
5 minute read
Los riesgos del cambio Climático.
Los riesgos del cambio climático
EL CAMBIO CLIMÁTICO, amenaza con convertirse en una crisis financiera que ya está implicando a los seguros. La industria aseguradora está afectada de lleno por esta realidad: los desastres naturales afectan a miles de personas en todo el mundo y precisan de productos aseguradores que en algunos casos todavía no existen y si existen, están en peligro de extinción. Recientemente, la compañía State Farm General Insurance Co., líder en el ramo de hogar en California, anunció que dejaba de vender pólizas de hogar en este estado del Oeste de los Estados Unidos, donde es líder en este segmento de mercado. La paralización de la actividad comercial en lo que se refiere a pólizas del hogar no afecta solamente a las casas situadas cerca de zonas boscosas, si no que afecta a todas las viviendas. Esta es la consecuencia de la gran cantidad de incendios que California ha sufrido en los últimos años.
Estos incendios se unen, en Estados Unidos, a un largo número de desastres naturales cuya frecuencia ha aumentado en cantidad y en su capacidad de destrucción. Algunos de los que han causado mayores daños son los huracanes de la zona de Florida y el Caribe y las inundaciones de Luisiana. El riesgo para hacer frente a estas amenazas es enorme y plantea el debate acerca de cómo hay que afrontar esta situación. Probablemente, la administración pública deberá intervenir como complemento para que la industria aseguradora pueda afrontar este desafío. Esta aseguradora ha anunciado que ya no acepta más peticiones de pólizas de hogar a causa del aumento de los costos de construcción y del incremento en el número de incendios forestales, “además de tener un mercado de reaseguro lleno de desafíos”. Tras el anuncio realizado por State Farm, Allstate Corp., cuarta en el ranking californiano, anunció que ya se había sumado a esta iniciativa e indicó al Departamento de Seguros de California que dejó de vender nuevas pólizas de seguros para el hogar el año pasado. Los californianos que están buscando comprar una casa tienen que hacer frente a unos precios en el mercado inmobiliario que son los más caros del país y a la amenaza constante de los incendios forestales. Hasta ahora habían de contratar unas pólizas de seguros asumibles gracias a las políticas estatales favorables a los consumidores, pero ahora el problema es mayor porque se trata de encontrar una aseguradora dispuesta a cubrir los riesgos del hogar.

Tras las olas de incendios de grandes dimensiones, las compañías solicitaron subir los precios de forma notable. Antes del anuncio de State Farm, esta compañía solicitó un aumento del 28% en las tasas de seguros para propietarios de viviendas; mientras que Allstate pidió un aumento del 39,6%. La crisis de los seguros está afectando a los compradores en todo el estado, incluso en zonas en las que el riesgo de incendios forestales es bajo. En San Francisco, los agentes de bienes raíces han indicado públicamente que muchos contratos de compra han fracasado después de llegar a un acuerdo porque los compradores no han conseguido un seguro. Ahora es tan importante cerrar el precio de compra como garantizar la contratación de un seguro. El seguro de hogar es una parte esencial de la compra de una casa. Las entidades financieras que conceden los préstamos hipotecarios generalmente requieren prueba de seguro antes de aprobar la transacción para proteger su inversión en la propiedad. Sin seguro, los compradores se verían obligados a realizar una compra en efectivo en la mayoría de los casos. Para los consumidores, la situación es confusa y crece la opinión que señala que las aseguradoras están aprovechando el cambio climático como una excusa para escapar de las protecciones regulatorias que promulgaron los votantes. En 1988 se promulgó una ley estatal que ha permitido mantener los precios de las pólizas en un nivel bajo, pero ahora la situación es diferente y las compañías reclaman mayores aumentos en las tarifas. Algunas organizaciones de consumidores, como Consumer Watchdog, creen que “las compañías de seguros son muy oportunistas”, aunque reconocen que en el contexto actual es razonable un incremento de precios.
Lo que es evidente es que existe cada vez más preocupación por los vínculos entre el cambio climático y la estabilidad financiera. El debate está abierto. Hay voces que alertan de que probablemente, si no se toman medidas con efecto inmediato, la economía y el sistema financiero inevitablemente se dirigirán a una crisis financiera inducida por el clima. Los defensores de esta teoría piensan que en el escenario de una transición ordenada hacia una economía neutra en carbono, muchos de los activos asociados a la industria de los combustibles fósiles deberán abandonarse antes del final de su vida económica, lo que significará un gran coste para las instituciones financieras que proporcionan financiación e invierten en empresas de combustibles fósiles. Por otra parte, el aumento constante de las temperaturas en el planeta está influyendo en la aparición de un mayor número de fenómenos naturales de gran capacidad destructiva, lo que supone también un coste muy alto.