Mayo/Junio 2024 Mensajero Ala Blanca

Mayo/Junio de 2024

LA PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA IGLESIA DE DIOS DE LA PROFECÍA

Preparados para servir con excelencia

Preparados para responder con compasión

EL FUTURO AVANZANDO HACIA

La disposición: Sus implicaciones

“Y estos [bereanos] eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”. (Hechos 17:11

Así como una caja de cerillas (fósforos) contiene varias cerillas, el texto ante nosotros está inmerso por una plétora de llamas divinas suficientes para encender una fogata sagrada en cualquier lugar.

El primer esfuerzo evangelístico de Pablo en Tesalónica fue recibido con agradecimiento, pero también con oposición. Por tres sábados consecutivos, Pablo discutió con la gente por medio de las Escrituras, explicando bíblicamente por qué Jesús era el Cristo anticipado. Este dedicado defensor del evangelio se enfrentó a oponentes empedernidos y retrógradas y obtuvo resultados distintos. El [pasaje] claramente revela que “algunos de ellos creyeron” (Hechos 17:4) y se convirtieron, pero ahí no terminó el diálogo; las Escrituras dejan muy claro que algunos de “los judíos no creyeron”. Eso significa que, por la fuerza de su voluntad, rechazaron deliberadamente el evangelio (v. 5). Cuán revelador e increíble es ver lo que la fiel propagación del evangelio hizo en este contexto. A pesar de las reacciones positivas y negativas, el evangelio sigue siendo la única esperanza de una eternidad garantizada. El compromiso de los apóstoles en este capítulo es claro: vivieron para predicar el evangelio cualquiera que fueran las consecuencias.

el mundo? Debemos recalcar una y otra vez que fue el evangelio —la predicación fiel del Nuevo Pacto, la Palabra de Dios correctamente dividida. El evangelio es el poder de Dios para salvación, y debe ser proclamado sin reservas (Romanos 1:16). En Jeremías 23:29, Dios instruyó a Jeremías sobre los elementos intrínsecos de Su Palabra, diciendo: “¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?

Además, Dios está eternamente comprometido a cumplir Su Palabra hasta el más mínimo detalle porque Él es el mismo ayer, hoy y siempre. Ninguna palabra de Dios carecerá de poder ni es imposible de cumplir. Cuando Dios habla, Su palabra se cumple con exactitud. Dios se asegura de que Su Palabra se cumpla. Dios es la Palabra y, Él, Su Palabra proclama todos Sus atributos divinos. La Palabra, Dios, es sagrada. La Palabra no será más poderosa, divina, soberana o más eficaz mañana de lo que es ahora. El Santísimo es un Dios de cerca y al mismo tiempo de lejos; también lo es Su Palabra. Por eso Pablo no cambió el contenido del evangelio frente a las amenazas y la muerte inminente.

“El Señor daba palabra; había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas”. (Salmo 68:11)

“Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea…” (Hechos 17:10)

Pablo y su compañero, Silas, no se intimidaron, desanimaron ni acobardaron ante la manipulación de los opositores a la Palabra de Dios en Tesalónica y se encaminaron hacia Berea con el mismo fuego en el corazón. Repitieron en Berea lo que hicieron en Tesalónica; esto significa que fueron fieles con la propagación de la Palabra. Con este mismo fuego predicaron el evangelio con convicción, fervor y pasión. Estaba claro que Pablo y su compañero vivían solo para el evangelio, no tenían un plan alternativo. La suma total de sus vidas era el evangelio únicamente. Sabían que cuando se trata del asunto central de la salvación, ¡el evangelio no tiene sustituto! Esta es la única explicación de su devoción incondicional.

“…Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá”. (Hechos 17:6)

¿Qué instrumento utilizaron Pablo y Silas para trastornar

Dios está listo para desatar una avalancha de bendiciones que definan el destino; sin embargo, Su disposición no resultará automáticamente en una transformación masiva de vidas. El paso de los tiempos y las estaciones no podrán disminuir ni una pizca de Su divinidad, y nadie tampoco está fuera del alcance de Sus brazos eternos; pero Dios espera que la iglesia “militante” desempeñe un papel activo. A lo largo de las Escrituras, vemos que cuando Dios ha hecho Su parte, también espera que Sus siervos hagan la suya. Hermanos, esto es un punto recurrente en toda la Palabra de Dios.

“Jehová me salvará”, dijo Isaías prudentemente (Isaías 38:20). El Altísimo está siempre dispuesto para ser la ayuda por excelencia en tiempos de angustia. Él está más deseoso por salvar a los hombres de lo que los hombres están dispuestos y preparados para ser salvados. Esto no es un cumplido precipitado, sino una realidad bíblica. Él no solo está plenamente dispuesto a revelar Sus misericordias, sino que al mismo tiempo está totalmente preparado para llevarnos a un lugar resplandeciente en la vida y el futuro: “He preparado mi comida… todo está

James Kolawole Presbítero general de África

Artículos

20 Preparados para recibir la Palabra y ser un agente de cambio

Janice Miller

22 Dispuestos a dar Nathaniel Beneby, hijo

24 Dispuestos a servir de corazón Scott Gillum

26 Listos para la batalla Simon Röck

28 Ministerio de Compañeros en la Cosecha

Stephanie Roberts

29 Fondo Ayude a un Niño Shelly Wilbanks

Estimados hermanos y hermanas:

Esta es la última revista impresa que recibirán de nosotros. Pero no es el final de la historia. Solo estamos pasando la página a un nuevo y emocionante capítulo para el Mensajero Ala Blanca

Por más de 60 años, el Mensajero Ala Blanca ha sido un punto de conexión inspirador para nuestra familia mundial. Durante la mayor parte de estos años, la distribución de la revista fue muy limitada debido a las restricciones gubernamentales y postales en muchos lugares del mundo.

Pero ahora, ¡Dios ha preparado un camino en estos tiempos para que el Mensajero llegue a cada rincón del mundo! Continuaremos llevando noticias y mensajes de esperanza a nuestra familia de la Iglesia de Dios de la Profecía alrededor del mundo a través de un formato digital aún más accesible. Los lectores podrán leer la revista en cualquier dispositivo: computadora de escritorio, portátil, tableta o teléfono móvil.

¡Otra novedad estupenda es que estaremos publicando nuevos artículos e imágenes inspiradoras cada mes! Así que la revista tendrá más información maravillosa y testimonios de inspiración para nuestros lectores. Por favor, escanee el código QR a continuación para inscribirse y recibir el Mensajero Ala Blanca por correo electrónico.

Marsha Robinson Editora administrativa

PERSONAL EDITORIAL: Editor y publicador: Tim Coalter • Editora administrativa: Marsha Robinson • Editora asistente: Hillary R. Ojeda • Traducción y revisión: Departamento Mundial de Lenguajes • Diseño gráfico: Sixto Ramírez • Distribución: Guillermina Poll y Rafael Alvino.

INFORMACIÓN: Cualquier consulta o material puede ser enviado a la asistente administrativa del Mensajero Ala Blanca; P.O. Box 2910; Cleveland, TN 37320-2910; teléfono (423) 559-5320; Comuníquese con nosotros escribiendo por correo electrónico a rcorbett@cogop.org; sitio web: whitewingmessenger.net; visítenos en Facebook.

El Mensajero Ala Blanca es publicado bimestralmente como la revista oficial de la Iglesia de Dios de la Profecía, oficinas internacionales, 3750 N.W. Keith Street, Cleveland, TN 37312

DECLARACIÓN DE FE: La Iglesia de Dios de la Profecía tiene sus raíces en la iglesia establecida por Cristo y bautizada en Pentecostés. Creemos en la autoridad profética y apostólica de la Biblia como la Palabra inspirada, infalible e inequívoca del Dios Trino y en su autoridad única en materia de fe, prédica y práctica. Afirmamos que Jesucristo es Dios encarnado y consubstancial con el Padre, que nació de una virgen y vivió sin pecado. Creemos en Su poder, Su muerte vicaria y expiatoria, Su resurrección corpórea, Su ascensión al Padre y que vendrá por Su iglesia. Creemos en Su reino milenario y eterno. Creemos que Él, con la participación del Espíritu Santo, es el único medio disponible al pecador para reconciliarse con Dios. Afirmamos que Jesucristo es la cabeza de la iglesia y que ésta, Su cuerpo, es llamada a ser santa y sin mancha, a andar como Él anduvo: en amor, humildad, tolerancia, obediencia y misericordia. Creemos en la unidad de los creyentes, en la realidad del cielo y del infierno, en la resurrección de los

RCathy Payne | Coordinadora del Ministerio de Misiones Mundiales

ecientemente tuve el privilegio de estar con un ministerio nacional y pude ver de primera mano la excelencia de un ministerio preparado y la respuesta de la obra maravillosa del Espíritu Santo en medio del pueblo de Dios. Me sentí bendecida y ungida en gran manera para la tarea que debía realizar en ese lugar y también por la oportunidad ministerial.

Según las investigaciones, este país en particular está entre las naciones del tercer mundo. Tiene un índice de desarrollo humano muy bajo, no es industrializado y es económicamente pobre.

Durante los días y horas que viajé por la nación, vi carreteras subdesarrolladas y algunas construcciones en progreso. Vi muchas aldeas en condiciones de escasez y pocas ciudades progresivas con edificios o urbanismo. También, vi la explotación de los hermosos recursos naturales a cambio de elementos básicos para la sobrevivencia.

Mientras viajaba de regreso a casa, pensaba en las limitaciones que sufre mi familia global, quienes viven en entornos considerablemente más difíciles del que yo vivo en mi país. También meditaba en el derramamiento abundante del Espíritu Santo que personalmente pude ver y experimentar en los servicios —un fuego y una pasión que nos impulsa a acercarnos, buscar, seguir y obedecer en entrega total a Dios. Mientras reflexionaba en todo esto y en las muchas

otras experiencias similares que he disfrutado a lo largo de los años, [mi corazón] se conmovió porque he sido testigo de la maravillosa obra del Espíritu Santo en medio de Su pueblo que busca sin cesar y en entrega total al Señor.

Las narrativas bíblicas que he leído, y sobre las cuales he compartido, me recuerdan que Dios siempre tiene un plan para el llamado activo al ministerio —un plan de acción que impulsa un cambio de vida o uno que conduce hacia una relación más íntima con Él. El pasaje de Génesis 22 y la obediencia determinada de Abraham para obedecer el mandato de Dios, me trae a la memoria una convención de jóvenes [a la cual asistimos] al principio de nuestro matrimonio, que redefinió nuestras vidas y servicio a Dios. El plan incluía una invitación y un llamado —uno que nos llevaría de nuestra vida “ordinaria” a Su “extraordinario”.

Dios siempre tiene un punto de preparación para Su plan. [Por ejemplo], en Samaria, un pozo y una mujer serían utilizados para cambiar el destino de una ciudad. En el desierto, un charco fue el lugar de bautizo para un hombre que sería el instrumento para cambiar una nación. Para un padre y líder ungido, el monte Moriah sería el lugar donde entregaría todo por el plan de Dios —un lugar donde solamente la providencia de Dios le ayudaría a confiar más allá de lo imposible. Para nosotros, sería dejar una casa privada y la seguridad de un empleo para perseguir la fe. Y para este ministerio nacional, sería un grupo de personas que creyeron que un campo baldío era el lugar de preparación para que del polvo surgiera lo milagroso y una explosión nacional del Espíritu Santo. Ciertamente, hemos experimentado la respuesta milagrosa de fe. Tres años antes había un plan y un cascarón, pero hoy tenemos

unas instalaciones polivantes que albergan y ministran a miles; es algo milagroso.

La obra del Espíritu no solo proporciona un plan y la preparación. La maravilla de Dios es que también hace provisión. [En los relatos anteriores], no se trataba solo de que hubiera un pozo o un charco, sino de que hubiera agua que serviría con un propósito. No era cuestión de solo una montaña; allí había madera, fuego, soga, cuchillo y un cordero —todo había sido provisto con un propósito. Cuando el Espíritu Santo dirige, siempre habrá provisión milagrosa para cumplir el llamado. John y yo nunca experimentamos escasez; la provisión y unción fluyeron delante de nosotros por más de 50 años de ministerio. Aun con las limitaciones de esta nación tercermundista, celebramos la unción inmensurable de la poderosa Palabra de Dios, la gran comunión en el lugar santo de oración y la adoración poderosa que refresca y electrifica los huesos secos y los espíritus quebrantados.

Sin embargo, más allá del plan, la preparación y la provisión, hay un elemento esencial del Espíritu Santo, y es Su presencia. El Padre comienza el Testamento con Su presencia: “Yo estoy contigo” (Génesis 28:15). Jesús continúa el segundo Testamento, diciendo: “Yo estoy con vosotros todos los días” (Mateo 28:20). La presencia hizo morada en el huerto, a través de los profetas y la Encarnación, y permanece con nosotros a través del don maravilloso del Espíritu Santo que habita en nosotros (Juan 16:7) —el Guía, la Voz, el Maestro, el Revelador, el Hacedor de milagros, el Consolador, aquel que dice en el último libro, “¡Ven!”.

Mi búsqueda de Dios en este mundo indiferente no mejoró con las hermosas comodidades occidentales que han sido parte de mi experiencia. Más bien, fue potenciada por la manifestación maravillosa y el derramamiento del Espíritu Santo en este tiempo presente por medio de vasijas entregadas y empoderadas que buscan el plan, la preparación, la provisión y la presencia de Dios.

La invitación sigue en pie. Así dice el Señor, “¡Ven Conmigo, sígueme, experiméntame!” Su [presencia] está siendo derramada ahora mismo en el mundo. No podemos perder la invitación de acercarnos, ver, seguir y participar en la obra maravillosa del Espíritu Santo.

NOTICIAS INTERNACIONALES EURASIA Y EL ORIENTE MEDIO

Conferencia de jóvenes en Ucrania

¡Gloria al Señor!

Del 9 al 13 de enero de 2024, los jóvenes de nuestras iglesias pasaron un tiempo inolvidable en el campamento de jóvenes en los montes Cárpatos, en la pintoresca ciudad de Slavske. Estos fueron cinco días inolvidables de recreación y compañerismo; pero más importante, del cuidado y el amor de Dios manifestados en cada momento. Los jóvenes tuvieron la oportunidad de aprender más acerca de Jesús y de Su voluntad para sus futuros y para toda Ucrania.

Expresamos nuestro agradecimiento a toda nuestra familia de la IDP por su inspiración, sus oraciones y el apoyo financiero.

¡Que el Señor bendiga a todos los que hicieron posible este proyecto con la ayuda de Dios!

¡Gloria a Jesucristo!

Obispo nacional Gena Kernazhytski

Clayton Endecott | Presbítero general de Eurasia y el Oriente Medio

NORTEAMÉRICA

¡Nos gozamos por todo lo que Dios está haciendo en Norteamérica! Mientras avanzamos en estos esfuerzos de revitalizar y plantar nuevas congregaciones, celebramos la iglesia número 25 que ha sido plantada bajo la iniciativa “Multiplicación 2030”. Regocíjese con nosotros y únase en oración por la plantación de 475 iglesias más en Norteamérica para el 2030.

La reunión de octubre integró

a otro socio para el entrenamiento de plantación de iglesias

Durante el mes de octubre, los obispos estatales y regionales de Norteamérica se reunieron en Branson, Missouri para orar y discernir juntos la voluntad de Dios. La Comisión Plantación y Revitalización de Iglesias y Multiplicación 2030 y la Comisión de Ordenación Ministerial ofrecieron excelentes presentaciones. La labor de estas dos comisiones ha sido una tremenda bendición. Luego de un tiempo de oración y discernimiento, los obispos estatales y regionales de Norteamérica votaron a favor de asociarse con otro ministerio de entrenamiento para equipar a los plantadores de iglesias. La Organización Internacional de Formación en Plantación de Iglesias (DCPI, por sus siglas en inglés) ha sido elegida como otro socio de entrenamiento que servirá como una rama de capacitación tanto para la plantación de iglesias como para el mentoreo de los plantadores de iglesias en Norteamérica. La comisión señaló que la DCPI ofrece una excelente oportunidad para que Norteamérica tome los pasos necesarios para alcanzar la meta de 500 nuevas iglesias y 2,000 congregaciones saludables para el año 2030. Además de este nuevo socio, Norteamérica continúa trabajando con la Red de Multiplicación, especialmente en los esfuerzos de plantar iglesias de habla hispana.

Para más información sobre el entrenamiento de plantación de iglesias o cuidar de las nuevas iglesias, visite multiply2030.org.

Cómo puede

usted ser

parte de

la iniciativa

de Plantación de Iglesias y Revitalización de Iglesias “Multiplicación 2030”

¡Ore! Únase a nosotros en oración diaria para que Dios levante obreros para la mies en Norteamérica. Estamos orando para que los plantadores de iglesias llamados por Dios den un paso adelante para recibir entrenamiento, mentoría y planten iglesias. Ore, también, para que Dios inspire a aquellos que servirán de mentores de los plantadores de iglesias y por las iglesias locales para que auspicien a las nuevas iglesias. Visite multiply2030.org para más información.

Iglesia Cristiana Jehová Gibbor - New Westminster, B.C. 1

IDP Forest-Pane – Jonesboro, GA

Camino a la Verdad – Fresno, TX

Brian Sutton | Presbítero general de Norteamérica

NOTICIAS INTERNACIONALES SUDAMÉRICA

Perú:

¡Un momento histórico para la Iglesia de Dios de la Profecía!

A finales de enero, durante la convención nacional de Perú, el obispo nacional Rafael Alvino y el presbítero general de Sudamérica, Gabriel E. Vidal, anunciaron que Perú se había convertido en la primera nación fuera de los Estados Unidos en superar las 1,000 iglesias locales.

La audiencia de más de 12,000 personas reunidas en el estadio Mansiche de Trujillo estalló en aplausos por la noticia. También se unió a la celebración el obispo principal Tim Coalter, alabando a Dios por el crecimiento de la iglesia y honró a los pastores, a los plantadores de iglesias y al obispo nacional Alvino por este logro significativo.

El obispo Vidal señaló que aunque estaban celebrando las 1,017 iglesias organizadas en Perú, no se iban a detener. Actualmente, Perú cuenta con 1,300 puntos de predicación en la nación. Este proceso de plantación fue decidido hace unos cuantos años con un plan progresivo de cuatro pasos para plantar iglesias locales. El primer paso consiste en el compañerismo y las conexiones entre grupos pequeños mediante la lectura y el aprendizaje de la Palabra de Dios y la oración. El segundo paso es establecer un nuevo campo de trabajo. Este campo de trabajo continúa hasta que es lo suficientemente sólido para formar una nueva misión (paso tres). Mientras el nuevo campo de trabajo continúa creciendo, el paso final es la decisión de establecer la misión como una iglesia activa.

Únase al pueblo de Perú en esta celebración histórica que supera las 1,000 iglesias, dándole gracias a Dios por Su fidelidad y bendiciones en estos ministerios.

Gabriel E. Vidal | Presbítero general de Sudamérica

MÉXICO, CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE DE HABLA HISPANA

Benjamín Feliz | Presbítero general de México, Centroamérica y el Caribe de habla hispana

Convención nacional de Costa Rica

El nuevo año comenzó con nuevas oportunidades ministeriales a través de las naciones en Centroamérica y el Caribe de habla hispana.

Durante el primer fin de semana de enero se llevó a cabo la convención nacional de Costa Rica. Con una asistencia récord, la iglesia celebró su convención en el nuevo complejo nacional. El moderador del evento fue el obispo nacional, José Romero, recientemente instalado. El obispo Romero y la pastora invitada, María Ruano, de California, compartieron sermones inspiradores. Actualmente, Costa Rica tiene 76 iglesias organizadas, 13 misiones y 8,116 miembros.

La iglesia trabaja hacia la meta de plantar 81 iglesias para el tiempo de la Asamblea Internacional de 2024, programada para este verano.

Convención de ministros en Nicaragua

La nación de Nicaragua tuvo su conferencia nacional de ministros el fin de semana del 12-14 de enero. Con una asistencia de más de 1,200 pastores, este fue un tiempo de celebración y gran inspiración. Durante el fin de semana, también, se lanzó la iniciativa del Programa de Formación del Ministro con el Dr. Alexis Taveras, quien instruyó a los 1,200 pastores que se inscribieron. Durante la conferencia también se le dio reconocimiento especial a los directores de plantación de iglesias y se celebró un servicio de ordenación para ministros licenciados y obispos.

Actualmente, Nicaragua tiene 942 iglesias organizadas y 81 misiones, con una membresía total de 47,300. Sus proyecciones para la próxima Asamblea Internacional incluyen 36 nuevas iglesias, 31 nuevas misiones, 35 nuevos campos y 1,300 nuevos miembros. Continúe orando por la obra y el ministerio de la Iglesia de Dios de la Profecía en Nicaragua.

Convención nacional de Puerto Rico

Del 19-21 de enero, Puerto Rico celebró su convención nacional verdaderamente inspiradora, bajo el lema “Creando conciencia sobre la missio Dei”. La audiencia fue desafiada durante todo el fin de semana por los sermones predicados por el obispo nacional Martín Romero y los invitados, los pastores Henry García e Isaías Rivera, ambos del estado de Massachusetts.

Actualmente, Puerto Rico tiene 31 iglesias organizadas, 7 misiones y 863 miembros. Su meta es establecer tres nuevas iglesias antes de la Asamblea Internacional en julio de 2024.

El obispo nacional de Cuba visita [la ciudad de] Cleveland

Aquellos que trabajan en las oficinas internacionales de la Iglesia de Dios de la Profecía en Cleveland, Tennessee fueron bendecidos con la reciente visita del obispo nacional de Cuba, Genni Pupo. Durante un servicio en el aposento alto [capilla], el obispo Pupo compartió un informe reciente y testimonio de la obra en Cuba.

Hubo emoción [en los oyentes] mientras él compartía sobre el progreso de la Iglesia en su nación, reconociendo que ha llegado una nueva era de derramamiento de las innegables obras milagrosas de Dios. También dijo que hay un deseo renovado de búsqueda del Señor entre nuestro pueblo y un deseo de construir nuevos edificios para iglesias.

¡Alabamos a Dios por todo lo que está haciendo en México, Centroamérica y el Caribe de habla hispana!

NOTICIAS INTERNACIONALES ÁFRICA

Agradecimiento por la misión

Cuando cultivamos un corazón agradecido, cosechamos el fruto del gozo. Cuando reconocemos las bendiciones abundantes de Dios y expresamos nuestra gratitud a Él y a la humanidad, somos saciados de un gozo sin medida. Un buen ejemplo de un corazón agradecido lo vemos en el Salmo 126, cuando los hebreos que habían estado en el exilio cantaron un cántico de gratitud por haber regresado a Israel:

“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan.

Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con estos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres”. (Salmo 126:1-3)

Como parte de mi viaje a África Oriental, asistí a la 27a convención nacional de Uganda. Es muy alentador ver lo que el Señor ha hecho y lo que sigue haciendo entre nuestra gente. Hay un gran futuro para la obra en Uganda. Mientras me deleitaba en las bendiciones de Dios y la alegría de la convención, no pude resistir el deseo de ofrecerle mi gratitud a Dios, la iglesia, los fieles donantes, los compañeros en la cosecha y los sacrificios que han hecho todos los misioneros del Reino Unido, Canadá y los Estados Unidos de Norteamérica a lo largo de los años. Ellos dejaron sus comodidades y se arriesgaron a viajar a África para cumplir con el propósito de Dios de reconciliar al mundo con Cristo. Agradecemos profundamente su compromiso inquebrantable y perseverante con la obra de Dios en África.

Deseo felicitar al liderazgo de la iglesia en Uganda por un trabajo bien hecho. Esta reunión fue una convención llena de poder.

También reconocemos respetuosamente la presencia de la reverenda Dra. Cathy Payne de las oficinas internacionales; el evangelista Patrick W. Villanueva de Carolina del Norte; el hermano William Lawrence y su esposa, Cathy, y el ministro Zach Teasdale de Florida. En este orden, también doy gracias a Dios por permitirle a mi esposa viajar conmigo a Uganda para esta convención gloriosa en la cual ella pudo inaugurar la iniciativa “Mujeres en el Ministerio” de África. ¡Alabado sea Su nombre!

La convención nacional fue un retiro de cinco días que impactó grandemente a todos. De hecho, en cada servicio aprendimos mucho sobre la adoración llena del Espíritu.

Se dice que la creatividad es la madre de la innovación. En efecto, eso caracterizó cada servicio de adoración que elevó nuestros corazones. También las predicaciones y enseñanzas penetraron cada nervio de nuestras almas y provocaron una transformación poderosa. Más de 2,000 almas se reunieron para adorar a Dios y, por supuesto, cientos pasaron al altar en diferentes ocasiones. ¡Gloria al Señor! ¡Aleluya!

Por otra parte, el informe financiero es muy alentador; hay una gran esperanza de ser autosuficientes económicamente en el futuro cercano.

También aprovechamos la oportunidad para visitar los tres orfanatorios que actualmente operan en Uganda, incluyendo los dos centros que están en Busia que tienen escuelas primarias y secundarias, y nos reunimos con la junta del centro Pamora Romona’s Reach Center.

Toda la gloria le pertenece a Dios. Amén.

James Kolawole | Presbítero general de África

Nonito Que y su esposa, Elaine, viven en Pago Pago, Samoa.

Nonito Que | Obispo nacional de las Islas Samoa

TOTALMENTE PREPARADOS Y LISTOS PARA SERVIR:

Alineándonos con un valor central

Sin duda, esta generación está siendo impulsada por el desarrollo profesional y los logros personales. El servicio como valor central podría ser contrario a la cultura, pero el servicio como nos enseña la Biblia es exactamente lo que nosotros buscamos como movimiento. Exploremos a continuación las complejidades del servicio y su papel como el elemento central para una vida significativa y llena de propósito.

Entendiendo el servicio como un valor central

El servicio va más allá de las acciones; es un rasgo (ethos) profundamente arraigado en el corazón. El servicio nace de un auténtico deseo por el bienestar de los demás. Mateo 20:28 (NTV) dice: “Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos”. Adoptar el servicio como un valor central requiere un cambio de perspectiva y el compromiso de priorizar las necesidades de los demás por encima del beneficio personal.

Listos —[Hacer un] esfuerzo

consciente para servir

A nivel físico, las buenas relaciones con los demás, así como la humildad y la integridad, constituyen la base para un servicio eficaz. Proverbios 27:17 (NVI) dice: “El hierro se afila con el hierro y el hombre en el trato con el hombre”. Aquí vemos la necesidad de una dinámica relacional. La humildad y la integridad (en nuestras acciones y relaciones) fomentan la confianza. Para aprender unos de otros y servirnos mutuamente, debemos establecer este fundamento.

En adición, la preparación espiritual para servir es igualmente crucial. Una relación con Dios es fundamental para estar listos espiritualmente. Santiago 4:8 nos dice: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros”. Así que acercarnos a Dios cotidianamente nos lleva a [un nivel de] preparación espiritual.

La Palabra de Dios es una guía indispensable en nuestra preparación para estar listos espiritualmente. El Salmo 119:105 declara: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Así que, la interacción con las Escrituras y la meditación es la brújula que nos dirige hacia una vida alineada con los principios bíblicos. Una vida de oración constante, como recomienda 1 Tesalonicenses 5:1618, nos ayudará a desarrollar una conexión duradera con nuestro Señor: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. La oración es vital porque fomenta la intimidad con Dios y fortalece nuestro fundamento espiritual mientras nos preparamos para una vida de servicio.

La preparación espiritual no solo consiste en el crecimiento

personal, sino también en alinear nuestra voluntad con la voluntad de Dios. Esto nos lleva a someternos a Dios y a caminar en obediencia. Santiago 4:7 instruye: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.

Una actitud del corazón y la mente

Un corazón comprometido con el servicio antepone la obra de Dios a los deseos personales. Debemos servir de corazón. En Mateo 20:28, nuestro Señor Jesucristo enfatizó este principio en Su propia vida, poniéndose a Sí Mismo como ejemplo para los creyentes: “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Nuestra actitud (mentalidad) impulsa el servicio. Romanos 12:2 nos llama a transformar nuestras mentes, diciendo: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente” (NVI). Una mente renovada reconoce el valor intrínseco de las acciones desinteresadas.

[La carta de] 1 Corintios 15:58 nos anima, diciendo, “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo… no es en vano”. Cuando nosotros logramos entender que el servicio es un privilegio, entonces es que estamos listos para servir. “Heme aquí, envíame a mí”. Isaías 6:8 debería ser nuestra respuesta al llamado del Señor a servir.

Conciencia y realización

El servicio no es un fin en sí mismo. Filipenses 1:27 nos amonesta: “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo”. El servicio, cuando se le considera desde el lente del evangelio, se convierte en un torrente natural de una vida dedicada a hacer avanzar el reino de Dios. El servicio no es para beneficio propio; está dirigido hacia un bien mayor —el evangelio de Jesucristo y la gloria de Dios. Filipenses 2:13 destaca esta verdad: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. El servicio, como valor central, es una participación activa en la obra transformadora de Dios, con el objetivo principal de glorificar Su nombre.

Así que estar plenamente preparados y dispuestos a servir comienza con el poder transformador de Dios en nuestras [vidas]. Cuando la sumisión y la aceptación de este llamado se combina en nuestros corazones, mentes y acciones, el servicio se convierte en un principio rector que moldea nuestro carácter, relaciones y desarrollo. El servicio bíblico trasciende las ambiciones personales y alcanza el propósito más supremo —el avance del evangelio de Cristo y la glorificación de Dios. Amén.

Listos para reconciliar al mundo con Cristo

“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron”. (Mateo 4:18-20)

Este es nuestro llamado –reconciliar al mundo con Cristo– ser pescadores de hombres. La mayoría de los pescadores (y pescadoras) en el área donde vivo pescan con una caña y un carrete. Sin embargo, Pedro y Andrés estaban pescando con unas redes cuando Jesús los llamó a ser pescadores de hombres. Así que para efectos de esta discusión, continuaremos hablando de las redes para pescar. Me gustaría que considere esta pregunta: ¿Está listo usted para pescar?

¿Está listo?... ¿Está donde están los peces?

Facilmente me puedo sentar en la terraza (mirador) de mi casa y hablar, leer revistas o ver vídeos sobre como pescar; pero lo cierto es que nunca pescaré nada si no salgo de la terraza. Del mismo modo, nos podemos sentar en los [escaños] de nuestras iglesias y hablar de alcanzar al mundo para Cristo; hasta podemos asistir a conferencias o aplicarnos a estudios

El obispo principal Tim Coalter es ministro de tercera generación de la Iglesia de Dios de la Profecía. Luego de pastorear por 28 años, fue supervisor estatal de Carolina del Sur, antes de ser seleccionado como presbítero general de Norteamérica. Además de estas funciones, el obispo Coalter ha servido en numerosos comités de la Asamblea. Tiene una maestría en Ministerio Eclesial, con concentración en liderazgo, del Seminario Teológico Pentecostal en Cleveland, Tennessee. En 1979 se casó con Kelly, y Dios los bendijo con tres hijos y muchos nietos.

Tim Coalter | Obispo principal de la Iglesia de Dios de la Profecía

académicos para estar mejor equipados para pescar vidas; sin embargo, nunca lograremos rescatarlas si no vamos al lugar donde están.

Jesús fue ejemplo de este principio en Lucas 5, cuando asistió a una gran fiesta donde había publicanos y pecadores. La clase religiosa se escandalizó de que Jesús estuviera con ellos. Cuando los fariseos murmuraron y le preguntaron por qué comía y bebía con publicanos y pecadores, Jesús respondió, diciendo: “Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:31, 32).

Jesús intencionadamente se hizo presente donde estaban los peces. Él dedicó la mayor parte de Su tiempo fuera de los “edificios de la iglesia” —comió con pecadores, entró en la casa de Zaqueo, entabló conversación con la mujer junto al pozo, habló con la mujer que había sido sorprendida en adulterio, se reunió con un fariseo llamado Nicodemo en la oscuridad de la noche para explicarle lo que significaba nacer de nuevo, y puso a un lado Su propio dolor y sufrimiento y le ofreció vida eterna al hombre en la cruz, entre otras cosas. Jesús fue a donde estaban los peces, y nos exhortó a nosotros a hacer lo mismo, diciendo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). Solo hasta que “vayamos” estaremos listos para pescar hombres.

¿Está listo?... ¿Están sus redes remendadas?

Cuando Jesús encontró a Jacobo y a su hermano Juan y los llamó para ser pescadores de hombres, ellos estaban remendando sus redes. La palabra “remendar” en Mateo 4:21 no significa necesariamente que Jacobo y Juan estuvieran arreglando sus redes porque estaban rotas. El término remendar también conlleva la connotación de capacitar —añadir algo a las redes para perfeccionarlas, de modo que fueran más útiles. La misma palabra aparece también en Efesios 4:12, y, en griego, corresponde al perfeccionamiento de los santos. Remendar significa preparar, equipar, perfeccionar, completar, arreglar, unir y restaurar.

Nosotros, también, necesitamos remendar nuestras redes, pero no solo arreglar una rotura; tenemos que hacer el trabajo de preparar, perfeccionar, completar y equipar para estar listos a echar las redes. ¿Qué necesita ser arreglado o completado en su vida? ¿Necesita reparar alguna de sus relaciones? ¿Tiene deficiencias,

asperezas u otros problemas que necesitan ser reparados por el Señor? ¿Qué se le puede añadir a su red para que sea más útil y eficaz [en su misión de] pescar hombres?

Abraham Lincoln, [expresidente de los EUA], dijo una vez que si le dieran seis horas para cortar un árbol, dedicaría las primeras cuatro horas afilando la hoja de su hacha. Esto es precisamente lo que significa remendar nuestras redes. ¿Está usted listo?

¿Está listo?... ¿Está preparado para lo que pueda atrapar con su red?

Cuando era niño, mi papá y yo nos unimos a un pescador experto en una excursión de pesca. [Recuerdo que] nos llevó hasta el lugar donde estaban los peces y con gran cuidado echamos las redes remendadas en el agua. Pero la verdadera emoción ocurrió cuando empezamos a subir las redes al bote. Por experiencia, puedo decirles, que cuando se pesca con redes no se busca un cierto tipo de pez. En la red vienen truchas, platijas, lubinas, mantarrayas, tiburones, cangrejos o cualquier otra criatura marina.

Las redes atrapan lo que hay en el agua. Así que, en su mayoría, todo tiene escamas, está sucio y no está fileteado. El pez, por naturaleza, es viscoso y maloliente. Si nosotros queremos reconciliar al mundo con Cristo, tenemos que buscar espacio para acomodar toda clase de pez que Dios meta en nuestras redes.

Jesús habló esta parábola, diciendo: “Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos” (Mateo 13:47-49).

Nuestra responsabilidad es echar la red en el mar de la humanidad, recoger de todo y llenar la barca. No se nos ha asignado la responsabilidad de escoger cuáles son los que deben “quedar en la cesta” y cuáles deben ser devueltos al agua. La tarea de conservar los buenos y desechar los malos ha sido asignada a los ángeles al fin de los tiempos.

Así que la pregunta es: ¿está listo? ¿Está dónde están los peces? ¿Están sus redes remendadas? ¿Está preparado para lo que pueda atrapar con su red? ¿Está preparado para reconciliar al mundo con Cristo por el poder del Espíritu Santo? Mi oración es que cada uno de nosotros pueda responder afirmativamente, ¡SÍ, ESTOY LISTO!

Preparados para servir con excelencia

¿Qué necesitamos para servir con excelencia?

Esta pregunta es de gran importancia para aquellos que queremos servir a Dios como Él se lo merece. La respuesta nos ayudará a brindar un servicio a Dios con excelencia y de esa manera Su nombre será glorificado a través de nosotros.

Imagínese por un momento que usted se encuentra en la presencia de Dios para rendir cuentas por su vida en la tierra, y que al final la sentencia es: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Seguramente, que sería el día más triste de toda nuestra historia. Por esa razón, es necesario examinar constantemente cómo esta nuestra vida espiritual y cómo está nuestra fe en Cristo. Una persona que tiene fe en Cristo, una persona que está viviendo conforme al corazón de Dios, es una persona que lo demuestra amando y sirviendo a su prójimo.

Cualquier persona puede servir a Dios, pero muchas veces no se realiza con excelencia. La Biblia dice que “… todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Colosenses 3:23). Cuando honramos y amamos a Dios vamos a dar lo mejor de nosotros.

El servir a Dios con excelencia debería ser un tema de importancia para la iglesia del siglo XXI, ya que como dijo Dietrich Bonhoffer, “La iglesia sólo es iglesia cuando existe para los demás”. Estas palabras son de gran importancia para la iglesia porque nos hacen ver que nuestro servicio a Dios es nuestra razón de ser, y si la iglesia deja de servir a Dios y a su comunidad con excelencia perdemos nuestra esencia. El Dr. Justo González nos dice algo muy interesante con respecto a este tema:

“La iglesia sólo es iglesia cuando existe para los demás”.

—Dietrich

Bonhoeffer

La Iglesia nace, no cuando el Señor llama a unos pescadores, sino cuando les llama para hacerles "pescadores de hombres"; no cuando un grupo de cristianos se encierra en un aposento "por miedo a los judíos", sino cuando Jesucristo dice a esos cristianos "como el Padre me envió, yo os envío"; no cuando los discípulos tienen la experiencia mística de ver lenguas de fuego sobre sus cabezas, sino cuando esa experiencia se traduce en un testimonio que traspasa todas las barreras de idiomas".1

Según González, cuando la iglesia cumple con su misión –cuando está predicando, cuando está bautizando, cuando está discipulando, cuando está supliendo la necesidad de su comunidad–, es en esos momentos que ES la iglesia de Jesucristo.

Excelencia, según la Real Academia Española, significa: “Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo”.

Hay dos cosas que debemos de tener en cuenta para servir a Dios con excelencia:

Para servir necesitamos la mente de Cristo

El servicio cristiano no empieza en los actos o acciones de servicio, sino en la mente y en el corazón. Son importantes las acciones de servicio, pero también es importante la actitud con la cual servimos.

Es un axioma decir que necesitamos la mente de Cristo para servir; cuando hablamos de tener la mente de Cristo nos referimos a pensar como Cristo y a sentir como Cristo. Esto

Ricardo Hinsbis Espinoza nació el 22 de diciembre de 1979 en Talara, Perú. Estudió Teología en la Universidad Seminario Bíblico Andino y está en busca de obtener su maestría con el Seminario Teológico Pentecostal. Él y su esposa, Estela, e hijas viven en Paraguay, donde sirve como obispo nacional para la Iglesia de Dios de la Profecía.

es un proceso en el cual seremos transformados en la medida que nos sometamos a la Palabra de Dios y al Espíritu Santo. El libro de Filipenses nos dice que cuando nosotros tenemos la mente de Cristo, se verá reflejado en nuestras vidas, en nuestro comportamiento diario. El Dr. Eldin Villafañe nos dice:

El reto a la iglesia contemporánea, que va en contra de la mente moderna o postmoderna, es a desarrollar una mentalidad cristiana, a tener la mente de Cristo; es demostrar la phronesis por medio de una kenosis. Es demostrar una mentalidad cristiana que está dispuesta a ejercitar un despojo de sí mismo, y así rendir sus prestigios, prerrogativas y sus poderes en favor de propósitos liberadores y redentores.2

El Dr. Villafañe nos manifiesta que el tener la mente de Cristo nos lleva a “vaciarnos” de nosotros mismos. Esto es importante para el servicio que tenemos que brindar a nuestra comunidad y a las personas, porque uno de nuestros mayores obstáculos que tenemos para el servicio es que estamos pensando solamente en nosotros, en nuestras necesidades y nos olvidamos completamente de las necesidades y de los problemas de la gente.

phroneo kenosis

Ante lo dicho anteriormente, es de gran importancia tener la mente de Cristo en nosotros para que podamos decir, “ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí”. Esto nos ayudará a ser la luz que el mundo necesita contemplar.

Para servir necesitamos del Espíritu de Dios

Otro punto importante que necesitamos para servir con excelencia es someternos al Espíritu Santo, para ser sensibles a Su voz y para que nos apasione lo que a Él le apasiona, para amar lo que Él ama y para servir como

Dios quiere que sirvamos.

La gran necesidad de someternos al Espíritu Santo para que obre y sirva a través de nosotros fue demostrado en el ministerio de nuestro Señor Jesucristo. El Espíritu de Dios estuvo sobre Jesucristo porque lo ungió para servir a los más necesitados, así lo expresa el escritor del Evangelio de Lucas 4:18, 19.

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.

Esta cita bíblica es de gran relevancia para la iglesia que quiere servir con excelencia, porque muchas veces

creemos que el Espíritu Santo desciende sobre nosotros solamente para danzar o hablar en lenguas. Reconocemos que esto es importante, pero también el Espíritu de Dios vino sobre Jesucristo y lo ungió para servir conforme al corazón de Dios. Así que todas aquellas personas que decimos tener el Espíritu de Dios, debemos estar capacitadas para servir con excelencia.

A más llenura del Espíritu Santo

Mejor servicio

Es menester que cada pastor, líder y todo miembro de la iglesia que quiera servir a Dios con excelencia, nos esforcemos por tener la mente de Cristo y ser llenos del Espíritu Santo. Una carencia de cualquiera de estos dos elementos sería perjudicial para nuestro servicio con excelencia.

El Espíritu de Dios nos da poder para testificar de Cristo y para servir a nuestra comunidad. Así que, no tenemos excusas para no realizar un servicio con excelencia, porque el Espíritu Santo nos capacita y está con nosotros en cada servicio que realicemos para Dios. Otro punto importante es que Dios provee los recursos financieros y materiales cada vez que tenemos la disposición para servir a las personas. No importa lo poco o lo mucho que podamos usar para ayudar a las personas, lo más importante es la actitud de nuestro corazón; que lo hagamos con amor, como para el Señor, y Dios proveerá conforme a Sus riquezas en gloria.

Recordemos la fórmula para realizar un servicio con excelencia:

Mente de Cristo Espíritu Santo Servicio de excelencia

Teniendo esta fórmula presente, el día que tengamos que presentarnos ante nuestro Creador y rendir cuentas por nuestra vida y obra en la tierra, podremos escuchar estas hermosas palabras:

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis…

1 Justo L. González. Historia de las misiones (Buenos Aires, Argentina: Editorial La Aurora, 1970), 23.

2 Eldin Villafañe. La Mentalidad Cristiana y La Postmodernidad: Ensayos de un Pensador Pentecostal (República Dominicana: “Palabra y más”, 2006), 16.

Ricardo Hinsbis Espinoza | Obispo nacional de Paraguay

Preparados para responder con compasión:

LA CUALIDAD CENTRAL PARA RECONCILIAR AL MUNDO CON CRISTO

El Diccionario de la lengua española define el término “compasión” como «el sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien”. 1 No obstante, «las palabras en hebreo [jesed] y griego [eleos] que se traducen como "compasión" en la Biblia, significan "tener misericordia y tener piedad". Sabemos que, según la Biblia, Dios es "misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad" (Salmo 86:15). Como todos los atributos de Dios, Su compasión es infinita y eterna. Sus misericordias nunca decaen; son nuevas cada mañana (Lamentaciones 3:22, 23).» 2

En nuestra vida cristiana, la compasión, en lugar de ser un sentimiento de pena, debe ser un estado de empatía que refleje sentir exactamente lo mismo que sienten las demás personas. Si tomamos el pensamiento de que la compasión es “sentir pena”, nuestra perspectiva estará enfocada en sentir lástima; sin embargo, cuando consideramos que la compasión es tener piedad, imitamos las dos cualidades principales de Dios: el amor y la misericordia. La compasión va más allá de solo ser sensibles al deseo de “querer ayudar”. La compasión más que un deseo, es una acción revestida de piedad, lo cual significa que va acompañada del amor de Dios para ayudar al prójimo con gran pasión [entrega voluntaria]. La cualidad de ser compasivos no es el “querer”, sino el “hacer”.

Pedro, inspirado por el Espíritu de Dios, en su primera epístola en el capítulo 3, verso 8 redacta:

«Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables” (RVR 1960). Estas palabras fueron plasmadas en las Sagradas Escrituras para ser practicadas (no de vez en cuando), sino todos los días (varias veces al día) sin parcialidad (sin acepción de personas). La compasión, efectivamente implica el “dar” y no el “recibir”. Pablo concuerda con Pedro al dar su discurso: «En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir» (Hechos 20:35). Pedro aporta una explicación teórica-práctica, mientras que Pablo proyecta el modelo práctico-efectivo de lo que implica ser compasivos. Ambos aportes se complementan presentándonos un escenario realista de las necesidades patentes (visibles) en este mundo perdido y sin esperanza; poniendo sobre nuestros hombros la gran responsabilidad de hacer uso de la compasión no como una opción, sino como un deber cristiano.

Nuestro máximo ejemplo de compasión es nuestro Señor Jesucristo. Él siempre fue compasivo al ver las necesidades que agobiaban al pueblo. Siempre extendió Sus brazos de amor y misericordia. Cada vez que tuvo la oportunidad de mostrar compasión, lo hizo imparcialmente y sin recibir nada a cambio. Ayudó a resolver cada situación por más compleja que fuera.

• Se compadeció de la viuda de Naín cuando iba de

Obed Natán Chic Itzep nació en la ciudad de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala. Ha servido en la iglesia como pastor de niños y jóvenes, secretario de su iglesia local y director distrital del Ministerio de Jóvenes. En el 2019 fue nombrado pastor de la IDP Tierra Verde en Siquinalá, Escuintla. Tiene una licenciatura en Administración Educativa y sirve como docente en el área secular en su ciudad.

Obed Natán Chic | Escuintla, Guatemala

camino a sepultar a su hijo. Él lo resucitó. (Lucas 7:11-17)

• Se compadeció del paralítico de Betesda, un hombre que tenía treinta y ocho años de estar enfermo esperando un milagro de sanidad. Él lo sanó. (Juan 5:1-9)

• Se compadeció de las multitudes. Él sanó a los que dentro del gentío estaban enfermos. (Mateo 14:14)

• Se compadeció al llorar por la muerte de Su amigo Lázaro. Él demostró cuánto valora la verdadera amistad. (Juan 11:35)

• Se compadeció al demostrar que al acercarse a Él no hay acepción de personas. (Mateo 9:10)

• Se compadeció de la gente cuando les proveyó alimento. Él demostró que bendecir no solo se hace con las palabras, sino principalmente con hechos. (Marcos 6:30-44)

• Se compadeció al lavar los pies de los discípulos. Él dio ejemplo de humildad y servicio. (Juan 13:5)

• Se compadeció por el mundo entero al morir voluntariamente en la cruz para brindarnos salvación y vida eterna. Él murió en nuestro lugar, demostrando Su gran amor. (1 Juan 3:16)

Jesús enseñó la parábola del buen samaritano para mostrar cómo este hombre fue movido a misericordia para auxiliar a la persona que habían despojado de todo y la habían dejado media muerta (Lucas 10:30-34).

Así que, ser compasivos nos suscita a la acción. Si solo sentimos pena o lástima por los demás y no hacemos nada al respecto, no es compasión. La epístola de Santiago enfatiza que la fe sin obras es muerta. Es absurdo que alguien reclame ser cristiano sin tener ni una pizca de misericordia hacia el prójimo. Véase Santiago 1:27; 2:15-17.

Siempre que tengamos la oportunidad, hagamos acciones de compasión hacia nuestro prójimo. La expresión “prójimo” no se refiere solamente a aquel de quien recibimos el bien, sino también a aquel de quien recibimos el mal. La Palabra de Dios nos enseña que debemos vencer el mal con el bien. (Lucas 6:32-35; Romanos 12:20, 21).

La compasión debe ser

practicada de manera individual y colectiva. Cada cristiano debe ser compasivo, pero también cada iglesia local debe ser compasiva. El aspecto principal de todo cristiano es el amor, y el resultado del amor es sentir compasión por el mundo. Jesús mismo afirmó: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros» (Juan 13:35). La iglesia primitiva entendía plenamente el significado de esto, hasta el punto de no solo alabar a Dios con sus palabras, sino también con sus acciones amorosas. El buen resultado fue “el tener el favor con todo el pueblo” (Hechos 2:46, 47).

Cuando somos compasivos estamos cooperando con la misión de Dios en la tierra: Reconciliar al mundo con Cristo llevando las buenas nuevas de salvación a los perdidos y necesitados.

Efesios 2:4, 5 dice: «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)».

La misericordia de Dios nos quitó lo que merecíamos [la condenación eterna]. No obstante, Su gracia nos dio lo que no merecíamos [la vida eterna]. ¡ESTA ES LA EXPRESIÓN ABSOLUTA DE LA COMPASIÓN!

1 Diccionario de la lengua española. 23ª edición (2014). https://dle.rae.es/compasi%C3%B3n

2 GotQuestions.org, “What does the Bible say about compassion?” https://www.gotquestions.org/Bible-compassion.html.

Cuando somos compasivos estamos cooperando con la misión de Dios en la tierra: Reconciliar al mundo con Cristo llevando las buenas nuevas de salvación a los perdidos y necesitados.

Un amor maravilloso

Durante una reciente visita a Barcelona, España, me conmovió profundamente una escultura de Jesús que cuelga sobre la entrada de la basílica de La Sagrada Familia. Crecí escuchando la historia que condujo a la crucifixión [de Jesús] y leyendo pasajes bíblicos que detallan los acontecimientos. Jesús fue falsamente acusado, duramente azotado, escupido y maltratado verbalmente. Los soldados romanos repartieron entre sí Sus vestidos y sobre Su ropa echaron suertes.

He visto imágenes que los artistas han pintado de como se imaginan a Jesús colgado de la cruz. Algunos, como Francisco de Zurbarán, lo han pintado con la cabeza inclinada hacia un lado y con los ojos cerrados en reposo. Supongo que mientras pintan se imaginan a Jesús cuando dijo Sus últimas palabras: “Consumado es” (Juan 19:30).

Otros artistas, como Diego Velázquez, han pintado a Jesús exhausto con muchas espinas que penetran la cabeza y clavos oxidados que hacen brotar sangre de Sus manos y pies. Tal vez se lo imaginaron haciendo esta súplica: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

Mientras estuve en Barcelona me enteré de que la construcción de la Sagrada Familia ha sido y continúa siendo financiada en gran parte con la venta de entradas a los turistas. Su construcción fue iniciada en 1882 para fomentar el cristianismo en Barcelona, que cada vez se volvía más secularizada. La iglesia es la obra maestra de Antoni Gaudí, un arquitecto catalán cuyas obras estaban muy influenciadas por la naturaleza. La obra era tan extravagante, que Gaudí sabía que no viviría para verla terminada, ya que necesitaría al menos 200 años. Sin embargo, dedicó 43 años a la obra antes de ser atropellado

por un tranvía en Barcelona. Afortunadamente, dejó planos y maquetas en yeso como modelos para el resto del edificio, cuya construcción continúa hoy en día. La basílica terminada tendrá dieciocho torres: doce por los discípulos; cuatro consagradas a los evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan); otra dedicada a María, la madre de Jesús; y otra a Jesús.

La Sagrada Familia es uno de los modelos [de edificio] más llamativos que he visto en mi vida. Aunque la estructura tiene andamios y grúas de cable que cuelgan, me asombró el tamaño y los detalles. Nunca había visto una catedral como esta. Al lado este del edificio, se encuentra la fachada de la Natividad, dedicada al nacimiento de Jesús y sus impecables torres apuntan hacia el cielo.

Nuestro guía nos llevó hacia el lado sur, a la fachada de la Gloria, dedicada a la naturaleza gloriosa de Jesús.

Luego nos dirigimos hacia el lado oeste, a la fachada de la Pasión. No podía creer lo que veían mis ojos. ¿Cómo es que no...? ¿Cómo se atrevió...?

Me quedé estupefacta al ver como Gaudí tuvo la audacia de representar a nuestro Señor colgado de la cruz sin ropa alguna. Pero el guía nos explicó que tradicionalmente la iglesia ha representado a Jesús en la cruz con un taparrabos, mientras que los historiadores sostienen que Jesús fue ejecutado de la misma manera que cualquier otra persona en la Judea del siglo I. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Sé que Jesús fue crucificado por crímenes que nunca cometió. Sé que la agonía física que sufrió fue insoportable; pero nunca había pensado que soportó este tipo de vergüenza por mis pecados. Sobre Su cabeza inclinada, Gaudí pintó el cabello de Jesús de modo que pareciera como una Biblia abierta. Al ver esto, rápidamente pensé en la escritura

*Fachada de la pasión (fotografiada por Debbie Freeman)

Debbie es graduada del Colegio Tomlinson y también tiene una licenciatura en Educación Musical de la Universidad Lee y una maestría en Educación Musical de Radford University. Ha trabajado como educadora y asesora académica, y en julio de 2022, asumió el papel de directora de servicios estudiantiles y agente de registro para el Seminario Espíritu y Vida y el Desarrollo Ministerial Acreditado. Vive en Cleveland, Tennessee con su esposo, Dennis, y su hijo, David.

Debbie Freeman | Directora de servicios estudiantiles y agente de registro para el Seminario Espíritu y Vida y el Desarrollo Ministerial Acreditado

que habla de los soldados romanos que tomaron la ropa de Jesús y la hicieron partes. ¿Se me había escapado algo?

Decidí investigar un poco más cuando regresé al Seminario Espíritu y Vida. Paul Maier, en su libro In the Fullness of Time (En la plenitud de los tiempos), dice que la crucifixión no era la peor forma de muerte que una persona podía soportar en términos de brutalidad y duración, pero definitivamente era la más pública. La persona que iba a ser crucificada era obligada a desfilar por calles densamente pobladas para que sintiera vergüenza ante todos los espectadores. El travesaño al que la persona era sujetada tenía como objetivo disuadir a la gente de cometer crímenes parecidos. Los romanos aprendieron esta forma de tortura de los cartagineses, que utilizaban la crucifixión como castigo para sus almirantes cuando perdían batallas navales contra Roma. La crucifixión nunca se impuso a los ciudadanos romanos; solo a esclavos, piratas, rebeldes políticos y radicales religiosos.1

El Comentario

donde había sido sepultado, y al ver que la piedra había sido removida, dejando la puerta abierta, supuso que Su cuerpo había sido robado. Entonces, dos ángeles que estaban allí le preguntaron por qué lloraba. Luego de haber dicho esto, se volvió, y vio a un hombre que pensaba era un jardinero. Cuando Él la llamó por su nombre, María reconoció Su voz. Era Jesús. No solo tenía vestiduras nuevas, sino que se preparaba para ascender al cielo, donde tendría un cuerpo glorificado.

Mi corazón sigue preguntándose hoy, como lo hice aquel día en la Sagrada Familia, ¿cómo es posible que alguien pueda amarme tanto? En Juan 15:9-17, Jesús da la respuesta junto con una misión:

Foto: Cristo en la cruz, de Francisco de Zurbarán (1627)

Fuente: Instituto de Arte de Chicago

Bíblico Beacon señala que cuatro soldados (un cuaterno) hicieron partes las vestiduras de Jesús como recompensa por su cruel trabajo.2 El enlace BibleRef.com sugiere que las prendas que menciona Juan 19:23 eran un cinturón, un manto, un par de sandalias y un cubrecabeza.3 Los soldados no partieron la quinta prenda mencionada en Juan 19:24 porque la túnica valdría más si estaba toda entera. En su lugar, decidieron “echar suerte sobre ella” para ver quién se la ganaba. Esto corresponde con el Salmo 22:18, una profecía sobre el sufrimiento del Mesías. David se sintió abandonado por Dios cuando al parecer guardó silencio durante su tiempo de sufrimiento. La exclamación de humillación, soledad y dolor de David dejó entrever el sacrificio de Jesús por la expiación del pecado de la humanidad. Lamentablemente, los soldados que echaron suerte sobre la ropa de Jesús consideraron que Sus vestiduras valían más que Su vida.

Pero la historia no termina ahí. David concluye el Salmo 22 alabando a Dios, que siempre sale victorioso. Tres días después de la crucifixión de Jesús, María Magdalena fue a la tumba

Foto: Cristo crucificado, de Diego Velázquez (alrededor de 1632)

Fuente: Museo del Prado

“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros”.

Comparta las buenas nuevas del amor de Dios, no solo durante la Pascua, sino todo el año.

1 Paul L. Maier, In the Fullness of Time (New York: HarperCollins Publishers, 1991), 164–165.

2 Joseph H. Mayfield, “The Crucifixion and the Burial,” in Beacon Bible Commentary, ed. Ralph Earle, vol. 7, John – Acts (Kansas City, MO: Beacon Hill Press, 1965), 218–219.

3 BibleRef.com, John 19:23, https://www.bibleref.com/John/19/John-19-23.html.

Preparados para recibir la Palabra y ser un agente de cambio

C.S. Lewis dijo: “Puede ser difícil para un huevo transformarse en pájaro, y aún más difícil para un pájaro aprender a volar mientras sigue siendo un huevo”. Nosotros tenemos la decisión de escoger el poder transformador de la Palabra de Dios o seguir siendo los mismos. Debemos elegir bien, porque la elección determinará nuestra visión a distancia y la disposición de convertirnos en agentes de cambio en las manos de Dios. Encontrarnos con Dios en las páginas de Su Palabra nos eleva a Su presencia donde Él nos habla a nuestros corazones a través de Su Espíritu. Somos transformados en personas cuyo objetivo primordial es cumplir los deseos y el propósito de Dios; Cristo es formado en nosotros (Gálatas 4:19) a medida que somos transformados a Su imagen (2 Corintios 3:18). Los líderes transformadores identifican a los agentes de cambio en la fase inicial del proyecto. Estas son personas que están a su lado, captan rápidamente la visión y la llevan a cabo con eficacia. Dios busca agentes de cambio en el mundo para cumplir Sus propósitos. Un ejemplo excelente lo es David, de quien Dios dio este testimonio, diciendo: “He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero” (Hechos 13:22).

A medida que David buscaba el corazón de Dios, se convirtió en un hombre apasionado, anclado en el propósito de Dios; pasó de una relación superficial a las profundidades de la gloria de Dios. Eso lo vemos muy evidente cuando se enfrentó a Goliat (1 Samuel 17), un relato que nos enseña sobre el análisis transaccional y transformacional:

¿Cómo desarrolló David un corazón anclado en el propósito de Dios?

1. Comenzó con David, el adorador David adoró a Dios Todopoderoso desde muy temprano en su vida. Muchos de sus salmos fueron escritos cuando era joven y cuidaba las ovejas de su padre. En el Salmo 8, declaró que el nombre del Señor es glorioso en toda la tierra, y Su gloria está sobre los cielos. Estas palabras no eran copiadas de otros; era un clamor desde lo más profundo de su alma al experimentar la presencia del Dios vivo. David se maravilló ante la majestuosidad del Señor, en humildad delante del Creador. Entre ellos se desarrolló una relación de entendimiento que alineó el corazón de David con el de Dios. David experimentó

Janice Miller ama estudiar y enseñar la Palabra de Dios. Ha publicado dos libros —While Men Sleep (2016) y Critical Thinkers (2018)—, y recientemente escribe guiones. En 1975 contrajo matrimonio con su esposo, Roy, y viven en Gallatin, Tennessee. Ambos sirven en el ministerio en la Iglesia de Dios de la Profecía de dicha ciudad.

Janice Miller | Gallatin, Tennessee

obstáculos en el camino, como todos nosotros, pero dicen las Escrituras que fue un adorador durante toda su vida.

2. El joven David adquirió experiencia y desarrolló habilidades

Mientras David cuidaba las ovejas de su padre se enfrentó a muchos desafíos que aterrorizarían hasta al más valiente. En 1 Samuel 17:34 y 35 se relata la historia de un león y un oso. Cuando el león venía y tomaba a un cordero de la manada, David salía tras él, lo hería, y se lo quitaba de su boca. Cuando el depredador se levantaba contra él, le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.

El Espíritu de Dios descendía sobre David cuando estos depredadores aparecían para hacer daño. Su corazón de pastor le hacía actuar con rapidez. Su pasión por proteger al cordero era más importante que cualquier plan o preocupación por su propia seguridad. Después de la victoria, David no sentía la necesidad de jactarse de su capacidad, pues sabía que el SEÑOR era su divino Libertador. Había gran confianza en este joven. Él conocía a Dios, y Dios lo conocía a él.

3. La misión de David (1 Samuel 17:17-27)

a. El padre de David le dio la asignación inicial.

b. Como agente de cambio, David demostró habilidades organizativas:

• Se levantó temprano para el viaje,

• Consiguió un cuidador para las ovejas de su padre,

• Planificó la hora y el lugar de su llegada,

• Consiguió quien cuidara su carruaje mientras estaba en el lugar de la batalla.

c. Poco después de haber llegado David, se dio cuenta de que la asignación de Isaí era de nivel superficial. Rápidamente ajustó sus acciones con la asignación de Dios.

d. Mientras David hablaba con sus hermanos, apareció Goliat.

4. Revelación del carácter de David (1 Samuel 17:28-31)

a. Cuando David estaba a punto de enfrentarse a esta gran tarea, tuvo que lidiar con problemas de su propio hermano:

Su hermano mayor, Eliab, estaba enfadado; posiblemente por celos no resueltos de cuando David fue ungido rey en su lugar. Este bagaje lo llevó a acusar falsamente y a ensombrecer a David. Eliab lo menospreció delante de los demás y le dijo que mejor debería atender sus propios asuntos y ocuparse de su esquelético rebaño de ovejas.

b. David tuvo que enfrentarse a los insultos de Goliat (1 Samuel 17:42-44).

c. Estos son problemas a los que se enfrentan los agentes de cambio, así que el valor es una característica imprescindible. La humildad, paciencia y determinación de David era evidente.

d. David no se dejó intimidar; siguió hablando con la gente y reuniendo información a corto plazo.

5. Las destrezas de negociación de David (1 Samuel 17:31-40)

Saúl se enteró de que el joven David estaba en el campo de batalla haciendo preguntas y mandó a buscarlo. Aquí vemos porqué las destrezas de negociación son necesarias para los agentes de cambio. David le dijo al rey Saúl que quería pelear contra el filisteo.

Oswald Chambers dice que una vez recibamos la comisión de Jesucristo, nuestra memoria siempre nos recordará lo que Dios quiere para estimularnos a hacer Su voluntad. Ya no podremos trabajar más para Él sobre la base de nuestro sentido común. Dios está llamando a agentes de cambio transformados por Su Palabra para un tiempo como este.

Recursos:

• C. S. Lewis, Mere Christianity (London: William Collins, 2012).

• Oswald Chambers, “Is This True of Me?” (March 4), My Utmost for His Highest, https://utmost.org/is-this-true-of-me/.

Dios está llamando a agentes de cambio transformados por Su Palabra para un tiempo como este.

Dispuestos a dar

En 1 Crónicas 29:11 y 12 dice:

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

Esto dice Dios sobre el dar ¿Por qué le damos a Dios? La razón principal por la cual le damos a Dios es realmente por el bienestar de nosotros mismos. [Esta acción] nos recuerda que Él es el dueño de todo lo que tenemos, y nosotros sencillamente somos mayordomos. El dar debería ser una expresión material visible de un profundo compromiso espiritual, la muestra de un corazón dispuesto y obediente.

La Biblia dice explícitamente cómo debemos dar. He aquí algunos ejemplos: (1) según los ingresos, Deuteronomio 16:17; (2) sin ostentación, Mateo 6:3; (3) libremente, Mateo 10:8; (4) con sencillez, Romanos 12:8; y (5) regularmente, 1 Corintios 16:2.

A Dios no le interesa tanto la cantidad que damos; sino nuestros corazones y actitud a la hora de dar: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7). El apóstol Pablo nos amonesta en el mismo capítulo diciendo: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (v. 6).

El obispo Nathaniel Beneby, hijo es miembro de la IDP en East Street, Nassau, Bahamas. Sirve como supervisor de distrito (Islas Berry) y en varios comités nacionales. También es miembro del Comité de Finanzas y Mayordomía de la Iglesia de Dios de la Profecía, así como del Comité de Auditoría, y es banquero de profesión.

Nathaniel Beneby, hijo | Nassau, Bahamas

El dar es una oportunidad para demostrar nuestra obediencia, amor y fe en Dios —para expresar de forma visible y tangible nuestra confianza en Él por encima de todo. Cuando le damos a Dios, demostramos nuestra fe de que Él puede hacer más con una porción de lo que nos ha dado que lo que nosotros podemos hacer con todo. Malaquías 3:10 dice: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.

La disposición para dar

Estar preparados para dar [al Señor] comienza con la entrega de nosotros mismos a Él. Pablo escribe: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1). El llamado a una vida santa consiste en ofrecer o dedicar solemnemente a Dios nuestras vidas y las “cosas” que tenemos para Su propósito y gloria.

La disposición para dar emana verdaderamente de un corazón compasivo y empático, agradecido con Dios y deseoso de ser una bendición para los demás. Cuando reflexionamos en lo que Cristo hizo por nosotros en el Calvario, deberíamos ser impulsados a dar con disposición, no por obligación, codiciosa e insensiblemente o con un corazón carnal; sino voluntaria, libre y generosamente. La generosidad debe ser un estilo de vida del cristiano. Dar es también un acto de adoración, y trae gloria y honra a Dios. [Una actitud] desconsiderada hacia los demás, egoísta, poco amable e ingrata es perniciosa y desagrada a Dios.

[Es importante notar que] tanto las ofrendas planificadas como las espontáneas son apropiadas. Cada vez que una persona, una organización o una iglesia impulsa una ofrenda, nos ayuda a recordar la bondad y las bendiciones de Dios en nuestras vidas, y nos motiva a dar. Estas reflexiones también nos ayudan a evitar el pecado de la ingratitud.

Los beneficios de dar

El dar tiene muchos beneficios que van más allá de ayudar a los necesitados. Las encuestas muestran que quienes dan con regularidad experimentan efectos positivos, tales como una mayor felicidad, crecimiento personal y mejora del bienestar. Pero estos beneficios no solo los experimenta el dador, también son de gran bendición para el que recibe y para la comunidad.

El acto de dar es más amplio que simplemente dar dinero a la iglesia o a una institución de caridad. También hay individuos, familias, organizaciones, así como líderes comunitarios eclesiásticos que de todo corazón dan de su tiempo, talento y de todos los recursos que Dios les ha confiado. La práctica de una vida dadivosa ayuda a mejorar la sociedad y deja un legado positivo que impacta el mundo.

La distribución de la riqueza en el mundo presente es cada vez más desigual. Dios nos ha dotado con dones y talentos según nuestra capacidad, y es Él quien nos da el poder para hacer riquezas: “Acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día” (Deuteronomio 8:18). Como recordatorio, hay una bendición especial cuando le damos a los necesitados y a los más vulnerables entre nosotros. Mateo 25:40 afirma: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.

Agradezco a Dios y le pido por la creciente lista de filántropos que hay en el mundo hoy, y por todos aquellos que con sacrificio dan generosamente de su tiempo, dinero, experiencia, habilidades o talentos para (1) ayudar a crear un mundo mejor para las futuras generaciones que aún no han nacido y (2) para edificar el reino y la iglesia de Dios.

Mi propia experiencia ha sido una de regocijo, gozo, felicidad y plenitud cuando doy de todo lo que Dios me ha confiado. Es mi ferviente oración y esperanza que usted también tenga experiencias similares o aun mayores como resultado de una vida dispuesta a dar con un corazón agradecido, todo para la honra y gloria de Dios.

Dispuestos a servir de corazón

Podría empezar este artículo con frases motivacionales para animar a los lectores a cambiar su comportamiento en vez de centrarme únicamente en las enseñanzas religiosas. Pablo se lo dijo así a los colosenses:

Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. (Colosenses 3:15-17)

Este versículo sugiere que nuestras acciones —“todo lo que hacéis” (v. 17)— son el resultado directo de tener la Palabra profundamente arraigada en nuestros corazones. En lugar de solamente trabajar para Dios, nuestras vidas deben expresar un servicio basado en Su obra en nosotros.

Podemos sentirnos cansados de trabajar para Dios, pero nunca deberíamos cansarnos de trabajar con Él. Podemos cansarnos de servir, lo cual es natural, pero nunca deberíamos cansarnos del servicio que tiene que ver con Él. Servir no tiene que ver con nosotros; comienza con Él trabajando en nosotros. La obra de Dios en nosotros se refleja en nuestras vidas a través de nuestro servicio. Pablo, en su carta a los filipenses, registra uno de los versículos guía para mi vida: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13). Cuando el servicio está centrado en nosotros mismos y en la búsqueda de recompensas, equivale a lo que Jesús advirtió en Mateo 6:1-3 —realizar actos de justicia para ser vistos por los demás.

Estar dispuestos a servir significa tener la intención correcta. Servir con otras intenciones puede ganarnos el elogio de la gente, pero los seguidores de Jesús deben

buscar el aplauso del cielo, no de la tierra. Nuestras intenciones o motivos dependen de quién está en el centro de nuestro [corazón]. Cuando Jesús está en el centro de nuestras vidas, nuestro servicio está centrado en el corazón y la mente de Dios. Pablo afirmó las palabras de Jesús: “…más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús” (Filipenses 2:3-5 NVI).

Desde el principio que Dios le habló a la humanidad, el mensaje fue claro. Él debía ser el centro de la vida, proporcionando así el fundamento bíblico del servicio.

• En Génesis, el árbol de la vida estaba en el centro del huerto (Génesis 2:9), simbolizando que la vida fluye de él hacia quienes participan.

• A Abraham, Dios le dijo: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1). En otros encuentros que tuvo Abraham, Dios le explicó Sus promesas, pero en este versículo le instruyó a vivir una vida digna de su relación de pacto. Estas palabras no significan que Abraham fuera un hombre perfecto, pero que debía tener a Dios en el centro de todos los asuntos de su vida para honrar al Señor. Dios debía ser el centro de todo en su vida.

• A Moisés, Dios le dijo cómo debía acampar el pueblo de Israel, con las puertas de sus tiendas de frente al tabernáculo, lugar donde se guardaba el arca del pacto. Esta colocación aseguraba que ninguna tribu estuviera más lejos del centro que otra.

• A Israel, la orden fue clara: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3). Israel debía adorar a Dios y servirle solo a Él. Cuando el diablo tentó a Jesús, Él le dijo: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (Mateo 4:10).

El obispo Scott Gillum ha servido en muchos cargos en el ministerio a tiempo completo durante 44 años. Actualmente sirve como presidente del Comité de Finanzas y Mayordomía de la Iglesia de Dios de la Profecía. Su vocación ministerial lo ha llevado a Carolina del Norte, Kansas, California, Kentucky, Texas y Florida. La pasión del obispo Gillum es ministrar y equipar a los pastores para que capaciten a los líderes para la vida. Scott y su esposa, Brenda, residen actualmente en Clermont, Florida, donde sirven como pastores de pastores (obispo del estado de Florida). Tienen dos hijos adultos y dos nietos.

Scott Gillum | Obispo del estado de Florida

• A la iglesia, Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37).

• En el Apocalipsis, vemos imágenes de Jesús, el Cordero, en medio de escenas celestiales (Apocalipsis 5:6; 7:17), simbolizando Su papel central en la eternidad.

Es evidente en estos ejemplos, que la Biblia nos enseña, a los seres humanos, a servir a Dios. Josué, en el Antiguo Testamento, proclamó: “yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15). Pablo celebró a los conversos de Tesalónica porque “[se convirtieron] de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero” (1 Tesalonicenses 1:9). Pablo a menudo se refirió a sí mismo y a otros cristianos como “siervos” o “esclavos” de Cristo y de Dios (Romanos 1:1; Efesios 6:6). Pedro hizo eco de esto en 1 Pedro 2:16 y 2 Pedro 1:1.

Sin embargo, como siervos, no estamos atendiendo un mandato de Dios. Por supuesto, a Él no le falta nada. Él es dueño de todo, y no necesita nuestras provisiones. Hechos 17:25 dice: “Ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas” (NVI). Así que, aunque le sirvamos, no es porque a Dios le haga falta algo. Él nos ha escogido para Su servicio como expresión visible de Su reino.

porque desea que seamos partícipes en la realización de Sus propósitos. Dios logra Sus objetivos a través de la gracia que nos da para hacer el trabajo para Su gloria y para nuestro deleite. Ese es el propósito de Su mundo —Su gloria y el deleite de Su pueblo en Él. Pedro nos anima a servir con hospitalidad, sin murmuración; y mientras usamos nuestros dones, debemos reconocer que todo lo que hagamos debe alabar a Dios por medio de Jesucristo (1 Pedro 4:9-11).

Es fácil servir a personas que son amables y generosas y que nos caen bien. Pero Dios nos ha llamado a servir en toda situación, aun a someternos a amos que son crueles (1 Pedro 2:18). Esta actitud demuestra un corazón transformado y comprometido al servicio de los demás. Y cuando sirvamos, hagámoslo con gozo, como dijo el salmista: “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo” (Salmo 100:1, 2).

El servicio es la grandeza.

Según la Biblia, el servicio no es un medio para alcanzar la grandeza; el servicio es la grandeza. Jesús mismo dijo: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:45). Nuestro servicio esforzado no consiste en ganar ascensos o reconocimientos; sino en entender la paradoja que Jesús enseñó que la verdadera grandeza proviene de servir a los demás. Cuando nuestras acciones reflejan este entendimiento, toda la gloria es para Dios.

Mateo registró las palabras de Jesús diciendo: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24).

Cuando leemos el [versículo] que dice que no podemos servir a las riquezas, no está hablando de atender a las necesidades del dinero; sino de priorizar nuestros planes y esfuerzos basados en el dinero. Hay muchos cuyo enfoque en la vida está en lo que creen que el dinero puede proporcionarles. En cambio, servir a Dios significa alinear nuestros planes y esfuerzos en beneficio de los demás mientras confiamos en las promesas de Dios para nosotros. Nuestras vidas giran en torno al lugar que tenemos bajo la cascada de las bendiciones de Dios, siempre buscando honrarlo a Él —¡a Dios mismo!

Dios nos invita a servir, no porque nos necesite; sino

El servicio cristiano representa, en última instancia, el ministerio del Señor Jesús resucitado entre y a través de Su pueblo. Como dijera el apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20). Jesús entregó Su vida por nosotros para que Su vida habite en nosotros. Cuando logramos entender esta verdad, entonces es que podemos servir verdaderamente como Jesús sirvió, y nuestras vidas serán de mayor impacto porque nuestro enfoque no está en nosotros mismos. Mientras que algunos están más interesados por “señorear” sobre los demás, a nosotros que nos distinga el servicio. Aceptemos el llamado a servir y no de “señorear” para ilustrar el principio del reino sobre el servicio centrado en Jesús.

Listos para la batalla

Hubo un tiempo en el que serví a mi país como soldado. El servicio militar era obligatorio; pero solo estuve 11 meses y nunca hice nada heroico. Sin embargo, fue una experiencia memorable y algunos de sus conceptos han quedado grabados en mi memoria.

Uno de éstos es la idea de la “preparación para el combate”. Este concepto transmite la idea de disposición de cualquier unidad militar o sus miembros para que desempeñen con éxito las tareas para la cual se creó la unidad, o el individuo fue entrenado. Se trata de un principio que engloba una serie de elementos clave para que toda misión tenga alta probabilidad de éxito. Los ejemplos típicos son la condición física, la disposición mental, la estabilidad de la línea de mando y el estado del equipo, entre muchos otros. Cualquiera de estos elementos puede estropear la misión y provocar una falla en la ejecución.

Así que, como soldados del ejército de Cristo, debemos reflexionar en cuán preparados estamos actualmente para la batalla. Como cristianos, tenemos una misión que nuestro comandante nos ha encomendado, pero continuamente nos debemos preguntar: “¿Cuán preparados estamos para cumplir la misión que Cristo nos encomendó?”

La Biblia dice claramente que debemos centrarnos en nuestro llamado como soldados de Cristo. David oró a Dios, diciendo: “Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra” (Salmo 144:1). Pablo exhortó a Timoteo [con estas palabras]: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado” (2 Timoteo 2:3, 4). Pablo animó a los efesios a revestirse de toda la armadura de Dios para poder “estar firmes” (Efesios 6:11-13). Y Pablo exhortó a Timoteo, diciendo: “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina… Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” (2 Timoteo 4:2, 5).

A diferencia de David, la mayoría de nosotros no participa habitualmente en combates físicos. Sin embargo, al igual que David, podemos clamar: “Señor adiestra mis manos para la guerra espiritual que se está desatando, y mis dedos para toda batalla espiritual”. Aunque no luchamos contra carne y sangre, la batalla es real. No podemos jugar contra los principados espirituales, las potestades, los poderes cósmicos ni gobernantes espirituales de las tinieblas. La batalla arrecia, ¡y nosotros estamos en medio de ella! Pablo dice que experimentaremos cierto grado de sufrimiento. El buen soldado de Cristo Jesús debe participar en los sufrimientos del comandante. En los desafíos de la vida cotidiana, no solo estamos llamados a sobrevivir, sino a cumplir con nuestro ministerio. Es una tarea difícil. Sin embargo, contamos con dos grandes ventajas estratégicas. En primer lugar, ¡sabemos que nuestro Comandante ya ganó la victoria por nosotros! Así que, podemos enfrentarnos

Simon Röck es coordinador de educación y traducción de la Iglesia de Dios de la Profecía para Eurasia y el Oriente Medio. También es copastor de la IDP en Erlangen, Alemania, e instructor del Seminario Espíritu y Vida en Cleveland, Tennessee. Está casado con Mutave y tienen tres hijas: Cara, Talitha y Alithia. Su devoción es dejar que el Espíritu Santo haga lo que solo Él puede hacer. También es un apasionado escalador y corredor.

Simon Röck | Erlangen, Alemania

al enemigo desde una posición de victoria. En segundo lugar, hemos recibido el gran privilegio de tener al Espíritu Santo con nosotros, Jesús mismo. No solo podemos pelear nuestras batallas desde una posición de victoria segura, sino también con el Espíritu de Dios de nuestro lado. No peleamos esta batalla cósmica con nuestras propias fuerzas.

Entonces, ¿qué podemos hacer para estar preparados para la batalla? Lo primero que tenemos que recordar es que cada detalle es importante. Ningún área de nuestra vida, por pequeña que sea “se enreda en los negocios de la vida”, sino que busca verdaderamente solo “agradar a aquel que lo tomó”. Hemos sido llamados al servicio por Cristo mismo. Por lo tanto, toda nuestra vida debe enfocarse en agradar a quien lo sacrificó todo por nosotros. Esto debería ser prioridad sobre todo lo demás en nuestras vidas.

Una de las cosas sencillas pero esencial que debemos hacer es permanecer en constante oración, sazonada con ayuno, según nos dirija el Señor. Esdras lo ejemplificó bien cuando llevó de regreso a los israelitas a Jerusalén desde el exilio. Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio. (Esdras 8:21-23)

Es por medio de la oración y el ayuno que damos a conocer nuestras peticiones a Dios, somos fortalecidos por el Espíritu, santificados a través de la obra de Cristo y recibimos guía al oír Su voz. La oración es esencial para prepararnos para la batalla. Si no tenemos una comunicación continua con el Comandante, la derrota es inminente.

Otro elemento esencial para estar preparados para la batalla es mantener la unidad a toda costa. Ningún ejército dividido entre sí tiene posibilidades de ganar una guerra. El enemigo astuto lo sabe y busca sembrar desunión. [La táctica] “divide y vencerás” no ha perdurado en el tiempo como una estrategia de batalla viable. Jamás debemos ignorar los planes del enemigo; sino recordar que continua y activamente busca sembrar discordia. Por eso Jesús hizo esta oración en Su despedida:

Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he

dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

(Juan 17:20-23).

Hay dos promesas que sobresalen [en este pasaje] En primer lugar, el mundo creerá que somos enviados y amados por Dios si tenemos unidad; en segundo lugar, nuestra unidad muestra de forma única algo de la gloria de Dios. La unidad es crucial para el éxito de la batalla.

Cada detalle es importante. Si buscamos un ejemplo de esta verdad, podemos hablar de lo importante que es la condición física. Todos los soldados deben tener un buen estado físico como parte de su preparación para la batalla. [Según una encuesta], el 88% de los adultos norteamericanos son considerados metabólicamente poco saludables (seguido por el mundo en desarrollo que rápidamente ha emulado la dieta estadounidense que está siendo exportada por todo el mundo). [Con esto en mente], evaluemos si somos culpables de salirnos de la batalla antes de tiempo. Nuestros hábitos de vida podrían determinar hasta qué punto Jesús puede usarnos. Una de las enseñanzas de nuestra iglesia nos exhorta a “no [estar] con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne” (Proverbios 23:20). Nunca a sabiendas he estado con bebedores de vino en la Iglesia de Dios de la Profecía, pero sí he estado con “comedores de carne”, o yo mismo he sido esa persona. Aunque no hay garantías de que la enfermedad no me tocará, porque vivo en un mundo caído, no quiero que me saquen de la batalla por no haber cuidado mi cuerpo. No quiero tener que decirle a mi Comandante que estoy incapacitado físicamente porque simplemente no pude controlarme. Como soldado de Cristo, cada detalle de mi vida importa.

Es necesario que con regularidad nos hagamos una revisión; esto se conoce como en el ejército “revisión del compañero”. Un compañero se asegura que el otro tenga todo el equipo necesario y en buen estado de funcionamiento. La Biblia nos amonesta, diciendo, “considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:24, 25). Necesitamos animarnos unos a otros, pero también ministrarnos unos a otros.

El tiempo apremia. Nuestro Comandante regresará pronto. ¿Cómo encontrará a Su ejército? ¿Cómo lo encontrará a usted, soldado? ¿Está en la batalla? ¿Está listo para la batalla? Si no lo está, no se desespere; siempre existe la posibilidad de reincorporarse. Debemos estar preparados para la batalla espiritual a tiempo y fuera de tiempo, en cualquier momento, en cualquier lugar, por todos los medios necesarios.

MINISTERIO DE COMPAÑEROS EN LA COSECHA

Una de las extensiones del Ministerio de Misiones Mundiales es nuestro programa de Compañeros en la Cosecha el cual le brinda a las iglesias la oportunidad de conectarse globalmente. Este ministerio facilita la conexión espiritual, relacional y financiera entre las iglesias de Norteamérica con otras naciones y regiones alrededor del mundo, y aun aquí en los Estados Unidos. Es un canal para que nuestra familia eclesiástica tenga la oportunidad de experimentar, orar y apoyar a otras naciones mientras que a la vez recibe ese mismo apoyo espiritual y compañerismo dinámico de su nación compañera. También, es el medio principal para que las congregaciones locales apoyen los ministerios de los líderes autóctonos alrededor del mundo.

Una vez la iglesia local seleccione a un compañero, sus ofrendas misioneras serán utilizadas para apoyar a esa nación o región compañera. Esta ofrenda misionera es conocida como la “Ofrenda de Nivel 1” de apoyo. Estos fondos ayudan a nuestros líderes nacionales con los suministros necesarios para las operaciones diarias del ministerio. Estas ofrendas apoyan a la nación compañera y son necesarias para que el ministerio de la Iglesia de Dios de la Profecía continúe funcionando de manera eficiente en las naciones y regiones.

La ofrenda misionera es recaudada el segundo domingo y también a través de los impulsos misioneros de marzo y octubre. Así que, no se requiere recaudar una ofrenda adicional. La ofrenda misionera ayuda a mantener las operaciones de la Iglesia de Dios de la Profecía a nivel global. Esto es, diferentes necesidades, tales como las asignaciones presupuestadas para el trabajo de los obispos nacionales así como las personales y los fondos suplementarios para apoyar a los pastores en necesidad, el evangelismo, la plantación de iglesias, el entrenamiento de líderes y los gastos de las convenciones nacionales y regionales.

Romanos 12:9-13 dice, “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad”. Este es el corazón del Ministerio de Compañeros en la Cosecha, y ruego a Dios que su iglesia abrace el llamado que Él nos ha dado de amar, honrar y orar por nuestra familia global.

Muchos de nosotros enfrentamos grandes desafíos y dificultades el pasado año; pero nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo —nuestra familia— enfrentan desafíos de persecución, violencia, pobreza y hambre.

Sin embargo, a pesar de estas dificultades, nuestra iglesia sigue creciendo y el evangelio continúa propagándose, y nuestros hermanos esperan siempre nuestras oraciones, amor y apoyo. Pido a Dios que les bendiga (a usted y a su iglesia) grandemente por su gran esfuerzo de ofrendar para ayudar a nuestra familia global. Usted también es vital para que el ministerio de nuestra iglesia siga operando en las naciones para reconciliar al mundo con Cristo por el poder del Espíritu Santo.

Si desea más información sobre cómo su iglesia puede conectarse con nuestra familia global a través del Ministerio de Compañeros en la Cosecha, escriba a harvestpartners@cogop.org o llámenos al 423-559-5207.

Stephanie Roberts | Ministerio de Misiones Mundiales

Llevo diez años trabajando [en el departamento de] Misiones Mundiales, y he aprendido más geografía aquí que lo que aprendí en la escuela. También he aprendido más sobre nuestra iglesia a nivel internacional y nacional.

Crecí en una iglesia con una mentalidad muy misionera. En nuestra casa se hospedaba gente de todas partes del mundo, y también he ido en viajes misioneros. Esto me ayudó a entender los [principios] básicos de cómo la oración y el apoyo misionero ayudaban a otros. Entendí que uno da lo que puede dar y que Dios lo multiplica; pero, esta oficina me ha ayudado a entender mejor cómo esto funciona.

¡Ya pasaron unos meses del año 2024! Mientras esperamos la Asamblea Internacional, que será en unos pocos meses, quiero que tomen un momento para repasar el 2023.

En el 2023, el Fondo Ayude a un Niño realizó los siguientes proyectos, gracias a las ofrendas que se recibieron de nuestros donantes e iglesias maravillosas:

• se compraron dos autobuses, dos motocicletas y varias bicicletas;

• se construyó el edificio para un orfanatorio, un dormitorio para niños y una cocina;

• se reemplazó un techo;

• se compraron purificadores y reservas de agua, una cámara, estantes para biblioteca, dos lavaplatos, tres máquinas de lavar ropa, una nevera y un refrigerador;

• se limpió un tanque séptico y se le hicieron reparaciones eléctricas.

Todo esto además de comida, ropa, educación y mantenimiento general de los hogares de niños que usted ayuda a patrocinar cada mes.

Le comparto todo esto para que se regocije con nosotros; pero también debo decirle que esto es solo una gota en la cubeta de todas las necesidades presentes.

A continuación, algunos de los proyectos que deseamos completar este año:

• suministrar computadoras en varios de los hogares de niños (un costo de $22,100);

• asegurarnos de que cada niño tenga una cama, un colchón y ropa de cama (costo menos de $8,000);

• construir al menos un dormitorio (costo fluctúa entre $10,000 y $37,000).

Le ruego que en el próximo culto de la iglesia, le pida a su congregación que nos ayuden con uno de los proyectos del Fondo Ayude a un Niño. También puede impulsar uno durante la escuela bíblica de verano o en la iglesia de niños. Si usted como individuo o junto con su familia desea tomar uno de los proyectos o auspiciar un orfanatorio u hogar de niños, estoy a sus órdenes para ayudarlo con el proceso.

Si desea hacer una donación para uno de los proyectos presentados (o cualquier otro), o si desea auspiciar un orfanatorio u hogar de niños, por favor comuníquese conmigo. También puede visitar la página https:// globalcogop.org/store para ver todos los proyectos actuales y hacer su donación.

Shelly Wilbanks | Ministerio de Misiones Mundiales

AVANZANDO HACIA EL FUTURO

La disposición: Sus implicaciones

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dispuesto” (Mateo 22:4). [Observe que] la declaración no dice, “pronto todo estará dispuesto” o “pronto todo podría estar dispuesto”. Él no estaba hablando de manera futurística o probable cuando dijo con autoridad que “todo está dispuesto”. Por consiguiente, no hay detalles insignificantes en la Palabra de Dios.

El paso de los tiempos y las estaciones no puede disminuir ni una pizca de Su divinidad, y nadie tampoco está fuera del alcance de Sus brazos eternos.

Además, la voluntad de Dios también revela Su disposición de intervenir en situaciones divergentes y transformarlas para Su gloria. “Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador”. (Salmo 86:5) Arraigado en la voluntad de Dios está Su deseo de manifestar Su bondad.

La voluntad de Dios también manifiesta Su propósito altruista. El trato de Dios con Isaías y otros, en las Escrituras, revela que Dios no es una entidad sin propósito; Él es muy intencional en Su relación con la humanidad. Dios quería un representante santificado en el campo misionero y decidió purificar al joven profeta: “He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado” (Isaías 6:7). Dios capacitó a Isaías a través de un toque directo y renovador —un toque purificador porque servir en cualquier tarea requiere un encuentro divino, así como la capacidad dada por Dios para trabajar y caminar en santidad. De lo contrario, el resultado no solo será contraproducente, sino catastrófico.

El pasaje también dice que Isaías fue divinamente encendido con un carbón tomada del altar celestial. Uno de los serafines tomó el carbón y le tocó los labios (vv. 6, 7); ¡y su boca fue encendida! Ciertamente, si Isaías necesitó este maravilloso recurso, cuanto más nosotros. Hoy más que nunca necesitamos el fuego divino, porque sin él, no estamos preparados para cumplir la tarea neotestamentaria, ¡una tarea que requiere un revestimiento pragmático del fuego de Pentecostés! Los creyentes sin fuego son una responsabilidad en el campo misionero. Necesitamos este recurso divino —el fuego santo— para producir resultados bíblicos que glorifiquen a Dios.

“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí”. (Isaías 6:8)

La búsqueda de vasos útiles sigue cobrando impulso. ¿Es capaz usted de ser enviado? ¿Ha sido enviado?

¿Quién le envió? ¿Aceptará Dios su representación? ¿Está verdaderamente preparado? ¿Puede Dios confiarle Su

fuego? ¿Utiliza usted Su gloria para el engrandecimiento personal o por razones narcisistas? ¿Está preparado para servir al Maestro siguiendo Su voluntad?

Al igual que los bereanos, lo primero que debemos hacer con toda solicitud (sin reservas) es recibir la Palabra de Dios; luego escudriñarla comparando escritura con escritura, línea tras línea, para validar su contenido, fuente, autenticidad, veracidad y, por supuesto, su legitimidad. Luego, en conformidad con las Escrituras, ser aceptados de manera total. El Señor dijo: “pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Isaías 66:2). Dios honrará a los que honran Su Palabra de esta manera, pero el “evangelio” que es pervertido, contaminado y contrario a la Palabra de Dios deberá ser rechazado audazmente.

“Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica. . .” (Hechos 17:11)

Por otro lado, los bereanos redefinieron la nobleza. La nobleza se explica en el texto como la cualidad de recibir la Palabra de Dios con toda disposición. “Con toda solicitud”, significa que recibieron el evangelio de todo corazón, con deseo, entusiasmo y predisposición de obedecerla. Job dijo: “Guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job 23:12). Esta virtud se demuestra en la actitud que posee una persona ante la Palabra de Dios. La actitud de los bereanos ante la Palabra de Dios cambió su situación de insignificantes a nobles. Por el contrario, tomar la Palabra de Dios con ligereza, crítica negativa, desdén, escepticismo o con una mentalidad criticona, como lo hicieron ciertos judíos en Tesalónica, es [una actitud] innoble.

El secreto de la nobleza de los bereanos también está ligado a su compromiso diario con las Escrituras. El pasaje dice que “recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).

Decididos en su búsqueda por conocer, profundizaron en la Palabra sin cesar para fortalecer sus convicciones. Su constante comunión con la revelación de las Escrituras, día a día, aumentó su conocimiento bíblico. Su actitud diaria hacia la Palabra los llevó a la cima de la montaña de la nobleza divina. Su hábito diario de escudriñar las Escrituras aumentó su conocimiento espiritual, pasaron de la suposición a la realidad, de la presuposición a la verdad, y de simples afirmaciones a la fe pragmática. Su extraordinaria resiliencia culminó en el poder transformador de su fe.

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