EL DIA DE LA MARCHA Y BLOQUEO DEL PUENTE SOBRE EL RIO VIRILLA 14/Agosto/1989 Elaboró: Carlos L. Ulate Rodríguez Correo e: CLUR@costarricense.cr Perfil: issuu.com/CLURForestal
Toda lucha comunal con fundamento es necesaria Era una mañana normal, como suelen darse en la depresión central (Valle Central), ambiente fresco, tranquilo, ligera brisa, el sol en el Este y los rayos apenas asomaban víspera de un nuevo amanecer. A las cinco y treinta de la mañana en el Salón Comunal, se debatía los últimos preparativos, luego se partió a la Escuela Rubén Darío, lugar de inicio de la marcha a esperar la hora señalada, seis de la mañana. El ambiente estaba frío, incertidumbre en la respuesta de los vecinos, era lunes, día laboral, la gente empezó a salir de sus casas como de costumbre, la diferencia estaba en quienes seguían a sus trabajos y quienes se quedaban para la marcha. El reloj indicó las seis de la mañana y no sumábamos diez personas, por lo que había que dar más tiempo, dado que la idea era iniciar la marcha solo si había más de treinta vecinos. Mientras esperábamos nos fueron llegando noticias, el puente ya estaba protegido con guardias, por la calle y al frente del grupo, pasaba radio patrulla observando y en la cancha de futbol un automóvil color beige sin placas estacionado, comentábamos impresionados, dado que uno de los motivos de la marcha, era buscar mayor vigilancia y seguridad para el distrito y ya lo estábamos viendo solo que para reprimir al pueblo que lucha por sus derechos, esto creó inseguridad, nerviosismo, principalmente en las señoras, amas de casa, madres roseñas, con espíritu de lucha, sin embargo, todos en general nos proyectábamos a hacer una acción luego de transcurridos quince años desde la última movilización fuerte de la comunidad roseña. Luego se hizo presente un medio de comunicación, ya había un grupo importante de vecinos, los ánimos calentaron como el sol radiante de la clara mañana. Al ser aproximadamente las seis y cuarenta y cinco de la mañana, empezamos a repartir las pancartas, las mantas, a motivar a la gente con ayuda del megáfono y la decisión de hacer realidad los objetivos propuestos, iniciándose la marcha, el grupo compacto y ordenado, caminaba hacia el puente, ocupamos la mitad del ancho de la carretera, al frente del cementerio, el Delegado cantonal de la G.A.R nos interceptó, preguntando que íbamos a hacer y principalmente, porque no dábamos un margen de espera antes del bloqueo para esperar la llegada de los representantes del Estado, dimos respuesta, seguimos hacia el puente y ahí se habló del margen de espera. Llegamos alrededor de las siete y diez de la mañana a la entrada del puente en territorio roseño, nos concentramos, nuestras pancartas y mantas en alto. El puente estaba fuertemente custodiado, sin temor a exagerar, casi que bastaba un policía para cada vecino. De nuevo se hace presente el Delegado Cantonal G.A.R y personeros de la Casa Presidencial y solicitan se les dé tiempo para hacer contacto con las autoridades del Estado, para el diálogo antes de proceder con el bloqueo. Accedimos esperar hasta las ocho y treinta de la mañana, de lo contrario efectuamos el bloqueo. En ese tiempo de espera cada quien con su misión, los medios de comunicación colectiva se hicieron presentes, lo cual se aprovechó para dar a conocer nuestra lucha y motivar más al grupo. En ese lapso de espera fueron llegando más vecinos que se unían a la lucha, se intercambiaban criterios, se repartió un refrigerio, la mañana estaba muy caliente, era un sol fuerte y radiante.