INVESTIGACIÓN
Cuidados de Enfermería al paciente portador de balón de contrapulsación intraaórtico
Autores: Marisol Zubiri Cañada Joaquín Guallart Perez Leire Azcona Ciriza (Diplomados Universitarios en Enfermería. Unidad Coronaria del Complejo Hospitalario A) Dirección de contacto: msolzc@yahoo.es
Resumen Una circulación sanguínea correcta es fundamental para el mantenimiento adecuado de la perfusión miocárdica y sistémica. Cuando un paciente presenta trastornos de la función circulatoria y alteraciones hemodinámicas, es importante identificar el problema para poder actuar precozmente. La elección del tratamiento dependerá de la causa del déficit circulatorio así como del grado de descompensación hemodinámica del paciente. El balón de contrapulsación intraaórtico (BCPIA en adelante) es un dispositivo diseñado con el fin de conseguir un incremento de la perfusión miocárdica para optimizar así la hemodinámica del paciente. Existen situaciones que pueden ocasionar trastornos de la circulación modificando la hemodinámica de los pacientes. Por lo que el objetivo terapéutico será conseguir una buena perfusión miocárdica y cerebral, mejorando el aporte de oxígeno al miocardio y disminuyendo la carga de trabajo del corazón. La utilización del BCPIA es un tratamiento agudo y de corto plazo para aquellos pacientes con fallo de ventrículo izquierdo o para mejorar la insuficiencia cardíaca aguda irreversible.
INTRODUCCIÓN Durante mucho tiempo se han buscado métodos fiables para el apoyo mecánico a la circulación. En 1962 se introdujo un sistema que permitía el apoyo ventricular izquierdo (Dennis y colaboradores) que fue modificado por De Bakey, utilizándolo en pacientes que no podían ser desconectados de la circulación extracorpórea tras la cirugía cardiaca[1]. Al comienzo de los años 60 se definió la teoría de la contrapulsación intraaórtica. Más tarde, en 1962 Moulopoulos y co laboradores desarrollaron el sistema de balón intraaórtico[2]. Sin embargo no fue hasta 1968 cuando Kantrowitz lo aplicó con éxito por primera vez en la práctica clínica en pacientes en shock cardiogéni co[1]. Normalmente se utiliza en situa ciones en las que el ventrículo izquierdo es incapaz de realizar con éxito su función de bombeo[2]. Con el paso del tiempo, se han mejorado los diseños existentes per mitiendo su utilización en la práctica clínica diaria de manera eficaz y segura[1]. El objetivo de este artículo es actualizar y asegurar el conocimiento necesario para dar respuesta a los requerimientos que presentan los pacientes con BCPIA.
Ante un paciente en situación crítica aguda el papel de los profesionales de enfermería es de vital importancia. Así pues, para ofrecer unos cuidados de calidad a un paciente portador de BCPIA el personal enfermero deberá tener conocimientos necesarios de anatomía y fisiología cardiovascular, de los valores hemodinámicos y de vigilancia del paciente crítico y por supuesto, de los principios de contrapulsación y manejo del dispositivo.
BALÓN DE CONTRAPULSACIÓN INTRAAÓRTICO El BCPIA es un sistema de asistencia del ventrículo izquierdo (VI en adelante) a través del desplazamiento mecánico de volumen sanguíneo en el interior de la aorta, siendo el dispositivo de asistencia ventricular más ampliamente usado. Con siste en un catéter de doble luz, que dispone de un balón o globo en su porción distal[3].
Palabras clave: Circulación sanguínea, perfusión miocárdica, balón contrapulsación intraaórtica, cuidados enfermeros.
La contrapulsación es la eyección de un volumen de sangre por el inflado del balón contra la válvula aórtica cerrada,
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pulso 79 octubre 2014