones posibles, aunque sea de humo, niebla o agua... ¿Y la filosofía? Eliminar el dado y poner en su lugar al hombre y a su espíritu. Sólo existe, en todo caso, una pieza cúbica de marfil con unos puntos perfectamente marcados en sus caras, una pieza de marfil que jamás podrá medir la enorme dimensión de su capacidad de indicio.


Es la vida, el hombre, el dado y sus cosas.

Todo lo preelectoral es perverso. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Jonathan Richman , Política , Walter Benjamin | Posted on martes, febrero 27, 2007

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Vuelvo al asunto del dado que ayer lancé al aire para buscarle otras caras. El hombre reacciona ante el arte, ante la literatura o ante los medios de masas [cine, televisión...] de la misma forma que ante el lanzamiento del dado. Así, ante una misma obra, ante una misma proposición, cada hombre extrae una percepción individual que apenas coincide con la de otro hombre que observa a su lado. Así, mientras que el primer hombre percibe con asombro una calidad plástica o cromática, el segundo hombre es capaz de trascender la imagen y montarse una historia con principio, desarrollo y final. Ninguna de las reacciones ante la presentación son exclusivas, sino que abren un sumatorio perceptivo que terminará relativizando el interés de la presentación. De esta forma, bajo esta premisa, nada puede ser definido de forma objetiva; pero en la suma de subjetividades podemos acercarnos bastante a la calidad objetiva de cualquier propuesta... y más cuando se presenta en medios de masas. ¿Por qué, entonces, tenemos que fiar nuestro gusto estético al dirigismo de una élite [la conformada por los críticos o por los filósofos]? ¿No sería de pura lógica que lo que resulte aceptado en su interpretación por más individuos deba erigirse como canon? [dejo aquí mi temor a las masas y a su interpretación burda de lo democrático]. Quizás esta idea esté mal trabada, pues no se me ocultan las enormes dificultades que contiene, pero arde en cierta propuesta que alumbró Walter Benjamin cuando habló de «distanciamiento crítico» y de la «atención dividida e intermitente» que produce en las masas el cine, a lo que sumaba un beneficio que conduce a que la opinión de las masas vaya coincidiendo poco a poco con la de los críticos y no que la opinión de los críticos sea dirigista de facto. Es decir, todos modulan la reacción de uno... y no al contrario.


Oye, y no me parece mala idea... aunque sí peligrosa. (11:37 horas) Es tiempo de listas electorales y en el ambiente nada cierta incertidumbre. Pocos son los que quieren entrar a formar parte de las nuevas políticas pequeñas y algunos de los que lo hacen ponen por delante asuntos personales y buscan soluciones para su ámbito familiar sin detenerse a pensar que tan alta representación exige entrega a los demás y renuncia de lo propio. Errores se están cometiendo ya aunque la llanura del pueblo no los sepa. Y mira que es fácil establecer un protocolo decente para hacer las listas... se me ocurren algunas normas para un protocolo de estas características: • Ciudadanos con capacidad de gestión demostrada que hayan desarrollado actividades de índole social con ímpetu y hasta con empecinamiento [no entenderé que alguno de éstos se quede fuera de los primeros puestos]. • Ciudadanos limpios que hayan demostrado que sus intereses particulares están muy por debajo de los intereses de la comunidad [tampoco entenderé que uno de estos individuos se quede fuera de los primeros puestos] • Ciudadanos que por su popularidad y por su trabajo sean capaces de arrastrar voto [este punto está lleno de pragmatismo, claro, y tampoco entenderé que quien tenga menos capacidad de arrastrar voto figure por delante de los de mejor proyección. Es de cajón, ¿no?]. • Eliminar de raíz a los que exigen contrapartidas de índole personal. Esos no sirven más que para destruir [figúrense que algún proyecto de concejal estuviera exigiendo ser liberado como contrapartida a su presentación o que algún familiar suyo obtenga el beneficio de un empleo o de algunas prebendas... que de todo hay en la viña del señor]. • Llevar a los puestos postreros de la lista a los ya han fracasado antes en otros proyectos personales o colectivos... pueden estar, por supuesto, pero con cierta desconfianza. • Llevar a los puestos postreros a los que aún no han tenido la oportunidad de demostrar nada [así irán aprendiendo a manejarse y acabará llegando su día si trabajan con efectividad] ... Podría hacer un rol infinito de propuestas para ese necesario protocolo, pero sé que no se cumpliría ni en un 2%, con lo que el trabajar en ello me parece una pérdida de tiempo personal. Que el dios de las listas electorales nos coja a todos confesados, pues en ellas se está masticando ya el futuro próximo de nuestro espacio cercano.


A ver si este año los partidos políticos son capaces de apartar el trigo de la paja. Permítanme que dude un poquito de su capacidad... soy así de negativo.

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(22:14 horas) Querido amigo Alberto, ¿cuántos miserables refinados tendrán una obra tuya colgada en su casa? ¿La mirarán de soslayo y pensarán en lo poco que han pagado por ella? A mí me encanta pensar en los hijos de puta que han podido leer un verso mío escandalizándose, quizás, por mi forma de ordenar el mundo. Esos tipos sin escrúpulos que acceden con disgusto estético a nuestro trabajo y se jactan de su superioridad amoral y de que nos roban lo más íntimo. Me encantaría poder observarlos desde un agujerito y escuchar sus pensamientos. Así suelen ser las élites: miserables y aprovechadas.

Soy de cuando exista un fado alegre. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in A. Gadea , Alberto Hernández [Ceramista Mural] , Ben Lee , Kandisky , Kant , Mila [Profesora De Francés] , Ramón Hernández Garrido | Posted on miércoles, febrero 28, 2007

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Alberto, cuando me detengo en el cuadro negro y espiral que cuelga en el salón de mi casa, soy consciente de que tu espíritu está en él, lo percibo con nitidez y te siento cerca de mí. Algunas veces te he hablado de ello, de lo que


esa obra produce en mí, de cómo me lleva al desasosiego e incluso al temor... pero no es de eso de lo que quiero hablarte hoy; a lo que quiero llegar es a esa prolongación [presencia] del espíritu de un autor en la obra que reposa lejos de él, incluso cuando ya ha desaparecido. ¿Es eso parte de la inmortalidad del hombre? Pienso a veces que quizás me equivoque y lo que sucede es que me veo a mí mismo en la obra de otros, me penetro... pero hay algo netamente perceptible que está fuera de mí, algo que es del creador y que se mete por mis ojos, por mis oídos... y me incendia o me relaja. ¿Qué tipo de comunicación es ésa? Cuando esto sucede y soy consciente de ello, es también cuando percibo mi desorden, mi falta de método para procesar las ideas y darles forma. Entonces me dejo llevar, pero siempre me queda una especie de remordimiento de no poder expresar o definir el proceso en el que estoy y en el que gozo o sufro gracias a un hilo conductor que no emana de mí, sino que llega de la obra que admiro... quizás del alma que la propició más que de la obra misma. (15:37 horas) Recibí llamada de Ramón desde Lisboa, estaba con la coleguilla Mar dando tiempo a un contacto que puede ser importante en nuestras vidas sensibles. Lisboa es un paraíso que debo desear como deseo París. Luego se acercaron a verme un par de profes del IES Ramón Olleros [Mila era una de ellas] para proponerme un trabajo creativo con los chavales. Les dije que estoy a su entera disposición y quedé contento de saber que aún hay esperanza. Este tipo de historias con profes comprometidos me encantan por lo que propician. Gracias. Luego descubrí el blog de Alberto Gadea y lo leí de cabo a rabo. El tipo me cae bien, aunque le siento en un proceso duro muy parecido al que yo pasé durante un tiempo largo y agotador. Ve la miseria de su entorno y siente la imperiosa necesidad de denunciarla... Yo, amigo Alberto, un día me di cuenta de mi calidad de cero a la izquierda de la izquierda y decidí vivir para mí y por mí, me puse a buscar mi opción individual y a disfrutar de la palabra y sus dobleces. Desde entonces soy más feliz. Sé que no puedo sumar ni restar nada, sé lo que no me interesa y busco lo que puede hacerme sonreír o poner cara de sorpresa, disfruto de mis amigos y de mis cercanos y digo lo que me sale de los cojones cuando me apetece. Estoy llegando ya a esa libertad del bufón que tanto ansío, lo que me hace sobrellevar con una sonrisa todas mis miserias, que son muchas, y todos mis fracasos, que son más.


Te deseo una buena evolución de pensamiento y un futuro que no sea capaz de hacerte daño. Me da la impresión de que te lo mereces. (15:52 horas) Juego siempre a que las cosas me muestren su misterio, ahí soy feliz. Disfruto de entender dos frases de Kandisky o de reírme de Kant, como disfruto de encontrar el alma de una piedra o la sonrisa de una calle vacía. Me quedo extasiado ante un papel roto sobre una acera o viendo caminar a una mujer madura a veinte metros. Pruebo a cruzar miradas intentando conectar y hago juegos de palabras para sopesar la atención de mis interlocutores. Busco sensibilidad en una moneda, bebo agua buscando un sabor olvidado, miro a mis hijos con incredulidad, busco bocas para recortar en las revistas, juego con mi lengua para inventar la orografía de mi boca, hago muecas frente al espejo del ascensor, me muerdo las uñas y busco perfiles conocidos en sus cortes irregulares, escribo frases inconexas y las mezclo, pienso en pasteles de nata con formas femeninas, leo volúmenes de filosofía abriendo páginas al azar, copio poemas de amigos y los deformo hasta que son irreconocibles, apago el teléfono móvil durante semanas, guardo silencio una hora y la gente que me rodea se asombra, río a carcajadas cuando estoy a solas, canto blues a grito pelado por las noches, pinto como un poseso en tramos muy breves de tiempo, recuerdo a cada uno de mis amigos cada día y los echo de menos, miro mis manos con asombro, no leo prensa... (17:54 horas) Está la realidad tangible sentada, esperándome. Una putada, porque la realidad desnuda es inexcusable [voy a decir mejor la realidad de mi desnudo]. Estoy atado a ella por un lazo indestructible, un lazo que en algún momento pudiera servirme de horca. Y yo intento olvidarme, evadirme de tal «verdad», y lo hago en caminos irreales, es decir, en caminos que yo armo y desarmo con cierta esperanza de que se conviertan en otra imposible realidad. Lo que no sé es si el material de mi evasión, el pensamiento, extiste de alguna forma inmaterial que no comprendo. Ahora me pregunto... ¿tienen capacidad los caminos irreales de modificar la exacta realidad? A mí me gusta pensar que sí, pero el trasunto diario se empeña en demostrarme un segundo tras otro que no es así.


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Sin una guerra interior no existes. Posted by Luis Felipe Comendador | Posted in Ben Harper , Elgar , Hijos | Posted on jueves, marzo 01, 2007

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La mente necesita estar constantemente en conflicto para latir, y dar brillante salida a ese conflicto suele transformarse en arte, música o literatura... también en hechos atroces. Ello no debe implicar nunca que los resultados de ese conflicto deban ser venerados, pues tal tendencia cosifica al hombre, mientras que su obra toma absurdas calidades divinas. Y no hay peor cosa que divinizar lo que es fruto de una casuística mental y/o genética. Graves han sido siempre las consecuencias de esa divinización cuando fueron tomadas por grandes grupos humanos, terminando el asunto en la terrible convicción de que las artes deben conservarse por encima de los hombres (en las grandes guerras se protegen de forma exquisita todas las obras de arte mientras que las vidas humanas se dejan al pairo). Esta deformación que lleva a proteger los objetos por encima de las vidas siempre me ha parecido totalmente aberrante, y dice muy poco sobre la moralidad de las sociedades que lo practican. Llevado a extremos, podemos


ver cómo el régimen nazi protegía de forma delicadísima las artes mientras masacraba a millones de personas en campos de concentración y campos de batalla. Es por ello que siempre he pensado que el bagaje cultural del hombre debiera ser pasajero [que lo es] y no suponer obstáculos para la vida [hablo en el sentido más amplio de la palabra «vida»]. Así, entiendo el proteccionismo que se realiza con diversas especies de fauna y de flora, pero apenas llego a entender cómo una ruina humana puede interferir en la mejora, desarrollo y crecimiento de una población. Desde mi punto de vista habría que gastar el arte por uso hasta que se quedase obsoleto o se destruyese, y nunca someter el futuro o arriesgar por él y para él más de lo que se arriesgase por una sola vida. Me vienen ahora a la memoria las temerosas discusiones bizantinas locales sobre El Bosque de Béjar, una casona sin alardes arquitectónicos, semiabandonada, con un estanque, un jardincito y dos prados... recuerdo de una época en la que unos pocos hombres sometían a todo un pueblo... y parangón de la diferencia, la jodida diferencia... tal monumento ha producido estudios, discusiones enconadas, ediciones múltiples, proyectos varios, gastos tremendos [que quizás hubieran solucionado la vida de un montón de personas con problemas reales y tangibles]. Volver, por ejemplo, a la literatura oral, ésa que no se cerraba en el individuo solo y apartado [algunos estudiosos denominan a esa soledad «el mal de imprenta», que procede del «libro» como vehículo de/hacia la soledad], pues precisaba formar una cadena de emisores y receptores que conformaban algo mágico que sólo vivía en las mentes y por ellas trascendía, haciendo del hombre el centro y el portador del legado cultural... La evolución de las técnicas de presentación, pues, nos ha llevado a una absurda cosificación de la cultura, llegando a sobrevalorar el objeto y minusvalorar al hombre.


De Tontopoemas ©...

(15:57 horas) Es jodido soportar una dosis diaria de realidad con los sentidos abiertos, por eso tendemos a tapar las voces con gritos. El resultado es que sobrevivimos con menos angustia, pero perdemos sensibilidad, algo así como el silbato del tren que oculta el canto de los grillos. A tal punto ha llegado el asunto, que ya no vivimos la vida, sino que la representamos en base a un libreto que nos viene dado y en el que sólo nos atrevemos a hacer pequeños cambios que no perturban la esencia de la huida de lo real. Como aquellas «casitas de la colina», todas iguales, ordenadas en una línea nada imaginaria, con su mínimo jardín, su banquito a la entrada, su barrera perenne de hojas verdes... sólo el humo que sale de sus chimeneas puede considerarse como diferencia... pero en ese humo manda el viento. Sus habitantes se sienten felices de poseerlas sin darse cuenta de que son las casitas las que les poseen a ellos. (18:04 horas) Asisto al terrible drama que es el mundo y luego miro a mis hijos. En ellos está bien guardado todo lo limpio. ¿Serán víctimas también del proceso de degradación que acompaña a la edad? Por supuesto. No podrán librarse nunca de ese peso que se ha hecho de historia. Y me pregunto cómo luchar contra ello, cómo poner en las manos de mis hijos las herramientas precisas para defenderse de esa brutal agresión que ha de


llegarles. Luchar contra el sistema es muy duro, sobre todo cuando es el sistema el que pasa más horas que yo con mis hijos. También sé que un día desapareceré [será un día cualquiera] en esa mierda que es la muerte [tan falta de estética en la mayoría de los casos] y quienes ahora me abrazan y juegan con mis manos, con mis piernas y con mi nariz, sentirán repulsión y temor hacia este cuerpo. Entonces ya no me haré preguntas, porque el fracaso se habrá consumado y mis hijos quedarán a su suerte. Otro terrible drama, ¿eh? No saber hasta dónde llegará esta mano protectora hecha de dudas por dentro y empeñada en parecer una mano fuerte y sólida. Es duro saber que te piensan norte mientras tienes la certeza de que vives absolutamente desorientado.




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