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ALMA ESPAÑOLA

A! buen compatriota Juanm Sierra, con motivo de su viaje á España.

Hermano, vas á pisar la tierra de mis abuelos, la patria de mis anhelos que es mi eterno suspirar; los vaivenes del azar nos la quitaron un día y, todo acabado habría si los nuevos redentores no hicieran, cCon sus errores, E que la amemos todavía.

Cuando llegues, por doquiera " refiere nuestro destino, dí, que eres un latino aun sin patria y sin bandera: que aquel pueblo que ofreciera encender sus luminarias de prácticas libertarias , en este pueblo sufrido, aun le tiene sometido á una colonia de parias

Háblale á la Madre Ibérica, dile que aún está irredenta esta pobre cenicienta [ de la libre y grande América; pero que así, cadavérica, la sangre en sus venas. late, pues que tan sólo la abate verse pobre é impotente para lanzarse valiente á la arena del combate.

Qué, aun cuando se marchó un díno todo se lo llevó, pues en Boringuen dejó algo que no moriría; que en la noble lozanía del riqueño corazón hay algo que es un blasón - qué vive en nuestra memoria: es la raza y es la historia y es la santa tradición.

¿Lo han hecho á Vd. inspector de escuelas, amigo don Simón?

Nada de eso, amigo Barreiro. Los niños no me quitan el sueño. Los que me preozupan son los papás de los niños.

¿Y es verdad que hay quien le tire á la alcaldía?

- ¿Que si hay? ¿Usted sabe lo que son cuatro mil pesos?

¿Y que hace Ud?

- Yo, nada - Absolutamente nada.

Los Hospitales

Tamaño lio se ha armado con eso de los hospitales de distrito.

Y al pobre Mister Lippitt lo traen loco llevándolo de pueblo en pueblo, casi secuestrado, para que vea las condiciones de los terre' nos que ofrecen las respectivas localidades.

Cada pueblo quiere 'un hospital....

¡Y como no bay más que siete!

La verdad es que á Mister Lippitt se le presenta cada jamón.

Lo dicho: ni amarrado desempeñara yo el caígo de director de Sanidad.

Pero si yo fuera director de sanidad el primer hospital lo haría en Hatillo, el segun' do en Lares, el tercéro....seme acabaron las cuartillas.

E L que yo sea un republicano entusiasta, no impide que me alegre con los triunfos de mis adversarios, sobre todo, si los adversarios son de las condiciones de don Tulio Larrinaga, á quien nuestro director artí-tico ha puesto en esta caricatura un poco més feo de lo que es.

¿Lo ven ustedes con esa carafm-o?lw que parece un temporaÍ desechc?

Pues no crean ustedes que don Tulio es lo que parece:

Cuando yo vi por vez primera á don Tulio. dije para mi capote:este hombre es un peligro.

Y pasé por su lado sin saludar'o

Cualquiera saluda á un hombre asi, Pero una tardé, una de aquellas deliciosas tardes que se pasaban en la botica del inolvidable don Ramón Almazan. de aquel cubano que hizo más por Puerto Rico que muchos puertorriqueños, oi hablar á don Tuho Larrinaga. -

Yo era: todo orejas: mo porque las tenga un poco grandes sino porlo atento que estaba á las manifestaciones del ilustrado ingeniero puertofriqueño.

Hablaba don Tulio, yuien era ála sazón comisionado de Puerto Rico en Washington, de la lucha terrible que había que sostener en los Estados Ja dos para que los políticos americanos prestaran alguna atención á los problemas de Puerto Rico.

: <Y no es eso lo más doloroso: 'o0 Més triste es que haya puertorriqueños que por bajo cuerda trabajen para que no se le den á Puerto Rico las libertades que con tantoderecho reclama:>

Y un pesar profundísimo, todo el pesar de que es capaz una alma netamente puertorriqueña, asomó á los ojos de

Desde entonces, desde esa tarde que he recordado muchísimas veces le perd¡ el mnedo á don Tulio. .E ,

Y en vez de sacarie el cuerpo, como solía antes de conocerlo, ahora lo espero y si es posible; le salgó al: encuentro para saludarlo con el cariño y el respeto que me msp¡ran los -grandes puertorriqueños.

Cuando me dijeron esta mañana que había sid » nombra io miembro del consejo Ejecutivo experimentó mi alma una gran satisfacción.

Yo soy así: un republicano raro.

El cable nos comunicó hace pocos días la triste noticia de la muerte del Honorable John A. Martin.

Cualquiera al leer esta noticia, se creerá que se trata de uno de tantos americanos que rinde la jornada de la vida como cualquier otro mortal,

John A. Martin era algo más que un simple americano, Por eso viene su retrato á esta página de nuestra revista, Fué Martin, aquel buen amigo de Puerto Rico, que cuando la furia de la reacción parecía desencadenarse sobre esta tierra infor tunada. levantósu voz honrada en el Congre. so de los Estados Unidos, con la misma ente_ reza que pudiera hacerlo el más patriota de los puertorriqueños.

Y aquí, en las mismas páginas donde se censura y fustiga á los que v:n en contra de las libertades puertorriqueñas, debemes tcprar la memoria de aquellos buenos americanos que han sido en el Congreso los más nobles y generosos defer<cres de Fuerto Rico.

Honremos el nombre de Juha A. Martin.

Buscando A Don Porfirio

Los últimos cables dan cuenta de haber lle gado á la Couña (España) la Delegación mejicana enviada para CoDIErenciar con el general Porfirio Díaz y persuadirle que regre«e á México y se encargue de nuevc del gobierro del país.

Así son las cesas. :

Don Porfirio salió de Méjico. lanzado por sus paisanes

Y ahora sus paisanos le llaman de nuevo para que rija los destinos de su tierra.

Lo que dirán algunos:. más vale malo cenc cido que bueno por conceer..

Si asi se:hubiera pensado desde antes, se habría evit:Co el derramamiento de sangre que ha llenado de luto aquel - pueblo.

Y México hubiera seguido di-frutanro de la paz y de la prosperidad alcanzadas bajo el gobierno de den Porfirio iIba yo á ocuparme de su nombramiento cuardoel mio está en peligro!

Falta ahora que el vitjo general, escamado con lo que le hicieron á Madero, prefiera la tranquilidad y sosegada vida gallega á laazarosa y un tanto agitada de México.

Ya el viejo no está para mucho jaleo.

¿Comó ha sido eso, Señor Colton?

¿Comc pe:mitió Vd que nombraran á Sínchez Mora'es, después de lo que habíamos hablado?

DPermítame. Tenga la bondad de dejarme soltar las maletas.

[Aparte.] Pero. ¿que se figurarán estos leaders de última-hora?

N0 estamos de acuerdo sedujo á una agraciada joven de Lares, estando por este delito, bajo la acción de los trieo bunales Sin esperar el fallo de lá justicia, que se suicidó en Aguadilla, después de ase- dispara contra su víctima trestiros de revól' sinar á la joven que sedujo, revistió los carác 3 - teres de una verdadera manifestación de Ver. hiriéndola gravemente y después se sui'

El entierro de Angel Cedeño, el -individuo duelo. cida.

Parecía aquello el entierro de un héroe, sa- . crificado en aras de la patria

Somos los primeros en lamentar este suceso.

Cedeño era un hombre casado que sin res- Pero no creemos que deban de tributarse pectoá su hogar, á su esposa Di á sus hijos, á Cedeño los honores que sele hán tribútado

No una-for una, sino ciento á ciento, , Tus hojas antes verdes han caido Y, al verlas vagar secas, un gemido, Al guebrarse en tus ramas das al viento.

También del alma, en huracán violento | Secas tras de arrancadas se han perdido, E Las ilusiones de mi bien querido Y, como tú, la pérdida lamento.

Arbol que al aire tu gemido arrojas, Alma que tiertes del dolor los sones, ¡Ay. nidie aliviará vuestras congojas?

Perdidas entre rudos aguilones, No volverán tus destrozadas hojas, Ni volverán tus muertas ilustones.

F. Rodriígnez Marín. u

¿Cómo no?

Dice un diario.hablando de las chispas eléctrica que cayeron en el pararrayos del Ejecutivo:

«Cuando el repórter salía ya de regreso por. los pasillos, frente á la secretaría de la -Cámara, vibraba fuerte y continuámente el tim bre del teléfono. Uno de los empleados que por aili estaba decía al oirlo: «Si me hacen Gobernador de Puerto Rico, no -toco ahora el audífono.»

Sería curioso saber si Colton lo usaría en este caso »

¿Mr Coltos? Se conoce que no conocen ustedés á Mr Colton.

¿Qué es una descarga para un coronel?

Además, un Gobernador que sale ileso de las demócratas. no hay miedo de que lo parta un.rayo. Unhombre asi es un aislador. Un aislador que pierde todas sus propiedades cuando se le acerca St Elmo, .

Y á propósito de las descargas.

Es una rara coircidencia que caigan dos rayos en el Ejecutivo el mismo dia que llega la noticia de haber sido propuestos para Consejeros don Tulio Larrínagay don Luis Sánchez Morales

Yo nocreo en brujas, ¿Pero que las hay?

¡Ya lo creo que las hay! -

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