La participación de las mujeres en el mercado del trabajo fue el gran punto de quiebre que motivó una gran transformación social. Se trata de un fenómeno irreversible, que ha ido aumentado con los años. Ya es común que el mundo del trabajo no sea únicamente para hombres, si no para ambos géneros. Hoy la mujer – al igual que el hombre – busca profesionalizarse y destacarse en el ámbito social y laboral y dejar allí
también su contribución (Debeljuh, 2013).