Taller Coaliciones Sociales para el Desarrollo Territorial

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Taller Coaliciones Sociales para el Desarrollo Territorial Proyecto Fortalecimiento de las coaliciones territoriales para el desarrollo y la descentralización del Estado en Perú RIMISP – DIPUTACIÓN DE BARCELONA - CEDER - ARARIWA

Introducción y contexto1 Durante los últimos cinco años Rimisp ha venido realizando estudios territoriales destinados a indagar sobre procesos de desarrollo en los territorios que generen simultáneamente crecimiento económico, disminución de la pobreza y disminución de las desigualdades. Estos estudios cumplieron una primera etapa cuantitativa que permitió elaborar mapas que distinguen diferentes modelos de crecimiento en términos de inclusión social y establecer que solo en el 10% de los territorios, donde viven el xx de la población se logra crecimiento inclusivo, esto es, con disminución de pobreza y desigualdad. El siguiente paso fue el desarrollo de 19 estudios de caso destinados a buscar claves explicativas de las dinámicas de desarrollo en curso en América Latina. Los estudios permitieron relevar que la realidad de los territorios latinoamericanos es de poco o ningún crecimiento, y de persistencia de pobreza y desigualdad. Este es el resultado de trampas de pobreza y desigualdad, que explican que, aún cuando hay mejoras generales, se apropian de ellas los sectores que controlan espacios de poder y recursos, rezagando a los sectores y territorios desfavorecidos. Estas trampas de pobreza y desigualdad son consecuencia de estructuras profundamente arraigadas: reglas y procesos de gobernanza de los recursos territoriales que concentran el poder y las oportunidades económicas y políticas; débiles vínculos de muchos territorios con mercados dinámicos; estructuras productivas de enclave o donde hay pocas empresas, empresas de origen extraterritorial con pocos y complejos lazos con las dinámicas del contexto territorial que resultan en la extracción del territorio de una enorme proporción de los excedentes; lazos débiles y poco dinámicos del entorno rural con ciudades intermedias, etc. Detrás de estas estructuras y del patrón institucional y normativo que las legitima, hay actores concretos que se ven beneficiados y se resisten a su modificación. La síntesis de los estudios territoriales realizados observa que “las estructuras, las instituciones que las norman y los agentes que las sostienen, son muy poderosos y difíciles de cambiar”. Por ello, solo en pocos territorios, en los 11 países estudiados, se logran procesos simultáneos de crecimiento, inclusión y disminución de desigualdades. Así como los estudios confirman el peso de la historia, las estructuras y el pasado, también comprueban que esta historia se puede cambiar. Fuentes de cambio son los shocks externos y no se trata solo de inversiones en recursos naturales que observamos con frecuencia. En los territorios coexisten diferentes estructuras entendiendo por tales las formas que se han desarrollado los sistemas productivos, el sistema de propiedad y tenencia de activos, la conexión con mercados, infraestructura, rol de las ciudades, etc. Estos procesos se co-producen con los sistemas sociales, representaciones y expectativas. Los estudios realizados señalan que hay cambio cuando la ecuación que estabiliza el estatus quo pierde eficacia y surgen tensiones o quiebres entre estructuras. A ello se suma el papel de los actores que interpretan su realidad e inciden sobre la dinámica en marcha, modificando las relaciones de poder. Aquí radica el potencial de cambio institucional, derivado ya sea de shocks exógenos, de procesos más graduales y endógenos, así como del papel del Estado nacional o subnacional que tiene el potencial de ser un actor de peso en este proceso. En este espacio que genera oportunidades de cambio, son los actores y su capacidad de acción lo que hace la diferencia, en tanto se generen procesos de acción colectiva motivada por coaliciones sociales conformadas por grupos relativamente diversos pero cohesionados por una visión territorial y un proyecto de futuro compartido. Para abordar esta temática, se realiza el taller “Coaliciones Sociales para el Desarrollo Territorial”, cuyos objetivos son compartir una conceptualización sobre el término coaliciones y definir alternativas metodológicas para el fortalecimiento de las coaliciones sociales en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las coaliciones territoriales para el desarrollo y la descentralización del Estado en Perú”. 1

Esta sección ha sido elaborada por el quipo del proyecto

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Elementos teóricos para conceptualizar el término coaliciones territoriales2 Presentación de Martín Tanaka3

Los estudios territoriales que ha venido desarrollando Rimisp llegan a un punto en el que se hace nítida la necesidad de profundizar sobre el aspecto social y político que empuja a un grupo de actores para interpretar e incidir sobre la dinámica del territorio. Este es el terreno pantanoso sobre el cual no hay una teoría desarrollada y que, a la hora de explicar procesos de desarrollo en los territorios, se hace imperativo tematizar, pues no existe una “teoría para pensar las coaliciones sociales y políticas vinculadas al desarrollo territorial”. Se trata entonces de un desafío, un reto que se asumió tratando de hacer una especie de puente entre la bibliografía y la literatura, entre la sociología y las ciencias políticas para aportar a un marco conceptual respecto de la acción de actores territoriales que logran actuar concertadamente con un propósito común. Estas son las ideas que se exponen a continuación4. Lo que se pretende formular es una especie de “teoría de alcance medio”, digámoslo así. Presentar conceptos, categorías y variables que permitan pensar diferentes territorios y dar herramientas para el análisis empírico y para la comparación de diferentes casos. Se está todavía lejos de poder tener una masa de evidencia tal, que permita armar una teoría o hacer un planteamiento general válido para muchos casos. El momento actual es de elaboración de las primeras conceptualización sobre concertación de actores y dinámicas territoriales de desarrollo. La definición operativa que vamos a utilizar para pensar estos asuntos entiende a las coaliciones como “acciones que son convergentes, de actores diferentes, en un territorio determinado y de forma tal que esas acciones convergentes tienen un carácter de mediano y largo plazo”. Tenemos, para empezar, una situación en donde hablamos de actores en plural en la medida en que ninguno por si solo puede conseguir sus objetivos propios. Hay, por lo tanto, una pluralidad de intereses diversos. Decimos acción convergente porque no necesariamente tiene que haber una coordinación muy estrecha en una coalición. En un extremo puede haber actores que se sientan en una mesa y que acuerdan directamente cosas, pero en el otro extremo podemos tener actores que, sin sentarse en una mesa, toman en cuenta los intereses de los otros y se disponen a colaborar y cooperar pues se dan cuenta de que ello es de beneficio mutuo. Dependiendo entonces de cómo se toma en cuenta esta necesidad de actuar de manera convergente, habrá coaliciones mas institucionalizadas que tendrán documentos, compromisos, estructura, y otras donde habrá una coordinación, si se quiere implícita, que uno la puede rastrear reconstruyendo el proceso social y político y que puede darse, incluso, con actores aparentemente enfrentados, pero que en la práctica desarrollan acciones cooperativas para sacar adelante alguna iniciativa de desarrollo. Todo esto ocurre en un territorio particular y va más allá de pequeños acuerdos puntuales de corto plazo. Para hablar de coalición, tenemos que hablar de algo con cierta mayor permanencia y proyección, con un mayor aliento, porque lo otro pueden ser grupos de interés pequeños que se ponen de acuerdo para cosas muy puntuales. Tradiciones teóricas para el estudio de coaliciones sociales

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Este documento ha sido elaborado en base a la presentación formulada por el autor en el Taller Coaliciones Sociales para el Desarrollo Territorial realizado en Lima en Diciembre 2011, en el marco de las actividades del proyecto Fortalecimiento de las coaliciones territoriales para el desarrollo y la descentralización del Estado en Perú, RIMISP – DIPUTACIÓN DE BARCELONA - CEDER - ARARIWA 3 El autor es investigador del Instituto de Estudios Peruanos 4 Sobre este tema el documento “En busca del eslabón perdido: Coaliciones sociales y procesos políticos en el desarrollo territorial rural”, Martín Tanaka, Documento de Trabajo N° 111, Programa Dinámicas Territoriales Rurales Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural

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Una primera orientación a tener en cuenta al examinar tradiciones teóricas que aportan al estudio de las coaliciones está vinculada a una tradición sociológica, o de sociología política, que plantea el asunto de las coaliciones relacionándolo con cuáles son los intereses que surgen de la estructura productiva del territorio. Es la escuela basada en el análisis de las clases sociales. Desde este punto de vista, dependiendo de cuales sean las actividades económicas que se desarrollan en los territorios, podrán formarse distinto tipo de coaliciones. Allí donde hay territorios con grandes intereses terratenientes, tradicionales, con sectores comerciales o burgueses relativamente débiles, con un campesinado débil o desorganizado, la constelación de intereses no será favorable para el desarrollo de coaliciones inclusivas. Por el contrario, ahí donde hay un campesinado más organizado, donde hay unos intereses terratenientes mas débiles, ahí donde hay intereses comerciales y burgueses mas dinámicos, habrá una relación entre los actores que es mejor para el desarrollo económico territorial de carácter inclusivo. Uno de los grandes méritos de esta literatura, es que llama la atención sobre un asunto que es muy importante para el desarrollo territorial. Brinda una hipótesis muy persuasiva sobre el tema de la persistencia de la pobreza en algunas zonas rurales en particular, a la vez que da una explicación de por qué en el desarrollo territorialrural hay un fuerte desafío para lidiar con bolsones de pobreza y de exclusión que tienen que ver, precisamente, con el hecho de que hay sectores sociales y económicos que tienen graves problemas de representación, es decir, que tienen problemas para constituirse como actores con capacidad de ventilar y representar sus intereses en el contexto de la formación de coaliciones. Desde este punto de vista, uno empieza a entender que sectores rurales, por ejemplo quechua-hablante campesinos, tomando el caso del Perú, de bajos niveles educativos, tienen graves problemas para representar sus intereses y para ser significativos en el armado de coaliciones y, por lo tanto, son sistemáticamente relegados lo que explica la persistencia de la pobreza más estructural. Una segunda vertiente teórica es la teoría de los movimientos sociales, que ha tenido mucho desarrollo y que llama la atención sobre los problemas de acción colectiva que vienen a cuestionar, en parte, el análisis estrictamente clasista. Esta vertiente critica que el análisis clasista más clásico y convencional asume que, porque hay ciertos intereses socio-económicos, ello se va a deducir, casi de manera natural, en determinada representación de esos intereses. La literatura vinculada a los movimientos sociales llama la atención sobre el hecho de que este paso desde las condiciones materiales de existencia a la acción colectiva no es automático ni es directo, y que hay mucho que estudiar respecto del paso desde los intereses materiales particulares, a la conformación de actores que son quienes van a integrar las coaliciones. El asunto central tiene que ver con que se trata de actores cuya acción colectiva responde a intereses sociales que no derivan linealmente de la estructura socioeconómica. Esos intereses sociales asumen determinada forma que les confieren los propios actores, que no son actores socio-económicos en un sentido estricto. Por ejemplo, un actor territorial a tener en cuenta son las ONG, muy presentes en el mundo del desarrollo territorial y que precisamente se proponen a sí mismas la tarea de apoyar procesos de diferentes sectores, promover la organización, dar asesoría, articular visiones, poner sobre la mesa propuestas de desarrollo, etc. En esta línea hay que tener en cuenta no solamente a las ONGs, también a la iglesia, los partidos políticos y un conjunto de actores que no son estrictamente socioeconómicos y que no son, digámoslo así, cien por ciento endógenos al territorio, pero que tiene una presencia muy importante para que los actores territoriales organicen sus intereses y se formen coaliciones. Por otra parte, el Estado, a través de sus políticas sociales, a través de sus políticas de combate a la pobreza, de sus políticas de desarrollo rural, los procesos de descentralización, el fortalecimiento de municipios y de gobiernos subnacionales, etc., genera un conjunto de incentivos y crea un conjunto de actores que son importantes para la dinámica del desarrollo territorial. Incluso se podría pensar que puede haber territorios donde la dinámica está marcada por actores del territorio y, en el otro extremo, uno podría imaginarse dinámicas en donde la fuerza motriz de la coalición está en los actores estatales, el alcalde de una determina circunscripción, el presidente regional, o el intendente o gobernador, tal o cual ministro o tal o cual sector dentro del aparato público central, que esté impulsando políticas que tienen efectos directos sobre un territorio, de forma tal que la fuerza motriz pueda venir de actores estatales de dentro o fuera del territorio.

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El conjunto de estos elementos permite construir una tipología de coaliciones pues las coaliciones pueden tener configuraciones muy diferentes según la fuerza motriz que las constituye y que proviene de actores muy diferentes dependiendo de los diferentes territorios. Otro cuerpo de literatura analiza la formación de coaliciones políticas. Se refiere, básicamente, a la formación de coaliciones en los congresos de los diferentes países. El tema no es tan extraño o ajeno a la discusión sobre actores territoriales, pues no hay tantísimas diferencias entre como se negocia entre bancadas y grupos parlamentarios en un congreso y entre diferentes grupos sociales en un territorio, en el sentido de que todos deben plantearse temas como los siguientes: a) ¿Cuán grande o cuan pequeña es, o debe ser, la coalición? Hay acá un dilema a resolver. Si la coalición es mas grande, supuestamente es mas fuerte. Sin embargo, si es mas grande y tiene mas actores, ponerse de acuerdo es mucho mas complicado y el mínimo común denominador entre todos los actores se hace cada vez mas pequeño, por lo tanto hay que buscar una suerte de tamaño óptimo que tiene que ser negociado de forma que los actores de la coalición no sean tantos como para que sus beneficios se diluyan, pero que no sea tan pequeño como para que no pueda salir adelante. b) ¿Cómo se distribuyen los beneficios en las coaliciones?, ¿cómo se dirimen disputas y contradicciones internas al interior de la coalición? Como se ha mencionado, esto puede ser muy explícito o puede ser muy implícito. Puede ser también resultado de la práctica y también del ensayo y error. c) ¿Cómo se negocia en las coaliciones?, pues no hay que imaginarse a las coaliciones como una espacio armonioso y unido que avanza sin fisuras. Las coaliciones tienen tensiones internas y hay un proceso constante de negociación en su interior. d) ¿Cuál es el peso que tienen, en las coaliciones, algunos liderazgos y algunas ideas de los actores sociales y los actores políticos? Así como en las coaliciones políticas mas convencionales, las ideologías y los programas son cruciales para entender la manera en que funcionan, en los territorios también hay actores que, independientemente de los intereses sociales y clasistas que se dan, están permeados por sus visiones del mundo, por sus ideologías, por la formación que tienen, cuan profesionalizados o no están, cuan influenciados o no están por la ortodoxia o el sentido común respecto de determinados temas, cuan visionarios o audaces son, cuan vinculados o no están al mundo académico, universitario, al mundo de la cooperación internacional, mundos donde circulan ideas sobre qué es lo correcto o qué es lo incorrecto. En la medida en que los actores en los territorios estén mas o menos permeados por estas visiones, afectará la manera en que las coaliciones funcionan. Hay coaliciones de muy diferente tipo. Algunas presentan un perfil muy endógeno, donde hay actores que son fuertes en los territorios y sus intereses y visiones marcan la dinámica. Otras, en donde las fuerzas son mas exógenas y donde la fuerza motriz viene dada por la cooperación internacional o por ONGs. Otras, en donde la fortaleza del Estado y de sus políticas y de su intervención es la que va a marcar la dinámica. Encontraremos territorios en donde el dinamismo va cambiando a lo largo del tiempo y donde el diseño, el tramado de estas coaliciones, tendrá efectos importantes sobre el desarrollo económico inclusivo, así como habrá territorios donde el factor explicativo no será tanto la distribución de la riqueza, porque se genera más igualdad aunque la dinámica de crecimiento no sea tan importante.

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“Estructura y agencia a las dinámicas territoriales, a partir de los estudios de Dinámicas Territoriales Rurales”5 Presentación de Alejandro Schejtman6 Esta es una presentación con un enfoque complementario al de coaliciones aportado por Martín Tanaka. No abordará el tema de las coaliciones como tal, sino que insertará la discusión en la temática de estructura y agencia asociadas a las dinámicas territoriales: sugiere pensar en las coaliciones como agencia, es decir, las entiende como la capacidad de los actores para comprender, interpretar, elaborar e intervenir sobre la realidad. Por su parte, por estructura entendemos la combinación de la estructura institucional y la estructura productiva, como veremos más adelante. Entonces, lo primero es mencionar que el territorio aparece como un espacio con identidad socialmente construida que va más allá de una superficie física. Es un lugar donde hay proyecto, o por lo menos objetivos comunes. Se ha mencionado que hay cierta convergencia de visiones e intereses que no necesariamente se vuelcan en un proyecto explícito, aunque en algunos casos esto si sucede. El territorio está constituido por un núcleo urbano y su hinterland de recursos naturales. Aquí la relación sociedad-recursos naturales adquiere una importancia que, probablemente, no tiene en el caso de los estudios metropolitanos. Estamos hablando de un espacio distinto a la metrópolis, donde el tema de recursos naturales juega un papel importante. Por otra parte, desde el punto de vista del diseño de políticas, necesitamos escalas que sean relevantes en los procesos de desarrollo, por lo tanto, se trata de territorios se cierta escala que no es, probablemente, la escala municipal, que sería demasiado pequeña como para pensar efectivamente en espacios relevantes para efectos de la política. Veamos el vínculo entre estructura y agencia. Como decíamos, por estructura entendemos la combinación de la estructura institucional y la estructura productiva. En otras palabras, la estructura territorial está constituida por las interrelaciones y efectos directos e indirectos que estas dos estructuras tienen, la una sobre la otra, en el tiempo. El propósito de los estudios territoriales que hemos desarrollado es vincular el conocimiento que tenemos sobre el resultado de la interacción entre estas estructuras institucional y productiva, con políticas permitan crecimiento, inclusión social y estabilidad ambiental. La estructura productiva comprende la distribución de activos y las tecnologías empleadas en el acceso o propiedad de los activos. Empíricamente se observa la existencia de distintos patrones: a) el cluster, una empresa que se instala y genera, como consecuencia de su inserción, todo un desarrollo de pequeñas y medianas empresas de servicios, de forma que ese territorio se constituye en un cluster y, de algún modo, su estructura productiva y su dinámica se explican por la dinámica del cluster. b) Distinto es el caso de la economía de enclave. El enclave tiene tal peso en el territorio que determina su dinámica y, sin embargo no genera, por esa misma condición, una red de pequeñas o medianas empresas. c) Finalmente están las pequeñas y medianas empresas que pueden asumir formas cooperativas u otras en un espacio de relativa homogeneidad en términos del tamaño. Los estudios territoriales muestran que la estructura productiva está muy condicionada, en las fases iniciales de los procesos de transformación de estos territorios, al hinterland de recursos naturales y muy condicionada por la estructura agraria. Factores gravitantes son los vínculos con mercados dinámicos que estos territorios 5

Este documento ha sido elaborado en base a la presentación formulada por el autor en el Taller Coaliciones Sociales para el Desarrollo Territorial realizado en Lima en Diciembre 2011, en el marco de las actividades del proyecto Fortalecimiento de las coaliciones territoriales para el desarrollo y la descentralización del Estado en Perú, RIMISP – DIPUTACIÓN DE BARCELONA - CEDER - ARARIWA 6

El autor es investigador de Rimisp – Centro Latinoamericano de Desarrollo Rural

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establecen y la presencia o no de ciudades intermedias en el territorio. Y aquí ciudades intermedias aparece definida como algo distinto al acceso a mercados dinámicos. Si bien es cierto los mercados son, por definición, ciudades o centros urbanos, aquí las ciudades intermedias se entienden en un particular sentido que llamaría de reciprocidad, o sea que tanto el hinterland, como la ciudad, dependen el uno del otro. Dada una determinada matriz agraria, podemos pensar en dos situaciones polares: una distribución de pequeños productores mas o menos homogénea vis a vis la vieja estructura hacendaria en la que está la hacienda y la mano de obra adscrita a la hacienda, o una periferia de pequeños productores dependientes de las propias dinámicas de la hacienda. Lo que tenemos de las matrices agrarias, sobre todo en las fases iniciales de los procesos de desarrollo, y sin entender por tal solamente a los procesos de industrialización, sino sobre todo el momento de inserción temprana, es que se generan patrones particulares de distribución de ingresos y pautas de consumo que serán distintas en una estructura homogénea, donde hay ausencia o presencia de estímulos a la innovación. En la vieja estructura hacendaria los elementos que estimulan la innovación son menores que cuando se da el caso de una masa de pequeños y medianos productores enfrentados a determinados mercados y estimulados a innovar. En el caso de una estructura polarizada, hay una reducida gestación de empresarios potenciales, es decir, en el mundo de la hacienda, de los inquilinos, no surge una clase de pequeños productores que toman decisiones de orden empresarial. O al revés, una masa más homogénea de productores, en algunos casos se ve enfrentada a desarrollo de mercados que contribuye a la creación de una cierta capacidad empresarial. Los patrones de acumulación también son muy determinantes y tal vez aquí los ejemplos más interesantes son los contrastes que hay entre el norte y el sur de Estados Unidos, siguiendo a Barrington Moore. Mientras que en el norte, la estructura productiva que da paso al proceso inicial de desarrollo descansa sobre una gran masa de pequeños agricultores que generan una demanda masiva de bienes simples del tipo industrial, tanto de consumo como de producción (hachas, pistolas, herramientas), en el sur lo que se tiene es la plantación, donde los esclavos no constituyen precisamente una fuente de generación de empresarios y donde los patrones de demanda de bienes de consumo son de bienes de lujo para una minoría y casi no hay demanda para el consumo masivo. Desde el lado de la producción, en el norte se producen dinámicas en las que la agricultura y el desarrollo industrial se van reforzando el uno al otro, lo que no ocurre en el sur. Los estudios territoriales examinados por el Programa de Dinámicas Territoriales encuentran algunas dinámicas parecidas a las del norte de Estados Unidos, por ejemplo Jauja en el caso de Perú, que se frustra en algún momento, pero que tiene una estructura relativamente homogénea de productores y un buen mercado en Lima. Habría que preguntarse porque ese proceso se trunca, lo que no sucede en Tungurahua, Ecuador, adonde efectivamente hay una estructura inicial muy semejante. Estamos frente a una dinámica que, en un caso conduce a la pobreza sin crecimiento, y en otro, más bien a un desarrollo de pequeñas y medianas industrias de diverso tipo. Esto hace ver el peso de la matriz agraria porque, aun en aquellos casos en que ha habido reformas agrarias, hay todavía elementos de la estructura agraria original que quedan incrustados en las mentes de la gente que es heredera de estas trayectorias y situaciones, y que se expresan en discriminación o en diversos patrones de comportamiento social en los cuales todavía está la idea de una masa de empresarios que lleva la impronta de ese pasado hacendario reciente. Lo que se puede observar entonces, dependiendo de estas estructuras, es la presencia de círculos virtuosos o viciosos de desarrollo en los territorios. Tenemos círculos virtuosos cuando en un determinado hinterland, se desempeña un conjunto amplio de pequeños o menores productores de una ciudad intermedia que logran que parte de los excedentes generados no sean trasladados a otros lados. Aquí se observará una coalición de tipo desarrollista. También tendremos el caso inverso, de un hinterland rural mas bien caracterizado por la gran propiedad o alta concentración de la propiedad, una ciudad que cumple mas bien el papel de expropiación de los excedentes para su transferencia a terceros.

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Volvamos sobre el tema de agencia, o de las ideas, ideologías o discursos que determinados sectores empiezan a asumir y que, dada su posición, de manera directa o indirecta empiezan también a incidir en los términos en que se debate sobre políticas y propuestas de acción. Estos sentidos comunes comienzan a discutirse en espacios concretos que no son necesariamente una coalición, como la hemos nombrado aquí, pero que pueden, eventualmente, incorporarse como parte del discurso de una coalición. También actúa lo que podríamos llamar la coalición por sí misma, organizada de cierta manera. Un ejemplo ya bien conocido de estas son los GAL, Grupos de Acción Local europeos, que han sido el eje de muchos de los esfuerzos europeos de desarrollo rural o desarrollo territorial y que constituirían, en este caso particular, coaliciones explícitas con proyectos concretos y con recursos respecto a los cuales se deben tomar determinadas decisiones. Están también las coaliciones como proyecto implícito de un elenco de actores, con todas las complicaciones que Tanaka ha señalado para poder dilucidarlas en los espacios concretos. ¿Por qué estas complicaciones?, porque en los espacios concretos vamos a encontrar una gama de situaciones que podríamos llamar discursivas en el sentido de que tienen un discurso o un trasfondo ideológico o valórico y que no se traducen de forma directa en un programa de acción. Supongamos, por ejemplo, el discurso neoliberal. Este es un discurso y una coalición discursiva comprenderá a todos aquellos que, por diversa razones, adhieren a ese discurso. En términos del efecto de esta adhesión, esta es claramente perceptible cuando los actores toman posiciones en torno a las bondades del mercado. Un ejemplo de ello es el caso de la minería en Chile, cuando se toma la decisión de asignar un royalty. Esta decisión de royalty a la minería afecta a una coalición discursiva que son los que suscriben la idea de las leyes del mercado y que, aunque no se ven directamente afectados o ni siquiera les toca el asunto del royalty, pasan a formar parte de una alianza en contra del royalty porque forman parte de determinado coalición discusiva. Y entonces, empieza la prensa a decir “esto está violando las reglas iniciales del juego”. La gente, por su parte, teme que después también haya una especie de royalty de limitación a la pesca u otros recursos naturales, etc. Entonces tenemos ahí una comunidad, una coalición que es discursiva en el sentido de que forma parte de un discurso y las personas se comportan desde el ángulo de sus propios intereses incorporando esas ideas como un sentido común, entre comillas. Hay, por otra parte, otro elenco de personas que son activas y que, a partir del discurso, a partir de una posición, de un proyecto, de un programa, empiezan a buscar alianzas y a generar acciones concretas. Aquí ya no se aprecia una coalición solo discursiva sino una coalición que actúa e influye y que, en ese sentido es más operativa. En rigor, es hacia allá donde nos gustaría llegar, por decirlo de alguna manera, en el caso de los territorios, con la idea de ver como es posible gestar dinámicas que permitan crecimiento con inclusión social y que tipo de agentes (coaliciones) son susceptible de ser convocados para una acción de ese tipo. En definitiva, lo que tenemos aquí es este vínculo y relación recíproca entre estructura y agentes que está a la base de la forma como se resuelven los dilemas de crecimiento y distribución. En rigor, si miramos los territorios, son bastantes excepcionales aquellos donde se ha logrado crecimiento, reducción de pobreza y mayor igualdad, y son prácticamente inexistentes aquellos donde además se ha logrado sustentabilidad ambiental. Uno podría pensar que las dificultades de tener crecimiento y equidad o inclusión se explican, en todos estos territorios, porque están inmersos en dinámicas nacionales caracterizadas precisamente por una tendencia creciente hacia la desigualdad, que si bien logra crecimiento, es un crecimiento que genera desigualdad, dado que en la medida que se dinamiza la economía, se va ampliando la brecha. Creemos que estos procesos se explican, en parte, por el tipo de coaliciones presentes en los territorios. Algunas logran entrar a la dinámica de crecimiento, pero precisamente porque se integraron a la particular dinámica que tiene la economía global, no logran inclusión. O al revés, encontramos inclusión social derivada de formas de coaliciones defensivas frente a una dinámica general, donde el crecimiento es relativamente pobre, pero lo que tenemos es una relativa mayor entre la igualdad. Entonces, la propuesta conceptual es utilizar dos ejes analíticos que parten de la situación estructural inicial en los procesos de cambio que se caracteriza por lo que llamamos trampas de pobreza y trampas de desigualdad. Es decir, estructuras que en su origen tienen tal distribución de activos y situación de agentes y tal capacidad de acción sobre los territorios que, a medida que se desarrollan, incrementan y reproducen la pobreza y la desigualdad, o al revés, la reducen. La pregunta relevante para las decisiones de políticas es la que genera

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respuesta en torno a cuĂĄles son los puntos, en tĂŠrminos de agencia, que permitirĂ­an romper entre dos itinerarios de desarrollo territorial.

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