44
Te j e d o r e s d e i m ág e n e s
Regresaremos a este tema al final del libro, cuando abordamos los posibles resultados de investigación, pensando en su amplia difusión, donde los lenguajes y códigos de cada posible medio serán de primera importancia. Sirva este esbozo inicial para presentar algunos aspectos que consideramos esenciales al abordar el binomio imágenes-conocimiento: las motivaciones por producirlas, las formas de acceder a espacios y tiempos concretos a través de ellas, las condicionantes de quiénes las capturan/capturamos y para qué, y, por último también, de qué manera lo hacen/hacemos. Es así como las imágenes a las que podemos acceder son producto de diversas elecciones: del fotógrafo para tomar tal o cual cosa, dejar aquella otra fuera; o bien, haber sobrevivido a la selección y descarte del álbum familiar o del archivo local, operación que sucede también a escala nacional. La perspectiva que nos ayuda a entender estos procesos es aquélla que considera las formas en que un objeto, y en específico una imagen fotográfica, se resguarda, se interpreta y se re-significa. Este punto de vista, ubicado desde los estudios sociales, es el que reflexiona sobre dicha valoración a partir de reconocer el patrimonio como aquello ligado a las formas en que reproducimos nuestra cultura y transmitimos el conocimiento de generación en generación.
PATRIMONIALIZACIÓN DE LAS IMÁGENES CONOCIMIENTO Y PATRIMONIO En cierta ocasión había un grupo de personas reunidas a las afueras de una construcción de arquitectura religiosa del siglo xvi, se trataba de una discusión acerca de la pertinencia de tirar un muro que se sostenía sobre una de las torres de dicha edificación. Se identificaban tres grupos de personas: quienes estaban a favor de la demolición, quienes se pronunciaban en contra y quienes sólo éramos observadores. Se iba tomando la palabra alternadamente para exponer las razones para defender una u otra postura: unos decían que no se podía tirar porque se atentaba contra el patrimonio, otros, que habían consultado a las autoridades correspondientes para tomar la decisión, es decir al Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah), las cuales habían enviado a un representante que explicaría el diagnóstico que se realizó para optar por la demolición.