Revista de Bellas Artes, época 3, núm. 8, 1982

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LUIS CARDOZA YARAGON CARLOS MONSIVIIS RUBEN SALAZAR MILLEN JOHN S. BRUSHWOOD IRES ARREDONDO OLIVIER DEBROISE DAVID HUERTA DIRIO 61LICII SAUL JUAREZ

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LOS CONTEMPORINEOS: UNA ENCUESTI

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LUIS CARDOZA YARAGON

RETRATO DE LOS CONTEMPORiNEOS RUBEN SALAZAR MALLEN

ยงGENESIS DE LOS CONTEMPORiNEOS

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POETICAS

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@ LA INMOYIL PERMANENCIA DE LO MUDABLE

DAVID HUERTA

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CONTEMPORANEOS SAUL JUAREZ

NUBELA-NOYELA

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OLIVIER DEBROISE

UNA 8106RAFIA

~ LU6ARES DE_LOS

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LOS CONTEMPORiNEOS Y LOS LiMITES DEL ARTE

SELECCIOH DE LUIS MARIO SCHNEIDER

INES ARREDONDO

~ APUNTES PAR~

JOHN S. BRUSHWOOD

DEL OTRO LIDO DEL ESPEJO

@ ACTUALIDAD DE

. LOS CONTEMPORANEOS

UNA ENCUESTA DE ETHEL KRAUZE ICONOGRIFII: MIGUEL CIPISTRIN


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LUIS CARDOZA YARAGON RETRATO DE LOS CONTEMPORANEOS

Apuntes para El r{o, novelas de caballer{a.

1 "grupo sin grupo" o "archipielago de soledades", asi lo llam6 Xavier Villaurrutia, mas o menos reunido en la revista Contemporaneos, se asemeja a la distancia de mas de tres lustros, a la generaci6n del Ateneo de la Juventud. Como esta, se organiz6 por la voluntad de esparcir el horizonte de la propia cultura y de conocer, asimilar y acuftar de nuevo culturas europeas y norteamericanas, por lo cual fue injuriada y calumniada. La cultura francesa ejerci6, en parte de los Contemporaneos, la mayor influencia. Su posicion, su praxis, en lo inmediato y militante, nulas o indiferentes. No diria que sin conciencia de clase: diria lo contrario. Para mis amigos de Contemporaneos, el Mexico que ami paso en 1930 conoci, les era tan familiar que no distinguian lo que al extranjero maravillaba. Una epoca memorable en que se puso de manifiesto la voluntad de ser nacionalmente por la combatividad revolucionaria, por el muralismo de Orozco, Rivera y Siqueiros, por el caudal valorado de las expresiones precolombinas y populares, como en pueblo alguno de America. Muy reciente, la guerra civil, prolongada y cruenta, habia sido recogida en repartos agrarios, en la pintura, en los "corridos", en las novelas, en las ligas campesinas, en los sindicatos, en los decretos. La estabilidad, de hecho, la forj6 el gobierno del general Lazaro Cardenas (1934- 1940). Nuevas evidencias de energia y fervor se vivieron por la expropiaci6n petrolera en 1938, cuando el pueblo, con el fm de pagar la deuda, hasta con gallinas llegaba; otra conmoci6n nacional ocurriria por la matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, de la que procede la reforma politica del presidente L6pez Portillo (con Jesus Reyes Heroles, como Secretario de Gobernaci6n), reforma que permiti6 al Partido Comunista, participar en elecciones por primera vez y tener representantes popularmente elegidos en el Congreso de la Republica. El presidente L6pez Portillo expropia la banca el primero de septiembre de 1982. De la obra de los Contemporlineos, su escasa narrativa ha envejecido mal. La major es la de Torres Bodet: Margarita de niebla y Tiempo de arena. No asf la poesfa de Carlos Pellicer, Jose Gorostiza, Xavier Villaurrutia y Sal-

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vador Novo. Poetas asimismo: Jaime Torres Bodet, Gilberta Owen, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique Gonz8J.ez Rojo. La novela, de tal epoca, la escriben con la revoluci6n: Mariano Azuela, Martin Luis Guzman, Rafael F. Munoz, de mas edad y ajenos a la revista, al grupo. Y algunos otros, como Jose Mancisidor. Los tres son leidos y releidos. Munoz es injustamente postergado en relaci6n con Azuela y Guzman. Aqui recuerdo a Andres !duarte: Un nino en la revoluci6n mexicana. Tres cuentistas: Efren Hernandez, Juan de la Cabada y Francisco Rojas Gonzalez; posteriores, Juan Rulfo, Edmundo Valades y Eraclio Zepeda. En el cine, como directores, Fernando de Fuentes, el Indio Fernandez; Gabriel Figueroa, con su camara. Entre los dibujantes, ahora que escribo, Rogelio Naranjo y Rius. Como fot6grafos, Manuel y Lola Alvarez Bravo, Nacho Lopez, Hector Garcia y Rogelio Cuellar. Reacci6n contra el Modernismo es la revista, igualmente apolitica pero ya con revoluci6n mexicana, Contemporaneos , que aparece en 1928 y concluye en 1931. Viviendo en Paris, colabore una vez en ella. Jaime Torres Bodet trabaj6 con Jose Vasconcelos ; despues, tres veces, como Secretario de Estado y Director General de la Unesco. El discurso de renuncia a la Unesco -me lo record6 Victor Flores Olea- es excelente por la nobleza de las razones invocadas. Su espiritu creador lo impulsaba a desarrollos que no conmovieron el egoismo de las grandes potencias. Jose Gorostiza fue secretario de Relaciones Exteriores. No debo olvidar a Genaro Estrada, tan olvidado; y menos, a Octavio G. Barreda. Las Memorias de Torres Bodet son de funcionario, lo cual no les merma interes, pero si le dan a veces un tono administrativo. Se cre6 Jaime Torres Bodet una suerte de sensibilidad cautelosa, neta y oficial. En Memorias incluy6 seis libros: Tiempo de arena, A nos con-

tra el tiempo, La victoria sin alas, El desierto internacional, La tierra prometida y Equinoccial. En ellos encontramos algo mas que su vida. Sigo pensando que en alguna parte axisten cuartillas en las cuales habl6 sin trabas. Fue un.poeta. Con las condiciones sociales de Mexico, su campaiia de alfabetizaci6n no podia cumplirse. Esta no fue sino un simulacra; le sobraba talento y cultura como para no saberlo. lLe interes6 el poder mas que las letras? Oigo at6nito el disparo que cort6 su vida. Varios de los homosexuales de entre ellos no tuvieron el coraje de asumir su naturaleza. Por moral, alin tan ostensible en este punto, no se expresaron con todo el horizonte de su voz. El mas sincero fue Salvador Novo, yen su

decision y en su provocaci6n se percibe la intolerante barbarie que lo circundaba. En critica sobresalieron Xavier Villaurrutia, Samuel Ramos y Jorge Cuesta. La pintura atrajo a los tres, principalmente, a Villaurrutia, que escribi6 critica y dibujaba bien; Samuel Ramos, estetica y un ensayo sobre Diego Rivera, en el cual, mas que la obra en si, se pensaria que la fama de Rivera le impidi6 verlo desprovisto del impulso de quienes, con genio o talento, sufren fatalidad. A la vida de Rivera lle falt6 dolor? El movimiento emprendido por Ramos en fllosofia (frente a Antonio Caso) y su investigaci6n sobre el mexicano y lo mexicano - "un ensayo de caracterologia y fl.losofia de la cultura mexicana "- se basa, con idealismo liberal, sobre un ser comlin imaginario. De ahi, de ese tedio, surge, Ellaberinto de la soledad de Octavio Paz; surge el afan, el trli.fago recurrente, de estudiosos de fllosofia que inquieren al mexicano, para deslindarlo, definirlo, aprehenderlo. La "autentica mexicanidad" es inutil concepto metafisico y parroquial. Estereotipos nacionales, la idea jungiana del inconsciente colectivo; sin embargo la que atribuir la imantaci6n que ejerce? En esencia, dicho tes6n, igual que todo nacionalismo reductor, es ficticio. lHacer del pais , de la patria, una ampliaci6n del Yo? Hacer un nacionalismo de un Yo c•lectivo, egoista y oscuro, una suerte de comunidad de jactancias raciales indias, negras, amarillas; nacionalismo que no es, en suma, sino un desgarramiento de la unidad generosa de lo humano sin fronteras y sin colores. lPara que? Esa problematica, ya viva en aiios de Andres Belloy de Sarmiento, de "lo nacional" y la busca de identidad, es depresi6n animica, que alin no se situa en la lucha de clases, en las estructuras sociales, en la corrupci6n politica, y siempre abandona la complejidad multinacional. En la lucha y en un enigma mitico que nos espolea esta la identidad; en el tremante arco irisado de lo material y lo metafisico. Las ciencias sociales disponen de analisis que complementan a las creaciones cultas y a las populares. Aconteci6, de tal manera, hace decadas, con Justo Sierra, los modernistas, con los del Ateneo (la Generaci6n del Centenario), con los Contemporaneos o con pintores de la Hamada Escuela mexicana, que no existe; creo en personalidades. Algunos recientes herederos son reliquias (otros no llegan a eso) de un pasado deimitivamente pasado. Se piensa como se vive y se vive como se piensa. En la cultura, como en un rio, la identidad es la corriente. Es los cambios. Yo no busco mi identidad; la vivo.

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Mis amigos, que forman apretada diversidad, perseveraron en su estilo de vida, en cultivar su talento, en mostrarlo en obra por muy pocos solicitada. l Qui en leia entonces en Mexico? Sin vocacion, sin amor muy hondo, nada hubiesen escrito. Se les expulsaba sin expatriarlos. Los siento exilados del interior. Estos sedentarios asumieron su ostracismo situD.ndose en el mundo de la inteligencia, con ilomada inteligencia. Que crueldad la del exilio sin partir, mas severamente sufrido por su irreductibilidad a mucho de lo que lo rodeaba. Vivian en sus cristales, royendo en soledad sus obsesiones, tal si estuviesen "descontentos hasta nuestra naturaleza". Entonces me percato mejor de su lucida rectitud acrecida por la gelidez, cuando no por la hostilidad; esta, a la postre, atestiguaba que eran escuchados, escuchados con aversion. La tempestad revolucionaria, la epopeya, ejercio influencia sobre todos los mexicanos: mas de un millon de muertos. Los del Ateneo de la J u ventud se refugiaron en las h umanidades, como si solo les concerniera "la vida del espiritu". Jose Vasconcelos divulga, en celebradas ediciones, a mas de media docena de clasicos griegos y de clasicos posteriores , y sostiene a los muralistas Diego Rivera, Jose Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, y otros. Les atrajo el platonismo y el neoplatonismo; les aliviaba el horror de la violencia. A los ateneistas les fue inconcebible A polo junto a Coatlicue. Cuando vine a Mexico, habia traducido el Rabinal A chi y me eran familiares el Popol-Vuh y los Anales de los Oakchiqueles, pero no tenia practica de vivir, de ganarme la vida. Walter Pater, con sus estudios humanisticos y renacentistas, en donde los neoplatonicos florentinos y venecianos sobresalen (Ficino, de la Mirandola, Bembo y Castiglioni, este muerto en Toledo y traducido por Boscan, a sugerencia de Garcilaso), fue lectura frecuente. He querido mostrar en donde se guarecen los Contempor8.neos. Luego, la huida del mundo de los romanticos, que se origina en J. J. Rousseau; esta huida estimulaba el intelectualismo apolitico muy politico, una de las razones por las cuales fueron broncamente empujados hacia si mismos, hacia la unidad de su pensamiento con su vida lo que, hegelianamente, creo su libertad. En buen mexicano : eran chingones. De hecho, Manuel Maples Arce estaba casi solo como estridentista. Propugnaba una renovacion aspera, exhibicionista y superficial. El estridentismo fue el futurismo de los pobres; tambien un Dada pobre esta presente. Con los Contemporaneos no particip6 en polemicas sino en intercambio de invectivas. En Maples Arce hubo furia mas que humor. Ante

quienes acusaba de cosmopolitas, con agrado recuerdo su grito, que fue todo un programa: " tViva el mole de guajolotel " En Soberanajuventud (f967) Maples Arce , mas que exacto, es ingenuo. Baste el parrafito : "El espiritu de mafia les dio preponderancia. A veces emprendian verdadera persecucion contra quienes se resistian a solidarizarse con sus intentos de hegemonia intelectual o se negaban a entrar en aquel monipodio. Fue la epoca de la insistente publicidad de Proust y Gide , en cuya obra se amparaba la comedia de los "maricones" y el cinismo de los "pederastas". La rebeldia de Maples Arce muy pronto se disolvio burocraticamente. Los Contemporaneos conocian varias literaturas en las lenguas originales. Los problemas sociopoliticos, salvo Jorge Cuesta y Carlos Pellicer, no los inquietaron. ,J.Hasta donde a Pellicer? Siento que a fondo; recuerdo su lucha por Jose Vasconcelos, su constancia antimperialista. A Jorge Cuesta le entusiasmaba la discusion, le entusiasmaba contradecir, demostrar lo indemostrable, el juego de la inteligencia, el reto, mas que los problemas mismos : fue goloso de lo parad6jico y dificil. Habia en el animo de revancha que estorbaba su dialectica. A veces parecia ir, como a sabiendas, contra la raz6n. Ese juego de su afilada agudeza, su caramboleo, no se ha marchitado del todo. A Mexico lo amaron sin provincialismos ; y con el provincialismo de la fascinacion europea. Asi fueron revolucionarios frente a parroquiales tematicas nacionalistas. En lo sociopolitico se distinguian no tanto por escepticos cuanto por anacronicos. En las artes, en las letras, se consagraron ala renovaci6n y el enriquecimiento cultural de Mexico. No es poca cosa. A medio siglo de distancia veo los treinta. Los aftos de la epoca vasconceliana sentianse all.n. Acaso por ser extranjero, porque todo me parecia novedad, aquel empuje me llegaba intensamente. En los Contemporaneos la apreciacion fue distinta de la mia. El ambito les era consuetudinario; mas bien, codiciaban inmergirse en los medios europeos, de los que yo regresaba con cierto hastio. Veia lo que ellos no podian ver o ya no veian de tanto vivirlo con frialdad. Lo que me maraviilaba, a ellos no los maravillaba; al menos , no con mi entusiasmo. Lo cual me parece explicable, y aun razonable . Esta es una de las causas por las que han vuelto a ser discutidos: su insatisfaccion, sentir opresivo su espacio vital. Admiro en Carlos Pellicer su saturacion de Europa, de las tierras biblicas y Grecia, de Primitivos y renacentistas ; su pasion por las sandalias de Clara y de Francisco. Vivencias que se le armonizaron con el tropico y lo pre-

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Comida de homenaje a don Enrique Diez-Canedo. ( Mexieo, 2 septiembre 1932). Sentados, de izquierda a dereeha: Samuel Ramos, Roberto Montenegro, Julio Torri, Salvador Novo, Enrique Diez•Canedo, Palma Guillen, Gonzalo Zaldumbide, Enrique Gonzalez Martinez, Mariano Azuela. De pie: Alcaraz (Fiorisel), Xavier Villaurrutia, Franeiseo Monterde, Jose Gorostiza, Carlos Pellieer, Manuel Toussaint, Artemio de Valle·Arizpe, Xavier Ieaza, Enrique Gonzalez Rojo, Bernardo Ortiz de Montellano, uillermo Jimenez Cuesta y Celestino Gorostiza

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colombino, con los clasicos castellanos. Fue caudaloso, panico y ensimismado. Sus arcangeles son hellos efebos. Conoci hace poco Tabasco, su tierra, y pense en el constantemente. Muy cerca corria el U sumacinta. La selva rodeaba Palenque y otros prodigios, como en la propia Villahermosa a las cabezas de la Venta que , venciendo durante aii.os incomprensiones y dificultades , logro reunir en un escenario natural. Con enardecimiento, en Pellicer alento la emocion de lo propio. Abarco lo mediterraneo y la exuberancia de lo natal. En la integracion de helenicos y olmecas, de jaguares y franciscanos, hay recursos en su poesia, que acaso lo apartaban de los Contemporaneos. Y si bien no fue miembro directo del grupo, a el pertenecia. Con Pellicer tuve, ademas, la apertura ala vida con humanismo militante, que lo enriquecio sin que nunca dejara la vocacion que fue destino. Sin su empeii.o, las cabezas de La Venta, que pesan varias toneladas, no estuviesen en Villahermosa. Visite tambien el museo que lleva su nombre, dotado con la coleccion que formo a lo largo de su vida. Leo a Monsieur Teste y pienso en Jose Gorostiza. Tal peculiaridad orienta en la apreciacion de algunos sectores de la obra. Aun se les reprocha, (.DOes asi?, SUmas alto valor, SU inteligencia y su sensibilidad sin fronteras. Los Contemporaneos transformaron la poesia y la prosa en Mexico. Ni en lo social ni en el arte hay descastamiento por arraigo y desarrollo de lo europeo que nos insta a ser y nos ayuda a vivir; y no hemos de olvidar como parte de la identidad real, si seguimos por este torpe camino empedrado de buenas intenciones, no solamente lo que representan y hacen las clases hegemonicas sino, asimismo, las explotadas. En el ensayo en que habla de ellos, de "el grupo sin grupo", Xavier Villaurrutia explica: "No son regionales. No son populares. La Unica manera digna que tienen los artistas de comprender al pueblo es no pretender hacer para el pueblo un arte que sera inferior, indudablemente, al que surge del pueblo mismo. Que importa que en torno a las palabras de uno de nosotros se levante un torbellino de inexactitudes, de envidias y de dudas. Existimos a pesar de todo, a pesar de nosotros mismos. Que importa que alguien pida que pongamos etiquetas de "Made in Mexico" a nuestras obras ... " La cultura oficial -sus logicos administrativos- promovio lo mexicano y la cultura nacional, a veces con precepto intolerante y reaccionario. Cuando fue sectaria, tambien fue represiva: el caso de los Contemporaneos. Si de ella me ocupo es para apagar un tedio y contribuir a detener su pretension maniquea.

lndudablemente hay una cultura nacional que defiende nuestra soberania. Cultura nacional es la conciencia de lo que somos y debemos ser; y asimismo nacionalizar lo nacional. En lo que se refiere a lo que se esta haciendo, a lo que se esta gestando, hay que denunciar cualquier atraco a la libertad que se intente en nombre de la patria. Hoy, en los ochenta, contamos con una derecha intelectual radicalizada y beligerante que no existio en los treinta. Elliberalismo ontologico de esta derecha mexicana diversifica el pensamiento de nuestros dias. La civilizacion capitalista se ha singularizado por la tecnificacion de la barbarie. Xavier Villaurrutia escribio sobre Diego Rivera, a proposito de los niii.os mexicanos que pinto admirablemente. Nada mas opuesto a Villaurrutia que la ideologia, la estetica y otras singularidades de la vida y la obra de Rivera. No me gusta el teatro de Xavier, ni el de Celestino Gorostiza, ni el de Salvador Novo. Rodolfo Usigli los sobrepasa. A Carlos Pellicer lo apasionolo precolombino; no asia los demas del " grupo". Salvador Novo, en los aii.os fmales , estudio nahuatl, con el padre Angel Maria Garibay K., cuya labor es insigne. Desde su primer viaje a Suramerica con Jose Vasconcelos, Pellicer ahondo en Bolivar, le dedico cinco poemas. Que fascinante, que tragico, que prodigioso fue Bolivar. Cuando releo a Pellicer, olvido a los poetas del "grupo", me parece el mas rico en sorpresas , en luz, en jubilo y en profundidad. Parte de la creacion de los modernistas posee intencion latinoamericanista ( Odas seculares, 1910). Unamuno los condena por enajenados y afrancesados, simplificando asi complejidades y consecuencias positivas. Y se les ha seguido simplificando, al inclinarlos en sentido contrario, al situarlos, mas o menos bien, en su contexto. Algunos juicios sobre el Modernismo han sido exagerados, a pesar de que Manuel Gutierrez Najera trazo este autorretrato: "Borrar la huella hereditaria o primitiva de laraza." Federico Gamboa, cuando alude a los mexicanos indios, es igualmente despectivo y racista. c. Que tiene que ver Marti con esto? Aparte esta Marti y cada vez que vuelvo a el me parece mas admirable. Los ateneistas, a su modo, se ocupan de America. Carlos Pellicer reconoce a sus maestros en tres modernistas: Ruben Dario, Leopoldo Lugones y Salvador Diaz Miron. La conducta de la Revolucion Mexicana ha sido atl.n mas abominable que la de Cortes cuando, con falacia paradigmatica, no se le reconocia a los indios naturaleza humana. La bula de Clemente VII, en la cual se les consi-

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deraba que "eran hombres de verdad", Paulo III la ratific6 en 1537, con la suya Sublimis Deus. Continuamos con secular imperialismo interno que es, tambien, identidad y cultura nacionales. El pintor del grupo fue Agustin Lazo; asimismo Manuel Rodriguez Lozano, Antonio Ruiz; surgi6 en seguida Julio Castellanos, quien dej6 retratos a lapiz de Xavier Villaurrutia, Emilia Revueltas y Gunther Gerzso. Lazo adoraba a Mozart, a Chopin y los gusanos de maguey. Cre6 una obra breve; tiro los pinceles al no escuchar mas la efusi6n de los pasos de Xavier Villaurrutia. El suicidio del amigo de su vida acab6 con el; lo sobrevivio mas de veinte aiios. Cuando supe la muerte de Xavier, en la navidad de 1950, vivia en Guatemala y a Lazo telegrafie mi condolencia. \Algunas veces fui invitado a merendar en casa de Lazo con Xavier Villaurrutia. Vivia con la familia en las calles de Sadi Carnot, cerca de Puente de Alvarado. Disponia de un apartamento para pintar, al que se entraba por el patio. "Lo buscan, niiio Agustinito", gritaba la vieja sirvienta y Agustin se asomaba al rellano de la escalera de fierro, enfundado en bata azul oscuro, con cintur6n cafe, vestido con elegancia invisible. Las reuniones solian ser en "La Flor de Mexico", en la esquina de Bolivar y Venustiano Carranza, con Jose Gorostiza, Jorge Cuesta, Xavier Villaurrutia, Agustin Lazo. En esos dias, tambien Ernesto Ansermet, quien contaba cosas divertidas de Carlos Chavez, que le hizo imposible la vida y tuvo que marcharse. No se si Ansermet logr6 cumplir su contrato. Jorge Cuesta sacude a Carlos Chavez por su oportunismo (Llamadas, Sinfon{a proletaria) y por tres escritos de este en El Universal (27, 28 y 29 de septiembre, 1934) en los que expone su "doctrina" "para atormentar" con "una musica lamentablemente detestable". Defiende, mas tarde, a Ernesto Ansermet, celeberrimo director de orquesta, contra quien la critica musical chavista unanimemente arremete. Con gracia y regocijo, Ansermet nos contaba que Chavez, perdido por un lado y los musicos por otro, mientras seguia haciendo gimnasia en el vacio, gritaba a la orquesta: "tNos encontramos en el andante!" Frente a la esceptica voz de Gorostiza, de la biselada de Villaurrutia, de la pintura de Lazo, veo avanzar a David Alfaro Siqueiros con el estruendo de sus trompetas y tambores, a la cabeza del desme de su circo de tigres sin dientes, tronando su latigo a los gorriones. Mi mas amigo, hasta por vivir en apartamentos vecinos, fue Jorge Cuesta. Alguna vez una amiga suya sube a preguntarme: - lNo has visto a Jorge? He venido tres ve-

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ces a hora convenida y nolo encuentro. lSabes de el? - l Quieres entrar? Teniamos estas "correspondencias" mas que baudelaireanas. De los juicios sobre HOlderlin ninguno es mas breve, sencillo y exacto, que el del semiletrado carpintero Zinmer, que con su hija Lotte lo cuidaron durante treintiseis aiios, con generosidad y ternura: "Lo mucho que en si llevaba rompio su mente." Recuerdo a Zinmer a prop6sito de Jorge Cuesta. Los de mas preclara creaci6n poetica son Carlos Pellicer, Jose Gorostiza (Muerte sin fin), Xavier Villaurrutia y Salvador Novo. Jaime Torres Bodet escribi6 poesfa, relatos, critica, memorias. Las funciones ministeriales le robaron su tiempo; sin embargo, escribi6 constantemente. Salvador Novo, poesia, teatro, critica, cr6nicas y memorias. Aplaudi6 la carniceria del 68 en Tlatelolco.路Tuvo mucho mas talento que cinismo, y fue muy cfnico politicamente. Octavio Paz, del "periodismo mercenario" de Novo recuerda "que escribia diatribas editoriales en defensa de Hitler y sus pardos ejercitos". Cronista de la ciudad de Mexico; sucedi6 en el sitial a Artemio del Valle Arizpe quien, mas que Novo, brillaba como conversador. Lo escrito por Artemio del Valle Arizpe lo conozco mal. Buena parte de la obra de Novo, entre la admirable, los poemas de amor y los sonetos satfricos, que circularon en copias confidenciales a maquina y luego en grandes tirajes. Perfidos sonetos ingeniosos, bien urdidos, con veneno de VIoora. Algunas replicas de Villaurrutia, en la soterraiia guerra de sonetos, lucian la misma gracia, la misma indiscreci6n y el mismo 6ptimo veneno. lEn d6nde situaria a Octavio G. Barreda?

Jorge Cuesta era feo. Un ojo mas alto que el otro. Naturalmente, lo asediaron las mujeres. Un Picasso. Semejaba que iba a tener hipo o que acababa de tenerlo. Sobre el rostro se expandia el efluvio de una sonrisa de asombrado tiburon jovial. No se parecia a nadie, diferente de lo diferente. Conocimos apenas una fracci6n de su tempano. Sufria de fatidica decepci6n ecumenica. Aunque vecinos, poco nos veiamos en casa por temor de interrumpir alguna visita, que podia ser suya o al reves o de ambos. Nos veiamos con frecuencia en el cafe, en reuniones. Su amigo mas cercano fue Jose Gorostiza. Se recibi6 de qufmico. Lo conoci en Paris, antes de mi regreso a America, en donde se libraba de un tiro de Diego Rivera, por haberse dejado violar por Lupe Marin de Rivera, moreno vendaval de ojos verdes. Me dio la Antolog{a de poesia mexicana elaborada por los Contemporaneos, en la cual suyas son algunas o todas las presentaciones. Manuel Ma-

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pies Arce replico con la propia vindicativa (1940), en la que no privaron los c8J.culos mentales, sino los biliares. A laAntolog{a de la poesia mexicana moderna (1928) de Cuesta, Maples Arce le asestaba: "vale lo que cuesta". La familia cordobesa de Cuesta se empobrecio con los repartos de tierras y por ello tambien sufrio de reaccionarismo generalizado y galopante. Como buen critico, fue dotado para el anB.lisis parcial. Alto y flacucho, de ojos rubios, cabello castano. Conversaba con ir6nica seriedad, desmontando pieza a pieza la relojeria de los razonamientos que se le oponian, hasta probarnos, casi irrefutablemente, lo propuesto. Su imagen radiante desafiaba a la estupidez insolente. Habia en el mucho de angelico y sombrio. A veces era muy agil y otras veces, intempestivo y Iento. Como buen escritor, no escribia como hablaba. En su escritura es sapido, irritante y seco. Inteligencia golosa de enredos y avida de precision, tal puede percibirse en sus ensayos, que lo denotan como critico de nacimiento, con no poco sino mucho de sofista. 1 Fui su vecino algunos alios. Vivia en apartamento contiguo. Dos cavernas con rentas al alcance de nuestra indigencia, en la esquina de Alvaro Obregon y Morelia. El edificio ya no existe. Hermosas chicas nos visitaban. Intercambiabamos libros; tal vez, chicas. En Cuesta hay autodepredacion, autovivisecci6n. La realidad exterior, de tan hostil, quisiera excluirla y hace todo lo posible por derogarla. A su yo voluminoso no fue licito participar con su tierra y se exilio y, sin partir, viaj6 por el mundo con los libros europeos. Su alma, sin piedad y tragica, se abisma definitivamente. Fue una madeja de seda enredada con perfecci6n, un naufrago que percibe su desastre. Su 16gica es la perfeccion de ese ordenado enredo, el sofisma frecuente con el cual deseo pasarse de listo 1siendo tan inteligentel Murio loco, mutilado espantosamente. Sus organos sexuales obstruyeron la salida del agua en la baiiera. Se quem6 los ojos. De peor en peor, hasta su muerte. Se colg6 de la manija de la cerradura de la puerta. Bastaba estirar las piernas un poquito para vivir. Se repitieron y repiten leyendas sobre el. Una de elias la recogi, veladamente, con autorizaci6n de Natalia, la hermana, en un texto de A polo y Coatlicue: "Lo que no espera la esperanza", publicada en el aiio de su muerte. Acudio a la 1 La obra de Jorge Cuesta fue reunida en 6 volumenes en Ia colecci6n Poesia y ensayo, de Ia Universidad Nacional Aut6noma de Mexico. Se reimprimi6 en 1978 sin compilar otros escritos descubiertos por Luis Mario Scheneider y Miguel CapistrB.n. Gran labor han realizado estos investigadores. El V volumen se debe a Schneider.

cita acompaiiada de su hermano Victory !eyeron mis paginas y la nota previa, con la cual las he republicado. Cuesta, cuya vida corri6 en el surco abierto por Abelardo y Edipo (Byron y Jose Asuncion Silva) muri6 el 13 de agosto de 1942. Fue entusiasta de Orozco y escribi6 varias veces sobre el. En las cartas a mi dirigidas, que en mi monografia del pintor publique, es frecuente la alusi6n a la comlin amistad con Cuesta. Comimos juntos los tres algunas veces. Su conversaci6n laberintica inquieta, como sus prosas causticas y escritos de expresionista exagerado. Los j6venes lo han redescubierto. Con Jose Clemente Orozco mantuvo correspondencia; las cartas se extraviaron; tardiamente, obtuve dos del pintor. c\Quien me las dio? Las busque para mi Orozco. c\Existiran las demas? Cuando se suicid6, compuse sobre la marcha el texto a que aludi, cargado de la congoja que en el imaginaba y de mi congoja por asi imaginarlo, y por mi dolor por su muerte, por su muerte rigurosa, y por carecer de acci6n para los otros, por sentirme preso en las palabras, harto de elias, necesitado, mas que de ternura, de salir de mi, de servir, de abrirme paso como un incendio, quemar la sociedad que asesinaba ami amigo, la que enloqueci6 a Artaud, la que me negaba la participaci6n, la del "exclusivismo nacional" descalabrado por Sarmiento: "1Ay del que persista en llamarme extranjero!" Escribia soledades, poemas de sonambulo que acechaba su momento. Con los ojos abiertos, como ya los tenia en mi soledad solidaria amando y amado, me quite la camisa de fuerz~ que ceiiia mi cordura. Estos alios quedan en parte circunscritos en lo que para mi escribia. Mi libertad fue condicionada; mi nombre, muchas veces, mi seud6nimo. La muerte de Cuesta, la guerra de Espana, lo que sucedia en Guatemala, la guerra mundial, la erosion de la obra de los aiios de Lazaro Cardenas, me organizaban un ambito doloroso que me mostraba lo reducido a que estuvo sometida mi urgencia. El arribo de la emigraci6n espanola, mis nuevos amigos, las desveladas con Romance cantando "Los cuatro generales", la presencia de Neruda, la amistad de Orozco y tantos mexicanos, me fortalecieron. La palabra con ellos se expandi6 y se acendr6 y comprendi mejor lo estetico y lo politico. Asi senti que el esteta y el politico son simplistas y sectarios, y estan desplazados, si no consiguen deflnici6n, bella y sencilla. Con la guerra de Espana, que vivi ardientemente, se aceler6 mi formaci6n. Me ha sido imposible militar en partido; he participado fuera. Esta dificultad apunta hacia supuesto individualismo, al consabido individualismo pequeiioburgues.

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mis condiciones fueron otras; mis entendimientos, antagonicos. Sentia que me pudriria si no me baftaba en algo mas conciso, en algo mas denso de la realidad de lo humano. Mi pluma ha sido pertiga para saltar, barto del resto que es literatura. Ahi, en un mundo real, esta la jocundidad de la vida. Nuestras discusiones eran extremadas. Solia arrastrarme a su desilusion con el zigzag de su dialectica tenaz y paradojica.

Por atraso, atraso de Guatemala, el partido comunista de Guatemala, bacia los cincuenta, fue inverosimilmente religioso y fanatico. Quien conozca nuestra historia juzgara natural mi reticencia , y de tal modo he servido basta hoy, por encima de prolongadas incomprensiones. Se muchas cosas como para reventar de coraje; hay muchas otras como para una alegria estelar. En un "compromiso" (sic) - para mi nunca una carga o una coercion- , uno no se encierra, sino se libera. Para mi nunca ha existido el "compromiso" (sic). No estoy con mi pueblo por "compromiso" (sic). No entiendo tal connotacion de servidumbre, o lo que sea. El burgues - una manera de pensar y una forma de vivir- cree que todo gira en torno suyo. Que su ombligo es el sol. "Comprometerse" (sic) suele considerarse que es decidirse por un partido, y que no tomarlo es libertad ejemplar. El medio sociopolitico rige, en parte, el comportamiento de muchos. Me interesan las herejias. Repudio lo normativo en arte. Nunca reduje mis escritos literarios a meros "mensajes" ideologicos. Hay tantos academicismos de vanguardia. Siempre debemos llevar el arte a una situacion de crisis. En mi raiz vivia sin claridad la historia del continente. "Las contradicciones, los vaivenes, no son supuestos: son verdaderos y explicables. Lo que escribimos no cabe ser sino para los demas. Pero tambien he escrito sin necesidad de nadie, por la sola necesidad de escribir. El trato con las palabras me ha apasionado igual que el trato con las mujeres. En el principio era el verbo . .. ; en elfin, tambien. El concepto de arte surge del devenir o de la simpleza de su interpretacion; de la vaguedad cuando todo lo volvemos metafisica y psicologia tan precarias, como las en apariencia consistentes demostraciones expuestas con disfraces dialecticos. Culinta teologia en ello. No he escrito poesia politica porque respeto al pueblo, porque respeto ala poesia y porque respeto allenguaje: nose escribirla, como algunos poetas.

La lucha de Jorge Cuesta con la vida, sus conflictos espirituales, su abatimiento poetico, economico, social, erotico, me hicieron reflexionar con desesperacion, al intentar decir lo que sufria, su desajuste material, su animo trastornado modelandole un todo que tuvo cabalas simbolismos al castrarse, al quemarse los ojos y cegarse, al enloquecer, al colgarse. Su tragedia me sigue pareciendo de grandes dimensiones, me sigue pareciendo acerba y nada absurda, sin que olvide la enfermedad, el vacio que se le abrio, que le abrieron, que se abria el y no rebas6 con palabras y actos. Liego a mi raiz su solucion. En lo fundamental

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En rigor, hay dos textos mios sobre Jorge Cuesta, para distinguir su caracter y su tal ento. Su perspicacia heria a su orfandad desmesurada. Vivio la agonia de entender y no aceptar; de no aceptar sin entender; de vivir sin poderse separar, sin querer separarse y estar sin estar de tanto estar estando. lC6mo sentirse satisfecho de algo? lSatisfecho de lo que sea? Jorge Cuesta fue muerto por la sociedad, mas de lo que por ella murio. En salvacion de orden alguno creia. Su cultura fue el infierno de comprender y de creer o no en esa cultura elaborada con fervor y tedio. La felicidad de ese infierno. Al hacer su conminante y repetido exhorto al descastamiento demostraba su desesperacion nacionalista. Fausto, el diablo y Margarita son uno en el. Corromper al diablo. Que como otros pierden el cielo, el pierda su infierno. Dialogan en ti y en mi. Cuando un Cristo rompe la cruz, Orozco pinto sentencias de ese dialogo. lLo revelado supero a lo formal? Solo en Cuesta se advierte una violencia satanica, una inquebrantable diatriba generosa, una angustia sin rostro. Ello es lo distante o lo opuesto a la sosegada conformidad de los demas de su sobresaliente generacion; a la mustia frialdad, ala indiferencia senequista, a la elegancia de su escepticismo. De tan bien peinaditos parecian inalterables y ecuanimes, como el pliegue perfecto de sus pantalones. Mas que en su poesia, lo descubro en el espiritu de subversion que, por un camino y el otro, lo llevo a la muerte. No me es grato el termino "poeta maldito". Tengo la certidumbre de que el vivio con otra intensidad sus dias, que su percepcion, su sentir, su ingenio no son sino facetas de su nada sencilla idiosincrasia. En las letras mexicanas tiene caracteres insolitos en aspectos que he dicho tenuemente. Olvidamos que no alcanzo los cuarenta aftos. Lo pienso malogrado. Asi, al propio Villaurrutia, a quien tambien tanto quise. La obra de Cuesta, de haber sido viable, por su salud tan quebrantada, hubiese manifestado potencia imprevisible. Estos condicionales no son de mi gusto asimismo. Quedemonos con lo que nos dejo; nos basta para darnos cuenta de un ser extraordinario.

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Sentados: persona no identifieada, Jose Ruben Romero, p.n.i., Mariano Silva y Aeevez, p.n.i., Enrique Gonzalez Martinez, Xavier Villaurrutia, Gilberto Owen, Julio Torri. De pie: Bernardo Ortiz de Montellano, Julio Jimenez Rueda, Manuel Toussaint, Enrique Gonzalez Rojo, Salvador Novo, Jaime Torres Bodet y tres personas no identifieadas (Fotografia de 1928)

Enfrente: Dos personas no identifieadas, Julio Jimenez Rueda, p.n.i., Genaro Estrada, Alfonso Reyes, Mariano Silva y Aceves, Sra. Manuela M. de Reyes, En iqu z' 路 ifr"fb'Rf'Onas no identifieadas, Alejandro Quija.-o.. ~ e.路pa t_.CONACULTA Horta, tres personas no ide D g! ~q PW'r Rober M n


Persona no identifieada. Agustin Lazo. Xavier Villarrutia. ('(•sur· lloro. p.n.i. y Elias Nandino

En Ia eabeza de Ia mesa: Jose Gorostiza. A su izquierda: Samuel Ramos. Alcazar (Flo rise I). Xavier Villaurrutia. Enrique Gonzalez Rojo. Luis Cardoza y Aragon. Ag us Carlos Luquin. A su dereeha: Julio Castellanos. CONACULTA Salvador Novo. Carlos PeiU tgitrali ~tr~i1'~llo(:lllto


Enrique Gonz.lez Rojo

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Carlos Pellicer, Jose Vasconcelos, p.n.i, Jaime Torres Bodet. Alto en el camino en una de las giras de difusion cultural y reparto de libros que solia realizar Vasconcelos, siendo ministro de Instruccion Publica

AI fondo, en el grupo de Ia derecha, Jorge diplomatica

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GALERIA POET AS NUEVOS •• MEXICO •a LOa

~ ~\.

MADRID LA GACETA LITERARIA

Cubierta de un libro colectivo ilustrado por Gabriel Garcia Maroto. J\. Ia izquierda, de arriba abajo: Enrique Gonzalez Rojo, Salvador Novo y Manuel Maples J\.rce. J\.1 centro: Xavier Villaurrutia y Gilberto Owen. J\. Ia derecha: Ortiz de Montellano, Carlos Pellicer, Jose Gorostiza y Jaime Torres Bodet


CARLOS MONSIVAIS LOS CONTEMPORANEOS: LA OECEPCI.ON, LA PROVOC.ACION, LA CREACION DE UN PROYECTO CULTURAL

A Beatriz Sheridan

as que grupo 0 generacion, Contemporaneos es, en Mexico, una actitud ante el arte y la cultura (ante la sociedad y la politica), cuyas not as distintivas son el rigor, la critica, la creaci6n en contrapunto ala realidad nacional, la oposici6n al chovinismo, la urgencia de poner al clia una literatura, la sensacion simultanea de integracion (el mecenazgo de la Revolucion Mexicana) y marginalidad (la incomprensi6n ambiental). SegU.n un punto de vista cifrado en la poesia, los generos determinan las jerarquias y son mas Contemporaneos los poetas: Carlos Pellicer, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique Gonzalez Rojo, Jaime Torres Bodet, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Jose Gorostiza, Jorge Cuesta, Gilberta Owen, Elias Nandina. Nolo son tanto, de acuerdo a esta clasificaci6n arbitraria, Samuel Ramos, Ruben Salazar Mallen, Octavio G. Barreda, Bernardo Gastelum (principalmente ensayistas), Carlos Chavez (musico), Celestino Gorostiza y Rodolfo U sigli (dramaturgos) oAgustinLazo, Rufmo Tamayo, Maria Izquierdo, Antonio Ruiz, Julio Castellanos, Manuel Rodriguez Lozano, Abraham Angel (pintores). Al extenderse, la nomina contraria delimitaciones de una historia cultural y hace imposible (y fmalmente innecesario) saber quienes fueron exactamente los Contemporaneos, nunca grupo constituido sino tendencia que se congrego en razon de afmidades y enemistades comunes, se dispers6 y se contradijo, se repartio en editoriales, empresas del gobierno, polemicas, periodismo cultural, teatro, creaci6n de revistas. Si los nombres no son muy ajustables, la epoca que hizo posible y demando su esfuerzo conjunto es mucho mas precisa. La decada de los veintes en Mexico, nuestra "edad del jazz", le da al pais su primera vivencia de "sociedad abierta" y filtra audacias y provocaciones antes imposibles por impensables. La revolucion ha terminado o esta a punto de hacerlo en su version de lucha de facciones, fusilamientos de generales y mirones, conjuras que impiden el descubrimiento de complots. En el lugar de Don Porfirio Diaz, fmalmente un dios vulnerable, se yergue un Estado fuerte, al que por el momento ocultan los rasgos premiosos del Caudillo, del jefe revolucionario a

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quien el magnicidio democratizara (Alvaro Obregon) o a quien le fallara su conocimiento de la incondicionalidad (Plutarco Elias Calles). En la capital de la Republica, ya liberada de muchisimos controles de conducta y del celoso espionaje parroquial, cristaliza de golpe lo que el porfiriato pospuso y la lucha armada no consintio, las revelaciones y lecturas acu~ muladas, las nociones iniciaticas de Freud y Marx y Einstein, la sensaci6n de un mundo interrelacionado, los vmculos entre la musica y el comportamiento, el esceptismo y el "cinismo" aprendidos en guerras y revoluciones. El cine y la radio le permiten a los j6:venes mexicanos una simultaneidad de experiencias con los jovenes de todas partes. Chaplin y Harold Lloyd, Greta Garbo y Pola Negri, Griffith y Murnau , las vamps y el charleston , el shimmy y el pelo corto de las mujeres. En dos o tres anos se resuelven cuatro decadas de postergamiento. Y a esto se agrega la irrupcion epica de los muralistas, que son a Mexico lo que -seglin la persuasiva demostracion de Milosz - fue Mayakovsky a la URSS, la interaccion de dos mesianismos: la clase obrera como redentora y la naci6n como redentora. Una actualizacion tan febril y multanime no rompe sin embargo del todo con la continuidad cultural. Son gente formada en un sentido de las tradiciones y del individualismo quienes patrocinan el intento renacentista, la devocion por el libro, las misiones rurales, la edicion de clasicos , el inventario de los bienes artfsticos del pueblo, la conviccion de la unidad hispanoamericana, el estallido de las vanguardias, la exhortacion nacionalista que es recuento y utopia. El animo es triunfalista: al entusiasmo por la revolucion (no lo ocurrido en los campos de batalla, sino en el animo de la minoria ilustrada), se aftaden todo tipo de sensaciones inaugurales que recorren escuelas, ministerios, oficinas, salones de baile y disputas ideologicas. De la opresion y el desorden tragico se ha salido a algo tan diferente que bien vale la pena asirlo de inmediato. Oarpe diem. Apoderate del instante. Se moderno, consfguete un idioma incontaminado, adueftate de un repertorio de estlmulos, asombrate de las cargas estaticas del danz6n y el automovil y el jazz-band y las fabricas y las luces de neon, vive pasiones ineditas, conduce a la superficie a una marginalidad que , expresada, se convierta en algo distinto a la vivencia del rechazo. Ser moderno: ya no escribir con ardimiento pedagogico y patri6tico, no concebir la literatura de cara a la nacion y su dolorosa historia, sino en relacion mtima con el hipocrita lector, hermano y semejante. Ser moderno: ir bacia las masas como los muralistas , o bacia todos (a condici6n de que sean unos cuantos)

como los Contemporaneos, o bacia las metli.foras que en primera y Ultima instancia asombran a sus hacedores , como los estridentistas. Ser modernos: apoyarse en las oportunidades del nacionalismo para hacer caso omiso de lo nacional. Unos - recapitula Gilberto Owen en 1934 - eramos economistas, otros eramos campesinos, otros eramos ingenieros, otros eramos artistas. Todos eramos original, esencialmente revolucionarios, y sentlamos no necesitar de membrete que lo pregona, como los pajaros que veiamos no necesitaban el cartelito en latin de Linneo para cantar con la voz exacta, seguros de que aunque los sabios distraidos pusieran cartel de cerezo en el manzano, siempre seria una manzana la que les cayera a descubrir la ley de Newton. N acidos, crecidos en respirar aquel aire joven de Mexico, nos identificaba un afan de construir cosas nuevas, de adoptarposturas nuevas ante la vida. Sentiamos esto lo Unico revolucionario y mas sincero que tomar simplemente lo viejo y barnizarlo y escribir encima: " jViva la Revolucion!".

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En el texto de Owen, como en toda la nostalgia antinostalgica de sus amigos, hay dos insistencias: la novedad de la epoca y el rechazo a un papel prefijado. El impulso crftico es para ellos contradiccion insuperable. l Como no ser parte de la Revolucion y como no alejarse de un movimiento tan mal representado, tan abusivamente llevado, tan motivador de la demagogia populista? Del mismo modo en que los Contemporaneos no se sienten estrictamente de vanguardia, aunque lo sean (porque si se atienen al concepto exclusivo de vanguardia, se cortarian de la tradicion) tambien dudan ante la palabra revolucionario poblada en esos aftos de emociones feroces. El dilema de los Contemporaneos es integral : lcomo soportar a una sociedad municipal y como no reconocer la brillantez de los esfuerzos estatales, c6mo vivir la experimentaci6n a la sombra de un gobierno, como adecuar tecnicas ya gastadas para contar o verificar los nuevos sentimientos, como no aceptar y c6mo no alarmarse ante un capitalismo cuyos primeros heraldos son militarotes y abogados de mentalidades rusticas y depredadoras? Ser y no ser revolucionarios. Los Contemporaneos no creen en la actitud virulenta y en la gesticulacion de los estridentistas; ellos tampoco repetirian a Paul Klee: "Yo quiero ser como recien nacido, sin saber nada, absolutamente nada sobre Europa .. . quiero ser casi un primitivo". Les urge no ser primitivos, hacerse de los recursos plenos de la civilizaci6n. Les importa tambien respetar el impulso que les ha conseguido espacio. Ortodoxia y heterodoxia, cohe-

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(Foto de Manuel Alvarez Bravo)


rencia y contradicci6n: estos j6venes escritores aceptaran parte de la predica oficial (con excepci6n de Cuesta, que critica el "clericalismo educativo" de Vasconcelos), y se apartarlin del bolivarismo y la grandilocuencia americana (con la excepci6n de Pellicer). Pero no lograran prescindir del mecenazgo, e iran de la protecci6n de un ministro al apoyo de otro ministro, serlin ala vez marginados y protegi.dos, desarraigados y bur6cratas. Es inevitable. En materia cultural en los veintes, el Estado es simplemente todo, y los Contemporaneos aceptaran de el seguridades laborales primero, y a la postre, honores que no excluyen la Rotonda de los Hombres !lustres. Es muy restringido el ambito fisico donde se desarrollara el "Renacimiento Mexicano": el centro de la ciudad, los edificios publicos sojuzgados por los muralistas, las casas y departamentos de artistas e intelectuales. A esta "cocina faustica" , la sacuden las ofertas del Secretario de Educaci6n Publica Jose Vasconcelos (1920-1924) , que representa el matrimonio un tanto forzado de la energia revolucionaria y la cultura clasica, de la impaciencia por hacerse de una naci6n y la urgencia de uniformar el mando. Para ganar la confianza de la nueva casta gobernante, y la suya propia, Vasconcelos debe ser vitalista (y eso lo llevara a ser antintelectual). Para sustentar el vitalismo necesita, glorias de la paradoja, de los j6venes escritores a quienes llama a colaborar con el poder publico en una empresa de dimensiones hazaftosas. La burocracia cultural -termino sin gravamen peyorativo entonces- no impedira la creaci6n de obras personates y dara acceso ala creaci6n de un temperamento colectivo. Hoy es facil entender el pleno sentido de la lucha de Contemporlineos, porque una parte de su suefto cultural se ha cumplido (con las limitaciones del caso). Hay el acceso natural a la cultura de todas partes del mundo, se multiplican -en plena crisis- revistas y ediciones, una libreria no es una capilla iniciatica, y sino existen muchos compradores, si hay frecuentadores de la poesia dificil y sin concesiones. En los veintes, todo esta por hacerse y los Contemporlineos representan una vanguardia de los derechos del lector y del escritor. Para ellos, escribir es disipar fronteras, traducir es romper el cerco, evitar que la nacionalidad se vuelva una fatalidad. Hay que reconocer, en donde se encuentra, la consumaci6n de los ideales artisticos, hacer del rigor formal el criteria para ubicarse y ubicar la obra propia. El verdadero tiempo perdido es aquel en que nos hemos desvinculado de las fuentes de la cultura occidental, cediendole a situaciones del pais el lugar intrasferible de la imaginaci6n.

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Un programa de acci6n: traducir, leer, modificar ellenguaje poetico. Unos cuantos j6venes se enamoran de los descubrimientos freudianos (lo que les permitira entender algunas proposiciones surrealistas), estudian a Pound y Eliot, leen La tierra bald{a y la nueva poesia norteamericana, analizan a Breton, Cocteau, Claude!, Saint John Perse, Jules Lafargue, Jules Supervielle, Hart Crane, Cummings. Escriben para vivir, para ser otros. La frase gideana que el joven Villaurrutia le repite incesante al joven Novo : "Race falta perderse para recobrarse", cobra enorme sentido en ese paisaje de tertulias en librerias , ediciones minimas, plaquettes de poesia que le representan al autor un esfuerzo econ6mico, acercamientos devotos y mitol6gicos a la cultura francesa, frecuentaci6n de ritmos distintos y perturbadores , miedo al destino de los eseritores que adularon a su publico inmediato, rumores que son exterminio moral, chismes que masifican a la difusi6n. Perderse para recobrarse, aceptar el virtual anonimato, gozar de una labor sin reconocimientos, saberse vivos por oposici6n a un medio que, en caso de conocer sus intenciones, no las entenderia en lo absoluto. Ser drasticamente contemporcineos, aceptar lo estimulante en donde se halle , ignorar las epopeyas reales o fingidas de la subordinaci6n politica de la literatura. En torno suyo, politicos, bur6cratas y periodistas, detestan agudamente -cony sin razones - a intelectuales y poetas. El mayor espacio cultural son las revistas (los suplementos aparecer an en los cuarentas) y a ellas se les confian riesgos y predilecciones. La Falange, Contemporcineos, Ulises. Los nombres son programas, estrategias de conducta, incitaciones, respuestas enfaticas a la hostilidad ambiental. A la modernidad por la palabra, a la epoca recien inaugurada con poemas cuya atmosfera nada tenga que ver con lo antes vivido y resulte -en su propia dimension literaria- una sensaci6n nueva. Sin embargo, pas ada la eufor ia inicial, quienes viven el estremecimiento de la modernidad, no lo celebran demasiado, atrapados como se consideran entre los residuos del mundo feudal y la nueva barbarie del saqueo y el oportunismo. En 1933, Jorge Cuesta, en car.ta a Bernardo Ortiz de Montellano a prop6sito de "la vanguardia de Ulises, de Contemporcineos", niega que se hayan reunido de modo premeditado en torno de doctrinas artisticas o metas definidas ; para ellos la literatura es profesi6n de fe y si se les hace caber en un grupo es sencillamente porque se evita o no se desea su comparua literaria:

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Reunimos nuestras soledades, nuestros

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cias o aimidades y el talento literario producen obras definitivas y marcan un nivel de calidad y de critica. En su polemica con Abreu Gomez, Jorge Cuesta es inapelable: exilios; nuestra agrupacion es como la de los forajidos y no solo en sentido figurado podemos decir que somos "perseguidos por la justicia". Vea usted con que facilidad se nos siente extranos, se nos destierra, se nos " desarraiga", para usar la palaba con que quiere expresarse lo poco hospitalario que es para nuestra aventura literaria el pais donde ocurre. Esa condicion quiere que sean nuestros personales aislamientos los que se acompanen, los que constituyan un grupo. Nuestra proximidad es asi el resultado de nuestros individuales distanciamientos, de nuestros individuales destinos, mas que una deliberada colectividad.

Tan melancolicas palabras se oponen necesariamente a nuestra vision actual. No solo por el rencor al presente y la inevitable mitificacion del pasado que expresan, sino porque estamos ya al tanto de las dos etapas de Contemporaneos : su descubrimiento del arte como nacionalidad verdadera y Ultima, y la sensacion posterior de acoso y resistencia. En ambas instancias advertimos -en lecturas y testimonios- la presencia de una colectividad deliberada a la que la Revolucion Mexicana (algo mas y algo menos que el conjunto de las transformaciones nacionales) les da ambito social y credibilidad interna, les niega el reconocimiento suficiente y la credibilidad externa. No son ganas de un pasado legendario, de un Bloomsbury que crece entre las ruinas porfirianas, ode una lost generation que no conocio pero intuyo Paris, los que han conducido a la revaloracion actual de Contemporaneos. A ellos les toco ser la primera generacion o tendencia cultural de un pais sojuzgado politica pero ya no tanto socialmente, con un paternalismo que admitia (porque no podia controlarlas) zonas de excepci6n. Una nueva estetica se configura sobre un paisaje de sustituciones: al tradicionalismo lo sustituye un collage de tradiciones y nuevas creencias; a la concepcion religiosa ancestralla sustituyen el culto de la escuela y la veneracion primeriza de la tecnologia. Al cerco antintelectual se responde impugnando al nacionalismo cultural y senalando el raquitismo ambiental. En esos alios, el "elitismo" es, de modo nada parad6jico, la ampliaci6n de Hmites, esfuerzo intelectual, lecturas a contracorriente, busqueda de un sentido universal de la cultura. Por eso, importa reivindicar una parte considerable del trabajo de Contemporaneos. Si el conservadurismo de algunos de ellos no les permite entender el proceso del pais (que por otra parte muy pocos comprenden), la rigurosa selecci6n de influen-

El nacionalismo equivale a la actitud de quien no se interesa sino por lo que tiene que ver inmediatamente con su persona; es el colmo de la fatuidad. Su principio es: "no vale lo que tiene un valor objetivo, sino lo que tiene un valor para mi". De acuerdo a el, es legitimo preferir las novelas de don Federico Gamboa a las novelas de Stendhal y decir: don Federico para los mexicanos y Stendhal para los franceses. Pero hagase una tirania de este principio: s6lo se naturalizaran franceses los mexicanos mas finos, esos que quieren para Mexico no lo mexicano sin lo mejor. Por lo que a mi toea, ninglin Abreu G6mez lograra que cumpla el deber patri6tico de embrutecerme con las obras representativas de la literatura mexicana. Que duerman a quien no pierde nada con ello; yo pierdo La Cartuja de Parma y mucho mas. El rechazo del pasado de Mexico no es el sentido genuino de este texto (si algo, los Contemporaneos reivindican una cultura nacional). Mas bien, Cuesta se rehusa a convertir la tradici6n en molde inapelable. Hay que conquistar el derecho de una literatura distinta, sin "presiones", aunque en el momento sus productos parezcan irrelevantes o pueriles. Recuerdense las admoniciones de Gonzalez Martinez ("Tuercele el cuello al cisne de enganoso plumaje"), y las perfecciones de Diaz Miron y compareselas con el estilo candoroso de Jose Gorostiza en su primer libro, Canciones para cantar en las barcas (1925): ,1, Quien me compra una naranja para mi consolacion? Una naranja madura en forma de corazon.

En el alegato mas conocido sobre los Contemporaneos, Jorge .Cuesta (en 1932, al termino de la accion conjunta), afirma: Le roba a una generacion pasada quien la continua ciegamente. Le roba a una generacion futura quien le crea un programa para que lo siga . .. La realidad mexicana de este grupo de escritores jovenes ha sido su desamparo y no se han quejado de ello, ni han pretendido falsificarlo; ello les permite ser como son. Es maravilloso como Pellicer decepciona a nuestro paisaje; como Ortiz de Montellano decepciona a nuestro folclore; como Salvador Novo decepciona a nuestras costumbres; como Xavier Villaurrutia decepciona a nuestra literatura; como Jaime

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Jose Gorostlza (Foto de Manuel Alvarez Bravo)


te o no, campaii.a de la que casi nadie se escapa. El propio Alfonso Reyes a su regreso a Mexico se sorprende y le confia a su amigo Antonio G. Solalinde (25 de agosto de 1924): "Yo siempre creo que los jovenes tienen razon. Hay entre ellos mucha mariconeria, enfermedad nueva aqui, y eso me aleja de muchos y me hace sufrir, pues no soy tan esceptico e indiferente como yo mismo me lo figuraba". La erifermedad nueva molesta a grados de exasperacion organizada. Recuerda Manuel Maples Area, ellibertario poeta estridentista, en sus memorias (Sober ana juventud, 196 7):

Torres Bodet decepciona a su admirable y peligrosa avidez de todo lo que lo rodea; como Jose Gorostiza se decepciona a si mismo, como Gilberta Owen decepciona a su mejor amigo. El centro de la decepcion esta en las espectativas de la sociedad y del Establecimiento cultural. Y alli mismo se encuentran las razones de la leyenda casi instantanea y de la segura, aunque no muy visible, construccion de obras que van creando a su publico. Los Contemporaneos son, si alga, precoces, en atencion a los requerimientos de un pais que ha visto la desintegracion de su gerontocracia y de sus "generaciones maduras". Mexico en los veintes: generales, gobernadores, diputados, poetas que no rebasan los 25 aiios. La precocidad arraiga y def'me, la precocidad obliga a un aislamiento prematuro, la precocidad lleva a enfrentamientos muy desiguales. A los 18 aii.os, Torres Bodet es secretario particular del Ministro de Educacion; a los 21 aii.os, Novo en Ensayos y XX poemas afirma un programa poetico sorprendente en una cultura hasta hace poco desvinculada de sus fuentes tradicionales por las guerras nacionales e internacionales. Novo se propane un trato distinto con la posteridad (a la que desea y de la que se burla); a el, el humor lo reconcilia y lo distancia de la realidad y lo urbana le resulta el Unico modo de vida posible. En Ensayos y XX poemas, Novo quiere "redimirse" de la trivialidad y darle a cada texto una importancia nueva, y afirma, con vigor implicito, una tesis: poesia es, tambien, lo no consagrado, aquello cuya legitimidad artistica viene de la metamorfosis de las casas comunes o de la conviccion de lo insolito: sardinas, maquinas noisy Steinway, peliculas de Paramount, calamares en su tinta, un masajista en Nueva York, redes telegrB.ficas para jugar tenis, ombligos para los filatelistas. Cada objetivo anticipa un programa que sera, sucesiva 0 simultaneamente, sentencioso, alegre, melancolico, espontaneo: Es necesario viajar en tranvia cultivar el sentido de lo paralelo y no tropezar con nadia nunca. lQue tan "marginales" son los Contemporaneos en sus aii.os de movimiento colectivo? Asi pertenezcan a la burocracia gubernamental, que les da oportunidad de trabajo y ascenso, si son marginales respecto a la cultura oficial, al gusto literario dominante, los estilos de vida. Aunque solo algunos de los Contemporaneos son homosexuales, la saii.a y la difamacion no admiten excepciones. La parte por el todo, bienvenida la facilidad de deshacerse de enemigos con flancos tan vulnerables. El cUmulo de adios y prejuicios deviene, voluntariamen-

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En una ocasion nos reunimos en el Salon Verde de la Camara de Diputados para tratar el problema de los homosexuales en el teatro, el arte y la literatura. Aunque hubo declaraciones reprobatorias, el diablo metio el dado y ellos se quedaban mas orondos que nunca, mientras la gente se preguntaba por que se les permitia moverse con tanto desplante, cuando en la epoca de Porfirio Diaz se les obligaba a barrer las calles, como acontecio alguna vez a los que hicieron celebre el numero 41 , que popularizo una estampa de Posada. La moral publica no depende de un grupo: es el estilo de una sociedad, como diria Ortega y Gasset, y cuando esta acepta que cada quien haga de su juicio un papalote, no existe posibilidad de dignificacion. El espiritu de mafia les dio preponderancia. A veces emprendian verdadera persecucion contra quienes se resistian a solidarizarse con sus intentos de hegemonia intelectual o se negaban a entrar en aquel monipodio. Fue la epoca de la insistente publicidad de Proust y Gide, en cuya obra se amparaba la comedia de los "maricones" y el cinismo de los pederastas. Para escapar a toda responsabilidad adoptaron una posicion neutral que les permitio sobrevivir por encima de todos los conflictos ideologicos que han conmovido a la nacion mexicana. Nunca fueron de derecha ni de izquierda ... Pretendian una estetica que los eximia de compromisos y los ponia al margen de toda obligacion responsable. A la sombra de protectores deseosos de aparecer como mecenas intelectuales, editaron, con el dinero de la naci6n, una antologia en que los agraciados escribieron sus panegiricos, los unos sabre los otros. La ley del menor esfuerzo. Para responder a inclusiones y exclusiones de la Antolog{a de PoesiaMexicana (1928), labor de grupo por la que se responsabiliza Jorge Cuesta, lo major es descalificar todo el esfuerzo por razones "morales". En los veintes yen los treintas, de

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modo incesante, se exige el cese de algunos escritores, su aislamiento de la sociedad o su envio al penal de las Islas Marias. La campaiia se extrema. Orozco los caricaturiza ("Los Anales") y , en los muros de Educacion Publica, Diego Rivera se burla de Antonieta Rivas Mercado a quien una energica revolucionaria le entrega una escoba para que barra los restos de esa simbologia de liras, pal etas de pi.ritor ex8.nime, rosas blancas y un ntl.mero de Contemporaneos de 1928. Con expresion desolada, la Rivas Mercado ve a un obrero revolucionario ponerle el pie a un poeta con orejas de burro. El linchamiento moral es fenomeno de amplias resonancias culturales y literarias. Entonces, la homofobia (el prejuicio internalizado, el odio contra los homosexuales) es hecho incontrovertible de la naturaleza social, que, en gran medida, depende del infimo lugar concedido a las mujeres. Un homosexual es alguien que voluntariamente se degrada al asemejarse a las mujeres, y la homofobia es el registro publico y privado de esa degradacion. Un joto es un enemigo de la continuidad de la especie y una amenaza a lc .. valores fundamentales, lo que se agrava con su presencia en campos en donde no habia participado abiertamente, y con su actitud desafiante. La persecucion se acrecienta, es una manera de expresar lealtad ala tradicion. En 1926, Jimenez Rueda se queja del "afeminamiento de laliteratura", yes preciso recordarle la existencia de ,Los de abajo de Mariano Azuela para disuadirlo de su lamentacion por la virilidad perdida. De la queja se va a la accion directa. Se instala en la Camara de Diputados un Comite de Salud Publica que "depurara al gobierno de contrarrevolucionarios" y el31 de octubre de 1934, un grupo de intelectuales (Jose Ruben Romero, Mauricio Magdaleno, Rafael F. Munoz, Mariano Silva y Aceves, Renato Leduc, Juan O'Gorman, Xavier Icaza, Francisco I. Urquizo, Ermilo Abreu Gomez, Humberto Tejero, Jesus Silva Herzog, Hector Perez Martinez y Julio Jimenez Rueda) le solicita a este Co mite que, puesto que se intenta purificar la administracion publica, se hagan extensivos sus acuerdos a los individuos de moralidad dudosa que estan detentando puestos oficiales y los que, con sus actos afeminados, ademas de constituir un ejemplo punible, crean una atmosfera de corrupcion que llega al extremo de impedir el arraigo de las virtudes viriles en la juventud .. . Si se combate la presencia del fanatico, del reaccionario en las oficinas publicas, tambien debe combatirse la presencia del hermafrodita incapaz de identificarse con los trabajadores de la reforma social.

Los guardianes de este nacionalismo (entre los que se cuentan novelistas de la Revolucion, poetas, funcionarios, pintores), quieren eliminar de la nacion misma, en una noche de cuchillos largos del presupuesto y de la resoetabilidad, a los agentes del debilitamiento. El nacionalismo cultural es enemigo implacable que complementa, con su teoria de las virtudes de la raza, lo que despliegan chistes y chismes y burlas y agresiones verbales: el rencor activo contra el comportamiento direrente. Por eso, el tema de la homosexualidad, asi solo abarque a una parte de Contemporaneos y no sea criterio literario, es indispensable para entender un proceso general de marginalidad o integracion culturales. Al ser la heterodoXia sexual la eleccion limite en una sociedad represiva, determina comportamientos intelectuales, practicas esteticas, ocultamiento y procedimientos para decir la verdad y desafios sociales como el de Novo. Y determina tambien rechazos muy profundos. El fenomeno es internacional. En esos aiios escribe en Espana Luis CernudaLos placeres prohibidos: Si el hombre pudiera decir lo que ama, Si el hombre pudiera levantar su amor por elcielo Como una nube en la luz; Si como muros que se derrumban, Para saludar la verdad erguida en medio, Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando solo la verdad de su amor, La verdad de si mismo, Que no se llama gloria, fortuna o ambicion, Sino amoro deseo. Yo seria aquel que imaginaba; Aquel que con su lengua, sus ojos y sus rnanos Proclama ante los hombres la verdad ignorada La verdad de su amor verdadero. (De "Si el hombre pudiera decir") .!,Como dicen Pellicer, Novo y Villaurrutia "la verdad de su amor verdadero? En formas distintas, en la plena alegoria de Villaurrutia que utiliza en "Nocturno de los angeles" al simbolo universal del marino (presente en Cocteau y Genet), en el patetismo autovejatorio de Novo que se considera un expulsado del paraiso y del infierno, o con la melancolica claridad de Pellicer: Se del silencio ante la gente oscura, de callar este amor que es de otro modo.

En los veintes, la poesia cambia de status y deja de ser la religion de multitudes de fmes y

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Roberto Montenegro, Carlos Pellieer, Salvador Novo y Carlos Monsivitls

principios de siglo. Es ya actividad silenciosa y marginal. Preparados por Tablada y L6pez Velarde, los poetas rompen con el desconfiable impulso adquirido, y eligen "la oscuridad" de la poesia pura, aceptan sin titubeos las consecuencias que trae consigo el abandono de las recetas de "profundidad, hondura animica y amor desesperado". Ya es inutil escribir para ser declamado. Una nueva forma del saber literario deviene gusto practicamente secret o, lenguaje soterrado cuyo desciframiento remite a unos cuantos autores, a un amor sacramental por un vocabulario. El principia de la reconquista del publico lo da L6pez Valarde que, desde la Suave Patria, deslumbra a un publico que desea comprenderlo, se pierde casi siempre en el intento y acaba por aprehenderlo en la memorizaci6n. Pero a los demas, la perdida de lectores no les preocupa demasiado. l Que ganarian con retenerlos sobre bases ficticias, escribiendo una poesia ya hecha, es decir, dejando de crear? En esos aiios, son fulgurantes las innovaciones en Espana y America Latina: L6pez Velarde, N eruda, Cesar Vallejo, Borges, Tablada, Huidobro, Lorca, Cernuda, Jorge Guillen, Salinas, Aleixandre, Gerardo Diego, Oliverio Girondo, Nicolas Guillen, Cesar Moro .. . Ante el adelanto de los creadores, los lectores (escasos) se habituan como pueden a los modos de la nueva preceptiva, desconfian de su predilecci6n por lo que Gorostiza llama "las pastelerias modernistas", dejan de ser la masa domada y hechizada que sigue a los poetas declamables y se arrebata con los distintos encantos de la prosodia. Los escritores compensan la falta de es-

timulo escribiendo para el porvenir, o mejor, para esa forma calida del porvenir que es el reconocimiento de unos cuantos, no necesariamente amigos . Ala minoria siempre, porque s6lo la minoria escucha, porque es infrecuente hallar quienes sepan leer y quienes, ademas, sepan leer poesfa, ya sin el atractivo de una voz modulada que le de caracteristicas belicas a dulcisimos poemas de amor. Es la exigencia de lectores inteligentes lo que incita a publicar revistas, lo que siembra ensayos y poemas de mensajes cifrados, lo que violenta el proceso de unificaci6n. Para algunos, en especial Pellicer y Novo, es relativamente facil hacerse de un ambito de confianza y divulgaci6n. Para otros, como Owen y Ortiz de Montellano, es casi imposible, y Cuesta ni siquiera vera sus textos reunidos en libro. Varios morirlin sin recibir la estima minoritaria, para obras que eluden las respuestas adquiridas . l Que lectores, en los veintea y en los treintas, con los ecos modernistas a cargo de la sensibilidad dominante, y una conciencia politica a la zaga de una historia aceleradisima, advertirlin la inteligencia, el cuidadoso trazo imaginativo, el quebrantamiento de las f6rmulas? Uno de los problemas es las dificultades de ubicaci6n tematica. lDe que hablan estos sujetos? lC6mo es posible defraudar de este modo a quienes buscan en la poesfa estimulos evidentes?


Algo seguro: estos literatos no hablan de la realidad inmediata. Imposible confundir el paisaje mexicano con un paseo de satiros, marquesas y estatuas vivas en jardines de confusion. Eso ya esta saldado, y la mayoria de los Contemp6raneos pag6 su deuda de iniciaci6n con el modernismo y con GonzB.lez Martinez, lleg6 a la madurez por vias ortodoxas. Racer poesia pura es cuesti6n muy ardua en una sociedad entusiasmada con las revelaciones de lo nacional y que desearia verse reflejada, en su ambici6n y en su azoro, en todas las muestras literarias. Pero los j6venes poetas se abandonan a su manera a la musicalidad de la palabra y no admiten ninglin tema "revolucionario". Al respecto, Ortiz de Montellano es categ6rico en un texto de 1930:

Lo que logr6 hacer la revoluci6n mexicana con la nueva generaci6n de escritores, puestos desde la infancia a comprobar la amarga realidad de esa revoluci6n, fue convencerlos de la existencia de una sensibilidad personal, mientras mas personal mas genuinamente mexicana, en donde habia que ahondar sin retrasarse con la cultura del mundo ... En vez de entregarse ala realidad inmediata, a la carne de la revolucion, a lo hechos pasajeros que podrian haber sido temas mas 0 menos vivos y vividos, preilrieron darse al espiritu nuevo de su pais, a la entraiiable busqueda de formas tradicionales y profundas concentradas en su propio ser. Esfuerzo equivalente a la identificacion del caracter nacional que intenta el pais con la revolucion procurando, tambien, encontrarse y conocerse a si mismo. 路Las palabras de Ortiz de Montellano a puntan a dos situaciones culturales. Por un lado, no es solo, ni siquiera es fundamentalmente, el disgusto reaccionario el que omite ala revolucion de los poemas. Ninglin escritor que trabaje seriamente, ni siquiera los muy rebeldes estridentistas, admite que los sucesos recientes -tomas de ciudades, caidas y elevaciones de gobiernos, aparicion de la gleba en el escenario- merezca algo mas que lineas perturbadoras: "Major sera no regresar al pueblo I al eden subvertido que se calla I en la mutilaci6n de la metralla"(Lopez Velarde).Es mucha la cercania y casi insalvables los escollos esteticos . .Por otra parte, resulta claro que -con la excepcion beligerante de Cuesta- los Contemporaneos no niegan la existencia de una "sensibilidad mexicana", ni estan dispuestos a refutar la tarea nacionalista del autoconocimiento. Si en la revista Oontemporcineos in-

corporan de modo preeminente a Mariano Azuela, Enrique Gonzalez Martinez y Alfonso Reyes, en su ideario explicito afirman el sitio basico de la tradicion. Hoy, una lectura de su accion colectiva destaca los aspectos iconoclastas, las satiras y los enfrentamientos. Pero el distanciamiento de la tradici6n se da entre ellos de modo selectivo y sin pregonarlo demasiado. Si la transformacion primordial ocurre en la poesia (la prosa narrativa de los Contemporaneos es tristisima, con la excepcion de las cr6nicas viajeras de Novo), se expresa tambien en la pintura, el teatro, el ensayo literario, el periodismo cultural y politico. Ley de las compensaciones: para sustentar el gusto por la poesia, es preciso tener a mano otros recursos, llevar a otros campos las exigencias de la literatura. El teatro, por ejemplo, es fundamental. En un escenario devastado por obras espaiiolas o francesas donde nada turba el dulce sueiio de las familias, las puestas en escena de Lenormand, Cocteau, Eugene O'Neill o Giraudoux son actos teatrales, sociales y politicos. Para empezar, se prescinde del acento castizo. Acto seguido, se problematiza la psique, un territorio desconocido entonces. Lo mismo ocurre con la plastica. La Escuela Mexicana de Pintura, con genio, ha absorbido demasiado espacio y ha degenerado en gobierno. Se necesita alentar a pintores sin mensaje. En la revista Oontemporcineos Samuel Ramos estudia y divulga a Picasso, y se defiende con reproducciones la obra de quienes no militan ardorosamente en el muralismo, quienes confian en el "intimismo", en la aventura del color, en ser las correspondencias pictoricas de una poesia tan desprovista de hazaiias y mensajes. En este apoyo, en esta reciprocidad de intereses, se advierte el sentido de la empresa colectiva de Contemporaneos. Con raz6n, Jose Emilio Pacheco ha seiialado como la poesia de Contemporaneos es la parte que nos corresponde en Mexico de la gran poesia de los aiios veintes; tambien, se puede decir que es la parte que nos corresponde del gran impulso de asumir las contradicciones, de creer en la modernidad ejerciendola, de vivir el espacio de interdependencia que vincUla a un pais con el mundo. Sin el ammo internacional y la seguridad de construir una cultura nacional no se concibe la tarea de los Contemporaneos. Auspiciados, perseguidos, mal leidos, homenajeados a discrecion, todavia esperan la lectura inteligente y disciplinada de amplios sectores. Ante un publico obsesionado con el fondo y ocupado muy pocas veces en la forma, ellos reivindicaron el rigor artistico en esos "tiempos de mudanzas llenos I y de irrmezas jamas".

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.RUBEN SALAZAR MALLEN

• •• •• ••••••••• GENESIS DE LOS CONTEMPORANEOS

scribir acerca de los "contemporaneos" no es facil. Los que hoy son asi llamados, eran en su tiempo un conjunto heterogeneo, un como mont6n de distintas tendencias e inclinaciones ligadas por la vocaci6n literaria, aunque no identificadas o fundidas por ella. Uno de estos "contemponi.neos", Xavier Villaurrutia, habl6 de un "archipielago de soledades" y la designaci6n parece justa, porque sugiere la idea de proximidades que no culminan en unidad. Otro de los "contemporaneos", Jorge Cuesta, fue mas explicito, aunque no mas claro que Villaurrutia: en una carta dirigida a Bernardo Ortiz de Montellano el 12 de diciembre de 1933, se expres6 asi: " .. . se nos reline, se nos hace caber en un grupo, sencillamente porque se evita o porque no se desea nuestra comparua literaria. Reunimos nuestras soledades, nuestros exilios; pero nuestra agrupaci6n es como la de los forajidos, y no s6lo en sentido figurado podemos decir que somos 'perseguidos de la justicia'.* Vea usted con que facilidad se nos siente extra.ftos, se nos destierra, se nos 'desarraiga', para usar la palabra con que quiere expresarse lo poco hospitalario que es para nuestra aventura literaria el pais donde ocurre. Esta condici6n quiere que sean nuestros personales aislamientos los que se acompa.ften, los que constituyan un grupo".l Efectivamente, la exclusi6n agrup6 a los "contemporB.neos": los agrup6 orgB.nica, no formalmente . Eran vistos con disgusto, si no con inquina, en su epoca. A tanto lleg6 esta antipatia, que por ser alguno de los "contemponi.neos" homosexual, se atribuia a todos homosexualidad en dias en que se consideraba pecaminoso y basta delictivo serlo. De los "contemporB.neos" tenia el vulgo la impresi6n de que eran una suma de "cuarentaiunos~· o • Alusi6n a.! proceso penal a que se nos someti6 en 1932 a.! propio Jorge Cuesta y a mL A el, por ser director de Ia revista Ex amen, en cuyas p&.ginas se publicaron algunos capltulos de mi novela Oariatide, en los que se empleaban pa.labras "prohibidas" por Ia decencia. A ml, por haber empleado esas pa.labras. El proceso termin6 con una sentencia absolutoria dictada por el juez Jesus Zavala. 1 Jorge Cuesta. "Encuesta sobre Ia poesla mexicana" (Carta a Bernardo Ortiz de Montellano), en Poemas y ensayos, t. III , pag. 372. Colecci6n "Poemas y ensayos" , Universidad Nacional Aut6noma de Mexico. Mexico, MCMLXIV.

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• •• •• •• •• •• •• ••• "amujerados", como se llamaba a los homosexuales. Doble exclusion peso, pues, sobre los "contempor8.neos": lade ser supuestamente homosexuales y la de ser aficionados al cultivo de las letras en una sociedad que veia con recelo a los intelectuales. Fue eso lo que hizo de ellos un "grupo sin grupo", como tambien se les ha llamado. Y, rmalmente, fue eso lo que determino el fracaso de Bernardo Ortiz de Montellano en cuanto a reunir formalmente a los colaboradores de Contemporcineos, revista que dio su nombre al "archipielago de soledades". Ese intento de Ortiz de Montellano a nadie agrado. Villaurrutia, opino que no tenia objeto constituirse en grupo. En cuanto a mi, me repugno la idea y le dije a Ortiz de Montellano que, si llegaba a constituirse el grupo, no me incluyera en el. Pero Ortiz de Montellano era obstinado y, como director de Contemporcineos, inserto en las paginas de la publicacion un directorio, en el que figuraba el encabezando, como director, el elenco de colaboradores de Contemporcineos. Los demas, a los que se nos lla.mo si.Ipplemente "redactores", fuimos Ermilo Abreu Gomez, Genaro Estrada, Bernardo J. Gastelum, Enrique Gonzalez Rojo, Jose Gorostiza, Celestino Gorostiza, Samuel Ramos, yo, Jaime Torres Bodet y Xavier Villaurrutia. Este directorio fue publica.do en los mimeros 21, 22, 23 y 24 de Contemporcineos, correspondientes a. febrero, marzo, abril y mayo de 1930. El catli.logo de "redactores" fraguado por Ortiz de Montellano fue, por lo menos, incompleto. En el no figuraban Jorge Cuesta. y Gilbarto Owen, no obstante que este habia colaborado desde el primer mimero de la publicacion y que Jorge Cuesta.lo hizo desde el cuarto numero. Tampoco estaba presente Alfonso Gutierrez Hermosillo, el joven poeta que empezo a colaborar en el nlimero 6 de la revista, en cuyo directorio, en cambio, se podian leer los nombres de Bernardo J . Gastelum y Genaro Estrada, que propiamente discernian su mecenazgo a Contemporcineos, sin que por eso, a pesar de la relacion personal amistosa con Torres Bodet, Ortiz de Montellano y Gonzli.lez Rojo, merecieran un especial respeto literario. Se consideraba en primer lugar su mecenazgo y en lugar muy secundario su aportacion literaria. Quizas la obra de estos dos Mecenas merezca estima; pero basta ahora no se ha valorado. Tambien fue error de Ortiz de Montellano incluir en el directorio a Ermilo Abreu G6mez, que, aunque asiduo colaborador de Contemporcineos, se sintio siempre distante de los demas colaboradores y no se cuidaba de ocultarlo. En cuanto a mi, ya he dicho que me repugnaba la idea de quedar incluido en el "grupo"

que pretendia constituir Ortiz de Montellano. De ahi que, a partir de la publicaci6n del directorio, empezara a retraerme para apartarme al cabo. El tiempo se encargo de enmendarle la plana a Ortiz de Montellano; echo del "archipielago de soledades" a Genaro Estrada, Bernardo J. Gastelum, Emilio Abreu Gomez y a mi. Atrajo, en cambio a Jorge Cuesta y Gilberto Owen, a los que ha sumado los nombres de Salvador Novo y Carlos Pellicer, que, a decir verdad, no fueron contemporcineos, no obstante que hoy se les considera de los mas conspicuos entre ellos. Novo se lo dijo a Merlin H . Forster en una carta muy esclarecedora, que el profesor de la Universidad de illinois hizo publica en su libro Los Contemporcineos.2 Esa carta, no suficientemente conocida, proyecta mucha luz sobre los "contempor8.neos". Conviene, por eso, reproducirla: "Mexico, D. F ., 28 de marzo de 1960. "Sr. D. Merlin H. Forster, University of illinois. "Urbina, TIL, USA. "Muy estimado senor: "Contesto gustoso el cuestionario relativo a mi participaci6n en el Grupo de Contempor8.neos, no sin aplaudir la claridad de su juicio y la precision de su investigaci6n, que hara de su tesis doctoral un documento muy valioso y completo. "El lapso 1922-1932 sobre el que usted pregunta si en el existio un cenaculo 0 grupo formal debe considerarse escindido en al menos dos etapas para entenderlo bien: una que iria de 1920 a 21 (restitucion de la Universidad Nacional por Vasconcelos; fundaci6n de la Secretaria de Educaci6n con el como Ministro) a 1924 -fecha de su distanciamiento con el gobierno de Obreg6n y Calles; y otra etapa, de 1926 a 1930 o 32. "Vasconcelos llam6 a su lado a los j6venes intelectuales -poetas sobre todo - de aquella epoca: Jaime Torres Bodet, primero secretario particular suyo en la Universidad, yen seguida J efe del Departamento de Bibliotecas al fundarse (1922) Educaci6n; Jose Gorostiza, amigo y compaftero de escuela de Jaime ; Bernardo Ortiz de Montellano - su amigo mas intimo- y Enrique Gonzli.lez Rojo, hijo de Enrique Gonzli.lez Martinez, quien a la muerte de Ricardo Gomez Robelo, ocup6 con Vasconcelos el puesto de Jefe del Departamento de Bellas Artes. "Villaurrutia (n. en 1903) y yo (1904) eramos un poco mas j6venes que esos poetas, con

• Merlin H. Forster, Los Contemporcineos, 19201932. Perfil de un experimento vanguardista mexicano. Ediciones De Andrea , Colecci6n Studium-46, Mexico, 1964, pag. 11s.

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Jaime Torres Bodet en sus aiios de Seeretario de Edueaeion Publica

quienes, sin embargo, nos relacionamos entonces. La oficina de Torres Bodet en Educaci6n, una comida semanaria en Sanborn's nos congregaba a todos y gest6la idea de la publicaci6n de FALANGE , que usted conoce. En esta medida puede pues reconocerse la existencia de un cemiculo o grupo de aspiraciones comunes, consonante con la aspiraci6n elevaday ambiciosa de Vasconcelos que favorecia con empleos a aquellos j6venes. No con empleos a Villaurrutia y a mf, que a lin estudiabamos en la Universidad. "AI transferirse Vasconcelos de la Universidad a Educaci6n, con su ya mencionado grupo de j6venes colaboradores, de que Jaime era el brillante eje, la Universidad qued6 en manos de su Rector Antonio Caso, y sus actividades literarias orfentadas por Pedro Henriquez Urena desde el puesto de Jefe o director de Intercambio Cultural. A la sombra de ese erudito dominicano se aglutin6 otro grupo de j6venes escritor es - Salom6n de la Selva nicaragiiense; Daniel Cosio Villegas, Eduard~ Villasenor, Vicente Lombardo Toledano. Henriquez Urena me adopt6, me dio clases a impartir, gui6 mis lecturas y me senal6 tareas de investigaci6n y de redacci6n. Tiene usted raz6n en asumir que Vida Mexicana (que a lo que recuerdo s6lo public6 un nlimero) entranaba una oposici6n ala Falange, que ya traducia el distanciamiento entre el grupo PHU con respecto al de Vasconcelos, y que habria de culminar con la partida de PHU a Buenos Ai-

res . Si bien es cierto que en VidaMexicana no aparecen colaboraciones mias, ello se debe a que la revista no continu6. Pero mi ubicaci6n era ya para esa epoca mas cerca de PHU y de su grupo, que de JTB y el suyo. "Creo necesario Hamar su atenci6n a otra revista que no menciona: Mexico Moderno , que era una publicaci6n muy seria e importante de la epoca. En ella PHU me hizo encargarme de una interesante secci6n Hamada 'Repertorio'. Fue precisamente la extinci6n de Mexico moderno la que hizo sentir, tanto al grupo de Educaci6n (TB) cuanto al de la Universidad (PHU), la necesidad de contar con un 6rgano, y la decisi6n de fundar la Falange tan al mismo tiempo que la ef'rmera VidaMexicana. "La renuncia de Vasconcelos -que dej6 Educaci6n en manos del Dr. Bernardo J. Gas" telum, Subsecretario- transfiri6 a este el mecenazgo del grupo de Falange. El cambio de gobierno en 1924llev6 al Dr. Gastelum al Departamento de Salubridad, y con el se fueron a trabajar Torres Bodet, Gonzalez Rojo, Ortiz de Montellano, Gorostiza. Del joven binomio que eramos Villaurrutia y yo, el sigui6 a aquel grupo, y en Salubridad (reanudado un cenaculo del que me alejaba fisicamente la circunstancia de haber empezado a trabajar cerca del nuevo Ministro de Educaci6n, el Dr. Puig Cassauranc) ide6 la publicaci6n de Contemporaneos, en cuyo cuerpo de redacci6n no aparezco, por esa raz6n. Villaurrutia y yo, sin embargo, seguimos cultivando una intima amistad, que alllevarnos a asomar al teatro , y fundar el de Ulises, nos indujo tambien a publicar la revista (6 nlimeros) en que colaboraron dos nuevos escritores -Jorge Cuesta y Gilberta Owen- cuyos nombres habra usted visto en Contemporaneos. Jorge Cuesta firm6, como usted sin duda sabe, la Antolog{a de la Mo derna Poes{a Mexicana en 1928. Mis relaciones con el grupo de Contemporaneos, como usted ve, no fueron nunca hostiles. Sencillamente, nos veiamos menos que antes, porque ellos trabajaban en Salubridad y yo en Educaci6n. "Y mi empleo me mantenia muy atareado. La revista Resumen que usted menciona, fue un intento mas periodistico que literario del Ministro Puig Cassauranc. El fund6 esa revista y me design6 su director. La Raz6n no fue una revista, sino el nombre de la editorial que public6, ademas de Resumen, semanario que aspiraba a parecerse a Times, varioslibros por mi iniciativa (La conversaci6n, de Andre Maurois, traducci6n de Jose Gorostiza; LaEscuela de las Mujeres, de Andre Gide, traducci6n de Villaurrutia) y otros titulos que el Dr. Puig acogi6, como La Calandria, de Rafael Delgado; Los Caciques y Las Moscas, de Ma-


• •• •• •• •• •• •• ••• riano Azuela; Entre Riscos y Ventisqueros , de Martin G6mez Palacio - y una traducci6n del Juarez y Maximiliano , de Werfel, por Enrique Jimenez Dominguez. "Mis colaboraciones periodisticas por los alios que no ha logrado usted documentar, aparecieron primero en El Universal Ilustrado, y, en efecto, Ensayos representa una selecci6n de esos tempranos articulos. Mas tarde, aparte Resumen, colabore en Revista de Revistas (una secci6n bibliografica El Cesto y laMesa, 1928-1930) y en los diarios Universal y Excelsior. "Me falta hablarle de Examen. Cuando se public6 esta revista, que creo que fue por 1932, yael original grupo de Contemporaneos se habia desbandado. Al cesar la influencia politica del Dr. Gastelum, y dejar este el puesto de Salubridad, Torres Bodet, Gorostiza y Ortiz de Montellano - principales editores de la revista cuyo mecenas era el Dr. Gastelumingresaron en la diplomacia, auspiciados por Genaro Estrada, poderoso Subsecretario de Relaciones Exteriores. Ortiz de Montellano se qued6 en Mexico trabajando como bibliotecario de Relaciones y publicando todavfa por algunos nllineros Contemporaneos, ahora bajo el mecenazgo de Genaro Estrada, mientras Torres Bodet y Jose Gorostiza se ausentaban a Europa en puestos diplomaticos, y Gilberto Owen en un cargo consular; Gonz8.lez Rojo se apart6 de la literatura para trabajar en Seguros y falleci6 en enero de 1939. "Examen recibi6 el patrocinio del Ministro de Educaci6n Narciso Bassols en 1932 y tuvo una vida muy breve. Los trozos ahi publicados de la novela de Ruben Salazar Mallen, 'Cariatide', escandalizaron por la crudeza de su lenguaje a peri6dicos como Excelsior, y desataron una campafta que culmin6 con la renuncia a sus puestos de Educaci6n de Samuel Ramos (Oficial Mayor), Jose Gorostiza (Jefe de Bellas Artes), Villaurrutia (en el Dpto. Editorial), Jorge Cuesta y Carlos Pellicer, y con un pintoresco 'proceso' cuyos detalles Salazar Mallen ha recogido recientemente en un folleto (c!,quiere usted que se lo consiga y envie?). "En papel aparte le envio una bibliografia mia dispuesta por fechas , que le facilitara perseguir mis actividades en los alios que abarca. Fuera de los libros que consigna, he colaborado en muchas revistas y peri6dicos. Desde 1937, constantemente en el semanarioHoy, y desde 1933 en el diario Novedades. "Confio en haber evacuado satisfactoriamente su consulta. El domingo le conte a Torres Bodet del valioso trabajo que usted ha emprendido, y le interes6 mucho. Convino conmigo en que los alios 1922- 1932 deben estimarse escindidos en los dos periodos que arriba establezco, o en tres: 1) el patrocinio de

Vasconcelos, 2) el patrocinio de Gastelum ( 1925) y el mecenazgo Estrada al grupo ya entonces disperso (1930) de unos Contemporaneos entre los cuales ciertamente me cuento 'a pesar mio', como me dijo Jaime el domingo , porque independientemente de nuestras actividades burocraticas, nuestra vieja amistad nunca se ha quebrantado. " Si cree usted que puedo en alguna forma o medida servirle, no vacile en indicarmelo. Y reciba un afectuoso saludo de Salvador Novo." La historia de los "Contemporaneos" que traz6 Novo es casi fiel a la realidad, a pesar de que hay ciertas omisiones y olvidos. Asi, por ejemplo, olvid6 que Carlos Noriega Hope, director de El Universal Ilustrado cumpli6 una labor de ayuda y estimulo a los escritores j6venes, y lo hizo en una epoca en que la escritura literaria era considerada un peligro y una especie de degradaci6n. Recuerdo que mi padre llev6 a casa a Rafael Heliodoro Valle para que me hiciera apartarme de mis aficiones literarias. Claro que Heliodoro (" rAy, Heliodoro, Heliodoro!/ vamos al campo sonoro/ al campo que en flores arde/ y seremos en la tarde/ el alma de las jardines", escribi6 con sorna Miguel N. Lira, un poeta de la epoca de los "Contemporlineos", que se ha hundido en el silencio), no consigui6 convencerme y he seguido aferrado al cultivo de las letras. A Novo se le olvid6 tambien que Antonio Helu, con su peri6dico estudiantilllamado Policromias, dio oportunidades a los escritores en agraz, entre los cuales hubo algunos que han logrado renombre y a los que se incluye entre los "Contemporlineos", como el propio Novo, Carlos Pellicer y Cuesta. Tambien yo. Gilberto Owen si ha hecho referencia a esta etapa de iniciaci6n en Policrom{as. De un largo y ameno articulo de Owen, titulado "Encuentros con Jorge Cuesta" es el siguiente extracto, tambien largo y ameno: "Porque nos asflxiaba, aquella tarde, como nunca, la mordaza del aula, y porque aquel profesor hablaba y hablaba mon6tono e insipido, repitiendo cosas que ya sabiamos, adormeciendo a los mas e irritlindome a mi, cuando pronunci6 el disparate comente en voz alta: 'c!. C6mo iban a caminar esos ejercitos, d{a y noche, bajo los rayos del sol?' El silencio de segundos que sigui6 a mi impertinencia se rompi6 de pronto, cuando mi compaftero de la izquierda ech6 a reir. Ruidosamente, con una aspera risa, echando la cabeza bacia atras. y luego el d6mine: " - Los senores Owen y Cuesta se serviran abandonar el sal6n. El rector sera notificado. "Fue la primera vez que oimos nue stros nombres asociados, y ahi se inici6 una amistad que despues los largos lustros de mi destierro iban a dejar languidecer irremediablemente,

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• •• •• •• •• •• •• ••• pero que nunca di ni dare por muerta. " Si nos uni6 una expulsion, un rechazo, iba a ser est a , mas tarde, la caracterfstica, el comlin denominador de un grupo de escritores solitarios, unidos tambien por el rechazo d~ los otros - de quienes temfan el contagia de inquietudes que su pereza encontraba peligrosas y que pr eferfan no compartir- de unos solitarios que formaron una agrupaci6n de expulsados, o para decirlo con una frase de Cuesta, una agrupaci6n de forajidos . Yo no volvf a aquella ni a ninguna otra catedra, y Cuesta se fue a estudiar a Ciencias Qufmicas, pero desde esa tarde aquel muchacho alto, desgarbado y de timidez provinciana como la mfa - el subia del clima t ibio y oloroso de Cordoba, yo bajaba del frio aseptico de Toluca- , y yo, empezamos a vernos casi diariamente, en la biblioteca, en nuestras guaridas de estudiantes (en mi caso ya de simple estudioso) o en aquel oscuro cafe America, al que las bromas est udiantiles hacian aparecer como si siempre acabara de pasar por allf el candoroso padre .Brown - sal en la azucarera, cuadros colgados al reves, reloj atrasado para prolangar la velada. "Presidia la tertulia la ironia lenta, con sordina, de Antonio Hehi, a qui en correspondfa la presidencia por ser el Unico conocido del publico, ya que dirigfa una revista, Policrom{as, de humildfsimo contenido intelectual, pero de gran ascendiente sobre los estudiantes, que aspiraban a ver en ella sus primeros versos, ellos , y ellas , sus retratos. Entre nosotros se sentaba tambien un muchacho que bacia enormes esfuerzos por hacernos creer que era un hombre feroz , pero que a la postre result6 el mas cordial e inocente de todos, Ruben Salazar Mallen. Y habfa tambien un poeta, Gonzalitos - lc6mo se llamarfa? - . [Owen alude a Antonio GonzB.lez Mora, un infumable versificador, cuya obra, para descanso de las letras mexicanas, se hundi6 en la insignificancia antes que el muriera.j A aquel cafe lleg6 una tarde a descubrirnos, un escritor de nuestra edad y ya admirado desde entonces por muchos y por nosotros. Pero hay una frase de Novo que lo dice mucho mejor: 'Entonces Xavier Villaurrutia, que tiene mejor carlicter que yo, descubri6 a dos j6venes extraordinariamente delgados e inteligentes : Jorge Cuesta y Gilberta Owen . . . ' Casi desde la llegada de Villaurrutia pusimos mesa aparte, y pronto nos fuimos a otro cafe." 3 Tiene raz6n Owen. No podrfa hablarse del nacimiento de ese "archipielago de soledades" que fueron los "Contemporlineos", sin hablar de Antonio Hehi, del cafe del cantones

Alfonso Chiu y de Policrom{as , la revista estudiantil. Antonio Helu era un estudiante nadajoven, pero lleno de entusiasmos. No podrfa decirse que fue un hombre culto, pero sabfa estimular a los j6venes con voe~ici6n literaria. En las paginas de Policrom{as fueron publicados trabajos de Pellicer, de Novo, de Cuesta, de Owen y mfos. Quizas no hayan valido la pena, pero conciernen a una iniciaci6n, a un principia. Y ese principia tuvo por ambito, como dice Owen, el cafe America de Alfonso Chiu, en donde Antonio Helu pontificaba por ser un estudiante viejo y por ser el editor de Policrom{as. Aunque los datos principales relativos al nacimiento del "archipielago de soledades" son los que consign6 Novo en su carta a Merlin H. Forster, no debe omitirse ese pequefto ambito que fue el del cafe America, situado en la contraesquina del edificio de la Secretaria de Educaci6n Publica, en la confluencia de las calles San Tidefonso y Republica Argentina. Un dato sin importancia, pero un dato mas: al cafe America nunca asisti6 Gonzalo de Leon, que fue el primero en interesarse en lo que yo escribfa. Gonzalo estudiaba en la Escuela Libre de Derecho, que por entonces tenia su sede en la calle de Puente de Alvarado, y , a pesar de su amistad con Villaurrutia, no tenia ocasi6n para frecuentarlo, por la distancia entre el plantel en que el estudiaba y la Escuela N acional Preparatoria y el cafe America. Este olvidado escritor, pergeftaba unas raqufticas prosas que oscilaban por su estilo entre Francis Jammes y Jules Renard, literatos franceses que fueron muy lefdos por los j6venes cultivados de aquellos aftos. Mientras las senoritas decentes lefan a Pierre Loti, los hombres sesudos se deleitaban con Anatole France y los "depravados" iban a las paginas de El jard{n de los suplicios, de Octavio Mirbeau. De la obra de Gonzalo de Le6n, s6lo recuerdo un librito, casi un folleto, titulado La risa de los trigales. Mexico era por entonces un pais inocente y en mucho inculto, a pesar de que Vasconcelos lo habfa sacudido. Los llamados "contemporaneos" no podfan ser estimados ni comprendidos en aquel medio. Fueron, mas bien, extemporlineos. Y en rigor no constituyeron un grupo, sino que, con toda propiedad, fueron un "archipielago de soledades", como dijo Villaurrutia.; cercanos entre sf, eran, sin embargo, distintos. Llegado el momento de la dispersion, que inevitablemente llega, cada uno tom6 su camino, apartlindose de los demas. Por eso la designaci6n "los contemporlineos" corresponds a un mito inventado por la posteridad. Nunca hubo "los contemporlineos".

• Gilberto Owen , Obras. Fondo de Cultura Econ6mica Letras Mexicanas, segunda edici6n, 1979, Mexico, pag: 240 .

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JOHN S. BRUSHWOOD LOS CONTEMPORANEOS Y LOS LiMITES DEL ARTE

De Nota romance, volumen V, No. 2, 1964 Traducci6n: Jose Tla.telpa.s y Rosario Kishida..

1 gran debate que se centr6 en torno a la tendencia literaria de la revista Oontemporci.neos es un problema extremadamente desafiante para el estudioso de la literatura mexicana, porque no depende de una simple serie de puntos de vista opuestos y expllcitos. Envuelve, mas bien, un complejo de 路 varios grupos de puntos de vista opuestos que estan relacionados entre si, pero que no coinciden exactamente. Estas posiciones relacionadas, pero diferentes, contribuyeron notablemente a un entendimiento de la direcci6n tomada por la literatura mexicana despues de la Revolucion. Y es evidente que su utilidad no bastaba para resolver el problema en forma defmitiva; solo propiciaba una base para la discusion que habia de permitir a los escritores encontrar su modo de expresion. Para propositos de la historia literaria, el debate puede ser identificado como europeismo contra nacionalismo. Tambien puede identificarse como cosmopolitismo contra criollismo o como universalismo contra nativismo. Aunque estos tres grupos de contrastes son ligeramente tangenciales entre si, en general significan la misma co say sirven para identificar dos grupos literarios, cuyas constituciones varian tanto como la propia identidad de la discusi6n. Del lado del "europeismo" estaban los escritores que integraron el grupo o no-grupo formado en torno a la revista Oontemporci.neos. (La argumentaci6n sobre si estos escritores constituyeron o noun "grupo" esta de mas aqui, puesto que estamos estudiando actitudes y tendencias, en el sentido mas general.) En el lado "nacionalista" del debate estaban los escritores que se identificaron unos con otros solamente por la creencia de que los europeistas no estaban produciendo una literatura apropiada a las circunstancias que existian en Mexico. Estos nacionalistas fueron alin menos claramente identificados con una revista que sus antagonistas, aunque se puede decir que Orisol fue, de una manera muy limitada, la opositora de Oontemporci.neos. La posicion moderada en el debate consistia en la aceptacion de la cultura europea como una tradicion a la que Mexico pertenecia. Esta posicion fue adoptada por varios es-

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critores , Samuel Ramos entre ellos (Contemporaneos, jul-ago. 1931, pags. 61-82) . La cuestion que quedaba pendiente era la de como la identidad mexicana habia de ser expresada dentro de la estructura de esa tradicion cultural. Algunos escritores consideraron que la identidad nacional se expresaba ya en el hecho de que el escritor fuera mexicano. Creyeron que, como el proceso de trabajo de un autor mexicano era una expresion de si mismo, el resultado del trabajo habia de ser necesariamente mexicano. Su posicion no impedia el uso de temas, tipos y objetos especificamente mexicanos, pero esos materiales no se consideraban como una condicion sine qua non para que un trabajo fuese mexicano. Esta posicion del grupo europeista puede ser contrastada con la del grupo nacionalista que demandaba el uso de materiales mexicanos. La primera expresion posrrevolucionaria de este punto de vista que yo haya observado, fue hecha por un no-mexicano, Ricardo Arenales, en Mexico Moderno (sep., 1920, pags. 125-128). No hubo argumento especifico, comun, sobre cuales habrian de ser esos materiales o como se los deberia usar. Los diversos intereses ala vista pueden ser descritos como folcloricos, sociologicos, propagandisticos, nativistas, etc.) Esta variedad cruza las Hneas del debate basico, y es necesario examinar otras manifestaciones del desacuerdo para entender todas sus implicaciones. La actitud de los europeistas se enfrento ala de los nacionalistas de tal manera que los segundos a veces identificaron europeismo con vanguardismo, interpretando el debate como vanguardismo contra nacionalismo mas que como europeismo contra nacionalismo. Los europeistas entendieron que vanguardismo significaba el uso de la_;s wtimas tendencias de la literatura europea como medios de expresarse a si mismos artisticamente. Como eran mexicanos, creyeron que esta expresion no podia considerarse no mexicana. Sin embargo, hubieran podido considerarla como no personal, si el artista no hubiera logrado una genuina expresion de si mismo. Y es cierto que algunos de los escritores vanguardistas solo encontraron despues sus "Yo" personales de tal manera que sus primeros trabajos podrian no haber sido genuina expresion de si. Jose Gorostiza dijo en 1932, por ejemplo, que su propio vanguardismo era una fase de la que pudo aprovecharse, pero que tuvo que abandonarlo en favor de una expresion personal mas profunda, que habria de ser mas universal y mas mexicana (El Universal Ilustrado, 17 de marzo de 1932, pags . 20-21 , 30-31).

ello era cierto tan solo en algunos aspectos del vanguardismo . El resultado fue que el significado del debate se deslizara de forma tal que llego a ser hermetismo contra nacionalismo, y este contraste produjo otro secundario : hermetismo contrajacil accesibilidad. Jose Maria Benitez escribio en Crisol (agosto de 1929, pags. 109-110) que cualqtuer autor cuyo estilo de escribir limitara su publico a unos pocos, era culpable de la explotacion del hombre por el hombre. Las dos wtimas variaciones sobre el debate sugieren una relacion entre nacionalismo y Jacil accesibilidad, una relacion que llego a ser bastante evidente cuando los nacionalistas demandaron una literatura con un proposito social. El debate se convirtio en hermetismo contra prop6sito social. El expositor principal de este planteamiento del desacuerdo fue Carlos Gutierrez Cruz, que no considero valida ninguna literatura a menos que tuviera la doble cualidad de tratar un problema social y de ser comprensible por el publico en general. Encontro dificil entender por que Mexico, despues de la Revolucion, habia tenido menos escritores comprometidos socialmente que algunos otros paises hispanoamericanos en los que no habia habido revolucion (Crisol , septiembre de 1930, pags. 210-212) . Gutierrez Cruz tambien vio que era posible para la literatura el ser p!!.ralelamente hermetica y comprometida socialmente, como sucedia en el trabajo de los estridentistas. Pero tal compromiso social no tenia, en su opinion, consecuencias puesto que el trabajo literario no era accesible a las masas. Una opinion si-

En general, los nacionalistas entendieron que el vanguardismo era hermetico, aunque

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TON poRT ATlL RÂŁMlNG RA EL usa PERSONAL IDEAL PA ~

milar fue expresada por Jose Munoz Cota (Eurindia, enero de 1933, pags. 2-11), pero este apunto que Lizt Arzurbide estaba mas cercano al pueblo que Maples Arce. Munoz Cota no rechazo la literatura vanguardista (es decir, la literatura hermetica) como inutil pero la considero como limitada a cierto grup~ cuyo privilegio era otorgarse indulgencias a sf mismo. Ya que el compromiso social de los estridentistas no fue tornado seriamente por los nacionalistas, el hermetismo era generalmente considerado como carente de significado por su opositores. Gutierrez Cruz y otros lo consideraron un "arte por el arte" y el debate tomola forma de arte no comprometido contra prop6sito social. Algunos escritores que prefieren el compromiso social dudaron de que los temas sociales pudieran ser significativos mas alla de los Hmites de la epoca a la cual pertenecfan. Daniel Castaneda busco en el tema social cualidades que pudieran ser universalizadas (Crisol, enero de 1929, pags. 48-53). A pesar de que los europefstas favorecfan el intento de buscar el aspecto mas esencial y eterno del problema social, ternian que el uso de temas sociales condujese, por lo general, hacia la propaganda mas que hacia el arte. y algunas de las literaturas sociales producidas hasta la fecha justificaban plenamente su temor. Esta preocupacion definio el debate como arte contra propaganda. El sentido de urgencia que frecuentemente convirtio los temas sociales en propaganda pedfa tambien que el tema representara la realidad. El tema del debate, por consiguiente, se torno arte contra realidad. Los nacionalistas, al considerar este contraste, concibieron ala realidad como el mundo ffsico en el que vivian, que estaba lleno de problemas de justicia social. A veces, el retrato de esta realidad hizo profundizar al autor por debajo de la superficie de los problemas contemporaneos y produjo una intuicion de la verdad basica del hombre sencillo desprovisto de los confusos adornos de la civilizacion. Esta intuicion puede ser la base de la recreacion artfstica. Pero esa misma intuicion puede permanecer sin desarrollo y no evocar mas que una imagen de fuerza. La vision limitada fue adoptada por algunos de los nacionalistas que, en su empeno de criticar a sus antagonistas, interpretaron la diferencia de opinion como debilidad contra fuerza, 0 mas aun, la distorsionaron, interpretandola como afeminamiento contra masculinidad (Gutierrez Cruz, La Antorcha, 24 de enero de 1925, pags. 9-7 y febrero de 1925 pag. 9). En este complejo de identificaciones variantes del desacuerdo era inevitable que apa-

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recieran inconsistencias en las dos Hneas de razonamiento, e igualmente inevitable que las dos Hneas se acercaran al acuerdo de vez en cuando. Silos europefstas protegieron tan celosamente la primacfa del arte hasta el punto de que a veces el arte se escapaba de su vision, los nacionalistas fallaron en ver cuan cerca llegaron de la posicion de los eropefstas cuando alcanzaron alguna intuicion acerca del hombre sencillo. Cuando el debate fue identificado como arte contra realidad, no era ya realmente un debate desde el punto de vista de los europefstas. Ellos insistlan sobre la necesidad del acto de ser en si mismos, que esta muy cercano al fenomeno de la intuicion de la verdad del hombre comlin. Esta similitud representa el estado del debate en que los opositores se acercan mas al acuerdo. Sin embargo, solo una ligera divergencia produjo lo que problablemente fue el punto de mayor separacion: que los nacionalistas consideraran el tema social sin buscar sus cualidades universales. Esta gran diferencia fue la razon del temor de los europeistas de que el tratamiento del tema social produjese propaganda mas que arte. Esto ademas fortalecio su insistencia en que estaban produciendo literatura revolucionaria por estar ellos mismos insertos en la tradicion europea. Era un proceso de descubrimiento de si mismos, y de crecimiento mas alla de los lirnites de sus tempranas influencias. Su ganancia fue la interiorizacion. Todos los escritores, a ambos !ados del debate, estaban buscando una expresion adecuada para el Mexico posrrevolucionario. No importa que el debate quedara inconcluso. Lo que realmente importaba es que el debate evolucionara en la forma en que lo hizo, porque de esta manera se forjaron los cimientos de la literatura mexicana contemporanea.

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Gllberto Owen cerca de las cataratas del Niagara. en 1928

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INES ARREDONDO APONTES PARA UNA 8106RAFiA

A Ernesto M ejia Sanchez

1 hacer mitologia no entra solamente en la obra, sino en la vida de Gilberta Owen. Vivia mitologizando, mitologizandose . Todo comienza nada menos que con la fecha de su nacimiento. A todos sus amigos y conocidos les asegur6 que habia nacido el 4 de febrero de 1905, pero en uno de sus expedientes de la Secretaria de Relaciones Exteriores 1 da tres veces su filiaci6n completa, firmada las tres, declarando que naci6 en 1904, en El Rosario, Sinaloa, hijo de Guillermo Owen y de Margarita Estrada (que era originaria de Michoacan). No existe acta de nacimiento. Luego continua diciendo que "todos los Owen nacen en domingo", (ver Sinbad el varado, dia cuatro ALMANAQUE) y lo reitera en su vida privada, pues en una carta a Elias Nadino dice: pues era domingo, era dia cuatro, o al r eves. Porque en mis versos todos lo_s dias cuatro son domingo, uno que aprovechan los 6wenes, basta los que se Haman Procopio,paranacer.2 Asi que tambien Josephine Procopio entra en la leyenda. Pero Ali Chumacero se ha tornado el trabajo de comprobar que el 4 de febrero de 1905 no fue domingo, sino viernes. Ahora que , si naci6 en 1904 que fue afto bisiesto, su nacimiento ocurri6 en miercoles. Sin embargo sus hijos si nacieron en sendos domingos cuatro. "El arte se anticip6 a la realidad" . Gilberta Owen es un extraordinario "poeta olvidado", como decia de si mismo. Si no es cierto que "todos los Owen nacen en domingo", si parece que nacen para el olvido . Estuve dos dias en El Rosario buscando sus huellas : nadie los recuerda. Hable con las ancianas maestras que tenian dos escuelas por los tiempos en que Owen debi6 aprender las primeras letras y me aseguraron que nunca habia est udiado con ellas; busque a los hombres que ahora tienen la edad que el tendria y ninguno lo habia conocido; solamente ala viejisima hija del Regidor de la epoca de don Porfirio le "sonaba el a pellido", pero nada mas . Ni siquiera el asesinato del padre irlandes era 1. Archive General de Ia S ecr et a ria de Relaciones Exteriores : Exp. 14-18-5 . 2. Carta fechada en Filadelfia Pa., 10 de noviembre de 1951.

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recordado. Padre al que alude, despues de referirse a Mazatlan cuando habla de si mismo: ... como el de ese parvulo que esta noche se siente solo e intimo y que suele llorar ante el retrato de un gambusino rubio que se quem6 en rosales de sangre al mediodia. ( ver Sinbad ~~ varado,Dia tres, AL ESPEJO.) No encontre nada en los registros de 1904 a 1906, ni en el ayuntamiento ni en la parroquia. Solo podemos suponer que el padre muri6 siendo el muy nifto, y que el y la madre se fueron a vivir a Mazatlan, pues siempre para el el mar es el de ese puerto. " ... la vida es vivida o esta vivida, que viene a ser lo mismo, no porque el Pacifico en Mazatlan sea visto por Gilbarto Owen con ojos homericos, sino porque las playas de la Odisea son las mismas que el ha conocido, y se Haman Mazatlan o Itaca, como la mujer amada se llama Nausecaa o Winona" dice Tomas Segovia. 3 Ademas, en sunovela La Uamajria se refiere a lugares y paseos perfectamente localizables en Mazatlan aunque el no mencione el puerto por su nom~ bre. Don Francisco J. Gaxiola Sr. naci6 en Sinaloa en 1870. Era abogado, historiador y profesor universitario. En 1919 fue gobernador provisional del Estado de Mexico. En 1919 Gilberta Owen estaba en el Instituto Cientifico y Literario de Toluca, hoy convertido en Universidad Aut6noma del Estado. En esa epoca la costa del Pacifico, basta Tepic, estaba practicamente aislada del Centro de la Republica y para ir a Sonora o Sinaloa se tenia que tomar un barco en Manzanillo, que iba a Mazatlan, o ir a Ciudad Juarez y por los Estados Unidos llegar aN ogales, Sonora, y tomar el Sud Pacifico. lPodia un minero, o la viuda de un minero, hacer estos gastos, mas el sostenimiento de un estudiante en un lugar tan alejado? Y lPOr que Toluca? Las personas adineradas de la region mandaban a sus hijos a estudiar a la capital, no. a un instituto de provincia, por bueno que fuera. Todo parece indicar que el licenciado Gaxiola se interes6 por Owen y se lo llev6 a Toluca, para protegerlo. Tendria Owen 15 6 16 aiios cuando lleg6 alli a estudiar. Tres despues, en una de las giras de Obregon, Owen pronunci6 el discurso de bienvenida a nombre de su Instituto. Obreg6n se fij6 en el y orden6 que lo trajeran a Mexico. Tenia 19 aiios. Su trabajo en la Secretaria de la Presidencia consistia en leer los peri6dicos en la madrugada -editoriales y noticias importan-

tes- y hacer una sintesis que Obregon leia a la hora del desayuno. En esa Secretaria estuvo, del 1o. de agosto de 1923 al 1o. de julio de 1928.4 Al llegar se inscribi6 en la Preparatoria Nacional, donde pronto tuvo dificultades: un dia, en clase de historia, el maestro dijo: "Y los ejercitos exhaustos marchaban bajo un sol calcinante de dia y de noche". En el silencio de la clase deton6 una voz: "lComo iban a caminar esos ejercitos dia y noche bajo los rayos del sol?"; era Owen. Apenas dichas esas palabras se oy6 la estruendosa carcajada de otro alumno. El maestro tron6: "Los senores Owen y Cuesta se servir8.n abandonar el salon. El Rector sera notificado". Salieron los dos muchachos, que basta entonces no se conocian, y desde ese momento no volvieron a separarse, fueron el uno para el otro el mejor amigo, el mas intimo, basta que Jorge Cuesta, ese otro gran olvidado, muri6. Los expulsaron de la Prep aratoria. Y aqui viene otro de esos mitos, aparentemente gratuitos que Owen inventaba. Segun sigue contando, Cuesta volvi6 ala Preparatoria y el no; Cuesta se fue a Ciencias Quimicas y el no estudi6 mas. Pues bien, la verdad es que el tambien volvi6 ala Preparatoria Nacional y curs6 despues dos aiios de Jurisprudencia, como consta en su expediente con certificados y calificaciones anexos.6 Por el tiempo de la famosa expulsion, Xavier Villaurrutia "descubri6 a dos j6venes extraordinarios, delgados e inteligentes" en el oscuro cafe America, segtin cuenta Salvador Novo. Desde entonces formaron parte del grupo de "forajidos " (segtin decia Cuesta) que era de Ulises y que despues fue de Contempo raneos. Eran los provincianos (porque yo no considero, ni el consideraba, a Carlos Pellicer como perteneciente al grupo de los Contempor8.neos). En 1925 ya habia escrito Desvelo (que, a pesar de ser anunciado en esa epoca, solo apareci6 p6stumamente) 6 y La llama fria , que a mediados de ese aiio publico Noriega Hope en los cuadernillos que se llamaban suplemento de El Universal Ilustrado. Tendria Owen entonces 20 o 21 aiios. Ingres6 ala carrara consular el1o. de julio de 1928. El 7 de ese mismo mes tom6 posesian de su empleo como canciller en Nueva York. Curiosamente en la bibliografia que presanta en la Secretaria de Relaciones figura, ademas de las obras citadas en el parrafo anterior, Como nube (sic). Declara hablar y escribir ingles y frances ; (Ali Chumacero me 4 . Archivo General de Ia Secretana de Relaciones Extenores: Exp. 14-18-6. 6. Ibid. 6 . Gilberta Owen, Poesia. yprosa. Mexico. Imp. Universitaria, 1963.

3. Tomas Segovia, " Nuestro contempor&.neo Gilberta Owen", Actittuks. Universidad de Guanajuato, 1970.

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dijo que tambiE!n sabialatin). Dacomo domicilio Uruguay 105 y, como persona que depende de el 'a su madre, que tiene el mismo domicilio. 7 Desde la epoca en que fue actor del Teatro de Ulises (creado por los Contemporaneos) se enamor6 de Clementina Otero, siendo ella muy jovencita y actriz en el citado teatro. Cuando entr6 al servicio consular y lo enviaron a Nueva York sostuvo una larga correspondencia con Clementina. Queria casarse con ella. Ella no lo acept6. Tambien como escribiente de primera, es trasladado a Detroit, Michigan, el 11 de octubre de 1929. En enero de 1931 fue comisionado a Cincinnati, Ohio, a recoger archivos, etc., que路 el c6nsul se negaba a entregar. Es enviado a Peru el 6 de abril de 1931 y el 27 de julio de ese mismo afto toma posesi6n como encargado del Consulado General de Lima. 8 Vive en Peru, en donde se enamora de Rosa Alarco, que tiene entonces 16 alios, y quien posee parte desconocida de la obra de Owen, que requeri para publicarla. Es necesario aclarar que, en su poesia, cuando habla de Rosa de Lima no se refiere a la Santa, sino a esta otra Rosa. Dos cartas que envie al domicilio que consegui, fueron devueltas por el correo, indicando que Rosa Alarco no vive mas ahi, y no he podido averiguar su actual residencia. En 1928 habia aparecido Novela como nube, escrita en 1926, con el pie de imprenta de Ulises, Mexico. En 1939, en Buenos Aires, Alfonso Reyes publica Linea, en los Cuadernos de Mar del Plata.9 Owen era conocido por sus amigos porque perdia, quemaba, destruia sus poemas. Luis Alberto Sanchez por ejemplo, lo oy6 leer "estancias" de El mundo perdido, y este largo poema nunca ha podido ser hallado. (El poema que aparece con ese nombre en las Obras no parece ser el mismo del que habla Luis Alberto Sanchez.) Linea habfa sido escrito entre 1926 y 1928.lC6mo y d6nde don Alfonso habia podido encontrar los originales? La respuesta la da el propio Owen en una carta dirigida a Reyes, fechada el 22 de mayo de 1929, y que en un plirrafo dice asi: "S6lo le envio, pues, un libro viejo, anterior a mi comercio, fuera de Mexico, con lo relativo. Lo hago porque al releerlo, ahora, lo he amado, y s6lo me apena por incompleto. " Sucedi6 que un dia iba yo a pasar por Veracruz y quise quemarme, atras de mi, en manuscritos. Yo venia en sentido geogrB.fico contrario y no pensaba en Cortes. Pero mis ami7. Archivo General de Ia Secretarfa de Relaciones Exteriores . Exp. cit. 8 . Ibid. 9 . Gilberta Owen, Linea. Buenos Aires, Cuadernos del Mar del Plata. Editorial Proa, 1930.

gos sabian que iba yo a volver ami -o en miy ahora me han enviado algunos de los poemas de que ternan copia y que eran carne de Linea. He preferido no tocarlos mas , ni rehacer -que imposible- los diez o quince perdidos, ni agregar nuevos sino ese retrato del subway que tiene su misma edad, que es igual a ellos". Para dar una idea de la alta estima que Alfonso Reyes sentia por la poesia de Owen, dare la lista de los otros cuatro volumenes que edit6: Seis relatos, de Ricardo Giiiraldes, en 1929; Cuaderno San Martin, de Jorge Luis Borges, 1929;Papeles de recienvenido, de Macedonio Fernandez, 1929, y El pez y la manzana de Ricardo E . Molinari. El colof6n de Linea nos hace saber que fue impreso en los talleres Graficos Colon, de Francisco A. Colombo, quien habia hecho la prim era edici6n, en 1926, del Don Segundo Sombra de Giiiraldes, Editorial Proa. Proa era la revista que hacia Borges. Tambien dice el colof6n que el director gerente era Evar Mendez, quien fue muy amigo de Jorge Luis Borges y que, junto con ely Vicente Huidobro, hizo una antologia. En 1930, en carta tambien a Reyes se quejade Nueva York -"vacfa, como los Estados Unidos"- y le pide que si alguna vez lees posible, hable con Genaro Estrada sobre el, porque " . .. necesitaria, esencialmente, hablar con alguien. No podria resistir otro invierno aqui". Ya he dicho que en 1931 era encargado del Consulado General en Lima. Y aqui comienza otra aventura, porque, como el mismo dice

La Odisea es un libro de problemas, es decir, de aventuras. En el problema lo que vale es lo teorematico, lo probable no probado, que sera sorpresa y, por ahi, aventura. Los axiomas son nomas vias de comunicaci6n. Tienen valor mecB.nico. La aventura, geometrico. 10 La nueva aventura se llam6 APRA y mucho tuvo que ver en ella y con ella su amistad con Luis Alberto Sanchez, a quien conoci6 en Lima en 1931. Su participaci6n fue notoria desde el principio. Nose queda mucho tiempo en Peru, pues es enviado a Ecuador a fundar el Consulado de Mexico en Guayaquil aunque sin nombramiento de C6nsul; pero eso no rompe sus relaciones con los apristas. El 24 de julio de 1932 pone desde Guayaquil un cable a Alfonso Reyes, que era Embajador en Brasil que dice asi: "Representantes peruanos exiliados pl.denme transmitirle Haya de la Torre corte marcia! intenta fusilarle pretexto revoluci6n Trujillo no obstante hallarse preso desde mayo, rogamosle procure gesti6n gobierno Brasil salvarlo". 10. Carta a Alfonso Reyes , fechada en Nueva York el 12dejuliode 1929 .


Reyes contesto d e inmediato: "Gestiono empeiiosamente". Pero no se limita a proteger a los exiliados peruanos en Ecuador , sino que llega basta el extremo de hacer manifestaciones publicas de a dhesion al partido peruano mencionado, que el gobierno de Ecuador juzgaba subversivas. El 17 d e septiembre de 1932 Pablo Castillo, encargado de los archivos , manda una carta y r ecortes de periodicos ala Secretaria de Relaciones acusando a Owen de haber llegado a Guayaquil, haciendolo pasar por su secretario, con el diputado aprista Luis Alberto Sanchez, dando pie para que las acusaciones a los funcionarios mexicanos de proteger al gobierno del Peru tengan fundamento. La prensa le da el nombre de Consul General de Mexico en el Peru y Guayaquil , cuando el sigue siendo escribiente de primera, o sea, canciller. Los r ecortes hablan tambien de conferencias poHt icas. Por supuesto, es destit uido. Se va a Colombia y desde ·ahi escribe a Alfonso Reyes el 14 de marzo de 1933, en papel con el grabado de Dialogo, una revista que fundo en Bogota. En ella se refiere al asunto en los siguientes terminos : ... Promesas, amenazas, Dios y la Revolucion, etc., no se, al escribirle , a quien oir; digamelo usted. Estoy buscando tantas cosas , en Bogota. Me separaron, razonablemente , del servicio, porque sintiendo mia la realidad social del Ecuador quise ayudar a que mis amigos de alla se la explicaran, interviniendo en la polftica 'interna de un pais extranjero', como prohibe nuestro reglamento. Me alegra que quedo perfectamente establecido, un ideario y plan de accion, el Partido Socialista Ecuatoriano, que dirige nuestro amigo Benjamin Carrion. Luego, imposibilitados los apristas peruanos para venir a defender su causa en Colombia, por ese conflicto estupido que me desola, he venido a hacerlo en los periodicos. La actualidad colombiana me ha afligido en su pobreza intelectual y moral ' pero hay un grupo de mas jovenes que yo , a mi lado, que necesariamente habran de reaccionar. Enseiio en una escuela de obreros ; traduzco elJerem{as de Zweig para no salirme ala calle a gritar mi protesta contra esta guerra incalificada; quiero hacer en las hojas de Didlogo -sale en abril- algo de lo que interrumpio en Amauta la muerte de Jose Carlos Mariategui. Estoy viviendo una vida dura, sabrosa, a la que solo le falta la conversacion con Mexico para ser lo que he querido, ala que le falta como agua el consejo de mis amigos

para fecundar.- Gustavo Villatoro, que el sabado apenas me dejo a solas, yendose a Mexico , me mostro sus Ultimos libros . Hambre mia de leerlos , Alfonso. c1. Y Monterrey? Tengo, de cuando solo me interesaba •la pura danza pura, un poema largo: "El infierno perdido" ; no se si publicarlo. Se lo enviare en consulta. La vida de Simbad, que empece a escribir, danza tambien, hace tres aiios, se me ha complicado en marcha, ahora lo he reanudado ; en el viaje quinto me he encontrado con mi generacion, en el episodio del viejo de la selva; la he visto sobre los hombros mios , sobre los de mis compaiieros, asfixiandoles ; y quiero embriagar a elogios a mis clasicos, y darles luego una buena pedrada en la cabeza. Voy a respirar deliciosamente libre de el. Trabajo en unas notas sobre estetica y etica marxistas , contrastandolas con lo poco que de la realidad americana conozco Chile , Peru, Ecuador, Colombia, Mexico. Con los articulos que sobre "La Tragedia Peruana" he escrito, voy a hacer un pequeiio volumen que le enviare. Y basta de mi. El " sarampion marxista", como el lo llama en sus "Encuentros con Jorge Cuesta" , resulto costoso en todos sentidos para el, pero paso. El 8 de marzo de 1933 escribe a Enrique Jimenez Dominguez una carta que le envia con Gustavo Villatoro. Jimenez Dominguez contesta tres semanas despues: Villatoro, que acaba de llegar, me entrego tu carta y me explico culil es tu situaci6n. " Deseo ayudarte a regresar, pero la Unica forma posible en estos momentos seria la repatriaci6n. Yo quisiera que consideraras que esta forma se adoptaria por meras cuestiones de presupuesto y que en forma alguna vi eras ofensa a tu dignidad . .. Pero posiblemente Owen pens6 lo contrario y no contest6. En octubre del mismo aiio estaba trabajando "en el peri6dico El Tiempo que es el principal diario de este pais ", seglin informa el Ministro de Mexico en Colombia, Oscar E. Duplan, ala Secretaria de Gobernaci6n. 12 El 2 de diciembre de 1935 se casa en Bogota con Cecilia Salazar Roldan, hija del general Victor Manuel Salazar, expresidente de la Republica. Entre los testigos figuran Palma Guillen y Jorge Zalamea, que fue gran amigo de Owen. 13 Presenta como documento la fe de bautismo, fechada en El Rosario , en 1907. Tiene dos hijos: Victoria Cecilia, nacida el4 de septiembre de 1936, y Guillermo nacido el 4 de mayo de 1938. Los dos en dia 4 y por lo tanto en domingo. Su matrimonio no es feliz. Regres6 a Mexi12. Ibid. 13. Archivo General de Ia Secretaria de Relaciones Exteriores: Exp. 14-18-5.

1 1. Archivo General de Ia Secretaria de Relaciones Exteriores : Exp. 36-06-4 7 .

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co en 1942 y se incorpor6 a la mesa de redacci6n de El hijo pr6digo en octubre de 1943. Ernesto Mejia Sanchez habl6 con el ocasionalmente en las oficinas de Letras de Mexico que quedaba en Palma Norte 10 y donde estaba tambien la redacci6n de El hijo pr6digo. Pero cuando llega a Mexico es un perfecto desconocido, como no fuera para Villaurrutia y alglin otro. Para tener una idea de lo que sucedia cuando regres6, bastara con la cita que voy a hacer, quiza un poco larga, de Jose Rojas Garcidueii.as sobre este punto: ... en una centrica esquina de Mexico encontra a Octavio Barreda y el me present6 a su acompaii.ante: 'el seii.or Gilberto Owen' y cruzamos unas cuantas frases. Mi primera impresi6n fue que aquello era una broma, entre tantas de Octavio, porque yo recordaba muy vagamente el nombre de Owen relacionandolo con las letras de los "veintes" pero de un modo impreciso habia pensado varias veces que Owen seria un colaborador extranjero que a veces publicaba cosas en revistas mexicanas, seria tal vez centro o sudamericano porque l c6mo, si no, nunca lo habia visto ni oido de el referencia de alguien que lo frecuentase?; tambien podria ser que hubiese desaparecido aii.os atras o que fuese un

pseud6nimo que alguien us6 antes y, en todo caso, se robustecia mi sospecha de que Barreda habia pronunciado un nombre fantasma, de cuya realidad no acabaron por convencerme algunos breves encuentros fortuitos, pues luego el personaje volvi6 a desaparecer. S6lo aii.os mas tarde pude conocer a Gilberto en su trabajo en Filadelfia yen su casa de Nueva York ... 14 He escogido el testimonio de Garcidueii.as por ser un estudioso y un erudito de la literatura mexicana, y si eso le sucedia a ell que se podia esperar de los demas? En 1942 trabaj6 con Ali Chumacero en una oficina que quedaba en Venezuela 5, y que era del Departamento de Publicaciones de la Secretaria de Economia. La dirigia Isaac Rosillo, que ahora es director de Tiempo. Trabajaba mas bien como traductor y alli tradujo, entre otras .cosas, China en armas y ElAutom6vil numero 1469 de Agnes Smedley. Vivia en un cuartito del segundo piso en la esquina de Brasil y Paraguay, frente al cine Alarc6n. Ganaba 210 pesos, mas lo que le pagaban por las traducciones. En su cuartito habia una cama, un ropero viejo, su diccionario y unos cuantos libros. "Librillos", los llam6 Ali Chumacero, y me mostr6 uno que le regal6 cuando se fue, de un tamaii.o aproximado de 8 x 10 em: Silvia y la mano encantada, de Nerval. En esta epoca era ya un alcoh6lico sin remedio. Bebia incluso en la oficina en que trabajaba. Una persona que lo quiso mucho me dijo textualmente: "Era solo. Todos sus amigos eran gente de cantina, gente de bar. Veia a los Contemporaneos y a otros escritores en las juntas semanales de El hifo pr6digo, pero no iba a sus casas, era un declasse. Ya no tenia estrato social. No tenia un libro suyo. No tenia nada, nada, nada." Despues del trabajo se pasaba a la cantina Royalty, en las calles de Brasil. Iba todos los dias. Su asiduo compaii.ero era Ruben Salazar Malien. Tenia una borrachera suave, cariii.osa. En esa epoca todavia era muy flaco, aquileii.o. En 1944 regresa a Colombia, quiza a tratar de volver a encauzar su vida familiar. Ese mismo aii.o aparece en Peru Ellibro de Ruth. 15 En 1945 don Manuel Tello acepta el ofrecimiento de Owen de ser Agregado Cultural ad honorem en la Misi6n de Mexico en Bogota. Su nombramiento esta fechado el 8 de septiembrede 1945. 16 14. Jose Rojas Garcidueiias, Gilberta Owen y su obra. Universidad Aut6noma de San Luis Potosi, 1964, p.p. 3-4 . 16. Gilberta Owen. Ellibro de Ruth. Lima, Ed. Firmamenta, 1944. 16. Archivo General de Ia Secretarla de Relaciones Exteriores: Exp. 14- 18-5.


No cabe duda de que intenta borrar, con meritos, su expulsion del servicio consular. El 22 de septiembre, en cuanto recibe el nombramiento escribio a Torres Bodet para ponerse a sus ordenes. Torres Bodet era Secretario de Educacion y representante de Mexicoantela UNESCO. En 1946 fue secretario de la Embajada Especial que envio el gobierno de Mexico a la toma de posesion del presidente colombiano Mariano OspinaP Solici.ta, el 31 de octubre de 1946, permiso por seis meses para llevar a su esposa e hijos a Estados Unidos, donde quiere que estos UJ.timos se eduquen. Pero no se trata solamente de eso, quiere seguir hacienda meritos: Mi proposito es emprender mi viaje el 20 de diciembre de este a.fto, pero si la Secretaria de Relaciones Exteriores puede utilizar mis servicios una vez mas, honrandome con la designacion de edecan de la misma para atender y guiar en Mexico a la Embajada Especial que Colombia enviara a la transmision del mando presidencial en nuestro pais (el presidente electo era Miguel Aleman) podria adelantar mi 路viaje para ello, hacienda el viaje por nuestra capital. .. 18 Lo que pide le es concedido. Reingreso el1o de febrero de 1947 al servicio consular como Oficial Canciller de primera.19 Obtiene ser enviado a Filadelfia, porque su mujer y sus dos hijos viven en Nueva York en un lujoso departamento de Park Avenue , y el, desde su modesto cuarto de hotel en Filadelfia, puede viajar los fines de semana a verlos. Bien, a ver a sus hijos, porque, como se comprende por la situaci6n planteada, sus relaciones con su mujer no son buenas. Ya estando el en Filadelfia, sus amigos apristas le mandan diez ejemplares del Perseo vencido, que imprimieron en 1948.80 Se lo lleva a Nueva York Luis Alberto Sanchez en persona, quien dice al comentar el episodio. "Apenas me dio las gracias. Se quedo en el linde del misterio hieratico como tan a menudo" .21 Mientras tanto, traduce, pero no escribe poesia. Su salud empeora cada vez mas. El3 de enero de 1950 su estado de salud ya es critico. Josephine Procopio lo describe asi en una carta fechada el 3 de enero de ese a.fto: Gilberta esta seriamente enfermo, lo ha estado por mucho tiempo. Cuando regrese de Mexico, lo encontre en una situaci6n muy critica. Finalmente consintio en ir al hospital, estuvo alli tres semanas. Yo estaba muy 17. Ibid. 18. Ibid. 19. Ibid. 20. Gilberta Owen, Perseo vencido. Lima, anexo a Ia Revista San Marcos, 1948. 21. Luis Alberto Stl.nchez, "Gilberto Owen. Siluetas Latinoamericanas", Nuevo Zig Zag, Santiago, 3 de mayo de 191>2.

perturbada, especialmente desde que una amiga del c6nsul de Mexico consider6 su obligacion moral informarme que el doctor no esperaba que el viviera mas de unos meses. Algunas personas parecen progresar en la tragedia. Afortunadamente Gilberta y yo tenemos un amigo en el cuerpo medico del hospital. Lo localice, el tiene acceso a las historias clinicas y hojas de evolucion, asi que me mantiene informada. Gilberta tiene cirrosis hepatica -alrededor de 40%-; Peter me dijo que el doctor queria hacer una operacion exploratoria puesto que la temperatura de Gilberta varia tanto. Decidieron que tal vez, por desgracia, podria haber otra infeccion del higado, a lo mejor una enfermedad tropical. Le pusieron transfusiones de sangre, pero fmalmente no lo operaron porque las condiciones de su sangre eran tan malas que no se atrevian. En todo caso Peter dice que deberia vivir por lo menos quince aftos, si se cuida. Eso es mucho conociendo a Gilberta, pero hare todo lo que pueda. Noes mucho lo que puede hacerse por Gilberta Owen, aunque parece que el hizo esfuerzos para sobrevivir. Dos aftos despues, el 9 de marzo de 1952, muere en Filadelfia, ciego. Esta sepultado en el cementerio de Holy Cross, aunque su deseo era ser enterrado junto a Xavier Villaurrutia, cuya muerte lo habfa deprimido tanto. "La causa de su muerte fue , seg\ln los medicos , el endurecimiento del higada, que causa derrames interiores de sangre" dice la comunicaci6n del consul Raw Baca.22 El alcohol habia hecho su obra. Un disco con una seleccion de sus poemas es grabado por la UNAM en Voz Viva de Mexico en 1965, con presentaci6n de Ali Chumacero.113 Lo que pudo recopilarse de la obra del poeta fue editado por la UNAM con el titulo de Gilberta Owen - Poesia y Prosa, en la serie Letras, 1953. La recopiladora es Josephine Procopio, entraftable amiga de Owen. El prologo, de Ali Chumacero. Muchos a.ftos ellibro estuvo agotado y desafortunadamente generaciones jovenes lo desconocen. En 1979 se hace una segunda edicion aumentada escuetamente, por el Fondo de Cultura Econ6mica (Gilberta Owen. Obras. Letras Mexicanas) , en la que por "limitaciones economicas" no se incluyeron cinco apendices, entre ellos el presente, a pesar de la lucha tenaz de Ali Chumacero. Seguimos tratando de quitar a Gilberta Owen su cualidad de "poeta olvidado". 22. Archivo General de Ia Secretaria de Relaciones Exteriores. Exp.: 35-05-47. 23 . Voces de Oscar Chavez y Claudio Obregon. 24. Gilberto Owen, Obras. Mexico, Fondo de Cultura Econ6mica, Letras Mexicanas . 1979.

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Bernardo Ortiz de Montellano ( Dibujo de Rufino Tamayo)

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Roberto Montenegro, Retrato de Salvador Novo ( 1925)

Roberto Montenegro, Retrato de Xavier Villaurrutia

Roberto Montenegro, Retrato de Gilberto Owen ( 1927)

Roberto Montenegro, Retrato de Elias Nandino ( 1935)

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lnstituto Nacional de BellasArtes

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na noche de insomnio, Xavier Villaurrutia apunta en un cuaderno: "Decididamente soy un hombre de interiores. El paisaje se me olvida. Cualquier cosa me distrae

OLIVIER DEBROISE LA INMOVIL PERMAN EN CIA DE LO MUDABLE

de un paisaje.' 11 Despues de una excursion en el Popocatepetl Julio Castellanos le comenta a Carlos Pellicer: "Convencete que eso no se puede pintar. La mirada tiene un limite. Lo que vimos, yo lo vi con el corazon. Te confieso que empece a sentir un miedo espantoso. El miedo de quedarme solo con una cosa tan grande y no saber que hacer con ella. Nunca podre pintar un paisaje.''2 Julio Castellanos limita el espacio de sus cuadros con muros de ladrillo que, impllcitamente, situan sus personajes en un medio ambiente urbano. Con la Unica excepcion de un detalle diminuto en la esquina superior de El dia de san Juan, Castellanos nunca pinto paisajes. Agustin Lazo tampoco: coloca muros desequilibrados cubiertos con papel tapiz, o telones teatrales, justo detras de sus sujetos; encierra a sus personajes. Hacia 1926, Ruflno Tamayo deja de pintar hieraticos indigenas e instala su caballete en una recamara invadida por una profusion de objetos y de personajes (Las Musas) . En aquellas "naturalezas softadas" de Tamayo un paisaje urbano irrumpe de vez en vez enmarcado por una ventana. La alcoba, verdadera o flcticia, es el espacio que permite recrear o escenificar las obsesiones. Al desaparecer el cielo, se pierden las grandes dimensiones: las del paisaje exaltado por Diego Rivera, el Dr. Atl y Carlos Pellicer, y las del mural. Los pintores nacidos con el siglo, Castellanos, Lazo, Tamayo, Angel, experimentan dentro de un espacio limitado y controlan mejor las relaciones de luz y forma, los volUmenes en el aire. Al reconocer "los Hmites de la mirada" se preocupan mas que sus mayores por el estudio formal, por la composicion y la plasticidad. Suprimen todo lirismo y concentran su esfuerzo en algunos objetos claves, en algunos gestos comunes repetitivamente utilizados como materia prima de su busque-

1. Villaurrutia, Xavier. "Variedad", Obras; Fondo de Cultura Econ6mica, 1974, p. 608. 2 . Pellicer, Carlos y Toscano, Salvador, Julio Castellanos, Editorial Nezahualc6yotl, Mexico, 1952, p. 7.

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Autorretrato de Villaurrutia

da. Las violas y los cuerpos femeninos de Tamayo, las madres y los adolescentes de Castellanos, los niiios redondos de Lazo son tan obsesivos como las botellas y las guitarras de Braque y Picasso, como las peras de Cezanne. Su pintura es tan precisa, tan interior y tan personal como la poesia de los escritores que los acompaiian. En el segundo mimero de la revista Ulises, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia inscriben un epigrafe de Paul Morand: "La tete au Pole, les pieds sur l'Equateur, quoiqu'onfasse c 'est toujours le voyage autour de ma chambre. " 3 Sinbad el varado de Gilberto Owen, Nostalgia de la muerte de Villaurrutia, El dicilogo de Julio Castellanos, las acuarelas de Lazo y los interiores de Tamayo tienen en comtin esa voluntad de viaje inmovil y es tal vez esta tematica existencial que los diferencia de sus mayores y los reline, bacia 1928, alrededor de la revista Contemporaneos. A finales de 1928, Xavier Villaurrutia organiza "una Exposicion de Pintura Actual", financiada por Contemporaneos en un local del Pasaje America. Invita a Julio Castellanos, Carlos Merida, Manuel Rodriguez Lozano, Rufino Tamayo, Jose Clemente Orozco, Diego Rivera y el espaiiol Gabriel Garcia Maroto. Diego Rivera se niega a participar; Gabriel Garcia Maroto y Orozco se disculpan. Los que participan en la exposicion indican elocuentemente que rumbos esteticos propone la recien creada revista. Aunque en sus paginas se encuentran reproducciones de pintores tan diversos como Maria Izquierdo, Diego Rivera, Orozco y De Chirico, los pintores mas afines a los poetas de Contemporaneos son in3. "La cabeza en el Polo, los pie s sobre el E cuador, sea lo que sea, s"igue siendo el viaje alrededor de mi cuarto". Ulises ; Edici6n facsimilar, Fondo de Cultura E con6rnica, Mexico, 1981 , numero 2.

dudablemente Tamayo, Castellanos, Rodriguez Lozano y, sobre todo, Agustin Lazo. Lazo no participa en la muestra de 1928, pues vive entonces en Paris y, amigo de Robert Desnos, ya recibe la influencia del surrealismo. Su gran cultura plastica y su buen gusto lo vuelven a su regreso el teorico pictorico de la revista aun cuando siempre permanece discretamente en la sombra de Villaurrutia. Lola Alvarez Bravo cuenta que no podia haber, en Mexico, una exposicion de pintura que no fuera prologada por Xavier Villaurrutia. El viaje del poeta a Estados Unidos interrumpio esa repentina "moda", mas no su predileccion por esa rara forma de prosa que se llama "critica de arte." Villaurrutia es tal vez el primer "critico" mexicano en sentido estricto, profesional. Esa actividad se sobrepone a las demas (dramaturgo, poeta, actor esporadico, dibujante efimero, critico cinematogrlifico por sobrevivencia). Antes de su aparicion escribir sobre pintura era cosa de periodistas no especializados que reseiiaban las exposiciones como si fueran simples actos sociales, y de alguno que otro literato que apoyaba a un amigo pintor (como en los casos de Julio Ruelas y Jose Juan Tablada, de Saturnino Herran y Ramon Lopez Velarde). En 1921, el historiador de la Colonia, Manuel Toussaint edita una monografia de la obra de Herran: caso Unico y aislado. A principios de los aiios veinte, Salvador Novo redacta varios textos polemicos para defender publicamente a Diego Rivera o exaltar la labor de las escuelas de pintura al aire libre; pero se trata ante todo de politica cultural producida desde la Secretaria de Educacion Publica y no de una reflexion estetica. En 1926, con la revista Forma de Gabriel Fernandez Ledesma, Samuel Ramos, Garcia Izcabalceta, Anita Brenner, entre otros, buscan instaurar un discurso estetico de caracter nacionalista. Villaurrutia publica en Forma sus primeros escritos sobre pintura. Reseiia las exposiciones, "lanza" a Agustin Lazo y cuenta "La historia de Diego Rivera". Es el tinico autor permanente de Forma. Con el discurso sobre arte de Villaurrutia ya no se trata de alabar o de denigrar a los pintores, sino de elaborar un texto autonomo a partir de ciertas imagenes. En ese sentido, los escritos de Villaurrutia complementan y, a veces, revelan su poesia: "Interpretar estas relaciones sutiles que me han dejado en las manos, algunas veces, las Haves para abrir las puertas que comunican las salas - las alas- de la pintura y de la poesia, ha sido uno de los mas puros y libres goces de mi espiritu."4 Cuando no trata a

4. Villaurrutia, Xavier, "Pintura sin mancha", op. cit; p . 740.


un pintor en particular, o cuando no resena sistematicamente todas las exposiciones de los anos veinte, Villaurrutia reflexiona sobre los procesos de creacion y los alcances del arte; descubre inirmas pero seguras relaciones entre las imagenes poeticas de los pintores mexicanos de su generacion y las metB.foras que el mismo elabora: "Mis poemas no han querido ser solamente criaturas irreales, seres matematicos o existencias musicales sino, tambien, y sobre todo, objetos plasticos."6 Muchos poemas de Villaurrutia pueden leerse tambien como cuadros, algunos estaticos, otros moviles, pero casi siempre enmarcados por una ventana: La moldura de la ventana rebana un trozo de jardin Hasta el aire con marco de cristales mueve el mismo temblor que mueve el velo de la danza primaveral.6 Pellicer vive el paisaje desde dentro; hundido entre la hierba, escondido detras de las palmeras, en contacto directo con la naturaleza exuberante del tropico; sus sensaciones son diversas, visuales por supuesto, pero tambien tactiles. Por el contrario Villaurrutia siempre observa el paisaje con cierta distancia, jamas se le acerca. No es mas que una vision. Xavier Villaurrutia entra en contacto con la obra plastica mediante la poesia; su metodo es algo similar al de un Baudelaire, o de un Apollinaire: busca analogias, asociaciones subjetivas con las que elabora una parB.frasis literaria del cuadro. Villaurrutia escribe sobre pintura en base a ciertos componentes cromaticos, a la armonia de la composicion, a ciertas lineas que lo atraen. Sus anB.lisis formales son mas bien escuetos: en ninglin momento deja de ser un poeta que mira un cuadro. Con la pintura, el hombre logra transgredir la ley inmutable del tiempo. La aficion de Villaurrutia por las naturalezas muertas, por los retratos, se deriva de esa fascinacion por la imagen "congelada". Cierto doloroso temor, la conciencia del ineluctable flujo del tiempo, lievan a Villaurrutia a interesarse por la pintura de Cezanne que escoge como punto de referencia y menciona numerosas veces, tanto en sus ensayos como en su poesia: "Las frutas tomahan, ante Cezanne, posturas eternas. Y hacer ver la eternidad de lo mudable Gno es una operacion poetica por cuanto que hace ver lo que el hombre ha visto o creido ver, pero que solo el artista puede expresar en su lenguaje particular?"7 Villaurrutia valora esa "esencia 5. idem. 6 . Villaurrutia, Xavier. "Jardin", op. cit. p. 32. 7 . Villaurrutia, Xavier. "Lectura en una exposici6n", op. cit. p. 1070.

poetica" de la pintura, la coincidencia entre cierta imagen sugestiva y un estado de animo. El cuadro es un objeto real, fetichizado porque detiene un instante, una vivencia, la vida misma y vuelve visible lo invisible. Los pintores del surrealismo no hacian otra cosa cuando buscaban fijar la eternidad de un gesto creativo; la "abstraccion lirica" de Andre Masson, de Jean Arp, era la expresion de ese sentido animista de la pintura. Entre otros dibujos, Xavier Villaurrutia dejo dos pequenas tintas "automaticas" que demuestran basta que punto le interesaron los experimentos surrealistas. Sin embargo, como critico de arte, Villaurrutia parece preferir mas lo figurativo: los motivos suelen dirigir sus resenas. Villaurrutia, y los pintores que le son cercanos, Tamayo, Lazo y Castellanos, introducen en Mexico una nueva concepcion del artista. Al inspirado bohemio del fm del siglo que crea su obra bajo la casi mistica influencia de un numen otorgado por dioses oscuros, al "tecnico" estricto que conoce su oficio a la perfeccion y puede moldear a su antojo sus formas que reivindican Diego Rivera, Jose Clemente Orozco e, inclusive, Adolfo Best Maugard y Manuel Rodriguez Lozano, sucede el demiurgo que conoce su oficio perfectamente, y, ademas, posee una intuicion "poetica", una particular capacidad de percepcion que le permite descubrir un mundo. El artista es un ser cual-

Dibujo de Xavier Villaurrutia


quiera que supo en un momento dado desarrollar ciertos talentos que lo vuelven "diferente" a los demas. La pintura deja de ser una "ventana abierta sobre el mundo" para volverse un medio de expresion. Uno de los poemas mas visuales de Villaurrutia es, tal vez, el Nocturno de la estatua, dedicado a Agustin Lazo: Sonar, sonar la noche, la calle, la escalera y el grito de la estatua doblando la esquina Correr hacia la estatua y encontrar solo el grito querer tocar el grito y solo hallar el eco, querer asir el eco y encontrar solo el muro y correr hacia el muro y tocar el espejo. Hallar en el espejo la estatua asesinada, sacarla de la sangre de su sombra, vestirla en un cerrar de ojos, acariciarla como a una hermana imprevista y jugar con las fichas de sus dedos y contar en su oreja cien veces cien cien veces hasta oirla decir: "estoy muerta de sueno." Con el uso sistematico del infinitivo, Villaurrutia despersonaliza su poema y permite cierta identificacion con lo abstracto. Los personajes de rostro estereotipado -o casi sin

rostro- de los cuadros de Lazo, son impersonales, indeterminados. La repeticion de ciertos verbos (querer, tocar, asir, correr), en el texto de Villaurrutia, crea una implacable sensaci6n de delirio, una ritmica espiral de acciones que tropiezan con sustantivos-muros (estatua, espejo, muro). Lazo repite innumerables veces la misma escenogra.ffa: un tel6n de fondo, unas paredes chuecas que delimitan un espacio teatral. Xavier Villaurrutia utiliza metaf6ricamente imagenes visuales para expresar realidades internas, "subconscientes". Agustin Lazo pinta dilifanos pero lugubres ambientes cerrados por los que atraviesan personajes -no seres- socialmente invalidos: niftos tiernos y crueles a la vez, que solo pueden adelantar un gesto sadico interrumpido; solitarios adolescentes que se observan calladamente, incapaces de mirarse de frente; caballos sin silla, libres de toda sujeci6n, esculpidos en la materia pict6rica y que representan un anhelo interno siempre postergado. La atmosfera de los cuadros de Lazo recuerda algo de los angustiantes lienzos de De Chirico -sin las preocupaciones metafisicas. Solo manifiestan la sutil autorrepresi6n de los deseos: los suenos pintados son la unica, la Ultima fuga. Las obras de Lazo son metB.foras a veces tan cripticas como ciertos poemas de Jorge Cuesta. Agustin Lazo pinta desde la frustraci6n; en la soledad de su alcoba, Xavier Villaurrutia proyecta su mirada hacia el cuerpo del inalcanzable otro (cuerpo propio):

Agustin Lazo y Manuel Rodriguez Lozano (Foto de Lola Alvarez Bravo)


Ya soy solo un deseo, Senor, Ya lo diga mi voz, ya mi concreto silencio, ya mi s upremo llanto en el supremo dolor, no soy sino un deseo, Seiior.8 En Pintura sin mancha9 -tal vez el ensayo de estetica mas importante de Villaurrutia- se refiere constantemente, aunque de manera impHcita, a la pintura de Agustin Lazo; ese "cuadro que sueiia" -nocion tal vez derivada del surrealismo- no puede ser de otro pintor. En 1928, entrevistado en Paris por un reportero de El Universal Ilustrado, Agustin Lazo declara: "El suprarrealismo trata de reintegrar a la pintura su sentido, llenandola de emocion, de vida, de misterio; obligandola a tener un objeto y cortando con la pintura pura, inutil andamio de la verdadera. Creo que con De Chirico ha perdido su mejor pintor. Cuenta con Picabia, con Miro que tiene para mi el defacto de expresarse demasiado en jerogHficos y el de repetirse muy a menudo. Con Man Ray que ha convertido los aparatos fotograficos en un verdadero sistema nervioso. Max Ernst que me intriga a menudo, pero que generalmente me decepciona en sus realizaciones. Ademas con Arp, Andre Massone Ives Tanguy que no me gustan. Es este sin duda elmovimiento del que mlis se puede esperar, por la elevacion de sus intenciones, la inteligencia de sus promotores y, principalmente, por su deseo de mantener y precipitar el estado de revolucion." 10 Lazo es, probablemente, el introductor del surrealismo en Mexico. Anteriormente, la prensa mexicana hab1a anunciado la fundacion del movimiento frances, pero sin que el hecho trascendiera en influencia determinante. Agustin Lazo entra en contacto con la Escuela de Paris, conoce a Robert Desnos a Max Jacob. En 1926, regresa a Mexico y, p~r esa fecha, Villaurrutia empieza a practicar el anB.lisis de sus insomnios, experiments. \a escritura automatica y la pintura "gestual". El pequeiio grupo de los intelectuales mexicanos empieza a leer y a citar a Freud y a Breton. Agustin Lazo no es solo el primer pintor inflwdo por el surrealismo - doce aiios antes de las visitas sucesivas de Andre Breton, de Benjamin Peret y de Wolfgang Paalen- ; tambien es el que mejor comprendio los textos de Breton y el que mas participa del "esp1ritu"

8. Viha.urrutia., Xavier. "Ya.mi suplica.es lla.nto" ,op. cit., p. 17 9 . "Pintura. sin ma.ncha.", op. cit., p. 740, a.compa.iia.ba. una. exposici6n de pintura. france sa. orga.niza.da. por la. Emba.ja.da.de Francia.. 10. Ortega., Febronio. "La.zo y sus opiniones sobre la. pintura. moderna.", El Universal nustrado, 6 de diciembre de 1928.

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Rul'ino Tamayo, Retrato de Carlos Pellicer

surrealista. Pero Lazo no es, esencialmente, un pintor surrealista - asÂŁ como Villaurrutia no es un poeta surrealista- ; ciertas afinidades, ciertas busquedas afmes lo impulsan a adoptar algunas de las pautas teoricas de los manifiestos de Breton. La mas importante sin duda es la nocion de permeabilidad entre la conciencia y el inconsciente - noci6n freudiana recuperada por las artes - que coincide con ciertas necesidades propias de un "ser artista" en Mexico. La presencia discreta del surrealismo en la pintura de Agustin Lazo revela lo invisible e ilumina lo callado. La asociacion del pintor y del escritor ha sido de todos los tiempos de la pintura m6derna: Baudelaire y Delacroi.x, Zola y Manet, Proust y Monet (Elstir en En busca del tiempo perdido); en todos los casos el t exto pretende "revelar" la imagen silenciosa. Los impresionistas, los cubistas, no existirian sin las polemicas "literarias" que suscitaron. El muralismo mexicano no requeria de literatura alrededor de su quehacer puesto que, en sÂŁ mismo, era ilustracion de una doctrina que le antecedia. La pintura mexicana del siglo veinte desaparece en su propio silencio, en su falta de impulso externo. Caso Unico, la alianza de Agustin Lazo y de Xavier Villaurrutia ejemplifica ese tipo de retroalimentacion esencial.

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Agustin Lazo, Retrato de Xavier Villaurrutia

Julio Castellanos, Autorretrato ( 194 7)

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Detalle del mural de Diego Rivera, eon Ia revista Contemporfineos en el suelo

Antonio Ruiz, Los paranoieos ( 1938) Puede reeonoeerse a algunos eom110nentes del grupo de Contemporimeos


Manuel Rodriguez Lozano, Retrato de Salvador Novo

Roberto Montenegro, Retrato de Jose Gorostiza


Agustin Lazo, Retrato de Xavier l'illaurrutia

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v e Xavier Villaurrutia, Retrato de Jorge Cuesta Agustin Lazo, Retrato de Jorge Cuesta

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DAVID HUERTA LU6ARES DE LOS CONTEMPORANEOS

irahuen es para mi el lugar de Gilberto Owen. Cordoba guarda memoria de Jorge Cuesta. La Capilla y el fantasma de los enormes anillos de Salvador Novo estan en Coyoacan, en la Calle Madrid. Detras del Teatro Insurgentes, en la Calle de Damas, vi por Unica vez a Jose Gorostiza. En un florido departamento que daba al Parque Mexico me regalaron un ejemplar -leido y releido - de El puerto, de Enrique Gonzalez Rojo, y me prestaron otro de las Eleg{as romanas para que yo lo fotocopiara. Recuerdo mis bostezos exhaustos en Coapa al intentar leer las memorias de Jaime Torres Bodet. Imagino a Bernardo Ortiz de Montellano en la penumbra glacial de un quir6fano, en el limbo del eter, durante su segundo suefto. Veo el fino rostro de Xavier Villaurrutia en una fotografia donde aparecen tambien Solana, Efrain, Pellicer, en el burladero de un coso; veo y reveo los dibujos villaurrutianos y siempre recuerdo mi confusion, en Chimalistac, ante esa errata del Nocturno de la estatua: lesta muerta de suefto, esta muerta de miedo? Elias Nandino, poeta y medico, vive gozosamente en un hermoso pueblo de J alisco: en Cocula, obligado recuerdo y evocacion de mexicanos gracias a la cancion famosa. Pero a ninguno de los Contemporaneos recuerdo con mas nitidez que a Carlos Pellicer, sin duda porque con el converse unas cuantas veces. Jose Alvarado hizo el recuento de lo que serian las "ciudades visibles" de Pellicer, su geografia evidente: "El Cairo y Amsterdam, Jerusalen y Atenas, Roma y Rio de Janeiro, Merida y Luxor, el Grijalva, el Amazonas, el lguazu." Pellicer tenia otros lugares tambien. Desde luego, su retiro en la casa de las Lomas, en Sierra Nevada. Le preocupaba que no demolieran cierta modesta casa de la A venida Alvaro Obregon, colindante con la Clinica Lourdes, pues queria convertirla en la Casa de la Poesia: ahi estuvo el hogar del poeta Ramon Lopez Velarde, el sitio mismo donde murio en 1921 al contraer una pulmonia fulminante por enfriamiento, al termino de su caminata habitual desde la Secretaria de Gobernacion en Bucareli. (Esa triste historia de muerte poetica era tema de la conversacion pelliceriana; sabido es que_guardaba por Lopez Velarde una devocion casi comparable a la que

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Xavier Villaurrutia. Carlos Pellieer. Efrain Huerta y Rafael Solana

profesaba por el gran Diaz Miron, "lleno de la eternidad de la gloria, viejo y entristecido y olvidado".) Las losas de barro cocido, las estelas y las alfaradas en el tenue horizonte de Comalcalco supieron del infatigable viajero y estupendo arqueologo aficionado que fue Pellicer ... Espacio, naturacosa, sobrenaturaleza: la primera palabra nos recuerda a Enrique Gonz8.lez Rojo (y, claro, a Juan Ramon Jimenez); la segunda es obra entera de Carlos Pellicer; la tercera es uno de los ingredientes del "caldo criollo" del poeta cubano Jose Lezama Lima. En el espacio, pues, digamoslo asi, Carlos Pellicer descubri6 la naturacosa y entrevi6 la sobrenaturaleza. Mas de un punto en comlin tiene con el poeta espaiiol y con el poeta cubano, para no hablar de su estricta contemporaneidad con Enrique Gonz8.lez Rojo. A Lezama y Juan Ramon lo unen la fidelidad a una convicci6n religiosa profunda, cristiana, pero decididamente excentrica en su expresion poetica; esa atipicidad de su poesia religiosa es uno de sus valores cardinales. En formas sencillas generalmente - sobre todo al f'mal de su vida, en los poemas escritos para el Nacimiento- , Pellicer le dio una frescura a la poesia cristiana de la que esta carecia en nuestro medio; una frescura y un vigorextraordinarios. Nunca olvid6 su viaje juvenil por el Cercano Oriente ni su amor por Italia, en especial por Roma y por Asis. En Samaria vio los paisajes biblicos;

en Asis, los cuadros de Cimabue y Giotto. Siempre volvia a Tabasco, a Villahermosa, donde el color del ancho rio reflejaba los verdes insaciables. (Un color tambien es un lugar, un fruto que cuelga.) Recorda siempre Curazao, naturalmente. Asistia asiduamente a la plaza de toros para ver el desafio del cuerpo esbelto vestido de oro y azul. Otros lugares pellicerianos: el Anahuacalli, el Parque de la Venta, la casa de Frida Kahlo. Sus museos: el, viajero, conocia el valor de la fijeza y la mirada. Recuerdo a Carlos Pellicer caminando con manifiesta energia por la Avenida Universidad rumbo al Fondo de Cultura Econ6mica. Trato de imaginar su declamatoria presencia ("mi pobre voz") en el Generalito; su deslumbrado viaje por Sudamerica, vista y sentida al lado de Jose Vasconcelos. En mi memoria vuelve a aparecer su gesto, entre ironico y regocijado, durante el homenaje en la Biblioteca N acional y las bromas de aquel di8.logo con J ose Carlos Becerra en el Museo de la Ciudad de Mexico, en 1976. Recuerdo a Pellicer, en f'm, gustando con las manos una primera edici6n de Gongora y conversando con amigos poetas a la sombra de sus Velascos.

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a vida de un poeta es la reunion de sus poemas, la lectura de estos es lo que nos puede proyectar las lineas con las que su retrato ha sido dibujado. El retrato es cantado por el poeta, por la voz del poeta. Y el hecho de poseer una voz es la posibilidad de cantar el Universo y la suma de sus elementos. Asf en la obra poetica de Salvador Novo, uno puede verlo aparecer a lo largo de la lectura de su libro-Espejo. Su retrato se va dibujando lentamente a traves de los reflejos que el Espejo proyecta en un punto preciso: la infancia. Podrfa decir que alleer el Espejo, al igual que al leer Alice's Adventures in Wonderland, la lectura me dio la posibilidad de volver a ser nino. La obra de Lewis Carroll me impresiono tangencialmente. La lectura de Espejo provoco un estremecimiento mayor que la del matematico de Oxford. En el ano de 1933 aparecio el Espejo; en este libro Salvador Novo reUne veinte poemas, veinte lanzas agudas, creaciones breves disparadas directamente a la conciencia del lector. Con una voz insolita dentro del contexto de la poesfa mexicana, Salvador Novo, inicia con "Retrato de un nino" un flash-back inevitable: " .. . La primera vez que me mire atentamente". Los trazos son concretos, subrayando que no es fotogenico y finalizando con un dato, que da el tono ironico sobre el transcurrir del tiempo, sobre el hecho inexorable. Expulsado de la infancia, perdido el parafso y la inocencia, su poesfa significa la perdida de la pureza, y el enfrentamiento a lo desconocido. Y esto es la escisi6n que implanta la civilizacion y el progreso:

DARfO GALICIA DEL OTRO LAUD DEL ESPEJO

You shall not lie with a male as with a woman; it is an.abomination (Leviticus 18:22); Neither the inmoral, nor idolators, nor adulterers, nor homosex ual ... will inherit the kingdom of God. (I Corinthians 6:9-10).

Pero en la escuela querran que yo haga un mapa con un lapiz, querran que yo trace el mundo y el mundo me da miedo.

Ah, quiE\n pudiera oir una voz humana que confiese no un pecado sino una infamia; que cuente no una violencia sino una cobardial

Dios cre6 el mundo yo solo puedo construir un altar y una casa.

("Poema en linea recta", Poemas de Alvaro de Campos.) 1Bandido, ladr6n, granuja, brib6nl Es la jauria de las personas decentes la que persigue al nino. (Prevert)

Salvador Novo es el cordero de los Cantos de inocencia frente al tigre, es all.n el nino que se rebela frente a las consignas y el dogmatismo de una educacion nacionalista. Finalizando con una respuesta inocente e ironica frente

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No sabe que se los daria todos a los muchachos por jugar como ellos,

al grito de odio en contra de su origen paterno: si los espaftoles son malos, " lc6mo lo vamos a saber nosotros?" El profesor no me quiere; ve con malos ojos mi ropa fma y que tengo todos los libros. AI vivir en una cultura sexual enraizada en una civilizaci6n que da valor a la figura masculina, la posible feminidad de un hombre es el tatuaje que sirve de humillaci6n a los homosexuales. Asi Salvador Novo se convierte en una figura liberadora, en un acusador de una sociedad predominantemente patriarcal, de una moral anquilosada, donde la ideologia masculina es la referencia a la figura fisica de fuerza, donde lo femenino esta degradado. Asi, al nombrar su ropa fma, Salvador Novo congrega el reflejo mas importante de su poesia. Su condici6n de paria es aqui afirmada. La discriminaci6n se acentua mas radicalmente en la ultima estrofa:

Salvador Novo

Se necesita ser valiente para ver publicado en Mexico, en 1933, una acusaci6n en contra de un genocidio; a pesar de compartir los mismos problemas sociales, econ6micos y politicos, una actitud erotica diferente es suficiente para conocer el ostracismo y la h umillaci6n; la condici6n de ser diferente se establece a partir del machismo, aqui la palabra como, es el hilo conductor de esta condici6n hist6rica. Hist6ricamente es importante que dentro de la literatura uno se vea por primera vez, ya que nosotros, los homosexuales, no estamos integrados a la cultura, seguimos siendo alin parte de una subcultura. A no ser la carcajada, el chiste burl6n, o la caricatura de la literatura buga. En "Epifania" hay una penetraci6n del mundo, lo que sucede detras de los muros penetra por la puerta de una aventura. Salvador Novo se mantiene fuera de la anecdota y nos deja sentir un aire de testigo, una nota que nos deja una sensaci6n de extrafteza. A traves del Espejo uno percibe una condici6n de desplazado. La biografia continua en una forma confesional. En "Primera comuni6n", el poeta cruza su voz, y parad6jicamente se afrrma en el mundo, en la transgresi6n: yes asi como el poeta rechaza la confesi6n cristiana. En "Las ciudades", lista abundante de las cotidianidades y de la inevitable rutina, aparece la condena colectiva: Y en todas partes como una gota de agua mezclarse con la arena que la acoge. En un travelling continuo Salvador Novo recoge rapidamente el ritmo de las ciudades de su infancia que alin no tienen la forma devastadora de la contemporaneidad. Uno de los poemas mas impactantes es "La escuela". Personalmente fue el poema que logr6 conmoverme con mas fuerza. Aqui esta el hito entre la infancia y el mundo adulto, entre la condici6n homosexual y la heterosexualidad, una de las primeras excursiones de la poesia homosexual mexicana fuera del closet. Este poema es como un clasico; Salvador Novo representa para cualquier homosexual un espejo. Por eso me record6 la infancia. Aqui se acentua la disidencia y se descubre la imagen completa del retrato del poeta. La confesi6n raya casi en el horror y es la condici6n de humillado la que queda subrayada. La oraci6n homosexual enmarca una rutina de filas escolares y de !apices. Sin llegar al grito, el poeta se rebela contra un mundo donde el rol sexual llega a ser un elemento de castraci6n.

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SAUL

JUAREZ NUBELA-NOVELA

a primel11- mitad de nuestro siglo fue escenario y testigo mudo del surgimiento de un estilo de novela mexicana cuyo destino se reducia a la penumbra. A la sombra nacian entonces obras que abordaban el fen6meno narrativo con una nueva visi6n, con otras herramientas y recursos. Novela como nube, escrita en 1926 y publicada dos aftos mas tarde, r epresenta un paradigma en la busqueda de nuevos espa cios, distintos aires para la narrativa de Mexico que entonces atravesaba por un momento de afianzamiento defmitivo. En esta "novela corta", alejada del costumbrismo rampl6n o el realismo a ultranza, Gilbarto Owen, mediante un particular tratamiento del lenguaje en donde la literatura es en si misma un cuestionamiento, logra trascender el referente real que origina su novela y la dota asi de un sentido plenamente universalista. Echando mano de una aparente sencillez, de una fluidez y naturalidad que encubren lo abstruso del esquema, la obra esta partida en dos mitades: "Ixi6n en la Tierra" e "Ixi6n en el Olimpo", unidas por fmos cordeles tematicos en donde la literatura, como una apariencia mas de la realidad, parece comprometerse en nupcias con el autor: Era literatura su noviazgo, asegura Owen mientras va conformando la psicologia de personajes que juegan a esfumarse, a volverse vapor, a unirse con la historia para formar una nube ciertamente tangible e incluso moldeable por ellector interesado. En articulo publicado en Los Empeiios ("La Vida Literaria, Nueva Epoca. I ") , bajo el titulo de "Novela como nube ; Prosa como poesia (un acercamiento a Owen)", firmado por Juan Coronado, se delinean acertadamente las rutas que sigue la trama: la primera parte esta integrada por "Una busqueda del amor. Un asesinato por celos"; en la segunda parte: "Un renacimiento (en realidad una convalecencia del frustrado asesinato) - Nueva busqueda del amor-Equivocaci6n respecto al objeto amoroso-Matrimonio como castigo". No obstante la truculencia de los hechos, la formula narrativa de Owen permite la neutralizaci6n hasta conformar un todo donde la anecdota alcanza un desarrollo aparentemente minimo, casi situacional. Como si nada pasara, para, al fmal, reparar en que se nos ha contado tanto sin siquiera sentirlo. Owen siempre dice mas de lo


que cuenta y la anecdota quiza es solo un vehiculo para situarnos en tiempo y espacio determinados: El Olimpo y la tierra, confundidos, enfrentados. La osadia y el castigo. Lo rnitico de una trama terrena en donde el escritor esta posibilitado para desmenuzar sus obsesiones. Ixion, castigado por Jupiter, gira eternamente en una rueda envuelta en llamas y Ernesto, al final condenado al matrimonio, vive su monologo eterno. Lo etereo y lo corporal unidos a la comparecencia de Owen (IxionErnesto-Owen) configuran el personajefantoche-autor: Ya he notado, caballeros, que mi personaje solo tiene ojos y memoria: aun recordando solo sabe ver. Comprendo que debiera inventarle mi psicologia y prestarle mi voz. jAh!, y urdir, tambien una trama, no prestarmela mitologica ( .. .) Es que solo pretendo dibujar unfantoche. Dibujar Unicamente una apariencia, tal vez mas real que la otra, la verdadera y escondida, la que se deja explicar un poco mediante la frase y el ritmo, la que se adivina acaso tras de la constante incidencia de laliteratura como concepto dinamico. Asi, siempre la ambivalencia en la interpretacion que Ernesto hace del entorno, en las situaciones que fabrica, como si el mismo escribiera la novela en complicidad con el autor, con el lector. Una dualidad que se hace mas presente al abordar a la mujer; una mujer de cuatro cabezas (Ofelia-Eva-Elena-Rosa Amalia) ; una mujer en donde descubrirse y donde mirar un cuadro cubista, un puerto de partida y de llegada. Sin embargo, volver a la mala pasada, la trampa sarcastica, Ernesto (fantoche amigo) es tambien un pretexto y ello sabe. Confundido entre un genero literario y otro, inmerso en muecas de palabras que componen un pequefto mecano de simbolos, una bien edificada torre de apariencias, Ernesto pretende encontrarse en el rostro de quienes el inventa. Elias, la otra cara de la moneda, el reflejo del fantoche, pasan por la linea como lo aleatorio. La exaltacion lirica que el poeta deposita en las referencias a la mujer le sirve como una ventana, un domo alegorico que libera la tension que provocan el nudo de continuas reflexiones ontologicas y la inconsistencia en que se desenvuelven los distintos niveles: Ofelia besaba as{; luego, en sus cartas, indicaba ese punta, esos puntas de los besos, par la interferencia de dos l{neas en cruz. Ahara sus cartas parecen un cementerio de besos. Y si como escribiera el propio Owen ... el cuadro nos hace mirar casas hasta ahara invisibles, o el poema no dice lo indecible, o la obra musical lo inaudito, entonces, desde su posicion de obra literaria, Novela como nube parece emparentarse con los trazos del pineal. Mas alla de la correspondencia que despues pudieran encontrarse con algunas obras del nouveau roman, la novela del poeta sinaloen-

se se relaciona de manera singular con la tarea phistica. Las imagenes que andan y desandan el camino, que alcanzan formas caprichosas conforme la direccion que toma el viento, que de pronto se diluyen o se ocultan detras de un claroscuro, me recordaron, desde las primeras paginas, el trabajo de Remedios Varo: A vanzaba dentro de un globo de luz, el, tan tenebroso. Era el planeta que en menos tiempo -quince minutos- recorr{a su orbita, la unica cuadrada. Pero cada vez era otra vez lo imprevisto y el sueltame los labios. Casi trazos pictoricos, casi poesia, casi reflexion existencial, casi una novela de los ojos y los sonidos, los olores ... le reprochaban luego, desconcertadas, preguntandole si amaba par la nariz. Novela (o algo que se le parece) de los sentidos y las apariencias. De la armonia y el contrapunto que se esconde en la frase (,~.jus足 ta?), colores y pianos, golpes contundentes e ironias. indiferencia y visiones alucinadas, tragedla y comedia, elementos todos en los que Owen se clava como el intruso imprescindible, que no aguanta la tentacion de entrar a su novela, que Es ingenuo y feliz. Come con propiedad, pureza y elegancia. y a lo vereis academico de 1990. Pero, en castigo a este parentesis, propongo que coloquen un espejo en su ataud, para que vaya viendo como se resuelve en cenizas. Volviendo al estupendo articulo de Juan Coronado, debo seftalar que ahi se destacan algunos elementos utilizados en Novela como nube que situan a Gilberto Owen en la antesala de la novelistica actual: "La intertextualidad. Paralelismos entre tecnicas literarias y tecnicas pictoricas. La construccion de la trama en base al transcurrir de la conciencia. La observacion de un mismo objeto desde diferentes perspectivas. La influencia de recursos cinematograficos. La exhibicion de como el creador construye su obra. La busqueda de una participacion activa del lector para el final de la configuracion de la novela". Quiza agregar la busqueda de identidad mediante el enfrentamiento de la muerte y el amor como instancias generadoras, opuestas y complementarias a un tiempo, motivos motores en cuya lucha o acoplamiento el personajeescritor pretenderS. hallar un enorme espejo. Por supuesto, Owen prefiere la parcialidad de las ideas dotadas siempre de un aire poetico en vez de las sentencias inamovibles: De las casas sabemos alguno o algunos de sus aspectos, los mas falsos casi siempre. Queda pues en Novela como nube una obra de esa narrativa que habita el lado oscuro. Una novela que demanda cuidado en su lectura para asi poder participar y complementar. Una nube que se abre a ricas posibilidades en el intercambio de sentidos. Novela que se deja Hamar asi porque nadie le ha encontrado un nombre mas rico.

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Gilberto Owen en las eataratasdeiNiagara (1928)

MedaUonde Jaime Torres Bodet Jose Gorostiza porTamayo


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Xavier Villaurrutia y un amigo dese


Carlos Lopez Moetezuma, Xavier Villaurrutia, Antonio Galan y Clemen tina Otero, en el estreno de l'erro candente ( 1944)

Julio Castellanos, Julio Braeho y Xavier Villaurrutla tras el estreno de El pobre Barba Azul (1947)

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ACTUALIDAD DE LOS

CONTEMPORANEOS

•••••••••••••••••••••••• UNA ENCUESTA DE ETHEL KRAUZE

ue este nfunero de la revista estaria integramente dedicado a los Contemporaneos. Bien, pienso, bienvenido el homenaje. Pero, pienso tambien desde las impaciencias de mi juventud, lno acaso - y fatalmentehabra de oler a moho, a paginas amarillentas, a telaraiia polvosa que se desenreda de nuevo para asombro ya de nadie? lCual puede ser, pues, mi colaboraci6n en este numero? Actualidad, presencia decisiva e inmediata, clamor por el aqui y ahora en las letras mexicanas -es lo que van buscando mis perplejidades. Entonces lque tal si desenterramos a los Contemporaineos de su inm6vil nicho y los traemos a 1982? Busquemos en los de hoy, los mas j6venes, es decir, en mis contemporaineos, que fueron y que estan siendo aquellos Contemporaineos a quienes se les rinde este homenaje. Solo dos preguntas en una veloz y brevisima encuesta entre los que tuve en un momento mas a la mano, que obviamente no son todos, pero valgan como sintesis o mero ejemplo: 1. Desde el aqui y el ahora l cuail fue la importancia de los Contemporaineos en su tiempo? 2. l Cuail es ellegado, herencia o influencia que han dejado en la juventud, si es que algo les debe esta juventud? Al principio crei que las respuestas iban a ser ralas y vagas, para esconder el desconocimiento, el desinteres y aun cierto desden rebelde por los Contemporaneos. Crei que no tendria material suficiente ni sorprendente para llenar dos paginas. Crei que mi colaboraci6n seria inutil o mejor all.n, que desistiria de ella. Pero yo fui la primera sorprendida: las respuestas en todos fueron seguras, certeras, comprometidas, nutridas y sustanciosas. Y confieso que mis contemporaineos me tendieron un hfunedo puente bacia los Contemporaneos, y descubri que estos, de muchos modos, siguen latiendo en la literatura mexicana que hoy hacemos. Que acaso su nombre no es casual, que seguirain siendo mucho tiempo: los contemporaneos.

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E

raclio Zepeda

1. Encontraron el rigor, el ejercicio del oficio. Desecharon las falsas nacionalidades para entrar en el plan eta y mane jar la cultura universal. Ademas de haber impuesto su presencia como grupo, se abrieron a la diversidad; fueron mUltiples voces alrededor de una misma busqueda. • 2. Su herencia nos viene a contrapelo, porque nos levantamos contra ellos para buscar a su sombra las piedras que no habian recogido: la seguridad de que la Unica forma de ser universal era ser profundamente nacional. Su principal enseiianza fue haber tendido la gran red para pescar el mundo y traerlo a Mexico. Pero en nuestros tiempos fue necesario comprender que la raiz debia ser cada vez mas nuestra y al mismo tiempo ser universal.

J

ose Agustin

1. Establecieron niveles de calidad rigurosos, aspiraron al maximo rigor artistico y esto fue un salto decisivo en las letras mexicanas por la obligada conciencia que supone. • 2 . Esa es su principal enseiianza: aspirar a la mlixima calidad universal. Pero su influencia, extraliterariamente hablando, es triste. Sin duda fueron los grandes papas de las mafias que hemos estado padeciendo. Sentaron las bases del "culto a un grupo", cuyos herederos son las mafias de los cincuentas y sesentas. Por un lado su legado es positivo; por otro, devastador. Es urgente desmitificarlos. El homenaje nacional no ayuda, los petrifica en el peor sentido de la palabra.

S

ilvia Molina

R

oberto Bravo

1. Funcionaron como una especie de taller cuyo coordinador diriamos que fue Jorge Cuesta. Como grupo admitieron y asimilaron las corrientes poeticas extranjeras de su epoca y les imprimieron el sello mexicano. Se preocuparon por publicar obras que renovarian ellenguaje: Cariatide de Salazar Mallen provoc6 un juicio por atentar contra la moral, por ejemplo. Entierran, junto con los estridentistas, a modernistas y romanticos decimon6nicos y dan un nuevo giro a la poesia mexicana que irian a continuar los actuales poetas. • 2. El legado fueron sus obras, la Muerte sin fin, ese hermosisimo poema. Nos legaron tambien su gran vitalidad de gente que nunca dej6 de ser joven, para seguir trabajando, aceptando lo nuevo, para seguir haciendo cosas diferentes.

1. Rompieron los esquemas establecidos y le dieron a su epoca no solo vitalidad literaria, sino que despertaron polemicas entre la inteligencia del pais hacia dos lineas: el nacionalismo en literatura, y la condici6n universal. e 2. Curiosamente oigo hablar de ellos como algo lejano, pero creo que todavia los tenemos muy cerca. Alcanzamos a Pellicer, por ejemplo. Nos enseiiaron a cuestionar que cosa es la poesia y en que medida siguen estando cerca en lo que hacemos nosotros.

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Nacional de

srrsArtes

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E

vodio Escalante

1. Mantuvieron la corriente disidente frente a la politica cultural del Estado en su epoca, que era nacionalista indigenista, lo que los hacia parecer reaccionarios. Pero llevaron adelante la tarea modernizadora de nuestra literatura. • 2. Su herencia resulta parad6jica: mientras fueron disidentes en su epoca, hoy se han vuelto oficiales. Los grupos culturales dominantes en la actualidad recojen la estafeta. Paz ha insistido en ser su heredero, su continuador. Por un lado representan el modelo. completo de lo que es el escritor, son la tradicion mas importante por el rigor que imponen en el manejo del verso. Pero por otro lado su posicion resulta limitante en cuanto a la funcion social de la poesia. Su perfeccionismo puede ser esterilizante. Hay que buscar otras salidas, dejar de mistificarlos, de sacralizarlos; el homenaje resulta mortecino. Es mejor asumir su esplendida vitalidad.

S

andro Cohen

1. Se erigieron en la conciencia de la "intelectualidad" mexicana cuando estaba de moda alabar simbolos nacionales. Abrieron las puertas hacia el exterior. Mientras los intelectuales se dedicaban a exhortar los valores nacionales de democracia, sociedad, y demas cosas withmanescas, los Contemporaneos se incorporaron a las corrientes cosmopolitas, se sacudieron la mojigateria. • 2. Dificil pregunta. Yo, como muchos, vinimos a conocerlos recientemente, despues de otras lecturas. Su influencia es indirecta, tardia y tangencial, porque conocimos primero a los autores que ellos leyeron, antes que a ellos. En mi caso el que mas me ha afectado y contaminado ha sido Gilberto Owen; nuestras tematicas son afmes.

0

avid Huerta

J

orge Gonzalez de Leon

1. Balancearon la cultura en Mexico estancada en el nacionalismo desatado por la Revolucion, y le dieron a la poesia mexicana caracter universal. Ademas, legitimaron la marginalidad. • 2 . Me siento tocado basicamente por Pellicer, Gorostiza y Cuesta. A pesar de que no he podido explicar la poetica de Cuesta, me suena muy adentro, me parece deslumbrante. Con Pellicer me identifico vitalmente; veo en el la celebracion de la vida.

1 y 2. Los ContemporB.neos ya forman parte de la tradicion, pero el problema con ellos y con sus obras es que no tenemos, todavia, la perspectiva suficiente para discernir lo que ahi se ha sedimentado o petrificado de lo que sigue activo, vivo, vigente. No podemos atin aplicarles esa mirada entre piadosa y retrospectivista, que pide que los productos culturales sean considerados "en su momento historico", pues los tenemos demasiado cerca y suepoca sigue siendo, en varios sentidos, la nuestra. Sin embargo, con ellos se plantea nitidamente una apertura: hacia otras culturas, y un conflicto: el del nacionalismo oficial ante la pluralidad de la creacion, dicho sea de modo rapido. Se oficializaron o los oficializaron, poco importa; lo que si importa son sus textos y sus actitudes, que son signos abiertos a la discusion, al placer estetico y al estudio.

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Nacional de BellasArtes

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I

gnacio Trejo Fuentes

1 y 2. Sin duda, los Contemporaneos constituyeron un nucleo fundamental de la cultura nacional; sin embargo, sus valores solo han sido entendidos y aprovechados por sectores reducidos del publico. Por eso, el homenaje que el Instituto Nacional de Bellas Artes les rinde, es altamente benetico: es seguro que a partir de ahora, mucha mas gente sabra que alguna vez existieron los Contemporaneos. Sobre todo los jovenes.

l

ulio B. Demicheli

1 y 2. Los movimientos literarios parecen abrirse y cerrarse, van de la realidad -entre comillas- ala irracionalidad; del nacionalismo mas provinciano al cosmopolismo; del ejercicio introspectivo ala objetividad narrativa; y asi se suceden unos a otros como el sistole a1 diastole. "Los contemporaneos" persiguieron antes que el conclave, la aflrmacion de grupo, el servicio de una idea o la identidad en las tradiciones, embarcarse en la aventura de la modernidad: ser, entre otras cosas, contemporci.neos de otros hombres mas alia de la distancia, la lengua o la nacionalidad. Hicieron literatura desde la literatura. Hicieron literatura por la literatura- cosa imperdonable para muchos.

E

duardo Casar

1. Ignoro cual haya sido su importancia como grupo animador de la vida cultural de aquella epoca. Pero el hecho mismo de que funcionaran como un grupo con preocupaciones comunes, tanto desde el punto de vista formal como tematico, es, creo, un fenomeno positivo por el enriquecimiento mutuo y la amplitud que promueve; desde la complicidad crecen las diferencias, las voces propias; la competencia, por el contrario, las anula. La labor poetica de los Contemporaneos contribuyo a des atar a la poesia mexicana del Modernismo sin negar a este en bloque, sino de una manera determinada: tomando del Modernismo la riqueza sonora, incorporando a un nuevo enfoque sus hallazgos formales y rechazando sus codigos gastados. e 2. Creo que la presencia de los Contemporaneos se deja ver escasamente en los poetas jovenes (hablo de conjuntos, porque obviamente hay excepciones); casi todos admiran mucho a Gorostiza o recitan exaltados a Pellicer a la segunda copa, pero son pocos los que atienden al ejemplo de rigor de estos poetas, a sus lecciones de musicalidad y ritmo, a la coherencia de sus imagenes; es una admiracion de labios para afuera y no de poema para adentro. El homenaje a los Contemporaneos es una magnifica ocasion para que, al discutirla, su poesia nos alimente.

Estas respuestas bastan para dejar claro lo siguiente enel animo de mis contemporaneos frente a los Contemporaneos: vitalidad, rigor, renovacion, universalidad. Y esto tambien: el rechazo ala mistiflcacion oflcialista de un grupo de poetas cuya premisa fundamental fue la audacia para combatir, romper, volar.

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MCMXXV

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La iconografia presentada en este numero figura tambien en la Exposici6n que , a cargo de Miguel Capistran, esta abierta en la Sala Diego Rivera del Palacio de Bellas Artes. Fue completada con materiales proporcionados por Lola Alvarez Bravo, Carlos Pellicer Lopez, Clementina Otero y Carlos Monsivais, a quienes la Redacci6n agradece la colaboraci6n prestada.

SECRETARiA DE EDUCACIQN PUBLICA INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES DIRECTOR GENERAL: JAVIER BARROS VALERO SUBDIRECTOR GENERAL: ARTURO AZUELA COORDINADOR DE PUBLICACIONES PERIODICAS: FEDERICO ALVAREZ SECRET ARlO DE REDACCION: GONZALO CELORIO AYUDANTES DE REDACCION': JOSE GONZALEZ CASANOVA, ALEJANDRO KATZ, ALFONSO SIMON PELEGR[ Y ETHEL KRAUZE DISENO: VICENTE ROJO I AZUL MORRIS ... IMPRENTA MADERO

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8 NOVIEMBRE DE 1982


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