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Rincón Ignaciano Rincón Ignaciano Sólo el amor es digno de fe[1]: el
Amor Y La Escucha
Alejandro Adolfo Vergara - Candidato a la Compañía de Jesús
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Tan sublime es el amor que su revelación es accesible a todos e insondable al mismo tiempo. ¿Quién no se ha sentido dulcemente apabullado por su misterio fascinante, como si le pareciera al cuerpo todo sentirse sumergido en la certeza más cierta, en el lugar de los lugares abrazados a mamá o en la mirada aniquilada de los ojos que se miran como algo nuevo viejamente conocido?
Experiencias de Pastoral
Entre los meses de febrero y marzo se llevó a cabo Curso Taller Navarra con grado Quinto y la primera versión de Curso Taller Cardoner con grado sexto.
Los dos curso–talleres son el inicio a la preparación en liderazgo Ignaciano que ofrece el colegio dentro del área de Pastoral y buscan ofrecer formación complementaria acorde a las etapas que están pasando nuestros estudiantes.
Desde ya, se está comenzando con la organización del Curso Taller Javier con grado Noveno y Ubuntu con grado octavo, los cuales se realizarán en los siguientes meses.
Tan íntima es la experiencia del amor que dispone a cada hombre y mujer bajo su influjo a formular, desde lo más hondo, una respuesta que es muy difícil para las flacas fuerzas de la razón (que parecen repetir la famosa frase de la máquina del cuento de Asimov: “datos insuficientes para respuesta esclarecedora” [2]), una respuesta de fe, un “creo”. Este “creo” que me amas se constituye en un principio de realidad, es más, es la confesión de la realidad misma y el motor más constante y quizá más poderoso de la voluntad. El amado o la amada se comunican y eso que se escucha, nos dice la experiencia, es recibido en primera instancia, como digno de fe. Sólo cuando se experimenta el amor se escucha verdaderamente y cada uno es capaz de confiar la vida.
San Ignacio nos invita a escuchar, a disponernos para captar la comunicación ininterrumpida de, quizá, la única verdad que es capaz de dar sentido a la existencia y cuya ausencia constituye la orfandad esencial del mundo: que somos amados con un amor que nos precede y no tiene límites ni fin.