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CUENTO DE LA SEMANA

L rencor esel sentimiento más violento que existe.

Vaya este ejemplo:

En el sexto piso, habitado por los criades, uno de los cuartos cambió un día de inqui. lino.

La recién llegada no tenía aspecto de criada. Se llamaba Matilde y carecía de ese aspecio vulgar de las muchachas de pueblo: parecía más bien una modistilla. -Era morena, alta, delgada, y hubiese pasado por bonita si un continuo pesar febril no hubiese marchitado su rostro, y si su mirada, siempre fija y dura, ne diese una exprevión -de hostilldad é inquietud.

Las demás criadas no se equivocaron: Matilde tenía algún gran pesar, algo que no podía decir á nadie,

Por la noche. una vez concluido el trabajo, se encerraba en su cuarto, sin hablar con nadie; pero permanecía lz rgo rato sin acostarse, con la luz encendida: no cabía. duda de que en todo aquello había un misterio,

Las criadas quisieron averiguarlo. .Desde la habitación contigua hicieron un agujero en la pared. Al llegar la noche se reunieron allí, con la puerta bien cerrada, ¿pagada la luz y esperaron guardando profundo silencio.

Vieron entrar á Matilde con el quinqué en la mano. Abrió su baúl y empezó á sacar ropa de niño: camisitas, gorritos, pañales, baberos.

Los colocó todos sobre la camá. y éuesta de rodillas empezó á revolverlos, á colocarlos de diferentes maneras, como una niña que jugase á tiendas. De pronto, dejó caer la cabeza " sobre el lecho y empezó á sollozar en silenCio.

Permaneció tanto rato en aquella postura, que las fisgonas, cansadas, concluyeron -por irse á acostar.

Pero el. primer día que Matilde tuvo que servir en un gran banquete, las otras aprovecharon la ocasión para violentar la cerradura de su cuarto y del baúl. Con la ropa de niño encontraron algu.10s documentos, certificaciones de soltería, cartas de un amante que prometía casarse, y por último, un trozo de periódico cuidadosamente doblado.

Una de las criadas, después de haberlo leído, exclamó:

¡Ya está todo aclarado! Se trata de una tal Matilde acusada de infanticidio, procesada y condenada. Do puede ser otra que nuestra compañera. E

En efecto: Matilde, con dulce sentimiento maternal, se desvivió trabajando noche y día para confeccionar una rica canastilla pa. rasu hbijo; pero un día, cuando la eriada tevía ya algunos meses, se la encontró muerta en la cunma.. ¡Para consolarla de su enorme dolor la metieron en la cárcel. De ahí su esquivez,su gesto huraño: era el rencor contra toda la Humanidad, que había arraigado en su alma

La habían martirizado injustamonte, y para ella ya no podía haber ni olvido ni redención posible.

Ocurrió un día que una planchadora, que tenía un niño en cama fuera de París, cayó enferma y fué á morir al Hospital.

Las compañeras, con muchísima intención y en tono de burla, dijeron á Matilde:

Debe usted encargarse del niño de la planchadora, que no tiene á nadie y lo echarán á la Inclusa.

Las oyó Matilde sin contestar ni una palabra, con cara ceñuda y expresión de amenaza.

Estaba resuelta á parti1 con

Al día siguiente, pidió á sus amos permisopara ausentarse, permiso ó sin él.

Matilde se dirigió á casa de la nodriza del huerfanito. ,

Llegó al pueblo temblorosa. Se presentó á la nodriza y pidió el niño.

¿Nosabe usted lo que ha acurrid ? Su madre ha muerto...... Desde hoy pagaré yo la crianza del chico. Me encargo de él para siempre.

Y salió con el niño entre los brazos, diciendo: i¡Me metísteis en la cárcel sin derecho alguno cuando murió mi hijo.... pues ahera me apodero de éste sin derecho tampoco para ello!

La casita es la última del pueblo. Matilde quiere pasear al niño y se lo lleva hacia el

Acompañando á la distinguida señorit. Val és Cobian, elemento valiosísimo de la sociedad capitaleña, embarcó para Europa el ilustrado doctor Riveró á cuso cargo está la asistencia facultativa de tan estimable señoritz. El Dr. Rivero, á quien ya hemos tenido ocasión de hacer justicia en esta revista, es uno de los médicos que mas prestigian y que mas honran á la famosa Universidad- de Caracas en la tierra puerlorriqueña.

Durante la ausencia del Dr. Rivero se encargará de su numerosa clientela el Dr. Ruiz Arnau.

Lamentamos que nos unanal Dr. Ruiz Arnau lazos de una muy antigua y sincera ami-tad, circunstancia que nos impide hacerle toda la justicia que merece. El Dr. Ruiz Arnau es uno de los médicos puertorriqueños que mas alta y con mas gallardía tremola la bandera victoriosa de las universi lades españolas, de esas universidades llamadas 4 unir por medio de la ciencia, los eskíbones de la gran cadena que se llama confraternidad hispano americana rctes un dia ror la espada de nuestros militares y los errores de nuestros políticos.

Al frente de la clientela del Dr. Rivero queda el doctor Ruiz Arnau, L campo solitario. Reinaen él el profundo silencio de una tarde de Junio.

Barbosa arrestado

ven más que la inmensidad de la llamura. y allí, con odio- y rencor hacia toda-la humani dad, como un desquite, empieza á besar con l amor ipfinito á la criatura, como si al fin tomase venganza de la sociedad que tan cruel había sido para ella, torturando su corazón. negándole el sentimiento de la maternidad. Dºn hlt0l'lí0 B¡I'Cdó

Se detiene en un punto donde sus ejos no Ací. con ese título, publica un estimado colega mayagiiezano la noticia de haber sico arrestado por seducción el ciudadano Ramón Barbosa.

Cuando !cí el título de la noticia me dí el susto de la fiesta.

Creí que se trataba del Jefe.

No; ella tendría en la vida un cáriño, sí, un amor verdadero, á pesar de su falta de dere- " A bordo de! vapur «Brazcs» embarcó el chos, sin permiso de nadie y sin parentesco miércoles ¡ara los Estados Unides este dis- coa la criatura; pero con un amor desinteresado y para siempre.

Y el sentimiento de la maternidad palpitaba en ella con más fuerza que nunca, y le pa: recía vengarse al fin de todos los hombres, con aquellos besos dados á n niño que acababa de robar.

LEÓN FRAPIE tinguido bombre público, y muy querido ami- go nuestro, delegado á la Cámara, Jefe del partido Unión de Puerto Rico y antor de la tan llevada y traida ley de patentes. El Sr. Barceló es uno de los miembros que designó la Legislatura pará ir á Washington á pedir protección para el azúcar, lo que no pudo realizar antes á c?usa de la enfermedad de su señora

Buen viaje y éxito en sus gestiones le de- seamos.

AY épocas de grandezas en tod:s los órdenes. como las hay de pequeñeces. Hay temporadas de sucesos de alta mentalidad. como las hay de puerilidades. -

En esta temporada en lo]'¡uei puadiéramos llamar término de los -'.rt.imos,_; 5ííiás transcurri dqs, los hechos son culmipantes y le ha tocado el naipe á dos sucesos grandes: El atentado contra el Rey de España, que rey y todo es persona simpática y diz, que ha sabido impresionar al pueblo con efectismos, Y la mi;<_erte de Mr. Morgan en Roma, que es un acº93ecimiento ultra c nsiderable, no másque se piense en lo que significa morirse un hombre que tiene mil millones de francos. - Sin duda aíguaa, ninguno de nosctros tiene idea, puede tener idea, de lo que son. de lo que significan mil millones de francos. Porque, así como no es pcsi>5le el figurarnos como puedan ser los habitantes del vecino planeta Marte, y eso que lo tenemos ah¡ cerqm(a de igual modo estando como qu¡en dice á nuestra vera aquellos millones, nc podemos pensar, ni siquiera por figuración lo que tal suma significa. Y echen ustedes cuentas, con lo que será morirse para un hombre tan rico. Monr para. muchos, es indudablemente lo único malo que haya. podido disponer dentro de su sabidurfa infinita, el Supremo Hacedor.

Morir, es el abandono - total de la vida material. D

Se muere, y aquel corazón hermosoy grande que antes latiera erí los perennes anhelos dela vida, cesa ensu labor continua, y es un órgano inerme, s'n acción, lo que un segund e antes fuera el punto de los afectos tiernos, el .sitio de los amoures pasionales, el vaso á que iban á caer las lágrimas que se lloran para dentro,y el vaso de donde salen las amarguras, los odios, las venganzas y los despechos.

Pero eso es morir, cuando sólo se vive de sentir yde pensar; cuando vamos andando por laextensa llanura de la existencia y lo ayo me ¡1egro muchísimo q. haya llegado el nombramiento de don Luis Sánchez Morales para miembro del Consejo Ejecntivo.

-vemos todo sin que nada sea nuestro, cuando no más tenemos qhe afectos, qí 5pégb="'que anhelos nunca sat¡xfecho< que afanes estériles; cuando só:0 recogemos las flores mar;h¡ tas, lo que: sobra en el festín, ó lo que los otros no quieren, en su facultad de elegir: pe ro morir cuando en cada punto hay un pala cio puesto en el mas alte pié de lujo, que espera puertas abiertas y con servidumbre apta y pronta para scudir al más insignificante movimie to; morir cuando en cien habitaciones hay cama que espera con sus mullideces á que el cuerpo fatigado ó £ó; se entregre al duice reposo, cuando las mesas ostentan los manjares más variados y finos, y todo eso va á perderse para uno, todo eso va á quedarse y el antes feliz poseedor, verá con los-ojos del espíritu, que lo muelle, lo suculento, lo lujoso, lo fastuoso ha tei minadc para ély que su cuerpo. aquel cuerpo tan bien cuidado, tiene por lecho un antro oscuro, con las mul)ideces del duro ma:mol, junto á la tierra de todos cnando han quedado allá en los palacios que se poseían, las sedas y los tapices, la mesa su culenta, la servidumbre adulona y timorata, oh. entonces el morir debe ser muy cruel, Nosotros adivinamos la ironía que de be prccee der al último instante de vida en esos poderoLa sos de la tierra......

Por es», el otro dia dándonos á escoger, entre ser rey, ser millonario, ó ser poeta, optamos por lo último. A los reyes, los persigue el puñal del auarquista, del ricose rien las. comodidades y el lujo que se quedan en la tierra cuando a.quel es llamado á rendir su último tributo; la poesía, la poesía sigue, sí, sigue vivienlo por nesotros, porque ella se quedi c »2 misstros Cantos en el corazón y el pensamiente de los que nos despiden al pié del sepulcro.

ARTURO GUASP VERGARA.

Que no ha llegado odavía, dirán ustedes.

Si, señor; es verdad que no ha llegado todavía; pero ya quisiera yo tener tan seguro el reino, de loscielos sabido lo pecador que soy y lo poco arrepentido que estoy de mis pecados. -

Cuando se combate á un hombre conia saña que fué combatido Sanchez Morales, por sus mismos. correligiona- . rios, por los que tenian e deber político de defenderlo; ese hombre va adquiriendo simpatías entre aquellos ciudadanos que están por encima de ciertas pequeñeces que son casi siempre el mcvil de muchas campañas.

No queremos decir con esto que ese movil haya inspirado la campaña contra Sánchez Morales y sobre todo que muchos. elementos de los que lo han combatido, cuya hidalguía y patriotismo somos los primeros en reconocer, desciendan á estos terrenos.

Yo nosí si á Sánchez Morales le convendrá ó no le convendrá ser consejero, aunque dice el refran qué á nadie le amarga un dulce- pero es indudable que la noticia del nombramiento le ha pro» »rcionado una gran satisfacción.

A mi me la hubiera proporcionado tambien.

¿Sabsa ustedes lo que significa para un epublicano, ser recomendado para miembro del Ejecutivo por el partido demócrata?

Y esqu: á lus oj »5 del P-esident: de la República vale mas la condición de buen puer torriqueño que la de vbuen republicano,

Y de que don Luis Sán:nez Morales es un excelente puertorriqueño no cabe la menor duda.

Lo fué cuando muchos ten:an miedo de serlo.

Y lo sigue siendo todavia,

A muchos les habrá producido su nombramiento un gran dirsgusto. Para nosotresha sido una v :rdadera satisfacción.

De esa vigorosa pléyade de poetas que sun gloria y orguilo de la tierra dominicana, 0s guilo v gloria también de la nación que trajo al nu:v5 muado. la rica y sonora lengua ca-" tella1t, se destaca arrogante y gallarda la simpitica figura de Valentin Giró, el poeta delas lalces suavidades como lo llama otro poeta, como él también dulce é inspirado:s Primitivo Herrera.

Es para esta revista motivo de verdadero orgullo traer á sus páginas las figuras de la intelectualidad hispano americanas familiarizands con los intelectuales de Puerto Rico los de las Repúblicas de nuestro mismo origen, de nuestro mismo idioma, y también, puede decirse, de nuestras mismas costumbres

Pero Valentin Giró, no es un desconocido en Puerto Rico. Nc podía serlo aqui donde seguimos las glorias y los quebrantos de la tierra dominicana.

Bien venidos

El amigo Colton está nuevamente al frente del gobierno de la isla. Sea bienvenido.

Colton viene con toda la familia. Sea bien venida también.

Verán ustedes como Colton se queda aqui per omnia secula seculorun: . Amen.

Desde la primada nos envia nuestro simo corresponsal la fotografia de Ricardo V. Sánchez Lustrino, qu : prestigia esta página de nuestra revista, Sánchez Lustrino, es un jove literato de brillante porvenir, como la mayoría ' de la in. telectualidad dominicana.

Es conocido dentro, y fuera de la República por los libros publicados y por la actitud rebelde asumida duránte los últimos sucesos políticos de aquel pais

Pagina Infantil

Luís ERMELINDO RAFaEL SaLazaR (PONCF)

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