Sus sacerdotes eran los Salios (salii), encabezados por el Flamen Martialis. Estos sacerdotes, armados con los legendarios escudos y lanzas que Marte entregó a Numa Pompilio, ejecutaban una danza guerrera arcaica y primitiva; consistente en fuertes saltos y pisotones en el suelo, mientras se cantan himnos a Marte y Quirino. Los Salios eran elegidos entre las familias patricias. Nos adentramos dentro de lo más profundo del Japón feudal para encontrarnos con Hachiman, dios a los que los guerreros japoneses se encomiendan, siendo también la divina deidad protectora de Japón y de todos sus habitantes. Viajamos por la historia y nos desplazamos a la misteriosa china, encontrándonos con Kuan Kung, mortal que tras su muerte según la mitología china fue convertido en dios, siendo actualmente patrón de las artes marciales, símbolo de la integridad, rectitud y honestidad. Y dando un último salto geográfico y mitológico nos introducimos
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en la cultura más ancestral de las islas de la polinesia donde nos encontramos a los sumos sacerdotes de las tribus tribales, llamados kahunas. Estos chamanes, ejecutaban un ritual invocando al duende Imua o Kuna. Un ente grotesco y de desagradable apariencia que no paraba de danzar, portando una lanza en su mano derecha, saltando de un lado para otro en la oscuridad de la noche, en actitud y pose guerrera, gesticulando y haciendo muecas con la intención de intimidación, mirándote con los ojos inyectados en un color rojo sangre y fuego en los que se reflejaba el coraje de los guerreros a punto de entrar en batalla.
Cada guerrero tiene dentro de su interior su espíritu protector, que es el que le guía en su camino hacia la victoria y una vez que entra dentro de cada alma, convive contigo hasta el final de tus días.
Es la creencia, que si esta visión se les manifestaba a los Kahuna, era señal de que triunfarían en la batalla derrotando a sus enemigos.
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Como anécdota se cuenta dentro de la narrativa popular histórica de limalama, que si en la práctica de este arte marcial el duende Imua consigue colarse dentro de tu cuerpo, no dejaras de practicar limalama hasta el día de tu muerte.
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Todo guerrero tiene dentro su alma su propio Imua.
Alfredo López Maestro Internacional CN 5º G Limalama 3º Dan Sambo y Defensa personal 1º Dan Judo