La Gran Manzana en Cinco Mordiscos - Nota publicada en Travel ARG (Sept 2016)

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LA GRAN MANZANA

EN CINCO MORDISCOS CORTAMOS LA CIUDAD MÁS POBLADA DE ESTADOS UNIDOS EN PORCIONES MASTICABLES PARA CUALQUIER PRIMERIZO. Y ARMAMOS UN TREKKING DESDE ELLIS ISLAND HASTA EL CENTRAL PARK. TODO LO QUE HAY QUE SABER EN UNA PRIMERA VUELTA POR ESTA METRÓPOLI. Texto y Fotos: Constanza Coll

LA ISLA DE MANHATTAN, EN UNA VISTA MARAVILLOSA. SOBRESALE LA FREEDOM TOWER.

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el bus escolar típico de estados unidos.

EL TIMES SQUARE SE ENCIENDE Y SE LLENA DE GENTE TODAS LAS NOCHES.

LA ESTACIÓN DE TREN GRAND CENTRAL TERMINAL FUE INAUGURADA EN 1871.

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el sueño americano

“Llevate zapatillas”, me habían dicho. “Las más cómodas que tengas, de verdad”, insistieron. Y hoy, al final del día uno en Nueva York, de lo único que me arrepiento es de haberme puesto unas sandalias muy paquetas, que iban perfectas con mi outfit neoyorkino, pero que estaban muy lejos de ser ese calzado ideal para caminar las primeras 50 cuadras que dibujé en el mapa de Manhattan. En total, la isla mide 59 kilómetros cuadrados, lo que a uno, primerizo en la ciudad y con ganas de descubrir todo eso que vimos en tantas series y películas, lo obliga a descartar los medios de transporte público y lanzarse al trekking más citadino que haya

CON 340 HECTÁREAS, EL CENTRAL PARK ES EL CORAZÓN DE LA GRAN MANZANA.

hecho jamás. Empecé por el cuadrante sur, por donde entraron las sucesivas olas de inmigrantes que venían en barcos a vapor, desde el otro lado del Atlántico, persiguiendo la promesa del sueño americano: Ellis Island.

Esta isla fue base militar, se convirtió en un fuerte durante la guerra contra los ingleses y más tarde, a partir de un decreto del ex presidente Benjamin Harrison, fue el puerto y aduana principal de la ciudad: se calcula que unos 12 millones de pasajeros llegaron a Ellis Island entre 1892 y 1954. Más que por el valor histórico de este islote, o por el Museo de la Inmigración que aloja, la mayoría de los turistas hace colas de varias horas en el puerto de Battery Park y se sube al ferry que los trae hasta Ellis para sacarse la foto junto a la Estatua de la Libertad, incluida en la misma excursión. Regalo del gobierno francés con motivo de los 100 años de la independencia de Estados Unidos, la estatua de cobre es una mujer que blande una antorcha encendida en su mano derecha, una tabla grabada con la fecha de la independencia en la mano izquierda, y en la cabeza, una corona de picos afilados que simbolizan los siete mares y los siete continentes. Hay 93 metros desde el suelo hasta la antorcha y 25 ventanas alrededor de la corona. Se cobra aparte, está lleno de turistas, pero uno es primerizo sólo la primera vez.

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miniaturas de taxis y autos de policía, en el puente de brooklyn.

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el mundo PASEO EN CATAMARÁN HASTA ELLIS ISLAND Y LA FOTO DE RIGOR JUNTO A LA ESTATUA DE LA LIBERTAD.

CON CASI 2.000 METROS DE LONGITUD, EL PUENTE DE BROOKLYN SUPO SER EL MÁS LARGO DEL MUNDO.

en una manzana

Manhattan creció históricamente desde el puerto hacia el norte, por lo que los barrios más populosos siempre fueron los del sur, con una densidad de población que, en algunas manzanas, alcanza las 2.500 personas en la actualidad. Por conservar su lengua, costumbres y religión, los inmigrantes que llegaban a Nueva York se mezclaban sólo con los suyos y así se fueron delimitando barrios por nacionalidad. Es el caso de Chinatown o Little Italy, donde hoy en día encontramos restaurantes y tiendas que venden la misma receta, el mismo producto, que hace más de 100 años. Un buen ejemplo de esto es la fiambrería Di Palo´s, en la esquina de Mott y Grand, famosa desde 1910 por sus canolis rellenos de crema pastelera. Desde Battery Park, en un par de horas de caminata curiosa, recorrí cuadras enteras vestidas de verde, blanco y rojo; otras tapadas de carteles en chino y tiendas de chucherías; y barrios emergentes de los inmigrantes del Siglo XXI, donde dominicanos y jamaiquinos conquistaron antiguos territorios irlandeses, polacos y alemanes.

Además de los barrios y edificios más antiguos de Manhattan, en el Downtown está el Distrito Financiero, con Wall Street, la famosa escultura del Charging Bull -dicen que trae buena suerte tocarle ahí abajo al toro, sólo apto para los pacientes que quieran esperar su turno- y el World Trade Center. Si el valor del metro cuadrado en Manhattan es uno de los más caros del planeta, el de este barrio no tiene precio.

Acá es donde estaban las Torres Gemelas y donde se emplaza, desde mediados de 2014, Ground Zero. Tras casi 14 años de debate sobre qué debía hacerse en este lugar, reclamos de los familiares de las víctimas, distintos proyectos arquitectónicos y resistencias por parte de los empresarios y propietarios de los lotes, finalmente se inauguró este memorial del 11-S: dos pozos inmensos en la tierra, con paredes de mármol negro por las que caen cascadas de agua, y placas en todo el perímetro grabadas con los nombres de las 3.000 personas que murieron en el ataque. Junto al mausoleo, curiosamente se decidió construir el edificio más alto del hemisferio occidental y uno de los siete más elevados del mundo: la Freedom Tower, con 104 pisos y 1776 pies de altura en homenaje al año de la Declaración de Independencia de Estados Unidos.

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EL RESTAURANTE THE VIEW ESTÁ APOYADO SOBRE UNA SUPERFICIE QUE GIRA 360° A CADA HORA.

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LA CIUDAD DE NUEVA YORK, DESDE OTRO PERFIL, Y CON EL EMPIRE STATE EN EL CENTRO.

las mejores vistas

para disfrutar

Desde el World Trade Center, vale la pena bajar unas cuadras más y cruzar el Puente de Brooklyn para ver el perfil de la ciudad desde el otro lado del Río Este. Inaugurado en 1883 y con casi 2.000 metros de longitud, este puente colgante supo ser el más largo del mundo durante varias décadas. Porque si hay algo en lo que es buena Nueva York, es en batir récords, como la Freedom Tower, el Puente de Brooklyn y por supuesto, el mítico Empire State. “¿Cuál es la altura máxima que podemos hacer sin que se caiga?”, desafiaron al arquitecto Gregory Johnson que, muy astuto, remató la apuesta con una aguja art decó. El Empire State no sólo fue el edificio más alto del mundo por 40 años, sino que también batió el récord en velocidad de construcción: se levantó en apenas 11 meses, con una velocidad máxima de hasta un piso por día.

Aprendo todos estos datos con la audioguía que me dieron en la entrada del edificio, mientras avanzo en una cola que da muchas vueltas hasta uno de los 73 ascensores que tiene el edificio, todos dorados y decorados con diseños geométricos, cien por ciento a la moda de la época. Finalmente llego al piso 86, el lugar donde se filmaron tantas y tan memorables escenas, con una vista 360° de toda la isla, rodeada por los ríos Hudson y Este, con el Central Park en el medio, el Puente de Brooklyn a un lado, New Jersey del otro, y la Estatua de la Libertad a lo lejos. Otra vez, vértigo; de nuevo, otro récord: una mañana neblinosa en 1945, un bombardero se estrelló en la cara norte de este edificio. Una parte del avión se desplomó bajo el eje de un ascensor y 14 personas murieron en el incidente. El dato curioso es que la ascensorista Betty Lou Oliver sobrevivió a una caída de 75 pisos dentro del ascensor: Récord Guinness hasta la actualidad.

El City Pass que compré para subir al top roof del Empire State, entre otras seis atracciones clásicas de NYC, incluye una segunda vuelta para visitar el mirador por la noche. Vuelvo ese mismo día, cuando cae el sol, y sí, la vista con todas las luces prendidas de Nueva York es otra gran experiencia.

EL PULSO DIARIO DE NUEVA YORK, EN EL CRUCE LA SEXTA AVENIDA CON LA AVENIDA DE LAS AMÉRICAS.

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M&M AL PESO, EN EL SÚPER LOCAL UBICADO SOBRE LA CALLE BROADAWY.

el globo terráqueo gigante del parque flushing meadows.

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las compras

imperdibles “Let us pray for you”. Enviás un mensaje de texto al #88202 y ellos rezan por vos. Todo está a la venta en Nueva York, incluso las oraciones, que se ofrecen a cambio de un dólar, más impuestos, en este cartel pegado en la ventanilla del Metro. Turistas o no, todos caminan por las calles de esta ciudad vestidos de estreno y con más de una bolsa de compras en la mano. Es inevitable: las promociones, las vidrieras llamativas, los locales de varios pisos y las ofertas de último momento, obligan a uno a comprar. Ni hablar de la primera vez en NYC, donde se junta la ansiedad acumulada durante la planificación del viaje, con el miedo a no volver, y si es así, “hay que aprovechar”, “sólo se vive una vez”, entre otras justificaciones para el consumo voraz. Hay ciertas tiendas, incluso, que son un paseo en

sí mismas, como los casos de M&M, Toys R Us, Lego, Disney o Hard Rock, por mencionar algunos locales con propuestas divertidas. Si sacamos los shopping malls de la ecuación, que merecerían una nota aparte, la mayoría de las tiendas se concentran entre las calles 14 y 59; esto es Midtown.

El centro de Manhattan es la zona ideal para buscar alojamiento, cerca de la Quinta Avenida, el iluminadísimo Times Square, el Rockefeller Center, Madison Square Garden y los teatros de Broadway. En Midtown también está el renovado barrio de Hell’s Kitchen, centro gastronómico por excelencia de Manhattan, con muchos restaurantes de autor y bares de moda. Pero si se trata de comer algo rico y barato, nada como conseguir un buen sandwich en el Chelsea Market y subir al High Line para disfrutarlo bajo el sol y con los pies en el pasto. Inaugurado en 2009, el High Line fue una iniciativa de un grupo de vecinos de Chelsea, que propusieron aprovechar las vías de un tren en desuso para crear una sendero verde, repleto de plantas y flores, con bancos para sentarse y puestitos de comida al paso. Promediando el paseo, a la altura de la calle 16, una escalera conecta el High Line con el Chelsea Market, un mercado gourmet que ocupa la antigua fábrica Nabisco, creadora de las galletitas Oreo. En este punto, las compras se vuelven gourmet: té en hebras y granos de café de todo el mundo, especias, panes y pasteles, pizza al corte, quesos y embutidos artesanales, pastas caseras, vinos, langostas por peso y la lista sigue.

· Info útil ·

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Cómo llegar y moverse Desde Buenos Aires hay vuelos directos a Nueva York por Aerolíneas Argentinas (desde $ 15.000 aprox., www.aerolíneas.com.ar) y Delta (desde 20.000 aprox., www.delta.com). Con una escala, también vuelan LATAM, Aeroméxico, United y Copa Air. Del aeropuerto JFK a la ciudad, se llega combinando el Air Train y el subte: con la Metrocard de US$30 tenés viajes ilimitados una semana.

Dónde dormir La cadena Marriott tiene más de 100 hoteles sólo en Nueva York, para todos los distintos presupuestos, ya que ofrece habitaciones dobles desde U$S 76 la noche. Para primerizos en NYC, una buena opción es el recién inaugurado Courtyard Chelsea, de la marca más joven de la cadena. A dos cuadras de Penn Station, tiene habitaciones cómodas y un Starbucks en la planta baja (www. espanol.marriott.com).

Una alternativa clásica, bien céntrica y económica, sin ser un hostel, es el hotel The French Quarters. Con menos de 30 habitaciones, está ubicado sobre una calle repleta de restaurantes, a 10 minutos de caminata del Times Square, ofrece WiFi gratis y un excelente desayuno continental (desde US$ 180 la doble con desayuno (www.frenchquartersny.com).

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el corazón de la manzana

Nueva York no sería lo que es sin el Central Park, que, como bien sugiere el nombre, es el centro de la isla, el pulmón verde de la ciudad.

Con una extensión de 340 hectáreas, entre las calles 59 y 110, a donde sea que uno vaya siempre está cerca de alguno de los márgenes de esta reserva de naturaleza y aire fresco. Alquilo una bicicleta para darle un respiro a mis pies, y me paso casi dos horas andando por senderos entre árboles, subiendo y bajando puentes, dando vueltas alrededor de las lagunas, descubriendo fuentes con cascadas, ardillas, canchas de béisbol… Pasadas las seis, y bien merecido tras dos horas de pedaleo, ya es un horario prudente para una copita con aceituna en Tabern on the Green. Sobre el margen oeste del parque y construido a fines del Siglo XIX, originalmente como casa de campo, este es el único restaurante dentro del Central Park. Fue de los lugares más paquetes en la década del ‘30, y al día de hoy sigue siendo muy elegante, con sus manteles de hilo, vajilla original y cubiertos de plata. Claro que para cenar es un poco caro -un menú cerrado cuesta U$S 55-, pero siempre está la opción de pedir un cóctel canchero y disfrutarlo largo y tendido en la barra del patio. Por suerte, me habían advertido, y traje las sandalias del primer día en la cartera: “En Tabern on the Green hay código de vestimenta, no podés entrar con zapatillas”.

Dónde comer Ideal para el mediodía, Big Onion ofrece una “caminata étnico-gastronómica” por Lower Manhattan. Guiada por estudiantes de historia y sociología, propone pasear, aprender de las inmigraciones que recibió la isla y comer rico: desde tentempiés jamaiquinos hasta embutidos alemanes (US$25, www.bigonion.com).

Cualquiera sea la hora y el punto de la isla en el que estés, siempre se puede hacer una escala en Dean & Deluca. Pastelería, cafetería, almacén de snacks y regalería gourmet, y una carta de platos simples pero exquisitos y al paso. Podés buscar la receta en su web (www.deandeluca.com En Good Enough To Eat, sobre la Avenida Columbis, podés probar comida típica americana, bien casera y porciones para compartir: beer-batter chicken fingers con salsa barbacoa; macarrones con quesos cheddar, mozzarella, gruyere y parmesano; y hamburguesas con todo, desde US$ 15 (www.goodenoughtoeat.com).

Más información En www.nyc.com podés buscar hotel y restaurantes, contratar excursiones, comprar tickets para cualquier obra en Broadway y conocer la agenda de eventos de la ciudad.

EL MUSEO METROPOLITANO DE ARTE DE NUEVA YORK ES IMPERDIBLE POR SUS OBRAS Y SU CONSTRUCCIÓN.

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