INVESTIGACIÓN
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Los retos de la cronicidad
Autor: Nelson Domingos Rodrigues Machado (Enfermero. Hospital Universitario de Basurto, Vizcaya)
Dirección de contacto: nelson_machado85@hotmail.com El aumento de la esperanza de vida es uno de los factores que contribuye a una mayor prevalencia de enfermedades crónicas y situaciones de pluripatología
INTRODUCCIÓN El aumento de la esperanza de vida, junto con las mejoras en la asistencia sociosanitaria, el incremento de la de pendencia y otros factores de índole diversa, están produciendo un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas y situaciones de pluripatología. La cronicidad, entendida como un marco multifactorial influenciado por factores intrínsecos y extrínsecos a quien la pa dece, induce a repensar el modelo de atención a este tipo de pacientes. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades crónicas causaron el 60% de las muertes en el mundo en el año 2005 y llegaron a motivar el 80% de las consultas en atención primaria, el 60% de los ingresos hospitalarios y el 70% del gasto sanitario. La tendencia es
que estas enfermedades se conviertan en la principal causa de incapacidad en el año 2020 y que hacia 2030 su incidencia se duplicará en mayores de 65 años[1]. Los pacientes crónicos que presentan una o varias enfermedades asociadas, se caracterizan por una tendencia a la reagudización de su patología que a su vez se traduce en reingresos hospitalarios varios. Las descompensaciones a lo largo del proceso de enfermedad son frecuentes y las implicaciones para el individuo y su entorno tienden a ser más evidentes. SITUACIÓN ACTUAL En España, se estima que las enfer medades crónicas no transmisibles produjeron en 2008 más de 300.000 muertes, lo cual representa el 80% respeto al total de defunciones, y unas perdidas en pulso 78 junio 2014
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salud correspondientes a 3,4 millones de años de vida ajustados por discapacidad. En nuestro país, la principal causa de mortalidad está asumida por la cardiopatía isquémica seguida de la enfermedad cere brovascular. El tercer lugar está ocupado por la enfermedad de Alzheimer[2]. Nuestro sistema sanitario, al igual que la mayoría de nuestro entorno, sigue centrando su atención en procesos patológicos agudos. Debemos ser conscientes que en las últimas décadas hemos pasado de una atención puntual a procesos agudos, prin cipalmente de naturaleza infecciosa, a la atención repetida de episodios de descompensación de patologías crónicas en personas de edad avanzada. Debido a una mala gestión de la situación actual, el gasto sanitario se dispara en actos y farmacia que no aporta cualquier valor