Bellas Artes, núm. 6, 1957

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\ ño 11 o Número 6 • Marzo y Abril o Publicación Bimestral • O rgan o del Instituto Nacional de Bellas Artes • Dos Pesos Ejemplar o México, D. F.

sala de conciertos, galería de exposición, periódico, libro, aula, taller, recursos para la tarea del IN BA en la República.

EscENA, TRIB UNA,

l:n este número: M edallón de Julio Ruelas • México: Paraíso del Arte Popular • Las letras Mexicanas en Menéndez y .Pela yo o Margarita Xirgu, Entrevist a • (jira de la Sinfónica Nacional o Un Círan Arte al Servicio de un Cjran Pueblo, 11 • Arte sin Inhibiciones o Tadeus J<uHsiewickzoP~ ón y .C ontreras o Nuestro Auge Teatral


efemérides

EX P OS I C IÓ N

de J. G. P osada.

FEBRERO.- Comienzan las m scripciones en las cuatro Escuela s de Iniciación Artística del INBA .. . El Rancho del Artista presenta Ull a exposición de la obra de José Gua -

EL DIR ECTOR

Ren é L eibo w itz .

dalupe Posa da con obras de las coleccion es de Bellas Artes . .. E n el Palacio de Bellas Artes se presenta el Ballet Suite Española con Roberto Iglesia s y Flora Albai -

F E STI VA L

DE

A rte Dramático.

cín . . . Se a nuncia que en el Festiva l D ramáti co Nacional de 195 7 qu e tend ní como sede la ciudad de Oa xaca ; tomarán parte grupos m e-

EL AR TE

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m eXI cano en Can adá.

xlcanos r esidentes en la frontera de los E stad os U nidos con nuestro país . .. E n las Galerías Integra les Chapultepec se inauguran una exposición del T aller de Laudería del I N BA . . . En el Palacio de Bell as Ar tes da prin cipio la tempora da de la Orquesta Sinfónica Nr¡ cion al Con 1ves Limantour al frente y Claudio Arrau como solista . . . L a Sala de la Amistad Interna cion al expon e la obra de Ir¡ pintora n orteam erica n a Ba bette Kornblith .. . Ma rí a Regina Va scon cellos ofrece un r eci tal de pian o . . . Se premia Gilberto Aceves Navarro, F eli ciano P eña y Nicolás Moreno en el Salón Anual de Pintura de la P~ ágtic a Mex:ica · n a . .. Muere el pintor y antropó logo Miguel Covarrubia s ... Se inicia la IX T emporada de Conciertos de la Asociación Manuel M. Pon ce, con la actua ción de la Orquesta de Cámara Yolopatli . .. Se inician los cursos en el Conservator io Na cional de Música, en la Escuela de Artes Plástica s la E sm eralda y en la Academia de Arte Dramá tico de Bellas Artes . . . Se lleva a ca bo el segun do concier to de la Orquesta Sinfóni ca Nacional, dirigiendo Lim antour y actuand o como solista H enry k Szery n g .. . Se anun cia que este alÍo se celebrará , bajo los auspicios del INBA, el Primer Congreso Pan americano de T eatro .. . El Oc teto de Viena ofrece dos recita les . . . Inician su s actividades los Institu tos Regionales y Escuelas de Bellas Artes de la provincia, depen di entes del INBA . . . Muere el maestro José Rocabruna , director de la Orquesta Sinfónica de la U niversidad N acional ... A ctuan do como solista Oscar Shumsky, se presenta el tercer concierto de la Sinfónica Na cional, dirigida por Abel Eisemberg . .. Regresa de Europa el maestro Luis Herrera de la F uente ... Ofrecen r ecitales en la Sala M anu el M . Ponce, la soprano Teresa Velazco y el pianista Carlos Bara jas . .. Se publica la convocatoria para los F estivales Regionales de Arte Dramático que servirán de selección para el fe stival Naciona l en este año . . . Abe) Eisemberg dir ige el cuarto con nista lVlaría Tipo como solista .. . cierto de la Sinfónica con la piaMARZO.- Se inician los Con ciertos Bellas Artes con la actuación del Quinteto de Alientos Bellas Artes, Franco F er rari y Miguel García Mora. .. En el Concurso de Obra s Dramáticas en un A cto, ob tiene el primer premio la obra V elorio en Turno, original de Hu go Argü ell es Cano . . . La Sala de

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mu erta qu e del p aisaj e, habi lid ad que ha p uesto a l servi cio del p aisa je m exican o, mu y bi en observado y ll eva do al lien zo en su más tí p ico carilCter.

E n fech as m ás o m en os recientes, se h an celebrado en los locales de Bellas Artes exposiciones y con cursos de importan cia de mayor o men or trascend en cia. E ntre las exhibicion es más celebradas, figuró la del ilustrador a u stríaco F r oenius. Que dem ostró p oseer un a ex traor din a ri a h abilida d para p en et ra r en la psi cología e intento del a utor original de la obra

literari a plásticam ente com e ntada por Froeniu s. Ind ependi entem ente de la p eri cia como exp e rto il ustrador de a jena produ cción escrita, evid en ció el artista , con gra nd es estampa s tra zada s a la tinta china lavada y ,, 1 n egro de gouach e, una sen sibilidad de exqui sito gu sto. Importante por dem ás ha sido la exposición del pintor fran cés Mi ch ael Ba xte. Man o de

ofi cio fácil y sen sible temper am e nto pa ra capta r e l va lo r cromáti co en su m ayor brillantez. Los tem as elegidos po r est e artista son especialm ente los qu e brind" la naturaleza con sus frutos y lo que ofre ce el mundo exterior con su s perspectiva s. Ell o qui ere decir que el pint.or Ba xte posee una gran h abilidad pa ra ana li za r el espíritu lo mi sm o de la n atu raleza

D e gran curiosidad h a sid o igJa lm ente la exposición EL libro art ístico mexicano antiguo " moderno en la Qu e no siend o muy nu m eroso lo a portado, la calid a d h a va lori za do la cantidad;. Los ejem pl a res exhibidos, m e rced a la generosidad de los sei1 0res U lloa y Ech ániz así com o los en galana dos por el en cuade rnador T ova r y por otros, h a n ev id enciado una par te del tesoro b ibliográfi co con qu e se cuenta en ce ntros y bibliotecas particul a res y de otra la gra n di stinción y elega ncia de los a rtífices m exica n os . pa ra embe llece r la edi ción de todo libro. La exposición h a sido presen ta da con la a ten ción y esm ero :\ R C; )l l f ETTU RA y a proverbia les en el Instituto Naciol' I TTUR _Á. n a l de Bell as A r tes.

Aun cu ando no en el recinto del primer cen t ro artí stico, m er ece ser citado el Salón de Escu ltu ra ofr ecIdo en un a ne xo del Instituto N acio nal. Nos r eferim os a lo exhibido en e l Sa lón de la Plásti ca M ex ica n a, en donde se ha agrupado lo producido p or la actu al legión escultóri ca m exica n a. U n jurado en cargado de ca lifi ca r la s obras para su ad quisición por el Es tad o, cu al se hizo con el grupo pictól'ico, sei1al ó como las m ejor es mu estras esc ultóricas por su originalidad de concepto e interprt'lación La hamaca, del artista ZÚ ñiga, y una cabeza original del pintor Jua n So riano.

Va ri adí simo h a sido el mov imi ento del ,-esto de las J1;a ler ías de a rte de la ca pita l en esta s úl t im as fech as. Por e jemplo. la Gal ería de Arte M exican o sustitu yó la exposi ción pictóri ca de Guill e rmo M e z a por una inter esantí sima de papeles y d e m á s elem entos aplicados, del Dr. Alvar Carrillo GIl, quien h a demostra do en otras ocasiones u n gr an talento de pintor y en ésta se ofrece com o un ensamblador de elem entos h et erogén eos de exquisi to gusto. y deli cad eza para crear el a rte llam ado del co[[age o papier ca LLe. com o lo ti tul a n los fra nceses. L a exposición h a p roducido un a ve rdad er a se nsación por su be ll eza y originalidad .

E n la Ga lerí a Pro t ~o . p resentó un a exposi· ción combinad a de esc ultura y pintu ra de CO il con cepto u ltram udern o e l escultor v pintor José M a. Ji m én ez Botev . Bien c o n o c id o en el m u n d o a rtístico contempor án eo de M éxi co y de fu era de M é xi co, con (,$t.a exhibi ción se ha manifestado Jim én ez Botey com o un temp eramento de sei1a lada in quietud siempre en bu sca de emocion es n u evas .


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efemérides Por ahí del mes de mayo, uno de los meses más favorecidos en todas las salas teatrales para montar espectáculos, la mayoría de los locales estaban en pleno funcionamiento . En el Teatro Arana, bajo la dirección de Enrique Rambal fue estrenada Filomena Marturano, cad María Teresa Rivas y el propio Rambal en los papeles estelares. La obra bien montada, tuvo un éxito bastant~ apreciable en el ánimo del público En el Ariel Celia D'Alarcón, ya espe~ializada en obras donde pueda m<;,strar su físico, puso Mi Mujer Uecesz ta Marido que resultó bastante mediana. En Bellas Artes Celestino Gorostiza montó Enrique IV, de Pirandello, con Ignacio López Tarso como protagonista. La obra -o meior, la dirección-, fue discutida, pero se concluyó que Gorostiza había acertado una vez más, y que su Enrique IV había' sido una brillante versión, sobre todo por la actuación de López Tarso, que estuvo eminente en verdad. El Bon Soir continuaba las representaciones de ¡Sí . .. Tío!, que ~le ­ vaba ya 6 meses en cartel. El Caballzto, por su parte, había estrenado Viaie a Turín, que no duró gran cosa en cartel, pese a la dirección de Salvador Novo y a la presencia de la señora Elízaga, excelente actriz de comedia. En la 5 de Diciembre, continuaba el triunfo de la comedia Mujeres, misma que, mediante h á biles adaptaciones del director Banquells, estaba llamada a continuar mucho tiempo más en cartel, debido él la muy buena acogida que le d ieron público y crítica. En Compositores, después de haber estrenado la obra Elvira Quintana, en el papel central, vino J ana Kleinburg (dos semanas, para volver a ser s1:lstituída por la señorita Quintana ) a encarnar el personaje central femenino de Cámbieme, Doctor, obra interesante y bien hecha cuyo autor se mantendría en el anonimato has ta las cien representaciones. En la Sala Chopin, Eduardo Fajardo estrenó Adán, Eva r Pepito, de autor español, y que .resulto una obra de humorismo no siempre feliz y, mucho menos, refinado. El éxito fue, en verdad, mediano. En el Teatro del Bosque, perteneciente, así como el del Granero, a la Unidad Artística y Cultural del Bosque de Chapultepec; dependiente a su vez, de la Secretaría de Educación Pública y del INBA, la actriz española Margarita Xirgu ofreció su versión personal de Bodas de Sangre, de Federico García Larca, que no fue del gusto de una gran parte del público y de la crítica, aunque, por otro lado. haya gustado a muchos. La señora Xirgu ya no está en la plenitud de sus facultades como acdirigió Hablando de Asesinato, que retriz y, naturalmente, ya no pudo ser apreciada en todo lo que fue. Como directora de escena dejó también que desear. El Gante seguía, mientras tal1to, con La U ltima Noche con Laura, obra del mexicano Federico S. Inclán, Que fue lamentablemente desperdicia da por el director y la primera actriz. Un auténtico fracaso artístico y quizá económico también. Por su lado el Teatro de El Granero, que es un teatro-círcülo construído ex profeso, vio pasar por su escenario la obra Los Frutos Caídos, de la también mexicana · Luisa Josefina Hernández. Debido a cierta lamentable desorganización, gran .parte de la crítica no fue

" 'ARTES

MAYO TUVO

gran actividad.

invitada y la obra no recibió los comentarios que merecía. Es una obra fuerte, amarga, desconsoladora, y de una gran calidad dramática y literaria. La gran actriz María Douglas dirigida

hvlPRESIONANTE

lisia de obras.

por Seki ·Sano, ,director extraordinariu, se en cargó de la interpretación. En el Insurgentes, Manolo Fábrega~ sultó una mediana comedia policíaca . En el Teatro Juárez, en cambio, La

MUERTE A LAS

9: fr acasó.

Locura de los Angeles, del mexicano Luis G. Basurto, batió records de entrada y tal vez esté ba tiendo records de permanencia, pues se trata de un melodrama sentimental, escrito especialmente para la actriz Prudencia Grifell, con ocasión de cumplir ella sesenta años de actuar. La obra de Basurto,. directa, pulcra y muy hábil, ha hecho. las delicias del público medio, aunque no h a dejado de gustar, también, al intelectual. La interpretación de doña Prudencia fue excelente.

TODO EL

año es " temporada" .

la Amistad Internacional presenta la obra del artista austríaco Hans Fronius . .. Se presenta el Réquiem de Berlioz, dirigido por Limantour, con un conjunto de 600 mú sicos y cantantes ... La Academin de la D:mza registra una inscripción de más de 500 alumnos. , . Se abre el Tercer Salón Nacional de Grabado en la Plástica Mexi cana . .. Auspiciado por el INBA, se presenta el Grupo T eatra l Los Comediantes, . de Oaxaca, triunfadores del Festival Dramático 1956, en un teatro ·de esta capital, con la obra Sufragios" de Luz María ServÍn ... La Embajada de Argentina presenta al violinistá Juan Carlos Rubín .. . Se inicia la serie de Viernes Poéticos 1957, con el doc tor Angel María Garibay K. que presenta poesía náhuatl... el Cu arteto Bellas Artes y el Cuar teto Aria s se presentan en la Sala Manuel M. Ponce .. . En el Con curso de Obras de Teatro Infantil convocado por el INBA, son premiada s las obras El Rubí Mágico , de Edmundo Galván, Simirico el Flojo , de l'ederico Cárdenas y Los Dos Príncipes, de Fernando Mota . .. En la ciudad de Jalapa, Ver. , el lNBA presenta una serie de conferencias sobre arte, a cargo de a utoridades ·en la materia . . . E l Salón de la Plástica M exicana presenta una Exposición de la Obra Fotográfica de Manuel Al varez Bra vo . '. Actúan el Cuarteto Pon ce, la mezzosoprano Julia Aray a y la pianista Silvia Ortega . . . Sale para la ciudad de Caracas, Venezuela, el Ballet de Bellas Artes para presentarse en el F estival Panamericano de Músi ca . ,. Ofrece un recital el pianista José Kahan .. . El director Ren é Leibowitz presenta un concierto integrado por obrns de la Escuela Dodecafónica Vienesa ... Se abre el Salón Anual de Escultura en la Plástica Mexicana ... En los Vie,'nes Poéticos, se presenta Octavio Novara . . , El Teatro Popular dpl INBA inicia sus presentaciones en. las Galerías Integrales ChapultF pec . . . El compositor · mexicano Bias Galindo, director del Conserva torio Nacional de Música obtien e el primer premio en el Festiva l Panamericano de Música de Caracas. . . Retorna a M éxico b Exposición de Arte Mexicano que se presentó en Toronto, Montreal, Ontario y Vancouver, del Dominio del Canadá ... Luis Ximénez CélbJllero dirige la Orquesta Sinfónica Nacional, con la soprano Thelma Ferrigno y el flautist'l Rubén I slas como solistas . . . Mauricio Gómez Mayorga se presentn en los Viernes Poéticos ... Las Es-

CERÁMICA

de Tyra Lundgren.

taciones de Vivaldi son presentadas por la Orquesta de Cámara de Bellas Artes dirigida por Limantour y Franco Ferrari e Ignacio López Tarso como solista y narra dar. . . El pintor Michael Baxte presenta su obra en la Sala de la

LA

SIN F ÓNICA

en fJrovin cia,

Amistad Internacional. .. La soprano Irma Schoffer, la pianista Rosalba Márquez . se presenta en la Sala Ponce ... Ofrece un recita 1 la soprano Maritza Alemán ... Se anuncia un curso de perfecciona· miento pianístico a cargo de Ber-

EL

BALLET

fu e a Venez uela.

nard Flavigny .. . La arpista Mar. ta Beltrán ofrece un recital ... Margarita l"az Paredes se presenta en los Viernes Poéticos., . El Teatro Guiñol inicia sus activida des en las Galerías Integrales Chapultepec ...

ACTIVO

BIMESTRE

artístico.

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"NO SE HACE TEATRO SIN ESTUDIAR TEATRO"

MAIFl~A1FlnT&

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"Las palabras son buenas, pero no son lo m ejor. L o mejor no se revela a través de las palabras".

Goethe.

MARIA LUISA MENDOZA

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nombre de Margarita Xirgu está escrito en todos los libros qUe hablan de la historia del teatro uni-

versal. Por tercera vez se encuentra en México, y su recia personalidad de aguzados perfiles, contrasta con el temblor casi emocionado de sus manos y los cabellos canos envolviendo Un rostro moreno que brin a al sol, sin maquillaje. Margarita Xirgu es una ml:1jer que se csoma a la ancianidad sin que sus rodillas resbalen a una catalogación de vie;ecita. Hincada mlilempla su amado mundo POR TERCERA vez está en México teatral y lo acaricia con sus ojos la gran actriz Margarita Xirgu. cafés v pequeI10s que han logrado resumir una juventud prodi¡liosa. Es fuerte a pesar de la debilidad que la hace sentir "la cabeza dando vueltas", o el oído tercamente sordo. La altitud de la metrópoli influye cruelmente en el físico de Margarita. Ella está fatigada, se ve como si le costara un gran esfuerzo moverse o hablar. Pero esa alma que estructura a la Xirgu como la más grande actriz de habla castellana, ha de salir sin duda en cada personaje que interprete inaugurando el moderno Teatro del Bosque, levantado en la Unidad que em· pieza a dar ricos frutos triunfales al Instituto Nacio1UlI de Bellas Artes. Cuando esto se ha escrito la Xirgu acababa de llegar a la capital, y sus ensayos apenas dibujaban lo que seguramente ahora es toda una realidad de aplausos históricos, sumados a los muchos que se le han prodigado a Margarita en España y América. Para venir dejó en Montevideo a muchos alumnos, los últimos de siete años de trabajo que inició invitada por don Justino Zavala Muñiz, presidente de la Comisión de Teatros Municipales de Uruguay. De sus manos han salido los actores profesionales que integran la actual Compañia Nacional de Teatro de aquel país. Margarita da clases de arte dramático en el segundo y tercer año de tal carrera. Es directora de la escuela, y sus consejos sobre dirección escénica ,on recibidos por los alumnos como el más preciado tesoro del coraZÓn de la eximia actrlZ. Esto se debe al inmenso amor que deposita Margarita en la dirección de teatro, que inició desde 1914. Los exámenes de los estudiantes se llevan al cabo públicamente en el Teatro Soliz de Montevideo. "No se hace teatro sin estudiar teatro" declara Margarita Xirgu, condenando a los que arriban a las tablas empujados por temperamentos que, sin la escuela a seguir, pueden estancarse y morir bajo vicios y manías después incorregibles. Ella estudió teatro en español con la también famosa madame Rejáne. Sus inicios se verificaron en Barcelona, actuando Margarita en catalán. Muy cerca Molins de Rey, su pueblo natal, empezaba a saborear la gloria que dqqella muchacha casi adolescente alcanzaba de un golpe. Sara Bernhardt, Eleonora Duse y María Guerrero, era el triunvirato que la Xirgu como toda Europa, aplaudía a su llegada a Madrid. Doña María Tubau de Palencia estaba también en el apogeo de su arte. Más tarde, Rosario Pino, Catalina Bárcena y María Palou, ya de la generación de Margarita. "A Sara Bernhardt la contemplé haciendo el papel de la Reina Isabel en una película. Nunca podré olvidarla. A Eleonora Duse la vi en La Habana, desde que la luz de su presencia - antes de salir a escena- iluminaba el foro . Yo la amaba ya, sin sentir todavía su impulso genial".

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"No SE hace teatro sin estudiar teatro" -dice Margarita Xirgu-, condenando a los que arriban a las tablas sin ninguna escuela.

GARcÍA LoRCA dio

sus obras a la Xirgu. Es ella quien más lo llora.


La Xirgu habla de la Duse con calor. Se refiere a una representación que ofreció de La Ciudad Muerta, de D'Annunzio. Los actores de entonces que nombra lVlargarita son Coqueline, Enriqup Borrás, Fernando Mendoza. Durante la época de la República, en España, Margarita atraía el triu~­ fo desde el Teatro Español. Mientras tanto un grupo estudiantil recorría España representando obras escénicas al pueblo. Con .e!los iba Fed~ri.co García Lorca. Don Alejandro Casona encabezaba las MzsIOnes Pedagogzcas . . El teatro llegaba a la provincia con el mismo impulso puro y noble que abriga el deseo del Instituto Nacional de Bellas Artes desde su Departamento de Teatro Popular. En España pasó lo que en México sucede. El pueblo nuestro está experimentando igual deleite estético. Fue entonces cuando Federico dio a Margarita la hermosa obra Mariana Pineda, que la Xirgu recibió con las manos tendidas de admiración al literato. Aquello se repitió y Yerma, Bodas de Sangre, La Casa de Bernarda Alba, Doña Rosita la Soltera fueron encamadas por la actriz con verdadera veneración. Había encontrado lo que deseaba. Es ella quien más llora a Garda Lorca. Hoy, en su habitación de flores y luz, sus ojos llénanse de lágrima!' que oculta, porque "todo lo doloroso debe no enseñarse, por pudor". -¿Cuál es su obra preferida del teatro universal? ¿Su personaje? ¿Su autor? -No tengo preferencia. Amo todo el teatro. No podría escoger ninguna obra de García Lorca, por ejemplo, porque todas son de mi preferencia. Los personajes igual. Con la misma emoción que interpreto Medea, hago La Zapatera Prodigiosa. y prosigue la señora Xirgu en generosidad de conceptos: -Procuro en las obras disimular sus defecto~. Resaltar lo bueno, cubrir lo malo. -¿Puede citar obras malas? -Hay una larga lista ... no acabaríamos en mucho tiempo. Obras mexicanas solamente una ha llevado a escena la Xirgu, y es su autor don Federico Gamboa. Ella no recuerda el nombre, pero es muy probable que sea Alucinaciones o Ella, que estrenó la compañía de Alfredo Gómez de la Vega en el Teatro Arbeu en 193 0 . Precisamente Alfredo Gómez de la Vega (después de Alfonso Muñoz ) , fue el galán y primer actor en 1936, cuando visitó por segunda vez México Margarita Xirgu, presentándose en el Palacio de las Bellas Artes con el inolvidable repertorio lorquiano del cual repetirá dos obras maestras en su nueva estancia. Ignacio López Tarso ocupa hoy el puesto de De la Vega. Los recuerdos de Margarita vuelan a España y a don Federico Gamboa : -Todavía parece que veo a don Federico Gamboa dentro de aquella elegante y fastuosa carroza que lo condujo por la monarquía reinante, hasta Madrid. Parecía un rey de cuento. Nosotros contemplamos muchas carrozas entonces ... . - No conozco el teatro actual de México. Sé que el desarrollo es impreSIOnante. Lo nuevo se me escapa. Sólo conozco a los de mi época: Alfonso Reyes, Estrada, Revueltas ... -¿ y teatro norteamericano? -Mucho me interesa el teatro de Norteamérica, sobre todo el del más grande: O'Neill. He representado El Zoológico de Cristal de Tennessee Williams y La Calle de Elmer Rice. El estreno de La Calle (Street Scene) tuvo lugar en 1930 en el Teatro Español de Madrid y fue todo un acontecimiento por la garra dramática de la obra y la actuación increíble en magnificencia de Margarita Xirgu. . .Aho:a calla. Es como si la Xirgu se metiese dentro de su infinito jardlll Intenor para recorrer sus recovecos llenos de tesoros en memoria. A continuación sonríe y confiesa con una femineidad encantadora : "Tengo una predilección especial sobre todas mis cosas. Son los estrenos. Quisiera que siempre fueran ante el público de Madrid. Es inolvidable para mí. .. Que siempre fueran ante el público de Madrid ... " . - ¿Su más grande emoción? ,----:-Es mi act:uación en Medea de Séneca. Sucedió en el hermoso y ma.r:estatIco e~c~nano del teatro romano descubierto por el arqueólogo José M¡~ ­ lIda en Menda, Extremadura. Ante esas ruinas de mármol a un lado del circo y con tesoros como la silla del emperador Trajano, pre~entes". -Cuando salí a dar las gracias - continúa- mis dos manos estaban en la diestra y la siniestra de don Miguel de Unamuno traductor al castellano de Medea, y de Mélida, el descubridor. Este es u~o de los momentos más grandes de mi vida . Y la Xirgu extiende sus manos sencillas que tiemblan como pájaros heridos. Esas manos que estrecharon con amor a los dos amigos personajes. Aquella representación fue en 1933 y estuvo inspirada por el ministro de Instrucción Pública en la República Española, don Fernando de los Ríos . M~rgarita, J:Cirgu no pude;> decir nada acerca de la impresión que cree ca~sara en MexIco como actrIZ y directora. Para cuando esta revista haya salIdo, se habrá escrito tal vez otra página más de historia teatral Con el n0!llbre de Margarita Xirgu, catalana y universal encabezando un' triunfo mas en su carrera mágica. '

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ARTES

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V ITRIN A CON instrumentos musicales de la India.

NOTABLE OBRA

de arte indígena norteamericano.

MUÑECA DE hojas de maíz del Estado de Kansas.

EL MusEo Internacional de Arte Folklórico, en Santa Fe, Nuevo México, alberga notables obras de arte popular de todos los rzncones del mundo. el fin de promover un mejor entendimiento entre los pueblos de la tierra, no hace mu cho fu e fundado en Santa Fe, es decir, en el corazón mismo de la región hispana del suroeste de los Estados Unidos, un centro artístico al cual se dio el nombre de Museo Int ernacional de Arte Folklórico. El museo, un edifi cio de largas dimensiones, bajo de techo y construído en ladrillo y cristal, se levanta en un alto salpicado de enebros desde donde se domina la ciudad y, a distancia, los picos de Jemez y Sangre de Cristo, que están en la parte sur de las Montañas Rocosas. El museo en sí queda situado en un gran terreno a más de tres ki lómetros de la antigua plaza de Santa Fe, famosa por su h istoria borrascosa de trescientos años atrás, pero que hoyes sencillamente una plaza pacífica, de paseos embaldosados cubiertos con árboles de sombra. ON

Museo Internacional de

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FOLKLORICO . ------------------------------------------e

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Aunque la construcción del museo es totalmente moderr.a, ésta armoniza muy bien con la arquitectura hispánica e india tradicional qu e predomina en la región y la cual se caracteriza por las masas rectangulares de edifi cios de adobe con techos aplanados, diseminados entre altos álamos amerIcanos. El edificio en sí, su mobiliario y enser es necesarios, así como más de la mitad de los cuatro mil objetos que componen su colección original, fueron dona~~os por la señorit a

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F lorence Dibell Bartl ett, de Chicago, conocida como una buena coleccionista de ob ras de arte. Su fe en el arte folkló rico com o medio eficaz para fortalecer las relaciones culturales entre los seres humanos está muy bien expresada en esta inscripción que aparece en la puerta de la entrada principal del museo: "La obra del artífice es un eslabón que une a todos los pueblos del mundo". La colección básica del m useo conSIste, en su mayoría, en objetos adquiridos por la señorita Bartlett en los viajes que durante toda su vida ha hecho por el mundo. Por mu chos años, se interesó por el arte folklórico de Europa, Afri ca y el Oriente, preocupándose intensamen te al ver que poCO a poco éste iba desapareciendo a medida que las fáb ricas y las industrias iban e xtendiendo su campo. Empezó, pues, a comprar los mejores objetos que encontraba, hasta que formó una buena colección; la que quiso que pudieran conocer y admirar otras personas. Muchos de los demás objetos que forman el museo vinieron de América del Sur y de México. Su colección también incluye cerca de cien artículos hechos por indios norteamericanos y por los naturales de habla espailOla que viven en la región suroeste del país. Por medio de la señorita Ba rtlett, el museo pudo obtener también. del [nstituto de Arte de Chicago, una colección de muñecas de diferentes países. La señorita Bartlett eligió Santa Fe como el sitio idea!

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ARTES


RICA CORON A nupcial noruega del siglo

NOTAB LE TEXTIL peruano de origen prehispánico.

XVIII .

UNA DE las secciones m ás interesantes del

SALA D E

vestuarios folklóricos de vanos países.

m useo: la de arle folklórico japonés que presenta diversos objetos de uso común hechos por artistas anónimos.

para su museo por ser, en su oplnlOn, la reglOn más atractiva de los Estados U nidos desde el punto de vista cultural. Desde su fundación, el museo se ha visto favorecido con donaciones hechas por otras personas para enriquecer aún más su colección de arte folklórico, figurando entre ellas la señora de Dwight B. H eard, ya fallecida, hermana de la señorita Bartlett y fundadora del Museo Heard de Phoenix, Arizona. Al morir, doscientos cuarenta objetos artísticos y mil libros fueron añadidos a la co lección del Museo Internacional. Entre los artículos más notables legados por la señora Heard, figura un cofre de cuero, forrado con algodón de Pasley, de aquellos que usaban los buques mercantes en los tiempos en que Nueva Ingl aterra mantenía comercio con la costa berberisca . Hay también un tapiz húngaro hecho de encaje rosado, así como u na gran l eontina de plata. Aun cuando las colecciones son, como es natural, lo más importante del museo, el decorado y arreglo general son también de admirarse por el papel que desempeñan en este nuevo centro de arte. La sencillez es la nota predominante en las salas de exhibición del museo. No hay en ellas vigilantes ni letreros que digan Se prohibe tocar. A veces, las vitrinas de exhibición están completamente abiertas, con solo un pan el de cristal en la parte baja separando al observador del cuadro; algunos objetos no están encerrados. Pero la más in-

geniosa de todas las exhibiciones y también la más atractiva es la isla del vestuario, en la galería principal, presenta da en una' larga plataforma muy curiosa, cubierta con u n a fina capa de grava, situada a sesenta centímetros sobre el piso del museo. En esta plat aform a, hay alrededor de veinte maniqu íes que sirven de modelo para la presentación de in fini dad de trajes de muchos países y razas, tal como si est uvieran desfi lando por el escen ario de un teatro. Los man iquíes no son otra cosa q ue palos de m adera lam inada arreglados en tal forma que den más o menos la impresión de modelos en persona. Estos ofrecen la ven ta ja de no costar mucho y p ueden ser reemplazados fácilmente por otros de mayor novedad, a u nque nunca demasiado ela borados para que no distraigan al público del objeto principal, que son los trajes. Par a proteger estos tesoros art ísticos, el m useo h a sido provisto de los medios más modernos. Por procedimientos electrónicos, la temperatura y h u medad se m antien en reguladas y el aire, completamente limpio. Uno de los corredores del museo está d estinado a talleres con máq uin as especiales para arreglar los materiales que se dañen. M edia nte un sistema electrónico muy complejo se protegen los objetos expuestos d.e aquellos visitantes que se exceden en sus gestos de admiración_ De ahí q ue cuando un objeto no es tratado con el debido cuidado, una luz relámpago avisa inm edi atamente al cuadro de gobierno en la sala de recibo.

E l museo no fue fundado para exhibiciones de arte solamente. Es también un cen tro de reunión donde la colectividad puede llevar a cabo actos relaciOl;¡ados con el arte folklórico, tales como conferencias gratuitas, exhibiciones de labores, conciertos y películas. Es, asim ism o, un l ugar de estudio e investigación científi ca, especia lmente para los antropólogos y eruditos q ue trabajan en campos parecidos. A pesar de sus pocos años de fundado, muchos hombres de ciencia de diferen tes partes del mundo h an ven ido a conocerlo. Los estudiantes que desean preparar algún trabajo en el museo tienen a su dispos:ción un laboratorio fotográfico, cuartos destinados a sus labores especiales, un cuarto para la microfotografía y una biblioteca. El museo está tratando de organizar también u n plan de publicaciones qu e faci liten al público la obtención de datos de interés. El nuevo m useo surg3 en una época en que al arte folklórico, en sus diferentes fo rmas, está conquistando en Amér ica su verdadera importan cia; en una época en que el r enacimiento y el fom en to de las artes mecánicas, tanto en las regio nes en particular como en los países en general, en su afá n de crear nuevos med ios de subsistencia, puede muy bien ay udar a su econom ía. A través de sus visitantes de cercanas y de lejanas tierras, el M useo Internacional de Art e Folklórico trata de hacer su aportación a l logro de esas aspiraciones.

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LAS

TAREAS

I N TECi R ALES

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} MIGUEL ALVAREZ ACOST A

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las formas elementales de la creación artística re~ac.iona d? primordialmente con la plastIca, fIgura la obra artesanal, donde la utilidad y la belleza se vinculan en una misma expresión. En efecto, los titubeos iniciales del artífice aparecen en los utensilios en las herramienta s, en las arma s, en los sarcófago~. El dato artístico .es un cOI?ent~rio de gracia, de buen gusto o de CIrCunstanCIa s. ntuales, que da a los objetos útiles una característIca ornamental. Como es de suponerse, esta obra es ab s?lu~~en­ te espontánea y limpiament~ natural, regIda umcamente por el deseo de consIgnar un ~ato, :un sentimiento, alguna alusión. Quizá. l~ mlSI~a m~ll!en­ cia de estos ornamentos determmo la lmea agü y graciosa de las ánforas, el corte elegante y bello de las empuñaduras en las espadas, la forma de. los broqueles, la variedad y fantasía de la~ herramIe~ ­ tas, de la indumentaria, de los cOr? n amIentos arqUItectónicos y los mascarones esculpIdos e,n .la proa de las embarcaciones. Mientras que las umcas de.t erminantes fueron finalidad y necesidad, herr';lm:e~­ tas, armas y vasijas sólo r espondieron al pn~ClplO de la utilidad y se ajustaron a la forma derIvada de sus finalidades estrictas !'le servicio: una vasij a como buen recipiente; una herramienta como buen auxiliar del trabajo; el arma, útil para el ataque y la defensa. y no fue sino al aparecer el ornamento sobre los objetos, cuando el fabricante se vio n ecesitado del artista y surgió el artesano, que esmeró sus acabados en las armaduras, las herramientas y los vasos hermosos. Ya para entonces se pudo prescindir en ocasiones, del ornamento, porque el objeto en sí ostentaba belleza dentro de su propIa figura; tenía un diseño de líneas ar:.nónicas .y combinaciones imitativas en que la vaSIJa semejaba un pez, la funda del puñal un ofidio y la ~erramienta una mano, un saurio o una rosa, en fIn, el fruto evolucionado de la imaginación creadora o de la fantasía llevada a los volúmenes y los colores. NTR E

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El a rte d e los pueblos, para alcanzar sus ~?rmas más evolucionadas, ha empezado en la creaClOn .espontánea , natural, empírica. P~ro ~~ ,todo lo natIvo pertenece a los dominios de la mtu~Clon ; en las. form as antiguas de la en señanza abo~~en hay ~Vlden­ cias que nos permiten v er un proposIto, un fm, una línea m etódica a la que obedecían el tepushtlato y el tlacuilo, o los a rtífices may as, olmecas y purembes. Lo cierto es que esas primeras formas del arte se apoy a n en el paisaj e, en la tradición, en l~ convivencia y en las proyecciones del :nundo Irreal, lleno d e variadas complicaciones cr eatIvas .. ~ esto lo puede advertir aun el observador supe~ÍlCIal, co? sólo r eflexiona r un poco frente a los motIVOS cromaticos que se prodigan en las lacas de Michoacán y las m aderas bruñidas de Olinalá; en la variedad de formas que inventan los alfareros de Oaxaca y J alisco, de Matam or os, Metepec y T zintzuntzan ; quien se halle alguna vez frente a los murales y las orn amentacion es históricas y sagradas de Bonampak ; y h asta en esa actividad creadora qu e se escapa siem pre a los observador es de la artesanía nacional quizá porque es efím er a y milagrosa, tanto, qu e de ella

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sólo queda, tras el disfrute momentán eo de la luz feérica, la calcinada estructura del artificio. H a blamos de la pirotecnia, cr ea ción pura de la imaginación popular que a rma y combina con sólo suponer los efecto s de la pólvora ; engarza forma s alucinan tes con figuras cotidianas, todo trazado con el color y con la luz de la fanta sía; todo movido por la din ámica del fuego, producida al tomar cuerpo y fi gura los quetzales, las flores, las lluvias, las fuentes y los breves cometas que brotan de los castillos y los árboles m ágicos. Y todo es obra de humildes artesanos.

.. En todos los pueblos la artesanía es la inocen ~la del arte, la em oción del pueblo lleva da a los obJetos. El a rtesano, su ele ser dueño de h abilidad~s inconcebibles, adquiridas más por la observación fa miliar y la práctica libérrima que por el estudio y la sabiduría. Quizá ello explique esa expresión, muy popular, de que " el artista nace y no se h ace", y la opuesta afirmación civilizada de que "el genio es una larga paciencia". Los alfareros, los tejedores, orfebres y taxidermistas, en las aldeas y en las comunidades menores del país, son vistos por las gentes del lugar como personajes, como ungidos de Dios o del destino. Hacen cosas bellas y con una gran facilidad, como si jugaran entre la forma y el color. La creación artesanal se va depurando con la in corpora ción de nuevos elementos, el crecient~ e~ui ­ librio de sus valores y el buen gusto en las lmagenes; con nuevos procedimientos y materias plásti · caso De aquí que las artesanías delaten abulia popular allí donde se mantienen estaciona.rias y denotan evolucionado pueblo donde han ennquecIdo con delicadezas, innovaciones y finuras. lo que antes f~e burda creación de primer trazo. Los pueblos ma s civilizados, muestran un perfeccionamiento artesa nal cuyas calidades corresponden, en su rama, en su especialidad, a la evolución integral de una sociedad.

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En México, las artes n ativas r ecibieron su prim er golpe a la altura de la conquista . A partir de entonces, el arte de los aborígenes se vio substituído por las forma s a rtesanales de un pueblo mestizo. Desde luego, esta obra mantuvo gracia propia y pudo alcanzar bellos frutos de mezclas emocionales. Vino después la introducción de m odernos y cómodos substitutos, en el m obiliario, las vajillas y los juguetes; en el hilado y el tejido domésticos, en todo lo qu e se hacía con las manos y con la devoción, objeto por obj eto, y que de pronto fue substituido por la producción en serie, que tenía t ambién su belleza y en lo relativo a acabado, er a un tanto superior , pero indudablem ente fruto de una m ecanización glacial. La última agresión contra las artesan ías puras, se oper ó a través de un fenómen o extraño: la dem a nda excesiva de determinados p roductos del a rte popular degen eró en una rá pida y n umer osa producción de lo que prefería el turista , olvidando el artífice la costumbre de cr ear siempre, y acallando los r eclamos de la inspiración, que todavía trataba d e a brir paso a la inventiva, de crear confor m e

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al color y la línea espontá n ea y no confonne a la demanda del vi sitante extranjero. En tales condi cion es, empezaron a repetirse las imágenes y los colores; el halla zgo de una creación afortunada se convirtió en m odelo, en pa trón , en m achote. El artífice que antes tenía una gran agilidad imaginativa y una gran poten cialidad cr eador a , degen er ó en repetidor, en imitador, en copista . D esde luego, empezó a ga nar má s din ero, porque la demanda de los patron es preferidos, er a creciente y la producción bien pagada. Y tal situación planteó la necesidad de dar a la producción artesanal su pureza de ongen . *

Es in conveniente tratar de alentar OposlclOn en tre el arte y la industria. E stamos precisamente en la época en que los argumentos de la r ea lidad n os señalan lo útil de los caudales para asegurar las más dignas fundacion es de la cultura. La historia tIene ejemplos elocuentes. Con frecu en cia los h emos aludido y n o es conveniente olvidarlos ah ora . Nuestra s glosas se h a n r eferido con cretam ente a dos fundacion es históricas del com er cio que fu eron al mismo tiempo funda ciones clásicas de la cultura : Venecia y Flandes. Los magnates del comercio y la navegación en el Mediterr án eo, nos m uestran como fruto selecto de su s m ecen a zgos, la numer osa y bella creación de la escu ela ven eciana; y la Liga H an seá tica, en la puerta del Báltico, con voca a los n avieros y com erciantes de Bélgica y de H ola nda, mostrando también , com o luminoso fruto de su poder ío, la pintura flamenca . Y sólo aludimos a la plástica por estar dentro de estas referencias, m as n o por ol vidar lo que a la filosofía , a las letras y a la mú sica dieron esas mismas funda ciones de fa economí a universal. La verdad es que cuando los caudales se invierten en la cultura, el comercia nte se convierte en promotor y en m ecenas y la obra n o es· sólo del esteta que la produce, sino del hombre o la institu ción que la propicia . Y lo que ocurrió en Europa desde antes del Renacimiento, puede ser connota tivo de .otro rena cimiento de las artes segú n las condu ce México en nuestros días.

• * Much o d ebe el artesanado nacion al a la obra de orientación y r escate de las form as a uténticas llevada a cabo por el Museo de Artes Populares . Su labor ha recobrado para unas obras la devoción y para otras el interés; la em oción pura y la eq ui tativa r ecompen sa; en algunas m ás lo uno que lo otro, per o siempre las dos d eterminantes, pues a tiempo que vuelve a su scitarse la in spiración , el artí fice sabe que ya n o es solam ente por el goce íntimo y el a plau so del que la admira, sino también por la retribuída forma de un tra ba jo calificado. Además, la pureza se ha m antenido, ga n ando a la vez mejores calid ades de nitidez y p erfección. El oficio es cada día más exacto, m ás limpio; la obra, va ascendiendo a las ca tegor ías de lo impecable. Y es que el M useo de Arte P opular h a vuelto a estimular las artesanía s region ales, aleccion ando, refaccion ando y conducien do al ar tesan o, ora en la producción n ativa de' los telares, ora en la cr eación ceram ística , en los t1"2 ba jos de m adera y de vidr io, de plata y de hil o.

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ARTES


Los rebozos, las máscaras y los faroles; el tejido de tules y el grabado en el cuero y la madera; todo, en suma, se ha revestido COn nuevas expresiones y perfectos acabados. Y esta es obra realizada por el Dr. Daniel Rubín de la Borbolla y sus orientadores; en todo ello, está también la obra inteligente y Vlbrante de un hombre que propagó la honorabilidad del folklore, Miguel Covarrubias, recientemente fa llecido. Ellos supieron conducir estas artesanías a la belleza y al justiprecio, ganando así de una sola vez en lo estético y en lo económico, para el arte nacional, para el museo y para los beneficiarios, los propios artífices. *

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El diseño es necesario en la industria, para romper la línea escueta de lo útil y de lo funcional. Pero en cuanto la obra manual de la artesanía pasa a los patrones y las fábricas; cuando la obra individual del artesano se convierte en producción serial de la industria, la actividad deja de ser creación estética y promoción educativa y pasa a ser organización e conómica. En otras palabras, sale de un ministerio y entra a otro. El taller del artesano se ha convertido en fábrica del industrial. Pero lo uno no combate a lo otro, ni lo invalida, ni lo impide. Y es obra de dirección inteligente, h acer que estos dos elementos, el de la riqueza industrial y el de las artes auxiliares se complementen y se auxilien: el arte llevará sus diseños a la industria y la industria llevará sus caudales al estímulo de la creación artística.

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LA EMOCIÓN

del pueblo plasmada en ella.

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Todas estas elocuentes realidades han hecho que el arte, las artesanías, el diseño industrial y decorativo y los planeamientos arquitectónicos del trazo civil, pertenezcan a un mundo de ideas -c ada vez más identificado. Cierto es que la inspiración no está determinada por el interés lucrativo y que las bases de un negocio no pueden fincarse sobre los cánones de la estética; pero vivimos en una era en la que lo útil prefiere la forma bella y en que la obra artística se ha vuelto parte integrante del requerimiento social. Dentro de estas normas de equilibrio, hay n~evas luces y nuevos vi adores para los nuevos camlnos. México ha resuelto aumentar el incentivo para pintores y escultores y evitar que el sostenimiento de toda una organización escolar sólo produzca cuatro o cinco artistas al año y que ellos salgan sin rumbo y sin seguridad profesionales. Para ello, el Instituto Nacional de Bellas Artes se ha situado en la confluencia del pasado tradicional de la artesanía y el futuro diseñístico de la industria; para lo primero ha ensanchado y ha reestructurado el programa educativo de la Escuela de Pintura y Escultura de Esmeralda, enlazándolo a los planes de la Central de Artesanías de la Ciudadela. La primera obra de cerámica y tejidos está expuesta en las Galerías Integrales de Chapultepec. Se atraviesa ahora por la etapa de la espontaneidad primeriza, -c on numerosos hallazgos e imperfecciones. Ese es uno de los caminos y a él afluirán las pequeñas sendas representadas por los talleres y las escuelas artesanales del interior. *

LA OBRA adquiere categoría de impecable:

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El otro camino se inicia con la presencia de lVIéxico en la Trienal de Milán para el diseño artístico, decorativo y arquitectónico, cuyos materiales van rumbo a Italia para ser instalados en el Pabellón de México por los funcionarios y museógrafos enviados. Lo que allí diga nuestro país por las artesanías nacionales, será de importancia; las experiencias que de allí recojan nuestros observadores para aplicarlas a la evolución de las artes del pueblo, serán indudablemente útiles y valiosas. Esa es la ruta y ese es el rumbo. Ofrecer nuevas oportunidades a la juventud, mejores soluciones profesionales a los artistas mexicanos y más bellas formas de realización a lo que seguirá siendo útil y cotidiano. Volverán los niños a las urdimbres, las arcillas y los esmaltes y con ello nos trazarán la imagen del futuro, venerada y ambiciosa, llena de luces nuevas y audaces perspectivas.

EL ARTESANO suele ser dueño

de habilidades inconcebible s adquiridas por la observación y la


THE T URN of the Screv", traducido como EXTRAÑAS CRIAT URAS.

os STA invitación entusiasta es el título de un divertimento lírico de Benjamín Britten, ejecutable por escolares y aficiona. dos. El éxito que ha obtenido en el mundo entero y el placer que depara a sus jóvene~ intérpretes demuestran una vez más que los instintos pedagógicos del compositor - presentes en algunas de sus obras orquestales- tienen siempre un desahogo feliz . Pero no es mi propósito hablar de la obra aludida en estas líneas, escritas bajo la impresión del Festival de París en el que no fue incluída. Sólo tomo el título porque me parece de perlas para lo que me propongo informar sobre el English Opera Group.

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Tras varios siglos de actividad musical, los ingleses percibieron, de pronto, que nunca habían tenido una ópera tradicional propia y de que su gula lírica hubo de satisfacerse, hasta el momento, del repertorio extranjero. El repentino descubrimiento movió a Benjamín Britten a fundar en 1946, con la ayuda de John Piper y de Eric Crozier, el English Opera Group, Grupo inglés de Opera, con tendencia nacionalista, a la recherche du temps perdu. Como se ve, la casi reciente invitación de Hagamos una ópera, fue su autor mismo el primero en obedecerla, antes de haberla formulado . Y hubiese sido más propio, en su caso, haber dicho: Hagamos una ópera inglesa.

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Se trataba, pues, de crear un estilo nacional, es decir: componer a la inglesa y cantar a la inglesa asuntos lo más ingleses posible. Empresa seme· jante exigía un gran sentido realista unido a una capacidad artística de primer orden. Lo primero es inglés por naturaleza y lo segundo, pocos - entre ellos no se halla el suscrito- lo ponen en duda, de Britten. El resultado obtenido es un magnífico grupo de cantantes y una pequerla orquesta de trece músicos que forman algo así como un conjunto de ópera de cámara para cantar en locales espaciosos. El Grupo es gobernado por un presidente, un comité director, varios directores artísticos con Britten a la cabeza, un administrador general y dos directores de escena .

n ox Berkeley. Este último compositor no sólo ha escrito para el Grupo obras escénicas sino otras de muy distinto carácter, como el célebre Stabat Mater del cual ha obtenido y a ejecuciones admirables. Los movimientos artísticos contemporáneos más importantes han nacido acompañados de una declaración de principios. Sospechando que en el caso de los británicos forma parte de ellos un párrafo incluído en una nota de The Earl of Harewood que aparece publicada en el programa de la representación de The Turn of the Screw, lo transcribo aquí sin ningún comentario: "Si un estilo inglés debe existir, tendrá que derivarse de un acompañamiento musical basado en los ritmos del lenguaje hablado ; en las forma s y matices de la lengua inglesa misma. Sólo cuando se hayan acostumbrado a cantar una línea melódica modelada sobre estas bases esencialmente naturales, el artista lo hará naturalmente y el estilo nacional que buscamos surgirá de ciertas interpretaciones de este género".

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De esta manera, los ingleses de hoy 111lcian un movimiento semejante en cierta forma al de los venecianos del Renacimiento o al de aquel saltim banqui, marmitón, violinista y coreógrafo que se llamó Juan Bautista Lully y a otros muchos con los cuales - según lo demuestra la historia- la música ha salido siempre ganando. Aunque - como también la historia lo pruebano siempre los resultados corresponden fi elmente a los propósitos.

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THE TURN OF THE SCREW (2 )

Siendo poco numerosos - como lo son en realidad"":" los artistas indispensables del English Opera Group, pueden éstos, sin grave tropiezo ec~mó­ mico, producirse con frecuencia , tanto e~ Ingla.terra como en el extranJ~ro . Así, han podido presentar durante sus SIete pnmeras temporadas en SUIza, Holanda, Bélgica, Escandinavia y Alemania, alrededor de diez óperas, de las cuales seis han sido escritas especialmente por ellos. (1) Tales realizaciones constituyen por sí mismas un triunfo que sobrepasa los primeros propósitos, algo más modestos, de los fundadores del Grupo que, por otra parte, ve con placer cómo gran parte de sus óperas ha sido incluí da actualmente en el repertorio de compañías extranjeras. Aparte de las obras de Benjamín Britten que, como es natural, logran el mayor número de ejecuciones, figuran en el repertorio del English Opera Group los nombres de Brian Easdale, Arthur Oldham, John Addison y Len -

La temporada lírica del Festival de París, desarrollada en este apacible Théatre des Champs-Elysées (que lo ha sido también de escándalos, como aquel de 191 3, a raíz del estreno de la Consagración de la Primavera ) nos ofreció la oportunidad de apreciar Un botón de muestra del recién nacido arte lírico inglés. Fue éste la ópera en dos actos y un prólogo The Turn of the Screw, de Benjamín Britten, con libreto de Myfanwy Piper, tomado de una novela de Henry James, cuyo título no me atrevo a traducir por temor de que resulte aún más incomprensible en español que en inglés. De todas maneras, en apariencia, nada tiene que ver con el argumento de la obra. . Se trata de una institutriz joven y bonita que descubre, con el consIguiente espanto, que los dos huerfanitos (Miles y Flora) que le han sido confiados, tienen extrañas relaciones con una pareja de fantasmas; el de un criado (Quint) y el de una antigua institutriz (miss Jessel ). La señora Grose, ama de llaves de la casa, mujer gruesa y desprovista de imaginación, tempera con su incredulidad aquella situación angustiosa. El conflicto reside en la promesa hecha por la joven institutriz de n o escribir jamás al tutor de los niños y en la resistencia de éstos a dejarse librar de la influencia de los fantasmas . Finalmente, la niña es devuelta a su tutor y el niúo muere en los bra-

Dos NIÑOS ( Miles y Flora) que tienen absurdas relaciones con un fantasma .

LA JOVEN institutriz promete no inquietar al tutor de tan extraña s criaturas .

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L o T E NEBROSO de las situaciones hace olvidar los recursos.

zos de la institutriz al pronunciar, obligado por ella, el nombre del criado fantasma que lo persigue.

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Delgado, pálido y flexible como la batuta que blande con singular maestría, Benjamín Britten dirige la ejecución de su obra evitándole así la contingencia de alguna interpretación temperamental o excesivamente talentosa. Lo que de inmediato cautiva de ella es la cantidad de invención desplegada en el tratamiento de la pequeña orquesta. El compositor pone de manifiesto, sin repetirse jamás, una serie de posibilidades insospechadas del material sonoro que emplea, usando los timbres puros con una economía de medios y una pulcritud de escritura realmente admirables. Las partes vocales, que parecen trabajadas con gran ahinco, adolecen por ello de cierta frialdad; pero en cambio, consideradas como elemento esencial e insustituíble del conj unto, deparan al auditor un goce de la más alta calidad musical. Lo tenebroso de las situaciones está expresado de una manera que hace olvidar por completo cuantos recursos se hayan empleado hasta hoy con el mismo objeto. Este afán que muestra Britten en The Turn of the Screw por huir de lo vulgar, aun a costa de la esps:>ntaneidad -q ue lo ha llevado a veces al pistache y al lugar común- manifiesto en obras anteriores, le ha va lido severas críticas periodísticas. Sin embargo, el público que asistió al estreno de la obra, más espontáneo que el compositor y menos severo que la critica, le tributó aplausos y ovaciones interminables.

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En lo personal, la admiración que me produjo lo que de estrictamente musical tiene la obra así como la habilidad de Britten como orquestador, n o corresponde en absoluto a la sensación, vecina del hastío, con que hube de seguir el desarrollo escénico de la misma. Los acontecimientos que ocurren entre la exposición del conflicto y los que, por intuición, se supone que han de ocurrir después, aparecen enlazados de una manera arbitraria, cerebral y rodeados siempre por la misma fabricada atmósfera de pesadilla. Felizmente, el interés que despierta la música en algunas escenas, como en aquella del segundo acto en la que el niño realiza una serie de proezas al piano para distraer a sus guardianes y permitir la entrevista de su hermanita con el fantasma de miss Jessel -en la que resulta admirable más que nada, el talento de mimo del pequeño cantante- logra aliviar un tanto la tensión excesiva y hacer soportable la monotonía del espectáculo. Cierto crítico, por razones muy personales, ha reprochado al compositor el empleo de una historia de fantasmas para su ópera. Pero, por las mismas razones, quien esto escribe no puede concebir una ópera verdaderamente inglesa sin fantasmas. Ellos son, como los casimires y el whisky, producto esencialmente inglés. Como quiera que sea, es asunto probado que para un músico, un literato o un pintor, el sujeto o los personajes que escoge MAGDA G UZMÁN Y el niño Tamayo, en las

Extrañas Criaturas puesta en teatro aqui.

para su obra tienen una importancia secundaria en relación con el contenido - ya sea éste puramente formal- de la misma. La dificultad está en conferirles el poder de proyectar tal contenido; en aproximarlos espiritualmente al espectador; en realizar una identificación entre éste y aquellos, pues cuando carecen de ese calor de humanidad que los hace en cierta forma nuestros semejantes, la obra se convierte en una especie de juego de ajedrez. Realmente, resulta difícil identificarse de alguna manera con los per sonajes de Britten, lo cual sería condición básica para sostener la atención. Tal vez algo de ello provenga, en mi caso, de la diferencia total que existe entre un fantasma inglés y yo. Pero, viendo el asunto desde un punto de vista menos subjetivo, tampoco logran su objeto las simples, sucesivas y pueriles apariciones fantasmales. Después de la primera, la sensibilidad del público queda saturada a tal punto que las restantes no le producen ya mayor efecto.

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Pero aún con esta exposiclOn, quizás algo irrespetuosa, de lo que a mi juicio constituye la parte débil de la ópera, The Turn 01 the Screw fue, junto con La Khovanchina, de Moussorgsky, lo que me dejó más gratamente impresionado del Festival de París. (Me refiero en forma exclusiva a su sección lírica ). Posee un carácter propio que la hace definirse desde un principio y que conserva sin amaneramientos, fiel a sí misma, hasta el final, y una originalidad que no trata de épater le bourgeois sino que es fruto natural del rigor con que las ideas musicales están desarrolladas. En resumen, su audición procura un ininterrumpido goce musical y deja, como todas las obras bien organizadas y construídas, un sentimiento de plenitud y equilibrio que just ifica cordialmente el aplauso. En cuanto a la interpretación, no quiero extenderme en ella pues mi postura al escribir estas líneas no es la de un crítico de ejecutantes sirio la de un compositor ultramarino a caza de emociones nuevas. Sólo diré que los cantantes me parecieron, en general, excelentes. Sobre todo Peter Pears, que canta las hermosas páginas del prólogo y que tiene a su cargo el papel del fantasma de Quint. Los niños David Hemmings y Olive Dyer me parecieron peligrosamente insustituíbles en sus respectivos papeles de Miles y Flora. Y, para terminar, debo decir que con sus decorados, que permiten ofrecer rápidamente perspectivas distintas al espectador, John Piper resuelve de manera ingeniosa el problema que le imponen los ocho cuadros de que consta cada acto. Con la ayuda eficaz de un colorido sombrío en el que abundan los grises y una iluminación que casi no existe, logra también proporcionar a las escenas el ambiente adecuado. Sin embargo, desde un punto de vista puramente pictórico, no ofrecen los decorados mayor invención. Tampoco las apariciones de fantasmas, logradas a base de transparencias, realizan nada nuevo en cuanto a técnica teatral. Tal vez un cierto despego a lo tradicional hubiese dado en estos aspectos un resultado má s feliz . (1) El número de ejecuciones llegó a 550. (N . del A. ). (2) La Redacción traduce " La Vuelta del T or nillo", liter almente. ZorLA Q U IÑON E S,

Y Aurora W alker, completaron el reparto de esta obra.


UANDO uno camina de norte a sur del país por esos pueblitos remotos de nues. tras provincias donde el indio que pasa las horas en contemplar la configuración de las montañas imprime después el temblor de su sensibilidad al polvo hecho carne de la tierra, México se nos presenta, entonces, como una especie de Edén poblado de dioses humildes pero fecundos, que todo lo transforman en productos vivos de su imaginación. Emulos de Jehová, que ni al séptimo día reposan, los artesanos de Metepec, con Timoteo González al frente, modelan a ·su imagen y sem",janza a esos seres del Edén terrenal a quienes nadie censura hoy su viejo, inocente pecado. Con ingredientes menos bíblicos que el barro, se crean en otros lugares de México los seres vivientes, los peces de la mar, las aves de los cielos y las bestias de la tierra que se mueven sobre el haz del planeta. Los demiurgos de Tuxpan, en Jalisco, repiten en la tierra la corte celestial, llena de vírgenes y serafines, que ellos plasman con la goma masticable del chicozapote. Mas apegados a la tierra , los indígenas del Lerma crean caballos, venados, toros, con los tallos secos del tule que crece a orillas de su casi desecada laguna. Emulando sin saber a los dioses del Popol Vuh, a los Formadores, a los Procreadores y a los En gendradores, que hicieron al hombre con masa de maíz, los campesinos de Puebla repiten el milagro de la creación maya y tolteca dando forma - ahora con totomoscle-- a ancianos y anciana s que parecen destinados a andar por el niundo cargando pesados fardos de leña. Como si quisieran atenuar la amargura del su frimiento y la crueldad del martirio Con una dul zura que es a la vez simbólica y real, los tzotziles de Chiapas recrean el drama del Gólgota en cruces y cristos de retorcida charamusca. Imbuídos de un espíritu filosófico que traslada a la muerte la fragilidad que es costumbre atribuir a la vida, los mixtecos y zapotecos de Oaxaca - uno de ellos descendiente de Benito Juárez- animan graciosas parejas de muertos, que son casi polvo y ceniza, vistiéndolos con vaporosos trajes de papel de china. * * *

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PRODUCTOS QUE son verdaderas obras maestras.

Creadores de una fauna increíble que ni la tierra en la edad primaria de los dinosaurios se atrevió a concebir, los indios y los mestizos de San Ni colás y de Huatusco llevan de la mano por todo México a esos animales de formas inverosímiles UNA FANTASíA que no tiene igual en el mundo.

UNA FIGURA de cristal de los hermanos Dávalos.

J UGUETES CAPRICHOSOS

que en las noches de pesadilla suelen atormentar a nuestro semidormido yo. Conviviendo serenamente, pacíficamente, con los ruidosos vehículos del progreso, los camiones y los tranvías de las grandes urbes, las mulita s del Corpus, hechas de palma, transportan por las calles de la capital su carga de cacahuates y tejocotes que los niños codician. En Juchitán, el de las flores blancas de la guiexhuba, donde las mujeres caminan por las calles polvosas como Victorias que ofrecen al viento los pliegues de sus helénicas túnicas y desafían al hombre con sus miradas de ardiente cacalosúchil, perdura el mundo mitológico de los centauros en esos tanguy us de barro policromado en que caballo y jinete son unidad indivisible. Derrotadas por la astucia de un Ulises que no cedió a las tentaciones de su voz, las sirenas del Mediterráneo se metamorfosearon gracias al barro negro y humado de Coyotepec, en inocentes viudas tocadoras de guitarra. A su vez, las pulgas de la metrópoli, celosas de su pudor, adornan los quebradizos cuerpos de cristal con elegantes vestidos y sombreros del último modelo creado pOr los h ermanos Dávalos . .. *

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Habitantes de un mundo mágico en el cual para asegurar la existencia y el bienestar tenían que comunicarse COn los dioses por medio de imágenes que eran sus dobles, los hombres del México antiguo inundaron la tierra con tal cantidad de dioses, subdioses y animales totémicos que, a pesar de los siglos, se encuentran aún por todas partes. "De estos idolillos -dice Javier Hernández transcribiendo a Clavijero- debían tener en sus casas seis los reyes y caciques, cuatro los nobles y dos los plebeyos. ¡En los caminos públicos, se veían por todas partes ... eran infinitos P'. Agréguese a esto que los muertos, en el postrer viaje, para llegar bien a su destino, deberían ser acompañados por perros de barro cocido que eran colocados en las tumbas, y se comprenderá por qué el hombre igualaba a los dioses en lo infinito de la creación. Ligado por hondas raíces a eSe pasado que todavía no se desvanece del todo, el indio de México sigue creando a Dios y a su corte celeste a la imagen y semejanza del mundo en que vive. Los tangu-yus, que al finalizar diciembre se destruyen y al comenzar el nuevo año se reemplazan , más que simples juguetes son, al parecer de Andrés Henestrosa, un tra sunto de viejas prácticas que consistían en renovar todos los años a los dioses domésticos, que con el tiempo envejecían . ..

sin más utilidad que la de su fantasía, el supremo aliento de los mexicanos .


Juan

ALMACiRE

. --------------------En la Sierra del Nayar, por cada niño que nace se manufactura una flecha , llamada por algunos ojo de Dios, que en la casa cumple la función de proteger al recién nacido. Las mismas flechas, colocadas en los puntos cardinales de los pueblos, defienden a los habitantes de los malos espíritus. Las figuras de papel de xalamatl, cuya confección constituye la industria fundamental de San Pablito, en la Sierra de Puebla, están directamente liga.das al futuro de las cosechas y a la salud del hombre. Recordaré siempre a aquella familia de indius tojolabales que en los confines de la selva lacandona había colecado frente a frente, en una capilla familiar tapizada con olorosa juncia, a una Virgen rp.cortada de un anuncio y a unos muñecos de barro casi diabólicos, modelados por la dueña de la casa para hacer compañía a los santos.

Descendiente de un mundo donde la forma de expresión era esencialmente plástica, el indio, que ha heredado la sensibilidad y la maestría de sus ma yores, sigue dando rienda suelta a su imaginación en productos artesana les que son verdaderas obras maestras. Aquí , talla máscaras de madera de la más variada expresión; adelante, inventa muñecos de pluma que se mueven en una danza febril por medio de cordeles; en otro lugar, expresa su cólera y su ironía en judas monumentales de carrizo que habrán de servir para quemar, en efigie, a los sátrapas y a los traidores. Juguetes de toda especie, hechos con todos los materiales, cerámica para todos los usos; objetos para las má s disímbolas finalidades que van desde la calavera de azúcar para honrar a los muertos hasta los exvotos para agradece!' el milagro de la vida, constituyen el conjunto monumental, variado, rico, de una fantasía insospechada, que casi no tiene paralelo en el mundo. Sin que nada limite su fuerza creadora, el artesano de México, al que quisiera llamar simple y llanamente artista, utiliza todos los materiales, aun los más deleznables y los menos nobles para transmitirles el soplo de su sensibilidad : la concha, en Veracruz; el vidrio, en Guadalajara y en México; la madera, en P arach o; el otate, en Ixmiquilpan ; el cobre, en Santa Clara; el oro, en Tehuantepec; los caracoles, en la Isla Tiburón; la paja de trigo, en Guanajuato; el carey, en Campeche; el hierro, en Amozoc, y el barro en todas partes, que proporcionan a los demiurgos de México la materia prima indispensable para su creación. y ni un libro entero bastaría tan sólo para men-

ciona.r l?s. productos y los artículos de un arte popular nqUlsImo que se expresa con suma elocuencia : en la cerámica bruñida, de un verde casi submarino de Patamban; en las cajas policromadas hechas co~ madera olorosa, .de Olinalá; en los butaques de Ocosocoalco; en las jícaras teñidas y grabadas con deliciosos dibujos de Villahermosa ; en los sombreros elegantísim~s de Zinacantán; en las fajas y bolsas curas y hUlcholes; en las ollas y cántaros de Amatenango; en el papel picado de Xochicoatlán' en los ángeles sopladores de Janitzio; en los equipajes de madera ,blanca y flexible de Apatzingán; en los quechquemeles de la Sierra de Puebla· en las colchas tejidas de Comitán; en las camisas en' forma de huipiles de Tenejapa; en los pegasos pintados a manera de cebras, con fajas de colores detonantes pero bellísimos, de Metepec, etc., etc.

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El arte popular de China - país que es cin co vece~ mayor que M.éxico y que tiene una población vemte veces supenor en número- es sin duda má s perfecto en su acabado y más fino que el nuestro. .I?0tados de una habilidad y de una paciencia que no tIene paralelo, los artesanos chinos SOn capaces de tallar cientos de figuras humanas y de animales en el c?!millo d.e un elefante, o de copiar con una perfecclOn magIstral la escena de una pintura clásica en el interior de un frasco de penicilina. Los paraguas de bambú hechos en Hanchow son verdaderas obras de arquitectura o de mecánica. Y las esferas de marfil de una sola pieza, que se mueven las unas dentro de las otras, parecen el resultado de una suerte de prestidigitación. Pero ni los mismos chinos, y lo digo después de fijarme en las manifestaciones artísticas de su pueblo, desde las yuntas de los pastores mongoles hasta las minorías nacionales del antiguo reino de Yunnan en las fronteras de Birmania y de la IndIa, posef'n un arte popular tan rico, fantástico y apasionante como el ele nuestros indios. H erederos de los artistas que esculpieron las exquisitas lápidas de Palenque e imprimieron a la piedra el respeto y el temor a dioses que se nutrían con sangre, los juderos de Magdalena Mixhuca y los demiurgos surrealistas de Metep ec son los creadores alucinados de ese hálito de misterio, de magia y de ensueño que envuelve a México. Sacerdotes de un nuevo rito, a ellos debemos en gran parte ]a belleza que en forma de un juguete, de un objeto de uso diario o de un capricho sin mns utilidad que el de su fantasía constituye, la mayoría de las veces, el supremo aliento de los mexicanos. Paraíso del arte popular, el México pictórico de Tamayo, de Rivera, de Frida Kahlo, es también uno de sus mejores productos.

MÁSCARAS DE las

más variadas expresiones . ..

.. . CONCEBIDAS las

formas más inverosímiles.

ARTE QUE se manifiesta con cualquier material.


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JUAN R UIZ DE ALARCÓN

MONTERDE

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centenario del nacimiento de don Marcelino Menéndez y Pelayo, que se con, memoró a lo largo de 1956 en los países de habla hispana, sugiere una revisión de aquellas páginas de su extensa obra en las cuales puede advertirse su interés por las letras mexicanas.

Por lo que se refiere a escritores coetáneos suyos, Menéndez y Pelayo logró conocerlos y estimarlos gracias a la abundante correspondencia que sostuv o, de fines del siglo XIX a principios del actual, con algunos que se hallaban muy dIstanciados entre sí, por sus ideas políticas opuestas.

Con anterioridad, se ha hablado de algunas ausencias y limitaciones en relación con aquella parte de nuestra literatura que enfocó al formar en 1892, por encargo de la Real Academia Española, su Anto-

Como corresponsales de aquel, en su Epistolario figuran, entre otros escritores, José María R oa Bárcena, Ignacio Montes de Oca - que cambió cartas, y opiniones con Menéndez y Pelay o, durante más de una década-, Joaquin Arcadio Pagaza, Rafa el An gel de la Peña, Joaquín García Icazbalceta, Luis González Obregón, Vicente Riva Palacio, Francisco A . de Icaza, 1<'rancisco Sosa, Amado Nervo y algunos menos conocidos.

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logia de poetas hispano-americanos. Conviene ahora señalar la presencia de los escri tores mexicanos en la obra de Menéndez y Pelay o y preferentemente en su Historia de la poesía hispano-americana, título en el cual no prescindía del guión, con posteridad suprimido por el uso.

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Desde antes de iniciar aquella antología, Menéndez y Pelayo avanzó en su recorrido para aproximarse a los escritores hispanoamericanos, al establecer contactos perdurables, para fijar sus conexiones con la literatura española, a través de los trabajos por él emprendidos.

SOR J UANA lNI: S DE LA CRUZ

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VICENTE RIVA PALACIO

En lo que se refiere a los poetas mexicanos, hacia 1885, al redactar la parte correspondiente de su Ho racio en España, se acercó a don Juan Ruiz de Alarcón y a Sor Juana Inés de la Cruz, y buscó también "los orígenes de la moderna poesía de Nueva España, en la llamada Arcadia Mexicana, de la cual fue Mayora l Fr. Manuel Navarrete". Los poetas Joaquín María del Castillo y Lanzas, Manuel Carpio y Francisco Manuel Sánchez de Tagle, aunque juzgados por él con severidad, quedaban allí colocados en el lugar que desde entonces conservan, tanto en las antologías como en las historias de nuestra literatura. A José Joaquín Pesado, a quien Juan de Dios Peza no había incluí do en su Lira mexicana, Menéndez y Pelayo lo situó "al frente de todos los poetas mexicanos" --de su tiempo, se entiende-, y mencionó a Anastasio de Ochoa, como traductor de Diego José Abad, aunque no con la precisión deseable, en cuanto al título y la obra, según Francisco Pimentel observaba .

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En la Historia de las ideas estéticas en España, de don Marcelino Menéndez y Pelayo, aparecían los nombres de dos escritores mexicanos que fueron desterrados de su patria y acogidos en Italia, cuando Carlos III expulsó de sus dominios a los miembros de la Compañía de Jesús: Francisco Javier Alegre y Pedro José Márquez. Al último de estos escritores, pocos le recordaban antes de aparecer aquella obra de Menéndez y P elayo : José Mariano Beristáin y Souza olvidó incluirle en su Biblioteca hispanoamericana septentrional, que tantos nombres contiene.

A ese intercambio intelectual que le permitió afirmar su criterio, deben atribuirse algunas modificaciones hechas por Menéndez y Pelayo en el plan inicial de la Antología de poetas hispano -americanos~ en la que la Real Academia Española se proponía incluir también a los poetas coetáneos, al proyectarla en dos tomos, sin tener idea de la amplitud que alcanzaría sólo con los ya desaparecidos.

El mismo nos dice que se pensó form ar también una antología de prosistas, y después de ceñir su s propósitos a la poesía hispanoamericana en castellano -con lo que excluyó la poesía en lengua s indígenas- , aún se prometía, en 1910, completarla m á tarde, "con el tratado de la poesía portuguesa en el Brasil" .

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Al reimprimirse en 1911 la introducción de la an tología - que conservó en la historia COn el subtítulo Advertencias generaLes- no la modificó M enéndez y Pelayo. En el capítulo que trata de MéxiCO, sí introdujo cambios pues hizo a lgunas supresiones - muy contadas- y adiciones. Estas últimas se advierten, sobre todo, en las notas : en lo que agregó para poner al día la parte biográfica y bibliográfica . A un propósito definido, a su honradez de crítico literario consciente, se debieron aquellas páginas de la Introducción en las que aparecen varias digresiones acerca de los poetas de mayor relieve, épicos, líricos y dramáticos. El valor de la antología, de la cual separó Menéndez y Pelayo, en 1910, la s introducciones, que fu eron adicionadas y modificadas en parte, para re~m ­ primirlas " formando cuerpo de historia", ha sido juzgado por quienes recorrieron después la senda en que él los precedió COn firme, seguro paso.

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Nuestro país resultó singularmente favorecido en la obra de Menéndez y Pelayo, en muchos aspectos :

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p L UIs GONZÁLEZ OBREGÓN

e----- - --------------- . no sólo por la poslclOn que, de acuerdo con el plan de la antología, conservado al distribuir el material que formó la historia, le correspondió al encabezar el conju nto. Confirma esa actitud de leal interés la frase fi nal de la s Advertencias generales, en la que se afirma que l\1éxico es " principal representante en el N orte de América del genio de nuestra raza", y las palabras con las cuales se inicio el capítulo primero, d onde h abla del Virreinato de la Nueva España : "la parte p redil ecta y más cuidada", " aquella donde la c ultura española echó más hondas raíces". Se advierte la atención con que el crítico -sin d uda, no sólo por espontánea simpatía hacia sus amigos, los corres pondientes de México- desarrolla el plan que se trazó, dentro de ese capítulo, el inicial de su historia . El hecho de que se detenga a m enudo, al proporcionar mayores detalles, y de que conceda espacio más amplio a los antecedentes, p ara crear la perspectiva indispensable ; los elogios que dedicó a la Bibliografía mexicana del siglo XVI, de la cual dice q ue es " obra en su línea de las má s perfectas que posee n ación alguna", y a un solo autor, don Joaquín Gar cía I ca zbalceta - "gran maestro de toda erudición m exicana" - -, son también confirmaciones de esa a ctitud comprensiva, justicier a .

* A veces, Men éndez y P elayo rebasa el límite previam en te fij a do a la obra, para referirse a huéspedes ilustres, d e los que contribuy eron a echar las bases de la literatura mexicana, como Bernardo de Balbuena, sobre cu y o poema descriptivo de México escribió páginas a las que ha tenido que volverse má s tarde, ya que ese estudio sólo en lo biográfico ha sido superado por investigadores recientes. L os Coloquios de Fernán González de Eslava y la obra pastoril de Juan Pérez Ramírez , en el siglo XVI ; las comedias de Ruiz de Alarcón, en el siglo siguiente. fueron examinados por él en forma breve, pero certer a, a pesar de que unos y otras caían fuera de la zona que se había marcado. M ás r iguroso fue al juzgar la s tentativas épicas d e Francisco de Ter razas y A ntonio de Saavedra Guzmán; por ello, su juicio acerca del segundo, ha sido rectificado en nuestros días. En cambio, el parecer acerca de dos poetas líricos del siglo XVII: Ma tías de Bocanegra y Carlos de Sigiienza y Góngora, apenas han sufrido retoque. En cuanto a su restringida admiración hacia Sor Juana , debida a sus preferencias por lo clásico -ya que el crítico era adverso a culteranos y conceptistas, no sólo hispanoamericanos-, fue también menor de lo que se supone. Debe recordarse que la celebró en

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ARTES

distintos aspectos de su obra y que él adicionó, cuidadoso, la entonces incipiente bibliografía sorjuánica. Igualmente, amplió las noticias y los datos acerca de los humanistas d.el siglo XVIII - los ya mencionados Márquez y Alegre- , a cuyas obras se acercó, a l revelarlas a otros para su estudio, después de haber establecido con ellas el primer contacto.

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Si Lizardi, mencionado sólo por su s poesías, ocup a un cor to espacio, y lo mismo ocurre con los fabu listas que suceden a aquél, como José :lVIanuel Sartorio, a Navarrete dedicó un extenso, razonado juicio sobre lo que consideraba más perfecto en su poesía. De los otros poetas del siglo XIX, con los que cerró la obra - que, como las demás inconclusa s de M enéndez y Pelayo, podría haber ampliado si hubier a sido más larga su existencia- , fueron Manuel Eduardo de Gorostiza, Ignacio Rodríguez Galván y José Joaquín Pesado los que retuvieron más largamente la atención del crítico. Como en Gorostiza, estudia en Fernando Calderón preferentemente la poesía dramática, mientras que en la obra de Rodríguez Galván destaca sobre todo la calidad de su lírica. En cuanto a Pesado, la digresión con que opone su s m éritos a las relativas cualidades de la obra de Carpio, fue una oportuna defensa de cargos injustos.

* E! equilibrio, la serenidad - aun dentro de la in evitable pasión- de Menéndez y Pelayo avaloran su estudio de la poesía mexicana . Se descubren cuando escribe sobre Ignacio Ramírez; sobre Manuel Acuña , a quien abiertamente elogia por los aciertos de Ante un cadáver, "una de las más vigorosas inspira ciones con que puede honrarse la poesía castellana de nuestros tiempos". Otro tanto acontece en su juicio acerca de la obra de Manuel M . Flores, a quien estimó por su poesía erótica, sin aceptar la opinión de Roa Bárcena que prefería en ella lo épico. Quien suponga estrecho y cerrado al futuro el recinto de la poesía mexicana del siglo X I X, según el parecer de Menéndez y Pelayo, debe releer los últimos párrafos de su Introducción, donde se a dvierte, ya en 1892, la presencia de la inquietud m odernista. Sobre todo, aquellas palabras con las que expresa u n voto, sin duda cumplido, al desear que la mencionada tendencia , en la que percibía el "gusto de los parnasianos franceses y de algunos poetas italianos" , resulta "favorable siempre a la pu lcritud y al esmero en la técnica" y se concilie, en esos escritores, " con lo que de ellos exige la tradición poética española, y can el res peto a las grandes y primitivas fuentes de toda poesía" .

J OAQ U ÍN G ARcÍ A

I CAZBALCETA

e--------------------------------------e AMADO N ERvo


EL PINTOR Julio Ruelas.

Jorge J. CRESPO D E LA SERNA

MEDAllON DE

formación de este malogrado artista nuestro - murió a los treinta y sei. años- se hace, de preferencia, en Alemania, en la Universidad de KarIsruhe, donde su madre viuda que creía en su vocación y en su talento, le ha enviado con gran sacrificio, en la última década del siglo XIX. No va desposeído de experiencia. La ha tenido. La familia lo destinaba , com o a los otros hermanos, a una carrera de esas que facilitan más pronto un respetable acomodamiento. Pasa una temporada en el Colegio Militar. Es expulsado junto con su amigo José Juan Tablada. No ha cesado nunca de hacer dibujos de distinta índole : caricaturas de sus mayores y de sus maestros. Es, en cierto sentido un enfant terrible. Afortunadamente los suyos ~specialmente su madre- le comprenden. Ingresa al fin en la Academia de San Carlos. Su carrera artística está definida . En Karlsruhe, a través del pintor Mayerbeer, su maestro inmediato, se ejercita en una r igurosa disciplina académica. Añora a México pero tiene la energía de sobreponerse a sus saudades. Adquiere la sólida técnica que es propia de la escuela finisecular que concentra sus actividades en Münich, antes del movimiento renovador de la Secezion. La tónica de esta escuela fluctúa entre el rigor naturalista del dato real - la fiel anatomía humana, el modelado sugerido por la luz tamizada del estudio- y cierto comienzo de depuración de figuras y ambiente. Los retratos se despojan de connotaciones decorativas, se vuelven austeros, están pintados con grandes planos. La imaginación encuentra un terreno propicio en los nuevos temas, que no son sino una adaptación más moderna y osada de viejas leyendas o interpretaciones realistas de los conceptos y costumbres neorrománticos en boga. Se ha señalado, en la obra de Ruelas, la huella de maestros alemanes de entonces. No es necesario ir muy lejos para rastrearla. En su retratística se muestra, quizá, más mimético, desde luego. La sombra de Lembach, la costumbre de desactualizar el modelo echándole encima un atuendo nada burgués, más bien de otras épocas, la composición de la figura meticulosamente encuadrada, etc., son rasgos característicos inconfundibles. En sus otros temas, más líricos, como La Domadora, El Ahorcado, El Sátiro Ahogado, La Araña, está presente su simpatía por el suizo-alemán Arnold Boecklin. En la justeza y flexibilidad de su dibujo del cuerpo humano o de los animales, es visible la influencia de Franz van Stuck y de Fritz Schider, consumados maestros en anatomía. Ruelas no tenía, ni tuvo después, ninguna preocupación nacionalista. México vivía entonces - como muchos pueblos jóvenes- de prestado. Las becas para Europa eran el desideratum máximo de todo el que demostraba ta lento en arte. Unos marchaban a Italia, otros a España, otros a Francia, pocos a Alemania. A Ruelas, como a Germán Gedovius, le tocó ir a este país. y entonces ocurre algo muy singular aunque enteramente lógico: adquiere en Alemania unos principios técnicos inconmovibles, solidísimos, y al mismo tiempo suma a sus ensoñaciones y gustos de clase y a su concepto mexicano de la vida - un tanto provinciainuevas experiencias, nuevas interpretaciones de la vida y del arte. El resultado es, sin duda, un gran enriquecimiento de su personalidad, en todos sentidos; y este carácter de universalidad, carácter europeo, está patente en muchos de sus cuadros, asi como en los aguafuertes y dibujos que hizo para ilustrar las páginas de la Revista Moderna, y algunos libros del grupo de amigos intelectuales que fueron los que la fundaron, a raíz de su vuelta del viejo continente. En Ruelas están presentes, pues, corrientes metafísicas y un hedonismo calculado tipo teutón, y la huella de un temperamento pagano, sensual, teñido al mismo tiempo de escepticismo y de melancolía . No es nada extraño que halle cierto desahogo propicio a sus apetencias ~n el fon do muy románticas- en su asociación con los escritores modernistas de México, émulos de Poe, de Verlaine, de Wilde, de Baudelaire, de Rimbaud , y , allá un poco más lejos, de Aretino, de Bocaccio ... o de TiII, el legendario juglar. En él siempre hubo el bohemio inconforme, el tácito enemigo del orden burgués y del fetichismo de los positivistas. Acaso París -donde habían estado sucediéndose tantos e xperimentos de renovación del arte- hubiera sido un elemento equilibrador en el ánimo de Ruelas. Fue a él, becado por don Justo Sierra, a la sazón ministro de Educación, pero no pasó de la etapa de deslumbramiento. Apenas logró aprender la técnica del aguafuerte, de su maestro J . M . Cazin. Se quem ó pronto en esa encrucijada de inquietudes, de intereses y de espléndidos hallazgos. Muere en 1907, tres años después de haber llegado. Está enterrado en Montparnasse. Julio Ruelas derrama su rica imaginación en los temas que pintó - incluso su galería de soberbios retratos- Entrada de don Jesús Luján a la Revista Moderna, Fausto y Marga rita, y los ya citados. Pero en donde se excede en fantasía es en su copiosa obra de viñetas e ilustraciones. Si por una parte esta labor le distrae de un ejercicio de la pintura que le hubiera llevado lejos, por otra constituye una fase muy importante, decisiva, de su tra yectoria artística. Emplea leyendas mitológicas o novelescas invenciones del Oriente y de la Edad M edi a . Es sarcástico, soñador, irónico, amargo. " .. . complácese en la sombra, en la angustia , e n el tormento; sus creaciones se r etuercen sin esperanza en limbos tétricos", dijo de él Amad o Nervo. Enmarca sus escenas diversas en unos arabescos libres qu e recuerdan al art nouveau. En no pocas ocasiones se advierte la influencia de un Félicien Rops, así como del festiv o Kley y de algunos otros dibujantes del Simplicissimus de antes de la guerra de 1914.. El dibujo de Ruelas es impecable; de un gran vigor y honradez. Se observa esto en todo lo que salió de su mano. Tiene algunas obras en que es el dibujo el qt:e priva sobre cualquiera otra cualidad, como el soberbio Retrato de la madre muerta - una obra maestra de forma y de sentirrüento-; como el grupo del general Rocha y sus oficiales, como El Fauno -retrato de su simpático y paciente hermano Alejandro que siempre estaba dispuesto a servirle de modelo; como El Buque Fantasma ( Der fliegende Hollander) , La Escalera del Dragón, La Reina Mora , La Acechanza de la Muerte, La M edusa , Fuegos Fatuos, El Murciélago, La Crítica (intencionado y fino autorretrato ) . Realizaba estudios con gran tesón. Sus dibujos a lápiz o a pluma están hechos a conciencia, como puede verse por los que exornan este breve ensayo, pertenecier¡tes al distin guido doctor Pablo Ruelas, sobrino del artista. Tienen el encanto de lo espontáneo y fá cil y el dominio de lo esencial. Los de animales pueden, sin hipérbole, compararse con los de los más grandes maestros. Que, al hacerlos, tal vez tenía presente a Durero, parece obvio, puesto que hasta firma con unas iniciales parecidas al monograma de éste. Están hechos con trazos bien pensados, como si quisiera ir construyendo poco a poco la forma, respetando en todo lo posible los puntos culminantes de cada estructura analizada . No deja correr la pluma entintada ni el lápiz. Los maneja - nótese bien- como manejar ía el pincel, o como manejaría el escoplo, con cuidado y al mismo tiempo, con sabidu~ía. Por e so le fue fácil adquirir la técnica del aguafuerte. Grabar en la plancha era similar a delimitar accidentes, sinuosidades, ángulos, en los planos de cada objeto o figura . Es la manera clásica que se estila en una buena academia . Su I'stilo es una suma de varios A

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ARTES


métodos seguidos a lo largo de la evolución de la pintura. Es un método constructivista, y desde luego pensando en el proceso ulterior o sea la aplicación del pigmento, esto es, la pintura. No se deja nada al azar. Todo está ahí. Si procediéramos al test de la amplificación de cada dibujo, como se ha estado haciendo con gran atingencia en museografía -crítica de arte objetiva- veríamos como estos dibujos de Ruelas tienen la solidez y la precisión de una maquinaria de reloj. No es un dibujo el suyo, impresionista, ni fía al claroscuro ningún efecto, sino que va directamente a la armazón, a lo "estructural, y por ello son importantísimos -no cabe la menor duda sobre ello- estos dibujos y apuntes. Si Ruelas hubiera tenido oportunidad de rebasar su etapa de ensayos, de ilusiones y especulaciones romántico-literarias, si hubiera podido adentrarse un poco en las orientaciones de la escuela de París, y sobre todo, si hubiera tratado de redescubrir las esencias de su propio país, siguiendo en esto lo que Rembrandt aconsejaba a sus discípulos, como lo fue intentando un casi contemporáneo suyo, Saturnino Herrán, habría sido uno de nuestros

EL DIBUJO de Ruelas es impecable, de gran rzgor y gran honradez.

Es NOTABLE la huella de los maestros alemanes en su obra de entonces.

RUELAS PUDO ACASO

haber sido, acaso, el más grande de nuestros pintores.

PARís hubiera sido elemento equilibrador en la obra de Ruelas.

más grandes pintores. Cosa curiosa, tanto él como Herrán murieron demasiado pronto. A si se agostaron dos espléndidas promesas. De todos modos la figura de Ru elas, en la historia del arte en México,- cobra mayor importancia cada día, y está reclamando ya una valoración c:efinitiva y cor1pleta, como ejemplo de vocación tesonera, de conciencia de lo que es el oficio de la pintura, de honradez y humildad en los ejercicios y magníficas pr¿:ebas que nos dejó.

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LONDRES

t uación corta. Who Cares? puede perdurar y este comediógrafo volverá a aparecer sin duda alguna.

camino del mundo y La esposa campesina.- Es curioso ver cómo las reposiciones parecen venir a pares, dice Trewin, el crítico teatral. A menudo, observamos que tan pronto como una obra poco conocida de Shakespeare se pone en escena, siempre hay algún otro que la EL MAESTRE DE SANTIAGO. reproduce también. Ahora, una producción londinense. The Way 01 the W orld, de Congreve, ha ido seguida en otro teatro, inmediatamente, por The Country Wile, de Wycherley; la más importante de las obras del período de la Restauración. La comedia de William Wycherley, comparada con la de Congreve, es como el foco borroso de una linterna y el brillo del cristal de las arañas de luces. El dramaturgo, al escribirla en la segunda mitad del siglo XVII, reflejó una reacción decidida contra el puritanismo. Como obra teatral del tiempo de la Restauración, resulta sumamente personal y directa; y la censura, que se niega a permitir que muc has obras contemporáneas más suaves suban a los escenaríos, debe sentirse en apuros cuando la intangible pieza de "Vycherley - a salvo por ser clásica- se pone en escena. Algunos de los que van al Royal Court han debido recordar la famosa contienda de hace veinte años entre un director del West End que había repuesto la comedia y los Governors del Old Vic que acababan de incluirla en el repertorio. El director se justificaba a sí mismo por "los méritos del ingenio de la obra y el rudo lenguaje y su reflejo de la edad decadente y corrupta en que estaba escrita". El q ue Old Vic la haga. añadía, está mal porque no tiene "el menor valor cultural o educacional". Los Governors respondieron que todo dependía de la manera de manejar la pieza y que era innecesario resaltar la rudeza de la trama, que se debía tomar simplemente como una sátira a la inmoralidad de su época. La producción del Royal Court no tiene más pretensiones que ser una reposición sincera. No ha habido discusiones, y e l público la ha acogido con éxito innegable, aunque haya que admitir que se realizó mejor aún hace veinte años. Esta reposición tiene gran empuje y parece ser que en el Court e l reparto trata, ahora como entonces, de levantar los ánimos. La reposición tiene sus altibajos, pero cuniple los puntos d e Wycherley. Hay algunas diferencias sobre la decoración, que es de Motley : una extremada elegancia que parece fuera de la comedia. En cambio, la elaborada decoración de Doris Zinkeisen para El camino del mundo, en el Saville, resulta más aceptable y útil. L

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El Maestre de Santiago.- A Henry de Montherlant, le ha costado algún tiempo aparecer en los escenarios de Londres. Hace seis años, se publicó un volumen de sus obras, y, desde entonces, se han presentado por radio El Maestre de Santiago y Malatesta, y más recientemente Port-Royal - no publicada todavía en Inglaterra. También, la compañía de repertorio de Dundee ha representado La reina muerta. Ahora, el director de escena y actor Donald Wolfit ha sido el encargado de traer al menos comprometedor de Jos dramaturgos franceses, al pequeño Lyric Theatre de Hammersmith, por una corta temporada. Montherlant, en este auto sacramental como él lo llama, no es en modo alguno sencillo, no hace concesiones a sus oyentes. E l más listo le seguirá y otros se quedarán a medio camino. En Hammersmith, el público es respetable, pero no hay nada que se asemeje al entusiasmo de París, adonde la obra anda por las quinientas representaciones, en el Hébertot. Y no puede echarse la culpa al traductor, Jonathan Griffin, que ha estudiado a Henry de Montherlant. Conserva la atmósfera cuidadosamente emplazada y se las ha arreglado bien para dar vida a la escena última, de estática renunciación, cuando la hija, envuelta en la capa blanca de su padre, grita "i Nieve, nieve . . . Castilla se hunde bajo la nieve como un barco entre las aguas. Va a desaparecer, desaparece .. . España no existe ya!". En la obra, cuya acción se desarrolla en 1519, se estudia a un caballero castellano de la ciudad de Avila, que se olvida de las cosas mundanas. La consigna de su casa es "Unum, Domine", y, como dice su hija, él sigue adelante sin mirar a los lados, con una total "indiferencia por todo lo que no lleva una marca o señal de lo sublime". Egoísta, apasionado, inhumanamente encerrado en sus mi r as, no cesa hasta hacer que su hija participe de la misma LA ESPOSA CAMPESINA,

decisión y sacrificio. Si él adopta la vida monástica, ella tiene que recibir el velo de monja, someterse a una vida de mortificación. La escena es dura hasta el último momento, frente al crucifijo. Allí, a media luz, velando copiosamente sobre Avi la detrás de las rejas, padre e hija pronuncian juntos la frase que muestra su renunciación, "Unum , Domine". El primer acto, con el debate sobre el imperialismo de los conquistadores, parece no tener relación con el resto de la obra, pero la realidad eleva el carácter del orgulloso y empobrecido don Alvaro, recogido en su aislamiento adonde nadie le puede seguir y donde nada le puede tentar, aunque por un momento titubee ante un presunto mensaje del rey. Según parece, Henry de Montherlant tomó la idea para su obra cuando, visitando Barcelona en 1933, leyó por casua lidad las palabras: "Algunos años después del descubrimiento de América, hubo unos cuantos españoles que creían que este descubrimiento era un gran desastre para España". La pieza, tal como ahora la tenemos, impresiona más en los recuerdos que en la representación en sÍ. La producción actual puede ser un simple boceto a pesar de los recursos técnicos de Wolfit, la sinceridad que Pat Morgan pone en el papel de Mariana y el diálogo lúcido de actores tales como Austin Trevor y Llewellyn Rees, como caballeros de Santiago. Montherlant se afirma en nosotros cuando dejamos el teatro. y la obra, en su austeridad de líneas, se robust2ce en la m.ente. Sin duda alguna, Montherlant no significará nada para el que busque alguna suave invención romá ntica. No nos permite ver ni al ioven del que Mariana está enamorada y de quien es separada brutalmente por su padre. El autor es tan estrecho de miras como su personaje don Alvaro; nada debe emborronar el cuadro.

El Maestre de Santiago es una obra de línea simple y pUl"il, demasiado severa quizás para la natural opulencia de estilo de Donald "VoHit. Los dones que le hacen ser tan espléndido

de Wycherley, la más importante de las obras de la Restauración.

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cA qUien fe importa? En un período del año generalmente infructuoso, se produjo, sin embargo, una de las mejores obras de un nuevo escritor. Who Cares? ( ¿A quién le importa?) está escrita por Leo Lehman, y en ella muestra, simple pero forzadamente, cómo un profesor inglés mentalmente absorto, que ha vivido con la cabeza escondida como las avestruces, llega a darse cuenta, por la llegada de un joven refugiado, de lo que significa l a vida en un estado esclavizado. El autor escribe con verdadera pasión, y es lástima que n o haya podido animar los dos personajes femeninos de la obra que son ciento por ciento teatrales. Los hombres sí están correctamente representados. cA q uién le importa? se presenta en el Fortune Theatre. conforme al tono de los p2rsonajes, por Alee Clunes, en el papel del profesor, y Denholm Elliot, en el joven que vie ne de otro mundo. Leo L ehman no es un dr amaturgo al que se le pueda d espedir con una palmada amistosa en la espalda y una ac-

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ARTES


----------------------------------------------------------------------------------. A ngel de las BA RC ENAS

.-----------------------. Volpone no logran amplitud de vue lo con el carácte r del Don Alvaro y aguardamos con mayor confianza su Malat esta. :.:-

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El príncipe de las pagodas y una revista.- El nuevo ballet del Covent Carden - El príncipe de las pagodas- es la p rimera obra en tres a ctos del más joven y brillante coreógrafo de Ingl aterra , el ni110 prodigio de veintinueve a11os, John Cra nko, de Sudáfrica. El nuevo ballet es ingenioso, a menudo delicado y bello; una nueva invención coreográfica, L:n cuento de hadas basado en los dulces recuerdos del coreógrafo de los cuentos de Perrault y madame D 'Aulnoy. La obra de Cranko se caracteriza por un estilo muy personal. Cuenta la historia con el baile, nunca con prólogos o introducciones, y es prolífica mente inventivo en m ag ia tea· tra l, grandes efectos y acrobacias en el a ire que requieren destreza en los inca n sables danzarines. John Piper, el artista con el que la imaginación de Cranko se ha fundido siempre en el mayor de los éxitos, ha dise11ado una decoración muy sen cilla, fuerte y vívida, y el vestuario es de un nu evo y joven diseñador de ball et, Desmond Heeley, que tiene un sentido nada inglés de la fanta s ía y de l a elegancia. Cranko brilla con tal resplandor que es el más solicitado de los compositores ingleses después de Garbo; el mismo Britten se ofreció a escribir l a partitura extraordinariamente la rga de su primera obr a, especialmente hecha para l a danza y Que es un éxito sin precedentes. La hailarina es la preferida de Cranko y sin duda alguna la h e;:"cdera de Mm'got Fonteyn, la joven, bien proporcionada y moderadamente bella Svetlana Beriosova, que h a pasado toda su vida entre una y otra compa11ía d e ballet y que ahora es la joya de las bailarinas jóvenes del Royal Ballet en el Covent Carden. Cua ndo el ballet in glés tiend e a r ecurrir " minúsculas, precisas y ágiles bailarinas de bolsillo, l a calidad de la Beriosova es elegíaca, con éxtasis, noble y aristocrática, sin ser nunca arroga nte, y actúa de manera inconfundible. Tie· ne una línea larga, de pureza absoluta, musicalidad y sentido dramático, y es incapaz de incurrir en la m enor falta de vul garidad o chabacanería.

Aunque Londres nunca se ha jactado de la vida de cabaret que se desarrolla en P arís, la lntimate Rev ue se con vir tió en un Albert M emorial, excesivamente decorado, dando una ocasión de reír a los enterados y con stituy endo un engorroso monumento a glorias tiempo ha desaparecidas. Un soplo de aire fresco fue bien acogido en l as personas de dos jóvenes que han escrito muchas canciones pa r a r evista s, pero que nunca h abían interpretado su s propias composiciones. Michael Flanders, que escribe la letra, es un gran h ombre, con cara de moribundo y una barba n egra que decepcion a ; excéntricamente, m as a l a perfección, está asociado y colabora con Donald Swann, un pianista compositor de llama académica y débil exteriormente, pero salvaje y apasionada en su s partes m ás profundas.

A t the Drop of a Ha t es el nombre que han dado a su entretenimiento, a base de dos personas, presentado en el peq ueño Fortune Theatre. Cantan acerca de la vida en general con referencias particulares al t ennis profesional, al mal tiempo y a la política, a la decoración interior, a los anim ales y a los caníbales, de una manera civilizada e inteligente, inmensam ente a tractiva e ingeniosa sin ser vulgar o cruel ni mordaz para los cultos y privilegia dos. Sin necesidad de ayL:da d el vestuario ni del reparto, la excel encia de los cantabl es y la música igualmente ingeniosa hablan por sí mismas y proclaman lo que los jazzistas llaman un sonido nuevo, verdaderamente necesario en las revistas de Londres.

The Member 01 the vVedding.-La pequeña y vali ente adap tación para el t eatro de Carson McCullers The Member 01 the Wedding del r elato difícil, amanerado y cautivador de un adolescente solitar io y obsesionado con un mundo infa ntil trastrocado, mitad fábula y mitad freudi ano, que se desarrolla en el ambiente del sur de los Estados Unidos, ha sido una producción de l a English S tage Company en el Royal CO UTl Thearre . A pesar de la actuación sumamente tierna y conmovedora de la actriz de color Beatrice Reading, esta obra no ha

SVETLAN A B E RIOSOV A

logrado buen éxito. Esto se debe, en parte, a la escenificación m eticulosa y recargada, y tam bién a l error lamentable de no escoger a la intérprete adecuada para el p apel de F. Jasmine Addams, la melancólica niña de doce aúos que decide ·acompañar a su h erlnano y a su esposa cu ando estos se van de luna de miel, e igualmente en parte a que si hay algo que necesita actores indígenas es el testamento personal de los escritores su rcúos de Norteamérica.

MOSCU

La temporada teatral en Moscú. - En este aúo, los teatros de Moscú dedican su a tención principal a la presentación de obra s qu e tratan temas de palpitante actualidad . Las piezas El h ombre jubilado, de A. Sofrónov, y No crees ídolos, de Alegséi Faikó, se refieren a l as dificultades que encu en tra n en su vida los soviéticos y cómo las superan. La obra Una grave herida, de Yu Ch epurin, muestra a sen cill os ciudadanos que, de modo distinto, sufren l as consecuen cias de la guerra pasada. Unos arrastran penalidades morales y otros dolores físico s. El autor ensalza la valentía de estas gentes y sus el evadas calidades humanas: el dominio de S".l propio dolor y la solidaridad con los demás, a los que ayudan a elegir la senda acertada de la vida. Los teatros moscovitas van a estrenar treinta y

PAS DE DEUX, de El Príncipe de las Pagodas, con el Sadler's Wells Ballet.

CInco

obras de autores soviéticos, y se incluirán además en el repertorio las diez mejores piezas de la dramaturgia soviética de los U110S pasados. En cuanto a los clásicos rusos, los teatros han prestado gran atención a la representación de novelas debidamente adaptadas. Los espectadores podrán ver, en el Teatro ele Arte. El zar Fiódor Ioánovich, de Tolstoi, y Nido de hidalgos, de Turguénev; en el Teatro lVlali, El poder de las tinieblas, del citado Tolstoi, y ('Quién está libre de pecados e infortunios? de Ostrovski, y en el Teatro Dramático, El despilfarrador, 'de Leskov. Igualmente, en los escenarios de la capital, se representarán numerosas obras de Dostoievski. En la cartelera del Teatro Ermólova, ha figurado ya la adaptación .escénica de su famosa novela Crimen y castigo, y están en ensayo La aldea Stepánchikovo, en el Teatro Mali; Humillados y ofendidos, en el Teatro de Drama y Comedia; El jugador, en el Teatro Pushkin, y El idiota, en el Vajtángov. Despierta interés la ópera La guerra y la paz, de Serguéi Prokófiev, en el Teatro Stanislavski. Los autores ingleses ocupan un lugar notable en las carteleras de los teatros de ]\fuscú. Gozan de invariable éxito las adaptaciones escénicas de las novelas de Carlos Dickens El

club de Mr. Pickwick y Domby e Hijo, en el Teatro de Arte; La pequeña Dorrit, en el Stanislavski; Oliverio Twist, en el Teatro Central Infantil, y continúa mereciendo el favor del público la comedia Pigmalión, de Bernar d Shaw, que se viene representando desde hace m u chos aúos en el Teatro Mali. Otra pieza del famoso autor irlandés, La profesión de Mrs. Warren, la representan a la vez el Teatro de Sátira y el Teatro Central del Ejército. El Teatro de Arte tiene en su repertorio EsclNlla de murmuraciones, de Sheridan, y Un marido ideal, de Oscar vVilde. Los niúos asisten entusiasmados al Teatro Central de Muñecos para presenciar la adaptación escénica de la novela El libro de las tierras vírgenes, de Kipling.

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ARTES

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FINlJRA DE gobelino en

LA ARTISTA Y

telares de Chiconcuac.

uno de sus hi;os en su taller.

de las artes populares mexicanas cuyas raíces han de buscarse en lo más remoto de la historia, es la textil. Lo s inumerables objetos de cerámica, destinados a servir de contrapeso en los telares primitivos, y que estaban grabados can signos que proba blemente servían como guias para la trama y los colores empleados en ella, han demostrado el alto grado de maestría alcanzado por los diversos pueblos pn:cortesianos en estas artesanías. N A

Actua lm ente, acorraladas por el maquinismo, las artes textiles populares han encontrado refugio en pequei'ias comunidades que producen invariablemente las mismas piezas, degenerando a veces por inercia y falta de nuevas ideas. El Instituto Nacio nal de Bellas Artes, en busca del resurgimiento de las artesanías populares, ha iniciado un movimiento que

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LEONORA CARHINGTON,

notable pintora surrealista, fu logrado hermosas tapicerías con telares indígenas.

tiende a mejorar las técnicas, a difundir el conocimiento de tales artes y a establecer centros que, bajo adecuada dirección, llenen esos propósitos, proyectando, hacia el mismo México el beneficio de estas obras, que habían encontrado su último y vergonzante refugio en las tiendas de Mexican Curios, donde perdían, a grandes pasos, sus características propias en un afán de responder al gusto de una clientela no s:empre id eal. Las Galerías Integrales Chapultepec y los Talleres de Artesanía de la Ciudadela, han sido, en . esta capital, los ensayos piloto pora devolver a la cerá mica , a los laqueados, a la vidriería, a los textiles, y demás artes populares, su antiguo esplendor, y mejorarlas constantemente con la incorporación de nuevas técnicas y elementos plásticos. En la ciudad de J o.lapa, Ver., se está instalando un gran centro de

artesan ía que reunirá a los más experimentados artesanos del país y tendrá maestros traídos del extranjero, para iniciar en gran escala la ensei'ianza, producción y experimentación de las técnicas de estos oficios.

Como un demostración de los inagota bIes alcances de las artesanías mexicanas, cuando son dirigidas e inyectadas con ideas nuevas y esfuerzos ambiciosos, presentamos ahora a una artista cuya obra pictórica ha sido ya consagrnda por la crítica, y que ahora asombra al público con la belleza y la precisión de sus tapices, ejecutados en el humilde telar mexicano: Leonora Carrington. Leonora Carringtcn nQció en Lancashire, Inglaterra, y estudió pintura en Londres, Italia y París. Volvió a Londres bajo la tutela ·de Amidée Ozenfant y la admiración a la obra de Max Ernst. Su s expo-

~ A RTES


LA RECIA Y hábil tradición: el tejedor Rosales.

LA APORTACIÓN

vitalizadora: Leonora Carrington.

MAYO ANTONIO SANCHEZ

. --------------------------siciones en Estados Unidos y en México, son aclamada s por la crítica, que la ubica entre los surrealistas ma s importantes de la pintura contemporánea. Su técnica irreprochable, su colorido original y su extraordinaria fantasía r ivalizan entre sí conjugándose para darnos una artista en toda la difícil extensión de la palabra. Y una artista de esta calidad, no podía ignorar, al radicarse en nuestro país, el inagotable venero de las artes populares, en cuya ejecución nos brinda, junto con toda la deliciosa ingenuidad de nuestros artesanos, la misma raíz fantástica de su propia obra. En Chiconcuac, Estado de M éxico, conoció Leonora a los hermanos Rosales, tejedores indígenas de sarapes, descendientes de una larga línea de tejedores que durante siglos habían ejecutado las mismas piezas, con los mismos diseños geométricos y los mis-

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ARTES

mos colores. La. innegable maestría de los artesanos, sin embargo se encontraba en el callejón, aparentemente sin salida (por el h:íbito heredado durante generaciones ) de haber llegado al límite de las posibilidades de su oficio. Y ahí surgió la idea de Leonora Carrington de trabajar con ellos, renovando los diseños y sugiriendo variantes a la técnica para crear tapiceria, mas no con la técnica europea del gobelino, sino con la misma del telar mexicano. En un principio los hermanos Rosales consideraron imposible realizar figuras que llevaran curvas, ya que sus diseños se basaban en cortes geométricos rectos de la trama, como en los sarapes de Saltillo, pero poco a poco, despertándoles la confianza en SU propia pericia, aumentando la gama de colores empleados y brindándoles los diseños soberbios de la fantasía, ha hecho salir de su modesto telar una serie de fabulo-

sos tapices, en los que campean quimencos g.'ifos, unicornios, toros alados, o figura s zoomorfas de líneas elegantes, finas, estilizadas, que antes eran consideradas imposibles. La incorporación revitalizadora de la fantasía, la orientación de Leonora Carrington y un par de humildes artesanos mexicanos lograron y a revolucionar el trabajo textil de Chiconcuac, al grado de que, en la misma población, los demás tejedores, con timidez al principio, empiezan a mejorar sus productos a imitación de los hermanos Rosales . Al presentar los tapices de Leonora Carrington, actualmente en exhibición ' en una galería de esta capital, admiramos n o únicamente el arte maravilloso que contienen ni la maestría de su ejecución, sino la plena demo's tración de la capacidad de las artesanías mexicanas, cuya resurrección en escala nacional está llevando a cabo elINBA.

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W

de triunfar en el Festival Nacional de Teatro que se efectuó en Puebla en agosto del año pasado, los ~ grupos " Los Comediantes" de Oaxaca y "La Casona" de Mérida lograron el derecho de presentarse en sendas temporadas, en la ciudad de México. La del grupo oaxaqueño fue en la Sala del Seguro Social, del 28 de febrero al 7 de marzo, con la comedia Sufragios de la novel autora Luz María Servín; y la de "La Casona", en el Teatro Pánuco, con L a mujer legitima_ªe Xavier Villaurrutia, del 15 al 22 de marzo. Estas temporada s fueron en rigor el premio único ofrecido por el Instituto Nacional de Bellas Artes y que compartieron por igual ambos grupos, por su sobresaliente calidad entre los diez que de distinta s zonas del país concurrieron al Festival Nacional en Puebla , organizado por la Oficina de Teatro Foráneo. del Departamento de Teatro.

Antonio

.,

Magaña

ESQVIVEL

Los COMEDIANTES Y La Casona triunfaron ell el Festival Nacional de Teatro 1956.

Los COMEDIANTES presentaron obra inédita, en tanto, La Casona, puso a Villaurrutia.

SON LOS

dos grupos más capaces y melar dotados de la provzncza: Oaxaca y Mérida .

RAS

El grupo de Oaxaca mostró la particu laridad de presentar a una nueva autora regional. El jurado que calificó a los grupos participantes en el Festival Nacional - integrado por Carmen Toscano, Rafael Solana y Antonio Magaña Esquivel- , consideró que el propósito de estos festivales es no solamente reconocer el valor artístico de tales grupos sino otorgar un estímulo a la producción dramntica n 2cional , fomentar la aparición de nuevos autores; en consecuencia, juzgó favorablemente el hecho de que " Los Comediantes" hubiesen presentado una obra inédita, Sufragios, cuya calidad no desmerece de las condiciones y requi sitos generales fijados para la calificación del producto escénico en general, y resolvió otorgarle el premio único; pero al mismo tiempo, estimando la excelente calidad de la interpretación de La mujer legítima po.r parte del grupo, y ucateco, "al punto de poner de relieve los verdaderos valores dramáticos de esta obra en forma más destacada aún de lo que lo han hecho l as compañías profesionales que la interpretaron anteriormente" -dice el acta de los jurados- , consideró que el grupo "La Casona " era merecedor de compartir ese premio único y recomendó al INBA que también fuese presentado en la ciudad de México en una breve temporada, al igual que "Los Comediantes". Luz María Serví n es una joven escritora que radica en 0 8xaca hace años, donde se dio a conocer en 1955 con su comedia Los extraños. Esta otra, Sufragios, viene a ser su segunda pro ducción dramática. Muestra, es cierto, algunos defectos de construcción, fáciles de corregir con pequeños cortes que la aligerarían y condensarían, en su mayor brevedad, su manifiesta intenciór. dramática. La autora ensaya el sistema del escenario múltiple, en este caso nada más doble, para desenvolver tres anécdotas que luego se unen a través de un viaje en camión. Se advierte a JO largo de los tres episodios una corriente subterránea de honda humanidad, que habla favorablemente de las dotes de observación y la capacidad dramática de esta joven autora de provincia, que además actúa con meritoria soltura y seguridad en el personaje principal del segundo acto. A la dirección de Jesús Cervantes, que encarna un personaje en el primer acto y otro muy distinto en el tercero, ambos con buena fortuna, habrá que atribuir cierta lentitud en algunos momentos, el ritmo un poco cansado y monótono que a veces produce ligeras caídas de la acción, Es justo destacar la actuación de otros, entre ellos Rebeca González, Jacobo Robles Daría, Luis Humberto Rioja s y Dagoberto Canseco Pérez. La interpretación fue correcta en términos generales, plausible en no pocos momentos. El grupo "La Casona" acaso sea junto con el de "LDs Comediantes" de los más capaces, de los mejor dotados, entre los que funcionan regularmente no sólo en provincia sino aún en la ciudad de México. La mujer legítima aparece en manos del director Alberto Cervera Espejo y de estos jóvenes actores, renovada, renacida. Su realización escénica es la muestra de la mejor inteligencia de la comedia que, pese a sus años -recuérdese: fue estrenada por la compañía de las hermanas Blanch en el Teatro Ideal hace quince años aproximadamente- , conserva actualidad, vigencia dramática, con toda la pasión lúcida y la dialéctica sin retórica que constituyen las dimensiones verdaderas del teatro de Villaurrutia. En Puebla, cuando el Festival, quedó de manifiesto la condición de su principal intérprete, Nancy Peniche de Zubieta . Ahora, en esta temporada del Teatro Pánuco, es Marta LDres

_ARTES


qm en substituye a Nancy y se revela como joven actriz de talento. A su lado brilla María Teresa San sores Pinkus, dueña de su personaje, pese a que en un mom ento, al final del segundo acto, la traicionó la voz. Ambas tienen hermosa figura, su gestiva belleza, natu ral elegancia, soltura de movimien tos. Cer vera Esp ejo, el director, interpreta su persona je con desenfado y prudente calor. Enna Rosa G . Cantón , Felipe León Medina y Nicolás Castro, prin cipalmente, completan este magnífico cu adro de actores y u catecos. Quien es se interesan por la vida de provincia y su s expresion es naturales y estiman que allá están las mejores reservas de M éxico y acaso el asp ecto más represen tativo y caracterizado del sér nacion al, h a brán visto con agr ado estas breves temporadas que el INBA presentó en la Sala del Seguro Social y en el T eatro P á nuco, respectivam ente, com o parte de u na actividad que la Oficina de Teatro Forán eo está realizando en todo el ámbito na cional. El mayor mérito de todo ello radica no solam ente en la circunstan cia de ser un fruto de la cultura de provin cia, sino en su intrín seca condición artística , en su calidad que aparece superior en cierto grado, en los dos grupos, a los que actúan en forma no profesional en la ciudad de M éxico; al m en os, muy dignos de hombrearse con los que aquí trabaj an y desde luego m erecedor es de apoyo, de aplauso, de estímulo. Siendo el primer caso de grupos de provincia que realizan temporada en la capital, sin ningún antecedente qu e pueda servir de término de comparación, Los Com ediantes y L a Casona vienen a ser boton es de muestra del muy firme y t alentoso material human o que hay en provmd a y de la n obleza de esta labor que realiza el INBA.

EL J U RADO estimó que una de las finalidades es impulsar la producción artística nacional.

E N LA provincia están las m ejores reservas de México.

LA INTERPRETACIÓN de La Mujer Legítima por parte de los y ucatecos fue también excelente.

EL M ÉRITO radica en que son fru to y a de la provzncza.


A LAS (jALERIAS INTE(jRALES CHAPULTEPEC CONCURREN 15,000 VISITANTES DOMINICALES - ECUERDO

que cuando hace un aí10 se

inauguraron las Galerías del Bosque )_ OiJ ~ de Chapultepec, una nií1a extremada-

mente graciosa, muy segura de sí misma, salía y entraba entre el público, levantándose sobre la punta de los pies para mejor mirar al Secretario de Educación, que presidía la ceremonia. Intuy endo el ambiente de libertad que allí tendrían todos los visitantes, asomando sus ojos limpios y hermosos por todos los rincones, con preocupación llena de indudable curiosidad, su presencia llamó la atención de muchos de los asistentes, entre otros el Director dd INBA, don Miguel Alvarez Acosta, porque encarnaba, sin duda alguna, algo simbólico de lo que iban a ser las Galerías, del interés que despertarían en los seres sencillos, pero sin embargo con suficiente inquietud para asomar a los salones que han expuesto obras de arte desde el día en que se abrier on sus puertas. No sé si la nií1a de la primera vez h a regresado a las Galerías, pero lo que me parece

perfectamente claro es que desde aquel entonces se han cumplido los propósitos iniciales: cientos de miles de habitantes de nuestra ciudad, sobre todo los humildes, }jan cruzado ese pórtico que les ha permitido disfrutar de un paréntesis de plástica, de música . de teatro, de arte mexicano; y muchos de ellos se han arraigado durante lapsos más largos que el de una simple visita, para aprender algunos de los muchos misterios que la elaboración de la obra de arte encierra. Quizá el éxito más grande que registran las Galerías del Bosque de Chapultepec es que no hay un solo visitante que no haya encontrado frases amables y de estímulo por parte de todos los que allí trabajan, para que quien se asoma, lleno acaso de indecisiones, al ver la invitación cordial, entre sin inhibiciones y prepare insensiblemente su espíritu, distante al principio, por la dureza de la vida, a gozar el deleite libertador de la obra de arte, que inquieta y limpia el interior de los espíritus con la claridad de las líneas o el maravilloso lujo de los colores. Una tradición de amabilidad y de grata contemplación, sin premuras, aclarando en lo posible con mucha sencillez el valor de las obras que se exponen, permite los sorprendentes llenos dominicales de las Galerías. Se ha llegado a registrar una asistencia de quince mil visitantes en los mejores días, esos llenos de sol que son regalo para nuestro pueblo humilde y para sus hijos. Pero ha ocurrido otro fenómeno, enérgica réplica a los criterios escépticos, de aquellos encerrados en limitadas concepciones de salón: conforme se ha consolidado el mérito popular de las Galerías, ha crecido también su importancia como establecimiento para los verdaderos éxitos artísticos; quienes creyer On que iba a ser al contrario, quienes al comenzarse los trabajos preveían una misión limitada de ese centro Con la preocupación de que precisamente su popularidad sería en mengua de los prestigios, han visto con sorpresa que por el contrario ahora ya no sólo un insuperable ambiente popular es el seí10r de las Galerías, sino que grupos de nuevos pintores van a percibir con regularidad el contacto de ese entusiasmo, y el impacto ha sido tan decisivo que el nú mero de solicitudes y los esfuerzos por encontrar sitio

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en las salas del Bosque, aumentan en cantidad y categoría de las firmas. Sin pretender agotar la lista de las exposiciones que durante el aí10 anterior se han realizado en las Galerías, podemos mencionar como las que se nos vienen primero a la mente las siguientes: los salones pennanentes de arte helenístico y de arte precortesiano, que duraron todo el aí10 y que serán sustituidos en el actual por otros de igual importancia; la exposición simultánea de los dos centros docentes de arte más importantes en nuestro país, las escuelas de San Carlos o de Artes Plásticas de la Universidad y su hermana reciente, la de pintura y escultura de La Esmeralda, de la Secretaría de Educación, al cuidado directo del INB.A.. Como exposición de un maestro de la pintura de nuestro país, se tuvo la del Dr. Atl, relativa al Parícutin y, después, un poco en contraste, las de los valores nuevos como Armando Anguia no, María Luisa Robles, Roberto Baltazar, José Jayme, Samuel Menache, Abel Gómez Meza, JuventÍ no Rosas Juárez, Dr. Enrique G. Ostos - Torreón- , Margarita Weihmann y otros. La provincia, siempre tendrá la oportunidad de dar a conocer sus labores en las Galerías de Chapultepec, lo que se empezó a hacer seleccionando los trabajos que de Sonora fueron enviados para integrar un conjunto que se mostró al público con el debido decoro. Recientemente, fueron expuestos los trabajos de las escuelas de Tula, Amecameca, San Luis Potosí, Ciudad el l\1ante, Veracruz. Orlzaba y Córdoba, que, además de mostrar una labor específica del INBA, son expresiones de arte que revisten interés especial para nuestro público. Merecen mención especial, por el aplauso que provocaron, por las lecciones de e)las proveniente~, por su significado intrínseco, cuatro grandes expOSIciones de conjunto: Cuatro mil años de arquitectura mexicana, realización de la Sociedad Mexicana de Arquitectos; Arquitectura contemporánea en los Estados Unidos, aportación de The Museum of Modern Art, de Nueva York; El grabado europeo del siglo XV al siglo XIX, colección valiosísima propiedad de la Universidad de México desde los días en que Car-' los III la cedió a la Academia de su nombre, que por trámites personales de quien esto escribe fue facilitada a intervención del Dr. Efrén del Pozo, Secretario General de la UNAM, a las Galerías, y La caricatura en la Revolución Mexicana, que el Patronato de la Historia de Sonora y personalmente el director de su investigación, Lic. Manuel González Ramírez, pusieron a nuestra disposición. Muchos artículos de especialistas y una excelente reacción del público son los testimonios de cómo la buena obra de arte logra indudable éxito y asentimiento comprensivo y general. A estas cuatro exposiciones, realizadas con material ajeno al INBA, debe agregarse una más, la del Paisaje mexicano del siglo XIX, que con algunas obras muy seleccionadas de las colecciones del Instituto estuvo también a la vista del público, suscitando los laudables comentarios que siempre provoca y educando el gusto de los visitantes. Al principio de esta nota, se hizo referencia a aquellos que, una vez tomado contacto con las Ga -

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LVI S

I S L A S

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(jARCIA

lerías, habían unido una parte de sus entusiasmos a la vida misma de esta institución, arraigándose en el estudio de la elaboración de la obra de arte. Con ese ~rupo, alfL'cionado por maestros de verdadera vocación, se ha integrado el taller dominical que cueNta en la actualidad con cerca de un centenar de alumnos, habiendo superado las solicitudes en mucho el cupo de la posible docencia . Estos cien alumnos con ejemplar puntualidad asisten semana a semana, y los trabajos que su esfuerzo ha logrado merecieron, en primer lugar, una exhibición inicial con el nombre de Cuatro meses de labor artística y ahora figuran otras obras nuevas en la exposición conjunta de los dIversos centros docentes del INBA. El conjunto a que nos referimos está constituído por artesanos, profesi.onistas, damas y juveniles aficionados a las artes plásticas, que dedican los fines de semana, bajo la dirección de sus maestros, y otros días ademá s, adelantando en el camino por éstos seí1alado, a la práctica de la obra de arte en diversas técnicas, desde la crayola hasta el temple, la é1cuarela y el óleo. También se ha organizado un grupo para quienes se interesen por el estudio del grabado, y hay un pequeí10 taller de modelado, todos con una asistencia regular y perfectamente registrada. Completan estos cursos los de artesariías -lacas, teiido y cerámicaque ya han formado un buen grupo de aprendices hasta darles la categoría que podríamos llamar de oficiales en tan nobles disciplinas. En torno a los magníficos maestros artesanos que imparten los conocimientos, se agrupan verdaderos y fraternales talleres unidos por el mismo interés de habilidad técnica. Creo que debe hacerse una mención especial de la continuidad de trabajo de las Galerías del Bosque de Chapultepec; considerando su gran contenido social, ninguno de los lapsos considerados como de vacaciones han cerrado sus puertas, suspendiéndose las visitas sólo los días de cambio de exposiciones. El personal que materialmente atiende los servicios merece por este concepto un cumplido elogio, que desde luego las autoridades del INBA han sido las primeras en prodigar; todos los que allí nos hemos reunido para trabajar tenemos renoviloas emociones cuando vemos la respuesta que el público expresa ante este esfuerzo de la Secretaría de Educación. No debemos dejar sin comentario la labor de la prensa en auxilio de esta obra de divulgación y de educación. Tanto en el campo de lils informaciones como en el de la crítica, se ha contado con la colaboración de todos los órganos informativos; en el campo de la crítica, creo personalmente que tanto los juicios favorables como los adversos han sido obiet.ivos. v agradezco de veras ambos, ya que con ellos la calidad del material que allí se exhibe podrá ser meiorada, implicando esto un beneficio colectivo aue redunda en prestigio de las autoridades del INBA y de nuestro Gobierno. Para terminar, diré que las presentes líneas no aflOtan la descriución de las la bares de las Galerías del Bosque de Chapultepec, sino que sólo abarcan el campo de las artes plásticas. Los espectáculos musi cales, los de teatro que semanqriamente se celebran , la interesantísima labor del TaPer Infantil de artes plásticas; todo esto wn otros tanto s capítulos ene integran el conjunto de lo que se est6 realizando.

_ARTES


TODAS LAS

clases sociales de nuestra ciudad han cruzado este pórtico para admirar a los artistas de México y del mundo.

ALGUNOS MIEMBROS de una corporaClOn religiosa atienden el llamado de una propagación laica.

LA CLASE media aprovecha en mayor grado el ambiente del Bosque de Chapultepec para visitar sus bellas galerías artísticas.


PINTURA y

TAMBIÉN ELLOS aprenden y

SOLDADOS, EMPLEADOS

música, teatro y danza, siempre ante un público ávido y dichoso de estar ahí.

se interesan. Y más que nadie

públicos, damas encopetadas. Tod()s

Los N IÑOS ríen felices en las representaciones dominicales de las Galerías de l Bosque . . .

ASPECTO DE

la asistencia de los ciudadanos al múltiple espectáculo diario que se ofrece.


L AS G ALERÍAS

Integrales Chapultepec han ,presentado un l1úm?rQ v?rrlClderClmente extraordinario de exposiciones de todos tipos, y szempre interesante.l . ..... " . -

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LA SALA Nuevas Generaciones es muy importante.

JESÚS SILVA da

una clase de tejidos mexicanos.

EL MAESTRO Alfredo Bailón Romero en su clase de la cas, en las Galerías Chapultepec.

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PESCADORES EN UN LAGO - dibujo realizado en un viaje a China. BARCAS - dibujo

hecho en Francia por T adeusz Kuliszewicz.

arte polaco del grabado constituía, fuera de Polonia, capítulo especial, cuando Wladyslaw Skoczylas presentó en Londres, en 1920, la primera exposición de graba~os de los artistas polacos. Ese concepto había cristalizado ya por la obra d~l mIsmo Wladyslaw Skoczylas (1883-1939). Vinculándose al grabado popular po~aco de . los sIglos XV a XVIII, este artista desarrolló a fines del siglo pasado un nuevo estllo naclOnal del grabado en madera. Al mismo tiempo la litografía polaca era elevada P?r ~eon Wyczolkowski ( 1852-1936) a su más alta perfección, mientras que 'Josef Pankle.wIcz (nacIdo en 1866) ayudaba, partiendo del impresionismo, a la creación de un nuevo estIlo del aguafuerte. Principalmente bajo la influencia de estos tres destacados representantes formóse en el curso de la primera mitad de nuestro siglo un arte polaco del grabado de bien definido carácter nacional y alto nivel artístico. Entre los artistas que hoy sostienen de manera excelente ese alto prestigio del grabado polaco, y que lo hacen progresar, figura Tadeusz Kulisiewicz, de 58 años de edad. Nacido en 1899 en Kalisz, e hijo de un cerrajero, al terminar la educación preparatoria Kulisiewicz emprendió los cursos de la Academia de Arte de Varsovia. Empezó a estudiar con el pintor Milosz Kotarbinski (nacido en 1895 ), pero pronto se convirtió en alumno de Wladislaw Skoczylas, cuyos grabados en madera influyeron profundamente la obra gráfica de Kulisiewicz, tanto en los temas como en la forma . Aprovechando la riqueza de motivos de los antiguos grabados en madera polacos, Skoczylas no solamente seguía su forma decorativa folklórica sino que vinculaba íntimamente su arte a la presentación de asuntos costumbristas y de la vida del pueblo. Le placía descubrir la vieja belleza de las ciudades polacas, de los paisajes polacos y sus características populares, y se sentía especialmente atraído por la vida de los montañes<)s de los Altos Tatras y por su cultura popular. Ese amor por el pueblo montañés se transmitió a su alumno Kulisiewicz, quien desde 1926 casi cada añ~ pasaba varios meses en la aldea montañesa de los Gorale, Szlembark, y en sus alrededores, consagrado al trabajo artístico. Szlembark y sus contornos, con sus habitantes, constituyeron durante diez años el más fértil terreno para la obra artística de Kulisiewicz. De las observaciones y la vida en común con aquellas gentes no tardó Kulisiewicz en descubrir más cosas -y más variadas- que su maestro Skoczylas cuyas interpretaciones de los campesinos y de la vida del campo tenían siempre, a pesar de la maestría del artista, el tono de romántica melancolía que durante siglos caracterizó al arte polaco. Kulisiewicz, en cambio, supo ver en su plena realidad los problemas y conflictos sociales de su tiempo. Supo observar cómo gravitaban esos problemas y conflictos sobre la vida cotidiana, arruinando a la gente, y los exhibió implacablemente. Grabó en madera siluetas de mujeres de cara endurecida y manos huesudas y deformadas por el trabajo, de muchachas de grandes ojos llenos de tristeza y angustia, de niños de escuálidos miembros y cuerpos macilentos. Kulisiewicz mostraba a los hombres oprimidos enton ces por las condiciones sociales imperantes en las miseras aldeas montañesas. Sus impresiones y estudios de 1930 a 1936 se expresaron en una serie de grabados en madera: Szlembark, Bakowka, Metody y Aldea de Goree, que son de los más conmovedores testimonios del atraso social de la Polonia de aquellos años. Además de su trabajO en los ciclos de grabado en madera, Kulisiewicz se dedicó en los años 30 al dibujo de retratos Con estos dibujos precisamente, se abre el segundo período de la creación de Kulisiewicz que todavía se caracteriza por una constante inclinación a los temas actuales, por una activa participación en las cuestiones palpitantes del momento. En ese poríodo se alejó del grabado en madera para adueñarse de otros medios de expresión artística que le pennitieron un trabajo más rápido: del lápiz, de la pluma y del pincel. Desde entonces se limita a expresar por medio del dibujo. Su impresión directa y su trazo es cada día más claro y sencillo. Toda su atención se enfoca a captar lo esencial; su finalidad es el directo realismo, en el sentido de una síntesis de impresiones psicológicas y ópticas. , Kulisiewicz ha sido siempre muy aficionado a Jos viajes. Por los años 30 hizo viajes de estudio a Bélgica, a Francia y a Italia. Dibujó muchos paisajes y enriqueció con diversas formas su conocimiento del grabado. Sus paisajes se hicieron más libres y seguros, su trazo más firme y flúido. Especialmente sus estudios de paisajes italianos están bañados de L

MUJERES EN EL CAMPO - grabado

del gran artista discípulo de SKOCZYLAS .

EN LA India dibujó al aguatinta esta Carreta con mujeres.

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ARTES


MAE STROS DE L A

PLAS T ICA M EX ICA NA

Raú l

V l l l A S EJ'J OR

.,-----------------------tantos otros exponentes d e la expresión plástica, Igna cio AgUlrre hinca sus raíces formadoras en ámbitos de esa por ción de México que es Un semillero fecundo de escritores y a r tistas: el Estado de J alisco. Nació en el antiguo min eral de San Sebastián , qu e se Ubica en las anfractuosidades de la imponente Sierra Madre Occidental, el 31 de julio de 1 900. Sus disposicion es p ara el cultivo del color y la form a era n pa tentes d~sde los a ños en que cursaba la enseñ anza primaria en su pueblo n atal. En su s p rimer as obras - h echas sin dirección alguna y sin otra orientación que la de su impulso- plasm a las figuras de los h éroes n acionales y ellas se u tilizan p ara los actos cívicos que organizaban los esta blecimientos educativos en qu e ,estudiaba. A muy tempra na edad, ingresa a las fu erzas con stitucion alistas, con las oCuales milIta en tr e los años de 1 9 1 5 y 1 9 17 . Al ser licenciado, ostenta el g rado de ten iente y va a traba jar en el miner al de Ampar o, Jal. , como seleccion a dor de m eta les primero y lu ego como en car gado de la tien da de r aya .de la empresa, per o inconforme con esta situación, se reincor pora a las fu er zas m ilitares que comandaba el gen eral A lvar o Obregón. En los prim eros años de la década de los veinte, vive ya en la ciudad de México pero la complejidad de sus ocupacion es le impide asistir a ningú n c en tro de enseñanza . A l iniciarse el auge del movimiento pictórico m exican o q u e desemboca en el muralismo, Ignacio Aguirr e se entusiasm a a nte la obra d e los m aestros primigenios y con en señan zas tomadas del ejemplo vivo, se a utoen tren a y de h ech o, a los veintitrés o veinticu atro añ os de edad, se inicia e n el profesionalism o pictórico. En el año de 1928 , junto con los pintores Manuel Rodríguez Lozano y J nlio Castellanos, se incor pora al grupo teatral U lises, en el cual Se reúne destacado gru po de intelectuales. P osteriormente, pa rticipa en la or ga nizaóón de la LEAR, 19 3 7 , Y luego fund a con otros m aestros plásticos el Taller d e Gráfica Popular, al cual se en cu entra adscrito h asta la fech a. En su producción - que comprende el graba do .Y la pin tu ra- Ignacio A guirre está abiertamente afiliado al r ealism o p oético que tipifi ca a la e~ cuela pictórica mexicana contemporánea. Huye del pin toresquismo barato, y su obra - de limpios tra zos y discreta coloración en qu e el estilo es sen cillo y sin complica ciones- se en cu entra al alcan ce de los m uch os a qu ien es destin a .su trabaj o. Ha h echo mura les; el prim er o se en contraba en la Biblioteca de la Es,cu ela Militar de Aviación, pero desapareció al derruirse el local de I3albuen a. Otro está en la escu ela prim aria de Ata rasquillo, E do. de Méxi co, la cual decor ó en ccm pañía de P a blo O'Higgins . U n o m ás , en la cas::! p articular .de l as calles de T emístocles y Campos Elíseos, la cual lo ostenta h aCla el exten or y a la in tem perie. . Much as son su s exposicion es in dividuales en esta ciudad. Cada des aile:; y entre 1 940 y 1948, se presentó ep diversas .salas ~eoyorquin as. E~ 1 942 , se exh:'bieron obras suy as en Washll1gton , y htogra h as, gra bad <?s y pll1tura s 'qu e él h 3 ejecutado h an for m ado pa r te de las colecc:on es eX ~lbl cla s en todos los paí ~ es q:Je h an recor r ido ln s exposicion es plásticas m ex:can as: Fran Cla, Inglaterra, Su ecia, Alem ania, Checoslov:aquia, ~o lonia , .URSS, Bulgaria, H ungría , Rumania, Italia, Yugosla via, IndIa, Japon y Chll1a, en alguna d~ las cuales estuvo per son alm ente con el m aterial integrado por el Frente NacLOna l de Artes Plásticas, del cu al forma pa rte activa . Es m aestro de la escu ela de La Esmeralda - pintu ra mural- y . de .escu elas vocacion ales y nocturnas de arte. O MO

l L UST RAC IÓN PA RA El Círcu lo de Yeso de Bertold Brecht.

sol y alegría. Aunq ue solamente tenemos a la vista dibu jos a p luma, raras veces sombreados, se siente en ellos el a rdor y los colores del sur, el profu nd o a zul del cielo de Ita lia. En 1937, cuando K uli siewicz d ibu jaba las soleadas ciudades, los puertos

y pai sa jes de I tali a, no sospech aba segu.rament e q u e arIOs después se encono traría an t e lu ga res de h orror en su patri a polaca. E n 1945 va gaba por l a des· t ruid a capital de P oloni a, en cuyas call es se habí a extingui do toda vida . Captó € n gran número de dibu jos su faz des trozada , y r eunió esos testim onios de la tcági ca luch a y la h e roica caída en u n a carpeta titulad a V arsovia 194.5 , con · s ide r ado con justa razón como la " pin tu ra h eroica" de la suerte de esa ciudad y de sus gen tes en el tér mino infe rna l de la gu erra . Si ya entonces l a mano de K ulisiewicz había sid o gobernada , cada vez c on m ayor convicc ión, por los idea les h L:m an itarios y sociales y por las ten · den cias de su tiempo, la l uch a y la victoria sobre la tr á gica suer te de su tierra, la ren ovación socia lista de la vida y el asegu ram iento de l a paz ]e seilalaro n todavía con mayor cla r idad sus ta reas art ísticas de pa triota y de homb re socialm ente sensible. H oja por hoja, sus dibujos m u estran los aconte· cim ientos más import an tes de los últimos años y los problemas gen era les de la humanidad q ue d eben resolver se. L os ciclos d e K ulisiewicz no son únicamen te el resultado de su e xp er ien· cia política y litera ri a. Com o en sus a n teriores v ia jes, t ambi én en los ú ltimos a ñ os hizo r ecorridos de estudio, tom an do apuntes en los lu gares visitados. En 1949 visitó nuevam e nte Fra ncia y H olanda. A prin cipios de 1950 emprendió un prolongado v ia je de estudio por la República Checoslovaca . En el otoño de 1952 est uvo en la nueva Chin a como mi embro de u n a dele gación c ul tura l p olaca . P ero siemp re, h asta los últimos aflos, h a vuel to a Szlembark para cer cior arse d el feli z cam bio en la vida de los campesin os de su pa tr ia, y para sacar de esa comprobación nuevo vigor para su obra. L a im portancia intern acion al de Kulisiewi cz com o artista ha sido señalada también por los numerosos p remios y triunfos logrados en el extran· jera, especialmente en la Biena l de V en ecia.

V ARSOVIA 1945,

dramática obra de Tadeusz J{ulisiewicz.

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BELLA Salv ador

MORENO

-----------------------------1. terreno del arte no hubiera muchas razones para venir a Cataluña, bastana tan sólo oir y ver bailar la sardana. Escuchar una música, ver una danza de cualquier pueblo de la tierra en su propio ambiente, en su propia naturalidad es, claro está, una experiencia defimtiva en cuanto a satisfacción de un gusto, de una curiosidad. En el caso de la sardana, se trata de algo más trascendente. Es posible que esta danza, como danza de rueda o cadena, pueda tener hermanas mayores y menores, con significado y belleza parecidos, pero su superioridad consiste no sólo en el hecho de existir, fiel a una condición primaria en el centro de un pueblo culto, sino en su extraordinaria calidad musical. Domingo a domingo y en toda ocasión festiva , medio Barcelona danza la sardana en plazas, calles y jardínes. En la Plaza de San Jaime, la multitud se desborda hacia las calles contiguas. Cientos de golondrinas vuelan y revuelan sin apenas salirse del cielo de la plaza, mientras las palomas ci udadanas se acomodan entre cornisas y esculturas, llenándolas de esos despojos blanquecinos que les dan un aspecto de nevado sucio. El sol desaparece lentamente y el farolero, sin apenas ser visto, va encendiendo una a una las farolas de gas. Los músicos, sentados en lo a lto, sujetas las particellas al instrumento con pinzas de tender la ropa, tocan María de les trenes, Juny, El cavaller enamorat , etc., como lo anuncia la pizarra junto a ellos, y donde también se ven los nombres de los autores: Garreta, Serra, Manen, Toldrá, Viladesau, Morera. El maravilloso conjunto instrumental suena con sonido pastoril, agudo, melancólico, brillante, Cogidos de las manos serios y cordiales, hombres y mujeres forman los círculos y marcan los punts, atentos a las indicaciones de quien lleva la cu enta de los compases; porque no se trata del danza r despreocupado y libre de otra danzas, sino de algo más elaborado, secreto y simpl e. La sardana es como un ánfora y logra su belleza por medio de sus propios contornos, por medio de su propia contención. Como un agua quieta, presa por el círculo del pozo, los danzantes apenas se mueven. La sardana, como un pulso, una respiración, se a gita un poco y vuelve en seguida a su serenidad temblorosa y rítmica, a su exaltada melancolía, a su alegría antigua , a su fondo palpitante. El gran poeta Maragall comienza así su famoso poema :

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LA SARDAN A

posee una maravillosa calidad musical.

MEDIO BARCELONA

baila en todas partes la sardana.

l~n el

La sardana es la danza más bella de tote< les danses que es fan i es desfan

El orígen de la sardana se supone griego. Homero, en La /liada, parece referirse a ella, y ciertos documentos la nombran como danza pagana de adoración al sol. La primiti .... a sardana constaba de veinticuatro compases, equivalentes al número de las horas del dia , y simbolizaba en su primera parte, de carácter reposado, la noche, y en la segunda, de carácter ale gre y vivo, el sol, triunfante d e las tinieblas. No se puede decir que la sardana haya evolucionado, pero sí que ha pasado por momentos difíciles, influenciada por los gustos de otras épocas, hasta que el músico popular Pep Ventura, hace justamente cien años, la instauró, dejándola tal como la conocemos ahora. Ventura, sin alterar la naturaleza de la sardana, amplió las dimensiones de la música y aumentó el conjunto instrumental. Este conjunto, llamado cobla, no puede ser más extra ordinario como sonoridad expresiva, y ha sido motivo de admiración de cuantos músicos ilustres lo han escuchado. Las coblas llevan casi siempre el nombre de la región o ciudad a q..le pertenecen: Barcelona, Llobregat, Canigó, Badalona, etc., siendo una de los mejores la Principal de la Bisbal, que recientemente fue a Prades para rendir homenaj e a Pablo Casals, autor él mismo de bellas sardanas. La cobla está formada por once músicos, que tocan instrumentos en su mayoría de origen pastoril , pero ya muy evoiucionados. El ¡labiol y el tamboril son los primeros en sonar. El flabiol es aproximadamente una flauta picola. El tiple es parecido al clarinete, pero con boquilla de doble lengüeta como el oboe, de sonido más áspero. Se utilizan dos, al igual que la tenora, que es de mayor tamaño y con la campana o pabellón de metal. Vienen después, dos cornetines de pistones, dos fiscornos , equivalentes a los bugles, un trombón de pistones y un contrabajo. El entusiasmo por la sardana es tan grande en toda Cataluña que se editan semanalmente algunas revistas para informar de las actividades llamadas sardanÍsticas. Constantemente, se organizan concursos para premiar las mejores collas, como se denomina a los conjuntos que danzan las sardanas con especial cuidado. Los concursantes, además de vestirse en esas ocasiones con el traje típico catalán o simplemente con fajas de diversos colores según la colla a que pertenezcan, se distinguen por los nombres con que ellos mismos se bautizan Crits de Cataluña, Rosa Diabril, etc. Se inicia la competencia con una sardana llamada revessa, es decir, enrevesado, con el fin de confundir en la cuenta de los compases a los concursantes, aunque siempre hay quienes aciertan. Continúan dos sardanas de lucimiento para dar tiempo al jurado de observar a los participantes, y finaliza el certamen con otra llamada de hermandad, en la qu e participan todos formando una rueda inmensa. El atractivo de la sardana no es solamente popular. Las audiciones de sardanas de concierto, no sólo instrumentales sino también vocales, demuestran la flexibilidad extraordinaria de esta danza, que sin perder el encanto de su origen litúrgico-mágico permite a los compositores volcar su imaginación y sus conocimentos. Se escriben sardanas para dos y tres coblas, que tocan conjuntamente. El contrapunto más atrevido, la armonía más disonante, los efectos rítmicos más complejos, todo lo resiste la sardana. El maravilloso conjunto instrumental es quizás el más atractivo de cuantos jamás hayamos escuchado. Se comprenderá por qué hemos dicho al principio de estas anotaciones que si no hubiera en el terreno del arte muchas razones para venir a Cataluña, bastaría tan sólo oir y ver.la danza más bella.

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ARTES


DE LA REFORMA ~

- onQs las verdades que la humanidad ha alcan-

zado, aun las puras y consoladoras del cristia .; nismo, no se han difundido sino a través de escollos y dificultades mil, ocasionadas ya sea por la ignorancia o la preocupación de unos, ya por la malicia y el odio de otros, ya por la tendencia natural que to dos tenemos de rechazar aquello que viene a chocar contra los hábitos adquiridos. La libertad de conciencia, don precioso que el hombre recibió del Ser Supremo y sin el cual no existirían ni la virtud, ni el vicio, es un principio incontrovertible que la comisión no podía desconocer. El Redentor del mundo no sólo no prohibió al hombre la libertad de conciencia, sino que a ella apeló para fundar su doctrina; fue la predicación, fue la persuación el medio que empleó para difundir la nueva ley, la ley de gracia, y no podía hacer de otro modo el que decía por primer precepto: "Amaos los unos a los otros" . ¿Qué prueba de amor a sus semejantes da el hombre que propone tiranizar la conciencia de los otros hombres? Señor: el exclusivismo, la intolerancia religiosa, constituyen un crimen de lesa divinidad, son los últimos alaridos de ese fanatismo impío que creyó servir a Dios por medio de las hogueras, del tormento, de todas las horribles escenas que caracterizaban al tribunal sanguinario que, blasfemando y escarneciendo la pura religión del Hombre Dios, tuvo la audacia de llamarse Santo. La libertad de conciencia es, pues, un principio que bajo ningún aspecto puede ser atacado legítimamente, y la libertad de cultos, consecuencia forzosa de ese mismo principio, no puede negarse sin negar aquél. La guerra que se inició en el país desde 1810 y todas las posteriores que han tenido lugar han reconocido un solo y único origen, han tenido un solo y único fin. El origen único ha sido la opresión, el yugo del despotismo, el fin ha sido la libertad. En todos los pasos que los mexicanos han dado para emanciparse del despotismo, los defensores de éste han querido hacer aparecer a los amigos de la libertad como enemigos de la religión, como herejes, como impíos. Recuérdese que cuando el benemérito cura de Dolores proclamó la Independencia, fue inmediatamente combatido con los gritos destemplados de enemigo de la religión, fue juzgado y condenado por el Santo Tribunal de la Inquisición. La Independencia se realizó a través de la sangre derramada, de las excomuniones fulminadas, de los anatemas lanzados, de las calumnias inventadas por los que se decían defensores de la religión y sólo eran sostenedores de una tiranía tan bárbara como estúpida, pero de la cual obtenían riquezas, honores y goces de todas clases. Cada vez que la libertad se hace paso por entre las

tinieblas del VIeJO sistema, los hombres del retroceso, los explotadores de la humanidad, los conservadores de los abusos, gritan ¡impiedad! ¡ataque a la religión! porque creen que de este modo impedirán que la verdad se difunda y la reforma se ejecute. Conocida es, pues, señor, la táctica de los sostenedores de los abusos, y no son sus gritos destemplados los que habrán de detener la majestuosa marcha de las ideas democráticas. Se nos dice, señor, que, existiendo en México la unidad religiosa, debemos conservarla a toda costa porque es el único lazo que sostiene nuestra nacionalidad, porque sin la unidad religiosa el país va a perderse. Seño~, yo soy, como el que más, partidario de la unidad religiosa, como soy partidario de la unidad de la humanidad bajo todos sus aspectos. ¿Pero dónde se busca esa unidad? Si se trata de la unidad que resulta de la conformidad de creencias, esa unidad existe por sí sola, esa unidad es legítima y se sostiene con la ley, sin la ley, y a pesar de la ley. Pero, si se quiere que la unidad religiosa sea el resultado de la coacción, de la violencia que el poder ejerce sobre la conciencia del hombre, esa unidad, señor, es una mentira; es la unidad que tienen los que están reunidos en el recinto de una prisión, es la unidad forzada y no voluntaria, y la unidad religiosa debe buscarse en la unidad de fe, en la unidad de creencias, y la fe y las creencias religiosas son, no el resultado del precepto del legislador, sino de la expresión más pura del sentimiento; la fe no se impone, la fe germina en nuestro corazón y se desprende y eleva como el aroma delicado del cáliz de una flor para ir a depositarse en el seno de Dios. La unidad religiosa impuesta por la ley sería, pues, no sólo un absurdo, sería además un crimen que, en vez de mantener el sentimiento religioso, lo aniquilaría como se aniquilan todos los sentimientos desde que se los quiere someter a la coacción. ¡Qué hay de común entre las prácticas superstlcIOsas, entre los restos de idolatría de nuestros indígenas y las prácticas de los verdaderos cAtólicos? ¡y cuáles son los puntos de contacto que estas dos diferentes clases tienen con las que ni unas ni otras ejecutan? ¿Y se puede decir que hay unidad religiosa en México, cuando, por lo menos, podemos dividir su población en estas tres grandes secciones: idólatras, católicos e indiferentes ? La única unidad que ha existido en México no es la del sentiIniento religioso, es la de la hipocresía. En IVJ¿xico. puestro ,-ulto CAtólico es tal Que, si Jesucristo volviese al mundo. tendría que repetir aquí la memorable escena del templo de Jerusalén . JOSE MARIA MA T A. --Discur~o Sohre la Libertad de Conciencia


. ~a con~t~tución jesuítica estA ya juzgada por publICIstas crItIcas, y su testimoniu de admiración por la previsión política de Loyola es al mismo tiempo la reprobación solemne e intachable del espíritu de la Orden que anda amalgamando con sacrílega unión los intereses sacrosantos de la religión can los bienes perecederos de la tierra; que extiende tupida red sobre el mundo y encierra la inteligencia y el genio lo mismo que el poder y las armas bajo una obediencia misteriosa y ,d espótica ; que alienta el fanatismo y lo llama en su socorro ; Que educa a la juventud y la lleva por sus caminos extraviados: El jesuita antes de tener patria tiene a su Orden, y ante las exigencias de ésta, desaparecen los derechos de aquélla. Piérdase México, diría un jesuita compatriota, domínenos la España católica o la pontificia Italia, pero aumente el decoro, el poder y la influencia de la Orden. ' . Más de una vez la historia, señor, prueba con hechos estas consecuencias que el raciocinio solo deduce de aquella constitución. Elemento es éste de inmenso poder, pero de prost ituído y viciado origen, y ese elemento ha hecho bambolear los tronos. Extinguir en los jóvenes el amor por los que no profesan su culto, hacerlos extranjeros en su patria, sembrar la cizaña entre las familias . . . dividir al hijo del padre, a la esposa del esposo, ¿es cumplir la voluntad de Dios? La tolerancia religiosa , que eS un dogma de los liberales, exige que nadie sea molestado por sus opiniones ni por su culto. Si nuestros enemigos nos llaman inconsecuentes,

aceptemos ese insulto con tal que la historia que nos juzga y el mundo que nos mira nos digan previsores y prudentes. No necesitamos más pastores espirituales, y , si fueren precisos, bastantes órdenes monásticas hay en I\1é xico, además del clero secular, que puedan s~ ­ tisfacer las necesidades de los fieles . Yo, señor, qUe amo la libertad y que quiero que su benéfico influjo se sienta en todas las instituciones sociales, así como el calor del sol se siente y reanima a toda la naturaleza, profeso el dogma de la libertad de la enseñanza, pero no quiero que a la sombra de ese dogma se enseñen doctrinas anárquicas y disolventes, hostiles a la tranquilidad y al porvenir de los pueblos. IGNACIO L. VALLARTA. - Discurso Sobre los Jesuitas .

He tenido siempre por sistema de conducta decir la verdad ingenuamente, y no prescindiría de mi principio cuando se trata de los más graves intereses de la República y cuando mi conciencia me dice cu ál es mi deber. Uno de los vicios m ás arraigados y profundos de que adolece nuestro país, y que debiera merecer una a tención exclusiva de sus legisladores cuando se trat a de su Código fundamenta l, consiste en la monstruosa división de la propiedad terr itorial. Mientras que p oces individuos están en posesión de inmenses e incultos terrenos, que podrí an dar subsistencia par 3 much os millones de h ombres, un pueblo nume-

roso, crecida mayoría de ciudadanos, gime en la má s horrenda pobreza, sin propiedad, sin hogar, sin industria ni trabajo. Ese pueblo no puede ser libre ni republicano, y mucho menos venturoso, por más que cien constituciones y millares de leyes proclamen ~erechos abstractos, teoría s bellísimas pero impractIcables, en consecuencia del absurdo sistema económico de la sociedad. Son injustos y contrarios a la naturaleza del hombre todos los obstáculos que, como un derecho, se han opuesto a la igualdad y a la libertad. ¿Hemos de practicar un gobierno popular y hemos de tener un pueblo hambriento, desnudo y miserable? ¿Hemos de proclamar la igualdad y los derechos del hombre, y dejamos a la clase más numerosa, a la mayoría de los que forman la nación, en peores condiciones que los ilotas o los parias? ¿Hemos de condenar y aborrecer con palabras la esclavitud, y, entre tanto, la situación del mayor número de nuestros conciudadanos es mucho más infeliz que la de los negros de Cuba o de los Estados Unidos del Norte? ¿Cómo y cuándo se piensa en la suerte de los proletarios, de los que llamamos indios, de los sirvientes y peones del campo, que arrastran las pesadas cadenas de la verdadera, de la especial e ingeniosa servidumbre fundada y establecida, no por las leyes españolas, que tantas veces fueron holladas e infringidas, sino por los mandarines arbitrarios del régimen colonial? ¿.No habría más lógica y m{¡ ~ franqueza en ne~ar a nuestros cuatro millones de pobres todo participio en los negocios políticos, toda opción a los empleos públicos, todo voto activo y pasivo en las elecciones, declararlos cosas y no personas, y fundar un sistema de gobierno en que la aristocracia del dinero, y cuando mucho la del talento, sirvieran de base a las instituciones? La nación así lo quiere, los pueblos lo reclaman, la lucha está comenzada y tarde o temprano esa autoridad justa recobrará su predominio. La gran palabra reforma ha sido pronunciada, y es vano que se pretenda poner diques al torrente de la luz y de la verdad. Será necesario, en una asamblea de diputados del pueblo, en un Congreso de representantes de ese pueblo pobre y esclavo, demostrar la mala organización de la propiedad territorial en la República y los infinitos abusos a que ha dado margen. Con razón, el puebio siente y a que nacen y mueren constituciones, que unos tra s otros se suceden gobiernos, que se abultan y se intrincan los códigos, que van y vienen pronunciamientos y planes, y que, después de tantas mutaciones y trastornos, de tanta inquietud y tantos sacrificios, nada de positivo para el pueblo, nada de provechoso para esas clases infelices de donde salen siempre los que derraman su sangre en las guerras civiles, los que dan su contingente para los ejércitos, que pueblan las cárceles y trabajan en las obras públicas, y para los cuales se

hicieron, en suma, todos los males de la sociedad ninguno de sus bienes. .. Los mÍserables sirvientes del campo, especialmente los de la raza indígena, están vendidos y enajenados para toda su vida, porque el amo les regula el1 salario, les da el alimento y el vestido que quiere y al precio que le acomoda, so pena de encarcelarlos castigarlos, atormentarlos e infamarlos, siempre qu;' no se sometan a los decretos y órdenes del dueño de la tierra. Muchas veces cuando oigo hablar de la colonización extranjera, y sin que y o me oponga ni la: repugne, y con todo mi vivo deseo de favorecerla ~ me pregunto si sería posible la colonización mexica na, si sería difícil que, distribuyendo nuestras tierra s feraces y hoy incultas entre los hombres laboriosos de nuestro país y dándoles semillas y herramienta s: y declarándolos exentos de toda contribución por cierto número de años y dejándolos trabajar la tierra y vivir libres, sin policía, ni esbirros, ni cofradías, n i obvenciones parroquiales, ni el derecho de alcabala" y el derecho de estola, y el derecho del juez, y el derecho del escribano, y el derecho de papel sellado~ y el derecho de capitación, y el derecho de carcelaje~ y el derecho de peaje, y otros muchos derechos más que no recuerdo; si sería difícil, me pregunto, que viéramos dentro de poco tiempo brotar de esos desiertos inmensos, de esos montes oscuros, poblaciones nuevas, ricas y felices . . . Se cree, o se afecta creer ~ que los mexicanos todos son inmorales y perezosos, enemigos del trabajo, incapaces de todo bien, y se olvida cómo y con qué gente se ha poblado la Aus-

u;alia, cómo y con qué gente se pobló California, y ¿ Se pIensa que nuestra gente es la peor de todo el mund~? ¿Se pie~sa que nuestros mexicanos, hoy tan dO~Iles y sufndos, estando en la ociosidad y en la misena, no ~ejorarían en su educación y en su parte moral temendo una propiedad, un bienestar, que son elementos tan moralizadores como la misma educa ción teórica ? . El si~tema de organización en el período de la IgnoranCIa no ~odía ser otro que el despotismo, porque en ese perIodo no se podía confiar la dirección de la huma~idad a ella misma . . . Era necesario que algunos naCIesen o se creyesen investidos del poder de gobernar a las masas . . . El principio pues del d~spotismo ha sido el de la explotación absolut~, temenda su fundamento lógico en la ignorancia de las m asas y su base material en la apropiación del suelo. La organización social, entonces, no puede ser fundada sino sobre la libertad. Un rico hacendado en nuestro país, que raras veces conoce palmo a palmo sus terrenos, o el administrador o may ordomo que representa su persona, es comparable a los señores feudales de la edad media . . Usurpar la propiedad que posee en calidad de prImer ocupante es una acción injusta, pero arrebatar al trab~jador la tierra que sus sudores han regado es, a los OJos de todo el mundo, u na iniquidad Insoportable. , . ~ r espet? a la libertad se llama la justicia. La JustICIa conÍler e a cada uno el derecho de hacer lo que quiera, con la reserva de no a tacar el ejercicio c~mo y con qué gente se está poblando Texas.

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del derecho de otro. El hombre que al ejercer su lihertad violase la libertad de otro, faltando así a la ley misma de la libertad, sería culpable. Siempre sus deberes son hacia la libertad, ya sea la suya o bien la de otro. En tanto que usa el hombre de su libertad sin dañar la lihertad de su semejante, está en paz consigo mismo y con los demás. Desde el momento que ataca cualquiera de las libertades iguales a la suya, las perturba y las deshonra, y se perturba y deshonra él. sí mismo ... porque destruye el principio en que estriba su honor y que le sirve de título al respeto de los demás ... La paz es el fruto de la justicia, del respeto que los hombres se tienen o dí'ben tenerse los unos a los otros, y a este título son iguales, es decir, son libres. Si respetables y sagrados son los derechos y garantías individuales, no lo son menos las garantías públicas, porque sin el libre ejercicio de ellas es incierta la aplicación de la ley, muy difícil el pronto y eficaz castigo de los contraventores, muy embarazosa la administráción, y, en suma, imposible la existencia de todo gobierno. Un siglo entero estuvo la América como una presa de carne que se disputan bestias feroces a nombre de Dios y de su Iglesia, mientras que sus verdaderos ministros despavoridos repasaban los mares y venían a inundar los pies del trono con un torrente de lágrIDlas. ¿Cuántas ventajas se lograrían desde luego en favor de los desgraciados de cuya causa se trata con sólo declarar vigentes algunas leyes del ' Código de

Indias, especialmente las que conciernen a la libertad de los trabajadores, al pago de sus jornales en dinero efectivo, a la distribución de solares y tierras de labor entre las familias o congregaciones que las necesitaran, a la medición, reconocimiento y composición de los baldíos inocupados o poseído sin juSlO título, a la comunidad de los pastos, aguas y montes? El derecho de propiedad consiste en la ocupación o posesión, teniendo los reg-uÍsitos legales; pero no se declara, confirma y pérfecciona sino por medio del trabajo y la producción. La acumulación en poder de una o pocas personas de grandes posesiones territoriales sin trabajo, cultivo ni producción, perjudica el bien común y es contraria a la índole del gobierno republicano y democrático. Los habitantes del campo que no tengan un terreno cuyo valor exceda de cincuenta pesos quedan libres y exentos, por el espacio de diez años, de toda contribución forzosa, del uso del papel sellado en sus contratos y negocios, de costas procesales en sus litigios, de trabajos en obras públicas, aun en el caso de sentencia judicial, de todo derecho de estola y obvenciones parroquiales, tengan la denominación que tuvieren, y de todo servicio o faena personal contrarios a su voluntad, exceptuándose la ejecutiva aprehensión de los malhechores. El salario de los peones y jornaleros no se considera legalmente pagado ni satisfecho sino cuando lo sea en dinero efectivo. PONCIANO ARRIAGA.- Voto Particular Sobre el Derecho de Propiedad.

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ARTES

Deseo defender la libertad de la prensa como la más preciosa de las garantías del ciudadano y sin la que son mentira cualesquiera otras libertades y derechos. Un célebre escritor inglés ha dicho: "Quitadme toda clase de libertad pero dejadme la de hablar y escribironforme a mi conciencia". Estas palabras demuestran lo que de la prensa tiene que esperar un pueblo libre, pues ella, señores, no sólo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización. Triste y doloroso es decirlo, pero es la pura verdad: en México, jamás ha habido libertad de imprenta; los gobiernos conservadores, y los que se han llamado liberales, todos han tenido miedo a las ideas, todos han sofocado la discusión, todos han perseguido y martirizado el pensamiento. Yo, a lo menos, señores, he tenido que sufrir como escritor público ultrajes y tropelías de todos los regímenes y de todos los partidos. Yo creo que la opinión, si puede ser un error, jamás puede ser un delito. Un gobierno que teme la discusión, ve comprometida la paz y atacado el orden si se censuran los actos de los funcionarios. El hombre que consagra su vida entera, su inteligencia toda, a ser el eco o el intérprete de un partido, a dirigir la opinión, el que pudiera extraviarla en un momento de despecho, este hombre, señores, que se convierte en el verbo de un pueblo entero, no encuentra en su camino más que calumnias e injusticias. N osotros no huímos de la discusión, no la tememos. Respetamos las opiniones de buena fe; de ellas nace la luz. En cuanto a la oposición conservadora, con toda su hiel y toda su ponzoña, ¿qué pued~ hacer? Nos llamará locos y bandidos, insensatos y socialistas; se burlará de los congresillos, se mofará de la soberanía del pueblo, atacará la libertad religiosa V nos hablará de los felices tiempos de la inquisición, disparará diatribas contra la libertad y nos hablará de orden público y de autoridad ilimitada. Mientras la imprenta se considere sólo bajo el aspecto de espíritu de partido, mientras el partido triunfante no vea en ella más que un elemento de oposición, mientras el legislador no contemple a la prensa sino como un ariete contra los gobiernos, no saldremos de nuestra antigua rutina, no afianzaremos la libertad del pensamiento, y una timidez disimulada mantendrá las restricciones vagas, las trabas arbitrarias que hoy nos propone la comisión. Yo, señores, tengo el deber de defender la liber-

DibujOS de

MARIA

lo

MARTIN

tad de la prensa porque a la prensa debo que sea un poco conocido mi nombre y el honor de poder hablar en esta asamblea. En España, la Inquisición era la que se encargaba de cuidar de la moral, enviando gentes a la hoguera, y no sólo perseguía a herejes, judaizantes y cristianos nuevos, sino también a San Juan de Dios, a San Juan de la Cruz, a Fray Luis de León y a la incomparable Santa Teresa. En México, seÍlOres, donde ha habido tantas inconsecuencias, se ha proclamado la libertad de la prensa y se ha dejado la previa censura para el teatro; dos o tres abogados han sido los jueces del arte dramático; piezas representadas en la monárquica España han sido prohibidas en México, y lo recqerdo con vergüenza, El hombre de mundo, la mejor comedia de Ventura ' de la Vega, se ha puesto en escena después de tenaces resistencias de los censores que querían defender la moral. No creo que sea ilimitada la soberanía de los pueblos, pues nunca deben obrar contra los principios de la justicia; nunca veré más que un atentado en las sentencias del pueblo de Atenas imponiendo el ostracismo a Arístisdes el Justo y la muerte a Sócrates el Filósofo. Consideremos la imprenta bajo su verdadero punto de vista, como elemento de civilización y de progreso, y el derecho de escribir como la primera de las libertades, sin la que son mentira la libertad política y la civil. FRANCISCO ZARCO.-Discurso Sobre la Libertad de Expresión.

Nuestra humilde misión es descubrir la verdad y aplicar a nuestros males los más mundanos remedios. El nombre de Dios ha producido en todas partes el derecho divino y la historia del derecho divino está escrita por la mano de los opresores con el sudor y la sangre de los pueblos. Apoyándose en el derecho divino, el hombre ha dividido el cielo y la tierra, y ha dicho, yo soy dueño absoluto de este terreno; y ha dicho, yo tengo una estrella y, si no ha monopolizado la luz de las esferas superiores, es porque ningún agiotista ha podido remontarse hasta los astros. El derecho divino ha inventado la vindicta pública y el verdugo. Escudándose en el derecho divino, el hombre ha considerado a su hermano como un efecto mercantil y lo ha vendido. La única misión que desempeño, no como místico sino como profano, está en mi credencial; vosotros la habéis visto, ella no ha sido escrita como las tablas de la ley sobre las cumbres del SinaÍ entre relámpagos y truenos. Es muy respetable el encargo de formar una constitución para que yo la comience mintiendo. En la política, del mismo modo que en la medicina, no se ha descubierto el sánalo todo, pero eso no es una razón para que el médico no se envanezca con sus descubrimientos como el político con los suyos. ¿Queréis formar una división territorial estable con los elementos que posee la nación? Elevad a lo,

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tará de ningún crédito m ercantil en el mercado, no podrá ejercer los derechos de ciudadano, no podrá instruirse, no podrá educar a su familia, perecerá de miseria en su vejez y En sus f'nfermedades. En esta falta de elementos sociales encontraréis el verdadero secreto de por qué vuestro sistema municipal es una quimera .

indígenas a la esfera de ciudadanos, dadles una llltervención directa en los negocios públicos. El más grave de los cargos que hago a la comisión es el de haber conservado la servidumbre de los jornaleros. El jornalero es un hombre que a fuerza de penosos y continuos trabajos arranca de la tierra, ya la espiga que alimenta, ya la seda y el oro que engalanan a los pueblos . En su mano creadora, el rudo instrumento se convierte en máquina y la informe piedra en magníficos palacios. Las invenciones prodigiosas de la industria se deben a un reducido número de sabios y a millones de jornaler os; donde quiera que existe un valor, allí se encuentra la efigie soberana del trabajo. El jornalero es esclavo. Primitivamente, lo fue el hombre; a esta condición lo redujo el derecho de la guerra, terrible sanción del derecho divino. Como esclavo, nada le pertenece, ni su familia, ni su existencia , y el alimento no es para el hombre máquina un derecho, sino una obligación de conservarse para el servicio de los propietarios. Logró también quebrantar el trabajador las cadenas que lo unían al suelo como un producto de

la naturaleza, y hoy se encu entra esclavo del capital que, no n ecesitando sino breves horas de su vida, especula hasta Con sus mismos alimentos. Antes, el siervo era el árbol que se cultivaba para que produjera abundantes frutos, hoy el traba jador es la caña que se exprime y se 3 bandona. Así es que el grande, el verdadero problema social, es emancipar a los jornaleros de los capitalistas: la resolución es muy sencilla y se reduce a convertir en capital el trabaio. Esta operación exigida imperiosamente por la justicia, asegurará al jornalero no solamente el salario que conviene a su subsistencia, sino un derecho a dividir proporcionalmente las gananCIas con todo empresano.

Yo sé bien que, a pesar del engaño y de la opresión, muchas naciones han levantado su fama ha sta una esfera deslumbradora; pero hoy los pueblos n o desean ni el trono diamantino de Napoleón, nadando en sa ngre, ni el rico botín que cada año se dividen los Estados Unidos conquistado por piratas y conservado por esclavos. No quieren, no, el esplendor de sus señores, sino un modesto bienestar derramado entre todos los individuos. La nación mexicana no puede organizarse con los elementos de la antigua ciencia política, porque ellos son la expresión de la esclavitud y de la s preocupaciones ; n ecesita una constitución que la organice el progreso, que ponga el orden en movimiento. IGNACIO RAMIREZ. -Discurso Sobre el Derecho Divino.

Sa bias economistas de la comISlOn, en vano proclamaréis la soberanía del pueblo mientras privéis a cada jornalero de todo el fruto de su trabajo y lo obliguéis a comerse su capital y le pongáis en camhio una ridícula corona sobre la frente. Mientras el trabajador consuma sus fondo s bajo la forma de salario y ceda su s rentas con todas las utilidades de la empresa al socio capitalista, la caja de a horros es una ilusión, el banco del pueblo es una metáfora, el inmediato productor de todas las riquezas no disfru-

81----------------------------------------------------------------------------------------------------------e

PENSAMIENTOS

ma

hombre que carece de lo preciso para alimentar a su familia, ve la instrucción de sus hijos como un bien muy remoliJ o como un obstáculo para conseguir el sustento maria. En vez de destinarlos a la escuela, se sirve de ellos para el cuidado de la casa o para alquilar su débil trabajo personal, con que poder a liviar un tanto el peso de la miseria que 10 agobia. Si ese hombre tuviera algunas comodidades; ~i su trabajo a diario le produjera alguna utilidad, él cuidaría de que sus hijos se educasen y recibiesen una instrucción sólida en cualquiera de las rama s del saber humano. El deseo de saber y de ilustrarse es innato en el corazón del hombre. Quítensele las trabas que la miseria y el despotismo le imponen, y él se ilustrará naturahnente, aun cuando no se le dé una protección directa. L

DE

DON

que proporciona la retribución que la ley le haya señalado.

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Hijo del pueblo, yo no lo olvidaré; por el con trario, sostendré sus derechos, cuidaré de que se ilustre, se engrandezca y se cree un porvenir, y que abandone la carrera del desorden, de los vicios y de la miseria a que lo han conducido los hombres que sólo con sus palabras se dicen sus amigos y sus libertadores, pero que con sus hechos son sus más crueles tiranos.

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Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad; no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes, no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose él vivir en la honrada medianía

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El gobernante no es el hombre que goza y que se prepara un porvenir de dicha y de ventura; es, sí, el primero en el sufrimiento y en el trabajo, y la primera víctima que los opresores del pueblo tienen señalada para el sacrificio.

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La dominación de esta República y su pacificación es empresa superior a las fuerza s del austríaco. El tiempo y nuestra constancia lo derrotarán al fin.

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BENITO

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Suplico a usted no los ponga bajo la dirección de ningún jesuita ni de ningún sectario de religión alguna; que aprendan a filosofar, esto es, que aprendan a investigar el por qué o la razón de las cosas para que, en su tránsito por este mundo, tengan por guía la verdad y no los errores y las preocupaciones que hacen infelices y degradados a los hombres y a los pueblos.

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Que el enemigo nos venza y nos robe, si tal es nuestro destino; pero nosotros no debemos legalizar un atentado, entregándole voluntariamente lo q'ue nos exige por la fuerza . *

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Los hijos de los ricos no se avienen con la VI' da miserable del pobre.

JVAREZ

He visto el decreto que me consagra el Congreso de Colombia. Yo agradezco este favor pero no me enorgullece porque conozco que no lo merezco, porque realmente nada he hecho que merezca tanto encomio. He procurado cumplir con mi deber y nada más.

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Todo lo que México no h~ga por sí mIsmo para ser libre, no debe esperar 111 conVIene que espere que otros gobiernos u otras naciones hagan por él.

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Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho aJeno es la paz.

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Como hijo del pueblo, nunca podría yo olvidar que mi único título es su voluntad, y que mi único fin debe ser siempre su mayor bien y prosperidad.

* La ley .ha sido SIempre mi espada y mI escudo.

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Los gobiernos civiles no deben tener religión, porque siendo su deber proteger imparcialmente la libertad que los gobernados tienen de seguir y practicar la religión que gusten adoptar, no llenarían fielmente ese deber si fueran sectarios de alguna.

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ARTES


( 1843

1 907 )

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p~ OH Y

CONTRERAS

HE N ES TROSA ---------------------------------------. A NDI~ES

~

los ensayos de Frnncisco J . Gómez Flores, destaca la Noticia de la vida y obra de José Peón y Contreras, que es, después de los entusiasmados artículos de José Martí sobre el escritor, novelista, poeta y dramaturgo yucateco, el más ambicioso intento de situarlo en el marco de la literatura dramática me xica na , y del que vamos a hacer un resumen en ocasión de cumplirse ahora el cincuentenario de su muerte. El ensayo está recogido en el libro Bocetos Literarios ( 1891 ), de la pagina 173 en adelante ; allí mismo se encuentra el prefacio a Los Romances Dramáticos, que en cierta manera complementa el ensayo aludido. Amigo de Peón y Contreras, testigo de sus éxitos en la escena, lector suyo constante y apasionado, encontró hacedera y fácil su biografía. No era aquel intento hijo exclu sivo de la amistad, sino resultado de la clara comprensión de los valores del autor yucateco. La biografía era, pues, oportuna. "Y la merece -escribía Gómez Flores- , de fijo; ya que, sobre dar brillo a la literatura nacional, fué acla -nqeJ OllXíl lap eSnI?J e 'O:JlxílW ap SaJOll.l:Jsa sal SOpOl Jod opeUl loso de su popular drama La hi;a del rey, resta urador del teatro en la patria de Alarcón y Gorostiza" . Tras de la afirmación transcrita , Gómez Flores proporciona las noticias biográficas del autor, de las que no vamos a ocuparnos para sólo atender a sus opiniones en tomo a la obra de Peón y Contreras en su s diversos aspectos de poeta y autor dramático. A muy temprana edad -antes de los veinte-, publicó su primer ensayo poético, A la luna, "perla engastada en el azul del cielo" . Y a contar de ese día , "el aura de la gloria princi pió a acariciar su frente". Para situarlo como poeta lírico, Gómez Flores recuerda los nombres del " tierno y sentido Rioja, el cisne sevillano, y más aún al dulcísimo Garcilaso de la Vega, cantor brill ante de la naturaleza"; la cual también tenía en Peón y Contreras un apasionado trovador. "Acaso por ello es tan fres ca, tan lozana y tan profunda su inspiración" , agregaba . Quizá extremara, pero hay algo en la poesía de P eón q ue autoriza ese extremo, si es que así se le pudiera considerar. No vaya a creerse, sin embargo, que juzga perfe cta la totalidad de la obra que estudia; a su tiempo, señala sus fallas y deficiencias. Reconoce, por ejemplo, que La cru z del paredón, obra primeriza de P eón y Contreras, "adolece de poco esmero en la forma, consecu encia de la juventud del autor y de los modelos que tuvo a la vista", aunque por otro lado muestra "riqueza de inspiración y lujo y bizarría de ingenio". El apego y la devoción que siempre profesaron los yuca tecas a su dorada península , y a la que no era extra ño Peón y Contreras, quedan señalados y explicados por Gómez Flores con citas abundantes y oportunas. Quizá influído por Prieto y por la s prédicas de Altamira no, ap2rte de su primer maestro José Zorrilla, Peón e!;cribió una serie de romances históricos, con los cual es pretendía dar fisonom.ía nacional a nuestras letras. Para su factura, tomó asuntos de la grandiosa y dramática epopeya mexicana, que bordaron en la portada de nuestra historia los prim:itivos habitantes de Anáhuac. " La mayor importancia de los ¡¡amanees históricos mexicanos - escribió- estriba, sin duda, aparte su s inestimables cualidades litera rias, en su h ermoso y pronunciado carácter nacional". Es verdad que ya otros autores lo habían intentado - Roa Bárcenas, Pesado, Acuña, Prieto, Gómez Vergara, Riva Palacio- ; pero fue P eón "el primer que ha acometido la empresa en forma , sin olvidar que nin guno lo ha h echo con el brío, la robustez de inspiración y la viveza y fidelidad de los episodios históricos que nuestro insigne yucateco". P eón vino a colocar asi alguna s sólidas piedras e n los cimientos de nuestra literatura castiza y propi,l. Reconoce, no obstante, que se resienten de tibieza de inspiración y de monotonía de cadencia su s odas elegíacas, no obstante rebosar ternura y sentimiento verdadero y hondo. Empero, casi siempre, es delicado y profundo el pensamiento que las anima. Por lo que toca a los Romances Dramáticos, son "de lo más lindo y primoroso que imaginarse puede. En ellos, ba jo una narración llena de novedad y colorido, pocas veces interrumpida por breves y animados diálogos, describe y di buja palpitantes cuadros dramáticos, o más bien h¡,cho, escenns finales de drama s que se han venido desarrollando con

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NTRE

ARTES

anterioridad" . Todo es allí de pura invención: nada está tomado de la leyenda ni de la historia; todo original, todo interesante, todo encantador y hermosisimo. Muy joven, al rayar el alba de su adolescencia, principió Peón y Contreras a cultiv ar la poesia dramática. Su primera obra, La cruz del paredón, basada en una antigua tradición y u cateca, fue escrita a los diecisiete años bajo la influencia de los dos poetas espaüoles más en boga a la sazón: Zorrilla y Espronceda; pero su primer éxito y aplausos los obtuvo con María la Loca, a la que siguieron El Castigo de Dios y El Conde de Santi-Esteban, esta última también basada en una antigua tradición de Yucatán. Apenas concluida su carrera de médico, vino a esta ciudüd de México, como siempre imán de las inteligencias de provincia . Aquí, escribió Un odio de la niñez, con miras a que fu era representada por la compañía dramática española de J osé Valero, quien la devolvió tal vez sin haberla leido. Colgó la áurea pluma dramática. P ero un acontecimiento insólito, descom un ;¡1 y raro en nuestro m .edio, de fines del arlO de 1875, como era el de la protección que el Gobierno hizo a la literatura escénica mexicana, lo vol vió al teatro, que fue siempre su más constante vocación. Por entonces, llevó a la escena muchas de sus obras, siempre con el apla uso unánime del público. A las obras de ese tiempo, se ha referid o José lVlartí con exa ltado entusiasmo. Diez obras dio entonces a la escena, cuyos títulos consigna Gómez Flores en el ensayo que estamos reseüando y al que remitirnos al cu rioso lector. Mucho habrí a que decir acerca de Peón y Contreras consid erado como autor dramático, pero el autor se conforma con consignar sólo alguna s reflexiones al respecto. Señala desde luego la más completa y ex ube rante espontanei dad que lo caracteriza. "Es su estructura - dice- harto ingeniosa y peregrina, y abundante en p eripecias y situaciones sorprendentes; sus personajes, bien sost enidos por lo regular, están perfectamente caracterizados, y respiran vida , libre albedrío y entereza; la acción, siempre rebosa ndo originalidad e interés, está siempre también conducida con verosimilitud y bizarría, si bien algo obstruída en ocasiones por episodios o incidentes ~ccundarios que de por sí tienen la suficiente potencia para constituir acción separada" . T a n rica y opulenta es la virtud creadora de P eón , de tal suerte engalana sus dramas con detalles y recursos de segunda fila , que no es raro el caso de que desarrolle paralelamente dos fábulas, en lazadas por vinculos de intimidad poética y fundidas en un 5010 y h ermoso cu erpo . En cuanto a la forma litera ria, obedece a las in spiraciones del buen sentido, y sin amoldarse al férreo rigorismo de la escu ela clásica, t;:¡mpoco ab usa de las li cen cias con cedidas por la sana razón a un poeta romántico. Su estilo, lleno de claridad, elegancia y sencillez, se ajusta y compadece con todos los asuntos dramáticos, ascendiendo al tono robusto y épico en Un amor de Ilernán Cortés y descendiendo a la dulce ternura del idilio en Impulso del corazón. Su diálogo es airoso, flexlibl e y animado. "Nadi e - agrega- h a versifi ca do ni versifica así en l\1éx:co, ni poeta alguno entre los nuestros tuvo ni tiene la encumbra da inspiración, y tan espléndida, flexible, esmerada y elegante manera de decir". No eran menos dignas de elogio su fecunclidad , su maravillosa fuerza creadora. A sombrosa es sin duda esa fecundidad , a tal extremo .que "no h ay ejemplo de otra que se le parezca en nuestros anales literarios". Por su concepción abundosa, por la in ter'ferencia de temas, así como por su fa cu ndia , Góm ez Flores bie n pudo compararlo con Lope, a qui en menciona por otros capítulos. Si se establ eciera un p aralelo en tre dramaturgos españoles del siglo XVI y los poetas mexicanos del XIX, en cuentra Gómez Flores que Rodrígu ez Galván representa a 1.ope de Ru eda y Peón y Contreras a Lope de Vega, por ser todos fundadores de In liter a tura dramática de sus pueblos y de su siglo. D espués de Fernando Cnlderón y de ' Rodríguez Galván, ya citado, hasta que no aparece P eón y Contreras, el t eatro mexicano sólo había dacio efímeras y fugitivas señ;:¡) es de su ex istencia . Al cumplirse en el mes de febrero de este año el cincuen Itenario de l a muerte de Peón y Contreras, hemos querido desen ·terrar un poco el nombre de Francisco J. Gómez Flores, tan ,injustamente desdeñado hasta por aquellos que se aprovechan ¡de su ~ noticias.

GARCILASO,

a quzen aseme jó Peón y Contreras.

PEÓ T Y CONTRERAS cimentó

nuestra literatura.

3S


UNQUE menos conocido, este aspecto del

EL DESPOJO Y la angustia.

UN

GRAN

DISTINTAS personalidades para los muchos aspectos de México.

ARTE AL SERVICIO DE

.-------------------------------------------------------------------------------.

.

,-----------------------------------------------------------------------------ANTONIO

RODRI(jVEZ

• DIEGO LLEVA su

mirada hacia los orígenes desconocidos del pueblo mexicano.

grabado en México ofrece igualmente un indiscutible interés. El primer grabado de este tiempo representa un cometa que fue visto en la ciudad de Puebla por un astrónomo aficionado, en la primera mitad del siglo XVIII. Después, el grabado periodístico con función informativa ofrece a los lectores una imagen objetiva de la pirámide de El Tajín, descubierta casualmente por un fiscal de las haciendas del tabaco, a fines del siglo XVIII. Reproduce los tipos de monstruos que aparecen en varios lugares del país. Sirve para explicar ' cómo se reproduce e industrializa la cochinilla, etc. La introducción de la litografía en México, en el primer tercio del siglo XIX, por el italiano Claudio Linati, da un impulso nuevo a la técnica de la reproducción gráfica. La revista Iris, en 1836, inicia con una caricatura litografiada una tradición de estampa satírica, política y de costumbres, que ha de prolongarse a lo largo de todo el siglo XIX en revista tan importantes como La Orquesta, El Ahuizote, El Hi;o del Ahuizote, El Rascatripas, Historia Danzante, etc., en las cuales se distinguen los grandes diblljantes : Escalante, Villasana, Iriarte, Hernández. Caso aparte, la revista Don Bullebulle, de Yucatán, consagrada particularmente a la crítica de costumbres, se convierten en tribuna de uno de los gra badores más originales del siglo pasado: (~abriel Gahona, conocido por Picheta . En esa época, aparecen álbumes litogndiados como México y sus alrededores y Monumentos de México. Igna cio Cumplido, el primer impre,or del siglo, edita revistas preciosamente ilustradas, como el Presente Amistoso, dedicada a las señoritas de México. Y el libro ilustrado alcanza un apogeo que sólo en los últimos cinco años comienza a ser igualado. La Academia de San Carlos, fundada en 1781 Y dirigida por el grabador Jerónimo Gil, produjo centenares de grabados de espléndida factura y enseñó la técnica del grabado, particularmente el de talla dulce, a muchos alumnos. Pero su obra, limitada fundamentalmente a la traducción de cuadros célebres al lenguaje del grabado, no alcanzó el vigor de la litografía satírica y política de las revistas gráficas o la del grabado popular en madera, que hasta el fin del siglo XIX produjo una iconografía religiosa ingenua y sencilla pero de gran belleza. Ya hacia fines del siglo y un poco como síntesis de 8mbas tendencias -la sátira en la prensa, lo popular en la estampa religiosa y profana que se vendía en los mercados y ferias- surgen en lYléxico dos artistas que elevan el grabado a una nueva altura: Manuel Manilla y José Guadalupe Posada. El primero dibuja personas y escenas de la vida popular: payasos, equilibristas, toreros, con un rea lismo no desprovisto de fantasía e inspirado en la vieja tradición del culto a la muerte y de la aclitud chocarrera asumida por el pueblo ante ellll --posible reflejo del arte azteca que lo medieval europeo 1levado a México por los españoles reforzó- anima las calaveras que Posada convertirá poco después en género decisivo de la gráfica mexicana. Estas calaveras son la representación satírica de personajes conocidos, bajo la forma de esqueletos. De un modo general, se dirigen contra personajes -odiosos: malos gobernantes, políticos venales, traidores, a quienes por una especie de proceso mágico, convirtiendo el deseo en realidad artística, se les adelanta la muerte. Además, se complementa la intención del grabado con versos incisivos sobre las fechorías que el hipotético muerto realizó en vida. Pero, por extensión, las calaveras pueden retratar también a seres amistosos. El segundo de estos artistas constituye el fenó meno más extraordinario del arte mexicano de fines del siglo pasado y comienzos de éste. De origen popular, este prodigioso artista que nunca se separó del pueblo y que al morir fue enterrado en una fosa de sexta clase, recreó a lo largo de quince mil grabados -esto es, casi un grabado por día- toda la vida de su época. Sus ojos vieron y sus manos dibujaron todo lo que de importante ccurrió en el país: las luchas callejeras, los pleitos de las comadres, los crímenes, los milagros, las inundaciones, los fusilamientos, la vida cara, y, en fin, la Revolución. Criticó. a los tiranos, exaltó al pueblo, satirizó a la parte más corrompida de la burguesía, glorificó a los héroes. S:n darse cuenta de ello, Posada coloca las bases del arte que se eleva en 1922 con ímpetus nue-

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ARTES


vos, ambiciones más altas y orientación política mas nítida en Rivera , Orozco, Siqueiros y contemporaneos. Con su muerte, acaecida el año de 1913, el gra bado deja de producirse. Pero el editor de este gran artista, su compañero de armas Vanegas Arroyo y después sus descendientes siguen utilizando las planchas grabadas por el artista para ilustrar corridos, hojas callejeras, calaveras, etc. La pintura mural, que constituye el fenómeno más extraordinario y trascendental de la cultura mexicana después de la Conquista, nace precisamente el año de 1922 , cuando la revolución que estalló en México el 20 de noviembre de 1910 pasa de la lucha armada a sus más urgentes realizaciones bajo la forma de un gobierno estable, progresista y de orientación nacional. Durante la época colonial, el arte, con toda la importancia que desde el punto de vista estético pose, constituye de hecho uno de los instrumentos empleados por los conquistadores para asegurar su dominación. Los templos, claro está, son las casas del nuevo dios, donde la parte esencial del proceso de transformación religiosa se opera. La escultura a pesar de la infuencia indígena que ayuda a perpetuar los rasgos de la mentalidad prehispánica, contribuye a difundir la fe, y la pintura, totalmente bajo el control de la Iglesia, se limita a recrear con buena técnica pero sin mucha imaginación, lo que se ha cía en España. Los escultores indígenas, de extracción popular, simples artesanos pero dotados de genio, imprimen el sello de su personalidad a las cruces de piedra que tallaban, pasando de contrabando formas idolátncas cuyo sentido los frailes no lograban descifrar, pero los pintores cultos, oficiales y medio cortesanos, no se atrevieron ni siquiera a poner en el fondo de sus cuadros un paisaje, un árbol o una planta de Méxi co. Es preciso reconocer que el vigilante Santo Oficio reprimió con la cárcel a algunos artistas que se permitieron ciertas libertaues. El barroco expresa anhelos de libertad y anuncia quizás la explosión nacional que se gestaba en el país, pero sería exagerado decir que influye en este sentido sobre el pueblo. La literatura de fines del siglo XVIII y principios del XIX glorifica lo nacional, lanza los primeros gritos de Independencia, sirve a la nación en su lucha contra los invasores, apoya los movimientos liberales, pero es todavía incipiente como manifesta ción estética. En las postrimerías del siglo XIX, el gran pintor J osé María Velasco recrea el paisaje de México en cuadros monumentales, realistas y muy bellos, pero no se fija aún en el hombre. Finalmente, el grabado, reflejo de la vida, se ríe de ella, la satiriza, pero carece de profundidad ideológica. El mismo Posada, a pesar de la riqueza de su expresión, queda, con frecuencia, en un populismo sano pero menor, que le impide distinguir, en medio del momentáneo caos, la luz verdadera . ¿No es de Posada, pese a las dudas de Leopoldo Méndez, un terrible aunque magistral grabado, en el que presenta a Zapata, líder de la lucha por la tie- . rra, como un feroz Atila? Sólo la pintura mural y las artes que florecen alrededor de ella - el grabado, la fotografía y las pinturas de caballete- logran establecer un equilibrio entre el contenido y la forma Sólo ella logra, gracias a ese equilibrio, ejercer una influencia profunda sobre la vida del país. y no es por azar sino por razones muy concretas y precisas por lo que este interesante y complejo fenómeno se produce. Al gestarse en 1910 la Revolución, contra el dictador Porfirio Diaz que por el espacio de tres déca das detentó arbitrariamente el poder, la pintura se encontraba ya en un estado de incipiente inconfor midad. Deslumbrado por el prestigio del extranjero y por la falta de fe en lo propio que dominaba todos los aspectos de la vida , el dictador y sus ministros incluyen en el programa de fiestas del Centenario de la Independencia una exposición de pinturas españolas, olvidando la existencia de los mexicanos. Los jÓVl..nes pintores de México, indignados con este desprecio inauguran una exposición paralela. En 1911, despues de iniciada la Revolución, los estudiantes de San Carlos inician una huelga contra los procedimientos académicos de enseñanza, que, en el fondo, era dirigida contra la dirección de la Escuela, entonces en manos de un español. Finalmente, crean una escuela

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ARTES


No ES POR azar que tales obras de arte se crean.

LA FORMA realista r libre en la cual se advierten rasgos de plásticas antiguas r modernas.

al aire libre, antiacadémica, e impiden el funcionamiento de la Academia. Llevados de rebeldía en rebeldía, los jóvenes pintores se enrolan en los ejércitos de la Revolución. Durante añ os consecutivos, muchos de los grandes pintores actu ales - Siqueiros, Orozco, Francisco Goitia y otros- recorren el país participando con las armas en la mano o como ilustradores de periódicos en los combates qu e se desarrolla ban bajo el lema de T ierra r Libertad, o Por la. Constitución. y al recorrer el país, que por su gran extensión y falta de comunicaciones constituía u n misterio, los pintores descubren -como lo habría de confesar después Siqueiros- el paisaje, el arte popular, la arqueología y el color de México. P ero descubren sobre todo al campesino y al obrero, al indio y al mestizo pobre, que las luchas por la tierra y la libertad habían elevado al primer plano de las inquietudes sociales. Descubren al hombre que los artistas de antes no habían tenido el genio o la libertad de pintar. Y descubren , al fin, el grande, el apasionante y patético drama de su patria. ¿Qué actitud asumir ante este descubrimiento? ¿Seguir pintando, como en el pasado, naturalezas muertas, paisajes bucólicos, retratos de clientes adinerados? ¿Continuar realizando pequeños cuadros de caballete para amueblar casas? O, por el contrario, ¿transmitir su descubrimiento en alta voz, sin temor a la estridencia, en los lugares públicos del país pa ra que todo el mundo los escuchara? Los pintores mexicanos se inclinaron por esta última posibilidad. CONTENIDO DEL ARTE NUEVO Arrebatados por el fuego de un ideal adqurido en la lucha que los artistas bohemios del pasado ignoraron, los pintores del 22 se entregaron con un entusiasm o h eroico a la tarca de expresar por m edio de SU arte la grandeza y la hondura del drama que habían contemplado. En un gesto de re beldía que lleva en sí mismo la impronta de su inconformidad política, los pintores rompen el cuadro de caballete, proclaman su desprecio por esa forma del arte que consideran menor y burguesa y buscan una tribuna pública en los muros de los edificios frecuentados por el pueblo. Al mismo tiempo que cambian el cuadro de pequeñas dimensiones, intimista, pequeñoburgués, por las dimen siones heroicas y el tono orquestal de los

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grandes muros, los pintores mexicanos, ~nfluídos en alto grado por la Revolución Socialista de Octubre, sustituyen la vieja temática -religiosa, histórica o sensual- por una temática en que el obrero y el campesino representan el papel de protagonístas. Diego Rivera, llevando su mirada hacia los orígenes conocidos del pueblo mexicano, plasma la vida del h ombre en las antiguas culturas aborígen es, glorifica la labor de los que trabajan y canta , por m edio de la línea y el color, la epopeya del pueblo mex~cano en su lucha por la libertad y la independenCla.

Creador de una obra sin paralelo, en la que se reflejan los múltiples aspectos de la vida y la historia de México, la lucha del pueblo por la conquista del agua, las luchas obreras, la lucha por la tierra , etc., Diego influye como n adie en la creación y reforzamiento de una conciencia mexicana. A él se debe también la más enternecedora galería de niños h ech a en México. Orozco, con las entrañas desgarradas por el drama de México, propaga a los edificios públicos el fuego de su nunca aplacada rebeldía y dirige los golpes de su crítica demoledora contra la corrupción y la injusticia. A veces, cegado por la ira, critica todo en forma iconoclasta sin ofrecer una perspectiva. P ero sus contradicciones se resuelven en la fi gura central de su obra H ombre en llamas que, a pesar de estar envuelta en fuego, camina, camina siempre hacia adelante sin nada que le detenga . Siqueiros, tantas veces colocado ante el dolor, recoge el llanto de los que sufren y amasa con él una obra llena de ternura, que a veces es sollozo y a veces es grito. P ero, impulsado por una rebeldía activa que le ha lleva do de la Revolución a la guerra de España, de las luchas políticas y sindicales hasta la cárcel y el destierro, transforma las lágrimas de los que sufren , en fermento de lucha revolucionaria. I nclu so cuando parece sólo violencia, pasión desorbitada y dinamismo incontenible, la obra de Siqueiros su ena a toque de clarín. Goitia pen etra hasta lo m ás hondo del alma indígena y convierte su amargura acumulada en siglos de opresión en poemas desgarradores. El Dr. Atl imprime a sus paisajes, profundamente humanizados, toda la violencia de los dramas de que la tierra de México ha sido teatro. Rodríguez Lozano refleja el despojo y la angustia de los desposeídos. Frida Kahlo canta el heroísmo del hombre a quien ninguna desgracia, por más intensa

YA N O SE puede pintar como antes.

que sea, logra atenuar el entusiasmo creador. Guerrero Galván es la ternura callada del indígena; hecha poesía. En Chávez Morado, se adivina la fuerza del mestizo de las dos razas, maduro ya para enfrenta rse a sus destinos. La nobleza, la dignidad reviven con un aire de serena gracia, de reposado lirismo y no pocas veces de inpetuosa rebeldía en las figuras de Zalce. Xavier Guerrero, el más indígena de nuestros pintores, esconde en la serenidad de su línea m elódica y de sus tonos silenciosos la queja que puede convertirse en explosión. Raul Anguiano, María Izquierdo, Castro Pacheco, Juan O'Gorman, Pablo O'Higgins, Julio Castellanos, Luis Arenal, Antonio Ruiz, Fernando Leal, Cantú y tantos otros desarrollan con distinta personalidad los múltiples aspectos de M éxico y del hombre mexicano. Y ha sta los pintores conquistados por el abstraccionismo, qu e ciertos círculos extranjeros estimulan por todas las formas a su alcance, reflejan a México en la poesía del color, en la fuerz a de la sugerencia plástica y en la fantasía del arte popular, como es el caso de ese pintor de gran talento que se llama Rufino Tamayo. Así a lo largo de treinta y tres años, se ha formado la pintura que por sus rasgos particulares h a merecido ya la designación de Escuela Mexicana. EL GRABADO ACTUAL En 1922, poco después de realizadas las primeras pinturas murales, el graba do surge en México sobre bases nuevas. El francés J ean Charlot y Fernando Leal por un lado y Francisco Diaz de León y Gabriel Fernández Ledesma por otro realizan los primeros grabados de esta época . Al principio, estos artistas sólo se proponían restituir el grabado a la función estética que en el siglo pasado había perdido en Europa al convertirse prácticamente en una técni.ca artesanal. Como se sabe, los talleres de Panemaker grababan en serie, aunque magistralmente, los dibujos que Gustavo Doré ejecutaba. Pero, rápidamente, el grabado se con vierte en una necesidad del movimiento político. Obligados a ilustrar periódicos, revistas, hojas sueltas y carteles por medio de procedimientos baratos y expresivos, los pintores y dibujantes encontraron en el grabado en madera y linóleo la forma de expresión por excelencia. Orozco, Rivera, Siqueiros, Xavier Guerrero ilustran El Machete, que después se convierte en órgano político.


SE ESFUERZA

por encontrar un lengua;e claro que corresponda a su destino.

LA PINTURA meXIcana, eminentem ente popular.

Es UN ARTE revolucionario con forma revolucionaria.

NUESTROS PINTORES cambian caballetes por muros.

Leopoldo Méndez, en Veracruz, presionado por la necesidad de ilustrar el periódico revolucionario q ue editaba el doctor Ignacio Millán, realiza ahí sus primeros grabados. Leal, Ledesma, Revueltas y más tarde Alfredo Zalce, Chávez Morado y Dosamantes ilustran nuevos periódicos y revistas: 30-30, Frente a frent e, Horizontes y tantos otros. Con el tiempo, este gran movimiento artístico cristaliza en organizaciones como el Taller de la Gráfica Popular, que por medio de la estampa, del cartel, del manifiesto, del libro, de la hoja suelta, del corrido y de las calaveras realiza una constante actividad antifascista , por la paz, contra los enemigos del pueblo; la Escuela de Artes del Libro - donde el checo Koloman Sokol dio clases durante varios años- ; la Sociedad de Grabadores de México; el Taller Guadalupe Posada, de Uruapan - donde el joven maestro, Manuel Pérez Coronado descubrió un procedimiento barato y rápido para la reproducción de manifiestos y carteles por medio de cera y miel de abejas; la Sociedad de Artistas de Puebla y un grupo de artistas de Chiapas que se reúne alrededor de la revis ta Ateneo, en la cual se distinguió el gran artista autodidacto Franco L áza ro GÓmez. Actualmente, junto a maestros consagrados como Leopoldo Méndez, l'.lfredo Zalce, Chávez Morado, Pablo O'Higgins, Carlos Alvarado Lang, Pancho Diaz de León, Julio Prieto, Angel Bracha, Abelardo Avila e Ignacio Aguirre, está surgiendo una pléyade de aro tistas de primera línea como Arturo García Bustos, C astro Pacheco, Alberto Beltrán, Andrea Gómez , GarcÍa Robledo, Manuel Pérez Coronado, Lorenzo Guerrero, Alvarez Amaya, Celia Calderón y Fann y Rabel, que continúan con honor la tradición gloriosa del grabado mexicano.

luntariamente en su s estrechas limitaciones, mas no rehusan aprovechar los aportes que su s respectivas expresiones han dado a la pintura. Por eso es por 10 q ue, huyendo de toda deforma ción deshumanizadora, desprecia el naturalismo fo tográfico, frío, inerte, que despoja al artista de toda fantasía, frena el impulso creador y reduce al público a la categoría de retrasado mental. Teóricamente enemiga del formalismo aunque a veces incurra en él, la pintura mexicana explora el terreno de la forma a fin de encontrar un lenguaje expresivo y elocuente, propio de sus inquietu des e ideales revolucionarios. Justamente por considerar que a un arte revolucionario corresponde igualmente una forma revolucionaria, la pintura mexicana desprecia el academicismo del siglo pasado que en su voluntaria sumisión a una técnica de recetas, se convirtió de hecho en una pintura formalista en que el tema era ahogado por el preciosismo de la factura . Convencida, por otra parte, de que la forma, la s dimensiones, la ubicación de la obra - y según David Alfara Siqueiros hasta el material y las herramientas empleados- influyen en el carácter del arte, los pintores de México -sin insistir en la pos tura sectaria de los primeros tiempos- cambian siempre que pueden el cuadro de ca ballete, que en las condiciones de la sociedad actual es predominantemente decorativo, por el muro de los edificios pú bli cos, antes en el interior, ahora en el exterior, en cuyas paredes puedan desarrollar temas humanos, nacionales, revolucionarios, en un tono elocuente para un público de ma sas. Difícil sería que un movimiento de tan ambiciosos propósitos no acusara titubeos, faltas y contra dicciones. Frente al realismo, que es aún dominante, se yergue la tendencia estética del abstra ccionismo, que es impulsada por enemigos de la E scu ela Mexicana . A pesar de revolucionarios, algunos pintores hu yen de la realidad que tienen ante sus ojos y en vez de desarrollar los grandes problemas de nuestros días prefieren refugiarse , cómodam ente, en la apología del pasado . No pocos de los pintores que combaten la ilegibilidad del abstraccionismo u san formas jeroglíficas del mundo precortesi2.Do, que sólo los arqueólogos o estudiosos del pasado conocen, creando de hecho para las grandes masa s una variedad de a bstraccionismo o de escritura para iniciados. Otros, en su afán de

extraer todas las posibilidades de expresión. que la forma ofrece, se dejan muchas veces dominar por el canto de sirena de la forma por la forma, en detrimento del equilibrio que todo buen arte requiere entre la palabra y la idea.

LA BUSQUEDA DE UN L ENGUAJE EXPRESIVO. D e tem á tica emin entemente popular, la pintura mexicana se ha esforzado por encontrar un lengua je daro que corresponda a su esen cia y a su destino social, pero considera que el pueblo tiene la capa cidad necesaria para asumir un papel activo, como ser pensante dotado de sensibilida d, ante la obra de arte. Los pintores mexicanos consideran que las corrientes estéticas de este siglo -el cubismo, el expresionismo, etc- se esterilizan al encerrarse vo-

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ARTES

ASPECTOS DE ESTA EXPOSICION Dificultades de todo orden, pues no es fácil traer una exposición de este tipo desde América hasta Europa, impidieron que el lote de la pintura de caballete fuera más representantivo y numeroso. Las obras maestras de Orozco, Cristo destruyendo su cruz , Prometeo, ete. , no fueron prestadas por los coleccionistas privados que las poseen. El Tata Jesucristo , de Goitia, considerado como uno de los cua dros más importantes de nuestra pintura, falta . Alfara Siqueiros ganaría mucho COn exhibir sus poderosos Madre campesina, El eco del llanto y El esteta en el drama. Frida Kahlo, a quien :M éxico debe una de las obras m ás profundamente humanas, está ausente. Sentimos que por las mismas razones, el público de Checoslovaquia no pueda apreciar el Juá rez, La negra sentada y los enternecedores retratos de niños de Diego Rivera . No se exhiben cuadros de Julio Castellanos o de jóvenes tan vigorosos com o Garda Robledo y Manuel Pérez Coronado. Y para juzgar la pintura mexicana en su conjunto, habría que ver también las obras del fino colorista Rufino Tamaro, y del angustioso Manuel Rodríguez Lozano. También faltan las obras de ese verdadero maestro de nítida intención popular que es Antonio Ruiz . Sentimos que la fotografía, convertida por Ma nuel Alvarez Bravo, Lola Alvarez Bravo, Na cho López, Tina Modoti, Reynoso, Figueroa, Moctezuma y otros en manifestación artística, realista y poética de primer orden , no esté r epresentada en este con junto de nuestro arte contemporáneo. Pero esta ~xpo si ción ofrece sin embargo una muestra suficiente para el exam en de nuestra pm t ura contemporánea. La pintura mural está expuesta a través de reproducciones fotográficas. Naturalmente, se traw de reproducciones en blanco y n egro y son reproducciones de fragmentos de obras que sólo en su sitio y completas adquieren toda su potencialidad. Pero constituven sin duda un buen elemente de análisis.

"rEste artículo es en realidad una conferencia que A ntonio Rodríguez dio en Praga, con motivo de la visita de nuestra exposición de Arte Mexicano a los países de atrás de la Cortina de Hierro).

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EL PRINiER concierto se dio en el Teatro de La Paz, en San Luis Potosí.

UAN DO el martes 2 de abril, a temprana hora, abandonamos la capital a bordo de dos poderosos autobuses Dina Fiat y de una camioneta, con rumbo a San Luis Potosí, primera meta de una breve gira de la Orquesta Sinfónica Nacional, por el norte de la República, francamente me mostraba escéptico respecto al éxito que podía tener en provincia nuestra máxima institución musical. El maestro Luis Herrera de la Fuente y el organizador del viaje, Alfonso del Río, se habían mostrado muy optimistas días antes de la salida. Habían fijado las siguientes fechas para cubrir los compromisos contraídos : el martes 2 en el Teatro de La Paz, de San Luis Potosí; el miércoles 3 en el cine Florida, en Monterrey; el jueves en Monclova; viernes y sábado nuevamente en Monterrey y el domingo, posiblemente, en Nuevo Laredo. Tal era el itinerario que habían de seguir los 75 maestros ejecutantes de la Orquesta Sinfónica Nacional y su director titular. Cuando llegamos a San Luis Potosí, y entré en contacto con el licenciado Jesús Mejía Viadera, director del Instituto Potosino de Bellas Artes y me dijo del entusiasmo que había en la ciudad por asistir a la audición de esa noche, mis dudas empezaron a disiparse. La demora de uno de los autobuses recién estrenados, en el que viajaban poco más de 34 elementos, vino a poner un paréntesis de angustia en la realización del concierto inaugural. Unos minutos antes de la hora señalada llegaron los maestros al Teatro de La Paz: tenían el tiempo justo para cambiarse y pasar al escenario. La disciplina y el respeto con que los potosinos escucharon el programa escogido para la presentación de la Sinfónica Nacional, me convencieron de que allá, positivamente, existe, tal y como lo afirmaba el licenciado Mejía Viadera, un gran entusiasmo por todos los espectáculos artísticos de calidad. En un cálculo rápido de los espectadores que llenaban las tres localidades, pude convencerme de que la empresa no tuvo que ' lamentar pérdidas, lo cual resulta muy alentador en un espectáculo tan caro como lo es la presentación de una sinfónica . Los periódicos de la localidad ( El Sol de San Luis y El Heraldo ) que ha bían prologado entusiósticamente la visita de la Sinfónica, derramaron al día siguiente toda clase de elogios para director e intérpretes.

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LLENO TOTAL en la ciudad norteña.

Tras varia s horas de viaje, llegamos a Monterrey. De allí tenía yo muy buenas referencias: la S.A.T. - Sociedad Artística del Tecnológico- lleva ya seis o siete temporadas de conciertos con bastante éxito. El progreso que se observa en la ciudad se refleja en el espíritu de las gentes; hay un deseo constante de superación no sólo industrial o comercial, sino también en forma notable, cultural. Qué gran espectáculo ofrecieron los regiomontanos durante los cinco conciertos que dio la Sinfónica en su moderna ciudad: a temprana hora el cine Florida albergaba un gran bullicio, en el que lo más estimulante era la presencia de jovencitas y adolescentes que, con absoluta compostura, empezaban a llenar las 3,200 butacas del local. El recibimiento no pudo ser mejor. Una ovación larga, emotiva, sincera, epilogó la actuación de los setenta y cinco maestros y de su director.

E N MONTERREY se confirmó el gran entusiasmo de la juventud por la música.

LA INDUSTRIA patrocinó un concierto extra para sus trabajadores.

D ESPUÉS, UN gran éxito en Monterrey.


Alberto PlACENCIA

e------------------------En el intermedio los comentarios de la juventud eran halagadores. En sus opiniones se trasluce el interés que Üenen por la música selecta y el dominio que van adquiriendo de las obras clásicas. Mi pesimismo se tradujo en una satisfacción inmensa. Más aún, cuan do al día siguiente se enmendó el itinerario y la Sinfónica tuvo que quedar se en Monterrey para ofrecer un concierto al aire libre, destinado a los obreros que laboran en la fábrica cervecera de esa ciudad. Los periódicos locales ( El Norte, El Porvenir, Jil Tiempo y El Sol) llenaron profusamente sus págino.s con información gráfica y literaria de la actuación de la Sinfónica. El concierto a los obreros me convenció de r¡ue en realidad nuestro pueblo es culto. Por intuición gusta de las obras de arte, aun cuando no esté adentrado en sus aspectos técnicos. Hombres modestos que quizá sólo han escuchado la música progresista de las máquinas, asistían embelesados a la audición. Mujeres humildes que sólo saben, por el radio, de las canciones populares, ponían en unión de sus pequeños, una atención y una disposición para asimilar aquellos trozos selectos de música, muy significativas, porque resultan un verdadero estímulo a la inmensa labor cultural que el Instituto Nacional de Bellas Artes y otras so:::iedades realizan en el interior de la República. Hubo dos conciertos más en el cine Florida . En uno de ellos la ejecución de Stella Contreras, como solista, mercci6, al igual que la O.S.N., una de las más largas y cálidas ovaciones que se hayan escuchado. Fue un concierto tan brillante, tan perfecto, que los mismos maestros y el mismo director reconocieron no haber hecho anteriormente una interpretación igual. Para nosotros, esta ejecución tan completa era digna del público regiom ontano. Es más, la merecía, cerno reconocimiento a su elocuente afición musical. El domingo 7 de abril la caranna musical salió a Nuevo Laredo. Todas las satisfacciones, toda la alegría, que nos habían proporcionado los públicos de San Luis Potosí y de Monterrey, se empequeñecieron ante el desbordamiento popular habido en el Parque Morelos de la ciudad fronteriza, la noche de la audición. Cerca de 15,000 personas llenaron totalmente el espacioso parque. Sobre los bordes del río Bravo familia s enteras Se acomodaron desde temprana hora, con el fin de ganar un buen lugar para escuchar el concierto. Unos cuantos policías cuidaban de que la muchedumbre no pasara la línea de protección, que los organizadores habían establecido para garanti zar comodidad a los espectadores que habían pa¡zado su respectivo asiento. De pie, cargando a sus pequeñuelos y guardando un silencio que sobrecogía por su sinceridad, miles de neolaredenses de la más humilde extracción social estuvieron de principio a fin de la seSIón musical. La presencia de la Sinfónica en la frontera no sólo llamó la atención de los nacionales, sino también de los vecinos del otro lado, que en gran número llenaron esa noche un buen espacio del parque. La acogida tan cáriñosa y espectacular que tuvieron los neo~aredenscs para el conjunto sinfónico mexicano, desmintió rotundamente las tendenciosas versiones de que los fronterizos se van segregando, día a día, de las costumbres nacionales y que, por consiguiente, van perdiendo el sentimienlo patriótico de la nacionalidad. STELLA CONTRERAS

LA UNCIÓN del público fue una de las mejores recompensas para la O.S.N.

SUS MEJORES actuaciones.

5 CONCIERTOS en lVIonterrey.

con la O.S.N., cosechó un gran triunfo en Monterrey.

EL CONCIERTO

al aire libre fue dedicado a los trabajadores fabriles .

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DE MONTERREY

LA BANQUETA es,

se hacían elogios.

ahora, la m ejor platea.

Así ESCUCHÓ el público de Nuevo Laredo.

MONTERREY probó ser una de las mejores plazas.

Así ESTABA el Parque del Colegio Civil, en Monte rrey, cuando H errera de la Fuente dirigió .

EN SAN LUIS el Teatro de la Paz estaba repleto siempre.

MÁs DEL Teatro de la Paz: no se pueden pedir melares públicos para los conciertos: extraordinarios en todas partes, ávidos, atentos, bien educados.


¿SE PUEDE estar

LA UNIVERSIDAD de Monterrey

EN EL PÚBLICO

presentaba este aspecto.

más apasionadamente atento?

ESTOS SON los camiones que está usando la O.S.N.

Los INSTRUMENTOS

iban en otro camión.

de Monterrey lo más estimulante era la gran cantidad de 70vencitas y de adolescentes que asistían con absoluta compostura.


'''''''''I1iY'h IOIlOS a la oril la d f' todo I 1lJ ra\f'ridas delf'lId"ún 11I1I ~,> 1l"<1 fuga as IIlaJlO'" indemnes "habrán df' co nfor'mar<;!' ron léI ~a l y la arpna qUf' rlf'je la re~i.lra No Ilegarf'mo ... llUI1Cd al u'lIlro dp Id dúdi\'a, lli podn'mo<; df'cir : " E, nup . . lra la arl1lolI.í.a, 1'1lf'~ll'O pI anlor. lo paz y la e<;pf'rdIIZéI ; pf'rO f'1 inslalllf' lJnico 011 qllf' la flor df'~pif'rta y hdcP surcar su embarcación de \·ipnlo ';o brc pI nli·1 r df'solado df' 11 Uf"'¡r;1 c,J!Jf'llc!'J: el inqanlp agorpro f'1I qUf' la voz quP amalllOS - flolalll p \" pasajpra (")"ucp la noc IlP <;orda y Sf' df'tf'llga fugaz Pll 1I11f'<;lro oído: f'1 in<;lalllf' prpci ... o pn q Uf' Ulla gota dp agua rp,cal(' nllp,lro . . labio ... dpl draI1l ,íh o polvo: só lo pso bastan.í para sf'nlir la conllloción dpl Illundo \'ibl'ar PII nup,lra sélllgrf'. ilul1linillldo pI <,uelio. De s pué~. iquP importa ('1 \'allf' d e 'lmargurél.

\" ('1 alilllento diario de Idgrillla ... \" alhf'llcia' ( ;adél noche 1lI0rilllo..; co n los ojo~ y los bn:lZo~ fru"lrados. r; lél" f'1 calld~1 df'1 corazón no puedf' ago,télr 'tr tf'nllll'a y f'''pf'ra ... ollozando él la auronl boreal qUf' ha df' arolllar!p de ll<ll·do s f'IlCf'lld idos 'iU vigilantf' y cúlida porfía .

E!\'T '10 Amor:

En alta TIlar tll mástil es un sIgno de in c itantf' rnisler-io.

( :ll illlla ... \"pcp, mis incógnitas na\"Ps hdll I.ar·pddo hncia lu Norte íntinlO. \" ]¡ H'go regrp,a ro II porque Ull pavor df' e,>collo ... Id " df'tuvo. l.' n pavor qllf' no [lcipr·ta a c1p c cifrar '>tI f'lllgTnLl. porquf' todo, tPllemo ... f' 1I el alnla f'1 r'pc6ndito ... itio inn¡]ll prad o. dond(' un guar'di;lll ... i!l rost ro \. 'In nlf'mor ia lo pr(,'~f' f\'a. <;pcrplo. Cllilndo \'iajo hacia d(,lltro dp mi selva v c!(' sc u bro ilipc!r<l s antigua .... t(,llIplos im·¡olados. f1Grp s crn:lI1cipadas c!f' raíc p, porC¡1I0 Iln \"ielllo fluvial la ... alil11pnta; salgo distinta a rpnovar tu s br"azo ... \. f'1 amor' Sf' ll·ansforr~la . ElIlOllce, llego a ti COll llIi ofertorio ,1 colmar tu aposf'nto \. lllf' 11f'llas lo ... ojos \. los ];1 bio,> dp tu interior. illsólitri annonia.

1\ lila ti o: QlIf'df'!1loS sumrrgido ... f'1I los colore ... fúlgidos d(,"pué , clf' la tOl"Tllf'nla . Abrr\'c l1!os f'1 j¡'¡bilo dp la, Itor'd<; felicps. d f' 1 arco iri" afupra. I"n la playa del agua. :'\ullca. nunca bajo ('1 o"cllro tf'!lIblor de ola., amargas. QUf' p I guardiúll illlpa s ible s:n rostro .'. "'1lI nwmorla ilmllralle el <;(,(")"f'lo df' la triste/.a íntillla , q Uf' no ... a bre!1;Os nunca dp qué ,avia S0 Ilutrf' \. C!"('ce y nos agobia Que YO diga tu nom br-f' cUilndo m i beca sNI la llovida rorola df' un geramo. \" que tú me recibas cUéll1do tu pecho tf'rH!"a la límpida frf'.;cura opl roclO .


.-----------------------------------------------------------------------------------------* Jinete en un potro blanco, cruza por la cordillera; lleva un trajín de victorias sangrándole en las espuelas y lleva en el gorro frigio un halo con siete estrellas. ¡Allá va Simón Bolívar por las cumbres de la América ! Lleva un delirio en los labios y en el alma una bandera para clavarla en el pico más altivo de la tierra. ¡ Allá va Simón Bolívar por las cumbres de la América ! Jinete en un potro blanco, cruza por la cordillera; más 'fulgente que la espada lleva una pluma en la diestra ; el cerebro entre la comba azul le relampaguea, y sus palabras florecen como un rosal de centellas. El acero milagroso le festona la guerrera y finge una cruz radiante forjada Con las miserias de cien pueblos redimidos por su brazo y por su gesta.

4DARTJiS

Un eco de redenciones va quedando como estela cuando su caballo blanco pasa por la cordillera. ¡ Allá va Simón Bolívar por las cumbres de la América! El bravo sol de los incas le borda las charreteras; con las nieves del Sorata el alquicel le blanquea, y asume tintes de mármol su figura de profeta, en tanto que sus pupilas alumbradas de tragedia van castigando las almas con miradas nazarenas.

El oro de diez coronas gime bajo su grandeza, y los cetros de diez tronos no alcanzan a su epopeya porque El va tornando en libres a los parias de la tierra, porque El va haciendo el milagro, como el Otro de Judea, de aquilatar redenciones con la sangre de sus penas. Ya regresa del Calvario, ya de la Gloria regresa, ya viene envuelto en la lumbre de las verdades excelsas, y por eso cuando pasa hacia la virtud eterna se le doblega la Historia

y se asusta la Leyenda. ¡Allá va Simón Bolívar por las cumbres de la América ! Cimer.a . de gorro frigio, gorro frIgIO de cimera, y doselándole el rostro un halo con siete estrellas ' el cuello, níveo en gorjdle~ con linos de Pontevedra; al hombro, un sol desgajado en oro de charreteras; sobre el pecho, la cruz santa que fue de un rey una rema ; bajo el tahalí ferrado, la espada que centellea y qUe le festona el paño celeste de la guerrera; en las manos, el bridaje' el pantalón, de gris perl~, y sobre los calcañares, el coturno de la guerra; la sangre de cien victorias sangrándole en las espuelas' el alquicel a la espalda ' y debajo de las pierna; hechas para montar siglos, un potro blanco que vuela . .. ¡Allá va Simón Bolívar por las cumbres de la América! Caracas, mayo de 1938.

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.------------------------.----------------------------------------------------------------RENoBLE.- En el próximo mes de mayo habrá en esta ciudad, por primera vez un gran concurso público de pianistas en el que se disputará el Grand Prix de la V iLle de Grenoble. En este concurso sólo partiCIparan los pianistas que hayan obtenido un Gran Premio en el Conservatorio de esta ciudad francesa, asimismo el triunfador o triunfadores, se lleva rán tres premios : Una cantidad en efectivo, un diploma con medalla y un contrato para actuar en la temporada regular de conciertos 1957-1958.

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HAMBURGO.-Recientemente se estrenó en esta ciudad la Sinfonía Pastoral Pampeana del compositor argentino Alberto Ginastera . Desde luego que el público sajón, acogió con vivo interés la música dodecaton al de la composición que fué dirigida por el ma estro Hans Schmidt-lsserstedt y ejecutada por la orquesta sinfónica de la Radio del Norte d e Alemanla.

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SAN JUAN.-Todo se encuentra listo ya para que se lleve a cabo el Festival Casals en Puerto Rico, del 22 de abril al 8 de mayo. Dicho Festival constará de 12 conciertos de los cuales 6 serán orqu~stales y

CHOPIN

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6 de música de cámara. En ellos sélo se interpretará música de Bach, Mozart y Schubert.

• • * PARIS. -La Editorial Leduc, una de las má s importantes de Francia, tomando en consideración las n ecesidad es de las escuelas mu sicales de todo el mundo, principalmente de habla hispana , ha dado dema siada importancia a la publicación de obras didácticas que, en su s propios idiomas, pueden servir a melómanos y estudiantes. Entre sus publicaciones en español, se encuentran ya: Abecedario Musical de Chevais; M étodo de mazas (violín); Quinientos Ejercicios de Lectura de Parente y Vincent d'Indy (violín y viola ) ; La técnica del violonchelo de Bazelaire, profesor del Conservatorio de París; Método completo de la flauta de Alté; Grandes estudios cotidianos de mecanismo (flauta ) , de Jean-Pierre Rampal; Método completo (clarinete ) de Klosé; Estudios progresivos y melódicos (clarinete) , de J eaniean; Gamas y arpegios (saxofón), de Marcel Mule, profesor del Conservatorio de París y excelente virtuoso de fama internacional, Método completo para todos los saxofones, de Klosé y El gran método (trompeta ) , de Arban, en nueva edición y encuadernada en tres volúmenes.

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el que se premiará con cinco millones de liras al m ejor compositor de una ópera, repetimos, no importa que el compositor sea de cualquier país; así que, los interesados pueden solicitar más detalles precisos, escribiendo a la secretaría del concur so, en Palazzo Selbollini, Corso Venezia 16, Milán Italia.

* • * NANCY.-En la temporada de ópera que se está desarrollando en esta ciudad, tuvo lugar el estreno mundial de Le Chevalier de Neige ópera del compositor francés Georges D elerne. La crí tica y el público estuvieron de acuerdo en que ésta, es una obra de mérito, y a la que esperan los más importantes teatros líricos del mundo. •

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TEL A VIV. -La Orquesta Filarmónica de Israel recientemente h a conmemorado el vigésimo aniversario de su creación con una serie de conciertos de gala, en cuyos programas figuran obras de compositores israelí es y extranjeros. El primero de estos conciertos lo dirigió Sergio Celibida che, y en él se ejecutó la Quinta Sinfonía de Beethoven, la Sinfonía Fantástica de Berlioz y dos obras del compositor israelí Paúl Ben Jaim.

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MILAN.-Un diario milanés, Stampa di Milano, está patrocinando un concurso internacional en

MOSCU.-Dentro de un año, en los meses de marzo y abril se efectuará el primer concurso inter-

TCHAIKOWSKY

VERDI

_ARTES


-----------------------------------------------------------------------------e nacional P. Tchaikowsky, ya que desgraciadamente por motivos de fuerza mayor, no se pudo llevar a cabo en estos meses como eran los deseos de los dirigentes. El concurso será destinado para pianistas y violinistas de todo el mundo. Las bases para el citado concurso se darán a conocer aproximadamente por el mes de septiembre próximo. *

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nebres. Cu ando iba descendiendo el ataúd con los restos del magnífico músico, un coro de quinientas voces mixtas entonó con los ojos empañados por las lágrimas el Vapensiero, fragmento de la famosa ópera Nabuccodo nosor de Giuseppe Verdi, mismo que Toscanini dirigió en 1901 , cuando fue sepultado entonces el creador de Aida.

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PRAGA-En vísperas del centenario de la muerte de Glinka, uno de los creadores de la ópera nacional r u sa, el Teatro Nacional de esta capital organizó una velada solemne en su honor. En ella hizo uso de la palabra el ingeniero Ferdinand Pujman, dramaturgo de la ópera del citado teatro, quien habló largamente sobre la vida y la obra de Glinka, así como su gran aportación a la cultura rusa y del mundo. Después, los miembros del conjunto de ópera, interpretaron los coros y algunas de las principales arias de la ópera Russlan y Ludmila.

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VARSOVIA - Del 15 de agosto al 1 de octubre proximos, tendrá lugar en esta ciudad un Curso de Interpretación de las obras de Federico Chopin, por pianistas extranjeros, organizado por la Sociedad F ederico Chopin Cryzanowska. Este curso puede ser aprovechado por los pianistas interesados en la técnica pianÍstica polaca y que deseen participar en el VI Concurso Internacional Federico Chopin que tendrá también lugar en esta ciudad, en el año de 1960, en que se conmemorará el CL aniversario del nacimiento de tan insigne músico.

veland), bajo la batuta de su director titular Georgl Szell. Entre los solistas que visitarán esta ciudad, Sl cuentan al pianista chileno Claudia Arrau, a los vio linistas Yehudi Menuhin y Nathan Milstein; a lé cantante Rita Strech, etc. Además de las obras del repertorio internacional. en las Semanas M usicales se ofrecerán algunos even· tos de suma importancia, tales como el estreno dE La caída de Wagadú por la vanidad, oratorio para solistas coro y cinco saxofones, de Vladimir Vogel. *

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MILAN.- Después de Un mes y días del fallecimiento del maestro italiano Arturo Toscanini, fué inhumado su cadáver en el Panteón Municipal de esta ciudad. Se calcula que más de un cuarto de millón de personas asisitieron contritas a las honras fú-

VIENA-Del 1 al 2 del mes de junio entrate se iniciarán las celebraciones de las Semanas Musicales de Viena, contándose por primera vez con la cooperación de una orquesta americana (la de ele

BONN.- El XXI Festival Beethoven, celebróse en esta ciudad, del 26 de mayo al 5 de junio. Con el Festival Beethoven, terminará la temporada musical de 1956 que aquÍ empezó. En esta temporada se ofrecieron obras de gran magnitud, tales como La Flauta ¡Mágica de Mozart, Fidelio del propio Beethoven ; Ariadna en Naxos de Ri chard Strauss, así como obras modernas : Preussisches Marchen de Boris Blacher y Albert Herring del compositor inglés contemporáneo Benjamm Britten. Los conciertos que presentaron el genial guitarrista español Andrés Segovia y Wilhelm Kempff, serán inolvidables por muchos años, para los afortunados que pudieron escucharlos.

GLINKA

TOSCANINI

BERLIOZ

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CVENTO

NUNCA ES

EL

EM 13RION

DE

UNA

NOVELA

Antonio FLORES RAMIR EZ

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L DESARRO LLO de nuestra literatu ra es

un tema de discu sión consta nte, cualquiera que sea la forma de aquélla y el planteamiento de ésta. No escapando a esa tentación , yo también h e elaborado una teoría gen eral , que en este caso sólo referiré al cuento. -

Con frecuencia , Se emiten juicios respecto de que ola mente tenemos cu entistas - buenos o m alos, pocos o muchos; esto es lo de m enos - porque nuestros escritores son ' perezosos o porque carecen de tiempo, acuciados como están por la satisfacción de su s n ecesidades, para dedicarlo suficien temente a la creación de n ovelas. Se dice, también, que ca r eciendo como car ecemos de un común denominador nacional y sociológico, nos ha sido imposible en contrar las

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motivaciones de gran aliento y de amplia resonancia que caracterizan a la novela . Ambas apreciaciones son , a mi JUICIO, equivocadas. La dimensión in terior que ca ra cteriza a un cuento, com o específico género li terario, estriba en las infinitas posibilidade que condicionan al protagonista, antes y despu és del momento qu e se fija y encuadra en la trama precisa y circunscript013 . T odo puede acontecer o haber acon tecido fu era de aquel momento, pero nad'l será capaz de modificar esa su estructura Íntima y fu gaz. Ahí r adica la di fícil facilidad que a muchos atrae y a muchos arredra. Un cuento es. O n o. Pero por sí mismo. Jamás

podrá ser el embrión de una novela. De la misma m anera que una novela nunca es un cu ento exten so o extendido; y entiéndase bien la diferencia de ma ~ t~z en estos dos participios. Esto, tan obvio, escapa sm embargo a una cantidad enorme de lectores en quienes fuera de suponer una cierta cultura literaria y, COn ella, cierto discernimiento. Pero todavía es más lamentable que lo propio acontezca aun entre quienes Se sienten escritores potenciales, o que ya lo son en cierne. Un cu ento bien hecho no es el resultado de la suma de unos minutos, solam ente. Requiere una tenacidad de esfuerzo cuya medición está fuera de lo cronológico, sin que esto deje de considerarse. En ello acontece algo similar a lo que se da en los fenómenos de la electricidad: para ésta pueda h ablarse de amperes, ohms, vatios y voltios, ya que con cada uno de esos t érminos se estará ponderando alguna (le sus cualidades, inconfundiblemente y sin perder de vista su esencia íntima; empero, la utilización de uno no elimina a otro de ellos ni a su referen cia específica, sino qu e, por lo contrario, se los relaciona de modo ineludible y conciso. Lo r eferen cia de tales m en sores eléctricos com o homólogos de los existentes en diversos géneros litera rios no es h echa por mí al acaso. Pero por ahora me concr etaré a rebatir los asertos respecto de qu e carecem os de un común denominador n acional y sociológico, a la m an era del que tien en otros pueblos. E s verdad que estamos en trance de formación, si se nos compara con gente como los ingleses; p ero también lo es que tenemos cierta homogen eidad, su perior a la qu e poseían los argentinos cuando fue escrita Don Segundo So mbra. Y sin embargo de ello, Güiraldes fu e ca paz de escribir esa novela que habla a la sen sibilidad de todo el pueblo ar gentino, contrariamente a lo que acontece en nuestro país, aun ahora, donde no se puede en contrar el equiva lente, ya que ni Los de abajo , ni U lises criollo, ni El águila y la serpiente - ni Tomochic, para irnos un poco atrás en el tiempo- dicen lo mismo a los varios estratos de lectores que hayan tenido o tengan tales novelas . A contece, sí, que por un fatum cu ya observa ción a nadie escapa, ha y una tendencia en cierto modo morbosa p or mantener un hibridismo en lo qu e mira a los diver sos estamentos de que · está for mada nuestra sociedad económicamente hablando, y otro del mismo tipo en lo concerniente a las varias corrientes étnicas que desembocan en el mexicano ~ctual. A sí, hay: novelas y cuentos cuyos autores Impregnan -o Intentan hacerlo, cu ando menosde lo que llama n m ensaje. En ellas, se habla con u n folklori smo postizo, de charros de utilería despren didos de calendarios y de películas, pintados y hechos por gente que desconoce absolutamente la vida rural, p ero qu e supon e o cree firmemente que está re tratando lo revolucionario. Y del mismo modo, se a bren concursos para que se exalte con denuedo e inverecundia lo indígena o lo español, como si ello fuera lo verdadero y limpiamente contributi vo a formar y acendrar la n aciona lidad. No es verdad que falte un denominador común. Falta, sí, gente a quien no amedrenten los tabús prefijado s por los radicales de todos los colores y que puedan ver por encima de esos valladares el hori zonte amplio que ya tenemos. La vida urbana, p ese a que su población es menor que la del campo, es la que permite o exige leer . Y a tales potenciales lectores, a quienes se des tina esa literatura de ficción, n o se les h abla en un r eflejo de sus motiva ciones, ni se pervade a esos libros de los problemas que arrostran cotidianamen te, a fin de darles suficiente fu erza de atracción . .Cualquiera que sea la fi losofí a que se adopte para Juzgar , se concluye que n i la m oli cie ni el agotamiento físico - manifestaciones del vivir en los extremos econ ómicos- son estados propios para leer. Así pues, es la gen te de genuin a clase media la que durante su inesca pa ble vida citadina lee con más asiduidad y una ma yor cantidad de libros. Sin emba r go, una superfi cial revisión de nuestros cuentos y de nuestras novelas demu estra que entre nuestros escritores no h ay la m enor preocupa CIOn por en contrar a su s lectores, sino que producen adventiciamente. Pasemos ahora a sostener nuestra segunda afirmac ión: es el cu ento de una s cuanta s cuartillas lo que m ás h a seducido r ecientemente, por cuanto que la vida actual y su tempo condicionan con exceso para re-crear los acontecimientos en sí mismos. Ello no significa, desde luego, que se carez ca de hora s m ás o menos oara urdir tramas p rolongada s. A contece que aquello que se ve pasar transcurre en verdad

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ARTE S


muy fugazmente; así, lo que ve el escritor equivale a ene amperes. Y la intensidad emocional de tales acontecimientos depende de la sensibilidad del escritor, que actúa como otro factor, siempre en estrecha relación con el ya dado. De esta manera, vemos que O'Henry, Chejov, Manlove Rhodes tienen características por completo diferentes a las de Steinbeck, Stendahl, Tolstoi y Balzac, por ejemplo. Y ello no porque estuvieren colocados en estamentos económicos distintos y en momentos diversos, sino porque su ubicación espiritual así como su poder receptivo de hechos es el que difiere. Así, el cuentista exige de sí mismo una captación instantánea y el novelista una actitud discursiva. Ahora bien, cuando hablo de literatura de ficción no quiero decir, en manera alguna, meramente imaginada por sus autores. Contrariamente, en los escritores se delata casi siempre la re-creación; es decir, hechos que han sido vistos u oídos y que, más tarde, en un fructuoso reposo van siendo vuel tos a hacer, con los naturales ingredientes que el autor, si lo es en verdad y no se limita a un adobo de plagios, ha de poner. O'Henry fue, en efecto, un atento observador de la vida que ante sus ojos ponía Nueva York. Del mismo modo, Manlove se adosó a las praderas del oeste norteamericano mientras observaba lo que en ellas acontecía. Si después pusieron a trabajar su mente, a fin de acrisolar lo que vieron, ello corrobora mi aserto de que la brevedad espacial de un cuento no responde por fuerza a la rapidez con que haya podido ser escrito, puesto que muchas veces tal proceso de maceración requiere tanto tiempo como el que tomaría a un novelista construir alguno de sus trabajos. No, en ninguno de esos momentos hay partenogénesis. Los hechos engendran en la mente del observador, éste concibe durante el tiempo que sea necesario, y después viene el alumbramiento. Si los frutos son o no idóneos, ello es independiente de estos lapsos y ha de ser atribuído a otros factores . Pero entre nosotros acontece que los autores se sienten potencialmente genios a quienes no hace falta estímulo alguno. Y esto es ya un pecado original en sus obras. Muchos de ellos ni siquiera leen, y se jactan de ello, sobre el supuesto - para ellos- de que la literatura es un don extraterrenal que habrá de llegarles infusamente. "La imitación proporcional al individuo, ia seguridad de no hallarse solo en sus actos, y, además, apoyándose en las anteriores ejecuciones de la misma acción como en firme cimiento, descarga de nuestro acto presente la dificultad de sostenerse a sí mismo. Engendra, pues, en el orden práctico la misma peculiar tranquilidad que en el científico gozamos cuando hemos subsumido un fenómeno bajo un concepto genérico. Cuando imitamos, no sólo transferimos de nosotros a los demás la exigencia de ser originales, sino también la responsabilidad por nuestra acción. De esta suerte, se libra el individuo del tormento de decidir y queda convertido en un producto del grupo, en un receptáculo de contenidos sociales. El instinto imitativo, como principio de la vida, caracteriza un estadio de la evolución en que existe ya el deseo de actuar de modo adecuado por propia cuenta, pero falta aún la capacidad de dar a ese deseo contenidos individuales". Las afirmaciones anteriormente transcritas pertenecen a Simmel, en ese maravilloso estudio que hizo respecto de la filosofía de la moda, qUe en términos generales está referida a la manera de vestirse, pero que en ciertas apreciaciones bien puedo utilizar para convalidar mis asertos respecto de la teoría aquí sostenida. A varios de nuestros escritores, se les ha impu tado la adopción de este o aquel estilos. Se dice que escriben a la manera de. Pero esos mismos críticos - de buena o mala intención- experimentarían alguna satisfacción si los juzgados escribieran a ltl manera de otro de sus preferencias, digamos ideológicas. De esta suerte, el cargo tiene en sí mismo su invalidez puesto que no es la influencia lo que vituperan sino el modelo de que pudo haber sido tomada. En resumen: lo que es indispensable a nuestros escritores, de cuentos 'por lo pronto, es la búsqueda amorosa y sagaz de lo que acontece, limitando la introspección al acto recreativo, sujetándose a las reglas tácitas de ese género literario que no es mera anécdota ni novela corta, como lo explicó alguna vez uno de sus más devotos practicantes. Esta teoría no ha queda~o sino bosquejada, pero ya vendrán otras oportumdades para fijarla como tal.


LA TEMPORADA DE LOS

RENÉ LEIBOWITZ dirigió

un prOfSrama de música a tonal y dodecafónica de la escuela vienesa.

CONCIERTOS DE BEL[i

ARTES

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importancia de los Conciertos de Bellas Artes consiste, principalmente, en el nuevo sentido que se ha querido dar a esta ya tradicional temporada: poner en contacto al público melómano con el arte musical actual. En esta forma se realiza una má s de las fina lidades de difusión cultural del I.N.B.A. La difícil tarea de organizar estos conciertos fue excelentemente realizada por el maestro Rodolfo Halffter, quien no escatimó esfuerzo alguno para lograr el mayor éxito, tanto en la presentación de nuevos artistas como eh las programaciones. • ~ En el primer concierto escuchamos al Quinteto de Aliento de Bellas Artes, donde actuaron como solistas el extraordinario concertino de la O. S. N . Frimco Ferrari, y Miguel García Mora, excelente pianista mexicano. Para el segundo concierto de la temporada se invitó al maestro Rene Leibowitz, para actuar como director huésped de la O.S.N . en un programa de música atonal y dodecafónica, de los autores de la escuela de Viena. Este concierto fue de carácter informativo, ya que en nuestro país hemos tenido muy pocas oportunidades para escuchar esta clase de música. Puede decirse que a partir de 1930 casi todos los compositores jóvenes de Europa han adoptado como procedimiento de composición la dodecafonía, que es un método de composición creado por Schoenberg, pero que permite a los compositores conservar su personalidad propia. Los nuevos compositores de tendencias dodecafónicas se han liberado del expresionismo schoenbergano. y escriben una música objetiva de acuerdo con las corrientes neoclásicas de la música de nuestro tiempo. Siguiendo este mismo criterio informativo, el tercer concierto, r eumo factores de gran importancia: la Orquesta de Cámara dirigida por el maestro Luis Ximénez Caballero, y la actuación de la soprano Thelma Ferrigno. En este concierto se estrenó una obra importantísima, Adagio, de Hartmann, que es uno de los compositores más notables de la Alemania actual. 4.

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LAS ESTACIONES, DE VIV ALDI

EL P RI M ER flautista del mundo, J. P. Rarnpal, actuando en Bellas Artes.

En el cuarto programa de esta temporada de Conciertos de Bellas Artes se presentó por primera vez en nuestra capital la bellísima obra de Vivaldi Las Estaciones con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, bajo la dirección del maestro José Ives Limantour; la narración de los poemas descriptivos estuvo a cargo del actor Ignacio López Tarso, y fueron especialmente escritos por Francisco Serrano Méndez, según la idea original de Vivaldi. Las Estaciones es una obra formada por cuatro conciertos para violín, orquesta de cuerda y continuo. Fue este concierto, sin duda, uno de los más bellos de la temporada. En el quinto concierto actuó la soprano mexicana Maritza Alemán, quien posee un talento evidente, y un futuro halagador. El 1 de abril se efectuó el sexto concierto, en el que se presentó por primera vez en México al mejor flautista del mundo: J. P. Rampal, y d extraordinario clavecinista Veyron Lacroix. Con este concierto terminó la misión de Conciertos de Bellas Artes, en lo que respecta a la presentación de los máximos nuevos valores de la interpretación musical del extranjero. El martes 9 de abril tocó el turno a Miguel García Mora, en un recital de obras mexicanas, que fueron interpretadas magistralmente. Para terminar la temporada se presentó a un excelente artista escandinavo quien vino precedido de una gran cantidad de críticas elogiosas del viejo mundo: Niels Viggo Bentzon, que está conceptuado como uno de los más importantes compositores y pianistas de la Europa actual. Nuestro más sincero elogio al maestro Rodolfo HalIfter, por el éxito de esta temporada ya inolvidable. Q

EL DIRECTOR René Leibowitz. MAESTRO

Rodolfo Halffter .

4I!DARTES


rna

auge teatral en México? Es la pregunta. La respuesta es: NO. No existe. Existe un movimiento q ue puede hacer llegar el teatro al auge que todos esperamos; e~iste una ~abor que el Estado, a través del Instituto NaCional de Bellas Artes, realiza por cuantos medIOS tienen a su alcance: '1"eatro Infantil, delegados ioráneos, escuelas en la. capital y en la provincia, concursos dramáticos, una Urudad Cultural: la del Bosque, con dos teatros, y la pronto restauración de otros que albergarán a compañlas de calIdad para lograr ese at.:ge que empieza a percibirse y hacerlo llegar al pueblo. Existe auge de teatros, de tea,tr?s de bolSillo; de lo~a ­ les, eso sí, pero el auge teatral artlstIco no eXiste todavla, a pesar de los esfuezos desplegados. . Para que exista, es necesario que , las f uerzas que lo mtegran cumplan debidamente su funcIOn_ Tres fuerzas son éstas: AUTOR, ACTOR Y PUBLICO. Analicemos primero el trabajo del autor ya que, indiscutiblemente, es el factor más importante para el desar rollo de la actividad teatral. ¿Hay realmente autores de teatro en México? Sí. Los hay y los ha habido muy buenos. Entre aquellos que encauzaron la corriente literana mexicana, que trataba de apartarse de todos los estilos europeos para crear lo auténticamente nacional encontramos a Sor Juana Inés de la Cruz, a Fernando Calde;ón a José Peón Contreras, a Manuel Eduardo de Gorostiza. Estos fueron, digamos, los pioneros del teatro mexicano. Pero ocupémonos de los actuales. Los de la pasada y los de la nueva generación. De éstos, podemos h.:<:er un lIgero análisis, y para el caso se pueden dividir en cuatro grupos: Primero, el maduro; segundo, el prospecto; tercero, el comercial, y cuarto, el aficionado. . . En el primer grupo, podemos mclUIr a autores que han escrito varias obras; a lgunas han sido buenos éxitos, otras no han resistido una crítica severa y algunas se han quedado en el cajón del escritorio. Autores cuya producción fué fecunda en una época (primer tercio del siglo), que son. más o menos conocidos, que su fama en algunos casos es casI Internacional y que han sido modelos, buenos o malos, de la nueva generación, En este grupo, puede incluirse a Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Rodolfo Usigli, J. Joaqwn Gamboa, Julia Guzmán, Celestino Gorostiza, Ladislao López Negrete, Concepción Sada, Nemesio García Naranjo, Ric~rdo l'arada León, Agustín Lazo y otros contemporáneos de estos que SIguieron o siguen la mismil línea. Algunos como Novo, Usigli y Gorostiza aun perteneciendo a este grupo pueden ser considerados en cualquiera de los otros ya que siguen produciendo en la actualidad nuevas obras que ~ompiten ~on la calidad de algunos jóvenes principia~tes. El segundo grupo le) forman los prospectos. Unos mejores que otros, pero todos con esa inquietud por lograr ~a .calidad que tiende a realizar el buen teatro, el teatro arhshco. De estc grupo, algunos han destacado, a pesar de ser tan jóvenes en el oficio gracias a que sus trabajos son lo mejor que se p uede hallar ~n el mercado teatral. Podemos citar entr e otros a Sergio Magaña -seguramente el mejor, aunque no muy fecundo- a Emilio Carballido, Ma. Luisa Algarra, Luisa Josefina Hernández, Carlos Prieto, Jorge A. Villa señor, Wilberto Cantón y posiblemente uno o dos más que completan este grupo, el cual puede ser la esperanza del teatro mexicano. Esto sea dicho sin ningún apasionamiento puesto que se ha visto claramente que son -especialmente los nombradosautores que se han preocupado por crear una nueva corriente que acabe con el extranjerismo que invadió el medio artístico mexicano durante el primer tercio de este siglo y con la invasión de obras mediocres que nos llegan en la actualidad. y sigue el grupo tercero. Los que los integran se han especializado en escribir muchas obras de baja calIdad artístIca por considerar y pensar los autores de ellas que es más conveniente y que son imanes de gran taquilla. De éstos, han destacado casi todos en el mismo DIana, colocados en primera fila y a veces - por desgracia favoritos de ese público que gusta del teatro fácil o vodevilesco. Aquí, encontramos a Luis G. Basurto, Rafael Solana, Federico S. I nclán, Alfonso B. Anaya. Jorge Ibargüengoitia y posiblemente algunos más que, siguiendo el mal ejemplo, engrosarán esta lista de autores de obras que no serán recordadas jamás por lo insulso de su tema o lo pobre de su calidad. Estos jamás se ocupan en mcjorar nuestro teatro. ¿Por qué? ¿Porque no pueden o porque no quieren? Quién sabe. Pero si son capaces de escribir tantas comedias, bien puede suceder que de sus plumas sa lgan cosas de mejor calidad artística aunque esto vaya en detr imento de su fecunda producción. Y, por último, el cuarto grupo: los aficionados. En éste, se reúnen todo aquellos autores o pseudoau tores (l ue logr all escribir una comedia por casualidad, y cuya calidad no es artística ni comercial; que alguna vez consiguen escribir algo que f(usta a un reducido númer o de amigos, pero q ue si ll ega al público se queda en nada. Es el tipo de autores como H éctor lVlendoza, Barbachano, Othón Gómez, Humberto Robles, Sülmas, Crespo, etc., etc., que se han dedicado exclusivamen te a ese .. 'bir comedias que concursan cada vez que hay una oportu nidad. Claro que de estos puede sa li r alguno que, a fuerza de trabajar incansablemente y a conciencia, logre colocarse entre los del segundo grupo, y así, con todos los demás auténticos valores, puedan crear una barrera contra lo pésimo y ayudar a que nuestro teatro se dignifique y pueda competir no sólo entre sí sino con los mejores teatros del extranjero. Visto a grandes rasgos este panorama de autores, se puede pensar que hay infinidad de obras para llenar las carteleras de los muchos teatros de la ciudad. Pero no es así. De todos los citados, aquellos que más se producen son los del tercer grupo : los comerciales. Y como no se puede lograr una tradi ción a base del espectáculo exclusivamente comercial que hace a un lado la calidad artística, no se puede considerar que exista auge de dramaturgos en México. La segunda fuerza del espectáculo teatral es el ACTOR . Este, que es el intérprete del primero, que sirve de mensajero entre el autor y el público, "que es -dice Platón- el eslabón medio que une al espectador con el poeta", es, de las tres fuerzas, el que goza de mejores beneficios en el teatro. La referencia es, claro, al actor profesional, profesional no en el sentido económico sino al profesional de oficio. El actor tiene que dedicarse íntegramente a su trabajo, a su profesión; sani ficarse por el teatro, ser un esclavo fiel de éste, y no al revés _

_

XISTE el

ARTES

CARLOS

RODR I QVEZ

.---------------------------------Existen los llamados experimentales o aficionados, término más exacto, que no son S"IO g"U}Jos de IIri}JrOVlsaaos que, ai calor de un movimiento efectivo para sacar al teatro del marasmo en que está sumido, han querido fundirse con los que auténticamente desarrollan una labor en pro de es~ teatro, Por esto es por lo que el ol iclO del actor en Menco se ha desprestigiado cada vez más. Porque han hecho de la profes.ón un modo fácil de subsistir sin preocuparse por aprender. Luego existe el problema del triunfo fácil tras el cual todos corren. E~te se halla frente a las cámaras de TV .. suce~e este fenómeno: los profesionales en toda la extensIOn d~ la palabra, actores de la vieja generación que se habían a lejado del teatro, h an vuelto a ocupar en las tablas el lug?r que d~be­ ría estar ocupado por la juventud teatral, pe;o ~s~a prefIere refugiarse en un estudio de TV. porque es mas faCl l llegar y generalmente ' es trabajo mejor paga,d o. , Por esta causa actores que podnan ostentar este titulo se han perdido en el' anonimato o se han quemado precísamente con las electrónicas cámaras de TV. Justo castigo por deSVIar el camino que se habían marcado para pertenecer al teatro, ¿Por qué aquellos que se deb~n al escenano ~o ,vuelven los ojos a él y dejan la g lona eÍlmera de. la televl.sIOn a los menos preparados? Será porque eXiste el ~IPO especial" convenen ciero que busca en el teatro un mediO, un escalon para ll egar a' la TV -su máxima aspiración- o al cine, los más audaces. Partiendo de este punto a todas luces pesimista pero real, nos damos cuenta de que el actor, lo que debe ser el verdadero ACTOH y sobre todo el actor joven, el de la nueva generacIOll, el que deberá substituir a los grandes de la escena, el que puede ser la esperanza del teatro en México, NO existe. Porque no lo pued en ser los improvisados ni los audaces que sólo van a probar fortuna _ Causa de esto es también la falta de escuelas propias para ¡¡prender la profes'ón_ para lograr la perfecta formación del a ctor, para hacer de jóvenes con facultades , artistas que sean ¡JOI·te y prinCipIO de esa tradición teatral tan importante para los pueblos y que en México apenas ha empezado a echar raíces. Cierto que existe la Escuela de Arte Dramático del I NBA que aunque capaz, no es suficiente para la gran población de jóvenes con auténticos deseos de llegar a ser actores ; también tenemos la escuela de la ANDA pero esta se espeCIa liza más en actores cinematográficos que en formar actores para el teatro. Los concursos a que anualmente convoca el INBA y a los cuales asisten bastantes grupos que ahora no tienen la calidad necesaria serán posiblemente la cuna de donde salgan algunas compañía's que, pon iendo todos sus esfuerzos en bien dei teatro, destaquen por su excelente calidad . De ahí mismo, pueden salir los actores que -ahora negados- p:ledan brillar por su entusiasmo y dedicación. Examinadas las dos primeras fuerzas y visto que su eXIS-

'f

¿QUIÉN V A sustituir a los actores de otras épocas?

LÓPEZ TARSO:

uno de los pocos actores jóvenes.

tencia es negativa a pesar del snobismo imperante en el medio artístico, examinemos la tercera, ql:le es el público, para aseverar de antemano qeu tampoco eXiste. Sí existe un público, pero un público de vodeviles, de espectá~ulos ramplones, de obras insu bstanciales; un público que asiste a las salas por snob, que única~ente va ,a l?s estrenos cuando le obsequian un pase; en fm, eXiste u n publico que no está educado para apreciar las pocas cosas que llegan a r epresentarse. No hay que olvidar que el teatro es escuela de costumbres, que su radio de acción es muy amplio; que se puede educar al pueblo por este mpdio mejor que por otro cualqUIera; que se debe hacer teatro para toda clase de público y no solamente para ese reducido grupo que llena los es~renos o que gusta de lo exótico, o que puede pagar altos precIOS por una localIdad. Entre el pueblo, existe un público sencillo y conocedor,. al cual se le puede guiar hacia el buen gusto con obras propIaS y de calidad, sin lenguaje grosero ni difícil, q u e lleven el consabido mensa;e, y a precios populares. Una vez logrado esto, se habrá conquistado un auténtico público que más tarde pueda llenar cualquier sala y mantener el mejor eSllectáculo teatral. Naturalmente que para lograr esto es preciso que el AUTOR, el ACTOR, y en general todo el elemento que sirva al teatro telón adentro, hagan su meior esfuerzo para lograr a l fin un TEATRO digno de este México actual que ante el concurso de las naciones tiene una bien cimentada fama de país adelantado. EXISTE UN

movimiento que quizá lleve al auge.


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telúrico poeta, diplomático mexicano eficiente y sobre todo hombre de buena voluntad que es Jesús Flores Aguirre, a quien, habida cuenta de tanto merecimiento, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha elevado de su cargo de Secretario de primera al rango de Consejero del Servicio Exterior, los artistas de México y en general los aficionados a la gustación de las artes plásticas deberán, en primer término, la realización de esta muestra de la Estampa Argentina Contemporánea, de re ciente presentación. Se debe decir y se dice: en primer término porque hay que convenir que a su verificación ha contribuído de manera consciente y prestante el propio organismo rector de las bellas artes de la nación mexicana. Al abierto espíritu de su directiva, a la comprensión estética de su departamento específico, a la calidad de sus museógrafos, se debe ciertam.ente no sólo la realización de la muestra sino su montaje altamente decoroso, sobre el cual, por fortuna, pusieron sus atentos ojos y expresaron sus plácemes algunos avisados y generoso, críticos. La Sala de la Amistad Internacional va resultando, así, un epicentro de notoria valía, emisor de ondas concéntricas de vastísimo alcance, destinadas a expresar la vocación pacifista de México, al tiempo que captar las similares que se emiten desde otros países del orbe produciendo un viví sima intercambio estético que proporcionando indudablemente oportunidades brillantes para que los pueblos se conozcan, frutecerá en cosecha de paz, de la que el mundo está anheloso. La muestra de la Estampa Argentina Contemporánea será homologada seguramente por los anales del arte americano como una de las tentativas más serias y mayormente bené· ficas de las que en Latino América se hayan realizado tendiendo a tan noble fin. Y es de esperar -obligación de señorío inaplazable así lo aconseja- que la Agentina responda a impacto tan elegante cuanto provechoso organizando la exposición recíproca de la Estampa Mexicana Contemporánea, que ya es hora que los hermanos australes puedan ver y aprecia;', si es que hay diplomáticos argentinos acreditados en los Estados Unidos Mexicanos con supuestos que debe haber dotes de capacidad y diligencia equiparables a las del poeta sal· tillense, que sobre su origen provinciano trasunta su raigal ensueño americanista. L

ALEGORIA, ATUR AL EZA M UERTA,

x ilografia original de Alberto Nicasio.

S AN FRANCISCO SOLANO, de Luis B.

Caputo.

LA PROMESA N T E, grabado de la artista argentina Elba Villafañe.

fino grabado a punta seca por Helmice M. Sajorcada.


R-E. M ONTES Y BRADLEY e-----------------------------Con todas las prominentes, inocultables y lisonjeras influencias europeas, que también en campos de la estética se dejaron sentir sin importar defección alguna, puesto que en los países australes, donde no habían culturas autóctonas, a la llegada de los europeos todo estaba como en el séptimo día de la creación, el arte en Argentina - y naturalmente en Uruguay- no puede definirse con características vernáculas, como no sean las de común denominador extraído precísamente de las numerosas cuanto variadas interferencias adjetivas que en la indefinible sustantividad de un ecúmene virginal 'alcanzaron valencias homologables. País eminentemente evolucionista en razón de su básica economía agropecuaria, originalmente poco poblado tanto como necesitado de acrecimiento de población, la Argentina -como su vecino cisplatense- progresó sin saltos y sin urgencias, convencida de que en el reloj de los pueblos el tempo tiene distinto valor que en el de las gentes, y las premuras casi siempre se esterilizan en indefectibles festinaciones. Consecuencia de tan consustantivo ritmo, el argentino; cualquiera sea su vocación afición y devoción, es un ente predispuesto a la permeabilid¡¡d siempre que sea benéfica; es decir, siempre que la incidencia fructifique en experiencias sin las que todo cammo sobre azaroso resulta morosísimo.

TRABAJO,

grabado de Armando Siea.

LITOGRAFÍA pOr Castagnino.

Esto es lo que primordialmente debe tener presente quien ambicione efectuar una va loración certera del arte argentino contemporáneo. No solamente de la estampa, sino de toda manifestación artística: la plástica como la musical u otra cualquiera. Si asi procede el aficionado como el crítico, el discípulo como el maestro, recibirá la compensación lectiva consiguiente, y libre de prejuicios y de presunciones que por superlativamente nocivas le resultarían fatales, advertirá que, en el caso concreto de los estamperos transplatenses, la diversidad de índole técnica o expresiva no es producto ajeno a una posición, por vital, irrenunciable e imprescriptible. Efectivamente, el grabador argentino de hoy tiene por suya, por ínsita a su personal condición y desde luego presente en su actuación, esa diversidad a la que ha podido llegar por aprovechamiento de ancestralismos artísticos que hubiera considerado torpe desechar so pretexto de chauvinismos inconducentes. No es que, escapista o torremarfilista, defendiendo falso señorío, haya marginado así mismo el proceso de nacionalización a que todo pueblo aspira sabiendo que en la diversificación se encuentra el quid de un intercambio espiritual -y de toda índole; también e conómico- por cuyo vehículo la humana condición se emula y obtiene un equilibrio dinámico, grávido de posibilidades, no; es, sencillamente escrito, que tiene para sí que lo argentino ha de venir por crecimiento y densificación del tejido social, y ha de ser, consi guientemente, producto de amalgama étnica. Aunque el procedimiento no pertenezca al incisorio, desde los comienzos del sigió décimonono, al estampero de la entonces incipiente Argentina le atrajeron los bloques líticos capaces de multiparir ilustraciones mediante pulimetnos alternados con frutaciones que las pren sas gráficas reclamaron con insistencia a través de libros y periódicos. Luego de ser litógrafo aprendiendo el oficio junto a maestros franceses ocasionales, ese mismo artista se sintió atraido por las planchas metálicas, los ácidos y los buriles. No desechó el lápiz litográfico por ninguna causa. Como no despreciara en anterior circunstancia, el simple lápiz de diseño al descubrir las inmensas posibilidades de aquel otro con qu e haría hablar las piedras. El proceso no es excluyente, tal cual se advierte. Y es importante destacarlo. Así es cómo, cuando menos lo esperaba, cayese en la tentación de utilizar, para agilizar su voz plástica, la madera y las gubias, siéndole indiferente con éstas grabar aquéllas de cabeza o de pie. En cada uno de estos alumbramientos, él procede como el más anheloso 'y aplicado discí p ulo, olvidando muchas veces su calidad magisterial en el quehacer de la víspera. Y así, insensiblemente, va incorporando actitudes que le habrán de ser grandemente compensatorias de esfuerzos, aunque incruentos, laudables. De la misma manera, escucha las voces que tienen la virtud de emocionarlo, de co n moverlo, de agitarlo, de levantarlo a niveles en los que más de una vez soñara o ensoñase en alertadas vigilias. Y si sazona en materia de preceptivas, también cuaja en adultez glo tológica. Quiere esto decir que llega el día para él en que puede ufanarse, cual aqui en México se ha visto, de ser suficientemente elocuente a través de sus obras porque domin a los medios de expresión y puede hablar con esta o aquella voz de modo convincente. Su comportamiento ecléctico equivale a experiencia, a madurez. A la postt'e, el eclec ticismo es conciliación conceptual. Y no es demérito que exista alguien que aspire a con cretar la Babel donde la persona, siempre distinta por antonomasia, alcance el dominio de sí misma , eurítmicamente; es decir, acordando en la belleza los más heteróclitos y hasta antinómicos aportes. ¡Qué desconsolador sería el mundo si cada vez que el arte se manifestase, los audio videntes se lisonjearan al comprobar que la homogeneidad constituía su esencial atributo, ignorantes de que esta es condición hominal, y el arte, por el contrario, no es manera de expresarse los hombres, sino modo de expresión de personas! A esta altura del decurso de la humanidad, ya es bueno estar convencido, no sólo in clinado, a tener a la estética como actividad absolutamente independiente del progreso tanto considerada en si cuanto en los vehículos técnicos indispensables a su consecución. De manera que en arte, todo es posible y factible, y las leyes de la perención le comprenden. Así lo afirma con su exposición en México, el grabador argentino. Y subestimar la muestra, como algún crítico apresurado lo ha hecho porque las técnicas o las voces suyas no aparecíesen uniformadas en precípite nacionalismo, es lamentable equívoco conceptual a propósito del artista, quintaesencia de la persona y maduración plena del hombre, que, de no producirse, seguiría permitiendo el adocenamiento que caracteriza la inferioridad gregaria de las colonias, pero jamás el esplendor de los hombres en trance de definitiva liberación humoral. Quizás ésta, entre todas las lecciones que pudo dictar con su expOSlClOn el estampero argentino contemporáneo, pudiera ser la mejor por más digna, más libérrima, y, en con secuenCIa, tan trascendente cuanto perdurable.

_

ARTES

Dos VIGOROSAS muestras del traba;o de los grabadores argentinos.


E L TEATRO Popular delINBA

se creó en 1956

EXISTEN t 8 grupos en constante actividad. UNA ORI EN TACIÓN

conquista de un público nuevo para el teatro en México se realiza en forma muy ~ importante a través del Teatro Popular . Grupos de aficionados y experimentales, particular es y oficiales, así como compañías profesionales se han presentado desde hace muchos años en poblados y ciudades de toda la República, en tea tros al aire libre y carpas, y a~Ul cuando su participación era esporádica, y salvo excepciones, sin una orientación bien definida, su aportación ha sido muy valiosa. ,--,

j

A

LA

E s el E stado a través de sus organismos oficiales quien ha logrado dar al Teatro Popular una significa ción mayor y una orientación correcta, vigor izando esta actividad al participar en ella. En enero de 1956, el Departamento de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes creó la Sección de Teatro P opular, quedando a su cargo la difusión y orientación de esta a ctividad tanto en la ciuda d de México como en la República, y buscando en esta forma , un mayor acercamiento entre el teatro y el pueblo; para lograrlo, se fomenta la creación de grupos con los alumnos de la s escu elas de I n iciación Artística , las escuelas de A r te D ram ático y A cade-

UN PÚBL I C O

entusiasta q ue debe abordarse .

social y cultural bien de finida.

mias de Arte, y se proc ura incorporar a esta orga n iza ción a los gr upos independientes par a orientarlos, e intensificando sus actividades hacerlos permanentes. Los grupos afiliados a Teatro Popular trabajan durante todo el año en temporadas que se organizan en locales cerrados y al aire libre, de acuerdo con las siguientes bases y finalidades: Grupo " A " .- E stán formados por aficionados o estudiantes que se inician ; se les recomienda la interpretación de obras sencillas en un acto, accesibles a todo tipo de público. Sus r epresentaciones las efectúan los domingos en la mañana en parques públicos y lugares de gran concentración popular. Trabajan su programa durante dos semanas en el mismo escenario, y pasan después a otro en un sistema de rotación. Las funciones son gratuitas para el público y los grupos son sostenidos íntegramente por el I.N.B.A. Estos mismos grupos realizan funciones en centros de beneficen cia, como cárceles, hospitales, etc., orientando a l teatro hacia un aspecto eminentemente social. Grupo " B" .- L os integran estudiantes que ya ha n sido presentados o qu e trabajan u n 2 " curso de

LA M A YO RÍ A de las

fu nciones son gratuitas.

actuación. Se proyectan interpretando sencillas obras en 3 a ctos. Los escenarios se localizan en teatros o escuelas enclavada s en zonas populares. La presentación es más cuidada. Se continúa el sistema de rotación. Los precios de entrada, cuando se cobra, son sumamente bajos : cincuenta centavos .Y un peso; lo recaudado en las funciones se reparte entre los integrantes del grupo, quienes trabajan en forma de cooperativa . El I.N.B.A. proporciona teatro, producción de la obra y publicidad. Grupo "e" .- Formados por estudiantes que cursan el tercer gra do, trabajan en igual forma que los Grupos " B", pero se diferencia n por ser grupos que montan todo tipo de obras, nacionales, extranjeras, modernas y clásicas. Los precios de boleto por función son de dos .Y cuatro pesos. Estos grupos son seleccionados para trabajar también obra s de tipo experimental, por las que se cobra cinco pesos la entrada. En esta forma se estimula la creación de grupos, y se pone el teatro al alcance de cualquier tipo de personas para lograr una verdadera div ulgación. H as ta la fecha se controlan y m antienen en a ctividad, 18 gru pos q ue se han organiza do o bien se

SE DIV U L GAN las obras del teatro universal.


Los GRUPOS adquieren una útil experiencia. SE LOGRA una valiosa proyección didáctica . D ESDE EL sainete m exicano hasta los clásicos.

María Elena MARTlNEZ TAMA YO .'--------------------------------han in corporado. Algunos grupos cuentan con pequeños locales propios que facilitan a los otros gru pos, como "Las Máscaras" Teatro de Las .Máscaras; " Suspense" T eatro Camelia; "Ateneo" Teatro del Ateneo y otr os. Para los grupos que no tienen locales fijos, se han conseguido las Galerias Chapultepec, el Teatro del Museo Pedagógico, la Sala Xavier Villaurrutia en la Escuela de Arte Teatral, los locales de las Escuelas de Iniciación Artística, el Teatro Pánuco, o bien se alquilan otros teatros. Se está promoviendo la construcción de escenarios portátiles y carpas transportables que puedan colocarse en las zonas más alejadas de la ciudad, o bien, salir de gira con ellas. Es importante subrayar los convenios realizados o que se tramitan con otros organismos oficiales, como el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana, la Dirección General de Acción Social del Departamento del Distrito, y de la Secretaria de Educación Pública, la Dirección General de Asistencia Social, la Secretaria de Trabajo, el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio y la Escuela Normal, para lograr una mayor divulgación tanto en la capital como en la República.

EL TEATRO Popular irá a las zonas rurales.

También se realizan convenios con las feria s na cionales y estatales, vendiéndoles funciones a precios muy bajos, y se aceptan las peticiones que a juicio del I.N.B.A . convengan, para actuar en diferentes lugares de la República.

toda la República , en donde es utilizado en apoy o de las tareas pedagógicas y con un sentido educa cional amplio y tra scendente para su incorporación al nivel de la vida nacional.

Mediante este trabajo se ha logrado la integración formal de algunos grupos que trabajan con un sentido de responsabilidad y de grupo, y la enseñanza con la práctica, de cómo organizar y sacar adelante una función, o bien una temporada . Los actores van adquiriendo una práctica conveniente, los directores y los escenógrafos, experimentando y buscando nuevos caminos, y al mismo tiempo, todos los integrantes de los grupos toman conocimiento de los problemas que todo teatro tiene dentro y fuera de él.

pos, se está organizando la presentación en las calles de la ciudad de las Leyendas de México, el montaje de una obra espectacular y al aire libre para fin de año en la cual participarán todos los grupos de Teatro Popular; dos giras a zonas rurales y dos más a diversas ciudades de la República. Como estímulo al grupo que haya presentado la mejor obra durante el presente año, se organizará a principios de 1957 una temporada de un mes en el Teatro del Seguro Social.

Empieza a trabajarse el teatro obrero, fomentan do en los centros, la organización de clubes que participen de esta actividad teatral ya sea como especta dores o como actores. Se espera que én poco tiempo este trabajo rendirá frutos muy importantes.

De acuerdo con la exposición anterior se puede afirmar que el Teatro Popular actúa con una orientación cultural y social definida, y una proyección divulgadora y didáctica. Es deseo del Teatro Popular del I.N.B.A., proporcionar al pueblo un teatro que cada día tenga una calidad superior; los alcances son insospechados, nuevas situaciones y nuevos problemas abrirán nuevos caminos.

Se trabaja también en forma sistemática, entre los grupos indígenas monolingües y muy pronto el T eatro Popular abarcará él los grupos indígenas de

DIRECTORES y actores integran su labor.

Ar1f'mÁ <: r1f'1 tr~ hRin rf},q1l1~r flllP rp~ li7.~n ln, PTll -

Los ESCENÓGRAFOS buscan nuevos camznos.


primera motivación que dio origen a la arquitectura monumental, la que no solucionaba únicamente el problema de la habitación y protección del hombre sino que tendía a expresar su afan ~ de ser inmortal y expresarlo así por medio de obras durable,>, fue la religión. Expresada en la época neolítica en términos de magia y adoración por los fenómenos naturales, tuvo su primera expresión en los monumentos m egalíticos como los obeliscos o menhires, trilitos o monumentos de dos piedras puestas en sentido vertical con otra suspendida sobre las dos, formando un dintel, primera manifestación estructural ql e conocemos. Estos monumentos, como el obelisco de Locmariaquer, de 19 metros de altura y 260 toneladas de peso, ubicados en llanuras alejadas de zonas de formaciones rocosas naturales, para acentuar la ingerencia de la mano del hombre en la obra. El casi inconcebible esfuerzo para el hombre primitivo para movilizar y erigir el monolito, inicia el movimiento creadOr del ser humano en perpetuar el sobrecogedor impacto de su impulso religioso. El egipcio, ha legado la no superada monumentalidad de sus templos .Y de sus tumbas, destinadas a la eternidad, por los mismos principios de su religión. El caldeo crea una arquitectura alrededor de las torres de observación astronómica religiosa y para solucionar los problemas originados por estas necesidades, origina nuevos procedimientos arquitectónicos. Es en Grecia, donde la religión no atemoriza ni quita libertades al individuo, donde el pensamiento avanza al galope nrrastrando a las demás artes en su ritmo y, disponiendo de un material ideal, el mármol, crea en su arquitectura religiosa los órdenes que durante 24 siglos han de normar la arquitectura occidental. Importando de Grecia la arquitectura y la religión, los romanos incorporan dos factores nuevos: el arco y la cúpula, que serán de capital importancia en el desarrollo de la arquitectura cristiana . Durante tres siglos de perceuciones, el naciente cristianismo se refugió en las catacumbas, donde se formalizó el culto sin que imperara la necesidad de construir templos especiales para alojarlo pero cuando Constantino declaró al cristianismo religión oficial del Imperio Romano el año 323, se tuvo la inmediata necesidad de construir templos. Los arquitectos cristianos, tenían tres tipos de construcción monumental que adoptar de los romanos : el clásico templo tomado de los griegos, las construcciones circulares abovedadas, del tipo de las termas, y las basílicas. Rechazado el primer tipo púr sugerir obligadamente el paganismo anterior y el segundo por los licenciosos excesos a que se habían prestado, se adoptó el último de estos, ya que su función había sido de recinto comercial y de administración de justicia, además de prestarse mejor su forma a las nuevas exigencias del culto que permitían a los fieles permanecer en el interior del templo al contrario de los paganos, en los que solamente los oficiantes tenían acceso. La basílica cristiana primitiva, como la de San Pablo, en Roma, con sistía de cinco naves formadas por columnas y cubiertas, la central con techo de tijera y las laterales con techos inclinados. La entrada estaba formada por un patio rodeado de arquerías y un vestíbulo transversal, el narter, donde se colocaban los fieles no bautizados aún y dentro, la columnata concentraba toda la composición y la atención hacia el altar. Las torres, que aparecen posteriormente, se construyen separadas de la iglesia así como los batisterios circulares. En Oriente, en 5 3 2, se construyó la iglesia de Santa Sofía en ConstantInopla. La monumental cúpula y los diversos procedimientos que se utilizaron para solucionar su enorme empuje, marcaron una nueva orientación para la arquitectura religiosa. - Adquiere por primera vez la arquitectura cristiana, la monumentalidad aplastante que contribuye, en igual forma que la doctrina, a la posesión del poder temporal por parte de la iglesia. El estilo románico individualizó la arquitectura en diversos regiones europeas y preparó a la cristiandad para la más importante de sus realizaciones constructi vas: el gótico. Como una evolución lenta y consistente del románico, el gótico buscó la solución a mayores espacios, mayor luminosidad y a la reducclón al mínimo de la materia. En Francia, el año 1127, se cristalizó este estilo en la basílica de Saint Denis. Se logró el milagro del equilibrio entre espacios y Só' lidos, armonía que realizó plásticamente lo que no se hizo teológicamente; la proporción justa entre la razón y la fe. Nuestra Señora de París, Reims, Ulm , Ratisbona, son magníficos ejemplos del soberbio estilo gótico. Después, el Renacimiento. Smna de las corrientes clásicas y del eqUIlibrio gótico y casi sin transición, el Barroco corno una expresión hacia el exterior del humanismo individu'll de la nueva Edad de Oro. En España, adquiere el barroco su expresión más elevada, Que se traslada a la América floreciendo, al fundirse el preciosismo churrigueresco con la artesanía indígena, en la abrumadora obra arquitectónica religiosa del nuevo mundo que tuvo en México desarrollo más notable. Inútil es citar ejemplos del barroco mexicano, conocido por todos . Baste decir que a partir de entonces predominó ese estilo en la construcción religiosa en nuestro país, hasta fecha reciente. Durante el siglo pasado y las tres primeras décadas de éste, las iglesias siguieron imitando el gótico y el barrcco con pequeñas variantes, aplicatido los nuevos elementos y materiale.:; arquitectónicos, en una falsa imitación de los antiguos estilos. Hasta 1930, se inició la construcción de templos siguiendo la corriente moderna constructiva pero incurriendo en el error de adoptar formas moder-

TI;¡

LA MILAGROSA, iglesia realizada por el Arg. Feliz Candela.

SE MANTIENE el ambiente místico. CONCRETO BELLO Y útil a la vez. PLASTICIDAD EN la

justa valoración de las formas prácticas del concreto.

A


MAYO A N TONIO SANCHEZ

e-------------------------------nas que se a lejaban de la s m otivaciones litúrgicas o empleando los materiales como simple substitución de la piedra, sin darle la forma que pide por su propio funcionamiento. Tal es el caso del templo ubicado en la ca lle de Gabriel Mancera y que h a sido llamado - irrespetuosa pero acertadamente- Nuestra Señora del Concreto, donde la p esadez de la falsa aplicación del cemento para substituir a los demás materiales, cond u ce a la nulificación total de la idea espiritual que ha perseguido la arquitectura religiosa desde sus principios. Posteriormente, se han logrado acertadas soluciones empleando bóveda s de corte parabólico, en las que se ha consumado más la unión de la función religiosa, la belleza de la forma .Y la aplicación económica de los materiales de la época. Pero es hasta la aparición de la iglesia de La Milagrosa , hecha por el Arq. Félix Candela, donde aparece por primera vez, después de las reülizaciones de arquitectura religiosa que nos legaran los siglos pasados, que se nos brinda un templo que reúne, que sa ti sface las condiciones de construcción, época, simbolismo y función . Félix Candela nació en España y allá estudió la carrera de arquitecto. Reside en México desde 1939, habiendo adoptado la nacionalidad mexicana . Ha realizado má s de ochenta obras y su excepcional trabajo con el concreto le ha ganado una reputación internacional. Aun cuando el mismo habla en términos de contratista de obra s, ya que ha tenido a su cuidado un sinmi.mero de obras públicas de gran trascendencia , no, podernos dej ar de admirar en él a la conjunción ideal del constructor .Y el arquitecto. Del artista y el matemático. En la Iglesia de La Milagrosa se ha resuelto, sacando a l concreto su máximo partido técnico-económico, el problema de los claros y los volúmenes. Se ha hecho algo que reúne las calidades de recogimiento espiri tual dentro de la dinámica de la época. El concreto canta sin dejar de ser concreto y estructura . Es bello y es útil.

CANDELA DIO

lirismo increible a la matemática distribución 'de su concreto.

La mejor explicación la dan la s prO!Jlas palabras el e Candela: " Es necesario 1111Clar la fase constructiva de la evolución arquitectónica de nuestro siglo, pero apoyándonos en una base tectónica, no en modismos y tópicos de sentido puramente decorativo bidimensional y pictórico que costará un trabajo desproporcionado desarraigar cuando pase esa alegre racha de entusiasmo inconsciente y desmedido. Cuando se alcance un justo eq uilibrio entre lo estructural o necesario y lo decorativo o superficial ; cuando la misión de esto último sea subrayar o contra puntear el tema fundamental de la estructura, se habrá logrado una verdadera arquitectura que valdrá la pena consolidar en estilo ".

UNA SOLUCIÓN que satisface.

EPOCA, SIMBOLISMO

RECOGIMIENTO ESPIRITUAL en

Y función .

la dinámica de la época. "SE DEBE tratar de alcanzar un equilibrio entre lo estructural y

lo decorativo."


IP ~

CEFERINO PALENCIA

COLLAGE:

Picasso, Naturaleza Muerta.

COLLAGE:

Ce/erina Palencia: Toilette.

Jeos países habrá, si se exceptúan la India Japón y China don-

d ' respeto se le rinda, como en' México,. al Caballero , e con mas Papel, el tributo que se merece a toda hora y por causas diver. sas. En esta porción de América, no es aventurado afirmar que ?l papel se ha .troca~o . en un indispensable elemento de arte, y en los festeJ~ s pO'pula~es, mtervImendo en recintos determinados como adorno de prinCIpal m~e~es, cual acontece en cantinas o almacenes de abarrotes, ya en fiestas t~adlclOnales, o componiendo máscaras de típico carácter, ya estructurando f¡gu~a~ de donosa o picaresca intención, como son las que forman toda esa famIlIa que año tras año su rae con motivo de la Conmemoración de los Difuntos y de la que puede, al ~ofarse de la muerte extraerse mucho de In psicolog~a nacional. Esas calaveras bien revestidas de papel que ora contraen nupcws, ora se agrupan para desfiles o cortejos funerarios, son graciosa burla hecha a "la Inexorable" y a la que contribuye el Caballero Papel con sus varias y ricas tonalidades. Otras veces este mismo gran señor se dedica a engalanar altares y compartir los honores del embellecimiento con el autént~co encaje colonial, y en otras ocasiones el leve trozo de papel recortado, fIguran do un extraño ser, se utiliza para ritos y actos de brujería o simbolismo ance.stral aplicado a la tierra, las aguas y los vientos favorables y propICIOS, o bIen recoge en su levedad la creencia de lo beneficioso o el maleficio m~ldito y de~tructor Llegadas las fiestas navideñas, el Caballero Papel se dedIca entre rIZOS y festones a crear toda una fantástica serie de nunca vistas espec~es de animales de brillantes y audaces colores, y son entonces los caballos rosados a lo Gauguin, o los borriquillos azules, o los elefantes blancos, o esas aves de multicolores plumajes de papel con que se recubre la pii18ta, l a que en compañía de cadenetas y banderolas, también de papel, se destrIpa a fuerza de estacazos para ofrecer ubérrima su contenido de confituras y sainetes. Ya en esas banderolas a que nos hemos referido, se inicia la labor más bella y más personal de cuantas con el Caballero Papel se realizan en México. Aludimos a esas hojas de papel picado, verdadero prodigio de entonación y paciencia. En unos de estos papeles picados se desarrolla el tema religioso dedicado a Jesucristo o a la Santa Virgen. En otras, las aves se adjudican el puesto de motivo inspirador, en otros un vehículo de traza lujosa, y recargada a los extremos del barroquismo, delata la propiedad de unos riCOs y nobles señores ocupantes del regio carromato y de igual modo los llamados titeres y los farolillos velando la mortecina luz de la bujía en las Posadas. Todo, absolutamente todo ese mundo de papel, crea una concreta personalidad a tan frágil elemento el que llegó j al fin! a cobrar su debida lmportancia en manos tan hábiles y geniales como las de un Braque o las de un Picasso, colosos del arte actual, que acudieron al valor del papel, ya impreso, ya entonado, con una sola tinta, complementando la armonía o ritmo total de una obra pictórica de superior categoría. Pero antes de detallar la característica asumida por el papel como sujeto de primer orden, con otros elementos ornamentales, recordemos un poco sus orígenes e historia en México. Sin duda alguna, la corriente más fecunda fue la originaria y llegada del Extremo Oriente. Aquella nao de China seguramente importó mucho de los comienzos del empleo del Caballero Papel para fines plásticos y como consecuenCIa, artísticos. También se ha pretendido atribuir ese ·origen a los papeles recl.rtados y coloreados con escenas históricas o populares, las taurinas smgularmente, con que se recubren los vasares de las cocinas catalanas, extremeúas y castellanas de la Madre Patria y, así, esta es otra corriente sugeridora del empleo y valor del Caballero Papel en México. Sea cual fuere la pLmera utilización, lo cierto es que, al ser empleado en esta tierra amer~cana el C:lballero Papel como elemento decorativo, se transforma en un arte auténtico, merced a la sensibilidad y sentimiento del indígena, quien llega a alcanzar una singular pericia para taladrar al papel, luego de haber compuesto el asunto que definitivamente queda en el papel picado, en una llamada plantilla que luego se repite indefinidamente con una celeridad y justeza en la práctica admirable por su belleza y precisión. Hoy son pocos los artistas de renombre que por superior sensibilidad se dedican a mantener el prestigio del Caballero Papel, como manifestación folklórica . De entre estos emocionados creadores hay que citar, por lo respetuosa con la tradición, a la pintora y entusiasta de toda expresión artística popular, Dolores Cueto, quien ha cultivado el arte del papel picado con un entusiasmo ejemplar, y a continuación hay que rememorar el nombre de Chucho Reyes, personalísimo creador de arte sobre papel, y a quien puede parangonarse por la hermosura y originalidad de su producción artística con el pintor Rouault, quien también suele valerse del papel llamado de estraza p ara desarrollar casi ese mismo mundo fantástico creado por Reyes Ferreira, aun cuando para ser totalmente justos debemos consignar la mayor riqueza y variedad de temas cultivados y resueltos por el mexicano en relación con" el gran artista galo. Tanto Dolores Cueto como el jalisciense Chucho Reyes han sabido atender al Caballero Papel con toda clase de consideraciones y respetos y de él se han valido para personalizar en muchas oportunidades la presencia de esa frágil materia tan dispuesta a crear belleza. Nuestra revista BELLAS ARTES, atenta siempre, lo mismo a lo tradicional estético nacional que a la actualidad palpitante, ha querido recordar la trascendencia que puede tener este liviano elemento cuando se ve tratado por manos sensibles e inteligencias dispuestas a percibir todo secreto de plástico valor. Y estos honores rendidos en esta oportunidad al Caballero Papel iremos renovándolos a otros objetos de fabricación y tono popular, cortej~ de inapreciable i~portancia CO:I el oue se caracteriza el modo de ser y sentIr de un pueblo regIdo por el ma s valioso y puro de los sentimientos: el de la belleza.


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la Iglesia Parroqu ial de San Félix de Porceyo, del Consejo de Gijón, existe una custodia de plata sobredorada, que mide 66 centímetros y en cuyo pie, rodeando el borde circular, se lee la siguiente inscripción grabada a buril:

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Se hizo en la Ziudad de Zacaltecas Reyno de la Nueva Galizia en los Reynos de Nueva España por el mes de Noviembre de 1716 a. por el Maestro Miguel Gonzalez Y dalgo A devoción de Don Mathias Valdés Arguelles para la Parroquia de San Feliz de Porseyo ]urisdición de la Villa de Xixon del Prinzipado de Asturias en los Reynos de Castilla. (Registrada por J oaquín Manzana · res en su Contribución a la Epigrafía Asturiana. Oviedo, 195 2 ). No se trata quizás de una obra maestra de la orfebrería mexicana, pero sí de una obra de arte. Aparte pues, del interés que pueda suponer su calidad técnica, finamente popular, CUSTODIA HECHA en Zacatecas para la iglesia esta custodia nos impresiona por su de San Félix de Porce)'o, Gijón, España. belleza expresiva y, en este caso, irradiante. El resplandor que es toda ella está conseguido por la inspiración de un verdadero artífice. Los rayos que la forman, aparentemente idénticos, tienen cada uno un temblor diferente; son llamas, lenguas de fuego independientes que arden juntas. No se puede fijar la vista sobre esta custodia sin sentir cierto deslum bramiento. Por muy profano ' que pudiera serse, ante una verdadera obra de arte religioso, como esta custodia mexicana, no podría evitarse cierta incomodidad; al reconocer en ella - aparte de un material trabajado, organizado, dominado- , la presencia de un espíritu, atrayente como una tentación, como una verdad .. . Los dos drculos flamígeros, uno dentro del otro - círculos maravillosa mente imperfectos, sutilmente desdibujados- se apoyan, nacen de una vid, cubierta de racimos, que se enreda en sí misma con cierta regularidad, con cierta constancia, con cierto decorativismo como pasa en la realidad vegetal, ascendiendo ha sta una cruz fuerte , seria, masculina , que remata el círculo en llamas. La parte que esta custodia tiene, necesariamente, de objeto litúrgico, está realizada con gran equilibrio y originalidad. E l centro de la ba se plana que sostiene la columna-candelabro, se hunde ligeramente para formar un curioso tejido abombado que aligera a la vista, el peso que pudiera suponer aquella, y al mismo tiempo su giere un rompimiento producido por ese mismo peso -sutil juego de sensibilidad y virtuosismo. La columna se ensancha hasta tomar la forma adecuada para ser sostenida por las manos del oficiante, estrechándose nuevamente y rematar, deba jo mismo de la Sagrada Forma, en una figura cariátide de rasgos evidentemente indígenas. Así, esta custodia que sabe ser como un poco de luz, mística y fervorosa , agrega desde lejos un brillo más al arte mexicano. La pieza puede considerarse representativa del arte religioso de México en la época colonial, pues si bien su concepción y realización caen dentro del arte religioso católico universal y aún más, español, sin embargo, se deja notar la mano del artífice mexicano. Es el fenómeno qu e se apr ecia, en lo general, en todo el arte de la Colonia. Sus lineamientos generales sigu en las nor mas del arte hispano, mas hay, en a qu él, una aportación que dan los artistas de nuestro país. Independientemente de su valor como objeto del culto, hay en esta cu stodia un alto valor decorativo, lleno de gracia y de armonía que se mani fiesta especia 1m ente en los dos círculos de llamas, en la parte a lta, la cu stodia propiamente dich a, más que en su pie. Y es, precisamente, en aquella parte donde la que p u diéramos llamar expresión mexicana está más pa tente y clara. El artífice mexicano, especialista en trabajar la plata - arte de honda tradición- , pone su personalidad, lo mismo ayer que hoy, al servicio de su labor, y su huella queda firmem ente marcada en toda su producción, de la que es buena muestra esta custodia hecha en Zacateca s, en el siglo XVIII, para la iglesia de San Félix de P orceyo. L a fotografía que ilustra esta nota dice mejor que las palabras cuanto queda observado. En ella, puede apreciarse la graciosa ir regularidad de los círculos fla~ígeros, un poco en contraste can la perfección de la base, hasta poder deCIr Que las dos partes están notablemente diferenciadas, pero sin que ello estorbe a la unidad y la armonía de la pieza . Guar~~, también, la misma, características del arte popular más fina mente estIlIzado; fórmula de buen éxito siempre asegurado esta de la estili zasi~n de lo popular e igualmente .característica, en lo general, del arte de MexIco. Por . !odo lo que esta custodia mexicana en España constituye una buena expr eSlOn de nuestro arte religioso.

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DIRECTORIO DIRECTOR GENERAL: LIC. MIGUEL ALVAREZ ACOSTA DIRECTOR: JORGE RAMÓN JUÁREZ EDITOR: CADENA M. JEFE DE REDACCION: M.rGUEL GUARDIA SECRETARIOS DE REDACCION: ANGEL DE LAS BÁllCliNAS y MAyo ANTONIO SÁNCHEZ

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Exposición

Permanente

de obras de I)iego Rivera, Oroz~o, Tamayo, Siqueiro s, y grupo de los jóvenes valores

Editada por el INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES de !vléxico, D . F . Registrada como Correspondencia de Segunda Clase en la Administración General de Correos

de México, D . F ., el día 3 de Febrero de 1956. Generales:

Palacio de Bellas Artes.

cio del ejemplar :

$ 2.00.

Número de Registro : 26080. Oficinas

Te!.: 18-01-80, Ext. 54. Redacción : 18-60-44. Pre-

Números atrasados:

$ 4.00.

Impreso en México por Aralia

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Grabados de Ollerv:ide,


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- Aut. Como Nal. de Seguros. Exp. 733.1 i (5-36) / 1 No. 4874 de Sept. 18, 1953. '

M~SONC;:S

Nº.21


cnllllro en elmllmlo FRANCIA: • En Combat, del 7 de marzo de 1957, apareció una nota crítica comentando el concierto que Oralia ~ Domínguez ofreció en la Sociedad Filarmónica de París, nota en la que se lee, entre otras cosas, lo siguiente: "Su voz de contralto, soberbia en los graves, muy metálica en los agudos ... nos dio preciosos momentos". Sin embargo el crítico (Marcel Schnei, der) prefiere a Oralia cantando ópera: "Non, c'est dans l' Azucena du Trouvere que nousvoudrions revoir Oralia Domínguez, et sur scene", finaliza. . • EJ Comité de Amigos de las Letras, presidido ¡por la duquesa de la Rochefoucauld -escritora y co' propietaria de La Revista de París-, junto con el Comité Directivo de la Casa de la América Latina, \ que preside el conde Robert de Billy, organizó un ' acto conmemorativo del insigne poeta mexicano Manuel José Othón. Eligieron para ello el año en curso, , intermedio entre el del Cincuentenario de su muerte ' y el del centenario de su nacimiento.

• Para comenzar, la duquesa de la Rochefoucauld pronunció una corta alocución en elogio de México. Luego el señor Bordeneuve recordó en breves palabras la importancia de la obra de Othón, "poeta de cristal", y la admiración que merece. El Sr. Gilbert Guiraud, actor de la Comedia Francesa, leyó la Elegia y el 1difio Salvaje, traducidos al francés por el Sr. Guy Levis-Mano. Entre ambas lecturas el embajador de Venezuela, don Alberto Zérega-Fombona, leyó una encomiástica conferencia sobre la poesía de Othón. Roger Caillois disertó sobre La Imagen y el Ritmo, y alabó la poesía de Othón. Nuestro embajador en Francia, el poeta y escritor don Jaime Torres Bodet, agradeció el homenaje.

de lo que se ha llamado Integración Plástica, nuevo estilo en que arquitectura y pintura se unen. (Es de recordar que la integración plástica ha pro. vocado en México, desde sus comienzos, allá por 1925, las más encontradas discusiones, y que sus más notables representantes actuales son O'Gorman y Chávez Morado. La Integración Plxística, por lo demás, es algo que viene desarrollándose en MéXIco -aunque no de manera "científica"-, desde la época precortesiana. Y su verdadero peligro estriba en que la mayor parte de las veces en lugar de ser una auténtica integración resulta sólo un amontonamiento). • Dos pintores mexicanos presentaron sps obras a la consideración del público cubano: Angel Soto, en la Galería Habana , y José Luis Cuevas, en los salones de exposiCión del Palacio de las Bellas Artes. Ambos artistas obtuvieron sonados triunfos de crítica y de público. * Los investigadores de la Universidad Centra! de las Villas, siguiendo indicaciones del explorador Rolando T. Escardó, organizaron una expedición a la Sierra de Cubitas, con la finalidad de estudiar las pinturas de las que había hablado un campesino de la región. Las pinturas prehistóricas fueron localizadas en las empinadas faldas del cerro de Tua baquey, dentro de una caverna, en cuyas altas paredes aparecieron los raros símbolos pertenecientes a la cultura de los indios taínos, cuyos restos de cerámica fueron también hallados en la gruta. La figu ra central de las pinturas mide más de un metro de alto y parece representar a una deidad del pan~eón taíno, raza indígena procedente de la cuenca oel Orinoco, en la América del Sur.

• "Estoy persuadido - dijo- de que entender verdaderamente la poesía de un pueblo es aprender a vivir con él. Al asociar, así, sus tradiciones y sus anhelos a nuestras propias maneras de recordar y de desear, no ampliamos tan sólo el horizonte de nuestra vocación intelectual: ampliamos nuestro sentido de la existencia como responsabilidad colectiva y como misión universal de concordia y de paz hu,manas". Terminó diciendo : "Ningún compatriota de Manuel José Othón permanecerá indiferente ante una prueba tan clara de solidaridad en la poesb - de solidaridad con la poesía".

CUBA: * El Instituto Nacional de Cultura, bajo la dirección del Dr. Guillermo de Zéndegui convocó a todos los pintores y escultores cubanos para que participaran en el VIII Salón Nacional, en el Palacio de las Bellas Artes, durante noviembre y diciembre de 1956. El jurado estuvo integrado por la escultora Rita Longa, por el profesor Allan McNabb, director de la Galería de Arte de Chicago y por Eduardo Abela, quienes, después de arduas consideraciones, decidieron otorgar el primer premio -Premio Nacional de Pintura- aRené Portocarrero, por su obra Catedral, y el Premio Nacional de Escultura a Roberto Estopiñán, por su obra La Joven Parca. • Varios premios de mérito fueron concedidos a los artistas siguientes: Amelia Peláez, Mariano Rodríguez, Felipe Orlando, Julio Girona y Rodulfo Gardo. El jurado recomendó además que recibieran mención honorífica los siguientes artistas: Servando Cabrera Moreno, Sandu Darie, Jorge Camacho, Carlos Enríquez, Agustín Fernández, Ernesto González Puig, José Mijares y Glyn Jones. Por su calidad también recibieron menciones los escultores siguientes: Francisco Antigua, Enzo Gallo, Ernesto Gonzá lez Jerez, Tony López, Rolando López Dirube, Ernesto Navarro, Teodoro Remos Blanco y Carlos Sobrino. . ;} En la Galeria Lex de La Ha bana se ofreció al público una exposició~ de maquetas, r~produccio­ n~s y murales que el. ,artista cubano Rolando López DIr~~e, en colaborac}on con un grupo de arquitectos Jovenes, presento como brillante demostración

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EL EMBAJADOR de Holanda y el Director General del INBA con otras pe,:sonalidades, en el acto de la entrega de la cerá: mzca donada por la artista Tyra Lundgren.

TYRA LUND(jREN DONA AL INBA UNA PIEZA DE CERAMICA En días pasados, durante el transcurso de una seI?-cilla pero solemne ceremonia, el Excmo. Sr. emb~Jador. de Holanda en México hizo entrega al Sr. LIC .. MIguel .Alvarez Acosta, director general del Ins~lt~to N~c~onal de Bellas Artes, de una pieza de ccramIca on.gmal de ~a eminente artista Tyra Lundgre? L~ pIeza, de mdudable gran valor artístico, e?ta destmada a engrosar el acervo del Museo Na CIOnal de Artes Plásticas, y será colocada en los Talleres de Artesanías de ~a Ciudadela, dependientes del INBA, para que SIrva de ilustración a los éllumnos sobre los problemas más arduos a resolver dentro de esa especialidad artística .

der a los deseos de las asociaciones de concierto d? estas pequeñas y cultas ciudades, Margarita Gonzá ~ lez ha tenido que organizar su calendario de actividades, comprometiéndose a cantar un día tras otro. El día 1 de abril volvió a cantar en Mataró invitada por las Juventudes Musicales de esta poblaeión, para escucharle un programa íntegramente formado con obras de autores mexicanos. El día 7 en la rica ciudad industrial de Sabadell ofreció un recital clá sico de lieder, que tuvo Jugar en la her · masa y romántica sala de fiestas del gran casino. El día 10 se presentó en el teatro principal de Vendrell, la ciudad de Pablo Casals. El 11 en Villa nueva y Geltrú y el 12 en la Sala Edison de Figueras. En todos estos conciertos estuvo acompañada por el maestro Pedro Vallribera (y la intervención de su compatriota Salvador Moreno, invitado a subir al escenario para acompañar sus obras) . Las críticas no han escatimado ni el menor elogio a la gran cantante mexicana y las demostraciones de simpatía y admiración han sido constantes; por m edio de homenajes, cenas, regalos, flores y la demanda constante de autógrafos. La cantante mexicana ha ganado todas las simpatías por su gran calidad como artista y el encanto y simpatía de su personalidad. Margarita González, apenas pasada la Semana Santa, deberá ofrecer un gran concierto de música moderna en una de las más prestigiosas salas de concierto de Barcelona; La casa del médico concierto organizado por las Juventudes Musicale~ de Barcelona y para el que hay, en los medios mu sicales, gran expectación, pues será una oportunidad para escuchar la difícil música de varios de estos autores en la versión original, tanto de la música como del idioma, para el que fueron escritas. La música dodecafónica de Dallapiccola, las Tres pequeñas canciones (recuerdos de infancia ) de Str anvinsky en ruso. Las Tres melodias de Satie y las de ne/(ra de LV1llhaud, en francés, las catalanas de Narcis Bonet y Montsalvatge, las de Silvestre Reyueltas en castellano y las de Salvador Moreno en náhuatl. Otros recitales de Margarita González antes de volver a París deberán efectuarse en Tarragona, Reus, Manresa, Tarraza y en otras poblaciones. Otro de los triunfos de Margarita González que queremos señalar aquí, se refiere a la grabación en Barcelona de dos discos con obra s de autores mexi ca nos. Para ello fue contratada por la gran compañía La Voz de su Amo y los discos serán distribuídos por las marca s filiales y correspondientes en todo el mundo. U no de ellos lo forma un recital de canciones can obras de Silvestre Revuelta s Salvador Moreno y BIa s Galindo. El otro disco l~ ccupan exclusivamente la s can ciones en lengua nál:uatl de Salvador Moreno. Los mejores in strumen tIsta s de Barce~ona cola?oran en esta grabación, ya que estas canCIones estan acompañadas a gran orquesta. y fueron seleccionados para tal objeto. En el reCItal de canciones el pianista acompañante es el maestro Pedro Va llribera , para las de Revuelta s y Galindo y las de Salvador Moreno están acompañadas por el propio autor. Q

El Lic. Alvarez Acosta agradeció cumplidamente a nombre propio y a nombre del Musf'fl Nacional de Artes Plástica s, el presente artístico.

MAR(jARIT A (jONZALEZ Margarita González h a cantado con gran éxito en varias ciudades de Cataluña . Para correspon-

OTRO lV!0MENTO ~e la entrega de la pieza de cerámica donada al Instztuto Naczonal de Bellas Artes por la artista holandesa Tyra Lundgren en fecha muy reciente.

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EN

EL

PROXIMO

NUMERO

Enrique IV en Bellas Artes • Los Cursos Panamericanos de Dirección de Orquesta • Festival Dramático Nacional o Exposición de los Talleres de Artesanías • Temporada de la Sinfónica Nacional • Cuetzalan, la Hurí de la Sierra C) Las Siete Palabras de Haydn y un Veracruzano Ilustre • Ignacio Altamirano, Escritor liberal •

El TeatrO C¡uiñol Mexicano y

otros muchos artículos profusamente ilustrados.


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